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Apocalipsis 21:1
Todas las citas de la Biblia son tomadas de LA BIBLIA TEXTUAL (BTX 2010)
Strong, James. Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario (2002)
Índice
I. La Jerusalén celestial ..............................................................................................................................1
II. ¿cuándo será el cielo nuevo y la nueva tierra? ¿Antes o después del milenio? ....................................3
III. El futuro del mar .................................................................................................................................6
Apocalipsis 21:1
1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el 1 Καὶ εἶδον οὐρανὸν καινὸν καὶ γῆν καινήν. ὁ
primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar γὰρ πρῶτος οὐρανὸς καὶ ἡ πρώτη γῆ ἀπῆλθαν
no existía más. καὶ ἡ θάλασσα οὐκ ἔστιν ἔτι.
I. La Jerusalén celestial
A. Apocalipsis 21
Apo 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el
mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalén,
dispuesta como una esposa ataviada para su esposo.
Apo 21:9-10 Y vino uno de los siete ángeles que tienen las siete copas llenas de las siete plagas
postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero. 10 Y me llevó
en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, descendiendo del cielo,
de Dios,
Apo 21:16-17 Y la ciudad está asentada en un cuadrado: su longitud, tanta como la anchura. Y midió
la ciudad con la vara: doce mil estadios. Su longitud, anchura y altura son iguales. 17 Midió también
su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, medida de hombre, que es de ángel.
G4712 στάδιον (stadion), arena, estadio, pista para corredores (1Co 9:24+). στάδιος (stadios), un estadio,
medida de longitud diversamente calculada en aproximadamente 185-192 metros (Mat 14:24; Luc 24:13;
Jua 6:19; Jua 11:18; Apo 14:20; Apo 21:16+).
G4083 πῆχυς (pēchys), 1. codo, la distancia entre el codo y la punta de los dedos del mismo brazo de 45-
52 cm (Mat 6:27; Luc 12:25; Jua 21:8; Apo 21:17+); 2. medida de tiempo, un período de tiempo (Mat 6:27;
Luc 12:25+).
Sof 2:4-7 Gaza será desamparada, Ascalón asolada; Asdod será desterrada al mediodía, y Ecrón será
desarraigada. 5 ¡Ay de los moradores de la costa, del pueblo de los cereteos! La palabra de YHVH está
contra vosotros, oh Canaán, tierra de filisteos. Haré que seas arrasada hasta que no quede morador
alguno. 6 Entonces la costa marítima se convertirá en pastizales, con cabañas de pastores y apriscos
para ovejas. 7 Y la costa será para el remanente de la casa de Judá. Allí apacentarán, y al atardecer se
recogerán en las casas de Ascalón, pues YHVH su Dios los visitará y los hará volver de su cautiverio.
B. Apocalipsis 22
Apo 22:1-5 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que fluye del trono
de Dios y del Cordero. 2 En medio de su calle, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida, que
produce doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las
naciones. 3 Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus
siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá noche, y no
tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios resplandecerá sobre ellos, y
reinarán por los siglos de los siglos.
Eze 47:1-12 Me condujo nuevamente a la entrada de la Casa, y he aquí aguas que salían de debajo del
umbral de la Casa hacia el oriente, porque la fachada de la Casa miraba al oriente, y las aguas venían
desde abajo, del lado derecho de la Casa, al sur del altar. 2 Luego me sacó afuera, por el camino de la
puerta del norte, y me hizo dar una vuelta por el camino de afuera, hacia el exterior, por el camino que
daba al oriente, y he aquí las aguas salían por el lado sur. 3 Cuando el varón salió hacia el oriente con el
cordel en su mano, midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, hasta los tobillos. 4 Otra vez midió
mil codos, y me hizo pasar por las aguas, hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por
las aguas, hasta los lomos. 5 Midió otros mil, y ya era un río por el que no podía pasar, porque las aguas
habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. 6 Y me dijo: ¿Has visto, hijo de
hombre? Después me llevó, y me hizo volver a la ribera del río. 7 Y cuando fui traído de regreso, he
aquí que en la ribera del río, a uno y otro lado, había muchísimos árboles. 8 Entonces me dijo: Estas
aguas fluyen hacia la región del oriente, y descenderán al Arabá, y cuando entren en el mar, el mar
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de las aguas pútridas, las aguas recibirán sanidad. 9 Y todo ser viviente que nade por dondequiera
que entren estos dos ríos, vivirá, y habrá una gran multitud de peces, porque esas aguas han entrado
allí para que todas las cosas sean sanadas y vivan dondequiera que llegue el río. 10 Y sucederá que a los
pescadores que estén junto al río, desde En-gadi hasta Eneglaim, les será lugar para extender redes; y
los peces serán de muchas clases, tan numerosos como los peces del Mar Grande. 11 Pero sus pantanos
y sus lagunas no se sanearán, sino que quedarán para salinas. 12 Y en las orillas del río, a uno y otro
lado, crecerá toda clase de árboles frutales, cuyas hojas no se marchitarán y cuyos frutos no caerán.
Brindarán frutos nuevos todos los meses, porque las aguas que los riegan salen del Santuario, y su fruto
será para alimento, y sus hojas para medicina.
El ancho del Amazonas es entre 1.6 y 10 km en su etapa baja, pero se expande (durante la temporada
húmeda) hasta 48 km o más. El río entra en el océano Atlántico en un amplio estuario con 240 km de
ancho. La boca del sistema principal es de 80 km. (Wikipedia)
II. ¿cuándo será el cielo nuevo y la nueva tierra? ¿Antes o después del milenio?
1. El ángel que habla con Juan tiene una de las copas de las siete plagas
2. El Señor Jesús declara “hecho está”
3. El que venza heredará estas cosas
Apo 21:1-10 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron,
y el mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalén,
dispuesta como una esposa ataviada para su esposo. 3 Y oí una gran voz procedente del trono, que
decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán pueblos suyos,
y Dios mismo estará con ellos. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no existirá la muerte, ni habrá
ya llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas pasaron. 5 Y el que está sentado en el trono dijo: He
aquí que hago nuevas todas las cosas, y dijo: Escribe: Estas palabras son fieles y verdaderas. 6 Y me
dijo: Hecho está. Yo, el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de
la fuente del agua de la vida. 7 El que venza heredará estas cosas, y le seré por Dios, y él me será por
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C. El sexto sello (en el sexto sello se cumplen las trompetas y las copas)
Apo 6:12-17 Y vi cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro como
tela de crin, y la luna entera se volvió como sangre, 13 y las estrellas del cielo cayeron a la tierra como
una higuera suelta sus brevas cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el firmamento fue
replegado como un rollo que se enrolla, y toda montaña y toda isla fueron removidas de sus lugares.
15 Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los tribunos, y los ricos, y los poderosos, y todo siervo y todo
libre se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas; 16 y dijeron a las montañas y a
las peñas: ¡Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro del que está sentado en el trono, y de la ira
del Cordero! 17 Porque ha venido ya el gran día de la ira de ellos, y ¿quién puede mantenerse en pie?
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1. El séptimo sello son las trompetas y las copas, parte del sexto sello
Apo 8:1-2 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 2 Y vi a los
siete ángeles que están en pie delante de Dios, y les fueron dadas siete trompetas.
Apo 8:6-13 Y los siete ángeles que tienen las siete trompetas, se dispusieron a tocarlas: 7 El primero
tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron lanzados a la tierra; y la tercera
parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda hierba verde fue
quemada. 8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en llamas fue
precipitada al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9 Y murió la tercera parte de las
criaturas que había en el mar, cuantas tenían vida, y la tercera parte de las naves fueron destruidas. 10
El tercer ángel tocó la trompeta, y una gran estrella, ardiendo como una antorcha, cayó del cielo sobre
la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas. 11 El nombre de la estrella es llamado: el
Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos de los hombres murieron a causa
de las aguas, porque se volvieron amargas. 12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera
parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la
tercera parte de ellos, y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche. 13 Y vi, y oí
un águila volando en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los que moran en la tierra,
por causa de las otras voces de la trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocar!
Apo 9:1-3 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y le fue
dada la llave del pozo del abismo. 2 Y abrió el pozo del abismo, y del pozo subió un humo, como el humo
de un gran horno, y a causa del humo del pozo fueron entenebrecidos el sol y el aire. 3 Y del humo
salieron langostas a la tierra, y les fue dado poder como el poder que tienen los escorpiones de la tierra.
Apo 9:12-15 El primer ¡ay! pasó, he aquí después de esto vienen aún dos ayes. 13 El sexto ángel tocó la
trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro delante de Dios, 14 que decía al
sexto ángel que tenía la trompeta: ¡Suelta los cuatro ángeles detenidos junto al gran río Éufrates! 15 Y
fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, y día, y mes y año, para
que mataran a la tercera parte de los hombres.
Apo 16:1-21 Y oí una gran voz procedente del santuario, que decía a los siete ángeles: ¡Id y derramad
sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios! 2 Salió el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y
sobrevino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tienen la marca de la bestia y que
adoran su imagen. 3 El segundo derramó su copa sobre el mar, el cual se convirtió en sangre como de
muerto, y murió todo ser vivo de los que están en el mar. 4 El tercero derramó su copa en los ríos y las
fuentes de aguas, y se convirtió en sangre. 5 Y oí al ángel de las aguas decir: ¡Justo eres, oh Santo, que
eres y has sido, por cuanto juzgaste estas cosas! 6 Porque ellos derramaron sangre de santos y profetas,
también Tú les has dado a beber sangre: ¡lo merecen! 7 Y oí al altar que decía: ¡Sí, Señor Dios
Todopoderoso: justos y verdaderos son tus juicios! 8 El cuarto derramó su copa sobre el sol, y le fue
dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y los hombres se abrasaron con el intenso calor, y blasfemaron
el nombre de Dios, que tiene el poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. 10 El
quinto derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino fue entenebrecido, y se mordían de dolor
la lengua; 11 y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de
sus obras. 12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y se secó su agua, para que se
preparara el camino de los reyes que vienen del oriente. 13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca
de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos como ranas: 14 Son espíritus de
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demonios que hacen señales prodigiosas, los cuales van a los reyes de toda la tierra habitada, a fin de
reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. 15 (He aquí vengo como ladrón.
Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza.) 16 Y los
reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. 17 Y el séptimo derramó su copa en el aire, y
salió una gran voz del santuario, desde el trono, diciendo: ¡Hecho está! 18 Y hubo relámpagos y voces
y truenos, y se produjo un gran sismo: un terremoto tan grande y terrible cual no lo hubo desde que
existe hombre sobre la tierra. 19 Y la gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones
cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para que se le diera el cáliz del vino de
su ira. 20 Y huyó toda isla, y las montañas no fueron halladas. 21 Y cayó del cielo sobre los hombres un
enorme granizo, como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del
granizo, porque la plaga de éste era sobremanera grande.
Sal 18:15 Ante tu bramido, oh YHVH, Ante el airado resoplar de tu nariz, Se hicieron visibles los abismos
del mar, Y se descubrieron los cimientos del orbe.
Amó 7:4 Adonay YHVH me mostró así: He aquí Adonay YHVH llamaba a juicio mediante el fuego, y había
consumido el gran abismo, e iba a devorar la tierra.
Isa 44:26-27 Yo soy el que confirma la palabra de sus siervos, Y cumple el plan de sus mensajeros; Que
dice: ¡Jerusalén, serás habitada! ¡Ciudades de Judá, seréis reconstruidas! ¡Ruinas, Yo os levantaré! 27
El que dice: ¡Océano, aridece, secaré tus corrientes!
Isa 51:10 ¿No eres Tú el que secó el mar, y las aguas del gran abismo? ¿El que convirtió en camino las
honduras del mar, para que pasaran los redimidos?
Eze 31:15 Así dice Adonay YHVH: El día que descendió al Seol, vestí de luto el abismo, detuve sus ríos,
y las grandes aguas fueron detenidas. Por él enluté el Líbano, y todos los árboles del campo
desmayaron a causa de él.
Nah 1:4 Reprende al mar, y lo hace secar, Evapora todos los ríos, El Basán y el Carmelo aridecen, La
flor del Líbano se marchita,
Hab 3:15 Hollaste con tus caballos el mar, Y la mole de las grandes aguas hierve.
Sal 46:2-3 Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida, Y los montes se derrumben en el
corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su
braveza. Selah
Zac 14:10 Todo el país se allanará, desde Geba hasta Rimón Néguev. Jerusalén será enaltecida y
habitada en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta la Puerta Antigua y la Puerta del Ángulo, y
desde la Torre de Hananeel hasta el Lagar del Rey.
Isa 23:4 Avergüénzate, oh Sidón, fortaleza del mar, Porque dijo el mar: Nunca estuve con dolores de
parto, Ni di a luz, ni crié muchachos, ni hice crecer vírgenes.
Isa 23:11 Él extendió su mano contra el mar, y ha hecho temblar los reinos. YHVH ha ordenado destruir
las fortalezas de Canaán,
Isa 57:20 Los impíos son como el mar tempestuoso, Que no puede aquietarse: Sus aguas remueven el
cieno y el lodo,
Hag 2:6 Porque así dice YHVH Sebaot: Dentro de poco Yo estremeceré los cielos y la tierra, el mar y la
parte seca.
Zac 10:11 Entonces atravesarán un mar de angustia, Golpeará el mar agitado, Harán secar hasta el
fondo del Nilo, Hará que la soberbia de Asiria sea abatida. Y arrancará el cetro de Egipto,
Miq 7:19 Y volverá a compadecerse, Y sepultará nuestras iniquidades, Y echará en lo profundo del mar
todos nuestros pecados.
Isa 60:5 Tu lo verás, radiante de alegría, Y tu corazón se estremecerá y se regocijará, Cuando vuelquen
sobre ti el comercio del mar, Y te traigan la riqueza de las naciones.
D. Habrá un nuevo cielo, el viejo pasará (habla del cielo, no del paraíso)
Apo 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el
mar no existía más.
2Pe 3:10-13 Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos desaparecerán con gran
estruendo, y los elementos se disolverán con el intenso fuego, y la tierra y las obras que en ella hay
serán descubiertas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser disueltas, ¡qué clase de personas es
necesario que seáis en santa y piadosa manera de vivir, 12 aguardando y apresurando el advenimiento
del día de Dios, a causa del cual los cielos, siendo encendidos, se disolverán; y los elementos, siendo
quemados, se fundirán! 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los
cuales mora la justicia.
Isa 66:22 Porque así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer Permanecerán delante
de mí, dice YHVH; Así permanecerán vuestro linaje y vuestro nombre.
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Isa 65:17 Porque he aquí, Yo creo nuevos cielos Y nueva tierra, Y de lo primero no habrá memoria, Ni
vendrán más al pensamiento.
Apo 21:2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalén, dispuesta como
una esposa ataviada para su esposo.
Apo 21:10 Y me llevó en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén,
descendiendo del cielo, de Dios,
Apo 21:1-2 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y
el mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalén,
dispuesta como una esposa ataviada para su esposo.
Eze 47:8-12 Entonces me dijo: Estas aguas fluyen hacia la región del oriente, y descenderán al Arabá,
y cuando entren en el mar, el mar de las aguas pútridas, las aguas recibirán sanidad. 9 Y todo ser
viviente que nade por dondequiera que entren estos dos ríos, vivirá, y habrá una gran multitud de peces,
porque esas aguas han entrado allí para que todas las cosas sean sanadas y vivan dondequiera que
llegue el río. 10 Y sucederá que a los pescadores que estén junto al río, desde En-gadi hasta Eneglaim,
les será lugar para extender redes; y los peces serán de muchas clases, tan numerosos como los peces
del Mar Grande. 11 Pero sus pantanos y sus lagunas no se sanearán, sino que quedarán para salinas. 12
Y en las orillas del río, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales, cuyas hojas no se
marchitarán y cuyos frutos no caerán. Brindarán frutos nuevos todos los meses, porque las aguas que
los riegan salen del Santuario, y su fruto será para alimento, y sus hojas para medicina.
Jua 17:24 Padre, aquello que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para
que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo.
Miguel Guimet 9/9
1 Entre otros:
Arndt, William, Frederick W. Danker, Walter Bauer, y F. Wilbur Gingrich. A Greek-English lexicon of the New Testament and other early Christian literature. Chicago: University of Chicago Press, 2000.
Beale, G. K. The book of Revelation: a commentary on the Greek text. New International Greek Testament Commentary. Grand Rapids, MI
Carlisle, Cumbria: W.B. Eerdmans
Paternoster Press, 1999.
Bengel, Johann Albrecht. Gnomon of the New Testament. Editado por M. Ernest Bengel y J. C. F. Steudel. Traducido por James Bryce. Vol. 4. Edinburgh: T&T Clark, 1860.
Boxall, Ian. The Revelation of Saint John. Black’s New Testament Commentary. London: Continuum, 2006.
Bruce, F. F. The Epistle to the Galatians: a commentary on the Greek text. New International Greek Testament Commentary. Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans Pub. Co., 1982.
Gill, John. An Exposition of the New Testament. The Baptist Commentary Series. London: Mathews and Leigh, 1809.
Kistemaker, Simon J. & Hendriksen, William. Comentario al Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2005.
Kittel, Gerhard, Gerhard Friedrich, y Geoffrey W. Bromiley. Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002.
Lange, John Peter, Philip Schaff, y Otto Schmoller. A commentary on the Holy Scriptures. Editado por M. B. Riddle. Traducido por C. C. Starbuck. Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2008.
Meyer, Heinr. Aug. Wilh. Kritisch Exegetisches Handbuch. Vierte, verbesserte und vermehrte Auflage. Vol. 7. Kritisch Exegetischer Kommentar über das Neue Testament. Göttingen: Vandenhoeck und Ruprecht’s Verlag, 1862.
Patterson, Paige. The New American Commentary. Nashville, TN: B&H, 2012.
Poole, Matthew. Annotations upon the Holy Bible. New York: Robert Carter and Brothers, 1853.
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Walvoord, John F., y Roy B. Zuck, Dallas Theological Seminary. The Bible Knowledge Commentary: An Exposition of the Scriptures. Wheaton, IL: Victor Books, 1985.
Wiersbe, Warren W. The Bible exposition commentary. Wheaton, IL: Victor Books, 1996.
Zerwick, Max, y Mary Grosvenor. A grammatical analysis of the Greek New Testament. Rome: Biblical Institute Press, 1974.