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Jessica Budds2
RESUMEN
Este artículo examina el desarrollo orientado a la exportación agrícola y la asig-
nación de recursos hídricos para riego en la cuenca del río La Ligua, ubicado en
el Norte Chico de Chile. Se emplea un marco teórico de la ecología política para
abordar la demanda, la evaluación y la asignación de recursos hídricos, con fines
de demostrar cómo las relaciones sociales de poder subyacen la situación del
agua en la cuenca y las cuestiones que surgen al respecto. Se destaca en particular
el uso de un estudio hidrológico para responder a la explotación rápida y descon-
trolada de aguas subterráneas, el cual generó una asignación desigual entre agri-
cultores. Se concluye que para mejor entender las cuestiones acerca de la asigna-
ción de recursos hídricos, el concepto del ciclo “hidrosocial” es más adecuado
que lo del ciclo hidrológico.
Palabras clave: Ecología política, derechos de agua, agricultura de exportación,
Norte Chico.
ABSTRACT
This paper examines the development of export-oriented agriculture and the allo-
cation of water resources for irrigation in La Ligua river basin in Chile’s Norte Chi-
co. The paper uses a theoretical framework within the political ecology tradition
in order to approach questions of demand, evaluation and allocation of water re-
sources, and related issues, and to show how they are shaped by social power re-
lations. The paper highlights in particular how a hydrological assessment was used
to respond to rapid and uncontrolled groundwater exploitation, which ultimately
produced unequal outcomes among different farmers. The paper concludes that, to
better understand issues around the allocation of water resources, the concept of
the hydrosocial cycle is more useful than that of the hydrological cycle.
Key words: Political ecology, water rights, export agriculture, Norte Chico.
1 La autora agradece a las personas e instituciones Artículo recibido el 6 de abril de 2011, aceptado el
que colaboraron en brindar información y entrevis- 14 de enero de 2012 y corregido el 30 de abril de
tas. Así también, se reconoce el apoyo financiero 2012.
2 Universidad de Reading (Reino Unido). E-mail:
del Economic and Social Research Council (ESRC)
del Reino Unido. j.r.budds@reading.ac.uk
168 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE
El agua es un tema muy saliente tanto en recurso; asimismo las soluciones propuestas a
las políticas hídricas internacionales como la escasez del agua en el valle y la asignación
en la literatura académica en geografía y de los derechos de agua subterránea entre los
ciencias ambientales. En los últimos años en diferentes tipos de agricultores. El artículo uti-
la ecología política se ha avanzado significa- liza el concepto del ciclo “hidrosocial” para
tivamente en entender mejor el papel de las analizar cómo el incremento en el uso del
relaciones de poder en configurar varias di- agua subterránea, las soluciones propuestas, y
mensiones de los recursos hídricos que antes la implementación de un estudio hidrológico
habían sido tratados desde una perspectiva para evitar el agotamiento del acuífero son
predominantemente técnica. De esta manera influidos por las relaciones de poder, y cómo
se ha producido conocimientos más profun- tienen el potencial de producir efectos dispa-
dos acerca de las relaciones entre la sociedad res entre los diferentes tipos de agricultores.
y el agua, y se ha generado analices más
críticos sobre la existencia de los padrones Luego de esta introducción, en la sec-
de uso y acceso dispares entre los diferentes ción dos se esbozará un abordaje político-
interesados sociales. ecológico hacia las cuestiones de agua,
aplicando el concepto del ciclo “hidrosocial”
En Chile, el uso y la gestión de agua para analizar los aspectos políticos del uso,
son temas de suma importancia, dada la la asignación y la gestión del agua. En tercer
creciente demanda por este recurso por las lugar se muestra brevemente la metodología
industrias de exportación (particularmente utilizada para colectar y analizar los datos
agricultura y minería), el sistema de mercados para el caso de estudio. A continuación, se
de derechos de agua que es casi único en el presenta el caso del valle de La Ligua, el cual
mundo, y también los potenciales efectos del apunta principalmente a la escasez de agua
cambio climático para los recursos hídricos. y a las diversas estrategias y visiones para in-
En la literatura existente, muchos estudios crementar la oferta de recursos hídricos para
que tratan de las cuestiones más sociales en posibilitar un mayor desarrollo agrícola. Esta
relación al agua en el contexto chileno, en- sección también examina las características e
focan en el sistema de mercados de derechos implicancias de un estudio hidrológico reali-
de agua, y la medida en que es eficaz en la zado para determinar la capacidad del acuí-
fero y la asignación de aguas subterráneas.
práctica (Bauer, 1997, 1998, 2004; Budds,
Posteriormente, se analizan las relaciones
2003, 2004; Gazmuri & Rosegrant, 1996),
de poder que sustentan el incremento en el
con una predominancia de estudios desde
uso del agua y las respuestas propuestas para
la economía agraria (Hadjigeorgalis, 2009;
esta situación dentro del valle. Para concluir,
Hadjigeorgalis & Lillywhite, 2004; Hearne e
el artículo muestra la contribución del ciclo
Easter, 1997, Romano & Leporati, 2002). En
“hidrosocial” al análisis, por ofrecer una mi-
conjunto con estos análisis importantes sobre
rada más crítica para entender los intereses,
los efectos de los mercados de agua, también
discursos y efectos dispares en el valle.
es preciso entender los patrones de uso y dis-
tribución del agua en Chile, en el contexto de
una demanda cada vez mayor de las activi- Un abordaje político-ecológico
dades económicas y bajo la institucionalidad hacia el tema de agua
del Código de Aguas.
La ecología política postula que los en-
Situado dentro de un marco teórico de la foques técnicos sobre los recursos naturales
ecología política, el objetivo de este artículo son inadecuados para explicar un tema tan
es examinar estas cuestiones en el valle del complejo como el cambio ambiental. Esta
río La Ligua, ubicado en el Norte Chico de perspectiva responde a la observación de que
Chile, que es caracterizado por el desarrollo muchos análisis tienen poca consideración
orientado a la exportación agrícola. El artículo sobre la compleja e interrelacionada dimen-
analiza la creciente demanda por las aguas sión social de las cuestiones ambientales,
subterráneas para la expansión de plantacio- y tienden a basarse en simples relaciones
nes frutales, como también sus implicancias causa-efecto entre la actividad humana y el
en términos de la administración de dicho medio ambiente. Esto usualmente resulta en
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 169
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
análisis que identifican causas inmediatas culares y sus visiones de cómo el medio am-
tanto en el espacio como en el tiempo con biente y los recursos naturales debieran ser
una mínima atención a factores más amplios administrados y gobernados (Blaikie, 1995,
y/o múltiples, y, por lo tanto, una tendencia 2001; Braun & Wainwright, 2001; Demeritt,
de aceptar las explicaciones más obvias y 2001). Por lo tanto, la ecología política ha re-
las representaciones convencionales de las suelto cuestionar entendimientos convencio-
cuestiones ambientales (Forsyth, 2003). Por nales de los cambios y problemas ambienta-
lo general, dichos enfoques son el resultado les, para revelar las estructuras de poder que
de un análisis superficial que falla en captu- las subyacen (Castree, 2001a, 2001b).
rar, en su totalidad, la naturaleza compleja
de la dinámica entre la sociedad y el medio Los estudios de los recursos hídricos
ambiente, por lo que típicamente propone dentro de un marco político-ecológico sobre
medidas que se atribuyen a síntomas de pro- todo han buscado explicar los padrones de
blemas ambientales y no a sus causas (Bryant uso y acceso dispares entre los diferentes
& Bailey, 1997; Castree & Braun, 2001; Paul- interesados. La literatura comprende, entre
son, 2003). otros, análisis de los efectos de la privatiza-
ción de servicios de agua potable (Bakker,
La respuesta de la ecología política ha 2003; Budds & McGranahan, 2003; Swynge-
sido dar una atención mayor al “complejo douw, 2005), la confi guración de la gober-
metabolismo entre la naturaleza y la socie- nanza del agua bajo la gestión integrada de
dad” (Johnston et al., 2000: 590, traducción recursos hídricos (Cohen & Davidson, 2011),
propia). Particularmente, se ha examinado las dinámicas y los resultados de los conflic-
más de cerca y más críticamente los roles tos sociales acerca del agua (Budds 2003,
de los distintos grupos sociales y las insti- 2004; Perreault, 2006), y la construcción
tuciones en las cuestiones ambientales, los de narrativas acerca de la disponibilidad de
intereses invertidos y las relaciones de poder agua (Bakker, 2007; Kaika, 2003). El enfoque
entre ellos, y cómo estos temas determinan principal de esta literatura ha sido relacionar
resultados sociales y ecológicos desiguales estos padrones dispares con las relaciones de
dentro de amplias escalas espaciales y tem- poder, tanto político como económico, que
porales (Blaikie, 1985; Bryant & Bailey, 1997; juegan un rol en los contextos estudiados, por
Robbins, 2004; Zimmerer & Bassett, 2003). determinar las características de las políticas
Las relaciones de poder, que por definición públicas, la emergencia y la intervención en
son dispares, juegan un rol importante en los conflictos sociales, y la representación de
la determinación de cómo la naturaleza se cuestiones ambientales de acuerdo con los
transforma. Por esta razón, las preguntas intereses propios (Swyngedouw, 2004).
principales son quiénes explotan los recursos,
bajo qué regímenes y de acuerdo con qué De esta manera, este conjunto de estudios
argumentos, cuáles son los cambios que re- insiste en que las relaciones entre la sociedad
sultan en tanto las estructuras sociales como y los recursos hídricos son siempre influidos
los paisajes, y quiénes se benefician de estos por relaciones de poder, y nunca neutrales
escenarios (Swyngedouw, 1997). o técnicas. Por lo tanto, se considera que el
manejo del agua no debe ser entendido mera-
La ecología política también ha disentido mente como la distribución del recurso entre
de las visiones universales y monolíticas del los distintos usuarios, sino como una respues-
ambiente físico, por lo que proponen, en ta entre los actores sociales que luchan por
cambio, que la naturaleza deba ser entendida controlar este recurso para garantizar sus pro-
como una construcción social a través de la pios intereses (Bakker, 2003; Ekers & Loftus,
cual sea percibida de distintas maneras por 2008; Swyngedouw, 2004).
los distintos involucrados, dentro de momen-
tos y contextos específicos. Dichas visiones Dentro de la ecología política, algunos
de la naturaleza son utilizadas en forma dis- teóricos han aplicado los debates acerca de
cursiva, en donde los distintos involucrados la “naturaleza social” (Castree & Braun 2001;
sociales crean sus propias definiciones de los Haraway, 1991; Harvey, 1996; Latour, 1993)
problemas y de sus soluciones y las utilizan para plantear que el agua ya no sea vista
para que coincidan con sus intereses parti- como un recurso puramente material, sino
170 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE
que incorpore también las relaciones sociales En tercer lugar, al entender el agua como
que la rodean (Bakker, 2003; Linton, 2010; un recurso que incorpora las relaciones so-
Loftus, 2009; Swyngedouw, 2004). De esta ciales, se sugiere en consecuencia que el
manera, se reconceptualiza el agua para que agua circula dentro de un ciclo “‘hidroso-
sea entendido como un recurso que incor- cial”, algo que se opone a lo que sucede con
pora y refleja las relaciones sociales que la el ciclo hidrológico convencional (Linton,
modifican materialmente, y la representan 2008, 2010). De esta manera, además de
simbólicamente. En otras palabras, el agua examinar como el agua fluye dentro del am-
ya no es vista como un recurso ‘natural’, sino biente físico (atmósfera, superficie, subsuper-
uno que es siempre modificado y definido de ficie, biomasa), el ciclo “hidrosocial” también
distintas maneras por los interesados, y, por considera cómo el agua es manipulada por
lo tanto, siempre influido por las relaciones los involucrados sociales y las instituciones,
de poder. a través de factores tales como obras hidráu-
licas, legislación, instituciones, prácticas
Esta reconceptualización permite com- culturales y significados simbólicos (Bakker,
prender el agua de una forma distinta. Prime- 2003; Budds & Hinojosa, 2012; Swynge-
ro, inspirado por la tesis de Wittfogel (1957), douw, 2004). La escasez del agua ilustra bien
quien planteó que el agua también moldea la este argumento. La escasez se define normal-
formación de la sociedad, se reconoce que mente en términos de su disponibilidad física
las relaciones sociales influyen el agua y que (Gleick, 2002), con poca atención a cómo se
también que las características del agua influ- vuelve escaso este recurso, que muchas veces
yen en las relaciones sociales, tanto material tiene tanto (o incluso más) que ver con las
relaciones sociales que determinan el cómo,
como discursivamente (Bakker, 2003; Swyn-
por qué y quiénes están utilizando el agua,
gedouw, 2004; Perreault, 2006). Por ejemplo,
que por factores hidroclimáticos (Bakker,
Bakker (2003) muestra como el agua es un
2007; Kaika, 2003; Swyngedouw, 1997,
recurso muy resistente a la privatización, de-
2004). Por ejemplo, Kaika (2003) describe
bido tanto a sus características físicas como
como la falta de agua potable en la capital
también al simbolismo fuerte que provoca
griega, Atenas, fue atribuida a las condiciones
entre muchos usuarios.
climáticas, cuando de hecho fue causada por
la insuficiente inversión en nueva infraestruc-
En segundo lugar, esta perspectiva llama
tura para acompañar el crecimiento de la po-
la atención a cómo estas relaciones de po-
blación urbana. Kaika también plantea que el
der embebidas en el agua se refl ejan en la Estado griego intencionalmente seleccionó el
realidad: a través de las distintas formas en estudio con las cifras más pesimistas para po-
las que se utiliza el agua por los distintos der definir el agua como críticamente escasa,
involucrados sociales, en los patrones de con el fin de implementar medidas de emer-
acceso al agua, en las formas particulares de gencia, las cuales lo permitirían introducir
administrarlas y gobernarlas, como también tarifas más altas y entregar el servicio de agua
en las narrativas dominantes que caracterizan potable a una empresa privada.
las cuestiones de agua en un determinado
contexto (Budds, 2011; Budds & Hinojosa, El concepto del ciclo “hidrosocial” tam-
2012; Linton, 2010; Swyngedouw, 2004). bién conecta con perspectivas posestructu-
Por ejemplo, en el Perú, el creciente sector rales en las cuales se reconoce que ninguna
minero, que es cada vez más importante imagen de “realidad” pueda ser libre de la vi-
en la economía de ese país, ha influido en sión o discurso de los que la producen (Braun
la construcción de grandes infraestructuras & Wainwright, 2001). En relación a esta pers-
como represas hidroeléctricas y plantas de pectiva, se reconoce el rol de las relaciones
desalinización. Estas obras son en parte para de poder en la producción de conocimento
producir el agua requerida para la minería, y de la “verdad” (Ekers & Loftus, 2008). Re-
y en parte sirven para resolver los conflictos cientemente, estas ideas provocaron mayores
sociales que surgen de la percepción de los averiguaciones sobre la validez de la ciencia
despojos de las fuentes utilizadas por las co- ambiental y/o ecológica en la producción del
munidades campesinas en la sierra (Budds e conocimiento acerca de cómo funciona la
Hinojosa, 2012). naturaleza (Forsyth, 2003). Algunos estudios
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 171
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
han explorado las construcciones sociales de Dirección General de Aguas (DGA) y el Ins-
la naturaleza que sustentan la práctica cien- tituto Nacional de Desarrollo Agropecuario
tífica ecológica, como también los valores e (INDAP). Los datos incluyen, entre otros,
intereses de los científicos y sus instituciones registros de derechos de agua superficiales y
(Blaikie, 1995; Forsyth, 2003). Esto ha con- subterráneas otorgados (1990-2004) y solici-
ducido a una revaloración de la supuesta tados (1999-2004), datos hidroclimáticos de
superioridad y neutralidad de los conoci- las estaciones de medición en el valle (cau-
mientos científi cos al explicar los procesos dales medios del río La Ligua, precipitación,
ecológicos, lo que en cambio ha llevado a niveles estáticos en pozos, calidad del agua)
un cuestionamiento el rol de la ciencia como (1977-2002), y una encuesta sobre el uso y
fundamento esencial en la administración los derechos de agua subterránea entre pe-
del medio ambiente (Demeritt, 1998, 2001; queños agricultores (INDAP, 2003).
Forsyth, 2003; Zimmerer & Bassett, 2003).
Se colectó y analizó una amplia selec-
En relación a los recursos hídricos, Linton ción de documentación, la cual incluye le-
(2008, 2010) ha planteado que el uso del ci- gislación, documentos de la DGA, minutos
clo hidrológico, el concepto fundamental de de reuniones en el congreso, e informes de
la hidrología, es problemático en muchas ins- consultoría. También se revisaron archivos re-
tancias, debido a que no contempla bien las levantes en la provincia de Petorca, entre los
condiciones hidrológicas en regiones tropi- cuales se destacan los registros de agua en
cales, y a que este concepto tiende a excluir el Conservador de Bienes Raíces de La Ligua
los procesos sociales que modifican los flujos (1981-2003), y los casos de agua archivados
de agua, lo que puede resultar en conjeturas en el Juzgado Civil de La Ligua (179 casos,
generalizadas sobre las causas humanas en la 1987-2003).
degradación de recursos hídricos, sin consi-
derar los roles de diferentes grupos sociales. Las entrevistas semiestructuradas fueron
Hasta ahora, existen pocos estudios que exa- realizadas con una gran variedad de interesa-
minen el uso y la asignación del agua desde dos en Santiago, en la Región de Valparaíso,
una perspectiva que interroga la producción y en la provincia de Petorca (74 entrevistas).
de datos físicos, y cuestiona su uso para En el valle La Ligua, los entrevistados (cuyos
fundamentar políticas públicas y decisiones nombres se mantendrán en reserva) compren-
locales (Budds, 2009; Kaika, 2003). dieron funcionarios de agencias estatales,
alcaldes, representantes de organizaciones no
Metodología gubernamentales, investigadores, consultores,
abogados con especialización en el agua,
El presente estudio se basa en un periodo empresarios locales, grandes agricultores,
de trabajo de terreno en el valle La Ligua nuevos agricultores, pequeños agricultores y
de ocho meses en el 2003, seguido por dos dirigentes de comunidades campesinas en las
periodos de un mes en el 2006 y un mes en partes alta, media y baja del valle.
el 2009. El estudio se encuentra en el marco
de una investigación mayor, de cuatro años, Finalmente, se realizaron observaciones
sobre las implicancias sociales y ambientales en el campo a través de caminatas guiadas
del Código de Aguas de 1981, para la cual se por agricultores y funcionarios del Estado
dedicó un total de 18 meses para realizar in- (Rocheleau, 1995), y asistencia en eventos
vestigación en Chile. Los métodos utilizados pertinentes, como por ejemplo las audiencias
combinan datos primarios y secundarios, y de información que acompañaron la encuesta
fuentes cuantitativas y cualitativas. Más es- del INDAP.
pecíficamente, comprenden datos y registros,
análisis de documentación y archivos, entre-
vistas semiestructuradas, y observaciones.
El uso y asignación del agua en
el valle del río La Ligua
Los datos secundarios consisten en datos
disponibles, predominantemente de agencias La expansión agrícola y la creciente
estatales chilenos, y particularmente de la demanda por el agua subterránea
172 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE
El valle del río La Ligua es una pequeña agraria rigió en el valle entre los años 60 y
cuenca (aproximadamente a 20 km de norte 80, y resultó en la expropiación de hacien-
a sur, y 100 km de este a oeste) ubicada en el das y la distribución de tierra a trabajadores
Norte Chico de Chile (Figura N° 1). El río La rurales sin tierra, al inicio en forma comunal
Ligua nace en las faldas de los Andes y des- (1967-1973) y más tarde a través de proyec-
emboca en el océano Pacífico. El hecho de tos de parcelación (1973 hasta mediados de
que el río La Ligua nace en la parte baja de 1980) (Garrido et al., 1988). El valle de La Li-
los Andes significa que recibe agua de nieve gua se caracteriza en la actualidad por gran-
en primavera, mientras que los ríos que se des agricultores comerciales con propiedades
originan en la parte alta de los Andes son ali- mayores (100-300 hectáreas) de hace mucho
mentados por aguas de nieve durante todo el tiempo en el valle, pequeños agricultores
año. Por lo tanto, el río La Ligua experimenta quienes adquirieron terrenos o parcelas bajo
picos en el fl ujo de la corriente durante el la reforma agraria (5-20 hectáreas, depen-
derretimiento de la nieve en primavera y una diendo de la calidad del terreno), y nuevos
marcada reducción en verano. La cuenca del agricultores quienes han comprado tierra re-
río La Ligua también contiene un acuífero no cientemente (desde principios de 1990) para
confinado y poco profundo, lo que implica invertir en la producción de frutas, y han ad-
que las aguas subterráneas y las superficiales quirido o parcelas o terrenos previamente no
se encuentren estrechamente relacionadas. El cultivados en las laderas del valle (que, por lo
valle se caracteriza por un clima semiárido, tanto, son de varios tamaños)3.
con un promedio anual de precipitación de
300 mm, y años secos o de sequía unidos Desde los años 1980, la agricultura co-
al ciclo de la corriente oceánica de La Niña mercial de exportación se transformó en una
(Gualterio y Curihuinca, 2000; Niemeyer y prioridad para el desarrollo nacional, enca-
Cereceda, 1984). minando a una conversión y expansión de la
tierra a cosechas de exportación en el Norte
Figura N° 1 Chico (Gwynne & Meneses, 1994; Murray,
Ubicación de la cuenca del río La Ligua 1997). Desde inicios de la década de 1990,
el valle de La Ligua experimentó un cambio
profundo, puesto que de las cosechas de
periodo anual para el mercado doméstico
(porotos, maíz, papas, trigo) se dio paso a
plantaciones frutales permanentes para la
exportación (paltos, cítricos, nueces). El área
dedicada a este tipo de frutas se duplicó,
desde 3.619 a 7.503 hectáreas entre 1997 y
2002, siendo la palta la cosecha dominante
(INE, 1997; ODEPA-CIREN, 2002).
Figura N° 2
La expansión de las plantaciones de palta en el valle del río La Ligua
tió en el mecanismo principal para adquirir riodo era comprándolos a otro usuario. Sin
los derechos de agua. La regularización ha embargo, en el valle de La Ligua las entrevis-
sido utilizada en su mayoría por los grandes tas y los archivos del Conservador de Bienes
y nuevos agricultores. Sin embargo, las en- Raíces demuestran que muy pocas transac-
trevistas y los casos revisados en el Juzgado ciones tomaron lugar. Esto se debió a que los
Civil de La Ligua indican que muchas solici- usuarios no querían vender sus derechos de
tudes eran dudosas o falsas en términos de agua y muchos derechos de agua subterránea
la antigüedad del pozo y/o el caudal de agua no estaban legalizados, por lo que no po-
utilizado históricamente9. dían ser vendidos. En las pocas ocasiones en
donde los derechos eran puestos en venta, su
Bajo el sistema de derechos privados de precio era muy alto10. Las entrevistas indican
agua, el único otro medio que existía para que muchos grandes y nuevos agricultores
adquirir derechos de agua durante este pe- consideraron que no valía la pena comprarlas
cuando se podía intentar regularizar el agua
falsamente, esperar que la DGA distribuya los
nuevos derechos, o simplemente utilizar los
9 Por ejemplo, algunas solicitudes fueron presentadas pozos sin derechos legales.
para regularizar aguas extraídas de pozos grandes
situadas en tierras de secano que nunca fueron irri-
gadas, para caudales muchos mayores de lo factible
para el área, y acompañadas de documentos que
mostraron que el pozo fue construido reciente- 10 Entrevistas a grandes agricultores, La Ligua, junio y
mente. julio de 2003.
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 175
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
neas se han expandido desde la suspensión obstante, cabe destacar que el valle de La Li-
de los derechos de agua, sin un impacto gua todavía no posee una Junta de Vigilancia
aparente en los años húmedos. Algunos afir- formalmente constituida, que pueda asumir
maron que el acuífero recibe continuamente funciones regulatorias importantes, tanto para
agua de nieve, mientras que otros culparon a los recursos de agua en la superfi cie como
la DGA por fallar en llevar a cabo una inves- subterráneas.
tigación adecuada de las aguas subterráneas,
y por haber decidido de suspender la asigna- La formación de una Junta de Vigilancia
ción de los derechos de agua subterránea. también ha sido un asunto polémico en el
valle. Durante los años 2000, el debate se
Por un lado, el discurso por la escasez centró en si se constituía una Junta para todo
está unido estrechamente a los intereses el río, o si se constituían una para la parte
creados. Es fuertemente expresado por los alta y otra para la parte baja del valle, basán-
agricultores que han estado en el valle por dose en la observación de que el río fluye de
más tiempo, quienes temen que los altos cau- forma subterránea en una pequeña sección
dales de aguas subterráneas extraídas por los del valle central. Por una parte, esta división
nuevos agricultores puedan afectar su dispo- es aparentemente territorial, mientras que
nibilidad del agua; mientras que el discurso los agricultores que se encuentran río arriba
sobre la abundancia por parte de los nuevos apoyan dos Juntas de Vigilancia, aquellos
agricultores puede vincularse a la necesidad que se encuentran río abajo favorecían una
de legalizar sus extracciones de agua subte- sola Junta de Vigilancia para la totalidad del
rránea. Por otro, también está relacionado a valle. Estas posturas también están estrecha-
su posición en el valle. Los agricultores en mente unidas por la ubicación espacial de los
la parte baja del valle temen que el flujo de agricultores y su interés en términos de una
la corriente se vea reducido y que los niveles disponibilidad segura de agua. Los agricul-
freáticos bajen como resultado del uso de tores río arriba se verían beneficiados, y los
aguas subterráneas en la parte alta del valle agricultores río abajo se verían perjudicados
para irrigar las nuevas plantaciones. por un comité separado, bajo el cual ellos no
tendrían ninguna obligación de considerar los
Los embalses y las organizaciones de impactos que su uso del agua pueda tener en
usuarios de agua relación con aquellos ubicados río abajo. Por
otro lado, las discusiones sobre la formación
El Estado chileno está planificando la de la Junta de Vigilancia giran en torno a te-
construcción de al menos un embalse para mas de control entre los grandes y pequeños
almacenar agua de riego en el valle como agricultores, y aun cuando los primeros son
solución a la escasez, que se atribuye casi mucho más numerosos, son estos últimos
universalmente a las características predomi- quienes poseen una proporción mayor de de-
nantes de la geografía e hidrología del valle. rechos de agua, que les otorgaría derechos de
Las propuestas para la construcción de uno votación superiores en la Junta de Vigilancia
o más embalses ubicados en la parte alta del regida bajo el Código de Aguas.
valle se encontraban en la etapa de viabilidad
en el 2009. Mientras que muchos agricultores Puesto que la DGA no tenía poderes re-
apoyaron los embalses como una solución, gulatorios hasta el 2005, y solo ha ganado
un asunto importante fue que en el debate poderes menores desde ese entonces, no ha
sobre los embalses se ha centrado bajo qué podido forzar a los usuarios de agua para
régimen institucional será construido este que constituyan una Junta de Vigilancia,
proyecto –una concesión privada o por finan- aunque el Código de Aguas requiera que los
ciamiento del Estado– con poca considera-
ción sobre el asunto de cómo será distribuida
el agua almacenada, y si será organizada
por la Junta de Vigilancia de la cuenca15. No regadío que toman el agua superficial del mismo río
o sección y poseen poderes legales para monitorear
y mediar conflictos que tengan relación con la dis-
tribución del agua. Desde el año 2005, las Juntas de
15 Organización de usuarios de agua que comprende Vigilancia son requeridas para incorporar las aguas
a aquellas organizaciones de usuarios de canal de subterráneas.
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 177
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
poseedores de derechos lo formen. Mientras error en los resultados, por lo que la exac-
que algunos interesados sostienen que el titud de las simulaciones es desconocida.
obstáculo clave es el hecho que solo 10 de Tercero, la calidad de ciertos datos aportados
32 asociaciones de canales de irrigación son fue deficiente. Por un lado, el modelo solo
legales en el valle, otros sugieren que muchos utilizó mediciones de campo de caudal para
agricultores son reacios a formar una Junta, el río principal, mientras que el caudal de
puesto que implicaría monitorear el uso ilegal los afluentes fue estimado. En tanto, estos
de aguas subterráneas. datos son insumos importantes, y cualquier
error se vería reflejado en el cálculo de los
El estudio hidrológico y la asignación de flujos de todo el modelo. Por otro, los datos
nuevos derechos de aguas subterráneas de agricultura y de irrigación fueron antiguos,
lo que significa que los incrementos sustan-
La DGA encomendó un estudio hidro- ciales recientes en la agricultura –el mismo
lógico para La Ligua, el que fue diseñado impulso por la evaluación– no se encontraron
en 1998 e implementado en el 2002 (DGA, representados en el modelo. Cuarto, el mo-
1998, 2002). El estudio comprendió un ba- delo utilizó los derechos de agua otorgados
lance del agua, y creó un modelo hidroló- y pendientes como un indicador del nivel
gico para simular futuros escenarios acerca de uso de agua. Este es un inconveniente,
de la disponibilidad del agua, los cuales se puesto que algunos agricultores poseen más
basaron en distintos niveles de uso de aguas derechos de los que podrían llegar a utilizar,
subterráneas (nivel actual, y un nivel de uso mientras que otros utilizan el agua sin tener
mayor). El valle fue dividido en 13 secciones, derechos. Entonces, la omisión de las ex-
y basado en un nivel de uso mayor, el estudio tracciones ilegales de aguas subterráneas es
concluyó que la mayoría de estas eran sus- particularmente significativa, debido a que
ceptibles a un agotamiento del agua subterrá- es aproximadamente el doble de la cantidad
nea, en parte debido a patrones hidrológicos de los derechos considerados, el cual sería
naturales, y en parte exacerbado por la ex- reflejado en las mediciones de las aguas
tracción del agua subterránea (DGA, 2002). subterráneas17. Quinto, la aplicación de un
Mientras que la mayoría de las secciones “coeficiente de uso efectivo” para estimar la
recuperarían los volúmenes normales después proporción de agua que es de hecho consu-
de periodos secos, se predijo que tres de ellos mido por los diferentes usos, y la proporción
se agotarían permanentemente, lo que a su del exceso que entonces vuelve al río o acuí-
vez reduciría el flujo de agua superficial. La fero, es demasiado genérico y sobrestima en
evaluación recomendó que se podía asignar gran medida el agua de retorno de la agricul-
derechos adicionales de agua subterránea en tura (DGA, 2002)18.
la mayoría de las secciones, pero con límites
más bajos para aquellos que fueran más vul- A pesar de estas limitaciones, la DGA
nerables. Basado en esta evaluación, la DGA adoptó los resultados de la evaluación como
aprobó los derechos de aguas subterráneas fundamento para la distribución del agua
que habían sido solicitados hasta fi nes del subterránea (DGA, 2004a). Se adoptó la cifra
2003 (DGA, 2004a), y declaró un área de res- de 1.547 litros por segundo desde un “esce-
tricción en el 2004 (DGA, 2004b)16. nario” para representar la cantidad de agua
real que era disponible para la asignación
Sin embargo, el estudio hidrológico con- de nuevos derechos. Sin embargo, esta cifra
tuvo varias limitaciones, que comprometieron solo fue suficiente para otorgar los derechos
la exactitud de sus resultados (Budds, 2009).
Primero, falló en reconocer adecuadamente
las limitaciones del modelo, y particularmen-
17 El uso ilegal (13.859 litros por segundo, comparados
te el grado de exactitud en que se reproducía
con los 7.508 litros por segundo utilizados de forma
el sistema de agua del valle. Segundo, omitió legal) fueron los datos estimados de la encuesta de
un análisis de sensitividad y los márgenes de INDAP (Budds, 2009).
18 El coeficiente asume que solo el 20 por ciento del
agua representado por los derechos de agua es uti-
lizada para irrigación. DGA (2002) reconoció que
16 Área de restricción significa que no se debe distri- una cifra más probable sería alrededor de 65 por
buir ningún nuevo derecho de agua subterránea. ciento.
178 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE
de agua que habían sido solicitados hasta tienen el potencial de impactar significativa-
octubre de 1996. Visto que esto dejaría la mente a los usuarios de agua –los pequeños
mayor parte de la demanda insatisfecha, la agricultores– ubicados río abajo.
DGA incorporó tres factores para poder in-
crementar la cantidad de agua disponible: i) Ciertas modificaciones legislativas al
el agua no utilizada en la cosecha y que era Código de Agua en el 2005 incluyeron un
devuelta a la fuente (caudales de retorno); ii) mecanismo más sencillo para regularizar las
fugas del suministro de agua potable; y iii) extracciones de agua subterránea hasta dos
derechos “provisorios” en un 25 por ciento litros por segundo para los pozos construidos
del total de derechos de agua subterránea hasta junio de 2004, conocida informalmente
otorgado19, aun cuando “ninguno” de estos como la “Ley del Mono”. La intención de este
estaba incluido en el modelo. La nueva cifra, mecanismo fue servir como un tipo de amnis-
de 5.542 litros por segundo, era suficiente tía sobre todo para los pequeños agricultores,
para otorgar casi todos los derechos de agua quienes dependían de pozos pequeños como
que se habían solicitado hasta noviembre del una fuente de respaldo en los años secos,
2003, aunque el escenario del modelo solo pero no podían tener acceso a los nuevos
incluía derechos de agua otorgados y nuevas derechos de agua subterránea. El mecanismo
solicitudes hasta marzo de 2001. estuvo abierto por un periodo limitado a to-
dos los usuarios agrícolas; sin embargo, los
Según lo requerido bajo la ley chilena, pequeños agricultores clasificados como be-
los nuevos derechos de agua subterránea de- neficiaros de INDAP tuvieron acceso a fondos
berían ser distribuidos por orden de entrega de asistencia (bono legal) para poder aprove-
a la DGA, para asegurar la objetividad en char de ello. Sin embargo, surgieron nume-
la asignación (DGA, 2004a). Sin embargo, rosas dificultades para poder cumplir con los
este mecanismo ignora las diferencias en el criterios, como por ejemplo los documentos
acceso del sistema de solicitud de derechos de la tenencia de la tierra desactualizados.
de aguas. Tampoco presta atención a la ubi- Aun cuando se logró realizar el proceso, el
cación de los puntos de extracción de las caudal otorgado era, por lo general, bajo los
aguas subterráneas, por lo que los nuevos dos litros por segundo disponibles (debido
derechos fueron otorgados en secciones del a las metodologías utilizadas para medir o
acuífero ya nombradas como vulnerables. estimar los caudales)20. Otro asunto fue que
Además, es probable que la inclusión de los algunos de los grandes y nuevos agricultores
caudales de retorno para los nuevos derechos explotaron la oportunidad al postular muchas
de agua subterránea probablemente revir- solicitudes por pozos, algunos de los cuales o
tió el orden en el que los usuarios recibían no habían sido construidos antes de junio de
el agua. Si muchos de los nuevos derechos 2004 o ni siquiera fueron excavados cuando
fueran asignados río arriba de los derechos se entregaron las solicitudes21. Por esta razón,
existentes –algo muy posible dada la con- la DGA consideró que la Ley del Mono impli-
centración de las nuevas plantaciones en caba potencialmente una sobre-asignación de
la parte alta del valle– los nuevos usuarios derechos de aguas subterráneas en acuíferos
recibirían el agua antes de los usuarios exis- como el del río La Ligua, y modificó este
tentes, quienes a su vez deberían depender mecanismo de manera retrospectiva; así que
de los caudales de retorno de los nuevos pudo rechazar todas las solicitudes pendien-
usuarios. Dada la concentración general de tes de aquellos usuarios que no eran ni bene-
los grandes y nuevos agricultores ubicados ficiarios de INDAP ni tampoco miembros de
en la parte alta del valle, y los pequeños grupos indígenas22.
agricultores en la parte baja, las implicancias
socioecológicas del modo de asignación
19 Son derechos temporales que son distribuidos una 20 Entrevista, INDAP, Santiago, diciembre de 2009.
vez que se han agotado los derechos permanentes, 21 Entrevista, Gobernación de la Provincia de Petorca,
y que se cancelan después de cinco años en caso de diciembre de 2009.
que se detecten impactos negativos en el acuífero. 22 Entrevista, DGA, Santiago, diciembre de 2009.
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 179
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
pequeños agricultores. La necesidad de un en vez de ser una de tipo política. Esto puede
embalse fue fuertemente apoyada, fundamen- explicar el enfoque físico, en la medida que
tando que fomentaría el desarrollo del valle, un estudio técnico y exacto podría informar
así beneficiando a todos los agricultores. de manera confiable las decisiones en torno
Aunque la mayoría de los pequeños agricul- al recurso agua. La DGA presentó una eva-
tores entrevistados está a favor del embalse luación técnica como el único conocimiento
como solución, falta indagar quién promueve legítimo sobre el recurso, pero manipuló
esta solución, con qué fi n y cómo será or- los resultados e ignoró sus limitaciones, al
ganizado. La expansión de los agricultores incorporar otros cálculos para satisfacer la
comerciales ha contribuido mayoritariamente mayor parte de la demanda. Al mismo tiem-
al déficit de agua, contra el cual son menos po, esto permitió que la DGA se enfocara
vulnerables que los pequeños agricultores; a en las dimensiones físicas (restricciones en
su vez, han apoyado fuertemente la reserva el acuífero), al dejar de lado la dimensión
como solución –en nombre de los agricul- social (contribución a la sobreexplotación y
tores en general– a pesar de no tener claro las diferencias en el acceso a los derechos de
hasta qué punto se verán beneficiados los pe- agua y en la seguridad hídrica) y que fuera
queños agricultores con esta infraestructura. determinada mediante procesos administrati-
vos bajo el Código de Aguas. De esta manera,
Para responder al incremento de la ex- se evitaron muchos de los aspectos controver-
plotación de las aguas subterráneas, la DGA siales sobre el tema. Estas decisiones fueron
optó por realizar un estudio hidrológico que encasilladas como medidas administrativas y
solo contempló los volúmenes y caudales neutrales, a pesar de su potencial de contri-
del agua y omitió los patrones de uso entre buir a las inequidades existentes.
los distintos usuarios. Los únicos datos utili-
zados para representar el uso de agua fueron Conclusiones
los derechos de agua subterránea asignados
y solicitados, los cuales no reflejan ni las El análisis del ciclo “hidrosocial” demues-
prácticas de irrigación (como el uso ocasional tra la importancia de considerar los caudales
de los pozos en periodos secos) ni tampoco físicos en conjunto con las relaciones socia-
las extracciones ilegales. De esta manera, el les que influyen en, y que son influidos por,
estudio no consideró cuáles usuarios eran estos flujos de agua, tanto material como
responsables por la sobreexplotación de las discursivamente. De esta manera, el marco
aguas subterráneas, y resultó en un análisis del ciclo “hidrosocial” ofrece una mirada más
despolitizada. Tampoco consideró los proce- crítica hacia la relación entre los usuarios y
sos sociopolíticos subyacente que dan forma el agua. Por ejemplo, en vez de considerar la
a esas cantidades y flujos, incluyendo el Có- escasez en sí, se ha indagado cómo el agua
digo de Aguas, las políticas de exportación se ha vuelto escasa en este contexto, y cómo
agrícola y las desigualdades socioeconómicas y por qué los diferentes interesados la consi-
que influencian el acceso y exclusión de de- deran y explican la escasez. Según este aná-
rechos de agua. lisis, se plantea que la escasez no se trata de
un estado concreto, sino uno que es definido
La asignación de los nuevos derechos de de maneras distintas por los diferentes tipos
agua subterránea fue fundamentada en la de- de agricultores, dependiendo tanto de su po-
cisión de la DGA de realizar un estudio físico sición espacial en el valle como su situación
de la situación del agua en el valle. Al cen- agrícola personal.
trarse exclusivamente en las cantidades y flu-
jos de agua, dio como resultado una serie de Por lo tanto, el análisis muestra cómo el
repercusiones. Si se considera el agua como agua es un recurso profundamente disputado
un recurso ajeno a la sociedad, se obscurece por los distintos interesados. Este aspecto es
el hecho de que los pequeños agricultores aparente de las estrategias que los distin-
no han tenido mayor responsabilidad en el tos usuarios han utilizado para asegurar el
agotamiento del acuífero, aunque son ellos agua, de los alineamientos de las formas de
los que serían más perjudicados por las res- administrar el agua que han promovido de
tricciones. También posibilita la situación de acuerdo con sus propias intereses, y también
ser enmarcado como una cuestión ambiental de las varias narrativas que han construido
LA DEMANDA, EVALUACIÓN Y ASIGNACIÓN DEL AGUA EN EL CONTEXTO DE ESCASEZ: 181
UN ANÁLISIS DEL CICLO HIDROSOCIAL DEL VALLE DEL RÍO LA LIGUA, CHILE
Practice, and Politics. Oxford: Blackwell, Practice, and Politics. Oxford: Blackwell,
2001. 2001b.