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Acuario monegasco. Los acuarios cumplen muchas funciones y son un pasatiempo muy
antiguo.
Índice
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1Etimología
2Historia
3Beneficios de un acuario
4Fabricación
5Tipos
o 5.1Según la salinidad
o 5.2Según su finalidad
o 5.3Según la temperatura del agua
6Partes de un acuario
o 6.1Cubeta
o 6.2Biotopo
o 6.3Decoración
o 6.4Agua
o 6.5Accesorios
6.5.1Filtro
6.5.2Iluminación
6.5.3Climatización
6.5.4Suministro de gases
6.5.5Lámpara ultravioleta
o 6.6Flora
o 6.7Fauna
7Preparación y mantenimiento del ecosistema
o 7.1Ubicación
o 7.2Limpieza
o 7.3Renovación de agua
o 7.4Alimentación
8Ciclos biológicos
o 8.1Ciclo del nitrógeno
o 8.2Otros ciclos de nutrientes
9Acuarios públicos
10El acuario en la cultura popular
11Consecuencias ambientales
12Véase también
13Notas
14Referencias
15Bibliografía citada
16Bibliografía complementaria
17Enlaces externos
Etimología[editar]
La palabra acuario proviene del latín aqua, que significa ‘agua’, más el sufijo -rium, que
significa “lugar” o “edificio”. El término se le atribuye a Philip Henry Gosse,
explica Brunner (2005, p. 38), quien utilizaba la expresión vivario en su libro (sic) A
Naturalist's Rambles on the Devonshire Coast, publicado en 1885, como vocablo
intercambiable con “acuario marino”. Pero al año siguiente ya lo sustituyó por la nueva voz
en su trabajo (sic) The Aquarium: An Unveiling of the Wonders of the Deap Sea. Siguiendo
las explicaciones de Burnner, para Gosse “acuario” constituía una palabra más fácil de
pronunciar y de recordar, dejando “vivario” para las urnas con anfibios y reptiles. Se podía
llamar también aqua vivarium, pero entendió que aquarium era la forma neutra
de aquarius, además de aportar reminiscencias latinas.
Por derivación, la ciencia o la parte de la biología que estudia los acuarios se
llamaría acuariología. Pese a ser acuñado en el siglo XIX, el término no lo recoge la Real
Academia Española, aun siendo muy utilizado en la literatura especializada, no sólo en
manuales de instrucciones y divulgación, investigaciones como la de Pedro Arté (1958) ya
lo llevaban por título a finales de los años 50.
El concepto de “acuario” se diferencia del de “pecera” por las condiciones ambientales.
Para el primer caso estas son permanentes, controladas y adaptadas a los organismos
que van a vivir en él. Los acuarios más sofisticados pueden albergar ecosistemas tan
delicados como un arrecife de coral, al estar dotados de sistemas de iluminación,
generadores deolas, filtros físicos, biológicos y
químicos, termostatos, bombas dosificadoras de elementos, relojes, alimentadores y un
largo etcétera. Por su parte, una pecera carece de todo ese instrumental. Es un recipiente
de diferentes tamaños, formas y materiales, construido con el fin de mantener y
observar peces y otros organismos acuáticos.
La voz acuario es de uso neutro, no así el término pecera, el cual
posee connotaciones negativas por representar una especie de tortura para los inquilinos
que les haya tocado en suerte malvivir en ella, pues la pecera típica es una bola decristal,
abierta por arriba a través de un agujero circular, con un fondo plano, en el que se
mantiene agua y los peces de colores. Al no estar controladas las condiciones
ambientales, el agua debe ser sustituida cada cierto tiempo por otra sinclorar para
eliminar toxinas y aportar oxígeno, respirado por los animales del interior. En estas
circunstancias generalmente sólo sobreviven especies robustas,
como carpas doradas (Carassius auratus). Afortunadamente para sus pobladores, las
peceras casi han desaparecido, según Dreyer y Keppler (1996, p. 13).
Historia[editar]
El koi ha sido criado en estanques decorativos durante siglos en China y Japón.
Beneficios de un acuario[editar]
Instalación en un centro comercial de Kaunas, Lituania. Los acuarios son un buen elemento
decorativo y arquitectónico.
El primer beneficio que aporta estos recipientes a sus dueños es el disfrute de un ambiente
acuático en su casa o en otra dependencia, misión para la que fueron creados. Pero
además se han descubierto varias ventajas asociadas al cuidado de cualquier
mascota.Hargrove y Hargrove (2011, p. 16) indica que la fauna y la flora de un acuario son
seres vivos y, por tanto, demandan cuidados como alimento, temperatura casi constante o
higiene, lo que supone un motivo de preocupación para la persona que los posee y, por
tanto, una responsabilidad que contribuye a paliar la soledad, el sentimiento de inutilidad y
la monotonía, situación vivida por muchas personas jubiladas.nota 1Pero, al contrario que
perros y gatos, no requieren tareas cotidianas largas, como sacarlos a pasear cada día;
tampoco hacen ruido, no producen malos olores, ocupan poco espacio y no estropean los
muebles o el suelo, salvo accidentes. Además, siguiendo con la comparación con perros y
gatos, el mantenimiento de un acuario resulta económico en el caso de un acuario de agua
dulce, aun incluyendo el costo de los cambios de filtros de carbon activo, CO2, abono de
plantas o iluminación. Sin embargo, el acuario marino o de agua salada, requiere un
desembolso sensiblemente superior al de agua dulce.
El desembolso, prosiguen Hargrove y Hargrove (2011, p. 16), es menor que los
desembolsos para comida, champús o vacunas de gatos y perros. Bien es verdad que la
cuestión económica cambia para los acuarios de agua salada, los cuales requieren más
tecnología y más mantenimiento. Sin embargo, un estudio, recopilado por
Hal Herzog (2012, p. 120-121) y realizado por miembros de la Universidad Queens
en Belfast, demostró que las mascotas llegaban a tener efectos negativos sobre las
personas con fatiga crónica. El mismo autor recoge otro trabajo realizado en Finlandia con
21.000 personas donde se veía un menor consumo de tabaco y alcohol en los dueños de
algún animal; pero, prosigueHerzog (2012, p. 121), ese grupo de personas presentaba
niveles de presión arterial y colesterol superiores a quienes no cuidaban animal alguno,
entre otros perjuicios.
Un beneficio más estriba en su potencial docente. La microbióloga Nancy Mahecha
Parra (2005, p. 116) informa que poseer un ser vivo constituye un buen medio para instruir
a los niños a asumir responsabilidades, además de aprender el amor a otras especies. En
segundo lugar, son muy útiles para explicar determinados temas de biología, en parte
como las otras mascotas y en parte no, por su vertiente acuática. Para Ramón
María Nogués (1988, p. 164) tanto un acuario como tal, como un estanque al aire libre,
permite conocer los ciclos biológicos, el comportamiento de los animales que lo habitan o
familiarizarse con la madurez del ecosistema, entre otros usos.
Con todo, los acuarios aportan también ventajas exclusivas, siguiendo a los
citados Hargrove y Hargrove (2011, p. 16). La más vistosa es su posibilidad de ser un
elemento decorativo, tanto por su luminosidad como por su función arquitectónica.1Debido
a su forma rectangular, muchos acuarios se utilizan para dividir visualmente una estancia o
para decorar una pared.2 Otra ventaja de la que carecen otras mascotas es su capacidad
para combatir el estrés. En frase de Dreyer y Keppler (1996, p. 15) “ante un acuario resulta
fácil relajarse”. Esta peculiaridad los hace útiles en ambientes donde pueden vivirse
situaciones de nerviosismo. Connie Neal (2011, p. 47-48) recoge varios lugares donde los
acuarios ayudan a reducir el estrés producido, como los restaurantes, los despachos de
consultoría o los consultorios pediátricos, para mitigar el miedo de los niños. Razón por la
cual, continúa Neal, ciertos doctores y terapeutas aconsejan colocar acuarios en salas en
donde se pueda experimentar niveles de estrés elevados.
Fabricación[editar]
Los acuarios poseen por lo menos una cara transparente construida
en vidrio, polimetilmetacrilato o poliéster, siendo la primera la solución más corriente,nota
2 Pese a todo, y como afirman Hargrove y Hargrove (2011, p. 29 y siguientes), cada
material cuenta con ventajas y desventajas. Es el uso y los fines del acuario lo que
determinará el más idóneo.
Tanque de belugas en el acuario de Atlanta, Georgia, con un solo lado transparente de material
plástico.
Tipos[editar]
Las tipologías de acuarios son muy variadas según el concepto empleado para realizar la
clasificación. Así, pueden ser privados o públicos, industriales o fabricados a medida,
poliédricos o rectangulares, etc. A continuación se utiliza tres criterios empleados por
autores como Hargrove y Hargrove (2011), Paletta (2003) o Dreyer y Keppler (1996) para
realizar otras tantas clasificaciones.
Según la salinidad[editar]
Acuarios de agua dulce: poseen una concentración de sales inferior al < 0,5 % y
tratan de simular un ambiente lacustre o fluvial. Para Hargrove y Hargrove (2011, p. 18
y 19) este tipo se podría subdividir a su vez en acuarios de agua dulce tropical y los de
agua dulce fría. Para Peter Scott (1995, p. 110 a 54 y siguientes) se podrían subdividir
a su vez en acuarios amazónicos, zaireños,nota 3del sureste asiático, de Papúa Nueva
Guinea, etc.
Acuarios de agua salada: los que cuentan con una concentración salina entre 0.5 %
y 3.8 %. En ellos se recrea un ambiente dearrecife, costero u oceánico. Han
demostrado ser los más difíciles de mantener y estabilizar por las peculiaridades del
agua salada. Para Paletta et al. (1999, p. 19) o Hargrove y Hargrove (2011,
p. 20) todos son acuarios marinos, pese a reconocer ciertas diferencias, punto de vista
no compartido por Scott (1995, p. 130 a 146), quien sí los trata de forma distinta.
Acuarios de agua salobre: simulan los ambientes intermedios en cuanto a
concentración salina, como por ejemploalbuferas o estuarios, con concentraciones
salinas comprendidas entre 0,5 %-5 %. Existe cierta discrepancia entre los autores
acerca de si son o no un tipo diferente de los anteriores. Paletta (2003, p. 42) no los
trata como un tipo lo suficientemente diferenciado, no así Hargrove y Hargrove (2011,
p. 20) y menos aún Scott (1995, p. 110 a 122), quien distingue incluso aguas salobres
del Sureste asiático, África o América Central .
Según su finalidad[editar]
Los recipientes, el tamaño y los elementos necesarios para mantener un acuario pueden
variar dependiendo del objetivo que deba conseguir; por esta razón, expertos
como Scott (1995, p. 130 y siguientes) hacen distinciones entre unas instalaciones y otras.
Es posible encontrar los siguientes tipos:
Partes de un acuario[editar]
Existe una creencia errónea según la cual un acuario es la cubeta donde se aloja el agua,
cuando no es así. Sin todos los apartados detallados a continuación eso sería una pecera
con forma cuadrada. El orden seguido a continuación es también el de montaje para un
acuario doméstico, según indicaciones de Dreyer y Keppler (1996, p. 18).
Cubeta[editar]
La cubeta suele componerse de cinco cristales, pero existen acuarios con menos o con
más. Según el esquema más básico, el vidrio de mayor tamaño hará de suelo y los demás
se montan encima. Existen muchas formas de acuarios según tengan esquinas curvas,
poliédricas o sean cilíndricos,2 por citar algunas alternativas, pero lo más normal es el de
forma rectangular, con caras iguales dos a dos.
El volumen de la cubeta puede ser muy diverso. Cuanto más volumen de agua más
fácilmente se consigue la estabilidad del ecosistema, porque los cambios de temperatura
son más progresivos y los posibles contaminantes se diluyen en más litros. Por razones
como estas Hargreaves (2002, p. 20), Hargrove y Hargrove (2011, p. 9) se decantan por
las cubetas de mayor tamaño frente a las más pequeñas.
Aunque no forman parte de la cubeta físicamente, también se pueden ir con ella las
paredes para contener en el interior las distintas etapas del filtro, la bomba y el termostato,
es decir, el ya mencionado filtro interno. En segundo, lugar algunos modelos están
dotados de una base que puede amortiguar ciertos golpes y proteger la urna con un
reborde resistente. Por último, suelen venir equipadas con una cubierta. Esta suele ser
desmontable o, por lo menos, abatible una parte, como muestran Paletta et al. (1999,
p. 31). Esta sección móvil o extraíble permite acceder al interior e introducir comida,
limpiadores o manguillas. En él suele ir alojado el sistema de iluminación y puede reservar
un espacio para guardar las herramientas mencionadas o la lámpara de rayos ultravioleta.
Algunos fabricantes crean cubiertas dotadas de un reborde robusto que contribuye a
reforzar el conjunto en su parte alta.3 Pero en ocasiones este suplemento puede ser
contraproducente si llega a impedir a las plantas crecer por encima del agua para florecer.
El filtro interno, la base y la cubierta estrictamente no forman parte de la cubeta, pero en
muchas ocasiones resultan inseparables en la práctica y se venden como un solo
producto.3
Como se ha indicado, cinco cristales suele ser lo normal, pero existen muchos acuarios
que solo cuentan con uno, la cara visible, pues el resto son paredes de hormigón u otros
materiales muy resistentes a la presión.1 Es el caso de los grandes acuarios públicos. De
la misma forma, en ocasiones pueden contemplarse cubetas poligonales y acuarios
metálicos alojados en contenedores, donde parte de una o más caras se han sustituido por
sendos cristales, pero las paredes en sí son metálicas.
Biotopo[editar]
El biotopo pude ser de grava o de piedras, mejor que de arena, como en este acuario egipcio.
El biotopo se consigue cubriendo el suelo con algunos centímetros degrava fina. Dicha
grava permite la fijación de las plantas y la colocación de huevas por ciertas especies. A
esta base se le pueden añadir todo tipo de objetos decorativos y raíces tropicales que
decoren el acuario, proporcionen escondite a los animales y contribuyan a mejorar las
condiciones del agua. Por tanto, el biotopo cumple una triple función: por una parte aporta
un fondo natural a los animales para desovar o esconderse. De la misma forma y según
indican Dreyer y Keppler (1996, p. 14), en él pueden ocultarse algunos elementos, caso de
los calentadores de fondo. Por último, permite la proliferación de plantas, las cuales
contribuirán a oxigenar el agua, reducir las algas y realizar las primeras descomposiciones
de deshecho y excrementos producidos por la fauna y la flora, entre otros ciclos biológicos.
Además de una función pasiva, el biotopo puede disolver sales en el agua, consiguiendo
las condiciones demandadas por las especies que vivirán en ella; sería el caso de
las arenas coralinas para los acuarios de arrecife. Por contra, el biotopo puede ser
perjudicial para las instalaciones de agua dulce si contiene sustancias calizas o nocivas.
Asimismo, Boruchowitz (2001, p. 125), Hargrove y Hargrove (2011, p. 49) insisten en el
empleo de grava y no arena, pues esta última dificulta las tareas de mantenimiento, se
comprime con los días y evita que las raíces de las plantas se desarrollen. Además, con
los movimientos para la limpieza del fondo, tiende a mantenerse en suspensión, lo que
confiere al agua un aspecto turbio bastante desagradable.
Autores como Boruchowitz (2001, p. 32 y 33), Dreyer y Keppler (1996, p. 14) advierten
sobre los peligros de introducir elementos en el acuario sin los cuidados previos. Un
ejemplo sería la utilización de productos químicos sin control, como algunos tipos de
pinturas, o el incorporar al biotopo gravas o incluso arenas sin lavar previamente y de
procedencia desconocida; es decir, las no adquiridas en comercios del ramo.
Decoración[editar]
Artículo principal: Paisajismo acuático
En principio, los elementos decorativos podrían considerarse parte del biotopo, pero se los
detalla por separado porqueScott (1995), Hargrove y Hargrove (2011) o Dreyer y Keppler
(1996), entre otros, les dedican un subapartado propio e, incluso, un apartado. Como en el
caso del biotopo, la decoración cumple una doble función. Por una parte sirve para crear
ambientes y dar vistosidad al conjunto. Por otra, realiza una labor fundamental al
proporcionar escondites para ciertas especies, como la locha payaso, por ejemplo, y cobijo
para la puesta y protección de sus huevos. Por estos motivos, en la decoración pueden
emplearse piedras, cocos cortados por la mitad, floreros de cristal, troncos, las ya
mencionadas raíces tropicales, etc.
No existe consenso sobre qué tipo de ornamentación es la idónea. Hargrove y Hargrove
(2011, p. 49) indican que se pueden utilizar elementos plásticos como buceadores o cofres
del tesoro. Scott (1995, p. 10 y siguientes) por su parte da cierta preferencia a los
materiales naturales o de apariencia natural, como guijarros, raíces de turbera, rocas o
arena, esta última con las advertencias ya mencionadas. En el caso de las raíces
tropicales o de turbera, su función es tanto decorativa como de biotopo, por lo que todas
las indicaciones referentes a aquellas las aplica también a estas, en especial su limpieza
previa, incluido el hervido para liberarlas de posibles taninos que pudieran enturbiar el
agua.
Otros elementos ornamentales, en este caso exteriores, pueden ser el póster con un
paisaje acuático, con el fin de aumentar el efecto de profundidad, y el enmascaramiento
del cristal trasero con una decoración de poliéster en forma de resinas o arena.
Roca viva es también un elemento decorativo importante del acuario marino,
especialmente por los colores de las algas coralinas incrustantes. A menudo se utiliza para
construir estructuras en el acuario, con el fin de proporcionar una escena interesante, y
dotar de refugio a sus habitantes.
Agua[editar]
Acuario de arrecife perteneciente al Sea World de Queensland, Australia.
Dreyer y Keppler (1996, p. 26) indican que un tema candente siempre será el agua por ser
el ambiente donde se desarrollará la vida en general, pese a existir acuarios parcialmente
inundados. Es necesario que sea lo más similar a la del hábitat natural que trate de
imitarse; si no se logra esta imitación, la supervivencia y buena salud de la fauna y flora
correrá peligro. Se ha llegado al extremo de importar agua del propio mar. Existían
acuarios de interior, como el de Chicago, abastecidos directamente desde Florida,
segúnMobileReference (2007). Por supuesto, un dispendio económico como el referido
está reservado solo a personas, físicas o jurídicas, con grandes recursos. Resulta mucho
más común emplear agua del sistema público, pero convenientemente tratada para
eliminar el cloro y los metales pesados que pudiese contener, además de añadirle sales
para los ambientes costeros y de arrecife.
Aun eliminando los elementos perjudiciales para sus habitantes, el agua corriente cambia
su composición si se obtiene de la cabecera o de la desembocadura de ríos y lagos; por
este motivo cada tipo de agua necesita un tratamiento propio. Se distingue tres
tipos: aguas blandas, con un contenido muy escaso de sólidos disueltos; aguas ácidas,
con un ph bajo y, por último, aguas duras, las que requieren un aporte de sales
especiales o de piedras calizas para dotarlas de una disolución parecida a la existente en
ambientes como el lago Malaui. Si el agua del sistema público es muy dura, caso de
algunas regiones costeras, Hargrove y Hargrove (2011, p. 196) indican que se puede
añadir agua de lluvia, destilarla por un sistema de ósmosis o añadir turba como una masa
filtrante más. Para el caso de aguas muy básicas, el remedio es más fácil, comentan los
autores, por estar disponibles en los comercios del ramo diversos productos acidulantes,
como pastillas de CO2. Asimismo, si lo que se necesita es aumentar la dureza la solución
aportada por Hargrove y Hargrove (2011, p. 196) es añadir bicarbonato sódico.
El planteamiento previo, en cuanto a sales y tratamiento, es muy distinto cuando el objetivo
es recrear un arrecife de coralu otros ambientes oceánicos. Los peces de agua salada
necesitan un suplemento de sal, preferentemente añadido a un agua correctamente
depurada por ósmosis u otro mecanismo. Debido a la naturaleza del agua salada, su
mayor capacidad de corrosión y una densidad diferente, los sistemas y tratamientos
requieren más atención y los resultados obtenidos con ellos son más inciertos, indican
Vincent B. Hargreaves (2002) y Michael S. Paletta (2003).
Como se mencionó en Tipos de Acuarios, se discute si deben diferenciarse las aguas
salobres o no. Expertos comoPaletta (2003, p. 42) no los tratan como si fueran un
ambiente especialmente diferente, pero autores comoHargrove y Hargrove (2011) sí lo
hacen, destaca Scott (1995, p. 110 a 122), quien los subdivide a su vez en acuarios
salobres del sureste asiático, del Índico africano o de América Central.
Independientemente de cual sea el agua necesaria, si esta procede del sistema público lo
más normal es que haya sidoclorada para potabilizarla; además, es probable que
contenga metales pesados, venenosos para la fauna. Debido a la existencia de dichos
componentes se han desarrollado técnicas y compuestos para expulsarlos. La más
sencilla de todas quizá sea mantener el líquido en un recipiente abierto durante 48 horas,
tiempo mínimo necesario para expulsar el cloro, aunque también la industria comercializa
productos decloradores. En el caso de los metales pesados, se pueden eliminar con
masas añadidas al filtro, como el carbón activo. Dreyer y Keppler (1996, p. 47) advierten
de un fenómeno que se produce al introducir el carbón activo junto a la turba y es la
neutralización de uno por el otro y viceversa, con lo cual se vuelven inútiles.
Accesorios[editar]
Aunque es posible conservar algunas especies durante un cierto tiempo en el agua sin
ninguna ayuda tecnológica, su esperanza de vida será corta, salvo que se haya
conseguido un ecosistema muy estable. Por esa razón se requiere de aparatos externos
que creen las condiciones de luz, temperatura y salubridad propias de los seres vivos que
viven en él, en lugar de conformarse con las existentes en el ambiente.
En opinión de David Boruchowitz (2001, p. 26) o Vincent Hargreaves (2002), una de las
diferencias entre un acuario exitoso de uno fracasado son los accesorios que lo
mantienen. Así, Boruchowitz (2001, p. 26) escribe: “cuando se mira dentro de un acuario
encontraremos una enorme cantidad de tecnología”. Hargreaves (2002) es más explícito al
afirmar que construir y mantener un arrecife de coral doméstico sólo fue posible con la
mejora tecnológica de los sistemas que lo mantienen.
Los accesorios básicos para evitar la muerte prematura de la fauna y la flora se muestran
en la imagen.
Filtro[editar]
Es vital mantener el agua circulando sin interrupciones, limpia de impurezas y
biológicamente depurada. Para hacer esto los filtros llevan a cabo tres tipos de tareas:
una filtración mecánica con elementos como el perlón o los filtros cerámicos;
una filtración biológica gracias a los microorganismos que terminan apareciendo en el
agua tras unos quince o veinte días y, por último, una filtración química para neutralizar
los metales pesados y, en menor medida, el cloro.
Existen tres tipos de filtros: interno, externo cerrado y externo abierto, como
muestraScott (1995, p. 159). Resumiendo las conclusiones de Dreyer y Keppler (1996,
p. 46), el primero es menos molesto, pero más complicado de manipular y limpiar. Los
segundos son más manejables, pero a cambio suponen un objeto añadido a la cubeta o
colocado en el suelo con los tubos por el exterior.
Independientemente del tipo de filtro, todos deberían llevar elementos filtrantes
parecidos. Dreyer y Keppler (1996, p. 46) dividen los distintos materiales del filtro en tres
tipos, enumerados según los atraviesa el flujo de agua: masa para partículas
grandes que retenga la mayoría de las partículas y albergue considerable cantidades de
bacterias, como el citado perlón de poro fino. A continuación, la masa para largo plazo,
como los anillos cerámicos, la lava o la espuma con poro de uno a dos milímetros. Por
último, estarían las masas especiales de filtración, el ya citado carbón activo y la turba,
que no necesariamente deben incluirse permanentemente. Ya se ha indicado que ambas
masas son incompatibles, porque realizan funciones opuestas.
El filtro es el principal contribuyente al mantenimiento del acuario, pero también él
demanda mantenimiento, en especial limpieza. Las discrepancias surgen cuando se
cuantifican los tiempos y la intensidad de dicha limpieza. Dreyer y Keppler (1996, p. 45 y
siguientes) recogen la polémica existente entre defensores de la filtración mecánica frente
a los de la biológica y viceversa, ya que una es opuesta a la otra; es decir, cuanto más
limpio está un filtro mejor depura mecánicamente, pero contiene menos bacterias para la
filtración biológica. De la misma forma, cuantas más bacterias habitan en las masas
filtrantes más taponadas están y peor depuran mecánicamente. Los filtros químicos, como
la turba o el carbón activo, son necesarios cuando las circunstancias los demandan,
pudiendo retirarse tras normalizar la situación. Dichos autores recomiendan limpiar las dos
primeras masas filtrantes, la de partículas grandes y la de largo plazo, con el agua del
mismo acuario. Sin embargo, resulta inútil limpiar la turba y el carbón activo, pues, por su
carácter químico, se agotan con el tiempo y deben ser sustituidos por otros. Los
nombrados Dreyer y Keppler (1996, p. 47) advierten de lo nocivo que resulta cambiar o
limpiar todas las partes de un filtro al mismo tiempo, porque se termina con la colonia de
bacterias y la filtración biológica subsiguientemente. Del mismo modo, vaciar un acuario
casi totalmente y reemplazarse con agua nueva puede ser mortal para la fauna y la flora,
aun siendo agua declorada y sin elementos nocivos, al permanecer durante días sin la
imprescindible acción biológica.
Pese a no realizar ninguna función de filtrado, la bomba resulta esencial e inseparable de
cualquier filtro, independientemente del tipo que sea. Esta máquina desempeña la
fundamental misión de hacer circular toda la masa líquida de la instalación por las etapas
filtrantes para que toda ella sea depurada por los dos o tres métodos, mecánico, biológico
y químico, este último si la situación lo requiere. En la naturaleza, el cambio de agua es
constante, cosa que no sucede dentro de un acuario. El hecho de permanecer la bomba
funcionando día y noche intenta imitar la renovación natural de líquido que se vive dentro
de ríos y lagos, de la misma forma que la iluminación y el calentador imitan la luz y la
temperatura de los ambientes tropicales.
Iluminación[editar]
La iluminación cumple tres funciones esenciales. Por una parte permite contemplar el
acuario independientemente del momento y de la ubicación donde se haya instalado. En
segundo lugar, dota a los seres vivos de un ritmo parecido al natural por su ciclo apagado-
encendido. Por último, permite la fotosíntesis de las plantas, su crecimiento y también el de
los peces.
Acuario iluminado con lámpara HQL. Esta luz permite alejar el foco de la flora y prescindir de la
tapa.
El método aparentemente más idóneo para iluminar una cubeta y primero en emplearse
fue la luz del Sol, pero contaba con numerosos inconvenientes: hacía crecer las algas por
la falta de control sobre la intensidad, mostraba colores menos apagados en peces y
plantas, variaba mucho la temperatura entre noche y día, etc. Sería sustituida por tubos
fluorescentesde tipo “luz de día” o equivalente, cuando esa tecnología estuvo disponible.
Sin embargo, cuando dichas luces comenzaron a diversificarse, se comprobó que no todas
eran válidas. Así, la “luz blanca” y la “luz de bajo espectro” producían un sobre-crecimiento
de algas; y mucho peores eran las luces UV e infrarrojas, pese a que las primeras pueden
ser necesarias para la cría de tortugas, como explica Wilke (2010, p. 42). La cantidad de
luz precisa se obtiene al relacionar vatios y litros. El ratio adecuado para los acuarios de
agua dulce es de 0,4, y de 0,6 para los de agua salada. Por ejemplo, para un acuario de
sesenta litros se necesitaría una lámpara de 24 W. Estos cálculos son válidos si las
lámparas poseen un cociente de lúmenes igual o superior a 90; dicho cociente se obtiene
de dividir los lúmenes, información proporcionada por el fabricante, entre los vatios,
impresos en la propia lámpara y su embalaje.
Como se ha indicado, la luz también cumple la función de simular la noche y el día. Como
el resto de los componentes, la luz contribuye a crear un ambiente lo más parecido al
natural, que suele ser el trópico. En esas latitudes la duración del día y la noche es similar,
por lo cual la duración de la iluminación artificial deberá oscilar entre 10 a 12 horas por día,
según comentan Dreyer y Keppler (1996, p. 48) el margen es debido a la hora de
amanecer y de anochecer, las cuales pueden incluirse o no. Esta tarea se puede
automatizar con cierta facilidad y bajo costo empleando un temporizador.
Está el caso especial de los acuarios plantados, donde la flora requiere y consume gran
cantidad de luz. Para ellos existen las llamadas lámparas fluorescenteshortícolas y las
HQL (mercurio de alta presión). En principio, los fluorescentes aportan una luz menos
puntual que las HQL y producen menos calor, lo que perturba menos las variaciones de
temperatura en el agua. Por contra se deben instalar en cajas, encima del acuario,
impidiendo a las plantas sobresalir del agua, cosa que no sucede con las HQL, según
explican Dreyer y Keppler (1996, p. 49). En la actualidad, se está popularizando el uso de
lámparas led para iluminar un acuario plantado. La razón fundamental es el consumo más
eficiente (aproximadamente se reduce a la mitad) sin perder potencia en lúmenes junto
con una reducción de costes que ha ido experimentando esta tecnología. Es de destacar
que también aportan a la estética de la instalación, dado que ocupan menos lugar y se
puede optar por diferentes tipos de diseños.
Climatización[editar]
Las numerosas especies de plantas aptas para acuarios de agua dulce hogareños se
suelen comercializar en las tiendas de acuarismo. Estas son cultivadas en invernaderos
tropicales y en ocasiones colectadas de la naturaleza. La mayor parte de la floranota
4 utilizada en acuarios pueden vivir totalmente sumergida, semisumergida o incluso fuera
del agua. Por lo general, son seres vivos oriundos de pantanos, por lo que se adaptan a
los tres ambientes. Dreyer y Keppler (1996, p. 64 y 65) relatan la visita a un criadero donde
la mayoría de los ejemplares estaban sobre tierra sin inundar.
Al igual que sucede con la decoración, las plantas pueden trasportar plagas, por lo que
autores como Dreyer y Keppler (1996) recomiendan lavarlas, al igual que se indicó con las
distintas partes del biotopo. Incluso pueden sumergirse unos minutos en una solución
desinfectante, como permanganato de potasio, o en una solución de 5 % de hipoclorito de
sodio(lavandina o lejía), para eliminar caracoles, hidras y otros huéspedes.
No todas las plantas se muestran igual de tolerantes con las condiciones ambientales, de
una forma similar a como les sucede a los peces. Algunas de las más robustas
son: Ceratophyllum demersum, Hygrophila polysperma, Echinodorus
amazonicus, Echinodorus horizontalis, Sagittaria subulata o Microsorum pteropus. Sin
embargo, existen otras muy exigentes con las condiciones donde viven, como pueden
ser Cabomba furcata, Alternanthera reineckii, Hemianthus callitrichoides Cuba,
y Aponogeton madagascariensis. La mayoría de estas son plantas de color rojo que
requieren mayor cantidad de luz, especialmente de mercurio halogenado (HQL).
Las plantas, además de cumplir una función decorativa, producen oxígeno por medio de la
fotosíntesis, aunque por la noche lo reducen con su respiración. Este último
comportamiento hace necesario el oxigenador antes mencionado o, en último caso, algún
aparato que remueva la parte superior del agua para oxigenarla por ósmosis al contacto
con el aire.
Las plantas artificiales, por contra, constituyen otra opción, pero también pueden llegar a
ser un problema, segúnHargrove y Hargrove (2011, p. 52). Las fabricadas con plástico se
recubren muy rápidamente de algas y pueden generar una cepa resistente a
los alguicidas. En ese caso la única solución es sacar el objeto con la cepa y destruirlo. A
pesar de todo, contando con un filtro de suficiente potencia, sí es posible dar cabida a este
tipo de adornos, ya que no se pudren y una vez instalados pueden presentar un aspecto
prácticamente natural. Un ejemplar artificial, no obstante, nunca podrá ejercer las
importantes funciones biológicas relacionadas con el ciclo del nitrógeno (vid infra), por lo
que siempre será una opción mucho menos deseable que las naturales.
Para acuarios de agua salada se pueden encontrar varias especies de algas marinas en el
mercado, como las del géneroCaulerpa.
Fauna[editar]
El Plecostomus, buen aliado contra las algas.
Asimismo, y por medio del ensayo y el error, se sabe que los pasillos y lugares transitados
o con mucho ruido ambiente tampoco resultan adecuados, ya que los peces sufren estrés
constante con el trasiego de personas, las cuales siempre serán percibidas como
peligrosas. Por último, no debe olvidarse la mencionada capacidad decorativa e incluso
arquitectónica.1 Un acuario bien ubicado no solo proporcionará una vida apacible a los
peces, sino que ofrece un singular y atractivo espectáculo relajante.2
El mueble que sustente toda la instalación es de importancia capital. Ha de ser firme y
capaz de soportar un peso doble al del agua que pueda contener. Un acuario de
100 L más accesorios, grava, etc., puede llegar a pesar holgadamente unos 140 kg.nota 7 El
peso final que alcanzará será un factor importante si el conjunto mueble-acuario se moverá
para limpiar sus inmediaciones, por ejemplo. Idealmente se debe desplazar lentamente y,
a ser posible, cuando se realizan los cambios de agua, momento en el que pesa menos y
está más agitado. El peso también determina una cuestión en principio sin importancia,
pero que a largo plazo puede causar daños cuando el mueble se deposita sobre un suelo
de madera: su posición con relación a la orientación de las lamas
de tarima,parqué o suelos laminados, si el piso está forrado con ellas. Varias decenas o
incluso cientos de kilogramos pueden curvar dichas láminas si se coloca en paralelo o
sentido longitudinal, es decir, con el mueble reposando sobre dos o tres. Mientras que la
orientación transversal es más robusta al distribuir el peso entre más elementos de madera
(cinco, siete, diez, etc.).
Otro factor es su carácter de instalación compleja, por lo que muchas veces se planifica el
lugar teniendo en cuenta que se necesitará por lo menos una toma de corriente eléctrica
bien instalada y aislada, es necesario recordar que todo el conjunto albergará considerable
agua en su entorno y a veces salpicará, lo cual siempre supone cierto riesgo eléctrico.
Según Hargrove y Hargrove (2011, p. 25) y por las razones expuestas antes, un acuario no
es el mueble ideal para los niños. Por último, Hargrove y Hargrove (2011, p. 26) indican
que una toma de agua potable y un desagüe son también de utilidad para evitar acarrear
cubos por la casa o la oficina.
Limpieza[editar]
Un acuario correctamente estabilizado y poblado requiere poco mantenimiento. La
observación y la práctica indicarán con el tiempo el estado de la fauna y de la flora. Pese a
ello y a todo el instrumental que pueda colocarse, no deja de ser un sistema estanco y, por
lo tanto, diferente del hábitat natural donde habitan peces y plantas. Este defecto
insalvable hace imprescindible algunas tareas que imiten el constante y natural cambio de
agua de ríos, lagos y océanos. La limpieza quizá sea la más importante, no solo por
razones estéticas, sino de salubridad, pues de lo contrario los nitritos y fosfatos expulsados
por los animales terminarán convirtiéndose en toxinas.
Una tarea periódica es la limpieza del filtro. Como se apuntó en su apartado
correspondiente, una limpieza total y no progresiva de todas las masas filtrantes supondría
la pérdida de las colonias bacterianas que viven en ellas y la interrupción de la filtración.
Como se indicó, un filtro cuenta con dos o tres masas filtrantes; el orden para limpiarlas
puede ser el de la propia disposición en el filtro, como muestra Scott (1995, p. 162); es
decir, primero las masas más finas, tiempo después las más gruesas y, por último, cambiar
las masas químicas si las hubiera. Finalmente, en el habitáculo quedarán impurezas no
atrapadas por los distintos materiales; si no se retiran de vez en cuando se irán
descomponiendo y producirán sustancias dañinas para la fauna; también pueden contribuir
a taponar el filtro. La limpieza de dichas impurezas puede realizarse mediante sifón, es
decir, absorbiendo el agua con un tubo con ilustra Boruchowitz (2001, p. 73). Lo mismo
que las masas filtrantes, estas impurezas alojan importantes colonias bacterianas; por lo
tanto, absorberlas cuando se piensa limpiar o se ha limpiado parte del filtro privará de un
considerable filtrado biológico, con un efecto negativo para la estabilidad del medio.
Con el fin de minimizar el impacto que la limpieza causa sobre la depuración biológica se
pueden poner en práctica diferentes soluciones: limpiar las distintas masas en días
alternos y utilizando agua del mismo acuario, traer agua de otro acuario cuando la pérdida
ha sido considerable o incluso añadiendo bacterias adquiridas en comercios del ramo,
caso de necesitar vaciar la cubeta por una rotura y haber conservado pocos litros. Con
estas técnicas se consiguiendo minimizar la pérdida de una forma similar a como puede
hacerse con el primer llenado, siguiendo las indicaciones de Scott (1995, p. 159).
Neones
Una tarea diaria es el suministro de alimentos, tanto para fauna como para flora.
Afortunadamente puede automatizarse con alimentadores para peces e inyectores de
anhídrido carbónico para las plantas, los animales también proporcionan nutrientes. Pese
a ello se requiere atención.
El alimento para la fauna, ya sea vertebrada o invertebrada, puede ser fresco, congelado,
deshidratado e incluso vivo, como las dafnias o lasartemias. Sin embargo, es muy común
las opciones de copos y tabletas, dependiendo de si son para peces que viven en la
superficie o en el fondo (Dreyer y Keppler, 1996, p. 89). Por contra, las tortugas suelen
necesitar carne fresca. Siguiendo la información de Dreyer y Keppler (1996, p. 86) también
existe comida en forma granulada, escamas o polvo, ya que cada especie tiene sus
propias exigencias. Pese a las demandas de las distintas especies, la mayoría de ellas
pueden ser alimentadas con un solo producto. En una fábrica de comida para
peces Dreyer y Keppler (1996, p. 88)apreciaron una mezcla de gambas, pescado, harina
de cereales, levaduras, algas... pero la mezcla final es secreta.
Los peces son capaces de convertir en carne un 50 % de la comida ingerida, mientras que
los animales terrestres consiguen el 10 % (Hargreaves, 2002, p. 61), por esta razón,
alimentarlos en exceso les hace acumular grasas que sólo servirán para acortar su vida.
Por otra parte, si su ración es excesiva, no llegan a comérsela toda, ensucia el agua
enseguida, comprometiendo la salud de sus habitantes y estimulando el crecimiento de
algas filamentosas. Asimismo, es normal que los peces de arrecife no coman los días
siguientes a ser introducidos en la cubeta. Por ello la ración alimenticia de un animal debe
elaborarse en función de sus gustos y exigencias, aunque suele constar de: alimentos
frescos comoharina de pescado, carne cruda, huevos de
pez, mejillones o vegetales; presas vivas como gusanos acuáticos, larvas deinsectos o
pequeños crustáceos y alimento artificial, caso de los granulados industriales o escamas
(hojuelas).
El llamado “gusano tubifex” (Tubifex tubifex), un invertebrado vivo que se recomienda para
ciertos peces (Scott, 1995, p. 105 y siguientes), viene asociado con aguas estancadas de
gran contenido en parásitos, bacterias o pestes micóticas, las cuales provocan
enfermedades a los peces como velo o el punto blanco, también desarrollan tumores. Por
esta razón la preparación y los cuidados que dicho animal requiere son
abundantes. Skomal (1997, p. 82) indica que los mejores son los criados por uno mismo.
Las plantas exigen menos a la hora de alimentarse, básicamente, su abono se compone
de una base ferrosa orgánico, pero pueden vivir sólo del CO2 y de los excrementos
animales durante semanas o meses.
Ciclos biológicos[editar]
Como recoge Scott (1995, p. 8), un acuario ideal reproduce un entorno ecológico concreto
en un sistema cerrado. En la práctica es casi imposible lograr un equilibrio perfecto. Por
ejemplo, una relación equilibrada de depredadores y presas solo es posible de conseguir
en teoría, incluso en el mayor de los tanques. El cuidador debe tomar medidas para
mantener el equilibrio en el pequeño ecosistema que recrea porque cualquier alteración se
notará. Por ejemplo, la muerte de un único pez en un depósito de once litros causa
cambios dramáticos en el sistema, mientras que la muerte de ese mismo pez en un
depósito de 400 L con muchos otros peces en él, representa una variación mucho menor,
pero también constituye una perturbación. Por este motivo los principales ciclos demandan
vigilancia y mediciones constantes.
Ciclo del nitrógeno[editar]
Como explican Hargrove y Hargrove (2011, p. 189 y siguientes), un asunto esencial para el
acuariófilo es la gestión de los desechos biológicos producidos por los pobladores.
Peces, invertebrados, hongos y algunas bacterias excretan residuosnitrogenados en forma
de amoníaco que se puede convertir en amonio, dependiendo de la química del agua. El
amonio pasará por el ciclo del nitrógeno. También se produce amoníaco a través de la
descomposición de las plantas y la materia animal, incluyendo heces y otros detritos. En
concentraciones altas, los desechos en forma de amoníaco se convierten en tóxicos para
los peces y otros habitantes.
Un depósito bien equilibrado contiene organismos que pueden metabolizar los desechos.
Así El amoniaco producido en un depósito es metabolizado por un tipo de bacterias
conocidas como nitrificantes (género Nitrosomonas). Las bacterias nitrificantes lo capturan
y metabolizan para expulsar nitritos. Los nitritos, en concentraciones altas, también son
tóxicos para los peces. Afortunadamente otro tipo de bacterias, género Nitrospira, los
convierten en nitratos, una sustancia menos tóxica, pero dañina en última instancia. Este
proceso se le conoce como ciclo del nitrógeno (Dreyer y Keppler, 1996, p. 30 y 38).
Además de las bacterias, las plantas acuáticas también eliminan los residuos nitrogenados
metabolizando el amoníaco y los nitratos. Cuando las plantas metabolicen los compuestos
nitrogenados eliminarán el nitrógeno del agua, utilizándolo para construir biomasa. Sin
embargo, esto es solamente temporal, ya que la flora vuelven a expulsar el nitrógeno
cuando las hojas viejas se descomponen, por ejemplo.
Aunque informalmente se le llama ciclo del nitrógeno y se puede leer así en obras como la
de Hargrove y Hargrove (2011, p. 187), es de hecho solamente una parte de un ciclo
mayor, pues la comida suministrada también añade nitrógeno al sistema y los nitratos se
acumulan en el agua al final del proceso, o contribuyen a un crecimiento en biomasa
mediante el metabolismo de las plantas. En la práctica, el cambio de agua se ha revelado
como el último recurso para eliminar los nitratos.
Los acuarios domésticos a menudo no contienen las poblaciones necesarias de bacterias
para metabolizar los residuos nitrogenados producidos por sus habitantes. Este problema
se ataca a través de dos soluciones: Los filtros de carbonoactivo absorben los compuestos
del nitrógeno y otras toxinas del agua, mientras que los filtros biológicos proporcionan un
medio especialmente diseñado para la colonización por las bacterias nitrificantes
deseadas.
Otros ciclos de nutrientes[editar]
El nitrógeno no es el único nutriente que circula por un acuario. El oxígeno entra en el
sistema por la superficie del agua o mediante una bomba y también cumple una función
vital. Por su parte, los gases de CO2 que alimentan la flora demandan también este gas.
Otro ciclo importante de nutrientes ha demostrado ser el del fosfato y su excesiva
concentración favorece a las algasHargrove y Hargrove (2011, p. 195). Al contrario que
para el nitrógeno, la industria del ramo sí fabrica productos para corregir los niveles de
fosfato, pero el cambio de agua se ha demostrado una solución tan útil como cualquier
otra.
El azufre, el hierro y otros micronutrientes también circulan por el sistema, entrando como
comida y saliendo como desechos. El control apropiado del ciclo del nitrógeno, junto con
un suministro de comida equilibrado, suelen ser suficientes para mantener estos otros
ciclos de nutrientes en equilibrio.
Acuarios públicos[editar]
Artículo principal: Acuario público
Tanque tropical en el acuario de Georgia, Estados Unidos, 2006.
Los acuarios públicos son instalaciones a las que se accede libremente o tras el pago de
una entrada para ver especies acuáticas generalmente muy difíciles de tener en domicilios,
ya sea por su gran tamaño, ya sea por la dificultad de su cuidado. Algunas de las más
espectaculares son los escualos, los mamíferos marinos y en general los animales
oceánicos.7
La mayor parte de los acuarios públicos presentan una determinada cantidad de tanques
pequeños, así como uno o más depósitos mayores. Los más grandes tienen una
capacidad de varios millones de litros de agua y pueden albergar especies
como delfines, tiburones o ballenas. Los animales acuáticos y semiacuáticos, caso
de nutrias, pingüinoso cocodrilos,6 pueden también ser alojados en estas instalaciones
Desde el punto de vista operacional, un acuario público es similar en muchos aspectos a
un zoológico o museo. Realiza exposiciones temporales y otras exhibiciones para atraer a
los visitantes,8 mientras exhibe su colección permanente. Unos cuantos ofrecen su propia
versión de “zoo para tocar”; por ejemplo, el Monterey Bay Aquarium en California o
el SeaWorld Orlando, de Florida, cuentan con un depósito superficial poblado
con rayas.9 El público puede tocar a los animales cuando pasan o se acercan para ser
alimentadas por el propio público.
Como los zoos, los acuarios normalmente poseen un cuerpo especializado
de investigadores que estudia las costumbres ybiología de sus especímenes. En los
últimos años, los grandes acuarios han estado intentando adquirir y criar diversas especies
de peces de océano abierto, incluso cnidarios (medusas…), una tarea difícil puesto que
estas criaturas nunca antes han encontrado superficies sólidas como las paredes de un
depósito, y no han adquirido el instinto para no chocar con las paredes. También muy
difícil se ha confesado la cría del tiburón blanco. Al ser un animal grande que necesita
largos espacios para sobrevivir, no puede ser alojado durante mucho tiempo ni en el
tanque más voluminosos. Asimismo, la captura y cría de tiburones blancos recién nacidos
ha fracasado por el momento, como sostenía Marie C. Levine (1998, p. 25).
Túnel Ocean Voyager en 2006, una de las atracciones del acuario de Georgia (Estados
Unidos).
El primer acuario público lo abrió el Regent’s Park de Londres, en 1853. Según Sheppard y
Lousada (2010, p. 86), era un momento en que los zoológicos habían surgido en muchas
ciudades del mundo, razón por la cual los directivos del parque deseaban seguir siendo la
institución con más vida salvaje en cautividad. Según Marc Rothenberg (2001, p. 594) en
los años 50 del siglo XIX Estados Unidos imitó al Regent's Park con elAquarium Garden de
Boston y en 1861 Phineas Taylor Barnum abrió el P. T. Barnum
Aquarium en Broadway, Nueva York. El autor también afirma que la capital
estadounidense terminó elNational Aquarium en 1873. No hay acuerdo sobre cual fue el
primer acuario oceánico de los Estados Unidos. ParaRothenberg (2001, p. 594) sería el
de San Agustín (Florida), ya en 1938. Por su parte, la guía MobileReference (2007) afirma
que tal mérito le corresponde al Shedd Aquarium de Chicago, en 1930.
La mayor parte de los acuarios marinos públicos se localizan cerca del océano, porque
una instalación como elL'Oceanogràfic de Valencia, el más grande de Europa, necesita
unos 24 millones de litros para funcionar, más la reserva para renovaciones. Si no
estuviera ubicado en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias o en otro lugar junto
al mar,10transportar toda esa agua supondría un dispendio considerable. Lo mismo sucede
con el Acuario Mazatlán, emplazado en la ciudad mexicana homónima, el cual cuenta con
el tanque más grande de Hispanoamérica, y obtiene sus suministros hídricos
del Pacífico.11 Sin embargo, la distancia del mar no ha sido un impedimento para países y
empresas con grandes recursos económicos y perspectivas de amortización. Es el caso
del primer acuario marino de interior, según la guíaMobileReference (2007), el ya referido
Shedd Aquarium de Chicago. La institución confió en el transporte por ferrocarril para
recibir los suministros de agua demandados por sus instalaciones. Antes de su
inauguración se necesitaron veinte tanques alojados en vagones para transportar los 3,8
millones de litros desde Cayo Oeste hasta Chicago. El transporte lo realizó el Nautilus, un
tren hecho a medida para la institución estadounidenses, el cual seguiría funcionando
hasta 1959.
En enero de 1985, Kelly Tarlton empezó la construcción del primer acuario con un gran
túnel acrílico transparente, enAuckland, Nueva Zelanda. La tarea necesitó diez meses para
terminarse y costó tres millones de dólares neozelandeses. La obra consistió en un túnel
de 110 metros, formado por hojas de plástico fabricadas en Alemania, las cuales se
conformaban en el Archipiélago utilizando un gran horno.
Acuario Inbursa en la Ciudad de México
Consecuencias ambientales[editar]
Como podran ver el pez Hypostomus plecostomus esta viviendo en un acuario cazero y
reducido, así que cuando este pez crece no puede vivir ahí por el espacio, agunos portadores
lo liberan al ambiente y es un fatal error, aparte de que un de las teorias de como pudo llegar
este pez a Méjico.
Véase también[editar]
Acuaponia
Acuariología
Acuariofilia
Acuario público
Paisajismo acuático
Oceanario
Notas[editar]
1. Volver arriba↑ Hal Herzog (2012, p. 120) recoge un estudio, realizado con más de diez
mil alemanes y australianos, el cual ponía de manifiesto que las personas con
animales visitaban menos al médico que quienes no poseían mascota.
2. Volver arriba↑ El plexiglás amarillea con el tiempo dando un aspecto envejecido, aún
ganando en ligereza.
3. Volver arriba↑ El libro fue escrito antes del cambio de nombre por República
Democrática del Congo.
4. Volver arriba↑ Se utiliza la expresión flora y noplantas porque algunas especies, como
el llamado musgo de Java, no son plantas o en ocasiones no son consideradas como
plantas.
5. Volver arriba↑ Los expertos consultados son, por orden alfabético de primer apellido:
David E. Boruchowitz.
Bernd Brunner.
Stephan Dreyer.
John Goodman.
Vincent B. Hargreaves.
Maddy Hargrove.
Mic Hargrove.
Edward Kadunc.
Rainer Keppler.
Scott W. Michael.
Michael S. Paletta.
Peter W. Scott.
Gregory Skomal.
6. Volver arriba↑ Boruchowitz (2001, p. 82) se refiere a ellos en el capítulo sobre los
filtros, indicando que estos son más populares en acuario con reptiles y
anfibios. Brunner (2005, p. 38) los nombra cuando explica la diferencia entre acuario y
vivario, más otras veces enumerando las diferentes clases que contenían las primeras
instalaciones. Hargreaves (2002, p. 99) los menciona revisando las diferentes clases
de seres vivos y más adelante al indicar que fueron los reyes de la Tierra en el
periodoCarbonífero. Por último, Scott (1995)los cita como ramas o descendientes de
determinadas especies al abordar la evolución de algunos peces. Los demás autores
no hacen mención a estos.
7. Volver arriba↑ Hargrove y Hargrove (2011, p. 30)muestran una tabla de relación
volumen - peso para los acuarios e indican que se debe consultar con el constructor
en caso de duda, porque una cubeta de 110 litros pesará más de media tonelada si
sumamos el mueble, los cristales y otros accesorios.
8. Volver arriba↑ Los títulos consultados, cuyos datos aparecen en el apartadoBibliografía
citada, son los siguientes:
The Simple Guide to Fresh Water Aquariums.
The Ocean at Home: An Illustrated History of the Aquarium.
El libro del acuario peces, plantas y técnica.
The Complete Book of the Marine Aquarium.
Freshwater Aquariums for Dummies.
The New Marine Aquarium: Step-By-Step Setup & Stocking Guide
Ultimate Marine Aquariums: Saltwater Dream Systems and How They Are
Created.
The Complete Aquarium.
Setting up a Freshwater Aquarium: An Owner's Guide to a Happy Healthy Pet.
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c
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Modelos de acuario
MODELOS DE ACUARIO (Recipientes).
MODELOS DE ACUARIO (RECIPIENTES).
Modelos de acuario
MODELOS DE ACUARIO MÁS COMUNES
Detrás del mundo del acuario hay toda una industria que sostiene a multitud de
empresas y crea numerosos puestos de trabajo. Los criterios a la hora de diseñar un
nuevo modelo se basan, como es lógico, en consideraciones estéticas para así
introducirse en el mercado con mayor facilidad. No son muchas las variaciones que
presentan unos acuarios respecto a otros porque prima la vertiente decorativa por
encima de otras consideraciones. Son pocos los aficionados que comprarán un tanque
cúbico de 500 litros para montar un arrecife si los comparamos con aquellos que
escogerán uno largo y estrecho (120 litros) para separar dos ambientes en el salón –
comedor. Aquí repasaremos los tipos de tanques más comunes, medidas estandarizadas
y algunas rarezas.
EL ACUARIO TRADICIONAL
Este acuario tradicional mantiene unas proporciones próximas al doble cubo, es decir, el
doble de largo que de ancho. Lo normal es encontrarlos desde los 11 hasta los 600
litros.
ACUARIOS CÚBICOS
© Zootecnia doméstica. Der. Res.
Bajo el mismo sistema de fabricación que los anteriores. Ideales para ser vistos por tres
caras (Una tendrá que alojar los aparatos). No se encuentran fácilmente y a menudo se
deben encargar a medida. Es un tanque muy utilizado para la construcción de arrecifes o
en paisajismoy sus proporciones aportan una sensación de profundidad al minimizar el
efecto de la refracción. También resulta ideal para peces de gran tamaño poco nadadores
ya sean de agua fría (Carassius chinos) o tropical (Astronotus ocellatus). Algunas firmas
los fabrican con acabados tipo “bio”.
Dependiendo del tamaño y debido a su forma cúbica requiere de varias pantallas que
resultan cortas en proporción a su volumen. No confundir con los nuevos “cubos” y
“nanocubos”:
“CUBOS” Y “NANOCUBOS”
En la imagen, podemos observar que a estos acuarios de esquinas romas se les llama
“cubos” sin que necesariamente lo sean.
Un cliente me encargó uno así y posteriormente pude verlo montado. Por fuera y
estando vacío es menos estético (Recuerda a un viejo televisor) pero la visión interior
mejora sustancialmente.
Conviene comentar que en los tanques de mediano y gran tamaño, a menudo el refugio
(Filtro) queda pequeño respecto al volumen en litros…
Lo que son las modas, con las nuevas aleaciones y tratamientos del aluminio como el
lacado o el anodizado, volvieron las cantoneras o marcos, mucho mas estéticos que
aquellos armazones de hierro pintado, no se oxidaban (Prohibidos igualmente en agua
salada) y con un sistema de tapas muy mejorado que incorporaba en un perfil central a
modo de nervio el balasto y los tubos fluorescentes.
Su precio más caro, parece que los ha relegado de nuevo a un segundo plano pero como
siempre, ya volverán a ponerse de moda dentro de unos años, supongo.
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ACUARIO CON CAJA ORDENACIÓN
LOS TRANSPORTINES
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Cichlidae
Cíclidos
Taxonomía
Dominio: Eukarya
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Actinopterygii
Superorden: Acanthopterygii
Orden: Perciformes
Suborden: Labroidei
Familia: Cichlidae
HECKEL, 1840
Distribución
Subfamilias
Astronotinae
Cichlasomatinae
Cichlinae
Etroplinae
Geophaginae
Heterochromidinae
Paratilapiinae
Pseudocrenilabrinae
Ptychochrominae
Retroculinae
Para los géneros, ver texto.
Los cíclidos (Cichlidae) son una familia de peces del orden de losPerciformes de la
clase peces óseos. Los cíclidos son una familia de gran éxito evolutivo, mayormente de
agua dulce y son muy atractivos para laacuariofilia siendo de los peces más solicitados por
expertos en esta práctica. Cada año son encontradas numerosas especies nuevas y
muchas de éstas aún no descritas. El número real de especies en esta familia no está
claro debido a estimados que varían de 1300 a 3000 especies los cuales poseen gran
diversidad de formas y características únicas haciendo de esta una de las familias más
grandes de vertebrados. La mayoría de las especies de esta familia tiene un promedio de
vida de 10 a 20 años.
Muchos cíclidos, en particular la tilapia, son importantes en el comercio de alimentos,
mientras que otros como los ángeles, discos y los oscar son muy valorados en el comercio
de la acuariofilia. Esta familia es también la familia de vertebrados con más especies en
peligro de extinción, muchas de estas especies se encuentran en el grupo
de Haplochromis. Los cíclidos, aparte de ser muy importantes para el comercio y la
economía, son muy importantes para el estudio de la evolución de especies en la ciencia,
por haber evolucionado tan rápidamente en un gran número de especies muy relacionadas
pero con características morfológicas muy diversas dentro de los grandes lagos
de África; Malawi, Tanganica, Victoria y Edward.
Muchos cíclidos que han sido accidental o deliberadamente distribuidos en libertad en las
aguas fuera de su área natural se han convertido en especies dañinas, por ejemplo, la
tilapia en el sur de los Estados Unidos. Esto es por su gran adaptación a casi cualquier
ecosistema y su territorialidad. Esto provoca que los cíclidos se coman, molesten o dejen
sin alimento a los demás habitantes por lo tanto se altera el ecosistema, lo cual es muy
perjudicial.
Distribución[editar]
Se trata principalmente de peces de agua dulce mayormente en África y América del Sur.
Se calcula que entre todas las especies descritas sumadas a las que aún no se han
descubierto habrá por lo menos 1600 especies sólo en África. Un gran número también se
encuentran en América Central desde Panamá a la porción mexicana de América del
Norte, con aproximadamente 120 especies, en la medida en el norte como el río Bravo en
el sur de Texas, y Madagascar tiene su propia fauna de cíclidos filogenéticamente lejana
en relación con los del continente africano. En Asia solo se encuentran 4 especies en
el valle de Jordania en el Oriente Medio, uno en Irán, y 3 en India y Sri Lanka. Hay 3
especies que se encuentran en Cuba y La Española.
En Europa, Australia, Antártida y América del Norte, al norte del Río Grande, no hay
ninguna especie nativa de cíclidos, aunque las condiciones ambientales son adecuadas.
Por ejemplo; en Florida y Méxicotambién cuentan con varias especies nativas, en Japón y
el norte de Australia, los cíclidos se han establecido como animales asilvestrados.
Alimentación[editar]
Su alimentación depende del lugar geográfico de procedencia, existen cíclidos omnívoros
y herbívoros, En libertad generalmente se alimentan de pequeños crustáceos, algas,
pequeños peces. En cautiverio es muy recomendable optar por una alimentación de gama
profesional, dejando de lado las gamas comerciales para especímenes menos exigentes
nutricionalmente. Es muy importante que la calidad de las algas, escamas o granulado sea
muy buena, ya que, si no, son propensos a tener problemas digestivos. Provienen de
(Malawi, Tanganyika, Victoria, Amazonia).
Comportamiento[editar]
En general los cíclidos tienen fama de agresivos y territoriales. Si bien hay especies que se
saltan esta norma, la gran mayoría poseen cierto grado de agresividad hacia otros peces
que se adentren en su territorio. Según las especies, las hay con territorio permanente, con
territorio solo en época de cría o totalmente gregarios. Los machos de la misma especie no
suelen aceptarse.
Tienden a formar parejas que mantienen de por vida, o harenes (más dinámicos).
Symphysodon aequifasciatus cuidando su puesta.
Tipos[editar]
Hay varios tipos de cíclidos: -Ciclidos africanos -Cíclidos enanos -Cíclidos americanos
Reproducción[editar]
Algo en lo que destacan estos peces es en los cuidados que dedican a la progenie. La
puesta, que no es muy numerosa comparada con los peces que se despreocupan de los
huevos, la defenderán con bravura, incluso contra enemigos de mucha mayor
envergadura. Y la gran mayoría cuidará de los alevines durante aproximadamente un mes.
En cuanto a los lugares de puesta hay de todo: en cuevas, en la superficie de piedras, en
hoyos cavados por ellos mismos, sobre hojas, etc. Aunque cabría destacar la evolución en
algunas especies de cíclidos que les ha llevado a incubar los huevos en su propia boca,
asegurando una mayor supervivencia, pero a costa de un menor número de huevos.
Muchas de las especies africanas utilizan como método de cría la incubación bucal que
consiste en mantener protegidos a las crías en la boca de la madre hasta que alcanzan un
tamaño suficiente para ser liberados.
A partir de 2006, había unos 220 géneros (Pulse Desplegar para ver)[ocultar]
Alticorpus Stauffer & McKaye 1988 Gymnogeophagus Miranda Pelvicachromis Thys van den
Altolamprologus Poll 1986 Ribeiro 1918 Audenaerde 1968
Algunos géneros de la familia Cichlidae están todavía Incertae sedis, esto es, a la espera
de una clasificación en las distintas subfamilias. Estos géneros son:
Divandu
Etia
Paretroplus
Galería[editar]
Cíclidos más comunes en los acuarios
Discus
Pez Ángel
Frontosa
Oscar
Tilapia
Boca de Fuego
Demansoni
Convícto
Cíclido limón
Hongi
Leleupi
Ramirezi
Agassizii
Severum
Flowerhorn
Venustus
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Loiselle, P.V. (1994). The Cichlid Aquarium. Tetra Press. ISBN 1-56465-146-
0.
2. Volver arriba↑ Nelson, Joseph, S. (2006). Fishes of the World. John Wiley & Sons,
Inc. ISBN 0471250317.
3. Volver arriba↑ Froese, Rainer, y Daniel Pauly, eds. (2006). "Cichlidae" en FishBase.
Nov 2006.
Goldstein, R.J. 1988. Cichlids of the world. 382 pp., T.F.H. Publications Inc. Neptune
City, USA.
ITIS y ITIS
Fishbase
Enlaces externos[editar]
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Familia: Cíclido
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más
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as.
En general
acostumbran a
desovar sobre
piedras que
anteriormente ha
sido limpiada
escrupulosamente o
sobre una hoja. Los
padres se hacen
cargo de las crías y
las defenderán con
prestancia y
violencia. Entre las
especies más
populares en
acuariofilia se
pueden nombrar los
géneros Pterophyll
um, Aequidens,
Cichlasoma y
Symphysodon, así
como algunas de
las especies de los
grandes lagos
africanos; los
géneros Pseudotro
pheus, Alunacara
o
Julidochromis por
ejemplo.
Familia Cíclidos
(CICHLIDAE)
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