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JUZGADOR
PÁG. 5/13
TESTIGOS DE
IDENTIDAD
RESERVADA Y
DERECHO DE
DEFENSA
PÁG.7/21
COMPETENCIA
ABSOLUTA DEL
TRIBUNAL ORAL
AGOSTO – DICIEMBRE 2017 PÁG. 11/47
TESTIGOS QUE NO
BOLETÍN DE DECLARARON EN LA
INVESTIGACIÓN
FALLOS
PÁG. 63
VARIOS
RELEVANTES
PÁG 72
Unidad de Estudios
Comentarios y Jurisprudencia Regional
DEFENSORÍA PENAL
PUBLICA
Región De Coquimbo
Contenido
PRESENTACIÓN .............................................................................................................. 4
COMENTARIOS ................................................................................................................ 5
I.- IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR ......................................................................... 5
II.- TESTIGOS DE IDENTIDAD RESERVADA Y DERECHO DE DEFENSA ................ 7
III. - COMPETENCIA ABSOLUTA DEL TRIBUNAL ORAL ........................................ 11
ANEXO DE SENTENCIAS .............................................................................................. 13
I.- IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR ....................................................................... 13
1.- Corte Suprema acoge recurso de nulidad por afectación del derecho al
debido proceso y la garantía de imparcialidad del juzgador (CS 29.08.2017 rol
34418-2017) ............................................................................................................ 13
II.- TESTIGOS DE IDENTIDAD RESERVADA Y DERECHO DE DEFENSA .............. 21
1.- Corte revoca sentencia dictada por el JG de coquimbo, permitiendo la
incorporación de testigos con reserva de identidad (CA de La Serena
21.11.2017 rol 600-2017) ....................................................................................... 21
2.- Tribunal absuelve imputados por homicidio en razón de la precariedad de la
prueba de cargo fundada principalmente en declaraciones de testigos de oídas
(TOP La Serena 2017.12.12 RIT 314-2017) ........................................................... 24
III.- COMPETENCIA ABSOLUTA DEL TRIBUNAL ORAL ......................................... 47
1.- Corte resuelve contienda de competencia entre el TOP y JG resolviendo que
éste último es competente para pronunciarse sobre la suspensión del
procedimiento por enajenación mental (CA La Serena 12.10.2017 rol 527-2017)
................................................................................................................................ 47
2.- TOP es incompetente para conocer y fallar de las faltas penales por expresa
disposición de los artículos 14 del COT (TOP de La Serena 27.09.2017 rol 246-
2017) ....................................................................................................................... 48
3.- CA de La Serena rechaza recurso de nulidad interpuesto por el MP: el TOP
es incompetente para conocer y juzgar faltas penales (CA La Serena 20.11.2017
rol 552-2017) .......................................................................................................... 57
IV.- TESTIGOS QUE NO DECLARARON EN LA INVESTIGACIÓN........................... 63
1.- Corte rechaza apelación del MP por exclusión de prueba, argumentando
falta al deber de registro y afectación al derecho de defensa del imputado (CA
La Serena 30.08.2017 rol 423-2017) ...................................................................... 63
2.- Corte acoge apelación del MP por exclusión de testigo que no había
declarado en la investigación (CA de La Serena 18.10.2017 rol 530-2017) ....... 66
3.- Corte acoge apelación del MP por exclusión de testigo que no había
declarado en la investigación, no existe infracción al artículo 332, 227 ni 228
del CPP (CA de La Serena 21.12.2017 rol 663-2017) ........................................... 68
3.- Corte confirma exclusión de prueba de testigo que no declaró en la
investigación tanto por impertinencia como por inobservancia de garantías
fundamentales (CA La Serena 26.12.2017 rol 659-2017) ..................................... 69
V.- VARIOS ................................................................................................................. 72
1.- Corte rechaza recurso de nulidad interpuesto por la DPP por errores en la
formulación del recurso (CA La Serena 13.09.2017 rol 391-2017)...................... 72
2.- Corte rechaza recurso de nulidad del MP en razón de no precisar el
principio, máxima o conocimiento erróneamente aplicados y la forma en que
se produce la infracción (CA La Serena 02.10.2017 rol 441-2017) ..................... 77
3.- Corte revoca resolución que negó sobreseimiento definitivo por
vencimiento del plazo de observación de una suspensión condicional: la
solicitud de revocación no interrumpe el transcurso de dicho plazo (CA La
Serena 22.11.2017 rol 595-2017) ........................................................................... 81
Presentación
Estimados:
1
Omitimos el comentario sobre este tema remitiéndonos al análisis efectuado por Mauricio Duce en
su artículo “La declaración en juicio de testigos del Ministerio Público sin registro en la etapa de
investigación: un cambio relevante en la jurisprudencia de la Corte Suprema”, disponible en
http://www.elmercurio.com/Legal/Noticias/Analisis-Juridico/2012/11/08/La-declaracion-en-juicio-de-
testigos-del-ministerio-publico-sin-registro-en-la-etapa-de-investigacion-un-cambio-relevante-en-la-
jurisprudencia-de-la-Corte-Suprema.aspx (Revisado al 27-12-2017)
Comentarios
2
CA La Serena, 2015.03.24, rol n°63-2015. Fallo incluido en el Boletín de Fallos Relevantes Enero-Junio 2015
de la Unidad de Estudios Regional de Coquimbo, p. 57.
de los antecedentes, conminando a sus representantes a recurrir a una vía diversa de la
elegida para obtener la sanción del hecho materia de la causa” (Considerando 7°).
Junto a la actuación del defensor Hugo Lagunas que tuvo el acierto de reconocer
y precisar el momento en que se produce la infracción y las garantías involucradas resulta
destacable la actividad desplegada tanto por éste como por el defensor Carlos Tello en la
preparación del recurso reclamando, en todo momento, del vicio cometido.
II.- TESTIGOS DE IDENTIDAD RESERVADA Y
DERECHO DE DEFENSA
Resulta bastante interesante analizar como la utilización de testigos cuya identidad
aparece reservada al imputado por una pretendida protección de la integridad del
declarante puede compatibilizarse con el derecho de defensa del inculpado, permitiendo la
posibilidad real de éste y su abogado de controvertir las declaraciones. En efecto, existe un
evidente conflicto entre el interés del testigo – y del Ministerio Público - en que la
participación en el proceso del deponente no le signifique una exposición a un riesgo o
peligro y, por otra parte, el interés del imputado – y su defensa - de conocer la mayor
cantidad posible de información respecto de la identidad de los testigos de cargo, a fin de
contar con mayores elementos para intentar desacreditar al testigo y/o a su testimonio3.
A diferencia de leyes especiales que permiten expresamente la utilización de la
4
reserva , en nuestro CPP no existen normas que expresamente se ocupen de ella. Así, no
se emplean conceptos como testigos de identidad reservada ni ninguna otra nomenclatura
similar. Por el contrario, el artículo 259 del CPP establece como principio la necesidad de
individualización completa de los testigos en la acusación y, como excepción la posibilidad
de omitir el domicilio del testigo, cuestión que más bien se encuentra ligada a la reserva
respecto de terceros, que respecto de los propios intervinientes. A su turno, el artículo 308
del CPP que indica la posibilidad que, en el contexto del juicio oral, se decreten medidas
especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo no menciona la reserva de
identidad como una de ellas.
A pesar de lo anterior, la Jurisprudencia chilena ha tendido en forma uniforme a
permitir la utilización de testigos reservados no sólo a propósito de la normativa especial
que establece medidas extraordinarias de protección de testigos sino, incluso respecto de
investigación de delitos “comunes”.
Así la Excma. Corte Suprema en diversos pronunciamientos los admite: CS
03.06.2011 rol 2921-2011, CS 07.11.2012 rol 6711-2012, CS 23.04.2013, rol 1504-2013 y
CS 21.12.2015 rol 21546-2015 haciendo eco a la doctrina sustentada a nivel internacional.
En el mismo sentido, las Ilma. Cortes de Valparaíso5, Temuco6 y Concepción7.
Se indica así por la Excma. Corte Suprema en fallo de fecha 21 de diciembre de
2015, rol 21546-2015, que los artículos 307 y 308 del CPP, permiten la adopción de las
medidas "en casos graves y calificados" por " el tiempo razonable que el tribunal dispusiere
y podrán ser renovadas cuantas veces fuere necesario", normativa que tiene su correlato
en cuerpos penales especiales como la Ley Nº 18.314 o la Ley Nº 20.000 y que en la posible
colisión entre el derecho a la protección de testigos y el de la defensa, lo relevante a efectos
3
Ríos Leiva Erick, La Admisibilidad de la Declaración de Testigos desconocidos por la Defensa, Propuesta
de un estatuto consistente con un sistema adversarial, p. 3 y 4. Disponible en
https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjVq7
SDtKrYAhVBGZAKHWYMC0UQFggmMAA&url=http%3A%2F%2Fcejamericas.org%2Fcongreso10a_rpp%2FERI
OS_laadmisibilidaddeladeclaraciondetestigos.pdf&usg=AOvVaw2RBAK3hEigAd1Tyx7M7wgz
4
Así permiten la utilización de esta institución para delitos terroristas, el artículo 15 letra a) de la ley 18.314;
para los delitos de Tráfico ilícito de drogas, el artículo 33 A letra a) de la ley 19.36; para el delito de lavado de
activos, el artículo 25 letra a) de la ley 19.913, que hace aplicable las normas sobre protección de testigos
previstas en la ley 19.366
5
Fallo de fecha 22 de febrero de 2007, rol 57-2007
6
Fallo de fecha 5 de noviembre de 2008, rol 1912-2008
7
Fallo de fecha 19 de diciembre de 2014, rol 754-2014
de desentrañar una efectiva conculcación de los derechos del imputado radica en las
motivaciones para conceder la protección solicitada (considerando 7º de la sentencia de la
Excma. Corte Suprema).
En esta misma línea se enmarca el fallo de la Ilma. Corte de Apelaciones de La
Serena de fecha 21 de noviembre de 2017, Rol 600-2017 que acogiendo apelación del MP
deja sin efecto resolución dictada por el JG de Coquimbo y ordena la incorporación de
testigos con reserva de identidad en el auto de apertura. La Sra. Juez de Garantía de
Coquimbo había estimado que la imposibilidad de contrastar las declaraciones o poder
verificar de quien es la persona que va a declarar, sin encontrarnos en aquellos casos en
que exclusivamente la ley prohíbe la divulgación o reserva de testigos protegidos, lo que
afecta el debido proceso. La Ilma. Corte, siguiendo una visión muy restrictiva de la regla de
exclusión establecida en la primera parte del inciso 3° del artículo 276 del CPP, revoca la
resolución apelada por estimar que “no aparece que las declaraciones de los testigos
reservados hayan sido obtenidas con inobservancia de garantías constitucionales, y que,
por otra parte, tampoco en la especie se advierte alguna de las otras hipótesis de exclusión
de prueba contempladas en el artículo 276 del Estatuto Persecutorio Criminal”.
Poniéndolos ya en el caso de la procedencia general de los testigos de identidad
reservada en nuestra legislación, y más allá de las restricciones de contenido indeterminado
que como hemos indicado señala la Excma. Corte Suprema para que el tribunal permita su
procedencia, surge la interrogante de qué medidas concretas de mitigación permiten
salvaguardar el derecho del imputado y su defensa de controvertir los testimonios de tales
testigos.
El Tribunal Constitucional se ha pronunciado tangencialmente sobre el tema en
dos pronunciamientos del año 2014 en los que el MP promovió una contienda de
competencia entre JG y la Fiscalía, tratándose de arrogarse el persecutor el monopolio
exclusivo en lo que dice relación con la dictación de medidas de protección en favor de
testigos como la reserva de identidad: TC 09.07.2014 rol 2656-2014 y TC 09.07.2014 rol
2657-2014
El TC indica que corresponde a la judicatura pronunciarse en último término a fin
de velar por el debido proceso de manera de salvaguardar los requisitos que exige la
doctrina para legitimar la comparecencia en el proceso de testigos con identidad reservada
haciendo suyo los planteamientos de Oliver, Guillermo, "Acusaciones secretas" en Matus,
Jean Pierre, Beccaria 250 años después, Euros Editores S.R.L.- B. de F. Ltda., Buenos
Aires, 2011, p. 153-1548. Entre cuyas condiciones destacan:
1.- que la reserva de identidad se decrete sólo en la persecución de delitos de
extrema gravedad;
2.- que se disponga únicamente si hay datos concretos que permitan presumir un
atentado grave en contra del testigo;
3.- que el anonimato del testigo realmente sirva para evitar tal atentado;
4.- que no exista otra forma de impedir dicho atentado menos lesiva del derecho
de defensa del imputado (como la caracterización física del testigo o impedir el ingreso del
público a la sala de audiencias);
5.- que el tribunal sí conozca la identidad del testigo;
6.- que la defensa del imputado pueda interrogar al testigo;
7.- que la declaración prestada por el testigo durante la investigación haya podido
ser revisada por la defensa del acusado con el tiempo suficiente para preparar el
contrainterrogatorio;
8.- que el tribunal sea más exigente para atribuir fuerza probatoria a los dichos del
testigo de cargo cuya identidad la parte desconoce, que a los del testigo de descargo cuya
8
Considerando 19° de fallo rol 2656-2014
identidad el acusador sí conoce (por la desigualdad de armas en el plano de la
contradicción); y
9.- que la eventual condena no se fundara solamente ni de modo principal en las
declaraciones del testigo con identidad reservada.
Por su parte, a nivel supranacional la Corte Interamericana analizó la utilización de
testigos reservados para nuestro país en el Fallo del Caso Norín Catrimán y otros9, de fecha
29 de mayo de 2014 cuestión que analiza a partir del considerando 241.
Si bien la Corte Internacional admite la posibilidad de testigos reservados
establece que cuestiones deben considerarse para que su procedencia armonice lo
dispuesto en la letra f) del artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos, esto
es, “El derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de
obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar
luz sobre los hechos” [1], con la obligación estatal de garantizar los derechos a la vida y la
integridad, la libertad y la seguridad personales de quienes declaran en el proceso penal,
justificándose la adopción de medidas de protección.
Los resguardos que de ser considerados son los siguientes:
1.- Que las medidas de protección que se adopten queden sujetas a control judicial
fundándose en los principios de necesidad y proporcionalidad, tomando en cuenta que se
trata de una medida excepcional y verificando la existencia de una situación de riesgo para
el testigo.
2- que la afectación al derecho de defensa de los imputados que se derivó de la
utilización de la medida de reserva de identidad de testigos estuvo suficientemente
contrarrestada por medidas de contrapeso[2] y
3.- la condena no puede estar fundada únicamente o en grado decisivo en
declaraciones realizadas por testigos de identidad reservada[3].
Tales aprehensiones y salvaguardas del derecho de defensa han sido
considerados por el TOP de La Serena en fallo de fecha 12 de diciembre de 2017, RIT 314-
2017, recaído en la causa ya comentada en la que tuvo injerencia la Ilma. Corte de
Apelaciones de la Serena.
9
El fallo que reviste interés además por tratar entre otros temas la existencia de un tipo penal amplio
e indefinido en la determinación del carácter terrorista de un acto y las deficiencias sustantivas y
procesales de la Ley 20.000 se encuentra disponible para su revisión en la página
https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwj14p
f9xqrYAhWBi5AKHT7rA80QFggmMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.corteidh.or.cr%2Fdocs%2Fcasos%2Farticu
los%2Fseriec_279_esp.pdf&usg=AOvVaw3MqtpyarDp66Us7zSvrIX4
[1]
“puesto que impide a la defensa realizar preguntas relacionadas con la posible enemistad, prejuicio y
confiabilidad de la persona misma del declarante, así como otras que permitan argumentar que la declaración
es falsa o equivocada” Considerando 242, p. 86.
[2]
“tales como las siguientes: a) la autoridad judicial debe conocer la identidad del testigo y tener la posibilidad
de observar su comportamiento durante el interrogatorio con el objeto de que pueda formar su propia
impresión sobre la confiabilidad del testigo y de su declaración, y b) debe concederse a la defensa una amplia
oportunidad de interrogar directamente al testigo en alguna de las etapas del proceso, sobre cuestiones que
no estén relacionadas con su identidad o paradero actual; lo anterior con el objeto de que la defensa pueda
apreciar el comportamiento del testigo bajo interrogatorio, de modo que pueda desacreditarlo o, por lo
menos, plantear dudas sobre la confiabilidad de su declaración” Considerando 246, p. 86.
[3]
La determinación de si este tipo de pruebas ha tenido un peso decisivo en el fallo condenatorio dependerá
de la existencia de otro tipo de pruebas que corrobore aquellas de tal forma que, a mayor prueba
corroborativa, menor será el grado decisivo que el fallador otorga al testimonio de identidad reservada”
Considerando 247, p. 87.
El MP trató de acreditar la participación de los acusados en base a la reproducción
efectuada por parte de los funcionarios policiales de las declaraciones de testigos
empadronados, testigos con identidad protegida que no comparecieron a la audiencia y de
las propias declaraciones de los imputados prestadas en sede policial. Por su parte, los
defensores plantearon que tal prueba de cargo rendida difícilmente podía acreditar la
participación de los imputados. Entre ellos, el defensor José Miguel Riquelme planteó la
Jurisprudencia sustentada por la Corte Interamericana en el fallo ya citado que fue recogida
por los sentenciadores.
El TOP de La Serena señala que no se pudo otorgar valor a los dichos de testigos
que no declararon en el juicio, ya que esto no se ajusta al principio de inmediación y
contradicción que, derivado del derecho fundamental de defensa en juicio, garantiza al
imputado la realización de un efectivo control de la prueba de cargo, a través de su defensor
técnico. Indican así que ello implicaría “valorar manifestaciones de testigos que no han sido
exhortados a decir verdad ni a responder con claridad y precisión” y que “a lo que cabe
agregar, que a la propia percepción del hecho efectuada por el testigo directo se le suma la
valoración personal que haga del evento el testigo de oídas… pues éste último viene a
reemplazar al juez en su labor apreciando la declaración testifical de la cual es receptor”.
Por último que, “efectivamente, cabe agregar, reafirmando tal conclusión, que en concepto
de estos sentenciadores el principio de contradictoriedad configura una regla esencial para
la manifestación del debido proceso en materia procesal penal, pues sin esta posibilidad la
idea de la materialización del principio constitucional del procedimiento racional y justo sería
sólo una ilusión y por ello no es posible sustentar la decisión judicial en una testimonial
que no ha podido ser contradicha en la oportunidad pertinente, esto es, en la audiencia
de juicio oral” (Considerando 10°)
El TOP de La Serena indica haber tenido a la vista en su decisión las “garantías
mínimas” que consagra el artículo 8° del “Pacto de San José de Costa Rica”,
particularmente, la ya mencionada letra f), citando los fallos de los casos “Castillo Petruzzi
y Otros versus Perú”10; “J. vs. Perú”11, y “Norín Catrimán y otros Vs. Chile”. Cita, asimismo,
la doctrina formulada por el Profesor Héctor Hernández, en su artículo “Contra Los
Testimonios de Oídas Pre-constituidos”12
10
Analizado en la Ficha técnica respectiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, disponible en
el sitio http://www.corteidh.or.cr/cf/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=367&lang=es (Revisado
al 27-12-2017)
11
Analizado en la Ficha técnica respectiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, disponible en
el sitio http://www.corteidh.or.cr/CF/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=370 (Revisado al 27-12-
2017)
12
Publicado en el Diario El Mercurio Legal con fecha 16 de Mayo de 2012 y disponible en el sitio web
http://www.elmercurio.com/Legal/Noticias/Analisis-Juridico/2012/05/16/Contra-los-testimonios-de-oidas-
preconstituidos.aspx (Revisado al 27-12-2017)
III.- COMPETENCIA ABSOLUTA DEL
TRIBUNAL ORAL
A casi dos décadas del inicio de la Reforma Procesal Penal pueden aún apreciarse
discusiones acerca de la competencia que corresponde a los Tribunales de Juicio Oral en
Lo Penal para conocer de ciertas materias.
La Ilma. Corte de Apelaciones de La Serena por medio de resolución de 12 de
octubre de 2017 Rol N° 527-2017 se encargó de dirimir la contienda de competencia que
se había suscitado entre el Juzgado de Garantía de Ovalle y el Tribunal Oral en Lo Penal
de dicha ciudad al plantearse una solicitud de suspensión del procedimiento conforme el
artículo 458 del CPP cuando el procedimiento ya se encaminaba a la realización del juicio.
La duda que podía suscitarse era si el desasimiento del Juzgado de Garantía para
el conocimiento de la cuestión principal le impedía hacerse cargo de tal solicitud la que
debía ser tramitada, por tanto, ante el tribunal del juicio.
La Corte resuelve indicando que el tribunal competente es el JG conforme se
desprende de los artículos 458, 462 y 465 del CPP y que el TOP, sólo puede conocer,
conforme el artículo 265 del CPP de las excepciones de cosa juzgada y a la extinción de la
responsabilidad penal, situaciones que escapan a la petición formulada por la defensa
(Considerandos 1° y 2° del falo citado).
Un segundo aspecto de interés en relación al tema de la competencia se planteó
como consecuencia de un fallo del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de La Serena de
fecha 27 de septiembre de 2017, Rol 246-2017. La sentencia absolvió al acusado por el
delito de plantación de especies vegetales del género Cannabis Sativa, previsto en el
artículo 8° de la Ley N° 20.000, por considerar que el cultivo se encontraba destinado al
consumo personal y próximo del acusado pero que, asimismo, se inhibe de emitir condena
por la falta del artículo 50 de la Ley 20.000.
El Tribunal entiende que carece de competencia para ello, desde que el
conocimiento y fallo de las faltas penales, conforme el artículo 14 del COT, sólo corresponde
a los Juzgados de Garantía. No existe en nuestra legislación actual ninguna norma que
permita al TOP pronunciarse de manera excepcional respecto de una falta como, en cambio,
sí contemplaba en forma expresa, para situaciones similares, el artículo 506 del Código de
Procedimiento Penal de 1906, que otorgaba competencia al Juez del Crimen respecto de
hechos cuyo conocimiento, por regla general, estaba entregado a los Juzgados de Policía
Local.
El Ministerio Público dedujo recurso de nulidad contra dicho fallo entendiendo la
existencia de un error de derecho en cuanto a la interpretación de las disposiciones legales
que regulan la competencia del Tribunal Oral y una afectación al principio de
inexcusabilidad de los tribunales de justicia consagrado a nivel constitucional y legal. En
este punto resulta destacable comentar que el defensor Armin Staub, a quien correspondió
la defensa del imputado en el juicio oral, solicitó derechamente la absolución por el delito
del artículo 8° de la Ley y no la recalificación a falta de consumo con lo que debilitó el
segundo argumento del ente persecutor. En efecto, nadie solicitó en el juicio la recalificación
por la falta del artículo 50 de la Ley 20.000, por lo que no podía entenderse “reclamada la
intervención” del Tribunal para resolver sobre ello13.
13
Con todo, la posibilidad de que ello hubiese ocurrido suponía, conforme lo dispuesto en el artículo 341 del
CPP, que el tribunal hubiere advertido previamente a los intervinientes durante la audiencia o reabrirla para
tal objeto.
Sin embargo, el recurso de Ministerio Público aún planteaba la interrogante si estas
reglas de competencia deben ser aplicadas sólo en la sustanciación del asunto o bien,
además, al momento de la resolución del mismo.
La Ilma. Corte de Apelaciones de La Serena entiende lo segundo en fallo de 20
de noviembre de 2017 que rechaza dicho el recurso de nulidad del Ministerio Público, Rol
552-2017. Se comparte el criterio del tribunal a quo en cuanto a que el Tribunal Oral carece
de competencia para conocer de faltas penales, competencia radicada exclusivamente en
los Juzgados de Garantía conforme los artículos 14 y 18 del COT “regla de competencia
absoluta que, por lo demás, el propio recurrente reconoce en su libelo recursivo”
(Considerando 5° del fallo citado).
Con lo anterior, el Ilmo. Tribunal confirma el criterio que mayoritariamente ha sido
sostenido por el TOP de La Serena conforme al cual si se acusa por una falta penal o si el
tribunal estima que procede la recalificación por una falta penal lo que procede es absolver,
careciendo el tribunal de competencia para condenar. El criterio es correcto, a mi juicio pues
las disposiciones de los artículos 14 y 18 del COT consagran reglas de competencia
absoluta y, en consecuencia, resulta imprescindible su aplicación.
Anexo de sentencias
I.- IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR
1.- Corte Suprema acoge recurso de nulidad por afectación del derecho al debido
proceso y la garantía de imparcialidad del juzgador (CS 29.08.2017 rol 34418-2017)
Normas asociadas: L 19.970 ART 17; CPP ART 373 letra A; CPR ART 19 Nº3; CPP ART
392; CP ART 366; CP ART 361; CPP ART 165, CPP ART 390; CPP ART 406; CPP ART
407; CP ART 495
SÍNTESIS: Corte Suprema, conociendo recurso de nulidad del artículo 373 letra a), anula
sentencia y juicio oral en causa que se condenó al imputado por abuso sexual de mayor de
14 años. El juez de garantía excediendo las facultades que le concede la ley y afectando el
principio de imparcialidad, presiona al fiscal para que retire un requerimiento por la falta de
ofensa al pudor y, en su lugar, formalice la investigación en contra del imputado por el delito
de abuso sexual incluso indicando modifique la descripción fáctica para tal objeto. El Exmo.
Tribunal señala que “si el juez de garantía ha considerado – aún por razones diversas a las
que la ley le permite tener en cuenta, como aparece de los antecedentes hechos valer en
estrados insuficientemente fundado el requerimiento en monitorio, la única alternativa
procesal era la citación a audiencia en procedimiento simplificado, encontrándose impedido
de ejercer presión sobre el órgano encargado de la persecución penal para que modifique
no sólo la calificación jurídica de los hechos que motivan el requerimiento, sino además la
descripción de los mismos…” (Considerando 7°).
TEXTO COMPLETO:
VISTOS:
En estos antecedentes RUC 1601143447-2, RIT 94-2017, del Tribunal Oral en lo Penal de
Ovalle, por sentencia de veintiocho de junio del año en curso, se condenó a F.S.T.C., en
su calidad de autor de un delito de abuso sexual de mayor de 14 años, previsto y
sancionado en el inciso 1° del artículo 366, en relación al artículo 361 N° 1, ambos del
Código Penal, en grado de desarrollo consumado, cometido en la comuna de Ovalle el día
04 de diciembre de 2016, a la pena de quinientos cuarenta y un días de presidio menor en
su grado medio y las accesorias legales de suspensión de cargos y oficios públicos durante
el tiempo de la condena. La misma sentencia dispone que el condenado deberá cumplir de
manera efectiva la pena privativa de libertad impuesta ante el Centro que Gendarmería de
Chile determine, sin días de abono que considerar, ordenando cumplir con lo dispuesto en
el artículo 17 de la Ley N° 19.970 y exime al sentenciado del pago de las costas de la
causa.
La defensa del sentenciado dedujo recurso de nulidad contra el indicado fallo, el que se
conoció en la audiencia pública de 9 de agosto del presente año, convocándose a los
intervinientes a la lectura de la sentencia para el día de hoy, como consta del acta
respectiva.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la defensa de F.S.T.C. sustenta su recurso en la causal del artículo 373
letra a) del Código Procesal Penal, consistente en la infracción sustancial, en cualquier
etapa del procedimiento o en la sentencia, de derechos o garantías asegurados por la
Constitución Política o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se
encuentran vigentes, vinculando esta causal con lo prescrito en el artículo 19 N° 3 inciso 6
y numeral 7 b) de la Constitución Política de la República, en relación con el derecho a un
proceso previo, legalmente tramitado y al derecho a defensa. Como fundamento del
recurso, refiere que su defendido había sido citado a una audiencia de requerimiento en
procedimiento simplificado, en la que se resolvió “Atendido que no se encuentra
suficientemente fundado el requerimiento, encontrándose incluso discordante el relato de
la víctima y los hechos que se le imputan a F.S.T.C., de conformidad al artículo 392 y
siguientes del Código Procesal Penal, se rechaza el requerimiento monitorio interpuesto,
notifíquese y cíteseles a todos los intervinientes a la audiencia de procedimiento, para el
día 12 de enero de 2017, a las 9.00 horas,…”.
En la audiencia de 12 de enero de 2017, conforme consta de los audios que cita y
habiéndose efectuado una breve relación del requerimiento, conforme lo prescrito en el
artículo 394 del Código Procesal Penal, el Juez de Garantía consultó a la fiscal por alguna
modificación o corrección formal al requerimiento, señalando ella que haría una corrección
en cuanto a la calificación jurídica de los hechos descritos, que constituyen el simple delito
del artículo 373 del Código Penal. Ante esto, el Juez señaló que los hechos tampoco
constituyen ese delito, que es un abuso sexual y no ofensas al pudor, al estimar que es un
acto de connotación sexual, por lo que no corresponde un requerimiento monitorio ni
simplificado ya que la descripción efectuada no da cuenta de ofensas al pudor o buenas
costumbres. Luego, el mismo magistrado consultó si el Ministerio Público necesita más
tiempo para estudiar el asunto, ya que no constituye una falta. Ante esto, la defensa se
opuso, ya que se ejerció la acción penal en los términos formulados en el requerimiento
respectivo, y solicitó se diera curso a la audiencia de acuerdo a las normas del
procedimiento simplificado, en atención a lo solicitado por parte del Ministerio Publico.
Acto seguido, el juez suspendió el procedimiento para que el Ministerio Publico reevaluara
lo obrado, señalando que estaba a tiempo de corregir la calificación, hacer una solicitud de
sanción distinta e incluso dejar sin efecto el requerimiento y plantear un procedimiento
ordinario, si así lo ameritan los hechos ya que lo obrado no lo obliga a llevar adelante todo
el procedimiento, sobre todo si hay un evidente error en la calificación jurídica de los
hechos. Por tanto, desechó la oposición de la defensa, suspendió la audiencia y fijó otra
para que se dilucide la situación, el Ministerio Publico corrija el requerimiento o, por último,
lo retire y solicite la formalización respectiva.
Posteriormente, con fecha 9 de febrero de 2017, su representado fue formalizado por el
delito de abuso sexual de mayor de 14 años, previsto y sancionado en el inciso 1° del
artículo 366, en relación al artículo 361 N° 1, ambos del Código Penal, atendida la solicitud
del Ministerio Publico.
Cerrada la investigación se acusó a su representado por el referido delito, realizándose la
audiencia de preparación de juicio oral en la que su parte vio conculcados sus derechos al
negarse el tribunal a incluir la prueba que ofreció, consistente en actas y resoluciones del
tribunal que dan cuenta de los hechos referidos precedentemente, rechazándose además
la nulidad procesal planteada ante lo resuelto.
Sin embargo y pese a la calificación dada por el Ministerio Publico en la acusación, en la
audiencia de juicio oral de fecha 23 de junio de 2017 el persecutor penal tanto en su alegato
de apertura como el de clausura, solicitó al Tribunal de Juicio Oral la recalificación de los
hechos al delito del artículo 373 del Código Penal señalando que en virtud del principio de
objetividad habían requerido por la figura del artículo 373 del Código Penal y que “por
circunstancias del tribunal de garantía nos vimos obligados a tener que concurrir a esta
sede judicial”, lo que se reiteró en la clausura, siendo secundado por la defensa en estas
peticiones, no obstante lo cual el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle condenó a
su representado por el delito de abuso sexual.
En atención a lo expuesto precedentemente, se debe considerar que se ha producido una
vulneración del derecho al debido proceso legalmente tramitado, en forma sustancial, ya
que al presentarse el requerimiento por el Ministerio Público se había ejercido
legítimamente la acción penal pública en sentido estricto y resultaba improcedente que
pudiese retrotraer el procedimiento a fases previas, desde la fase intermedia a la de
investigación porque ni aún en los casos de existir un vicio que permita anular actos del
proceso, la ley permite retrotraer la causa a fases previas, conforme lo prescribe el artículo
165 inciso 3° del Código Procesal Penal. Asimismo, la ley faculta al Ministerio Público a
formalizar o requerir, pero una vez ejercida tal facultad no puede ejercer la opción
alternativa, ya que nos encontramos ante un caso de preclusión por consumación toda vez
que el legislador no ha establecido una hipótesis general que permita mutar de un
procedimiento a otro, sino que regula de forma minuciosa los casos en que procede pasar
de un procedimiento ordinario a uno especial – al procedimiento simplificado conforme el
artículo 390 del Código Procesal Penal o al procedimiento abreviado conforme los artículos
406 y 407 del Código Procesal Penal – o de un procedimiento especial a otro – de
procedimiento monitorio al simplificado, en los casos señalados en el inciso final del artículo
392 del Código Procesal Penal.
En consecuencia, al no haber sido prevista la hipótesis en que se permita pasar de un
procedimiento especial a un procedimiento ordinario, menos es posible hacerlo en razón
de un cuestionamiento que formule el juez respecto del delito imputado o de la pena
solicitada, de manera que su actuación, permitiendo la mutación del procedimiento fuera
de los casos que la ley lo establece, choca frontalmente con las disposiciones que aseguran
la legalidad del procedimiento en cuanto manifestación del debido proceso, conforme las
disposiciones citadas, pero, además, como presupuesto de su actuación válida en cuanto
órgano del Estado, conforme lo dispuesto en el artículo 7 de la Constitución Política de la
República.
Por otro lado, el juez al instar al Ministerio Publico a obrar de esa manera actuó apartándose
de la base formativa del Poder Judicial de la pasividad del tribunal que establece el artículo
10° del Código Orgánico de Tribunales, conforme a la cual no puede actuar de oficio salvo
lo habilite una norma expresamente en tal sentido, pasó a asumir un rol que no le cabía
dentro del contexto de un proceso acusatorio, en el cual corresponde a los tribunales
conocer de las solicitudes planteadas por los intervinientes y al Ministerio Publico ejercer
la pretensión punitiva, determinando la extensión y contenido de la imputación de cargos,
vulnerando además el derecho del acusado a un tribunal imparcial.
Por todo lo expuesto, solicita declarar la nulidad del juicio oral y de la sentencia pronunciada
y, a fin de evitar se incurra nuevamente en los vicios indicados precedentemente, se
proceda a retrotraer el proceso a la audiencia de 12 de enero de 2017, dejando sin efecto
la resolución que dejó sin efecto el requerimiento y permitió la formalización de la
investigación y ordenando fijar audiencia de requerimiento en procedimiento simplificado
en el que no se incurra en el vicio referido precedentemente.
SEGUNDO: Que en la audiencia realizada para el conocimiento del recurso, el Ministerio
Público no controvirtió los hechos expuestos en el recurso, centrando sus alegaciones en
los cursos procesales que la defensa debió seguir para obtener una decisión favorable a
sus intereses, situación que permite tener por aceptado los siguientes hechos expuestos
en el recurso y en estrados:
- que en este procedimiento el Ministerio Público presentó un requerimiento monitorio en
contra del sentenciado por hechos que calificó como constitutivos de la falta
contemplada en el artículo 495 N° 5 del Código Penal;
- que dicha solicitud fue rechazada por el tribunal, por encontrarse insuficientemente
fundada y ser discordante con el relato de la víctima, por lo que los intervinientes fueron
citados a una audiencia de procedimiento simplificado;
- que el día de la audiencia de procedimiento simplificado, el tribunal la suspendió para
que el Ministerio Público reevaluara la situación, atendido que estaba a tiempo de
corregir la calificación jurídica e incluso hacer una solicitud de sanción distinta o dejar
sin efecto el requerimiento planteando un procedimiento ordinario ya que la
circunstancia que se haya deducido un requerimiento no obliga al persecutor a llevarlo
adelante sobre todo si hay un evidente error en la calificación jurídica de los hechos;
- que el Ministerio Público en su actuación siguiente solicitó la formalización del imputado
como autor del delito de abuso sexual, previsto y sancionado en el artículo 366 del
Código Penal, pidiendo que se dejara sin efecto el requerimiento intentado, continuando
el procedimiento hasta el cierre de la investigación, presentándose la correspondiente
acusación por el delito antes referido, dictándose el auto de apertura respectivo y
verificándose el juicio oral en que se dictó la sentencia atacada;
- Que en la sentencia impugnada se consigna que el Ministerio Público en los alegatos
de apertura sostuvo que “en su oportunidad requirieron por el artículo 373 del Código
Penal, pero se vieron obligados a concurrir a este tribunal… por lo anterior y ante el
análisis de los hechos, estima que éstos se encuadran dentro del artículo 373 del
Código Penal”, lo que reitera en la clausura, haciéndose cargo los jueces del fondo de
tales pretensiones del acusador en el motivo 13°, desestimándolas.
TERCERO: Que analizando la causal hecha valer, aparece que por su intermedio se objeta
por la defensa que el tribunal haya obligado al ente persecutor a sustituir una actuación
procesal propia de un procedimiento especial, por una inherente al procedimiento ordinario,
todo ello sobre la base de una discrepancia en torno a la exposición de los hechos
perseguidos y la calificación jurídico penal que corresponde a los mismos, objeción que se
ha extendido improcedentemente y más allá de las facultades que la ley confiere al
sentenciador, lo que se ha traducido en una injerencia indebida en las atribuciones
privativas del Ministerio Público que se ha visto obligado a sustituir un procedimiento,
formalizar y acusar a su representado fuera de los términos de la ley y en directa vulneración
de los derechos de éste, referidos a la legalidad del procedimiento y el derecho a un tribunal
imparcial.
CUARTO: Que tal como ha tenido oportunidad de señalar este tribunal en los ingresos
Nº4954-08, Nº. 1414-09, Nº 5922-2012 y Nº 4909-2013, entre otros, constituye un derecho
asegurado por la Constitución Política de la República el que toda decisión de un órgano
que ejerza jurisdicción se funde en un proceso previo legalmente tramitado, y el artículo 19
N° 3°, inciso sexto de esa Carta Fundamental, confiere al legislador la misión de definir
siempre las garantías de un procedimiento racional y justo. En torno a los tópicos que
contempla el derecho al debido proceso, se ha indicado que no hay discrepancias en
aceptar que, a lo menos, lo constituye un conjunto de garantías que la Constitución Política
de la República, los tratados internacionales ratificados por Chile y las leyes entregan a las
partes de la relación procesal, por medio de las cuales se procura que todos puedan hacer
valer sus pretensiones en los tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar
cuando no están conformes, que se respeten los procedimientos fijados en la ley, que se
dicten veredictos motivados o fundados, etc.; en tanto que por la imparcialidad del tribunal,
se comprenden tres garantías individuales de que gozan las personas de cara a la
organización judicial del Estado, a saber: el derecho al juez independiente, imparcial y
natural, referido principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos por los
tribunales señalados por la ley con anterioridad a la perpetración del hecho delictivo, sin
que otro poder del Estado pueda avocarse a esa función, y a la forma de posicionarse el
juez frente al conflicto, de modo que no medie compromiso con los litigantes o el asunto,
desde que en todo proceso penal aparece involucrado el interés público de la comunidad
en el esclarecimiento de los sucesos y el castigo de los delitos, como también la absolución
del inocente. Este interés debe ser tutelado exclusivamente por el Ministerio Público como
órgano predispuesto por el Estado precisamente con ese propósito, que incluye, por cierto,
la promoción de la acción penal pública y la carga de probar la culpabilidad del incriminado,
al mismo tiempo que el tribunal debe actuar con neutralidad y objetividad, de manera que
no abandone su posición equidistante de las partes y desinteresada respecto del objeto de
la causa.
En el aspecto que se analiza, no cabe duda que la concepción del proceso acusatorio como
contienda que rige en el sistema procesal penal, da cuenta de la consagración de los
valores democráticos de respeto a la persona del imputado y la presunción de inocencia
que le ampara, la que se tutela mediante la asignación de la carga de la prueba sobre el
acusador, la existencia de procedimientos previos y claramente establecidos, la posibilidad
que asiste a la defensa de refutar la imputación e instar por sus derechos en un
procedimiento oral y contradictorio, aspectos todos que plasman el reconocimiento
procedimental de la igualdad de las partes ante el tribunal.
QUINTO: Que la circunstancia que el proceso penal imperante consagre el juicio oral como
la máxima expresión de garantías en favor del ciudadano acusado de un delito no obsta a
que se hayan instaurado sendos procedimientos especiales y sumarios para enjuiciar
delitos de menor entidad.
Es así, como señala la doctrina nacional, que se introdujeron mecanismos de celeridad y
simplificación al procedimiento en atención a la ausencia de gravedad de ciertos hechos, a
través de los procedimientos simplificado y monitorio, que se aplican a solicitud del
Ministerio Público cuando éste requiera una pena no superior a presidio menor en su grado
mínimo, considerando para tal estimación todos los elementos relevantes para la fijación
concreta de la misma (Horvitz Lennon y López Masle, Derecho Procesal Penal Chileno, T
II, pág. 459 y siguientes).
En tales términos, el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal consagra, a partir del
artículo 388, el procedimiento simplificado, su ámbito de aplicación, los elementos que debe
contener el requerimiento, la citación a audiencia, la forma en que ella se desarrolla, los
ámbitos de intervención del juez y las limitaciones que le afectan para la determinación de
la pena en el caso que el imputado admita responsabilidad en el hecho, así como el
procedimiento aplicable en el caso que no efectúe el respectivo reconocimiento.
A su turno, el artículo 392 describe las hipótesis en las que es pertinente aplicar el
procedimiento monitorio, los cursos de acción del juez a cargo del referido procedimiento
según si estima suficientemente fundado o no el requerimiento o la proposición relativa a
la multa, las menciones de la resolución que se dicte en cada uno de los casos y la
consecuencia prevista para el caso que el imputado manifieste su falta de conformidad con
la imposición de multa o su monto o si el juez no considera suficientemente fundado el
requerimiento o la multa propuesta por el fiscal. Esta última hipótesis se encuentra a partir
del artículo 394 en una descripción pormenorizada de las etapas del procedimiento,
regulando estrictamente la intervención que en él cabe al juez, así como el marco en el cual
ha de dictar la sentencia.
SEXTO: Que del análisis de la normativa descrita, aparece que el legislador ha establecido
en forma estricta las facultades del tribunal en esta fase, consagrando atribuciones de
carácter estrictamente procesal tendientes a cautelar la aplicación de tales procedimientos
a los hechos que son calificados por el Ministerio Público como simples delitos o faltas a
los que se solicite la imposición de una pena con el límite máximo señalado en la ley. En la
ejecución del mandato entregado por la ley en tales procedimientos, el juez ha de velar por
la adopción de todos los resguardos referidos a la decisión informada del imputado,
recabando su voluntad inequívoca sobre los aspectos que la ley impone manifestar su
aceptación o rechazo así como por la satisfacción de los deberes de información a la víctima
y al mismo imputado sobre las posibilidades de acuerdos reparatorios y sus consecuencias,
que contempla la ley.
Tales prescripciones, entonces, permiten concluir que las atribuciones del tribunal en esta
fase son de carácter meramente procedimental, reservando la calificación de mérito y
valoración sólo para el momento de la sentencia que ha de dictarse en ellos, según la
tramitación que corresponda, ya que ni siquiera la disposición que consagra la facultad del
juez de garantía de rechazar el requerimiento en monitorio por insuficiencia de fundamento
puede ser comprendida en una clave diversa de aquella que se desprende del análisis
conjunto de dicha prerrogativa con lo dispuesto en el artículo 391 del Código Procesal
Penal, por lo que el ejercicio de tal facultad consagrada en el artículo 392 se vincula
exclusivamente con la satisfacción de los requisitos que impone la primera y no con un acto
de valoración que es propio de momentos procesales en los que se ha recibido toda la
prueba o los antecedentes necesarios para la dictación de una sentencia.
SEPTIMO: Que en tales condiciones, si el juez de garantía ha considerado – aún por
razones diversas a las que la ley le permite tener en cuenta, como aparece de los
antecedentes hechos valer en estrados- insuficientemente fundado el requerimiento en
monitorio, la única alternativa procesal era la citación a audiencia en procedimiento
simplificado, encontrándose impedido de ejercer presión sobre el órgano encargado de la
persecución penal para que modifique no sólo la calificación jurídica de los hechos que
motivan el requerimiento, sino además la descripción de los mismos, conforme aparece que
se ha hecho en la especie, toda vez que el Ministerio Público manifestó en sede de juicio
oral “que se vieron obligados a concurrir a este tribunal”, lo que da cuenta de la entidad de
la invasión del juez de garantía en las atribuciones de dicho ente, al instar por un reestudio
de los antecedentes, conminando a sus representantes a recurrir a una vía diversa de la
elegida para obtener la sanción del hecho materia de la causa.
Por lo demás, y como acertadamente lo expuso la defensa en estrados, formulado el
requerimiento por el titular de la acción penal, la naturaleza del procedimiento incoado no
ha podido mutar una vez admitida su tramitación, salvo en la hipótesis que prevé el artículo
392 que admite su prosecución como simplificado en caso de ser rechazado por el tribunal
por insuficiencia de los elementos que el artículo 391 impone considerar, hipótesis que
permite comprender su estrecho margen de actuación en esta sede, que no ha podido instar
ni menos declarar su transformación de especial a uno de carácter ordinario, al no
encontrarse prevista tal hipótesis en la ley y – sobre todo- si la razón de tal decisión reside
en una comprensión errada de las facultades que asisten al juez.
OCTAVO: Que por lo expresado, cualquier intervención en el proceso de aquilatamiento de
los antecedentes que el Ministerio Público ha considerado para adoptar la decisión de
requerir conforme alguno de estos procedimientos al margen del marco procesal descrito
es improcedente, indebida y ha de ser revertida, al infringir expresos mandatos
constitucionales que imponen a los órganos del Estado la actuación válida dentro de su
competencia y en la forma que establece la ley.
NOVENO: Que la conclusión que precede tiene en particular consideración que nuestro
sistema procesal penal se vertebra sobre la base de la distinción de las funciones de
persecución penal, control de la misma y juzgamiento, entregando la primera al Ministerio
Público y las otras dos a los tribunales de justicia, ya que la existencia previa de una
acusación, ejercitada y sostenida por un sujeto diferente al órgano juzgador constituye la
esencia inexcusable del sistema acusatorio (Horvitz Lennon y López Masle, Derecho
Procesal Penal Chileno, T I, págs. 147 y siguientes). Consecuente con este diseño, en
nuestro sistema el ejercicio de la acción penal pública ha sido entregado al Ministerio
Público, por lo que la facultad de determinar si se formula acusación y los términos de la
misma tiene a tal institución como titular, sin perjuicio de los derechos que asisten al
ofendido y que la misma Constitución Política de la República reconoce.
En consecuencia, corresponde a dicho interviniente decidir los términos de la imputación
formulada, situación que se vuelve más estricta en los procedimientos que se han
analizado, en que no sólo se requiere por unos ciertos hechos, asignándoseles la
calificación jurídica que el persecutor estima corresponde, sino que además se ejerce una
pretensión en materia de pena que vincula al sentenciador en los términos que disponen
las normas citadas precedentemente.
DÉCIMO: Que de acuerdo a lo expresado, resulta forzoso concluir que el motivo de
invalidación que se propone se configura al haberse producido la infracción sustancial de
derechos y garantías asegurados por la Constitución o los tratados internacionales
ratificados en Chile que se encuentren vigentes, que se ha denunciado, toda vez que el
persecutor fue instado indebidamente – una vez ejercido el requerimiento respectivo,
conforme a la ley- a modificar no sólo sus términos y procedimiento, sino que además la
pretensión punitiva inherente al mismo, agravio que ha sido real, al perjudicar efectivamente
los derechos procesales del imputado por el carácter del hecho que se le atribuye y la
entidad de la sanción asociada al mismo, esto es, entrabando y limitando su derecho
constitucional al debido proceso.
Además, la infracción producida a los intereses del recurrente ha sido sustancial,
trascendente, de gravedad, ya que el defecto detectado ha resultado insalvable frente al
derecho constitucional del debido proceso.
Por lo anterior, ha de disponerse la nulidad del acto viciado, al haber procedido el tribunal
de garantía sobrepasando su competencia, instando improcedentemente por la
reformulación de los hechos materia de la causa, atribución privativa del órgano designado
constitucionalmente para el ejercicio de la acción penal, admitiendo una sustitución de
procedimiento en un caso no previsto por la ley, perdiendo de vista que, como lo señala la
doctrina en la materia, la palabra “juez” no se comprende, al menos en el sentido moderno
de la expresión, sin el calificativo de “imparcial”. De otro modo, tal adjetivo integra hoy,
desde un punto de vista material, el concepto “juez”, cuando se lo refiere a la descripción
de la actividad concreta que le es encomendada a quien juzga y no tan sólo a las
condiciones formales que, para cumplir esa función pública, el cargo (permanente o
accidental) requiere. (Maier, Derecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos, Ediciones del
Puerto s.r.l., 2002, 2ª edición, pág. 739)
UNDÉCIMO: Que a la misma conclusión se arriba a partir de una lectura armónica de
diversas disposiciones del Código Procesal Penal pertinentes al punto (artículos 3, 12, 70,
77, 140, 151, 155, 166, 170, 180, 182, 183, 222, 276, 292, 328, 329, entre otros) de las
que surge con nitidez que el tribunal en lo penal (Juez de Garantía como Tribunal del Juicio
Oral) constituye un sujeto procesal que, en cuanto conductor del procedimiento desde una
posición neutral, no tiene la calidad de interviniente y, por tanto, en la instancia que se
analiza, se encuentra impedido de actuar excediendo las específicas competencias
procesales asignadas que se han referido.
Lo anterior queda aún más en evidencia si se tiene en consideración que el artículo 341 del
Código citado impide dictar sentencia excediendo el marco fáctico de la acusación y
contempla la posibilidad que el tribunal oral asigne al hecho llevado juicio una calificación
jurídica distinta de aquella contenida en ella, lo que sólo puede hacerse cuando los
juzgadores se encuentran en situación emitir su decisión, esto es, una vez recibida toda la
prueba que ha sido producida en virtud del contradictorio y sometida al estándar que ello
supone. Es decir, conforme las normas citadas, el juez en estas materias sólo puede
decretar y/o disponer lo expresamente previsto, así como pronunciarse sobre los hechos
que el persecutor o el querellante han llevado a juicio, teniendo la posibilidad de alterar su
calificación sólo en virtud del acto de valoración de toda la prueba producida, previa
advertencia a los intervinientes, siendo la razón de tales restricciones el resguardo del deber
de imparcialidad del juzgador, cuya contrapartida es un derecho para el imputado.
DUODÉCIMO: Que la sola referencia en la sentencia impugnada a lo requerido por el
Ministerio Público en juicio deja de manifiesto que la objeción de la defensa es real, ya que
sólo mediante la actuación desplegada por el tribunal de garantía ha sido posible que se
lleven a juicio unos hechos diversos a los que el Ministerio Público consideraba debían ser
conocidos por la justicia, imponiéndose una sanción diversa de la requerida legalmente,
exceso que resulta incompatible con el concepto de debido proceso, por cuanto la
neutralidad del tribunal se asegura y garantiza a través del veto a su iniciativa procesal, de
modo que su transgresión afecta sus competencias, reguladas por ley y su propia
imparcialidad, lo que no puede ser tolerado.
DÉCIMO TERCERO: Que de acuerdo a lo expresado, se configura en la especie la causal
propuesta en autos, vicio que aparece revestido de la relevancia necesaria para acoger el
remedio procesal sustentado en la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, que
sólo es reparable por la declaración de nulidad de la sentencia y el juicio que le antecedió,
así como de la resolución de 12 de enero del año en curso que suspendió la audiencia de
procedimiento simplificado que había sido citada para ese día, y en la cual el tribunal otorgó
indebidamente al Ministerio Público la posibilidad de reevaluar la situación, dejando sin
efecto el requerimiento planteando y sustituyéndolo por un procedimiento ordinario, así
como todas las actuaciones y resoluciones que le sucedieron.
Por estas consideraciones y de acuerdo también a lo establecido en los 373, letra a), 376,
384 y 386 del Código Procesal Penal, SE ACOGE el recurso promovido por la defensa del
condenado F.S.T.C. y, en consecuencia, se invalida la sentencia de veintiocho de junio del
año en curso, como asimismo el juicio oral y el procedimiento que le sirvió de antecedente,
y se repone éste al estado de celebrarse – por juez de garantía no inhabilitado- la audiencia
que fuera citada al rechazar el requerimiento monitorio presentado, todo esto conforme las
normas previstas en el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal.
Regístrese y devuélvanse.
Redacción a cargo del Ministro señor Dahm.
Rol N° 34.418-2017
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton Juica
A., Carlos Künsemüller L., Lamberto Cisternas R., Manuel Valderrama R., y Jorge Dahm
O. No firma el Ministro Sr. Dahm, no obstante haber estado en la vista de la causa y acuerdo
del fallo, por estar con feriado legal.
II.- TESTIGOS DE IDENTIDAD
RESERVADA Y DERECHO DE DEFENSA
1.- Corte revoca sentencia dictada por el JG de coquimbo, permitiendo la
incorporación de testigos con reserva de identidad (CA de La Serena 21.11.2017 rol
600-2017)
Normas asociadas: CPP ART 7; CPP ART 93; CPP ART 276; CPP ART 277; CPP ART
307; CPP ART 308; CPP ART 358; CPP ART 360
TEXTO COMPLETO
Siendo las 12:45 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones, presidida por
el Ministro señor Fernando Ramírez Infante e integrada por el Fiscal Judicial señor Miguel
Montenegro Rossi y el abogado integrante señor Mario Carvallo Vallejos, se lleva a efecto
audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, en
contra del auto de apertura dictado con fecha seis de noviembre de dos mil diecisiete, por
la Juez del Juzgado de Garantía de Coquimbo, doña Carla Rigotti Alcayaga, que excluyó
prueba de cargo del ente persecutor.
Se deja constancia que la audiencia, que queda registrada íntegramente en el sistema de
audio, se realiza con la asistencia del representante del Ministerio Público don Nicolás
Nicoreanu, quien se anuncia y alega por 12 minutos, revocando, y por los defensores don
Carlos Cerda, quien se anunció y alegó, por 12 minutos y don José Ilabaca, quien se
anunció y alego por 8 minutos, ambos confirmando la resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
PRIMERO: Que el Ministerio Público ha deducido recurso de apelación en contra del auto
de apertura de juicio oral de fecha seis de noviembre de dos mil diecisiete, por haber sido
excluida como prueba para ser rendida en el juicio la declaración de los testigos del 1 al 5,
testigos reservados, individualizados de aquella forma en el escrito de acusación,
solicitando se modifique la citada resolución incluyendo e incorporando como prueba que
rendirá el Ministerio Público a los precitados testigos.
SEGUNDO: Que la juez a quo excluyó la declaración de los testigos de marras por estimar
que al no individualizar completamente a los testigos se afecta el derecho al debido proceso
incumpliendo lo reseñado en el artículo 307 del Código Procesal Penal, sustentado su
resolución en lo dispuesto en el artículo 276 del mismo texto legal que consigna la
posibilidad de excluir pruebas para la audiencia de juicio oral, cuando provengan de
actuaciones o diligencias que hubiesen sido declararas nulas o se hubieren obtenido con
falta de observancia de garantías fundamentales.
TERCERO: Que del mérito de los antecedentes no aparece que las declaraciones de los
testigos reservados hayan sido obtenidas con inobservancia de garantías constitucionales,
y que, por otra parte, tampoco en la especie se advierte alguna de las otras hipótesis de
exclusión de prueba contempladas en el artículo 276 del Estatuto Persecutorio Criminal.
En consecuencia, y visto, además, lo dispuesto en los artículos 7, 93, 276, 277, 308, 358 y
360 del referido texto legal, SE REVOCA la resolución apelada, dictada en audiencia de
preparación de juicio oral de seis de noviembre de dos mil diecisiete, que excluyó a los
testigos reservados del número 1 al 5, presentados por el ente persecutor, y en su lugar se
decide que los referidos testigos deberán ser incluidos en el auto de apertura de juicio oral
dictado por el Juzgado de Garantía de Coquimbo.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal y relator
señor Felipe Ravanal Kalergis que actúa como ministro de fe.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 600-2017.- Reforma Procesal Penal.
La Serena, veintiuno de noviembre de dos mil diecisiete, notifiqué por estado diario la
resolución que antecede.
Normas asociadas: L20.000 ART 1, L20.000 ART 3, L20.000 ART 41; CPP ART 1, ART
CPP ART 45, CPP ART 46, CPP ART 47, CPP ART 295, CPP ART 296, CPP ART 297,
CPP ART 325 a 338, CPP ART 340, CPP ART 341, CPP ART 342, CPP ART 343, CPP
ART 348, CPP ART 468
Texto Completo
Normas asociadas: CPP ART 265; CPP ART 458; CPP ART 462; CPP ART 465; COT
ART 190
TEXTO COMPLETO
Siendo las 09:30 horas, ante la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones, presidida por
el Ministro señor Humberto Mondaca Díaz e integrada por el Fiscal Judicial señor Jorge
Colvin Trucco y el abogado integrante señor Mario Carvallo Vallejos, se lleva a efecto
audiencia para la vista de la contienda de competencia trabada por el Tribunal de Juicio
Oral en Lo Penal de Ovalle, mediante resolución de veintidós de septiembre de dos mil
diecisiete, donde se declara incompetente para resolver la petición de la defensa de
suspender el procedimiento de conformidad al artículo 468 del Código Procesal Penal,
remitiendo el conocimiento de dicha solicitud al Juzgado de Garantía de Ovalle, el cual, por
resolución de veinticinco de septiembre de dos mil diecisiete, rechazó la competencia
declinada por el tribunal antes referido.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de audio, por la
Defensoría Penal Pública la abogada doña Pía Bustos Fuentes, quien se anuncia y alega
por 5 minutos, sosteniendo que es competente para conocer de la solicitud de suspensión
del procedimiento de conformidad al artículo 458 del Código Procesal Penal el Juzgado de
Garantía de Ovalle.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
Primero: Que, teniendo en consideración que los artículos 458, 462 y 465 del Código
Procesal Penal entregan la competencia al Juzgado de Garantía para emitir
pronunciamiento sobre la solicitud de suspensión del procedimiento, siendo éste el tribunal
designado legalmente para efectos de adoptar y verificar su cumplimiento, en el evento que
se dispusiera alguna una medida de seguridad respecto del acusado.
Segundo: Que, a mayor abundamiento, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, sólo puede
conocer, a la luz de lo dispuesto por el artículo 265 del Código del ramo que establece
excepciones que pueden ser conocidas por éste en el juicio oral, limitándose ellas a la cosa
juzgada y a la extinción de la responsabilidad penal, situaciones que escapan a la petición
formulada por la defensa, desde que lo que se persigue es la verificación de la eventual
situación de enajenación mental del acusado, lo cual, de concretarse, conllevaría la
configuración de una causal de inimputabilidad o de imputabilidad disminuida, mas no así
la extinción de la responsabilidad penal.
Por lo antes razonado, normas legales citadas y visto además lo dispuesto por el artículo
190 del Código Orgánico de Tribunales, se dirime la contienda de competencia planteada
en autos, declarándose que el Juzgado de Garantía de Ovalle es competente para conocer
de la solicitud de suspensión del procedimiento para los efectos del artículo 458 del Código
Procesal Penal, promovida por la defensa del acusado en la audiencia de preparación de
juicio oral.
Comuníquese lo antes resuelto al Juzgado de Garantía de Ovalle como también al Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el Tribunal y relatora
señora Marcela Osorio Páez quien actúa como ministro de fe, certificando en este acto la
lectura de la presente resolución.
Agréguese copia de lo resuelto a la carpeta digital, y manténgase el original en el
correspondiente registro llevado al efecto por el señor Secretario de esta Corte.
Rol N° 527-2017.- Reforma Procesal Penal.-
2.- TOP es incompetente para conocer y fallar de las faltas penales por expresa
disposición de los artículos 14 del COT (TOP de La Serena 27.09.2017 rol 246-2017)
Normas asociadas: L.20000 ART 8; L. 20000 ART 43; L. 20000 ART 50; L. 20000 ART
51; COT ART 14; CDPP ART 506
Síntesis: TOP de La Serena absuelve por el delito de plantación de especies vegetales del
género Cannabis Sativa, previsto en el artículo 8° de la Ley N° 20.000 por considerar que
el cultivo se encontraba destinado al consumo personal y próximo del acusado. El TOP se
encuentra impedido de emitir una condena por la falta del artículo 50 de la Ley 20.000, toda
vez que se carece de competencia para ello, desde que el conocimiento y fallo de las faltas
penales, por expresa disposición del Art. 14 del COT, sólo corresponde a los Juzgados de
Garantía y se ajusta al procedimiento simplificado, previsto en el Título Primero del Libro
Cuarto del Código Procesal Penal, sin que exista en nuestra legislación actual ninguna
norma que permita a este Tribunal de Juicio Oral en lo Penal pronunciarse de manera
excepcional respecto de una falta, como en cambio sí contemplaba en forma expresa, para
situaciones similares, el Art. 506 del CDPP de 1906, el que otorgaba competencia al Juez
del Crimen respecto de hechos cuyo conocimiento, por regla general, estaba entregado a
los Juzgados de Policía Local, por lo que en este caso sólo corresponde a éste tribunal
absolver al acusado. (Considerando 7°)
TEXTO COMPLETO
VISTOS y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el día veintidós de septiembre del año en curso, ante esta Segunda Sala
del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, de esta ciudad, constituida por los jueces Nicanor
Alberto Salas Salas, quien presidió la audiencia, Valeria Mulet Martínez y Guillermo Cofré
Rivera, se llevó a efecto el juicio RIT 246-2017, seguido en contra de H.E.C.G., Cédula
Nacional de Identidad N°xx.xxx.xxx-, chileno, casado, pirquinero, nacido en Andacollo,
domiciliado en Andacollo.
Representó al Ministerio Público, el fiscal don Juan Pablo Aguilera Ponce, domiciliado en
calle Urmeneta N°765, de la comuna de Andacollo.
La defensa del acusado estuvo a cargo del abogado Armin Staub Suazo, domiciliado en
calle Aldunate N°760 B, oficina 1, de la comuna de Coquimbo.
SEGUNDO: Que los hechos materia de la acusación son del siguiente tenor, de acuerdo al
auto de apertura:
“El día 20 de enero de 2017, aproximadamente a las 13:00 horas, el imputado H.E.C.G, en
un corral cercado con mallas ubicado en el patio posterior de su domicilio de Andacollo; y
sin tener la autorización competente, tenía una plantación de 68 especies vegetales vivas
del genero cannabis sativa de longitudes aproximadas entre 17 cms., la de menor tamaño
y de 1,29 metros la de mayor tamaño. Igualmente, en una caja de madera ubicada sobre
una mesa de la cocina del inmueble, el imputado tenía 36 gramos brutos de marihuana en
proceso de secado, droga proveniente de su actividad ilícita de siembra, plantación, cultivo
y/o cosecha de cannabis sativa.”
Los hechos antes descritos a juicio del Ministerio Publio, configuran un delito de plantación
de especies vegetales del genero Cannabis Sativa, previsto y sancionado en el artículo 8º
de la Ley Nº 20.000, que se atribuye al acusado en calidad de autor y en grado de
consumado; señala que no concurren circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal, por lo que el Ministerio Público solicita que se condene al acusado por el delito de
plantación de vegetales del genero cannabis del artículo 8° de la Ley 20.000, imponiéndole
la pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo, y multa de cien unidades
tributarias mensuales, accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos
políticos y la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de
la condena; y al pago de las costas de la causa.
TERCERO: La defensa, en su alegato de apertura, formula dos peticiones, una en subsidio
de la otra y compatibles entre sí; en lo principal, alega la falta de antijuricidad material, pues
no se estaría lesionando el bien jurídico protegido, no se estaría lesionando la salud pública
y al no incorporarse un examen técnico pericial, según lo que reza el artículo 43 de la Ley
N°20.000, en el cual se señale la pureza e idoneidad de la sustancia; manifiesta que sólo
se ha señalado la naturaleza de la misma y en consecuencia no se puede acreditar la
antijuricidad material. Por otra parte, la defensa hace alusión a la segunda parte del artículo
8° de la Ley N°20.000, manifiesta que si bien la droga que tenía y cultivaba era de su
propiedad, era para su consumo personal y próximo en el tiempo, hace presente que su
defendido prestará declaración en la audiencia, renunciando a su derecho a guardar
silencio.
CUARTO: Que el acusado H.E.C.G, prestó declaración en el juicio como medio de defensa,
manifestando que plantó las semillas en el patio de su casa ubicada en Andacollo, comenta
que esas semillas se las consiguió con un amigo y el las tiró en el patio de su casa porque
sufre de dolor a los huesos y que por otra parte es adicto desde los catorce años de edad.
Que las tenía para consumirlas.
El Fiscal le consulta cuánto tiempo antes lanzó las semillas al patio, respondiéndole que
unos cuatro meses antes y que esas semillas eran de cannabis. Le pregunta por la forma
de plantarlas, señalándole que literalmente las tiró al patio. Las regó porque hay un jardín
y empezaron a salir; fueron regadas por otras personas que también habitan la casa, pero
que no sabían de su existencia y que a los siete días empezaron a crecer. Indica que las
plantas estaban aptas para ser consumidas a los tres meses, puesto que usaba las hojas
para hacerse infusiones y el resto eran para consumirlas. Comenta que la droga le servía
para su consumo. Le solicita el Fiscal que indique el número de plantas, señalando que
eran pocas, puesto que había algunas chicas y otras más grandes pero que nunca las
contó.
En cuanto al día que fue Carabineros a su casa, indica que esto ocurrió en enero de 2017,
sin recordar el día exacto, entre las 12:30 y las 13:00 horas y que los autorizó a ingresar a
su domicilio. Manifiesta que el mismo les dijo donde estaban las plantas. Los carabineros
por su parte le solicitaron la autorización para plantar, indicándoles que no la tenía, no vio
si las contaron, pero que le dijeron que eran cincuenta y ocho plantas y que las arrancaron
todas. Además encontraron una caja con hojas que él tenía en la cocina, no sabiendo que
cantidad era, pero que estaba seca. Señala que él sabía que tenía que tener autorización
para plantar porque lo vio en las noticias. Le consultan si antes había tenido otros problemas
judiciales, señalando que por cultivo, que lo acusaron de tráfico puesto que él siempre anda
con sus dosis.
El defensor le consulta a su defendido si reconoce haber sido condenado por la justicia por
una figura de cultivo de droga en el año 2004, manifiesta que el cultivaba en esa fecha, la
que igualmente tenía como finalidad el consumo de dichas sustancias. Interrogado por la
condena de tráfico que salió a la luz, señala que el portaba mariguana en la vía pública
mientras se dirigía a su trabajo, que lo controlaron y lo detuvieron, siendo condenado por
tráfico en pequeñas cantidades y que acepto responsabilidad en los hechos por un tema de
conveniencia.
El encartado manifiesta que consume droga desde los catorce años, específicamente
mariguana y pasta base. Comenta que lo hace porque es adicto, que es un problema muy
grande para él, que la consume como cigarro, unos quince pitos de mariguana al día. Que
el último pito de mariguana lo consumió a las siete de la mañana.
En cuanto a la pasta base, arguye que la consume los fines de semana, aproximadamente
unas cuatro dosis.
Comenta que además usaba la droga para calmar sus dolencias, de los huesos de las
manos, rodillas, tobillos, dolores que surgieron producto del trabajo en la minería. Añade
que tiene problemas a la espalda y sufre de problemas al corazón. El tema de los problemas
al corazón se lo manifestó a Carabineros al momento de su detención por lo mismo lo
llevaron a constatar lesiones.
Le consulta si ha iniciado tratamiento para tratar el problemas de las drogas, respondiendo
que varias veces, pero que los resultados no han sido exitosos, que buscó ayuda y que lo
derivaron a La Serena, al hospital, y ahí fue derivado a casa La Esperanza, pero que por
problemas personales no ha tenido tiempo para ir.
Señala que la droga lo calma y relaja, sin importar si la droga es de tal o cual calidad,
igualmente lo calma, que es la adicción de fumar. Indica que él no ha vendido droga, que
el día que ingresó carabineros no encontraron coladores, papelinas y no le incautan dinero.
Señala que las plantas demoraron siete días en germinar, que las lanzó y regó. Manifiesta
que les puso atención. Que las hojas las utilizaba para hacerse infusiones, que las retiraba
antes de que las plantas florecieran y que aún no florecían las plantas al momento en que
llegó Carabineros.
QUINTO: Que a fin de acreditar los hechos punibles y establecer la participación del
acusado en los mismos, el Ministerio Público presentó la siguiente prueba:
1).- Declaración de Dagoberto Cortez Carvajal, Cabo Primero de O.S.7 de Carabineros,
quien señaló que los hechos ocurrieron el 20 de enero de 2017, alrededor de las 13:00
horas, en el domicilio de Andacollo; que se llegó a ese domicilio a raíz de una orden de
investigar emanada de la Fiscalía Local de Andacollo, la que se generó por una denuncia
formulada en la tenencia de Carabineros de la misma localidad, en la que se señalaba que
en ese domicilio se estaría efectuando venta de droga y que se mantendría un cultivo ilegal
de cannabis sativa. Como primera diligencia concurren a la Fiscalía con la finalidad de
recabar más antecedentes, puesto que en la denuncia se indicaba que la venta y el cultivo
era desarrolla por un sujeto denominado “Tito Juait”, en la Fiscalía lograron obtener la
identidad del sujeto.
Posteriormente concurrieron al inmueble, haciendo vigilancias discretas, en las cuales se
observó la presencia del investigado en las afueras del domicilio, sin embargo, no se
observaron actividades de tráfico. Indica que a las 12:52 horas se toma contacto con el
Fiscal de turno, don Cristian Sanhueza Novoa, con quien se coordinó para efectuar un 205
en el domicilio; a las 13:00 horas concurren al domicilio y proceden a entrevistarse con el
investigado, le informaron el motivo de la presencia policial y voluntariamente accedió a
firmar el acta, procediendo a ingresar al domicilio.
El Fiscal le pregunta si el acusado les dio alguna indicación, manifestando que no,
recordando que sólo los autorizo a ingresar, obteniendo como resultado que el Sargento 1°,
Jovan Uribe Carrasco, encontrara en el patio, en un corral cercado, sesenta y ocho plantas
vivas de cannabis sativa, de entre los diecisiete centímetros a un metro veinte.
Informa al Tribunal que aparte de las plantas encontró sobre la mesa, en la cocina, una caja
de madera contenedora de mariguana en proceso de secado, la que arrojó coloración
positiva ante la presencia de THC, con un peso bruto de treinta y seis gramos. Le consulta
si se le preguntó al acusado el motivo de tener dichas especies, manifestando que no lo
recuerda. Señala que no se le encontró nada más al acusado. A las matas y a la mariguana
de la caja se le hicieron las pruebas de campo, las que arrojaron resultado positivo, lo que
fue informado con el parte N°1-2017, de fecha 20 de enero de 2017. Identifica al acusado
como la persona que firmó la autorización y fue trasladada a la tenencia de Andacollo.
Solicitan autorización para exhibir fotografías al testigo, señalando que la N°1 corresponde
al momento en que el investigado H.E.C.G firma el acta. En la fotografía N°2, exhibe una
vista panorámica de la casa del investigado. Observando en ella vehículos, uno en el que
ellos se trasladaron y uno que se encontraba en el sector, manifiesta que se aprecia el
investigado. En la N°3 figura la mariguana en proceso de secado que él encontró sobre la
mesa de la cocina, la que arrojó un peso de treinta y seis gramos. La fotografía N°4,
corresponde al pesado de la mariguana, la que arrojó un peso bruto de treinta y seis
gramos. La fotografía N°5, corresponde a la prueba de orientación química, en la que se
muestra coloración positiva frente a la presencia de THC. La N°6 exhibe el corral donde
estaban las sesenta y ocho plantas, las que estaban en un patio posterior. La N°7
corresponde a la medición de la planta de mayor y menor tamaño, de una altura de
diecisiete centímetros a un metro veinte. La N°8 señala que corresponde a la prueba de
orientación química que se efectuó aleatoriamente a las plantas del corral, la que arrojó
positivo.
El defensor le pregunta si el acusado les indicó que tenía problemas de salud, respondiendo
que no. Posteriormente el consulta si suscribió el parte N°1-2017, respondiendo que sí,
siendo firmado además por el Jefe de sección, el capitán González; le pregunta si el
acusado le manifestó que se estaba tratando con un doctor en el hospital de Andacollo que
mantenía problemas cardiacos, respondiendo que sí y que por eso fue trasladado al
hospital, de lo que se dejó constancia en el parte policial.
Indica que es la fiscalía la que les proporcionó los antecedentes y los instruyó para que
vayan a la vivienda del acusado y que el Fiscal solo instruye un 205, dentro de la orden se
señalaba que podían efectuar vigilancias discretas, las que se realizaron el mismo día, a
contar de las 10:30 a 11:00 horas de la mañana; el procedimiento se llevó a cabo a las
13:00 horas. No observando actividades ilícitas. No hubo agente revelador por cuanto no
había actividades ilícitas. En el interior del domicilio no se encontraron otras especies de
interés criminalístico.
Le consultan cuánto tiempo lleva en la sección, respondiendo que tres años, procediendo
a interrogarlo respecto a si es usual que quien cultiva y se le encuentre droga se le
encuentren balanzas y papelinas, respondiendo que la cantidad encontrada era mucha.
Le consultan por la fotografían N°6, respecto del corral, preguntándole respecto a la forma
como estaba realizado el cultivo, señalando que en un cuadrado, es decir, un corral cercado
de manera artesanal. Señala que el cultivo se aprecia desordenado en la fotografía pero
que las plantas estaban bastante cuidadas y ordenadas.
2.- Jovan Uribe Castillo, Cabo Segundo de O.S.7 de Carabineros de Chile; quien señala
que una vez que ingresó al domicilio se trasladó al patio del inmueble, encontrando sesenta
y ocho plantas de cannabis sativa. Recuerda que autorizó el ingreso H.E.C.G, quien era el
propietario del inmueble, encontrando las plantas en el patio posterior y que había de
diferentes tamaños, de entre diecisiete centímetros a un metro veinte.
Al encontrar las plantas se le consulta al sujeto si tenía autorización para tener las plantas,
contestando que no tenía autorización ni exhibió ningún documento. Indica que en el sector
de la cocina, sobre una mesa, en una caja, se encontró mariguana en proceso de secado.
Le consultan si se encontró algo más de interés criminalístico, señalando que sólo lo
mencionado. Concluye reconociendo al acusado.
El defensor contrainterroga al testigo, preguntándole por la orden de investigar emanada
de la Fiscalía Local de Andacollo, señalándole que era de fecha 5 de enero de 2017 y que
el inicio de las diligencias se realizó el 20 de enero. Señala que las órdenes se las entregan
a distintos funcionarios y que es el jefe de sección el que dispone la patrulla para realizar
las diligencias, afirmando que a él le correspondió el 20 de enero, no sabiendo si el otro
funcionario que tenía la orden realizó otras diligencias. Indica que el día 19 de enero de
2017 le comunicaron que iba en comisión de servicio a Andacollo, lo que tenía como
finalidad comprobar la denuncia de microtrafico y cultivo, en términos genéricos.
Arguye que se efectuó la vigilancia para comprobar la venta de drogas, lo que no se verificó,
por lo que se llamó al fiscal de turno, señalándole que no que no se había verificado que
concurrieran personas a comprar droga, no recordando quien hizo la llamada al Fiscal.
El defensor le pregunta cuánto tiempo lleva trabajando en la sección, afirmando que cinco
años. Arguyendo que el plazo para enviar informes es variable, pero en este caso tenía un
plazo de entrega de treinta días. Le consultan por qué no se realizaron más diligencias para
determinar si esta persona actuaba en forma ilícita, afirmando que no se comprobó que
estaba vendiendo droga y se entró por el 205.
El fiscal por su lectura incorporó la siguiente prueba documental:
3).- Acta de recepción del Servicio de Salud Coquimbo N° 9561/2017, de 23 de enero de
2017, referida al parte Nº 1, oficio Nº 38 de la sección OS 7 Coquimbo, recibiendo: 68
plantas vivas de 17 centímetros a 1 metro 29 centímetros de altura. Presunto. Plantas
Marihuana. Cantidad 2680.00 gramos; 01 bolsa de nylon, conteniendo hierba seca color
verde. Cantidad: 27.57 gramos netos. Presunto: Marihuana.
4).- Ord. N° 202/2017, de fecha 1 de febrero de 2017, del Director Regional del SAG, región
Coquimbo, informando que el acusado no cuenta con autorización para siembra o cultivo
de marihuana.
5).- Oficio N° 38 de fecha 20 de enero de 2017, del O.S.7. de carabineros dirigido al Servicio
de Salud Coquimbo.
Del mismo modo incorporó informes periciales:
6).- N° 9561-1, de fecha 20 de febrero de 2017, del Laboratorio de Salud Pública Ambiental,
correspondiente al análisis de la droga recepcionada mediante Acta N° 9561-1,
confeccionado por la Perito Analista Bioquímica doña Lorena Del Carmen Jara Espinoza,
la que concluyen que las muestras revelaron la presencia de canabinoles, principio activo
que se encuentra en el vegetal denominado cannabis sativa I, conocido comúnmente como
marihuana; e Informes sobre las características y peligro que para la salud encierra la
Cannabis Sativa, emitido por la perito doña Lorena Del Carmen Jara Espinoza.
SEXTO: Que la defensa, a su turno, además de los dichos del encausado, se valió de la
siguiente prueba:
7)- Informe pericial emanado de Leonardo Andrés Marín Avilés, psicólogo clínico; quien
señala que realizó una pericia psicológica de H.E.C.G, para determinar si existía un
consumo problemático de drogas y si acaso existía un consumo medicinal de esta droga.
Indica que en primera instancia, al evaluado se le explicó el contexto de la evaluación,
donde se le hace firmar un consentimiento informado, comunicándole que la información
que proporcione puede ser utilizada en un juicio por su abogado defensor, contexto en la
que el peritado le explica como ocurrieron los hechos; refiere que esta situación es muy
compleja para él y que el consumo de mariguana se le salió de las manos y que tiene un
consumo problemático de mariguana desde los catorce años de edad. Hace una evaluación
con diferentes instrumentos diagnósticos. Primero hace una entrevista donde se indaga la
historia vital de la persona y el consumo problemático de drogas y el nivel social o individual
de la persona.
Después se aplica el manual DSM IV, el que se ocupa a nivel clínico para diagnosticar a
personas con distintos trastornos mentales, específicamente consumo problemático de
drogas y otras sustancias. Aplicó elementos diagnósticos para poder hacer una calificación
de la personalidad del periciado; aplicó una pauta que se aplica para hacer un check list,
donde se evidencia si la persona cumple criterio de consumo problemático de dichas
sustancias.
En la entrevista empezó a indagar la niñez del periciado, señalando que durante ésta
presentó eventos traumáticos asociados a violencia intrafamiliar en esta etapa vital, los que
no fueron resueltos por él, los que generaron traumas a nivel infantil. En la adolescencia, a
los 14 años de edad, se generó otro evento traumático, la muerte de su madre por un cáncer
mamario. Lo que lo marcó y generó problemáticas a nivel individual. Empezó a tener
conductas asociadas a consumo de sustancias, principalmente mariguana, posteriormente
empezó a consumir pasta base de cocaína, consumo se ha mantenido hasta la actualidad;
señala que además consumió cierto tipo de psicotrópicos o medicamentos, por lo que cae
en una polidependencia. A los 20 años decidió consumir solamente pasta base y
mariguana.
El criterio de diagnóstico del DSM IV, consiste en hacer un análisis del último año, para
determinar cómo ha sido el año de él, el reporta que tiene un consumo problemático de
mariguana asociado al consumo de pasta base. El consumo de mariguana lo asocia a
traumas infantiles, a situaciones que no pudo resolver. Refiere que consume un papelillo
de mariguana cada dos horas y el consumo de pasta base lo realiza los fines de semana,
cuando puede acceder a un poco de dinero.
El perito informa que H.E.C.G, con este nivel de consumo tiene problemas a nivel social,
familiar y a nivel psicológico, él tiene un enfermedad, un problema con las drogas y esto lo
incapacita para realizar ciertas actividades, no tiene una rutina establecida de vida, él no
tiene acciones que digan relación con el diario vivir; señala que en la carpeta investigativa
se determina que existe una depresión severa, la que fue diagnosticada ahora, el perito
cree que dicha depresión es anterior, la que lo llevó a un cuadro bastante negativo.
Sostiene que se le consultó al peritado si era un problema para él, respondiendo que era lo
más problemático que le había pasado y que había tocado fondo. El perito sugiere que
ingrese a un programa ambulatorio, donde exista un equipo multidisciplinario que lo pueda
controlar, con prestaciones psiquiátricas, psicológicas y sociales para que pudiese
estructurar una rutina de trabajo y así reinsertarse socialmente.
El defensor consulta por el lugar dónde trabaja el perito, informando que trabaja en un
programa de tratamientos de droga de infractores de ley y una ONG que administra
programas del SENDA, la que evalúa que los tratamientos se efectúen de manera
adecuada. Que ha trabajado en centros residenciales de tratamientos de droga, donde hay
gente internada y programas ambulatorios, donde se ayuda a que las personas tengan una
rutina de trabajo y se realizan acciones para que puedan salir de las drogas. Se le consulta
por post grados realizados, respondiendo que él está haciendo uno en temas terapéuticos,
manifestando que se especializa en psicoterapia.
Se le consulta por las enfermedades que padece el periciado, respondiendo que el único
problema que él tiene es el tema de drogas y la depresión severa que lo aqueja, lo que es
una patología dual, manifestando que primero hay que tratar la depresión, puesto que son
tratamientos que van de la mano, este es un tema psiquiátrico, farmacológico y un tema
psicoterapéutico.
Le consultan por los criterios de abstinencia, señalando que el tiene problemas de
abstinencia porque no la puede controlar, señala que la cantidad de THC que consume es
un papelillo de mariguana cada dos horas, lo que implica que no tolera la abstinencia.
El Fiscal contrainterroga al perito, consultándole por otros elementos que haya tenido en
consideración para elaborar el informe, señalando que el aplica instrumentos
estandarizados, por ejemplo el manual DSM IV, el que se aplica en salud mental. Le
consulta por otros elementos que se hayan considerado aparte de la información que
emana del imputado, respondiendo que no.
Le consultan por la abstinencia, señalando que el periciado llegó a la entrevista sin haber
consumido drogas, evidenciando síntomas de abstinencia, por cuanto tenía signos de
sudoración, agitación, ánimo, angustia, necesidad e intranquilidad, lo que notó el día que
realizó la entrevista.
Señala que la entrevista se realizó en La Serena, una sola vez.
Le consultan por la duración de la entrevista, señalando que dos horas y media, después
no lo volvió a ver.
Prueba documental.
8.) Certificado médico, de fecha 08 de junio de 2017, del doctor Ángelo Rodríguez Zurita.
9.) Solicitud de interconsulta de fecha 17 de julio de 2017, especialidad psiquiatría,
derivación de casa de la Esperanza.
10.) Certificado Hospital de Andacollo, tres diagnósticos.
SÉPTIMO: Que así las cosas, si bien se ha establecido que el encartado fue sorprendido
desplegando la conducta tipificada en el artículo 8° de la Ley N°20.000, resultó
indubitadamente establecido, primeramente, que el acusado es consumidor de marihuana,
lo que se desprende del certificado médico emanado de la Dra. Camila Gacitúa Muñoz, en
el que se señala que el acusado padece de depresión severa, policonsumo de drogas y
hemoptisis en estudio; de los dichos del perito psicólogo, don Leonardo Andrés Marín
Avilés, quien señala que el acusado, por “el nivel de consumo tiene problemas a nivel social,
familiar y a nivel psicológico, él tiene un enfermedad, un problema con las drogas y esto lo
incapacita para realizar ciertas actividades, no tiene una rutina establecida de vida, él no
tiene acciones que digan relación con el diario vivir”, y la circunstancia de que el denunciado
mantenía en la cocina, en una caja de madera, hojas secas de mariguana, hecho que se
acreditó fehacientemente con los propios dichos del acusado y las testificales de Dagoberto
Cortez Carvajal, Cabo Primero de O.S.7 de Carabineros, el que señala que aparte de las
plantas encontró sobre la mesa, en la cocina, una caja de madera contenedora de
mariguana en proceso de secado, la que arrojó coloración positiva ante la presencia de
THC; dichos que son contestes a lo manifestado por Jovan Uribe Castillo Cabo Segundo
de O.S.7 de Carabineros de Chile, quien señaló que en el sector de la cocina, sobre una
mesa, en una caja, se encontró mariguana en proceso de secado; El tribunal arriba a la
convicción de que dicha droga corresponde a hojas secas de mariguana, lo que se
desprende de los dichos del encartado y la fotografía N°4, hojas que fueron retiradas
paulatinamente por el acusado, con el propósito de ir consumiéndolas, comportamiento que
se ajusta más a la conducta de un consumidor habitual que al de una persona que cultiva
con fines ilícitos, el que esperaría que la planta floreciera, sin dañarla, para obtener una
droga de mejor calidad, hecho que no aconteció según lo señalado por el propio acusado y
por la declaración de carabineros y las fotos.
Resuelto lo anterior, es necesario determinar si la droga incautada en poder del encartado
estaba destinada o no para su consumo exclusivo, personal y próximo en el tiempo.
Primeramente no hay antecedente alguno que permita a estos sentenciadores colegir que
la droga estaba destinada a ser facilitada, a título alguno a terceros, por cuanto no se
encontró en el domicilio del encartado balanzas, papelinas ni dinero, elementos habituales
en los casos de tráfico de estupefacientes, lo que se acreditó con los dichos de los testigos
de la Fiscalía, los que señalaron que no se le encontró al encartado otros elementos de
interés criminalistico y que al hacer las vigilancias discretas no se apreció actividad de
tráfico ilícito de drogas y se acreditó con el perito que el acusado es adicto desde temprana
edad.
En cuanto a la proximidad en el tiempo exigida por el legislador, cabe apuntar que ello no
importa, ni podría hacerlo, como “inmediato”, sino simplemente cercano. En la especie el
encartado fumaba un cigarrillo de mariguana cada dos horas, además de beber infusiones
de la misma sustancia, lo que se probó con sus dichos y con lo expuesto por el referido
psicólogo. Pues bien, el justiciable fue sorprendido poseyendo únicamente 26.96 gramos
netos de hojas de marihuana y sesenta y ocho plantas vivas de la misma especie, ninguna
de las cuales había florecido a la fecha y en consecuencia no estaban en condiciones de
ser cosechadas, cuyas dimensiones oscilaban entre los diecisiete centímetro y un metro y
veintinueve centímetros; es decir el encartado poseía solo hojas de mariguana, las que
poseen muy bajas cantidades de canabinoles, elemento activo de la Cannabis Sativa, lo
que se colige de los conocimientos científicamente afianzados y de las máximas de la
experiencia, por lo que el acusado necesitaba grandes cantidades de la misma, para lograr
el objetivo de obtener placer de dicho consumo. Por lo que sólo cabe concluir que el
encausado únicamente se proveía de la mariguana necesaria para satisfacer su consumo
personal. Si el límite se estimase menor al del caso sub lite, obligaría al consumidor a
comprar droga, que es precisamente lo que Ley N° 20.000 busca evitar.
Por lo que estos sentenciadores concluyen que las especies vegetales antes referidas
estaban destinadas al consumo personal, exclusivo y próximo en el tiempo del acusado,
expresando el artículo 8° de la ley 20.000 que en estos casos deben aplicarse las penas de
falta de los artículos 50 y siguientes de la misma ley.
Así las cosas éste Tribunal se encuentra impedido de emitir una condena ajustándose a
dicha calificación, toda vez que se carece de competencia para ello, desde que el
conocimiento y fallo de las faltas penales, por expresa disposición del Art. 14 del Código
Orgánico de Tribunales, sólo corresponde a los Juzgados de Garantía y se ajusta al
procedimiento simplificado, previsto en el Título Primero del Libro Cuarto del Código
Procesal Penal, sin que exista en nuestra legislación actual ninguna norma que permita a
este Tribunal de Juicio Oral en lo Penal pronunciarse de manera excepcional respecto de
una falta, como en cambio sí contemplaba en forma expresa, para situaciones similares, el
Art. 506 del Código de Procedimiento Penal de 1906, el que otorgaba competencia al Juez
del Crimen respecto de hechos cuyo conocimiento, por regla general, estaba entregado a
los Juzgados de Policía Local, por lo que en este caso sólo corresponde a éste tribunal
absolver al acusado.
OCTAVO: Respecto del resto de la prueba proporcionada por la Fiscalía, se puede señalar
que el Acta de recepción del Servicio de Salud Coquimbo N° 9561/2017, de 23 de enero de
2017, referida al parte Nº 1, oficio Nº 38 de la sección OS 7 Coquimbo y el Oficio N° 38 de
fecha 20 de enero de 2017, del O.S.7. de carabineros dirigido al Servicio de Salud
Coquimbo, sirvieron para determinar el número de plantas incautadas y cantidad de
mariguana en proceso de secado que se encontró en el domicilio del acusado. A su turno,
el Ord. N° 202/2017, de fecha 1 de febrero de 2017, del Director Regional del SAG, región
Coquimbo, ayudó a estos sentenciadores a llegar a la convicción de que el acusado no se
encontraba autorizado para sembrar, plantar, cultivar o cosechar especies del género
Cannabis.
Respecto del informe N° 9561-1, de fecha 20 de febrero de 2017, del Laboratorio de Salud
Pública Ambiental, correspondiente al análisis de la droga recepcionada mediante Acta N°
9561-1, confeccionado por la Perito Analista Bioquímica doña Lorena Del Carmen Jara
Espinoza solo ayudó a determinar que las sustancias incautadas tienen presencia de
Canabinoles, sin señalar la pureza de la droga; respecto del Informes sobre las
características y peligro que para la salud encierra la Cannabis Sativa, emitido por la perito
doña Lorena Del Carmen Jara Espinoza, este solo proporciona información genérica de los
efectos de la mariguana, sin señalar los efectos específicos de la droga incautada, por lo
que este último antecedente no ayudó a estos sentenciadores a formar su convicción.
En cuanto al resto de la prueba proporcionada por la defensa, específicamente el certificado
médico emanado del Dr. Angelo Rodríguez Zurita, informa respecto de una serie de
patologías que padecería el acusado, las que a juicio de los sentenciadores, no constituyen
el motivo del consumo de drogas de H.E.C.G, sino que estas enfermedades se fueron
originando con posterioridad al inicio del consumo de las mismas; por otro lado, la solicitud
de interconsulta, no aporta mayores antecedentes que deban ser valorados por el Tribunal,
por cuanto hasta ese momento no se había realizado acción alguna tendiente a combatir el
consumo de drogas.
NOVENO: Que atendido lo dispuesto en el artículo 48 del Código Procesal Penal, se exime
al Ministerio Público del pago de las costas, por estimar que tuvo motivo plausible para
litigar y llegar hasta esta instancia procesal.
Por estas consideraciones y en mérito de lo dispuesto por los artículos 1, 7, 15 N°1 y 18 del
Código Penal; artículos 1, 4, 45, 48, 295, 296, 297, 340, 341, 342, 343 y 344 del Código
Procesal Pena; y Ley 20.000, se declara:
I.-Que se absuelve a H.E.C.G, de los cargos materia de la acusación que lo suponían autor
de un delito de siembra y cultivo de marihuana, previsto y sancionado en el artículo 8° de
la Ley 20.000, supuestamente cometidos en Colón N° 53, comuna de Andacollo, el 20 de
enero de 2017.
II.- Que no se condena en costas al Ministerio Público.
III.- Hágase devolución de las pruebas incorporadas, ejecutoriada que sea la sentencia.
Regístrese.
Redactada esta sentencia por el juez Guillermo Cofré Rivera.
Rol único de causa: 1700017892-6.
Rol interno del Tribunal: 246-2017.
Normas asociadas: L20000 ART 8; L20000 ART 50; CPR ART 76; COT ART 14; COT
ART 18; CPP ART 376 b; CPP ART 388; CPP ART 390
TEXTO COMPLETO
Que se ha deducido por don Juan Aguilera Ponce, fiscal adjunto Jefe de la Fiscalía Local
de Andacollo, en representación del ministerio público, recurso de nulidad en contra de la
sentencia de fecha 27 de septiembre del 2017, dictada por la Segunda Sala del Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de La Serena, integrada por los jueces don Nicanor Salas Salas,
quien la presidió, doña Valeria Mulet Martínez y don Guillermo Cofré Rivera, en virtud de la
cual se absolvió al encartado H.E.C.G. de los cargos que se le imputaban como autor del
delito de siembra y cultivo de mariguana, previsto y sancionado en el artículo 8° de la ley
20.000, que se habría cometido el 20 de enero del 2017, en la comuna de Andacollo.
Funda el recurso en la causal contemplada en el artículo 373 letra b) del Código Procesal
Penal, argumentando que la sentencia impugnada incurre en una errónea aplicación del
derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Concluye pidiendo que
se declare la nulidad de la sentencia y del juicio oral, ordenándose la realización de un
nuevo juicio ante tribunal no inhabilitado.
Declarado admisible el recurso, se llevó a efecto la audiencia correspondiente y se fijó para
la lectura del fallo el día 20 de noviembre del 2017, a las 12 horas.
Normas asociadas: CPR ART 6; CPR ART 7; CPR ART 83, L19640 ART 1; L19640 ART
2; L19640 ART 3; CPP ART 3; CPP ART 180; CPP ART 181; CPP ART 227; CPP ART 228;
CPP ART 276; CPP ART 186: CPP ART 93 e; PIDCP ART 14 N° 3; CPR ART 19 N° 3; CPP
ART 277; CPP ART 358
TEXTO COMPLETO:
Siendo las 10:55 horas ante la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones integrada por los
Ministros titulares señor Juan Pedro Shertzer Díaz, señor Humberto Mondaca Díaz y señor
Christian Le-Cerf Raby, se lleva a efecto la audiencia fijada para la vista de recurso de
apelación interpuesto en contra de la resolución dictada en audiencia de preparación de
juicio oral, dictada por el Juez de Letras y Garantía de Los Vilos don Jairo Martínez Cuadra,
de fecha veintiséis de julio de dos mil diecisiete, en el que se excluye la testimonial
correspondiente a los testigos don Nicolás Pinto Morales, don Ernesto Guajardo Parada,
don Nelson Álvarez Sandoval y don Guillermo Duran Herrera, individualizados en el
segundo otrosí de la acusación presentada por el Ministerio Público.
La presente audiencia se lleva a efecto, con la asistencia del Ministerio Público
representado por la abogado asesora doña Cristina Soto y el Defensor don Emilio Cotroneo.
VISTOS:
Que, la alegación de la defensa para la exclusión de la prueba testimonial se sustenta en
el no cumplimiento del deber de registro respecto a estas probanzas.
Que, los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República fijan el marco de
actuación de los órganos del Estado, dentro de los cuales se encuentra el Ministerio Público,
resultando, por ende, aplicable a su respecto lo dispuesto en la primera de las normas
citadas que señala "‘Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a
las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República. Los
preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos
como a toda persona, institución o grupo. La infracción de esta norma generara las
responsabilidades y sanciones que determine la ley”. Obligación que se refuerza tanto por
el artículo 83 de la propia Carta Fundamental como por los artículos 1, 2 y 3 de su propia
Ley Orgánica, Ley n° 19.640, como también el artículo 3 de Código Procesal Penal.
Que, el artículo 180 del Código Procesal Penal reza “Investigación de los fiscales. Los
fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por si mismos o encomendar a la policía
todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento de
los hechos”, norma que es una repetición de lo dispuesto en el artículo 83 de la Constitución
Política de la República, ambas disposiciones que nos dicen que los responsables de la
investigación criminal son los fiscales del Ministerio Público.
Que, una de las innumerables obligaciones que durante la investigación el ente persecutor
debe cumplir es la de registro a que se refieren tanto el articulo 181 como los artículos 227
y 228, todos del Código Procesal Penal. Y sobre el punto, en este caso, es pacífico el hecho
que en la carpeta de investigación no existe constancia del cumplimiento de aquella
obligación respecto de los testigos excluidos.
Que, establecido que está que el Ministerio Público no actuó conforme a la ley, ya que no
cumplió con la mentada obligación de registro, lo que hay que dilucidar son los efectos de
dicho incumplimiento, toda vez que no toda infracción genera las consecuencias a que se
refiere el artículo 276 del Código Procesal Penal.
Que, la obligación de registro impuesta en las normas citadas radica en la naturaleza
desformalizada de la investigación criminal actual y cumple una doble función, la de
conocimiento e información, destinada a conocer los elementos que sustentan la imputación
y evitar la sorpresa, como la de control de la actividad persecutora atendida la autonomía y
exclusividad entregada al Ministerio Público.
Estas funciones emanan del mismo artículo citado al señalar este que el sistema de registro
deberá “garantizar la fidelidad e integridad de la información, así como el acceso a la misma
de aquellos que de acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo” y entre estos se encuentra
el imputado, según dispone el artículo 186 del mismo cuerpo legal, calidad que tiene una
persona desde los primeros actos del procedimiento que se dirigen en su contra como
mandata el artículo 7, lo que, además, se vincula con el derecho de! imputado a conocer el
contenido de la investigación, letra e) del artículo 93.
Que, la infracción al deber de registro por parte del Ministerio Público se liga
necesariamente con el derecho de defensa, reconocido por Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, artículo 14 n° 3, y en el artículo 19 n° 3 de la Constitución
Política de la República, derecho que ha sido explicitado como aquel que comprende, entre
otros, “El derecho a ser oído, lo que supone el derecho a conocer el contenido de los cargos
que se le imputan y los antecedentes que los fundan, a objeto de ejercer adecuadamente
su derecho a defenderse y a formular los planteamientos y alegaciones que convengan a
su defensa, el derecho a controlar y controvertir la prueba de cargo y el derecho de valorar
la prueba producida y exponer las razones tácticas y jurídicas para obtener del tribunal una
sentencia favorable” y que “El derecho de defensa del imputado comprende, en
consecuencia, tanto la defensa material como la defensa técnica. La defensa material
consiste en el ejercicio de los derechos que la Constitución y las leyes le confieren durante
el procedimiento y que, en general, atingen en forma personal al imputado” (Horvitz Lennon,
María Inés y López Masle, Julián, Derecho Procesal Penal Chileno, Tomo I, pág.227), al
cual el incumplimiento acreditado afecta al impedir al imputado y a su defensa técnica el
adecuado ejercicio de un derecho garantido en la Constitución- ejercicio de la defensa
material-, ya que se le imposibilita un adecuado control de la actividad persecutora y de la
adecuación de esta a la Constitución y las leyes.
Que, o sea, el incumplimiento del deber de registro en la especie no es inocuo como pudiera
pensarse ya que, precisamente, es ello lo que impide al imputado el ejercicio pleno y
efectivo de sus derechos en relación a la prueba testimonial cuestionada, ausencia esta
que no es inofensiva pues dicha registro es materialización del respeto de garantías
fundamentales y que, en caso de olvido, debe resguardar el Juez de Garantía respectivo,
como ordena el inciso penúltimo del articulo 276 citado, lo que revela la importancia que el
Constituyente y el Legislador entregan a la protección de las garantías involucradas, de tal
forma que el proceder denunciado y acreditado valida el cuestionamiento levantado por la
defensa.
Que, como consecuencia de lo señalado precedentemente solo cabe concluir que el
incumplimiento, en la forma descrita, por parte del ente persecutor de su obligación de
registro contenida en las normas legales citadas vulnera la garantía constitucional del
derecho de defensa.
Que, esta omisión, además, implica un incumplimiento del principio de objetividad que
regula el actuar del Ministerio Público, según dispone el artículo 83 inciso final de la
Constitución Política de la República y artículo 3 de la Ley 19.640, entendido este como la
imposición de “un deber de lealtad del Ministerio Público para con la defensa, deber que se
traduce, entre otras manifestaciones, en que este no debe esconder información disponible
que puede favorecer a esta y en su deber de mostrar sus cartas en forma oportuna para
que la defensa pueda prepararse adecuadamente. Finalmente, este principio debiera
imponer el deber al Ministerio Publico de actuar de buena fe durante todo el desarrollo del
procedimiento, evitando que las reglas de un juego justo sean vulneradas. El Ministerio
Público debe siempre resguardar que se mantenga vigente la posibilidad de que la defensa
pueda actuar eficazmente a favor de sus intereses”. (Duce J., Mauricio, y Riego R, Cristián,
Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal, Volumen I, pág. 140)
Que, como corolario de lo expuesto en los motivos precedentes es dable concluir que la
infracción del Ministerio Público a su obligación de registro afecta también la garantía
constitucional del debido proceso,- articulo 19 n° 3 inciso 5°, Constitución Política de la
República- entendido este “no solamente el derecho de las personas de no ser privadas de
sus vidas, libertades honra o propiedades sin un debido proceso de ley, sino la seguridad
que las pretensiones, de cualquier naturaleza que se hagan valer ante los órganos que
ejerzan jurisdicción, deberán ser resueltas después de haberse tramitado, conforme a un
procedimiento justo y racional” (Tavolari O., Raúl, Informe en Derecho “La Garantía del
Debido Proceso como causal de nulidad a invocar por el Ministerio Público”). Lo anterior,
toda vez que el actuar del Ministerio Público fuera del marco que le permite la Constitución
y las leyes, necesariamente afecta y contamina la investigación, y no puede servir para
sustentar una sentencia sin violar el mandato constitucional antes expuesto, ya que el
legislador reguló, en clave de garantía, lo que entiende por un procedimiento y una
investigación racionales y justos en materia penal a través del Código Procesal Penal, una
de cuyas normas imperativas para el ente persecutor, este no cumplió.
Que, de lo que se viene razonando queda claro que se han vulnerados sendos derechos
fundamentales de los imputados, a saber, el derecho de defensa, en su componente
especifico de derecho a la información, y, asimismo, el derecho a un debido proceso, al
infringirse un mandato legal obligatorio de registro de actuaciones en la etapa de
investigación contenido en el Código Procesal Penal(de la similar manera se ha resuelto en
rol 1891-2016 de la Corte de Apelaciones de San Miguel y rol 257-2017 de la Corte de
Apelaciones de Concepción), todo lo que conduce a ratificar el parecer del Juez de primer
grado en el sentido que la omisión del ente persecutor fue vulneradora de garantías
constitucionales.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 277 inciso segundo y 358 del
Código Procesal Penal, se CONFIRMA la resolución dictada en audiencia de veintiséis de
julio de dos mil diecisiete, íntegramente transcrita en la carpeta digital.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Shertzer, quien estuvo por revocar la
decisión recurrida, toda vez que siendo la oportunidad legal para la producción de prueba
la respectiva audiencia de juicio oral, momento en que la defensa tendrá la posibilidad de
contrainterrogar a los testigos de cargo, mal puede existir una afectación de los derechos
de la defensa, el que además, aparece debidamente resguardado desde el momento que
de acuerdo a lo dispuesto en la letra f) el artículo 259 del Código Procesal Penal, se impone
al fiscal el deber de individualizar al declarante y precisar los puntos sobre los cuales
recaerán sus dichos, puesto que tal información, necesaria para enfrentar el juicio oral, se
complementa con el examen directo, que es en suma la fuente que permite elaborar
preguntas para desacreditar al testigo con el contraexamen.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el Tribunal e incorporada
a la carpeta digital.
2.- Corte acoge apelación del MP por exclusión de testigo que no había declarado en
la investigación (CA de La Serena 18.10.2017 rol 530-2017)
Normas asociadas: CPP ART 227; CPP ART 228; CPP ART 276; CPP ART 277;
CPP ART 332; CPP ART 358; CPP ART 360
TEXTO COMPLETO
Siendo las 10:40 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones,
presidida por el Ministro señor Fernando Ramírez Infante e integrada por la Ministro señora
Marta Maldonado Navarro y el abogado integrante señor Claudio Fernández Ramírez, se
lleva a efecto audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio
Público, en contra del auto de apertura dictado con fecha veintiséis de septiembre de dos
mil diecisiete, por la Juez Suplente del Juzgado de Garantía de Ovalle, doña Carolina Rojas
Araya, que excluyó prueba de cargo del ente persecutor para la audiencia de preparación
de juicio oral.
Se deja constancia que la audiencia, que queda registrada íntegramente en el
sistema de audio, se realiza con la asistencia de la representante del Ministerio Público
doña María Cristina Soto, quien se anuncia y alega por 10 minutos, revocando, y por la
Defensoría Penal Pública, el abogado don Hugo Lagunas, quien se anunció y alegó, por 5
minutos, confirmando la resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
PRIMERO: Que el Ministerio Público ha deducido recurso de apelación en contra
del auto de apertura de Juicio Oral por haber sido excluida como prueba para ser rendida
en el juicio del caso la declaración de la testigo K.Y.R.M., solicitando se modifique el aludido
auto incluyendo e incorporando como prueba que rendirá el Ministerio Público a la precitada
testigo;
SEGUNDO: Que la juez a quo excluyó la declaración de la testigo de marras por
no haber prestado declaración en el proceso de investigación, estimando que ello impide
conocer sus dichos con antelación lo que causa un perjuicio a la defensa, afectando la
posibilidad de controvertir su versión y de contrainterrogarla eficazmente.
TERCERO: Que en el presente caso la exclusión de la testigo se ha sustentado
en lo dispuesto en el artículo 276 del Código Procesal Penal que consigna la posibilidad de
excluir pruebas para la audiencia de juicio oral, cuando provengan de actuaciones o
diligencias que hubiesen sido declararas nulas o se hubieren obtenido con falta de
observancia de garantías fundamentales; siendo el caso que, si bien está claro que la
mencionada testigo no declaró en la etapa investigativa, ello no importa vulneración a la
garantía de un debido proceso, pues la prueba testimonial no se valora por la declaración
escrita previa sino por lo que exponga en la audiencia de juicio ante el tribunal de la causa,
teniendo posibilidad, la defensa, si lo estima conveniente, de contrainterrogar, debiendo
señalarse, además, que la ausencia de un interrogatorio formal de la testigo en la etapa de
investigación, de modo alguno infringe el artículo 332 del Código Procesal Penal, pues
dicha norma no precisa tal actuación como una diligencia esencial, correspondiéndole al
juez valorar el material probatorio que se produzca en la audiencia de juicio, siendo, por lo
demás, la obligación de registro, establecida en los artículos 227 y 228 del Código Procesal
Penal, aplicable únicamente a las actuaciones efectivamente realizadas, cuyo no es el caso.
Por estas consideraciones, y teniendo presente, además, lo dispuesto en los
artículos 276, 277, 358 y 360 del referido texto legal, SE REVOCA, en lo apelado, el auto
de apertura de juicio oral de fecha veintiséis de septiembre de dos mil diecisiete, dictada
por el Juzgado de Garantía de Ovalle, en aquella parte que excluyó la inclusión de la testigo
K.Y.R.M., y, en su lugar, se decide que se incluye a la referida testigo en el mencionado
auto de apertura de juicio oral.
Acordada con el voto en contra del abogado integrante señor Claudio Fernández
Ramírez quien estuvo por confirmar la resolución en alzada en virtud de sus propios
fundamentos.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal y
relator señor Rodrigo Patricio Díaz Figueroa que actúa como ministro de fe.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 530-2017.- Reforma Procesal Penal.
3.- Corte acoge apelación del MP por exclusión de testigo que no había declarado en
la investigación, no existe infracción al artículo 332, 227 ni 228 del CPP (CA de La
Serena 21.12.2017 rol 663-2017)
Normas asociadas: CPP ART 227; CPP ART 228; CPP ART 276; CPP ART 277
TEXTO COMPLETO
Siendo las 10:42 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte presidida por la Ministro Titular
señora Marta Maldonado Navarro, e integrada por el Ministro Suplente señor Carlos
Jorquera Peñaloza y el abogado integrante señor Mario Carvallo Vallejos, se lleva a efecto
audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, en
contra del auto de apertura dictado con fecha cinco de diciembre de dos mil diecisiete, por
la Juez del Juzgado de Garantía de Vicuña, doña Lia Chepe Semmler, que excluyó prueba
de cargo del ente persecutor para la audiencia de preparación de juicio simplificado.
Se deja constancia que la audiencia, que queda registrada íntegramente en el sistema de
audio, se realiza con la asistencia del representante del Ministerio Público don Christian
Rodríguez, quien se anuncia y alega por 10 minutos, revocando, y por la defensa, la
abogado doña Pía Bustos, quién se anuncia y alega, por 10 minutos, confirmando la
resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
PRIMERO: Que el Ministerio Público ha deducido recurso de apelación en contra del auto
de apertura de Juicio simplificado por haber sido excluida como prueba para ser rendida en
el juicio, la declaración de los testigos doña Miriam del Rosario Pasten Tapia y don Ido del
Rosario Flores Guaya, solicitando se modifique el aludido auto, incluyendo e incorporando
como prueba que rendirá el Ministerio Público a los precitados testigos;
SEGUNDO: Que la juez a quo excluyó los testigos ya individualizados por no haber
prestado declaración en el proceso de investigación, estimando que ello impide conocer
sus dichos con antelación, lo que causa un perjuicio a la defensa, afectando la posibilidad
de controvertir su versión y de contrainterrogarla eficazmente.
TERCERO: Que en el presente caso la exclusión de la testigo se ha sustentado en lo
dispuesto en el artículo 276 del Código Procesal Penal que consigna la posibilidad de excluir
pruebas para la audiencia de juicio oral, cuando provengan de actuaciones o diligencias
que hubiesen sido declaradas nulas o se hubieren obtenido con falta de observancia de
garantías fundamentales; siendo el caso que, si bien está claro que los mencionados
testigos no declararon en la etapa investigativa, ello no importa vulneración a la garantía de
un debido proceso, pues la prueba testimonial no se valora por la declaración escrita previa
sino por lo que expongan en la audiencia de juicio ante el tribunal de la causa, teniendo
posibilidad, la defensa, si lo estima conveniente, de contrainterrogar, debiendo señalarse,
además, que la ausencia de un interrogatorio formal de los testigos en la etapa de
investigación, de modo alguno infringe el artículo 332 del Código Procesal Penal, pues
dicha norma no precisa tal actuación como una diligencia esencial, correspondiéndole al
juez valorar el material probatorio que se produzca en la audiencia de juicio, siendo, por lo
demás, la obligación de registro, establecida en los artículos 227 y 228 del Código Procesal
Penal, aplicable únicamente a las actuaciones efectivamente realizadas, cuyo no es el caso.
Por estas consideraciones, y teniendo presente, además, lo dispuesto en los artículos 276,
277, 358 y 360 del referido texto legal, SE REVOCA, en lo apelado, el auto de apertura de
juicio simplificado de fecha cinco de diciembre de dos mil diecisiete, dictada por el Juzgado
de Garantía de Vicuña, en aquella parte que excluyó la inclusión de los testigos doña Miriam
del Rosario Pasten Tapia y don Ido del Rosario Flores Guaya, y, en su lugar, se decide que
se incluye a los referidos testigos en el mencionado auto de apertura de juicio oral
simplificado.
Acordado con el voto en contra del Ministro señor Jorquera quien fue de parecer de
confirmar la resolución en alzada, compartiendo los argumentos esgrimidos por la señora
jueza a quo expresados en la referida resolución.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal y relator
señor Juan Pablo Torrijo Rojas, que actúa como ministro de fe.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 663-2017.- Reforma Procesal Penal.
Normas Asociadas: CPP ART 227; CPP ART 228; CPP ART 276; CPP ART 277;
CPP ART 332; CPP ART 358; CPP ART 370
TEXTO COMPLETO
1.- Corte rechaza recurso de nulidad interpuesto por la DPP por errores en la
formulación del recurso (CA La Serena 13.09.2017 rol 391-2017)
Normas asociadas: CP ART 231; CP ART 470 n° 5; CP ART 45; CPP ART 373 b)
TEXTO COMPLETO
VISTOS:
Que la abogada doña María Fernanda Rojas Pinto, en representación del sentenciado
O.F.G.R., ha interpuesto recurso de nulidad en contra de la sentencia de fecha 5 de julio
del presente año, que condenó a su representado en calidad de autor de un delito
consumado de prevaricación, previsto y sancionado en el artículo 231 del Código Penal, a
sufrir la pena de tres años y un día de suspensión, en su grado mínimo, del ejercicio de la
profesión de abogado y a una multa de 10 UTM; y lo condena también en calidad de autor
de un delito consumado de ocultación de documento, previsto y sancionado en el artículo
470 Nº 5 del mismo Código, a la pena de tres años y un día de presidio menor en su grado
máximo, más las accesorias legales y una multa de 10 UTM. Se le sustituyó la pena
privativa de libertad por una pena de libertad vigilada intensiva por igual término de la pena
que se sustituye.
Para sustentar la pretensión anulatoria, la recurrente invoca la causal del artículo 373 letra
b) del Código Procesal Penal, entendiendo que en el pronunciamiento de la sentencia se
ha efectuado una errónea aplicación del derecho, afirmando que de los antecedentes del
proceso se infiere –por un lado- que el encartado no ha cometido el delito de prevaricación
que se le atribuye, por cuando su actuar no ha ocasionado perjuicio a quien figura como
ofendido; y -por otro lado-, formula un segundo argumento, que plantea en subsidio del
anterior, y lo hace consistir en que su defendido fue condenado por dos delitos, el de
prevaricación y el de ocultamiento de documento, señalando que en tal caso se produce un
concurso ideal de delitos que debe ser sancionado de acuerdo al artículo 75 del Código
Penal.
En relación al primer motivo, refiere que la influencia substancial en lo dispositivo del fallo
surge porque si los sentenciadores hubieren razonado conforme a derecho, habrían
absuelto al encartado, al establecer que el reo no era abogado del ofendido al 18 de febrero
de 2015, y en tal caso, al no existir vínculo abogado-cliente, no existió perjuicio y, al no
existir perjuicio, no existió prevaricación. Respecto del motivo subsidiario estima que si los
sentenciadores hubieren efectuado una correcta aplicación del derecho y hubieren
sancionado ambas conductas (prevaricación y ocultamiento de documento) como un solo
delito, lo habrían sancionado conforme a las normas del concurso ideal del artículo 75 del
Código Penal con una sola pena de presidio menor en su grado máximo más las accesorias
legales y multa de 10 UTM, sustituida la primera por libertad vigilada intensiva.
Y VISTO, además, lo dispuesto en el artículo 384 del Código Procesal Penal, SE RECHAZA
el recurso de nulidad intentado por la abogada doña María Fernanda Rojas Pinto, en
representación del sentenciado O.F.G.R., en contra de la sentencia definitiva de fecha cinco
de julio del presente año, del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, la que, en consecuencia,
no es nula.-
Pronunciado por la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones integrada por los Ministros
Titulares señor Fernando Ramírez Infante, señora Marta Maldonado Navarro y el abogado
integrante señor Mario Carvallo Vallejos. No firma el Ministro señor Ramírez, no obstante
haber concurrido a la vista y acuerdo de la causa, por encontrarse con permiso.
2.- Corte rechaza recurso de nulidad del MP en razón de no precisar el principio,
máxima o conocimiento erróneamente aplicados y la forma en que se produce la
infracción (CA La Serena 02.10.2017 rol 441-2017)
Normas asociadas: CPP art. 374 letra e; CPP art. 342 letra c; CPP art. 297; CPP
art. 383 CPP art. 360; CPP art. 36; CPP art. 297; CPP art. 360; CPP art. 372; CPP art. 378;
CPP art. 384
TEXTO COMPLETO
PRIMERO: Que don Juan Rubén González Tobar, fiscal adjunto de Coquimbo, en
causa RUC N° 1700064582-6, RIT 194-2017 del Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de La
Serena, ha deducido recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada por el
Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de La Serena, de fecha 31 de Julio de 2017, dictada
por la Primera Sala de dicho tribunal, integrada por las juezas Jimena Pérez Pinto, Nury
Benavides y María Inés Devoto Torres, que absolvió a los acusados M.G.F.G., M.A.S.A.,
C.I.A.C., G.E.N.N. y B.A.C.A., de los cargos formulados por el Ministerio Público en contra
de todos ellos, de ser autores del delito de robo con homicidio, en grado frustrado,
perpetrado en la persona y en perjuicio de J.C.P.E., el día 18 de enero de 2017 en la
comuna de Coquimbo.
SEGUNDO: Que el recurso interpuesto se funda en la causal prevista en la letra
e) del artículo 374 del Código Procesal Penal, es decir: “Cuando, en la sentencia, se hubiere
omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letra c)”; esto es, “La exposición
clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los
medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 297 del Código Procesal Penal”.
En relación a esta última norma se cita por el recurrente, su inciso segundo, él que
dispone: "El Tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones
que hubiere tenido en vista para hacerlo."
TERCERO: Que el recurrente reprocha en su libelo recursivo, que el tribunal no
realizó una valoración total y en conjunto de la prueba presentada por la fiscalía, realizando
una valoración contraria a los principios de la lógica y máximas de la experiencia.
Refiere que los juzgadores consideran ilógico que la víctima reconociese al
encartado M.S. y no así a otro acusado que fue quien lo golpeó en las piernas con un fierro,
omitiendo en el fallo que la víctima dio razón de sus dichos, ya que indicó que no podía
reconocer al segundo de los imputados que lo abordó ya que solo prestó atención al
encartado M.S. por ser este quien le había efectuado uno de los disparos y quien se
encontraba a una distancia de dos metros, explicación que se condice con las máximas de
la experiencia teniendo en consideración el miedo lógico a recibir un segundo impacto el
cual finalmente se efectúo cuando ya se había retirado el segundo de los imputados, ósea,
existe lógica y honestidad en el reconocimiento de la víctima. Agrega, que en ese mismo
sentido el juzgador cuestiona que la víctima lo haya reconocido por la mirada y por la
camiseta de futbol que portaba el día de los hechos y que éste se haya hecho previamente
por fotografías que le habían mostrado familiares y amigos, señala ese reconocimiento
como "feble", no valorando el tribunal que en la misma sala de audiencias la victima realizó
un reconocimiento, sin duda alguna del acusado M.A.S.A., quien el día de la audiencia de
juicio se encontraba junto a otros cuatro coacusados y a que éste en dicha audiencia no
portaba la camiseta de futbol.
Más adelante refiere que los juzgadores cuestionan el reconocimiento en sala
efectuado por la victima respecto del acusado Claudio Arancibia al señalar que se originó
en el tribunal duda razonable en relación al valor de este reconocimiento ya que en fiscalía
la víctima había señalado "yo vi a alguien de copiloto pero no le pude ver la cara", sin
embargo, el ofendido señaló en audiencia que a este acusado le había visto la cara de
costado cuando pasaron en un auto blanco y efectúo un reconocimiento en audiencia.
Enseguida, expresa que el tribunal, respecto del testimonio del policía Guillermo
Concha, quien refirió la forma en que se llega a los acusados y reseña la confesión (SIC)
prestada, previa lectura de sus derechos, por los encartados M.G.F.G. y M.A.S.A., no podía
ser estimado como prueba suficiente de la participación endilgada a los acusados, sin
perjuicio inmediatamente después toman parte de esta declaración para confrontar la
declaración de la víctima, ya que al funcionario policial, el acusado M.F. le indicó que quien
disparó fue B.C., en tanto, el imputado M.S. le indicó que quien disparó fue G.N..
Así, reitera, que el juzgador no ha hecho una valoración completa y en conjunto de
la prueba presentada por la fiscalía, sino una parcializada y dividiendo el análisis de la
misma, que lo han llevado a arribar a una valoración que contraría los principios de la lógica
y máximas de la experiencia, esto atendido a que cada uno de los medios de prueba
presentados por la Fiscalía se refuerzan entre ellos, así el relato de la víctima y el
reconocimiento de los acusados por ésta, es ratificado por los dichos del funcionario policial
Guillermo Concha quien declara lo escuchado, previa lectura de derechos, a los acusados
M.S. y M.G., quienes obviamente no pudieron ponerse de acuerdo con la víctima para
establecer la participación de estos en la perpetración del delito. Agrega que la víctima
señala como reconoce a M.S. como la persona que disparó y a C.A., lo ubica como de
copiloto en el vehículo blanco en el que huyeron; y, don Guillermo Concha relató que tomó
declaración a M.G. y éste reconoce su participación en los hechos y la participación de otras
cuatro personas, tres de las cuales descendieron del vehículo a perpetrar el ilícito, entre
ellos a M.S. como una de las personas que bajó, asimismo, sitúo a C.A. como copiloto en
el vehículo en el que huían, mientras que la víctima relató y reconoció al acusado C.A. como
una de las personas que huían en el vehículo, sentado en el asiento del copiloto. Mismo
reconocimiento escuchó el señor Concha del acusado M.S.
Finalmente, expone que el presente recurso se funda en la falta de valoración que
el tribunal oral hizo de la declaración de la víctima J.C.P.E. y de los dichos del funcionario
policial Guillermo Concha, lo cual llevó a resolver de una manera contraría los principios de
la lógica y máximas de la experiencia, contrario a lo que se busca en las resoluciones
judiciales, esto es, que sean producto de un proceso racional que permita reconstruir, con
la sola lectura de la resolución, los fundamentos de que se valió el tribunal para fallar en tal
o cual sentido, de manera que el agraviado por la resolución judicial pueda representarse
las consideraciones y razonamientos que el magistrado tuvo presente al momento de
adoptar su decisión, situación que no se da en la presente causa.
Solicita que se anule la sentencia y el juicio oral en que ella ha recaído,
determinando el estado en que ha de quedar el procedimiento y se ordene la remisión de
los antecedentes al tribunal no inhabilitado que corresponda.
CUARTO: Que, para resolver la cuestión puesta en conocimiento de esta Corte,
es necesario tener presente que de acuerdo al sistema recursivo consagrado en el Código
Procesal Penal, el recurso de nulidad no constituye una instancia, de tal manera que le está
vedado a este tribunal inmiscuirse en los hechos del conflicto jurídico en debate, siendo la
apreciación y establecimiento de éstos, una facultad exclusiva y excluyente de los
jueces de la instancia, exclusividad que se extiende a la valoración de la prueba rendida
en el juicio, quienes cuentan con una total libertad para ello, con la sola limitación de que
en el ejercicio de esa facultad no pueden contrariar los principios de la lógica, las máximas
de experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. Y es el control del
cumplimiento de esta limitación por parte del tribunal a quo, el que le corresponde hacer a
esta Corte conforme a la causal de nulidad invocada por el recurrente en la especie.
Que por otro lado, cabe señalar que el recurso de nulidad es un medio de
impugnación de derecho estricto, ya que, para su procedencia, no sólo basta que la
sentencia impugnada cause un agravio a alguno de los intervinientes en el juicio oral, sino,
porque además, tal procedencia depende de la naturaleza de las resoluciones impugnables;
de que la causal invocada sea de aquellas expresamente establecidas por el legislador; y,
por último, que en el escrito respectivo se cumplan con las formalidades legales, lo que
conlleva que no solo se debe ser claro y preciso en la descripción de los supuestos fácticos
en que se funda el recurso, sino que también tal claridad y precisión debe estar presente
en el fundamento jurídico en que se apoya, todo lo cual debe tener la debida
correspondencia con la petición que somete a decisión del tribunal.
Conforme a lo anterior, las exigencias descritas precedentemente se satisfacen en
la medida que en el libelo recursivo se explique detalladamente la forma en que se ha
producido la contravención a la o las leyes denunciadas como vulneradas; con la indicación
de la totalidad de las normas jurídicas involucradas; que, además, se haga mención expresa
y determinada de la forma en que se ha producido la infracción; y, que se indique cómo
aquella infracción ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo; o, en su caso, el
señalamiento claro y preciso de las circunstancias que configuran las causales de nulidad
absoluta del artículo 374 del Código Procesal Penal, como por ejemplo, el completo
señalamiento de los principios de la lógica, de los conocimientos científicamente afianzados
o máximas de la experiencia transgredidas y como se produce dicha infracción.
Como conclusión corresponde decir que una alusión genérica de una supuesta
infracción o de normas legales o principios, máximas o conocimientos erróneamente
aplicados o argumentos globales respecto de la forma en que se produce dicha infracción
o de la influencia de este quebranto en la sentencia no configura, en modo alguno, la
exposición requerida por un recurso de esta naturaleza. (Corte de Apelaciones de la Serena.
Rol 250-2017). Lo anterior tiene su sustento en el artículo 378 del Código Procesal Penal,
norma que dispone que: “En el escrito en que se interpusiere el recurso de nulidad se
consignaran los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se sometieren al
fallo del Tribunal. El recurso podrá fundarse en varias causales, caso en el cual se indicará
si se invocan conjunta o subsidiariamente. Cada motivo de nulidad deberá ser fundado
separadamente”.
La exigencia de fundamentación, no tan solo es relevante para pronunciarse
acerca de la admisibilidad del recurso, sino que también para fijar la competencia del
tribunal ad quem, según lo prescrito en los artículos 383 y 360, ambos del Código Procesal
Penal.
QUINTO: Que, el recurso de nulidad intentado por el Ministerio Público no puede
prosperar en razón a los defectos formales que se observan en su interposición.
En efecto, según se ha señalado precedentemente, para que un recurso de nulidad
tenga un resultado satisfactorio en relación a las pretensiones del recurrente es necesario
que en su interposición no solo se sea claro y preciso en la descripción de los supuestos
fácticos en que se funda, sino que también tales circunstancias deben estar presente en los
fundamentos jurídicos que le sirven de sustento.
En la especie, el recurrente, en su libelo invoca la causal del artículo 374 letra e)
del Código Procesal Penal, en relación con el artículo 342 letra c) del mismo cuerpo legal,
por estimar primeramente, que en la sentencia “no hubo una valoración total y en conjunto
de la prueba presentada por la fiscalía”, para seguidamente, señalar que el tribunal realizó
“una valoración – de la prueba - contraria a los principios de la lógica y máximas de
experiencia”, sin que en parte alguna de su escrito se indique que principio de la lógica y
que máximas de experiencia fueron no consideradas por los sentenciadores en el
razonamiento que utilizaron para llegar a su decisión absolutoria.
Posteriormente, contradiciéndose con lo anterior, el recurrente indica que: “el
recurso se funda en la falta de valoración que el tribunal oral hizo de la declaración de la
víctima Juan Carlos Pastén Espinoza y de los dichos del funcionario policial Guillermo
Concha”, lo cual habría llevado al tribunal a resolver de una manera contraria a los principios
de la lógica y máximas de la experiencia, sin que nuevamente, se indique que principios y
que máximas habrían sido vulneradas por el tribunal en su dictamen.
Conforme a lo anterior, al no haberse indicado por el recurrente, la forma en que
los juzgadores de la instancia vulneraron en la valoración de la prueba los principios de la
lógica y las máximas de experiencia, esta Corte debe rechazar el recurso interpuesto, ya
que de acogerlo estaría extendiendo su decisión a cuestiones no planteadas por el
recurrente, vulnerando con ello lo dispuesto en el artículo 360 citado precedentemente.
SEXTO: Que, a mayor abundamiento cabe señalar, que en la sentencia recurrida,
aparece que el tribunal a quo, analizando y valorando toda la prueba rendida en el juicio –
la que por cierto, incluye las declaraciones de los testigos Juan Carlos Pastén Espinoza y
Guillermo Concha Ferrada - cuya omisión reprocha el recurrente - si bien tuvo por
acreditado los hechos materia de la acusación, el delito que éstos configuran, como
asimismo su grado de desarrollo; tales elementos probatorios - según la argumentación que
se hace en su fundamento Séptimo - fue insuficiente para tener por acreditada la
participación de los acusados en la ejecución del referido ilícito. Encontrándose impedido
este tribunal de efectuar un control de los razonamientos utilizados en dicho considerando,
en cuanto a si los mismos satisfacen el estándar exigido en el artículo 297 del Código
Procesal Penal, en atención a las falencias del recurso que se han denunciado
precedentemente.
Por estas consideraciones, y de conformidad, además, con lo dispuesto en los
artículos 36, 297, 342 letra c), 360, 372, 374 letra e), 378 y 384 del Código Procesal Penal,
se declara:
Que, se rechaza, el recurso de nulidad deducido en estos antecedentes por el
Ministerio Público, en contra de la sentencia de treinta y uno de julio de dos mil diecisiete
dictada por la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, la que se
declara que no es nula, como tampoco lo es el juicio oral que le sirvió de antecedente.
Regístrese y notifíquese.
Redacción por el ministro (s) señor Jorquera. Rol N° 441-2017 Reforma Procesal
Penal.-
3.- Corte revoca resolución que negó sobreseimiento definitivo por vencimiento del
plazo de observación de una suspensión condicional: la solicitud de revocación no
interrumpe el transcurso de dicho plazo (CA La Serena 22.11.2017 rol 595-2017)
Normas asociadas: CPP ART 237; CPP ART 239; CPP ART 240
TEXTO COMPLETO
Siendo las 11:00 horas, ante la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro señor Juan Pedro Shertzer Díaz, e integrada por el Fiscal Judicial
señor Jorge Colvin Trucco y el abogado integrante señor Marcos López Julio, se lleva a
efecto audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por la defensa, en contra
de la resolución dictada en audiencia de fecha treinta de octubre de dos mil diecisiete por
el Juez de Garantía de Ovalle, que no dio lugar a la solicitud de sobreseimiento solicitada
por la defensa.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de audio, por
la defensa, el abogado don Hugo Lagunas, quien se anuncia y alega por 5 minutos,
revocando y la representante del Ministerio Público doña María Cristian Soto, quien se
anuncia y alega por 7 minutos, solicitando la confirmación de la resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
PRIMERO: Que, en esta causa se solicitó por el Ministerio Público audiencia para
debatir respecto de la revocación de la suspensión condicional del procedimiento, por
incumpliendo de las condiciones decretadas, atendido lo que dispone el artículo 239 del
Código Procesal Penal.
SEGUNDO: Que la defensa ha solicitado se revoque la resolución dictada por el
Juzgado de Garantía de Ovalle, porque el artículo 240 del Código Procesal Penal, en su
inciso segundo, señala que transcurrido el plazo de observación que se hubiere fijado de
conformidad con el artículo 237 del mismo Código, sin que la suspensión hubiere sido
revocada, se extinguirá la acción penal, debiendo el tribunal dictar de oficio o a petición de
parte el sobreseimiento definitivo.
TERCERO: Que en el caso de autos, el período de observación fue fijado en el
lapso de un año que, donde, si bien el Ministerio Público solicitó del Juzgado de Garantía
de Ovalle la fijación de audiencia para debatir respecto de la revocación de la suspensión
condicional del procedimiento, vigente aún el plazo de un año fijado por el Tribunal al
decretar la referida suspensión condicional, lo cierto es que el referido Juzgado agendó la
audiencia solicitada para después de cumplido ese plazo, sin que aparezca de los
antecedentes que el ente persecutor le haya advertido que el plazo de un año estaba
próximo a vencer, haya solicitado un reagendamiento de la audiencia, para que esta
quedara dentro del plazo de observación del año o haya repuesto de la resolución que así
lo decretó.
CUARTO: Que la suspensión condicional del procedimiento no fue revocada
dentro del período contemplado en el considerando anterior, sin que pueda aquel
considerarse interrumpido en virtud de la actuación del ente persecutor en cuanto a la
solicitud pertinente, y como puede apreciar, lleva la razón la defensa del imputado cuando
argumenta que no se ha podido debatir respecto de la revocación de la suspensión
condicional del procedimiento, cuando la acción penal ya se ha extinguido, por vencimiento
del plazo de observación fijado por el Tribunal de acuerdo al artículo 237 del Código
Procesal Penal. En tales casos la única acción posible para el Tribunal es decretar, de oficio
o a petición de parte, el sobreseimiento definitivo.
QUINTO: Que, en las condiciones ya anotadas esta Corte no comparte con el juez
a quo la decisión de no sobreseer el procedimiento, por haberse cumplido el plazo fijado
por el Tribunal para el cumplimiento de las condiciones fijadas al decretar la suspensión
condicional del procedimiento, lo que consecuencialmente trae aparejado la extinción de la
acción penal, de acuerdo al artículo 240 inciso 2° del Código Procesal Penal.
De conformidad, además, con lo que disponen los artículos 239 y 240 del Código
Procesal Penal, se declara que SE REVOCA la resolución dictada en audiencia de fecha
treinta de octubre de dos mil diecisiete por el Juez de Garantía de Ovalle, que no dio lugar
a la solicitud de la defensa respecto del imputado R.M.O., y en su lugar se decreta el
sobreseimiento definitivo de la presente causa.
Acordada con el voto en contra del Fiscal Judicial señor Colvin, quien estuvo por
confirmar la resolución en alzada en virtud de sus propios fundamentos.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el Tribunal y
relatora señora Karla Malebrán Torres quien actúa como ministro de fe, certificando en este
acto la lectura de la presente resolución.
Regístrese y devuélvase vía interconexión.
Rol N° 595-2017 Reforma Procesal Penal.