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b) Psicomotricidad
c) Problemas perceptivos
Además de los trastornos perceptivos hay que reseñar también los relativos a la
percepción auditiva y visual. No se trata específicamente de una deficiencia, sino de una
alteración cualitativa. No existe una pérdida de audición o visión, pero sin embargo, los
sonidos no se discriminan con suficiente precisión y se confunden unos con otros.
Respecto a la percepción visual puede producirse la confusión entre colores, formas y
tamaños.
d) Alteraciones en el lenguaje
En esta área se suceden múltiples alteraciones como dislalias, bajo nivel de vocabulario,
lenguaje con formas indebidas, inversiones orales con mala colocación de las sílabas,
empleo incorrecto de las formas verbales y uso adecuado de conceptos contrarios (p.e.
abrir-cerrar).
La dificultad en la correcta construcción de los fonemas va a ser un escollo importante
para consolidar el avance en el aprendizaje de la lectura.
e) Comorbilidad
Es importante resaltar la alta comorbilidad del trastorno lector con el T.D.A.H. Según
algunos estudios, entre el 30 y 35% de los niños con trastornos de la lectura presentarían
también un cuadro de T.D.A.H.
Algunas explicaciones al respecto exponen que el niño con dificultades en los procesos
lectores está más predispuesto a la desatención. Esto se justifica por el mayor esfuerzo
que tiene que realizar por controlar unos procesos de codificación-decodificación que
escapan a su voluntad.
4- Etiología y prevalencia
El origen exacto de los trastornos lectores sigue siendo objeto de controversia. No hay
duda que existen claros indicios que señalan a causas neurobiológicas pero no se han
hallado todavía marcadores concretos y específicos para la dislexia.
Parte del problema reside en la presencia concurrente de diversas alteraciones
perceptivas, lingüísticas, de lateralidad pero también emocionales, familiares, sociales y
escolares.
Sí está más clara la influencia del factor hereditario. Algunos estudios sitúan en un 40%
el porcentaje de hermanos de niños disléxicos que presentan el mismo problema, siendo
de un 30-40% en el caso de los padres. No obstante, no se conocen exactamente los
marcadores genéticos implicados.
Otro dato a tener en cuenta es que el trastorno lector se da con mayor frecuencia en
niños que en niñas (2 o 3: 1), si bien, también hay discrepancias en este terreno y
algunos estudios recientes demostrarían que la proporción de niños y niñas estaría más
igualado de lo que se ha pensado tradicionalmente.
Lo que más destaca son las alteraciones del lenguaje y las sensoperceptivas (dificultad
para la distinción de colores, formas, tamaños, esquema corporal, etc...) junto a torpeza
motriz y poca habilidad para los ejercicios manipulativos y gráficos. Se trata de niños
denominados pre-disléxicos con una predisposición a la dislexia que aparecerá más
adelante cuando comience el aprendizaje propiamente dicho de la lecto-escritura.
Es en ese momento escolar cuando las dificultades se manifiestan con toda su
intensidad.
El niño disléxico tiene dificultad para identificar, memorizar y reproducir letras, sílabas,
números, etc, de modo más concreto aquellas que tienen formas semejantes como la “p-
b”, “p-q”, “u-n”..., que se diferencian por su posición espacial respecto a un eje de
simetría. Así puede leer “lidro en lugar de libro” o “qero en lugar de pero”. Este error se
denomina inversión estática.
Otro error consiste en una inversión dinámica, es decir, la alteración en el orden de las
letras o sílabas. También se pueden dar omisiones o reiteraciones de las mismas, por
ejemplo “Barlona en lugar de Barcelona” o “quero en lugar de quiero”.
A nivel más general se observa la lectura lenta, mecánica, sin ritmo ni entonación
adecuado al nivel de desarrollo del niño, frecuentes saltos de línea y distracción fácil.
b) Etapa escolar
6- Evaluación psicopedagógica
Teniendo en cuenta la edad del niño y los datos hallados mediante entrevista se
efectuará la correspondiente evaluación individual. Dicha evaluación debe comprender
aspectos específicos de los procesos lectores pero también áreas más generales como la
inteligencia o la personalidad.
a) Nivel intelectual
Se utilizan pruebas verbales como el Wisc-R (o su actualización el Wisc IV), también el
K-ABC de Kaufman. En cuanto a las no verbales puede aplicarse el Test de Matrices
Progresivas de Raven o el Toni-2.
Los resultados obtenidos con estas pruebas suponen una medida de la capacidad
intelectual del sujeto globalmente, pero también proporcionan un perfil de los diferentes
factores mentales implicados. Recordemos que para el diagnóstico de un trastorno
específico de la lectura debemos descartar la presencia de Retraso Mental.
1-El TALE (o TALEC en versión catalana) construido para investigar con rapidez y
detalle el nivel general y las características esenciales del aprendizaje de la lectura y
escritura. Comprende dos partes (Lectura y Escritura) cada una de las cuales está
integrada por varias pruebas (Tea Ediciones).
2- EDIL. Se trata de una prueba para la exploración de las dificultades individuales de
la lectura. Evalúa tres aspectos: Exactitud, Comprensión y Velocidad.
3- PLON- R (Prueba de Lenguaje Oral de Navarra). Es un test que sirve de screening o
detección rápida del desarrollo del lenguaje oral. Edad de aplicación: 3 a 6 años.
4- PROLEC-R. Evaluación de los procesos lectores. Se obtiene una puntuación de la
capacidad lectora de los niños e informaciñon sobre las estrategias que cada niño utiliza
en la lectura de un texto, así como de los mecanismos que no están funcionando
adecuadamente y por lo tanto no le permiten realizar una buena lectura. Edad de
aplicación: cursos de 1º a 6º de Educación Primaria.
6- PROLEC- SE. Evalúa los principales procesos implicados en la lectura: léxicos,
sintácticos y semánticos. Edad de aplicación: de 1º a 4º de ESO.
7- PROESC. Evaluación de los procesos de la escritura. Evaluación de los principales
procesos implicados en la escritura y la detección de errores. Edad de aplicación: De 3º
de Educación Primaria a 4º de Educación Secundaria.
c) Exploración perceptivo-motriz
Abarca el examen del esquema corporal, la lateralidad y la percepción espacio-
temporal.
Para apreciar la imagen que de su propio cuerpo tiene el niño pueden utilizarse la
pruebas de Piaget y Head. Se trata de constatar el momento del proceso evolutivo en
que se encuentra el niño en relación con su edad. Las pautas normales al respecto son:
Respecto a la dominancia lateral aconsejamos el uso del Test de Harris (ver ¿qué es la
lateralidad cruzada?).
Según la edad del niño pueden utilizarse técnicas proyectivas como el Test de la
Familia, el Test del Árbol o Test de la Figura Humana como una primera aproximación.
Estos juegos adquieren diferentes formas pero van encaminados a trabajar diferentes
aspectos que son cruciales a la hora de potenciar en estos niños las habilidades de
descodificación lectora y orientación espacio-temporal.
Pretenden centrar la atención del niño mejorando su atención sostenida (el tiempo de
respuesta y la perseverancia). También a captar la comprensión de estructuras con
objetos y gráficos, establecer relaciones de diferencias (éstas pueden establecerse sobre
diferencias o semejanzas).
b) Ejercicios de Lenguaje
c) Ejercicios de Lecto-escritura
d) Ejercicios Perceptivo-motores
8- Resumen conclusiones:
1- La dislexia o trastorno específico de la lectura, a pesar de que son varios los
factores que pueden influir en su aparición y desarrollo, tiene un claro origen
neurobiológico y, por tanto, no obedece al capricho, desmotivación o mala actitud
del niño hacia la lectura.
2- No está causada por un bajo nivel de Inteligencia. Los niños disléxicos, en
general, tienen buenas capacidades intelectuales fuera de los procesos específicos
de la lectura y escritura.
3- Los niños disléxicos, tienen su propio ritmo de aprendizaje y parten con clara
desventaja respecto a los niños que no tienen estos problemas. No ridicularizar
delante de otros ni hacerle sentir culpable. Se trata de un trastorno que el niño debe
saber que conocemos para poder ayudarle adecuadamente.
4- Darle todo el soporte en clase: Efectuar la evaluación academica oralmente
siempre que sea posible. Valorar ante todo su esfuerzo e interés más que sus
resultados respecto al nivel del resto de la clase. Proporcionarle un entorno físico
adecuado, con pocos elementos distractores (ventanas, sitios de paso, etc.). Dotarle
de ayudas para corrección de textos y/o calculadoras para problemas de cálculo si
le pueden ayudar. Necesitará más tiempo que sus compañeros para efectuar el
mismo trabajo.
5- Evitar agobiarlo con el exceso de trabajo. El niño disléxico tiene mucha más
dificultad para centrar y mantener la atención. Procurar graduar el tiempo de
trabajo y ser flexible según las necesidades del niño. Reforzarlo adecuadamente y
desdramatizar las situaciones. No hacerle repetir trabajos por haberlo hecho mal
salvo situaciones excepcionales. Buscar ejercicios que le resulten lúdicos y le
puedan asegurar, al menos de inicio, algún éxito.
6- Probablemente necesitará atención individualizada por parte de profesionales
especializados. Como material de refuerzo y según la edad pueden introducirse
juegos lúdicos mediante el ordenador u otros ajustados a su nivel. Existen en el
mercado diferentes modelos para trabajar letras, sílabas y las diferentes
combinaciones de grafías para trabajar con los padres en casa.
7- Se trata de un trastorno crónico y, por tanto, las dificultades estarán siempre
presentes aunque con diferentes consecuencias. En la etapa escolar es cuando se
produciran los mayores conflictos al no poder seguir el ritmo de sus compañeros.
En la etapa adulta persistirá un cierta dificultad en la fluidez y comprensión lectora
pero sin mayores consecuencias. En todo caso, dependerá de la correcta atención y
tratamiento recibido en la infancia.
9- Enlaces de interés
Asociaciones dislexia:
Software educativo:
Desde la propia red recomendamos la zona click con numerosas actividades para todas
las edades (a partir de 3 años) y necesidades. Se trata de un servicio gratuito del
Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña.
http://www.pipoclub.com/webonline/webleer.htm
Otra web muy interesante con amplio contenido educativo es: http://childtopia.com
Está disponible en diferentes lenguas tanto nacionales como internacionales.
Material especializado:
http://www.lebon-libros.com/cgi-lebon/web_interior.php?zona=2&tipo=esp
Introducción
Al igual que sucede con la dislexia, se plantea el problema de delimitar a los sujetos que
presentan un trastorno de la escritura. En primer lugar nos encontramos con niños que
muestran dificultad para escribir palabras con buena expresión oral; en segundo lugar,
niños que escriben incorrectamente las palabras y que tienen dificultades en la expresión
oral, y, en tercer lugar, niños que escriben correctamente las palabras y que tienen
dificultad en la expresión oral.
Los problemas con la escritura se pueden presentar a dos niveles: en la escritura con
palabras o en la redacción-composición, aludiendo a problemas en los niveles
superiores de organización de ideas para la composición escrita.
Estas dificultades para la escritura de palabras pueden estar originadas por problemas en
las rutas fonológicas (ruta indirecta, no léxica, que utiliza la correspondencia fonema-
grafema para llegar a la palabra escrita) en palabras desconocidas y pseudopalabras, o
en las rutas léxicas (llamadas también ortográficas, directas o visuales, que utilizan el
almacén léxico-ortográfico, en el que se encuentran almacenadas las representaciones
ortográficas de las palabras procesadas con anterioridad).
En la redacción, los problemas pueden estar causados por la incapacidad de generar
ideas, de organizarlas coherentemente o escribir utilizando correctamente las reglas
gramaticales. Por último pueden presentarse problemas motores debidos a una
deficiente coordinación visomotora que impide la realización de movimientos finos o
problemas en los programas motores responsables de la realización de letras.
La Escritura es, por tanto, una conducta muy compleja y en la que intervienen diferentes
procesos y estructuras mentales, pero también factores de tipo emocional. Este
complejidad ha propiciado el uso de diferentes nombres para agrupar las diversas
manifestaciones del trastorno aunque guardan entre ellas una estrecha relación.
2- Disgrafía y Disortografía.
a) Disgrafía
b) Disortografía
La disortografía presenta distintos niveles de gravedad que oscilan entre uno leve y otro
grave. El grado leve se manifiesta por omisión o confusión de artículos, plurales,
acentos o faltas de ortografía debido a desconocimiento o negligencia en las reglas
gramaticales. Se considera grave cuando existen dificultades relacionadas con la
correspondencia fonema-grafema y aparecen errores de omisión, confusión y cambio de
letras, sílabas, palabras, adiciones y sustituciones.
Hasta hace poco se creía que las deficiencias en escritura no se presentaban en ausencia
de un trastorno de la lectura, ahora se sabe y se efectúa el diagnóstico diferencial.
El DSM-IV-TR (2.000) agrupa las dificultades de escritura bajo la denominación de
“Trastorno de la expresión escrita”, si bien, no hace una diferencia explícita entre
trastornos disgráficos y disortográficos.
A continuación se exponen los criterios diagnósticos:
Se cree que afecta entre un 3 y un 10% de los niños de edad escolar; existen evidencias
de que los niños que sufren este trastorno pertenecen con frecuencia a familias con
antecedentes del mismo.
7- La mayoría de niños con este trastorno se siente frustrados y enfadados a causa del
sentimiento de inadecuación y fracaso académico. Pueden sufrir un trastorno
depresivo crónico y alteraciones de la conducta como resultado de su creciente
sensación de aislamiento, diferenciación y desesperaza.
A) FACTORES MADURATIVOS
1-Trastorno de lateralización
El ambidextrismo es frecuente causa de déficit escritor, debido a que en estos casos no
existe una adecuada implantación de la lateralidad manual. La escritura en tales casos
tiende a ser lenta, con numerosas regresiones e inversiones de giros y sílabas y con
torpeza en el control del útil de la escritura. Ocurre algo similar con la zurdería
contrariada especialmente en el caso de los niños que son claramente zurdos. La
escritura tiende a ser en dirección derecha-izquierda, se efectúa de forma lenta y con
alteraciones en el espacio-tiempo.
Otra de las causas es la lateralidad cruzada que se produce cuando el predominio ocular
no es homogéneo con el de la mano y el pie.
2-Trastornos de la psicomotricidad
Cuando la base tónico-motor del niño se encuentra alterado por causas funcionales
puede producirse alteración en la escritura. Se diferencian dos grupos principales:
6- Evaluación psicopedagógica
Teniendo en cuenta la edad del niño y los datos hallados mediante entrevista se
efectuará la correspondiente evaluación individual. Dicha evaluación es muy similar a la
planteada en la dislexia ya que muchas de las pruebas específicas están dirigidas a los
procesos lecto-escritores.
a) Nivel intelectual:
Se utilizan pruebas verbales como el Wisc-R (o su actualización el Wisc IV), también el
K-ABC de Kaufman. En cuanto a las no verbales puede aplicarse el Test de Matrices
Progresivas de Raven o el Toni-2.
Los resultados obtenidos con estas pruebas suponen una medida de la capacidad
intelectual del sujeto globalmente, pero también proporcionan un perfil de los diferentes
factores mentales implicados.
1-El TALE (o TALEC en versión catalana) construido para investigar con rapidez y
detalle el nivel general y las características esenciales del aprendizaje de la lectura y
escritura. Comprende dos partes (Lectura y Escritura) cada una de las cuales está
integrada por varias pruebas (Tea Ediciones).
2- TEST DE BENDER. Con esta prueba podemos obtener una valoración de la madurez
viso-motora del niño así como diferentes aspectos de su temperamento.
d) Estilo cognitivo:
El MFF-20. Esta prueba puede resultar útil para valorar el constructo Reflexividad-
Impulsividad. Esta variable representa un aspecto clave para analizar el rendimiento
académico y la adaptación personal y social del niño.
7- Tratamiento psicopedagógico
a) Procesos motores:
Las posibles actividades se centrarán en realizar círculos con el brazo a distintos ritmos;
lanzamientos de objetos (canasta, diana...); flexión y extensión de la muñeca, botar una
pelota, ensartar bolas u objetos, trabajar con plastilina o un punzón, etc
Una vez conseguida esta independencia se trabajará sobre los aspectos grafomotores
que permitirán el control del gesto y de la grafía. Para ello suelen utilizarse ejercicios de
control de líneas rectas (para controlar el frenado) y ejercicios de control sobre líneas
onduladas y curvas (distintos tipos de bucles). A este respecto se recomienda la
utilización de los ejercicios de Frosting.
Suele resultar muy útil para mejorar el rendimiento, utilizar ejercicios de relajación.
Pueden incorporarse como juegos introductorios a la sesión y tienen como objetivo
ayudar al niño a entender la idea de tensión-distensión muscular (p.ej. podemos pedirle
que se imagine que es una barra de hielo inmovil y que progresivamente se va
derritiendo...)
En muchos casos es necesario mejorar la grafía de muchas letras para conseguir una
escritura legible, que pueda realizarse rápidamente y con relativa poca atención. La
intervención de estos aspectos debe ser multisensorial, es decir, la información debe
llegar al niño por diversos sentidos. En el mercado existen numerosos cuadernos de
práctica para conseguir una escritura rápida y automatizada, pero sin afectar a la
legibilidad de la misma. Estas actividades deben ser supervisadas y corregidas por el
niño.
b) Procesos morfosintácticos:
c) Procesos léxicos:
Es también importante enseñar al niño a formar una correcta imagen visual de las
palabras, simultaneando la escritura de las letras con su pronunciación.
d) Otros procesos:
Introducción
Como señalan algunos autores, podemos delimitar cuatro áreas de deficiencias dentro
del trastorno del cálculo:
a) Destrezas lingüísticas.
Son deficiencias relacionadas con la comprensión de términos matemáticos y la
conversión de problemas matemáticos en símbolos matemáticos.
b) Destrezas de percepción.
Dificutad en la capacidad para reconocer y entender los símbolos. También para ordenar
grupos de números.
c) Destreza matemática.
Se incluye la dificultad con las operaciones básicas y sus secuencias (suma, resta,
multiplicación y división).
d) Destreza de atención.
Se trata de dificultades en copiar figuras y observar los símbolos operacionales
correctamente.
4- Su sintomatología
c) En las operaciones:
Resta: Exige un proceso mucho más complejo que la suma, ya que además de la noción
de conservación, el niño debe tener la de reversabilidad. La posición espacial de las
cantidades es, quizás, lo más difícil de asimilar por algunos niños, que restan
simplemente la cifra menor de la mayor, sin tener en cuenta si está arriba o abajo.
Cuando tiene que llevar, se pierden en el lugar dónde deben añadir lo que llevan. Del
mismo que en la suma, empiezan por la izquierda y colocan mal las cantidades. Es
frecuente que confundan los signos y, por tanto, la operación, haciendo una por otra, e
incluso, a veces, mezclan las dos (suma y resta).
División: En ella se combinan las tres operaciones anteriores por lo que de su buena
ejecución dependerá el dominio de las anteriores. Las dificultades principales están,
como en las anteriores, en su disposición espacial: en el dividendo, el niño no
comprende por qué trabajar sólo con unas cifras, dejando otras para más adelante, y de
aquellas no sabe por dónde empezar, si apartando unas a la derecha o a la izquierda. En
el divisor le cuesta trabajar con más de una cifra, y es probable que lo haga sólo con
una.
6- Curso y pronóstico
Por lo general los primeros problemas con el cálculo aritmético se hacen evidentes hacia
los 8 años, si bien, en algunos niños, ya muestran síntomas hacia los 6. En otros no se
detecta hasta los 9 o 10 años o después.
Una vez identificado el problema (normalmente en primaria) hace falta recurrir a todos
los recursos psicopedagógicos para intentar que el niño logre un mejor funcionamiento
en este terreno. Lo que sí parece claro es que los niños con una discalcúlia moderada
que no reciben tratamiento y los que aún recibiéndolo no logran mejorar, pese a la
intervención educativa, tiene una mayor riesgo de presentar dificultades académicas
asociadas a baja autoestima, frustración e incluso depresión. Estas complicaciones
pueden provocar rechazo a ir a la escuela y trastornos comportamentales.
7- La Evaluación psicopedagógica
1- La Inteligencia.
2- Desarrollo psicomotriz.
-Lectura de números: en voz alta por el propio sujeto o reconocimiento de los que lee el
evaluador.
-Escritura de números: copia y dictado.
-Noción de cantidad: de forma oral y escrita. Valorar distintas cantidades dadas
numéricamente (¿Qué es mayor 16 o 12, etc.?).
-Seriaciones, empezando por contar de forma correlativa, en sentido ascendente y
descendente (de 1 a 30, y al revés; de 2 en 2, de 3 en 3, etc.)
-Cálculo mental.
-Operaciones escritas. Dándoselas escritas y dictadas.
8- La Intervención psicopedagógica
Debe efectuarse respetando las características propias de cada caso y poniendo más
énfasis en aquellas dificultades que se manifiestan de forma más severa.
a) Psicomotriz:
b) Cognitiva:
-Hay también que trabajar la atención (en especial la atención sostenida) y la memoria
(memoria de trabajo, memoria inmediata, etc.) como funciones básicas.
c) Pedagógica:
Cálculo concreto, escrito, mental: primero, contar, unir, separar, clasificar, etc., con
objetos, luego con dibujos, escritura de números, sistemas de numeración, realización
de operaciones con apoyos materiales. Iniciación al cálculo mental con cantidades
pequeñas.
Desde la propia red recomendamos la zona click con numerosas actividades para todas
las edades (a partir de 3 años) y necesidades. Se trata de un servicio gratuito del
Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña.