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Partes Vulnerables cuerpo humano Defensa Personal

Vivimos en una sociedad deshumanizada y


asediada por un bombardeo continuo de
violencia prácticamente en todas partes. En la
que, “la permisividad sin límites, el
vandalismo callejero, la promiscuidad
omnipresente, el infierno de las drogas, la
agresividad en todos los ambientes, el
egoísmo exacerbado, la intolerancia, el
racismo y la irresponsabilidad generalizada,
donde todos tienen derecho, pero nadie tiene
obligaciones...todo esto es el pan nuestro de
cada día”...
La situación planteada nos obliga a desarrollar estrategias que nos permitan
afrontar en forma efectiva la violencia. Debemos evitar hasta donde nos sea posible
el ser blanco fácil o el facilitarle al delincuente su trabajo. Sam Allred, especialista
en defensa personal, en su libro: El arte de dominar y someter al agresor callejero,
nos sugiere las siguientes recomendaciones cuando salgamos a la calle:

Desarrolla tu sexto sentido para ser “listo en la calle”. Confía en tus instintos si
tienes el presentimiento de que alguien o algo puede ser peligroso para ti.

Tu ropa llega a ser una parte importante para tu seguridad. Evalúa a donde vas a ir
al momento de usar joyas. Usa ropa sencilla y tenis. Si tienes que usar atuendos o
joyas que llaman la atención, varía tu rutina o busca algún acompañante. Usa ropa
que no limite tu movimiento o agilidad.

Camina rápido, confiadamente y observa a tu alrededor. Busca y recuerda lugares


seguros hacia donde puedas correr si es necesario. Toma el camino más seguro, no
el más corto.

Procura caminar donde no hayas portales, arbustos, esquinas o áreas poco


alumbradas.

Trata de andar acompañado.

Si te encuentras en un barrio desconocido y te sientes intranquilo, vete de ahí.


Si ves un grupo que pueda causarte problemas, da la vuelta a la manzana para
evitar la posibilidad de una confrontación. Evitar un problema es siempre mejor que
tratar de enfrentarlo.

Las peleas deben ser evitadas en todo momento, aunque hay ocasiones en que
pelear en la calle es inevitable. Allred, nos alerta que nunca se olvide que por muy
seguro que nos sintamos, siempre es preferible evitar las confrontaciones
callejeras. Las consecuencias de una pelea pueden ser muy dolorosas: la pérdida de
un ojo, incapacidad temporal o definitiva, daños corporales irreversibles y, también
consecuencias legales de gravedad, en caso de que sea usted quien lesione al
adversario. Por lo tanto, debemos evitarlas.

Los puntos vulnerables del cuerpo humano


La identificación de los puntos vulnerables de nuestro cuerpo y la forma correcta de
atacar a los mismos, es fundamental en la aplicación efectiva de las técnicas de
defensa personal.

Todo lo que nos rodea, sean personas, animales o cosas, presentan puntos débiles.
Por ejemplo los más sofisticados aparatos de seguridad son vulnerables a asaltos. El
perro más feroz es vulnerable si se le ataca al hocico. De igual forma, el cuerpo
humano presenta una serie de partes susceptibles de ser atacadas con diferentes
tipos de ataques.

Pau-Ramón Planellas, en su libro Los puntos vulnerables del cuerpo humano, divide
los puntos vulnerables del cuerpo humano en tres partes. Los situados en el nivel
alto del cuerpo (cabeza y cuello); los del nivel medio (tórax, abdomen y brazos) y
los del nivel inferior que incluyen los puntos localizados en las extremidades
inferiores.

Nivel alto de vulnerabilidad:


El entrecejo
Los ojos
la nariz
la boca
la barbilla
los oidos
la sien
la nuca
la primera vértebra cervical
la laringe
el cuello

Una respuesta ante un ahorcamiento


de una mano es remover una mano, girar y lanzar un codazo.

Nivel medio de vulnerabilidad:


el hombro
la clavícula
boca del estómago
las costillas
genitales
huesos púbicos
las articulaciones
los dedos de la mano
la axila
el omoplato

Nivel inferior de vulnerabilidad:


interior del muslo
exterior del muslo
zona media del muslo
la rodilla
las espinillas
el tendón de aquiles
base de los dedos del pie
base de los glúteos
base de la pantorrilla

Técnicas de defensa personal


A continuación se presentan algunas técnicas que podrían ser de gran utilidad ante
alguna agresión física:

1.Una de las partes más débiles del cuerpo humano son los dedos de las manos,
una vez seamos atacados, utilizando nuestras manos podemos flexionar los dedos
del agresor hacia los lados provocándole fuerte dolor, permitiéndonos escapar
fácilmente de su agarre

2.En el caso de que el oponente nos agarre de frente por el cuello, lo ideal es no
hacer ningún tipo de resistencia mientras caminamos hacia atrás. Entonces, en
algún momento sacamos el dedo índice de la mano y le hacemos presión en el
cartílago que sobresale del cuello, mientras hacemos retroceder al atacante.

3.Picar con el dedo índice el hueco de la “manzana de Adán”.

4.Introducir el dedo índice en las glándulas salivares del oponente, localizadas


debajo de la mandíbula.

5.Rodillazo a la cara del agresor.

6.Con las manos agarrar la cabeza del


agresor y luego propinarle un rodillazo a la cara

7.Le agarramos una oreja.

8.Introducir los dedos en el cabello del agresor hasta llegar al cráneo y apretar con
fuerza los nudillos de la mano.

9.Halar el pelo, especialmente en el área


frontal de la cabeza es muy efectivo.

10.Aprentar fuertemente las tetillas, los “chichos”, etc.

11.Introducir los dedos en forma de gancho dentro de las áxilas y se le aprietan


fuertemente.

12.Utilizando los dedos de la mano, ejercer presión en las arterias o venas del brazo
del agresor.

13.Con la mano abierta, con los dedos pegados (shuto), golper el área posterior
lateral del cuello, lo que impedirá momentaneamente el flujo de sangre al cerebro a
través de las carótidas y producirá pérdida del conocimiento del agresor.

14.Un pisotón al pie del atancante.

15.Un repentino pisotón provoca fuerte dolor en el atacante


y facilita liberarnos de su agarre.

16.Una patada o rodillazo a los genitales.

17.Examine las posibilidades ventajosas que se le abre luego de dar


un rodillazo en los genitales; como el lanzar o barrer al oponente
mientras éste todavía sufre de dolor en sus partes bajas.

18.Una patada a la rodilla es muy efectiva.

19.Ataque de presión con la punta del dedo pulgar al ojo.

20.Si nos inmovilizan por la espalda, podemos golpear con el codo al cuerpo del
agresor.

21.El codo es una excelente arma de defensa


personal en ataques por la espalda.

22.Golpear con la cima de la cabeza a la cara.

23.Ataque mordiendo al brazo.

24.Agarre con la punta de los dedos a la garganta.

Advertencia cuando apliquemos técnicas de


defensa personal
Es importante, aprender a detectar y reconocer a nuestro agresor, antes de
emplear la defensa personal. Habrá situaciones en que seamos atacados, ya sea
por algún paciente mental, o alguna persona, familiar o amigo, que esté
atravesando por alguna crisis nerviosa temporera o bajo un coraje. En estos casos,
debemos ser cautelosos con el tipo de técnica que apliquemos. Muchas de las
técnicas de defensa personal podrían ocasionar daños irreversibles a quien recibe
las mismas. Por lo tanto, no utilizar técnicas como golpes severos a los oidos, a los
ojos o las rodillas, cuyas consecuencias pueden ser la pérdida de la audición ,
ceguerra o daños irreversibles en las artículaciones.

Ataque con armas de fuego o cuchillo


En situaciones en que seamos amenazados a punta de pistola, o con un cuchillo o
arma punsante, lo mejor es mantener la calma y no presentar resistencia con el
agresor. Muchas veces, el miedo, (el cual es una reacción normal de nuestro
cuerpo) nos invade y reaccionamos descontroladamente. La defensa, en estos
casos ha de ser sencilla pero eficaz, descartándose todo tipo de fantasías o técnicas
de exhibición. Estamos en una situación, en la que solo tenemos una oportunidad
para actuar y debemos hacerlo a la segura y en forma efectiva. Es nuestra vida la
que está en juego.

Secuencia de un ataque con un arma de fuego


Ante una amenaza con un arma de fuego, mantener la calma y no mostrar miedo.
Una vez en pleno control de nuestras emociones, lo primero que debemos hacer es
buscar agarrar la mano donde se encuentra el arma y colocar nuestro cuerpo fuera
del alcance del disparo, si ocurriése el mismo. Una vez controlada el arma, sujetarla
fuertemente y torcer la misma en dirección a la muñeca del agresor. A la misma
vez, ejercer presión hacia abajo del dedo aprisionado en el gatillo, ésto causará
fractura del dedo del asaltante con la propia arma. A la vez que torcemos el arma y
presionamos, retrocedemos varios pasos para quedar fuera el rango de agarre del
atacante. Finalmente, le quitamos el arma y lo ponemos bajo nuestro control.

Recuerda, que estamos en una situación de máxima peligrosidad en la que el


agresor no le importa herir o matar; aunque en la mayoría de las veces, se trata de
drogadictos que solo interesan dinero para satisfacer su vicio. Los mismos, una vez
consiguen lo que buscan se van sin agreder físicamente a sus víctimas. En estos
casos, la cautela es lo más indicado. Muchas veces, es preferible no hacer nada; es
mejor perder el vehículo, dinero o alguna pertenencia material, que la vida o la de
nuestros seres queridos.

Tener presente que el conocimiento de la defensa personal no nos convierte en


super-hombres o mujeres. Debemos ser prudentes y no olvidar que hasta el hombre
más preparado tienes sus limitaciones.

Conclusión
No pretendo que la lectura de este post te convierta en un experto en el arte de la
defensa personal, pero por lo menos te permita familiarizarte con el tema y de su
importancia. Además, intento despertar en ti algún interés que te motive a tomar
algún curso o adiestramiento de defensa personal en el futuro, o tal vez el
perfeccionarte en algún arte marcial, como el karate, kempo, aikido o judo, entre
otros. Este, además de ayudarte a defenderte físicamente, te permitirá desarrollar:
seguridad en ti mismo, tolerancia hacia los demás, disciplina en la vida y
determinación para el logro de metas
Lee todo el post, tomate el
tiempo que esto es muy
interesante y te ayudara mucho

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