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SEDIMENTARIAS QUÍMICAS.

Al contrario que las rocas detríticas, que se forman a partir de los productos sólidos de la
meteorización, los sedimentos químicos derivan del material que es transportado en solución
a los lagos y los mares. Sin embargo, este material no permanece disuelto indefinidamente en
el agua. Una parte precipita para formar los sedimentos químicos, que se convierten en rocas
como la caliza, el sílex y la sal de roca.

Esta precipitación del material se produce de dos maneras. Mediante procesos inorgánicos
(in=no; organicus = vida) como la evaporación y la actividad química que puede producir
sedimentos químicos. Los procesos orgánicos (vida) de los organismos acuáticos también
forman sedimentos químicos, cuyo origen se dice que es bioquímico.

Un ejemplo de un depósito producido mediante procesos químicos inorgánicos es el que da


origen a las estalactitas y las estalagmitas que decoran muchas cavernas. Otra es la sal que
queda después de la evaporación de un determinado volumen de agua marina. Por el
contrario, muchos animales y plantas que viven en el agua extraen la materia mineral disuelta
para formar caparazones y otras partes duras. Una vez muertos los organismos, sus
esqueletos se acumulan por millones de años en el fondo de un lago o un océano como
sedimento bioquímico.

SEDIMENTOS VULCANOGENICOS.

Los sedimentos volcanogénicos son importantes contribuyentes a la sedimentación marina,


particularmente cerca de los arcos de islas donde se pueden encontrar cuñas sedimentarias
consistentes principalmente de componentes volcánicos de varios miles de metros de espesor.
Los depósitos caídos desde el aire, que son los más importantes, son comúnmente
denominados como tefra. Tefra es una palabra griega que significa ceniza. Aristóteles utilizó
este término en el año 300 A.C. para la ceniza volcánica producida por un activo volcán
italiano. La ceniza muy fina puede ser transportada alrededor de todo el globo y la ceniza
gruesa puede ser llevada varios miles de kilómetros. La piedra pómez es una roca volcánica
primaria altamente vesicular, y aunque volumétricamente es de menor importancia, su
flotabilidad le proporciona una amplia distribución en los océanos.

La Tierra es un planeta donde se presentan capas de hielo en ambas regiones polares; los
inmensos mantos de hielo sobre la Antártica de hasta 4.300 metros de espesor y un manto de
hielo mucho menor sobre Groenlandia. Durante los episodios glaciales en el Cuaternario, las
masas de hielo se expandieron sobre el Hemisferio Norte y jugaron un importante papel en los
procesos de sedimentación sobre los océanos.

La presente etapa interglaciar (Holoceno) no es típica del Cenozoico tardío, porque los
sedimentos glaciales estuvieron normalmente mucho más esparcidos. Sin embargo, aún
durante los períodos interglaciares, dada una cobertura de hielo permanente en la Antártica,
los sedimentos glaciales dominan grandes áreas del piso oceánico y son la fuente dominante
de material desde uno de los seis continentes (Antártica).
Uno de los procesos mayores de transporte de sedimentos terrígenos a los océanos es debido
al derretimiento del hielo que los incluye. Este proceso es una importante herramienta de los
procesos de depositación alrededor de la Antártica, creando sedimentos glacio-marinos.

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