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Interdisciplinario 1°
Primer Cuatrimestre
2013
Turno mañana
E
n el presente trabajo se abordará el poema épico anglosajón “Beowulf” (de
autor anónimo), su argumento, su estructura, y su contexto de producción
(sociopolítico y religioso). La versión utilizada corresponde a la traducción
“Beowulf y otros poemas antiguos germánicos”, de Luis Lerate, 1974. Además, se
propiciará un encuadre de similitudes y diferencias con el poema épico español
“Poema de Mío Cid” (también anónimo).
Se remitirán algunas referencias del texto de José Luis Romero “La Edad
Media” como así también referencias de Hans Biedermann, “Diccionario de los
símbolos”, Ed. Paidós; citas del libro de la tradición cristiana, la biblia, en este caso
la traducción Biblia de Jerusalén 1976.
Por último, se introducirá como elemento contundente una obra plástica de
producción grupal y su respectiva explicitación del nivel connotativo que refleja un
aspecto de la época que contextúa la obra, a saber, la Edad Media, además de
sus implicaciones ideológicas.
Desarrollo:
B
eowulf es un poema épico anglosajón escrito entre el siglo VIII y XII de
autor anónimo que narra las hazañas del gauta Beowulf (“gauta” godo,
pueblo germánico oriental) que lucha con fuerza sobrehumana contra dos
jotunes (jotun: raza de gigantes de la mitología nórdica) y un dragón: en las
primeras dos ocasiones como ayuda hacia los jutos (jutos: daneses) y en la última
en ayuda de su propio pueblo. En ambas oportunidades el héroe épico ha ganado
en reputación y riqueza.
Está escrito en verso y su historia se enmarca en los siglos V y VII, comienzos
de la Edad Media en el que tiene lugar el proceso de transculturación de las
invasiones bárbaras al Imperio Romano. El tope cronológico que se estima para
su producción es el año 1066 D.C, tiempo en que se empieza a usar el Middle
English o Inglés Medio que no es el Old English (inglés antiguo) en que está
escrito el texto y que tuvo vigencia desde el 449 D.C hasta el 1066 D.C.
El elemento es una garra (la del ogro Gréndel) que contaba con un guante de
dragón:
2084 terrible en su fuerza se echó sobre mí,
2085 codiciosa su garra. Cubríala un guante
2086 amplio y extraño —bien amarrado—
2087 de piel de dragón, al que dábanle fuerza
2088 el poder infernal y las artes malignas.
-“Beowulf y otros poemas antiguos germánicos”, de Luis Lerate, 1974, versos 2084 al 2088-
Este guante de dragón y el dragón con el que lucha finalmente el héroe, remiten a
las mismas fuerzas del mal que en la tradición cristiana (en la que se inserta el
Poema) se resumen en el diablo, antagonista de Dios, la Iglesia y el género
humano:
“Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado
Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y
sus Ángeles fueron arrojados con él.” –Biblia de Jerusalén, Apocalipsis de Juan XII, IX-
Este guante “como de dragón” que otorga poderes diabólicos al ogro Gréndel, así
como el dragón con el que lucha el héroe al final del Poema, remite a otras
historias coetáneas como la del Arcángel Miguel (representado como un ángel con
armadura de general romano, amenazando con una lanza o espada a un demonio
o dragón) San Jorge y el Dragón (un soldado romano del siglo III muy venerado en
la Edad Media como santo y mártir cuya leyenda de lucha contra un dragón se
emparenta con otros mitos como la princesa etíope Andrómeda y su salvador y
posterior esposo Perseo, vencedor de la gorgona Medusa, cuyos paralelos son
indiscutibles: en ambos casos hay un dragón / gorgona con su decapitación, una
princesa y una recompensa, en un caso el matrimonio, en el otro [leyenda de San
Jorge] la conversión de la ciudad):
“…héroes y antepasados de linajes nobles asumen el papel de matadores de dragones (dominio del mundo indómito de la
naturaleza por el hombre mentalmente superior). La victoria sobre el dragón es, a menudo en cuentos y leyendas, una
prueba a que es sometido el héroe, que mediante ello logra un tesoro o salvar a una princesa cautiva. (…) El simbolismo
cristiano ve el dragón como personificación de lo diabólico o del satánico Lucifer, al que el arcángel Miguel u otros santos
(San Jorge) vence…” – Biedermann Hans, Diccionario de símbolos, Paidós Ibérica, Barcelona, 1989.
Conclusión:
S
e concluye en que tanto las obras escritas como la producción plástica
expuesta son un recorte acertado que permite conocer aspectos esenciales
de la época medieval: su visión del mundo y el hombre, su organización
social, su ideario religioso y su sistema de valores. Además, un breve recorrido por
la génesis de las lenguas actuales y el sustrato cristiano en cada producción
cultural y coyuntura histórica.
Opinión:
E
ste trabajo nos brindó, en su proceso de construcción, una visión más clara
y enriquecedora de las raíces socioculturales, sociopolíticas, religiosas,
lingüísticas de muchos de los factores que hoy nos atraviesan. Nos ha
hecho comprender que es posible emprender un recorrido propio de todo aquello
que se expuso en la cátedra de la materia y una ineludible conciencia de la lengua
no como hecho natural sino como hecho social, histórico, sujeto a cambio y
susceptible de modificación por factores sociales, políticos, religiosos, ideológicos,
geográficos, etnográficos y económicos.
Comprendimos con más acierto la concepción del texto como producto de una
sociedad determinada en un tiempo y lugar determinado, atravesado por una
ideología, una visión del mundo y del hombre, y una concepción de la historia y del
sentido de la historia, lo que implica también una determinación (consciente o
inconsciente) con la época y con el modelo de sociedad al que se pertenece.
Entendimos que toda expresión humana, en nuestro caso la expresión artística,
se contextúa en relación a otras producciones del lenguaje e interactúa con ellas
de modo directo e indirecto reelaborándolas, actualizándolas, trascendiéndolas y
en última instancia configurándose a sí misma como peldaño para futuras obras
que prestarán carnadura al mundo de símbolos que pueblan el imaginario de cada
hombre y cada pueblo.