El realismo mágico en la casa de los espíritus

Pese a que lo real se presenta de forma más convencional en La casa de los espíritus, también
encontramos en esta novela elementos mágicos:

- Mezcla de lo natural con lo sobrenatural, presentado con total normalidad.

- Multiplicidad de narradores mediante la narración en tercera persona, la expresión de la

subjetividad por medio del narrador en primera persona y el empleo del discurso indirecto
libre.

- Frente al intelectualismo de los narradores del realismo mágico del boom, se apela a las
emociones del autor, se recalcan los valores morales desde un punto de vista de maniqueo.
La muerte está presente, y muertos y vivos conviven con naturalidad.

- El final de la novela enlaza con el principio y las anticipaciones y retrospecciones son

frecuentes. La autora desliza en la obra elementos que remiten a una cierta concepción cíclica
que no afecta al texto en su conjunto.

- La violencia se presenta tal y como ocurre en la vida cotidiana, produciendo la sensación de

una sociedad primitiva. Expresa desórdenes morales, injusticia social, asesinato…

- Presencia de elementos fantásticos e insólitos. Lo oculto se hace visible, se relaciona el

mundo real con el irreal siguiendo la perspectiva de la narración realista. Los personajes
perciben lo extraño con normalidad.

- Elementos imaginarios. Escenarios más realistas y menos imaginarios que en la novela del
boom. La línea entre imaginación y realidad queda más disfusa.

- Las hipérboles y exageraciones remiten a un mundo primitivo y bárbaro, y manifiestan

también una sensualidad desenfrenada.

-Frente al pesimismo de los autores del boom, Isabelle Allende, en la voz de Alba al final de la
novela, deja una puerta abierta a la esperanza.

-Se insertan aspectos misteriosos e irracionales en la vida cotidiana: costumbres,

premoniciones, supersticiones, elementos mitológicos. En algunas ocasiones se produce un
sincretismo entre magia y religión. Los avances tecnológicos como el teléfono o el automóvil
aparecen como increíbles, mientras que la levitación y las premoniciones forman parte de lo
cotidiano.

Por último, es necesario constatar que, en La casa de los espíritus, los aspectos mágicos se
circunscriben esencialmente a algunos personajes femeninos y dentro del ámbito familiar, sin
que resulten sorprendentes para los demás ni afecten al orden establecido.
Rasgos temáticos y formales de la nueva narrativa hispanoamericana y su reflejo en La
casa de los espíritus

La casa de los espíritus ha sido considerada por la crítica literaria la novela más famosa y popular
del posboom. En ella podemos apreciar una serie de características que la han convertido en
paradigma de esta narrativa hispanoamericana.

Isabel Allende busca su inspiración en la realidad cotidiana latinoamericana. La idea de que la

historia y la vida son enigmáticas e incomprensibles había llevado a los autores del boom a
escribir novelas enciclopédicas y totalizadoras que en el posboom son sustituidas por narraciones
sobre la imagen de los antiguos esquemas de la sociedad patriarcal y oligárquica. Por tanto, se
aleja de la actitud universalista del boom e indaga en el individuo sin pretensiones del posboom.

Se distancia de toda narrativa innovadora, no siguiendo la tendencia de los autores del boom a
los del posboom, al incorporar la cultura de las masas, llega a convertir la novela en un
melodrama, agregando componentes de la novela folletinesca: el amor clandestino de Blanca y
Pedro Tercero, el matrimonio de conveniencia del conde Jean de Sangtiny, las violaciones de
Pacha Garcia por Esteban Trueba y de Alba por Esteban García, la muerte por accidente de Nivea
y Severo del Valle. Esto se debe a que los autores del boom muestran su incredulidad ante el
amor como base del devenir humano en una perspectivas de soledad e imposibilidad de
comunicación del individuo. El amor es uno de los temas principales de la obra presentándose
como una fuerza que puede cambiar las estructuras políticas y sociales, asunto en el que Isabel
Allende hace especial hincapié.

El compromiso social y político del posboom se expone a través de casi cien años de historia de
Chile que transcurre paralela a la crónica familiar: el ejercicio del poder y posterior
desmoronamiento de la antigua oligarquía representada en el personaje de Esteban Trueba, la
manipulación de elecciones, los opositores de izquierdas como Pedro Tercero… recuperando la
novela social latinoamericana que los escritores del boom habían abandonado hacia lo
cosmopolita y universal.

Si bien el humor aparece en muchas novelas posboom, no se puede decir que sea el caso de esta,
ya que solo encontramos en algunas ocasiones la ironía. Esto se debe al posicionamiento del
pesimismo de los autores del boom, ante su sentimiento de impotencia para poder comprender
el caos del universo y su imposibilidad por poder cambiarlo. En cambio, los autores del posboom
perciben un cosmos más ordenado y muestran una imagen más tranquilizadora de la realidad.
Expresan su optimismo ante un futuro esperanzador a través de la lucha feminista, política y
social. En lo que respecta a lo femenino adquiere un lugar destacado, En La casa de los espíritus,
el papel de la mujer cobra una importancia, ya que sus protagonistas son mujeres (Clara, Blanca,
Alba…) y la perspectiva que se adopta para mostrar a los personajes masculinos es femenina y
critica. Además, en el caso de Clara y Alba la escritura es una forma de dar sentido a sus vidas en
una sociedad opresiva y patriarcal.
Su narrativa posee una estructura circular con retrospectivos y anticipaciones, distanciándose
de las corrientes del boom que buscan experimentar con rompecabezas a veces difíciles de
encajar. En la casa de los espíritus su cronología es lineal próxima a la novela realista tradicional
en la que destaca la trama de la crónica de la familia Trueba-del Valle a lo largo de cuatro
generaciones.

La acción ocurre en la hacienda Las Tres Marías, lo rural donde prevalecen las tradiciones y las
clases, frente a la casa de la esquina de la capital, la urbe que representa la libertad y la
modernidad, incorporando un espacio urbano, además de otras cualidades urbanas que forman
parte de la vida de los personajes. Estos forman parte de la vida cotidiana con los atributos de
los habitantes de Latinoamérica; Jaime (generoso, déspota, autoritario, colérico, violento); Jaime
(generoso, tierno, solidario); Nicolás (estrafalario, aventurero, espiritual), Pedro Tercero García
(pasional, subversivo, integro); Amanda (independiente, existencialista), etc. Por otro lado, los
personajes carecen de personalidad psicológica y están caracterizados desde una perspectiva
moral maniquea debido a la inclinación de Isabel Allende por los valores éticos. No se plantean
cuestiones profundas sobre las angustias de vivir como en las novelas del boom.

Para los escritores del boom el lenguaje es el protagonista de la escritura, en el posboom se trata
de reproducir su uso a la realidad por lo que coloquializa y se vuelve más sencillo. En La casa de
los espíritus su prosa es fluida y natural, con sintaxis de periodos breves, poco complejos y léxico
sencillo y coloquial.

En conclusión, se trata de una novela social, como destaca la presencia de lo femenino, donde
la trama, narrada con sencillez, destaca un papel importante. Todo ello justifica la aceptación
que ha logrado para ser leída por el público mayoritario.

Aspectos políticos y sociales reflejados en La casa de los espíritus

Isabel Allende recrea en este libro la vida de la familia Trueba-del Valle a lo largo de cuatro
generaciones. La novela reconstituye la historia de un país latinoamericano, que apunta a Chile,
desde principios del siglo XX hasta el tercer cuarto de siglo. La década de los años 20 se
caracteriza por una profunda crisis económica y una considerable inestabilidad política. La novela
va recorriendo esta historia a través de sus protagonistas, que van viviendo las vicisitudes propias
de la época.

Se cuentan las vivencias de Esteban y Clara, de su hija Blanca y Pedro Tercero García, y de Alba y
Miguel, cuyas vidas se vieron influidas por el golpe de Estado de los militares el 11 de septiembre
de 1973.

La historia de esta novela es la de una típica familia latinoamericana de clase media acomodada.
En la primera parte, el testimonio está supeditado a la ficción familiar, en lo que planea lo
imaginario que nunca desaparece. En la segunda, la Historia se impone a la historia: las elecciones
presidenciales, el crecimiento de los sindicatos, la lucha obrera, las huelgas y las movilizaciones
del proletariado; el largo camino que llevará al candidato marxista Salvador Allende, a convertirse
en presidente del Frente de Unidad Popular.

Desde el punto de vista social se ve representado la hacienda, la familiar patriarcal pero

especialmente la novela se centra en el conflicto de clases en un momento en que los campesinos
empiezan a ser conscientes de sus derechos. La variedad de ideologías en esta familia: Esteban
fue senador por el Partido Conservador y Blanca amante de un cantante revolucionario lo que
tuvo como consecuencia un quiebre definitivo en este hogar, metáfora de la situación nacional.

Cuando los socialistas llegaron al poder de forma democrática sufrieron el boicot por parte de
los derrotados que terminó con el golpe de estado. En este golpe murió fusilado Jaime, Alba fue
violada y torturada. Esteban, con gran dolor, reflexiona y se dio cuenta de que su país al igual que
su familia estaba en crisis moral y política, en parte por su culpa.