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Estatua de la Libertad de mármol de Carrara

del escultor Carlo Nicoli de fines del siglo XIX.


En el Jardín del Recuerdo de Colima ("Panteón de los Gringos")
INVESTIGACIÓN DE BETH RIVERA (FECA-Sría. de Cultura de Colima-CONACULTA)

La historia nos dice que esta singular estatua fue producida en Italia probablemente entre 1870 y 1890.
Tallada en mármol de Carrara en los talleres del escultor Carlo Nicoli. Esta escultura era parte de una triada
que además incluía las estatuas de La Diosa Fortuna y la de La Paz. fueron esculpidas a mano, cada una sobre
un solo bloque de mármol. Otra versión dice que se trataba de La Diosa Fortuna, La Guerra y la Libertad; no
se sabe a ciencia cierta sobre los pormenores de su llegada; Los archivos del taller del escultor se perdieron
durante la segunda guerra mundial. En cuanto a México, el dato más antiguo encontrado en los archivos de la
ciudad de Guadalajara son: un dibujo de 1915 y un Acta del Congreso solicitando su reubicación de 1922. Un
diario de 1917 describe un desfile en la ciudad de Guadalajara que en su recorrido incluye el paso por el
monumento a “La Libertad” más no hay manera de saber si se trata de la misma que nos ocupa.

Se cree que las estatuas de La Guerra y La Paz estuvieron un tiempo en la entrada del Palacio de Gobierno de
la ciudad de Guadalajara. De lo que si se tiene constancia es que la estatua que hoy nos ocupa, fue donada
por el Gobernador de Jalisco Sr. J. Guadalupe Zuno, (quien ocupara dicho cargo entre 1923 y 1926) al
gobierno de Colima a principios de 1926 e inaugurada como “La Libertad” en las festividades del 15 de
septiembre de ese mismo año (Diario El Informador, 1926); Mientras que la que representaba a “La Paz” fue
donada al gobierno del estado de Guanajuato, esta última no ha podido ser localizada a la fecha. De esta
manera las tres estatuas quedaron separadas, quizá para siempre.

A su llegada a Colima, la entonces hermosa estatua de blanquísimo mármol fue instalada en lo que hoy es el
Jardín Torres Quintero, no se sabe si fue allí o en su siguiente hogar donde sufrió la pérdida de sus dos
brazos, tal vez a manos de ignorantes vándalos. También, nos refiere el historiador Juan Carlos Reyes, en una
ocasión se ordenó que se pintara de verde y posteriormente que se despintara; los químicos, la intemperie y la
falta de mantenimiento han dañado mucho esta maravillosa pieza escultórica; cuya realización en la actualidad
costaría aproximadamente 150 000 euros, según el propio Carlo Nicoli, bisnieto del autor (Diario Milenio,
2008).

Andando el tiempo y quizá ya no siendo tan bella como a su llegada o por capricho de algún gobernante, la
estatua fue trasladada al Jardín Hidalgo (1966) en donde quedó rodeada por frondosos árboles de
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mango; de allí se le traslado finalmente (1985) al Panteón de los Gringos, en donde permanece hasta la fecha
con su ceño fruncido y extraño mirar. Un último dato es que la autoría de Carlo Nicoli no ha podido
comprobarse certeramente ya que la base de la estatua, donde debe encontrarse la firma del escultor se
encuentra cubierta por cemento.

Sería una muestra de gran visión cultural devolverle a esta estatua su justo lugar dentro del patrimonio
artístico de Colima, tal como ha hecho el gobierno de Jalisco con su hermana, la estatua de La Diosa Fortuna,
que con ayuda de Carlo Nicoli (bisnieto) repuso un brazo y el cetro que había perdido, la restauró y
actualmente ocupa un lugar preponderante dentro del restaurado Teatro Degollado, resguardada de la
intemperie. Al mirar la Restaurada “Diosa Fortuna” no podemos evitar imaginar a nuestra hermosa estatua
restaurada y en un lugar en donde se le pueda admirar como la exquisita obra de arte que es.

Por desgracia no se cuenta hasta el momento con una fotografía que muestre la estatua con sus brazos. La
única que existe se tomó desde bastante distancia y sólo nos permite apreciar que probablemente portaba en
la mano derecha una lanza, este dato, si es que es correcto y su gesto podrían hacernos pensar que
efectivamente se trata de “La Guerra” y que en algún momento, ya sea al hacer la donación o al destinarse
para conmemorar las fiestas patrias se le haya rebautizado como “La Libertad”. Curioso resultaría también que
de ser así, tengamos una estatua de origen italiano que representa a “La Guerra” dedicada a la memoria de
los extranjeros que ayudaron a construir Colima, en un panteón que se nombra “de los gringos” pero que
albergó en su tiempo los cuerpos de extranjeros de origen predominantemente alemán.

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