puesto que a tí me confió la piedad divina, rígeme, guárdame, gobiérname e ilumíname siempre. Amén Angel de la encarnación, Fiel mensajero de Diós, Abre nuestros oídos Aún para la más leve amonestación Y toque de la gracia Del corazón de nuestro señor. Permanece siempre con nosotros, te lo suplicamos, Para que comprendamos debidamente la palabra de Dios, Sigamos sus inspiraciones y cumplamos Dócilmente lo que dios quiere de nosotros. Haz que siempre estemos preparados y vigilantes, Para que, cuando venga el Señor, No nos encuentre dormidos. Quédate con nosotros, oh arcángel san Rafael. Aparta lejos de nosotros Las enfermedades del alma y del cuerpo Y trae salud a nuestras mentes. Oh dios, que en tu inefable Providencia hiciste a San Rafael guía fiel De tus hijos en sus Viajes por la tierra, Humildemente te Pedimos que seamos Conducimos por el en el Camino de la salvación Y experimentemos Su auxilio en las Enfermedades del cuerpo Y el alma. ¡Oh Arcángel San Miguel, Con tu luz, ilumínanos, Con tus alas protégenos Y tu espada defiéndenos!