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NOMBRE: CARRILLO DANNY

GRUPO: 2

CARRERA: INGENIERIA CIVIL

CULTURA CARAL
La civilización Caral o cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1800 a. C., siendo la expresión más
nítida del surgimiento de las primeras sociedades complejas en el área norcentral peruana o Norte Chico.
En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en Barranca, al norte de Lima, donde en
apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado 20 asentamientos de esa civilización, siendo la
de mayor dimensión y complejidad la ciudad de Caral o Caral-Supe, de la que deriva el nombre de la
cultura.
La existencia de esta civilización fue desvelada a partir de 1996, gracias a los trabajos de un equipo de
arqueólogos encabezados por Ruth Shady, a través del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe. Los
estudios rigurosos han demostrado que esta civilización es contemporánea con otras civilizaciones
primigenias del mundo, como la de Egipto, India, Sumeria, China, pero a diferencia de ellas (que
intercambiaron sus logros), se desarrolló en completo aislamiento. En América, es la más antigua de las
civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro importante foco
civilizatorio situado en Mesoamérica.
Características generales
Aunque en lugares como Valdivia, en Ecuador, se producía cerámica desde 4000 a.C., en Caral no se
utilizó ella; de allí viene la denominación de precerámica, aunque la doctora Ruth Shady, su
descubridora, prefiere hablar de acerámica (sin cerámica), pues al disponer los antiguos pobladores de
Caral de una gran cantidad de mates (cucurbitáceas) que usaban como recipientes, no necesitaban de
la alfarería.
El logro más impactante de esta primera civilización fue la construcción de extensas ciudades, con
edificios monumentales, construidos de una manera muy ingeniosa con piedra, barro y materiales
vegetales, en cestos tejidos y cerrados con dimensiones y pesos muy variados (shicras) pero bastante
homogéneos para facilitar las labores de acuerdo a la fortaleza física de sus albañiles y constructores.
Las formas predominantes son las pirámides escalonadas, las plazas circulares o semicirculares hundidas
en los frentes, con escaleras que daban acceso a la cima, donde se observan habitaciones y espacios para
rituales y ceremoniales.
La evidencia arqueológica muestra también una significativa producción agrícola de algodón para redes
de pesca y prendas tejidas en técnica torzal, así como muy sofisticadas expresiones de arte musical en
la confección de flautas con figuras incisas de animales míticos que sugieren un carácter religioso.
Las diferencias de tamaño entre los asentamientos y sus edificios evidencian jerarquía entre las
poblaciones que los ocuparon, e incluso la existencia de una organización política que hizo posible su
construcción.
El factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe ha de
haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de cohesión y coerción. La religión en esa
época fue la política del Estado para el control de la población, de la producción de bienes y su
circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con
sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del
calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural.
Manifestaciones culturales
Organización económica
La sociedad de Caral formaba parte de una red de sitios que se extendían y articulaban a lo largo de la
cuenca del río Supe. En esta red había asentamientos costeros y otros ubicados en zonas más altas
(sierra); entre todos ellos se dio un intercambio de productos (comercio de trueque), siendo la Ciudad
de Caral evidentemente el centro de toda esa red. Visto así, se vislumbra la importancia que alcanzó la
especialización, es decir, la aparición de grupos especializados en determinadas actividades económicas.
Pesca
La extracción de productos marinos (pescado y mariscos) fue la principal proveedora de proteínas. Se
desarrolló principalmente en la localidad costera de Áspero, desde donde se repartía el producto marino
hacia todos los asentamientos del valle. En Áspero se desarrollaron técnicas de pesca, consistentes en el
uso de anzuelos, cordeles, embarcaciones y redes de fibra de algodón con flotadores hechos de mates y
pesos confeccionados con piedras anudadas.
Se vislumbra la importancia de esta actividad por la cantidad de restos de especies marinas hallados en
la ciudad de Caral. Destaca la presencia abundante de la anchoveta; también capturaron sardina, jurel,
lorna, corvina, cabinza, pejerrey, bonito, róbalo, coco, cachema, machete, tollo; y recolectaron machas,
choros, almejas y conchas de abanico. También se han encontrado restos de ballena azul y tiburón
blanco.
Agricultura
Los hombres de Caral desarrollaron una agricultura intensiva en el valle de Supe. Emplearon
herramientas sencillas como palos y astas para cavar. Construyeron también canales de riego muy
simples que llevaban el agua del río hacia los campos de cultivo. Las plantas alimenticias que cultivaron
fueron: mate o calabaza, achira, pacae, pajuro, maní, ají, guayaba, lúcuma, papa, pallar, camote, frijol,
palta y maíz. Y de especial importancia fue el cultivo del algodón, cuya fibra aprovecharon en gran
escala.
Comercio
Los pobladores intercambiaban su producto mediante el trueque: los del litoral, brindaban sus productos
extraídos del mar (pescado y mariscos), los de los valles costeños, algodón y frutas, y los de las zonas
altas, sus productos agrícolas (cultivos alimenticios) y de pastoreo (camélidos). El centro de toda esa
red era indudablemente la Ciudad Sagrada de Caral.
Es también evidente que dicha red se prolongó a lugares más lejanos, pues en la zona de Caral-Supe se
han hallado productos de la sierra (palos de lloque, plumas de cóndor), la selva (congompe, pieles de
primates, plumas de aves) y la costa ecuatorial (spondylus). No solo intercambiaron productos
materiales sino también conocimientos y elementos culturales.
Organización Política
Cada asentamiento estaría representado por un autoridad o curaca, además de los principales de
sus ayllus o grupos de familias; lo que constituiría el germen de una forma gobierno que habría de
prolongarse milenariamente en todas las sociedades andinas. La clase dirigente se conformaba con
recibir la tributación de los habitantes, tanto en bienes como en prestación de servicios.33
Organización Social
Se ha determinado que existía una gran diferenciación social, es decir, la población se dividía en clases
sociales, cada una de las cuales cumplían determinadas funciones y estaban organizadas de manera
jerárquica. Unos grupos se encargaban de la planificación y la toma de decisiones (gobernantes y
sacerdotes), y otros de las tareas manuales, como la pesca, la construcción, la agricultura, etc.
Arte
Arquitectura
Los ejemplos más relevantes de arquitectura monumental se dan en la Ciudad Sagrada de Caral. Sus
edificios principales son pirámides escalonadas o templos, hechas a base de adobe y piedra; como
elementos complementarios, se usaban troncos y fibras vegetales. Son estructuras de diverso tamaño. El
más imponente, tanto en altura como en volumen, es el llamado Edificio Piramidal Mayor (o
simplemente la Pirámide Mayor de Caral).
Las paredes de la estructura piramidal están enlucidas con barro y pintadas de blanco o amarillo claro,
y, raramente, de rojo. Cada edificio tenía una escalera central que conducía hacia la parte superior, donde
se hallaban varios cuartos. En el cuarto principal había plataformas bajas ubicadas en dos o tres de sus
lados, y en el centro, un fogón compuesto por un hoyo en el suelo, recubierto con barro. Los indicios
indican que el fogón tenía una función ritual; allí se quemarían diversos alimentos como ofrendas.
Ciencia
Matemática
Es evidente que contaron con conocimientos de aritmética y geometría, necesarios para el diseño y
construcción de sus edificios.
Astronomía
Se han encontrado evidencias de que los hombres de Caral contaban con conocimientos de astronomía,
que aplicaban en la elaboración del calendario, relacionado con la celebración de festividades y otras
actividades económicas, religiosas y cívicas. Dichos conocimientos lo aplicaron también en la
orientación de los edificios públicos. Se han hallado, por ejemplo, geoglifos y líneas esparcidos en las
planicies desérticas, al lado de piedras talladas dispersas; así como un recinto subterráneo originalmente
techado, que parece ser un observatorio. Es de destacar también un monolito o huanca hincado en el
suelo de una plaza pública, que habría sido un instrumento de observación astronómica.
Sistema de registro (quipus)
En la pirámide La Galería se ha halló un resto textil que ha sido interpretado como un quipu, el conjunto
de hilos con nudos que los incas utilizaban como instrumento mnemotécnico (es decir, como medio de
conservación de información estadística o mensajes para comunicarse). Sería pues, el más antiguo quipu
hallado en el Perú y evidenciaría la antigüedad milenaria de su uso. Como para corroborar el uso del
quipu en Caral, se descubrieron representaciones pictóricas de dichos objetos sobre tres bloques líticos
de las plataformas de la pirámide Menor de Caral.39
Medicina
El conocimiento médico está evidenciado por la presencia recurrente de plantas medicinales, muchas de
ellas halladas en contextos funerarios. Por ejemplo, son numerosos los paquetes de tallos y hojas
de sauce, usado contra los dolores de cabeza (es el mismo árbol que contiene el principio activo de la
aspirina).
Tecnología
Tecnología constructiva
Los constructores de Caral usaban la técnica de las shicras, bolsas hechas con fibras vegetales y llenas
de bloques de piedra, con las que rellenaban las plataformas de los templos, colocándolos ligeramente
separadas. De esa manera lograban estabilidad en las estructuras. Al ocurrir un fuerte sismo o terremoto,
ese núcleo de shicras que hacía de base del edificio se movía con la vibración, pero de manera limitada,
pues las piedras eran contenidas en las bolsas. Luego, las shicras se reacomodaban encontrando un nuevo
punto de estabilidad. La shicras tenían pues, una función antisísmica.
Tecnología agrícola
Las evidencias halladas indican que hubo grupos especializados en mejorar las especies y el rendimiento
de los cultivos alimenticios e industriales. Mediante la experimentación y la manipulación genética de
las diversas variedades de plantas, se produjeron semillas mejoradas. Ello permitió la producción de
plantas con frutos de mejor calidad y tamaño, y más resistente a las plagas. Un ejemplo sería el algodón,
que pasó por un proceso de mejoramiento genético para lograr una fibra más larga, variedad de colores
(pardo, marrón, crema y beige) y mayor rendimiento.
Tecnología textil
El desarrollo que alcanzó la textilería se evidencia por el hallazgo de cantidad de semillas y motas de
algodón. Con las fibras de este producto se tejían los vestidos, que eran piezas llanas, sin decoración. Se
empleaba la técnica del entrelazado y el torzal. También elaboraron calzado, bolsas, sogas, redes de
pescar, cordeles, etc. Conjuntamente con la fibra de algodón se usaron las de otros vegetales, como
totora, junco, cabuya, etc.
Religión
La religión, como ya se ha dicho, debió ser el factor de integración social y cultural que mantuvo unidos
a los habitantes del valle Caral-Supe. La clase dirigente debió ser la mediadora entre el grupo social que
representaban y el poder sobrenatural de los ancestros y dioses.
Por la monumentalidad de sus templos o pirámides escalonadas, la Ciudad Sagrada de Caral debió ser
el centro religioso de esta civilización. Allí debía afluir gente venida de otros sitios del valle, e incluso
de regiones más lejanas, para participar de las ceremonias rituales. Estas tendrían como centro los
fogones de los templos, donde se quemaban ofrendas, que consistían sobre todo en alimentos (peces y
moluscos), algodón, cuarzo, mechones de cabello y otros objetos. También se enterraban con carácter
votivo estatuillas de arcilla (previamente rotas), y conglomerados de vegetales.
Fin de Caral
Todo indica que hacia el 1800 a. C. todos los asentamientos de la cultura caral en el valle de Supe fueron
abandonados. Se ignora las razones exactas, pero se presume que fue a consecuencia de eventos
naturales, como terremotos y el Fenómeno de El Niño, que obligaron a los pobladores a emigrar a otros
lugares.
Efectivamente, se han hallado indicios de fuerte actividad sísmica en diversos templos monumentales,
como en la Huaca de Sacrificios de Áspero y el Templo Piramidal Mayor de Caral. Muestran grandes
grietas y desniveles entre los pisos que posteriomente fueron cubiertos por nuevas construcciones. Esos
sismos debieron ser de una magnitud de 7 a 8 grados en la escala de Richter.
Pero posiblemente lo que más afectó fue uno o varios eventos catastróficos de El Niño, caracterizado
por lluvias torrenciales y desbordes de ríos, que causarían sin duda un gran colapso en la economía
agrícola, al quedar convertidos en ciénagas y pantanos las zonas dedicadas al cultivo; otra consecuencia
sería el arenamiento de las playas.

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