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Promover la cultura de igualdad, tolerancia y no discriminación hacia las juventudes para prevenir
y eliminar prácticas discriminatorias hacia estas personas.
Objetivos específicos:
Introducción
¿Qué implica ser joven en este país?, ¿qué motiva ideas y acciones que anteceden la voluntad adulta
a personas adolescentes y jóvenes? Estas preguntas sugieren que existe una situación vigente en la
relación entre grupos de edad desigualad que puede favorecer la discriminación, a continuación
revisarás algunos temas que buscan responderlas. Por lo anterior, inicialmente se abordará la
importancia de un enfoque de derechos humanos en la construcción de una sociedad más inclusiva
y que reconozca la importancia de crítica y poner en duda las estructuras sociales y culturales que
todavía arraigan visiones univocas sobre la forma de vivir de diversas personas que afectan la
autonomía personal y la dignidad de adolescentes y jóvenes.
Además, cómo hay distintas formas de entender la identidad y como la juventud es el período en el
que se desarrolla y fundamenta lo que se construyen como valores y principios de vida. Desde luego
la diversidad de modelos y motivos de existencia genera una gran variedad de posibilidades. Justo
en la visibilización de la diversidad de formas de vida aprenderás a destacar la importancia de la
igualdad de trato, la igualdad de oportunidades y defensa de derechos. Hay mucho pendiente por
cambiar en la situación de exclusión e indiferencia que padecen miles de jóvenes en México; por lo
que reflexionarás sobre los mecanismos para combatir estos problemas.
1.1 La autonomía
La autonomía
El concepto de autonomía tiene varios significados, sin embargo la definición más aceptada es la
que hace referencia a la capacidad que tienen todas las personas de autogobernarse y de dictarse
sus propias normas morales, esto es sobre aquellos asuntos en los que se determina alguna decisión
a partir de criterios de bondad, maldad, conveniencia o inconveniencia o de otro tipo, por ejemplo:
Todas las personas son autónomas porque son ellas quienes diseñan sus propios planes de vida y
eligen los medios para llevarlos a cabo. El principio de autonomía reconoce que cualquier persona
tiene la capacidad de reconocer, saber y decidir qué es lo que más le conviene e interesa.
Toda esta serie de decisiones están basadas en lo que las personas consideran que es bueno y
valioso. Ejemplo:
La autonomía tiene distintas implicaciones personales según los intereses, valores y modelos de vida
predominantes de un momento determinado; ya que en la juventud hay una serie de cambios que
implican una renovación de prioridades.
Las diversas concepciones del bien son lo que le da sentido a la vida de cada persona; constituye
aquello por lo que vale la pena vivir. Ahora bien, estas concepciones al ser algo que cada persona
construye de manera individual no son necesariamente compartidas por otras personas, incluso
pueden ser opuestas y entrar en conflicto.
Un conflicto puede generar posiciones encontradas según el grado en el que una persona conozca
o tenga antecedentes sobre cómo desenvolverse en el mismo. Los conflictos pueden generar
distintas perspectivas de interés y generación de propuestas para conseguir distintas soluciones que
invariablemente traerán consecuencias diversas.
Se puede afirmar que si las sociedades están formadas por personas autónomas con concepciones
de bien y planes de vida diversos, entonces, las sociedades son diversas. Esta diversidad debe estar
regulada por un estado democrático que proteja y establezca límites justos al sistema de derechos
y libertades de todos los miembros de una sociedad. Esto quiere decir que la autonomía no es
individualismo, sino ejercicio óptimo y responsable personal de las posibilidades sociales y culturales
que un contexto brinda.
Los derechos humanos ahora elevados a rango constitucional, representan una protección para
todas las personas para llevar a cabo su plan de vida, por ejemplo:
El plan de vida de un monje budista es completamente distinto del plan de vida de una
cantante de rock o de un funcionario público o de una persona enferma con cáncer terminal.
Muy seguramente entre estas 4 personas, las concepciones de bien serán diferentes en
varios puntos.
1.2 La tolerancia y los derechos humanos
En estos días, se puede encontrar a personas de casi todos los credos, opiniones políticas y/o
culturas diversas hablando y argumentando a favor del respeto entre grupos y personas de diversos
orígenes. Ninguna cultura podría existir o co-existir sin al menos, algo de tolerancia.
En su forma más básica, la tolerancia significa el respeto hacia las prácticas y las creencias de otros,
ya sea que se esté o no de acuerdo; dicho de otro modo, una persona puede creer lo que quiera
pero no puede imponer sus creencias a otra; asimismo una persona se muestra tolerante cuando se
mantiene fiel a su propia verdad pero sin forzar a otras personas a creer lo que ella asume como
verdadero. Vista así, la tolerancia adquiere un carácter igualitario a las creencias de los demás. Esto
es, no sólo se trata de una cuestión de “soportar” a alguien, sino de asumir que las creencias de las
demás personas son igualmente valiosas y legítimas.
“Una persona puede afirmar que el aborto es malo; sin embargo, es intolerante negarles a otras
mujeres la decisión de interrumpir el embarazo.”
“Si estás en contra de las relaciones homosexuales, no las practiques pero tampoco condenes a la
gente que tiene una orientación o preferencia sexual distinta a la tuya.”
“Es muy respetable que te guste vestir de forma convencional sin embargo, no trates de hacer que
tus hijos e hijas vistan como a ti te gusta.”
En el caso de las personas con poder de decisión, una postura tolerante sería por ejemplo:
La Encuesta Nacional sobre discriminación 2010: resultados sobre las y los jóvenes revelan datos
sobre percepciones, actitudes y prácticas sobre la igualdad y tolerancia hacia y desde los jóvenes:
24 por ciento de las y los jóvenes encuestados admite que alguna vez si o si en parte ha sentido que
sus derechos no han sido respetados por su apariencia física.
36 por ciento de la población en México tiene la percepción de que las y los jóvenes que no estudian
ni trabajan es porque no quieren hacerlo.
5 de cada 10 personas justifican mucho, algo o poco llamar a las autoridades cuando ven reunidos
en una esquina a muchos jóvenes
29.1 por ciento de jóvenes de entre 18 y 24 años consideran que se justifica mucho, poco o algo,
oponerse a que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio.
Estos son datos que alertan ante la poca aceptación de la diversidad hacia y entre la población joven.
La diversidad no es percibida como algo que tiene un valor agregado, muy al contrario, la diversidad
se percibe como una serie de características, distintas a las del grupo dominante y con las cuales no
se quiere tener contacto.
Un Estado democrático debe procurar a las y los ciudadanos las libertades necesarias para que todos
y todas lleven a cabo sus muy diversos planes de vida. Como ya revisaste, las personas son
diferentes: física, mental y emocionalmente, en talentos y habilidades; todas buscan satisfacer
diferentes metas que den sentido a sus vidas. La discriminación en cambio, impide de distintas
maneras ese ejercicio libre y autónomo, impone un solo modelo de vida y lo valora como superior;
en una primera aproximación se puede decir que la discriminación es el trato diferenciado,
desfavorable e inmerecido, intencional o no, a una persona o a un grupo de personas por atribuirles
características devaluadas y que conduce a la privación de un derecho. En este sentido, la no
discriminación es un derecho humano que si se viola o no se respeta, inhibe el ejercicio de otros
derechos. Por eso, dentro de los derechos humanos, el derecho a la no discriminación es un derecho
rector, esto no quiere decir que sea más importante sino que es necesario su cumplimiento para
poder ejercer todos los demás derechos.
Un gran número de personas requiere de los apoyos del gobierno y de los derechos humanos
fundamentales (salud, educación, alimentación, apoyos económicos, etcétera) para diseñar y llevar
a cabo sus planes de vida; con los actos de discriminación, los apoyos y los derechos humanos no se
distribuyen igualitariamente y se restringen por razones inaceptables, irrelevantes y no pertinentes.
Así, la no discriminación es un derecho llave que permite mayor garantía de condiciones básicas
para la realización de los planes de vida individuales en condiciones de igualdad.
a) Igualdad
Cuando se habla de igualdad respecto a la no discriminación se refiere a que el principio: Todos los
seres humanos son iguales, es el fundamento ético y político de una sociedad democrática. La
igualdad como principio requiere que las personas tengan los mismos derechos y las mismas
oportunidades de acción y desarrollo, requiere también el respeto a la diferencia de las minorías y
el desarrollo de una justicia social distributiva para los colectivos desfavorecidos. Todas las personas
deben tener garantizada la igualdad de oportunidades para alcanzar el máximo de sus posibilidades
en el aprendizaje, el trabajo, la cultura o el deporte, en función de sus propios esfuerzos.
2. Igualdad real este tipo de igualdad tiene como base la realidad lacerante que viven miles de
personas en el país. Si bien no existe ninguna ley que impida que las niñas asistan a la escuela, es
necesario reconocer que en realidad la marginación y los prejuicios sociales impiden que miles de
niñas asistan a la escuela, tampoco existe una ley que impida a una pareja homosexual caminar
tomadas de la mano, sin embargo la condena social se los impide. Lo anterior pone de manifiesto
que existen grupos de personas que se encuentran en una situación que socialmente es reconocida
como una situación de menoscabo o inferioridad (discapacidad, pobreza, ser mujer, etcétera) que
les obstaculiza e impide el acceso a derechos en igualdad de circunstancias. En este sentido, se han
creado acciones que buscan revertir condiciones de discriminación, igualar el punto de arranque en
el desarrollo de personas o grupos o brindar cuotas temporales preferenciales a grupos
históricamente discriminados. Estas acciones tienen el nombre de medidas de igualación.
Los prejuicios, los estereotipos y los estigmas son creencias falsas que en la mayoría de los casos
asocian características devaluadas y negativas a un colectivo o a una persona en particular, esto
ocasiona que las personas den un trato desfavorable y restrinjan los derechos de grupos completos
como es el caso de: indígenas, mujeres, personas con discapacidad, adultos/as mayores, migrantes,
afrodescendientes, el grupo de la diversidad sexual: LGBTTTI (lésbico, gay, bisexual, transexual,
transgénero, travesti e intersexual), comunidades religiosas, jóvenes, entre otras.
b) Dignidad Humana
La dignidad humana hace referencia al valor esencial e intransferible de todo ser humano,
independientemente de su condición social o económica, origen étnico, religión, edad, sexo,
etcétera; constituye la base de todos los derechos, se presenta como una llamada al respeto
incondicionado y absoluto. Un respeto que debe extenderse a todas y todos los que lo poseen: a
todos los seres humanos. Por eso mismo, aún en el caso de que toda la sociedad decidiera por
consenso dejar de respetar la dignidad humana, ésta seguiría siendo una realidad presente en cada
ciudadano/a.
La autonomía es la capacidad que toda persona tiene para elegir su identidad y el plan de vida que
mejor le parezca.
De la autonomía de las personas surge una multiplicidad de culturas, ideas, costumbres y planes de
vida que dan origen a la diversidad.
Los derechos humanos protegen la autonomía de todas las personas para que éstas lleven a cabo
su plan de vida.
El derecho a la no discriminación es el derecho que garantiza que todos y todas en igualdad de
condiciones, vivan conforme a sus valores y su identidad.
Reflexiona y actúa
Esta actividad no será evaluada. Con la finalidad de reflexionar en torno a esta primera unidad, se
te sugiere contestar las siguientes preguntas al concluir los temas de la unidad y compartir tus
resultados con una persona interesada en el tema:
Lee el siguiente artículo para que reconozcas qué elementos forman la discriminación a la población
juvenil. Discute con otras personas las consecuencias de la violación del derecho al trabajo.
Jóvenes, los más discriminados en materia laboral: Conapred y CIDE
Antes de entender formalmente qué es discriminación, ¿cuáles son los elementos que consideras
que la componen?
¿Qué efectos consideras que provoca esta forma de discriminación?
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas para adolescentes
indígenas
Fuente: Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas para
adolescentes indígenas (Documento PDF). Disponible en:
http://www.unicef.org/spanish/policyanalysis/files/UNDrip-ProductV9a-Web-SP2-Reader.pdf
(Consulta con fines educativos, de difusión y no lucrativos, los cuales pertenecen a sus
creadores/as.)
“Para los efectos de esta ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción
o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni
proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular
el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o
más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la
apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las
opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación
familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro
motivo.”
1. Nivel de acción
La discriminación es un acto que se basa en la identidad del grupo o la persona, por ello cuando
existe una negación de derechos puede existir por distintas formas de acción: distinción; exclusión,
restricción o preferencia.
Por ejemplo excluir a la población afrodescendiente de los beneficios de los programas sociales por
no ser reconocida como una población específica en situación de pobreza o discriminación.
La restricción a un antro o espacio público a jóvenes que no tienen un tono de piel claro también se
trata de un acto discriminatorio ya que hay una limitación de libre tránsito.
2. Modalidad
El acto de discriminación además, contempla los niveles de que la persona perpetuadora puede
haberlo hecho de manera activa o por omisión. Se le suma a esto el grado de posibilidad de que lo
haga con o sin intención.
Si una persona oficial de migración niega la atención a una joven hondureña simplemente por no
reconocer que cualquier persona tiene derecho a la atención humanitaria independientemente de
su nacionalidad, estará cometiendo una acción con intención discriminatoria.
Si un adolescente le niegan la inscripción en un colegio particular por su orientación sexual, aunque
se desconozca la ley (omisión) se está actuando con intención de discriminar a la persona.
3. Objetivo del acto
Un acto discriminatorio, además puede tener distintos impactos según el objetivo, por ello, es
importante reconocer un acto de discriminación cuando se obstaculiza, restringe, impide,
menoscaba o se anula el reconocimiento de los derechos humanos, las libertades y las posibilidades
de tener igualdad de trato.
Si se restringe el acceso a becas por factores de edad en una universidad, es muy posible que no
exista un esquema de igualdad de oportunidades para el desarrollo de la persona.
Al criminalizar la protesta social juvenil se está obstaculizando el derecho a la partición política al
tiempo que se afectan los valores democráticos al asumir que los y las jóvenes se comportan de
manera violenta en general.
Existen diversos factores de identidad para que una persona pueda ser discriminada. Es importante
recordar que no están aislados, sino una persona puede tener varios de estos al mismo tiempo. A
esto se le llama interseccionalidad ya que toda persona tiene más de un elemento de identidad
(sección) relacionado con el resto que la conforma como persona.
Es de vital importancia recordar, además el artículo 4 de la ley que señala la total prohibición de
todo acto discriminatorio en el país:
Queda prohibida toda práctica discriminatoria que tenga por objeto o efecto impedir o anular el
reconocimiento o ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades en términos del
artículo 1o. constitucional y el artículo 1, párrafo segundo, fracción III de esta Ley (LFPED; 2014).
a) La dimensión personal
Se da cuando el acto discriminatorio se origina en una relación interpersonal entre dos o más
personas; una persona concreta trata de manera desigual a otra persona sin tener una causa
justificada para ello. Las diferencias que existen entre las personas se constituyen en las causas por
las que se suele discriminar a los otros. Otros factores que pueden provocar la discriminación son
las relaciones de poder con afanes de dominio y control político sobre otras personas, las inercias
culturales o aprendizaje social, es decir la trasmisión de conocimientos e ideas de una generación a
otra, por ejemplo el machismo en la sociedad mexicana. La ignorancia es otra causa por la cual se
puede dar un acto de discriminación.
Ejemplo:
Ilustración 20 Las y los jóvenes con discapacidad son un grupo que ha sido históricamente
discriminado
b) La dimensión cultural
Se trata de ideas constitutivas acerca de cómo debe ser la sociedad, cómo se debe vivir, quién se es
y quiénes son los demás.
En una sociedad discriminatoria, las perspectivas culturales de los grupos dominantes se imponen
explícita e implícitamente a las personas y a las instituciones, quienes difícil o raramente las
cuestionan, justificándolas. Tales perspectivas abarcan la concepción de la vida, el lenguaje, los
estereotipos, los mitos, las definiciones de lo bueno, lo normal, lo raro, así como las reacciones de
la gente ante esos comportamientos.
En términos generales, se caracteriza por un rechazo a lo diferente y por una negación sistemática
de derechos a quienes no se sujetan a los valores y pautas de comportamiento de la mayoría,
abrigando fuertes componentes de misoginia, racismo, xenofobia y homofobia, pues tienen el peso
de la costumbre al ser transmitidos y afianzados por la familia, la escuela, las asociaciones y
comunidades, las normas legales, los medios de comunicación y por las políticas públicas.
Ejemplo:
c) La dimensión institucional
Se refiere al funcionamiento de los órganos y estructuras del Estado así como de instituciones
privadas cuyo actuar en relación con determinados grupos sociales y minorías se lleva a cabo sobre
la base de criterios sexistas, étnicos, socioeconómicos que permiten caracterizar a estos grupos
como inferiores o distintos respecto de la norma institucional hegemónica. Se presenta en contextos
en que el acto discriminatorio se produce de manera regular debido a que su origen no solo reside
en el prejuicio de una persona concreta, sino en criterios de conducta previamente establecida en
textos o documentos, así como en acuerdos no explícitos que rigen el funcionamiento de una
determinada institución.
Ejemplo:
Jorge ha trabajado en un restaurante durante dos años. Es uno de los meseros con mejores
resultados. Hace poco el gerente le pidió su renuncia porque un cliente lo “vio vestido como
delincuente en la calle”. El gerente señala que en el código de la institución esto está prohibido por
lo que lo despidió. A pesar de provenir la restricción de derechos de una visión personal, lo que
concreto el despido fue un instrumento institucional: el código de conducta.
No todo puede tipificarse como discriminatorio ya que hay situaciones que por más agresivas,
incorrectas o socialmente invalidas que nos parezcan no violan ningún derecho, niegan
oportunidades o dificultan la igualdad de trato. No obstante, podemos hablar que existen raíces
discriminatorias: palabras y actos que crean un panorama suficiente que sientan los pilares para
probables actos discriminatorios. Las raíces son los prejuicios, los estereotipos y los estigmas.
a) Estereotipo:
Son creencias, valores, juicios y suposiciones tanto positivas como negativas, asignados a miembros
de un grupo basados en información incompleta que generaliza las características de algunos
individuos hacia todos los miembros. Es compartida socialmente.
El problema más obvio con los estereotipos es que se aplican de forma indiscriminada e injusta a los
individuos con base en su pertenencia (real o supuesta) a un grupo; con frecuencia se recurre a ellos
para injuriar y dañar moralmente.
Ejemplo:
“Todos/as los jóvenes son revoltosos/as; no saben qué hacer; no trabajan ni estudian.” Este
estereotipo ensombrece la situación que padecen miles de jóvenes que son estereotipados de esta
manera sin saber que muchas de las personas que protestan, además estudian o trabajan (o ambas).
b) Prejuicio: Son creencias aprendidas y juicios previos de valor positivo y negativo, que se formulan
sin ningún sustento real. Pueden ir dirigidas a un solo sujeto o a grupos. No necesariamente
compartidas por la sociedad.
Ejemplo:
“Estudió en la UNAM, seguro no tiene la preparación suficiente; es un escuela que educa a los
trabajadores de los patrones.” Este prejuicio juzga a la persona por su pertenencia a una universidad
específica, más que por sus habilidades y actitudes personales. Además viene acompañada de un
fuerte prejuicio clasista que equipara a las universidades públicas con un rol a desempeñar
específico.
Ilustración 24 Las y los jóvenes sueles ser clasificados en sus capacidades debido al tipo de educación
del cual egresan
Quién posee un atributo estigmatizado ya ha sido rechazado de antemano porque existe, con
anterioridad, en la sociedad un conjunto de prejuicios que lo ponen en desventaja.
Ejemplo:
“Es de rancho, no ha de saber ni hablar; sólo fíjate en su sombrero y ropa, da risa.” Los estigmas
muchas veces aparecen con relación a la apariencia física de las personas, a veces, solamente con
algún elemento de la misma. En este caso no sólo se rela vestimenta como algo inferior, sino
también hay una desacreditación social y cultural de personas que tienen determinado origen o
adscripción identitaria.
Ilustración 25 Los estigmas muchas veces aparecen con relación a la apariencia física de las personas
Además de que existen antecedentes a un acto de discriminación, también hay elementos en las
relaciones sociales cotidianas que pueden ocasionar actos de discriminación; uno de los factores
más importantes que fomentan desequilibrio en la equidad e igualdad de trato es el abuso de poder.
Según Hannah Arendt: “poder, corresponde a la capacidad humana, no simplemente para actuar,
sino para actuar concertadamente (Arendt; 2005: p. 60).” Esto significa que el abuso en situaciones
de discriminación pueda estar respaldado por personas; colectivos, incluso instituciones o prácticas
culturales.
Algunos efectos culturales que provocan las relaciones de poder asimétricas son los siguientes.
a) Constatación de una diferencia que distingue a un nosotros de los otros y que está basada en un
rasgo que puede ser físico o cultural y que posiciona una supuesta posición de superioridad,
ejemplo:
“Las personas que hablamos español somos mejores, por lo tanto podemos decidir qué les conviene
a las personas indígenas ya que son como ‘niños’ que requieren siempre supervisión.”
“Dado que yo entiendo todo muy rápido porque soy más grande y tengo más experiencia, entonces
soy más fuerte, superior y mejor, esto significa que las personas jóvenes son inferiores y deben
hacer lo que yo/nosotros (adultos) queramos o pensemos que es lo mejor para ellos/ellas, podemos
dominarlas. Por eso tenemos que hacer leyes para que cuidar a la sociedad de sus impulsos y de sí
mismos.”
3.1 Consecuencias de la discriminación
La discriminación deja profundas huellas en las personas que la han sufrido, pero también en las
sociedades que discriminan. Las consecuencias son múltiples, tanto personales como sociales y su
impacto puede ser inmediato pero también a corto y mediano plazos. Esto significa que no sólo
perjudica a las personas que son discriminadas, sino que también se afecta a la comunidad en su
conjunto, pues la falta de respeto a los derechos de las personas y la exclusión genera resentimiento,
injusticia y violencia, entre otras situaciones.
“Se aprende a vivir” como víctima y se deja de ver sus cualidades como persona, pues se les
deteriora la autoestima. En algunos casos entran incluso en un estado de indefensión en el cual no
pueden hacer uso de sus recursos, no se responsabilizan de su propio desarrollo y culpan de sus
problemas a quienes las dominan. Por otro lado, pueden creer que merecen, o son responsables de
la discriminación que reciben, ya que han internalizado como legítimos los estereotipos y prejuicios
de las personas o grupos que abusan de ellos/as.
Se comienza a hacer uso del aislamiento para evitar las agresiones y por este temor a la violencia
las personas suelen ceder sus espacios de crecimiento y oportunidades de desarrollo a favor de
personas de otros grupos, aunque éstas posean menos capacidades. Puedan dejar de estudiar,
solicitar atención médica, buscar mejores puestos de trabajo, asistir a lugares de esparcimiento, etc.
La persona adopta el papel que la sociedad les ha atribuido, es decir, reproducen el comportamiento
estereotipado. Llegan incluso a renegar de sus características y adoptan los abusos, ocultan su
pertenencia al grupo discriminado y ya no se identifican con la realidad a la que éstos se enfrentan.
Además, afectan a personas en su misma situación y a otras que están en grupos de mayor
discriminación, contribuyendo a mantener al grupo dominante y a la discriminación. Muchos de los
estudios que se han realizado sobre bullying –acoso- en los Estados Unidos, reflejan que un gran
número de niños y niñas que han sido víctimas de éste, reproducen esta conducta hacia otros
compañeros o compañeras (U.S. Department of Health & Human Services).
Las personas, no obstante, también pueden reafirmarse frente a la discriminación, esto es, resaltan
las características propias del grupo para vivirse como superiores, frente a quienes las oprimen. Esta
superioridad las lleva a tratar a los demás con desprecio y a separarse radicalmente del resto de la
sociedad, lo que mantiene su exclusión y la desigualdad social.
Por último, hay grupos o personas discriminadas que reconocen como injusta la situación en la que
están y utilizan su fuerza para hacer validos sus derechos y establecer condiciones de igualdad. Esta
es una reacción que, aunque se presenta con menos frecuencia en las personas que sufren
discriminación, realmente genera cambios a favor de la igualdad y la eliminación de estereotipos y
prejuicios.
En lo social, la discriminación tiene efectos devastadores:
Es una causa de la violación y la negación de los derechos humanos, muchas personas y grupos se
valen de la discriminación para mantener privilegios económicos y sociales en detrimento del resto
de la sociedad.
Se manipulan las diferencias para eliminar y señalar a ciertos grupos como chivos expiatorios, lo que
genera odio, división y ruptura de los lazos de solidaridad y comunidad que permiten el desarrollo
de cualquier sociedad.
Cuando el Estado aplica e impone las leyes injustamente se impide la existencia de mejores
condiciones de vida y se promueve la discriminación entre particulares.
Identidad y personalidad
Ilustración 27 La identidad y la personalidad son dos aspectos necesarios para el desarrollo personal
Hay distintos elementos que conforman la personalidad como la religión, el nombre, el tono de piel,
los estudios, los gustos, el origen étnico y familiar entre otros tantos. Todos estos elementos
conforman la identidad de cada persona, no obstante no está aislada ya que cada elemento de la
personalidad al mismo tiempo genera identificación con otras personas o grupos.
La diversidad de circunstancias en las que los individuos transitan por la adolescencia y la juventud
es alta y compleja, mientras la juventud para una persona puede ser una etapa de aprendizaje, viajes
y nuevas experiencias sociales, para otro (a) joven puede ser sinónimo de exclusión, discriminación
pobreza y desempleo entre otras cosas. Esto ha llevado al reconocimiento de la existencia de “las
juventudes”, aludiendo a la pluralidad de formas en que se experimenta un estadio de la vida en
función de contextos variables dependiendo del contexto histórico, social, geográfico y económico.
Las y los jóvenes, desde siempre, se han agrupado de manera espontánea con quienes comparten
gustos, formas de vestir, ideas, música, lenguaje, espacios, creencias y/o actividades; van
construyendo grupos e identidades a través de estos elementos como rasgos principales que son
los que hacen que se reconozcan entre sí y se diferencien de los/las demás, creando códigos propios,
con los que se identifican, así como un sentido de pertenencia y asociación.
No existe una sola manera de ser de vivir la juventud, en cada época y cada país han habido distintas
perspectivas sobre lo que significa ser joven; por ello se habla de las juventudes, para hacer hincapié
en la diversidad. Las y los jóvenes, lo juvenil, engloban distintas formas de expresión, lenguaje,
identidad, costumbres y simbolismos, por ello, se puede afirmar que la diferencia en las juventudes
tiene que ver con características que se centran más allá de un rango de edad y que tienen relación
con las cuestiones étnicas y culturales, con actitudes y prácticas distintas hacia la vida, la sociedad y
la diversidad. Resulta evidente que los y las jóvenes de una sociedad en África se comportarán de
una manera distinta y tendrán un sistema de valores diferentes a un grupo de jóvenes de un pueblo
zapoteca en Oaxaca o un grupo de jóvenes de clase media-alta de la Ciudad de Monterrey.
Delia es mexicana; nació en una familia católica, pero cuando se independizó decidió que no quería
formar parte de ninguna religión. Ahora afirma que es atea.
Francisco, joven indígena que migró al Distrito Federal, se considera mazahuacholoskatopunk; eligió
esta identidad urbana para distinguirse en la metrópoli.
Lidia nació en Puebla, sin embargo migró a Nueva York siendo muy joven. Se considera
orgullosamente poblana y mexicana, pero también se siente neoyorkina.
Jacobo afirma ser “puma de corazón” porque estudió en la UNAM; también forma parte de la
comunidad gay y de una red internacional de alpinistas.
No es necesario pertenecer a un grupo específico para sentirte identificado o sentir pertenencia, ni
se tiene que modificar la forma de ser, de vestir, de actuar, ni hacer cierto tipo de actividades si no
se desea, para ser aceptados/as. Lo importante es ser uno mismo y disfrutar de todas y cada una de
las cosas que se realizan al tiempo que se aprende y se rescatan elementos de otras tantas
identidades.
Las identidades juveniles son tan variadas, diferentes y únicas, así como lo son las y los jóvenes. No
obstante hay posiciones como el adulto-centrismo que es el pensamiento y práctica que concibe a
la persona adulta como centro de toda “razón y voluntad verdadera” que vulnera de manera
frecuente la diversidad juvenil al considerar que “no saben lo que hacen”, “algún día cambiarán,”
entre otros prejuicios, abuso de poder, de control, incluso amenazas para someter toda forma de
disenso que viene de las personas jóvenes.
Las relaciones respetuosas entre las y los jóvenes y las personas adultas
son esenciales para tener una participación efectiva, un factor crítico es
que las juventudes mismas le encuentren significado a las opciones de
participación. Además, es fundamental que las y los jóvenes vean y
sientan los beneficios de su participación. Estos beneficios incluyen:
• Promover relaciones de respeto entre adultos/as y jóvenes.
• Involucrarse en los asuntos que les interesan.
•Conseguir experiencias significativas que reconozcan el reconocimiento
a la diversidad.
• Usar las habilidades existentes y desarrollar nuevas destrezas.
• Conocer a otros/as jóvenes con experiencias y/o intereses comunes y
divertirse.
• Desarrollar mayor confianza en sí mismos/as.
• Aprender la manera en que se toman las decisiones y cómo afecta este
proceso.
• Ayudar a una agencia u organización en la cual estén interesados.
• Ayudar a otros jóvenes en situaciones similares.
Además de evidenciar las sinrazones de los prejuicios y estereotipos y
promover identidades abiertas y plurales, se debe ofrecer herramientas
conceptuales y prácticas que permitan reconstruir la convivencia social
sobre nuevas bases. Si la discriminación se expresa, entre otras cosas,
como intolerancia hacia determinadas diferencias que son inadmisibles, se
debe favorecer el desarrollo del respeto, la disposición a aceptar y a
convivir con cualquier forma de ser, de pensar y de actuar que las personas
elijan.
Fomentar la capacidad de reconocer y valorar todas las expresiones de la
diversidad humana que sean compatibles con los derechos humanos y la
legalidad democrática, así como construir el hábito de la tolerancia para
impedir que cualquier grupo social estigmatice a personas o grupos que
son distintos o están más allá de sus límites culturales, por miedo o temor
a sus distintas maneras de ser y de expresarse. Dicho de otro modo, la
diversidad debe verse y enseñarse como un valor agregado y no como una
amenaza. En los ámbitos escolares hay muchas situaciones que se deben
contemplar, a continuación se presentan algunas sugerencias para el
ámbito medio superior y superior que pueden ser adaptadas también para
la educación secundaria:
1. Conocimiento: Se promueve la diversidad de conocimientos, hay
espacios cada vez más fecundos para la escucha de diversas voces. La
diversidad de puntos de vista tiene impactos en el diseño curricular, en la
programación de contenidos y se favorece conocimientos que invitan a la
inter-disciplina.
2. Comunicación: Existen medios suficientes para la difusión de contenidos
que son de interés de toda persona lo que promueve el reconocimiento de
distintas perspectivas. Se posibilita el debate, se enriquece la discusión
con vista a impactar en diversas esferas de la vida universitaria. Esto
quiere decir que la comunicación tiene efectos concretos en el entorno
inmediato.
3. Representatividad. Existen canales de representación del profesorado
y cuerpo estudiantil que participan en la toma de decisiones. La
representatividad es legal y a la vez tiene consecuencias fácticas, esto
quiere decir que efectivamente hay canales de participación prolíficos.
4. Convivencia. Se favorece la libertad de expresión, de vestimenta, de
organización. Se contrastan estructuras muy arraigadas que se
encuentran dentro y fuera de los espacios académicos a través de
acciones bien fundamentadas: por ejemplo el papel del conocimiento como
fomento o límite para la creación de comunidades colectivas autónomas.
5. Formación. Existen diversas áreas del conocimiento en un mismo
espacio lo que favorece que existan frecuentes espacios de encuentro
entre distintos profesionistas. Se conforman cuerpos académicos basados
en la horizontalidad donde el poder entre las partes se reconoce, pero que
es promovido solamente para cumplir obligaciones institucionales, no
intereses propios.
6. Defensa. Existe un organismo de defensa universitario –bachillerato;
comités en educación secundaria- que hace cumplir los derechos
humanos de toda persona y dar seguimiento a situaciones de conflictividad
como el acoso, el plagio o la violencia estructural entre pares. Existen
proyectos y programas donde la responsabilidad de defensa de los
derechos universitarios recae en toda la comunidad en general. Se hacen
observatorios y se sistematizan las experiencias de los procesos de
defensa y transformación de conflictos.
7. Conflictividad. Se reconocen que existen problemas que requieren
transformación; existe voluntad política de modificarlos. Se generan los
contextos para la correcta transformación de conflictos; por ejemplo, se
potencializan los mecanismos de resolución y compensación del daño
causado, más que continuar con mecanismos punitivos. Hay una correcta
capacitación e interés de tomar la transformación de la conflictividad como
una labor cotidiana. Se fomenta la prevención.
Las posibilidades de que los jóvenes participen en actividades de
desarrollo en el hogar, la escuela y la comunidad revisten importancia vital
en el desarrollo de la sociedad en su conjunto. Las estrategias efectivas
para la participación de los jóvenes deben ser articuladas y concretas, sin
discriminación así como incluyentes de las estructuras, las instituciones y
los procesos sociales; buscando fomentar las relaciones entre las distintas
generaciones y poner a los jóvenes en condiciones de participar en forma
significativa en los programas y las actividades que los afectan.