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10 CAUSAS ESPIRITUALES
POR LAS QUE NO ENTENDEMOS LA BIBLIA
La Biblia es uno de los más grandes regalos que Dios ha otorgado a la humanidad. Él
quiso que hasta el más sencillo de los hombres la pudiera conocer. Como dijo David:
“El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.” (Salmo 19:7). Por esto
podemos decir que la Biblia es un libro especialmente diseñado para ti o para
cualquier persona del mundo.
Pero al mismo tiempo la Biblia es como un tesoro muy valioso, para obtenerlo hay
que seguir las pautas necesarias y poner todo nuestro esfuerzo en ello.
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas
de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.” (Mateo 11:25)
“Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas
a ellos no les es dado.” (Mateo 13:10-13)
En estos versos encontramos que la Biblia no es abierta a todos, sino a aquellos que,
con corazón sencillo y humilde, se acercan a Dios.
2. Razones específicas:
Hay por lo menos 10 causas especiales por las que no entendemos la Biblia. Debemos
poner mucha atención a estas causas, y si nos identificamos con alguna de ellas,
tenemos que corregirlas, para que así no haya estorbos y Dios pueda enseñarnos su
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palabra, estemos donde estemos, en la situación que nos encontremos, pero siempre
con la sabiduría de Dios.
Veamos:
1. La inseguridad e incertidumbre.
Hay inseguridad hasta de la propia salvación cuando no se ha entendido bien el
mensaje del evangelio; inseguridad también de la capacidad de cada uno o de lo que
Dios podría enseñarle. Si usted está lleno de inseguridad, no podrá comprender bien
la palabra, el diablo hará lo posible para obstaculizar su aprendizaje. Para que lo poco
que ha sido sembrado en usted no lleve fruto.
Prestemos mucha atención a este principio, porque incluso muchos por no entender
correctamente la palabra ni siquiera llegan a ser salvos. Esto lo decimos porque si
leemos la referencia en Lucas 8:12, se nos aclara un detalle más:
“Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de
su corazón la palabra, para que no crean y se salven.” Lucas 8:12
Entonces, tenemos el caso de muchos que creen, equivocadamente, ser hijos de Dios;
quizás porque de niños fueron a la iglesia o porque sus padres les inculcaron cierto
tipo de vida religiosa, pero no entendieron el mensaje de salvación. Y esto es
sumamente grave, porque siendo así no van a entender la palabra de Dios.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.”
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2. Escasez de oración.
Santiago 1:5 dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el
cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Cuando escasea la oración, una oración sincera, una oración ferviente, que pide la
sabiduría de Dios, no vamos a entender la Biblia. No se trata de pedir cosas, caprichos
o deseos. Recuerde que Santiago dice que podemos pedir mal (Stg.4:3). La oración
más ferviente que debemos dar a Dios es por comprender su palabra, para que
ilumine nuestro corazón y abra nuestro entendimiento. Para que con su sabiduría
podamos comprender la Biblia. Esta es la oración correcta.
Dios promete que le va a dar de su sabiduría para que usted pueda comprender su
voluntad, para que pueda comprender su palabra, pero añade: “Pero pida con fe, no
dudando nada” (Stg.1:6). Así que, tiene que pedir con fe. Dios le dará
abundantemente de su sabiduría, pues sin la sabiduría de Dios usted no podrá
comprender bien la Biblia. Así que, ponga como prioridad en su vida de oración, el
comprender cada vez más la palabra de Dios.
En el Salmo 119:11 dice: “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar
contra ti”. El pecado es un obstáculo en la comunión con Dios y no permite que el
Espíritu Santo nos enseñe, pero cuando confesamos nuestros pecados, Dios nos
limpia y podremos tener comunión plena con él para que nos enseñe su palabra.
1 Juan 1:9
La Biblia, cual agua refrescante, nos seguirá limpiando mientras más aprendemos.
“Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” Juan 15:3
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Así que, una vida que depende del Espíritu, o sea alguien que no satisface los deseos
de su carne y obedece lo que viene aprendiendo de la Palabra de Dios, podrá entender
mejor la Biblia porque el Espíritu Santo podrá guiarlo y enseñarle con toda libertad.
5. La falta de obediencia.
Esta es una importante razón por la que no entendemos la Biblia, la falta de
obediencia a lo que vamos aprendiendo. Hebreos 5:11 dice: “Acerca de esto tenemos
mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.”
Se trata de alguien que le pesa prestar atención, que no está dispuesto a seguir
indicaciones, que no está dispuesto a obedecer.
6. La inmadurez.
El Apóstol Pablo le dijo a los corintios: “De manera que yo, hermanos, no pude
hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a
beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y
disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”.
Entonces, cuando hay inmadurez, cuando hay peleas, contiendas, divisiones, actos
carnales, etc. Todo eso limita la capacidad para que puedan comprender bien la
palabra de Dios. La niñez espiritual no le permite recibir el alimento sólido que es el
conocimiento más profundo de la palabra de Dios.
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“Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que
lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese
y se sentara con él.” (Hechos 8:30-31)
Dios nos ha dado su Espíritu, tenemos su palabra morando en nosotros. Sin embargo,
también, él mismo ha diseñado a su iglesia y quiere que los miembros se preocupen
los unos por los otros. Ha levantado maestros y líderes espirituales para que nos
guíen, para que nos enseñen. Cuando uno es orgulloso, y no deja que otros le
enseñen, está limitando su profundidad y su conocimiento de la palabra de Dios.
Así que cambie esa actitud. Y aprende humildemente, como lo hicieron los hombres
de Dios en la Biblia y así también pudieron ser de bendición para otros.
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Entonces, usted debe avivar su comunión con la iglesia local. Asista regularmente a
los cultos. No se pierda esta preciosa oportunidad de ser edificado junto al pueblo de
Dios. Si ha dejado de congregar, vuelva y permanezca, porque así es como Dios le va a
enseñar cada vez más su palabra.
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1. La inseguridad e incertidumbre.
2. Escasez de oración.
3. Pecados no confesados a Dios.
4. No seguir la guía del Espíritu Santo.
5. La falta de obediencia.
6. La inmadurez o niñez espiritual.
7. No dejar que otros te enseñen.
8. La tibieza en la comunión con la iglesia local.
9. Inconstancia para escudriñar.
10. Escuchar enseñanzas incorrectas.
Examínese usted mismo, a la luz de estas verdades, y si ve que está fallando en algo
corríjalo de inmediato. Pídale a Dios su sabiduría, y pronto inicie con nosotros este
maravilloso curso, para que pueda crecer, para que pueda madurar y ser de bendición
para los que le rodean y muchos más.
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CUESTIONARIO: