Historia:

El Tribunal del Santo Oficio, se estableció en el Perú en 1570 durante el gobierno del virrey
Toledo. Sus orígenes se encuentran en la persecución de las herejías* populares del siglo
XII. La misión primordial de la Inquisición era combatir la herejía pero pronto sus
atribuciones se ampliaron a la persecución de la blasfemia, la bigamia y la hechicería. Su
objetivo fue velar por los intereses de la Iglesia católica, castigaban a todos los que iban en
contra de esta religión. Fue un instrumento de amenaza contra la libertad de pensamiento,
es decir, un medio que oprimía a aquellos que no pensaban como el Estado y la Iglesia.
*herejía: un conjunto de ideas o una idea que va en contra de la religión.

Delitos juzgados:
Castigaba las herejías, blasfemias, inclusive a los astrólogos y alquimistas, excomulgados y en
general a los cristianos apóstatas. Se encargaba también de juzgar y castigar delitos como el de
practicar la religión judía o protestante, ejercer la brujería o leer libros prohibidos, una lista de textos
considerados peligrosos para sostener la fe. También fueron perseguidos los "pecadores públicos":
homosexuales, incestuosos, bígamos, blasfemos,etc. En sus comienzos no ejercía su poder sobre los
indígenas, ya que solo se condenaba la herejía, pero luego de un tiempo se les castigaban por delitos
como blasfemias, poligamia (muchas esposas), hechicería y mas, que eran practicados por estos. Los
casos de brujería y hechicería eran competencia de la Inquisición, así como otros que, en realidad, no
pertenecían al dominio de la fe, sino al de las costumbres.

estadisticas de condenados en 1670 y 1820

El tribunal:
Estaba integrado por un fiscal, que acusaba y demandaba la pena, un comisario, y tres inquisidores.
Este tribunal era una sede del Consejo de la Suprema Inquisición de España, el cual tenía otras sedes
parecidas en México y Cartagena de Indias.
 El proceso inquisorial:
Estaba integrado por cinco personas, las cuales ya mencionamos antes. Durante sus investigaciones
se aplicaba la tortura como mecanismo de “purificación del alma” para obtener la confesión del
culpado. Una vez declarado culpable, el tribunal sentenciaba el castigo que debía padecer el infeliz.
La sentencia de vez en cuando recibía el nombre de “AUTO DE FE”, era ejecutada en la plaza de
Armas de Lima, en presencia de las de más autoridades virreinales. Las penas iban desde azotes,
hasta ser quemados vivos en la hoguera inquisitorial. Los castigos dependían del delito, mientras
mas grave el delito mas grave el castigo.
Algunos castigos de la santa inquisicion