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Grupo 9
Alimentación: El material de alimentación debe estar previamente plastificado en
estado fundido previamente extruido en el caso del PET.
Cilindros de calandria: Dependiendo de la lámina que se desea obtener los rodillos
(que llevan en su interior agua fría), su largo puede variar entre 2 y 4 metros. La
calandria consta de por lo general de 3 o 4 rodillos. Su disposición puede variar,
pero la alimentación casi siempre se realiza por la parte superior. Variando el
espesor entre 0,1 mm y 3 mm que dependerá de las especificaciones del cliente.
Las últimas etapas del proceso son el enfriamiento, el recorte de bordes y el
bobinado sin estiramiento adicional (empleo de rodillos de par torsor constante).
Una vez se ha producido la lámina, esta puede ser sometida a laminación, para
lograr un espesor diferente. Esta bobina debe ser también sometida a un control de
calidad.
El reciclado de los envases de PET también permite obtener la fibra textil. En otra
de las instalaciones de EKO-REC se convierten los granos de PET en fibra de
poliéster. En los hornos el PET se cristaliza y se seca, cambiando su estructura
interna, de nuevo se funde, y por extrusión se obtiene un filo muy largo. La mezcla
se extruye por 50.000 pequeños orificios, dando lugar a un hilo de muy poco grosor.
Esta máquina se debe limpiar muy a menudo, ya que hay un momento en el que los
orificios se saturan y la mezcla no puede ser extruida por el mismo. Para obtener 20
km de este filamento es suficiente con reciclar una botella de agua de 2L.
Una vez sale de los moldes, el hilo se enfría y se solidifica. Este plástico es similar a
lo que podría ser por ejemplo una peluca de plástico. En el caso de EKO-REC el
producto final es una fibra textil, por lo tanto, el hilo debe ser sometido a los
siguientes tratamientos.
Para cumplir con las especificaciones del cliente, el hilo se estira y se tensa. Para
conocer el grosor del hilo se pesa un metro exacto y así se consigue calibrar el
producto. Después se riza y se corta tal y como lo solicita el cliente.
4. Energía utilizada en el proceso
El reciclaje de plástico por lo general se discute en términos de reducir el
desperdicio de material y la necesidad de fabricar materiales vírgenes, sin embargo,
también reduce el consumo total de energía, puesto que el proceso utilizado para
reciclar los plásticos requiere mucho menos energía que el proceso utilizado para la
fabricación de nuevos materiales plásticos.
Como ya se mencionó́ el PET es un polímero que está formado solo por átomos de
carbono, oxígeno e hidrógeno, por lo cual al ser quemado produce solo dióxido de
carbono y agua, (CO2 + H2O) con desprendimiento de energía. De manera que un
gramo de PET libera una energía de 22075 Btu., siendo por tanto fuente de energía.
Los gases generados a lo largo del proceso son trasladados a una empresa del
grupo para transformarlos en energía útil que podrá emplearse de nuevo en el
proceso de reciclado del plástico PET.
Por otro lado, el simple proceso de producción asociado al reciclaje plástico, como
se ha mencionado anteriormente, ya supone un ahorro de energía pues implica un
menor número de procesos lo que se traduce de forma directa en una menor
energía utilizada. En general, la fabricación de nuevos productos de plástico a partir
de plásticos reciclados en comparación con materiales vírgenes representa un
ahorro total de energía de alrededor de 66%.
En conclusión, el ahorro de energía a partir de reciclaje de una sola botella de
plástico podría encender una bombilla de 60 vatios durante seis horas, un hecho
que es especialmente relevante teniendo en cuenta que, sólo en los Estados
Unidos, se generan más de 5 millones de libras de desechos plásticos todos los
años, un poco menos de la mitad de los cuales son reciclados.
5. Productos resultantes
La necesidad de buscar alternativas de reutilización para algunos materiales, radica
en el imperativo ético de preservar nuestro planeta, ya desgastado y afectado por la
contaminación. Reciclar PET es reintegrar este polímero en un nuevo ciclo
productivo como materia prima. Las botellas sin pigmento (transparentes) tienen
mayor valor para el reciclado por sus sendas posibilidades de uso;; entre otros, como
material de empaque, láminas para termoformados, madera plástica, tarimas y fibra
de poliéster.
A partir del tratamiento del material plástico reciclado, en la instalación, se obtienen
dos tipos de productos diferentes. Por un lado, láminas de film de unas pocas
micras de grosor;; y, por otro lado, finos filamentos de elevada longitud.
En cuanto a las láminas resultantes, la composición de las mismas depende de los
requerimientos especificados por el cliente;; siendo necesario, por ejemplo, en el
caso de envases de alimentación, cubrir la lámina con una capa virgen de PET.
A la hora de pensar en el envase para alimentación perfecto es importante tener en
cuenta la seguridad alimentaria;; por ello, el material empleado para ello debe ser
resistente a agentes contaminantes y que minimice el impacto ambiental. Es por
ello, que cada vez más los envases para dicho sector son de plástico debido a su
eficiencia y capacidad para cumplir diversas especificaciones técnicas;; y, en este
caso, de PET.
Este material protege y mantiene los alimentos durante más tiempo reduciendo así
los residuos. Sin embargo, este material es altamente contaminante a pesar de su
carácter reciclable. Es por ello que Eko Rec, consciente de ello, recibe los residuos
generados por sus clientes en la fabricación de estos productos (por ejemplo,
merma del proceso) y, los incorpora al punto inicial del proceso de reciclado.
Una vez fabricada la lámina, se corta, se bobina y es el comprador en sus propias
instalaciones, el que finalizará el proceso y fabricará los productos que le interesen.
Por otro lado, otro de los productos resultantes del reciclaje de los envases de PET
es la fibra de poliéster. Este producto ha ganado importancia durante los últimos
años debido al uso cada vez más extendido que se le está dando dentro de la
industria textil, siendo empleado en la fabricación de tejidos de muy diversas
características, ya sea como componente único o mezclado con otros elementos o
fibras naturales como puede ser el algodón. Entre los productos fabricados con este
tipo de compuesto podemos destacar:
- Prendas textiles
- Alfombras
- Relleno de colchones
En el caso concreto de Eko REC, como empresa gestora de residuos, esta está
especializada en el desarrollo de fibras de poliéster que constituye el punto de
partida de muchos productos, pero principalmente para cobertura textil y alfombrillas
de coches.
Por otro lado, España constituye uno de los países más innovadores en este terreno
pues en los últimos años se han creado diversas empresas especializadas en la
utilización de fibras de PET reciclado para la fabricación de otro tipo de productos.
Un claro ejemplo de esto es el caso de Ecoalf, que utilizan los plásticos reciclados
resultantes de los procesos explicados anteriormente para la fabricación de prendas
textiles.
La invención de EcoAlf es el resultado de la unión de un tejido con urdimbre y trama
especiales y exclusivas, formado por dos hilos de poliéster 100% reciclado a partir
de botellas de plástico PET, y soporte TPE libre de PVC, unido al tejido gracias a un
adhesivo ecológico. Esta combinación convierte el tejido en 100% reciclado y
reciclable. Pero además, EcoAlf presenta características únicas que la equiparan a
las de materiales no reciclados y hasta ahora no obtenidas en un tejido reciclado:
alta flexibilidad –que permite su fácil manipulación para conseguir diseños más
elaborados–;; no deformable;; alta resistencia a la tensión, al desgaste y a las
temperaturas extremas;; impermeable;; suave al tacto;; ligero (un peso por metro
cuadrado de 135 gramos);; libre de PVC;; un tejido no tóxico que puede utilizarse
libremente en cualquier aplicación que entre en contacto con la piel humana.
La confección del tejido parte de las fibras de hilo resultantes del proceso
anteriormente explicado a las que se les aplica un tratamiento de peinado e hilado
que las convierte en enorme ovillo de hilo preparados para ser tejidos. Es en esta
fase, cuando a partir del material suministrado se define el grosos, acabado y resto
de características técnicas necesarias para cubrir los requisitos de uso que se vayan
a dar al mismo. Una vez configurada la prenda esta es sometida a los procesos de
tinte y soporte, a través de los cuales se les dota a las prendas de una mayor
resistencia, impermeabilidad y flexibilidad.
Este tipo de procesos son cada vez más populares en la sociedad siendo
desarrolladas por empresas especializadas, como es el caso de EcoAlf, pero
también por empresas como Nike, que han decidido incluirlos entre sus procesos de
producción motivados por la creciente preocupación por el medio ambiente.
6. Residuos originados
El proceso de producción de PET reciclado genera grandes cantidades de material
rechazado que no tiene valor comercial. A éste material rechazado por el proceso se
le denomina residuo. Al no tener salida en el mercado, éste residuo se convierte en
un problema tanto a nivel medioambiental como económico.
En una planta de este tipo se generan tres tipos residuo: uno líquido con una baja
carga contaminante, otro líquido pero con una carga contaminante peligrosa y,
finalmente, todos aquellos solidos que durante el procesos han sido clasificados
como no útiles para el reciclaje.
En el caso de ambos líquidos resultantes, estos deben ser tratados antes de
verterse o reutilizarse, por lo que la planta cuenta con un sistema de depuración que
permite la reutilización de la misma.
En lo referente al residuo sólido, parte del mismo, como es el caso de los tapones o
las etiquetas, será empleado en otros procesos de reciclaje, mientras que el material
restante es devuelto a los vertederos para ser tratados.
Por un lado, los tapones, son clasificados como plástico 5 (PP), un tipo de plástico
diferente al de las botellas (PET). Las tapas plásticas de las botellas son 100%
reciclable, en Eko Rec son trituradas y vendidas a otras empresas que se encargan
de su reciclado.
En cuanto a las etiquetas de los envases tratados, la compañía está llevado a cabo
diferentes líneas de investigación con las cuales pretende desarrollar un proceso
que permita la reutilización de las mismas para la fabricación de baldosas que
superan el rendimiento de la cerámica y la madera.
7. Otros
Koopera es una organización que tiene una planta de reutilización de textiles,
calzado, aparatos eléctricos juguetes, etc. Estos productos son recogidos mediante
los denominados Puntos Limpios, Contenedores y recogidas en empresas.
La finalidad de esta planta es converger al residuo cero, maximizando la
reutilización de estos productos. Aquellos que fueran imposibles de reutilizar serán
enviados a centros de reciclaje, entre ellos Eko Rec.
Los artículos reutilizados que se encuentran en buen estado se venden a precios
reducidos en sus tiendas Koopera Store, que también realizan donaciones a los más
necesitados.
8. Bibliografía
https://www.ekomodo.eus/
http://teknopolis.elhuyar.eus/reportajes/larga-vida-al-pet/
http://koopera.org/preparacion-para-la-reutilizacion/
Entrevista a David Zabala Alaba – Departamento de Comunicación y Desarrollo de
Negocio de Eko-Rec