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Lligall. Revista d'Arxivística Catalana, 1999, núm. 14. Ponencia presentada en las
Jornades d'Arxivística de Catalunya, "Arxivant bites", (Vic, 1999).
http://www.arxivers.com
La interrelación de todos estos factores tiene como una de sus principales consecuencias un
aumento considerable en la producción, distribución y uso de los documentos y datos que,
por su condición “electrónica”, se caracterizan por su evolutividad constante, su volatilidad,
Archivística y nuevas tecnologías: Lluís-Esteve Casellas i Serra
consideraciones sobre terminología, conceptos y profesión lecasellas@ajgirona.org
En primer lugar, hay que comentar las potencialidades que los productos, tanto de escritorio
como de carácter corporativo, según el caso, que hallamos bajo la denominación de
sistemas de gestión de documentos electrónicos (EDMS, Electronic Document Management
Systems). La empresa independiente Doculabs6, especializada en análisis de tecnologías
emergentes en sistemas de gestión de la información, identifica la siguiente tipología:
Todo hace pensar que la enorme efervescencia tecnológica de los últimos años no hará sino
acelerar las tendencias que existen actualmente especialmente las referidas a:
− La integración entre los diferentes tipos de productos que tienen por objeto la gestión
electrónica de documentos (EDMS) y, también, entre estos y algunos sistemas
operativos. De esta manera, se puede dar la circunstancia que una organización
disponga de herramientas propias de la gestión electrónica de documentos sin que
necesariamente haya adquirido alguna específica. Además, éstas tendrán la capacidad
de procesar de forma integrada voz, datos, gráficos, imágenes, etc. y en consecuencia,
definir la tipología de los documentos será mucho más complejo. Hay que tener en
cuenta que hasta ahora los fabricantes prácticamente se habían centrado en la
potenciación de herramientas dirigidas al usuario final, pero que actualmente centran sus
objetivos en las de carácter corporativo por dos razones: el hecho de que ahora existe
tecnología suficiente para desarrollarlas y la obertura de mercado que supone la
demanda generada a partir de las necesidades creadas por la reingeniería de procesos13.
− El desarrollo y la expansión del uso de arquitecturas de sistemas informáticos multinivel
basados en el Data Warehousing comportará un incremento notable en la sofisticación y
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Así pues, el conjunto de todas estas tendencias, previsibles a partir de la realidad actual,
permiten augurar un importante desarrollo de las bases tecnológicas necesarias para la
implantación de sistemas de información y sistemas de gestión del conocimiento.
Paralelamente, también generan nuevas dudas:
- ¿Dónde situar los límites entre qué es un documento y qué no, en medio de toda la
información electrónica?
- ¿Cómo definir y tratar la diversidad y la complejidad de estos nuevos documentos
multiformes y cambiantes?
- ¿Cómo identificar el productor de un documento compartido por diferentes
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organizaciones?
- ¿Cómo evitar la actualización constante de la información y cómo garantizar su
preservación?
- ¿Los documentos continuaran teniendo el archivo como destino o entraremos en la era
de los archivos virtuales, la llamada “era de la post-custodia”?
- ¿Sobre qué base se elaboraran los estándares de descripción y de intercambio de datos
y de comunicación entre sistemas?
totalmente licito afirmar que un servicio de archivo eficiente, con unos criterios de
organización de la documentación homogéneos y globales e integrado a los sistemas
corporativos de gestión, constituye un elemento esencial dentro de un sistema de
información, pero principalmente por los aspectos cualitativos que aporta sobre las
operaciones de control intelectual de la documentación y no por los contenidos de los
documentos que gestiona. Control intelectual que se traducirá en el ejercicio de la profesión
como “auditor de la información”, “poseedor de estándares” o “localizador de la información”,
pero que en cualquier caso incidirá directamente sobre la gestión diaria de la organización24,
con el objetivo de facilitar la “higiene documental”25 necesaria para garantizar la calidad de la
documentación finalmente conservada.
Esta es probablemente una de las cuestiones clave en el desarrollo de la profesión
archivística en el ámbito de la gestión de los documentos electrónicos, ya que implica incidir
en el mismo diseño de cualquier sistema de gestión26 y adoptar las estrategias adecuadas
de relación con los productores de documentos27. Y este es también nuestro rasgo
diferencial en relación a profesiones cercanas, más centradas en la presentación,
distribución y uso final de la información28. Esto no excluye la posibilidad de aceptar la
progresiva tendencia a la integración de las profesiones vinculadas a las ciencias de la
documentación, tal y como sucede con los “gestores de recursos de información” (resources
information managers) en los Estados Unidos29. Integración que tiene que ser la
consecuencia de una demanda de servicios que incluya y respete las especialidades de una
y otra profesión, es decir, que a pesar de los ámbitos compartidos, incluso en cuestiones
formales de acceso, consulta y presentación de datos, parta de la base que documentos e
información no son los mismo y que implican responsabilidades de gestión diferentes.
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Los dos primeros puntos afectan directamente la esencia de los documentos y, por tanto,
teniendo en cuanta la volatilidad y la desmaterialización de los documentos electrónicos,
previamente hay que precisar qué entendemos por documento y en que los diferenciamos
de la información para poder adoptar las soluciones necesarias que garanticen la integridad
y la procedencia.
Documentos e información
Por otra parte, la misma Guide… considera que los datos de un registro se pueden
estructurar principalmente de dos maneras, como documento y como base de datos:
- Documento: conjunto consistente y coherente de datos estructurado para
presentar un razonamiento o servir de prueba de la ejecución de una acción.
- Base de Datos: grupo de datos estructurados para facilitar la búsqueda y los
tratamientos posteriores.
obstante, en ambos casos estos documentos contribuyen a dar testimonio de las funciones y
actividades de la organización.
Referente al valor como evidencia o testimonio, la calificación de un documento como
documento de archivo atañe al archivero determinarla, a partir del conocimiento a largo
plazo de las necesidades de evidencia y testimonio de la organización y de la valoración de
soporte que pueda hacer el mismo organismo que lo ha producido. Desde esta perspectiva,
hay que controlar, en el sentido de conocer, la creación de bases de datos y hojas de
cálculo por parte de los usuarios para poder valorar si responden a operaciones
estrictamente instrumentales o a procesos de alcance más general, y muy especialmente la
integración de “información” de diferente procedencia en páginas web. La proliferación de
implantaciones de sistemas de acceso a la información mediante web (Internet/Intranet)
puede llevar a la confusión entre aquellos “documentos” únicamente de carácter informativo,
ya sean “estables” o efímeros, y aquellos otros integrados en procesos de gestión. En este
último caso es necesario que este tipo de documentos se integren al sistema de gestión de
documentos de la organización y, en el caso de que incorporen documentos dinámicos, que
se prevea su conservación si se eliminan los documentos tomados como fuente38.
Igualmente, la premisa previa a cualquier consideración es que un documento de archivo
tiene que ser “consistente y persistente” y, obviamente, no puede ser ni dinámico ni
actualizable y, si lo es, hay que determinar en que momento y de que manera hay que fijar
la información que contiene.
En cuanto a las bases de datos, se desprende que cualquier fichero de datos que pueda
ofrecer información constitutiva de evidencia tendrá que contar previamente con el
reconocimiento jurídico que le corresponda como documento oficial, a causa de su
capacidad de crear “documentos potenciales”, entendidos como la combinación de las
informaciones que están contenidas y a pesar de que en el momento de la formulación de la
solicitud no existan en la forma deseada por el solicitante39. La creación de “documentos
potenciales” es un aspecto interesante para la archivística, ya que puede ser un elemento
importante que puede incidir directamente en la participación de los archiveros en los
proyectos de reingeniería de procesos de una organización. Hay que decir que los
denominados “documentos potenciales”, desde el punto de vista estrictamente archivístico,
no tendrían que ser asimilables a los resultados derivados del Data minig, o “minería de
datos”, teniendo en cuenta que su finalidad es la interrelación y el análisis de datos de
naturaleza diversa dirigidos al apoyo en la toma de decisiones, es decir, la explotación de la
información condicionada por su inmediatez de uso40.
Es evidente, pues, que para una correcta gestión de todos los documentos es necesario en
primer lugar su identificación y que para llevarla a cabo es fundamental el análisis del
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contexto en el cual han sido producidos. Este análisis es el que tiene que proporcionar las
bases necesarias para determinar el valor de un documento y, por tanto, su consideración
como documento de archivo ante cualquier otro tipo de información registrada. Asimismo, si
bien puede ser relativamente sencillo para aquellos documentos producidos en el marco de
una tramitación regulada legalmente no lo será tanto para el resto. Por este motivo, se
impone la necesidad de documentar, definir y regular todos los procedimientos y procesos
que generan documentos susceptibles de ser considerados de valor para la organización y,
en definitiva, documentos de archivo.
las tareas propias de las bibliotecas y servicios informáticos45 y presupone que el archivero
no tiene que intervenir en el proceso de migración de datos. Contrariamente, la UBC
defiende el papel del archivero a lo largo de todo el ciclo de vida de los documentos,
precisamente en calidad de experto en su autenticidad.
La otra línea de trabajo para garantizar la fiabilidad y la autenticidad de los documentos se
basa en la responsabilización, es decir, en las informaciones referidas a la organización y/o
al productor del documento, a los procedimientos y a las responsabilidades de su gestión46.
Los rasgos diferenciales de un documento son, sobre todo, el hecho de haber sido
producido en un contexto especifico y no en otro y el condicionante que supone este
contexto en su valor informativo. En el caso de los documentos electrónicos la descripción
del contexto es mucho más importante que en el de sus homólogos en papel, precisamente
por la necesidad de garantizar la fiabilidad y la autenticidad ante su facilidad de duplicación y
manipulación. Por tanto, en el ámbito de la administración pública, donde los documentos
públicos tienen que reunir las condiciones de fiabilidad, autenticidad, integridad y
accesibilidad, el proceso de descripción tiene que ser mucho más explícito en relación al
contexto original de creación y tiene que empezar necesariamente por el registro de la
información contextual, para ofrecer a los usuarios potenciales la credibilidad suficiente
sobre su autenticidad. En consecuencia, la descripción archivística de los documentos
electrónicos se convierte en la suma de la descripción del contenido, de la descripción del
proceso y de la descripción del contexto de registro47.
La adopción de estos criterios de responsabilización implica la obligación de cooperar con
los productores de los documentos para integrar los procesos documentales con los
operativos de gestión, el análisis de las funciones que realizan, la definición de los
metadatos relativos a documentos y a expedientes y la descripción de la estructura
administrativa de la organización. Consecuentemente, el fundamento de estas tareas
descansa en uno de los conceptos básicos de la archivística: el respeto al principio de
procedencia, que se convierte también en un elemento clave para los organismos
productores. Es en este sentido que la archivística puede jugar un papel esencial en la
gestión de los documentos electrónicos porque es la única disciplina que da trascendencia a
las relaciones contextuales de los documentos y proporciona las herramientas para
comprenderlas48.
No obstante, no hay uniformidad de criterios sobre que información hay que tomar del
contexto de creación de los documentos. Este hecho supone, en parte, el resurgimiento de
un problema de la “archivística clásica”: la definición de fondo y el mantenimiento del
principio de procedencia y el respeto al orden original. Por una parte, hay que tener presente
que los conceptos de respeto al fondo y al principio de procedencia provienen del siglo XIX y
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gestión de los documentos electrónicos requieren una intervención decidida por parte del
archivero, no ya desde el momento de la creación sino desde la fase de concepción de los
sistemas de gestión. Las características de los documentos electrónicos exigen adoptar,
antes de que sean producidos, los criterios “preventivos” pertinentes a cualquiera de los
ámbitos de la gestión archivística, y muy especialmente de los relativos a la evolución
documental. Esto incide en el ciclo de vida de los documentos, que se define a partir de las
fases siguientes:
- La fase de concepción, en la cual se define la estrategia global
- La fase de creación del documento
- La fase de mantenimiento de los documentos, que incluye su uso y conservación53.
Hay que tener presente que, en la actual tendencia de gestión por procesos, aquellos que
requieren la compartimiento de datos por parte de organizaciones diferentes tendrán que
contar con unas bases comunes de actuación en cuanto a terminología y conceptos, sobre
todo en lo referente a la información contextual y al ciclo de vida. Con todo, si bien todo el
mundo está de acuerdo en avanzar las actuaciones archivísticas de clasificación,
descripción y valoración en el momento en que los diferentes actores implicados
(productores de documentos, gestores, especialistas en tecnologías de la información…)
ponen sobre la mesa sus exigencias sobre el diseño de los sistemas, es decir, su
concepción, no pasa lo mismo con la definición de las fases del ciclo de vida.
En el ámbito archivístico anglosajón se enfatiza la necesidad de establecer un “ciclo
continuo” de la documentación en una sola fase (continuum)54, pero dividida en cuatro
etapas: la creación y distribución de los documentos, su organización en un sistema
predefinido, la inscripción en un reglamento de selección y eliminación y su gestión y uso.
Entre la ventajas cuenta con la proximidad del servicio a los usuarios potenciales y con la
integración de las funciones “tradicionales” de los records managers y de los archivists.
Entre los inconvenientes hay que remarcar que favorece la confusión en la distribución de
funciones y responsabilidades y que olvida los aspectos relativos a la conservación a largo
plazo, sobre todo cuando, a pesar de que la responsabilidad intelectual haya sido
transferida, la gestión física de los datos sigue bajo la responsabilidad del organismo
productor.
Por otra parte, la UBC sitúa la continuidad del ciclo de vida orientada en la consecución de
la fiabilidad y autenticidad de los documentos y establece dos fases en la actividad de
gestión de la documentación: el control de la producción de documentos con el objetivo de
garantizar su fiabilidad y autenticidad en la fase activa y semiactiva, y la conservación de los
documentos inactivos como medio para asegurar su autenticidad. Por esto, enfatizan la
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3. Consideraciones finales
En un campo tan amplio , diverso y cambiante se hace dificl establecer conclusiones sobre
el tema, igualmente sí que es conveniente aportar una serie de consideraciones al respecto.
Desde el punto de vista tecnológico se puede asumir que:
- Las tecnologías llamadas de la información tienden progresivamente a su integración,
que tiene como resultado más evidente la facilidad para la producción, almacenamiento
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NOTAS
1
M.T.MOLINA. “El archivero en la sociedad de la información”. ANABAD, 1994, vol. XXXVI, extraido de J.R.
CRUZ MUNDET. Manual de archivística. Madrid: Fundación Germán Sánchez-Ruipérez. Ediciones
Pirámide, 1994, p. 87-88
2
Una muestra clara de estas limitaciones en el uso de medios informáticos – por no decir telemática – es la
escasez de referencias sobre el tema, cuando las hay, en los diversos manuales archivísticos editados en
el Estado en los últimos diez años. Incluso en las aplicaciones informáticas específicas de archivos estos
manuales no suelen ir más allá de la informatización de instrumentos de descripción, la gestión del
depósito, de las consultas y los préstamos y más excepcionalmente de las transferencias.
3
Para una aproximación a los problemas básicos planteados entorno a los documentos electrónicos “Gestión
y almacenamiento de los documentos informáticos (DLM)”. En: Los archivos en la Unión Europea.
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de la Comunidad Europea, 1994, p. 51-66. Para un estudio
más profundizado Guide for managing electronic records from an archival perspetive. Consejo Internacional
de Archivos, Comité sobre Documentos Electrónicos, ICA/ Studies, 8, 1997
4
J.R. CRUZ MUNDET. (1994), p. 87-88, véase nota 1.
5
En este sentido es muy interesante el analisis que hace Christine NOUGARET. “L’impact des tecnologies
de l’information sur les archives et le travaill de l’archiviste”. Archivum, 1197, vol. XLIII, p. 283-309 y,
concretamente, sobre las características de los documentos informáticos en las páginas 288 y 289
6
Doculabs tiene como objetivo beneficiar tanto a los proveedores como a los usuarios a partir de estudios
comparativos de diferentes productos existentes en el mercado y de la definición de indicadores de
referencia sobre que tipo de prestaciones técnicas son mejores. DOCULABS. Special Report on Records
Management Systems (1ª edición 1.1). Chicago: 1998, 128 p.
(http://wwww.doculabs.com)
7
Se ha optado por el mantenimiento de la terminología inglesa porque en algunos casos no hay traducción
“aceptada” del concepto y en otros la traducción que se le hace induce a la confusión.
8
DOCULABS (1998,vease nota 6)ofrece en su informe una comparación detallada entre el Document
Management Systems y los Records Management Systems. Otro estudio que muestra claramente las
diferencias y, al mismo tiempo, las posibilidades de integración de la “gestión archivística de los
documentos” con las tecnologias GED es el trabajo de SERRA, Jordi; CAMPOS, Isabel; CANELA,
Montserrat; DOMINGO, Joan. “La digitalización como solución a los problemas de gestión de la
documentación: la realidad de su aplicación”. En: 6es Jornades Catalanes de Documentació. Cap a la
societat digital: un món en contínua transformació. Barcelona: Societat Catalana de Documentació i
Informació, Col.legi Oficial de Bibliotecaris – Documentalistes de Catalunya, 1997, p. 181-188
9
Sobre el diseño de arquitecturas de sistemas DOCULABS (1998, véase nota 6) establece tres tipos:
sistemas basados en estructura cliente/servidor, sistemas basados en Web y sistemas basados en
Groupware; y detalla sus características y las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.
10
La distinción entre el conocimiento explicito y el conocimiento tácito de una organización ha sido definida
por Ikujiro Nonaka y se puede encontrar en CORRALL, Sheila, “Knowledge Management. Are We in the
Knowledge Managemente Business?”. Ariadne, 18. [http://www.ariadne.ac.uk/issue18/knowledge-mgt/], que
permite una interesante aproximación a la gestión del conocimiento.
11
Para información básica sobre el Data Warehouse:
GUPTA, Vivek R. “An Introduction to Data Warehousing”. [htp://sysem-services.com/wintro.htm]. System
Services Corporation.
INMON, W.H.. “Tech topic. What is Data Warehouse”. Prism, 1995, vol. 1, núm. 1.
[http://www.cait.wust.edu/cait/papers/prims/vol.1_no1/]
Mas información en DATA WAREHOUSE INFORMATION CENTER.
[http://pwp.starntinc.com/larryg/politics.html]
12
Un interesante ejemplo del funcionamiento de estos sistemas es el del Babson College, en KESNER,
Richard M. “Archives in the Information Society”. Lligall / Janus, 1998, núm. 12 / 1998. 1, p. 246-263
13
GAVREL, Sue. “Information Techonology Standards: tools for the Archivists”. Archivum, 1994, vol. XXXIX, p.
241-250.
Archivística y nuevas tecnologías: Lluís-Esteve Casellas i Serra
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14
Christine NOUGARET (1997), vease nota 5
15
GAVREL, Sue (1994), vease nota 13
16
Kent M. HAWORTH presenta un ejemplo muy interesante en el que están implicadas diferentes
administraciones y agentes del sector privado de Nueva Escocia en “Standardizing archival description”.
Archivum, 1994, vol. XXXIX, p. 187-199.
17
En cuanto a la confluencia profesional entre archiveros, ingenieros e informáticos: CASELLAS SERRA,
Lluís-Esteve. “L'arxiver i la societat de la informació”. Lligall, 1998, núm. 13, p. 85-126.
18
Sobre la experiencia del diseño e implantación de un sistema de gestión del conocimiento WEB, Phillip J.
“Mise en oeuvre d’un système de gestion des connaissances au sein de l’agence d’évolution et de
recherche de la défense (DERA)”. En: Actes du DLM – Forum sur les données lisibles par machine.
Luxembrug: Oficina de Publicaciones Oficiales de la Comunidad Europea, 1997, p. 275-282
19
FITZLOFF, Emily; GARDNER, Dana. “Web opens enterprise portals”. Infoworld, 1999 (enero).
[http://inforworld.com]. El sistema toma como base la integración de Data Warehouses, Data Marts, Data
Mining y de la gestión del conocimiento (Knowledge Management)
20
MARTÍNEZ, José M; LÓPEZ, Luis; HILERA, José R.; GUTIÉRREZ, Jóse A. “Conditions requises pour les
systèmes d’information. Projet SIDIM pour les administrations locales”. En: Actes du DLM – Forum sur les
données lisibles par machine. Luxembrug: Oficina de Publicaciones Oficiales de la Comunidad
Europea,1997, p. 132-137.
21
Como ejemplo VALLE PALMA VILLALÓN, Maria del; GARCÍA-RAMOS, Luis A. “Diseño conceptual de una
Intranet de interés en gestión documental”. En: 6es Jornades Catalanes de Documentació. Cap a la societat
digital: un món en contínua transformació. Barcelona: Societat Catalana de Documentació i Informació,
Col·legi Oficial de Bibliotecaris – Documentalistes de Catalunya, 1997, p. 333-345
22
Sobre este punto inciden diversos autores, pero es especialmente remarcable la consideración ajena a la
archivística hecha por Eduard TORRELAS ALBIAC (“Sistemes d’informació per a la direcció: la resposta a
les necessitats d’informació de l’empresa moderna”. En: Q. Revista de Qualitat, 1999, núm. 32 (enero), p. 4-
8) sobre las necesidades de contextualización de los datos en los sistemas de análisis estrategico
(Executive Information Systems, EIS) para niveles superiores de decisión, a diferencia de los sistemas más
tradicionales de soporte a la toma de decisiones en los niveles intermedios de una empresa (Decision
Suport Systems), que son quienes los generan. Otros problemas que menciona son la sobrecarga de datos
y la heterogeneidad de la información.
23
DOLLAR, Ch. M. “Seizing the opportunity: archivists in the information age”. Archivum, 1994, vol. XXXIX, p.
449-455
24
KESNER, Richard M. (1998) véase nota 12
25
DOCULABS (1998, véase nota 6), mantiene en su informe que la eclosión de las tecnologías de la
información va ligada a la multiplicación de los documentos generados por la facilidad de duplicación y
diseminación que comportan y, por tanto, obligará a las organizaciones a tomar medidas que garanticen su
“higiene documental” para poder sobrevivir al exceso de información.
26
Como ejemplo CANELA, Montserrat; CAMPOS, Isabel; DOMINGO, Joan; SERRA, Jordi, “Le processus
d’évaluation comme moyen d’intégrer le point de vue archivistique dans la planification, la création et la
utilisation de documents électroniques et de systèmes automatisés. Étude de cas”. En: Actes du DLM –
Forum sur les données lisibles par machine. Luxembrug: Oficina de Publicaciones Oficiales de la
Comunidad Europea,1997, p. 113-117.
27
Para una visión global de todo lo que esto supone tanto para los archiveros como para los productores y
usuarios BORRÁS, Joaquim. “Les relacions entre els arxivers i els productors de documents”. Lligall /
Janus, 1998, núm. 12 / 1998.1, p. 101-115.
28
Para una aproximación a las tendencias en gestión de la información en el ámbito de las bibliotecas y
centros de documentación: SILLERAS, Maria Elvira. “Tecnología y calidad al servicio del ciudadano: el
Centro de Información Municipal”. En: IV Jornadas Españolas de Documentación. Actas. Valencia:
FESABID, 1998, p. 847 – 853, y VIVES GRÀCIA, Josep. “La missió de la biblioteca pública a la societat de
la informació”. Métodos de Información, 1996, vol. 3, núm. 14-15 (noviembre), p. 41-48
Archivística y nuevas tecnologías: Lluís-Esteve Casellas i Serra
consideraciones sobre terminología, conceptos y profesión lecasellas@ajgirona.org
29
DOLLAR, CH. M. “Arxivers i gestors de documents: un programa per a l’era de la informació”. Lligall, 1996,
núm. 16, p. 13-26, y KESNER, Richard M. (1998), véase nota 12.
30
DOLLAR, CH. M. (1996) véase nota 29. Ch. Dollar usa el termino “información” allí donde en este texto
consta “documentos” o “documentos electrónicos”.
31
WALNE, Peter (ed. ). Dictionary of Archival Terminology = Dictionnaire de terminologie archivistique.
Munich; Nueva York; Londres; Paris: saur, 1988 (2ª ed. ), ICA Handbooks Series, vol. 7, p. 56-57.
32
Para una visión general de los requerimientos de la gestión y conservación de los documentos electrónicos:
BEARMAN, David. “The Physical Archives and the Virtuals Archives”. Archivum, 1997, vol. XLIII, p. 150-167.
33
Sobre los problemas de llevar a cabo la valoración en el contexto de los documentos electrónicos y de
identificar las necesidades probatorias y de evidencia a largo plazo: EASTWOOD, Terence. “The retention
schedule in the integrated management of records”. Archivum, 1997, vol. XXXIX, p. 52-56, a partir de las
experiencias realizadas en el ámbito norteamericano.
34
INSAR – Supplement III. Guide de l’Information numérique. Luxemburg: Oficina de Publicaciones Oficiales
de la Comunidad Europea, 1998, p. 11-16 y 49-50.
35
La Guide de l’Information numérique distingue entre la estructura lógica y un cuarto elemento que identifica
como “presentación”. El presente trabajo opta por la opinión expresada por la mayoría de los autores de la
bibliografía consultada, es decir por unificar estos dos elementos teniendo en cuenta que generalmente
están estrechamente relacionados.
36
HORSMAN, Peter. “Un système expert pour la gestion de documents électroniques”. En: Actes du DLM –
Forum sur les données lisibles par machine. Luxemburg: Oficina de Publicaciones Oficiales de la
Comunidad Europea,1997, p. 54-59.
37
SKUPSKY, Donald. “Establishing retention periods for electronic records”. Records Management Quarterly,
1993 (abril), extraido de HIGGS, Edward. “From medieval erudition management: the evolution of the
archival profession”. Archivum, 1997, vol. XLIII, p. 142.
38
DOCULABS (1998, véase nota 6)
39
Para una aproximación a la consideración de bases de datos como “documento oficial”, el ejemplo sueco
planteado en GRÄNSTRÖM, Claes. “Relations entre créatreurs, utilisateurs et conservateurs d’information”.
En: Actes du DLM – Forum sur les données lisibles par machine. Luxemburg: Oficina de Publicaciones
Oficiales de la Comunidad Europea,1997,p. 38-42.
40
El Data Mining también se conoce como Knowledge Discovery in Databases (KDD) y se basa en el uso de
técnicas de explotación de datos contenidos en los Data Warehouses. Para una información básica: Data
Mining Notes. The Queen’s University of Belfats. [http://www-
pcc.qub.ac.uk/tec/courses/datamining/stu_notes/dm_book_1.html/]
41
HOFMAN, Johan. “Aspects multidisciplinairesdes documents électroniques, notions du cycle de vie es
dcouments électroniques, caracteristiques et liens avec le flux de l’information / le flux de travaux”. En:
Actes du DLM – Forum sur les données lisibles par machine. Luxemburg: Oficina de Publicaciones Oficiales
de la Comunidad Europea,1997, p. 30-37.
42
Los planteamientos sobre el trabajo de investigación realizado por la University British Columbia siguen los
esquemas expuestos por DURANTI, Lucia. “Préservation de l’intégrité des données électoniques”. En :
Actes du DLM – Forum sur les données lisibles par machine. Luxemburg: Oficina de Publicaciones Oficiales
de la Comunidad Europea,1997, p. 60-65, y por DURANTI, Lucia; EASTWOOD, Terry; MACNEIL, Heather.
“The preservation of the Integrity of Electronic Records”. University British Columbia.
[http://slais.ubs.ca/users/duranti/intro.htm]
43
La definición de “sistema de archivo” tal y como se entiende en el proyecto de la UBC se encuentra en
DURANTI, Lucia (1997), véase nota 42
44
BEARMAN, David (1997), véase nota 32
45
Planteamiento de David BEARMAN recogido en Lucia DURANTI (1997), véase nota 42.
Archivística y nuevas tecnologías: Lluís-Esteve Casellas i Serra
consideraciones sobre terminología, conceptos y profesión lecasellas@ajgirona.org
46
HOFMAN, Johan (1997), véase nota 41
47
HOFMAN, Hans. “Dealing with electronic records: intellectual control of records in the digital age”. Lligall /
Janus, 1998, núm. 12 / 1998.1, p. 153-163
48
DOLLAR, CH. M. (1994), véase nota 23
49
Para una visión general sobre el principio de respeto al fondo y el principio de procedencia: DUCHEIN,
Michel. “El respeto de los fondos en archivística: principios teóricos y problemas prácticos”. En: WALNE, P.
(ed.). La administración moderna de archivos y la gestión de documentos: el Prontuario RAMP. París:
UNESCO, 1985 (PGI – 85/WS/32), p. 69-92.
DUCHEIN, Michel. “Le principe de provenance et la patrique du tri, du classemente et de la description en
archivistique contemporaine”. Lligall / Janus, 1998, núm. 12 / 1998.1, p. 87-100
PETILLAT, Christine . “Notions fondamentales de l’archivistiqe integrée (II)”. Archivum, 1994, vol. XXXIX, p.
14-23.
50
Sobre estos aspectos véase la bibliografía citada en la nota anterior, especialmente Michel Duchein y los
siguientes trabajos:
LODOLINI, Elio. Archivística: principios y problemas. Madrid: ANABAD, 1998 (1ª ed. 1984), 358p.
HARDENBERG, Herman. “Algunas referencias sobre los principios para el ordenamiento de archivos”. En:
WALNE, P. (ed.)La administración moderna de archivos y la gestión de documentos: el Prontuario RAMP.
Paris: UNESCO, 1985 (PGI – 85/WS/32), p. 93-96
51
Christopher KITCHING expone las vicisitudes de redacción y aprobación de la norma ISAG (G) en “La
normalització de la descripció arxivística”. Lligall, 1993, núm. 6, p. 43-55
52
Propuesta expuesta en BEARMAN, David; LYTLE, Richard H. “The power of principle of provenance”.
Archivaria, 1985-1986, núm. 21, y recogida por PÉTILLAT, Christine (1994, vease nota 49); y en MULÉ,
Antone. “The principle de provenance: should it remain the Bedrock of professions?”. Archivum, 1997, vol.
XLIII, p. 233-256
53
HOFMAN, Johan (1997), véase nota 41
54
Las ideas expuestas siguen los planteamientos de DURANTI, Lucia (1997), véase nota 42.
55
HEREDIA HERRERA, Antonia. Archivística general. Teoría y práctica. Sevilla: Diputación, 1991 (5ª ed.
actualizada), p. 171 y siguientes. Recoge la tradición francesa al respecto.
56
LODOLINI, Elio (1998), p. 149 y siguientes, véase nota 50, y VÁZQUEZ MURILLO. Manuel. “Cicle vital
centrat en la vigència”. Lligall, 1997, núm. 11, p. 115-121
57
HOFMAN, Johan (1997), véase nota 41. Mantiene que esta es una fase exclusiva de los documentos
electrónicos.
58
Traducción libre del autor de DOLLAR, CH. M. (1994), en sus conclusiones, véase nota 23.