Professional Documents
Culture Documents
TEMA
FARMACOTERAPIA DEL DOLOR
ALUMNOS
DOCENTE
Dr. Juan Mondragón Villalobos
HORARIO DE SEMINARIO
11:00 – 12:30 am
El dolor se entiende como un proceso sensorial, como emocional (es decir, fenómeno
psíquico); situando al mismo nivel las respuestas biológicas a los estímulos
nociceptivos, como el significado de estos estímulos para el individuo. Esto supone
entender el dolor como una experiencia de gran complejidad, subjetiva, individual e
intransferible.
En este informe hablaremos de la fisiopatología del dolor, los tipos de dolor y sobre todo
de los fármacos que intervienen para calmar el dolor, entre ellos tenemos a los opioides.
OBJETIVOS
Las escalas de valoración del dolor son métodos clásicos de medición de la intensidad
del dolor, y con su empleo podemos llegar a cuantificar la percepción subjetiva del dolor
por parte del paciente, y ajustar de una forma más exacta el uso de los analgésicos.
Recientemente se recomienda obviar el paso escalonado de los analgésicos,
establecido por la OMS, en determinados casos, como pacientes que refieran un dolor
severo de inicio, deberíamos pasar directamente al tercer escalón, sin necesidad de
ensayar los dos escalones previos con el objetivo de evitar períodos de dolor mal
controlado.
Permite medir la intensidad del dolor con la máxima reproductibilidad entre los
observadores. Consiste en una línea horizontal de 10 centímetros, en cuyos extremos
se encuentran las expresiones extremas de un síntoma. En el izquierdo se ubica la
ausencia o menor intensidad y en el derecho la mayor intensidad. Se pide al paciente
que marque en la línea el punto que indique la intensidad y se mide con una regla
milimetrada. La intensidad se expresa en centímetros o milímetros.
Se utiliza si el paciente no es capaz de cuantificar los síntomas con las otras escalas;
expresa la intensidad de síntomas en categorías, lo que resulta más sencillo. Se
establece una asociación entre categorías y un equivalente numérico.
Es una prueba desarrollada por Pfeiffer en el año 1975, con 10 ítems que valoran varias
funciones: orientación, memoria de evocación, concentración y cálculo. Muy breve, pero
con una aceptable capacidad discriminatoria.
El dolor crónico es una molestia capaz de perturbar a quien lo padece, muchas veces la
actitud y el humor son cambiantes, hay días buenos y días malos, sin embargo con
frecuencia es necesario tomar acciones que le den una mano al tratamiento
farmacológico para poder afrontarlo
El objetivo fundamental del tratamiento del paciente con enfermedades dolorosas
crónicas es precisamente aliviar o eliminar el dolor, este es sin duda uno de los aspectos
claves relacionados con la mejora en la calidad de vida de estos pacientes.
Si bien el tratamiento médico farmacológico en conjunto con terapias y distintos
procedimientos de la terapia del dolor son los elementos clave, los pacientes también
pueden y deben poner en práctica una serie de medidas que ayudarán a que estos
tratamientos sean más efectivos e incluso contribuirán a disminuir las molestias cuando
se presentan situaciones de crisis o agravación. En tal sentido le presentamos siete
medidas no farmacológicas a implementar para ayudar a aliviar el dolor.
ENTIENDA EL PROPÓSITO DEL DOLOR
Si bien el dolor siempre es visto como algo malo, debemos entender que su propósito
es alertar o alarmar sobre algo que no está bien. El dolor se origina por señales que
provienen del cerebro en respuesta a la información que éste recibe, de esta manera el
dolor es una forma en la que nuestro cerebro nos manifiesta que debemos estar alerta
y que hay algo que tenemos que cambiar. Esto es completamente cierto en el caso del
dolor agudo, sin embargo, en el caso del dolor crónico este mecanismo se altera y se
generan señales para alertar de un daño que ya no existe como ocurre en enfermedades
articulares como la artritis y la fibromialgia. Los pacientes con dolor crónico deben
prestar atención a la reagudización de los síntomas o bien al cambio del patrón del dolor
que pueden relacionarse con situaciones nuevas para tener en cuenta, como el caso de
una mala postura, de un esfuerzo o de una nueva lesión.
CAMBIE SU ACTITUD
Una estrategia muy útil es cambiar la forma en la que vemos el dolor, sí tenemos
programado que el dolor es algo malo y desagradable cada vez que tengamos esta
molestia desarrollaremos emociones negativas que sólo empeorará las cosas. Una
técnica de gran ayuda es ver al dolor como un mensajero, imaginarlo con un color
intenso y brillante, e ir viéndolo progresivamente más pequeño, menos intenso y menos
brillante hasta que visualmente lo hagamos desaparecer, esta técnica es de gran utilidad
en casos de crisis o el del dolor intenso. Si cada vez que aumenta el dolor ponemos en
práctica esta visualización lograremos mantener la calma y hacerlo más manejable.
NO PERMITA QUE EL DOLOR CONTROLE SU VIDA
Tener una enfermedad dolorosa seguramente ameritará hacer algunos cambios en la
forma de llevar a cabo sus distintas actividades pero de ninguna manera constituye un
factor para dejar de lado su vida. Sea positivo y plantee se metas realistas, busque otras
formas de llevar a cabo sus actividades diarias y cumplir con sus distintas labores
intercalando espacios para descansar, para distraerse y para relajarse. Integre
actividades de tipo terapéutico como el ejercicio, las terapias y la visita al médico como
parte de su rutina y sea siempre constante, simplemente usted debe hacer las cosas de
una manera diferente lo cual no quiere decir que sea una persona inútil o que esté
incapacitada.
SEA POSITIVO Y PONGA EN PRÁCTICA LA AUTOMOTIVACIÓN
Llene su día a día de mensajes positivos para usted mismo, cambie cada pensamiento
negativo por uno positivo, busque siempre el mejor lado de las cosas y procure mantener
la moral en alto en todo momento. Siempre será más fácil quejarse y lamentarse de sí
mismo, pero esto no lo llevará a nada, en vez de lamentarse porque está cansado y no
quiere hacer ejercicio piense que dedicar un pequeño lapso de tiempo al entrenamiento
le hará sentirse mejor y seguramente le ayudará a conciliar el sueño más rápidamente.
MEJORE SU ESTILO DE VIDA
Muchas veces para lograr un mayor alivio es necesario hacer cambios como mejorar la
alimentación, disminuir el consumo de alimentos capaces de originar proceso
inflamatorios, disminuir el peso, hacer ejercicio para lograr una mejor masa muscular y
por ende brindar una mayor protección y estabilidad a la articulaciones, dejar de fumar
y tomar alcohol, así como ser constante y responsable con los tratamientos y los
medicamentos. Piense que todo esto factores tienen una gran importancia en su
recuperación así que incorpórelos como parte de su vida.
UTILICE MEDIOS FÍSICOS
Medidas como aplicar frío o calor, hacer masaje local, estirar, utilizar estimulación
eléctrica local o usar medicamentos tópicos son de gran ayuda en los días malos,
converse con su médico sobre como debe manejar herramientas ante una crisis
dolorosa e inclúyalos como parte de su rutina habitual.
ADOPTE MEDIDAS EL CUIDADO ARTICULAR
Una persona con dolor crónico debe tener siempre en cuenta que hay que utilizar sus
músculos y articulaciones de forma prudente, en necesario llevar a cabo las tareas
diarias de forma tal que se disminuya el impacto, la tensión y el esfuerzo sobre las
articulaciones especialmente las que se encuentran inflamadas o están dolorosas.
Aprenda cómo llevar a cabo las distintas actividades diarias de forma tal que no le
produzcan más lesiones que se sumen a las existentes, utilice dispositivos de ayuda
como los dispositivos para abrir envases, camisas con cierres en la parte delantera que
le eviten tener que elevar los hombros, dispositivos para caminar como los bastones,
férulas para inmovilizar las articulaciones dolorosas, fajas, rodilleras, etcétera.
Manténgase movimiento evite permanecer en una postura por mucho tiempo, lleve a
cabo sus actividades diarias de forma tal que alterne con períodos para el descanso,
pida ayuda cuando sea necesario y recuerde que si al hacer algo siente dolor debe
suspenderlo o cambiar la forma en que lo está haciendo.
Entre los principales medicamentos que forman el arsenal contra el dolor destacan:
Opiáceos, AINE y los fármacos coadyuvantes:
Analgésicos Opiáceos
Este grupo de fármacos constituye la herramienta más potente disponible en la
actualidad para el tratamiento del dolor. De todos los analgésicos son éstos los que
presentan un intervalo de eficacia más amplio, proporcionando el método más seguro
para conseguir un alivio rápido del dolor de intensidad moderadasevera. El efecto
analgésico de los opiáceos se produce a través de su acción sobre el sistema nervioso
central donde encontramos los receptores diana, que además pueden encontrarse en
otros órganos. Los más importantes son: Receptores µ, receptores k, receptores ∂.
A. Opioides débiles o menores
Están especialmente indicados en pacientes con dolor leve-moderado que no se
controla con analgésicos menores y en los que se desea posponer el uso de opiáceos,
así como una alternativa al ácido acetil salicílico (AAS) y otros AINE cuando se quiere
evitar el efecto gastroerosivo o antipirético.
Codeína
La dosis mínima analgésica para tratar el dolor de leve a moderado es de 15 mg,
pero no debe administrarse a una dosis superior a 1,5 mg/kg, para evitar la
aparición de efectos secundarios. La dosis usual es de 15 a 60 mg cada 4-6
horas. La actividad analgésica se debe a su transformación en morfina. Una
dosis de 120 mg produce una respuesta analgésica equivalente a 10 mg de
morfina.
Tramadol
Su mecanismo de acción no está aclarado del todo, aunque parece que
coexisten dos mecanismos complementarios. Por una parte se une a receptores
µ, y por otra actúa inhibiendo la recaptación de la norepinefrina y la serotonina a
nivel presináptico. La unión a los receptores µ es de baja afinidad para el
tramadol y de alta afinidad para su metabolito desmetilado (M1). Se administra
a dosis de 50-100 mg cada 4-6 horas, no debiéndose exceder los 400 mg/día.
Para el tratamiento del dolor moderado se recomienda comenzar por 50 mg de
dosis inicial y para el dolor severo con 100 mg.
Meperidina
Pertenece al grupo de las fenilpiperidinas y sobre el SNC presenta un perfil
parecido al de la morfina. La administración de 75 a 100 mg de meperidina
equivalen a 10 mg de morfina y produce tanta sedación, depresión respiratoria y
euforia como la morfina. Tiene una biodisponibilidad de un 40-60%, no
administrándose por vía oral. Sobre el músculo liso ejerce efectos igual que la
morfina, aunque de una forma menos intensa que ésta.
Fentanilo
Opioide sintético englobado en el grupo de las fenilpiperidinas, es unas 80 veces
más potente que la morfina como analgésico y actúa fundamentalmente sobre
los receptores m. Las dosis altas de fentanilo provocan rigidez muscular,
probablemente como resultado de la acción sobre el sistema dopaminérgico.
Suele asociarse a droperidol para inducir la anestesia. Se utiliza también para
tratar el dolor postoperatorio.
Metadona
Es fundamentalmente agonista m, con propiedades farmacológicas semejantes
a las de la morfina. Presenta una buena actividad analgésica, incluso por vía
oral, prolongada acción para quitar los síntomas de supresión en los individuos
con dependencia física. Después de administrar una sola dosis, se pueden
manifestar efectos mióticos y depresores de la respiración durante más de 24
horas. Su actividad sobre tos, motilidad intestinal, tono biliar y secreción de
hormonas hipofisiarias es cualitativamente semejante a la de la morfina.
Pentazocina
Presenta actividad antagonismo/agonismo parcial m, a la vez que agonismo k.
Las reacciones cardiovasculares difieren de las observadas con los agonistas m
típicos. En pacientes con arteriopatía coronaria, la pentazocina IV incrementa la
presión aórtica media e incremento del trabajo cardiaco. A dosis bajas deprime
la respiración, pero el incremento de la dosis no eleva de modo proporcional esta
depresión. (1)
Buprenorfina
Es un opioide semisintético, derivado de la tebaína y altamente lipófilo siendo
entre 25 y 50 veces más potente que la morfina. Produce sobre el SNC analgesia
u otros efectos cualitativamente semejantes a los de la morfina. Una dosis de 0.4
mg es equianalgésica a 10 mg de morfina por vía IM.
FARMACODINAMIA
Se han determinado la existencia de tres tipos de receptores opioides:
Mor, Dor y Kor; los cuales pertenecen a la familia de receptores con siete segmentos
transmembranales, acoplados a proteína G, sensibles a toxina pertussis.
Las neuronas opioides liberan péptidos que se unen a receptores de localización
presináptica y bloquean la transmisión del impulso nervioso. La unión del opiode al
receptor:
Subunidad alfa: Inhibición de la actividad de adenilciclasa, la cual a partir de
ATP ya no produciría AMPc intracelular y disminuiría la disponibilidad de
energía.
FARMACOCINÉTICA
a) Absorción: La mayoría en el aparato gastrointestinal, aunque la
biodisponibilidad es variable: La loperamida carece biodisponibilidad oral, la
morfina tiene una biodisponibilidad del 25% y la codeína o metadona llegan al
60%. Esta variablilidad se debe tanto a la diferente absorción como al
metabolismo del primer paso hepático.
OBJETIVO TERAPEUTICO
Prevenir el desarrollo o el agravamiento del dolor es una de las formas más eficaces de
tratar el dolor. Al usar medicamentos para tratar el dolor, los pacientes habitualmente
los reciben en horarios regulares y programados. Tomar o recibir medicamentos con
regularidad es importante porque ayuda a mantener un nivel constante de medicamento
en el cuerpo. Es la manera más eficaz de aliviar el dolor. En consecuencia, los médicos
también usan dosis de "rescate" o adicionales para ayudar a controlar el dolor irruptivo
si se produce. El médico analizará la cantidad de medicamento usado para el dolor
irruptivo en cada visita y ajustará la dosis habitual, de ser necesario.
3. ¿Cuáles son las estrategias medicamentosas y no medicamentosas?
Las estrategias por seguir para dar cumplimiento a los objetivos, está estructurada en
tres elementos fundamentales:
1. Información, educación y comunicación a la población.
2. Medidas legales sobre productores, dispensadores y distribuidores que permitan la
protección al consumidor.
3. Investigaciones a corto mediano y largo plazo para poder evaluar el impacto del
programa, así como detectar imperfecciones del mismo y solucionarlas. Para poder
materializar los objetivos y dar cumplimiento a la estrategia propuesta, se realizará una
mezcla de las fuerzas político – legales (Programa Nacional de Medicamentos),
tecnológicas (RED de Farmacoepidemiología) y asistenciales (Atención Primaria y
Secundaria de Salud). (2)
I Componente de información, educación y comunicación (IEC)
- Campaña por los medios de comunicación social
- Trabajo educativo directo mediante programas específicos
- Trabajo educativo - preventivo en el sistema nacional de salud.
- Formación básica y reciclaje a los trabajos de la salud. (2)
II Componente legal
- Establecimiento de regulaciones y prohibiciones mediante un documento legal único
(PNM)
- Control de la toxicidad de los medicamentos (Farmacovigilancia).
En el caso clínico se dio al paciente Ibuprofeno, se sabe que el ibuprofeno es parte del
grupo de los antiinflamatorios no esteroideos o AINEs, un conjunto de fármacos de
acción rápida que son comúnmente utilizados para aliviar síntomas de dolor, inflamación
y fiebre. Pero el efecto adverso de estos medicamentos es la úlcera péptica e
insuficiencia renal, que pueden ocurrir con el uso prolongado de cualquier AINES.