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Consumo de agua en el país es mayor al que OMS sugiere

De 85 a 300 litros de agua consume una persona a diario en Bolivia, según informó ayer la fundación
Canaru. Esta cantidad es superior a la cifra que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS),
que sugiere utilizar 80 litros cada día.

Desde que se levanta hasta que se duerme el boliviano usa cantidades “excesivas” de este líquido,
muchas veces por desconocimiento. El consumo depende de la zonas geográficas, costumbres y climas,
en el occidente normalmente se usan 85 litros y en el oriente puede llegar de 250 a 300 litros.

“Hay mucho malgasto de las personas. Lo recomendable es usar 80 litros, desque uno se asea, al cocinar,
limpiar su casa, lavar ropa y otros. En el oriente el consumo sube de 250 a 300 litros”, señaló ayer a La 
Razón Jorge Ruiz, director ejecutivo de la fundación.

El clima caluroso es un factor relevante que lleva a abrir el grifo varias veces al día. Ruiz dio algunos
ejemplos, los habitantes se duchan dos o tres veces al día, la evaporación en los riegos de plantas es mas
rápida y se debe irrigar con mayor frecuencia.

Ruiz explicó que Canaru ha emprendido iniciativas para que “todo boliviano haga un uso racional del
agua”, porque a ese consumo se suma además pérdidas cuando hay fugas, malas conexiones y ruptura
de tuberías en el sistema de distribución del agua.

Datos de Canaru detallan que cada vez que se suelta el tanque de un inodoro se gasta de 10 a 16 litros,
por 15 minutos de ducha 60 litros, por el uso de una lavadora de 50 a 200 litros y por lavarse las manos
por un minuto y con el agua corriendo, tres litros.

“Cuántos dejan la pila abierta al cepillarse los dientes y no usan solo un vaso de agua, cuántos dejan el
agua corriendo antes de entrar a la ducha, cuántos más lavan su vehículo o limpian sus veredas con
mangueras. Se derrochan muchos litros”, prosiguió.

Para promover el uso adecuado de este elemento, la fundación lleva adelante la campaña educativa
Ahorremos el agua y este jueves —Día Nacional del Agua y Saneamiento, que se recuerda cada 29 de
octubre — expondrán en la plaza del mercado Camacho junto a estudiantes y voluntarios.

Del 100% de agua que existe en el planeta, la cantidad para el uso y consumo humano es mínima, dijo
además la coordinadora de Canaru, Judith Valdivia. Mientras que el 97,5% es salada, el 2,5% es dulce, es
decir para el humano. De este último porcentaje, el 2,04% viene de los glaciares, 0,57% son aguas
subterráneas y el 0,01% de lagos y ríos.
Dulce. Según el último estudio La huella ecológica (2014), realizado por la fundación en La Paz,
Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, nueve de cada diez personas tienen un “comportamiento insostenible
con el planeta” ya que desperdician agua, derrochan energía, hacen un mal uso del transporte, disponen
mal sus residuos y compran mucho alimento enlatado.

Otro factor que se toma en cuenta relacionado con el desperdicio —afirmó la coordinadora— de este
líquido es lo que se llama el agua virtual (H20 virtual), es decir cuántos litros se usaron para producir algo
que es consumido por el humano y son despilfarrados.

Por ejemplo, para producir un par de zapatos se utilizó 8.000 litros, para una camisa de algodón 4.100,
para una hamburguesa 2.400, un vaso de leche hasta 200, una taza café hasta 140.

Ruiz indicó que debido a esta falta reflexión se va a dejar un panorama muy complejo a las futuras
generaciones.

http://m.la-razon.com/sociedad/Consumo-agua-pais-mayor-OMSsugiere_0_2369763019.html

Cuántos litros de agua se necesitan para producir……?

agua

litros de agua

La cantidad de agua que requerimos diariamente es elevada. Te aseguro que no sabes cuántos litros de
agua requieres diariamente.-

El agua es el elemento usado casi en todos los procesos que realiza el ser humano en el planeta.

El agua es un recurso natural renovable, pero cada vez es más difícil contar con un acceso sostenido a
fuentes de agua de calidad óptima y en la cantidad adecuada.

Sabiendo la cantidad de litros de agua que se requiere podrá servir para que ahorres la misma.

.
Hay zonas del mundo donde el agua es un recurso tan valioso como el petróleo o los diamantes, pero
con una diferencia, que sin agua no hay vida.

El agua es usada en la agricultura, en la ganadería, en las industrias, en el hogar, en todo lado.

“Debo invitarte a leer el artículo más completo que escribí sobre el tema, leerás ejemplos que van desde
el agua requerida para fabricar un automóvil hasta el agua necesaria para elaborar las hojas donde
imprimes tus deberes, tan solo entra en: ¿Qué es la Huella Hídrica y cuál es tu consumo?“.

Además, a medida que vamos degradando nuestro medioambiente, las variaciones en el clima no nos da
mucho margen para considerar en la producción de alimentos y la población sigue creciendo y
creciendo.

«Cada gota de agua que malgastas debe ser repuesta, cada desecho innecesario que generas no debe
volver a repetirse, cada acto de contaminación que generas debe ser anulado y reparado. El agua es vida
y no debemos auto atentarnos».

Puede ser que nunca te hayas preguntado cuánta agua se usó para producir tus alimentos, pero con
estas cifras que obtuve del Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
te dejarán sorprendido.

La cantidad de agua en litros para producir :

1 tomate = 13 litros
1 papa o patata = 25 litros

1 taza de té = 35 litros

1 copa de vino = 120 litros

1 vaso de cerveza = 75 litros

1 vaso de jugo de manzana = 190 litros

1 vaso de jugo de naranja = 170 litros

1 taza de café = 140 litros

1 vaso de leche = 200 litros

1 naranja = 50 litros

1 manzana = 70 litros

1 huevo = 135 litros

1 envase de papas fritas = 185 litros

1 hamburguesa = 2.400 litros


1 kilo de carne de res = 15.000 litros

1 kilo de granos para alimentar la res = 150 litros

1 rebanada de pan = 40 litros

Son cifras del consumo de agua que invitan a reflexionar

Si quieres saber mas sobre el tema de la “huella hídrica”, desde la cantidad de agua para elaborar 1 solo
fideo hasta construir un avión entra a: ¿Cuánta agua utilizo?

La demanda de agua es considerable para cada alimento.

A esta situación súmale cuántos miles de litros se demandan para vestirte, darte comodidades,
transportarte y demás.

Y ojo, ya somos casi 8.000 millones de personas.

La población crece, la cantidad de agua del planeta no. El cambio climático causado por el ser humano se
hace “sentir” con los eventos climáticos cada vez mas frecuentes e intensos. (Puedes aprender mucho
en: “El calentamiento global y el cambio climático”).

https://www.natura-medioambiental.com/cuantos-litros-de-agua-se-necesitan-para-producir/

Mientras más litros de agua optimicemos nos irá mejor.

LINEA DE INVESTIGACIÓN: USOS DEL AGUA


Problemáticas vinculadas a los usos del agua.

Los diferentes usos del agua (agricultura, industria, minería, los usos domésticos o recreacionales u otros
usos), sean estos consuntivos o no consuntivos, tienen implicancias directas sobre la modificación del
ciclo hidrológico (natural). Cada uso demanda de ciertas características del agua como ser su calidad,
cantidad, oportunidad, entre otros. Para lograr esto, se han desarrollado distintos medios tecnológicos
(infraestructura, equipamiento, etc.), para permitir que el agua esté disponible en las cantidades y en los
tiempos requeridos para esos distintos usos, así como para que los usuarios finales del agua, puedan
“controlar” los flujos y también para optimizar (generalmente ahorrar) el consumo de agua.

CORA-INUND3El agua dulce no es un recurso infinito, no obstante ser parte del ciclo inagotable que lo
produce. Por el carácter vital que tiene el agua en el consumo humano y en la producción de alimentos,
su prioridad es indiscutible. Sin embargo, otros usos vinculados a actividades económicas (minería,
industria) compiten cada vez más por el agua, además de afectar su calidad.

Siendo el sector agrícola el que consume más agua (80% aproximadamente a nivel mundial), su acceso
es fuertemente disputado dentro y entre los diferentes sectores de uso. Esta disputa genera una gran
dinámica, expresada en estrategias de acceso y de usos del agua, derivándose muchas veces en
conflictos sociales, pero también en acuerdos que aunque a veces llegan a ser sólo transitorios, permiten
destrabar estas situaciones conflictivas o algunas veces violentas.

295aEn Bolivia, los usos del agua para consumo doméstico y principalmente el riego, están ligados
fuertemente a la gestión colectiva del agua, realizada por los mismos usuarios. La participación estatal
en la gestión del agua de riego en particular, es prácticamente nula.

Otra característica que resalta es que el agua en sistemas de aprovechamiento para riego o para
consumo doméstico, no necesariamente es utilizada exclusivamente para esos usos, sino que se utiliza
en múltiples actividades domésticas y productivas. Estos múltiples usos son parte de las estrategias de
vida familiares, lo que complejiza aún más la gestión del agua, pero también el desarrollo (diseño e
implementación) de infraestructura o tecnologías que se adecuen a esos distintos usos de forma
simultánea.

aspersionEn el tema particular del riego, en Bolivia, como en varias zonas de los países andinos, sobre
todo en áreas montañosas, las tecnologías de uso del agua están cambiando rápidamente. El riego
presurizado (goteo y principalmente aspersión) ha crecido en términos de su uso, así como de interés de
los agricultores por utilizar estas nuevas tecnologías. Esta dinámica está generando procesos de
innovación tecnológica en sistemas de riego bajo gestión colectiva (mejoras en la captación, conducción,
distribución y aplicación) que están conduciendo a la readaptación de la gestión del agua, provocando a
su vez nuevas dinámicas socioeconómicas al interior de los sistemas de riego. Los procesos de
innovación tecnológica implican también nuevas interacciones con el mercado y con el propio Estado, ya
que estos procesos (diseño y adopción-adaptación tecnológica) en el riego, están siendo promovidos
fuertemente desde programas gubernamentales de apoyo al sector (MI AGUA, MI RIEGO, entre otros).

RuralSin embargo, a la par de esta creciente tendencia de tecnificación del riego en Bolivia, surgen varias
interrogantes y diversos problemas en el proceso de implementación de proyectos de tecnificación
(sobre todo aspersión), originando resultados inesperados, motivando diversas adaptaciones que los
agricultores realizan durante estos procesos de cambio tecnológico y generando requerimientos en el
diseño como en el proceso de adopción tecnológica, así como cuestionamientos sobre sus reales efectos
e impactos a diferentes niveles.

Los usos del agua, están también fuertemente ligados a la producción de desechos, producto de los
mismos usos, y se relacionan por lo tanto con la degradación del medioambiente.

Dadas las condiciones de escasez de agua en varias regiones del país, el uso de tecnologías de
tratamiento de aguas residuales para su posterior reuso, está siendo analizado como una fuente
alternativa de agua para riego, ya que de todas formas, comunidades periurbanas han empezado a
utilizar las aguas servidas (tratadas o no tratadas), con todos los riesgos asociados con su uso. Por el
momento la atención está centrada en los resultados del uso de tecnologías para la depuración en sí y no
tanto en el funcionamiento integral y de gestión de los sistemas de depuración y menos en su
interrelación con los sistemas de aprovechamiento de agua.

Enfoques

De lo abordado en el acápite anterior, surgen varios temas ligados al uso del agua: Uso y disponibilidad
del agua, uso y tecnología, usos múltiples, gestión y uso, uso y degradación ambiental, uso y reuso del
agua. Se tienen varios avances sobre estos tópicos, pero también surgen varias interrogantes. Se pueden
identificar tres líneas temáticas que deberían ser abordadas a través de la investigación en el tema de
uso de agua:
Tecnologías y usos del agua

Dinámicas sociales en torno a los usos del agua

Impactos y efectos socioeconómicos de los uso del agua

Tomando en cuenta que estudios anteriores han sido abordados más en términos de entender cómo es
el uso, el reuso del agua, o cómo funcionan las tecnologías de uso del agua, entre otros, ahora la
necesidad es de un abordaje de los procesos, las dinámicas que acontecen, o los impactos que generan,
etc.; por lo tanto, requieren estudiarlos con enfoques más amplios. Los enfoques que podrían ayudar a
un mejor entendimiento de estas temáticas podrían ser: el enfoque sociotécnico y el enfoque de
economía ecológica.

Líneas temáticas y temas

Las líneas temáticas y los temas más específicos se presentan a continuación:

Tecnologías y usos del agua

Innovaciones tecnológicas en riego

Usos múltiples del agua

Tecnologías naturales de tratamiento de agua residual

Reuso de aguas residuales en agricultura

Eficiencias en los usos del agua

Dinámicas sociales en torno a los usos del agua

Estrategias campesinas y medios de vida

Dinámicas agrarias

Soberanía y seguridad alimentaria

Impactos y efectos del uso de agua

http://www.centro-agua.umss.edu.bo/investigacion-3/lineas-de-investigacion/uso-del-agua/

¿Cuánta agua hace falta para fabricar una botella de agua?


Guillermo Carvajal ago 4 años

Hace tiempo hablamos aquí de la polémica sobre si es mejor el agua embotellada o la del grifo. Todo
parece indicar, salvo en casos muy concretos, que el agua del grifo es no sólo más barata, sinó también
más ecológica. Incluso el gobierno británico impulsó hace años una campaña contra el agua embotellada
tildándola de inmoral.

Ahora, la Asociación de embotelladores de agua (Bottled Water Association) de Estados Unidos ha


financiado un estudio con el que pretenden demostrar que ésta no es tan mala. Con ello intentan
responder a las críticias que afirman que para fabricar una botella de agua hay que emplear incluso más
agua del que contiene.

Según su estudio para fabricar una botella de litro son necesarios 1,39 litros de agua. Entendido que esto
se refiere al proceso de fabricación, y no al contenido de la botella. Por el contrario, para fabricar una
botella de cerveza harían falta 4 litros de la misma agua.

No obstante desde la Red de Huella Hídrica (Water Footprint Network) piensan que esos datos no tienen
en cuenta el agua empleada en la cadena de suministros, lo cual elevaría hasta los tres litros el agua
necesaria para fabricar una botella de medio litro.

Puede resultar chocante que para poder poner en el mercado una botella de agua sea necesario gastar
más agua de la que contiene la propia botella. En realidad hay pocas cosas que no necesiten del agua
para su proceso de fabricación.

La cuestión sería como hacer más eficiente la producción. Y respecto al ciudadano, un uso racional del
agua embotellada, que a fin de cuentas no por venir en una botella es más sana o mejor que la que sale
del grifo.

https://www.labrujulaverde.com/2014/03/cuanta-agua-hace-falta-para-fabricar-una-botella-de-
agua/amp

Bolivia, un futuro sin agua

por Andrés Repetto


Mientras la cumbre de Copenhague busca un acuerdo histórico para reducir la emisión de gases
contaminantes a la atmósfera, el calentamiento global hace estragos en América Latina. Bolivia es uno de
los países más afectados. El derretimiento de sus glaciares y la sequía dejarán sin agua a millones de
habitantes en muy pocos años. ¿Qué opinan los científicos? ¿Qué están haciendo las autoridades?
Observador Global viajó a La Paz y registró la lenta muerte de sus gigantes blancos.

Desde hace dos años, y con mayor dramatismo durante los últimos meses, distintos organismos
internacionales publicaron informes sobre los efectos del cambio climático a nivel mundial. Las Naciones
Unidas, el Banco Mundial, organizaciones ecologistas y paneles de científicos se convirtieron en los
voceros de lo que le espera al planeta en el corto y mediano plazo.

En las últimas semanas nos llamó la atención la actualización de algunos de esos informes que, con
nuevos análisis y datos corregidos, arrojaron conclusiones aún más negativas, casi apocalípticas.
Derretimiento de glaciares, aumento de la temperatura, sequías, inundaciones masivas, falta de agua en
grandes ciudades, aumento de los niveles de los mares. Uno de los datos más estremecedores es que
estos pronósticos se harán realidad en pocos años.

chacaltaya

1940-2009 - Lo que queda del glaciar Chacaltaya

LA MUERTE DE LOS GLACIARES

A simple vista, uno de los fenómenos de las consecuencias del calentamiento global que más
gráficamente nos permite visualizar su impacto es el acelerado proceso del derretimiento de los
glaciares. Donde antes había hielos eternos y pistas de esquí hoy solo quedan las montañas cada vez más
desnudas y centros turísticos abandonados.

América Latina no es la excepción: los científicos vienen advirtiendo desde hace tiempo sobre la futura
desaparición de los glaciares y la escasez de agua como una de sus consecuencias directas.
Lamentablemente estas proyecciones sombrías fueron en muchos casos superadas por la realidad. Lo
que muchos expertos creían que sucedería en 2015 ya está ocurriendo. Los glaciares subtropicales
bolivianos, peruanos y ecuatorianos son un claro ejemplo.
Bolivia es uno de los países que más esta sufriendo este fenómeno. Para los científicos bolivianos la falta
de agua ya es uno de los temas más urgentes. Si pocos años atrás la llamada "guerra del agua" llevó la
muerte a varios ciudadanos que reclamaban por el acceso al agua en manos de empresas privadas,
ahora el gran temor de ciudades como La Paz es que el agua no alcance. Las altas temperaturas no solo
están derritiendo sus glaciares sino que además secan sus represas, ya sea por la falta de lluvias o la
evaporación del agua. Algunas fuentes consultadas que prefieren preservar su identidad confirmaron a
Observador Global que el racionamiento es "inminente".

Por esta razón decidimos viajar hasta La Paz y contemplar este fenómeno con nuestros propios ojos.
Visitamos las regiones afectadas por el cambio climático y vimos asombrados lo que queda de algunos
otrora gigantescos glaciares como el Chacaltaya: absolutamente nada.

El equipo de Observador Global llegó a La Paz poco tiempo después de que las lluvias llevaran un poco
de alivio a las ciudades, aunque el nivel de precipitaciones y agua acumulada está muy lejos de los
niveles que se necesitan para tranquilizar a los científicos y a los políticos.

Hablamos con Fanor Nava, el alcalde de la ciudad de El Alto, en La Paz, -la mayor urbe boliviana, en la
que se concentra el 10 por ciento de la población de todo el país-y se manifestó consciente del
problema, asegurando que la escasez de agua es una bomba de tiempo a punto de estallar. Fue él quien
obligó a que en el pasado carnaval se dejara la tradición de lado y se prohibiera el uso de agua durante
las celebraciones.

Las cámaras de Observador Global recorrieron algunos de los mercados de la ciudad de El Alto,
entrevistando a los vecinos y registrando la imagen de canillas resguardadas en cajas con candados para
evitar el derroche. La llave de ese preciado bien permanece en poder de las autoridades de los mercados
que sólo abren los cofres cuando alguien lo solicita.

Contemplamos los preocupantes niveles de las represas que abastecen de agua a La Paz mientras
observábamos las montañas que rodean la ciudad con sus picos nevados y glaciares en retroceso.
Entrevistamos a destacadísimos científicos, como Ivar Arana, experto en cambio climático, y el ingeniero
y glaciólogo Edson Ramírez, ambos colaboradores del equipo de investigación conformado por el ex
vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, que ganó el premio Nobel de la paz por su labor contra el
calentamiento global. Entrevistando a ellos y a Ángel Román, experto en ecología de las Naciones
Unidas, conocimos la preocupación que les genera el deshielo de los glaciares y la futura falta de agua en
Bolivia y el resto de la región.

MALOS PRONÓSTICOS

Ninguno de los expertos consultados por Observador Global suponía que el glaciar Chacaltaya iba a
desaparecer en 2009: la realidad superó ampliamente sus pronósticos. Cuando estuvimos a los pies de lo
que fue el Glaciar Chacaltaya, a 5.300 metros de altura, allí donde funcionaba la pista de esquí más alta
del mundo, viendo un centro turístico prácticamente abandonado, no pudimos creer las fotos que
abundan en el lugar y muestran en blanco y negro la gigantesca masa blanca que cubría al cerro pocos
años atrás.

El glaciar Chacaltaya es seguramente el ejemplo mas visible de este proceso pero lo mismo está
ocurriendo en otros de la zona como el Tuni Condoriri. Los especialistas bolivianos buscan que la gente
no solo tome conciencia de lo que está pasando sino que todos -ciudadanos y autoridades- actúen
rápido.

Ramírez, Arana y Román afirmaron ante nuestras cámaras que lo que sucede en Bolivia se repite en
Perú, Ecuador, Colombia, Argentina y en todos aquellos países que poseen estos tesoros de agua dulce.
Un recurso que ya es escaso y que a su vez está desapareciendo a una velocidad mas rápida que la
estimada poco tiempo atrás.

LA HORA DE ACTUAR

Todos coinciden en que es imposible revertir el cambio climático pero afirman que podemos trabajar
para adaptarnos. Para eso se requiere educación y no sólo restringir el uso del agua con cortes
esporádicos o candados en las canillas públicas, sino también llevar a cabo, de manera urgente, obras de
infraestructura como nuevas represas que logren capitalizar al máximo las aguas de deshielo, las
subterráneas y las provenientes de las lluvias.

Hasta el momento, los cambios que experimenta el planeta parecen ir más rápido que las acciones de los
políticos y de quienes deben implementar el cambio. Estas obras requieren mucho dinero y
determinación para llevarse a la práctica de forma inmediata. De lo contrario los efectos serán aun más
duros de lo que se cree.
Los científicos, los formadores de opinión, los nuevos líderes de un mundo en rápido y profundo cambio,
tienen la difícil tarea de medir sus palabras para no alarmar en tiempos en los que muy pocos pasan de
la toma de conciencia a la acción. La mesura de estos hombres de ciencia busca que lo dramático no se
transforme en apocalíptico y esto a su vez en excusa para no tratar de modificar nuestro presente. Su
único objetivo es dejar una mejor vida en el futuro inmediato.

Fuente: http://observadorglobal.com/bolivia-un-futuro-sin-agua-informe-especial-n45.html

https://www.somossur.net/index.php/economia/la-problematica-global-del-agua/280-bolivia-un-futuro-
sin-agua

Política, economía e ideas sobre el mundo en español

Bolivia y el agua, una relación complicada

22 marzo 2017 Gabriela Keseberg Dávalos

Categoría: agua América Latina Bolivia Política y sociedad

Bolivia y el agua, una relación complicada

Los habitantes de La Paz hacen una cola con recipientes a la espera de un tanque que suministre agua.
Aizar Raldes/AFP/Getty Images

Hay quienes dicen que el agua es el petróleo del siglo XXI y que en el futuro las guerras serán por el este
líquido. Para países como Bolivia este no es un escenario futuro, sino la triste realidad.

El país atraviesa la peor sequía en 25 años, llegando incluso a ser emergencia nacional. Miles de
campesinos han perdido cosechas enteras y han tenido que migrar o están endeudados. Miles de
animales han muerto. Bolivia, cuna de la papa (patata), ahora la tiene que importar de fuera. Lo mismo
con el maíz y otros alimentos. Según la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), en Santa Cruz, las
pérdidas agrarias en 2016 llegan a alrededor 500 millones de euros.

La escasez de lluvia y agua potable afectan en mayor o menor grado a dos tercios de Bolivia, si no al país
entero, reporta la prensa nacional. No sólo en el campo, sino también en las ciudades. Regiones como
Cochabamba y el Chaco sufren de falta de agua de manera endémica. Alrededor de 100 barrios de La
Paz, sede del Gobierno, viven hace meses sin agua o con estricto racionamiento. Y aunque es cierto que
la crisis se debe en gran medida al cambio climático (efectos del Niño/a), también es cierto que esto se
venía venir desde hace tiempo y que no se hizo nada al respecto. El Ejecutivo ignoró una plétora de
estudios que advierten desde hace años sobre el rápido derretimiento de los glaciares del altiplano, el
crecimiento demográfico de las ciudades y el efecto que tiene la deforestación en el país sobre los ciclos
de lluvia.

Bolivia y el agua, una relación complicada

Mujeres bolivianas lavan la ropa durante la emergencia de sequía declarada por el Gobierno.

Ni la desaparición del lago Poopó 2015, el segundo más grande de Bolivia con una extensión de 2.337
kilómetros cuadrados, desató un estado de alarma a tiempo en las autoridades. Más de 300 familias
fueron desplazadas con destino incierto.

Una de las muchas ironías de esta historia es que en 2010 la delegación boliviana ante Naciones Unidas
sugirió convertir el acceso al agua y saneamiento en un derecho humano. La resolución fue aceptada por
la gran mayoría de la Asamblea general e “insta a todos los países y organizaciones internacionales a
aportar recursos financieros y tecnología para lograr un acceso universal poco costoso al agua potable y
el saneamiento”. Hace siete años de esa resolución. Según datos del Estado, el 82% de la población
boliviana goza de acceso a agua potable. Pero si uno viaja a sólo dos horas de La Paz al campo, se
encontrará con comunidades que aún tienen que caminar kilómetros hasta alguna vertiente.

La constitución política del Estado Plurinacional de Bolivia dedica un capítulo entero al agua, en el que
dice, entre otras cosas, que “es deber del Estado gestionar, regular, proteger y planificar el uso adecuado
y sustentable de los recursos hídricos, con participación social, garantizando el acceso al agua a todos sus
habitantes”. Datos de la OMS (Organización Mundial para la Salud) muestran que sólo el 50% tiene agua
limpia en Bolivia. De hecho hay distritos incluso en la ciudad de El Alto, urbe directamente adyacente a
La Paz y de casi 900.000 habitantes, que no tienen agua potable. Aquí los vecinos están, por ejemplo,
excavando pozos en busca de agua en sus patios o cerca de sus casas.

Bolivia tiene una larga historia de problemas con el agua. Es famosa y ya casi legendaria la guerra del
agua de 2000 en Cochabamba. Convertida en ícono del movimiento antiglobalización y plasmada en la
película También la lluvia de Icíar Bollaín, ese conflicto marcó un antes y un después en este país. Se
trataba de la privatización del agua y de un incremento del precio. Pero también se trataba de algo
mucho más fundamental: de la idea de que un recurso natural tan vital como el agua no puede tener
precio, no puede pertenecerle a alguien. Los cochabambinos no hicieron esperar sus reclamos. Hubo casi
200 heridos, un muerto y finalmente se nacionalizó la empresa del agua.
También en La Paz se nacionalizó el suministro del agua en 2005. De hecho el plan para 2025 del
gobierno de Evo Morales prevé que en el futuro “todos los recursos naturales” sean “nacionalizados” y
estén “administrados por el Estado Plurinacional”. Lamentablemente, las nacionalizaciones en Bolivia en
este sector han resultado ser desastrosas.

Por ejemplo, la compañía a cargo del suministro de agua en La Paz, EPSAS. Una vez nacionalizada, no
hizo las inversiones pertinentes. Se puso a cargo a sindicalistas en vez de expertos y se les dio jugosos
salarios. Además, ahora se sabe que casi el 50% del suministro de agua en La Paz se pierde por cañerías
defectuosas, que no fueron renovadas en décadas. Además de la mala gestión de la empresa y la falta de
inversiones y mantenimiento, no hubo tampoco búsqueda de nuevas fuentes de agua, ni planificación.
Mientras las ciudades bolivianas crecen rápidamente, los suministros de agua no se adaptan al nuevo
número de población. Faltó también educación ciudadana y concientización del valor del preciado
líquido.

Bolivia y el agua, una relación complicada

Habitantes de El Alto protestan camino a La Paz por la falta de agua. Aizar Raldes/AFP/Getty Images

El gobierno de Evo Morales es conocido dentro y fuera del país por su discurso de la Pachamana, la
madre tierra, y el “Vivir bien”. El cuidado de la naturaleza y el respeto de los usos y costumbres de los
pueblos indígenas son su prerrogativa, dicen. La realidad es otra. Este Gobierno es abiertamente
extractivo. Los glaciares de los Andes, importantísimos para el suministro de agua, están en retroceso o
incluso ya desaparecidos (como el del Chacaltaya, antes la pista de esquí más alta del mundo) por la
contaminación de las ciudades y la minería ilegal. El consumo y la contaminación del agua por la minería
están fuera de control. A nivel nacional no ayuda tampoco la terrible deforestación que sufre el país por
los sembradíos de coca y de soja. El ministerio de Desarrollo rural y tierras calcula que un 51% del
territorio está afectado por la desertificación a causa de quemas para sembradíos, urbanización y el
cambio climático.

La actual situación saca a la luz la falta de ideas, solución y visión a futuro, como también la total
desconexión con la sociedad boliviana, que está cansada de esta situación. Evo Morales y su Gobierno
son como el cuento de El traje nuevo del emperador de Hans Christian Andersen. Rodeados de peones,
escuchan sólo lo que quieren oír y no lo que deberían. Por mucho tiempo el Ejecutivo boliviano ignoró la
idea del cambio climático, pero ahora le sirve como chivo expiatorio para salir de apuros y no tener que
admitir que en 11 años de gobierno no se tomó las previsiones necesarias y que las nacionalizaciones
fracasaron.

Siendo el agua tan esencial para la vida y con el historial de guerras del agua en el país, fue una sorpresa
que aunque la ciudadanía en La Paz estaba furiosa y frustrada, se adaptó de manera increíblemente
rápida a la nueva situación. Durante meses vivieron cargando baldes, comprando tanques de agua,
aprendiendo a ducharse con tres litros de agua desde una botella de plástico y todo tipo de otros
malabarismos creativos aprendidos en las redes sociales. Sí hubo protestas pacíficas, pero en ningún
momento se llegó a organizar un grupo de lobby realmente fuerte que se dedique al tema de manera
constante y permanente. Así, quedó enterrado el asunto y una vez más el Gobierno se libró de lo que
podría haber sido su ruina definitiva después de un 2016 lleno de escándalos de corrupción de todo tipo.

https://www.esglobal.org/bolivia-agua-una-relacion-complicada/

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