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Mary Goldsmith
Area Mujer, identidad y poder,
Universidad Autónoma Metropolitana
Xochimilco, México, D.F.
correo electrónico:
gcmr7503@cueyatl.uam.mx
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A finales de la década de los años 60 del Siglo XX Rosario
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asociaciones y sindicatos, establecerían una confederación
países latinoamericanos.
1
Hago la observación que muchas trabajadoras del hogar sí se identifican como
feministas.
3
En una reunión reciente del comité editorial de la
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Esta cuestión fue planteada con mucho claridad por Teresita de Barbieri
(1980) en su estudio clásico sobre el trabajo doméstico y las vidas de las
mujeres mexicanas de los sectores medios y obreros: Mujeres y vida
cotidiana.
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de la virgen y no tenía vida propia.3 No hay un número
3
Hay mujeres que dicen que sus empleadas del hogar son como “esposas”. Por
otro lado, es común que un hombre bromea que tanto valora la empleada del
hogar que hasta sería capaz de proponerle matrimonio con el fin de que se
quedara en su empleo, como si cualquier trabajadora del hogar estuviera
ansiosa de casarse con el patrón y después trabajar gratis.
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Las cifras a continuación se derivan de los datos proporcionado en República
de los Estados Unidos Mexicanos, 2001.
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trabajo remunerado, los estudios o el servicio comunitario.
doméstico.5
5
Hasta resulta sorprendente que más o menos uno de cada 10 personas que
desempeñan esta actividad sea un hombre
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cosas han cambiado mucho, que los hombres también colaboran
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de los hombres. En 1999, de los hombres que afirmaron
sociedad.
6
En el Archivo Histórico del estado de Tamaulipas, encontré casos de mujeres
que no obstante sus vínculos de parentesco reclamaron a sus familiares
(esposos, suegras, padrastros, madres) el pago de indemnización, salarios
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ama casa, ser tratada como o considerada sirvienta también
mujeres.
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elaboración de tortillas y otros productos de maíz para el
tecnología doméstica.
8
En contraste, en las culturas basadas en el trigo, las mujeres necesitaban
de tres a cuatro horas por semana para abastecer a sus familias de pan. El
hecho de que las mujeres mesoamericanas dedicaran tantas horas al
procesamiento del nixtamal y la preparación de alimentos con base en éste,
limitó sus posibilidades de desarrollar otras actividades.
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Por un lado, su trabajo específico en el procesamiento del maíz ayudó a
sostener una población más densa, y por el otro, la preparación de alimentos
fáciles a transportar (e.g, maíz tostado y quebrado, pinole) fue un apoyo
básico a los guerreros en sus viajes de conquista.
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otras, observan que esta discusión llegó a un cul-de-sac,
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En la actualidad parece que el trabajo doméstico, sobre todo después de
Beijing, ha recobrado importancia como podemos observar por la publicación y
reedición de obras sobre este tema (Gardiner, 1996; Malos, 2001;
Ranganayakamma, 1999; Rodríguez Chaurnet, 1996; TAHIPAMU, 1998).
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trabajo doméstico en el mundo de las mujeres de sectores medios
incómodo”.
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Marta Acevedo (2000) y Hortensia Moreno (2000) han señalado
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En este sentido disiento de Hortensia Moreno: sí hay mujeres que
disfrutamos por lo menos de algunos de los aspectos del trabajo doméstico,
lo que no se disfruta es la intensidad, la invisibilidad ni la exigencia.
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También lo resta sus característcas como trabajo.
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valorar el trabajo doméstico. Por ejemplo, la economista
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Ver por ejemplo Montecino, et.al. y TAHIPAMU.
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negociar con otros/as familiares la redistribución de estas
tareas.14
14
Dempsey (1998) en un estudio sobre poder, negociación y la distribución del
trabajo doméstico entre conyugues en sectores medios, encontró que sólo la
mitad de la mujeres entrevistadas había tenido algún grado de éxito en
resdistruibuir las tareas, sólo 25% se sentía satisfechas con logros
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del Vaso de Leche, tenían el sueño de una casa sin cocina
y lo subvirtieron.
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Todavía otros grupos feministas han reafirmado en sus
ajenas.
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De las trabajadoras del hogar al feminismo
16
Ver trabajos de Chaney, Goldsmith, Moreno y Wadsworth.y Dibbit.
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algunos países como México y Guatemala hay grupos dirigidos
cuando se toma en cuenta que hay empleadas del hogar que les
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En este sentido, ver Chaney (1998), Goldsmith (1989), Moreno Valenzuela
(1989), Oliveira y Conceicao (1989)el artículo de
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jornada de ocho horas, salario mínimo y prestaciones gozadas
laborales). Hay que reformar las leyes para que estas tomen
salida.18
18
Blackett propone que habría que tener regulación específica para este
sector de trabajadoras con los fines de que: Al fijar un salario mínimo para
el servicio doméstico (incluyendo consideraciones sobre pago en especie) se
reconozcan las diferencias entre el trabajo de planta y de entrada por
salida; se vela por la integridad física y emocional de la trabajadora, que
por el contacto íntimo y prolongado con sus empleadores, puede ser objeto de
acoso sexual y abuso físico y verbal; se cuidar de no restringir su libertad
de tránsito por medio de medidas como dejarla encerrada bajo llave, o en el
caso de trabajadoras migrantes, por retención de documentos migratorios.
Blackett afirma que la OIT ha reitirada la necesidad de incluir a las
trabajadoras del servicio doméstico como sujeto a convenciones
internacionales de trabajo, sobre todo acuerdos y convenciones no solo de la
OIT, sino otros de la ONU con respecto a derechos humanos. Hasta la fecha
persiste la discriminación legal a las trabajadoras del hogar en el mundo.
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consulta ganó el termino empleada del hogar, seguido por
sectores medios.
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planteamientos del movimiento del salario para el trabajo
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doméstico.
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En la conferencia mundial de la mujer en Beijing en 1995, las integrantes
de la campaña de salario por el trabajo doméstico promovieron la medición y
valoración del trabajo doméstico por parte de los gobiernos, y con base en
este ejercicio, fundamentar el derecho a las mujeres a los recurso
naturales, servicios básicos, salarios, prestaciones laborales, seguridad
social y guardería.
En respuesta a los comentarios recientes del secretario del trabajo
mexicano, Carlos Abascal con respecto a la misión natural de las mujeres
como amas de casa y madres, la director del Instituto Poblano de la Mujer:
Lucero Saldañana respondió: "Si el secretario del Trabajo valora tanto el
trabajo doméstico y piensa que las mujeres deben entrar su existencia en la
tarea de ser madres y ser el corazón del hogar, debería pugnar porque este
trabajo sea pagado."
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actividades y fases y los conocimientos necesarios para su
realización.
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Bibliografía
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et.al., Emergences. Women´s Struggles for Livelihood in
Latin America, 1996, pp. 31-46.
25
na Area Metropolitana da Cidade do Recife y SOS CORPO, Genero
e cidadania, 1990.
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