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MODULO DE GESTION E INVESTIGACIÓN EN ALIMENTACION Y NUTRICIÓN

NUTRICION Y DIETETICA.

EL DESARROLLO SUSTENTABLE1.

Desde que la Comisión Brundtland definió el desarrollo Sostenible "como aquel desarrollo que junto con responder a
las necesidades de la presente generación garantiza a la generación futura el derecho a la satisfacción de las suyas",
ha existido un amplio debate en torno la sustentabilidad.

El mayor esfuerzo conceptual ha consistido en precisar el contenido de la equidad intergeneracional como una condición
necesaria para el logro de un desarrollo que sea sustentable. Es decir, aquello que puede constituirse en un objetivo
pragmático, que haga posible que cada generación pueda ejercer su primera responsabilidad de construir una función
de bienestar que responda a las necesidades humanas y que permita el desarrollo de las potencialidades de las personas.

La única definición que directamente da sentido a la sustentabilidad es la preservación de los activos naturales, como un
recurso básico para mantener constantes los servicios ecológicos que requiere una población en expansión. Por lo dicho,
resulta razonable considerar al Desarrollo Sustentable como aquel desarrollo responsable de garantizar a la generación
futura activos naturales equivalentes a los que la generación presente heredó.

Las exigencias que hace el nivel de vida buscado sobre el medio ambiente son altas. Sin un cierto nivel mínimo de uso
de capital natural no es posible pensar en la existencia de la vida, como tampoco lo es concebir aumentos sostenidos en
el bienestar convencional sin un consumo creciente de dicho capital, sea por la expansión urbana, el consumo de
recursos naturales, o la contaminación, entre muchos otros. Por tanto, es razonable que se llegue a un punto donde el
consumo de capital natural comprometa los servicios ecológicos que supone una calidad de vida efectiva.

Desde el punto de vista operacional la equidad intergeneracional, como derecho ético, debe limitarse a los medios que
hacen posible que cada generación continúe comprendiendo el sentido de la vida y dándole a la evolución y al desarrollo
social una base sicobiológica sana. Se trata, por tanto, de una equidad que se nos presenta a nosotros mismos como una
restricción parcial, inevitable y necesaria. La búsqueda de formas culturales específicas constituirán, en esta perspectiva,
la creación propia de cada generación.

El desarrollo sustentable es el que hace posible, entonces, nuevas formas de mirar y organizar nuestro bienestar, objetivo
cuyo contenido pareciera estar cambiando aceleradamente, evidenciándosenos como una canasta de bienes y servicios
de naturaleza diversa, generados por múltiples instituciones y variados ecosistemas. Pero, sería ingenuo creer que la
sola conciencia de la equidad intergeneracional basta para gatillar los procesos de transformación que permiten avanzar
hacia la sustentabilidad. En el largo plazo, será la humanización de las personas, asociada a una larga evolución sico-
socio-biológica, la que permitirá que la economía humana no sobrepase los límites de tolerancia geofísicos de la biosfera.

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El presente documento fue modificado del original elaborado por el Prof. Andrés Yurjevic, para el Modulo de Gestión
en Alimentación y Nutrición I, Carrera Nutrición y Dietética UFRO.

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DIMENSIONES DEL DESARROLLO SUSTENTABLE

Trabajar por el desarrollo sustentable implica avanzar simultáneamente en cinco dimensiones: económica, humana,
ambiental, institucional y tecnológica. Las características de este proceso serán diferentes dependiendo de la situación
específica en que se encuentre un determinado país, región o localidad.

Dimensión económica
La actividad económica bajo la perspectiva de la sustentabilidad no puede seguir funcionando bajo el lema de "pase lo
que pase, el negocio continúa". Se debe avanzar para cambiar el paradigma de "el que contamina paga" al de "lo que
paga es prevenir la contaminación". El mercado puede aprovechar a su favor y en favor del desarrollo sustentable las
oportunidades que supone la aplicación de regulaciones ambientales nacionales e internacionales, la puesta en marcha
de procesos de producción más limpia y eficiente y la agregación de valor a las materias primas. En un esquema de
sustentabilidad lo que cuenta no es el crecimiento de la producción sino la calidad de los servicios que se prestan.

Dimensión humana.
El desarrollo sustentable se orienta a una mejor calidad de vida (superar la pobreza, satisfacer las necesidades básicas
humanas e igualar los ingresos), reasignando los recursos económicos para atender estas necesidades. La reducción de
la pobreza necesitará un crecimiento económico considerable, a la vez que desarrollo, pero las limitaciones ecológicas
son reales y este mayor crecimiento de los pobres tiene que compensarse con una estabilización de la producción para
los ricos. Asimismo es de máxima importancia lograr la estabilidad demográfica, detener el sobreconsumo, y avanzar
hacia la formación del capital humano y social.

Dimensión ambiental.
No es posible concebir el desarrollo ni la vida humana sin el sustento de la naturaleza. Los modelos de desarrollo están
inevitablemente vinculados a lo ecológico y ambiental. En un modelo sustentable la utilización de los recursos naturales
y energéticos se limita a la capacidad de regeneración de éstos y la generación de los residuos a la capacidad de
asimilación del ecosistema.

Dimensión institucional.
Un escaso nivel de representatividad de la población en las iniciativas y la acción del Estado así como un excesivo
centralismo son claramente insustentables. La sustentabilidad implica realizar progresos significativos en la
descentralización política administrativa de las decisiones, para estimular nuevas formas de organización y participación
ciudadana.

Dimensión tecnológica.
Se requiere una aceleración de la innovación y el desarrollo tecnológicos para reducir el contenido en recursos naturales
de determinadas actividades económicas, así como para mejorar la calidad de la producción. La dimensión tecnológica
implica la búsqueda y cambio hacia tecnologías más eficientes en el caso de los países industrializados y el desarrollo de
tecnologías más eficientes y limpias en países en vías de rápida industrialización. En los países en desarrollo con
economías basadas en la agricultura, es necesario desarrollar tecnologías apropiadas y de pequeña escala para el
incremento de la productividad agrícola.

Consecuentemente con lo anterior, la necesidad de detener el deterioro existente hace indispensable que el Estado,
como representante del bien común permanente, actúe estableciendo las regulaciones e incentivos necesarios.

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Pero, cuando nos ubicamos a escala planetaria y pretendemos responder en forma eficiente a las necesidades de una
población que fluctuará entre 8 y 11 billones de personas en las próximas décadas, se hace inevitable pensar en la
urgencia de contar con mercados eficientes, en los campos en que éstos logran asignar recursos en forma óptima.

En síntesis, en este documento se plantea que el motor de la sustentabilidad deben ser las personas con sus instituciones
básicas, pero en un contexto en que el Estado regula e incentiva la protección ambiental y el gobierno asume
decididamente la superación de la pobreza, con las economías sociales de mercado en pleno funcionamiento, ideas que
aparecen resumidas en la siguiente cuadro:

Estado Necesidades Humanas.


Mercado
Sociales
Desarrollo Instituciones (libertad, participación) Desarrollo de
Sustentable humanas/sociales Psicosociales potencialidades
(identidad)
Humanas.
Capitales: Psicológicas
(entendimiento, creación,
- Natural trascendencia)
- Humano Psicobiológicas
- Social (trabajo, afecto, ocio,
- Construído protección)
Biológicas
(alimentación, techo,
salud)

PARADIGMAS DE MANEJO AMBIENTAL.

Toda actividad humana sea económica o sociocultural implica relaciones directas o indirectas con el mundo biofísico.
Así, la actividad agropecuaria, en cualquiera de sus formas, implica un manejo medioambiental y los diversos tipos de
agricultura implementados reflejan diferentes concepciones de la relación entre naturaleza y seres humanos y lo que
involucra el manejo de los recursos del medioambiente. A medida que las sociedades se transforman, también lo ha
hecho dicha relación, siempre en la búsqueda de ampliar las oportunidades de sobrevivencia y de mejorar las
oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida. En ciertos momentos de nuestra historia, la evolución que ha
tenido lugar ha sido buena para la gente y ecológicamente sustentable; mientras que en otros, la búsqueda intensiva de
beneficios económicos ha reducido la capacidad de los ecosistemas locales de continuar abasteciéndolos en el futuro. El
desarrollo, por tanto, significa alterar las relaciones previamente establecidas.

La acción depredadora sólo tuvo importancia para quienes sufrieron sus consecuencias, cuando la escala de las
actividades emprendidas fueron relativamente insignificantes, comparadas con el conjunto de la naturaleza. Así
entonces, cuando la población humana era pequeña y tenía fronteras disponibles para expandirse, la gente se movía a
un nuevo espacio geográfico cuando se había comprometido la capacidad de la tierra para responder a las necesidades
más básicas, permitiéndole un tiempo de descanso para la regeneración de sus potencialidades productivas.

En los últimos cuarenta años, la población se ha más que duplicado superando los 6 billones de personas, mientras que
el producto bruto mundial y el consumo de energía fósil se ha cuadruplicado. A lo largo de este siglo, la población del
mundo se ha triplicado y la economía mundial multiplicado su tamaño 20 veces. Aunque las demandas por flujos de
materia y energía que hacía la economía a la ecósfera en 1900 no eran despreciables, las tasas actuales de extracción

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han dejado de ser compatibles con las tasas a las cuales se pueden regenerar los stocks naturales. Este hecho tiene un
efecto directo en la estabilidad de los procesos físicos y bío-geo-químicos que soportan la vida humana y de las demás
especies en este planeta. Esto hace pensar que el bienestar al que aspiren las futuras sociedades requerirá de un
consenso político que no podrá descansar en el supuesto que la economía y la ecología son dos disciplinas
independientes que pueden prescindir una de la otra, libres de la necesidad de tener que aprender una de la otra. El
surgimiento de la escuela de pensamiento, llamada economía ecológica, es un signo de ello.

Los conceptos de manejo ambiental están ahora en un período de gran desarrollo metodológico y de efervescencia
intelectual, lo cual refleja las angustias, cuestionamientos y esperanzas que existen al interior de las más diversas
sociedades, sobre qué tipo de relación debe construirse entre la actividad humana y la naturaleza y cómo debe ésta
llevarse a cabo. El término naturaleza no debe ser considerado como un sinónimo del término medioambiente, ya que
este último va reflejando las formas específicas que ha tomado o debería tomar la relación entre hombre y naturaleza.

En este documento se proponen cinco paradigmas básicos para el manejo de la relación entre los seres humanos y la
naturaleza o de manejo medioambiental en el desarrollo. Cada paradigma está impulsado por diferentes supuestos sobre
la forma como los seres humanos deben aproximarse a la naturaleza. Cada una se hace preguntas diferentes y percibe
amenazas o riesgos distintos, lo que le permite diseñar estrategias de solución y manejo. Ninguna está exenta de
debilidades o es completamente independiente, es decir, sin relación alguna con los demás, ya que en los hechos, hay
aspectos que son compartidos por dos o más de los paradigmas presentados.

Es usual que el paradigma dominante vea a todo el resto de los enfoques como parte de una caja negra distante de sus
intereses, lo que es una ignorancia que asigna a las posiciones ambientalistas una homogeneidad inexistente, o al revés,
que la ciencia económica convencional no constituye una disciplina monolítica como muchos asumen. Esto le otorga al
debate sobre el contenido del desarrollo sustentable la urgencia de aumentar la claridad sobre los conceptos que utiliza,
así como precisar las recomendaciones de políticas que hace.

Para efectos de construir una economía respetuosa del medio ambiente, lo más probable es que la utilidad de cada
enfoque variará dependiendo de los problemas a abordar, siendo muy posible que todos hagan una contribución al
pensamiento emergente requerido.

Los cinco paradigmas identificados son: la economía de fronteras, la ecología profunda, la protección medioambiental,
el manejo de recursos y el ecodesarrollo.

Economía de Fronteras.
Es el término que ha usado el economista Kenneth Boulding para describir el enfoque que ha dominado en los países
industriales, desde que comenzaron las revoluciones científicas. Este enfoque trata a la naturaleza como una oferta
infinita de recursos físicos (materias primas, energía, agua, suelo, aire) para ser usados en beneficio de los seres humanos
y como un absorbedor infinito de los desechos (polución, degradación ecológica) generados por la expansión urbana, así
como por el consumo que hacen las empresas y las personas. El flujo de recursos que se extraen de la naturaleza y el
flujo de desechos que regresa al medioambiente, no ha sido considerado por el pensamiento económico dominante
preocupado por la asignación de recursos escasos. Por tanto, en esta visión no hay un medioambiente biofísico a ser
manejado, porque no constituye un problema económico. También ha influido el hecho que el agotamiento de los
recursos naturales sea una preocupación difícil de racionalizar por la ciencia económica.

Así, la economía se ha visto a sí misma independiente de la naturaleza, tanto en la teoría como en la práctica. Incluso
más, para los economistas lo ajustes que genera la "mano invisible" en la economía, a través de los mecanismos del
mercado, constituyen una prueba de que los sistemas económicos tienden a buscar un equilibrio similar al de los

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sistemas naturales, a condición que la autoridad intervenga lo menos posible. De hecho el grado de evolución de una
economía debe analizarse en función de los mecanismos internos que haya sido capaz de proveerse, de modo que
siempre esté optimizando el bienestar social global, en contextos cambiantes.

La representación del proceso económico como un modelo de flujo circular de producción económica, como un
movimiento pendular entre producción y consumo, con flujos mutuamente ajustables, ha tenido gran aceptación. Esta
postura no planteaba mayores problemas, en la medida que la tasa a la cual se consumen los recursos naturales y a la
que se utilizan los servicios del ecosistema, no excedan la capacidad de respuesta de la naturaleza. Debido a que esta
capacidad se asume que es infinita, el tema de la escala del flujo total de recursos relativa al total de los stocks de
recursos disponibles no fue considerado. Los factores limitantes de la producción, tanto en el análisis neoclásico como
en el análisis económico marxista, son el trabajo humano y el capital construido por el hombre. Existe una fe ciega en el
progreso del ingenio humano y en la benevolencia del avance tecnológico, así como en la capacidad de ambos, de
abordar todos los problemas que pudieran emerger, especialmente a través del proceso de sustitución cuando la escasez
hiciera subir los precios. Debido a que el ingenio humano y la capacidad de la naturaleza no tienen fronteras, en teoría
al menos, hay pocas posibilidades de que se genere una sumatoria de daños ambientales y de agotamiento de recursos
que limiten las oportunidades de progreso para los seres humanos. A veces ha sido la teoría económica la que ha negado
la realidad ecológica o su impacto en el campo económico, pero no pocas veces han sido los economistas los que limitan
el marco teórico disponible, dentro del cual sería posible abordar.

A la naturaleza se le ve en este paradigma como un instrumento a disposición del bienestar humano. Para mejorar la
calidad de vida humana es legítimo explorar, manipular, explotar y modificar a la naturaleza por cualquier medio posible.
De hecho es legítimo reacondicionarla de acuerdo a los deseos de los seres humanos de modo que responda mejor a sus
necesidades y deseos. La relación entre la actividad humana y la naturaleza bajo este paradigma de gestión del
medioambiente se puede calificar como unilateral, es decir antropocéntrica. Desde el punto de la naturaleza, esta
relación puede caracterizarse como negativa; los beneficiados deben ser los seres humanos a costa de toda otra especie
y de los ecosistemas naturales.

Muchas tecnologías que se han usado para el fomento del desarrollo pueden ser vistas como tecnologías o estrategias
para manejar el medio ambiente, debido a que son desarrolladas con el propósito de aumentar la capacidad humana de
extraer recursos y productos desde la naturaleza y reducir los impactos de la variabilidad del medio sobre la sociedad.
Un ejemplo singular lo constituye la agricultura industrial moderna, que para resolver el problema del hambre reemplazó
el ciclo natural de nutrientes y el control biológico de pestes por productos químicos hechos por el hombre, irrigación
mecánica y uso de energía fósil. Otro ejemplo es el de la estrategia de dispersar desechos, basado en la idea que si la
polución se diluye lo suficientemente esto pasará inadvertido para la gente y para la naturaleza.

La mayoría de los países en desarrollo han emulado este enfoque básico para el manejo económico y ambiental. Su gran
debilidad es la nula conciencia de la dependencia humana del equilibrio ecológico.

Uno de los mayores problemas con esta filosofía consiste en la importante diferencia que hay en la vulnerabilidad entre
medioambientes tropicales (países en desarrollo) y templados (países desarrollados), y los tipos de problemas
ambientales que ellos enfrentan. La extinción de recursos naturales y la destrucción ecológica que ocurre en las naciones
tropicales es en muchos casos irreversible en la escala de tiempo humana, a diferencia de los problemas de polución
ambiental, que dominó hasta hace poco en los países industriales. Esto podría estar cambiando con las preocupaciones
por la destrucción de la capa de ozono y el calentamiento global de la atmósfera. En la última década la mayoría de los
países en desarrollo han comprendido que están arriesgando sus posibilidades de desarrollo futuro al seguir estrategias
y políticas que no permiten un desarrollo sustentable, aunque algunas veces no tengan opciones para elegir. Los recursos
naturales y los procesos ecológicos constituyen hoy día recursos escasos y la teoría económica va a tener que cambiar

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para incorporarlos. Un círculo vicioso de pobreza y destrucción ecológica se ha puesto en marcha, a menudo como el
resultado directo del ansiado desarrollo, lo que se refleja en gente marginada habitando ecosistemas cada vez más
frágiles.

Ecología profunda
Es el enfoque que representa la posición opuesta a la economía de frontera. En muchos aspectos, es una reacción a
muchas de las consecuencias del paradigma dominante. Aunque es mucho menos entendido y aceptado, constituye un
movimiento político en expansión. La ecología profunda no debe ser confundida con la ciencia de la ecología.

En su forma actual es un intento de sintetizar muchas de las posiciones filosóficas nuevas y antiguas respecto de la
relación que debe existir entre el hombre y la naturaleza para desarrollar las actividades socioeconómicas, poniendo
especial énfasis en aspectos espirituales, sociales y éticos que han sido disminuidos en la visión económica dominante.
El nombre viene de una de las corrientes de pensamiento al interior del espectro filosófico de la política verde, la cual
constituye una posición ecléctica que se nutre de la ciencia moderna sobre sistemas ecológicos; la preservación de la
fauna silvestre; el romanticismo y el trascendentalismo del siglo XIX; filosofías orientales como el taoísmo; conceptos
religiosos diversos, justicia y equidad; ecofeminismo, pacifismo; democracia participativa y descentralizada y algunos
aspectos del igualitarismo social.

Los ecologistas profundos promueven el encuentro entre dimensiones tecnológicas y científicas adecuadas a la
naturaleza de los sistemas ecológicos con visiones no antropocéntricas (biocéntricas, armónicas) sobre la relación entre
hombre y naturaleza, las cuales ponen a menudo al hombre por debajo de la naturaleza, dando vuelta la jerarquía
establecida por la economía de frontera. Entre sus principios básicos están la igualdad intrínseca entre las especies;
reducciones significativas en la población humana, aunque no se especifican los medios equitativos y efectivos para
lograrlo; autonomía biorregional: disminución de los intercambios comerciales, incentivo a los intercambios tecnológicos
entre regiones que tengan características ecológicas comunes; promoción de la diversidad biológica y cultural;
planificación descentralizada usando sistemas de valoración múltiple; economías orientadas al no crecimiento;
tecnologías no dominantes y un mayor uso de los sistemas tecnológicos y de manejo indígena. Los ecologistas profundos
ven los diseños tecnológicos encaminados a crear problemas cada vez mayores, costosos y sin solución, exactamente lo
contrario de lo que sería un progreso deseado.

La aplicación de esta filosofía daría como resultado cambios radicales en los sistemas legales, económicos y sociales y en
la definición de lo que se entiende por desarrollo. Sus seguidores promueven cambios significativos en los límites a los
cuales pueden llegar las modificaciones humanas, en otras palabras, no pueden traspasar lo que llamamos una simbiosis
con la naturaleza. Mientras algunos de estos principios pueden ser de gran utilidad en los enfoques del desarrollo futuro,
sus recomendaciones extremas son miradas por amplios sectores como impracticables, especialmente crítica es la visión
de los estilos de vida rurales en tiempos modernos. Aún si cada uno quisiera hacerlo, esto sería imposible en función de
los niveles de población actual y la degradación que ha alcanzado el suelo agrícola. Su imperativo máximo es la eco-
utopía del anti-crecimiento, la búsqueda de la armonía con la naturaleza.

Protección Ambiental
El predominio del paradigma de la economía de frontera comenzó a debilitarse, en el ámbito del manejo de los recursos
naturales para el desarrollo, a fines de los años 60s. A fines de esa década el tema de la polución ambiental, era una
preocupación importante en los países industrializados. Los científicos empezaron a estudiar los problemas ambientales,
generalmente asociados a la contaminación o a la destrucción de los hábitats o especies. El reconocimiento del problema
de la contaminación es el contexto en el cual se polarizan las posiciones de la economía de frontera y del paradigma
naciente de la ecología profunda, hecho que genera la percepción de que se necesita un compromiso o concesiones; la
confrontación entre "Ecología versus Crecimiento Económico" se habría hecho explícita.

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Se institucionalizaron las evaluaciones de impacto ambiental en algunos países industrializados, como un medio para
sopesar los costos y los beneficios de las actividades de desarrollo antes que estas se iniciaran. En verdad, a menudo los
balances fueron adicionados después que el diseño y planificación ya estaban bastante avanzados, sucediendo que las
preocupaciones medioambientales tardías terminaban siendo percibidas como acciones anti-desarrollo. En el mejor de
los casos, el proceso se centraba en la comparación de acciones alternativas para encontrar la que fuera menos dañina,
más que establecer estándares mínimos, para luego buscar la opción que los cumpliesen. Este es el principio de lo que
se puede llamar el reinado de la agenda medioambiental negativa o reactiva en la aplicación de las acciones y las políticas
de manejo medioambiental, ya que el desarrollo de metodologías evaluativas llegarían tiempo después. Esta es una
posición esencialmente antropocéntrica, aunque modificada para el caso de algunas especies en vías de extinción y el
establecimiento de áreas protegidas, lo que también puede interpretarse como un esfuerzo para satisfacer el valor
humano que tiene el paisaje y la estética de la naturaleza.

Con la palabra "negativa" o "reactiva" se quiere señalar que se institucionalizó un enfoque orientado a reparar o poner
límites a los efectos de las acciones humanas. La protección y manejo del medioambiente se había transformado en una
empresa real. Más que poner el énfasis en las formas de mejorar las acciones de desarrollo y restablecer la rescilencia
ecológica, este enfoque se preocupó por suavizar los efectos de las actividades humanas. En su esencia, se trata de una
aproximación defensiva o de resolver daños ya generados. Para usar una terminología médica, se practica una política
curativa más que una preventiva. El análisis económico está aún basado en un modelo neoclásico de una economía
cerrada al ecosistema.

Cuando se crearon enfoques regulatorios para establecer límites, se orientaron a actividades que generaban una
polución desmedida. El exceso o los niveles de polución óptimos se definieron según criterios de aceptabilidad
económica de corto plazo, más que por lo que necesitaba la rescilencia del ecosistema. De este modo, probablemente
porque los niveles tolerables no se conocían. Los límites puestos en funcionamiento fueron a menudo arbitrarios desde
un punto de vista científico-ecológico. La dispersión de la polución fue a menudo la política seguida para disminuir sus
efectos, aunque esto generara costos de transporte y riesgos mayores por el traslado, por ejemplo, de precipitaciones
ácidas. Para respetar la lógica del paradigma dominante sobre la separación de temas y la fragmentación de
responsabilidades al interior del gobierno, se crearon agencias de protección medioambiental. Ellas eran las
responsables de establecer los límites y en algunos casos, de reparar los daños por su transgresión, pero no eran
responsables de planificar las actividades del desarrollo de manera que no polucionaran o dañaran funciones ecológicas
necesarias, o aún más, que al mismo tiempo que facilitaran las funciones ecológicas sacaran provecho de ellas. Sin
embargo y, como muchos problemas de polución se incrementaron, la política de actuar después de los hechos o reparar
los daños a la naturaleza aumentaron significativamente, como también lo hicieron la prescripción de nuevas soluciones
tecnológicas para mitigar los problemas de polución.

En este enfoque sólo pequeños pedazos de propiedades comunes se convirtieron en propiedades públicas para la
preservación o conservación como parques nacionales o reservas silvestres. Un concepto más dañino de este enfoque,
es la creencia neoclásica de la privatización de la propiedad como principal problema para el sobre uso de recursos. La
obra clásica "La tragedia de los comunes" de Garrett Harding ha sido ampliamente aceptada por los investigadores y
responsables del desarrollo como la base para sus prescripciones. A los regímenes de propiedad común se les asocia con
el inevitable proceso de degradación de los recursos. Este ha llegado a ser el paradigma dominante entre los cientistas
sociales para evaluar situaciones de recursos naturales.

La conferencia de Estocolmo de Naciones Unidas sobre el medioambiente humano realizada en 1972 señaló la
internacionalización del problema del daño medioambiental e identificó la necesidad de un manejo explícito de estos
ecosistemas. De esta conferencia nacieron el PNUD, el cual no tiene poder operacional ni responsabilidad para introducir
cambios significativos en la forma como las actividades de desarrollo se realizan y miden. Se trata de una agencia que

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reúne información aislada en Nairobi, lejos de los corredores del poder financiero y de las decisiones de políticas en estas
materias. A pesar de la voluntad de sus promotores, se encuentra lejos de ser una agencia que pueda actuar en el campo
de la prevención de los daños ambientales.

La mayoría de los países en desarrollo han sido lentos para implementar una legislación eficiente y completa, así como
para abordar el tema de la planificación y su obligatoriedad, principalmente porque creen que no podrán costearla y en
parte porque se le percibe como una restricción desleal al desarrollo potencial. Los gobiernos a menudo han mirado las
preocupaciones medioambientales, especialmente la polución y la protección a la vida silvestre, como intereses de las
elites o de los países ricos, contrarias a sus necesidades e intereses; poniendo más restricciones que ayudas.
Lamentablemente los paises pobres son los más damnificados con la polución y la degradación de los recursos que los
países ricos.

La percepción de que el desafío no es financiable y que es injusto se debe al hecho que el enfoque de la protección
ambiental es básicamente una variación modesta del paradigma de la economía de frontera. Debido al tipo de
información buscado en el análisis económico esta variante sólo se muestra como una que adiciona costos. Las
actividades de desarrollo, que son también beneficiosas ecológicamente, raramente se les reconoce como tales.
Impactos por la explotación excesiva de los recursos o la polución se les considera como externalidades de la economía.
Por tanto, en la mayoría de los casos debe actuarse sobre ellas una vez que han ocurrido y, generalmente, deben ser
pagadas por el conjunto de la población, sea a través de una disminución en la calidad de vida o de mayores impuestos.
Al ecosistema se le ve como externo a la economía. Los impactos de la polución en la salud humana y la calidad estética
del medioambiente son a menudo las preocupaciones primeras de los gobiernos de países industrializados, por esta
razón algunos economistas han dicho que ésta es una preocupación de la clase media industrial. Al agotamiento de los
recursos y los servicios del ecosistema no se les percibe en los círculos de diseño de políticas como factores limitantes
significativos, principalmente por la fe que se tiene en el progreso tecnológico y en el efecto sustitución. El solo uso del
término "medioambiental" para etiquetar este tipo de problemas muestra cuan pequeño es el cambio en la actitud que
subyace a este enfoque. Bajo un conjunto de supuestos diferentes acerca de la relación entre hombre y naturaleza, sería
más adecuado llamarles problemas "económicos", "de recursos" o tal vez "de desarrollo".

La interacción entre la actividad humana y la naturaleza aún es reactiva, lo que se refleja en la percepción que
medioambiente y desarrollo son temas distintos. Sus propuestas, fundamentalmente, unilaterales y antropocéntricas,
se valorizan por el uso potencial para los seres humanos. Esto es lo que el término recurso implica. Puede que todavía
nos parezca lejano, pero el clima y otros procesos naturales están entre los recursos más vitales. Los economistas aún
se focalizan exclusivamente en la economía de mercado, razón por la cual el análisis económico y la planificación del
desarrollo poco entienden de la economía de la naturaleza y de la economía de la sobrevivencia: la ecología de los
procesos generadores de recursos naturales: los stocks y flujos de ciclos de nutrientes, servicios ecosistémicos, las
habilidades para procesar el transumo de diferentes ecosistemas, la interdependencia de los ecosistemas y el clima, etc.
o esa parte de las actividades humanas que no ingresa a ninguna estadística de mercado, pero que, sin embargo, le
permite vivir a millones de personas.

Manejo de Recursos.
Lo señalado anteriormente anticipa la llegada del enfoque "manejo de recursos". Este es el tema básico de los informes
tales como Nuestro Futuro Común (Comisión Brundtland), el informe anual sobre El Estado del Mundo (World Watch
Institute) y el informe anual Recursos del Mundo (World Resource Institute). Se trata de un cambio sustancial y de una
prolongación importante del paradigma económico, que puede ser denominado evolucionista más que revolucionario,
ya que incluye todo tipo de capitales y recursos (biofísicos, humanos, infraestructura y monetarios) en el cálculo de las
cuentas nacionales, en la productividad y en la planificación del desarrollo. Contradice directamente a la economía de

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frontera en la afirmación que el agotamiento de los recursos naturales no es un tema relevante. Considera a la polución
como un recurso negativo más que como una externalidad y al clima lo considera un recurso a ser manejado.

El inicio de un relativamente neutral paradigma de manejo de recursos descansa en la preocupación económica por la
asignación de recursos. Los estudiosos de las dinámicas de los sistemas globales comenzaron a diseñar modelos no sólo
para el capital y el trabajo, sino también para la interacción de la oferta y la demanda de otros recursos naturales,
incluyendo la energía, los metales valiosos, pesca, bosques, suelos y agua, a los cuales se les percibía como
transformándose en recursos escasos y la existencia de recursos negativos como la polución. Los límites del crecimiento
publicados por el Club de Roma en 1972 constituyen un hito al respecto. Este informe junto con otros intentos como el
informe global 2000 de USA para el presidente en 1980 fue ampliamente criticado porque proyectaba un futuro
deprimente, basado en la extrapolación lineal de las tendencias, sin considerar el potencial del cambio tecnológico, de
la sustitución de recursos y del mecanismo de los precios. Estos argumentos sobre análisis de sistemas no fueron
considerados en los círculos en los cuales se diseñan las políticas a principio de los 80 debido al optimismo político y al
positivo clima sobre el funcionamiento económico y el progreso tecnológico, así como la fe en el libre mercado y en el
crecimiento del comercio. También jugaron un rol la crisis de la deuda en los países en desarrollo para que no se
implementaran ni siquiera enfoques defensivos o para subsanar daños, ya que la deuda presionó por aumentar la tasa
de extracción y destrucción de recursos naturales.

Por fuera de los círculos de diseño de políticas, continuó activo el trabajo sobre marcos conceptuales para el análisis de
sistemas. Se elaboraron metodologías y sistemas de seguimiento, mejoras en la información, especialmente en lo que
respecta al deterioro de los recursos, presión poblacional y los vínculos con la pobreza.

Campos interdisciplinarios como la ecología, sistemas vivos y sistemas auto-organizados contaron con métodos para el
diseño de modelos más rigurosos. Muchas de las amenazas predichas por modelos anteriores se han cumplido, a pesar
del hecho que a menudo se lean declaraciones que los escenarios deprimentes se han desvanecidos. Los recursos
denominados bienes comunes, tales como la atmósfera en general y la capa de ozono en particular, la variación climática,
la biodiversidad y los recursos oceánicos han emergido como tópicos para los cuales las estructuras legales, económicas,
políticas e institucionales tienen serias fallas conceptuales. No es posible tener un programa de manejo del
medioambiente que pueda ser exitoso en el logro de la sustentabilidad en países en desarrollo si no se estabiliza el nivel
de la población.

Organizaciones no gubernamentales e internacionales, como la International Union for the Conservation of the Nature
and Natural Resources (IUCN) y las Naciones Unidas prepararon la estrategia de conservación mundial y el World Charter
for Nature. Se lanzaron esfuerzos colaborativos como el plan de acción por la foresta tropical; se argumentó que
aumentos en la eficiencia del uso de los recursos a través de la conservación, manejo adecuado y políticas que integraran
principios económicos y ecológicos junto con los avances tecnológicos ayudarían a prevenir desastres y asegurarían el
logro de "una solución global" .

Nuevas iniciativas legales para el manejo de los recursos naturales globales se han aprobado, lo que muy probablemente
continuará ocurriendo. La combinación de agotamiento de los grandes recursos, polución, población en aumento,
incremento de los costos energéticos, cambios climáticos, destrucción del suelo y la alta carga de la deuda externa han
creado peores condiciones sociales y económicas en los países en desarrollo que las que existían algunas décadas atrás.
Estos factores amenazan seriamente las posibilidades de crecimiento económico y prosperidad, para no mencionar la
supervivencia de un gran número de personas. El manejo de las situaciones de riesgo se ha convertido en un aspecto
relevante sobre la gestión de las interacciones entre las actividades económicas y las consecuencias en la salud de los
seres humanos y los ecosistemas, este tema ha pasado a ser un tópico recurrente en las conferencias internacionales.

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Este enfoque sobre el manejo de recursos lo podemos calificar de neutral por su mayor énfasis en la sustentabilidad de
largo plazo del uso de recursos y de la actividad económica en general. Está basado en una actitud que valora la
interdependencia entre la actividad humana y la rescilencia de la ecósfera. La preocupación por el medioambiente ya no
implica que se está en contra del desarrollo; en realidad el desarrollo sustentable depende de él. Se entiende que la
escala en la cual opera la actividad humana ha llegado a un punto el cual afecta a la naturaleza tanto como ésta afecta
al hombre, y que estos impactos condicionan la calidad de vida que es posible lograr. El imperativo neoclásico del
crecimiento económico sigue siendo el primer objetivo de la planificación del desarrollo, pero el criterio de la
sustentabilidad es visto como una restricción necesaria.

Se ha realizado un enorme esfuerzo para integrar el conocimiento existente sobre la economía de la naturaleza con la
economía de los mercados, y de mejorar el sistema de cuentas nacionales. A pesar del hecho que la economía y la
ecología tienen la misma raíz griega (eco en griego es oikos, lo que significa casa), las ciencias de la economía y la ecología
entienden en forma muy distinta los conceptos de producción, capital, salud, recursos, etc. Los cálculos del ingreso
definido por el economista Hiks, el cual es por definición sustentable, necesita incorporar el capital natural no hecho por
el hombre, junto con los recursos hechos por el hombre como son: trabajo, dinero e infraestructura. Tal vez, aún más
importante, los procesos del ecosistema más que stocks de recursos físicos deben ser considerados como recursos y
capital que deben ser conservados y que deben ser usados en forma más eficiente, a través de nuevas tecnologías.
También es relevante que en distintas áreas se apliquen diferentes tasas de consumo de energía y materia por parte de
la economía. Todo esto debe ser integrado en una disciplina común. Esto llevará a un manejo más explícito a veces
involucrando contradicciones, pero con una mejor contabilidad de los verdaderos valores de funcionamiento de los
sistemas naturales y de las economías. El enfoque aún es antropocéntrico en esencia. Toda la preocupación por la
naturaleza se basa en el hecho que los daños en la naturaleza han empezado a afectar al hombre que se comporta
conforme a la racionalidad económica. Así, el paradigma económico instrumental prevalece, sólo se le ha ensanchado
para que incorpore algunos principios ecológicos en un esfuerzo por mantener la estabilidad del sistema que sostiene la
vida humana y de los ecosistemas para poder contar con un desarrollo sustentable.

A este enfoque se le ha llamado el camino de la eficiencia global. Amplía el análisis económico con métodos de análisis
de sistemas. El modelo del sistema de la economía cerrada es reemplazado por un modelo de economía biofísico, el cual
incorpora una economía abierta en términos termodinámicos, ubicada al interior de un ecosistema: los recursos
biofísicos (energía, materia y procesos ecológicos) fluyen desde el ecosistema hacia la economía mientras que la energía
degradada más la polución fluyen de regreso al ecosistema.

La eficiencia energética en particular y la conservación de recursos (o mejoramientos en la eficiencia) en general,


tecnologías para la prevención de la polución (más que para la limpieza ex-post), la restauración ecológica, el monitoreo
de la salud social y medioambiental y el principio del que poluciona paga son estrategias de manejo que probablemente
serán implementadas en larga escala. Sistemas de incentivos y castigos para apoyar las fuerzas de mercado para un
manejo ambiental eficiente son temas de alta relevancia. En esencia, la ecología se ha transformado en preocupación
económica. Mucho del trabajo se focaliza en hacer que los precios (de todos los recursos) funcionen bien.

La etiqueta desafortunada de llamar problemas ambientales a los distintos desórdenes societales es lo que en muchos
casos ayuda a perpetuarlos, ya que esto permite a muchos profesionales concebirlos como externalidades que deben
ser resueltas, limpiadas o manejadas por personas distintas de aquéllas que los crearon, más que considerarlos
evidencias que prueban las fallas en la lógica del sistema que toma las decisiones sociales. Cuando son internalizadas
completamente, estas pueden ser concebidas como problemas de recursos, lo cual también presenta limitaciones. Las
características de las situaciones prácticas problemáticas, las cuales aumentan los problemas del desarrollo, usualmente
se desencuentran con la lógica racional que tiene el sistema técnico económico, así como con las herramientas a las

10
cuales tienen acceso los profesionales. Esto nos lleva a la necesidad de tener una nueva y positiva síntesis para el
desarrollo y gestión de las interacciones entre el hombre y la naturaleza en el futuro.

Ecodesarrollo
El ecodesarrollo constituye una discontinuidad importante en el pensamiento y en la práctica de los dos enfoques
previos, aunque nuevamente, se puede decir que surge de las limitaciones intrínsicas de los otros paradigmas. Se plantea
reestructurar la relación entre naturaleza y sociedad, para que sea un juego de suma positiva a través de formas
sofisticadas de simbiosis, si la comparamos con la simbiosis simplista fundada en la idea de volver a la naturaleza
pregonada por los ecologistas profundos. Se ve a la actividad de desarrollo como una forma de manejo de esta relación.
El manejo ambiental, el desarrollo económico, el desarrollo socioecológico son distinciones semánticas del mismo tema:
una coevolución integrada entre una civilización consciente y la naturaleza. Ahora, el prefijo "eco" significa economía y
ecología, mientras que el uso del concepto de desarrollo más que el de crecimiento, manejo o protección tiene por
connotación una reorientación explícita y subir de nivel en la planificación, la integración de lo social, con lo ecológico y
lo económico.

El ecodesarrollo no trata de limpiar la polución o prevenir el desgaste excesivo de los recursos o de la eficiencia en el uso
de los recursos, aunque estas preocupaciones ciertamente están incluidas, pero por razones prácticas. Del mismo modo
que la protección ambiental incluye y expande los límites de la economía de frontera, y que el manejo de recursos hace
igual cosa con la protección ambiental, el ecodesarrollo incluye y amplía el manejo de recursos. Su verdadera meta es
evitar que quien poluciona tenga que pagar por la vía de reestructurar la economía de acuerdo a principios ecológicos.
El crecimiento es aún posible, incluso necesario, pero será un tipo de crecimiento muy distinto. Este crecimiento verde
se basará más en aumentar la intensidad de la información, la conciencia comunitaria, la calidad de la actividad
económica más que su intensidad en el consumo de materia y energía. El tema del calentamiento global tiene muchas
implicancias para la planificación del desarrollo energético, así como para los sistemas de agricultura transporte. El
ecodesarrollo intentará, también, incorporar muchas de las inquietudes sociales y culturales planteadas por varias de las
escuelas de la ecología profunda. Michael Redclift señala que para tomar seriamente el trabajo de la Comisión
Brundtland la dirección del proceso de desarrollo debe ser redireccionado para dar un mayor énfasis al conocimiento y
experiencia indígena y tener una acción política efectiva en favor del medio ambiente. Otros problemas significativos del
paradigma económico que aún deben enfrentarse son los impactos de las escalas de tiempo y las tasas de descuento
sobre la sustentabilidad e integrar tasas de retorno para los diferentes tipos de inversiones (financiera, ecológica, social).

El ecodesarrollo se desplaza desde el concepto de integrando la racionalidad económica en la ecología al concepto de


integrando la racionalidad ecológica en la economía. A partir del conflicto entre valores antropocéntricos y biocéntricos,
intenta sintetizar el ecocentrismo: rehusando poner a la humanidad sobre la naturaleza (como lo hace la economía de
frontera, la protección ambiental y el manejo de recursos) o por debajo de ella (ecología profunda), incluye la relación
ecológica entre la gente y naturaleza en comunidades, entre comunidades que comparten una ecorregión y entre
ecorregiones que cooperan para mantener la ecósfera compartida del planeta. También tiene que responder a las
aspiraciones de todos, dando igual valor a la ecología y a la creatividad.

El ecodesarrollo requiere de un manejo de largo plazo de la adaptabilidad, rescilencia e incertidumbre para reducir la
probabilidad de que ocurran eventos ecológicos no esperados causados por haber sobrepasado el stock ecosférico, las
tasas de flujos y los umbrales de los procesos. La incertidumbre ecológica debe ser incorporada dentro de los
mecanismos de planificación y de los modelos económicos, el manejo del riesgo ya no es una medida suficiente. El
principio del que poluciona paga ampliamente aceptado por los economistas como un mecanismo correctivo, no
incorpora la incertidumbre ecológica así como los temas de equidad social.

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El ecodesarrollo hace, por tanto, explícitos los criterios económicos, ecológicos y sociales para el desarrollo y uso de la
tecnología (renovable, fuentes de energía limpia, técnicas conservadoras de la energía; manejo integrado de pestes y
agricultura de bajo input; agroforestería y uso apropiado de la biotecnología). Se pregunta cómo podemos crear
ecológicamente en vez de cómo podemos crear, para después cómo podemos remediar. El uso de regímenes de
propiedad común usados ecológicamente y el conocimiento indígena (extracción sustentable de las reservas forestales
más que deforestación para aserrar madera, criar ganado y cultivos de corto plazo; manejo efectivo de las tierras de
secano tribales de propiedad común, el involucramiento de la gente en la gestión y beneficios de los parques nacionales
y del turismo) serían también temas para este criterio. El costo real del desarrollo debe ser completamente integrado,
asignado socialmente y distribuido internacionalmente de acuerdo a los beneficios logrados, la incertidumbre ecológica
y la capacidad de pago. Al proceder de esta manera, el ecodesarrollo entrega una visión positiva e interdependiente,
tanto para el desarrollo humano como para la naturaleza.

La visión positiva del ecodesarrollo es por el crecimiento verde y un desarrollo coevolucionado entre los humanos y la
naturaleza. La idea de la coevolución viene del estudio de la evolución de sistemas complejos con un alto grado de
simbiosis entre especies o entre la mutua dependencia. Su aplicación a la teoría del manejo ambiental y del desarrollo
se basa en el reconocimiento que el hombre y la naturaleza no están tan separados como la filosofía occidental y los
enfoques para gobernar han supuesto. En los hechos, todas las culturas humanas han alterado los ecosistemas por
milenios, mientras que la naturaleza simultáneamente ha ejercido presiones evolutivas en la biología humana y en el
sistema social. En las últimas décadas, sin embargo, los humanos han tenido éxito en alterar los ecosistemas, los cuales
han empezado a degradar su capacidad de funcionar eficientemente. Eventualmente, quizás pronto -dada la alta
posibilidad de aceleramiento, cambios discontinuos en la capa de ozono y en el clima- el circuito se cerrará generando
una degradación natural en las capacidades de funcionamiento de las civilizaciones humanas.

Es fácil pensar en el manejo medioambiental como un costo parcial. Sin embargo, hay grandes beneficios sociales y
económicos, ya no sólo ambientales, que se podrían obtener de cambios diversos promovidos por una redefinición del
desarrollo en la perspectiva del ecodesarrollo y del buen manejo de los recursos.

En muchos casos la conducta de los individuos y de las instituciones son más importantes que los factores económicos
que se citan para negar un desarrollo de economías más ecológicas. En la mayoría de los casos los cambios son resistidos
debido a la inercia cultural y conductual, a pesar de los imperativos económicos. Es muy posible que la reestructuración
tecnológica en la perspectiva del ecodesarrollo, las ecotecnologías traigan nuevas ventajas comparativas que harán que
esas economías que son más efectivas y rápidas en capturarlas, lleguen a ser más prósperas en el largo plazo. Algunos
países podrían saltar sobre la fase de protección ambiental para moverse hacia un desarrollo endógeno y sustentable.

Figura 1 Figura 2
Modelo de Flujo Circular de Producción Económica. Producción Económica desde una Perspectiva Biofísica.

12
Los hogares venden o arriendan tierra, recursos naturales y capital a las empresas y reciben en cambio rentas, salarios
y ganancias. Las firmas combinan los factores de producción para generar bienes y servicios que son destinados al
consumo, la inversión pública y privada y a la exportación.

Fuentes:
- Yurjevic M.Andres. Programa de Magíster ”Gestión en Desarrollo Rural y Agricultura Sustentable”. UCT.
- Goodland, Robert; Daly, Herman; El Serafy, Salah; Von Droste, Bernd (editores) (1992). Medio ambiente y
desarrollo sostenible. Más allá del Informe Brundtland. Ed. Trotta. Madrid. pp. 14-18, 121.

13
ALCANCES PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE.

“El desarrollo sustentable es aquel que satisface las


necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones de satisfacer
sus propias necesidades”

Es una articulación evolutiva de varias


preocupaciones tanto sociales, culturales y
económicas, como ambientales, y políticas.

.
Lo han definido desde varias perspectivas:

Desde las que enfatizan los límites naturales (Pearce 1988); aquellas que enfatizan las condiciones del sistema
social y los factores estructurales (Barbier 1987, Simon 1989); y otras como Redclift (1987) que se enfocan en el
significado de las estructuras predominantes del sistema económico internacional como un determinante.

CONDICIONES PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE.


Los límites de los recursos naturales sugieren tres reglas básicas en relación con los ritmos de desarrollo
sostenibles.
 Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.
 Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o
absorbido por el medio ambiente.
 Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo
por un recurso renovable utilizado de manera sostenible.

La idea de que el desarrollo debe ser sustentable implica el reconocer que los recursos naturales por su
naturaleza son limitados y por lo tanto imponen un límite en las actividades socioeconómicas.
Requiere además
 del estudio de los mecanismos de la naturaleza y el ambiente,

 la consideración de la igualdad y distribución del impacto,

 la estructura y función de las instituciones, y

 la revisión de las metas y objetivos del desarrollo en contextos específicos.

Algunos fundamentos del paradigma de sustentabilidad:

1 La prioridad del desarrollo es satisfacer las necesidades básicas de todos lo humanos. Estas
necesidades se describen más adecuadamente en referencia a contextos específicos biofísicos,
locales y culturales.

2. Un sistema que es sustentable provee mecanismos y controles efectivos para la distribución


equitativa de los beneficios e impactos de los procesos.

14
3. Las prácticas de desarrollo deben preservar el potencial productivo natural a largo plazo. La
conservación y protección de los recursos vitales tiene que ser una prioridad del programa de
desarrollo.

4. Con el objetivo de mantener permanentemente o a largo plazo el potencial productivo, se percibe


que los sistemas auto-dependientes son más sustentables que los que dependen de fuentes
externas para la producción.

La sustentabilidad del potencial productivo de la sociedad está entonces determinado por las
formas de uso de sus recursos naturales:

 Para que un sistema pueda satisfacer las necesidades humanas tiene que tener una fuente constante
de materias primas, alimento y energía que provienen de la naturaleza.
 La disponibilidad futura de estos recursos será en función de la intensidad del uso actual y las
condiciones de acceso e intercambio de esos recursos.
 Los materiales y la energía se transforman en una cantidad igual de productos y residuos de los que
tenemos que disponer. El beneficio social y económico de esas actividades productivas debe nivelarse
con los impactos de los desperdicios generados, su disposición, y el impacto de éstos en la calidad y
cantidad de recursos vitales y productivos disponibles.
 Los límites naturales al desarrollo incluyen no sólo límites en los recursos naturales sino límites en la
capacidad de asimilación de desperdicios.
 Los ecosistemas naturales y las especies tienen un valor intrínseco que debe ser preservado.

Principios del Desarrollo Sustentable. (Discutir si presentan contradicciones)

• Las personas tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.

• El desarrollo hoy día no debe socavar las necesidades ambientales y de desarrollo de las generaciones
presentes y futuras.

• Los países tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos, pero sin causar daños
ambientales más allá de sus fronteras

• Las naciones deben desarrollar leyes internacionales para ofrecer compensaciones por el daño que las
actividades bajo su control causen en áreas más allá de sus fronteras

• Los países deben utilizar un enfoque precautorio para proteger el medio ambiente.

• Para lograr el desarrollo sostenible, la protección ambiental debe constituir una parte integral del
proceso de desarrollo, y no se puede considerar como un elemento aislado.

• Las naciones deben cooperar para conservar, proteger y restaurar la salud e integridad del ecosistema
de la Tierra.

• Los países deben reducir y eliminar los patrones no sostenibles de producción y consumo, así como
promover políticas demográficas apropiadas.

• Las cuestiones ambientales se manejan mejor con la participación de todos los ciudadanos interesados.

• Los países deben decretar leyes ambientales efectivas, y desarrollar leyes nacionales sobre las
obligaciones legales para con las víctimas de la contaminación y otros daños de carácter ambiental.

15
• Los países deben cooperar para promover un sistema económico internacional abierto que lleve al
crecimiento económico y desarrollo sostenible de todos los países.

• Las políticas ambientales no deben utilizarse como un medio injustificado de restringir el comercio
internacional.

• En principio, el que contamina debe asumir el costo de la contaminación.

• Las naciones deben alertarse unas a otras acerca de desastres naturales o actividades que pudieran
tener impactos transfronterizos peligrosos.

• El desarrollo sostenible requiere de un mejor entendimiento científico de los problemas. Los países
deben compartir conocimientos y tecnologías innovadoras para lograr la meta de la sostenibilidad.

• La participación completa de las mujeres es esencial para lograr el desarrollo sostenible. También se
necesitan la creatividad, ideales y valor de la juventud y el conocimiento de los grupos indígenas. Los
países deben reconocer y apoyar la identidad, cultura e intereses de los grupos indígenas.

• La guerra es inherentemente destructiva del desarrollo sostenible, y las naciones deberán respetar las
leyes internacionales que protegen al medio ambiente en tiempos de conflictos armados, y deberán
cooperar para que dichas leyes se sigan estableciendo.

• La paz, el desarrollo y la protección ambiental son interdependientes e indivisibles.

APORTES DISCIPLINARIOS AL DESARROLLO SUSTENTABLE.

1. EL DESARROLLO HUMANO PRIMERA FUENTE DE CONTRIBUCIÓN.

El BIENESTAR, ha dejado de ser una función abstracta relacionada con los ingresos y los gustos de las
personas, para transformarse en una RESPONSABILIDAD COMPARTIDA entre autoridades públicas y los
ciudadanos, que garantice a todas las personas el acceso a los bienes y servicios económicos, humanos,
sociales, públicos, ecológicos y culturales que necesitan.

Sin duda el Estado es un actor responsable de velar por la equidad en el acceso a las oportunidades para
ambas generaciones (la actual y las futuras).

2. LA ECONOMÍA ECOLÓGICA.

El camino crítico que ha seguido la búsqueda de integrar economía y medio ambiente ha tenido sus altas
cumbres en planteamientos orientados por posturas antropocéntricas, biocéntricas y coevolucionista
entre los seres humanos y el medio natural.

La economía ecológica se ha articulado a partir del concepto básico del "transumo" : energía solar
trasformada en un flujo de recursos de baja entropía y alta capacidad de trabajo que entrega la

16
naturaleza (insumos)  sufre transformaciones al ser extraído de la naturaleza e integrado a los procesos
productivos  regresando al ecosistema como desechos.

Propone como un índice adecuado para medir el tamaño relativo de la economía en la biosfera = % de
apropiación que hacen los seres humanos de la biomasa + la disminución de lacapacidad potencial de
fotosíntesis del ecosistema. Este consumo es de alrededor del 25% para el conjunto del globo y, del 40%
para los ecosistemas terrestres".

3. LA GOBERNABILIDAD A NIVEL LOCAL.

La autoridad local, responsable por la sustentabilidad, es aquella que se asume como un gestor de
escenarios de desarrollo que aumenten las oportunidades de la población urbana y rural.

Estos escenarios de desarrollo deben responder al bienestar local y exportar bienestar al resto de la
sociedad, sin depredar los recursos naturales existentes y la capacidad de absorción del hábitat de
contaminación y desechos. Para lo cual el propio gobierno local deberá tener una actitud creativa,
promovedora, y movilizadora de iniciativas de los ciudadanos y agentes económicos.

A nivel de los ciudadanos será necesario generar capacidades locales, para realidades cambiantes,
enriqueciendo el tejido social con capacidades de gestión para la creación de riqueza, evitando subvalorar
las fuentes no económicas creadoras de bienestar, como son las de tipo humano (familia, vecindad y
comunidad) y los ecosistemas.

Reflexionemos:

• Estamos de acuerdo con los fundamentos y principios del desarrollo sustentable?

• Cuáles son los problemas para lograr implementarlo?

• Que estamos aportando nosotros para su logro?

17
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
CARRERA NUTRICION Y DIETETICA
MODULO GIAN I

Desarrollo a Escala Humana


Compiladora Angélica Hernández M, de fuentes indicadas.

Algunas proposiciones.

El postulado básico del Desarrollo a Escala Humana es que el desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.

Aceptar este postulado nos conduce a formularnos la siguiente pregunta fundamental: “¿cómo puede
establecerse que un determinado proceso de desarrollo es mejor que otro?”. Dentro del paradigma tradicional,
se tienen indicadores tales como el Producto Bruto de un país (PBI) o de una región, que es (caricaturizándolo un
poco) un indicador del crecimiento cuantitativo de los objetos producidos en ese país o región. Necesitamos ahora
un indicador del crecimiento cualitativo de las personas. ¿Cuál podría ser?

Contestamos a la pregunta en los siguientes términos: “el mejor proceso de desarrollo será aquel que permita
elevar más la calidad de vida de las personas”. De inmediato se desprende la pregunta siguiente: “¿qué
determina la calidad de vida de las personas?”.

La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus
necesidades humanas fundamentales. Surge entonces la tercera pregunta: “¿cuáles son esas necesidades
fundamentales, y quién decide cuáles son?”. Antes de responder a esta pregunta, deben hacerse algunas
disquisiciones previas.

Necesidades y satisfactores.

Se ha creído, tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que cambian
constantemente, que varían de una cultura a otra y que son diferentes en cada período histórico. Nos parece que
tales suposiciones son incorrectas, ya que son producto de un error conceptual.

El típico error que se comete en los análisis acerca de las necesidades humanas es que no se explica la diferencia
esencial entre las que son propiamente necesidades y los satisfactores de esas necesidades. Es indispensable
hacer una distinción entre ambos conceptos por motivos tanto epistemológicos como metodológicos.

La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Las necesidades humanas deben entenderse
como un sistema en el que ellas se interrelacionan e interactúan. Simultaneidades, complementariedades y
compensaciones son características propias del proceso de satisfacción de las necesidades.

Las necesidades humanas pueden dividirse conforme a múltiples criterios, y las ciencias humanas ofrecen en este
sentido una vasta y variada literatura. Nosotros combinaremos aquí dos criterios posibles de división: según
categorías existenciales y según categorías axiológicas. Esta combinación permite reconocer, por una parte, las
necesidades de Ser, Tener, Hacer y Estar; y, por la otra, las necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto,

18
Entendimiento, Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad. Ambas categorías de necesidades pueden
combinarse con la ayuda de una matriz (ver cuadro 1).

Por ejemplo, alimentación y abrigo no deben considerarse como necesidades, sino como satisfactores de la
necesidad fundamental de Subsistencia. Del mismo modo, la educación (ya sea formal o informal), el estudio, la
investigación, la estimulación precoz y la meditación son satisfactores de la necesidad de Entendimiento. Los
sistemas curativos, la prevención y los esquemas de salud, en general, son satisfactores de la necesidad de
Protección.

No existe una correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede contribuir
simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades; a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos
satisfactores para ser satisfecha. Ni siquiera estas relaciones son fijas. Pueden variar según el momento, el lugar
y las circunstancias.

Veamos un ejemplo. Cuando una madre le da el pecho a su bebé, a través de ese acto contribuye a que la criatura
reciba satisfacción simultánea para sus necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto e Identidad. La situación
es obviamente distinta si el bebé es alimentado de manera más mecánica.

Una vez diferenciados los conceptos de necesidades y de satisfactores, es posible formular dos postulados
adicionales. Primero: las necesidades humanas fundamentales son pocas, delimitadas y clasificables. Segundo: las
necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo
que cambia a través del tiempo y de las culturas es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las
necesidades.

Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas necesidades
humanas fundamentales. En cada sistema éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no generación)
de diferentes tipos de satisfactores.

Uno de los aspectos que define una cultura es su elección de satisfactores. Las necesidades humanas
fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las mismas del que pertenece a una
sociedad ascética. Lo que cambia es la cantidad y calidad de los satisfactores elegidos, y/o las posibilidades de
tener acceso a los satisfactores requeridos.

Lo que está culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los satisfactores de
esas necesidades. El cambio cultural es consecuencia -entre otras cosas- de abandonar satisfactores tradicionales
para reemplazarlos por otros nuevos y diferentes.

La pobreza y las pobrezas.

El concepto tradicional de pobreza es muy limitado, ya que se refiere exclusivamente a la situación de aquellas
personas que se hallan por debajo de un determinado nivel de ingreso. La noción es estrictamente economicista.

Sugerimos no hablar de pobreza, sino de pobrezas. De hecho, cualquier necesidad humana fundamental que no
es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana. Hay una pobreza de Subsistencia (si la alimentación y
el abrigo son insuficientes); hay una pobreza de Protección (debido a sistemas de salud ineficientes, a la violencia,
la carrera armamentista, etc.); hay una pobreza de Afecto (debido al autoritarismo, a la opresión, las relaciones
de explotación con el medio ambiente natural, etc.); hay una pobreza de Entendimiento (por la deficiente calidad

19
de la educación); hay una pobreza de Participación (por la marginación y discriminación de las mujeres, los niños
o las minorías étnicas); hay una pobreza de Identidad (cuando se imponen valores extraños a las culturas locales
y regionales, o se obliga a la emigración forzada, el exilio político, etc.); y así sucesivamente.

Pero las pobrezas no son sólo pobrezas, son mucho más que eso. Cada pobreza genera patologías, toda vez que
rebasa, por su intensidad o duración, ciertos límites críticos. Esta es una observación medular que conviene
ilustrar.

Economía y patologías.

La gran mayoría de los analistas económicos estarían de acuerdo en que el crecimiento generalizado del
desempleo, por una parte, y la magnitud del endeudamiento externo del Tercer Mundo, por otra, constituyen dos
de los problemas económicos mas importantes del mundo actual. Para el caso de algunos países de Latinoamérica
habría que agregar el de la hiperinflación. A pesar de que el desempleo siempre ha existido, en mayor o menor
grado, en el mundo industrial, todo parece indicar que nos estamos enfrentando a un nuevo tipo de desempleo,
que tiende a persistir y que, por lo tanto, se está transformando en un componente estructural del sistema
económico mundial.

Es sabido que un individuo que sufre una prolongada cesantía cae en una especie de “montaña rusa” emocional,
la cual comprende, por lo menos, cuatro etapas: a) shock, b) optimismo, c) pesimismo, d) fatalismo. La última
etapa representa la transición de la inactividad a la frustración y de allí a un estado final de apatía donde la persona
alcanza su más bajo nivel de autoestima.

Es bastante evidente que la cesantía prolongada perturbará totalmente el sistema de necesidades fundamentales
de las personas. Debido a sus problemas de subsistencia, la persona se sentirá cada vez menos protegida; las
crisis familiares y los sentimientos de culpa pueden destruir sus relaciones afectivas; la falta de participación dará
cabida a sentimientos de aislamiento y marginación, y la disminución de la autoestima puede fácilmente provocar
en el individuo una crisis de identidad.

La cesantía prolongada produce, pues, patologías. Sin embargo, esto no constituye la peor parte del problema.
Dadas las actuales circunstancias de crisis económicas generalizadas, no podemos seguir pensando en patologías
individuales. Debemos necesariamente reconocer la existencia de patologías colectivas de la frustración, para las
cuales los tratamientos aplicados han resultado hasta ahora ineficaces.

Necesidades humanas: carencia y potencialidad.

Una política de desarrollo orientada a la satisfacción de las necesidades humanas (entendidas en el sentido amplio
que aquí le hemos dado) trasciende la racionalidad económica convencional, porque compromete al ser humano
en su totalidad. Las relaciones que se establecen -o que pueden establecerse- entre las necesidades y sus
satisfactores hacen posible construir una filosofía y una política de desarrollo auténticamente humanistas.

Las necesidades revelan de la manera más apremiante el ser de las personas, ya que éste se hace palpable a través
de ellas en su doble condición experimental: como carencia y como potencialidad. Comprendidas en un amplio
sentido, y no limitadas a la mera subsistencia, las necesidades patentizan la tensión constante entre carencia y
potencia tan propia de los seres humanos.

20
Concebir las necesidades tan sólo como carencias (por ej., tengo necesidad de alimento porque carezco de él, o
tengo necesidad de afecto porque nadie me quiere) implica restringirlas a lo puramente fisiológico o subjetivo,
que es precisamente el ámbito en que una necesidad asume con mayor fuerza y claridad la sensación de “falta de
algo”. Sin embargo, en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son
también potencialidades y, más aún, pueden llegar a ser recursos. La necesidad de participar es potencial de
participación, tal como la necesidad de afecto es potencial de recibir afecto pero también de darlo.

Acceder al ser humano a través de las necesidades permite tender el puente entre una antropología filosófica y
una opción política; tal parece ser la voluntad que animó los esfuerzos intelectuales de hombres como Karl Marx
o Abraham Maslow, por mencionar sólo dos ejemplos. Comprender las necesidades como carencia y potencia
previene contra toda reducción del ser humano a la categoría de existencia cerrada.

Así, resulta impropio hablar de necesidades que se “satisfacen” o se “colman”. En cuanto revelan un proceso
dialéctico, constituyen un movimiento incesante. De allí que quizás sea más apropiado hablar de vivir y realizar
las necesidades, y de vivirlas y realizarlas de manera continua y renovada.

Necesidades humanas y sociedad.

Si queremos evaluar un medio social cualquiera en función de las necesidades humanas, no basta con
comprender cuáles son las posibilidades que pone a disposición de los grupos o de las personas para realizar sus
necesidades. Es preciso examinar en qué medida el medio reprime, tolera o estimula que las posibilidades
disponibles o dominantes sean recreadas y ampliadas por los propios individuos o grupos que lo componen.

Son los satisfactores los que definen la modalidad que una cultura o una sociedad imprime a las necesidades.
Los satisfactores no son los bienes económicos disponibles, sino que están referidos a todo aquello que, por
representar formas de Ser, Tener, Hacer y Estar, contribuye a la realización de las necesidades humanas. Pueden
incluir, entre otras cosas, formas de organización, estructuras políticas, prácticas sociales, condiciones subjetivas,
valores y normas, espacios, comportamientos y actitudes; todas en una tensión permanente entre consolidación
y cambio.

La alimentación es un satisfactor, pero también puede serlo una cierta estructura familiar (que satisface la
necesidad de Protección, por ejemplo) o un cierto régimen político (que satisface la necesidad de Participación,
por ejemplo). Un mismo satisfactor puede realizar distintas necesidades en culturas distintas, o vivirse de distinta
manera en contextos diferentes a pesar de que esté satisfaciendo las mismas necesidades.

El hecho de que un mismo satisfactor tenga efectos distintos en diversos contextos no sólo depende del
contexto, sino también en buena parte de los bienes que el medio genera, de cómo los genera y de cómo
organiza el consumo de esos bienes. En la civilización industrial, los bienes (entendidos como objetos y artefactos
que aumentan o merman la eficacia de un satisfactor) se han convertido en elementos determinantes. La forma
en que se ha organizado la producción y apropiación de los bienes económicos en el capitalismo industrial ha
condicionado de manera abrumadora el tipo de satisfactores dominantes.

Cuando la forma de producción y consumo de bienes conduce a que éstos se conviertan en fines en sí mismos,
la presunta satisfacción de una necesidad empaña las potencialidades de vivirla en toda su amplitud. Queda allí
abonado el terreno para la instauración de una sociedad alienada que se embarca en una carrera productivista
sin sentido. La vida se pone entonces al servicio de los artefactos, en vez de estar los artefactos al servicio de la

21
vida. La búsqueda de una mejor calidad de vida es suplantada por la obsesión de incrementar la productividad
de los medios.

La construcción de una economía humanista exige, en este marco, entender y desentrañar la relación dialéctica
entre necesidades, satisfactores y bienes económicos, a fin de pensar formas de organización económica en que
los bienes potencien los satisfactores para vivir las necesidades de manera coherente, sana y plena.

Esto obliga a repensar el contexto social de las necesidades humanas de una manera radicalmente distinta de
como ha sido habitualmente pensado por los planificadores sociales y los elaboradores de políticas de desarrollo.
Ya no se trata de relacionar las necesidades solamente con los bienes y servicios que presuntamente las
satisfacen, sino de relacionarlas además con prácticas sociales, tipos de organización, modelos políticos y valores
que repercuten sobre la forma en que se expresan las necesidades.

La reivindicación de lo subjetivo.

Suponer una relación directa entre necesidades y bienes económicos permite la construcción de una disciplina
“objetiva”, como supone serlo la economía tradicional. Es decir, de una disciplina mecanicista, cuyo supuesto
central es que las necesidades se manifiestan a través de la demanda, la que a su vez está determinada por las
preferencias individuales respecto de los bienes producidos. Incluir los satisfactores como parte del proceso
económico implica reivindicar lo subjetivo más allá de las puras preferencias en materia de objetos y artefactos.

Bastará tan sólo con proponérnoslo para que podamos detectar de qué modo los satisfactores y bienes
disponibles o dominantes limitan, condicionan, desvirtúan (o, por el contrario, estimulan) nuestras posibilidades
de vivir las necesidades humanas. Podemos, sobre esa base, pensar las formas viables de recrear y reorganizar
los satisfactores y bienes de manera que enriquezcan nuestras posibilidades y reduzcan nuestras frustraciones.

La forma en que vivimos nuestras necesidades es, en último término, subjetiva. Parecería, entonces, que todo
juicio universalizador podría pecar de arbitrario. Tal objeción bien podría surgir, por ejemplo, desde la trinchera
del positivismo.

La identificación que el positivismo hace de lo subjetivo con lo particular, si bien pone de manifiesto el fracaso
histórico del idealismo absoluto, constituye para las ciencias sociales una espada de Damocles.

Cuando el objeto de estudio es la relación entre los seres humanos y la sociedad, la universalidad de lo subjetivo
no se puede soslayar. El carácter social de la subjetividad es uno de los ejes de la reflexión sobe el ser humano
concreto. No existe imposibilidad alguna de juzgar sobre lo subjetivo. Lo que existe, más bien, es miedo a las
consecuencias que pueda tener tal discurso. Hablar de necesidades humanas fundamentales obliga a situarse
desde la partida en el plano de lo subjetivo-universal, lo cual torna estéril cualquier enfoque mecanicista.

Tiempo y ritmos de las necesidades humanas.

Por carecer de suficientes datos empíricos, no podemos afirmar a ciencia cierta que las necesidades humanas
fundamentales son permanentes.

Sin embargo, nada nos impide hablar de su carácter social-universal, en tanto su realización resulta deseable a
cualquiera, y su inhibición, indeseable. Al reflexionar en torno de las nueve necesidades fundamentales
propuestas en nuestro sistema, el sentido común, acompañado de algún conocimiento antropológico, nos ha

22
indicado que seguramente las necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento, Participación,
Ocio y Creación estuvieron presentes desde los orígenes del “Homo habilis” y, sin duda, desde la aparición del
“Homo sapiens”. Probablemente en un estadio evolutivo posterior surgió la necesidad de Identidad, y, mucho
más tarde, la de Libertad. Del mismo modo, es probable que en el futuro la necesidad de trascendencia -que no
incluimos en nuestro sistema por no considerarla todavía tan universal- llegue a serlo tanto como las otras.

Parece legítimo, entonces, suponer que las necesidades humanas cambian con la velocidad que corresponde a
la evolución de la especie humana: a un ritmo sumamente lento. Por estar imbrincadas a la evolución de la
especie, son también universales. Tienen una trayectoria única.

Los satisfactores, en cambio, tienen una doble trayectoria. Por una parte se modifican al ritmo de la historia y,
por otra, se diversifican de acuerdo a las culturas y las circunstancias, es decir, de acuerdo al ritmo de las distintas
historias.

Los bienes económicos (artefactos, tecnologías) tienen una triple trayectoria. Se modifican según los ritmos
coyunturales y los cambios coyunturales ocurren con velocidades y ritmos distintos. La tendencia de la historia
coloca al ser humano en un ámbito crecientemente arrítmico y asincrónico, en el que los procesos escapan cada
vez más a su control.

Esta situación ha llegado actualmente a niveles extremos.

Es tal la velocidad de producción y diversificación de los artefactos, que las personas aumentan su dependencia
y crece su alienación, a tal punto que es cada vez más frecuente encontrar bienes económicos (artefactos) que
ya no potencian la satisfacción de necesidad alguna, sino que se transforman en fines en sí mismos.

En algunos de los sectores marginados por la crisis, y en grupos contestatarios a los estilos de desarrollo
dominantes, surgen procesos contra hegemónicos en que satisfactores y bienes económicos vuelven a
subordinarse a la actualización de las necesidades humanas. Es en estos sectores donde podemos encontrar
ejemplos de comportamientos sinérgicos que, de alguna manera, aportan un germen de posible respuesta a la
crisis que nos apabulla.

Si se escoge, a título de ejemplo, el casillero 4C, que indica formas del Hacer, para satisfacer la necesidad de
Entendimiento, se encuentran satisfactores como investigar, estudiar, experimentar, educar, analizar, meditar e
interpretar. Ellos dan origen a bienes económicos según sea la cultura y sus recursos, tales como libros,
instrumentos de laboratorio, herramientas diversas, computadoras y otros artefactos. La función de éstos es,
ciertamente, la de potenciar el hacer del entendimiento.

Satisfactores y sus atributos.

La matriz que refleja el cuadro 1 no agota los tipos de satisfactores posibles. De hecho, estos abarcan un gran
abanico de posibilidades. Proponemos, a título de hipótesis, distinguir estos cinco tipos: I) violadores o
destructores; II) pseudosatisfactores; III) satisfactores inhibidores; IV) satisfactores singulares; V) satisfactores
sinérgicos.

Los violadores o destructores son elementos de efecto paradojal. Son aplicados con la intención de satisfacer
una determinada necesidad, pero no sólo destruyen por completo la posibilidad de satisfacerla en un plazo
mediato, sino que imposibilitan, por sus efectos colaterales, la satisfacción adecuada de otras necesidades. Así,

23
el armamentismo, supuestamente destinado a satisfacer la necesidad de Protección, en el fondo aniquila la
Subsistencia, el Afecto, la Participación y la Libertad. Algo semejante sucede con el exilio forzado, la “doctrina
de la seguridad nacional”, la censura, la burocracia o el autoritarismo.

Estos elementos paradójicos parecen estar vinculados preferentemente con la necesidad de Protección, la cual
puede generar comportamientos humanos aberrantes, en la medida en que su insatisfacción va acompañada
del miedo. El atributo que caracteriza a los violadores es que siempre son impuestos.

Los pseudo-satisfactores son elementos que estimulan una falsa sensación de satisfacción de una necesidad
determinada. Sin la agresividad de los violadores o destructores, pueden en ocasiones aniquilar, en un plazo
mediato, la posibilidad de satisfacer la necesidad a que originalmente apuntan. Su atributo especial es que
generalmente son inducidos mediante la propaganda, la publicidad y otros medios de persuasión.

Los satisfactores inhibidores son aquellos que por el modo en que satisfacen (generalmente sobresatisfacen)
una necesidad determinada dificultan seriamente la posibilidad de satisfacer otras necesidades. Su atributo es
que salvo excepciones, se hallan ritualizados en el sentido de que suelen emanar de hábitos arraigados.

Los satisfactores singulares son aquellos que apuntan a la satisfacción de una sola necesidad, siendo neutros con
respecto a la satisfacción de otras necesidades. Son característicos de los planes y programas de desarrollo,
cooperación y asistencia. Su principal atributo es el de ser institucionalizados, ya que tanto en la organización
del Estado como en la organización civil, su generación suele estar vinculada a instituciones, sean estas
Ministerios, otras reparticiones públicas o empresas de diverso tipo.

Los satisfactores sinérgicos son los que al satisfacer una necesidad determinada estimulan y contribuyen a la
satisfacción simultánea de otras necesidades. Su principal atributo es el de ser contrahegemónicos, en el sentido
de que revierten racionalidades dominantes tales como la competencia y la coacción.

De la eficiencia a la sinergia.

Enfocar el desarrollo en los términos aquí propuestos, implica un cambio de la racionalidad económica
dominante. Obliga, entre otras cosas, a una revisión profunda del concepto de eficicencia. Esta suele asociarse
a nociones de maximización de productividad y de utilidad, a pesar de que ambos términos son ambiguos. Tal
como Taylor la entendía -para ilustrar con un caso conspicuo-, al llevar el criterio económico al extremo más
alienado de la razón instrumental. La productividad se nos aparece como bastante ineficiente.

Sobredimensiona la necesidad de subsistencia y obliga al sacrificio de otras necesidades, acabando por amenazar
la propia subsistencia. Cabe recordar que el taylorismo pasó a la historia como la “organización del surmenage”.

En discursos dominantes del desarrollo también se asocia la eficiencia a la conversión del trabajo en capital, a la
formalización de las actividades económicas, a la incorporación indiscriminada de tecnologías de punta y, por
supuesto, a la maximización de las tasas de crecimiento. El desarrollo consiste para muchos en alcanzar los
niveles materiales de vida de los países mas industrializados, para tener acceso a uan gama creciente de bienes
(artefactos) cada vez más diversificados.

Cabe preguntarse hasta qué punto esos intentos de emulación tienen sentido. En primer lugar, no existen
evidencias de que en aquellos países las personas vivan sus necesidades de manera integrada. En segundo lugar,

24
en los países ricos, la abundancia de recursos y de bienes económicos no ha llegado a ser condición suficiente
para resolver el problema de la alienación.

El Desarrollo a Escala Humana no excluye metas convencionales como crecimiento económico para que todas
las personas puedan tener un acceso digno a bienes y servicios. Sin embargo, la diferencia respecto de los estilos
dominantes radica en concentrar las metas del desarrollo en el proceso mismo del desarrollo. En otras palabras,
que las necesidades humanas fundamentales pueden comenzar a realizarse desde el comienzo y durante todo
el proceso de desarrollo; o sea, que la realización de las necesidades no sea la meta, sino el motor del desarrollo
mismo. Ello se logra en la medida en que la estrategia de desarrollo sea capaz de estimular permanentemente
la generación de satisfactores sinérgicos.

Integrar la realización armónica de necesidades humanas en el proceso de desarrollo significa la oportunidad de


que las personas puedan vivir ese desarrollo desde sus comienzos, dando origen así a un desarrollo sano,
autodependiente y participativo, capaz de crear los fundamentos para un orden en el que se pueda conciliar el
crecimiento económico, la solidaridad social y el crecimiento de las personas y de toda la persona.

Un desarrollo capaz de conjugar la sinergia con la eficiencia quizás no baste para dar cumplimiento cabal a lo
deseado; pero sí basta, y plenamente, para evitar que en el ánimo de las personas lo no deseado parezca
inexorable.

Necesidades según
categorías existenciales SER TENER HACER ESTAR
/
Necesidades según
categorías axiológicas.
1/ Salud física y mental, 2/Alimentación, 3/Alimentar, 4/Entorno vital,
SUBSISTENCIA
equilibrio, abrigo, trabajo. procrear, entorno social
solidaridad, humor, descansar, trabajar
adaptabilidad
5/Cuidado, adaptabili- 6/ Sistemas de 7/ Cooperar, 8/ Entorno vital,
PROTECCION
dad, autonomía, seguros, de salud, prevenir, planifi-car, entorno social,
equilibrio, solidaridad. ahorro, seguridad cuidar, curar, morada.
social, derecho, defender.
legislaciones,
familia, trabajo.
9/Autoestima, 10/Amistades, 11/Hacer el amor, 12/Privacidad,
AFECTO
solidaridad, respeto, parejas, familia, acariciar, expresar intimidad, hogar,
tolerancia, generosi- animales domésti- emociones, espacios
dad, receptividad, cos, plantas, compartir, cuidar,
pasión, voluntad, jardines. cultivar, apreciar.
sensualidad, humor.
13/ Conciencia crítica, 14/ Literatura, 15/ Investigar, 16/ Ámbitos de
ENTENDIMIENTO
receptividad, maestros, método, estudiar, educar, interacción formati-
curiosidad, políticas educacio- experimentar, va: escuelas,
asombro, disciplina, nales, políticas analizar, meditar, universidades,

25
intuición, racionalidad comunicacionales interpretar. academias, agrupa-
ciones, comunida-des,
familia.
17/ Adaptabilidad, 18/ Derechos, 19/ Afiliarse, 20/ Ámbitos de
PARTICIPACION
receptividad, responsabilidades, cooperar, interacción partici-
solidaridad, obligaciones, proponer, pativa: partidos,
disposición, convicción, atribuciones, compartir, asociaciones, iglesias,
entrega, respeto, trabajo. discrepar, acatar, comunida- des,
pasión, humor. dialogar, acordar, vecindarios, familias.
opinar.
21/ Curiosidad, humor, 22/ Juegos, 23/ Divagar, 24/ Privacidad,
OCIO
eceptividad, imagina- espectáculos, abstraerse, soñar, intimidad, espacios de
ción, despreocupación, fiestas, calma. añorar, fantasear, encuentro,
tranquilidad, sensualidad. evocar, jugar, tiempo libre,
relajarse, divertirse.
25/ Pasión, voluntad, 26/ Habilidades, 27/ Trabajar, 28/ Ámbitos de
CREACION
intuición, imaginación, destrezas, método, inventar, producción y retro
audacia, racionalidad, trabajo. construir, idear, alimentación:
autonomía, inventiva, componer, diseñar, talleres, ateneos,
curiosidad. interpretar. agrupaciones,
audiencias, espacios
de
expresión, libertad
29/ Pertenencia, 30/ Símbolos, 31/ Comprometer- 32/ Socio-ritmos,
IDENTIDAD
coherencia, lenguaje, hábitos, se, integrarse, entornos de la
diferenciación, costumbres, confrontarse, cotidianeidad,
autoestima, asertividad. grupos de referen- definirse, ámbitos de
cia, sexualidad, conocerse, pertenencia, etapas
valores, normas, reconocerse,
roles, memoria actualizarse, crecer.
histórica, trabajo.
33/ Autonomía, 34/ Igualdad de 35/ Discrepar, 36/ Plasiticidad
LIBERTAD
autoestima, voluntad, derechos. optar, arriesgar,
pasión, asertividad, diferenciarse,
apertura, audacia, conocerse,
determinación, asumirse, meditar,
rebeldía, tolerancia. desobedecer.

Vale la pena señalar que la matriz que se muestra en el figura 1 es, de acuerdo a sus autores, sólo un ejemplo.
Tal es así que si atendemos a las características de los satisfactores, especialmente si analizamos el modo como
satisfacen las necesidades o su efecto sobre ellas podemos encontrar una gama bastante amplia de ellos. Según
los autores que estamos citando (Max-Neef et al. 1986: 43-47) los tipos de satisfactores serían los siguientes.

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Violadores o destructores: Son elementos de efecto paradojal. Aplicados con el pretexto de satisfacer una
determinada necesidad, no sólo aniquilan la posibilidad de su satisfacción en un plazo inmediato o mediato, sino
que imposibilitan además la satisfacción adecuada de otras necesidades parecen estar vinculados, por lo menos
preferencialmente, a la necesidad de protección.

SUPUESTO NECESIDAD QUE SE NECESIDADES CUYA


SATISFACTOR PRETENDE SATISFACER SATISFACCION IMPOSIBILITA
1. Armamentismo Protección Subsistencia, Afecto, Participación, Libertad.
2. Exilio Protección Afecto, Participación, Libertad, Identidad
3. Censura Protección Entendimiento, Participación, ocio, Libertad,
Identidad, Creación.

Pseudo satisfactores: Son elementos que estimulan una falsa sensación de satisfacción de una necesidad
determinada. Sin la agresividad de los violadores o destructores; pueden en ocasiones aniquilar, en un plazo
mediato, la posibilidad de satisfacer la necesidad que originalmente apuntan. Su atributo especial es que
generalmente son inducidos a través de propaganda, publicidad u otros medios de persuasión.

SATISFACTOR NECESIDAD QUE SE


APARENTA SATISFACER
Sobreexplotación de recursos naturales Subsistencia
Democracia Formal Participación
Prostitución Afecto
Limosna Subsistencia
Modas Identidad
Satisfactores inhibidores: Aquellos que por el modo en que satisfacen generalmente sobresatisfacen una
necesidad determinada, dificultan seriamente la posibilidad de satisfacer otras necesidades. Su atributo es que,
salvo excepciones, se hayan ritualizado, en el sentido de que suelen emanar de hábitos arraigados.

SUPUESTO NECESIDAD NECESIDADES CUYA SATISFACCION


SATISFACTOR INHIBEN
Paternalismo Protección Entendimiento, Participación,
Libertad, Identidad.
Aula Autoritaria Entendimiento Participación, Creación, Identidda,
Libertad.
Televisión Comercial Ocio Entendimiento, Identidad, Creación.

27
Satisfactores singulares: Aquellos que apuntan a la satisfacción de una sola necesidad, siendo neutros respecto
de la satisfacción de otras necesidades. Son característicos de los planes y programas de desarrollo, cooperación
y asistencia. Su atributo principal es del ser institucionalizados.

SATISFACTOR NECESIDAD QUE SATISFACE


Programa suministro de alimentos Subsistencia
Voto Participación
Espectáculos deportivos Ocio
Regalos Afecto

Satisfactores sinérgicos: Aquellos que, por la forma en que satisfacen una necesidad determinada, estimulan y
contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades. Su principal atributo es del ser contra
hegemónicos en el sentido de que revierten racionalidades dominantes tales como las de competencia y
coacción.

SATISFACTOR NECESIDAD NECESIDADES CUYA SATISFACCION


ESTIMULAN
Lactancia Materna Subsistencia Protección, Afecto, Identidad
Educación Popular Entendimiento Protección, Participación, Creación,
Libertad, Identidad.
Juegos Didácticos Ocio Entendimiento, Creación.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- MAX-NEEF, M. et al. (1986). Desarrollo a escala humana: Una opción para el futuro.
- Brown González, Geraldo. Desarrollo a escala humana.

28
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
FACULTAD MEDICINA – DEPTO SALUD PUBLICA
CARRERA NUTRICION.

CLASE INTRODUCTORIA:
ENFOQUES Y PROCESOS DE DESARROLLO SOCIAL.
Algunos antecedentes cronológicos para el análisis.
Resumen elaborado por Angélica Hernández M de varias fuentes.

Si bien la preocupación por el desarrollo es una constante en las sociedades, su institucionalización se da en


determinadas circunstancias históricas en cada país, al igual que su instalación en la agenda internacional.

1492: Descubrimiento de América.

1500 – 1700: Colonización española en Am. Latina.

Siglo 16: Inicio formal del sistema de salud. Se desarrollaron los primeros hospitales y servicios sanitarios para la
atención de enfermos. Siguiendo las ordenanzas de la corona, se fundaron hospitales en cada ciudad conquistada.
Eran rudimentarios, más bien, hospitales de campaña. Aparentemente el primer hospital de Chile se creó en La
Serena. Pedro de Valdivia fundó un hospital en Santiago: el de la Virgen del Socorro. No se sabe la fecha de su
fundación, pero sí que existía ya en 1554.

Siglo 17: Revolución Industrial. Se inicia en Inglaterra en los 1600 y luego se extiende a Europa. Los países sufren
el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad.
En Chile ocurre en 1860 con la explotación del salitre.

La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La
revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La
expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento
del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y una máquina
relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de
producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX
facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.

Hacia 1600 Santiago era una aldea unas 60 manzanas con 160 casas en total. Sus habitantes eran alrededor de 700
españoles y 2.000 indios.

1800 - 1900: (1810 – 1828): Independencia de países latinoamericanos (1818 Chile), países comienzan a estructurar
su propia economía.

Sociedad chilena es estamentaria, los sitios de cada quién estaban claramente definidos, no se necesitaba recalcar
cual era su lugar…esto posibilitaba la cercanía en el trato entre los distintos estratos socioeconómicos. Ej. relación

29
patrón – inquilino (trabajo, protección, vínculos familiares). Pero a su vez hay un abierto rechazo a los nuevos ricos,
como fue el caso de los inmigrantes.

El status de la elite chilena no tiene que ver con los millones, ni con las industrias ni los logros económicos
individuales….sino mas bien con las hás de tierra que tiene, los apellidos y un fuerte sentido de pertenencia a un
grupo vinculado por el parentesco al que atribuyen ciertos valores como la sobriedad, el recato y el sentido de
comunidad (heredar tienen un valor).

Chile siglo 19: La historia de conflicto Estado chileno-pueblo mapuche se materializa con la invasión del ejército
chileno, los grupos de poder y la burguesía agraria de la época, con su proyecto militar incorporó por la vía violenta,
el territorio ancestral mapuche al sistema de producción capitalista lo que permitió, a su vez, culminar con el
proceso de formación del Estado chileno.

Como resultado de esta incursión militar, el Estado impuso las reservas, desplazó a la población de sus espacios
originales y remató la mayor parte del territorio indígena beneficiando a colonos criollos y extranjeros que se
apropiaron fácilmente de las tierras indígenas.

1823 Surge la Doctrina de Monroe. Slogan “América para los Americanos”, para promover el desligamiento de los
países LA de Europa y destinar sus exportaciones de materias primas a EEUU.

1883 – 1930: Un segundo proceso crítico surgió con la usurpación de tierras a las reservas o comunidades que
legalmente el Estado había asignado a las familias mapuche bajo la autoridad de un longo (o cacique) sobre un
título de propiedad llamado Título de Merced.

En salud: 1833: Se fundó la primera Escuela de Medicina. 1887: Creación de la Junta Nacional de Salubridad.

1850: Los viajes a Europa comenzaron a hacerse algo más común, gracias a las minas de plata. Los ricos de Copiapó
van a Paris y vuelven con la idea de imitar todo lo visto, incluso las revoluciones.

1850. Chile se incorporó a los tiempos modernos, al construirse algunas importantes obras de ingeniería sanitaria
como: la primera cañería surtidora de agua potable para la ciudad de Valparaíso.

A fines del siglo XIX se prefería la leche humana, de yegua y de burra, en vez de la leche de vaca, cabra y oveja, se
aconsejaba fuera de animales recién paridos y asignar un animal a cada niño, habiendo desacuerdo en si se daba
pura o modificada y también en si darla directamente
de la vaca o en biberón.

1900 aprox 4 millones de habitantes. El contacto con Europa ha trastornado las costumbres del comienzo de la
República (aristócrata pulcro, sobrio y silvestre, con casa patronal). Se acerca mas al lujo, lo que genera distancias
entre los sectores acomodados y los sectores populares.

DECADA 20.

Graves dificultades económicas y sociales que se venían planteando ya desde hacía varios años. El bajo precio del
salitre en el mercado internacional hizo necesario el cierre de algunas oficinas salitreras, originando un aumento
de la cesantía. Durante este período se produjeron numerosas huelgas, a las que el gobierno respondió con fuertes
medidas represivas, distanciándose de este modo de los sectores populares.

En 1920 se establece la obligatoriedad de la Educación Primaria en Chile.

En salud: 1937 comienza la distribución gratuita de leche a los menores de dos años.

30
1952: Creación del Servicio Nacional de Salud

-Aumento de consultorios urbanos

-Programa de Médicos Generales de Zona

-Incorporación de otros profesionales y no profesionales, en funciones de prevención

-Prioridad Materno - Infantil

-Aumento de postas de salud rurales

En Chile solo el 5% de la población joven tienen acceso a la universidad

1939 y 1945.: La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado más grande y sangriento de la historia mundial,
en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas (Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión Soviética y, en
menor medida, China.) y las Potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) , entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de
más de 70 países participaron en combates aéreos, navales y terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor
del 2% de la población mundial de la época (unos 60 millones de personas), siendo los civiles la mayoría de los
fallecimientos.

DECADA 50’

Antecedentes: Gob. radicales: J. A. Rios; Pedro Aguirre Cerda; Gabriel González Videla.

1949: se establece el sufragio femenino – 1958: cédula única oficial que obstaculiza el cohecho.

En lo social: 1955 – 1960 Am Latina Francia EEUU

Esperanza de vida: 54,6 á 68,2 á 69á

Mortalidad infantil: 115%o 51%o 25%o

En 1953, nace la "Junta Nacional de Auxilio Escolar", JUNAE , que asume la responsabilidad de los Servicios de
Auxilio Escolar a favor de los estudiantes de las escuelas primarias del país.

Gran desencanto en A.L. por la interpretación que había del proceso de desarrollo.

Entre los elementos diagnósticos del subdesarrollo se destaca que estos son provocados por factores estructurales
internos y externos. Los externos, producto de las relaciones comerciales desequilibradas entre los países ricos y
pobres. Los ricos eran productores de bienes manufacturados, y los pobres productores de materia prima,
subordinándose a las necesidades de los países ricos. En la relación comercial el intercambio era desfavorable a los
países productores de materia prima, quienes dependían de las tecnologías desarrolladas por los países ricos.

En lo interno también había problemas en los países subdesarrollados derivados de la existencia de una estructura
productora dual:

1 sector tradicional afincado en el campo.

1 sector moderno asentado en las ciudades.

31
También había otros problemas: bajos niveles de ingreso en gran parte de la población, y el consumo derrochador
de los dueños de los medios de producción.

Esto llevó a buscar una propuesta que lograr un desarrollo capitalista no dependiente a partir de cambios
estructurales que permitan otra forma de relación económica y de poder.

 Estrategia fue sustitución de las importaciones : producir en cada país lo que hasta el momento se
importaba desde los países ricos y lograr un crecimiento sostenido para aumentar el ingreso y mejorar las
condiciones de vida.

Para ello se necesitaba un Estado que  Asumiera el rol de planificador central

Lograr aumentar los niveles de ahorro nacional

Impulsara la inversión en infraestructura productiva

Diseñara políticas proteccionistas

Diera asistencia técnica y financiera al sector industrial.

Otros elementos de la propuesta:

Realización de una Reforma Agraria que modificara la estructura de tenencia de la tierra, incorporando a amplios
sectores del campesinado al sistema salarial, con lo cual aumentara el consumo interno y al modernizar el agro
se aumentara la productividad.

O sea: sustitución de importaciones + desarrollo mercado interno => mejor inserción en países desarrollados

La estrategia de sustitución de importaciones produjo un cambio en el perfil ocupacional de la fuerza de trabajo:

1950  50% PEA provenía del sector primario (PEA= poblac económicamente activa)

1970  +50% PEA provenía del sector secundario (industrial) y terciario (servicios).

Aumento de la urbanización

Proceso de transición demográfica por disminución de la mortalidad debido a avances científicos y disminución de
la fecundidad debido a políticas de planificación familiar.

Resultado: No se logró que el crecimiento económico se redistribuyera a todos los sectores sociales a pesar del
aumento de las cifras.

DECADA 60’ (Gobiernos demócratas: Jorge Alessandri, Eduardo Frei M)

Se observa como se estanca el progreso social y el crecimiento económico. La migración U – R produjo problemas
porque las industrias no pudieron absorber la fuerza de trabajo recién llegada, y tampoco podían ofrecerles los
servicios urbanos mínimos en los lugares donde se asentaban  multiplicación de los problemas sociales y un
crecimiento urbano desordenado.

32
La pujante actividad de los sectores 2arios y 3arios en las ciudades llevaron a una merma en los precios agrícolas,
especialmente en los alimentos necesarios para la reproducción de la fuerza de trabajo  gradual deterioro =>
campo – ciudad en: $ bienes y fuerza trabajo. Esto llevó a la reducción de la producción de alimentos lo que obligó
a importar determinados alimentos y a expulsar gente del campo a la ciudad  Descomposición del AGRO

Todo lo anterior llevó a que jóvenes, intelectuales, obreros y campesinos pusieran su fe y su esperanza en “la
Revolución”.

EEUU: Pacto de la Alianza para el Progreso de Kennedy, representa un esfuerzo de EEUU para hacerle frente a la
avanzada de la revolución urbana y su relación con varios países de L.A. y al riesgo de que se asiente el comunismo
en ellos.

El pacto consiste en ayuda económica para la superación de la pobreza, recogiendo las ideas de la izquierda
democrática L.A impregnadas de estatismo y proteccionismo que justifican las reformas agrarias y otras reformas
estructurales, más apoyo y entrenamiento militar.

Problema: Crecimiento y desarrollo eran lo mismo.

Desarrollo era entendido como crecimiento de la economía

Solo era posible medirlo por el PIB sin considerar sus efectos o considerar otros indicadores de
tipo social.

Entonces lo países se ven sacudidos por movimientos sociales que reivindican derechos civiles. Naciones Unidas
decreta que esa sería la Década del desarrollo en el contexto de cambios profundos en los países del 1er mundo.

En esta década del 60 las condiciones sociales del país indican nuevas necesidades y urgencias. El educación se
requiere apoyo para que en el acceso a la educación universitaria exista más equidad. Es por ello que, en 1963, el
senador Radomiro Tómic presenta al Parlamento un proyecto de creación de un Fondo Nacional de Becas,
Educación y Préstamos. Su finalidad es apoyar económicamente a los estudiantes de bajos recursos económicos y
alto rendimiento académico para que pudieran acceder a la educación universitaria.

En 1964, bajo la presidencia de Eduardo Frei Montalva, cuando el país registra una población de 8 millones de
habitantes con un millón de ellos analfabetos, la Ley N° 15.720 da vida a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas
, JUNAEB , que amplía y modifica las atribuciones y estructura de JUNAE.

DECADA 70’ (Gobierno Socialista Salvador Allende – Dictadura Militar de derecha).

Ante el fracaso de la Década del Desarrollo y el aumento de la pobreza, la ONU redefine el sentido del desarrollo,
entendiéndose que su objetivo final era el crecimiento continuo del bienestar de los individuos y la distribución del
beneficio a todos. Se agrega un sentido social y humano que busca cierta equidad.

En los 70’ el crecimiento económico se estanca y se sustenta fundamentalmente en el endeudamiento externo,


haciendo evidente los límites de la estrategia de sustitución de importaciones.

Factores que obstaculizaron su éxito:

 Énfasis en la producción para el mercado interno sin haber logrado transformaciones estructurales que
permitieran su verdadera expansión.
 La no innovación tecnológica en la producción:
 subsidios estatales

 mercados cautivos que no estimularon a mejorar la producción y hacerla competitiva en el exterior.

33
 Concentración de la producción industrial en pocas empresas, lo que impidió la expansión de la pequeña
y mediana industria y por consiguiente más trabajo.

En salud:

1970 – 1973: Salud como un Derecho. Mejoramiento de los servicios estatales de salud; Distribución gratuita de
leche a infantes y Escolares; Creación de un sistema único de seguridad social.

1979: Reforma Militar. Reorganización en Sistema Nac. de Servicios de Salud, creándose los Servicios de Salud,
FONASA, CENABAST y el ISP. Descentralización administrativa.

Organización en niveles de atención complejidad – cobertura. Prioridad al programa materno – infantil

DECADA 80’

Estalla la crisis. PIB del 89’ retrocede 13 años. Se denomina la década perdida:

 Agotamiento de la estrategia de sustitución de importaciones.


 Mayor diferencia entre ricos y pobres.
 Incapacidad del mercado de absorber mano de obra disponible.

Todo lo anterior en el marco de un proceso de recesión mundial de una inflación desatada y del vencimiento de
plazos para pagar la deuda externa.  Medidas de ajuste económico exigidas por el Banco Mundial (BM) y Fondo
Monetario Internacional (FMI) para cumplir con los compromisos.

Ante la crisis, gran parte de los países de L.A. se vieron forzados a poner en práctica medidas de ajuste económico
para contrarrestar el fuerte deterioro económico y social. Esto terminó por convertirse en un profundo cambio
estructural que produjo grandes alteraciones económicas y sociales.

Las “recomendaciones” BM y FMI:

 Asegurar el uso eficiente de recursos a través de articulaciones de una economía de mercado.


 Reducción del déficit fiscal.
 Incentivo a una inserción plena a mercados internacionales
 Pago de la deuda externa (c/gobierno debió negociar individualmente el pago de la deuda y plantear
medidas de ajuste económica que permitieran saldarla)

Algunas medidas:

 Destinar un % de riqueza al pago de la deuda.


 No adquirir créditos nuevos.
 Disminución del tamaño del Estado: Privatización de empresas públicas
Fortalecimiento del sector privado.

 Disminución del gasto social: Reducción de serv. públicos y gastos en salud


Cobro por salud, educación y seguridad social

Flexibilización de regímenes laborales  mayores


ganancias a empresarios.

 Fomento a exportaciones no tradicionales, la mayoría agrícolas.

34
Resultados de las políticas de ajuste:

- Disminución del PIB y del ingreso per cápita.


- Aumento de la cesantía (quiebre de empresas del Estado y menor burocracia estatal)
- Crecimiento notorio del sector informal de la economía.
- Caída fuerte de tasas de inversión pública (x fuga de K privados y transnacionales)
- Reducción del poder adquisitivo de sectores medios y populares.
- Aumenta la línea de pobreza.

Aunque los efectos negativos fueron profundos en términos sociales, a nivel económico después de un tiempo
comenzaron a verse signos de recuperación, expresados en:

Disminución de la inflación

Aumento de las exportaciones en una amplia gama de rubros

Surgimiento de empresarios dinámicos.

En salud: 1980: Traspaso de Consultorios de Atención Primaria a las Municipalidades. Reforma del sistema
previsional de pensiones y salud. 1981: Se crean las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES).

DECADA 90’

Economías muestran signos de recuperación en: exportaciones – aumento de la inversión privada - aumento del
empleo.

El Estado disminuye su rol y aumenta el rol de la empresa.

Nuevos criterios de focalización social

Se agudizaron problemas económicos y sociales que desde mucho tiempo afectaban a la región y se generaron
otros nuevos.  Esto llevó a explorar nuevos modelos de desarrollo.

 Discurso transformación productiva con equidad social y sustentabilidad ambiental (CEPAL),


como respuesta a efectos de las políticas de ajuste estructural:
Aumento de brecha entre ricos y pobres

Deterioro ambiental y expoliación de recursos naturales.

Propone basar el aumento de la productividad en la mejora tecnológica y una mayor eficiencia en el uso de los
recursos humanos a partir de mejores calificación de la fuerza de trabajo Por lo tanto la industrialización es el eje
de la transformación productiva.

En 1924 se creó la Caja del Seguro Obrero Obligatorio, que incorporó la entrega gratuita de leche a los niños de
madres trabajadoras que no amamantan. En 1937 entró en funciones la Ley de la Madre y el Niño, que extendió
la distribución de leche a todos lo menores de dos años; sin embargo, estas acciones tenían baja cobertura. En
1940 se creó un Comité de Alimentación Materno-Infantil dependiente del Ministerio de Salubridad, con el fin de
ampliar estos beneficios. En 1952 se creó el Servicio Nacional de Salud (SNS) y con ello se consolidó la importancia
de los programas nutricionales. Ya desde esa época se daba Vitamina D y se prescribía Vitamina C como parte del
control del lactante sano, y se iniciaba la fortificación de la harina de trigo con hierro y con vitaminas del complejo
B. La cobertura de la leche en polvo permitiría proporcionar una cantidad adecuada al 70% de los lactantes,
nodrizas y embarazadas del país y al 50% de los preescolares.

35
En la década de los 60 se creó la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, que entrega alimentos a los escolares,
los cuales hasta entonces no habían sido cubiertos por los programs del SNS. A comienzos de la década de los 70
el Servicio duplicó la cobertura de los programas de entrega de leche extendiendolos hasta los 15 años, bajo el
lema «medio litro de leche diaria; para que el pequeño sea grande mañana».

Tras iniciarse el funcionamiento del Congreso Nacional, Patricio Aylwin asume la Presidencia de la República.

1991. Una comisión especial, presidida por el ex Senador Raúl Rettig, entrega un informe sobre las violaciones de
los derechos humanos.

1992. Primera elección democrática de autoridades municipales tras el retorno de la democracia.

Economías muestran signos de recuperación en:

exportaciones – aumento de la inversión privada - aumento del empleo.

El Estado disminuye su rol y aumenta el rol de la empresa.

Nuevos criterios de focalización social

Se agudizaron problemas económicos y sociales que desde mucho tiempo afectaban a la región y se generaron otros
nuevos.  Esto llevó a explorar nuevos modelos de desarrollo.

 transformación productiva con equidad social y sustentabilidad ambiental (CEPAL), como respuesta a
efectos de las políticas de ajuste estructural:
Aumento de brecha entre ricos y pobres

Deterioro ambiental y expoliación de recursos naturales.

Propone basar el aumento de la productividad en la mejora tecnológica y una mayor eficiencia en el uso de los
recursos humanos a partir de mejores calificación de la fuerza de trabajo Por lo tanto la industrialización es el eje
de la transformación productiva.

En salud: 1990: Se establece gratuidad en la APS municipal (1er gobierno democrático).

1995: Estatuto de Atención Primaria (Ley 19.378).

- La Salud se asume como obligación de Estado


- Preocupación por la equidad.
- Iniciativas para mejorar acceso, oportunidad y calidad de la APS
- De “Consultorio a Centro de Salud” ( crea OIRS, y medicina basada en evidencias)
- Conceptualización de Nuevo Modelo de Atención (biosicosocial)
- Adopción de principios de la Medicina Familiar por todo el equipo de salud.
- Creación postgrado en Medicina Familiar en las Universidades Estatales.
- Estrategias de incentivo para RRHH (MINSAL-Universidades y Municipios)

36
Década 2000

- Reforma Sectorial
- Estado como garante del acceso a una salud de alta calidad y resolutividad.
- Incorporación de “Calidad” como eje asociado a resultados
- Creación del Consorcio Universitario de Salud Familiar

37
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
FACULTAD MEDICINA,. DEPARTAMENTO DE SALUD PÚBLICA
CARRERA NUTRICION Y DIETETICA.

COMPLLADO DE PRESENTACIONES TRABAJOS


ESTRATEGIAS PÚBLICAS PARA ENFRENTAR LA POBREZA Y LA INEQUIDAD EN CHILE.
MÓDULO DE GESTIÓN E INVESTIGACIÓN EN ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN I, 2015.

1. PROGRAMAS SOCIALES.

Chile Solidario es el componente del Sistema de Protección Social que se dedica a la atención de familias,
personas y territorios que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Se creó en el año 2002, como una
estrategia gubernamental orientada a la superación de la pobreza extrema. Posteriormente, la consolidación
de una red institucional de apoyo a la integración social, la generación de mecanismos para la ampliación de
las oportunidades puestas a disposición de las personas en los territorios y, la instauración de la Ficha de
Protección Social, permitieron que Chile Solidario ampliara su cobertura hacia otros grupos, generando
iniciativas para atender diversas situaciones de vulnerabilidad que afectan a la población para que superen la
indigencia. Para esto, Chile Solidario trabaja a través de programas propios para la vinculación y habilitación
de las personas y que funcionan como dispositivos de intermediación, consejería y acompañamiento. Se trata
de servicios especializados de apoyo psicosocial, que mediante metodologías socioeducativas específicas,
propone itinerarios de acompañamiento que facilitan la transición de familias y personas hacia otros procesos
de integración social. Se trata de los siguientes:
 Programa Puente: dirigido a familias en situación de pobreza extrema. Es ejecutado por las
municipalidades y es administrado y asistido técnicamente por el Fondo de Solidaridad e Inversión
Social (FOSIS).
 Programa Vínculos: orientado al apoyo de adultos mayores vulnerables y que viven solos.
Ejecución municipal y que cuenta con la asistencia técnica del Servicio Nacional del Adulto
Mayor (SENAMA).
 Programa Calle: orientado al trabajo con adultos que se encuentran en esta situación. Ejecutado
por municipalidades, Gobernaciones Provinciales y ONG’s y su administración y asistencia técnica
está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social.
 Programa Abriendo Caminos: dirigido a apoyar a niños y niñas de familias donde hay situaciones
de separación forzosa en razón del cumplimiento de condena de alguno de sus integrantes.
Ejecutado por organizaciones no gubernamentales y su diseño y soporte metodológico está a
cargo del Ministerio de Desarrollo Social.

Ingreso ético Familiar: Es un beneficio, que ayuda a combatir las dificultades básicas de las familias más
vulnerables del país, premiando el esfuerzo familiar y el de aquellas madres que buscan salir adelante a través
de su trabajo, asegurando una educación y salud de calidad para sus hijos. Este beneficio se compone de una
Asignación base y de bonificaciones adicionales que premian el esfuerzo de cada familia beneficiaria.
o Bono Base Familiar
o Bono de Protección
o Bono Control del niño sano

38
o Bono por asistencia escolar
o Bono por logro escolar
o Bono al trabajo de la Mujer

Oficina Nacional de Calle: Trabaja en la construcción de una política pública para la prevención de la situación
de calle, la protección y la promoción de las personas bajo esta situación. Coordina distintas iniciativas de
salud, trabajo y habitabilidad para las personas en situación de calle. Gracias a esta información es posible
conocer la magnitud y dinámica de las personas en situación de calle de nuestro país. Programa Noche
Digna, creado en el año 2011, una política pública para otorgar espacios de habitabilidad para las personas en
situación de calle a través de dos componentes: Plan Invierno Calle y Centros para la superación.

Chile Crece Contigo: Sistema de Protección Integral a la Infancia que tiene como
misión acompañar, proteger y apoyar integralmente, a todos los niños, niñas y sus familias, a través de
acciones y servicios de carácter universal, así como focalizando apoyos especiales a aquellos que presentan
alguna vulnerabilidad mayor.

Escuelas saludable para el aprendizaje: Consiste en la implementación de actividades promocionales de salud


a través de sus tres componentes: Actividad Física, Alimentación y nutrición saludable y Salud Bucal,
desarrollados en el periodo escolar. El programa interviene en los establecimientos más vulnerables y se
gestiona en colaboración y articulación con redes de salud locales, instaladas en los establecimientos. Su
objetivo es promover estilos de vida saludable con enfoque a las condicionantes de actividad física,
alimentación saludable y salud bucal en la comunidad educativa con altos índices de obesidad y vulnerabilidad.
Pueden acceder estudiantes de enseñanza básica pertenecientes a establecimientos educacionales focalizados
por JUNAEB, priorizando aquellos estudiantes que cursen el ciclo de enseñanza pre básica y primer ciclo de
enseñanza básica.

Programas Alimentarios.
 Programa de alimentación escolar (PAE): El Programa de Alimentación tiene como finalidad
entregar diariamente servicios de alimentación (desayunos, almuerzos, once, colaciones y cenas
según corresponda) a los alumnos y alumnas en condición de vulnerabilidad de Establecimientos
Educacionales Municipales y Particulares Subvencionados del país durante el año lectivo, en los
niveles de Educación Parvularia (Pre-Kinder y Kinder), Básica y Media, con el objeto de mejorar su
asistencia a clases y contribuir a evitar la deserción escolar.
 Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC): Es un programa de carácter
universal que considera un conjunto de actividades de apoyo nutricional de tipo preventivo y de
recuperación, a través del cual se distribuyen alimentos destinados a niños/ as menores de 6 años,
niños con peso de nacimiento menor de 1.500 g y/o menos de 32 semanas de gestación, niños y
adolescentes con enfermedades metabólicas, gestantes y madres que amamantan. La entrega de
los beneficios se realiza a través de los establecimientos de la Red de Atención Primaria de Salud y
de otros establecimientos en convenio con el Ministerio de Salud. El PNAC cumple con el propósito
de lograr un desarrollo adecuado del embarazo, una lactancia exitosa durante los primeros meses
de vida del niño, un desarrollo y crecimiento normal del niño. Como a su vez contribuir a mejorar
el estado nutricional y la calidad de vida de los niños prematuros.

 Programa de alimentación complementario para el adulto mayor (PACAM): es un conjunto de


actividades de apoyo alimentario-nutricional de carácter preventivo y curativo, a través de las

39
cuales se distribuye un alimento fortificado con micronutrientes a los adultos mayores, en los
Establecimientos de Atención Primaria del Sistema Nacional de Servicios de Salud. Su propósito es
contribuir a mantener o mejorar el estado nutricional y la funcionalidad del Adulto Mayor a fin de
mejorar su calidad de vida.
Existen otros beneficios sociales a los que puede acceder la población.

Instrumentos:
 Ficha de protección Social: Instrumento que tiene como objetivo identificar y priorizar con mayor precisión
a la población sujeto de los beneficios sociales, considerando la vulnerabilidad de las personas como lógica de
la nueva política de protección social fundada en derechos. Es la puerta de acceso al Sistema de Protección
Social del Estado de Chile.

 SIIS: Plataforma tecnológica computacional, que registra información de la población más vulnerable del
país. Conforma un sistema en virtud de los programas sociales que le corresponde al Ministerio de Desarrollo
Social administrar.

2. PROGRAMAS ORIENTADOS A POBLACIÓN INDÍGENA


Instituciones:
CONADI: tiene como objetivos la promoción, la coordinación y la ejecución de la acción estatal de los planes
de desarrollo de las personas pertenecientes a los pueblos indígenas de Chile.
Programa Orígenes: Busca mejorar de manera sostenible las condiciones de vida de las comunidades de los
pueblos Aymara, Atacameño y Mapuche, en el área rural, y promover su desarrollo con identidad,
particularmente en los ámbitos económico, social, cultural, ambiental y jurídico. La población potencial del
Programa corresponde a familias de comunidades Aymara, Atacameña y Mapuche localizadas en el área rural
de la I, II, VIII, IX y X región.
Iniciativas:
 Implementación y fortalecimiento de actividades económicas y productivas para mujeres
mapuche urbanas: Para implementar iniciativas económicas y productivas. inversión y capital de
trabajo, equipamiento de materiales. Orientado a elevar las potencialidades productivas.
 Generación de micro emprendimiento indígena urbano para beneficiarios del sistema Chile
Solidario: Concurso busca contribuir a mejorar el nivel de ingresos de la población indígena urbana
a través del financiamiento de iniciativas de micro emprendimiento económico productivo, con la
adquisición de materias primas, habilitación de especión físicos entre otras inversiones que se
relacionan con la idea de negocio.
 Formación de liderazgos juveniles mapuche: Dirigido a hombres y mujeres que requieran
potenciar el liderazgo de dirigentes mapuches urbanos y rurales. Se financiarán proyectos que
fomenten la incorporación de la producción indígena
 Iniciativas turísticas mapuches: Pretende promover el fortalecimiento de emprendimientos
indígenas en el ámbito turístico que desarrollan las personas y comunidades a modo de
fortalecimiento de las actividades económicas de las familias de la Araucanía.
 Programa de subsidio de adquisición de Tierras Indígenas: El Fondo de Tierras y Aguas Indígenas
se establece como una respuesta del Estado a la reivindicación de tierras que demandan los
pueblos originarios del país, demanda que es particularmente sentida por el pueblo Mapuche que
habita las zonas rurales de la VIII, IX y X Regiones. Otorgar subsidios para la adquisición de tierras
por personas, comunidades indígenas o una parte de éstas, cuando la superficie de las tierras de
la respectiva comunidad sea insuficiente.

40
 Concurso subsidio para obras de riego y drenaje para indígenas: Prioriza proyectos de
tecnificación de riego y/o drenaje gravitacional o mecánico que demuestre impacto en rubros
agrícolas tradicionales o innovadores.
 Subsidio para la adquisición de derechos de aguas por indígenas: Destinado exclusivamente para
compra de derechos de aprovechamiento de aguas.
 Programa de Beca indígena: Es un aporte monetario de $638 mil para estudiantes de enseñanza
superior de ascendencia indígena en situación socioeconómica vulnerable y que tienen buen
rendimiento académico, con el propósito de facilitar su acceso al sistema educativo. Para
estudiantes de enseñanza media consiste en un aporte en dinero correspondiente a $203.000 al
año, que se paga 2 cuotas. Para estudiantes de enseñanza básica consiste en un aporte en dinero
correspondiente a $98.000 al año, que se paga 2 cuotas.
 Beca residencia indígena: Aporte monetario para arriendo de inmueble o pensión para
estudiantes con ascendencia indígena ($967000- $1268400
 Talleres de aprendizaje de las lenguas originarias, para comunidades y asociaciones indígenas:
Contempla talleres para el aprendizaje de la lengua originaria que será ejecutados por educadores
tradicionales que poseen el conocimiento de su cultura y lengua en general
 Fortalecimiento de la medicina tradicional mapuche: Contribuye al rescate, preservación y
protección de la farmacognosia, etnoterapia y herbolaria mapuche.
 Concurso de subsidio al fortalecimiento de prácticas artistico-culturales mapuches: Proyectos de
difusión del arte y la cultura mapuche, tradicional y contemporánea. Apoya el fortalecimiento de
prácticas y costumbres tradicionales en la región de la Araucanía
 Programa del Desarrollo Territorial Indígena (PDTI): tiene por finalidad apoyar a los pequeños
productores agrícolas, pertenecientes a familias indígenas, a Comunidades, Asociaciones o Grupos
de Hecho, para fortalecer sus actividades agropecuarias y actividades conexas respetando su
cosmovisión y procurando aumentar sus ingresos y mejorar su calidad de vida. INDAP dispone
recursos para inversión y capital de trabajo. Los Equipos Técnicos realizan un diagnóstico de cada
agricultor, en base a los cuáles elaboran un plan de trabajo.
 Beneficios para el usuario: Asesorías técnicas individuales prediales y grupales en los rubros que
se desarrollan, por parte del Equipo Técnico del Programa. Cofinanciamiento de proyectos de
inversión. INDAP entrega los incentivos para cubrir hasta el 95% del valor bruto del proyecto. El
resto debe ser aportado por el(la) agricultor(a). Articulación o complementación de apoyo y
financiamiento tanto de INDAP como de otras instituciones de la red de fomento público-privada.

3. FOMENTO PRODUCTIVO:
Instituciones Públicas y Programas:
a. INDAP: El Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, consta con programas tales como:
i. Programa de Desarrollo Local (PRODESAL): Es un programa de INDAP ejecutado
preferentemente a través de las Municipalidades a las que INDAP transfiere recursos por
medio de un convenio de colaboración, los que se complementan con los recursos que
aportan dichas entidades ejecutoras. Estos recursos deben destinarse a la contratación
de un Equipo Técnico que entregue asesoría técnica permanente a los agricultores del
Programa.
ii. Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI): En un instrumento que permite, a los
beneficiarios de INDAP, el acceso a incentivos económicos no reembolsables destinados
a cofinanciar proyectos de inversión en ámbitos tales como desarrollo agrícola,
agroindustrial y pecuario.

41
iii. Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos
Agropecuarios (SIRSD-S): Consiste en una ayuda económica, no reembolsable, destinada
a cofinanciar aquellas actividades y prácticas destinadas a recuperar los suelos
agropecuarios degradados y/o a mantener los suelos agropecuarios ya recuperados,
entendiendo por esto último la aplicación de prácticas que eviten que los suelos se
retrotraigan por debajo de los niveles mínimos técnicos ya alcanzados.

b. CORFO: Mejorar la competitividad y la diversificación productiva del país, a través del fomento a
la inversión, la innovación y el emprendimiento, fortaleciendo, además, el capital humano y las
capacidades tecnológicas para alcanzar el desarrollo sostenible y territorialmente equilibrado.

c. FOSIS: Liderar estrategias de superación de la pobreza y vulnerabilidad de personas, familias y


comunidades, contribuyendo a disminuir las desigualdades de manera innovadora y participativa.
Dentro del FOSIS, se destacan programas tales como.
i. Yo Emprendo Semilla
ii. Programa de Acceso al Crédito
iii. Programa Educación Financiera

Organizaciones:
Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH): Se constituyó en Valparaíso el
7 de agosto de 1990 por los sindicatos de pescadores artesanales de todo el país, reiniciando una larga
historia sindical que se remonta a la creación de los primeros sindicatos de pescadores artesanales hacia
1.920 en el norte y centro del país. Con posterioridad, se han incorporado las cooperativas de pescadores
artesanales y las asociaciones gremiales, en las que también se organiza el sector compuesto por 120 mil
personas según la Dirección del Territorio Marítimo y que poseen una flota de 15.294 embarcaciones.

Su Misión es defender los derechos sus asociados con el objeto de mejorar la calidad de vida de las comunidades
pesqueras del país. Por lo tanto, se asume el deber de representar a las comunidades costeras, ya sea durante los
procesos de discusión legislativa o ante las instituciones que norman y regulan la actividad del sector pesquero.
Asociación nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI). Organiza y promueve el desarrollo de las mujeres
rurales e indígenas que realizan diferentes actividades: campesinas productoras, asalariadas agrícolas y temporeras,
crianceras, artesanas, pescadoras, cultoras del folklore y las tradiciones de nuestro campo. En términos territoriales
integra organizaciones y mujeres provenientes, en su gran mayoría, de localidades rurales y comunidades indígenas
asentadas desde la I a la X región del país. Es por tanto, una organización nacional que recoge la diversidad de
realidades del mundo rural: desde el punto de vista étnico, laboral, cultural, geográfico y regional; que logra
coordinar, aglutinar y representar los intereses y demandas de las mujeres rurales.
ANAMURI, es una organización autónoma respecto del Estado, los organismos públicos y los partidos
políticos. En esta perspectiva se valora la generación y fortalecimiento de redes y alianzas solidarias con
organizaciones pares y de cooperación a nivel nacional e internacional.
Otras organizaciones;
- MOVIMIENTO Unitario De Campesinos y Etnias de Chile. MUCECH.
- Confederación Nacional de Federaciones de Cooperativas y Asociaciones Silvoagropecuarias
Chilenas. CAMPOCOOP.
- Confederación Constituida por Federaciones de Sindicatos Campesinos y Trabajadores del
Agro de Chile. CONAGRO.
- Otras

42
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
CARRERA NUTRICION Y DIETETICA
MODULO GESTION Y DESARROLLO SOCIAL.

INSEGURIDAD ALIMENTARIA Y MALNUTRICIÓN.


(Compiladora: Docente Angélica Hernández Moreno).

Disponibilidad de calorías.

El número de calorías diarias disponibles per cápita se ha mantenido relativamente estable en los últimos años en cerca
de 2700. Al igual que el ingreso per cápita en los años 80, la disponibilidad de calorías en la región disminuyó
lentamente, tras un aumento del 9% en los setenta. En América Central y el Caribe, la disponibilidad de calorías per
cápita aumentó a 2500 a mediados de los 80, pero ha bajado a cerca de 2300 en la actualidad. En América del Sur, ha
fluctuado entre unas 2500 y 2650 calorías en los últimos 25 años, aunque se ha observado una tendencia ascendente
en época reciente. Brasil ha presentado un constante aumento de la disponibilidad de calorías en ese período y la cifra
per cápita fue 10% mayor en 1994 que en 1970.

La población de la mayoría de los países latinoamericanos parece no cubrir sus exigencias nutricionales con las 2000
calorías diarias; 58 millones de personas de la región siguen con hambre como resultado de la pobreza generalizada y
la distribución inequitativa de los servicios. En México, América Central y el Caribe esa cifra se aproxima al 15% de la
población y en América del Sur, al 13% (ACC/SCN, 1992).

Desnutrición.

Las tasas de desnutrición en América Latina disminuyeron mucho en los años 70, pero con los trastornos económicos y
políticos de los 80, dejaron de reducirse. En América Central, México y el Caribe, la proporción de niños desnutridos
(con valores inferiores a -2 desviaciones estándar de las previsiones de peso para su edad) bajó del 19% en 1975 a 15%
en 1985. En América del Sur, se redujo del 16% en 1975 a 9% en 1980, una asombrosa caída en sólo cinco años
(ACC/SCN, 1992).

A pesar de la mejora del desempeño de la economía en muchos países latinoamericanos en la segunda mitad del
decenio de 1980, aún no se ha reanudado la reducción general de las tasas de desnutrición. En América del Sur se ha
desacelerado la disminución de dichas tasas y en América Central, México y el Caribe aumentaron un poco entre 1985
y 1990. En la actualidad, hay 6 millones de niños desnutridos en América Latina: 3 millones en México, América Central
y el Caribe y 3 millones en América del Sur (ACC/SCN, 1992). En Guatemala y Haití, uno de cada cuatro niños está
desnutrido; en Bolivia y Perú, uno de cada siete.

De acuerdo con la oficina regional de FAO, con sede en Santiago de Chile, América Central es la subregión con menos
progresos en la lucha contra el hambre. La mayor desnutrición corresponde a Haití, con 49% de desnutridos en sus 8,4
millones de habitantes. Pero enseguida se ubican tres países centroamericanos: Nicaragua con 29% de su población de
5,3 millones, Panamá, con 26% de sus 2,9 millones de habitantes, y Guatemala, con 25% de los 11,9 millones de
habitantes.

República Dominicana, vecina de Haití en la isla La Española y con 8,6 millones de personas, tiene un índice de
desnutrición de 25%

1
Mientras, en América del Sur la desnutrición en la década bajó de 41,5 a 32,9 millones y en el Caribe permaneció estable
en torno a 7,9 millones. En total, la región acumula 48,3 millones de personas afectadas por el hambre, sobre un total
mundial que llega a 842 millones, según el informe ”Inseguridad alimentaria en el mundo 2003” de la FAO.

Las crisis económicas y los programas de reestructuración de los años 80 causaron a menudo repentinas bajas de la
actividad económica y marcados aumentos de la tasa de desempleo, pero la nutrición en la región en su conjunto
demostró ser bastante estable. Los niveles básicos de alfabetismo, infraestructura de salud y servicios sociales,
generalmente altos según los patrones de los países en desarrollo, y la baja de las tasas de fecundidad pueden haber
ayudado a evitar un aumento de la desnutrición en medio de las crisis económicas y políticas (ACC/SCN, 1992).

Si bien la prevalencia de la desnutrición en los niños en América del Sur es la menor del mundo en desarrollo, alrededor
del 8%, ésta sigue siendo un grave problema en algunos países de la subregión. En Perú y Ecuador, alrededor del 13%
de los niños y menos del 2% en Argentina y Chile. (ACC/SCN, 1992).

”La seguridad alimentaria -entendida como la garantía a todos los seres humanos de acceso físico y económico a los
alimentos básicos necesarios para una vida activa y saludable- es indispensable para conseguir un crecimiento
económico y un desarrollo rural permanente y sostenible”, dijo el mexicano Gustavo Gordillo, director de la oficina
regional de FAO.

”Se ha demostrado la estrecha relación que guarda la población pobre con la agricultura. En Guatemala, por ejemplo,
de cada 100 pobres, 57 dependen de la agricultura”, señaló Alvaro Aguilar, ministro de Agricultura, Ganadería y
Alimentación de la nación anfitriona.

En una entrevista para los servicios informativos de la oficina regional de FAO, Aguilar abogó por un enfoque coordinado
e integral en la lucha contra la pobreza, que pase, entre otros aspectos, por mejorar la competitividad de la agricultura,
incluyendo a los pequeños productores rurales.

En América Latina y el Caribe hay 40 millones de pobres rurales. La mitad de ellos son pequeños agricultores y 33 por
ciento (26 millones) corresponden a comunidades indígenas. Se calcula que 81 por ciento de los campesinos de Bolivia,
77 por ciento de Nicaragua y 76 por ciento de Perú vivían por debajo de la línea de pobreza a fines de los años 90.

”Los programas de educación y salud y las inversiones en energía, carreteras y caminos rurales, no son factores ajenos
al desarrollo agrícola y rural”, advirtió José León Rivera, ministro de Agricultura de Perú, quien planteó que deben
impulsarse también en el medio rural inversiones no agrícolas para aumentar la generación de empleos.

Salud, saneamiento y atención.

Para una buena nutrición, las familias no sólo deben poder comprar suficientes alimentos, sino tener también buenos
hábitos de higiene, buenos patrones de cuidados y acceso a buena atención de salud y a agua potable. Los programas
de ajuste estructural de los años 80 exigieron a menudo reducciones del gasto público, incluso en servicios de salud. En
México, América Central y el Caribe, el gasto público se redujo durante los períodos de crisis y ajuste, generalmente a
la par con el presupuesto total del gobierno. No obstante, la mayoría de los gobiernos de los países de América del Sur
pudieron proteger el gasto en salud.

Es posible que la mejor focalización de los programas y la adopción de prácticas más eficaces en función del costo hayan
neutralizado algunos de los efectos negativos de las reducciones presupuestarias (ACC/SCN, 1992). De hecho, muchos
gobiernos tomaron medidas especiales para proteger el consumo de alimentos y la salud de los pobres, particularmente
de los niños y las mujeres embarazadas. En México, a medida que los funcionarios públicos buscaron reducir los costos,

2
los subsidios generales para alimentos se sustituyeron con intervenciones enfocadas más particularmente en las
familias de bajos ingresos. En la mayoría de los países centroamericanos también se establecieron programas de salud
y alimentación materno-infantiles, que generalmente cubrieron a más de la mitad de la población de edad escolar
(AC/CSN, 1992).

El alto porcentaje de la población con acceso a servicios de salud, abastecimiento de agua potable y saneamiento tal
vez amortiguó los efectos desfavorables del ajuste estructural, pero el porcentaje sin acceso varía según la región y la
residencia de la persona en una zona urbana o rural. Casi el 75% de la población sudamericana tiene acceso a atención
de salud, privilegio del que gozan sólo el 60% de las familias en América Central y del Caribe. Cerca del 80% o más de
las familias urbanas de América Latina tienen un grifo de agua en la casa o facilidad de acceso al agua, pero casi la mitad
de la población rural carece de esos servicios. Asimismo, el suministro de saneamiento adecuado en las ciudades es del
80% en América Latina en su conjunto, pero se reduce al 31% en las zonas rurales.

La atención dentro de la casa también puede afectar a la tasa de desnutrición de los niños, pero es difícil obtener
indicadores comparables de la idoneidad de la atención del niño. Sin embargo, se ha demostrado que el grado de
escolaridad de la mujer guarda una relación favorable con una mejor atención del niño. La tasa de alfabetismo femenino
es superior al 90% en Costa Rica y México y alrededor del 75% en República Dominicana, el Salvador y Guatemala. La
matrícula femenina media en la escuela secundaria en esta región fue del 49% en 1990, lo que representa un aumento
en comparación con 34% en 1975. Prácticamente no hay diferencias entre las tasas de alfabetismo masculinas y
femeninas en la mayoría de esos países.

El alfabetismo femenino en América del Sur es también alto y los índices de escolaridad siguen aumentando. Por
ejemplo, en Chile, la matrícula femenina en la escuela secundaria aumentó del 55% en 1980 al 74% en 1990. Hay una
pequeña diferencia en la tasa de alfabetismo entre hombres y mujeres, pero no tan alta como en la mayoría de las
demás regiones en desarrollo del mundo (ACC/SCN, 1992).

En resumen, el estado nutricional mejoró mucho en los años 70, pero se estancó en los 80. El acceso relativamente
amplio a alimentos, atención en salud y educación significa que es posible que la desnutrición siga reduciéndose, pero
esa perspectiva es condicional a la reiniciación y al mantenimiento del crecimiento económico, particularmente en los
países más pobres, y a la distribución de los beneficios del crecimiento entre las familias más pobres (ACC/SCN, 1992).

El efecto favorable de los aumentos del ingreso en la malnutrición debe acompañarse de otras medidas. Algunos países
como Costa Rica, que tienen indicadores de salud mejores de lo previsto dado su nivel de ingresos, tienden a hacer
cuantiosos gastos en salud, educación y asistencia social (ACC/CSN, 1992). La Organización Panamericana de Salud
atribuye la reducción de la malnutrición lograda en algunos países a la puesta en práctica de estrategias que mejoran
los patrones de comportamiento y atención, como el fomento de la lactancia materna, una mejor alimentación del niño
durante la enfermedad, mejores enseñanzas de nutrición y programas de inmunización y control de la diarrea y las
afecciones respiratorias, más que a aumentos del ingreso en sí (OPS, 1994). A medida que aumenta el ingreso en la
región, también debe aumentar la capacidad de la familia de acceder a los alimentos necesarios y los gobiernos y las
organizaciones no gubernamentales tendrán que prestar más atención a esos factores relacionados con la salud y la
atención que afectan a la nutrición.

En una época de reducciones el presupuesto público, una mayor reducción del grado de desnutrición puede también
exigir focalización más precisa de los programas y particular empeño para llegar hasta los pobres de las zonas remotas
y darles suficiente acceso a atención de salud, educación y asistencia social (ACC/CSN, 1992). El asunto más urgente en
el futuro puede ser la búsqueda de mecanismos institucionales apropiados para cubrir a esas poblaciones y apoyar las
estrategias propias de las familias para lograr seguridad alimentaria y nutricional.

3
LOS EFECTOS DE LA URBANIZACION.

En el siglo XX ha habido un intenso período de urbanización en América Latina. El crecimiento de las ciudades fue
nutrido por una estrategia económica que recalcó la industrialización urbana y la sustitución de importaciones y
desatendió o discriminó activamente a la agricultura y, de paso, a las zonas rurales. A comienzos del decenio de 1990,
más del 70% de la población latinoamericana vivía en las ciudades; en 1970 dicha cifra era del 57%; y en 1950, alrededor
del 40%.

La cifra varía por país. Como mínimo 53% de la población de América Central y del Caribe es urbana. Un 74% de la
población de México, 77% de la de América del Sur (fuera de Brasil) y 92% de la de Venezuela vive en las zonas urbanas.
La urbanización en Brasil se redujo del 75% en 1990 a 71% en 1993. Esos altos niveles de urbanización indican que la
mayor parte del crecimiento futuro de las ciudades no se deberá a emigración de las zonas rurales sino al crecimiento
natural de la población urbana.

El aumento de la urbanización tiene repercusiones para la seguridad alimentaria y el estado nutricional que están
todavía por explorar debidamente. Los residentes de las zonas urbanas suelen comprar, preparar y consumir los
alimentos de una manera distinta a los de las zonas rurales. Quienes viven en la ciudad trabajan y a menudo comen
fuera de su casa. En América Latina, la propaganda y la introducción de restaurantes de comida de preparación rápida
fomentan la transición hacia una alimentación con una mayor cantidad de grasas, azúcar y colesterol (Pomareda, 1995).
En general, a medida que los alimentos preparados reemplazan a los tradicionales, incluso a los cereales o tubérculos
autóctonos, disminuye la ingesta de carbohidratos complejos.

No obstante, el consumo de vitamina A aumenta con el consumo de productos lácteos y verduras. La estabilidad de la
existencia de alimentos mejora a medida que los mercados nivelan los excedentes y la escasez relacionados con la
estacionalidad del ciclo de producción agropecuaria (Ruel et al., 1997). Aunque no se ha examinado con detalle la
importancia de la agricultura urbana en la región, muchos residentes de las ciudades quizás no tienen la opción de usar
sus propios cultivos ni ganado para amortiguar los choques del ingreso. Además, los residentes del sector urbano tal
vez dependen más de las instituciones comunitarias, como los comedores de beneficencia, y del acceso a los programas
públicos, que de la familia ampliada para hacer frente a los percances causados por la pérdida de empleo y el
subempleo. Además, aunque las familias urbanas suelen tener mayor acceso a los servicios de salud y saneamiento, el
hacinamiento urbano puede acelerar la propagación de enfermedades (Ruel et al., 1997).

Las mujeres de las zonas urbanas trabajan lejos de la casa con más frecuencia que las de las zonas rurales. Cuando se
considera que las mujeres tienen la responsabilidad de llevar ingresos a la casa, es posible que tengan más control de
los recursos. El aumento del ingreso total y el grado de control del ingreso que ejercen las mujeres pueden incrementar
los gastos en alimentos y en atención de las necesidades de los niños. Al mismo tiempo, las mujeres que trabajan fuera
de la casa pueden gastar menos tiempo en atención a los niños y en las zonas urbanas se reduce el período de lactancia
materna. Es posible que esos acontecimientos ejerzan una influencia conflictiva en la nutrición infantil, pero su efecto
conjunto no está claro todavía (Quisumbing et al., 1995; Ruel et al., 1997).

Esas diferencias significan que los principales factores determinantes de la inseguridad alimentaria y la desnutrición en
las zonas urbanas pueden diferir de los observados en las zonas rurales, lo que indica que la forma de mejorar la
seguridad alimentaria y la nutrición en las urbanas puede ser distinta de la aplicable a las rurales. En realidad, esos
efectos ya se presentan en forma de transición epidemiológica. El perfil de salud de la población urbana pobre de
América Latina muestra una tendencia a sufrir carencias nutricionales típicas de las sociedades pobres y enfermedades
crónicas no transmisibles, como la arteriosclerosis, comunes en las sociedades industrializadas. Para los pobres del
sector urbano, la cuestión no consiste sólo en conseguir suficientes alimentos para comer, sino también en asegurarse
de que sean de calidad suficientemente alta para evitar más problemas de salud (Sánchez-Griñán, 1995).

4
ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN TOTAL, POR GRUPOS DE EDAD a

País 1990 2000 2010 2020


Grupos de Edad Grupos de Edad Grupos de Edad Grupos de Edad
0-14 15-34 35-49 50-64 65 y+ 0-14 15-34 35-49 50-64 65 y+ 0-14 15-34 35-49 50-64 65 y+ 0-14 15-34 35-49 50-64 65 y+
Chile 29,9 36,8 17,1 10,1 6,1 17,8 32,3 21,1 11,6 7,2 22,3 31,8 21,7 15,1 9,0 20,2 29,7 19,9 18,4 11,9
A. Latina 36,3 35,5 14,9 8,5 4,7 31,9 35,5 17,6 9,5 5,5 28,3 34,2 19,3 11,8 6,5 25,2 32,0 20,3 14,2 8,4
Argentina 30.7 30.1 17.3 12.9 8.9 28.0 31.9 17.6 12.7 9.8 25.1 32.7 18.0 13.8 10.4 23.1 30.5 20.4 14.3 11,7
Nicaragua 46.7 33.5 11.3 5.9 2.7 42.0 36.2 12.8 5.9 3.1 36.2 38.2 14.7 7.4 3.5 31.4 36.7 18.3 9. 1 4.5
Cuba 23.1 38.2 18.5 11.8 8.4 21.2 32.9 21.7 14.6 9.6 17.3 26.6 27.3 16.4 12.3 16.2 24.9 20.7 22.5 15.8
CEPAL 2004
TASA DE PARTICIPACIÓN EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA, POR SEXO a

País Ambos Sexos Hombres Mujeres


1990 1995 2000 2005 2010 2015 1990 1995 2000 2005 2010 2015 1990 1995 2000 2005 2010 20
Chile 44.9 47.0 48.3 49.7 51.3 52.8 65.1 66.0 65.8 65.8 66.1 66.5 25.4 28.7 31.4 34.1 36.9 3
A Latina 51.7 52.9 54.3 55.6 56.7 57.6 71.5 71.8 72.1 72.3 72.4 72.2 32.3 34.6 37.0 39.4 41.5 4
Guatemala 44.1 45.3 46.9 48.7 50.6 52.7 70.0 69.8 70.2 70.7 71.4 72.3 17.8 20.5 23.5 26.6 29.8 3
Haití 58.0 57.5 57.5 59.2 60.6 61.4 69.6 68.2 67.5 69.1 70.4 71.0 47.1 47.3 47.9 49.6 51.2 5
CEPAL 2004

Porcentaje de la población con acceso


a servicios de salud, abastecimiento de agua y saneamiento.

Servicio / Región Urbana Rural Total


Servicios de salud, 1990
América Latina y el Caribe n.d n.d 72
México n.d n.d 77
América Central y el Caribe (a,b) n.d n.d 62
Brasil n.d n.d 72
América del Sur, excepto el Brasil n.d n.d 73
Agua, 1992
América Latina y el Caribe 89 54 79
México 90 66 83
América Central y el Caribe (b,c) 86 47 67
Brasil 99 68 92
América del Sur, excepto el Brasil (d) 79 40 68
Saneamiento, 1992
América Latina y el Caribe 80 31 66
México 81 29 66

5
América Central y el Caribe (b,c) 77 45 61
Brasil 83 35 73
América del Sur, excepto el Brasil (d) 76 28 60
Fuente: OPS, 1994.
Nota: n.d. Significa que <<no está disponible>>.
(a) Excluye a Haití. (b) Excluye a Antigua y Barbuda, Costa Rica, Dominica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía y San
Vicente. ( c ) Excluye Nicaragua. (d) Las cifras correspondientes a la población urbana excluyen al Paraguay;
las correspondientes a la rural excluyen al Uruguay; el total excluye al Paraguay y al Uruguay.

El hambre en América Latina

Mientras en Escocia los países que integran el G8 acordaron ayudar a Palestina y África, una tercera parte de los niños
latinoamericanos se encuentran en estado de desnutrición (unos 17 millones), una crisis de la que el mundo se ha
olvidado.

Así lo expresó a la BBC, Pedro Medrano, director regional del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas
(PMA).

Medrano estuvo de paso por Colombia en una reunión con representantes de 30 países de la región para compartir
las experiencias de los programas sociales de alimentación y nutrición que se llevan a cabo, y conversó con la BBC
sobre la crisis que vive América Latina actualmente.
"El costo del hambre y la malnutrición en América Latina oscila entre un 5 y 10% del PIB, eso significa aprox. US$70.000
millones al año. Es un costo económico alto que se expresa en menos oportunidades de educación, problemas de
salud, de empleo, de seguridad".

La inversión

Los gobiernos de la región invierten actualmente cerca de US$5.000 millones en programas alimentarios y
nutricionales, y según Medrano, con US$3.000 millones más se podría resolver el problema del hambre y la
malnutrición; la misma cifra que los líderes del G8 entregarán a Palestina, o lo que ha recibido Colombia por el "Plan
Colombia" en 5 años para combatir el narcotráfico.

"Lo más grave es que las inversiones que se hacen hoy día en materia de
educación, de empleo, de salud, no van a poder ser bien aprovechadas CENTROAMÉRICA: DESNUTRICIÓN
porque están tratando ya con 1/3 de la población que está en promedio a Guatemala: 50%, pero en
nivel regional, desnutrida, esa inversión no se va a aprovechar algunas zonas alcanza el 80%
adecuadamente, en otras palabras es un mal gasto", señaló Medrano. Honduras: 30%
El Salvador: 20%
Falta de Voluntad Nicaragua: 25%

A pesar de las inversiones de los gobiernos para resolver el problema del hambre, Medrano aseguró que falta
"voluntad política" para erradicar la pobreza y cumplir con la meta acordada en los objetivos de Desarrollo del Milenio
de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre en la región para el 2015.

Según Medrano, muy pocos países de la región cumplirán con las metas del Milenio, y falta establecer la erradicación
del hambre como prioridad para poder resolver los otros problemas.

"No es casualidad que en los últimos dos años en América Latina al menos 5 gobiernos hayan sido cambiados no por
los métodos democráticos sino por presión de la calle, presión popular, porque hay necesidades que no están siendo
atendidas", explicó Medrano.

6
Otro de los puntos que preocupa al PMA es la alta migración de capital humano que vive actualmente la región, pues
según Medrano, el nivel de las remesas es superior al total de la ayuda al desarrollo de todos los países del mundo, lo
que las convierte en "la mayor fuente de cooperación que tenemos hoy en América Latina".

"¿Qué esperamos?, ¿Esperamos que la única forma que vamos a tener de llamar la atención a nuestros gobiernos, a
la sociedad civil, en particular a la comunidad internacional, es a través de situaciones de erupción social? ¿De conflicto
social?".

No sólo África

Según cifras oficiales, el 40% de la población de América Latina vive bajo la línea de pobreza y para Medrano, "no es
cierto que el problema de la pobreza sea solamente un problema del África, América Latina tiene profundas
desigualdades, es el continente que tiene los mayores niveles de desigualdad en el mundo".

Uno de los objetivos del PMA es lograr que el tema de la erradicación del hambre sea llevado a la agenda de los
gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional, por lo que su director regional dijo a la BBC que se está
pensando en la posibilidad de hacer un acto similar al concierto de "Live 8" realizado en días pasados.

"Hay ideas sobre eso, quisiéramos pensarlo con más detalle, nos gustaría sí hacerlo, y convocar a todos los artistas de
origen hispano y de otras nacionalidades que nos puedan ayudar a levantar este tema", dijo Medrano.

7
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
CARRERA NUTRICION Y DIETETICA
MODULO GESTION Y DESARROLLO SOCIAL.

EL SISTEMA DE PRODUCCION ALIMENTARIA Y AGRICOLA:


ELEMENTO CLAVE DEL DESARROLLO SUSTENTABLE.
(Compiladora: Docente Angélica Hernández Moreno).

El éxito de América Latina en la reducción de la pobreza, la eliminación de la desnutrición y la atención de las


necesidades alimentarias de una población creciente y que vive cada vez más en las zonas urbanas depende de su
capacidad de generar un crecimiento amplio en el nuevo medio económico basado en el mercado. La abundancia y
diversidad de la agricultura en América Latina y de sus recursos naturales ofrece a la región una enorme ventaja
comparativa con la que puede competir en los mercados mundiales. El desarrollo sostenible de la agricultura y de los
recursos naturales puede contribuir mucho al desarrollo económico y social general, sobre todo en las zonas rurales,
donde la pobreza suele ser sumamente grave.

El énfasis en la importancia de la agricultura para el crecimiento general puede parecer sorprendente en un principio,
dado el crecimiento de las zonas urbanas y la industria en los últimos decenios. Pero aunque con el tiempo se ha
reducido mucho el aporte relativo de la producción agrícola a la economía, no ha sucedido lo mismo con el aporte
absoluto del sistema general de producción alimentaria y agrícola a la economía. En realidad, la agricultura pese a
haberse quedado atrás de otros sectores de la economía en el decenio de 1970, en la mayoría de los países hoy en día,
es un dinámico sector que creció más rápido que la economía global entre 1980 y 1992.

La producción agrícola en sí vale más de US$ 90.000 millones para la región y aporta más de 10% al PIB (BID, 1994). En
los países más pobres, como Bolivia, Guatemala, Honduras y Paraguay, 50% de la población o más vive todavía en las
zonas rurales. Para ese grupo, la vitalidad de la agricultura tiene un efecto directo en su bienestar. La agricultura tiene
también importantes efectos multiplicadores beneficiosos para toda la sociedad, rural o urbana. Un sector agrícola
sano genera empleo en transporte, comercio al por menor e industria de elaboración a medida que aumentan la
producción y el ingreso rural, lo que, a su vez, crea demanda de otros bienes y servicios no agrícolas. Se ha estimado
que cuando la producción agrícola en América latina aumenta en un dólar, la producción económica general lo hace en
casi cuatro dólares (Pinstrup-Andersen, Lundberg y Garret, 1995).

Además, en conjunto, el sistema de producción alimentaria y agrícola, incluyendo a la agroindustria, representa más
del 20% de toda la actividad económica en muchos países y alcanza fácilmente 10% aún en los países muy urbanizados
como Argentina y México (figura 7). La agroindustria en América Latina tiene bastante espacio para crecer y tal vez
servirá de subsector principal del sistema. En la mayor parte de América Latina, la agroindustria relacionada con
alimentos alcanza una proporción superior a 80%, representa menos de 30% del valor total del sistema de producción
alimentaria y agrícola, en comparación con un valor del 80 a 90% en los países desarrollados (Schejtman, 1994).

Por ahora, las agroempresas y agroindustrias latinoamericanas tienden a estar muy concentradas. En México, más de
50% de la producción proviene de sólo 8% de las agroempresas y menos de 5% de 63%. En Ecuador, las 29 agroindustrias
de mayor tamaño generan más de la mitad de la producción. Junto con el crecimiento de las agroempresas en las
exportaciones no tradicionales, como fruta y vino de Chile, verduras de México y flores de Colombia, los alimentos
elaborados para el mercado interno también han comenzado a adquirir más importancia.

1
Además, han proliferado los supermercados y los restaurantes de comida de preparación rápida. Los supermercados
aparecieron por primera vez en Brasil en el decenio de 1950, pero a comienzos de los años 70 representaban sólo 20%
de las ventas de productos alimentarios. Sin embargo, a fines de los 80, habían captado 80% de las ventas de productos
alimentarios y empleaban a 500.000 personas. En Chile, suministran 65% de los alimentos que consumen las familias
de medianos ingresos y 45% de los alimentos de las familias de bajos ingresos (IICA, 1995;Schejtman, 1994).

Las principales dificultades para la agricultura latinoamericana en los próximos 25 años provendrán de la necesidad de
ampliar la competitividad del sector, incluidos los pequeños agricultores, y de proteger la base de recursos naturales.
El gobierno y el sector privado deben trabajar juntos para agregar valor a la producción agrícola por medio de la creación
de agroempresas y agroindustrias. El aumento de la productividad y el desarrollo del sistema de producción alimentaria
y agrícola más allá de la producción agrícola exigirán intensificación y uso acertado de insumos, como fertilizantes y
agua; mayor uso de tecnologías con uso intensivo de conocimientos y que sean favorables al medio ambiente; incluso
con mejores técnicas de administración; mejor infraestructura productiva, como caminos y servicios financieros;
inversión continua en investigación agrícola; y políticas macroeconómicas estables y transparentes (Garrett, 1995).

Patrones de producción agrícola.

Cuatro países dominan la producción agrícola de la región. Brasil aporta 40% del valor total de la producción agrícola.
México representa 19% del total y Argentina y Colombia contribuyen 12 y 7% respectivamente. Juntos, estos cuatro
países constituyen el 78% del valor de la producción agrícola latinoamericana.

La composición general de los cultivos alimentarios producidos en América Latina se ha mantenido bastante estable
con el tiempo. Desde comienzos de los años setenta, por ejemplo, la superficie destinada a la producción de cereales
en México, América Central y el Caribe se ha mantenido en 70% y en América del Sur ha bajado del 75 al 70%.

Aunque la composición se ha mantenido igual, la superficie destinada a la producción alimentaria ha aumentado cerca
de 6% y el volumen de producción 66%, debido principalmente a rendimientos crecientes. La producción de cereales
aumentó de un promedio de 74 millones de toneladas entre 1972 y 1974 a 118 millones de toneladas entre 1992 y
1994 (FAO, 1995).

En cuanto a volumen, entre 1992 y 1994, América del Sur produjo alrededor del 70% de todos los cereales, y México,
América Central y el Caribe aportaron el resto.

El maíz fue, con mucho, el cereal más importante en América Latina y representó 58% de la producción total de cereales.
Tanto el arroz como el trigo representaron cada uno cerca del 16% de la producción en la región. Esas cifras están algo
sesgadas porque en América del Sur se produce una proporción de arroz mucho mayor. En México, América Central y
el Caribe, el maíz representó 66% de la producción de cereales y el arroz alrededor del 6%.

Los rendimientos por há. indican que de 1970 a 1994, la superficie sembrada de cereales se ha mantenido estable. Sin
embargo, los rendimientos aumentaron 67%, de 1,5 a 2,5 toneladas por há, cifra que representa alrededor de 3,7%
anual durante el período.

Algunos analistas sostienen que los programas de ajuste económico de los años 80, especialmente la apertura de las
fronteras al comercio, harán cambiar esos patrones de cultivo, a medida que los productores siembren para aprovechar
la ventaja comparativa hipotética. Las cifras de producción media entre 1972-74 y 1992-94, aún no comprueban tal
cambio. Eso puede deberse a que en los acuerdos comerciales suele aplicarse un régimen especial a la agricultura
porque las categorías ocultan importantes cambios de producción entre una y otra o porque, en algunos casos, las
políticas agrícolas internas minan el efecto previsto de la liberalización del comercio.

2
Los patrones de cultivo también pueden demorarse en cambiar porque reflejan no solamente los precios, sino también
la ecología de la zona y las características de los productores predominantes en ese medio. En Argentina, Paraguay y la
región meridional de Brasil predominan las fincas de tamaño medio y grande, muy mecanizadas. El uso de
agroquímicos, como fertilizantes y fungicidas, es pequeño pero crece en relación con el de la agricultura de los países
industrializados. En esas regiones se ha reducido el número de pequeños agricultores y la población rural. La zona
boscosa se mantiene estable o en constante aumento. Los sistemas de monocultivos han reemplazado los sistemas
más tradicionales de rotación de cultivos y ganado, a menudo con efectos desfavorables para la calidad del suelo
(Kaimowitz, 1995).

En la región central y meridional de México, las laderas de las montañas de América Central, la región Andina, Haití,
República Dominicana y el noreste de Brasil predominan los pequeños agricultores que por lo general son pobres.
Suelen diversificar su producción agrícola con siembra de varios cultivos y cría de ganado, como parte de una estrategia
para reducir el riesgo y la fluctuación del ingreso familiar (Kaimowitz, 1995).

En Chile y en los trópicos predominan los cultivos de alto valor por unidad de superficie, como algodón, café, caña de
azúcar, flores, fruta y verduras. Los productores de esas zonas tienden a emplear una gran cantidad de productos
agroquímicos y mano de obra estacional. En el último decenio ha aumentado rápidamente la producción de
exportaciones no tradicionales, como las de fruta en Brasil, flores en Colombia y Costa Rica, fruta y productos forestales
en Chile y verduras en México. Por causa del uso de grandes cantidades de productos agroquímicos durante mucho
tiempo, esos productores enfrentan ahora graves dificultades ambientales. Las enfermedades de las plantas son cada
vez más resistentes a los fungicidas y los productos químicos han contaminado a menudo el agua de riego e intoxicado
a los agricultores (Kaimowitz, 1995).

El papel de los pequeños agricultores.

Obviamente, los productores de América Latina son muy diversos y las técnicas y los patrones de producción varían aún
dentro de un mismo país. Con todo, en América Latina parece mantenerse un doble patrón de producción: algunos
productores emplean técnicas intensivas en capital en explotaciones relativamente extensas y otros están poco
mecanizados y usan relativamente pocos insumos en pequeñas parcelas (Kaimowitz, 1995).

Hacia fines de los años 80, había cerca de 17 millones de explotaciones rurales con un total de alrededor de 700 millones
de hectáreas. De esa superficie, 15,7 millones podrían definirse como "unidades familiares" de menos de 3 hectáreas.
En esas unidades, 11,7 millones eran cultivados por minifundistas y 4 millones por pequeños agricultores. Por tanto, los
minifundistas representaban casi 70% de los propietarios y los pequeños agricultores, cerca del 24%, pero en conjunto
no tenían más del 7% de la tierra (Chiriboga, 1994).

Hay distintas posiciones con respecto a la importancia que tienen los pequeños agricultores y los minifundistas para la
producción. Algunos sostienen que los pequeños agricultores ya no son tan importantes para el futuro de la agricultura
y que pronto serán desplazados por los grandes agricultores comerciales. Otros alegan que los pequeños agricultores
no sólo proporcionan una gran cantidad de productos agrícolas, sino que su elevado número hace de su bienestar una
cuestión social, no solamente económica, y que a través de la contratación de mano de obra rural y el abastecimiento
interno aportan a la economía nacional.

Los pequeños agricultores, de hecho, son más importantes de lo que parece indicar su extensión de tierra de cultivo
laborable y permanente. Además de aportar divisas por medio de su producción para el mercado de exportación,
también producen una gran cantidad de los alimentos básicos, tales como: maíz, frijol y papa, de importancia para la
alimentación nacional. En los países sobre los que hay datos, los pequeños agricultores suelen aportar hasta un tercio
de la producción de cereales básicos, aunque su proporción de tierra de cultivo raras veces pasa de 15%.

3
Si se les da igualdad de acceso a bienes públicos y a tecnología apropiada eficaz en función del costo, los pequeños
agricultores deben poder competir con los grandes productores y a escala internacional en condiciones de liberalización
del comercio. La clave está en proporcionarles bienes públicos, incluyendo investigación y tecnologías agrícolas,
transporte e información sobre el mercado para que puedan actuar con eficiencia económica. Es injusto argumentar
que los pequeños agricultores no pueden "competir", si no tienen las mismas oportunidades de acceso a insumos y
bienes públicos de que disfrutan los grandes productores.

RECURSOS NATURALES: AMENAZAS Y OPORTUNIDADES

La meta de alcanzar competitividad internacional para la agricultura no puede lograrse si la región agota o degrada la
fuente básica de tales cambios: sus propios recursos naturales. Aunque a menudo falta información precisa sobre la
forma en que las actividades humanas afectan al medio ambiente, los datos disponibles indican que el deterioro
ambiental en América Latina llega a un grado inquietante. Dada la riqueza de los recursos de la región y su importancia
para el crecimiento de la misma y para las existencias de alimentos y la salud ambiental del mundo, las pérdidas
continuas serán devastadoras.

En lo que respecta a recursos naturales, América Latina es una de las regiones más ricas del mundo. Con 8% de la
población mundial, tiene 23% de la tierra potencialmente cultivable del mundo, 12% de la superficie cultivada, 46% de
los bosques tropicales y 31% del agua dulce del planeta. Se estima que en una hectárea de la selva amazónica puede
haber de 1000 a 2000 especies vegetales, es decir, más de las que existen en toda Europa (IICA, 1991). A pesar de ese
favorable perfil general de recursos, los ecosistemas regionales muestran grandes diferencias. En las regiones altas de
Perú, se cultiva solamente 20% de la tierra utilizable, mientras que en algunos países de América Central se explotan
casi todos los terrenos agrícolas potencialmente utilizables.

América Latina tiene cerca de 700 millones de hectáreas de superficie potencialmente cultivable, casi 35% del total
(Gallopín, Winograd y Gómez, 1991).
Miguel Santiago Campos, secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de Argentina, indicó que la ”aparente
bonanza económica” de los años 90 hizo bajar la guardia en el combate a la pobreza, con una excesiva confianza en los
mecanismos de asignación del mercado.

Hoy se comprende la necesidad de acciones concretas y constantes para erradicar la desnutrición, como el plan
”Hambre Cero” del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, o los programas ”El hambre más urgente” y
”Prohuerta”, del gobierno de Néstor Kirchner en Argentina.

El ministro argentino recordó que la región es proveedora de 20% de los alimentos del mundo y que podría duplicar
esa participación con un ”sinceramiento” de los mercados que ponga fin al proteccionismo del Norte y un mayor valor
agregado a la producción latinoamericana y caribeña.

Aumentar la presencia latinoamericana en el comercio mundial de alimentos requiere de una modernización de la


agricultura que debe insertarse en la sociedad de la información.

Un gran número de países de América latina y el Caribe está envuelto en el proceso de globalización, pero partiendo
con notables desventajas con relación a los países industrializados, en tecnología, en infraestructura y políticas,
originando problemas sociales”, señaló León Rivera.

Esto obliga a preocuparse, además de los mercados, de la brecha digital, que crea inequidades entre Estados, pero
también dentro de los países.

4
En el terreno práctico, uno de los requerimientos es consolidar en la región el Programa de Información sobre la
Alimentación y la Agricultura, creado en la Cumbre de la Alimentación de 1996, cuyo brazo ejecutor es el Centro de
Información Agraria Mundial (Waicent, en inglés).

Según la FAO, la información pasa a ser un nuevo insumo para la agricultura, que aportará conocimientos de vanguardia
para producir más y mejores alimentos y orientará decisiones de mercado para aumentar la competitividad de los
agricultores, en especial de los pequeños campesinos pobres. (FIN/2004)

Consumo medio de fertilizantes en algunos cultivos, 1961-63 y 1988-90

1961 - 63 1988 - 90
Región/cultivo
( kilogramos de NPK/hectárea )
América Central / maíz 9,76 63,45
América de Sur / arroz 13,16 94,29
América del Sur / maíz 11,29 54,19
Todos los países en desarrollo 6,51 82,14
Todos los países desarrollados 44,80 116,19
Mundo 25,65 98,08
Fuente : Oram y Hojjati, 1994.
Nota: NPK significa nitrógeno, fosfato y potasio.

Proporción comercializada de los cultivos alimentarios


de los pequeños agricultores, mediados del decenio de 1980

Arroz Trigo Maíz Otros cultivos Proporción de la superficie


alimentarios cultivada
Bolivia 15 20 30 30 13
Chile 6 9 6 12 11
Costa Rica 10 … 10 10 1
Ecuador 25 27 53 40 8
El Salvador 30 … 30 30 12
Guatemala 7 32 24 34 20
Honduras n.d. n.d. 20 20 18
México 35 35 35 35 12
Panamá 15 … 15 20 9
Paraguay n.d. n.d. 20 25 3
Fuente : Jazairy, Alamgir, Panuccio, 1992.
Nota : Esta fuente define a un pequeño agricultor como el que trabaja menos de 3 hás. de tierra de
cultivo. Sin embargo, señala que los métodos de recopilación de datos y la definición de conceptos

5
pertinentes difieren a veces de un país a otro, de manera que las cifras deben emplearse con
cuidado.

Concentración de la tierra y la pobreza rural, países selectos, 1981-84

País Porcentaje de Hectáreas / Indice de Gini de la Familias sin tierra


la población agricultor concentración de la como porcentaje del
rural pobre tierra total de familias
rurales
Rep. de
10 0,4 0,301 4
Corea
Egipto 18 0,5 0,430 24
Panamá 30 2,8 0,840 20
Tailandia 34 0,8 0,460 10
Pakistán 39 1,4 0,539 31
Filipinas 42 1,2 0,530 37
Indonesia 44 0,7 0,620 36
Jamaica 51 0,8 0,815 41
Venezuela 56 5,1 0,920 27
Honduras 58 1,4 0,780 33
Paraguay 63 11,4 0,939 27
Brasil 67 6,0 0,859 39
Fuente : Cornia, 1994.
Nota. Indice de Gini cercano a 1 significa absoluta desigualdad.
CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO, A PRECIOS CONSTANTES DE MERCADO.

País Sobre la base de cifras a precios constantes de 1995


1990 1995 2000 2001 2002 2003
Chile 3.3 9.0 4.5 3.5 2.0 3.3
Total A.L. -0.6 1.1 3.7 0.4 -0.6 2.0

CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO POR HABITANTE.

País Sobre la base de cifras a precios constantes de 1995


1990 1995 2000 2001 2002 2003
Chile 1.0 7.2 3.2 2.3 0.9 2.2
Total A.L. -2.9 -0.6 2.1 -1.1 -2.1 0.5

CRECIMIENTO DEL QUÁNTUM DE LAS IMPORTACIONES DE BIENES Y SERVICIOS

País Sobre la base de cifras a precios constantes de 1995


1990 1995 2000 2001 2002 2003

6
Chile 3.5 23.6 4.0 1.3 1.1 9.2
Total A.L. 11.9 5.3 12.0 0.2 -7.4 0.2

CRECIMIENTO DEL QUÁNTUM DE LAS EXPORTACIONES DE BIENES Y SERVICIOS

País Sobre la base de cifras a precios constantes de 1995


1990 1995 2000 2001 2002 2003
Chile 10.7 7.3 1.9 7.0 0.9 5.9
Total A.L. 7.2 12.7 10.6 2.4 1.5 4.4

Nuevos focos de hambre en América Latina

Por Néfer Muñoz*

14% de la población de la región no tiene ingresos para procurarse una alimentación mínima, y muchos más son
vulnerables a los efectos de los problemas económicos y los desastres naturales, advierten expertos ante la Cumbre
Mundial en Roma.

SAN JOSE,- 72 millones de personas, 14 % de los 516 millones de latinoamericanos y caribeños, viven en pobreza
extrema y sufren las secuelas del hambre, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La desnutrición afecta a 54 millones, tanto en zonas rurales como urbanas. Haití, en el Caribe, El Salvador, Guatemala,
Honduras y Nicaragua, en América Central, y Argentina, Colombia y Perú, en América del Sur, son los que experimentan
situaciones agudas, aseveró el PMA, de cara a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que se celebrará en la capital
italiana del 10 al 13 de junio.

En Guatemala, donde la prolongada sequía de 2001 liquidó las cosechas, 60.000 niños están severamente desnutridos
y 6.000 corren peligro de morir de inanición, y en Colombia y Perú una de cada cuatro personas pasa hambre.

La desigualdad, el marasmo económico de algunos países, las malas cosechas, la caída de precios de productos de
exportación como el café y los desastres naturales profundizaron en los últimos dos años la crisis alimentaria, dijo a
Tierramérica el director del PMA para América Latina y el Caribe, el peruano Francisco Roque. “Es una emergencia
silenciosa, pues la gente en pobreza extrema no muere de la noche a la mañana, pero representa un problema a largo
plazo”, enfatizó Roque.

“Nosotros tomamos mate (infusión a base de yerba mate) y aguantamos, pero los niños lloran de hambre hasta que se
duermen agotados de llorar, y a la mañana se despiertan otra vez desesperados por su leche”, relató a Tierramérica la
argentina Gladys Silva, de 28 años, madre de seis hijos y residente del distrito bonaerense de La Matanza.

Silva y su marido están desocupados. El recibe un subsidio de 45 dólares, menos de un tercio de lo que necesita para
alimentar a la familia.

En lo que fue el granero de América del Sur la mitad de la población vive en la pobreza y hay 6,5 millones de indigentes,
aunque las cifras aún no reflejan la dimensión de la crisis alimentaria.

La amenaza del hambre se cierne también sobre más de 200 millones de pobres latinoamericanos y caribeños,
vulnerables a cualquier agravamiento del contexto económico o a nuevos desastres naturales, agregó Roque.

7
América del Sur redujo en los años 90 de 14 a 10 % la proporción de personas hambrientas, mientras que en América
Central la incidencia de la desnutrición aumentó de 17 a 19 % y en el Caribe de 26 a 28 5, según la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Pero los logros sudamericanos son relativos por el precario contexto económico.

La región tampoco es destino prioritario de la ayuda internacional. “En este momento hay una gran atención sobre
Afganistán o Africa del Sur. Tenemos que hacer ver a la comunidad internacional que no hay que descuidar a América
Latina y el Caribe”, destacó Roque.

A los países que experimentan situaciones agudas, se suman los focos crónicos de hambre en otras naciones.

Cuarenta de los casi 100 millones de mexicanos sufrieron algún grado de desnutrición. Cuatro de los diez millones de
niños y niñas menores de cinco años están desnutridos, según el Instituto Nacional de Estadística.

En los estados del sur y el sudeste --Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Yucatán-- 80 % de los habitantes pasan hambre,
sostuvo el Instituto Salvador Zubirán (ISZ).

México se volcó a fabricar alimentos con costosas tecnologías importadas, pero ofrece una limitada variedad de
alimentos baratos para cubrir las necesidades de las mayorías, advirtió el ISZ.

40% de los mexicanos basan su ingesta diaria en tortilla de maíz, vísceras, frijoles y huevo y 15 % consumen sólo tortilla,
tubérculos y chile (ají).

En Brasil, gobierno e instituciones civiles no se ponen de acuerdo sobre el verdadero alcance del fenómeno. Según
cifras gubernamentales, el hambre afecta a 22 millones de personas, en un total de 170 millones de habitantes. Para
el independiente Foro Brasileño de Seguridad Alimentaria hay 44 millones de brasileños con hambre. Es la cifra “más
cercana a la realidad”, dijo a Tierramérica Francisco Menezes, director del Instituto de Análisis Sociales y Económicos.

Un descarnado ejemplo se aprecia en el Instituto de Prevención de la Desnutrición y la Excepcionalidad (IPREDE), en


Fortaleza, capital del nororiental estado de Ceará, donde 22 niños y niñas procuran recuperarse de cuadros de
desnutrición moderada o grave, visible en sus ojos profundos, vientres abultados, baja estatura y la mitad del peso
normal.

La desnutrición provoca diversas secuelas físicas e intelectuales en la infancia, que sin embargo no son irreversibles,
dijo a Tierramérica la argentina especialista en nutrición María Luisa Ageitos. "Lo único irreversible es la talla", aseveró.

Flaviana Nogueira Duarte tiene ahora 19 meses. Internada en el IPREDE el 17 de abril por desnutrición moderada, gripe
y falta de apetito, pesaba 7,28 kilogramos, 25 por ciento debajo del peso mínimo para su altura de 76 centímetros,
inferior a la normal. Su madre, desempleada y con cuatro años de escolaridad, carece de ingresos y sobrevive junto a
Flaviana y otra hija gracias a la ayuda de sus vecinos.

En Venezuela, 90% de los hogares no pueden adquirir los productos de la canasta alimentaria básica, pues el salario
mínimo oscila entre 150 y 175 dólares, según un estudio efectuado en abril por el Centro de Documentación de Análisis
Social de la Federación Venezolana de Maestros.

“Es imposible que un hogar con esos ingresos pueda costear la canasta alimentaria familiar”, indicó a Tierramérica
Oscar Meza, presidente del Centro.

8
Pobreza y desnutrición en América Latina y el Caribe
La desnutrición en América Latina descendió de un 21% en 1970 a un 7,2% en 1997, mientras que la tasa de pobreza,
calculada según el nivel de ingresos, fluctuó sólo ligeramente durante los tres últimos decenios, descendiendo de un
45% en 1970 a un 44% en 1997. Estas tendencias revelan que la disminución de la desnutrición no depende solamente
de un aumento en los ingresos. En América Latina, los progresos en la reducción de la desnutrición se atribuyen, en el
nivel de las causas indirectas, a unas buenas prácticas de atención y al acceso a los servicios de salud, incluida la
planificación de la familia y los servicios de agua y saneamiento; y en el nivel básico, a la participación de las mujeres
en la toma de decisiones sobre su propia educación y los recursos en efectivo que controlan.

Pobreza y desnutrición
en América Latina y el Caribe

9
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
CARRERA NUTRICION Y DIETETICA
MODULO GESTION Y DESARROLLO SOCIAL.

SITUACIÓN AMERICA LATINA Y EL CARIBE.


(Compiladora: Docente Angélica Hernández Moreno).

América Latina tiene aún niveles desmesurados de pobreza, inseguridad alimentaria y mal nutrición. Las dificultades de
atender las futuras necesidades alimentarias, aliviar la pobreza y administrar la base de recursos naturales de una forma
sustentable se agudizan con los impresionantes cambios en la estrategia de desarrollo económico en América Latina
en el último decenio. Los gobiernos nacionales ya no consideran al Estado como la fuerza motriz del crecimiento. Más
bien, miran hacia el mercado. Estos cambios, han alterado el panorama económico y político. Los cambios económicos
generados por el ajuste estructural son importantes y quizás permanentes.

No hay consenso claro sobre cómo asegurarse de que millones de pequeños agricultores estén listos para enfrentar la
competencia internacional, ni sobre cómo trasladar las responsabilidades de educación y salud de un gobierno central
a miles de municipios. Todo esto dificulta el éxito de la puesta en práctica de las estrategias económicas y políticas.

El éxito en América Latina para resolver sus desafíos dependerá de la capacidad que tenga la región de aprovechar sus
ventajas competitivas, especialmente sus abundantes recursos naturales. Por ende, la visión exige reconocimiento de
la función crucial de la agricultura y la creación de un sistema de producción alimentario y agrícola favorable al
medioambiente, eficiente y de bajo costo.

CRECIMIENTO, POBREZA Y DESIGUALDAD EN AMERICA LATINA


Los años 80 se conocen, a menudo, como "el decenio perdido" en América Latina. Al final del decenio, el producto
interno bruto (PIB) per cápita, con el ajuste correspondiente a la inflación, era 10% menor que al comienzo (Banco
Mundial, 1995).

Con una estrategia centrada en el Estado, América Latina disfrutó de una de las mayores tasas de crecimiento
económico en el mundo. Sólo cinco economías (Alemania, Japón, Corea, Taiwán y Tailandia) superaron la tasa media
de crecimiento de América Latina entre 1950 y 1973 (Maddison, 1989, citado en Iglesias, 1993). En el decenio de 1960,
el ingreso per cápita aumentó 33% en relación con los índices de 1950 y en el de 1970 otro 40%. En promedio entre
1950 y 1980 el PIB per cápita aumentó 2,7% anual en América Latina. Las ciudades crecieron, surgió una clase media y
mejoraron las condiciones sociales. La tasa de mortalidad se redujo a la mitad, de 123 por 1000 nacidos vivos a 63, y la
esperanza de vida media aumentó 13 años (Cornia, 1994).

Aún para quienes creen que la política de sustitución de importaciones fue un error desde el principio, el modelo
produjo importantes adelantos sociales y económicos. Ramos (1993) y otros neoestructuralistas alegan que, de hecho,
la sustitución de importaciones fue bastante lógica durante los años treinta y cuarenta, cuando la Gran Depresión y la
Segunda Guerra Mundial hicieron casi imposible que los países latinoamericanos exportaran y el gobierno tuvo que
encontrar la forma de estimular al sector privado. Sostienen que siguió siendo lógica por lo menos hasta finales del
decenio de 1950, cuando las secuelas de la guerra dificultaron la importación de grandes volúmenes de bienes
manufacturados. No obstante, casi todos los analistas reconocen que en los años 60, la estrategia comenzó a dar
rendimientos decrecientes y al llegar a los setenta mostraba signos de tensión y fatiga.

1
Para entonces se habían explorado casi todos los campos de posible sustitución eficiente de importaciones. La región
perdió mucho terreno en su capacidad de competir a escala internacional, a medida que las barreras comerciales -
incluso el tipo de cambio sobrevalorado- protegían a industrias ineficientes que, de otro modo, no habrían podido
competir en el mercado mundial. Esas barreras también tuvieron un efecto adverso en las exportaciones. Los países
acumularon deuda externa para financiar el consumo interno y la inversión. Hubo contradicciones sucesivas de la
estrategia centrada en el Estado, que se desplomó tras el aumento de las tasas de interés de finales de los setenta y
comienzos de los ochenta (Iglesias, 1993). Los gobiernos de América Latina se vieron obligados a adoptar una nueva
estrategia en que los mercados, no el Estado, fueron la fuerza motriz del crecimiento.

Los ajustes de los años 80 ocurrieron primordialmente en dos etapas. Primero vino la estabilización, con la que se
intentó abordar la crisis y la inestabilidad macroeconómica, en general por medio de devaluaciones sustanciales y
reducción del gasto público. La segunda etapa trajo una reforma estructural, por lo común con un cambio del paradigma
de desarrollo, incluso con liberalización de los mercados, reducción de las barreras comerciales y privatización de las
actividades el Estado (Morley, 1995).

Golpeado por choques económicos, guerra y terrorismo, el ingreso per cápita se niveló durante los años ochenta. El PIB
per cápita en América Latina al final de 1990 llegó a un promedio de US$ 1.785 en dólares constantes de 1987, lo que
equivale a US$ 178 menos (un 10%) que en 1980 (Banco Mundial, 1995). La figura 1 muestra la situación de las
diferentes subregiones.

Puesto que las experiencias de los países dentro de un grupo pueden haber variado mucho, las cifras se aplican al grupo
citado y no a cada país en particular.

En los años 90 el PIB per cápita se estabiliza y aumenta ligeramente en la mayoría de los países de América Latina y el
Caribe. Aún así, ha variado la experiencia en materia de crecimiento económico. Aunque la tasa de crecimiento general
de la región de 1991 a 1996 fue de 3,1%, varios países como Brasil y Venezuela han oscilado entre períodos de
crecimiento y recesión. En 1995 Argentina y México sufrieron graves reveses económicos. En 1996, volvió a surgir un
patrón de modesto crecimiento acompañado de estabilidad de precios en toda la región, no siendo posible aún predecir
la tendencia de mediano plazo (CEPAL, 1996).

Se desacelera la reducción de la pobreza

A pesar del aumento del ingreso medio, en los últimos 25 años, América Latina ha progresado poco en la reducción de
la pobreza. En 1990, 46% de la población de la región era pobre. Porcentaje igual al de 1970 (figura 2). En realidad en
1990 había 76 millones más de pobres que en 1970. Otros 30 millones vivían en la pobreza absoluta. En algunos países,
el porcentaje de pobres también ha aumentado. En Honduras 65% de las familias eran pobres en 1970. Cifra que
aumentó a 75% en 1990. En Chile, 17% de las familias eran pobres en 1970, en comparación con 28% en 1992.

De 1970 a 1980 se adelantó algo en la reducción de la pobreza rural. En América Latina como un todo, la proporción de
la población rural pobre se redujo de 67% a 60% en ese período, con lo que disminuyó el número de pobres en las zonas
rurales en proporción cercana a 2,6 millones de personas (cuadro 1). Sin embargo, entre 1980 y 1990, aumentó tanto
la pobreza urbana como la rural en proporción de 84 y 10% respectivamente.

Con la creciente urbanización, hoy en día residen más pobres en las zonas urbanas que en las rurales. El porcentaje de
residentes pobres en las zonas urbanas aumentó de 29% en 1970 a 39% en 1990 y en las rurales se redujo de 67 a 61%.
Pero desde 1970 hasta 1990, el número de pobres del sector urbano aumentó 71 millones y; el del sector rural,
solamente unos 5 millones (cuadro 1). Ya en 1990 vivían 115,5 millones de pobres en las ciudades y 80,4 millones en
las zonas rurales.

2
Este aumento de la pobreza urbana no es totalmente sorprendente dado que los programas de ajustes de los años
ochenta cambiaron radicalmente algunos de los sesgos de las políticas gubernamentales contra la agricultura y que
algunas medidas, como la cancelación de los subsidios al consumidor, tal vez afectaron más a las familias urbanas que
a las rurales. Es posible que estas últimas sean todavía más pobres que las urbanas y que la pobreza rural sea más grave
que la urbana. El porcentaje de población urbana que vive en la pobreza absoluta se redujo de 45% a 39% de 1970 a
1990 y el de población rural en las mismas condiciones aumentó de 58 a 60% (cuadro 2).

Al continuar las condiciones favorables al crecimiento económico en países como Bolivia, Colombia, Chile y Perú, se
espera que comience a reducirse la pobreza otra vez. No obstante, el crecimiento económico aún parece ser frágil en
muchos países, y existe una relación inquietante entre la inflación y el crecimiento necesario para aumentar el ingreso
y el empleo. La creación de empleos en los años noventa ha sido lenta. El desempleo global en 1996 fue relativamente
alto al situarse cerca del 7% y, según las previsiones, al terminar el año, la tasa de desempleo en las zonas urbanas de
la región alcanzaría el nivel más alto registrado hasta ahora en este decenio (CEPAL, 1996). Por falta de crecimiento
más rápido del empleo es poco probable que la pobreza se haya reducido mucho en la región en los últimos años.

La desigualdad impide el alivio de la pobreza.

La abrumadora desigualdad en la distribución del ingreso, de la tierra y de las oportunidades en América Latina ha
contribuido al no éxito en la reducción de la pobreza. Al impedir la acumulación de capital humano y físico, la
desigualdad obstaculiza el crecimiento necesario para sacar a millones de personas de la pobreza. Una distribución más
equitativa del ingreso por ej, podría incrementar la matrícula escolar, mejorando la calidad de los recursos humanos
indispensables para el crecimiento. La desigualdad también contribuye a la inestabilidad política que se manifiesta en
los levantamientos campesinos ocurridos en México y los disturbios callejeros en Venezuela.

La proporción del ingreso destinado al 40% más pobre de las familias es sólo de 7% en Brasil, 8% en Guatemala y 9% en
Honduras. Además, la desigualdad en la distribución de la tierra es tal en algunos países que se acerca a su grado
máximo teórico (la desigualdad total produciría un índice de Gini de 1).

Las políticas tradicionales han fortalecido o quizás causado esos altos grados de desigualdad. Históricamente, las
políticas macroeconómicas y sectoriales han favorecido la producción con alto coeficiente de capital, a pesar de la
abundancia de tierra de la región y del bajo grado de escolaridad que deberían haber hecho relativamente menos
costosa la mano de obra. En países extensos como Argentina, Brasil y México, el crecimiento fue encabezado por los
sectores modernos donde se devengan altos salarios (Morley, 1995). Las políticas favorecieron a quienes tenían capital
más que a los pobres, cuyo principal recurso era la mano de obra, y contribuyeron a crear desigualdades cada vez
mayores en la distribución del ingreso y de los recursos. La falta de escolaridad, servicios de salud e infraestructura en
las zonas rurales agravaron la pobreza y la desigualdad en ese medio (Cornia, 1994).

Algunos investigadores han llegado a afirmar que una mayor desigualdad de ingresos es un requisito para el crecimiento
económico o una consecuencia necesaria de éste.

En Brasil, por ejemplo, los investigadores calcularon que el ingreso generado por el 20% más rico de la población es 32
veces superior al que recibe el 20% más pobre. En la República de Corea, el 20% más rico recibe sólo una proporción 8
veces superior al ingreso del 20% más pobre. Los investigadores calcularon que si en 1960 la relación en Brasil hubiera
sido como la de Corea, en 1975 el PIB per cápita del Brasil habría sido 17,2% mayor de lo que fue en realidad (Birdsall y
Sabot, 1994). La inversión en capital humano, particularmente en educación y salud, reviste importancia crítica para
asegurarse de que todos los ciudadanos participen en el mercado y compartan el crecimiento que producirá la nueva
estrategia económica.

3
Población que vive en la pobreza
absoluta como porcentaje del total
de la población pobre de América
Latina, 1970, 1980 y 1990

Población Población
Año Total
Urbana Rural
( porcentaje )
1970 53 45 58
1980 46 36 55
1990 48 39 60
Fuente : CEPAL, 1994.

Población de Chile que vive en situación de pobreza e indigencia 1987,1994 y 2003

Año Pobreza Indigencia


Total Total Urbana Total Rural Total Total Urbana Total Rural
1987 45,1 43,6 51,5 17,4 16,7 20,6
1994 27,5 26,9 30,9 7,6 7,1 9,8
2003 18,8 18,6 20,1 4,7 4,5 6,2

Fuente: CEPAL, 2004.

Evolución de las necesidades básicas insatisfechas

El enfoque de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) considera que existe pobreza cuando están presentes
sus carencias más inherentes, tales como deficiencias de tipo habitacional, CEPAL - SERIE Medio ambiente y
desarrollo N° 27 de nutrición, de acceso a salud y educacionales. La superposición de dichas situaciones con
pobreza económica determinaría el caso de situaciones de pobreza crónica o estructural.

Confrontando los indicadores pobreza y carencias materiales queda de manifiesto que América Latina ha
experimentado un cambio en la estructura de la pobreza, con un reemplazo
bastante avanzado de una pobreza “estructural” (compuesta tanto por NBI e ingresos insuficientes) por otra,
expresada a través de los indicadores monetarios. Como señalan Fresneda y otros (1999), la pobreza por NBI no
ha guardado correspondencia con los movimientos a corto plazo del PIB per cápita en América Latina, sino que
se ha caracterizado por su movimiento inercial a la baja (visible aún durante momentos de crisis y recorte del
gasto social).

El Indice de Desarrollo Humano del PNUD (UNDP, 1997) comprueba que América Latina
ha llegado a diferenciarse de las demás regiones en desarrollo por su más claro predominio de la pobreza
económica (por contraste a regiones como Asia del Sur y Africa donde también son altas las NBI). Entre las razones

4
de esta diferencia se cuenta la urbanización más avanzada de América Latina, los mayores grados de escolaridad
y salubridad entre la población urbana y el incremento en la cobertura de servicios domiciliarios básicos.

AMÉRICA LATINA: Todos tras la meta del hambre cero


Por Daniela Estrada

SANTIAGO, 18 may (IPS) - Pese a la enorme producción alimentaria de América Latina y el Caribe, en la región hay
hambre. Pero cada nación tendrá que trazar su propio plan para combatirla pues las dimensiones del problema y los
avances alcanzados varían considerablemente de país a país.

Con miras a cumplir y superar el Primer Objetivo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de población que
padece hambre en 2015, 28 países de América Latina y el Caribe, participantes de la Conferencia Regional de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), acordaron erradicar el hambre en
2025.

Para alcanzar el compromiso adquirido por las naciones de la región reunidas hace un mes en Venezuela, se requiere
aprobar leyes de seguridad alimentaria e implementar políticas específicas, advirtió la Oficina Regional de la FAO.

"El principal desafío de los países es crear políticas sociales específicas para combatir el hambre, programas ubicados
territorialmente, que creen oportunidades de generación de empleo e ingreso para la gente más pobre", dijo a IPS
José Graziano Da Silva, jefe de la oficina regional, con sede en Santiago de Chile.

5
"Para eso hay que dimensionar a la población hambrienta, ver dónde está. Muchos países todavía no tienen
estadísticas, cifras. Dibujar el plan es muy importante", añadió el experto, quien presentó el día 17 las conclusiones de
la vigésimo novena Conferencia Regional de la organización, realizada en Caracas, Venezuela, del 24 al 28 de abril de
este año.

Da Silva destacó la gran asistencia de autoridades gubernamentales a la reunión que se realiza cada dos años para
revisar las actividades realizadas y formular recomendaciones, sugerencias y desafíos a los gobiernos en materia
agrícola, forestal y pesquera.

Veintiocho países de un total de 33 --se excusaron Guyana, Antigua y Barbuda; Paraguay, Belice y Barbuda-- acordaron
la erradicación de la desnutrición en 2025, según la propuesta planteada por los gobiernos de Brasil y Guatemala
durante la Cumbre Latinoamericana sobre Hambre Crónica, celebrada en este último país en septiembre de 2005.

Según los últimos datos de la FAO, en América Latina y el Caribe hay 53 millones de personas desnutridas, lo que
equivale a 10 por ciento de la población, con enormes diferencias entre países.

Mientras en siete naciones de la región la desnutrición fluctúa por encima de 21 por ciento de la población, en otras
se ubica por debajo de nueve por ciento. Paradójicamente, América Latina y el Caribe es la principal región productora
de alimentos del mundo.

La oficina regional fue encargada por los países para promover, a partir del segundo semestre de 2006, un programa
enfocado en tres aspectos fundamentales: mejoramiento del acceso a alimentos, aumento de la producción y la
productividad de la agricultura familiar, e impulso de políticas de seguridad alimentaria urbana.

En su primera acción, la entidad recomendó a los 28 países adoptar las 19 "Directrices Voluntarias" que FAO aprobó
en 2004, las cuales van "en apoyo a la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto
de la seguridad alimentaria nacional".
La organización considera que estas orientaciones deberían estar contenidas en leyes de seguridad alimentaria, que
establezcan constitucionalmente el derecho a la alimentación en cada país, materia en que Guatemala lleva la
delantera.

El 6 de abril de 2005, el congreso legislativo de esa nación centroamericana promulgó la Ley de Seguridad Alimentaria,
que estableció el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Secretaría de Seguridad Alimentaria y
Nutricional de la Presidencia. En estos momentos, el parlamento brasileño discute un proyecto similar.

En América Latina y el Caribe la principal causa de la desnutrición radica en el insuficiente acceso a los alimentos: buena
parte de su población no cuenta con los ingresos suficientes para adquirirlos o no tiene los recursos necesarios para
producirlos en un sistema de autoconsumo.

Entre 1992 y 2002, el número de personas desnutridas en la región se redujo de 59,5 a 52,9 millones de personas, es
decir, de 13 por ciento a 10 por ciento de la población total. Pero este avance no ha sido suficiente y la tendencia
decreciente parece haberse estancado, lo que puede impedir que muchos países alcancen el Primer Objetivo de
Desarrollo del Milenio.

De mantenerse la curva actual, la desnutrición en la región afectará a 40 millones de personas en 2015 y a 31,2 en
2025. América Central y el Caribe serían las regiones con las peores cifras y habría nueve países que no alcanzarían la
Primera Meta del Milenio.

6
Si se examina el progreso en la reducción del hambre en la última década y las posibilidades de erradicarla en 2025, se
puede clasificar a los países en cuatro grupos. El primero incluye a Argentina, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador y
Uruguay, que están en condiciones de lograr este objetivo si se mantienen los actuales esfuerzos y recursos.

Más atrás están los países que requieren esfuerzos adicionales a los planes y proyectos actualmente en curso, entre
ellos, México, El Salvador, Jamaica, Trinidad y Tobago, Brasil, Guyana y Suriname. El tercer grupo, integrado por Bolivia,
Colombia, Paraguay, Perú y Venezuela, tiene "necesidades medias de inversión", según la FAO.

Y por último están los países que demandan esfuerzos e inversiones masivas para alcanzar la meta de erradicar el
hambre en 2025, entre los cuales destacan Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Haití.

Según Da Silva, el momento político de la región es favorable. "Estamos pasando por cambios en muchos países. Al
2007, 15 países van a cambiar de presidente. Pero lo que hemos visto hasta ahora es que los nuevos gobiernos le están
poniendo mucho más énfasis al combate del hambre y la pobreza extrema. Aunque con algunas dificultades, está
creciendo la integración latinoamericana", dijo el experto.

De todas maneras, Da Silva estimó que no basta con el compromiso político sino que son necesarios programas
concretos, que entre otras cosas deberían desarrollar la capacidad local para hacer sostenibles los cambios al interior
de los países. (FIN/2006)

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