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Guía del turismo cultural en Chile

 POSTED ON OCTUBRE 11, 2016


 LECTU RA DE 8 M I NUTOS
 255 VI STAS
 POR HUMBERTO MERINO
Chile está lejos de ser un destino relevante dentro del escenario mundial del
turismo cultural, sin embargo, a pesar de nuestras limitaciones, este tipo de
turismo crece con fuerza en nuestro territorio; según cifras oficiales el 40 %
de los turistas internacionales que visitaron Chile declaró que en parte
importante su visita estuvo motivada por conocer nuestros atractivos
culturales.
Pero no solo los extranjeros se interesan por conocer el Chile más profundo,
los chilenos estamos cada vez más interesados en conocer más sobre
nuestro país, sobre sus expresiones culturales y su patrimonio. El Día del
Patrimonio Cultural, la abundancia de programas y secciones televisivas
relacionadas con las costumbres locales, al mismo tiempo que diversas
organizaciones públicas, privadas y ciudadanas están trabajando —en
barrios, ciudades y localidades— para acercar la cultura popular a los
turistas, son ejemplos de esta tendencia, que representa en muchos casos
una oportunidad para el desarrollo de comunas y localidades que hoy no
cuentan con una oferta turística consolidada, pero sí disponen de un
potencial para ofrecer a sus visitantes experiencias turístico-culturales
significativas.
La gastronomía y la cocina popular; las festividades y rituales; las
tradiciones y expresiones orales; la música y las artes escénicas; la artesanía
y las artes visuales; los conocimientos y usos locales: la arquitectura
distintiva de un lugar y los sitios arqueológicos, entre tantos otros, son
elementos cada vez más atractivos para el común de los turistas y viajeros
que ven en nuestro país una diversidad atractiva, desafiante y convocante.
Junto con reducir la estacionalidad y aumentar el gasto de los turistas
nacionales y extranjeros, uno de los desafíos del turismo cultural en Chile
debe estar puesto en promover la visita de los “turistas de sol y playa” a
localidades cercanas menos masiva. Es decir que un mismo turista pueden
asumir en diferentes momentos de su viaje distintas experiencias. De esta
manera, avanzar en una articulación virtuosa entre el turismo y la cultura
parece necesario y urgente.
Pasado glorioso
Iquique – Salitreras

Iquique es una de las ciudades con mayor atractivo histórico del norte de
Chile. Presenta una serie de rutas patrimoniales cuyos hitos más destacados
son el Mercado Centenario, el Teatro Municipal (1889), el Casino Español
(1903), el palacio Astoreca (1904) y el boulevard Baquedano, cuyas casas de
pino oregón fueron construidas entre 1880 y 1920. El circuito conocido
como “El descanso de los héroes” permite conocer varios atractivos
históricos relacionados con la Guerra del Pacífico, como la Ex Aduana
(1871), que representa el primer edificio que recibe de manera provisoria a
los oficiales chilenos caídos en el combate naval de Iquique, y el Museo
Naval que exhibe reliquias históricas. A menos de 50 km hacia el sur de
Iquique están las oficinas salitreras Humberstone y Santa Laura,
reconocidas en 2005 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la
Unesco.

Museos, iglesias y piratas


Coquimbo – La Serena
Coquimbo y La Serena no solo son sinónimos de playas, también esconden
un extenso pasado patrimonial potenciado por la historia de ambas
ciudades. La Serena es la segunda ciudad más antigua del país y es
reconocida por su legado arquitectónico que dejaron las principales órdenes
religiosas. Su Zona Típica fue declarada Monumento Nacional en 1981, e
incluye 17 monumentos nacionales entre casas y edificios patrimoniales,
palacios e iglesias construidas con piedra caliza.
Ciudad puerto y balneario, Coquimbo destaca por sus paseos en
embarcaciones por la Bahía de La Herradura que recrea historias ligada a
corsarios y piratas, su oferta gastronómica basada en productos marinos, la
zona típica del pueblo de Guayacán, las caletas de pescadores, el bohemio
Barrio Inglés y el centro cultural de la única mezquita de la región.
La joya del Pacífico
Valparaíso

El corazón patrimonial de Chile es Valparaíso, declarado Patrimonio


Mundial por la Unesco. Este puerto fue el más importante para el comercio
internacional hasta la apertura del canal de Panamá. De esa época de
esplendor económico se conservan –algunos en buen estado y otros en
abandono total– importantes edificios de valiosa arquitectura, más los
antiguos ascensores, que aún son medio de transporte para sus habitantes
que viven en los cerros. Las pintorescas casas que parece que estuvieran
colgando, los estrechos pasajes y escalinatas, coloridos murales callejeros,
bares de marineros y cafés bohemios son las atracciones de este puerto,
viejo y ajado, que con sus lindas vistas se ha convertido en uno de los
destinos favoritos de los viajeros.

Metrópoli cultural
Santiago

Reconocido por el sitio TripAdvisor como uno de los mejores destinos de


América del Sur, Santiago es visita obligada para los amantes de la historia y
el patrimonio. El sitio de viajes Matador Network, enumeró este año los 10
lugares que ningún turista debe perderse en Santiago. Dentro de estos
incluyen a los barrios Bellavista, Lastarria, República y Concha y Toro, el
Cementerio General y el Centro de Arte Alameda. El centro de Santiago es
otro lugar histórico que merece una visita. La Moneda, la Plaza de Armas
con sus edificios patrimoniales, la Catedral, los museos, los antiguos
restaurantes, casas coloniales y hasta la residencia donde se declaró la
Independencia son algunos de sus imperdibles atributos.

Tradiciones de Chile
Rancagua – Colchagua

Zona huasa por excelencia, campo y ciudad se entremezclan en la Región de


O´higgins, donde la historia de Chile bulle entre sus fértiles tierras.
Rancagua ofrece una riqueza histórica única, lo que la convierte en un sitio
de interés para quienes gusten de la historia chilena. En tanto, el clima y las
tierras del valle de Colchagua propician una de las tierras más apropiadas
para la gestación de viñedos, siendo estos los que han dado el sello a nivel
internacional a la zona. Otro gran atractivo es la ruta hacia el campamento
minero de Sewell, la cual aparece como una de los destinos como mayor
oportunidad de crecimiento al ser nombrada patrimonio de la humanidad
por la Unesco en 2006.

Cultura ancestral viva


Imperial – Lago Budi
La zona costera de la Región de la Araucanía permite vivir una experiencia
única de naturaleza, historia y prácticas ancestrales, donde el pueblo
Mapuche Lafkenche conserva su cultura y tradiciones en torno al lago Budi,
el lago salado más agrande del mundo cuyas aguas se unen con el océano
Pacífico en el sector Boca Budi. Podrás vivir experiencias únicas junto a
familias que organizan actividades como juegos, eventos culturales,
cabalgatas y paseos en wampo (canoa mapuche). La experiencia de entrar al
territorio lafkenche es maravillosa. A lo largo de la ruta se encuentran
pequeñas localidades en las que podrás disfrutar de sabrosos platos con
productos del mar y hermosas localidades como Nehuentúe, Carahue,
Puerto Saavedra y Queule.

El legado de los colonos


Cuenca del lago Lanquihue

Las grandes ciudades de la Región de Los Lagos como Osorno, Puerto Varas
y Puerto Montt y los pequeños poblados como Ensenada, Frutillar,
Llanquihue y Puerto Octay conservan en muy buen estado el estilo
arquitectónico del siglo XIX traído por los colonos alemanes a la zona. Uno
de los circuitos mas recomendables es la ruta que bordea la cuenca del lago
Llanquihue, la que se puede iniciar indistintamente en Puerto Montt o en
Osorno. Orgullosos de su identidad sureña, los poblados aledaños al lago
aún preservan ese característico patrimonio, representado en la
arquitectura local y su gastronomía, donde las casonas de tejuelas, los
kuchen y la cerveza artesanal son parte del entorno que conforma esta zona
lacustre, cuyo epicentro es la pequeña ciudad de Frutillar, sede de las
Semanas Musicales de Frutillar que desde 2012 se realizan en el
espectacular Teatro del Lago.
Mágica expresión
Chiloé

La cultura chilota ha sido motivo de admiración creciente. Reconocido como


el último bastión de la hispanidad, sus fortificaciones hispánicas (Lacuy,
Ancud y Chacao), sus coloridas iglesias de madera, 16 de las cuales fueron
declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y sus emblemáticos
palafitos (Dalcahue y Castro), son visitas obligadas para cualquier viajero
interesado en conocer la cultura y la historia insular. El tradicional curanto,
cocinado en un hoyo con piedras calientes, el cordero asado al palo y las
coloridas papas chilotas son parte del patrimonio gastronómico de la isla. Si
de museos se trata, Chiloé tiene pocos, pero buenos. Ente ellos: el Museo de
Arte Moderno de Castro, el Museo Regional de Ancud y el Museo Histórico
Etnográfico y Antropológico de Dalcahue.
Aristocracia patagónica
Punta Arenas

De tradición portuaria y ovina, esta puerta de entrada al continente


antártico cautiva con su aire puro y sofisticada arquitectura europea, que la
diferencia de otras ciudades chilenas. Entre sus principales atractivos, se
encuentran el Museo Salesiano Mayorino Borgatello, el palacio Sara Braun y
la residencia de José Braun Menéndez, el monumento al ovejero, con su
caballo, su perro y ovejas; el cementerio local; el Instituto de la Patagonia; el
Teatro Municipal; la plaza Muñoz Gamero y espléndidas obras que
conservan su tradición, como el hotel Cabo de Hornos, edificios públicos y
gerencias de empresas locales. A 57 kilómetros al sur está el Fuerte Bulnes,
una antigua fortificación construida en 1843 para asegurar la soberanía de
Chile. Actualmente, hay una réplica del fuerte que se puede recorrer con
guías.
Exótica y misteriosa
Isla de Pascua

Si existe un lugar en el mundo rodeado de misterio, ese es la Isla de Pascua,


considerada uno de los pocos lugares del planeta donde existe una cultura
ancestral vigente y en desarrollo. La Isla de Pascua en uno de los lugares de
Chile más conocidos en el extranjero. Famosa mundialmente por sus moais
y la cultura ancestral Rapa Nui, en 1999 fue nombrada patrimonio de la
humanidad por la Unesco. Son muchos los turistas que la eligen como
destino, muchos regresan con una foto al lado de un moai para contarles a
sus amigos que visitaron uno de los lugares más exóticos del mundo. Pero la
Isla es mucho más que un lugar paradisiaco, pues se trata de un rincón
donde convergen un valioso, único y frágil patrimonio, una singular cultura
ancestral, un fuerte aislamiento y una historia de explotación y abandono.

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