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Título del informe: Lacan y Klein: distintos abordajes acerca del Complejo de Edipo.
Comisión: nº8
Mail: nataliainfantino1@gmail.com
Fecha: 6/11/17
Lacan y Klein: distintos abordajes acerca del Complejo de Edipo.
Natalia Infantino
Índice:
1. Introducción
Jacques-Marie Émile Lacan nació en París el 13 de abril de 1901. Nacido en el seno de una
familia de la mediana burguesía católica, fue el primer hijo del matrimonio de Alfred Lacan y
Emilie Baudry, dedicados al comercio del vinagre y la mostaza en Orleáns. Educado en un
clima de duraderos conflictos domésticos y opresiva religiosidad, Jacques- Marie no
manifestaba interés en quedarse atrapado en los límites de una cultura conservadora de
artesanos devotos, ni por heredar las riendas del negocio familiar. Sería el menor de sus tres
hermanos, MarcFrançois, quien se volcaría a la vida religiosa convirtiéndose en monje
benedictino.
Con apenas 16 años de edad, se lanzaría a la lectura en su idioma original de los textos de
Nietzsche, lo que daba las primeras pistas de una búsqueda orientada a explorar y pisar esa gran
escena moderna que fue la París de entreguerras. La agitada vida intelectual de su época, en la
que destacaban figuras como André Breton, André Gide, Jules Romains y James Joyce,
atraían cada vez más su atención.
Inició sus estudios de medicina en 1920, especializándose en psiquiatría entre 1927 y 1931. A
partir de su tesis doctoral titulada “De las psicosis paranoicas en sus relaciones con la
personalidad” (1932), se volcaría progresiva y definitivamente hacia el psicoanálisis.
En el año 1934 contrae matrimonio con Marie Louise Blondin, hermana de un antiguo
compañero de estudios de Lacan, a que éste admiraba profundamente. De la unión nacieron tres
hijos: Caroline (1936), Thibaut (1938) y Sibylle (1940). En ese mismo año, pasa a ser miembro
adherente de la SPP1. En 1936 presentó su primer ensayo psicoanalítico sobre el estadio del
espejo, en el Congreso de la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA) en Merienbad.
Finalmente en 1938, Lacan es nombrado titular de la SPP y escribe su primer ensayo acerca de
la familia "Les complexes familaux dans la formation de l'individu".
1
Société psychanalytique de Paris
Sobre Melanie Klein
Melanie Reizes nació el 30 de marzo de 1882 en Viena, Austria. Fue la última de los cuatro
hijos de Moriz Reizes y Libusa Deutsch, ambos hebreos, descendientes de familias de rabinos.
Sin embargo, fue educada de manera liberal, sin imposiciones religiosas.
A los 17 años Melanie Reizes se compromete con Arthur Stevan Klein, un químico industrial
de 21 años. En esta época abandona la idea de estudiar medicina y asiste a cursos de arte e
historia en la universidad de Viena. En 1903, el 31 de marzo, Melanie de 21 años, se casa con
Arthur Klein, con quien tuvo tres hijos, Melitta, Hans y Erich. Melitta, nació el 19 de enero de
1904, su segundo hijo, Hans, el 2 de marzo de 1907 y Eric el 1° de julio de 1914. Se establecen
en Rosenberg (Hungría)
Phyllis Grosskurth la define como “generosa, ardiente, apasionada, hasta explosiva: defectos
tales como los que ella tenía, eran defectos de sus cualidades, y no una disminución de su
condición de persona digna de ser amada” (Grosskurth, 1990: 484).
Melanie Klein es una de las figuras más sobresalientes de la historia del Psicoanálisis. Se le
reconoce como precursora de la utilización de la Técnica del juego en el análisis de niños -el
equivalente a la Asociación libre del adulto- que consideraba el mejor modo de hacer emerger
sus fantasías para poder interpretarlas. En 1918 asiste al 5º Congreso Psicoanalítico
Internacional, en el que Freud lee "Lines of Advances in Psychoanalytic Therapy". En julio de
1919, Klein presentó el estudio de caso del análisis de un niño ante la Sociedad Húngara, con lo
cual le otorgaron la condición de Miembro. Se trataba del análisis de su hijo Erich (Fritz, en sus
escritos). En abril de 1924, en el VIII Congreso de la IPA en Salzburgo, presentó unas
consideraciones sobre Psicoanálisis de niños pequeños, en donde comenzó a cuestionar ciertos
aspectos del complejo de Edipo.
2. Desarrollo
El complejo de Edipo marca todos los niveles del psiquismo. Su movimiento se opera por un
conflicto triangular en el sujeto, en el que la madre, objeto primero, se propone al inicio al
deseo edipico, ese deseo se caracteriza mejor en el varón y da ocasión a la reactivación de las
tendecias del destete, es decir, a una regresión sexual. El complejo psicológico, retoma Lacan,
influye sobre una relación vital, contribuyendo así a la constitución de la realidad.
Freud, al observar la existencia del fantasma de castración en la niña pequeña, o la imagen
fálica de la madre en los dos sexos, se vio obligado a explicar estos hechos por las revelaciones
de la dominación del varón, que conducirán a la niña a la nostalgia de la virilidad, y a ambos a
concebir a su madre como viril. No obstante, Lacan sugiere otra interpretación: “la fantasía de
castración es precedida por toda una serie de fantasías de despedazamiento del cuerpo que,
regresivamente, van de la dislocación y el desmembramiento, pasando por la eviración, hasta la
devoración y el amortajamiento” (Lacan, 1938/2003: 76). Cuyo origen es materno.
El examen de esas fantasías que apuntan al secreto del seno materno, permiten afirmar que no
se relacionan a un cuerpo real, sino con un trofeo de miembros donde debe reconocerse al
objeto narcisista, cuya génesis está condicionada por formas imaginarias que preceden el
dominio del cuerpo, y que tienen un valor de defensa contra la angustia del desgarro vital
provocada por la prematuración.
Hasta aquí se mostró una introducción sobre lo que Lacan plantea como Complejo en La
Familia (1938) y su abordaje sobre el Complejo de Edipo, resta aún presentar las referencias
que realiza sobre Melanie Klein y presentar una breve introducción sobre Estadios tempranos
del Conflicto Edipico (1928).
Lacan hace referencia a Klein en La Familia sobre tres cosas particulares: el destete, el imago
del cuerpo fragmentado y el super yo arcaico. Como dije anteriormente Lacan señala que la
fantasía de castración es precedida por toda una serie de fantasías de despedazamiento y
desmembramiento del cuerpo y realiza la siguiente consideración:
El examen de estas fantasías revela que su serie se inscribe en una forma de penetración con
sentido destructivo e investigador a la vez que busca el secreto del seño materno, mientras esa
relación es vivida por el sujeto de acuerdo con una modalidad de ambivalencia que es
proporcional a su arcaísmo. Sin embargo los investigadores que han comprendido mejor el
origen materno de estas fantasías (Melanie Klein) se ocupan solo de esa simetría y de la
extensión que aportan a la formación del Edipo (…) Su interés, en nuestra opinión, se basa en la
evidente irrealidad de la estructura; el examen (...) permite afirmar que no se relacionan con
cuerpo real alguno, sino con un maniquí heteróclito, con una muñeca barroca, con un trofeo de
miembros en los que se debe reconocer al objeto narcisista cuya génesis hemos evocado
anteriormente. (Lacan, 1938/2003: 76-77).
Esta es la única referencia a Klein a lo que ella denomina el “despertar temprano de las
tendencias edípicas” (Klein, 1928/2006: 194), que resultaría de la frustración experimentada
por el niño a consecuencia del destete (Klein, 1928/2003).
Este sería un punto de similitud entre Klein y Lacan, quien afirmaba: “el movimiento del Edipo
(…) se opera a través de un conflicto triangular en el sujeto, hemos visto ya que el juego de las
tendencias surgidas del destete producía una formación de este tipo” (Lacan, 1938/2003: 71).
Este parecía seguir Klein quien afirmaba: “las tendencias edipicas son liberadas a consecuencia
de la frustración que el niño experimenta con el destete, y que hacen su aparición al final del
primer año vida y principios del segundo” (Klein, 1928/2003: 193).
Con respecto al “origen del super yo materno arcaico” como se dispuso anteriormente, Lacan
señalara el modo en que la fantasía de castración se hallará inscripta en la senda tendida por la
constitución del “objeto narcisista”.
La fantasía de castración emergerá como defensa ante el resurgimiento de la madre como objeto
en el momento inicial del Edipo. Este va a ser el origen materno de las fantasías que en Klein
daban cuenta de un superyó arcaico. En este sentido, Lacan puntualiza:
La fantasía de castración (…) originada con anterioridad a todo discernimiento del propio
cuerpo, con anterioridad a toda distinción de una amenaza del adulto, no depende del sexo del
sujeto (…) representa la defensa que el yo narcisista, identificado al doble especular, contrapone
al resurgimiento de la angustia que lo quebranta en el primer momento del Edipo tiende a
quebrantarlo, crisis que no es causada por la irrupción del deseo sexual en el sujeto, sino por el
objetivo que reactualiza, es decir, la madre. El sujeto responde a la angustia despertada por el
objeto materno reproduciendo el rechazo masoquista que le permitió superar su pérdida original,
pero lo hace de acuerdo con la estructura que ha adquirido, es decir una localización imaginaria
de la tendencia. (Lacan, 1938/2003: 77-78).
3. Cierre
Roudinesco, É. (1993). Lacan. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2007