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Es el conjunto técnicas que acuerdan las normas generales que se deben de seguir
para la buena comunicación oral, es la forma de expresar sin barreras lo que
pensamos, además de esto nos sirve como instrumento para comunicar sujetos
externos a él. Se debe tener presente que la expresión oral en diferentes
circunstancias es más extensa que la hablada pues necesita más elementos
paralingüísticos para terminar su significado final.
Por eso esta no solo implica tener un buen manejo y conocimiento del idioma
sino que también comprende varios elementos no verbales. La importancia de
estos últimos es crucial. Mehrabian, un psicólogo social, identificó que el impacto
total de un mensaje es aproximadamente en un 7% verbal, un 38% vocal (tono de
voz, ritmo, etc.) y en un 55% no verbal.
1.1.1 Dicción: Construir con la mayor claridad posible las palabras del mensaje
que se quiere transmitir.
Hablar de forma clara y correcta puede ser más complicado de lo que parece.
Conseguir una dicción perfecta es una tarea que requiere días y meses de práctica.
Sin embargo, se trata de un elemento esencial para conseguir comunicar de forma
eficaz. El recitado de trabalenguas y poesías pueden ayudarte a romper con los
malos hábitos de tu voz.
Vocalización, omisión de letras y otros problemas de dicción.
Los malos hábitos al hablar se acumulan desde la niñez, por eso es tan complicado
mejorar la dicción. La presidenta de la Asociación de Logopedas de España (A.L.E.)
y directora de Centros Ortofón, Mª Teresa Estellés, desglosa cuáles son los
principales errores que generan una "pronunciación deficiente o incorrecta".
Para mejorar tus habilidades de dicción debes tener muy en cuenta la velocidad de
lo que dices. "Aprender a hablar de forma pausada puede ser un primer paso,
aunque no el único". La presidenta de la A.L.E. apunta que la rapidez excesiva
puede generar problemas en la comunicación. Pero matiza que el habla pausada"
no debe ser nunca sinónimo de monotonía o aburrimiento".
Mª Teresa Estellés explica que una dicción clara y limpia siempre tiene que ir
acompañada por una "mejoría de voz y ritmo". Por tanto, la emoción o el énfasis a
la hora de pronunciar las palabras son también aspectos fundamentales para
mejorar las habilidades oratorias.
La dicción no tiene nada que ver con tu acento. "El castellano es muy rico y tiene
muchas variantes que no tienen por qué esconderse", asegura Luz Marina Renedo
de Elea Logopedia. Esta experta manifiesta que los acentos son una cuestión
personal que "tienen que ver con los gustos". Si una persona quiere eliminarlo de
su dicción es libre de hacerlo, pero no debe tomárselo como una obligación.
Eliminar las malas costumbres de tu voz no será fácil. Debes ser persistente y no
agobiarte. Mª Teresa Estellés, de la A.L.E., considera que los "indicativos de
cambio" deberían empezar a aparecer desde el primer mes. Eso sí, subraya que la
mejoría en la dicción "depende de la constancia y facilidad para modificar los malos
hábitos".
Ser 'real' y evitar los nervios son dos grandes puntos a tener en cuenta. Aunque
no lo creas, la seguridad en ti mismo está directamente ligada a la dicción. "La
autenticidad es un valor fundamental.
Cuando se produce una comunicación, una persona habla y otra escucha. Este
último elemento es el que muchos suelen olvidar. "El emisor debe hablar con ganas
para abrir los sentidos del receptor", comentan desde Elea Logopedia. La experta
de este centro, Luz Marina Renedo, añade que es vital que el oyente "no se pierda"
en el mensaje.