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Contenido
Introducción. ................................................................................................................................. 2
3.1 Medidas de la capacidad de Producción. .............................................................................. 2
3.2 Economías de escala............................................................................................................. 3
3.3 Herramientas para calcular la Capacidad de Producción. ...................................................... 4
3.4 Control de entradas y salidas en la cadena productiva. ......................................................... 6
Conclusión. .................................................................................................................................... 7
Bibliografía .................................................................................................................................... 8
Planeación y administració n de la
capacidad de próducción.
Introducción.
¿Cuántos asistentes debe alojar una sala de audio visual como la del tecnológico? ¿Cuántos
clientes por día debe ser capaz de atender un restaurant? ¿Cuántas computadoras debe
producir la planta de HP basada en un turno de 8 horas? ¿Y cómo debemos construir
instalaciones para satisfacer estas demandas inciertas?
Después de realizar la selección de un proceso de producción, necesitamos determinar la
capacidad. La capacidad es el “volumen de producción” o número de unidades que puede
alojar, recibir, almacenar o producir una instalación en un periodo de tiempo específico de
tiempo. A menudo, la capacidad determina los requerimientos de capital y, por
consiguiente, una gran parte del costo fijo. La capacidad también determina si se cumplirá
la demanda o si las instalaciones estarán desocupadas. Si la instalación es demasiado
grande, algunas de sus partes estarán ociosas y agregarán costos a la producción existente.
Si la instalación es demasiado pequeña, se perderán clientes y quizá mercados completos.
Por lo tanto, la determinación del tamaño de las instalaciones, con el objetivo de alcanzar
altos niveles de utilización y un elevado rendimiento sobre la inversión, resulta crítica.
Por ejemplo (éste es un caso real), la compañía A descubrió que ya no podía seguir siendo
competitiva en su mercado sobre la base del precio. Algunas investigaciones le permitieron
descubrir que el motivo era que los trabajadores de ensamblaje, a los que se les pagaba una
tarifa determinada por pieza con base en un estándar de tiempo, estaban produciendo
regularmente ¡300% del estándar! Al parecer los estándares no se habían revisado durante
los últimos 7 años, y la curva de aprendizaje se había presentado constantemente en el
trabajo. Desde la perspectiva de la compañía A, esto significaba que sus empleados de
ensamblaje ganaban el triple del salario que sus equivalentes de la competencia, y que la
operación de ensamblaje costaba tres veces más por concepto de mano de obra, volviendo
no competitiva a la compañía A. Por supuesto, es posible imaginar el problema que
enfrentó la empresa al sugerir a los trabajadores que la producción debía permanecer igual,
pero que ¡sus salarios se reducirían a una tercera parte!
• Utilización. En general, la utilización muestra las horas máximas que podemos esperar
estará activo el centro de trabajo. Muchos factores pueden afectar el número de horas que el
equipo es susceptible de utilizarse, incluyendo problemas con las máquinas, ausentismo
laboral, problemas con materiales y otros tipos de retrasos. Por lo tanto, la utilización se
define como:
Dado el análisis anterior, resulta fácil observar cuántas operaciones pueden lograr una
eficiencia superior al 100 por ciento.
Eficiencia (E):
Este indicador mide la discrepancia o variación que existe entre la producción estándar (o
ideal) y la producción actual (o real). La fórmula para hallar la eficiencia es:
E= (Producción actual / Producción estándar) x 100%
Estos indicadores son la mínima información básica que debemos tener para poder
controlar la producción y la productividad, su implementación es simple, la podemos
aplicar a cualquier tipo de empresa, y no requieren de mayor inversión, sólo de orden y
reportes oportunos y eficaces.
3.4 Control de entradas y salidas en la cadena productiva.
La palabra clave en la descripción de este método es control. Esto significa que no se trata
de una herramienta de planificación, sino de un método desarrollado para controlar la
capacidad de la operación una vez que los pedidos para los requerimientos han sido
liberados. Incluso el nivel en que se utiliza este método es distinto, ya que casi siempre se
implementa (en las operaciones en que tiene cabida) a nivel del centro de trabajo. La
intención real es supervisar y regular las horas totales laboradas en todos los centros, en un
intento por controlar el flujo de trabajo que entra y sale de ellos.
Otra importante ventaja de utilizar este método radica en que permite identificar posibles
fuentes de problemas al mantener un flujo de actividad apropiado dentro de la operación.
Utilizando la misma analogía con la que abrimos este capítulo, en donde un centro de
trabajo es similar al líquido almacenado en un tanque, podríamos decir que el principal
propósito del control de entrada/salida es vigilar la cantidad de líquido (carga), regulando
tanto la cantidad de líquido que ingresa al tanque (entrada) como de la cantidad de líquido
que fluye de él (salida) (vea la figura 7.4).
En un entorno real de producción muy pocas cosas resultan exactamente como fueron
planificadas. En este caso ingresó más trabajo al centro (material desplazado ahí para
procesamiento, convertido a horas estándar de producción) de lo esperado, 13 horas más,
para ser exactos. El resultado real fue un incremento de 6 horas de retraso en la operación:
de 35 a 41 horas. Esto da al gerente una buena idea de lo bien que se desempeña el centro
de trabajo respecto del plan que se diseñó para él, e incluso una idea de la potencial fuente
de problemas. En este caso, por ejemplo, existen dos factores que valdría la pena analizar.
El primero es por qué ingresó más trabajo del esperado, y el segundo, por qué los
trabajadores perdieron 8 horas de trabajo de salida durante el transcurso de las 5 semanas.
Conclusión.
Para casi todas las organizaciones (en especial en el caso de las empresas de manufactura)
la capacidad es una declaración de la tasa de producción y, por lo general, se mide como la
salida (o resultado) del proceso por unidad de tiempo.
Cuando se planifica o administra la capacidad, otro término que resulta frecuente encontrar
es la carga del proceso. La carga representa el trabajo liberado y planificado para el proceso
durante un periodo determinado.
En términos generales, la planificación de la capacidad es el proceso que consiste en
reconciliar la diferencia entre la capacidad disponible del proceso y la capacidad requerida
para administrar de manera apropiada una carga, con el objetivo de satisfacer los tiempos
de producción para el cliente específico cuyos pedidos representan la carga. Una vez que la
carga y la capacidad disponible se miden, el proceso de planificación básicamente requiere
que el responsable de la planificación ajuste esta última para atender la carga o, en algunos
casos, ajustar la carga a la capacidad disponible. En el último caso (ajuste de la carga) suele
existir muy poca flexibilidad en la capacidad disponible. Tal vez resulte por completo
imposible modificar la capacidad disponible, sobre todo en el corto plazo. En este caso, los
responsables de la planificación tendrán que concentrarse en administrar la carga a través
de promesas/compromisos de pedido, o mediante algún otro mecanismo (como un sistema
de reservaciones). Casi todas las compañías intentarán ajustar la capacidad en la medida de
lo posible para atender la carga, a fin de mantener un alto nivel de servicio respecto de las
necesidades de los clientes.
Bibliografía
Chapman, S. N. (2006). Planificación y control de la producción. México: PEARSON
EDUCACIÓN.