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Clases léxicas, posesión y cláusulas complejas

en lenguas de Mesoamérica

publicaciones de la casa chata

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Clases léxicas, posesión y cláusulas complejas
en lenguas de Mesoamérica

Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado


(editores)

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Tipografía y formación: Laura Roldán A. y Eduardo Díaz A.
Diseño de portada: Raúl Cano Celaya
Corrección de estilo: Beatriz Stellino
Cuidado de edición: La Coordinación de Difusión y Publicaciones

Primera edición: 2013

D. R. © 2013 Centro de Investigaciones


y Estudios Superiores en Antropología Social
Juárez 87, Col. Tlalpan,
C.P. 14000, México, D.F.
difusion@ciesas.edu.mx

ISBN

Impreso y hecho en México

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Dedicamos este lihro a Judith Aissen,
entre otras muchas cosas, por su generosidad
en compartir el conocimiento

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Índice

Abreviaturas ................................................................................................................. 11

1. Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica .............. 17


Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

2. Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades ................. 49


Alejandra Capistrán-Garza

3. Predicación de términos de parentesco en cora meseño.............................................. 77


Verónica Vázquez Soto

4. Posesión externa en el náhuatl de Amanalco.............................................................. 103


Valentín Peralta Ramírez

5. La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque .................................... 133


  dentro del contexto mesoamericano
Roberto Zavala Maldonado

6. Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al................................ 171


Alejandro Curiel

7. La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al ............................................ 199


Adán Francisco Pascual

8. Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla: ...................................................... 217


  una aproximación a sus tipos morfosintácticos
Rodrigo Romero Méndez

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10 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

  9. Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q’anjob’al........................................................ 247


Eladio Mateo Toledo

10. Cláusulas con flexión reducida en mam................................................................... 277


Nora C. England

11. Dos tipos de cláusulas no finitas en chol.................................................................. 305


Juan J. Vázquez Álvarez

12. Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya............................. 339


Gilles Polian

13. Nominalización y complementación en otomí........................................................ 381


Enrique L. Palancar

Bibliografía................................................................................................................... 413

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Abreviaturas

1, 2, 3 Personas gramaticales
A Juego a pronominal (en maya); relación gramatical A (vs. o y s); agente
ABS Absolutivo
ABST Sustantivo abstracto
ACAUS Anticausativo
ACT.LOC Actualizador locativo
ADV Adverbial
AF Afectivo
AG Agentivo
AGEN Sustantivo relacional de agente
AM Aspecto/modo
AMBU Ambulativo
ANIM Animado
AP Antipasivo
APL Aplicativo
APROX Aproximativo
ASEV Modal aseverativo
ASP Aspecto
ATR Atributivo
B Juego B pronominal
CAUS Causativo
CCN Construcción de complementación por nominalización
CENT Centrífugo
CF Contrafactual
CHAP Zoque de Chapultenango
CHO Chol
CIT Citativo
CLF Clasificador nominal
CLFN Clasificador numeral
COM Completivo

11

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12 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

COMIT Comitativo
COMP Complementante
CON Condicional
CONT Continuativo
COP Cópula; zoque de Copainalá
CVS Construcciones de verbos seriales
D Marcación dependiente; forma ligada o dependiente (en otomí)
DAT Dativo
DD Dependencia discursiva
DEIC Deíctico
DEM Demostrativo
DENOM Denominalizador
DEP Dependiente
DER (Afijo) derivativo
DES Desiderativo
DET Determinante
DIM Diminutivo
DIR Direccional
DISC Discontinuativo
DIST Distal
DISTR Distributivo
DP Frase determinante, por sus siglas en inglés (determinant phrase)
DS Dependencia sintáctica
DU Dual
DUB Dubitativo
DUR Durativo
EA Enfoque agentivo
ENC Enclítico
ENF Enfático
EPN Epéntesis
ERG Ergativo
EST Estativo
EVID Evidencial
EXCL Exclusivo
EXT Existencial
FA Foco agentivo
FASP Frase aspectual

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Abreviaturas 13

FF Fin de frase
FFLEX Frase flexiva
FFOC Frase de foco
FLEX Marcador flexivo
FN Frase nominal
FFNN Frases nominales
FNEG Frase negativa
FOC Foco
FP Frase preposicional
FTOP Frase de tópico
FUT Futuro
FV Frase verbal
GEN Genitivo
HAB Habitual
HUM Humano
INAL Inalienable
IMP Imperfecto
IMPF Imperfectivo
IMPT Imperativo
IN Intransitivo
INC Incompletivo
INCO Incoativo
IND Indicativo
INDEF Indefinido
I Independiente
IN Intransitivo
INES Inesperado
INF Infinitivo
INHER Inherente
INM Inmediativo
INSTR Instrumento
INS Insistencial
INT Intensivo
INTER Interrogativo
INV Inverso
IPA International Phonetic Alphabet
IRR Irrealis

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14 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

IT Ititivo
ITER Iterativo
IVZR Intransitivizador
IXT Otomí de Ixtenco
JA Juego A
JB Juego B
KAQ Kaqchikel
K’I K’iche’
L Forma libre o pausal
LOC Locativo
MAL Malefactivo
MASC Masculino
MD Marcador de dependencia
MIR Mirativo
MOD Modal
MSUJ Mismo sujeto
NARR Narrativo
NEG Negación
NF No finito
NMLZ Nominalizador
NOM Nominalización
NOPOT No potencial
NPRET Nombre pretérito
O Relación O (vs. A y S)
OBJ Objeto
OBJT Caso objetivo (acusativo)
OBL Oblicuo
OP Objeto primario
OS Objeto secundario
P Preposición; forma pausal (otomí)
P1° Predicado primario
P2° Predicado secundario
PAH Participante del acto de habla
PAN Zoque de Pantepec
PART Participio
PART Partícula
PAS Pasiva

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Abreviaturas 15

PE Posesión externa
PI Posesión interna
PIMPF (Sufijo de estatus de) posicionales en imperfectivo
PL Plural
PNV Predicado no verbal
POS Posesivo
PSDO Poseído
PSL Posicional
PSR Poseedor
POSP Posposición
POT Potencial
PPRF (Sufijo de estatus de) posicionales en perfectivo
PRED Predicativo
PREP Preposición
PRES Presente
PRET Pretérito
PRF Perfecto
PRFV Perfectivo
PRG Progresivo
PRO Pronombre
PROX Proximal
PROY Proyectivo
PSD Pasado
PSDO Poseído (possessum)
PSR Poseedor
PV Predicado verbal
PVT Predicados verbales transitivos
R Receptor; modo realis (en otomí)
REC Recíproco
RED Reduplicación
REL Relativo
REP Reportativo
RES Resultativo
RR Reflexivo-recíproco
S Relación S
SD Sufijo de direccional
SG Singular / determinante de singular (en otomí)

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16 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

SIER Otomí de la Sierra


SIT Otomí de San Ildefonso Tultepec
SMCH Zoque de San Miguel Chimalapa
SN Sintagma nominal
SOT Zoque soteapaneaco
SR Sustantivo relacional
SUB Subordinante
SUBJ Subjuntivo
SUJ Sujeto
T Tema
TA Tema ajustado
TAM Tiempo/aspecto/modo
TE Tema estativo
TEC Zoque de Tecpatán
TEM Temático
TERM Terminal
TI Tema impersonal
TIL Otomí de Tilapa
TNS Intensificador
TOL Otomí de Toluca
TOP Tópico
TP Tema primario
TperF Tema perfecto
TS Tema secundario
TR Transitivo
TXT Ejemplo textual
TZUT Tzutujil
V Verbo
VAF Sufijo de estatus de verbo afectivo
VEN Venitivo
VI Sufijo de estatus de verbo intransitivo; verbo intransitivo
VO Verbo + Objeto
VOC Vocativo
VSO Verbo, Sujeto, Objetivo
VRBZ Verbalizador
VT Sufijo de estatus de verbo transitivo; verbo transitivo
VTD Sufijo de estatus de verbo transitivo derivado

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1. Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja
en Mesoamérica: una introducción

Enrique L. Palancar* y Roberto Zavala Maldonado**

Este libro contiene 12 trabajos de investigación morfosintáctica en varias lenguas


del área lingüística de Mesoamérica, que aparecen en los capítulos del 2 al 13.
Como denominador común, estos estudios presentan un acercamiento morfosin-
táctico contemporáneo a varios fenómenos sobre estas lenguas que se desconocían
hasta el momento y que aportan nuevas e interesantes luces para incrementar el
conocimiento lingüístico del área. Los diferentes capítulos son estudios de lenguas
específicas, a excepción de dos contribuciones que hacen una indagación del fenó-
meno estudiándolo en varias lenguas representativas de una misma familia lingüís-
tica. Las lenguas tratadas provienen de diferente genética y son las siguientes: (i) el
p’orhépecha o tarasco, una lengua aislada del estado de Michoacán; (ii) dos lenguas
yutoaztecas: el cora meseño del grupo corachol y el náhuatl de Amanalco, una
lengua nahua de Texcoco; (iii) el otomí, que constituye una familia de lenguas de
la rama otopame de la familia otomangue; (iv) de la familia mixe-zoque, se presenta­
un trabajo sobre una lengua del grupo mixeano oaxaqueño, el mixe de Ayutla, y un
estudio sobre las lenguas del grupo zoqueano; y (v) sobre cinco lenguas mayas, el
tojol’ab’al y el q’anjob’al de la rama q’anjob’aliana, el mam de la rama mamiana, y
el chol y el tseltal del grupo tseltalano mayor.
Los fenómenos estudiados abarcan tres grandes temas: las clases léxicas, la
posesión, y la integración sintáctica de predicados. En este respecto, tres estudios
en el libro giran en torno a problemas analíticos para la categorización de clases
léxicas: el de Capistrán-Garza, en el capítulo 2, plantea el problema sobre la indis-
tinción léxica entre adjetivos y verbos que codifican conceptos de propiedad en
p’orhépecha; el de Vázquez Soto, en el capítulo 3, versa sobre la interfaz léxico-
sintáctica entre verbos y sustantivos que designan relaciones de parentesco en cora;
y el de Curiel, en el capítulo 6, estudia cómo un verbo en tojol’ab’al ha dado pie a
la emergencia de una marca de caso gramatical de dativo. El capítulo de Vázquez

* Structure et Dynamique des Langues (umr8202), cnrs. Surrey Morphology Group, Universidad de
Surrey
** ciesas-Sureste.

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Soto sobre los verbos de parentesco en cora gira asimismo en torno a la dimensión
semántica de la posesión, como lo hacen los trabajos de posesión externa de Peralta­
Ramírez, en el capítulo 4 sobre el nahúatl, y el de Zavala Maldonado, en el capí-
tulo 5 sobre lenguas de la rama zoqueana. El fenómeno complejo de la integración
sintáctica de predicados se contempla, por un lado, en las construcciones de verbos
seriales de dos lenguas mayas q’anjob’alianas —el tojol’ab’al y el q’anjob’al—, a
cargo de Curiel y de Francisco Pascual, respectivamente, en los capítulos 6 y 7. El
resto de las contribuciones del libro, de los capítulos 8 al 13 estudian fenómenos
de integración sintáctica en estructuras de complementación en lenguas distintas,
tales como el mixe de Ayutla, tseltal, chol, mam, q’anjob’al y otomí.

1.1. Clases de palabras: un problema de categorialidad

En el capítulo 2 de este libro, Capistrán-Garza estudia la expresión de los concep-


tos de propiedad en p’orhépecha o tarasco, lengua aislada hablada en Michoacán.
En esta contribución se aborda el problema de la categorización léxica entre adje-
tivos y verbos siguiendo la metodología sintáctica propuesta por Dixon (1982) y
Beck (2002). En este capítulo, Capistrán-Garza demuestra que en el p’orhépecha
realmente existen sólo dos adjetivos básicos; sapí, “pequeño”, y t’arhé, “grande”. El
resto de las palabras de esta lengua, que en otros estudios sobre la lengua se han
clasificado simplemente como adjetivos, en realidad son derivaciones verbales, bien
sea como participios pasivos, con el sufijo -kata, como un grupo reducido que
toma diversos sufijos, v.gr. -pu y -sï, o como palabras que presentan el sufijo -ri (o
su alomorfo -ti). Las palabras con -ri o -ti cubren la referencia de la mayor parte
del espacio semántico de los conceptos de propiedad en p’orhépecha. El capítulo
se centra en el análisis de estas palabras. La autora propone que son formas estati-
vas provenientes de verbos incoativos que se pueden emplear como modificadores
nominales solamente cuando expresan conceptos de propiedad.
Estas formas estativas se distinguen de otras palabras que funcionan como
modificadores nominales en cuanto a que pueden tomar flexión verbal y aparecer
en construcciones sintácticas solamente accesibles a los verbos y, por lo tanto,
restringidas a adjetivos básicos y otras palabras adjetivales deverbales. El análisis de
Capistrán-Garza permite ahora situar el p’orhépecha dentro de una de las tres
grandes tendencias tipológicas que observamos en Mesoamérica en relación con el
trato léxico de los conceptos de propiedad. Por un lado, están las lenguas adjetivales­
que tienen una gran clase de adjetivos básicos, como las lenguas mayas, las mixea-
nas y las lenguas nahuas. Por otro, están las lenguas nominales, las cuales presentan

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 19

una clase adjetival con muy pocos adjetivos básicos la que la mayoría de los miem-
bros son adjetivos denominales, como el totonaco (Levy, 2006b). Por último, están
las lenguas predicativas. En las lenguas predicativas encontramos dos grandes tipos.
En primer lugar, se tienen lenguas en las que la atribución de conceptos de propie-
dad se codifica en su mayoría o en su totalidad como predicados que son parte de
oraciones de relativo, como por ejemplo en cora (Vázquez Soto, 2004), en las
lenguas otopames (Palancar, 2006) y en el tlapaneco (Suárez, 1983) en las cuales
los predicados que expresan conceptos de propiedad suelen ser verbos estativos (es
muy probable que en otras ramas del otomangue suceda lo mismo), o en las zo-
queanas, en las que pueden ser tanto verbos como predicados no verbales (v.gr.
posicionales) que son parte de construcciones de relativo. Un ejemplo de este tipo
de lengua se da en 1, en el otomí de San Ildefonso Tultepec, Querétaro.

(1) otomí de San Ildefonso Tultepec


’ně ga=’ó’t’-a=nǒ má=n’á
y 1.pres.irr=trazar[3obj]-d=def.sg otro=uno
[nó xi=n-tsánt’-i]
rel prf=est-ser_redondo[3obj]-l
‘Y dibujo otra (pieza) redonda.’ (Palancar, 2009: 16.)
(Lit. ‘Y dibujo otra que es redonda.’)

Dentro del otro gran grupo de las lenguas predicativas, en el que se encuentra
el p’orhépecha, los conceptos de propiedad con función atributiva se codifican de
manera no marcada, a modo de adjetivos, pero son, en su inmensa mayoría, formas
verbales estativas que provienen de verbos intransitivos incoativos. Esta estrategia
se encuentra en varias formas de zapoteco, como el de Santiago Apóstol (Padilla,
2010) y en el huave (Kim, 2008).

(2) zapoteco de Santiago Apóstol


g-uu=m nis n-ald
pot-tomar=s3sg.respeto agua est-enfriarse
‘Él tomará agua fría.’ (Padilla, 2010: 114.)

(3) huave
n-a-lyuy piats s-a-lyup tiol a najngoy
est-tem-ablandarse tortilla s1-tv-remojar en det caldo
‘Las tortillas blandas, las remojo en el caldo.’ (Kim, 2008: 197.)

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20 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

La investigación de Capistrán-Garza hace posible que se identifiquen de forma


precisa las subclases de palabras empleadas por el p’orhépecha en el contexto de la
atribución, de tal manera que se observe claramente el gran peso que los verbos
incoativos tienen en la expresión de conceptos de propiedad.

1.2. Clases de palabras y posesión

El problema de clasificación léxica también es tema de estudio de Vázquez Soto,


en su capítulo “Predicación de términos de parentesco en cora meseño”, donde se
discute el comportamiento gramatical y semántico de los términos de parentesco
en el cora meseño, lengua sureña de la familia yutoazteca. A diferencia de lo que
pasa en la gran mayoría de las lenguas del mundo, en las que los términos de pa-
rentesco (“madre”, “hijo”, “tío”, etcétera.) se codifican únicamente como sustan­
tivos, en cora, al igual que en otras lenguas de Mesoamérica, como el oluteco
(mixezoqueano), el náhuatl de Oapan y el huichol (ambas yutoaztecas), estos ele-
mentos léxicos son parte de la categoría de verbos transitivos. Esto se debe a que
estos términos son semánticamente biactanciales; es decir, establecen una relación
entre dos individuos humanos, el poseedor de la relación (referente) y el elemento
identificado con el poseído (relatum). Hasta ahora se han identificado una serie de
regiones en Norteamérica, Mesoamérica y Australia donde se encuentran lenguas
que de manera más o menos aislada (v.gr. no suele ser un comportamiento de fa-
milia) tratan estos términos igualmente como verbos. En el cora meseño, existe
una alternancia para la codificación de los términos de parentesco entre la cons-
trucción verbal, como en 4a, y la construcción no verbal, donde a los términos de
parentesco se los trata como nominales, como en 4b (véase el capítulo 3, ejemplos
37a y 37b).

(4) cora meseño


a. néenu mwa-yá’ube’e
s1sg op2sg-ser_cuñado_de
‘Yo soy tu cuñado.’
(Lit. ‘Yo te “cuñadeo”.’)

b. néenu há’a-ya’ube’e
s1sg pos2-cuñado
‘Yo (soy) tu cuñado.’

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 21

El fenómeno permanece escasamente documentado y el trabajo de Vázquez


Soto representa una importante contribución a su estudio. En primer lugar, es el
primer trabajo exhaustivo en cora que muestra conclusiones muy diferentes a los
que hicieron Amith y Smith-Stark (1994a; 1994b) para el corachol a partir de
datos de fuentes secundarias inadecuadas. En segundo lugar, el estudio está basado
en la revisión de los principales parámetros tipológicos identificados en la investi-
gación de verbos de parentesco desde el punto de vista semántico y formal, y por
ello el capítulo es un modelo metodológico para realizar un acercamiento riguroso
al fenómeno en cualquiera de las lenguas de Mesoamérica con verbos de p ­ arentesco
aún no documentados. En este capítulo, Vázquez Soto muestra que el cora se
comporta de manera muy distinta a los casos reportados en otras lenguas dentro y
fuera del área de Mesoamérica, y por ello esta investigación contribuye a e­ nriquecer
nuestro entendimiento tipológico del fenómeno. En este sentido, resulta ­relevante
que las dos construcciones ejemplificadas en 4 presentan una distribución libre
cuya alternancia no la restringe, como en otras lenguas, la jerarquía de persona o
la direccionalidad descendente de los términos. Por ejemplo, mientras que en
cahuila­(Seiler, 1980; 1982a; 1982b), en el náhuatl de Oapan (Amith y Smith-
Stark, 1994a), y en oluteco (Zavala Maldonado, 2006a) se requiere que la expre-
sión “yo soy su hermano” se codifique obligatoriamente como verbo, porque el
referente, la primera persona sujeto de la predicación, es más alto en la jerarquía
de persona que el relatum; por otro lado, en expresiones como “él es mi hermano”,
donde el referente, tercera persona sujeto de la predicación, es más bajo en la
jerarquía de persona que el relatum, se tiende a codificar preferentemente con la cons-
trucción nominal. En cora no existe tal restricción, esta como lo demuestra la
existencia de usos de la construcción verbal tanto en casos en los que el referente
es tercera persona y el relatum es primera, como en 5 (véase el capítulo 3, ejemplo
9b), como en casos en los que el referente es primera persona y el relatum es tercera,­
como en 6 (véase el capítulo 3, ejemplo 23d).

(5) cora meseño


me-ne-yá’ube’e-te-mwa’a=mu mwá’a=hu’u
s3pl-op1sg-ser_cuñado_de-int-pl.i=s3pl s3pl.p=fut
‘Ellos van a ser mis cuñados.’

(6) cora meseño


néenu ra-náanaa
s1sg op3sg-ser_madre_de
‘Yo soy su madre.’

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22 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

Al contrario de lo que reporta Evans (2006) para las lenguas del norte austra-
liano, donde sólo se admiten construcciones verbales con “direccionalidad descen-
dente”, es decir, aquellas en las que el pariente mayor es codificado como sujeto y
el pariente menor como objeto, el cora admite construcciones con “direccionalidad
ascendente”, es decir, casos en lo que el pariente menor es codificado como sujeto,
y el pariente mayor como objeto, tal como se ilustra en 7 (véase el capítulo 3,
ejemplo 39b).

(7) cora meseño


mwéepe wa’a-yauh-ka’a
s2sg op3pl-ser_nieto_de-impf
‘Tú eras su nieto (de ellos).’

Otro aspecto en en el cual los verbos de parentesco del cora se separan de lo


reportado para otras lenguas mesoamericanas se refiere a la semántica. El cora, al
igual que las lenguas australianas que presentan este fenómeno, tiene una semán-
tica “Y es pariente de X”, donde el sujeto (Y) refiere al referente (ref ) y el objeto
(X) refiere al relatum (rel) (véase el capítulo 3, ejemplo 39c).

(8) cora meseño


ne-refrarel-yáuh
s1sg-op3sg-ser_hijo_de
‘Yo soy su hijo.’
(Lit. ‘Yoref lerel “hijeo”.’)

En contraste, las construcciones posesivas con términos de parentesco en otras


lenguas mesoamericanas en la que se ha reportado el fenómeno, como el náhuatl
de Oapan, presentan una semántica “X tiene o trata a Y como pariente”, donde,
en oposición al cora, el sujeto (X) esta vez refiere al relatum (rel) y el objeto (Y)
refiere­al referente (ref ), tal como se ilustra en 9.

(9) náhuatl de Oapan


tirel-ne:chref-kone:-w
s2sg-op1sg-niño-posd
‘Yo soy tu hijo.’ (Amith y Smith-Stark, 1994a: 349.)
(Lit. ‘Túrel meref (tienes como) hijo.’)

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 23

Una tercera diferencia del cora respecto al náhuatl de Oapan se refiere a la


categorialidad más verbal de los términos de parentesco. Mientras que en el náhuatl
los términos de parentesco retienen rasgos nominales, como la capacidad de apa-
recer poseídos y la imposibilidad de admitir aspecto, como en 9, en el cora estos
términos se tratan como verbos plenos y aceptan la marca de imperfectivo propia
de los verbos estativos, tal como se muestra en 10 (véase el capítulo 3, ejemplo 7b).

(10) cora meseño


pe-ni-yáuh-ka’a
s2sg-op1sg-ser_hijo_de-impf
‘Tú eras mi hijo.’ {Txt}

Tanto el capítulo de Capistrán-Garza como el de Vázquez Soto suponen dos


acercamientos novedosos al problema de cómo categorizar palabras que se encuen-
tran en frontera entre dos clases léxicas; en el caso del p’orhépecha, entre verbos y
adjetivos, y en el la del cora, entre verbos y sustantivos. Los dos casos están circuns-
critos a ámbitos semánticos específicos, el primero a conceptos de propiedad (Di-
xon, 1982) y el segundo a la dimensión de la posesión, una amplia y compleja área
que tiene otros y variados reflejos en la configuración de la gramática en las lenguas
mesoamericanas.

1.3. Posesión externa

La codificación de poseedor y poseído dentro de la estructura argumental de los pre-


dicados juega también un papel igualmente importante en la gramática de las cons-
trucciones de posesión externa en el náhuatl de San Jerónimo Amanalco, fenómeno­
que investiga en su capítulo Peralta Ramírez.
Payne y Barshi (1999: 3) definen el caso prototípico de una construcción de
posesión externa como “aquellas construcciones en que la relación semántica po­
seedor­-poseído se expresa codificando al poseedor como un argumento central del
verbo y en un constituyente separado del que codifica al poseído”. En toda cons-
trucción de este tipo, el trato gramatical privilegiado que recibe el poseedor se
interpreta como afectación semántica. Tipológicamente, se han identificado cuatro
grandes tipos de construcciones de posesión externa: de marcación oblicua, de
dativo, de incorporación nominal y de aplicativo (Haspelmath, 1999). Mesoamé-
rica es un área lingüística particularmente rica en este sentido, ya que se encuentran

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24 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

todos los tipos y existen incluso lenguas que emplean más de un tipo, entre ellas,
en este volumen, el náhuatl de Amanalco y las lenguas de la familia mixezoqueana.
El tipo en el que el poseedor se codifica como argumento central y el poseído
como oblicuo se ha reportado en Mesoamérica en el zoque de Tecpatán. En 11, el
participante que refiere al poseedor se expresa como sujeto absolutivo de la oración
por medio de la marca se sujeto ny- y del enclítico pronominal =mij en correferen-
cia con la segunda persona. Por otro lado, el poseído se expresa como un sintagma
oblicuo marcado por la posposición =pit. Nótese que el participante que refiere al
poseedor permanece registrado en el sintagma oblicuo, además de ser el sujeto
absolutivo de la oración (véase el capítulo 5, ejemplo 5b).

(11) zoque de Tecpatán


ngyoka/u mij yõmopit
ny-ko-ka-u=mij n-yomo/=pit
2abs-apl:mal-morir-com=pro2abs 2psr-mujer=con
‘Se te murió tu mujer.’ (Lit. ‘Te moriste con/por tu mujer.’)

El segundo tipo, la estrategia con dativo, en el que el poseedor se codifica como


objeto indirecto, es una construcción de posesión externa característica de las len-
guas de Europa y que Haspelmath (1999) trata como rasgo de área. Realmente, la
construcción es muy rara fuera de Europa y se encuentra sólo esporádicamente en
otras lenguas que tienen también dativos. En Mesoamérica, la construcción existe
en lenguas otomangues con dativos, por ejemplo en las de la familia otomí (Palan-
car, 2008, 2009). En 12, del otomí de San Ildefonso Tultepec, se ofrece el contraste­
entre posesión interna exclusivamente (12a) y posesión externa (12b). En 12a, la
frase nominal má ts’ói, “mi olla”, es el objeto directo del verbo ñü’ts’i, “llenar”. Este
sintagma nominal está gramaticalmente poseído, y el poseedor, que es la primera
persona, no funciona como argumento del verbo. En 12b, en cambio, el poseedor
aparece codificado argumentalmente en el complejo verbal con un sufijo de dativo
-k. Desde un punto de vista semántico, la codificación argumental en 12b dispara
una interpretación obligatoria sobre el evento del llenado de la olla (en 12a) en la
que el hablante se ve afectado por el resultado de la acción, bien sea en su beneficio
o en su perjuicio. Esta implicación no se extrae de 12a.

(12) otomí de San Ildefonso Tultepec


a. bi=ñüM’s-a=má ts’ói
3.psd=llenar.ta[3obj]-d=1pos olla
‘Llenó mi olla.’

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 25

b. bi=ñüM’s-k-a=má ts’ói
3.psd=llenar.ta-1dat-d=1pos olla
‘Me llenó mi olla.’

En la construcción de posesión externa en las lenguas otomíes, como en mu-


chas otras lenguas de Mesoamérica, el sustantivo poseído aparece siempre marcado
por la marca de poseedor, es decir, el poseedor semántico se manifiesta en dos lu-
gares, como dativo de primera persona (el sufijo -k en el verbo) (poseedor externo)­
y como modificador del sustantivo poseído (el morfema má).
El tercer tipo presente en Mesoamérica es la construcción de posesión externa
por medio de la incorporación nominal que la tipología de Mithun (1984) deno-
minó incorporación por “manipulación de caso”. En esta construcción, el sustan-
tivo que expresa lo poseído se incorpora en el verbo dejando vacante una posición
argumental, la cual es ocupada por el poseedor sin provocar ningún cambio en la
valencia verbal, es decir, se presenta un reacomodo en la estructura argumental sin
alterar la valencia original. Este tipo se ha reportado en muchas lenguas de México
con incorporación nominal, por ejemplo en oluteco (Zavala Maldonado, 1999),
zoque de San Miguel Chimalapa (Johnson, 2000), soteapaneco (de Jong Bou-
dreault, 2009), p’orhépecha, restringido a partes (Capistrán-Garza, 2006), y toto-
naco, a modo de merónimos (Levy, 1999: 325). El ejemplo 13 proviene del zoque
de San Miguel Chimalapa y el 14 del soteapaneco (también conocido como
popoluca­de la Sierra).

(13) zoque de San Miguel Chimalapa


d=kopak-toy-w
1abs=cabeza-doler-com
‘Me duele la cabeza.’ (Johnson, 2000: 277.)

(14) soteapaneco
mi=puy-ku.wiks-w
2abs=pie-doblarse-com
‘Te torciste el pie.’ (de Jong Boudreault, 2009: 666.)

Esta construcción se encuentra también en náhuatl de Amanalco, ilustrada en


15b, la cual se puede contrastar con la construcción de posesión interna en 15a
(véase el capítulo 4, ejemplo 19).

Libro4Final4OCT.indb 25 07/10/13 12:58


26 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

(15) náhuatl de Amanalco


a. ni-k-pa-pa:k mo-ma:n
s1sg-op3sg-red-lavar.prf pos2sg-mano
‘Lavé tu mano.’

b. ni-mits-ma:-pa-pa:k
s1sg-op2sg-mano-red-lavar.prf
‘Te lavé las manos.’
(Lit. ‘Te-mano-lavé.’)

Además de los tres tipos ya ejemplificados, es relativamente frecuente en len-


guas de Mesoamérica emplear un cuarto tipo conocido como posesión externa con
aplicativo, el cual se ha reportado, por ejemplo, en lenguas de la rama tseltalana de
la familia maya, como el tzotzil (Aissen, 1987), tseltal (Polian, 2006), chol (Váz-
quez Álvarez, 2002), chontal (Osorio May, 2005), o en el huasteco, también maya
(Constable, 1989). También se ha documentado en lenguas mixezoques, como el
oluteco (Zavala Maldonado, 1999), soteapaneco (Marlett, 1986; de Jong Bou-
dreault, 2009), zoque de San Miguel Chimalapa (Johnson, 2000), así como en
lenguas totonacanas, como el totonaco de Papantla (Levy, 2002) y el tepehua de
Huehuetla (Smythe Kung, 2004). La encontramos asimismo en p’orhépecha
(Capistrán­-Garza, 2006). En la construcción con aplicativo el poseedor de la frase
nominal pasa a ocupar la posición de objeto primario en la cláusula. Peralta
Ramírez­muestra en su trabajo que el náhuatl también la posee, tal como se ve en
16, en el contraste del par 16a – 16b. (véase el capítulo 4, ejemplo. 28).

(16) náhuatl de Amanalco


a. ti-k-ihta-k no-kone:-w
s2sg-op3sg-ver-prf pos1sg-niño-sg.psdo
‘Viste a mi hijo.’

b. ti-ne:ch-ihti-li no-kone:-w
s2sg-op1sg-ver-apl.prf pos1sg-niño-sg.psdo
‘Me cuidaste a mi hijo.’
(Lit. ‘Me viste a mi hijo.’)

En la construcción de posesión externa por aplicativo, las lenguas mayas, to-


tonacanas y mixezoques no solamente marcan al poseedor como objeto primario
sino que lo preservan en el interior del sintagma nominal como dependiente del

Libro4Final4OCT.indb 26 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 27

núcleo (fenómeno al que apuntábamos antes, en los ejemplos 11 y 12b). En el


siguiente ejemplo del oluteco, el poseedor semántico de segunda persona se expresa­
como proclítico antes del sustantivo tuku, “ropa”, y como marca de absolutivo de
segunda persona en el verbo ko:puj-ax, “lavar-apl”, en función de objeto primario.­
Este comportamiento lo muestra también el náhuatl, tal como se observa en 15b.

(17) oluteco
min=tuku pün mi=ko:puj-ax-anüpa=a
2psr=ropa quién 2abs=lavar-apl-irr.inv=anim
‘¿Quién te va a lavar tu ropa?’ (Zavala Maldonado, 1999: 256.)

Una lengua de Mesoamérica, posiblemente la única, en la que se expresa el


poseedor en la estructura de posesión externa, con aplicativo únicamente como
objeto primario y no como dependiente del poseído, es el p’orhépecha. Esto se
ilustra en el contraste entre la estructura de posesión interna en 18a, en la cual el
poseedor aparece marcado como un dependiente en genitivo, con la estructura
de posesión externa en 18b, en la que aparece con marca de objeto.

(18) p’orhépecha
a. xuká-s-Ø-ti María-eri k’waníntikwa-ni
ponerse-prf-pres-3ind María-gen rebozo-objt
‘Se puso el rebozo de María.’ (Capistrán-Garza, 2006: 295.)

b. xuká-ku-s-Ø-ti k’waníntikwa-ni María-ni


ponerse-apl3-prf-pres-3ind rebozo-objt María-objt
‘Se puso el rebozo de María.’ (Capistrán-Garza, 2006: 294.)
(El rebozo era de María y le afectó a ella la acción.)

Aparte de las construcciones de incorporación y de aplicativo, el náhuatl de


Amanalco tiene una tercera construcción de posesión externa que surge de la com-
binación de ambas estrategias, esta vez con verbos resultado del proceso de incorpo­
ración por composición que baja la valencia verbal (Mithun, 1984) más el aplica-
tivo benefactivo -li(a), tal como se ilustra en el contraste del par en 19 (véase el
capítulo 4, ejemplo. 5).

(19) náhuatl de Amanalco


a. ni-k-im-pia mo-chka-wa:n
s1sg-op3-pl-cuidar pos2sg-borrego-pl.psdo
‘Cuido tus borregos.’

Libro4Final4OCT.indb 27 07/10/13 12:58


28 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

b. ni-mits-ichka-pia-li
s1sg-op2sg-borrego-cuidar-apl.prf
‘Te cuidé tus borregos.’ (Fui tu pastor por mucho tiempo.)

La contribución de Peralta Ramírez identifica los rasgos estructurales y semán-


ticos de los tres tipos de construcción de posesión externa presentes en el náhuatl
e investiga las restricciones de concurrencia con los sustantivos que pueden ser
poseíbles dentro de esos tres tipos mayores. La construcción de incorporación
ocurre con sustantivos inalienables de partes del cuerpo e inherentes (i-yol, “su
semilla”; i-ma:n, “su mano”; i-yes-yo, “su sangre”; i-nelwa-yo, “su tendón); la de
aplicativo con sustantivos términos de parentesco (i-kniw, “su hermano”; i-we:ltiw.
“su cuñada”); mientras que la que combina ambas estructuras aparece con sustan-
tivos alienables (chichi, “perro”; cha:ntli, “casa”; etcétera).
Igualmente rica en construcciones de posesión externa es la lengua zoque de
Tecpatán que se presenta en el capítulo de Zavala Maldonado. Esta lengua de la
familia mixezoque tiene, al igual que el náhuatl de Amanalco, tres construcciones
de posesión externa: dos son de aplicativo y una tercera que combina la estrategia de
incorporación con la de aplicativo. Las dos construcciones de aplicativo presentan­
idiosincrasias significativas que las hacen comportarse de manera muy distinta a
sus contrapartes en otras lenguas del área, e incluso de la misma rama zoqueana.
En la primera construcción de aplicativo se emplea ko- y aunque promueve­al
poseedor como argumento tiene dos características muy relevantes: (i) el aplicati-
vo no altera la valencia verbal y (ii) el sintagma nominal que codifica lo poseído se
demueve siempre a una posición de oblicuo, codificado por una posposición =pit
que indica causa o instrumento. Esto se ilustra en los ejemplos 20 y 21. En 20a, se
muestra un verbo intransitivo que en 20b aparece con el aplicativo ko-. El aplica-
tivo hace posible la promoción del poseedor a sujeto sin modificar la valencia. Lo
mismo sucede en 21a, esta vez con un verbo transitivo, si se compara con 21b. En
este caso, el poseedor se promueve a objeto primario (en forma de pronombre
reflexivo).

(20) zoque de Tecpatán


a. Ø-ka-u n-yomo
3abs-morir-com 2pos-mujer
‘Se murió tu esposa.’

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 29

b. ny-ko-ka-u=mij n-yomo=pit
2abs-apl-morir-com=pro2abs 2pos-mujer=instr
‘Se te murió tu esposa.’
(Lit. ‘Te moriste con/por tu esposa.’)

(21) zoque de Tecpatán


a. n-jak-p-u=s n-kchus
1erg-cortar-totalmente-com=pro1erg 1pos-uña
‘Corté mis uñas.’

b. n-ko-jak-u=s n-win n-kchus=pit


1erg-apl-cortar-com=pro1erg 1pos-ref 1pos-uña=instr
‘Me corté las uñas.’
(Lit. ‘Me corté yo mismo con/por mis uñas.’)

En la segunda construcción se tiene el aplicativo benefactivo -jay, que, empleado


como estructura de posesión externa, tiene un comportamiento anómalo.­En pri-
mer lugar, en la construcción. el sintagma nominal que codifica al poseedor man-
tiene su estatus de modificador genitivo del sintagma nominal que expresa lo po-
seído, por lo que no aparece strictu sensu como un constituyente independiente.­
Como consecuencia de ello, la construcción no promueve al poseedor como objeto­
primario —función que mantiene el sintagma nominal poseído;­nótese que en este
caso tampoco está demovido como en 20b y 21b— pero sí le da rango de objeto
secundario, ya que el verbo puede recibir marcas de concordancia de plural a las
que solamente son candidatos los argumentos centrales­—sean sujeto u objeto—.
Esto se puede ver en 22.

(22) zoque de Tecpatán


n-pat-jay-yaj-u=s ((te pn=is=ta) y-kchus)
1erg-encontrar-apl-3pl-com=pro1erg det hombre=gen=pl 3pos-uña
‘Les encontré la uña a los señores.’

Por último, la tercera construcción de posesión externa en el zoque de Tecpatán­


se emplea como en el náhuatl de Amanalco (véase el capítulo 4), un aplicativo
(ko-) más la incorporación de un sustantivo poseído que refiere a partes inalienables
de un todo, tal como se ilustra en el par del ejemplo 23.

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30 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

(23) zoque de Tecpatán


a. Ø-putz-u ((te kuytm=is) y-puj)
3abs-pudrir-com det aguacate=gen 3pos-semilla
‘Se pudrió la semilla del aguacate.’

b. Ø-puj-ko-putz-u te kuytm


3abs-semilla-apl-pudrir-com det aguacate
‘Al aguacate se le pudrió su semilla.’

Con estos nuevos datos se confirma el hecho de que el área lingüística de


Mesoamérica­es particularmente rica en manifestaciones gramaticales para la
codificación­ de pe. Los datos del zoque de Tecpatán indican adicionalmente, que
dentro del ámbito de la posesión externa, una lengua puede emplear un aplicativo
sin hacer que el argumento poseedor pase a ser objeto primario. Los nuevos datos
sugieren también que cuando una lengua tiene más de una construcción de pose-
sión externa como alternativa, la distribución de estas construcciones es muy pro-
bable que esté regulada por criterios léxicos de alienabilidad e inalienabilidad.
Podemos igualmente proponer la siguiente generalización de alcance tipológico al
menos para el área mesoamericana: “cuando una lengua tiene una construcción de
incorporación en construcción de posesión externa, tiene también una de aplica-
tivo, pero no viceversa”.
Las lenguas de Mesoamérica que hacen uso de la construcción de pe con apli-
cativo recurren también a esta construcción para codificar al recipiente como
objeto­primario de los verbos bitransitivos derivados por el aplicativo. Nótese el
siguiente par de ejemplos del oluteco: 24a es una construcción bitransitiva en la
cual el aplicativo introduce al recipiente, mientras que 24b es una construcción
bitransitiva en la la que el aplicativo hace posible que el poseedor del tema tome la
posición de objeto primario

(24) oluteco
a. je tye:mpo tan=jon-küx-ax-i-y min=piyu
aquel tiempo 1abs=robar-3pl-apl-com.dep-inv.dep 2psr=pollo
‘En aquellos tiempos ellos me robaron tus pollos.’

b. ta=tun-ax-ü-w=ak tan=kama-nak
1abs=hacer-apl-inv-com=anim 1psr=milpa-dim
‘Él me preparó mi milpita.’

Libro4Final4OCT.indb 30 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 31

Además de la estrategia de aplicativo para la codificación del receptor o desti-


natario como objeto primario, las lenguas del área hacen uso de otras estructuras
para introducir esta función gramatical como parte de la estructura argumental de
la cláusula (López Nicolás, 2009). Entre las estrategias comunes en el área, están la
del tratamiento del receptor como objeto simétrico, como poseedor proléptico, la de
reacomodo de argumentos por incorporación, y la marcación del receptor como
objeto asimétrico por medio de caso oblicuo o por medio de objeto seriales, estra-
tegia de la que el tojol’ab’al reclutó la marca de caso dativo, objeto de estudio del
capítulo de Curiel.

1.4. Verbos seriales

Hasta muy recientemente, Mesoamérica fue un área donde el estudio sobre verbos
seriales había sido ignorado, sobre todo si lo comparamos con la investigación
exhaustiva que se ha hecho de este fenómeno en otras áreas del mundo, principal-
mente en el sureste asiático; Papua, Nueva Guinea, y África occidental. Con la
investigación del fenómeno en estas tres regiones se ha podido identificar a los
verbos seriales como secuencias de dos o más verbos que actúan juntos como un
solo predicado, que no tienen marcas expresas de coordinación, subordinación o
de dependencia sintáctica o discursiva, y que comparten al menos un argumento­
(Aikhenvald, 2006a). El siguiente ejemplo del tojol’ab’al es un caso de una cons-
trucción serial debido a que: 1) entre las secuencias del verbo “decir” y “oír” no hay
dependencia sintáctica; 2) ambos verbos comparten el objeto lógico, y 3) los dos
verbos forman una unidad estructural que codifica un solo evento (véase el capí-
tulo 6, ejemplo 9).

(25) tojol’ab’al
y-al-a-Ø=ni k-ab’ ke mi=ni jas=ni wa x-’ek’-Ø
a3-decir-et-b3=enf a1-oír comp neg=enf qué=enf inc inc-pasar-b3
s-k’ujol=a
a3-corazón=dist
‘Claro que me dijo que nada le pasaba por la mente.’
(Lit. ‘Sí lo dijo y yo lo escuché que nada le pasaba por la mente.’)

En Mesoamérica sabemos que lenguas con “genio” polisintéctico hacen uso de


estructuras seriales de tipo nuclear en las que las secuencias entre los verbos son

Libro4Final4OCT.indb 31 07/10/13 12:58


32 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

contiguas y llegan a formar palabras flanqueadas por las marcas de argumentos y


tam. Los ejemplos siguientes son del oluteco, (en 24) y zoque de San Miguel
Chimalapa,­(en 25), ambas lenguas mixezoqueanas.

(26) oluteco
maku u:ra tuk=xü i=xej-pük-i
diez hora uno=cit a3(abs)=exhalar-agarrar-incd
‘Uno descansa a las diez.’ (Zavala Maldonado, 2006: 273.)

(27) zoque de San Miguel Chimalapa


bi nu y=waš-num-t-pa bi cinu y=tk
det perro 3erg=morder-robar-querer-inc det abeja 3psr=casa
‘El perro quería husmear y morder el panal de abejas.’ (Johnson, 2000: 218.)

La investigación en diversas áreas del mundo y también en Mesoamérica ha


dado cuenta de la manera en que lenguas que hacen uso de la construcción con
verbos seriales han reclutado núcleos verbales que son parte de las estructuras seriales­
para volverlos morfemas gramaticales. El tipo de estructuras seriales donde se obser-
van estos procesos de gramaticalización se conoce como “construcciones multiver-
bales asimétricas” (Aikhenvald, 2006a) debido a que uno de sus miembros proviene
de una clase cerrada de raíces o bases verbales que da lugar a morfemas gramaticali-
zados que expresan marcas aspectuales, marcas de concordancia, marcas de caso,
direccionales, marcadores de cambio de valencia, complementizadores y subordina-
dores. Varios estudios han demostrado que los miembros de las secuencias seriales
que se reanalizan como morfemas gramaticales son las raíces verbales con alto grado
de frecuencias (Durie, 1997; Givón, 1991; Foley y Olson, 1985; Lord, 1993; entre
otros). Curiel, en el capítulo titulado “Construcciones gramaticalizadas de verbos
seriales en tojol’ab’al”, muestra que construcciones como la de 28 es una estructura
serial y que el segundo verbo de la secuencia v1+v2 se ha gramaticalizado como una
marca de caso dativo (véase el capítulo 6, ejemplo 8).

(28) tojol’ab’al
mok wa-b’at-Ø y-i’ s-k’ab’ ja=’alats=i
neg.irr a2-pisar-b3 a3-tomar a3-mano det=bebé=top
‘No le pises la mano a la bebé.’
(Lit. ‘No la pises ella-tomar su mano de la bebé.’) (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 32 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 33

El autor presenta evidencia fonológica, morfológica, sintáctica y semántica que


demuestra el cambio de estatus gramatical de verbo a marca de caso. La evidencia
crucial que demuestra este cambio de estatus del v2 se encuentra en su estructura
argumental defectiva. En su función de marca de dativo, el verbo original i’, “traer”,
no marca al argumento absolutivo (en 29b), a pesar de que en su estructura
argumen­tal original la marca de paciente es obligatoria (véase el capítulo 6, ejem-
plo 31).

(29) tojol’ab’al
a. mok wa-chon-on y-i’
neg.irr b2-vender-b1 a3-dat
‘No me vendas a él.’

b. * mok wa-chon-on y-i’-won


neg.irr b2-vender-b1 a3-dat-b1
Lectura buscada: ‘No me vendas y que él me lleve.’

El proceso de gramaticalización de donde se recluta la marca de dativo es único


entre las lenguas de la familia. Otros miembros de la familia han reanalizado cons-
trucciones asimétricas similares dando como resultado morfemas direccionales que
son un paradigma cerrado de elementos gramaticales que codifican trayectoria y/o
aspecto. Este proceso ha sido investigado en varias lenguas de la familia (Aissen,
2006; Zavala Maldonado, 1992; England, 1976; entre otros; véase también el
capítulo 7).
Por otro lado, en el capítulo “La construcción resultativa de verbo serial en
q’anjob’al”. Francisco Pascual estudia otra construcción de verbo serial donde el
v1 funciona como predicado principal y el v2 funciona como predicado secundario­
con semántica resultativa. El ejemplo 30 ilustra esta construcción donde el segundo­
predicado kay, “desaparecer”, (véase el capítulo 7, ejemplo 9) copredica sobre el
participante que tiene el papel de paciente del predicado principal. Debido a que
la predicación expresa un resultado del evento causativo b’eq, “soltar”, se le conoce
como predicado resultativo.

(30) q’anjob’al
P1° P2°res
max-Ø-s-b’eq k’ay naq Wel s-q’oxq’om
com-b3-a3-soltar desaparecer clf Manuel a3-sombrero
‘Manuel perdió su sombrero.’

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34 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

A diferencia de la construcción de predicación secundaria depictiva, el la que


el predicado secundario precede al predicado primario, en la construcción resulta-
tiva, los predicados toman un orden que es icónico con el orden en que suceden
los eventos en el mundo; el verbo que codifica la causa antecede al verbo que
codifica­el resultado. Este tipo de construcción de predicación secundaria que recurre­
a la serialización es poco conocida en Mesoamérica (para el caso del oluteco,­véase
Zavala Maldonado, 2006), y no se había discutido respecto de ninguna otra lengua
maya. En el capítulo, Francisco Pascual presenta los rasgos formales que definen a
la construcción resultativa como serial: a) no se permiten marcas de coordinación
ni de subordinación que separen a los dos verbos, b) no se permite ffnn que in-
tercedan entre los dos verbos, c) hay una sola marca de aspecto y valor polar con
alcance hacia los dos verbos, y d) los dos verbos comparten un argumento.­Las
estructuras resultativas del q’anjob’al constan de dos núcleos independientes que
forman una estructura integrada formal y semánticamente y que desde el punto
de vista translingüístico ilustra estructuras a medio camino entre las formas analí-
ticas y las formas sintéticas que propias de las lenguas polisintéticas.

1.5. De las formas no finitas y la complementación

Los fenómenos morfosintácticos más complejos, en el proceso de integración de


predicados en cláusulas complejas, se observan mejor en el ámbito de la comple-
mentación clausal; en éstas un verbo matriz (v.gr. “querer”, “acabar”, etcétera)
presenta un argumento eventivo (v.gr. la acción que se quiere hacer, acabar, etcétera)­
que se codifica con un predicado normalmente verbal. Este predicado, argumento
de la matriz, aparece a su vez en diferentes tipos de constructos sintácticos llamados
“cláusulas de complemento”, cuya estructura oscila en grado de complejidad desde­
las más complejas, o cláusulas plenas (“quiero que tú vinieras a casa”), a las de sintaxis
más reducida (“quiero venir”).
Para el estudio de fenómenos de este tipo en lenguas poco documentadas
cuya descripción cubre en el mejor de los casos aspectos morfológicos fundamen-
talmente, es necesario explorar primero de forma metódica todas las posibilidades
estructurales que presentan los tipos de cláusulas de complemento en la lengua en
cuestión para poder estar en posición de entrar en más detalles en las características
peculiares de cada tipo. El capítulo 8, a cargo de Romero Méndez es una muestra
precisamente de este proceder. En este trabajo, Romero Méndez hace una indaga-
ción de todos y cada uno de los tipos de complementos clausales que encontramos
en la lengua mixe hablada en Ayutla, Oaxaca.

Libro4Final4OCT.indb 34 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 35

Para ello, Romero Méndez emplea la estricta metodología de contraste


sintáctico­desarrollada por Judith Aissen, inspirada a partir de los lineamientos
tipológicos Cristófaro (2003), y que la misma Aissen impartió en dos talleres de
complementación­en lenguas de Mesoamérica organizados respectivamente por el
ciesas-Sureste, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y por la Asociación Oxlajuuj
Keej Maya’ Ajtz’iib’ (okma), en la Antigua, Guatemala, en colaboración con el
proyecto sep-Conacyt-47475 de la Universidad Autónoma de Querétaro.
En estos talleres participaron de lingüistas que describieron y documentaron
diferentes lenguas de Mesoamérica y que poseían en el momento una sólida for-
mación en varios aspectos formales de las lenguas objeto de estudio; estos língüistas­
contaban con una amplia base de datos primarios de texto para realizar apropia-
damente los respectivos análisis. De los diferentes aspectos trabajados por los
autores­en esos talleres, surgen asimismo las contribuciones de los capítulos
restantes­de este libro, a cargo de Mateo Toledo, England, Vázquez Álvarez, Polian
y Palancar.
En la lengua mixe de Ayutla, Romero Méndez propone la existencia de hasta
cinco tipos distintos de complementos clausales, organizados bajo dos grandes
rubros: en estructuras subordinadas, que agrupan los Tipos 1 y 2, en los que hay
independencia de marcación morfosintáctica entre el predicado matriz y el com-
plemento, y estructuras co-dependientes, con los Tipos 3-5, en los que se presenta
una mayor integración entre los predicados implicados. El Tipo 1, ilustrado en 31,
corresponde a un complemento clausal con estructura sintáctica plena: entre otras
características, lo introduce un complementante; puede aparecer en polaridad
­negativa y puede tener constituyentes en posiciones informativas prominentes
(véase el capítulo 8, ejemplo 16).

(31) mixe de Ayutla


te’n=ëjts n-mëtoo-y [kuu jajp=ja’a tät y-t<ää>n-y]
así=1pro 1a-oír-dep comp deic-dem3 señor 3s-<com>quedarse-dep
‘Escuché que allá se quedó el señor.’

Un segundo tipo de subordinación son los complementos no finitos, como en


30, donde se puede observar que, en contraste con 32, el predicado no finito pre-
cede al predicado matriz (véase el capítulo 8, ejemplo 24).

(32) mixe de Ayutla


mejts [uuk-p] m-jënmay-py
2pro.sg beber-nf 2a-pensar-indep.tr
‘Piensas tomar.’

Libro4Final4OCT.indb 35 07/10/13 12:58


36 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

Los predicados no finitos en mixe, como uukp, son exclusivamente intransitivos­.


Éste es un rasgo que se encuentra asimismo en lenguas mayas, tal como apuntare-
mos más adelante.
En el tipo de complemento que Romero Méndez trata como Tipo 3, el predi-
cado dependiente aparece después del verbo, pero restringido a modo irrealis o
desiderativo. Cuando es transitivo, como en 33, su fn objeto aparece en posición
inicial de la cláusula matriz. Este desplazamiento sintáctico se interpreta como
evidencia de la existencia de un cierto grado de integración clausal (véase el capí-
tulo 8, ejemplo 29).

(33) mixe de Ayutla


akxäjk nojty Karlos y-tsok-py t-jë’kx-t
chayote imp Carlos 3a-querer-indep.tr 3a-comer-irr.dep
‘Carlos quería comer chayote.’

Por otro lado, en las lenguas mixeanas, el comportamiento de las marcas ex-
plícitas de dependencia en los verbos se emplea como criterio morfosintáctico
crucial para distinguir tipos de complemento. Estas marcas suelen correlacionarse
con marcas de aspecto y paradigmas de personas que en lenguas innovadoras han
dado pie, además, a sistemas de alineamiento complejos (Santiago Martínez,
2008). Estas marcas de dependencia — ­ el término no se debe entender como su­
bordinación— reflejan la sensibilidad del verbo a la estructura sintáctica de ciertos
constituyentes dentro de su ámbito clausal. Por ejemplo, el verbo aparece marcado
como “independiente” cuando lo preceden constituyentes argumentales, como en
34a, pero como “dependiente” cuando aparece un adverbio en posición inicial,
como en 34b (véase el capítulo 8, ejemplo 7).

(34) mixe de Ayutla


a. Karlos yäjkts y-kay-py
Carlos memelas 3a-comer-indep.tr
‘Carlos come memelas.’

b. xem Karlos yäjkts t-kay-y


deic Carlos memelas 3a-comer-dep
‘Carlos come memelas ahí.’

En este sentido, la estructura no finita del ejemplo 33 parece comportarse como


el argumento objeto en 34a, ya que el verbo matriz se codifica como independiente.­

Libro4Final4OCT.indb 36 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 37

En la estructura del ejemplo 33 el predicado del complemento es finito y aparece


en dependiente (presumiblemente) porque se tiene el marcador de imperfecto
nojty, un antiguo adverbio gramaticalizado, parecido al comportamiento del deíc-
tico en 34b. Este comportamiento sugiere que existe un cierto grado de integración
entre los predicados matriz y complemento como una unidad predicativa, ya que
el segundo está siendo sensible a los parámetros a los que tendría que atender por
sí solo el predicado matriz.
Los dos últimos tipos de complemento se ejemplifican en 35 y 36. En estos
tipos, el orden del dependiente es el inverso de 33 y recuerdan más al de 32. En
el tipo en 35, se puede explicitar el objeto del complemento, pero no así en el de
36, donde es necesariamente un predicado intransitivo, al que Romero Méndez
denomina “mínimo”, y que aparece en posición dislocada; contrástese al respecto
el posicionamiento del adverbio de tiempo ojts en 36 con nojty en 33 (véase el
capítulo 8, ejemplos 34 y 41).

(35) mixe de Ayutla


ja’a kipy-u’unk y-mäts-py y-kaxë’ëk-y
dem3 palo-dim 3a-agarrar-indep.tr 3s-parecer-dep
‘Se ve que está agarrando el palo.’ {Txt}

(36) mixe de Ayutla


(*ojts) Ø-tsoon-p ojts x-jënmay-y
(pret) 3s-irse-indep pret 2a-pensar-dep
‘Pensaste que se fue.’

El capítulo de Romero Méndez es una contribución metodológica importante­


que abunda en detalles sobre los diferentes contrastes formales que presenta el es-
pectro de la complementación clausal en una lengua mixe. Cada uno de los tipos se
acompaña asimismo de un pequeño listado de índole orientativo de los verbos
matrices que los subcategorizan en su estructura léxica, pero la misma existencia
de tantos tipos en una misma lengua plantea la pregunta de por qué se tiene esa
riqueza y cuáles son el reducto de estructuras que históricamente pudieron haber
sido más productivas. El fenómeno sugiere principios de integración regulados
diacrónicamente por focalización y grados de finitud que dan pie a complejas es-
tructuras de integración, tal como nos las encontramos hoy en la familia.
Aspectos del vasto tema de la finitud estructural en los complementos se tratan
en detalle en el capítulo 9, de Mateo Toledo, sobre el q’anjob’al, así como en el
acercamiento morfológico a la finitud, en el capítulo 10, de England, sobre el mam;

Libro4Final4OCT.indb 37 07/10/13 12:58


38 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

pero también de forma tangencial en el capítulo 11, de Vázquez Álvarez, sobre el


chol, y en el capítulo 12, de Polian, sobre el tseltal y sus dialectos. El interés en los
fenómenos estudiados así como la constitución de los trabajos resultaron coinci-
dentemente paralelos con el interés de Nikolaeva (2007a) de recoger y contrastar
de manera ejemplar lo que en la lingüística, moderna se sabe hasta la fecha del
fenómeno de la finitud. El concepto de finitud se ha manejado de manera diversa­
en lingüística dependiendo de la escuela en vigor en el momento; los acercamien-
tos tradicionales favorecen el énfasis en lo morfológico, mientras que en los forma-
listas se prefiere el énfasis sintáctico. En realidad, y tal como sugiere Nikolaeva
(2007b), los rasgos que se toman en cuenta para definir el grado de definitud a
veces son tan específicos de una lengua que resulta difícil establecer una definición
de la finitud que resulte válida interlingüísticamente, y parece sensato establecer
que los criterios de definición, cualesquiera que sean, para lenguas particulares, han
de presentar una correlación entre una reducción y/o restricción de marcación en
los rasgos gramaticales en el dominio morfológico con una reducción y/o restric-
ción en comportamiento de complejidad sintáctica.
Las lenguas mayas son particularmente interesantes, en este sentido, para un
estudio teórico de la finitud; y si bien nos parece una lástima que en Nikolaeva
(2007a) no se encuentre ningún estudio sobre estas lenguas, tenemos la satisfacción
de haber podido compilar una serie de trabajos que esperamos que contribuyan,
por su calidad e innovación, como valioso “grano para el molino de la teoría lin-
güística”, por citar las palabras de Nora England (1983: 4).
En el capítulo 9, Mateo Toledo presenta la distribución de dos tipos de estruc-
turas clausales con finitud reducida en la lengua maya q’anjob’al. Tal como también
sucede en el mam, como se muestra en el capítulo de England, estas estructuras no
están restringidas a la función de complementos, ya que la morfología que las
caracteriza­aparece asimismo en construcciones adverbiales y en aquellas con pre-
dicación secundaria depictiva y/o resultativa, aunque a veces su comportamiento
es diferente. A pesar de ello, el ámbito sintáctico de la complementación se man-
tiene con mucho como el área más fructífera en la cual se puede encontrarlas. Las
dos estructuras se ejemplifican en 37 y 38, respectivamente, y se tratan morfológi-
camente como no finitas por el simple hecho de que no portan marcas de aspecto
(véase el capítulo 9, ejemplos 1 y 2).

(37) q’anjob’al
x-Ø-y-il ix [ha-way-i]
com-b3sg-a3sg-ver clf:mujer a2sg-dormir-vi
‘Ella te vio durmiendo.’

Libro4Final4OCT.indb 38 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 39

(38) q’anjob’al
x-ach y-uqtej-toq ix [man-oj jos]
com-b2sg a3sg-perseguir-dir clf:mujer comprar-inf huevo
‘Ella te mandó a comprar huevos.’

Si bien ninguna de las dos estructuras tiene marca de aspecto, la finitud de


estas estructuras es también de índole sintáctica ya que, como ilustra Mateo Toledo,­
ninguna puede recibir ni negación ni elementos prepuestos al verbo en posiciones
de prominencia informativa. El contraste morfológico más significativo entre el
tipo que se ejemplifica en 37 y el que se muestra en 38, radica en que, en 37, se
tienen marcas de concordancia de persona, mientras que el tipo, en 38, realmente
equivale estructuralmente a los infinitivos de lenguas indoeuropeas, de ahí la glosa
“infinitivo”, v.gr. sin flexión de aspecto ni de persona, muy parecida a la forma no
finita, en mixe, del ejemplo 32. Si bien el predicado recibe marcación de persona,
el tipo, en 37, presenta sin embargo un alineamiento nominativo-acusativo. Nótese­
al respecto, por ejemplo, que si el patrón fuera ergativo, se esperaría una marca de
absolutivo o juego B en el verbo intransitivo wayi, “dormir”, en 37, en vez del
ergativo­o juego A, que es, sin embargo, la concordancia que se encuentra.
Otra diferencia entre ambas estructuras radica en que el tipo de complemento
en 37 puede tener un complemento transitivo, como se muestra en 39 (véase el
capítulo 9, ejemplo 27), mientras que en la construcción en 38 se tiene solamente
un verbo intransitivo. El nominal jos, “huevos”, en 38, está incorporado,1 y esto se
observa en el hecho de que no puede recibir determinantes, tal como se ilustra en
la agramaticalidad de 40 (véase el capítulo 9, ejemplo 58b). Es decir, el constitu-
yente objeto no puede constituirse en una frase determinante (en inglés, dp)
porque­no puede recibir caso sintáctico de objeto del predicado no finito.

(39) q’anjob’al
max-Ø w-il [hach s-sah-on-toq ha-mam b’ay xal]
com-b3sg a1sg-ver b2sg a3sg-regalar-md-dir a2sg-padre a clf
‘Yo vi que tu padre te regaló a la señora.’

(40) q’anjob’al
* q-Ø-j-uqtej-toq ix [jun waj-oj sakate ti]
pot-b3sg-a1pl-mandar-dir clf:mujer indef juntar-inf zacate dem
Lectura buscada: ‘La mandaremos a juntar zacate.’
1
La incorporación es de un tipo especial que en Gerdts (2001) se denomina noun stripping (“desvesti-
miento nominal”).

Libro4Final4OCT.indb 39 07/10/13 12:58


40 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

En el capítulo 11, Vázquez Álvarez muestra que el chol tiene dos tipos de
cláusulas sin aspecto a las que se denomina “no finitas”. Un primer tipo, ilustrado
en 41, es equivalente al tipo estructural de forma con persona ejemplificado en 37
o 39, en q’anjob’al (véase el capítulo 11, ejemplo 50).

(41) chol
tyi k-il-ä-Ø [a-wuts’-oñ-el]
prfv a1-ver-vtd-b3 a2-lavar.ropa-ap-nf
‘Vi que lavabas ropa.’
(Lit. ‘Vi tu lavar ropa.’)

Del segundo tipo, que se diferencia del de 41 en que no muestra concordancia


de persona, se tienen dos subtipos, ilustrados en 42, respectivamente (véase el
capítulo­11, ejemplos 1 y 34a).

(42) chol
a. a’bi tä=x=tyo k-ñop-o-Ø-loñ [tyäl-el]
ayer prfv=ya=todavía a1-intentar-vt-b3-pl venir-nf
‘Ayer todavía intentamos venir.’ {Txt}

b. ya’=bi kaje muk’-Ø-ob [tyi wäy-el]


allí=rep empezar impf-b3-pl p/sub dormir-nf
‘Dicen que allí estaban empezando a dormir.’ {Txt}

Las dos construcciones en 42 son intransitivas y contrastan en que, en 42a, se


emplea solamente la forma mínima del predicado, mientras que, en 42b, el com-
plemento se introduce por el marcador tyi, que el autor trata como subordinador
o complementante y que en otros contextos funciona como una preposición loca-
tiva genérica. Tanto las formas de finitud reducida con persona que aparecen en
41 como las que aparecen en 42 presentan el sufijo -el, razón que motiva a Vázquez
Álvarez a tratar este sufijo como “no finito”, en vez de “infinitivo”, el cual se reser-
varía solamente para formas verbales como las del q’anjob’al ejemplificadas en 38.
El objetivo del estudio de Vázquez Álvarez es presentar argumentos que expli-
quen la distribución de los dos subtipos mostrados en 42. Para ello, el autor propone­
que la estructura en 42b, la de complementante, emerge como consecuencia de un
proceso sintáctico subyacente que implica la ascensión del argumento­sujeto del
predicado subordinado al argumento matriz. El proceso se puede ver en su estadio
inicial en 43a, donde la cláusula de complemento con persona del tipo ilustrado en

Libro4Final4OCT.indb 40 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 41

41 es el único argumento del verbo mejl, “poder” (Lit. “ser posible”). Como resul-
tado de la ascensión, el argumento del verbo wäyel, “dormir”, aparece co­dificado
como argumento de mejl en 43b (véase el capítulo 11, ejemplos 2a y 2b).

(43) chol
a. mejl-Ø [k-wäy-el]
poder-b3 a1-dormir-nf
‘Puedo dormir.’
(Lit. ‘Es posible mi dormir.’)

b. mejl-oñ [tyi __ wäy-el]


poder-b1sg p/sub dormir-nf
‘Puedo dormir.’

Vázquez Álvarez argumenta que como consecuencia del proceso de ascensión


se obtiene una saturación de argumentos en el verbo matriz, de forma que no se pue-
de asignar caso sintáctico al complemento no finito. En este contexto, se requiere­de
la preposición tyi —reanalizada en este contexto como complementante— para­
dotar de caso sintáctico a la forma no finita, que sigue en superficie manteniendo
el comportamiento de un nominal. El autor argumenta que la asignación de caso es
un proceso independiente del proceso de ascensión y que también se puede evi-
denciar en estructuras como la del ejemplo 44, donde se explica que los verbos de
movimiento toman como complemento una cláusula de propósito y que, al no
poder asignarle caso ya que tienen solamente un argumento (v.gr. la persona que
se mueve), requieren del complementante para tal efecto (véase el capítulo 11,
ejemplo 39).

(44) chol
ts-ajñ-Ø-ob [tyi mäñ-oñ-el]
prfv-llegar-b3-pl p/sub comprar-ap-nf
‘Llegaron a comprar.’ {Txt}

El proceso de ascensión sucede también con verbos causativos y con los de


percepción directa, en los que el argumento ascendido funciona como objeto del
predicado matriz, como en 45. El resultado petrificado del proceso se observa con
los auxiliares aspectuales que en su día fueron verbos, como el marcador de imper-
fectivo ejemplificado con anterioridad en 42b (véase el capítulo 11, ejemplo 32).

Libro4Final4OCT.indb 41 07/10/13 12:58


42 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

(45) chol
tyi aw-il-ä-y-oñ [tyi __ uk’-el]
prfv a2-ver-vtd-epn-b1 p/sub llorar-nf
‘Me viste llorar.’

Los predicados no finitos sin aspecto y sin persona en las lenguas mayas son
típicamente intransitivos. El q’anjob’al muestra el caso más común. El sufijo -oq
se asocia directamente a una raíz intransitiva para formar un infinitivo (way-oq,
“dormir”). Cuando el verbo es transitivo de origen, se requiere primero modificar
la valencia del verbo mediante sufijos de voz: antipasivo (por ejemplo, q’an-waj-oq,
“pedir”, o kol-waj-oq “ayudar”) para dejar el argumento A como S, o pasivo (por
ejemplo, ante-lay-oq, “ser curado”) para que O sea S. Cuando el verbo transitivo
se emplea en una construcción de incorporación, no se requiere el sufijo de anti-
pasivo ya que la construcción en sí sirve de reductor de valencia (por ejemplo,
loh-oj china, “comer naranja”). En algunos casos, la intransitividad permea incluso
morfológicamente los predicados transitivos en la formas sin aspecto pero con
persona. Esto sucede, por ejemplo, en q’anjob’al, donde estos predicados no sólo
presentan un patrón de alineamiento no canónico como en otras lenguas mayas,
sino que además aparecen marcados con el sufijo -on (46a) (nótese además el uso
del sufijo de estatus de los verbos intransitivos en frontera prosódica, tal como se
ilustra en 46b) (véase el capítulo 9, ejemplos 14 y 26a), y que aparece también en
las construcciones de enfoque de agente que presentan igualmente transitividad
defectiva (Aissen, 2006).

(46) q’anjob’al
a. q-Ø-ey-ab’ [he-way-i]
pot-b3sg-a2pl-oír a2pl-dormir-vi
‘Se fijan como duermen.’ {Txt}

b. k’am ch-Ø-je’ [Ø-ha-ten-on-i]


neg inc-b3sg-poder b3sg-a2sg-tocar-md-vi
‘No lo puedes tocar/no es tocable.’ {Txt}

Dos lenguas mayas en este libro divergen innovadoramente de este patrón de


intransitividad, pero de manera distinta. Se trata, por un lado, del mam, y por el
otro, del tseltal. En mam, tal como se observa en el capítulo de England, el infinitivo­
de un verbo se codifica mediante el sufijo -l (por ejemplo, b’eeta-l “caminar”). Los
verbos transitivos pueden aparecer intransitivizados en la construcción de incorpo-

Libro4Final4OCT.indb 42 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 43

ración nominal, como en tx’eema-l sii’, “cortar leña”, pero a diferencia de todas las
demás lenguas mayas pueden hacer igualmente explícito su argumento objeto de
forma oblicua codificando la fn dentro de una frase de sustantivo relacional enca-
bezada por ee, que en otras construcciones tiene varias funciones como marcador­de
dativo/benefactivo y posesivo, como en 47 (véase el capítulo 10, ejemplo 20),

(47) mam
n=chi ku’ teen xjaal [belaara-l t-e weech]
inc=b3pl dir estar gente velar-inf a3sg-sr:pac gato_de_monte
‘La gente empezó a velar al gato de monte.’ {Txt}

El sustantivo relacional aparece poseído en núcleo con una marca del juego A
que hace referencia cruzada al sustantivo argumental del objeto y que se puede
emplear por sí sola de forma pronominal y anafórica, como en 48 (véase el capítulo­
10, ejemplo 12).

(48) mam
n=ch=ul aaj=x=kya xjaal tzluu’
inc=b3pl=dir regresar=siempre=3pl.enf gente aquí
[b’inchaa-l t-ee]
hacer-inf a3sg-sr:pac
‘Viene la gente aquí a hacerlo.’

England apunta que este sustantivo relacional (junto con la marca pronomi-
nal) se suele repetir para indicar énfasis sobre el objeto (49) (véase el capítulo 10,
ejemplo 34a).

(49) mam
asta nn=Ø=ok teen meeb’a [woons-l t-e-t-ee
hasta inc=b3sg=dir estar huérfano tostar-inf a3sg-sr-a3sg-sr:pac
t-b’aq-al masaat]
a3sg-hueso-abst venado
‘[...] y se puso el huérfano a tostar los huesos del venado [...].’ {Txt}

El tseltal es otra lengua maya que ha innovado respecto a la restricción de in-


transitivad en las formas no finitas sin aspecto o persona con la creación de un
infinitivo transitivo, tal como lo argumenta Polian en su capítulo. En esta lengua,
al igual que en el mam, las formas no finitas están marcadas con el sufijo cognado

Libro4Final4OCT.indb 43 07/10/13 12:58


44 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

-el, que se emplea con los verbos intransitivos, como en way-el, “dormir”. Asocia-
do a las raíces transitivas, el resultado es un predicado intransitivo que sorprenden-
temente, en el contexto de la familia maya, tiene orientación pasiva, es decir, se
cancela el argumento A, y O se trata como S, tal como se ve en 50, donde hay una
identificación de argumentos entre el agente de mulan, “gustar”, y el sujeto paciente­
de la raíz jot’-, “rascar” (véase el capítulo 12, ejemplo 16).

(50) tseltal
ya j-mulan-Ø [jot’-el]
inc a1-gustar-b3 rascar-nf.pas
‘Me gusta ser rascado.’

Si se quiere expresar un objeto (subyacente) de tercera persona, se emplea una


forma como la que se ejemplifica en 51 (véase el capítulo 12, ejemplo 19).

(51) tseltal
ya j-mulan-Ø [s-jot’-el j-jol]
inc a1-gustar-b3 a3-rascar-nf.pas a1-cabeza
‘Me gusta rascarme la cabeza.’
(Lit. ‘Me gusta su ser-rascada de mi cabeza.’)

Esta estructura recuerda a la estructura común de posesión en chol del ejemplo


52, en el cual el nominal que funciona semánticamente como paciente del evento
aparece poseído como sujeto de un predicado pasivo que, según Vázquez Álvarez,
se puede interpretar como una nominalización con estructura posesiva semejante a
la de otras ffnn, como en el ejemplo 53 (véase el capítulo 11, ejemplos 60b y 60a).

(52) chol
tyi k-il-ä-Ø [y-ixm-äñ-ty-el ixim]
prfv a1-ver-vtd-b3 a3-desgranar-vtd-pas-nf maíz
‘Vi desgranar el maíz.’
(Lit. ‘Vi su ser desgranado del maíz.’)

(53) chol
tyi k-il-ä-Ø i-ts’i’ aj-Wañ
prfv a1-ver-vtd-b3 a3-perro clf-Juan
‘Vi el perro de Juan.’
(Lit. ‘Vi su perro (de) Juan.’)

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Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 45

Aunque rebasa nuestro cometido el discutir si las formas mostradas en 52 se


tratan en realidad de nominalizaciones poseídas o de formas verbales con el aspecto­
superficial de un nominal pero con la proyección de argumentos de un verbo,
resulta­sin embargo pertinente apuntar que el fenómeno es generalizado en otras
lenguas mayas, como por ejemplo el k’iche’ (Can Pinxabaj, 2009), y que estructu-
ras no finitas de este tipo en estas lenguas muestran evidentemente su origen como
nominales.
Sin embargo, en contraste con el chol, en la estructura tseltal del ejemplo 51,
Polian muestra que la fn que explicita el argumento paciente se puede elidir, tal
como se ilustra en 54 (véase el capítulo 12, ejemplo 21a).

(54) tseltal
ya j-mulan-Ø [s-jot’-el]
inc a1-gustar-b3 a3-rascar-nf.pas
‘Me gusta rascarlo.’

Este comportamiento le hace a Polian postular que en tseltal la marca s- del


juego A en 54 no tiene función de poseedor de tercera persona, sino más bien
funciona como un índice de concordancia de persona del argumento absolutivo,
solamente­que con un juego de concordancia no esperado (v.gr. se tiene el juego A
en vez del juego B). Esto resulta, por otro lado, morfosintácticamente coherente
dentro de la familia, ya que las formas no finitas sin aspecto con persona presentan
un alineamiento no canónico en otras lenguas. La prueba crucial que esgrime
Polian de que s- no es un posesivo, radica en la imposibilidad de reemplazarla con
una marca de poseedor de primera o de segunda persona que refiera al paciente del
verbo transitivo. Esto se ve en la agramaticalidad de 55 (véase el capítulo 12, ejem-
plo 23), la cual, sin embargo sí puede aparecer en lenguas con estructuras de pose-
sión como el k’iche’, en 56 (Mondloch, 1981: 142).

(55) tseltal
* ya j-mulan-Ø [a-jot’-el]
inc a1-gustar-b3 a2-rascar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Me gusta rascarte.’

(56) k’iche’
x-Ø-ki-maji-j [qa-yaaj-iik]
com-b3sg-a3pl-empezar-vt a1pl-regañar.pas-nf
‘Empezaron a regañarnos.’
(Lit. ‘Empezaron nuestro ser-regañados.’)

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46 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

Para codificar un objeto de primera y segunda persona, el tseltal ha innovado


una forma sin aspecto transitiva marcada con el sufijo -bel, el cual recibe marcas de
persona con alineamiento canónico, tal como se ve en 57 (véase el capítulo 12,
ejemplo 23).

(57) tseltal
ya j-mulan-Ø [j-jot’-bel-at]
inc a1-gustar-b3 a1-rascar-nf.tr-b2
‘Me gusta rascarte.’

Por otro lado, la intransitividad de las formas no finitas no parece ser un rasgo
exclusivo de las lenguas mayas. En muchas lenguas otomangues se tienen nomi-
nalizaciones verbales en contextos de complementación que funcionan en la
inmensa­mayoría de los casos como predicados igualmente intransitivos. El capí-
tulo de Palancar, el último de este volumen, muestra en detalle la distribución
sintáctica de formas nominalizadas verbales en la familia otomí (otopame); éstas
se emplean como estrategia de complementación clausal y son también intransitivas.­
Un ejemplo de la estructura en cuestión se ofrece el ejemplo en 58, del otomí de
la Sierra (Voigtlander y Echegoyen, 2007: 4).

(58) otomí de la Sierra


i=päh=na mpefi yo ts’unt’u
3.pres.r=saber.d=sg.nom trabajo pl muchacho
‘Los muchachos saben trabajar.’
(Lit. ‘Los muchachos saben el trabajo.’)

El tipo de estructura que aparece en 58 no es una construcción favorita en


estas lenguas dentro del ámbito la complementación y por ello tiene un ámbito
funcional restringido a ciertos verbos matrices y a ciertos nominales. Sin embargo,
la mayoría de sus instancias implican nominalizaciones intransitivas de verbos que
denotan actividades humanas habituales.
A pesar de la predilección común por la intransitividad en los complementos
clausales, las lenguas otomíes, tomándolas como representantes del espíritu que
caracteriza a las otopames y a las otomangues en general, difieren extraordinaria-
mente de las mayas en que por lo general no existe en éstas una operación morfo-
lógica sincrónica con la que los hablantes puedan crear formas no finitas de los
verbos de forma totalmente productiva, y en consecuencia, la mayoría de las ins-

Libro4Final4OCT.indb 46 07/10/13 12:58


Clases léxicas, posesión y estructuras de cláusula compleja en Mesoamérica 47

tancias son constructos gramaticales que funcionan como idiomatismos, mostrando­


una estructura petrificada hoy de lo que parece haber sido una sintaxis productiva
en algún momento de la historia de estas lenguas.

1.6. Conclusión

Las lenguas de Mesoamérica son bien conocidas por sus características tipológicas
compartidas, pero también por la gran diversidad de sus genios estructurales pre-
sentes en la región, desde lenguas altamente polisintéticas hasta otras que son
puramente analíticas, lenguas con distintos alineamientos para marcar relaciones
gramaticales, lenguas que recurren a distintos mecanismos de codificación de las
relaciones gramaticales, lenguas con marcación en los núcleos o en los dependien-
tes, lenguas en las que las categorías gramaticales son claramente distinguibles y
otras en las que se presentan como híbridas, entre muchas características notables.
En esta área lingüística se encuentran rasgos compartidos no solamente dentro de
los límites de las familias, sino entre familias diversas, debido al contacto que
tuvieron­los hablantes de estas lenguas en épocas precolombinas.
Los siguientes capítulos, en este volumen abren vetas de investigación poco
conocidas en la sintaxis de las lenguas de Mesoamérica y reflejan la gran diversidad
de los dominios gramaticales y funcionales que son los ejes temáticos de la obra:
clases léxicas, posesión e integración oracional. Las contribuciones contenidas en
el libro son aportes que dialogan con la teoría sintáctica abocada al estudio de
corte contrastivo, tipológico y con la teoría de la gramaticalización. De esta mane-
ra, los distintos estudios no solamente son contribuciones que incrementan el
conocimiento de la morfosintaxis de las lenguas especí­ficas sino que son aportes
a las teorías interesadas en comprender la diversidad de los patrones estructurales­,
teniendo como base de estudio la diversidad de las lenguas­habladas en los distintos­
continentes. Este volumen es una muestra de la riqueza de los diversos patrones a
los que recurren algunas de las lenguas pertenecientes a cinco familias mesoame-
ricanas.

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2. Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución
y predicación de propiedades1

Alejandra Capistrán-Garza*

2.1. Introducción

El p’orhépecha o tarasco, hablado en el noroeste del estado de Michoacán, es una


lengua formada por una cadena de dialectos mutuamente inteligibles sin filiación
genética.2 La mayoría de las raíces léxicas de esta lengua son verbos a partir de los cua-
les se construyen palabras que funcionan como sustantivos y adjetivos. En los
estudios­del p’orhépecha (Foster, 1969; De Wolf, 1989; Chamoreau, 1998; Villa-
vicencio, 2002) se ha propuesto que existen tres clases léxicas mayores (verbos,
adjetivos y sustantivos) pero la distinción de tales categorías léxicas ha contado con
poca justificación basada en rasgos morfosintácticos. El presente trabajo es una
contribución al análisis del comportamiento morfosintáctico de las palabras que
se emplean como modificadores atributivos en frases nominales y para predicar
propiedades o estados. Dicho análisis es una pesquisa inspirada por el trabajo de
Dixon (1982) que hace necesario considerar la manera en que son codificados los
llamados “conceptos de propiedad”, ya sea como una clase léxica independiente o
como parte de la clase de los verbos o sustantivos.
Esta investigación se sustenta en el postulado de que las clases gramaticales de
palabras se definen a partir del establecimiento de su función sintáctica básica o no
marcada. Por consiguiente, retomo las propuestas de Beck (1999; 2002), Croft
(1990: 140-141), Dixon (2004) y Lehmann (1990), quienes coinciden en reco-
nocer que la función primaria o no marcada de un verbo es la predicación, mientras

1
El presente estudio se llevó a cabo dentro del taller sobre conceptos de propiedad en lenguas de Me-
soamérica dirigido por Paulette Levy en el Seminario de Estudios de Lenguas Indígenas de México­
(selim). Agradezco a todos los participantes del selim por la retroalimentación que recibí durantes
las sesiones de 2003 y a la audiencia del ssila, en enero de 2004, que tuvo lugar en Boston, donde
presenté una versión de este trabajo. Agradezco especialmente a los editores del volumen, Enrique L.
Palancar y Roberto Zavala por sus valiosos comentarios a los distintos borradores que llegaron a sus
manos, los cuales permitieron precisar y mejorar varios aspectos de este capítulo.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
2
Los datos en que se basa esta investigación provienen de Puácuaro, poblado ubicado en la ribera
oeste del lago de Pátzcuaro.

49

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50 Alejandra Capistrán-Garza

que la del nombre es servir de argumento. Asimismo, asumo, como señalan Beck
(1999; 2002), Croft (1990: 140, 141), Hengeveld (1992), Lehmann (1990) y
Schachter (1985), que la función primaria y no marcada de los adjetivos es la
atribución (modificación nominal). De esto se sigue que si un elemento de una
clase léxica cumple una función marcada, debe requerir de algún dispositivo gra-
matical especial en ese contexto. En este estudio retomo el criterio de complejidad
estructural propuesto por Beck (1999: 31): “un elemento X es marcado con respecto­
a otro elemento Y si X es más complejo, morfológica o sintácticamente, que Y”.
Este autor añade que la complejidad estructural se puede establecer por: a) com-
paración de dos formas de un lexema (complejidad morfológica) y b) comparación
de dos lexemas diferentes en la misma función sintáctica (complejidad sintáctica).
Con estos criterios, es posible definir un verbo como el lexema que en su fun-
ción predicativa aparece sin marcación alguna, pero que al ocurrir como argumento­
o modificador nominal presenta complejidad estructural. De la misma manera,
los adjetivos son los lexemas que en la función de modificación nominal aparecen
en su forma no marcada pero que requieren de complejidad estructural para usarse­
predicativamente.3
Este trabajo estudia las formas del p’orhépecha que expresan conceptos de
propiedad; palabras que ocurren como modificadores atributivos y que pueden
emplearse en la predicación de propiedades y estados. A partir del estudio de las
propiedades morfosintácticas de los conceptos de propiedad, mostraré que el
p’orhépecha cuenta solamente con dos adjetivos básicos y que el resto de los con-
ceptos de propiedad está constituido principalmente por bases verbales en su forma
estativa. Voy a demostrar que los sufijos -ri/-ti que aparecen con la mayoría de los
conceptos de propiedad son morfemas estativos, tal como ocasionalmente lo ha
sugerido Monzón (1998: 101-102; 2004: 95-96).
El capítulo está organizado de la siguiente manera. En la segunda sección, se
presenta un panorama general de las características de los sistemas verbal y nominal­
del p’orhépecha; en la tercera sección, discuto las raíces del p’orhépecha que pueden
considerarse adjetivos básicos y ofrezco una breve exposición sobre los verbos
que codifican conceptos de propiedad; en la cuarta sección, se analizan tres tipos

3
Dixon (2004) presenta una posición algo distinta (véase la nota 11). Según este autor, los adjetivos
básicos (monomorfémicos) tienen dos funciones gramaticales: por un lado, la de aseverar que algo
tiene cierta propiedad, lo cual se puede realizar, a) funcionando como verbos intransitivos “verb-like
adjective”, o b) por medio de la cópula “noun-like adjective”; y por el otro, la de ser modificador en fn.
Desde su punto de vista, el adjetivo es una categoría universal que debe diferenciarse, aunque sea por
rasgos sutiles, de los verbos.

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 51

de deverbativos, incluidas las formas con la terminación -ri/-ti, que funcionan


como los adjetivos en atribución y predicación de una propiedad. En la quinta
sección, se busca demostrar, a partir de las construcciones para expresar estados,
que las formas [v-ri/-ti] corresponden a bases verbales estativas cuyo comporta-
miento morfosintáctico nos permite reconocer que presentan rasgos de decategori­
zación y recategorización. Por último, en la sección sexta, se ofrece una breve
recapitu­lación general.

2.2. Características generales de los sistemas verbal y nominal


  del p’orhépecha

El p’orhépecha es una lengua aglutinante, exclusivamente sufijante y que presenta


un sistema de caso morfológico de tipo nominativo-acusativo.4 Las raíces de esta
lengua pueden reconocerse por sus características morfofonológicas: consisten en
una o dos sílabas y el acento recae, como norma, en la vocal final de la raíz.5
Las bases verbales del p’orhépecha, es decir, las formas que pueden recibir fle-
xión verbal y funcionar predicativamente, pueden consistir en una raíz o ser parte
de entidades más complejas. Existen en la lengua diversos tipos de morfemas
verbales­derivativos (entre los que se encuentran los morfemas espaciales) y un
sistema de flexión verbal entre cuyos morfemas se encuentran las marcas de tiem-
po/aspecto/ modo (tam) y persona, así como el sufijo ni, que indica “no finito”.6
Los ejemplos en 1 ilustran la función predicativa de raíces que pueden funcionar
como bases verbales.7

4
El nominativo es el caso no marcado, mientras que el acusativo —denominado tradicionalmente
como “caso objetivo”— se marca con -ni. Este caso objetivo (o acusativo) marca el objeto de construc-
ciones monotransitivas y los dos objetos de oraciones ditransitivas. En la lengua son posibles objetos
sintácticos sin marca de caso cuando la fn corresponde a un tema o paciente y se refiere a un inani-
mado singular sin determinante definido, a un genérico o a una masa. Para mayor información sobre
este punto véanse Villavicencio, 2002: 236-247; Capistrán-Garza, 2002; 2005.
5
Las únicas excepciones a esta regla son unas cuantas raíces monosilábicas irregulares (Foster, 1969:
66) que para flexionarse toman como formativo (excepto en imperativo y futuro) -rha o -ra, sufijo en
el que recae el acento.
6
Denomino -ni como marca de “no finito”, retomando la terminología propuesta por Haspelmath
(1995), pues sus funciones no se limitan a las reconocidas como típicas del infinitivo en otras lenguas.
7
En la ortografía práctica de la lengua se emplea ï para //; y /j/; C’ indica consonante aspirada; sh /ʃ/;
ts /t͡s/; ch /tʃ/; rh /ɽ/.

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52 Alejandra Capistrán-Garza

(1) a. tumpí-icha piré-sha-p-ti


muchacho-pl cantar-prg-psd-3ind
‘Los muchachos estaban cantando.’

b. t’ú xupá-s-Ø-ka shukúparhakwa


2sg lavar-prf-pres-1/2ind ropa
‘Tú lavaste ropa.’

c. xí ú-a-sïn-Ø-ka=ni k’umánchikwa-icha-ni
1sg hacer-distr-hab-pres-1/2ind=1sg.suj casa-pl-objt
‘Yo hago casas.’

d. María atá-a-ti Rósa-ni


María golpear-fut-3ind Rosa-objt
‘María va a golpear a Rosa.’

En los ejemplos de 1, el núcleo predicativo corresponde a las raíces piré, xupá,


ú y atá seguidas de morfemas de aspecto (progresivo, -sha; perfecto, -s; habitual,
-sïn), tiempo (presente, -Ø; pasado, -p; futuro, -a) y persona/modo (primera y
segunda persona de indicativo, -ka; tercera persona de indicativo, -ti). Además, en
1c la base verbal presenta el sufijo -a, que indica objeto de tercera persona plural.
Estas raíces, en tanto elementos verbales, pueden también recibir la flexión -ni “no
finita”: piréni,­“cantar”; xupáni, “lavar”; úni, “hacer”; atáni, “golpear”.
En p’orhépecha, raíces como las mostradas en 1 se consideran raíces verbales
libres, ya que pueden recibir directamente flexión verbal y funcionar predicativa-
mente. Éstas se distinguen de las llamadas raíces verbales no libres (Foster, 1969;
Nava, 2004), cuya función primaria también es la predicación, pero siempre ocu-
rren con la adición de un sufijo. Por lo tanto, con este tipo de raíces, las bases
verbales más simples presentan la forma [raíz + afijo]. Típicamente, las raíces no
libres toman un sufijo, al que llamo formativo de base, el cual determina la transiti­
vidad de la forma resultante y puede alterar su significado. En 2, se muestran algu­
nos ejemplos de este tipo de raíces con la marca flexiva de “no finito” -ni.8

8
El símbolo + indica unión de dos morfemas cuyo sentido no puede descomponerse composicional-
mente.

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 53

(2) Raíces verbales no libres


a. kachú+ku-ni ‘cortar’ e. mí+ka-ni ‘cerrar’
b. washá+ka-ni ‘sentarse’ f. mí+ti-ni ‘saber’
c. washá+ta-ni ‘sentarlo’ g. wé+ra-ni ‘salir, brotar’
d. mí+ta-ni ‘abrir’ h. wé+ka-ni ‘querer’

En contraste con las bases verbales en 1 y 2, existen raíces que podemos reco-
nocer como nominales. Los casos más claros corresponden a palabras claramente
monomorfémicas como itsï, “agua”; purhú, “calabaza”; paré, “nopal”, y tumpí, “mu-
chacho” (en este grupo puede también incluirse la forma con reduplicación tsúntsu­,
“olla”). Estas raíces pueden reconocerse como nominales ya que funcionan como
argumentos verbales (núcleo de fn), aceptan flexión de caso y número y toman
determinantes, pero no pueden tomar flexión verbal directamente ni usarse predi-
cativamente, tal como lo muestra la estructura mal formada en 3b.9

(3) a. tumpí pyá-a-s-Ø-ti ts’ïmá-ni tsúntsu-icha-ni


muchacho comprar-distr-prf-pres-3ind aquellas-objt olla-pl-objt
‘El muchacho compró aquellas ollas.’

b. * í má tsúntsu-s-Ø-ti
este una olla-prf-pres-3ind
Lectura buscada: ‘Esto es una olla.’

Para funcionar predicativamente estas palabras deben tomar el sufijo verbali-


zador -i (o su alomorfo -e), como en 4a, o aparecer en una construcción con la
cópula xinténi, “ser”, como en 4b. Esto muestra que, para funcionar predicativa-
mente, estas raíces son marcadas estructuralmente respecto a las raíces verbales.10

9
En p’orhépecha la flexión de caso debe recaer en los determinantes definidos, si los hay, y en el último
constituyente de fn, pero puede también ocurrir en el núcleo nominal, aun cuando éste no sea el cons­
tituyente final. La flexión de número sigue las mismas reglas, salvo que, en general, los determinantes
no toman la marca plural -icha/ -echa (para más detalles sobre esto, véase Capistrán-Garza, 2002).
10
Unas cuantas raíces, como itsï, “agua”, o kutsï, “luna, mes, mujer”, pueden tomar un sufijo verbal y
funcionar predicativamente. Así tenemos itsïmani, “beber” (-ma es un sufijo espacial, de resolución
transitiva); kutsïmini, “envejecer para mujeres” (-mi es un formativo verbal de resolución intransitiva).
Tales raíces pueden reconocerse como nominales pues, a diferencia de las raíces verbales no libres,
pueden ocurrir sin dicha sufijación (forma no marcada) y funcionar como nominales.

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54 Alejandra Capistrán-Garza

(4) a. í má purhú-i-s-Ø-ti
este una calabaza-vrbz-prf-pres-3ind
‘Esto es una calabaza.’

b. í xinté-s-Ø-ti purhú
este ser-prf-pres-3ind calabaza
‘Esta es (la) calabaza.’

Además de este tipo de nominales, palabras bimorfémicas como wíchu, “perro”,


y kúchi, “cerdo”, pueden considerarse también parte del paradigma de sustantivos
ya que no parecen ser derivadas (Foster, 1969: 87-89; Friedrich, 1984: 74). Sin
embargo, el número de raíces que podemos reconocer como nominales es reducido­
y la mayoría de las palabras que funcionan como sustantivos son derivadas de
verbos. En 5 ofrezco algunos ejemplos de sustantivos formados con el nominali-
zador -kwa, que es el más productivo.11

(5) a. k’waní-nti-kwa
arrojar-área_de_oído_a_hombro-nmlz
‘rebozo’

b. mí+ta-kwa-icha
abrir-nmlz-pl
‘llaves’

c. teré-kwa
pudrirse-nmlz
‘hongo’

Ejemplos como los de 5 muestran raíces y bases verbales que pueden funcionar
como núcleos de ffnn, y aceptar flexión nominal una vez derivadas por el sufijo
-kwa. Las palabras resultantes, como ocurre con los sustantivos de 4, no pueden
usarse predicativamente sin la presencia del verbalizador o la cópula xinténi.
11
Las nominalizaciones del tipo pirékwa, “canción” (piréni, “cantar”), se forman con este sufijo. Las
palabras shukúparhakwa, “ropa”, en 1b, y k’umánchikwa, “casa”, en 1c, se derivan, respectivamente,
de shukúparhani, “vestirse”, y k’umánchini, “sombrear(se)”. Es importante señalar que existen otras
marcas con función nominalizadora, pero que por razones de espacio no es posible tratarlas aquí.
Dado que éste no es el tema central de esta exposición, no desglosaré morfológicamente los sustantivos­
deverbativos que puedan presentarse en el resto de este trabajo.

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 55

2.3. Conceptos de propiedad

Como se señaló en la introducción, a partir del trabajo de Dixon (1982) ha habido


una discusión sobre la universalidad de la categoría adjetival, ya que varias lenguas
codifican conceptos de propiedad por medio de sustantivos o verbos.12 En esta sec-
ción argumentaré, como se ha planteado en otro trabajo (Capistrán-Garza, 1997),
que en p’orhépecha los conceptos de propiedad —determinados con base en los
grupos semánticos propuestos por Dixon (1982: 35): dimensión, propiedad física,
propensión humana, color, valor y edad— se codifican básicamente como verbos,
existiendo­únicamente dos raíces que pueden considerarse como adjetivos básicos.

2.3.1. Adjetivos básicos

Existen en p’orhépecha dos raíces que codifican los conceptos de propiedad “gran-
de” y “chico” y que podemos reconocer como adjetivos básicos. Estas raíces, —sapí,­
“chico”, y t’arhé, “grande”—, aparecen en 6 en función atributiva.13

(6) a. xí ú-s-Ø-ka=ni tsúntsu-(ni) sapí-ni


1sg hacer-prf-pres-1/2ind=1sg.suj olla-objt pequeño-objt
‘Yo hice la olla chica.’

b. xatsí-s-Ø-ka=ni má t’arhé anátapu


tener-prf-pres-1/2ind=1sg.suj un grande árbol
‘Tengo un árbol grande.’

En 6a y 6b, sapí y t’árhé, respectivamente, funcionan como modificadores de


sus­tantivos, sin presentar marcación alguna, y pueden tomar la marca de caso
objetivo -ni cuando es requerida por la fn, a modo de concordancia.14 Cuando

12
Más recientemente, Dixon (2004) ha replanteado su postura acerca de la existencia de lenguas sin una
clase de adjetivos básicos y sostiene que en todas las lenguas es posible determinar dicha clase, por
pequeña que sea, si se reconsideran los criterios que la determinan. Como aquí no entraremos en esta
discusión, véanse respecto a las distintas posturas, Beck, 1999; 2002; Chafe, 2004; Dixon, 2004;
Hajek, 2004; Vázquez Soto, 2004; Palancar, 2006.
13
Es también común la forma sapíchu, “chico”; sin embargo, puesto que aquí la raíz presenta el sufijo
-chu, cuyo estatus no es claro, consideraré sólamente sapí, que es la forma monomorfémica.
14
Sobre la marcación de caso, véanse las notas 4 y 9. En cuanto al orden del modificador respecto al
núcleo, tanto sapí como t’arhé pueden ocurrir antes o después del núcleo; sin embargo, la mayoría de

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56 Alejandra Capistrán-Garza

estas formas son usadas predicativamente, es necesario usar la cópula xinténi, “ser”,
como en 7, o agregar el sufijo verbalizador -i/e, como en 8.

(7) a. xuchíiti wíchu xinté-s-Ø-ti sapí


1sg.psr perro ser-prf-pres-3ind pequeño
‘Mi perro es (el) pequeño.’

b. í anátapu xinté-s-Ø-ti t’arhé


este árbol ser-prf-pres-3ind grande
‘Este árbol es (el) grande.’

(8) a wíchu sapí-i-s-Ø-ti


perro pequeño-vrbz-prf-pres-3ind
‘El perro es pequeño.’

b. í t’arhé-e-s-Ø-ti
éste grande-vrbz-prf-pres-3ind
‘Éste es grande.’

A partir de los datos presentados en los ejemplos 6, 7 y 8, es posible proponer


que las raíces sapí y t’arhé son adjetivos básicos, ya que pueden directamente, sin
recibir marca adicional, funcionar como modificadores; mientras que para predicar
una propiedad deben tomar la cópula o ser verbalizados; es decir, no pueden fun-
cionar directamentte como predicados sin presentar “complejidad estructural”.15
Si bien estas raíces se comportan como los nominales al usarse predicativamente,
es posible diferenciarlos de estos últimos por su función atributiva.16 Cuando un no-
minal modifica a otro, se requiere la marca de genitivo -iri/eri. Es decir, mientras los
adjetivos pueden directamente modificar a un núcleo nominal, los nominales no.17

modificadores nominales derivados, como ambákiti, “bueno” (ambákini, “limpiarse, ser bueno”), y
k’éri, “grande” (k’éni, “crecer”), ocurren con el orden núcleo-modificador (el orden n-mod parece ser
una innovación respecto al patrón registrado en el siglo xvi, véase Villavicencio, 2002: 56; 2006: 72 s.).
15
Tanto sapí (pero no la forma sapíchu) como t’arhé, al igual que ocurre con algunas raíces nominales
(véase nota 10), si bien no pueden directamente recibir flexión verbal, pueden tomar sufijos que
funcionan como formativos de bases verbales y funcionar predicativamente, por ejemplo, t’arhé-pi-ni,
“envejecer para hombres”, o sapí-narhi-ni, “tener la cara chica” (narhi, “cara”).
16
El lexema sapí se emplea como sustantivo con la significación de “niño”.
17
La modificación n-n sólo parece posible en compuestos: tumína akwítsi, “tipo de víbora” (tumína,
“dinero”; akwítsi, “víbora”), kwashánta terékwa, “tipo de hongo” (kwahsánta, “huevo”; terékwa, “hon-
go”), etcétera. Por otro lado, algunos sustantivos en la lengua toman el clítico delimitativo =k’u y

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 57

(9) a. k’wirípita kúchi-iri


carne cerdo-gen
‘carne de cerdo’

b. kamáta shénkwa-iri
atole capulín-gen
‘atole de capulín’

En contraste con construcciones como las de 9, los adjetivos no admiten caso


genitivo para modificar a un nombre, como muestra la agramaticalidad de 10b.

(10) a. t’arhé k’umánchikwa


grande casa
‘la casa grande’

b. * t’arhé-eri k’umánchikwa
grande-gen casa
‘la casa grande’

Conforme al análisis presentado, podemos postular que el p’orhépecha pre-


senta únicamente dos palabras monomorfémicas que corresponden a adjetivos
básicos: sapí y t’arhé.18, 19

2.3.2. Verbos que codifican conceptos de propiedad

Puesto que el p’orhépecha presenta una clase sumamente pequeña de raíces adje-
tivas, no es sorprendente que el resto de los conceptos de propiedad se codifiquen
como verbos. En 11 y 12 doy algunos ejemplos de raíces verbales libres y no libres,
respectivamente, que expresan conceptos de propiedad.

pueden funcionar como modificadores nominales, por ejemplo wáts’ï, “hijo/niño”, > wáts’ï=k’u, “jo-
ven”; itsï, “agua”, > itsï=k’u, “aguado”; etcétera.
18
Quizá podría agregarse ximpáni, “nuevo”, a la lista de adjetivos básicos, puesto que dicha raíz sólo
ocurre en esta forma y se comporta como sapí y t’arhé. Sin embargo, existen evidencias que sugieren
que ximpáni podría venir de una forma verbal que se ha lexicalizado (véase el Diccionario grande, obra
de finales del siglo xvi; anónimo, 1991: 277).
19
En este aspecto, el p’orhépecha se asemeja a las lenguas registradas por Dixon (1982; 2004) en las que
existen únicamente tres o cuatro adjetivos básicos, de los que se espera que correspondan, en primer
lugar, al grupo semántico de dimensión y, en segundo lugar, al de edad.

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58 Alejandra Capistrán-Garza

(11) Raíces libres que codifican conceptos de propiedad


a. té-ni ‘endulzarse’ d. chopé-ni ‘endurecerse’
b. k’é-ni ‘crecer, hacerse grande’ e. tamá-ni ‘engrasarse’
c. k’amé-ni ‘amargarse’ f. tepá-ni ‘engordar’

(12) Raíces ligadas que codifican conceptos de propiedad


a. ásh+pi-ni ‘ponerse sabroso’ g. ts’aw+mpi-ni ‘adelgazarse’ (cosas)
b. tsí+pi-ni ‘alegrarse’ h. itú+mi-ni ‘salarse’
c. eshé+pi-ni ‘flojear’ i. charhá+pi-ni ‘enrojecerse’
d. yó+ska-ni ‘alargarse’ j. urá+pi-ni ‘blanquearse’
f. kwetsá+pi-ni ‘ponerse pesado’ k. sharhí+pi-ni ‘agriarse’

Los formativos -pi, -mi y -mpi (posible combinación de -mi y -pi), que pueden
observarse en 12, ocurren solamente con conceptos de propiedad. Sin embargo,
como puede verse en los ejemplos de 11 y en la forma yóskani, en 12, no todos los
conceptos de propiedad son raíces ligadas que deban tomar uno de estos formati-
vos. Asimismo, ninguna de las raíces en 12 puede ocurrir sin afijación.
Las raíces y bases de 11 y 12 pueden recibir todas las flexiones verbales y
funcionar­predicativamente. A manera de ejemplo, muestro en 13 formas en
progresivo,­y en 14, en perfecto.

(13) a. kurhínta chopé-sha-Ø-ti


pan endurecerse-prg-pres-3ind
‘El pan se está endureciendo.’

b. tyámu charhá+pi-sha-p-ti
fierro enrojecer-prg-psd-3ind
‘El fierro se estaba poniendo rojo.’

(14) a. kurhínta chopé-s-Ø-ti


pan endurecerse-prf-pres-3ind
‘El pan se ha endurecido, está duro.’

b. tyámu charhá+pi-s-p-ti
fierro enrojecerse-prf-psd-3ind
‘El fierro se había enrojecido, estaba rojo (en la lumbre).’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 59

La mayoría de los verbos que codifican propiedades se comportan como chopéni y


charhápini, es decir, corresponden a verbos incoativos “devenir X”, cuyo carácter télico
explica el que, con el progresivo, como puede apreciarse en 13, se indique que está o
estaba en curso un cambio de estado, mientras que el perfecto puede tener un valor
resultativo. Así, las formas en 14 permiten una doble traducción “ha/había devenido
X” o “está/estaba X”, ya que el estado es resultado de la culminación del cambio.20
Todas las raíces verbales que expresan propiedades son intransitivas, pero es
posible, como ocurre con otros verbos intransitivos, formar los verbos transitivos
correspondientes añadiendo el sufijo causativo -ra.21

(15) Formas causativizadas de verbos de propiedad


a. té-ni ‘endulzarse’ a’. té-ra-ni ‘endulzar’
b. chopé-ni ‘endurecerse’ b’. chopé-ra-ni ‘endurecer’
c. tsí+pi-ni ‘alegrarse’ c’. tsí+pe-ra-ni ‘alegrar’
d. itú+mi-ni ‘salarse’ d’. itú+me-ra-ni ‘salar’

Como ocurre con otros verbos, muchas de las raíces verbales que expresan
propiedades pueden funcionar como argumentos nominales si reciben el sufijo
nominalizador kwa.

(16) Nominalizaciones de verbos de propiedad


a. tsípini ‘alegrarse’ a’. tsípikwa ‘alegría’
b. téni ‘endulzarse’ b’. tékwa ‘azucar, miel (cosa dulce)’
c. urápini ‘blanquearse’ c’. urápikwa ‘blancura’
d. tamáni ‘engrasarse’ d’. tamákwa ‘grasa, cosa grasosa’
e. itúmini ‘salarse’ e’. itúkwa ‘sal’
f. shépini ‘flojear’ f ’. shépikwa ‘flojera, pereza’
g. áshpini ‘ponerse sabroso’ g’. áshpikwa ‘sabor, condimento’
h. winápini ‘ponerse fuerte’ h’. winápikwa ‘fuerza’

20
Sobre el aspecto inherente de estos verbos y su comportamiento con las marcas aspectuales, véase
Capistrán-Garza 1997, donde se argumenta sobre el carácter dinámico de los verbos que codifican
nociones de propiedad y su carácter télico o atélico.
21
En las bases verbales que toman -pi, se presenta un cambio morfofonológico de la vocal final del
formativo al añadirse el causativo.

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60 Alejandra Capistrán-Garza

2.4. Adjetivos deverbales

Existen en p’orhépecha palabras formadas por una raíz o base verbal más algún
sufijo, las cuales se comportan de la misma manera que los adjetivos básicos, tanto
al funcionar como modificadores nominales como al usarse predicativamente.
Encontramos tres tipos.

a) Participios pasivos con -kata;


b) Una serie de palabras que toman diversos sufijos, v.g. -pu y -sï; y
c) Palabras que presentan el sufijo -ri (o su alomorfo -ti).

2.4.1. Participios pasivos

El primer grupo de adjetivos deverbales corresponde a bases verbales sufijadas con


el participio pasivo -kata, como se ilustra en los ejemplos de 17.

(17) a. warhípiti-icha sánteru ché+rhi-kata-icha


guerrero-pl más temer-part-pl
‘Los guerreros más temidos.’

b. ishú atá+ra+nta-sïn-Ø-ti=ksï kárru sïpá-kata-icha-ni


aquí vender-hab-pres-3ind=1/3suj.pl carro robar-part-pl-objt
‘Aquí venden carros robados.’

En los ejemplos de 17, las palabras derivadas con -kata funcionan como mo-
dificadores atributivos.

2.4.2. Deverbales de miscelánea de sufijos

El segundo grupo de adjetivos deverbativos tiene pocos miembros y está formado


por palabras que terminan en diversos sufijos. Generalmente estas formas presen-
tan un significado distinto del expresado por la raíz verbal.

(18) a. tsúntsu tamá-pu-icha


olla engrasarse-pu-pl
‘Las ollas viejas.’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 61

b. xí eshé-s-Ø-ka tumpí k’arhí-sï-ni


1sg ver-prf-pres-1/2ind muchacho secarse-sï-objt
‘Yo vi al muchacho flaco.’

En 18a, el concepto de propiedad para “viejo” (en referencia a cosas) deriva de


la raíz verbal tamá, “engrasarse”, y en 18b, el que expresa ‘delgado’ deriva de karhí,
“secarse”.

2.4.3. Deverbales con la terminación -ri/-ti

El tercer grupo de adjetivos deverbales, que es por mucho el más numeroso, lo


conforman palabras que reciben los sufijos -ri/-ti. Salvo algunas excepciones (Fos-
ter, 1969: 82), el alomorfo -ri ocurre directamente después de las raíces (por ejem-
plo, té-ri,“dulce”) y -ti cuando la base verbal presenta algún o algunos sufijos des-
pués de la raíz (por ejemplo, itú+mi-ti, “salado”). Muchas de las raíces verbales que
presentan esta forma corresponden, como se señaló anteriormente, a verbos incoa-
tivos que codifican conceptos de propiedad. Compárense los ejemplos tamápu y
k’arhísï, dados en 18, con tamá-ri, “grasoso”, y k’arhí-ri, “seco”. Los ejemplos 19b
y 20b ilustran la función modificadora de las formas que resultan al sufijarse -ri/-ti.

(19) a. tsiríri k’amé-sha-Ø-ti


masa amargarse-prg-pres-3ind
‘La masa se está amargando.’

b. pyá-a-s-Ø-ka=ni naráncha k’amé-ri-icha-ni


comprar-distr-prf-pres-1/2ind=1sg.suj naranja amargarse-est-pl-objt
‘Compré naranjas amargas.’

En 19a, a la raíz verbal k’amé, “amargarse”, le sigue el sufijo de progresivo sha,


predicándose que está en proceso un cambio. En 19b, k’amé más el sufijo -ri, se
comporta como un modificador y toma plural y caso objetivo. Lo mismo ocurre
en 20 con la base verbal turhípi, “negrear”, “ponerse negro”.

(20) a. awánta turhí+pi-sha-Ø-ti


cielo negrear-prg-pres-3ind
‘El cielo se está poniendo negro.’

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62 Alejandra Capistrán-Garza

b. María ká-a-sïn-Ø-ti wíchu-icha-ni turhí+pi-ti-icha-ni


María tener-distr-hab-pres-3ind perro-pl-objt negrear-est-pl-objt
‘María tiene perros negros.’

Las formas deverbales que pueden funcionar como modificadores con la ter-
minación -ri/-ti son muy numerosas y no se limitan a verbos que codifican
conceptos­de propiedad, por lo cual no es posible dar una lista cerrada de ellas. En
21 se ofrecen algunos ejemplos más.

21) Modificadores nominales con la terminación -ri/-ti


a. warhíni ‘morir’ a’. warhíti ‘muerto’
b. kwakáni ‘mojarse’ b’. kwakári ‘mojado’
c. k’urhíni ‘quemarse’ c’. k’urhíri ‘quemado’
d. kakákurhini ‘romperse’ d’. kakákurhiti ‘roto’
e. chekámini ‘espinarse’ e’. chekámiti ‘espinudo’
f. teréni ‘podrirse’ f ’. teréri ‘podrido’
g. winíni ‘llenarse’ g’. winíri ‘lleno’

2.4.4. Deverbales en función predicativa

Todas las palabras derivadas que he presentado en esta sección se comportan como
los dos adjetivos básicos sapí y t’arhé. Todas ellas pueden funcionar atributivamente­
y tomar flexión nominal, pero cuando se usan como predicados para expresar que
algo o alguien posee cierta propiedad, es necesaria una construcción con la cópula
xinténi, “ser”, o bien, la sufijación del verbalizador -i/e. Tal comportamiento se
muestra en 22 y 23 para cada uno de los tipos de palabra­considerados anterior-
mente. En los ejemplos de 22 podemos observar predicaciones con el sufijo verba-
lizador.

(22) a. Páblu ché+rhi-kata-i-s-p-ti


Pablo temer-part-vrbz-prf-psd-3ind
‘Pablo era temido.’

b. k’umánchikwa tamá-pu-i-s-Ø-ti
casa engrasarse-pu-vrbz-prf-pres-3ind
‘La casa es vieja.’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 63

c. wíchu turhí+pi-ti-i-s-Ø-ti
perro negrear-est-vrbz-prf-pres-3ind
‘El perro es negro.’

En 22a tenemos un participio pasivo, en 22b un deverbativo con la terminación­


pu y en 22c una base verbal con la terminación -ti. En 23 se ofrecen construcciones
con la cópula xinténi.

(23) a. í kúchi xinté-s-Ø-ti p’ukú-ra-kata


este cerdo ser-prf-pres-3ind engordar-caus-part
‘Este cerdo es gordo.’

b. Xwánu-iri táa xinté-s-Ø-ti tamá-pu


Juan-gen casa ser-prf-pres-3ind engrasarse-pu
‘La casa de Juan es vieja.’

c. ts’ï naráncha-icha xinté-s-Ø-ti=ksï k’amé-ri-icha


esas naranja-pl ser-prf-pres-3ind=1/3suj.pl amargarse-est-pl
‘Esas naranjas son amargas.’

Como puede observarse, los tres tipos de palabras considerados pueden fun-
cionar como modificadores nominales, pero para predicar que algo tiene cierta
propiedad requieren del verbalizador o la cópula xinténi. Es decir, funcionan como
los adjetivos básicos. Sin embargo, como mostraré a continuación, las palabras con
la terminación -ri/-ti presentan diferencias morfosintácticas respecto a los otros
deverbativos que pueden funcionar como adjetivos. Tales diferencias se explican al
reconocer que las formas [v-ri/-ti] corresponden a bases verbales estativas.

2.5. Naturaleza verbal de las formas [v-ri/-ti]

En esta sección mostraré que -ri/-ti son sufijos estativos orientados al sujeto. Las
formas verbales que resultan de la afijación de estos morfemas indican situaciones
que implican estabilidad temporal; es decir, corresponden a formas verbales esta-
tivas. Entiendo por una forma verbal estativa, siguiendo a Kozinskij (1998) y
Nedjalkov y Jaxoton (1998: 6-27), una forma marcada del verbo que indica un

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64 Alejandra Capistrán-Garza

estado o cualidad sin implicaciones sobre su origen.22 Como Nedjalkov et al. (1998:
155) señalan respecto al chukchee, las formas estativas no contienen en sí infor-
mación acerca de una acción previa, aunque dicha información pueda desprender-
se del significado del verbo y/o del conocimiento del mundo.
El reconocimiento de los sufijos -ri/-ti como morfemas estativos permite pos-
tular que las formas que presentan estas terminaciones constituyen bases verbales.
Si esto es correcto, se explica el que dichas formas, si bien pueden adoptar propie-
dades morfosintácticas no verbales (como ocurre cuando funcionan como modi-
ficadores nominales o predican una propiedad inherente), sean comunes en cons-
trucciones restringidas a bases verbales. Lo anterior se demuestra cuando analizamos
las construcciones que expresan estados, así como otras formas verbales en que
ocurren los sufijos -ri/-ti .

2.5.1. Construcciones que expresan estados

Cuando se consideran las construcciones que expresan estados, encontramos que


las formas [v-ri/-ti] se comportan de manera diferente a las otras formas que fun-
cionan como modificadores atributivos. Todas las palabras deverbales que funcio-
nan como adjetivos, excepto las que terminan en -ri/-ti, se combinan­con el auxiliar
xarháni, “estar, haber”, para expresar estados; es decir, situaciones más estables que
las acciones, pero menos estables que las propiedades o cualidades.­23

(24) a. xuchíiti wíchu sapí xa+rhá-s-Ø-ti


1sg.psr perro chico estar-prf-pres-3ind
‘Mi perro está chico (pero crecerá).’

b. shukúparhakwa xupá-kata xa+rhá-s-Ø-ti


ropa lavar-part estar-prf-pres-3ind
‘La ropa está lavada.’

22
Nedjalkov y Jaxoton (1998: 13) señalan que es posible, como ocurre en fula, que una cualidad, por
ejemplo “alto”, se exprese mediante la forma estativa de un verbo dinámico, por ejemplo “devenir alto”.
23
El contraste entre las construcciones que presento en esta sección y las predicaciones con el verbalizador­
o la cópula xinténi corresponde a la diferencia entre “stage-level predicates” e “individual level predicates”
(Kratzer, 1995).

Libro4Final4OCT.indb 64 07/10/13 12:58


Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 65

c. Pédru k’arhí-sï xa+rhá-s-Ø-ti


Pedro secarse-sï estar-prf-pres-3ind
‘Pedro está flaco.’

En los ejemplos de 24, los conceptos de propiedad coaparecen con el auxiliar


flexionado xarháni . En el ejemplo 24a, el concepto de propiedad es un adjetivo
básico, en 24b, un participio, y en 24c, un deverbativo. En contraste con las cons-
trucciones en 24, las formas [v-ri/-ti] en general no pueden coaparecer con el au-
xiliar xarháni, como lo muestran los ejemplos en 25.24

(25) a. ??itsï té-ri xa+rhá-s-Ø-ti


agua endulzarse-est estar-prf-pres-3ind
‘El agua está dulce.’

b. ??awánta turhí+pi-ti xa+rhá-s-Ø-ti


cielo negrear-est estar-prf-pres-3ind
‘El cielo está negro.’

Sin embargo, predicaciones como las de 25 son comunes y completamente


gramaticales si presentan el sufijo -ni, “no finito”, en el elemento predicado, como
se muestra en 26.25

(26) a. té-ri-ni xa+rhá-s-Ø-ti


endulzarse-est-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está dulce.’

24
Construcciones como las de 25 son correctas, según algunos hablantes consultados. Aunque en Capis­
trán-Garza (1997: 109) se dan como gramaticales, no todos los hablantes las aceptan (especialmente
los mayores) y no he encontrado ninguna ocurrencia de estas formas en texto.
25
Las formas [v-ri/-ti-ni] no pueden funcionar como modificadores en ffnn ni recibir al verbalizador
para predicar una propiedad:

(i) * wíchu turhí+pi-ti-ni-icha


perro negrear-est-nf-pl
Lectura buscada: ‘Los perros negros.’

(ii) * wíchi turhí+pi-ti-ni-i-s-Ø-ti


perro negrear-est-nf-vrbz-prf-pres-3ind
Lectura buscada: ‘El perro es negro.’

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66 Alejandra Capistrán-Garza

b. turhí+pi-ti-ni xa+rhá-s-Ø-ti
negrear-est-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está negro.’

c. k’arhí-ri-ni xa+rhá-s-Ø-ti
secarse-est-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está seco.’

Por otro lado, en contraste con las construcciones en 26, las palabras que no
terminan en -ri/-ti no aceptan la sufijación de -ni, como puede verse en la agramati­
calidad de los ejemplos en 27.

(27) a. * sapí-ni xa+rhá-s-Ø-ti


chico-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está chico.’

b. * xupá-kata-ni xa+rhá-s-Ø-ti
lavar-part-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está lavado.’

c. * k’arhí-sï-ni xa+rhá-s-Ø-ti
secarse-sï-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está flaco.’

Además de tomar la marca de “no finito” al combinarse con el auxiliar xarhá-


ni, el grupo de palabras [v-ri/-ti] puede también predicar estados en una construc-
ción peculiar que muestro en 28.

(28) a. té-ri-sha-Ø-ti
endulzarse-est-prg-pres-3ind
‘Está dulce.’

b. turhí+pi-ti-sha-Ø-ti
negrear-est-prg-pres-3ind
‘Está negro.’

c. k’arhí-ri-sha-p-ti
secarse-est-prg-psd-3ind
‘Estaba seco.’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 67

d. t’ú ts’irá+pi-ti-sha-p-ka
2sg enfriarse-est-prg-psd-1/2ind
‘Tú estabas fría/o.’

Como puede observarse en 28, las formas [v-ri/-ti] toman directamente el


sufijo flexivo -sha, seguido de las marcas de presente o pasado y de los sufijos de
persona/indicativo -ka, para primera y segunda persona, o -ti, para tercera. Como
vimos anteriormente, -sha corresponde al aspecto progresivo pues indica que la
acción o proceso indicado por el verbo está ocurriendo en el momento del acto de
habla o del punto de referencia discursivo. Con las bases verbales que presentan el
sufijo estativo, -sha indica un estado contemporáneo al momento del acto de habla
o del punto de referencia discursivo. La presencia de -ri/-ti hace imposible, dado
su valor estativo, una lectura de evento o proceso en curso, como la que presentan
las formas en progresivo dadas en 19a, tsiríri k’améshati, “la masa se está amargando­”,
y 20a, awánta turhípishati, “el cielo se está poniendo negro”.
Construcciones como las de 28 no son posibles con formas que no terminan
en -ri o -ti, como lo muestra la agramaticalidad de las formas en 29.

(29) a. Adjetivo básico: * sapí-sha-Ø-ti


chico-prg-pres-3ind
‘Está chico.’

b. Participio en -kata: * xupá-kata-sha-Ø-ti


lavar-part-prg-pres-3ind
‘Está lavado.’

c. Formas en -sï: * k’arhí-sï-sha-p-ti


secarse-sï-prg-psd-3ind
‘Estaba seco.’

En el cuadro 2.1 se ofrece un resumen de los datos presentados hasta ahora.


Como puede observarse, tanto los adjetivos básicos como los tres tipos de palabras
que hemos considerado, presentan el mismo comportamiento en función atribu-
tiva y predicativa. Sin embargo, en la parte inferior del cuadro se puede notar que
solamente las formas en -ri/-ti pueden tomar flexión verbal. Esto se explica por el
hecho de que añadir el sufijo estativo a un verbo resulta en una base verbal estativa.
Por lo tanto, construcciones como las de 26 y 28 son construcciones verbales que
deben distinguirse de adjetivos en uso predicativo, como es el caso en 24a-c. La

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68 Alejandra Capistrán-Garza

agramaticalidad de las formas ejemplificadas en 27 y 29 se debe al hecho de que


palabras como sapí, xupákata y k’arhísï no son verbos, y únicamente las bases ver-
bales pueden tomar el sufijo flexivo -ni al combinarse con el auxiliar xarháni, así
como sólo ellas pueden tomar el sufijo aspectual -sha, seguido de marcas de pre-
sente o pasado, y los sufijos de persona/modo -ti o -ka.

Cuadro 2.1
Similitudes y diferencias entre los adjetivos básicos y los deverbales
Adjetivos básicos: Adjetivos deverbales:

Participio pasivo Con sufijos Con sufijo estativo


sapí y t’arhé -kata -pu, -sï, etcétera -ri/-ti
 ✓ ✓ ✓
Raíz o tema:
(verbos transitivos) (algunos verbos) (verbos incoativos)
En modificación: ✓ ✓ ✓ ✓
En predicación:
Verbalizador: ✓ ✓ ✓ ✓
Cópula: ✓ ✓ ✓ ✓
Construcción predicativa:
x xarháni ✓ (24a) ✓ (24b) ✓ (24c)  (*25)
x -ni xarháni  (*27a)  (*27b)  (*27c) ✓ (26)
x -sha  (*29a)  (*29b)  (*29c) ✓ (28)

Fuente: Elaboración propia.

Para demostrar que las formas [v-ri/-ti] son bases verbales estativas, considere-
mos otros verbos que presentan construcciones como las de 26 y 28. Los verbos
que codifican eventos cuyo resultado es un estado, comúnmente son usados en
oraciones en que los sufijos -ri/-ti se refieren a estados orientados al sujeto. Esto
puede observarse en el ejemplo 30, con el verbo intransitivo washákani, “sentarse”.

(30) a. washá+ka-sha-Ø-ti
sentarse-prg-pres-3ind
‘Se está sentando.’

Libro4Final4OCT.indb 68 07/10/13 12:58


Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 69

b. washá+ka-ni xa+rhá-ni
sentarse-nf estar-nf
‘Estar sentándose.’

c. washá+ka-ti-sha-Ø-ti
sentarse-est-prg-pres-3ind
‘Está sentado.’

d. washá+ka-ti-ni xa+rhá-s-Ø-ti
sentarse-est-nf estar-prf-pres-3ind
‘Está sentado, ha estado sentado.’

En 30a, la base verbal washáka toma el sufijo progresivo -sha para indicar que
la acción está ocurriendo en el momento del acto de habla. El ejemplo 30b corres-
ponde a la forma perifrástica del progresivo en la cual la base verbal toma el sufijo
no finito -ni al entrar en construcción con el auxiliar xarháni. Los ejemplos 30c y
30d se refieren a estados. En 30c, la base verbal más -ti es seguida por -sha para
indicar un estado que existe en el momento del acto de habla. En casos como el de
30d, la base verbal con terminación -ti debe tomar el sufijo de flexión no finita -ni
para combinarse con el auxiliar xarháni.
El postulado de que las formas en -ri/-ti son bases verbales se corrobora por el
comportamiento de verbos transitivos. En 31, tenemos las mismas construcciones
que en 30, con el verbo “cargar”.

(31) a. kwí-parha-a-sha-Ø-ti tsúntsu-icha-ni


cargar-espalda-distr-prg-pres-3ind olla-pl-objt
‘Se está cargando ollas en la espalda.’

b. kwí-parha-a-ni xa+rhá-ni tsúntsu-icha-ni


cargar-espalda-obj.pl-nf estar-nf olla-pl-objt
‘Estar cargándose ollas en la espalda.’

c. kwí-parha-a-ti-sha-Ø-ti tsúntsu-icha-ni
cargar-espalda-obj.pl-est-prg-pres-3ind olla-pl-objt
‘Tiene ollas cargadas en la espalda.’

d. kwí-parha-a-ti-ni xa+rhá-s-Ø-ti tsúntsu-icha-ni


cargar-espalda-obj.pl-est-nf estar-prf-pres-3ind olla-pl-objt
‘Tiene ollas cargadas en la espalda.’

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70 Alejandra Capistrán-Garza

En 31a, se presenta la base verbal kwíparha con el sufijo -sha, y en 31b, la


construcción perifrástica del progresivo. Como puede apreciarse en 31c y 31d,
esta base verbal puede tomar el sufijo estativo y formar construcciones que expre-
san estados sin perder la capacidad, como lo hace cualquier verbo transitivo, de
tomar el sufijo distributivo -a propio de los objetos de tercera persona.
Las predicaciones verbales en 30c-d y 31c-d son similares a las vistas en 26 y
28. Por ejemplo, compárense las formas turhípishati, “se está poniendo negro”,
y turhípini xarháni, “estarse poniendo negro”, con las formas vistas anteriormen-
te y que reproduzco en 32.

(32) a. awánta turhí+pi-ti-sha-Ø-ti


cielo negrear-est-prg-pres-3ind
‘El cielo está negro.’

b. awánta turhí+pi-ti-ni xa+rhá-s-Ø-ti


cielo negrear-est-nf estar-prf-pres-3ind
‘El cielo está/ha estado negro.’

Los ejemplos de 32 muestran las mismas construccions que 30c, 30d y 31c,
31d, por lo cual es posible afirmar que en todos estos casos se trata construcciones
verbales estativas.

2.5.1.1. Construcciones estativas en predicación

Las oraciones de tipo estativo que he considerado en la sección “anterior” indican


típicamente situaciones o propiedades que se consideran­transitorias o no inheren-
tes, es decir, que pudieran ser suceptibles de alteración. Mientras las construcciones
con el participio pasivo -kata tienen carácter­resultativo, la presencia de los sufijos
-ri/-ti no implica en sí resultatividad. Estos morfemas, aunque pueden usarse para
expresar estados resultados, no conllevan en sí información sobre la existencia o no
de una acción previa. Considérense los ejemplos en 33, donde el tema estativo con
-ri/-ti toma la marca de progresivo y con ello simplemente se indica un estado
existente en el momento del habla.

(33) a. í takúsï k’arhí-ri-sha-Ø-ti, no méni kwaká-s-Ø-ti


este trapo secarse-est-prg-pres-3ind nunca mojarse-prf-pres-3ind
‘Este trapo está seco, nunca se ha mojado.’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 71

b. Xwánu ambá+ki-ti-sha-Ø-ti
Juan limpiarse_por_dentro-est-prg-pres-3ind
‘Juan está sano.’ (No se ha enfermado.)

Por su parte, las construcciones que presentan bases con el sufijo estativo, flexio-
nadas en no finito y seguidas del auxiliar xarháni, generalmente se usan para indicar­
estados permanentes/recurrentes o limitados en su inicio. El valor que pueden to­
mar estas construcciones depende del valor aspectual y/o temporal que tome el auxi-
liar. Los siguientes ejemplos nos muestran construcciones con habitual y con futuro.

(34) a. xwáta-icha méntkisï shuná+pi-ti-ni xa+rhá-sïn-Ø-ti


cerro-pl siempre verdear-est-nf estar-hab-pres-3ind
‘Los cerros siempre están verdes.’

b. éki=ni xanó-nkwa-a-ka, Lúpi ikí+a-ri-ni xa-wá-ti


cuando=1sg.suj llegar-cent-fut- subj, Lupe enojarse-est-nf estar-fut-3ind
‘Cuando llegue, Lupe va a estar enojada.’

Cuando el auxiliar se flexiona en perfecto, se indica que se lleva un tiempo en


el estado; es decir, “ha estado X” (aunque es común que se traduzca también sim-
plemente como “está X”). Esto implica un comienzo del estado, lo que favorece la
lectura de estado resultado de una acción previa.

(35) a. pósa winí-ri-ni xa+rhá-s-Ø-ti tsimáni kutsï


pozo llenarse-est-nf estar-prf-pres-3ind dos mes
‘El pozo ha estado lleno dos meses.’

b. xuchíiti wíchu apó-pi-ti-ni xarhá-s-Ø-ti tanímu


1sg.psr perro largo_horizontal-piso-est-nf estar-prf-pres-3ind tres
xurhíata
día
‘Mi perro ha estado tirado, acostado tres días.’

2.5.2. Formas [v-ri/-ti]: decategorización y recategorización

En la sección anterior he mostrado que las formas [v-ri/-ti] son formas verbales
estativas­orientadas al sujeto. En tanto bases verbales estativas que son defectivas,

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72 Alejandra Capistrán-Garza

sólo admiten la flexión no finita -ni o se flexionan con el aspecto progresivo -sha.26
Cuando toman -sha o forman la construcción perifrástica equivalente con el auxi-
liar xarháni y el verbo en forma no finita, le atribuyen al sujeto del verbo, de­
pendiendo del tipo de evento en juego, un estado o una propiedad transitoria o no
inherente. Así, mientras son posibles formas como warhírishati, “está muerto” (de
warhíni, “morirse”); xí shukúparhatishaka, “yo estoy vestido” (de shukúparhani,
“vestirse”); terérishati, “está podrido” (de teréni, “pudrirse”); tsïpámpitishati “está
amarillo” (de tsïpámpini “amarillentarse”) o kakákurhitishati, “está roto” (de kaká-
kurhini “romperse”); no lo son *pirérishati (de piréni, “cantar”) o *xiwákurhitisha-
ti (de xiwákurhini, “gritar”).
Por otra parte, hemos visto que las formas [v-ri/-ti], si no toman flexión verbal,
pueden funcionar como modificadores atributivos que indican propiedades o cua-
lidades; es decir, nociones que implican mayor estabilidad temporal. Sin embargo,
no todos los verbos admiten que las formas que resultan de la sufijación de -ri/-ti
funcionen como modificadores nominales. Por ejemplo, los verbos washákani,
“sentarse”, y kwíparhani, “cargar en la espalda”, vistos en 30 y 31 respectivamente,
pueden encontrarse en construcciones como las de 36.

(36) a. xí eshé-a-s-Ø-ka acháati-icha-ni washá+ka-ti-ni


1sg ver-distr-prf-pres-1/2ind señor-pl-objt sentarse-est-nf
‘Yo vi a los señores (estando) sentados.’

b. Elisa xanó-nkwa-s-Ø -ti tsúntsu-ni kwí-parha-ti-ni


Elisa llegar-cent-prf-pres-3ind olla-objt cargar-espalda-est-nf
‘Elisa llegó cargando la olla en la espalda.’

Las formas estativas en el ejemplo 36, que corresponden a predicaciones depictivas­,


indican estados más que propiedades y tienen que llevar la flexión no finita. El uso de
las correspondientes formas [v-ti] como modificadores nominales no es posible.27
26
Las bases estativas no admiten marcas aspectuales de perfecto, -s; habitual, -sïn; condicional, -pirin;
ni futuro, -a.
27
La única manera de usar estos verbos estativos para modificar a un nominal es por medio de la
construcción­de relativo, por ejemplo:
(i) tumpí-icha énki=ksï washá+ka-ti-ni xa-Ø-Ø-ká
muchacho-pl rel=1/3pl.suj sentarse-est-nf estar-prf-pres-subj
t’iré-sha-Ø-ti=ksï
comer-prg-pres-3ind=1/3pl.suj]
‘Los muchachos que están sentados están comiendo.’

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Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 73

(37) a. * tumpí washá+ka-ti-icha t’iré-sha-Ø-ti


muchacho sentarse-est-pl comer-prg-pres-3ind
‘Los muchachos sentados están comiendo.’

b. * maríkwa (tsúntsu-ni) kwí-parha-ti wekó+rhi-s-Ø-ti


muchacha olla-objt cargar-espalda-est caerse-prf-pres-3ind
‘La muchacha cargada con la olla se cayó.’

Qué bases verbales con terminación -ri/-ti pueden ocurrir en función de


modificadores­atributivos parece depender del significado de la raíz verbal. Los
verbos que codifican eventos incoativos del tipo “devenir X” pueden tomar el sufijo­
-ri/-ti y funcionar como modificadores que señalan una cualidad o propiedad que
caracteriza a su único argumento. Por otra parte, verbos como “sentarse”, de los
cuales sólo es posible derivar estados pero no propiedades, no permiten el uso de
la base verbal con terminación en -ri/-ti como modificador nominal.
El valor de estabilidad temporal del evento indicado por el verbo base que
conllevan los sufijos -ri/-ti permite, a mi juicio, explicar el que tales formas sean
muy productivas para indicar acciones o situaciones que caracterizan al sujeto.
Ejemplos de estas formas pueden apreciarse en 38.

(38) Formas en -ri/-ti que funcionan como sustantivos


a. xatáni ‘montar’ a’. xatári ‘jinete’
b. tepéni ‘tejer’ b’. tepéri ‘tejedor’
c. atáni ‘golpear’ c’. atári ‘golpeador’
d. xurámuni ‘ordenar’ d’. xurámuti ‘jefe’
e. kurhámarhip’ini ‘preguntar’ e’. kurhámarhip’iti ‘preguntón’
f. xatsíkurhini ‘poseer’ f ’. xatsíkurhiti ‘rico’
g. chkwánterani ‘mentir’ g’. chkwánterati ‘mentiroso’
h. xakák’uni ‘creer’ h’. xakák’uti ‘creyente’

Palabras como las del ejemplo 38 pueden funcionar, unas más comúnmente
que otras, como modificadores nominales y todas pueden ocurrir como argumentos­
(núcleos de fn). Lo anterior ha llevado a considerar a -ri/-ti como sufijos “agentivos”­
derivativos.28 Sin embargo, no existen argumentos formales para distinguir estos

28
En muchos casos, las formas [v-ri/-ti] que funcionan como sustantivos no tienen un significado
transparente, por lo que pueden considerarse lexicalizadas; por ejemplo p’ukúri, “pino” (p’ukúni,
“engordar”, para animales y plantas); tepári, “canoa ancha” (también “gordo”, tepáni, “engordar”);

Libro4Final4OCT.indb 73 07/10/13 12:58


74 Alejandra Capistrán-Garza

sufijos de los que ocurren en formas como shunápiti, “verde”, o téri, “dulce”. En el
análisis que aquí ofrezco, propongo reconocer un solo grupo de sufijos -ri/-ti de
valor estativo que permite indicar estados, propiedades y acciones o situaciones que
caracterizan al sujeto. El uso de tales formas como modificadores nominales y/o
núcleos de fn, así como la posibilidad de ocurrir en construcciones que indican
estados, parece depender de su contenido semántico.
Este análisis difiere de los estudios anteriores del p’orhépecha que consideran
a las secuencias -rini y -tini como marcas de participio o de formas adverbiales, y a
las formas con terminación -ri/-ti también como participios o como sufijos nomi-
nalizadores, básicamente de tipo agentivo.29 La consideración de distintos contextos­
sintácticos en los que se presentan las formas [v-ri/-ti] permite confirmar que se
trata de bases verbales estativas, muchas de las cuales ocurren productivamente en
funciones sintácticas no verbales. De esta manera, se explica el que sea posible
reconocer­un grupo abierto de palabras [v-ri/-ti] que indican propiedades o cuali-
dades, capaces de ocurrir en los contextos sintácticos típicos de los adjetivos y
adquirir propiedades morfosintácticas no verbales.
El comportamiento de las formas verbales [v-ri/-ti] parece mostrar signos de
“descategorización” y “recategorización”. Entiendo por “decategorización” la pér-
dida que presenta un elemento de ciertas propiedades gramaticales propias de su
clase léxica. Con “recategorización”, me refiero a la adquisición de propiedades
gramaticales que caracterizan a una clase léxica diferente.30
Las formas verbales [v-ri/-ti] no solamente son defectivas respecto a sus posi-
bilidades de flexión (tam), sino que cuando funcionan como modificadores nomi-
nales no pueden recibir ningun tipo de flexión verbal; es decir, pierden propiedades
de su clase léxica en dicho contexto sintáctico. Por otra parte, las formas [v-ri/-ti]

yurhíri “sangre” (yurhíni, “fluir”). Asimismo, es evidente que no siempre estas formas admiten un
valor agentivo.
29
Véanse Capistrán-Garza, 1997; Chamoreau, 1998: 512; Foster, 1969: 82; Friedrich, 1984: 73-74;
Gilberti, [1559] 1987: 178-80; Lagunas, 1983 [1574]: 65, 70, 95; Wares, 1974: 94-95. Si bien
Monzón (2004: 95-6) denomina a -ri y -ti como morfemas estativos, los distingue de su función como
marcadores de sustantivos animados (2004: 103-104). Que los sufijos -ri y -ti no son participios
puede sostenerse por su distinto comportamiento respecto a las formas claramente participiales en
-kata. Asimismo, las formas [v-ri/-ti] no tienen en sí un valor resultativo ni agentivo y no se ajustan a
la definición de participio propuesta por Haspelmath (1994) que he adoptado aquí: formas “no
finitas” del verbo (parte del paradigma flexivo verbal) que funcionan como “adjetivos verbales”. Las
formas [v-ri/-ti] no sólo pueden flexionarse, sino que muchas de ellas no pueden funcionar como
“adjetivos verbales”.
30
Estas nociones han sido retomadas, de forma simplificada y algo modificada, de las definiciones dadas
por Beck (1999: 40-45), quien parte de las propuestas de Bath (1994) y Hopper y Thompson (1984).

Libro4Final4OCT.indb 74 07/10/13 12:58


Sufijos estativos en p’orhépecha: atribución y predicación de propiedades 75

adquieren propiedades no verbales; pueden recibir flexión de caso y número, y


deben verbalizarse o tomar la cópula xínteni para predicar la atribución de una
propiedad.31

2.6. Conclusiones

Existen en p’orhépecha palabras deverbativas que pueden funcionar como los


adjetivos­ básicos sapí, “pequeño”, y t’arhé, “grande”: a) ocurren en posición de mo­
di­ficador­ en ffnn; b) cuando se usan para predicar que algo o alguien posee una
propiedad, deben tomar el sufijo verbalizador o la cópula xinténi.
El grupo más numeroso de tales palabras está constituido por raíces o bases
verbales con la terminación -ri/-ti. Estas formas se distinguen de otras palabras que
funcionan como modificadores nominales por el hecho de que pueden tomar
flexión verbal y aparecer en construcciones sintácticas restringidas a verbos y, por
lo tanto, no accesibles para los adjetivos básicos y otras palabras deverbales.
Las formas [v-ri/-ti] corresponden a bases verbales con el sufijo estativo orien-
tado al sujeto, -ri/-ti, que indica una situación con mayor estabilidad temporal que
la del evento del verbo base. Dependiendo del tipo de verbo en juego, dichas for-
mas verbales pueden flexionarse y predicar estados, o bien, funcionar como pala-
bras que se refieren a propiedades o situaciones que caracterizan al sujeto y presentar­
características morfosintácticas no verbales.
El uso sintáctico que pueden presentar las formas verbales estativas se relaciona­
con el contenido semántico del verbo base y ponen de manifiesto que las formas
[v-ri/-ti] presentan propiedades gramaticales que permiten reconocer rasgos de
decategorización y recategorización.

31
Lo mismo aplica en el caso de formas verbales estativas que pueden funcionar como argumentos o
núcleos de fn.

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Libro4Final4OCT.indb 76 07/10/13 12:58
3. Predicación de términos de parentesco en cora meseño1

Verónica Vázquez Soto*

Dedico este trabajo a la memoria


de Thomas C. Smith-Stark (1948-2009),
entrañable colega y amigo.

3.1. Introducción

Este artículo explora el fenómeno de la predicación de términos de parentesco


entre dos individuos tal como se codifica gramaticalmente en el cora meseño,
lengua yutoazteca hablada en las comunidades de Presidio de los Reyes y Santa
Cruz del Guaybel, Nayarit, México. Al respecto, en este trabajo exploro la morfo-
sintaxis, la semántica y el uso de las oraciones ecuativas tales como “yo soy tu
madre”, que pueden expresarse tanto como construcciones predicativas cuyo
núcleo­son predicados no verbales (pnv), como en el ejemplo 1, o como construc-
ciones verbales transitivas (pvt), como en el ejemplo 2.

(1) néenu há’a-naanaa


s1sg pos2sg-madre
‘Yo soy tu madre.’

1
Quisiera expresar mi agradecimiento a Isabel de Jesús López por su valiosa colaboración en la recopila­
ción de los datos del cora, tanto textuales como elicitados, que se presentan en este trabajo, así como
a todas las familias de Presidio de los Reyes y Santa Cruz del Guaybel que me han permitido entrar
en sus hogares para grabar sus conversaciones cotidianas; a los López, a los Flores, a los niños Bruno
y Galileo. El agradecimiento es inmenso para el trío de los Flores, los magníficos narradores que me
he encontrado en el camino por la sierra meseña: el difunto Macario Flores, Juan Flores y Másimo
Flores. Mi gratitud va también para Nick Evans y Roberto Zavala por estimularme a escribir este
artículo. Igualmente, agradezco la labor editorial tan atinada y cuidadosa de los editores de este volu-
men, Enrique L. Palancar y Roberto Zavala. Agradezco también el estímulo intelectual que me brindó
el ciesas durante la Comisión Académica y el año sabático que pasé en esta institución durante el
periodo de 2006 a 2009. Todos los errores que resten son de mi absoluta responsabilidad.
* Seminario de Lenguas Indígenas. Instituto de Investigaciones Filológicas. Universidad Nacional Au-
tónoma de México

77

Libro4Final4OCT.indb 77 07/10/13 12:58


78 Verónica Vázquez Soto

(2) ne-mwa-náanaa
s1sg-op2sg-ser_madre_de
‘Yo soy tu madre.’ (Txt)

La construcción verbal transitiva ejemplificada en 2 también se ha denominado­


“construcción con verbo de parentesco”. De acuerdo con Evans (2006: 13), el fe-
nómeno de los verbos de parentesco está escasamente documentado en las lenguas
del mundo. Según este autor, en la actualidad no hay más de veinte lenguas para
las que este fenómeno ha sido estudiado, concentrándose en tres semilleros: Mé-
xico y el suroeste estadounidense, la región de los Grandes Lagos de Norteamérica
y el norte del continente australiano. Este tema es de gran interés teórico para el
estudio sobre clases de palabras, y por ello se requieren estudios detallados en varias
lenguas para que de tales descripciones se puedan hacer generalizaciones tipológicas­
con validez empírica. Dentro de la familia yutoazteca se han hecho estudios sobre
verbos de parentesco para el yaqui (Jelinek y Escalante, 1988), el cahuilla (Seiler,
1980; 1982a; 1982b), el hopi, el huichol, el cora y el náhuatl de Oapan, Guerrero
(Amith y Smith-Stark, 1994a; 1994b), y dentro de la familia mixezoque, para el
oluteco (Zavala Maldonado, 2006b), de la rama mixeana. En cuanto a las lenguas
de Norteamérica, existen trabajos sobre las lenguas seneca de la familia iroquesa
(Kay, 1975), el tuscarora (Williams, 1976), el cayuga (Sasse, 1988; 1993) y el
mohawk (Mithun, 1996); sobre las lenguas yumanas, tenemos los trabajos clásicos
de Halpern (1942) y Langdon (1978). Para el caso de las lenguas del norte austra-
liano, los trabajos más relevantes son los de Evans (2000; 2006).
En la literatura sobre construcciones posesivas nominales y verbales se han
discutido cuatro parámetros que permiten comparar los rasgos tipológicos de este
fenómeno: i) la semántica de las expresiones de parentesco; ii) el estatus léxico de
los núcleos predicativos; iii) la escisión de la manera de expresar la relación de
parentesco como nominal o verbal, dependiendo de una jerarquía de persona; y
finalmente, iv) las condiciones del uso de la construcción nominal versus la cons-
trucción verbal transitiva. Esta investigación dialoga con los descubrimientos y las
generalizaciones que se han obtenido de los estudios tipológicos sobre este tema.
Para ello, primero se hará una introducción somera a las características morfosin-
tácticas importantes de la predicación no verbal y verbal, con el fin de entender la
estructura de las construcciones en los ejemplos 1 y 2, que son el objeto de estudio
de este trabajo, para pasar a estudiar cada uno de los rasgos tipológicos en secciones
separadas. El trabajo finaliza con una conclusión en la que se presentan y discuten
los resultados más relevantes del análisis.

Libro4Final4OCT.indb 78 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 79

3.2. Las construcciones predicativas de los términos de parentesco:


  características

La predicación no verbal (pnv) es la más común en las lenguas del mundo para la
codificación de los términos de parentesco. En esta construcción en cora, el posee-
dor semántico de la relación de posesión se codifica mediante un afijo posesivo
asociado al sustantivo que designa el término de parentesco como poseído.­Esta
construcción, que se ilustra en 3, se denomina ecuativa porque el sujeto representa­
semánticamente al mismo referente que expresa el predicado no verbal poseído.
En el predicado no verbal complejo, se tiene el prefijo posesivo de primera­persona
singular ni- y el término de parentesco poseído yáuh, “hijo”.

(3) mwéepe ni-yáuh


s2sg pos1sg-hijo
‘Tú eres mi hijo.’ (Txt)

El sujeto de la oración puede ser un pronombre libre, como mwéepe, en 3, o


un sustantivo que a menudo es un nombre propio, como Pedro, en 4. En caso de
que el sujeto sea una frase nominal o un demostrativo, se requiere una marca de
sujeto por medio de un enclítico de sujeto de segunda posición. En 4, el enclítico
de segunda posición sujeto es el de tercera persona singular =pu. Tanto el referen-
te del pronombre libre como el del nombre propio acompañado del enclítico son
correferenciales con el referente del término de parentesco expresado por el sustan-
tivo poseído.

(4) Pedro=pu táataa-ra’an


Pedro=s3sg padre-pos3sg
‘Pedro es su padre.’ (Txt)

A diferencia de los predicados verbales, los predicados no verbales, como los


términos de parentesco náanaa, “madre” (1); yáuh, “hijo” (3), y táataa, “padre” (4),
no pueden flexionarse con sufijos de aspecto.
El paradigma de marcas de posesión para los sustantivos en cora meseño apa-
rece en el cuadro 3.1
Por otro lado, las construcciones con predicados verbales transitivos (pvt)
ejemplificadas en 2, que también expresan una relación de parentesco entre dos
individuos, siguen el mismo patrón de marcación de los verbos transitivos en cora
meseño. En cora, al igual que en otras lenguas con marcación en el núcleo, los

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80 Verónica Vázquez Soto

Cuadro 3.1
Paradigma de posesivos nominales en cora meseño

1sg ne/i- ne-téi ‘mi tía’


ni-yé’ekwa ‘mi abuela / nieto/a’

2sg há’a- há’a-ye’ekwa ‘tu abuela / nieto/a’


3sg -ra’a(n) yé’ekwa-ra’a(n) ‘su abuela / nieto/a’

1pl ta- ta-yé’ekwa ‘nuestra abuela / nieto/a’


2pl há’a(mwa)- há’a(mwa)-ye’ekwa ‘su abuela / nieto/a de Ustedes.’
3pl wá’a- wá’a-ye’ekwa ‘su abuela / nieto/a de ellos’

Fuente: Elaboración propia.

argumentos centrales se pueden marcar en el verbo por medio de una serie de


prefijos de sujeto y una serie diferente de prefijos que marcan el objeto (Jelinek,
1984). La lengua sigue un alineamiento nominativo-acusativo en el cual el agente
de un verbo transitivo y el sujeto de un verbo intransitivo comparten la misma
marca, mientras que el objeto de un verbo transitivo recibe otra marca. Al compa-
rar la marcación de sujeto de los ejemplos en 5a y 5b, se observa que el único
participante de la predicación intransitiva, así como el primer participante de la
predicación transitiva para tercera persona singular, es Ø-. En contraste, el ejemplo
5c muestra que la marcación para tercera persona singular en función de objeto se
expresa por el prefijo ra-.

(5) a. Ø-wa-mɨ ́’ɨ


s3sg-com-morir.s.sg
‘Murió.’

b.
Ø-n-aa-hé’ika-ni
s3sg-op1sg-com-matar.op.sg-irr
‘Me matará.’

c. ne-ra-aa-séih
s1sg-op3sg-com-ver
‘Lo vi.’

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Predicación de términos de parentesco en cora meseño 81

Por otro lado, el cora es una lengua de objeto primario, porque en una predi-
cación aplicativa que toma tres argumentos es el receptor, y no el paciente, el que
se expresa como único objeto del verbo. Contrástese el verbo monotransitivo en
6a, donde el objeto expresa al paciente con el prefijo mwa- de segunda persona
singular, mientras que el verbo bitransitivo en 6b tiene la misma marca de objeto
para expresar el receptor semántico, y no el paciente.

(6) a. ne-mwa-xɨ ́’ebe’e-ka’a


s1sg-op2sg-querer-impf
‘Te quiero.’

b. ne-mwa-aa-nanái-tse-n
s1sg-op2sg-com-comprar-apl-irr
‘Te compraré algo.’

La segunda propiedad característica de la clase léxica verbal transitiva es la


presencia de marcas de tiempo/aspecto. En el ejemplo 5b, aparece el sufijo de
irrealis –ni; en el ejemplo 6a, el sufijo imperfectivo -ka’a; y en los ejemplos 5a-c, el
prefijo de completivo aa-, el cual, en algunos casos, toma su alomorfo wa-.
En las estructuras posesivas verbales, el sujeto representa al poseído y el objeto
al poseedor. Esto se ejemplifica 7a y 7b.

(7) a. pe-ni-yáuh
s2sg-op1sg-ser_hijo_de
‘Tú eres mi hijo.’ (Txt)

b.
pe-ni-yáuh-ka’a
s2sg-op1sg-ser_hijo_de-impf
‘Tú eras mi hijo.’ (Txt)

Los ejemplos en 7 también muestran algunas propiedades características de


los verbos transitivos canónicos del cora. En 7b, pe-ni-yáuh-ka’a, “tú eras mi hijo”,
el término de parentesco, cuando funciona como verbo, puede recibir la marca de
aspecto imperfectivo, el sufijo -ka’a (véase las secciones “Uso de las construcciones
pnv y pnt en respuesta a preguntas” y “La construcción verbal y la construcción
nominal con extensiones metafóricas”, en las que hay un contexto en el cual la
construcción de pnv aparece también con marcación de tam). Este hecho contras-
ta con los verbos de parentesco en otra lengua yutoazteca, el náhuatl de Oapan, los

Libro4Final4OCT.indb 81 07/10/13 12:58


82 Verónica Vázquez Soto

cuales, a pesar de llevar las marcas de sujeto y objeto, no muestran otra indicación
de morfología verbal (Amith y Smith-Stark, 1994a: 349). En cambio, los verbos
de parentesco en cora tampoco pueden recibir el prefijo completivo aa-/wa-, ni el
sufijo irrealis -ni, como se muestra, por ejemplo, en la agramaticalidad de 8.

(8) *
pe-ni-yáuh-ni
s2sg-op1sg-ser_hijo_de-irr
Lectura buscada: ‘Tú serás mi hijo.’

En esto, el huichol parece diferente, tal como se reporta en Amith y Smith-


Stark (1994a: 359), ya que sí parece permitir construcciones con el sufijo irrealis
-ni, cognado con el del cora. Para obtener la lectura de irreales en el cora, el térmi-
no de parentesco selecciona una construcción perifrástica de futuro que incluye al
verbo gramaticalizado me (en singular) y hu’u (en plural). La construcción con
futuro perifrástico toma tres marcas de sujeto, como se ilustra en los ejemplos en
9a y 9b: se trata del prefijo de sujeto en el verbo de parentesco, el enclítico de su-
jeto de segunda posición y un proclítico de sujeto aspectual especial. Más adelan-
te, en el cuadro 3.2, se presenta el paradigma completo de estas marcas flexivas. En
las estructuras posesivas verbales expresadas con futuro perifrástico, como en 9, se
mantiene el patrón de marcación que habíamos destacado en 7: el sujeto represen-
ta al poseído y el objeto al poseedor. Esta marcación resulta aún más clara en 9b,
donde el sujeto es un poseído plural y toda la serie de marcas de sujeto de la cons-
trucción son plurales.

(9) a. pe-ni-yáuh=pe pwá’a=me


s2sg-op1sg-ser_hijo_de=s2sg s2sg.asp=fut.sg
‘Tú vas a ser mi hijo.’ (Txt)

b.
me-ne-yá’ube’e-te-mwa’a=mu mwá’a=hu’u
s3pl-op1sg-ser_cuñado_de-int-pl.inal=s3pl 3pl.asp=fut.pl
‘Van a ser mis cuñados.’ (Txt)

Por otro lado, los términos de parentesco en cora, que son transitivos, se com-
portan igual que los verbos estativos intransitivos que expresan conceptos de pro-
piedad descritos en Vázquez Soto (1994) respecto a dos rasgos principales. En
primer lugar, muestran deficiencias en la marcación de aspecto, ya que aceptan el
sufijo imperfectivo -ka’a, tal como se ve en 10a, pero no aceptan el irrealis -ni.

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Predicación de términos de parentesco en cora meseño 83

Para expresar lectura de tiempo futuro se emplea la construcción de futuro peri-


frástico vista en 9, tal como se puede ver en 10b.

(10) a. pe-pú’u-chi-ra’a-ka’a
s2sg-estar_gordo-anim.hum-anim.hum-impf
‘Tú estabas gordo.’

b. pe-pú’u-chi-ra’a=pe pwá’a=me
s2sg-estar_gordo-anim.hum-anim.hum=s2sg s2sg.asp=fut.sg
‘Tú vas a estar gordo.’

Además, los verbos de parentesco en cora toman el prefijo de aspecto narrativo­


í-, que llevan todas las clases verbales. El ejemplo relevante aparece en 11. En este
ejemplo no se observa la presencia del prefijo de objeto de tercera persona debido
a que el contexto gramatical no permite su coocurrencia con el marcador de plural,
tal como se verá al detalle más adelante, en la sección “la marcación del plural en
el relator y la pérdida del relatum en terceras personas”.

(11) tíh kái ñí’u h-í-ya’u-mwa’a


? evid evid s3sg-narr-ser_hijo_de-pl.inal
‘A lo mejor, tal vez, son sus hijos (de él).’ (Txt)

A diferencia de los términos de parentesco, los sustantivos del cora que no


expresan este tipo de semántica no se comportan como verbos. La agramaticalidad
del ejemplo 12a muestra que los sustantivos no pueden llevar directamente una
marca de aspecto. Para que el sustantivo reciba marcas aspectuales debe derivarse
con el verbalizador incoativo -ta (junto con -re), como se ilustra en 12b.

(12) a. * ne-tébi-ka’a
s1sg-persona-impf
Lectura buscada: ‘Fui una persona.’

b. ne-xɨ ́ehkan-ta-re-ka’a
s1sg-huérfano-inc-inc-impf
‘Me quedé huérfano.’/‘Era huérfano.’

De esta manera, en cora, los verbos de parentesco cumplen con ciertas carac-
terísticas verbales que los separan de los sustantivos (Evans, 2006: 16): son verbos

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84 Verónica Vázquez Soto

transitivos con marcas de sujeto y objeto, y permiten flexiones para tiempo-aspecto­.


Sin embargo, en cora meseño no son verbos transitivos activos porque no llevan
todas las flexiones de aspecto de un verbo transitivo canónico.
En el cuadro 3.2 aparecen las marcas pronominales de persona de sujeto y
objeto primario en cora meseño. Es importante comparar las marcas de objeto
primario con el paradigma de posesivos nominales que se presentó en el cuadro
3.1, ya que varias de estas marcas son las mismas y esto provoca una neutralización
entre marcas de objeto y marcas de posesión que hacen difícil a veces distinguir
qué tipo de construcción se está empleando en la predicación de relaciones de
parentesco del cora. Nótese, por ejemplo, que las neutralizaciones se manifiestan
en la primera persona singular ne-/ni-, y en todas las personas del plural. La distin-
ción entre las construcciones con pnv y con pvt se obtiene si la construcción lleva
alguna marca de aspecto.

Cuadro 3.2
Marcas de sujeto, objeto primario y posesivo en cora meseño

Clíticos de Sujeto Clíticos de Sujeto Prefijos de objeto Prefijos posesivos


Prefijos de segunda posición aspectual primario
de Sujeto
1sg n(e)- =nu nu’u= n(e/i)- n(e/i)-
2sg pe- / pw- =pe pwa’a= mwa- há’a-
3sg Ø- / h- =pu pu’u= ra- -ra’a(n)
1pl t(e)- =tu tu’u= ta- ta-
2pl s(e)- =su su’u= há’amwa- há’amwa-/há’a-
3pl me- / mw- =mu mu’u= wá’a- /wa’a- wá’a-
Fuente: Elaboración propia.

El núcleo semántico de las palabras que tienen el comportamiento discutido


hasta aquí son términos de parentesco y aparecen en el cuadro 3.3 De manera
curiosa, íh, “esposa”, y kín, “esposo”, no participan en la construcción verbal y
sólo pueden poseerse por la construcción nominal. Esta restricción encubre un
tipo de clase semántica de relaciones interpersonales que en el cora no se codifican
como términos de parentesco estrictamente. El hecho de que estas relaciones inter-
personales se adquieran mediante un rito institucional en la cultura, y no por medio
de una relación consanguínea, puede influir en que no se expresen por medio de la
construcción verbal. Tal vez esto se deba a que estas relaciones interpersonales, como

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Predicación de términos de parentesco en cora meseño 85

lo menciona Evans (2000: 123), se pueden disolver y son menos accesibles a fun-
cionar como verbos de parentesco. Los términos de parentesco, ya sean consanguí-
neos o colaterales, sí participan en su totalidad en la construcción verbal.
Son pocos los sustantivos que afuera del área semántica de términos de paren-
tesco también participan en la construcción verbal transitiva, hasta ahora se ha
identificado a tahtúwan, “gobernador”, y kumpwáa, “compadre”. Las nociones que
codifican relaciones interpersonales como “amigo”, “vecino” y “amante”, no se
codifican en cora como palabras sino como estructuras perifrásticas, y los animales
y objetos domésticos cercanos a Ego no participan en la construcción verbal tran-
sitiva. El cora meseño es similar al náhuatl de Oapan y al oluteco porque los tér-
minos de parentesco que participan en la construcción verbal son los mismos que
los que participan en la construcción nominal. Esto difiere de las lenguas austra-
lianas, como el ilgar y el iwaidja, en las que las raíces de parentesco verbales difieren
de las raíces de parentesco nominales (Evans, 2000: 116), así como de las lenguas
iroquesas de Norteamérica (Evans, 2000: 125).

Cuadro 3.3
Términos de parentesco en cora meseño

táataa ‘padre’
náanaa ‘madre’
yáuh ‘hijo’
téi / téih ‘tía’
yé’ekwa ‘abuela’ / ‘nieto/a’
yáaxu ‘abuelo’ / ‘nieto/a’
yáuh ‘sobrino/a’
’iwára’a ‘hermano’
yá’ube’e ‘cuñado’
híiita / híiitah ‘cuñada’
mú’u / mú’uni / mú’una ‘suegra/o’, ‘nuera/yerno’
hú’u ‘hermano/a menor’
kú’ü / kúutsi’i ‘hermana mayor’
há’a / háatsi’i ‘hermano mayor’

Fuente: Elaboración Propia.

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86 Verónica Vázquez Soto

3.3. La semántica de la construcción verbal

Los términos de parentesco en la construcción verbal presentan una semántica del


tipo australiano, como la del ilgar y el iwaidja (Evans, 2000, 2006), en la que los
verbos de parentesco entran en una construcción con el sentido “Y es pariente de X”,
donde el sujeto (Y) refiere al poseído y el objeto (X) al poseedor. La serie de ejem-
plos en 13 ilustra este tipo de semántica. Nótese que en 13a la marca de sujeto vía
un pronombre independiente néenu, “yo”, que en la fórmula semántica se ha de-
nominado “Y”, refiere al poseído náanaa, “madre”, de hecho, está en correferencia
con el verbo de parentesco; mientras que el prefijo de objeto ra-, denominado “X”,
refiere­al poseedor de tercera persona del singular. En 13b, tenemos el mismo caso,
el prefijo de sujeto pe- refiere al poseído yáuh, “hijo”, mientras que la marca de
objeto ni- refiere al poseedor de primera persona del singular. De este tipo de
semántica­se desprende la glosa que le he dado al término de parentesco cuando
ocurre en una construcción verbal transitiva, que es la de “ser pariente de alguien”.

(13) a. néenu ra-náanaa


s1sg op3sg-ser_madre_de
‘Yo soy su madre.’ (Txt)

b.
pe-ni-yáuh
s2sg-op1sg-ser_hijo_de
‘Tú eres mi hijo.’ (Txt)

Los ejemplos en 14 y 15 son del ilgar, una lengua australiana, y del seneca, una
lengua iroquesa de Norteamérica, respectivamente. En ambos ejemplos corrobo-
ramos la misma semántica que presenta el verbo de parentesco en cora meseño
donde las marcas de objeto se refieren al poseedor, mientras que las marcas de
sujeto­se refieren al poseído, y están en correferencia con el verbo de parentesco.

(14) ilgar (pvt): “Y es pariente de X.”


ngan-nga-wulang
o1sg-s.tr3sg-ser_madre_de:n.pret
‘Mi madre, mi tía materna [la que es (como) una madre para mí].’ (Evans, 2006: 36).

(15) seneca (pvt)


hak-so:t
s3sg.masc/o1sg-ser_abuelo_de
‘Mi abuelo (el que es como un abuelo para mí).’ (Evans, 2000: 127.)

Libro4Final4OCT.indb 86 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 87

Este tipo de semántica ya había sido reportado por Zavala Maldonado (2006b:
360) para el cora meseño, y contrasta fuertemente con la semántica de los verbos
de parentesco que se ha descrito para otras lenguas mesoamericanas como el olu-
teco, el náhuatl de Oapan y el huichol (Amith y Smith-Stark, 1994a; 1994b;
Evans, 2000; Zavala Maldonado, 2006b). Nótese los ejemplos 16, 17 y 18, que
corresponden a estas lenguas respectivamente, en los que la marca de sujeto refiere
al poseedor, mientras que la marca de objeto refiere al poseído, dando la lectura
semántica: “X tiene/considera/trata a Y como hijo”.2

(16) oluteco (pvt): “X tiene a Y como pariente.”


antun=ak tan=unak-at-pe
Antonio=anim a1(erg)=niño-vrbz-inc.tr
‘Antonio es mi hijo./ Yo considero a Antonio mi hijo.’ (Zavala Maldonado, 2006b: 359.)

(17) náhuatl de Oapan (pvt)


ti-ne:ch-kone:-w
s2sg-op1sg-niño-posd
‘Yo soy tu hijo./ Tú me tienes como hijo.’ (Amith y Smith-Stark, 1994a: 349.)

(18) huichol (pvt)


ne-matsi-niwé
s1sg-op2sg-hija
‘Tú eres mi hija./ Te tengo como hija.’ (Amith y Smith-Stark, 1994b: 516.)

3.4. La alternancia entre la construcción no verbal y la verbal

En su estudio sobre predicaciones posesivas de dos participantes, Amith y Smith-


Stark (1994b: 515) usan los siguientes tres términos para describir los elementos
que desde el punto de vista interlingüístico participan en construcciones posesivas:
2
En este trabajo propongo que Amith y Smith-Stark (1994a: 360) malinterpretaron los datos del cora
de Jesús María en el sentido de que la semántica de la construcción ptv del cora era también la de “X
tiene/considera/trata a Y como hijo”, semejante a la del huichol y a la del náhuatl de Oapan. Esta
propuesta se basaba en el ejemplo a, que posee la misma estructura que el cora meseño.
(a) cora de Jesús María (pvt)
a=pú ra-yá’uh
dem=s3sg o3sg-hijo
‘Él es su hijo.’ (Amith y Smith-Stark, 1994a: 360.)

Libro4Final4OCT.indb 87 07/10/13 12:58


88 Verónica Vázquez Soto

Relator: el término léxico que expresa la relación entre los dos argumentos
Referente: el argumento que se identifica con el relator
Relatum: el poseedor

Evans (2000) utiliza el término “propositus” en lugar del término “relatum”.


En este trabajo sigo la terminología propuesta por Amith y Smith-Stark (1994a). En
la construcción ecuativa o de predicado no verbal (pnv), el relatum (el poseedor
semántico) se marca, tal como hemos visto, por medio de un afijo posesivo. Estos
pronombres posesivos se afijan al elemento léxico del relator. El referente es el sujeto­
de la construcción y la entidad de la que se predica una identificación de igualdad
con el predicado no verbal. En 19, el relatum está marcado por el sufijo posesivo
de tercera singular -ra’an, el cual está en correferencia con el nombre propio Jua-
nita. El referente está marcado por el nombre propio Pedro y el enclítico de segunda­
posición =pu.

Referente Relator Relatum

(19) Pedro=pu táataa-ra’an Juanita


Pedro=s3sg padre-pos3sg Juanita
‘Pedro es el padre de Juanita.’ (Txt)

En las construcciones transitivas verbales, el relator es el término de parentesco.


El relatum se expresa con el prefijo de objeto primario. El referente es el sujeto. En
el ejemplo 20, el relator es háatsi’i, “hermano mayor”, el relatum es el prefijo ra- de
objeto primario de tercera singular y el referente es el nombre propio Sabas y la
marca de sujeto via el enclítico =pu.

Referente Relatum Relator


(20) Sabas =pu ra-háatsi’i
Sabas =s3sg op3sg-ser_hermano_mayor_de
‘Sabas es su hermano mayor.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 88 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 89

3.4.1. Los contextos que distinguen y neutralizan al relatum en cora meseño

Una propiedad muy interesante de la construcción de predicado nominal en 19,


en comparación con la construcción de verbo de parentesco transitivo en 20, es el
contraste de marcas para expresar el relatum, el cual se refiere a una tercera persona
singular en ambas construcciones. Si bien en 19, en la pnv el relatum es el sufijo
-ra’an posesivo de tercera persona singular, en 20, en la pnv el relatum se codifica
mediante el prefijo de objeto primario ra- de tercera persona singular. Tal como
hemos mencionado en la sección sobre las características de las construcciones
predicativas de los términos de parentesco en cora se presenta una neutralización
de las construcciones cuando el relatum es una primera persona singular, y en todas
las personas del plural. Los ejemplos relevantes se ilustran en 21.

(21) Estructura pnv/pvt


a. amɨ ́=pu ne-náanaa
dem=s3sg pos1sg/op1sg-madre/ser_madre_de
‘Ésa, ella es mi madre.’ (Txt)

b. hamɨ ́=pu ta-yáuh


dem=s3sg pos1pl/op1pl-hijo/ser_hijo_de
‘Ése, él es nuestro hijo.’ (Txt)

c. néenu há’amwa-yauh
s1sg pos2pl/op2pl-hijo/ser_hijo_de
‘Yo soy su hijo de ustedes.’ (Txt)

d. ha’ɨ ́=pu wá’a-naanaa ha’íhme


dem=s3sg pos3pl/op3pl-madre/ser_madre_de dem
‘Ésa, ella es su madre de esos.’ (Txt)

En casos ambiguos, el uso de la marca de aspecto imperfectivo -ka’a o de la


marca de futuro pueden hacer explícito que se trata en efecto de la construcción
pvt, tal como se muestra en 22.

(22) a. ha’ɨ ́=pu wá’a-naanaa-ka’a ha’íhme


dem=s3sg op3pl-ser_madre_de-impf dem
‘Ésa, ella era su madre de esos.’ (Txt)

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90 Verónica Vázquez Soto

b. ha’ɨ ́=pu ta-náanaa-ka’a


dem=s3sg op1pl-ser_madre_de-impf
‘Ésa, ella era nuestra madre.’ (Txt)

También se logran lecturas inequívocas cuando el relatum se codifica con


marcas­pronominales distintas, como por ejemplo en la segunda o tercera persona
singular, tal como se ilustra en 23.

(23) Estructura pnv


a. néenu há’a-naanaa
s1sg pos2sg-madre
‘Yo soy tu madre.’

Estructura pvt
b. ne-mwa-náanaa
s1sg-op2sg-ser_madre_de
‘Yo soy tu madre.’

Estructura pnv
c. néenu náanaa-ra’an
s1sg madre-pos3sg
‘Yo soy su madre.’

Estructura pvt
d. néenu ra-náanaa
s1sg op3sg-ser_madre_de
‘Yo soy su madre.’

3.4.2. La marcación del plural en el relator y la pérdida del relatum


    en terceras personas

En su estudio sobre verbos de parentesco en el náhuatl de Oapan, Guerrero, Amith


y Smith-Stark (1994a: 345) mencionan que existe un rasgo inesperado en la mar-
cación de plural en las construcciones verbales transitivas. En las construcciones
verbales de este náhuatl no se usa el sufijo -wan, que marca pluralidad en el relator.
El cora meseño presenta un escenario bien distinto en este sentido, ya que hay
marcación del plural del relator, pero también del relatum.

Libro4Final4OCT.indb 90 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 91

En las dos construcciones se marca la pluralidad del relator con el sufijo -mwa’a,
típico para marcar pluralidad en los términos de parentesco, como en 24.

(24) amɨ ́=mu há’a-yauh-mwa’a


dem=s3pl pos2-hijo-pl.inal
‘Ésos, ellos son tus hijos.’ (Txt)

La pluralidad del relatum se codifica con -me’in, como en 25, éste que se emplea
en otros contextos para marcar la pluralidad de sustantivos de partes del cuerpo.
En este sentido, tanto -mwa’a como -me’in se emplean en el cora meseño para co-
dificar áreas típicas de la posesión inalienable.

(25) te-há’amwai-yauh-mwa’a-me’ini-ka’a
s1pl-op2.pl-ser_hijo_de-pl.inal-pl.inal-impf
‘Nosotros éramos sus hijos (de ustedes).’ (Txt)

Sin embargo, cuando el relatum es tercera persona y el relator ya presenta


marca de plural mediante -mwa’a, el marcador -me’in puede indicar tanto el plural
del relatum, como en 26, o el plural del referente, como en 27. En ninguno de
estos casos la marca de plural -me’in puede coocurrir con la marca de concordancia
de objeto primario del relatum de tercera persona en el verbo. Esto se muestra en
28. Debido a esta restricción de empleo de la marca de objeto primario, los ejem-
plos 26 y 27 pueden, fuera de contexto, tener una lectura de relatum tanto singu-
lar como plural.

(26) há’ɨ ́h=mui yáuh-mwa’a-me’ini, ha’ɨ ́h-me


dem=s3pl hijo-pl.inal-pl.inal dem-s3pl
‘Ésos, ellos son sus hijos de ellos, ésos.’ (Txt)

(27) sei-yáuh-mwa’a-me’ini-ka’a
s2pl-ser_hijo_de-pl.inal-pl.inal-impf
‘Ustedes eran sus hijos de él.’ (Txt)

(28) a. * há’ɨ ́h=mu wá’ai-yauh-mwa’a-me’ini, ha’ɨ ́h-me


dem=s3pl pos3pl-hijo-pl.inal-pl.inal dem-s3pl
Lectura buscada: ‘Ésos, ellos son sus hijos de ellos, ésos.’

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92 Verónica Vázquez Soto

b. * se-rai-yáuh-mwa’a-me’ini-ka’a
s2pl-op3sg-ser_hijo_de-pl.inal-pl.inal-impf
Lectura buscada: ‘Ustedes eran sus hijos de él.’

En contraste con ejemplos como 27, en casos en los que el referente sigue
siendo plural pero el relatum no es una tercera persona, no se emplea la marca de
plural -me’in, tal como se muestra en 29.

(29) me-ne-yá’ube’e-te-mwa’a=mu mwá’a=hu’u


s3pl-op1sg-ser_cuñado_de-int-pl.inal=s3pl s3pl.asp=fut.pl
‘Van a ser mis cuñados.’ (Txt)

3.4.3. Uso de las construcciones pnv y pvt en respuesta a preguntas

Amith y Smith-Stark (1994a: 356) reportan que en el náhuatl de Oapan la cons-


trucción pvt no se usa en respuesta a preguntas. Estos autores atribuyen este hecho
a que el referente se expresa como un objeto y no como un sujeto, y la función
discursiva de tópico es más típica de sujetos que de objetos. Sin embargo, anotan
que cuando el relatum se expresa morfológicamente como un sujeto, tampoco es
una respuesta apropiada a una pregunta. Para estos autores, esta imposibilidad
pragmática se debe a que el referente no es un objeto típico y a que el patrón pvt
tiene a los relatores en construcciones transitivas más verbales que nominales. Sin
embargo, después mencionan que la construcción transitiva pvt no es una cons-
trucción transitiva típica porque el referente manifiesta una función discursiva más
usual de un sujeto que de un objeto. En este sentido, la construcción es menos
transitiva verbal y más de predicado nominal.
El cora meseño acepta felizmente ambas construcciones, la pnv y la pvt, como
una respuesta apropiada a una pregunta. En parte, esto puede deberse a que el
referente en esta lengua es claramente un sujeto, como lo mostré en la sección “la
semántica de la construcción verbal”, y puede acceder más fácilmente a la posición
de tópico. O bien, la imposibilidad del náhuatl de Oapan puede deberse a que la
construcción muestra restricciones propias de una estructura marginal que parece
haber sobrevivido solamente en esta variante nahua.
Los ejemplos relevantes del cora meseño en los cuales se ilustra el uso tanto de
la construcción pnv como de la construcción pvt en respuestas a preguntas apare-
cen en la serie de ejemplos de 30 a 32. Cabe mencionar que este tipo de datos son
muy comunes y se obtuvieron en una conversación natural entre tres hablantes que

Libro4Final4OCT.indb 92 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 93

estaban mirando unas fotos de miembros de su familia y daban respuesta a pre-


guntas como la de 30a o la de 31a.

(30) a. ¿ha’atá=ni=pu pu’éin?


persona=inter=s3sg cop
‘¿Quién es?’ (Txt)

b.
há’a-téi
pos2sg-tía
‘Tu tía.’ (Txt)

d.
Ø-mwa-téi
s3sg-op2sg-ser_tía_de
‘Tu tía.’ (Txt)

(31) a. ne-mu’u-ra’an
s1sg-yerno-pos3sg
‘Yo soy su yerno.’ (Txt)

b.
ne-ra-mú’u
s1sg-op3sg’ser_yerno_de
‘Yo soy su yerno.’ (Txt)

(32) a. ¿ha’atá=ni Ø-ra-yáuh?


persona=inter s3sg-op3sg-ser_hijo_de
‘¿De quién es hijo?’ (Txt)

b. haɨ ́=pu yáuh-ra’an


dem=s3sg hijo-pos3sg
‘Ése, él es su hijo.’ (Txt)

c. hamɨ ́=pu ra-yaúh


dem=s3sg op3sg-ser_hijo_de
‘Ése, él es su hijo.’ (Txt)

De manera intencional, la lista de ejemplos es muy amplia para presentar la


evidencia convincente de que el uso tanto de la construcción pnv como de la cons-

Libro4Final4OCT.indb 93 07/10/13 12:58


94 Verónica Vázquez Soto

trucción pvt es igualmente aceptable como respuesta a preguntas. Cada serie pre-
senta el par mínimo entre la construcción nominal y la construcción verbal.
El uso del estímulo en conversación natural arrojó datos inesperados que nos
llevan a reflexionar sobre las lenguas en las que coexisten tanto la construcción pnv
como la construcción pvt. Obsérvese para este propósito los ejemplos 33 y 34.

(33) Ø-há’a-ye’ekwa-ka’a
s3sg-pos2sg-abuela-impf
‘Era tu abuela.’ (Txt)

(34) Ø-mwa-yé’ekwa-ka’a
s3sg-op2sg-ser_abuela_de-impf
‘Era tu abuela.’ (Txt)

De manera inesperada, la respuesta vía la construcción de pnv, en 33, con el


prefijo posesivo del relatum há’a- de segunda persona, aparece también flexionada
con el aspecto imperfectivo. Esta marca es esperable en la construcción de pvt en
34. Al respecto, confirmé con varios hablantes de cora meseño si el ejemplo 33 es
correcto y gramatical, y todos estuvieron de acuerdo en que, en el contexto de
respuesta a una pregunta, el uso del sufijo de tiempo-aspecto es totalmente acep-
table. Este hecho sugiere que en las lenguas en las que coexisten las construcciones
pnv y pvt, en ciertos contextos, se puede neutralizar en parte su carácter nominal,
y ambas construcciones se formulan como verbales, o más atinadamente, como
construcciones híbridas. El cora meseño arroja datos a favor de esta conclusión, y
parece que en el contexto de respuestas a preguntas se desvanece en parte la opo-
sición nominal versus. verbal respecto a la marca aspectual, pero, curiosamente, no
respecto a la marca del relatum.
Quisiera terminar esta sección añadiendo el hecho de que las construcciones
pvt son las más frecuentes en oraciones interrogativas, como se muestra en el
ejemplo 35.

(35) ¿ha’atá=ni Ø-ra-yáuh?


persona=inter s3sg-op3sg-ser_hijo_de
¿De quién es hijo? (Txt)

Éste es un ejemplo inequívoco porque involucra un relatum de tercera persona


singular que es el prefijo de objeto primario ra-. En mi corpora no registré cons-
trucciones interrogativas inequívocas con la construcción pnv; sin embargo, al

Libro4Final4OCT.indb 94 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 95

confirmar con los hablantes, las juzgaron aceptables, aunque mencionaron que no
las usan. La literatura sobre verbos de parentesco no ha discutido la ocurrencia o
no de las construcciones pvt en oraciones interrogativas, así que este trabajo supone­
una aportación a la tipología sobre el tema.

3.4.4. La construcción nominal en uso vocativo

De la misma forma, en su estudio sobre las lenguas australianas, el iwaidja y el ilgar,


Evans (2000: 114) reporta que para dirigirse a una persona sólo las construcciones
nominales son usadas. En este contexto, al que el autor denomina también uso
vocativo, se excluyen los verbos de parentesco. La evidencia del cora meseño con-
firma esta restricción de uso para las construcciones pvt, pues en esta lengua yu-
toazteca, en los contextos vocativos, sólo ocurre la construcción pnv, mientras que
el empleo de la construcción verbal es agramatical. Los ejemplos relevantes apare-
cen en 36.

(36) a. mú=wi p-o’u-bé’e-me’e-in ni-yáuh


voc=enf s2sg-it-dir:acá-andar-irr pos1sg-hijo
péh=wi naa kwéina-bi’i ti’i-tée-che-n
sub2sg=enf bonito blanco-est ap-prf-vestir-irr
‘Ven para acá hijo mío, tú que estás bien vestido de blanco.’ (Txt)

b. * mú=wi p-o’u-bé’e-me’e-in pe-ni-yáuh


voc=enf s2sg-it-dir:acá-andar-irr s2sg-op1sg-ser_hijo_de
péh=wi naa kwéina-bi’in ti’i-tée-che-n
sub2sg=enf bonito blanco-est ap-prf-vestir-irr
Lectura buscada: ‘Ven para acá hijo mío, tú que estás bien vestido de blanco.’

En 36a ocurre una palabra explícita para indicar una expresión vocativa: mú.
Tatéi, la madre sagrada de los coras, que literalmente es “nuestra tía”, utiliza con-
tinuamente esta expresión para llamar a sus hijos, que son los diferentes colores del
maíz. Para llamar a sus hijos utiliza la construcción pnv ni-yáuh, “hijo mío”, que
en uso vocativo sólo requiere del relatum. En este contexto, usar una construcción
pvt, como en 36b, resulta agramatical.
De manera que en uso vocativo sólo se permite la construcción nominal de la
relación de parentesco. A pesar de que Evans (2000: 123) argumenta que inespe-
radamente los verbos de parentesco se usan más en la referencia que en la predica-

Libro4Final4OCT.indb 95 07/10/13 12:58


96 Verónica Vázquez Soto

ción, los datos del iwaidja y el iligar, así como los del cora meseño, nos enseñan
que en contextos altamente referenciales, como el vocativo, la construcción
nominal­es la preferente.

3.4.5. La construcción verbal y la construcción nominal con extensiones metafóricas

Amith y Smith-Stark (1994b: 516-517) reportan un hecho interesante del uso de


los verbos de parentesco en huichol, la lengua genéticamente más cercana al cora.
Este hecho consiste en que en huichol las construcciones verbales transitivas de
verbos de parentesco generalmente señalan extensiones metafóricas de los aspec-
tos connotativos de una relación natural o legalmente sancionada. En este sentido,
la construcción nominal se emplea con una hija, madre o cuñado legítimos,
mientras que la verbal transitiva se emplea tanto con parientes consanguíneos
como con adoptados, o incluso en contextos no factitivos. Por ejemplo, la cons-
trucción verbal transitiva equivalente a “yo te tengo como cuñado” se emplearía
también a manera de juego para mostrar interés en la hermana de alguien. La
conclusión de estos autores es que las construcciones nominales del huichol son
siempre aceptables para parentesco factitivo, mientras que las construcciones ver-
bales refieren relaciones de parentesco cuya interpretación y factitividad depende
más de una variedad de factores pragmáticos (Amith y Smith-Stark, 1994b: 518).
Este escenario, en el cora meseño, es también diferente. En esta lengua, tanto
las construcciones pnv como las pvt se usan con relaciones legítimas de parentesco,­
con relaciones de adopción o en la situación pragmática del juego. Los ejemplos en
37 provienen todos de elicitación dentro de mi corpora no registré un ejemplo que
pudiera referirse a las situaciones de adopción o a la situación pragmática del juego
o el chiste. De manera que consulté con varios hablantes de cora meseño si estas
construcciones resultan aceptables en ambos contextos pragmáticos, y la respuesta
en todos los casos fue positiva.

(37) La construcción pnv en contexto de broma


a. néenu há’a-ya’ube’e
s1sg pos2sg-cuñado
‘Yo soy tu cuñado.’

La construcción pvt en contexto de broma


b. néenu mwa-yá’ube’e
s1sg op2sg-ser_cuñado_de
‘Yo soy tu cuñado.’

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Predicación de términos de parentesco en cora meseño 97

La construcción pnv en el contexto de un deseo


c. ojalá mwéepe yé’ekwa-ra’a-ra’a-tan
ojalá s2sg abuela-pos3sg-pos3sg-pot
‘Ojalá fueras su abuela.’

La construcción pvt en el contexto de un deseo


d. ojalá mwéepe ra-yé’ekwa-tan
ojalá s2sg op3sg-ser_abuela_de-pot
‘Ojalá fueras su abuela.’

Al hacer esta elicitación, el ejemplo 37c resultó revelador porque, por un lado,
presenta la reduplicación obligatoria del sufijo posesivo de tercera singular -ra’a
como el uso del sufijo de modo potencial. El último es un rasgo discutido, de ca-
rácter híbrido, de estas construcciones que están restringidas a ciertos contextos:
la marca aspectual en una forma pnv ocurre en respuesta a preguntas, y el modo
potencial aparece en expresiones de deseo. En conversación natural, como en elici­
tación, coexiste el uso de las construcciones posesivas pnv y pvt y pueden ocurrir
formas pnv híbridas que se manifiestan no sólo en el uso esporádico de marcas de
tam en contextos específicos, sino también en el hecho de que existen casos de neu-
tralización en los prefijos de objeto primario y posesivo. Este fenómeno resulta
importante, ya que, conforme a Evans (2006), el estudio comparativo de formas
verbales y formas nominales para expresar relaciones de parentesco puede contri-
buir teóricamente al estudio de clases de palabras y muestra un caso en el que las
fronteras categoriales entre clases de palabras pueden ser muy sutiles.

3.4.6. La construcción verbal y la ausencia de escisión en la jerarquía de persona

En el cahuilla (Seiler, 1980; 1982a; 1982b), en el náhuatl de Oapan (Amith y


Smith-Stark, 1994a: 342) y en el oluteco de la familia mixe-zoque (Zavala Maldo-
nado, 2006b: 365-366), se ha reportado que la posición que ocupan el referente y
el relatum en la jerarquía de persona 1 > 2 > 3 es un factor determinante que mo-
tiva el uso obligatorio de la construcción verbal sobre la nominal. Para el náhuatl
de Oapan, Amith y Smith-Stark (1994a: 342) explican que las formas verbales,
superficialmente similares a los verbos transitivos, ocurren cuando el prefijo de
objeto pronominal expresa una primera o una segunda persona. En los demás
casos se usa la estructura nominal. En términos de Zavala Maldonado (2006b:
365-366), cuando el referente es más alto que el relatum, en esta jerarquía, como

Libro4Final4OCT.indb 97 07/10/13 12:58


98 Verónica Vázquez Soto

en “yo soy su hermano” o “tú eres su hermano”, la predicación posesiva se expresa


obligatoriamente de forma verbal. Esto nos dice que expresiones como “él es mi
hermano”, en las que el referente, una tercera persona, es más bajo en la jerarquía
de persona que el relatum, una primera persona, se van a codificar como construc-
ciones nominales.
Sin embargo, esta escisión por persona no se da en cora y en esto se comporta
igual que el huichol, lengua en la que ya Amith y Smith-Stark (1994a: 360) habían
reportado que no existían aparentes restricciones gobernadas por persona entre el
uso de la construcción verbal sobre la nominal. La ausencia de restricciones en
cora se muestra en los ejemplos 38a y 38b.

(38) a. me-ne-yá’ube’e-te-mwa’a=mu mwá’a=hu’u


s3pl-op1sg-ser_cuñado_de-int-pl.inal=s3pl s3pl.asp=fut
‘Van a ser mis cuñados.’ (Txt)

b. ha’ɨ ́=pu ta-náanaa-ka’a


dem=s3sg op1pl-ser_madre_de-impf
‘Ésa, ella era nuestra madre.’ (Txt)

En ambos casos, el referente es una tercera persona y resulta más bajo en la


jerarquía de persona que el relatum, que es una primera persona.

3.4.7. La direccionalidad descendente

Evans (2006: 35) propone una generalización en la que los verbos de parentesco o
las construcciones pvt sólo se pueden formular expresando una “direccionalidad
descendente”, es decir, que siempre toman al pariente mayor como sujeto y al
pariente menor como objeto. Al respecto, demuestro que en cora meseño ambos
caminos, tanto la “direccionalidad ascendente” como la “descendente”, son posi-
bles en construcciones de verbos de parentesco. En 39 se ilustran los ejemplos re-
levantes que muestran que sí es posible formular la “direccionalidad descendente”
mediante una construcción con verbos de parentesco.

(39) a. néenu há’amwa-yauh-ka’a


s1sg op2pl-ser_hijo_de-impf
‘Yo era el hijo de ustedes.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 98 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 99

b. mwéepe wá’a-yauh-ka’a
s2sg op3pl-ser_nieto_de-impf
‘Tú eras su nieto (de ellos).’ (Txt)

c. ne-rá-yauh
s1sg-op3sg-ser_hijo_de
‘Yo soy su hijo.’ (Txt)

d. ne-rá-mu’u
s1sg-op3sg-ser_yerno_de
‘Yo soy su yerno.’ (Txt)

En todos los casos se trata de indiscutibles construcciones pvt, ya sea por la


marca de aspecto, o bien, por la marca de objeto que no es susceptible de una
neutralización. En 39a, el sujeto es la primera persona néenu, “yo”, que está en
referencia cruzada con yáuh, “hijo”, es decir, el referente se refiere al pariente menor,
mientras que la marca de objeto de segunda plural há’amwa- está en referencia
cruzada con el pariente mayor, que en este caso son los padres implícitos en la
construcción. Un ejemplo muy elocuente es 39c, donde el sujeto es la primera
persona singular marcada por el prefijo ne- y en referencia cruzada con yáuh, “hijo”,
mientras que el objeto es el prefijo de tercera persona singular ra-, que también
refiere a unos padres implícitos en el contexto. Finalmente, anoté el caso 39d, en
el cual podríamos interpretar que “yerno” es el pariente menor respecto a “suegro”, que
sería el pariente mayor; también en esta instancia el pariente menor recibe la mar-
ca de sujeto, mientras que el mayor la marca de objeto. Estos datos muestran que
en cora meseño la direccionalidad descendente es una relación de posesión que
puede expresarse sin problemas con el verbo de parentesco. Al respecto, es necesa-
rio hacer estudios más detallados para ver si este fenómeno está expandido en más
lenguas y no es una idiosincracia del cora.

3.5. Conclusiones

En el cuadro 3.4 presento, a manera de conclusión, un resumen de los rasgos estu­


dia­dos para explorar la morfosintaxis, la semántica y el uso de las oraciones ecuati­
vas tales como “yo soy tu madre”, que pueden expresarse tanto como construcciones­
ecuativas cuyo núcleo son predicados no verbales (pnv) como construcciones ver-
bales transitivas (pvt).

Libro4Final4OCT.indb 99 07/10/13 12:58


100 Verónica Vázquez Soto

Cuadro 3.4
Resumen de los rasgos estudiados para las construcciones pnv y pvt

Tipo de construcción posesiva pnv pvt


 1. Aspecto imperfectivo  ✓
 2. Futuro perifrástico  ✓
 3. Escisión en terceras personas ✓ ✓
(el plural del relator restringe la marcación del relatum)
 4. Construcciones interrogativas  ✓
 5. Respuesta a preguntas ✓ ✓
 6. Uso vocativo ✓ 
 7. Semántica  ✓
 8. Extensiones metafóricas, broma, adopción, deseo ✓ ✓
 9. Escisión en jerarquía de persona × ×
10. Direccionalidad descendente ✓ ✓
Fuente: Elaboración propia.

Considero que una de las conclusiones más relevantes, después de examinar el


comportamiento de los verbos de parentesco en cora meseño, es que se trata de una
lengua muy flexible para usar las construcciones pvt. Este carácter se puede obser-
var en un gran número de parámetros representados en el cuadro 3.4: Del punto
4 concluímos que estas construcciones son las más aceptadas para formular una
construcción interrogativa; en cuanto al punto 5, el resultado es que son pragmá-
ticamente aceptables como respuestas a preguntas; por el punto 8 deducimos que
pueden ocurrir en contextos pragmáticos de broma, de adopción o de deseo; por
el punto 9 descubrimos que no tienen restricciones en la jerarquía de persona, pues
permiten su expresión en primera, segunda y tercera persona en función tanto de
referente como de relatum; y finalmente, por el punto 10 deducimos que no tienen
restricciones para expresar la direccionalidad descendente. En este sentido, y
aunque­el fenómeno se ha estudiado en menos detalle, el huichol parece apuntar
a una conclusión parecida.
La flexibilidad y la disminución de restricciones para la construcción verbal de
relaciones de parentesco puede atribuirse a que el cora meseño es una lengua con
un sistema de verbos de parentesco muy vivo y con rasgos canónicos asignados a

Libro4Final4OCT.indb 100 07/10/13 12:58


Predicación de términos de parentesco en cora meseño 101

las lenguas yutoaztecas norteñas, a diferencia del náhuatl de Oapan. O bien esto
puede deberse a que la rama corachol de la familia yutoazteca se caracteriza por
tener una alta flexibilidad en el uso de los verbos de parentesco, pues el cahuilla, a
pesar de ser una lengua con rasgos norteños canónicos, sí presenta la restricción
por persona típica del náhuatl de Oapan.
Por otro lado, la restricción de que la construcción pvt no se usa en vocativo,
apuntada en el punto 6 del cuadro 3.4, es esperable por el carácter tan referencial
de este acto de habla y ya se había reportado para lenguas australianas e iroquesas.
Ésta fue la única restricción registrada para la construcción pvt, y resulta esperable.
Como lo concluyen Amith y Smith-Stark (1994a: 360) para el huichol, las
expresiones pvt en esta lengua son más altamente verbales que en el náhuatl de
Oapan, pues no sólo utilizan la marcación de sujeto y objeto, sino que además
muestran la flexion de aspecto, lo que es una característica típicamente verbal, y
las hace radicalmente diferentes a las formas nominales. Esta misma conclusión
procede para el cora meseño, pues el verbo de parentesco es susceptible de afijar el
sufijo imperfectivo -ka’a, como se indica en el punto 1 del cuadro 3.4, aunque, a
diferencia del huichol, ha perdido la capacidad para sufijar el irrealis -ni y optó por
tomar un futuro perifrástico, como se anota en el punto 2 de este mismo cuadro.
Se precisa de un estudio más detallado sobre los verbos de parentesco en huichol
para determinar si esta lengua es más verbal que el cora meseño, comparando los
parámetros relevantes. En cuanto al cora, las construcciones pnv pueden resultar
híbridas en su marcación en ciertos contextos, como la respuesta a preguntas, ya
que el relatum es nominal, aunque en la construcción pnv sí puede llevar el aspecto
imperfectivo. Este comportamiento es paralelo a los conceptos de propiedad en
cora meseño, los cuales, a pesar de ser verbos estativos, pueden tomar plurales
nominales (Vázquez Soto, 1994). Este hecho también es paralelo a las formas pnv
que expresan un deseo y pueden recibir el modo potencial.
Finalmente, uno de los descubrimientos más interesantes y sorprendentes sobre
las construcciones posesivas estudiadas en cora meseño es el presentado en el punto 3
del cuadro 3.4. Se trata de las restricciones para marcar la pluralidad del relator,
pues la pluralidad del término de parentesco dispara misteriosamente la ausencia
de marca del relatum en terceras personas. Esta ausencia de marcación parece ser
un proceso que empieza en el último segmento de la jerarquía de persona propuesta­
por Silverstein (1976), y parece caracterizarse por ser una escisión para marcar el
relatum en cora meseño.
Resulta difícil tipificar los diferentes parámetros que describen el comporta-
miento de los verbos de parentesco por área o familia lingüística. En cuanto al

Libro4Final4OCT.indb 101 07/10/13 12:58


102 Verónica Vázquez Soto

corachol, podemos afirmar que se caracteriza por una gran flexibilidad en el uso
de la construcción de verbos de parentesco y carece de las usuales restricciones que
se han reportado para otras lenguas, pero también resulta claro, por otro lado, que
las lenguas de esta subfamilia no son totalmente homogéneas, pues la semántica
de los verbos de parentesco del huichol, por ejemplo, es “X tiene/considera/trata
a Y como hijo”, mientras que la del cora meseño es “Y es pariente de X”. Concuer-
do con Evans (2006) en que urgen más estudios detallados sobre las lenguas en las
que coexisten construcciones verbales y nominales para expresar relaciones de
parentesco, esto con la finalidad de validar, falsificar y enriquecer la literatura tipo-
lógica sobre este tema con la que contamos hasta la fecha, y espero este trabajo sea
una invitación a hacerlo.

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4. Posesión externa en el náhuatl de Amanalco1

Valentín Peralta Ramírez*

4.1. Introducción

Las construcciones de posesión externa son construcciones en las que el poseedor


semántico de un sustantivo poseído (possessum) se codifica afuera de su frase
nominal­y es marcado como un argumento central del verbo. Las construcciones
de posesión externa (pe) se han descrito dentro del marco teórico de la gramática
relacional como construcciones de “ascensión de poseedor” (Aissen, 1979; Croft,
1985) y se contrastan con las construcciones de posesión interna (pi) que codifican
al poseedor únicamente en el interior de la frase nominal en la que funciona como
dependiente. Sin embargo, para los objetivos de este trabajo, y siguiendo a Payne
y Barshi (1999: 3), aquí se consideran como construcciones de pe: “aquellas cons-
trucciones en las que la relación semántica poseedor-poseído se expresa codificando­
al poseedor como un argumento central del verbo y como un constituyente sepa-
rado, al elemento poseído”. [la traducción es mía.]2
Los objetivos de este trabajo son tres: i) describir las diferentes estrategias
usadas en el náhuatl de Amanalco para expresar la pe; ii) hacer explícitas las dife-
rencias semánticas entre las construcciones de posesión externa y las de posesión

1
Una primera versión de este trabajo fue presentada en el VII Congreso Internacional de Lingüística
en el Noroeste, celebrado el día 19 de noviembre de 2004 en la Universidad de Sonora. Inicialmente,
el trabajo formó parte de un conjunto de temas relacionados con la posesión en algunas lenguas de
Mesoamérica, que fueron el centro de discusión en las diferentes reuniones del Seminario de Lenguas
Indígenas de México (Selim), donde recibí valiosos comentarios de todos sus miembros; de manera
particular, quiero expresar aquí mi más profundo agradecimiento a Roberto Zavala, Enrique L.
Palancar­y Verónica Vázquez, no sólo por sus observaciones atinadas para mejorar el trabajo, sino
también por el apoyo que me han ofrecido para la comprensión de la complejidad morfosintáctica y
tipológica de las lenguas mesoamericanas, y en particular del náhuatl. Por supuesto, cualquier error
en este trabajo es de mi absoluta responsabilidad.
* Escuela Nacional de Antropología e Historia.
2
En inglés original: “external possessión to be constructions in which a semantic possessor-possessum relation
is expressed by coding the possessor as a core grammatical relation of the verb and in a constituent separate
from that which contains the possessum.”

103

Libro4Final4OCT.indb 103 07/10/13 12:58


104 Valentín Peralta Ramírez

interna; iii) enmarcar las estrategias de pe dentro de las discusiones tipológicas


sobre aplicativos e incorporación (Mithun, 1984; Merlan, 1976).
El náhuatl de San Jerónimo Amanalco es una variante del náhuatl central que
se habla en el municipio de Texcoco, Estado de México y que presenta tres tipos
de construcciones de pe que tienen las características propuestas en la definición
de Payne y Barshi (1999). En el primer tipo, el sustantivo poseído aparece incor-
porado y ocurre tanto con verbos intransitivos como con transitivos. En estas es-
tructuras el elemento poseído corresponde únicamente a partes del cuerpo. El
poseedor de la frase nominal (fn) se codifica, en el interior de estas construcciones,
como un argumento directo del verbo, mientras que el elemento poseído se com-
bina con la raíz verbal formando un verbo compuesto, como en 1b. En 1a se
muestra una construcción analítica que ejemplifica la pi, mientras que en 1b se
ejemplifica la construcción de pe por incorporación.

(1) a. Ø-ki:sa no-yes-yo


s3sg-salir pos1sg-sangre-inher
‘Sale mi sangre.’

b.
ni-yes-ki:sa
s1sg-sangre-salir
‘Sangro.’

Como se puede ver en 1a, el poseedor semántico está marcado por el posesivo
para primera persona singular no-, y el elemento poseído corresponde a un térmi-
no de parte del cuerpo yes-tli, “sangre”. La construcción es intransitiva y la fn
posesiva es correferencial con la marca de sujeto de tercera persona singular Ø-. En
la construcción de pi como en 1a, el poseedor semántico ocurre sólo como un
dependiente de la fn posesiva (Zavala Maldonado, 1999: 339). En 1b, en cambio,
el poseedor semántico ha tomado la posición de argumento central del verbo mar-
cado por la marca de sujeto de primera persona singular ni- y el elemento poseído­
yes-, “sangre”, aparece incorporado al verbo, formando así un verbo intransitivo
complejo. En este tipo de incorporación hay un rearreglo de los argumentos de la
forma analítica a la forma sintética sin afectar la valencia del verbo que, dentro de
la tipología propuesta por Mithun (1984), se le conoce como incorporación­Tipo
II, con reacomodo de argumentos.
En el segundo tipo de construcción de pe, el sustantivo poseído pasa a ser ar-
gumento central (objeto primario) de una construcción aplicativa y se restringe a
casos en los que el poseído refiere a términos de parentesco. El contraste entre pi y

Libro4Final4OCT.indb 104 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 105

pe con este tipo de estructuras se ilustra en 2. La construcción de pi se ejemplifica


en 2a, y la de pe con aplicativo, en 2b.

(2) a. ti-h-wi:ka-k no-kone:-w


s2.sg-op3sg-llevar-prf pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Llevaste a mi hija.’

b. ti-ne:ch-wi:ki-li no-kone:-w
s2sg-op1sg-llevar-apl.prf pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Te me llevaste a mi hija.’ (Me la robaste con fines de casamiento.)

Los dos primeros tipos de construcciones de pe han sido documentados am-


pliamente para diversas lenguas tanto en Mesoamérica como en otras partes del
mundo (Aissen, 1979; Haspelmath, 1999; Zavala Maldonado, 1999; véanse
tanbién­los capítulos 1, 5 y 13). Además de esos dos tipos, el náhuatl presenta un
tercer tipo de construcción de PE que deriva de la combinación del primero y el
segundo tipo, por lo tanto, aquí me refiriré a este tercer tipo como construcción
de pe con incorporación más aplicativo, en el cual el elemento poseído corresponde­
a sustantivos alienables. El tercer tipo se tiene que entender como una forma de in-
corporación que reduce la valencia verbal de formas originalmente transitivas a
intransitivas —incorporación por composición, en la terminología de Mithun
(1984)— y que requiere del aplicativo para codificar al poseedor como objeto
primario de un verbo transitivo derivado con aplicativo. El ejemplo 3 ilustra el
contraste entre pi y pe con incorporación y aplicativo. En 3a es una estructura con
pi, mientras que en 3b es una estructura de pe.

(3) a. ni-k-chi:wa-s mo-tlaxkal


s1sg-op3sg-hacer-irr pos2sg-tortilla
‘Haré tu tortilla.’

b. ni-mits-tlaxkal-chi:wi-li
s1sg-op2sg-tortilla-hacer-apl.prf
‘Hice tus tortillas.’ (Por un tiempo razonable por ser tu mujer.)
(Lit. ‘Te-tortillas-hice.’)

En la construcción de pi en 3a, el poseedor semántico, marcado con el prono-


minal posesivo singular mo-, aparece dentro de la fn con función de objeto; en
contraste, en la construcción de pe en 3b, el poseedor aparece codificado como

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106 Valentín Peralta Ramírez

objeto primario del verbo con aplicativo, marcado con el pronominal de objeto de
segunda persona singular mits-.
Las tres construcciones de pe comparten dos rasgos sintácticos. Por un lado,
el elemento poseído pasa a un segundo plano desde el punto de vista sintáctico. En
1b y en 3b, el poseído se incorpora pasando a ser parte del complejo verbal, mien-
tras que en 2b ocupa la posición de objeto secundario sin correferencia pronominal
en el verbo. Por otro lado, en las construcciones de pe, el poseedor semántico pasa
a ocupar una posición de argumento central, sujeto, en 1b, u objeto primario, en
2b y 3b.
Las construcciones de pe del primer tipo codifican de manera especial la afec-
tación del poseedor, la cual es puesta en primer plano. Este tipo de semántica no
es parte de la estructura de pi. En las construcciones de pe del segundo y tercer
tipo, los poseedores son codificados como afectados o beneficiados por la acción
del verbo, mientras que esa lectura no es parte necesaria de la construcción de pi.
Estas distinciones semánticas serán abordas con más detalle en las secciones si-
guientes.
El presente capítulo está organizado de la siguiente manera: en la sección titu-
lada “características básicas de lengua”, presento algunas de estas características,
como las clases de sustantivos que se pueden establecer por medio de la construc-
ción posesiva, la estructura de la frase nominal posesiva y el patrón de marcación
de las funciones sintácticas centrales en la cláusula. A continuación, discuto la
modificación de la valencia verbal vía el aplicativo y hago la distinción entre una
construcción aplicativa con semántica benefactiva-malefactiva y una construcción
aplicativa con semántica exclusivamente benefactiva. Posteríormente, se discute el
punto central del artículo; es decir, las tres construcciones de posesión externa
antes señaladas, para lo cual presento, primero, un panorama general de la incorpo­
ración nominal, basándome principalmente en la clasificación tipológica hecha
por Mithun (1984), y finalmente, como conclusión del trabajo, hago un resumen
de los puntos más significativos de este estudio.

4.2. Características básicas de la lengua

En términos generales, se puede afirmar que el náhuatl de Amanalco presenta un


orden de constituyentes flexible pero con preferencia por el orden vso. Es una
lengua polisintética que marca los argumentos de sujeto y de objeto en el núcleo
predicativo —verbal y no-verbal— (Nichols, 1986) y presenta un sistema de ali-
neamiento nominativo-acusativo. La lengua es de objeto primario, ya que codifica

Libro4Final4OCT.indb 106 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 107

de la misma manera el paciente de una cláusula monotransitiva y el tercer argu-


mento de una cláusula bitransitiva (Dryer, 1986; Peralta Ramírez, 2003). La lengua
tiene, asimismo, una estructura verbal compleja: permite la incorporación de sus-
tantivos y presenta al menos dos mecanismos de modificación de la valencia me-
diante sufijos causativos y aplicativos. La siguiente sección es una introducción­
general a la predicación, con el objetivo de abordar el tema de las construcciones
de posesión externa con más detalle.

4.2.1.La posesión interna y las clases de sustantivos en el náhuatl

Las construcciones posesivas del náhuatl permiten establecer una distinción entre
sustantivos alienables e inalienables y una subclase dentro de estos últimos a los que
denomino sustantivos “inherentes”. Como es esperable, existen sustantivos que no
pueden ser poseídos, como aquellos nombres de objetos de la naturaleza, nombres
de cuerpos celestes, y nombres de animales no domésticos. En el ejemplo 4 se
muestran las clases más representativas que surgen a partir de la construcción po-
sesiva. El prefijo i-, que aparece en algunos de los ejemplos, hace referencia a un
poseedor de tercera persona singular.

(4) a. Alienables:
a:-tl ‘agua’ i-a:-w ‘su agua’
cha:n-tli ‘casa’ i-cha:n ‘su casa’
to:tol-i ‘guajolota’ i-to:tol ‘su guajolota’

b. Inalienables:
i-kxi ‘su pie’
i-ma:n ‘su mano, rama’
i-kniw ‘su hermano’

c. Inherentes:
i-yes-yo ‘su sangre’
i-i:xa:-yo ‘sus lágrimas’
i-ach-yo ‘su semilla’

d. No poseíbles:
yeʔyeka-tl ‘viento’
kiawi-tl ‘lluvia’
kowa:-tl ‘serpiente’

Libro4Final4OCT.indb 107 07/10/13 12:58


108 Valentín Peralta Ramírez

Los sustantivos alienables son todos aquellos sustantivos que no requieren


estar poseídos. A esta clase de sustantivos corresponden los nombres de objetos
elaborados o manipulados y los nombres de animales que pueden ser considerados
como “domésticos”. Los sustantivos alienables reciben una marca de absolutivo
cuando no ocurren en la construcción posesiva. En los siguientes ejemplos se
muestra que el sufijo absolutivo se pierde cuando el nombre aparece poseído:

(5) Forma absolutiva3 Forma poseída


a:-tl > i-a:w ‘su agua’
naka-tl > i-nakaw ‘su carne’
xok-tli > i-xok ‘su olla’
tlaxkal-i > i-tlaxkal ‘su tortilla’
to:tol-i > i-to:tol ‘su guajolota’

Por otro lado, los sustantivos inalienables son todos aquellos que refieren a
términos de parentesco, partes del cuerpo humano y animal, y partes de plantas.
Todos estos sustantivos se presentan siempre poseídos, ya que no tienen formas
absolutivas equivalentes, como se muestra en la segunda columna, en 6.

(6) Forma poseída Forma absolutiva


i-kamak ‘su boca’ *kamak-tli
i-kwitlapil ‘su cola’ *kwitlapil-li
i-nakas ‘su oreja’ *nakas-tli
i-siʔ ‘su abuela’ *siʔ-tli
i-yekaselika ‘su retoño o cogollo’ *yekaselik-tli4

La forma plural de los sustantivos poseídos alienables y no alienables se realiza


con el sufijo -wa:n. El sufijo designa pluralidad de lo poseído, como en los ejemplos

3
El sufijo de abosolutivo {-tl} tiene tres alomorfos condicionados fonológicamente: -tl que aparece
cuando la raíz nominal termina con vocal, -tli cuando termina en consonante, -(l)i cuando la raíz
termina en /l/. Los sustantivos alienables que aparecen en la construcción posesiva pierden el sufijo de
absolutivo. En esta circunstancia, algunos sustantivos cuya última sílaba acaba en vocal reciben la
semiconsonante labiovelar w para acomodarse al patrón fonológico de sílaba tónica final (c)vc#.
4
En las artes y vocabularios del náhuatl clásico (Molina 1977 [1571]; Carochi 1983 [1645]), los sus-
tantivos de partes del cuerpo y los términos de parentesco aparecen con el sufijo absolutivo -tli. La
inserción del sufijo absolutivo con todos los sustantivos inalienables fue realizada por los frailes para
unificar las entradas del diccionario por raíces.

Libro4Final4OCT.indb 108 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 109

en 7a. Las formaciones no gramaticales en 7b indican la imposibilidad que tienen


ciertos sustantivos de designar referentes plurales.

(7) a. Poseído plural


i-nakas-wa:n ‘sus orejas (de él/ella)’
i-siʔ -wa:n ‘sus abuelas (de él/ella)’
i-to:tol-wa:n ‘sus guajolotes (de él/ella)’
i-xok-wa:n ‘sus ollas (de él/ella)’

b.
*i-yekaselik-wa:n ‘sus retoños’
*i-kwitlapil-wa:n ‘sus colas’
*i-kamak-wa:n ‘sus bocas’

Finalmente, dentro de los sustantivos que entran en la construcción posesiva


hay una tercera clase a la que llamo “inherentes”. Los sustantivos inherentes son
siempre poseídos pero, a diferencia de los inalienables, los inherentes toman el
sufijo -yo, que marca la relación de “inherencia” entre lo poseído y el poseedor. Los
sustantivos de este grupo hacen referencia a excreciones corporales y a un subgrupo­
de términos que refieren a partes del cuerpo. A diferencia de los alienables e inalie­
nables no inherentes, los inalienables inherentes, como los de 8a, no toman la
marca de plural -wa:n, tal como se muestra en la agramaticalidad de los ejemplos en
8b, y en esto se comportan como el subgrupo de inalienables no inherentes en 7b.

(8) a. i-yes-yo ‘su sangre’ b. *i-yes-yo-wa:n


i-ixa:-yo ‘sus lágrimas’ *i-ixa:-yo-wa:n
i-naka-yo ‘su piel o cuerpo’ *i-naka-yo-wa:n
i-nelwa-yo ‘su tendón’ *i-nelwa-yo-wa:n

Los sustantivos inalienables (inherentes y no inherentes) son sustantivos obli-


gatoriamente poseídos. Desde el punto de vista semántico, los inherentes señalan
un tipo de relación inseparable, y muchas veces no visible, entre el poseedor y la
materia corporal, como la sangre, las venas o los tendones. En general, en este
sentido, contrastan con los sustantivos inalienables no inherentes ya que, en estos
últimos, el poseedor puede tener control del elemento poseído, mientras que en
los primeros no ejerce control.
El cuadro 4.1 resume las propiedades formales que distinguen a las tres clases
de sustantivos poseíbles del náhuatl.

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110 Valentín Peralta Ramírez

Cuadro 4.1
Tipos de sustantivos poseíbles

Absolutivo -wa:n -yo Obligatoriamente


poseídos
Alienables ✓ ✓  
Inalienables no inherentes  ✓  ✓
Inalienables inherentes   ✓ ✓
Fuente: Elaboración propia.

4.2.2. La frase nominal posesiva

Una vez establecidas las diferentes clases de sustantivos a partir de la posesión, se


presenta a continuación el paradigma de los pronombres posesivos que funcionan
como prefijos que preceden al sustantivo poseído.

Cuadro 4.2
Pronombres posesivos
persona sg pl
1a no- to-
2a mo- namo-
3a i- in-
Fuente: Elaboración propia.

Ejemplos de la primera persona singular y plural se dan en 9. Nótese que con


las primeras y segundas personas gramaticales no es posible tener expansión del
poseedor por medio de ffnn externas al núcleo.

(9) a. no-cha:n
pos1sg-casa
‘[Es] mi casa.’

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Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 111

b.
to-cha:n
pos1pl-casa
‘[Es] nuestra casa.’

Cuando el poseedor es una tercera persona, además de la marca de posesión


en el núcleo, el poseedor puede expresarse expandido por medio de una fn yuxta-
puesta al sustantivo poseído, como en los ejemplos en 10.

(10) a. i-te:n in tilma-tli


pos3sg-labio det cobija-abs
‘La orilla de la cobija.’
(Lit. ‘Su labio de la cobija.’)

b.
in-cha:n in ko:-kone-
pos3pl-casa det red-niño-pl
‘Las casas de los niños.’
(Lit. ‘Su casa de los niños.’)

4.2.3. La predicación náhuatl

El núcleo predicativo en náhuatl puede ser un verbo, un sustantivo o un adjetivo.


La distinción entre un predicado verbal y un predicado no verbal radica precisa-
mente en la posibilidad que tiene un predicado de recibir marcas de tiempo-aspec-
to-modo (tam). Los verbos las toman directamente, mientras que los predicados no
verbales requieren de una cópula para recibir estas marcas. Sin embargo, ambos
tipos de predicados (verbal y no verbal) toman las mismas marcas de persona para
codificar al sujeto. La estructura básica de la predicación en náhuatl se ha discutido­
ampliamente (Carochi, 1983 [1645]; Andrews, 1975; Launey, 1986; entre otros).
Los predicados verbales intransitivos marcan su único argumento, el sujeto (s),
igual que el agente de los transitivos (a), mientras que los objetos primarios de los
transitivos (op), se marcan con un segundo paradigma. En el cuadro 4.3 se
presentan­los paradigmas de persona ligados al predicado. Primero están los
pronominales­que indican s/a y después los que señalan op (paciente de mono-
transitivo y tercer argumento de bitransitivo). En la tercera columna del cuadro
4.3 se presenta la marca de plural para objeto primario.

Libro4Final4OCT.indb 111 07/10/13 12:58


112 Valentín Peralta Ramírez

Cuadro 4.3
Pronombres de sujeto y de objeto primario en el núcleo predicativo

persona s/a op

1a sg ni- ne:ch-
2a sg ti- mits-
3a Ø- ki-
1a pl ti- te:ch-
2a pl nan- ame:ch-
3a pl - -in
Fuente: Elaboración propia.

Los ejemplos de 11 ilustran la marcación de argumentos con un predicado


intransitivo y transitivo, respectivamente. Debido a que la lengua sigue un patrón
de marcación en el núcleo, las ffnn no son obligatorias ya que toda la información
argumental está codificada en el complejo verbal.

(11) a. Ø-cho:ka-k (in kone:-tl)s


s3sg-llorar-prf det niño-abs
‘El niño lloró.’

b.
Ø-ki-kwa:-s-ke (in tla:-tla:ka-)A (in tlaxkal-i)OP
s3pl-op3sg-comer-irr-pl det red-hombre-pl det tortilla-abs
‘Los hombres comerán la tortilla.’

En náhuatl, el único verbo bitransitivo no derivado es maka, “dar”. Este verbo,


y los verbos derivados por medio del aplicativo o del causativo tratan al tercer ar-
gumento de su estructura argumental de la misma manera que al segundo argu-
mento de los verbos monotransitivos, lo que implica que la lengua sigue un patrón
de marcación de objeto primario. En el ejemplo 12, el pronombre de objeto en el
verbo refiere al recipiente, mientras que la fn que refiere al tema in waʔkali, “el
huacal”, tiene la función sintáctica de objeto secundario y no está representada en
el verbo con ningún pronominal.

(12) yalwa, amo Ø-ne:ch-maka-k (mo-kni-w)A


ayer no s3sg-op1sg-dar-prf pos2sg-hermano-sg.psdo
(in wakal-i)os
det huacal-abs
‘Ayer, tu hermano no me dio el huacal.’

Libro4Final4OCT.indb 112 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 113

4.3. Incremento de valencia mediante aplicativos

Como ya se ha mencionado en la sección “la frase nominal posesiva”, uno de los


mecanismos de modificación de la valencia verbal existente en náhuatl es mediante­
el sufijo aplicativo -lia. Este sufijo permite que un verbo intransitivo se emplee
como transitivo, como en el par de 13, y uno transitivo como bitransitivo, como
se ve en 14.5 En los verbos derivados, el nuevo argumento funciona como op y
tiene la función semántica de receptor o de benefactivo/malefactivo.

(13) a. in. Ø-cho:ka in sowa:-tl


s3sg-llorar det mujer-abs
‘La mujer llora.’

b. tr. Ø-ne:ch-cho:ki-lia in sowa:-tl


s3sg-1op.sg-llorar-apl det mujer-abs
‘La mujer me llora./ La mujer llora por mí.’

(14) a. tr. ti-h-ko:w tlaxkal-i


s2sg-op3sg-comprar.prf tortilla-abs
‘Compraste tortilla.’

b. bitr. ti-ne:ch-ko:wi-li tlaxkal-i


s2sg-op1sg-comprar-apl.prf tortilla-abs
‘Me compraste tortilla.’ (La que yo vendía o la compraste para mí.)

Otros ejemplos con aplicativo presentan una lectura ambigua entre benefac-
tiva o malefactiva. Un ejemplo se da en 15.

(15) bitr. ti-ne:ch-mik-ti-li se kwa:naka


s2sg-op1sg-morir-caus-apl.prf uno gallina
‘Me mataste una gallina.’ (Por maldad o para mi beneficio.)

Los verbos en el náhuatl de Amanalco permiten la presencia de dos aplicativos con


lo que se obtiene una lectura exclusivamente benefactiva, tal como se ilustra en 16.

5
En esta lengua, la valencia de los verbos ditransitivos ya no puede ser modificada por ningún sufijo,
ya sea aplicativo o causativo todo parece indicar que en náhuatl sólo pueden ser codificados como
argumentos sintácticos del complejo verbal tres participantes: A(gente), P(aciente) y R(eceptor).

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114 Valentín Peralta Ramírez

(16) kwa:k ti-mo-lwi-ti:-s,


cuando s2sg-rr-fiesta-caus-irr
ni-mits-mik-ti-li-li:-s se kwa:naka
s1sg-op2sg-morir-caus-apl-apl-irr uno gallina
‘Cuando hagas tu fiesta de cumpleaños, yo te mataré una gallina.’
(Para que te la comas. /*Por hacerte una maldad.)

4.4. Construcciones de posesión externa

En esta sección veremos más en detalle las características formales y semánticas de


cada uno de los tres tipos de construcción de pe que tiene el náhuatl de Amanalco.

4.4.1. Primer tipo de pe: la incorporación de partes del cuerpo

En este tipo de construcción de pe, el elemento poseído que refiere a una parte­del
cuerpo es incorporado y el poseedor pasa a ser un argumento central. En los ejem-
plos en 17 y 18 se ilustra el caso. En los ejemplos 17a y 18a se presenta la cons-
trucción de pi con el poseedor como dependiente de la fn, mientras que en los de
pe, en 17b y 18b, se ilustra la codificación del poseedor como argumento central
en función de s (17b) y de op (18b).

(17) a. Ø-kopi:ni (no-tsonkal)S


s3sg-despegarse pos1sg-cabello
‘Mi cabello se sale.’

b. ni-tsonkal-kopi:n
s1sg-cabello-despegarse
‘Se me arrancó el cabello.’ (Me estoy quedando calvo.)

(18) a. ni-k-popo:wa (mo-yekatsol)op


s1sg-op3sg-limpiar pos2sg-nariz
‘Limpio tu nariz.’

b. ni-mits-ye:ka-popo:wa
s1sg-op2sg-nariz-limpiar
‘Te limpio la nariz.’ (Haciéndote una maldad.)

Libro4Final4OCT.indb 114 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 115

En el ejemplo 17a, la fn poseída es sujeto del verbo intransitivo. En 17b, el


poseedor semántico se expresa por el pronominal de primera persona sujeto ni-, y
el elemento poseído aparece incorporado al verbo. El ejemplo de pi, en 18a, es una
construcción transitiva que incluye una fn poseída en función de objeto primario.
El poseedor semántico es un dependiente de la fn marcado con el pronombre
posesivo de segunda persona mo-, y el elemento poseído refiere a una parte del
cuerpo, yekatsol, “nariz”. Por otro lado, en 18b, el poseedor semántico aparece
como un argumento central del verbo, el cual está marcado por el pronominal de
objeto de segunda persona mits-, mientras que la raíz del sustantivo poseído apa-
rece en su forma incorporada. En términos léxico-semánticos, el resultado del
compuesto n+v es un nuevo lexema, v.gr. un verbo intransitivo, como tsonkal-
kopi:ni, “cabello-arrancar” (17b), y uno transitivo, como ye:ka-popo:wa, “nariz-
limpiar” (18b). Los sustantivos incorporados en estos compuestos han perdido su
estatus sintáctico como palabras independientes, ya que no reciben marcas de la
clase léxica, como el absolutivo -tl o el formativo -tsol, y el significado semántico
del compuesto denota una actividad unitaria.
Como ya fue establecido más arriba, en este tipo de construcción de pe, los
elementos poseídos son todos términos de partes del cuerpo tanto del grupo de los
inalienables no inherentes como del grupo de los inherentes.
Por otro lado, este tipo de construcciones de pe corresponde exactamente al
Tipo II de incorporación nominal propuesto por Mithun (1984: 856 y ss.),6 in-
corporación por manipulación de caso, el cual se caracteriza por el hecho de que
la valencia verbal permanece intacta, es decir, un verbo intransitivo con nominal
incorporado permanece intransitivo y uno transitivo permanece transitivo. Este
patrón estructural toma lugar debido a que en este tipo de incorporación hay un
reacomodo de argumentos en el que un argumento central se incorpora dejando
que un argumento no central ocupe la posición sintáctica vacante. Es decir, cuan-
do un verbo transitivo incorpora su objeto, entonces el poseedor, como en 19b,
asume la función de objeto.

(19) a. ni-k-pa-pa:k mo-ma:n


s1sg-op3sg-red-lavar.prf pos2sg-mano
‘Lavé tu mano.’

6
En Peralta Ramírez (2008), he propuesto que el náhuatl de Amanalco posee los cuatro tipos de incor-
poración nominal propuestos por Mithun (1984), que son: Tipo I, incorporación por composición;
Tipo II, incorporación por manipulación de caso; Tipo III, incorporación para la manipulación dis-
cursiva ; Tipo IV, incorporación clasificatoria. Para los objetivos de este trabajo, sólo serán tomados
en cuenta los dos primeros

Libro4Final4OCT.indb 115 07/10/13 12:58


116 Valentín Peralta Ramírez

b. ni-mits-ma:-pa-pa:k
s1sg-op2sg-mano-red-lavar.prf
‘Te lavé las manos.’
(Lit. ‘Te-mano-lavé.’)

De igual forma, cuando un verbo intransitivo incorpora su sujeto, otro argu-


mento puede avanzar a la posición de sujeto. En 20b, el poseedor del sujeto pasa
a ser sujeto una vez que el poseído se incorpora.

(20) a. Ø-wa:ki no-kamak


s3sg-secarse pos1sg-boca
‘Se seca mi boca.’

b. ni-kama-wa:ki
s1sg-boca-secarse
‘Tengo la boca seca.’ (Por enfermedad.)

La construcción de pe con incorporación solamente permite la incorporación


de nominales que refieren a sujetos de verbos intransitivos inacusativos, y objetos
pacientes de verbos transitivos. Esta construcción no permite que se incorpore
sujetos de verbos intransitivos inergativos ni agentes de verbos transitivos. Al res-
pecto, considérese las formas agramaticales ejemplificadas en 21b y 22b, con agen-
tes incorporados y poseedores de éstos funcionando como argumentos centrales.

(21) a. Ø-nenemi- (no-kxi-wa:n)s-agentivo


s3sg-caminar-pl pos1sg-pie-pl.psdo
‘Caminan mis pies.’

b. * ni-ikix-nenemi
s1sg-pie-caminar
Lectura buscada: ‘Caminan mis pies.’

(22) a. Ø-mits-popo:w (no-man)a


s3sg-op2sg-limpiar.prf pos1sg-mano
‘Mi mano te limpió.’

Libro4Final4OCT.indb 116 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 117

b. * ni-mits-ma:-popo:w
s1sg-op2sg-mano-limpiar.prf
Lectura buscada: ‘Mi mano te limpió.’7

En 21a, tenemos una construcción intransitiva con un s agentivo, expresado


en la fn posesiva. El ejemplo agramatical de 21b indica que el poseedor semántico,
que corresponde a un sujeto agentivo, no puede ser codificado como argumento
central del verbo, ni tampoco el elemento poseído puede ser incorporado. El ejem-
plo 22a es una construcción transitiva en la que el poseedor semántico está expre-
sado en la fn correferente con el agente de transitivo, y estos participantes, tanto
el poseedor semántico como el elemento poseído, no pueden estar codificados en el
verbo con la lectura de un agente incorporado. En resumen, las construcciones de
pe del Tipo II sólo ocurren con sujetos de verbos intransitivos inacusativos y con
pacientes de verbos transitivos. Además, los elementos poseídos sólo pueden ser
sustantivos inalienables que refieren partes del cuerpo y excreciones, tanto los no
inherentes como los inherentes.
La incorporación nominal del Tipo II tiene efectos formales totalmente dis-
tintos a los de la incorporación nominal del Tipo I, incorporación por composición
(Mithun, 1984). En el Tipo I, una vez que se incorpora un nominal, hay una re-
ducción de la valencia verbal, de tal forma que las raíces transitivas que incoporan
a su objeto sintáctico pasan a ser bases intransitivas compuestas, como se ilustra en
el contraste de 23. Las marcas pronominales de sujeto y objeto en 23a demuestran
que el verbo en su forma no incorporada es transitivo, mientras que, en 23b, la
base con incorporación es intransitiva y sólo marca el argumento sujeto.

(23) a. ni-h-ki:x-tia xa:mi-tl


s1sg-op3sg-salir-caus adobe-abs
‘Saco adobes.’

b. ni-xa:n-ki:x-tia
s1sg-adobe-salir-caus
‘Trabajo haciendo adobes.’

7
La construcción agramatical de 22b es aceptable en una lectura en la que el nominal incorporado
exprese el instrumento: “te limpié con la mano” o “te limpié a mano”. Ésta es una construcción de
incorporación de oblicuo que no afecta la valencia verbal.

Libro4Final4OCT.indb 117 07/10/13 12:58


118 Valentín Peralta Ramírez

En resumen, los Tipos i y ii de incorporación, propuestos por Mithun (1984),


difieren formalmente en cuanto a la valencia del verbo que resulta después de que
el nominal se ha incorporado. El Tipo I baja la transitividad del verbo, mientras
que el Tipo II permite que un argumento no central avance a la posición que dejó
vacante el nominal incorporado. El primer tipo de construcción de pe en el náhuatl
de Amanalco se realiza con la estructura de la incorporación nominal del Tipo II
(manipulación de caso). Más adelante, en la sección sobre el tercer tipo de incor-
poración de pe, voy a proponer que la incorporación nominal del Tipo I, en com-
binación con un aplicativo, representa una tercera estrategia de pe en esta lengua.

4.4.1.1. La distinción semántica entre pi y pe

Los tres tipos de construcciones de pe, en los que el poseedor semántico se expresa
como dependiente directo del verbo, tienen su contraparte en construcciones de
pi, en los que el poseedor semántico ocurre como un dependiente de la frase
nominal­posesiva. Aunque ambas estrategias forman una familia de construcciones
(Croft, 1985; Levy, 2006a), existen diferencias semánticas sistemáticas asociadas a
la pe que no comparte la pi.
Los pares de ejemplos de 24 a 26 nos muestran la alternancia entre la cons-
trucción de pi y la de pe por incorporación. Las construcciones de pi en los ejem-
plos 24a, 25a y 26a codifican al poseedor como un participante en segundo plano,
mientras que en la construcción de pe en los ejemplos 24b, 25b y 26b se pone en
primer plano no la parte, sino el poseedor, implicando que se codifica como una
entidad afectada por el evento.

(24) PI
a. Ø-wa:ki mo-kamak
s3sg-secarse pos2sg-boca
‘Tu boca se seca.’ (Por cansancio.)

PE
b. ti-kama-wa:ki
s2sg-boca-secarse
‘Tienes la boca seca.’ (Por enfermedad.)

Libro4Final4OCT.indb 118 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 119

(25) PI
a. Ø-ki:sa no-yes-yo
s3sg-salir pos1sg-sangre-inher
‘Sale mi sangre.’ (Por un rasguño.)

PE
b.
ni-yes-ki:sa
s1sg-sangre-salir
‘Sangro.’ (Por enfermedad.)

(26) PI
a. Ø-wilaxiwi i-te in kwa:kwe
s3sg-crecer/agrandarse pos3sg-estómago det vaca
‘Se agradó la panza de la vaca.’

PE
b.
Ø-te-wilaxiwi in kwa:kwe
s3sg-estómago-crecer/agrandarse det vaca
‘La vaca está preñada.’

Hasta aquí hemos visto que la semántica expresada en las construcciones de pi


de la serie 24a, 25a y 26a focaliza el lugar afectado del poseedor, que en estos casos
corresponde a una parte del cuerpo, mientras que las construcciones de pe de la
serie 24b, 25b y 26b ya no focaliza a la parte afectada, sino que pone en primer
plano al poseedor como un todo, es decir, como un paciente afectado. En términos
morfosintácticos, el compuesto n+v refiere a términos con semántica no compo-
sicional (nombres de padecimientos, estados de salud, etcétera), mientras que las
construcciones de pi son estructuras con semántica composicional y refieren even-
tos puntuales.

4.4.2. Segundo tipo de pe: las formas verbales con aplicativo

El sufijo aplicativo -li(a) del náhuatl permite que argumentos oblicuos con la función
de benefactivos, malefactivos y dativos pasen a ser objetos primarios de monotransi-
tivos y bitransitivos. El morfema aplicativo cambia la valencia del verbo­con el que
coaparece. Un verbo intransitivo más el aplicativo -li(a) pasa a ser una base mono-
transitiva, de la misma manera que un verbo monotransitivo más el aplicativo -li(a)

Libro4Final4OCT.indb 119 07/10/13 12:58


120 Valentín Peralta Ramírez

pasa a ser una base bitransitiva. La construcción con el aplicativo es un recurso gra-
matical para codificar poseedores de argumentos centrales (sujeto y objeto) como
objetos primarios. Esta construcción es posible solamente cuando el sustantivo po-
seído refiere a un término de parentesco. Los sustantivos de parentesco son sustanti-
vos inalienables que no participan de la construcción de pe con incorporación. La
construcción de pi en 27a contrasta con la de pe con aplicativo en 27b. La cláusula
en 27a es intransitiva y su sujeto es la fn poseída. En contraste,­­la cláusula con apli-
cativo en 27b es transitiva y tiene como objeto primario al poseedor semántico de la
fn en función de sujeto, marcado con el pronominal de primera persona objeto
ne:ch-. Nótese también que el poseedor semántico en 27b se marca en dos lugares en
el interior de la cláusula, como op en el verbo y como pronombre posesivo dentro
de la fn sujeto, con el prefijo poseedor de primera persona no-.

(27) a. Ø-kochi (no-kone:-w)s


s3sg-dormir pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Mi hijo duerme.’

b. Ø-ne:ch-kochi-lia (no-kone:-w)op
3suj.sg-op1sg-dormir-apl pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Mi hijo se me duerme.’ (Se duerme en mi beneficio)

Los ejemplos en 28 muestran el contraste entre la construcción de pi (28a) y


la de pe (28b) con verbos transitivos. La construcción en 28a es transitiva y tiene
una fn poseída como objeto primario. En contraste, la cláusula con aplicativo en
28b es bitransitiva, ya que tiene dos objetos, el objeto secundario (os) expresado
por la fn poseída y el op expresado por el poseedor semántico marcado en el verbo
con el pronominal de objeto ne:ch-. De manera similar a lo que pasa con la cons-
trucción en 27b, el poseedor semántico de 28b se marca en dos lugares, como op
en el verbo y como pronombre posesivo dentro de la fn que expresa el objeto
secundario,­con el prefijo poseedor de primera persona no-.

(28) a. ti-k-ihta-k (no-kone:-w)op


s2sg-op3sg-ver-prf pos1sg-niño-sg.psdo
‘Viste a mi hijo.’

b. ti-ne:ch-ihti-li (no-kone:-w)os
s1sg-op1sg-ver-apl.prf pos1sg-niño-sg.psdo
‘Me cuidaste a mi hijo.’

Libro4Final4OCT.indb 120 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 121

La diferencia semántica entre la construcción de pi y la construcción de pe es


que la construcción de pe necesariamente implica que el poseedor semántico se ve
beneficiado o es afectado por la acción, mientras que esa lectura no es requerida en
la versión codificada con la construcción de pi, como dan cuenta las traducciones
de los ejemplos de 28.
Las construcciones de pe con aplicativo son posibles únicamente cuando el
poseedor semántico es un sujeto de un verbo inacusativo o un objeto de un verbo
transitivo: es decir, en el náhuatl no son posibles las construcciones de pe con
poseedores con función de agente de verbo intransitivo inergativo o de verbo
transitivo. Contrástese la versión gramatical de 27b, en la cual el poseedor de la fn
en función de sujeto de un inacusativo ocupa el lugar de op de la estructura con
aplicativo, con la forma agramatical en 29b, en la que el poseedor de la fn con
función de sujeto de inergativo pasa a ser op de la construcción con aplicativo.

(29) a. Ø-nenemi (no-kone:-w)s


s3sg-caminar pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Mi hijo camina.’

b. * Ø-ne:ch-nenemi-li (no-kone:-w)op
3suj.sg-op1sg-caminar-apl.prf pos1sg-hijo-sg.psdo
Lectura buscada: ‘Mi hijo me caminó.’

Hasta aquí he discutido tres restricciones de la construcción de pe con aplica-


tivo: i) sólo es posible cuando el poseído hace referencia a un término de parentesco;
ii) el poseedor tiene que ser un constituyente de una fn en función absolutiva
(sujeto de intransitivo u objeto de transitivo); y iii) la función semántica de la fn
sujeto que incluye al poseedor de verbos intransitivos tiene que ser un paciente
semántico, es decir, no se permite la construcción de pe cuando el poseedor es
parte de una fn sujeto de verbo inergativo. Existe una cuarta restricción. La cons-
trucción de pe con verbos intransitivos sólo es posible con aquellos que permiten
lecturas en las que el poseedor semántico en función de op se interpreta como
beneficiario y no como malefactivo. Compárese la estructura gramatical de pe en
27b, en la cual el poseedor semántico codificado como op se interpreta como
benefactivo,­con las estructuras agramaticales en 30b y 31b, en las que el poseedor
semántico, codificado como op, se interpreta como malefactivo debido a las carac-
terísticas semánticas de los verbos miki, “morir”, y wetsi, “caer”.

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122 Valentín Peralta Ramírez

(30) a. Ø-miki no-kone:-w


s3sg-morir pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Mi hijo se muere.’

b. * Ø-ne:ch-miki-li no-kone:-w
s3sg-op1sg-morir-apl.prf pos1sg-hijo-sg.psdo
Lectura buscada: ‘Se me murió mi hijo.’

(31) a. Ø-wetsi-k no-kone:-w


s3sg-caer-prf pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Mi hijo se cayó.’

b. * Ø-ne:ch-wechi-li no-kone:-w
s3sg-op1sg-caer-apl.prf pos1sg-hijo-sg.psdo
Lectura buscada: ‘Se me cayó mi hijo.’

Esta restricción no opera con verbos transitivos, ya que éstos permiten posee-
dores semánticos codificados como op con lectura de benefactivos, como en 28b,
o con lectura de malefactivos, como en 32b y 33b.

(32) a. ti-h-kwawi to-kone:-w


s2sg-op1pl-golpear.prf pos1pl-hijo-sg.psdo
‘Golpeaste a nuestro hijo.’

b. ti-te:ch-kwawi-li to-kone:-w
s2sg-op1pl-golpear-apl.prf pos1pl-hijo-sg.psdo
‘Nos golpeaste a nuestro hijo.’

(33) a. ti-h-mik-ti no-tla:ka-w


s2sg-op3sg-morir-caus.prf pos1sg-hombre-sg.psdo
‘Mataste a mi marido.’

b. ti-ne:ch-mik-ti-li no-tla:ka-w
s2sg-op1sg-morir-caus-apl.prf pos1sg-hombre-sg.psdo
‘Me mataste a mi marido.’

En resumen, la construcción de pe con aplicativo permite que el poseedor de


un argumento central pase a ocupar la posición de op de verbos transitivos y bi-

Libro4Final4OCT.indb 122 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 123

transitivos derivados por el aplicativo. Al igual que en tzotzil (Aissen, 1979) y


oluteco (Zavala Maldonado, 1999), en el náhuatl, el poseedor semántico en la
construcción de pe se codifica en dos lugares dentro de la cláusula, como consti-
tuyente inmediato del sustantivo poseído y como argumento central del predicado
de la cláusula.

4.4.2.1. La distinción semántica entre pi y pe

De forma similar a las construcciones de pe con incorporación, las construcciones


de pe con aplicativo difieren semánticamente de las construcciones de pi. Las
construcciones de pe siempre implican una lectura en la que el poseedor semántico­
se interpreta como un argumento que es afectado de forma benefactiva o malefac-
tiva por el evento que codifica el verbo con aplicativo. Esa lectura no está implicada­
en la construcción de pi. Los ejemplos siguientes muestran este contraste:

(34) a. ti-k-ihta-k no-kniw


s2sg-op3sg-ver-prf pos1sg-hermano
‘Viste a mi hermano.’

b. ti-ne:ch-ihti-li no-kniw
s2sg-op1sg-ver-apl.prf pos1sg-hermano
‘Me cuidaste a mi hermano.’ (Lectura benefactiva.)

(35) a. ti-k-no:tsa-s no-we:ltiw


s2sg-3op-sg-llamar-irr pos1sg-cuñada
‘Llamarás a mi cuñada.’

b. ti-ne:ch-no:chi-li:-s no-we:ltiw
s2sg-op1sg-llamar-apl-irr pos1sg-cuñada
‘Me invitarás a mi cuñada.’ (Lectura benefactiva.)

Las construcciones de pi no implican que el argumento afectado es el posee-


dor, mientras que en las construcciones de pe la lectura semántica que se obtiene
implica­que el poseedor es afectado directamente de forma positiva o negativa por
el evento.
­

Libro4Final4OCT.indb 123 07/10/13 12:58


124 Valentín Peralta Ramírez

4.4.3. Tercer tipo de construcción de pe: Incorporación más aplicativo

Además de los dos tipos anteriores, el náhuatl de Amanalco tiene otra construcción
de pe que combina la estrategia de incorporación más la estrategia de aplicativo.
El tipo de incorporación a la que se recurre en esta construcción es diferente de la
utilizada en la construcción de pe por incorporación vista en la sección sobre el
primer tipo, en la que solamente intervienen sustantivos poseídos que refieren a
partes del cuerpo. Ya vimos que el segundo tipo de construcción de pe en náhuatl
recurre a la incorporación nominal del Tipo II de Mithun (1984), en la cual el
sustantivo poseído que se incorpora deja vacante su función sintáctica para que sea
ocupada por el poseedor. El tercer tipo de construcción de pe recurre a la incorpo-
ración nominal del Tipo I de Mithun (incorporación por composición) que reduce­
la valencia del verbo (1984: 848-856). En la incorporación nominal del Tipo I
participan los sustantivos alienables, a diferencia de la del Tipo II en la que parti-
cipan solamente sustantivos inalienables que refieren a partes del cuerpo. En 36b
se ilustra el Tipo I de incorporación. Nótese que bajo este tipo de incorporación la
función sintáctica objeto queda cancelada, como lo muestra la estructura agrama-
tical de 36c.

(36) a. ni-k-chi:wa tlaxkal-i


s1sg-op3sg-hacer tortilla-abs
‘Hago tortillas.’

b. ni-tlaxkal-chi:wa
s1sg-tortilla-hacer
‘Hago tortillas.’ (Como parte de mis actividades.)

c. * ni-k-tlaxkal-chi:wa
s1sg-op3sg-tortilla-hacer
Lectura buscada: ‘Hago tortillas.’

La fn en función de objeto puede tener a un poseedor como su dependiente,


de tal manera que surge el problema de codificación del poseedor cuando el poseí-
do alienable se incorpora, pues, como ya vimos en 36c, la incorporación del Tipo
I no deja un espacio vacante para que éste sea ocupado por otro participante, como
sí ocurre con el Tipo II. Por esta razón, formas equiparables a las del Tipo II, en las
cuales el poseedor ocupa la posición de op, son agramaticales (37b).

Libro4Final4OCT.indb 124 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 125

(37) a. ni-k-namaka mo-tlaol


s1sg-op3sg-vender pos2.sg-maíz
‘Vendo tu maíz.’

b. * ni-mitz-tlaol-namaka
s1sg-op2sg-maíz-vender
Lectura buscada: ‘Te vendo tu maíz.’

En cambio, estructuras como las de 38 son gramaticales porque en éstas no hay


un argumento adicional (como el poseedor) que compita por la posición de objeto.

(38) ni-tlaol-namaka
s1sg-maíz-vender
‘Vendo maíz.’

En la tercera estrategia de pe, las bases n+v resultado del Tipo I de incorpora-
ción, como las de 38, requieren del aplicativo que abra la posición sintáctica de
objeto que pueda ser ocupada por el poseedor. Compárese la construcción agra-
matical de 37b con la gramatical en 39.

(39) ni-mitz-tlaol-namaki-lia
s1sg-op2sg-maíz-vender-apl
‘Te vendo el maíz.’ (Lectura benefactiva; lo hiciste por mí a otra gente.)

Otros pares que ilustran el contraste entre pi y pe por medio de la tercera es-
trategia se ilustran en 40 y 41.

(40) a. ni-h-ko:wa-s mo-tsotsoma


s1sg-op3sg-comprar-irr pos2sg-ropa
‘Compraré tu ropa.’

b. ni-mits-tsotsoma-ko:wi-li:-s
s1sg-op2sg-ropa-comprar-apl-irr
‘Te compraré la ropa.’ (Lectura benefactiva.)

(41) a. ti-k-namaka-k no-tlaxkal


s2sg-op3sg-vender-prf pos1sg-tortilla
‘Vendes mi tortilla.’

Libro4Final4OCT.indb 125 07/10/13 12:58


126 Valentín Peralta Ramírez

b. ti-ne:ch-tlaxkal-namak-li
s2sg-op1sg-tortilla-vender-apl.prf
‘Me vendiste las tortillas.’ (Lectura benefactiva; lo hiciste por mí a otra gente.)

La primera estrategia de pe (de incorporación) está restringida a sustantivos


poseídos de tipo inalienables que refieren a partes del cuerpo, la segunda estrategia
(de aplicativo) a sustantivos poseídos de tipo inalienables que refieren a términos
de parentesco, mientras que la tercera solamente toma a sustantivos poseídos alie-
nables. Compárense los ejemplos gramaticales en 40b y 41b, que incluyen sustan-
tivos incorporados alienables, con los ejemplos agramaticales de 42b y 43b, cuyos
sustantivos incorporados refieren a nombres poseídos pertenecientes a la clase de
los inalienables.

(42) a. ni-k-ihta mo-ma:n


s1sg-op3sg-ver pos2sg-mano
‘Veo tu mano.’

b.* ni-mits-ma:-ihti-lia
s1sg-op2sg-mano-ver-apl
Lectura buscada: ‘Te veo la mano.’

(43) a. ti-k-no:tsa no-kone:-w


s2sg-op3sg-llamar pos1sg-hijo-sg.psdo
‘Llamas a mi hijo.’

b.* ti-nech-kone:-no:chi-lia
s2sg-op1sg-hijo-llamar-apl
Lectura buscada: ‘Me llamas a mi hijo.’

En náhuatl, los sustantivos considerados como parte de la naturaleza, —por


ejemplo, mextli, “nube”; kiawitl, “lluvia”; yeyekatl, “aire”—, pertenecen a la clase
de los no poseíbles. En este mismo grupo aparecen también los animales no do-
mesticados, como masa:tl, “venado”; tochtli, “conejo”, to:totl, “pájaro”, así como
también las plantas y árboles y otros objetos, como tetl, “piedra”, xa:li, “arena”.
Todos estos términos no participan en la construcción de pe, como lo muestra el
ejemplo agramatical en 44b.

Libro4Final4OCT.indb 126 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 127

(44) a. ni-h-wi:ka te-tl


s1sg-op3sg-llevar piedra-abs
‘Llevo piedra.’

b.* ni-mits-te-wi:ki-lia
s1sg-op2sg-piedra-llevar-apl
Lectura buscada: ‘Te llevo la piedra.’

Hay una diferencia notable que separa la tercera estrategia de pe de las dos
primeras estrategias. Tanto la estrategia de incorporación (45), como la de aplica-
tivo (46), permiten que el núcleo predicativo de la construcción sea una raíz in-
transitiva.

(45) a. Ø-pipitska- mo-tlan-wa:n


s3pl-rechinar-pl pos2sg-diente-pl.psdo
‘Tus dientes rechinan.’

Estrategia i de pe con raíz intransitiva


b. ti-tlan-pipitska-k
s2sg-diente-rechinar-prf
‘Te rechinan los dientes.’

(46) a. Ø-pati:-s mo-kone:-w


s3sg-curar-irr pos2sg-hijo-sg.psdo
‘Tu hijo se curará.’

Estrategia ii de pe con raíz intransitiva


b. ni-mits-pati-li:-s mo-kone:-w
s1sg-op2sg-curar-apl-irr pos2sg-hijo-sg.psdo
‘Te curaré a tu hijo.’

Por su parte, la tercera estrategia con incorporación más aplicativo requiere de


raíces transitivas en la base verbal. El ejemplo 47b muestra que la construcción con
incorporación más aplicativo es imposible con raíces intransitivas.

(47) a. Ø-wetsi-k no-tsotsoma


s3sg-caer-prf pos1sg-ropa
‘Se cayó mi ropa.’

Libro4Final4OCT.indb 127 07/10/13 12:58


128 Valentín Peralta Ramírez

b.* ni-tsotsoma-wechi-li
s1sg-ropa-caer-apl.prf
Lectura buscada: ‘Se me cayó la ropa.’

La estructura agramatical en 47b demuestra que el morfema aplicativo sola-


mente se puede sufijar a bases que tienen uno o dos argumentos para crear verbos
monotransitivos o bitransitivos, respectivamente. La incorporación del Tipo I con
verbos intransitivos no puede aceptar el sufijo aplicativo, puesto que como resul-
tado de la incorporación n+v de verbos intransitivos, la valencia del verbo de un
solo argumento se satura por el elemento incorporado que funciona como sujeto,
como lo muestra el ejemplo 48. Por lo tanto, este tipo de verbos incorporados ya
no pueden recibir el sufijo -lia porque este sufijo requiere de verbos que puedan
atraer un nuevo argumento no central —como el poseedor, visto en los ejemplos
de 46— para ampliar dentro de su estructura argumental la función sintáctica de
objeto, tal como se ve en el ejemplo 47b.

(48) tsotsoma-wetsi-k
ropa-caer-prf
‘Cayó ropa.’
(Lit. ‘Ropa-cayó.’)

En resumen, la tercera estrategia de pe, en náhuatl presenta tres restricciones:


i) el sustantivo poseído debe de pertenecer a la clase de los alienables; ii) el poseedor
tiene que ser un constituyente de una fn en función de paciente; iii) el predicado
que interviene en esta estrategia debe de ser transitivo.

4.4.3.1. La distinción semántica entre pi y pe

La distinción semántica entre las construcciones de pi y las construcciones de pe


con incorporación más aplicativo es paralela a la que se obtiene de las otras dos
estrategias. La construcción de pe refiere a eventos que identifican al poseedor
semántico­como un participate afectado por la acción codificada por el verbo.
Esta lectura no se obtiene en la construcción de pi. La afectación del participante
puede ser benefactiva o malefactiva dependiendo de la semántica del verbo base,
como lo muestran los ejemplos 49b, 50b y 51b.

Libro4Final4OCT.indb 128 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 129

(49) a. ni-k-chi:wa mo-tlaxkal


s1sg-op3sg-hacer pos2sg-tortilla
‘Hago tus tortillas.’ (Una o varias veces.)

b. ni-mits-tlaxkal-chi:wi-lia
s1sg-op2sg-tortilla-hacer-apl
‘Te hago tus tortillas.’ (Para ayudarte o porque eres mi esposo.)

(50) a. ni-k-im-pia mo-chka-wa:n


s1sg-op3-pl-cuidar pos2sg-borrego-pl.psdo
‘Cuido a tus borregos.’

b. ni-mits-ichka-pia-li
s1sg-op2sg-borrego-cuidar-apl.prf
‘Te cuidé tus borregos.’ (Fui tu pastor por mucho tiempo.)

(51) a. ni-k-siotoma-s mo-tsotsoma


s1sg-op3sg-rasgar-irr pos2sg-ropa
‘Voy a romper/rasgar tu ropa.’ (Para hacer remiendos y reutilizarla)

b. ni-mits-tsotsoma-siotomi-li
s1sg-op2sg-ropa-rasgar-apl.prf
‘Te rompí tu ropa.’ (Rompí tu ropa porque estaba enojada y con eso me he
desquitado de lo que me has hecho.)

4.5. Conclusiones

A manera de resumen, en este trabajo he mostrado que el náhuatl de Amanalco


presenta tres tipos de construcciones de pe:

1. Con incorporación;
2. Con aplicativo;
3. Con incorporación más aplicativo.

Los tres tipos de construcciones de pe presentan restricciones en cuanto a su


formación, tanto en lo referente al sustantivo poseído, a las funciones sintácticas
que tienen acceso los poseedores dentro de la construcción, a los predicados que

Libro4Final4OCT.indb 129 07/10/13 12:58


130 Valentín Peralta Ramírez

entran en la construcción y a la lectura semántica que resulta con cada tipo de


construcción.
La marcación que toma lugar en la construcción posesiva del náhuatl de Ama-
nalco permite establecer la distinción entre sustantivos alienables e inalienables, y
dentro de los inalienables se puede reconocer formalmente una subclase de sustan-
tivos inherentes. A su vez, los sustantivos poseíbles (alienables e inalienables) con-
trastan con los no poseíbles. Por otro lado, las construcciones de pe trastocan esta
subclasificación morfológica presente en el interior de la fn. La subclasificación
que se obtiene a partir del comportamiento de los sustantivos posesivos dentro de
la construcción de pe sigue los mismos principios que rigen la clasificación de
sustantivos por posesión en el interior de la fn (relación establecida versus. inhe-
rente) pero la organización de las subclases es distinta, como se puede observar en
el cuadro 4.4.

Cuadro 4.4
Clasificación por posesión y la construcción de pe

Relación de Tipo de sustantivos posibles Ejemplos pe


posesión
No poseídos tetl, ‘piedra’
masa:tl, ‘venado’
Relación Alienables chichi, ‘perro’ pe Tipo 3:
establecida cha:ntli, ‘casa’ incorporación
más aplicativo
Inalienables No inherentes i-kni-w, ‘su hermano’ pe Tipo 2:
i-we:lti-w, ‘su cuñada’ aplicativo
i-ma:n, ‘su mano’ pe Tipo 1:
i-yol, ‘su semilla’ incorporación
Relación Inherentes i-yes-yo, ‘su sangre’
inherente
Fuente: Elaboración propia

Como se puede ver en el cuadro 4.4, la construcción de pe del Tipo 1 toma


sustantivos inalienables tanto de la subclase de los inherentes como de las partes
del cuerpo que son no inherentes. La construcción de pe del Tipo 2 toma única-
mente una subclase de los sustantivos inalienables, los que refieren términos de

Libro4Final4OCT.indb 130 07/10/13 12:58


Posesión externa en el náhuatl de Amanalco 131

parentesco. Finalmente, la construcción de pe del Tipo 3 toma a los sustantivos


alie­nables.
En lo que se refiere a las funciones sintácticas a las que tiene acceso el poseedor
en la construcción de pe, se presentan las siguientes restricciones: el poseedor, en
el Tipo 1, puede ser codificado como sujeto de verbos intransitivos, o bien, como
objeto primario de verbos transitivos; en el Tipo 2 y 3, el poseedor, dentro de la
construcción de pe, puede ser codificado únicamente como objeto primario de
verbos transitivos.
En términos sintácticos, en las construcciones de pe del primer tipo, el elemen-
to poseído es incorporado, mientras que en el segundo tipo, el elemento poseído
es degradado sintácticamente a un objeto secundario. Por otro lado, en el tercer
tipo, el elemento poseído es inerte en el compuesto (n+v), cuando éste es incorpo­
rado, ya que el elemento resultante del compuesto es un verbo intransitivo.
La construcción de pe de los Tipos 1 y 2 permite tener como núcleos predica-
tivos a raíces tanto intransitivas como transitivas, mientras que el Tipo 3 sólo
permite raíces transitivas.
Respecto a la distinción semántica entre las construcciones de pi y las construc­
ciones de pe, los tres tipos hacen una clara distinción en el grado de afectación del
participante que funciona como poseedor. La construcción de pe marca explícita-
mente que el poseedor es un participante altamente afectado por la acción que
expresa el verbo, mientras que esta implicación no se obtiene con la construcción
de pi.
El estudio de la pe en el náhuatl de Amanalco permite corroborar la pertinencia­
de la tipolología de incorporación nominal propuesta por Mithun (1984). Las
construcciones de pe del Tipo 1 corresponden al proceso de incoporación por
manipulación de caso (Tipo II), mientras que las construcciones de pe del Tipo 3
tienen como base la incorporación por composición (Tipo I), es decir, una incorpo­
ración para la formación de nuevo léxico (n+v), al cual se le sufija el aplicativo
para crear la posición de argumento central de objeto al poseedor semántico.
Al igual que las otras lenguas mesoamericanas en las que se ha estudiado la pe
por medio del uso de aplicativos, la construcción aplicativa del náhuatl requiere
que el participante poseedor se marque en dos lugares dentro de la cláusula, como
argumento central y externo a la frase posesiva, y como dependiente directo interno­
a la frase posesiva. De forma diferente al oluteco (Zavala Maldonado, 1999) y al
tzotzil (Aissen, 1979), el náhuatl usa la construcción aplicativa para codificar como
objeto primario el poseedor de sujeto de verbos intransitivos y el poseedor de objeto­

Libro4Final4OCT.indb 131 07/10/13 12:58


de verbos transitivos, mientras que las otras lenguas investigadas en Mesoamérica
no usan esta construcción con raíces intransitivas con poseedores de ­sujetos.
Desde el punto de vista contrastivo, no se había reportado para Mesoamérica
la construcción de pe del Tipo 3. Un estudio más detallado de esta construcción
en otras lenguas de Mesoamérica y áreas circunvecinas al norte y al sur nos va a
permitir saber si esta construcción es un desarrollo independiente de esta variante
del náhuatl o si es compartida por otras variantes o lenguas de esta familia y de
otras familias dentro y fuera del área.

Libro4Final4OCT.indb 132 07/10/13 12:58


5. La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque
dentro del contexto mesoaméricano1

Roberto Zavala Maldonado*

5.1. Introducción

El término “posesión externa” (pe) refiere a las construcciones en las que el poseedor
(psr) semántico de un sustantivo poseído (possessum) (psdo) se codifica afuera del
sintagma nominal con el cual guarda una relación de dependencia formal y semán-
tica. En las estructuras de posesión externa, el poseedor se expresa en forma de
argumento central de algunos de los tipos básicos de predicados de la lengua:
­intransitivos, transitivos, bitransitivos (Payne y Barshi, 1999: 3). La familia de
construcciones de posesión externa ha sido un área que ha despertado gran interés en
la investigación de corte teórico, tipológico y contrastivo en años recientes (Blake,
1984; König y Haspelmath, 1998; Haspelmath, 1999; Payne y Barshi (eds.) 1999,
inter alia). Para la evaluación de los parámetros estructurales y semánticos que
entran en juego en el análisis contrastivo, han sido fundamentales los estudios de­
ta­llados de casos en lenguas particulares, como los que se han hecho para varios
tipos estructurales de pe presentes en lenguas mesoamericanas (Aissen, 1979; 1987;
Capistrán-Garza, 2006; Constable, 1989; Levy, 2002; Marlett, 1986; Palancar,
2009; Polian, 2009; Zavala Maldonado, 1999; entre otros; véase también el capí-
tulo 4).
1 El presente estudio fue posible gracias al apoyo del Proyecto para la Documentación de Lenguas de
Mesoamérica financiado por la National Science Foundation, la Fundación Salis Mundi y el Instituto­
Nacional de Lenguas Indígenas. Agradezco profundamente a mis maestros zoques: José del Carmen
Juárez, de la cabecera de Tecpatán, Chiapas; Nicolás Velásco Díaz, de Jaconá, municipio de Pantepec;
Samuel Ávila y Domingo Gómez Domínguez, del municipio de Chapultenango; Pedro González y
Primitivo González, de Ejido Calido, municipio de Jitotol, y a todos mis colegas, maestros y estudiantes­
que me han ayudado a entender este fenómeno en las familias mixezoque, maya y otras lenguas de
Mesoamérica. Agradezco también a Judith Aissen y a los miembros del Seminario de Lenguas Indí-
genas de México: Alejandra Capistrán, Paulette Levy, Michael Knapp, Eladio Mateo, Enrique L.
Palancar, Valentín Peralta, Gilles Polian y Verónica Vázquez, quienes me han escuchado y llenado de
preguntas durante la presentación de los avances de esta investigación en distintos foros académicos.
Un agradecimiento a B’alam, Vero, El Polivoz y Enrique por sus comentarios detallados al ­manuscrito.
* ciesas-Sureste

133

Libro4Final4OCT.indb 133 07/10/13 12:58


134 Roberto Zavala Maldonado

En español y en muchas otras lenguas, la construcción de posesión externa


convive con una estructura en la que el poseedor se codifica como un dependiente­
del elemento poseído, es decir, coexiste con una estructura de posesión interna (pi),
como se ejemplifica en el par de 1. En 1a, el poseedor de primera persona, resalta-
do con subrayado, es parte del sintagma nominal en función de sujeto que tiene
como núcleo al poseído “manos”, mientras que en la estructura de pe ilustrada en
1b, el mismo poseedor, en forma de pronombre dativo, se expresa como un cons-
tituyente distinto al sujeto que aparece en su forma no poseída, “las manos”.

(1) a. Posesión interna (pi)


Mis manos tiemblan.

b. Posesión externa (pe) con poseedor como dativo


Me tiemblan las manos.

Cuando se contrasta la semántica de las construcciones de pi con las de pe,


queda claro que estas últimas codifican de manera especial la afectación del posee-
dor que es puesta en primer plano (Shibatani, 1994). Además, los estudios de
corte tipológico han demostrado que otro parámetro fundamental que favorece el
uso de estructuras de pe es la proximidad física entre el poseedor y el poseído, de
tal manera que, en varias lenguas del mundo, las construcciones de pe sólo son
posibles cuando el elemento poseído refiere a partes del cuerpo, partes de un todo
o a entidades que, desde el punto de vista gramatical, son tratadas como inaliena-
bles (Payne y Barshi, 1999; Velázquez-Castillo, 1996; Zavala Maldonado, 1999;
entre otros), siendo que las estructuras de pi no presentan estas restricciones.
La estructura ejemplificada en 1b, conocida como construcción de pe con
dativo, ilustra la construcción de pe más común en el área lingüística europea
(Haspelmath, 1999: 119) y que también se ha reportado, dentro del área de Me-
soamérica, en el otomí (Palancar, 2009). Aparte del tipo más común dentro del
área europea, existen otras tres estrategias de pe que son los tipos más comunes
fuera de esa área lingüística. Estos tres tipos son: i) pe en la que el poseedor se
codifica­como argumento central y el poseído como oblicuo, ilustrado en 2 con
un ejemplo de yoruba (familia niger-congo); ii) pe en la que el poseedor se codifica­
como argumento central y el poseído se incorpora al predicado, ilustrado en 3 con
un ejemplo de blackfoot (familia algonquina); iii) pe en la que el poseedor se “pro-
mueve” a la posición de argumento central mediante el uso de morfología aplicativa­
y el poseído pasa a tener un estatus secundario desde el punto de vista sintáctico,
ilustrado en 4a con un ejemplo de kalkatungu (familia australiana) y en 4b con un

Libro4Final4OCT.indb 134 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 135

ejemplo de okanagano (familia salishana). Nótese que en 4b, a diferencia de 4a, el


poseedor permanece como dependiente del sintagma poseído. En los siguientes
ejemplos, el poseedor en función de argumento central aparece subrayado, y el
poseído en cursivas.

(2) yoruba
ó jí mi l’ ówó gbé
él robar me en dinero llevar
‘Él me robó mi dinero.’ (lit. ‘Él me llevó en dinero.’) (Haspelmath, 1999: 119.)

(3) blackfoot
nít-ssik-o’kakín-aw óma nínaawa
1suj-romper-espalda-3o aquel hombre
‘Le rompí la espalda al hombre.’ (Mithun, 1984: 858.)

(4) a. kalkatungu
kalpin-tu lha-nytyama-mi-kin nyini thuku
hombre-erg golpear-apl-fut-inter tú:abs perro:abs
‘¿Golpeó el hombre a tu perro?’ (Haspelmath, 1999: 120.)

b. okanagano
k͟ w͟ u͟ ͟ am-ł-t-ís i-sqwsí
1sg.o alimentar-apl-transitivo-3s 1sg.psr-hijo
‘Él alimentó a mi hijo.’ (Kiyosawa y Gerdts, 2010: 164.)

Dentro del área lingüística de Mesoamérica, la segunda estrategia se ha repor-


tado en lenguas totonacanas, náhuatl y lenguas mixezoques, mientras que la tercera­
estrategia es la más común en lenguas de diversas familias del área: totonacana,
mixezoqueana, maya (de las ramas tseltalana y huastecana), p’orhépecha, yutoazteca­
(cora, huichol y náhuatl). Las diversas variedades de zoque chiapaneco presentan
las tres estrategias de pe comunes fuera del área europea. Estas estrategias serán
discutidas con datos de zoque de Tecpatán, Copainalá, Pantepec y Chapultenango.
La primera estrategia, con poseedor (psr) como argumento central y poseído
(psdo) como oblicuo, se ilustra en el ejemplo 5b.2 En 5a se muestra la estructura

2 Los ejemplos del zoque se presentan en cuatro líneas. La primera es una representación, aunque no
fonética, sí cercana a las emisiones del hablante aplicando las reglas morfofonémicas de la lengua. La
segunda línea representa las formas base o subyacentes de los morfemas. La tercera línea incluye las

Libro4Final4OCT.indb 135 07/10/13 12:58


136 Roberto Zavala Maldonado

de pi en la cual el sujeto del verbo intransitivo es un sintagma nominal poseído


cuyo poseedor se expresa en dos lugares dentro del sintagma: como pronombre
genitivo y como prefijo posesivo. En contraste, la construcción con pe, en 5b,
codifica al psr como sujeto, con las marcas propias de sujeto de verbo intransitivo
(prefijo absolutivo y enclítico absolutivo), y al psdo como un sintagma oblicuo,
marcado por la posposición =pit. Nótese que en 5b el verbo toma un prefijo apli-
cativo ko-, y también que el argumento oblicuo mantiene la marca de posesión, es
decir, el psr se registra en dos lugares en la cláusula: como argumento central del
verbo y como dependiente del sintagma oblicuo. La estrategia de pe ilustrada en
5b no tiene restricciones respecto al sustantivo que funciona como psdo, es decir,
el sustantivo poseído puede ser inalienable o alienable. Además, desde el punto de
vista semántico, la construcción de pe hace explícito que el psr es un participante
afectado, mientras que la construcción de pi no implica que el psr sea un partici-
pante afectado.

(5) zoque de Tecpatán


a. kau mis yÕmo
Ø-ka-u mis n-yomo
3abs-morir-com pro2gen 2psr-mujer
‘Se murió tu mujer.’

b. ngyokau mij yÕmopit


ny-ko-ka-u=mij n-yomo=pit
2abs-apl:mal-morir-com=pro2abs 2psr-mujer=con
‘Se te murió tu mujer.’ (Lit. ‘Te moriste con/por tu mujer.’)

La segunda estrategia, con sustantivo poseído incorporado, se ilustra en el ejem­


plo 6. En ésta, el psr se codifica como argumento central, mientras que el psdo
incorporado es inerte desde el punto de vista sintáctico. Este tipo de pe ha sido
discutido por Mithun (1984), dentro de su tipología de incorporación nominal,
como un caso en el que se recurre a la incorporación para manipular las relaciones

glosas de los morfemas, mientras que la cuarta es la traducción de los ejemplos. Los símbolos utilizados­
en la primera y segunda línea siguen las convenciones de ipa, a excepción de los siguientes casos: Las
vocales nasales en la primera línea se representan acompañadas de un acento circumflejo <~>, el glide
[j] se representa como <y>, la aspirada [h] como <j>, la africada alveolar [ts] se representa como <tz>,
la africada palatal sorda [t∫] como <ch>, la africada palatal sonora [d3] como <dzy> y la nasal velar []
como <nh>.

Libro4Final4OCT.indb 136 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 137

gramaticales por el hecho de que los argumentos de la oración se reacomodan,­de


tal manera que en la estructura con pe el dependiente (poseedor) pasa a ser un
argumento central, mientras que el núcleo del sintagma (el poseído) abandona su
estatus de argumento central y pasa a ser parte del verbo compuesto. En 6, el psr
semántico se expresa como sujeto absolutivo y el psdo forma parte de la base
verbal.­Este tipo de estructura de pe requiere una íntima proximidad física entre
las entidades que refieren al psdo y al psr, por lo que únicamente se permiten
elementos poseídos de la clase de los inalienables, como los sustantivos que refieren a
las partes del cuerpo y las subpartes de objetos, así como algunos términos de
parentesco,­tal como se ejemplifica en 6.

(6) zoque de Tecpatán


yÕmokokau mij
ny-yomo-ko-ka-u=mij
2abs-mujer-apl:mal-morir-com=pro2abs
‘Enviudaste.’ (Lit. ‘Tú mujer-moriste.’)

A la tercera estrategia, que recurre a un morfema aplicativo, se le conoce con


el término “ascensión del poseedor”, o “promoción del poseedor” heredado de la
teoría de la gramática relacional (Aissen, 1979; 1987; Bell, 1983; Haspelmath,
1999; entre otros). En esta estrategia, el psr en función de dependiente de un psdo
en función de objeto pasa a ser un objeto sintáctico del verbo con derivación apli-
cativa. En tsotsil, por ejemplo, el psr en la construcción de pi sólo se marca como
dependiente del psdo, como en 7a, mientras que en la construcción de pe que
toma derivación aplicativa, el psr se marca en dos lugares dentro de la cláusula: en
el verbo, como el argumento absolutivo en función de objeto primario, y como
dependiente del núcleo del sintagma nominal en función de objeto secundario,
como se ilustra en 7b.

(7) tsotsil
a. a-mil k-ol
2erg-matar 1psr-hijo
‘Mataste a mi hijo.’ (Aissen, 1987: 141.)

b. a-mil-b-on jutuk k-ol


2erg-matar-apl:r-1abs un 1psr-hijo
‘Mataste a alguno de mis hijos.’ (Aissen, 1987: 126.)

Libro4Final4OCT.indb 137 07/10/13 12:58


138 Roberto Zavala Maldonado

La tercera estrategia exhibe un grupo de propiedades muy semejantes en todas


las lenguas de Mesoamérica para las que se ha documentado este tipo de pe. Dentro­
de esta área lingüística, la estrategia es común con verbos monotransitivos que dan
como resultado verbos bitransitivos, y es menos común con verbos intransitivos
que dan como resultado verbos monotransitivos. En todas las lenguas mesoame-
ricanas que comparten la tercera estrategia, el aplicativo que aparece en la cons-
trucción de pe es el mismo que introduce al receptor o argumento r en construc-
ciones con dos objetos. En la construcción de pe en las lenguas de Mesoamérica,
el psr pasa a ser el objeto primario y el psdo ocupa la posición de objeto secunda-
rio de la cláusula (Dryer, 1986). Además, a excepción del p’orhépecha, en la gran
mayoría de estas lenguas de Mesoamérica sobre las que se ha discutido esta estruc-
tura, el poseedor semántico se registra en dos lugares de la cláusula: como objeto
primario y como dependiente del sintagma en función de objeto secundario.­El
zoque chiapaneco de Chapultenango es otro ejemplo que ilustra las propiedades
compartidas por todas las lenguas mesoamericanas reportadas hasta hoy que recu-
rren a la estrategia aplicativa con promoción de psr a objeto primario. El ejemplo
8a es una construcción de pi en la que el psr se registra como dependiente del
núcleo poseído que funciona como único objeto de la cláusula monotransitiva. En
contraste, en 8b se ilustra la construcción de pe con el sufijo aplicativo -jay, donde
el psr funciona como objeto primario, registrado en el verbo por el proclítico
absolutivo­de segunda persona ny-. Nótese además, en 8b, que el psr no sólo se
marca en el verbo como objeto primario, sino que aparece también marcado dentro­
del sintagma nominal que funciona como objeto secundario por medio del
posesivo­ n=, la marca de plural -ta/m y el pronombre genitivo min, todos marca-
dores con referencia a segunda persona.

(8) zoque de Chapultenango


a. iis cheu te min ndukuram
i=is i=tze-u te min n=tuku=tam
quién=erg 3erg=lavar-com det pro2gen 2psr=ropa=pl
‘¿Quién lavó su ropa de ustedes?’

iis ndzyejayu te min ndukuram


b.
i=is ny=tze-jay-u te min n=tuku=tam
quién=erg 2abs=lavar-apl:r-com det pro2gen 2psr=ropa=pl
‘¿Quién les lavó su ropa de ustedes?’

Libro4Final4OCT.indb 138 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 139

A diferencia de la construcción de pe ilustrada en 8b con datos de Chapulte-


nango, en algunas variantes centrales y nororientales del zoque chiapaneco, como
las de Tecpatán, Copainalá y Pantepec, se presentan rasgos morfosintácticos que
no se han reportado en ninguna otra lengua mesoamericana que recurre a la cons-
trucción de pe con aplicativo para codificar mayor afectación del poseedor. En
estas variantes centrales, los verbos monotransitivos toman el aplicativo que intro-
duce al argumento r, -jay, en contextos donde el poseedor del tema es un argu-
mento extratemático dentro de la construcción, es decir, es un participante que no
forma parte de la valencia de la raíz verbal. Sin embargo, a diferencia de lo que
sucede con las variantes del zoque norteño y con las demás lenguas mesoamerica-
nas que presentan la construcción de pe con aplicativo, en el zoque central y al­
gunas­variantes del zoque nororiental, el psr no “asciende” a la posición de objeto­
primario de la cláusula, sino que permanece marcado únicamente como depen-
diente en el interior del sintagma nominal poseído. Estas peculiaridades se ilustran
con ejemplos del zoque de Tecpatán. En 9a se ejemplifica la construcción de pi sin
aplicativo, en la cual el psr se marca en el sintagma en función de objeto, tanto con
el proclítico posesivo como con el pronombre genitivo. El ejemplo 9b ilustra la
construcción aplicativa en la cual no se registra la “ascensión” del psr a objeto
primario, es decir, el psr queda registrado únicamente en su posición original
dentro del sintagma nominal posesivo. Finalmente, el ejemplo agramatical en 9c deja
claro que el psr del tema no puede tomar la posición de objeto primario en estas
variedades del zoque a pesar de que el verbo toma una marca de aplicativo. Compá­
re­se­la forma gramatical con ascensión que se ilustró en el ejemplo 8b de Chapulte-
nango, en la cual el poseedor semántico se marca como objeto primario en el verbo
con el prefijo absolutivo de segunda persona, en contraste con la forma agramatical
de Tecpatán que se ilustra en 9c, en el que el poseedor semántico se marca como
objeto primario en el verbo con el enclítico absolutivo de segunda persona.

(9) zoque de Tecpatán


a. ngokenyajus mis ũne
n-ko.ken-yaj-u=s mis n-une
1erg-cuidar-pl-com=pro1erg pro2gen 2psr-hijo
‘Cuidé a tus hijos.’

b. ngokenjayajus mis ũne


n-ko.ken-jay-yaj-u=s mis n-une
1erg-cuidar-apl:r-pl-com=pro1erg pro2gen 2psr-hijo
‘Te cuidé a tus hijos.’

Libro4Final4OCT.indb 139 07/10/13 12:58


140 Roberto Zavala Maldonado

c. * ngokenjayajusmij mis ũne


n-ko.ken-jay-yaj-u=s=mij mis n-une
1erg-cuidar-apl:r-pl-com=pro1erg=pro2abs pro2gen 2psr-hijo
Lectura buscada: ‘Te cuidé a tus hijos.’

La construcción en 9b ofrece varios desafíos, tanto descriptivos como teóricos,


que requieren explicación. En primer lugar, se requiere de un cuerpo de datos
exhaustivos y confiables que den cuenta de la distribución geográfica de este patrón
de pe “sin ascensión” en las diversas variedades de zoque. En segundo lugar, se re-
quiere comparar esos datos con estructuras de pe en otras formas zoqueanas dentro
y fuera de Chiapas para indagar si la construcción es un desarrollo independiente
e innovador, o una estructura conservadora heredada de la protolengua de la rama
zo­queana o incluso del protomixezoqueano. En tercer lugar, es necesario hacer
explícitas las similitudes y diferencias que tiene esta construcción de pe presente en
zoque central y nororiental en relación con otras lenguas mesoamericanas con el
fin de ofrecer una caracterización de sus propiedades formales. Finalmente, se
requiere­evaluar con evidencias estructurales la viabilidad de las diversas hipótesis
que puedan explicar el estatus morfosintáctico que tiene el poseedor en la estructura­
de pe sin ascensión.
Este capítulo está organizado de la siguiente manera. Comienzo presentando
las características básicas del zoque central que son necesarias para entender la
construcción de pe con aplicativo. A continuación, discuto el conjunto de funciones­
semánticas entre las que se distribuye el grupo de construcciones que presentan el
aplicativo -jay, y entre las cuales está la construcción de pe, luego, presento los
rasgos básicos y la distribución de la construcción aplicativa en lenguas de Meso-
américa, en general, y lenguas mixezoqueanas, en particular. En la sección titulada
“El estatus de los objetos en la construcción de pe”, hago una evaluación de tres
análisis distintos que explicarían el estatus sintáctico de los dos objetos en la cons-
trucción bitransitiva de pe del zoque central y nororiental. Finalmente, en la sec-
ción ultima, ofrezco un resumen y conclusiones.

5.2. Características básicas del zoque

El zoque es una lengua de la familia mixezoqueana que presenta dos ramas: la


mixeana y la zoqueana. Las lenguas mixeanas son: el oluteco, el sayulteco, las dis-
tintas lenguas mixeanas de oaxaca y el extinto tapachulteco. Por otro lado, las
lenguas zoqueanas se dividen en dos grupos: zoqueano del Golfo y zoqueano
propiamente. Las lenguas zoqueanas del Golfo son: el soteapaneco (también

Libro4Final4OCT.indb 140 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 141

llamado­popoluca de la Sierra), el texistepequeño y el ayapaneco. Las lenguas


zoqueanas­propiamente son: el zoque de San Miguel Chimalapa, el zoque de Santa­
María Chimalapa, el zoque chiapaneco y el jitotolteco.3 El zoque chiapaneco pre-
senta cuatro áreas dialectales: sureño (Tuxtla Gutiérrez, Berriozabal, San Fernando,
Ocozocuautla), norteño (Francisco León, Ostuacán), central (Copainalá, Tecpatán­,
Coapilla), nororiental (Chapultenango, Pantepec, Rayón, Ocotepec, Tapilula,­Ta-
palapa, Amatán, Tapijulapa, Oxolotán).
En esta sección ilustro las características gramaticales básicas del zoque chiapa­
neco tomando como referencia el zoque de Tecpatán, el cual es una variedad del
zoque central muy semejante al zoque de Copainalá y algo más divergente del zoque
de Pantepec que forma parte de las variedades del zoque nororientales.
El zoque de Tecpatán es una lengua de orden flexible, de argumentos con pre­
ferencia por las estructuras vo, aunque la lengua comparte los rasgos característicos
de las lenguas ov, al igual que todos las lenguas mixezoqueanas: la lengua cuenta
con posposiciones, presenta un orden en el que el sintagma nominal en referencia
al poseedor precede al sintagma nominal que refiere al poseído, cuenta con estruc-
turas en las que el auxiliar se sufija al verbo principal y formas incorporadas en las
que el sustantivo precede al verbo. Al igual que otras lenguas mixezoqueanas, el
zoque es una lengua polisintética con complejos verbales que aglutinan morfemas
que expresan varias categorías gramaticales y semánticas (persona, número,­cam-
bios de valencia, polaridad, modo, aspecto, argumentos incorporados,­adverbios
incorporados, auxiliares flexivos, entre otros). El zoque de Tecpatán es una lengua
de marcación doble, es decir, marca los argumentos centrales en el núcleo y marca
caso en los argumentos externos (Nichols, 1986). Tal como lo veremos en la sec-
ción sobre el patrón de alineamiento de los argumentos centrales, la lengua pre-
senta asimismo un alineamiento ergativo que distingue el argumento a de s y o,
con marcación jerárquica.

5.2.1. Los posesivos y el sintagma posesivo

El zoque no presenta una distinción explícita entre los sustantivos alienables versus.
inalienables, ya que todos los sustantivos pueden ser marcados por los mismos
morfemas posesivos y todos los sustantivos aparecen en su forma no marcada
3 El jitotolteco es una lengua de la rama zoqueana que recientemente he identificado como
una lengua distinta respecto a las variantes de zoque que forman el continuo dialectal que
em­pieza en el sur, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y llega hasta el norte, a Teapa y Tapijulapan,
en el estado de Tabasco.

Libro4Final4OCT.indb 141 07/10/13 12:58


142 Roberto Zavala Maldonado

cuando no presentan morfología posesiva. El paradigma completo de posesivos en


coocurrencia con el sustantivo k, “mano”, aparece en 10. En este paradigma se
distinguen tres formas singulares y cuatro plurales. En las formas de primera per-
sona plural hay una oposición entre inclusivo y exclusivo. Nótese que el sustantivo
en función de núcleo del sintagma posesivo aparece marcado por medio de un
prefijo posesivo. Además, en el caso de la segunda y tercera persona plural, los
sustantivos toman el clítico plural =ta. Obsérvese que solamente hay dos formas
distintas de prefijos posesivos, una para participantes del acto de habla (n-) y otra
para terceras personas (y-). Nótese que la relación de poseedor se marca en dos
lugares en el sintagma: a) con los morfemas posesivos ligados al sustantivo en función
de núcleo y b) con pronombres con caso genitivo en posición previa al núcleo, es
decir, la lengua presenta un patrón de marcación doble, tanto en el núcleo como en
el dependiente.

(10) Paradigma de posesivos del zoque de Tecpatán


1ª sg s n-k ‘mi mano’
2ª sg mis n-k ‘tu mano’
3ª sg ws y-k ‘su mano’
1ª pl.incl t n-k ‘nuestra (inclusivo) mano’
1ª pl.excl ts n-k ‘nuestra (exclusivo) mano’
2ª pl mis n-k=ta ‘su mano de ustedes’
3ª pl ws y-k=ta ‘su mano de ellos’

Cuando la referencia del poseedor es tercera persona, el dependiente puede ser


un pronombre o un sintagma con marca de caso genitivo, como en 11. Nótese que
se mantiene el orden en el cual el psr precede al psdo lo que es esperado en las
lenguas ov.

(11) te komista nyoaj


tec te komi=s=ta y-noaj
det santo=gen=pl 3psr-vela
‘La vela de los santos.’

En zoque, las marcas de caso genitivo y los prefijos posesivos son idénticos a
las marcas ergativas que ocurren con verbos transitivos, como se verá en el siguiente­
apartado.

Libro4Final4OCT.indb 142 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 143

5.2.2. El patrón de alineamiento de los argumentos centrales

Al igual que el resto de las lenguas mixezoqueanas, el zoque de Tecpatán tiene un


patrón de alineamiento ergativo que se manifiesta en tres lugares en la cláusula: a)
en la marcación de persona prefijada al verbo, b) en el paradigma de clíticos pro-
nominales para participantes del acto de habla, y c) en la marca de caso cliticizada
al sintagma nominal en función de a. El argumento a de oraciones transitivas se
expresan por marcadores distintos a los que expresan tanto el argumento s de
oraciones intransitivas como el argumento o de oraciones transitivas. Además, el
paradigma de marcadores que expresan el argumento a también funciona como
poseedor de sustantivos (marcado como g, “genitivo”, en el cuadro 5.1). Esto se
resume en el cuadro 5.1.

CUADRO 5.1
Alineamiento ergativo del zoque

erg abs
a s
g o
Fuente: Elaboración propia.

El patrón ergativo se muestra en el siguiente juego de ejemplos, en los cuales


la segunda persona cumple las tres funciones básicas presentes en oraciones tran-
sitivas e intransitivas: a en 12, s en 13a, y o en 13b. Nótese que tanto el prefijo de
persona como el pronombre cliticizado al verbo para marcar la segunda persona
ergativa, que aparece en 12, son distintos a las marcas de segunda persona absolutiva­
de los ejemplos 13a y 13b. Además, el ejemplo 12 ilustra la ausencia de caso
explícito­en el sintagma nominal de tercera persona en función de o, mientras que
el mismo sintagma en función de a, en 13b, recibe la marca de caso ergativo de
forma explícita. Por lo tanto, el zoque comparte con muchas otras lenguas ergativas­
el patrón en el cual el caso marcado es el ergativo y el no marcado es el absolutivo.

(12) mbatumis ngwan


tec n-pat-u=mis n-kwan
2erg-encontrar-com=pro2erg clf-Juan
‘Encontraste a Juan.’

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144 Roberto Zavala Maldonado

(13) a. mbyujtumij
tec ny-put-u=mij
2abs-salir-com=pro2abs
‘Saliste.’

b. ngwanis mbyatumij
n-kwan=is ny-pat-u=mij
clf-Juan=erg 2abs-encontrar-com=pro2abs
‘Juan te encontró.’

Además del alineamiento ergativo, el zoque es una lengua jerárquica en la


marcación de los prefijos de persona que se ligan al verbo (Zavala Maldonado,
2007a). Los verbos transitivos del zoque solamente reciben un solo prefijo de
persona, ya sea éste ergativo, como en 12, o absolutivo, como en 13b. La selección del
prefijo va a depender del estatus que tenga el argumento dentro de la jerarquía
de persona que opera en esta lengua, en la que los participantes del acto de habla
(primera y segunda persona) son más altos que la tercera persona. Por ejemplo, en
la oración ejemplificada en 12, el argumento marcado en el verbo es el a porque la
segunda persona es más alta en la jerarquía que la tercera persona en función de o.
Por el mismo principio, en 13b se marca el o (segunda persona) y no el a (tercera
persona), porque la segunda persona es el argumento más alto respecto a la ter-
cera persona dentro de la jerarquía que opera en la lengua. El paradigma que
muestra la marcación de persona singular aparece en el cuadro 5.2.
Dentro del paradigma del cuadro 5.2 solamente se presentan los morfemas
obligatorios. Nótese que los pronombres de tercera persona, tanto ergativos como
absolutivos, no se incluyen dentro del paradigma, porque se manifiestan de forma
no obligatoria, por tratarse de una lengua de marcación en el núcleo. Obsérvese
también que la parte inferior derecha del cuadro 5.2 aparece vacía porque el objeto­
de tercera persona no se manifiesta en ninguna combinación de persona en la
lengua, por ser la tercera persona el argumento más bajo en la jerarquía de persona.
Las dos áreas sombreadas en el cuadro 5.2 refieren a combinaciones en las que
tanto a como o son participantes del acto de habla. A estas combinaciones se les
conoce como “locales”, y en el zoque requieren la presencia de un prefijo de per-
sona en referencia al agente y los dos enclíticos pronominales con marca de caso.

Libro4Final4OCT.indb 144 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 145

CUADRO 5.2
Pronominales singulares en zoque de Tecpatán
A S O
1SG n-V=s (1:3) Ø-V=j Ø-V=j (3:1)
1erg-V=pro1erg 1abs-V=pro1abs 1abs-V=pro1abs

n-V=s=mij (1:2)
1erg-V=pro1erg=pro2abs

2SG n-V=mis (2:3) ny-V=mij ny-V=mij (3:2)


2erg-V=pro2erg 2abs-V=pro2abs 2abs-V=pro2abs

n-V=mis=j (2:1)
2erg-V=pro2erg=pro1abs

3SG y-V (3:3) Ø-V *


3erg-V 3abs-V

Fuente : Elaboración propia.

En los ejemplos 12 y 13 se ilustró la marcación doble (en el verbo y en el sin-


tagma nominal) de argumentos ergativos y absolutivos con referencia a una segun-
da persona; este patrón es el mismo que se presenta con todos los participantes­del
acto de habla (marcación con prefijo de persona en el verbo y clítico pronominal).
El mismo tipo de marcación doble se manifiesta cuando ambos argumentos de la
cláusula transitiva (a y o) son terceras personas, como se ilustra en 14, donde el sin-
tagma nominal en función de a toma un clítico de caso ergativo además de que el
verbo toma el prefijo de persona ergativo.

(14) mãnyuis kyutu te kyutkuy


tec n-manyu=is y-kut-u te y-kutkuy
clf-Manuel=erg 3erg-comer-com det 3psr-comida
‘Manuel comió su comida.’

2.3. El patrón de alineamiento de objetos en oraciones bitransitivas

El zoque presenta un único verbo bitransitivo, el verbo tzi, “dar”. Este verbo no
requiere derivación aplicativa para codificar tanto al argumento tema (t) como al
argumento receptor (r) como objetos sintácticos que son parte de la estructura

Libro4Final4OCT.indb 145 07/10/13 12:58


146 Roberto Zavala Maldonado

argumental del predicado. En 15a, el sintagma nominal tum kayu, “un caballo”
refiere al t, mientras que las marcas absolutivas de segunda persona, tanto el pre-
fijo de persona como el enclítico pronominal, expresan el r. El ejemplo en que 15b
muestra que el argumento r con referencia a tercera persona, a diferencia de lo que
ocurre con los r que refieren a los participantes del acto de habla, no dispara mar-
cas de persona o clíticos absolutivos en el verbo.

(15) a. ngwanis ndzyiumij tum kayu


tec n-kwan=is ny-tzi-u=mij tum kayu
clf-Juan=erg 2abs-dar-com=pro2abs un caballo
‘Juan te dio un caballo.’

b. ngwanis chiu tum kayu te yomo


n-kwan=is y-tzi-u tum kayu te yomo
clf-Juan=erg 3erg-dar-com un caballo det mujer
‘Juan le dio un caballo a la mujer.’

El tipo de marcación en los prefijos de persona y en los enclíticos pronominales­


en el verbo en 15a muestra que el zoque es una lengua con alineamiento secundativo­
(Malchukov et al., 2007) para los objetos, porque la marcación del paciente en las
oraciones monotransitivas, como en 13b, registra el mismo patrón de marcación
que el argumento r de las oraciones bitransitivas, como en 15a, mientras que el
argumento t de los bitransitivos recibe un tratamiento distinto que se hace evidente­
en las pruebas de comportamiento. Existen dos evidencias que demuestran que el
zoque es una lengua en la que el t funciona como objeto secundario y el r como
objeto primario (Dryer, 1986). En primer lugar, es el r, y no el t, el argumento
que funciona como blanco anafórico de la construcción recíproca, como en 16.

(16) mijta nandzyitamatju kayu


tec mij-ta nay-ny-tzi-tam-atj-u kayu
pro2abs-pl rr-2abs-dar-2pl-pas-com caballo
‘Se dieron caballos entre ustedes.’

En segundo lugar, es el r, y no el t, el argumento que funciona como sujeto


de la construcción pasiva, como en 17.

Libro4Final4OCT.indb 146 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 147

(17) ndzyitjumij tum kayu


tec ny-tzi-tj-u=mij tum kayu
2abs-dar-pas-com=pro2abs un caballo
‘Se te dio un caballo.’ (Lit. ‘Fuiste dado un caballo.’)

Teniendo como fondo esta información preliminar, se describirán las caracte-


rísticas de las construcciones de doble objeto con aplicativo en el zoque, dentro de
las cuales se encuentra una de las estrategias para expresar la pe.

5.3. Las construcciones con aplicativo del tipo R

El zoque de Tecpatán recurre al sufijo aplicativo -jay para integrar, dentro de la


estructura argumental del verbo derivado, un argumento extratemático que pasa
a ser objeto oracional. El morfema aplicativo deriva verbos monotransitivos a partir
de verbos intransitivos y verbos bitransitivos a partir de verbos monotransitivos.
El verbo intransitivo sin aplicativo en 18a tiene como su único argumento a un s
marcado como absolutivo, mientras que el verbo con aplicativo en 18b tiene dos
argumentos centrales: un a (que es semánticamente un tema) marcado con caso
ergativo y un o (que es un argumento afectado o malefactivo) marcado en el verbo
con prefijo de persona absolutivo. Por lo tanto, en 18b, el aplicativo -jay hace
posible que el argumento extratemático malefactivo funcione como objeto de la
oración.

(18) a. kau tum wakas


tec Ø-ka-u tum wakas
3abs-morir-com un vaca
‘Se murió una vaca.’

b. ngykajayumij tum wakasis


ny-ka-jay-u=mij tum wakas=is
2abs-morir-apl:r-com=pro2abs un vaca=erg
‘Se te murió una vaca.’ (Lit. ‘Una vaca te murió.’)

El verbo monotransitivo sin aplicativo en 19a selecciona dos argumentos, un a


y un o. El argumento a es el sintagma nominal nkwan, “Juan”, marcado con caso
ergativo, que aparece, además, en correferencia con el prefijo de persona ergativo­y-
marcado en el verbo. En el mismo ejemplo, en 19a, el sintagma nominal­te nas, “la

Libro4Final4OCT.indb 147 07/10/13 12:58


148 Roberto Zavala Maldonado

tierra”, ocupa la posición de o. Cuando el o del verbo monotransitivo refiere a un


participante del acto de habla, el verbo aparece marcado de manera explícita por un
prefijo de persona absolutivo y un enclítico pronominal absolutivo,­como en 19b.

(19) a. ngwanis kyoyoju te nas


tec n-kwan=is y-ko.yoj-u te nas
clf-Juan=erg 3erg-pagar-com det tierra
‘Juan pagó la tierra.’

b. ngwanis ngyokenumij
n-kwan=is ny-ko.ken-u=mij
clf-Juan=erg 2abs-cuidar-com=pro2abs
‘Juan te cuidó.’

A diferencia del verbo bitransitivo tzi, “dar”, ilustrado en el par de ejemplos


en 15, las raíces verbales monotransitivas, como las de 19a y 19b, requieren deri-
vación aplicativa para introducir el argumento r, que refiere a las funciones temá-
ticas de receptor, destinatario, benefactivo, malefactivo, locativo, como segundo
objeto de la cláusula, dando como resultado bases verbales bitransitivas. En las
oraciones bitransitivas con aplicativo, como la ilustrada en 20, el argumento r
funciona como objeto primario de la oración y el t tiene el estatus de objeto
secundario,­por lo que se mantiene un alineamiento secundativo, igual que el que se
registra con el verbo tzi, ‘dar’, (15a y 15b). El r, y no el t, es el argumento que
se registra con el prefijo de persona absolutivo en el verbo y con los enclíticos pro-
nominales absolutivos.

(20) ngwanis ngyoyojayumij te nas


tec n-kwan=is ny-ko.yoj-jay-u=mij te nas
clf-Juan=erg 2abs-pagar-apl:r-com=pro2abs det tierra
‘Juan te pagó la tierra.’

El argumento r en 20 es un receptor; el de 21a, una locación; el de 21b, un


destinatario; el de 21c, un benefactivo, y el de 21d, un malefactivo.

(21) a. ngotjayus mij jam


tec n-kot-jay-u=s=mij jam
1erg-poner-apl:r-com=pro1erg=pro2abs cal
‘Te eché cal.’

Libro4Final4OCT.indb 148 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 149

b. nnminjayus te kutkuy te yomo


n-n-min-jay-u=s te kutkuy te yomo
1erg-asoc-venir-apl:r-com=pro1erg det comida det mujer
‘Le traje la comida a la mujer.’

c. ngwanis juyjayuj tum tk


n-kwan=is Ø-juy-jay-u=j tum tk
clf-Juan=erg 1abs-comprar-apl:r-com=pro1abs un casa
‘Juan me compró una casa.’

d. mãnyuis nyũmajayumij metza kaxi


n-manyu=is ny-num-jay-u=mij metza kaxi
clf-Manuel=erg 2abs-robar-apl:r-com=pro2abs dos gallina
‘Manuel te robó dos gallinas.’

El comportamiento asimétrico del argumento r respecto al t en las construc-


ciones recíproca y pasiva es evidencia adicional que demuestra que el argumento
aplicado funciona como objeto primario de la oración bitransitiva. En la
construcción­recíproca, solamente el argumento r, y no el t, puede ser correcipro-
cante marcado como sujeto absolutivo, como se ilustra en 22.

(22) mijta nankyotjatyamatju jam


tec mij-ta nay-ny-kot-jay-tam-atj-u jam
pro2abs-pl rec-2abs-poner-apl:r-2pl-pas-com cal
‘Se echaron cal entre ustedes.’

Por otro lado, en la construcción pasiva, solamente el argumento r (23a) puede


funcionar como sujeto absolutivo. El ejemplo 23b prueba que el t no puede acceder
a la posición de sujeto de pasiva marcado en el verbo con el prefijo absolutivo.

(23) a. nyũmayatjumij metza kaxi


tec ny-num-jay-atj-u=mij metza kaxi
2abs-robar-apl:r-pas-com=pro2abs dos gallina
‘Te fueron robadas dos gallinas.’ (Lit. ‘Fuiste robado dos gallinas.’)

b. * numayatjumij metza kaxi


Ø-num-jay-atj-u=mij metza kaxi
3abs-robar-apl:r-pas-com=pro2abs dos gallina
Lectura buscada: ‘Te fueron robadas dos gallinas.’

Libro4Final4OCT.indb 149 07/10/13 12:58


150 Roberto Zavala Maldonado

En resumen, las construcciones bitransitivas con aplicativo tienen un compor-


tamiento muy similar al que se registra con el único verbo bitransitivo no derivado
del zoque, el verbo tzi, “dar”. Ambas construcciones presentan un alineamiento
secundativo en el cual el argumento r funciona como objeto primario y el t fun-
ciona como objeto secundario. El sufijo aplicativo -jay que introduce receptores,
destinatarios, benefactivos, malefactivos y locativos como objeto primarios,
también­es parte de la morfología verbal en construcciones donde el t tiene como
dependiente a un poseedor. Las variantes del zoque chiapaneco presentan dos tipos
de construcciones en las que el aplicativo introduce a un argumento extratemático
que refiere al poseedor del t. En el primer tipo, presente en algunas variantes
norteñas­y del nororiente, se ilustra con ejemplos del zoque de Chapultenango, en
los que el poseedor del t pasa a ser objeto primario (op) de la oración, ya que se
codifica en la morfología verbal dentro de la construcción activa con marca de
persona absolutiva (24a). Además, el poseedor es el único objeto que puede ser
sujeto de la pasiva (24b) y el único objeto que funciona como correciprocante,
marcado­como sujeto absolutivo en construcciones recíprocas (24c).

(24) zoque de Chapultenango


a. iis ndzyejayu te min ndukuram
i=is ny-tze-jay-u te min n-tuku=tam
quién=erg 2abs-lavar-apl:r-com det pro2gen 2psr-ropa=pl
‘¿Quién les lavó su ropa de ustedes?’

b. ndzyejaryju te min ndukuram


ny-tze-jay-tj-u te min n-tuku=tam
2abs-lavar-apl:r-pas-com det pro2gen 2psr-ropa=pl
‘Se te lavó tu ropa.’ (Lit. ‘Fuiste lavada tu ropa.’)

c. nayndzyejaryamdju te min ndukuram


nay-ny-tze-jay-tam-tj-u te min n-tuku=tam
rr-2abs-lavar-apl:r-2pl-pas-com det pro2gen 2psr-ropa=pl
‘Ustedes se lavaron su ropa los unos a los otros.’

En el segundo tipo, con una distribución más limitada en algunas variantes


centrales y otras nororientales, se ilustra con ejemplos del zoque de Pantepec. En
este tipo, en el cual el verbo también toma sufijo aplicativo, el poseedor del t queda­
registrado únicamente como dependiente del sintagma nominal poseído en fun-
ción de objeto. Las evidencias que demuestran que en esta estructura no toma

Libro4Final4OCT.indb 150 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 151

lugar un proceso de “ascensión” del poseedor son tres. En primer lugar, el verbo
carece de marcación de persona absolutiva en correferencia con el poseedor del t,
como en 25a, donde el poseedor es segunda persona y el verbo no registra marca
de absolutivo de segunda persona. En segundo lugar, el poseedor semántico no se
registra como sujeto de la pasiva, como se ilustra en 25b, donde el sujeto de la
pasiva tiene como referencia una tercera persona mientras que el poseedor del t
tiene como referencia una segunda persona. En tercer lugar, el poseedor del t no
puede funcionar como sujeto de la construcción recíproca, como se ilustra en 25c,
donde el sintagma nominal poseído de tercera persona en función de t es el argu-
mento correferencial con la marca de sujeto absolutivo en la construcción aplicativa­
(y no el poseedor que refiere a segunda persona).

(25) zoque de Pantepec


a. iyis pyatayu mijt ndumin
iy=is y-pat-jay-u mijt n-tumin
quién=erg 3erg-encontrar-apl:r-com pro2gen 2psr-dinero
‘¿Quién encontró tu dinero?’

b. patatyju mijt ndumin


Ø-pat-jay-tj-u mijt n-tumin
3abs-encontrar-apl:r-pas-com pro2gen 2psr-dinero
‘¿Se encontró tu dinero?’

c. mijtam napyatatyandju mijt nmandzyitam


mij-tam nay=Ø-pat-jay-tam-tj-u
pro2abs-2pl rr=3abs-encontrar-apl:r-2pl-pas-com
mijt n-manchit-tam
pro2gen 2psr-machete-2pl
‘Ustedes se encontraron con sus machetes.’

Todas las variantes de las distintas áreas dialectales zoques admiten la presencia
del aplicativo -jay cuando el poseedor del t no es correferencial con el a, como en
los ejemplos 26a y 26b del zoque de Tecpatán, y no permiten la construcción con
aplicativo cuando a y el poseedor del t son correferenciales, como en los ejemplos
27a y 27b.

Libro4Final4OCT.indb 151 07/10/13 12:58


152 Roberto Zavala Maldonado

(26) a. ngwanis yamjayu te s ngokyj


tec n-kwan=is y-yam-jay-u te s n-kokyj
clf-Juan=erg 3erg-usar-apl:r-com det pro1gen 1psr-sombrero
‘Juan se puso mi sombrero.’

b. mbatjayus te pnista tyk


n-pat-jay-u=s te pn=is=ta y-tk
1erg-encontrar-apl:r-com=pro1abs det hombre=gen=pl 3psr-casa
‘Encontré la casa de los señores.’

(27) a. ngwanis yamu te kyokyj


tec n-kwan=is y-yam-u te y-kokyj
clf-Juan=erg 3erg-usar-com det 3psr-sombrero
‘Juani se puso sui sombrero.’

b. mbatus te yÕmo


n-pat-u=s te n-yomo
1erg-encontrar-com=pro1abs det 1psr-mujer
‘Encontré a mi mujer.’

En resumen, todos los dialectos zoques requieren la presencia del aplicativo


-jay para codificar como op a las funciones temáticas que canónicamente expresan
al argumento r. Además, en los dialectos norteños y algunos del nororiente, como
el de Chapultenango, se registra una construcción de posesión externa genuina en
la que el poseedor del t se codifica como op de la construcción bitransitiva, mien-
tras que en los dialectos centrales, como los de Tecpatán y Copainalá, y algunos
nororientales, como el de Pantepec, la presencia del aplicativo solamente registra
que hay un poseedor del t no correferencial con el a sin que se dé el proceso de
“ascensión” o “promoción” del psr a op.

5.4. La construcción de pe con aplicativo en Mesoamérica

Al igual que las lenguas de la familia zoque (como el zoque de San Miguel
Chimalapa,­el zoque de Santa María Chimalapa, el jitotolteco, el soteapaneco,
texistepequeño y el ayapaneco), otras lenguas de Mesoamérica recurren a la
construcción­ de pe con aplicativo solamente cuando el poseedor del t no es corre-
ferencial con el a. Esto se puede observar en la familia maya (en lenguas como el

Libro4Final4OCT.indb 152 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 153

tsotsil, tseltal, chol, chontal, huasteco), en yutoazteca (como las diversas lenguas
nawas y el cora), en mixezoque de la rama mixeana (como el oluteco, sayuleño y
las lenguas mixes de Oaxaca), en el totonaco-tepehua y en el p’orhépecha (aislada).
El caso se ilustra en 28, con los ejemplos del mixe de Totontepec, que es una
lengua inversa y jerárquica. Nótese que en esta lengua no se marca abiertamente el
poseedor semántico como op en el verbo, en la construcción “directa” (28a),
porque­el argumento a es más alto en la jerarquía de prominencia que el op. En
contraste, la construcción “inversa” (28b) registra abiertamente al poseedor como
op porque este argumento es más alto que el a en la misma jerarquía.

(28) mixe de Totontepec


a. märiä pëëk myäjtk tsyaa’nji
märiä pëëk y-mäjtk y-tsaa’n-ji
María Pedro 3psr-hijo 3a-abrazar.com-apl:r
‘María abrazó al hijo de Pedro.’ (Cortesía de Verónica Guzmán.)

b. mits mmäjtk märiä mtsaa’nïxju


mits m-mäjtk märiä m-tsaa’n-ïx-ju
pro2 2psr-hijo María 2op-abrazar.com-apl:r-inv
‘María abrazó a tu hijo.’ (Cortesía de Verónica Guzmán.)

El mixe de Totontepec, al igual que todas las lenguas mesoamericanas que usan
la estrategia de pe con aplicativo, sólo recurre a la estrategia de pe cuando el agente­
no es correferencial con el psr del objeto. El ejemplo 29 no puede tener una lectura­
en la cual el poseedor del objeto es correferencial con el agente.

(29) mixe de Totontepec


märiä myäjtk tsyaa’nji
märiä y-mäjtk y-tsaa’n-ji
María 3psr-hijo 3a-abrazar: com-apl:r
i. * ‘Maríai abrazó a sui hijo.’
ii. ‘Maríai abrazó a suj hijo (de otra persona).’ (Cortesía de Verónica Guzmán.)

En todas las lenguas de Mesoamérica reportadas hasta hoy en día, en las cuales
se recurre a la construcción de aplicativo para expresar pe, el psr pasa a ser un
argumento­aplicado que adquiere el estatus de op, mientras que el poseído ocupa
la posición de os. Esto se hace evidente por pruebas de código (marcación de
persona en el verbo), como de comportamiento (pasivo y blanco de recíproco). En

Libro4Final4OCT.indb 153 07/10/13 12:58


154 Roberto Zavala Maldonado

mixe de Totontepec, la construcción pasiva es una prueba de comportamiento que


demuestra que el psr es el argumento privilegiado sintácticamente respecto al
psdo, ya que el sujeto de la pasiva sólo puede referir al psr y no al psdo.

(30) mixe de Totontepec


mits mmäjtk myaktsaa’nji
mits m-mäjtk m-yak-tsaa’n-ji
2pro 2psr-hijo 2s-pas-abrazar.com-apl:r
‘Te fue abrazado tu hijo.’ (Lit. ‘Tu hijo fuiste abrazado.’)
(Cortesía de Verónica Guzmán.)

Un patrón similar ocurre en tsotsil, cuando el psr, aparte de estar marcado en


el sn poseído, se registra como op con la marca de absolutivo en los verbos con
aplicativo.

(31) tsotsil
ch-i-s-toyilan-be j-jol
inc-1abs-3erg-levantar-apl:r 1psr-cabeza
‘Él está levantando mi cabeza.’ (Aissen, 1987: 126.)

En tsotsil además, el psr semántico funciona como sujeto de la construcción


pasiva.

(32) tsotsil
ch-i-toyilan-b-at j-jol
inc-1abs-levantar-apl:r-pas 1psr-cabeza
‘Me fue levantada mi cabeza una y otra vez.’ (Aissen, 1987: 131.)

Otros casos de lenguas mesoamericanas de las familias yutoazteca, totonacana,


maya y del p’orhépecha, en las que el psr funciona como op y el psdo como os en
las construcciones de pe con aplicativo, se presentan en los ejemplos del 33 al 40.

(33) náhuatl de San Jerónimo Amanalco


ti-ne:ch-ihti-li no-kone:-w
1suj.sg-1op.sg-ver-apl:r.perf 1psr.sg-niño-sg.psdo
‘Me cuidaste a mi hijo.’ (Peralta Ramírez, capítulo 4.)

Libro4Final4OCT.indb 154 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 155

(34) totonaco de Papantla


akit k-ka:-maqni:-ni-lh ix-chichí’ lakchi’xjuwí’:n
yo 1suj-op.pl-matarlo-apl:r-com 3psr-perro hombres
‘Yo les maté su perro de los hombres.’ (Levy, 2002: 182.)

(35) tepehua
ju kim-pay ki-maqaw-ni-lh ju kin-herencia
det 1psr-padre 1op-dejar-apl:r-com det 1psr-herencia
‘Mi padre me dejó mi herencia.’ (Kung, 2004: 30.)

(36) huasteco
a. t-u ela-tzi-Ø ti-a bitziim-al
inv-1:2 encontrar-apl:r-com clitico-2psr caballo-psdo
‘Encontré tu caballo.’ (Constable, 1989: 152.)

b.
it ela-tzi-at an ti bitziim
2abs encontrar-apl:r-pas det clitico caballo
‘Tu caballo fue encontrado.’ (Constable, 1989: 150.)

(37) chontal
a. ’u-chon-b(e)-on k-tsimim ’aj-limberg
3erg-vender-apl:r-1abs 1psr-caballo clf-Limberg
‘Limberg vendió mi caballo.’ (Osorio May, 2005: 181.)

b. chon-b(e)-int-on kɨ-tsimim k’a ’aj-limberg


vender-apl:r-pas-1abs 1psr-caballo prep clf-Limberg
‘Mi caballo fue vendido por Limberg.’ (Osorio May, 2005: 181.)

(38) chol
a. tyi k-ts’äk-ä-b-ety aw-alo’bil
com 1erg-curar-estatus-apl:r-2abs 2psr-hijo
‘Curé a tu hijo.’ (Vázquez Álvarez, 2002: 295.)

b. tyi choñ-b-eñ-tyi-y-oñ k-chityam


com vender-apl:r-estatus-pas-epéntesis-1abs 1psr-puerco
‘Mi puerco fue vendido.’ (Vázquez Álvarez, 2002: 297.)

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156 Roberto Zavala Maldonado

(39) tseltal
laj k-uch’-b-at aw-ul
com 1erg-beber-apl:r-2abs 2psr-atole
‘Te bebí tu atole.’ (Polian, 2009: 5.)

(40) p’orhépecha
eshé-chi-nt’a-s-Ø-ka=kini kúchi-ni
ver-apl:r:2-iter-perf-pres-1:2ind=2sg.o cerdo-objt
‘Me encontré tu cerdo.’ (Capistrán-Garza, 2006: 295.)

Además de las lenguas yutoaztecas, totonacanas, tseltalanas y p’orhépecha,


todas las lenguas de las dos ramas de la familia mixezoque reportadas hasta hoy
presentan construcciones de pe con aplicativo donde el psr se codifica como op.
Aparte del mixe de Totontepec (véanse los ejemplos 28 y 30), otras lenguas de la
rama mixeana, como el sayuleño y el oluteco, también recurren a la construcción
con aplicativo como estrategia para la codificación de posesión externa. Los ejem-
plos en 41 son del oluteco. La oración en 41a registra al poseedor del t como objeto­
primario aplicado en la forma de proclítico verbal de primera persona absolutivo.
Al igual que el zoque de Chapultenango, en oluteco, la marca de posesión queda
registrada también en el sintagma nominal en función de objeto secundario. En
41b, el sujeto de la pasiva, marcado en el verbo con el proclítico de primera persona­
absolutivo, es el poseedor semántico que también se registra como dependiente en
el sintagma nominal en función de objeto secundario.

(41) oluteco
a. tantükawak tayakke:kaxüpa tantu:min
tan=tükaw=ak ta=yakke:k-ax -ü-pa tan=tu:min
1psr=padre=anim 1abs=quitar-apl:r-inv.i-inc.i 1psr=dinero
‘Mi padre me arrebata mi dinero.’ (Zavala Maldonado, 2000: 700.)

b. tayaktu:taxüw tanjapoyu:ki
ta=yak-tu:t-ax-ü-w tan=japoyu:ki
1abs=pas-poner-apl:r-inv.i-com.i 1psr=desayuno
‘Me fue dado mi desayuno.’ (Zavala Maldonado, 2000: 702.)

El ejemplo 42 ilustra la construcción de pe en el sayuleño, donde el aplicativo


se expresa con el sufijo -ja, cognado con el sufijo aplicativo para argumentos r
reconstruido para el protomixezoqueano, el morfema *-ja:y.

Libro4Final4OCT.indb 156 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 157

(42) sayuleño
pek iaktajnaw wan ilibru
pek i-ak-tan-ja-w wan i-libru
Pedro 3erg-caus-quedar-apl:r-com.i Juan 3psr-libro
‘Pedro agarró el libro de Juan.’ (Clark, 1983: 49.)

Dentro de la rama zoqueana, estructuras de pe con aplicativo se encuentran


en el zoque de Oaxaca (San Miguel Chimalapa y Santa María Chimalapa), en el
jitotolteco, en varias formas del zoque chiapaneco y en las lenguas de la subrama
del zoque del Golfo (ayapaneco, soteapaneco y texistepequeño). Los ejemplos en
43 son del zoque de San Miguel Chimalapa. En el ejemplo 43a, en voz activa, el
poseedor semántico se registra en el verbo como op con la marca de absolutivo y
como dependiente del sintagma poseído en función de os. En 43b, en voz pasiva,
la marca de absolutivo en el verbo, en función de sujeto, refiere al poseedor
semántico­que también aparece como dependiente del sintagma poseído en
función­ de os.

(43) zoque Oaxaqueño de San Miguel Chimalapa


a. d=wt-jay-w n=ykwij
1abs=romper-apl:r-com 1psr=camisa
‘Él rompió mi camisa.’ (Johnson, 2000: 144.)

b.
d=wt-m-jay-w n=ykwij
1abs=romper-pas-apl:r-com 1psr=camisa
‘Mi camisa fue rota.’ (Johnson, 2000: 144.)

Los ejemplos en 44 son del jitotolteco, que es una lengua zoqueana diferente
a las variantes que forman la cadena dialectal del zoque chiapaneco. En la cons-
trucción inversa, en 44a, el poseedor semántico funciona como op marcado­en el
verbo con el prefijo de segunda persona. En la voz pasiva, en 44b, la marca en
función de sujeto refiere al poseedor, lo que confirma que es el poseedor­, y no el
poseído, el argumento que registra el verbo como op.

(44) jitotolteco
a. níko∫ nókadyw min núne
niko=∫ n-jok-jay-t-w min n-úne
Nicolás=erg 2abs-esperar-apl:r-inv-com 2gen 2psr-hijo
‘Nicolás te esperó a tu hijo.’

Libro4Final4OCT.indb 157 07/10/13 12:58


158 Roberto Zavala Maldonado

b. nókadyw min núne


n-jok-jay-t-w min n-úne
2abs-esperar-apl:r-pas-com 2gen 2psr-hijo
‘Se te esperó a tu hijo.’

Los ejemplos 45, de ayapaneco, y 46, de soteapaneco, son equiparables al 43a


del zoque de San Miguel Chimalapa y 44a del jitotolteco, en los que el psr semán-
tico funciona como op marcado en el verbo con la marca de absolutivo. Al igual
que en las otras lenguas mesoamericanas, el poseedor también se expresa como
dependiente del sintagma en función de os.

(45) ayapaneco
nyea maatzakabojá nxuuyi
nnyea mma=a=tzatzkpo-jay n=xuye
3pro com=1abs=romper-apl:r 1psr=camisa
‘Rompiste mi camisa.’ (Cortesía de Daniel Suslak.)

(46) soteapaneco
jee ta ugaiyajpa tan npiny tyam
jee ta=uk-ay-yaj-pa tan=npiny=tam
3pro 1abs-tomar-apl:r-3pl-inc 1psr=sangre=pl.hum
‘Bebieron nuestra sangre.’ (de Jong Boudreault, 2009: 537.)

El ejemplo 47, del texistepequeño, igual al 42, del sayuleño, hace evidente que
el aplicativo se requiere cuando el poseedor del t no es correferencial con el agente.­
Sin embargo, debido a que estas lenguas hacen uso de un sistema de marcación
jerárquica para los argumentos centrales, el psr en referencia a la tercera persona
no se marca como op abiertamente en el predicado, aunque las pruebas de código
y comportamiento claramente indican que también en estas lenguas el psr semán-
tico efectivamente desempeña la función de op.

(47) texistepequeño
čyaha hyos a:ha
y-tah-a y-hos a:ha
3erg-escarbar-apl:r 3psr-hueco canoa
‘Le hizo hueco a la canoa.’ (Wichmann, 2007: 71.)

Libro4Final4OCT.indb 158 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 159

En resumen, la construcción de pe con aplicativo tiene una amplia distribución


en las lenguas de Mesoamérica. Las evidencias de código y comportamiento, prin-
cipalmente ilustradas en los ejemplos anteriores con la prueba de pasivo, han de-
mostrado que en estas lenguas el psr, como argumento aplicado, adquiere el estatus­
de op, mientras que el poseído ocupa la posición de os. La construcción de pe se
encuentra distribuida en todas las ramas de la familia mixezoqueana. Todas las
lenguas de la familia comparten un reflejo del morfema aplicativo *-ja:y, recons-
truido para el ancestro común, que forma parte de la morfología verbal en la
construcción de pe. Además, en todas las ramas de la familia, el psr como argu-
mento aplicado pasa a ocupar la posición de op de la cláusula, por lo que es viable
argumentar que la construcción de pe es un rasgo heredado que es reconstruible
para la sintaxis del protomixezoqueano.

5.5. El estatus de los objetos en la construcción de pe

Hasta aquí se ha demostrado que los objetos en la construcción de pe presente en


las formas del zoque central, como las de Tecpatán y Copainalá, y en algunas
variedades­del zoque nororiental, como la de Pantepec, presentan una sintaxis
distinta a la de las construcciones bitransitivas en las que el argumento r tiene las
funciones de receptor, destinatario, benefactivo, malefactivo o locativo. En estas
variedades del zoque, el poseedor introducido a la estructura argumental por medio­
del aplicativo no pasa a ser op, mientras que el resto de las funciones semánticas
de r se comportan sintácticamente como op. Contrástense las estructuras con
aplicativo en las que el argumento r funciona como op (48) con aquella en la que
el r no se “promueve” a op (49a). En 48, el argumento r es un benefactivo, mien-
tras que en 49a es un poseedor externo. Nótese en 48, que tanto el prefijo absolutivo­
como el enclítico absolutivo hacen referencia al argumento r benefactivo, lo que
demuestra su estatus de op. En este mismo ejemplo, el sintagma te nas, ‘la tierra’,
funciona como os. Por otro lado, en 49a, el poseedor externo, que es el argumento­
r, no pasa a ser op. Esto se demuestra con el ejemplo agramatical en 49b, donde el
poseedor externo no puede disparar concordancia del enclítico absolutivo con
referencia a la segunda persona.

(48) ngwanis ngyoyojayumij te nas


tec n-kwan=is ny-koyoj-jay-u=mij te nas
clf-Juan=erg 2abs-pagar-apl:r-com=pro2abs det tierra
‘Juan te pagó la tierra.’

Libro4Final4OCT.indb 159 07/10/13 12:58


160 Roberto Zavala Maldonado

(49) a. ngokenjayajus mis ũne


tec n-ko.ken-jay-yaj-u=s mis n-une
1erg-cuidar-apl:r-pl-com=pro1erg pro2gen 2psr-hijo
‘Cuidé a tus hijos.’

b. * ngokenjayajusmij mis ũne


n-ko.ken-jay-yaj-u=s=mij mis n-une
1erg-cuidar-apl:r-pl-com=pro1erg=pro2abs pro2gen 2psr-hijo
Lectura buscada: ‘Cuidé a tus hijos.’

Otra evidencia adicional que demuestra que el psr en las construcciones apli-
cativas no adquiere el estatus de op es la imposibilidad de ser marcado en el verbo
por medio del prefijo absolutivo, como lo ilustra la estructura agramatical en 50b.

(50) a. te yomois manhba jyuyjayu mis ngajon


tec te yomo=is manh-pa y-juy-jay-u mis n-kajon
det mujer=erg ir-inc 3erg-comprar-apl:r-com pro2gen 2psr-ataúd
‘La mujer va a comprar tu ataúd.’

b. * te yomois manhba njyuyjayumij mis ngajon


te yomo=is manh-pa ny-juy-jay-u=mij
det mujer=erg ir-inc 2abs-comprar-apl:r-com=pro2abs
mis n-kajon
pro2gen 2psr-ataúd
Lectura buscada: ‘La mujer te va a comprar tu ataúd.’

Los siguientes ejemplos, provenientes de las variedades del zoque de Copainalá­


(51) y Pantepec (52), ilustran la misma construcción sin “promoción” presente en
zoque de Tecpatán (49a).

(51) te pnis yajkajayu mis ntuwi


cop te pn=is y-yaj-ka-jay-u mis n-tuwi
det hombre=erg erg3-caus-morir-apl:r-com pro2gen 2psr-perro
‘El hombre mató a tu perro.’

(52) xuwanis pyatayu mijn nyÕmune


pan xuwan=is y-pat-jay-u min n-yom-une
Juan=erg 3erg-encontrar-apl:r-com pro2gen 2psr-mujer-hijo
‘Juan encontró a tu hija.’

Libro4Final4OCT.indb 160 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 161

A continuación, voy a presentar las evidencias que permiten evaluar el estatus


sintáctico de los dos objetos (poseído y poseedor) en el tipo de construcción de pe
como las de los ejemplos 49a, 50a, 51 y 52. Al presentar las pruebas sintácticas
también voy a discutir tres posibles análisis de la construcción ilustrada en esos
ejemplos.

5.5.1. Las pruebas de objeto: Tres posibles análisis

El estatus sintáctico que tienen las funciones de poseedor y poseído en los ejemplos
49a, 50a, 51 y 52 es claramente diferente al que presentan otras lenguas mesoame-
ricanas, en general, y mixezoqueanas, en particular, que cuentan con una construc-
ción de pe en las que el poseedor ocupa la posición de objeto primario, y el poseí-
do, de objeto secundario. Ya he mostrado que el poseedor en la construcción
aplicativa de pe en las variedades de zoque de Tecpatán, Copainalá y Pantepec no
tiene el estatus de op porque el marcador de absolutivo en los verbos con ­aplicativo,
que es una expresión de código de op, no es correferencial con el poseedor­del t.
En este apartado voy a presentar las pruebas de código y comportamiento que
permiten determinar con precisión el estatus sintáctico tanto del poseído como del
poseedor en la construcción con aplicativo en estas variedades del zoque, con el fin
de establecer la pertinencia de tres análisis alternativos con los que se puede evaluar
las propiedades de los argumentos objeto.
El hecho de que el poseedor no tenga las propiedades de código propias de los
objetos primarios (marca de persona absolutiva y marca pronominal absolutiva)
descarta la posibilidad del análisis que tradicionalmente se ha hecho del morfema
aplicativo para un gran número de lenguas mesoamericanas, como un mecanismo
que “promueve” al poseedor extratemático a objeto primario oracional. Por esta
razón, para explicar los hechos sintácticos de esta construcción en las variedades
de zoque estudiadas aquí, se requiere de otros análisis alternativos.
En algunas lenguas mayas, el morfema aplicativo puede cumplir una función
adicional que se le ha denominado, en el interior de la gramática relacional,
“registro­de argumentos” (Aissen, 1990: 411), es decir, el morfema aplicativo,
cuando cumple esta función, hace posible que el argumento extratemático quede
registrado­en la morfología verbal sin que dispare la “promoción” de este argumento­
a la posición sintáctica de objeto oracional. Esta operación la ilustro con ejemplos
contrastivos en dos lenguas mayas de la rama k’icheana. El aplicativo instrumental
en k’ichee’ “promueve” el argumento instrumental a la posición de objeto oracional­
(53a), lo que a su vez hace posible que ocupe la función sintáctica de sujeto de la

Libro4Final4OCT.indb 161 07/10/13 12:58


162 Roberto Zavala Maldonado

construcción pasiva (53b). El único argumento central (sujeto) en la construcción


pasiva del ejemplo 53b es el instrumento preverbal que mantiene correferencia con la
marca de absolutivo en el verbo. Nótese, en los dos ejemplos de 53, que con el
cambio de estatus del instrumento a argumento central, el paciente original
(segunda­persona) deja de ocupar la función de objeto y pasa a ser un oblicuo
introducido­por el sustantivo relacional eech.

(53) k’ichee’
a. ch’iich’ x-Ø-i-sok-b’e-j aw-eech
machete com-3abs-1erg-herir-apl:instr-estatus 2psr-sr:de
‘Usé un machete para herirte.’ (Dayley, 1990: 354.)

b. ch’iich’ x-Ø-sok-b’e-x aw-eech


machete com-3abs-herir-apl:instr-pas 2psr-sr:de
‘Un machete fue usado para herirte.’ (Dayley, 1990: 355.)

En contraste, en tzutujil, el morfema aplicativo cognado hace posible que el


argumento instrumental deje su estatus de oblicuo, eliminando el sustantivo
relacional­que es el marcador de caso semántico, sin que adquiera las propiedades
de objeto oracional. La construcción activa (54a) tiene como objeto al paciente de
primera persona marcado en el verbo con el prefijo absolutivo de primera persona,
lo que indica que el instrumento no tiene el estatus de objeto sintáctico. Esto se
hace evidente en la construcción pasiva (54b), donde se muestra que el paciente
original mantiene el estatus de objeto, lo que hace posible que tenga acceso a la
función de sujeto de pasiva. En 54b, el paciente original, que es sujeto de pasiva,
aparece marcado en el verbo con el prefijo absolutivo, mientras que el instrumento,­
introducido en la estructura argumental por el aplicativo, sólo queda “registrado”
sin tener acceso a las operaciones sintácticas propias de los objetos sintácticos,
como la de ser sujeto de la pasiva.

(54) tzutujil
a. machat x-in-r-choy-b’e-ej
machete com-1abs-3erg-cortar-apl:instr-estatus
‘Fue con machete con el que él me cortó.’ (Dayley, 1990: 354.)

b. machat x-in-choy-b’e-x-i
machete com-1abs-cortar-apl:instr-pas-estatus
‘Fue un machete con lo que fui cortado.’ (Dayley, 1990: 355.)

Libro4Final4OCT.indb 162 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 163

Para que un análisis semejante al propuesto para el tzutujil sea viable para ex­
plicar los hechos sintácticos de la construcción aplicativa de pe presente en las
variedades del zoque de Tecpatán, Copainalá y Pantepec, se tiene que demostrar
que efectivamente el poseído se mantiene como objeto sintáctico y que el posee-
dor, que es el argumento aplicado, no dispara concordancia en el verbo. Las eviden­
cias de código y comportamiento muestran de manera inequívoca que el argumento­
poseído mantiene el estatus de objeto clausal. El argumento poseído es invariable-
mente un participante de tercera persona absolutiva sin morfología explícita en el
verbo porque el prefijo de persona absolutivo es formalmente un cero morfológico.
Sin embargo, cuando el argumento poseído tiene referencia plural, el verbo toma
el sufijo de tercera persona plural -yaj en correferencia con el poseído, lo que mues-
tra que este participante preserva el estatus de argumento central, siendo que sólo
este tipo de argumentos pueden disparar concordancia plural en el verbo, como se
muestra en 55.

(55) mbatjayajus te manyuis yuneta


tec n-pat-jay-yaj-u=s te n-manyu=is y-une=ta
1erg-encontrar-apl:r-3pl-com=pro1erg det clf-Manuel=gen 3psr-hijo=pl
‘Encontré a los hijos de Manuel.’

Ahora bien, cuando la referencia del poseedor es plural, el verbo también toma
alguno de los dos sufijos que expresan plural en la morfología verbal: -yaj, cuando
el poseedor es tercera persona plural (56a y 56b), y -tam, cuando el poseedor es pri-
mera o segunda persona del plural (57a y 57b).

(56) a. mbatjayajus te pnista tyk


tec n-pat-jay-yaj-u=s te pn=is=ta y-tk
1erg-encontrar-apl:r-3pl-com=pro1erg det hombre=gen=pl 3psr-casa
‘Encontré la casa de los señores.’

b. mbatayajutzi tzampenistap tyjk


pan n-pat-jay-yaj-u=tzi te pn=is=tap y-tk
1erg-encontrar-apl:r-3pl-com=pro1erg det hombre=gen=pl 3psr-casa
‘Encontré la casa de los señores.’

(57) a. mbatjatyamus mis wãkas


tec n-pat-jay-tam-u=s mis n-wakas
1erg-encontrar-apl:r-2pl-com=pro1erg pro2gen 2psr-vaca
‘Encontré la vaca de ustedes.’

Libro4Final4OCT.indb 163 07/10/13 12:58


164 Roberto Zavala Maldonado

b. mbatatyamutzi mijtap nhwãkas


pan n-pat-jay-tam-u=tzi mijt-tap n-wakas
1erg-encontrar-apl:r-2pl-com=pro1erg pro2gen-pl 2psr-vaca
‘Encontré la vaca de ustedes.’

Los ejemplos 56 y 57 muestran que si bien el poseedor no tiene la función de


objeto primario, comparte junto con el poseído la propiedad de marcar referencia
múltiple en el verbo por medio de sufijos de plural. Esta propiedad de código
anula la posibilidad de analizar al poseedor únicamente como argumento “regis-
trado” sin acceso a las marcas de código en la morfología verbal. Por lo tanto, la
marcación de número en el verbo es evidencia de que tanto el poseedor como el
poseído son objetos sintácticos, ya sea “simétricos” o “asimétricos” (Bresnan y
Moshi, 1993; MacKay y Trechsel, 2008). Las pruebas de código y de comporta-
miento anulan la posibilidad de tratar a ambos objetos como argumentos
simétricos,­ya que el poseído es el argumento privilegiado en varias de las opera-
ciones sintácticas en relación con el poseedor, que es el argumento aplicado. La
primera evidencia proviene también de la marcación de plural. Cuando los dos
participantes, poseído y poseedor, tienen referencia plural, el poseído es el único
que puede disparar marcación plural en el verbo, como se ilustra en 58a. El ejemplo­
agramatical en 58b toma únicamente la marca de plural en referencia con el
poseedor,­mientras que en el ejemplo agramatical en 58c coaparecen las marcas de
plural en correferencia tanto con el poseído como con el poseedor.

(58) a. mbadayajutzi mijtap nhwãkastap


pan n-pat-jay-yaj-u=tzi mijt=tap n-wakas=tap
1erg-encontrar-apl:r-3pl-com=pro1erg pro2gen=pl 2psr-vaca=pl
‘Encontré las vacas de ustedes.’

b. * mbatatyamutzi mijtap nhwãkastap


n-pat-jay-tam-u=tzi mijt=tap n-wakas=tap
1erg-encontrar-apl:r-2pl-com=pro1erg pro2gen=pl 2psr-vaca=pl
Lectura buscada: ‘Encontré las vacas de ustedes.’

c. * mbadayajtamutzi mijtap nhwãkastap


n-pat-jay-yaj-tam-u=tzi mijt=tap n-wakas=tap
1erg-encontrar-apl:r-3pl-2pl-com=pro1erg pro2gen=pl 2psr-vaca=pl
Lectura buscada: ‘Encontré las vacas de ustedes.’

Libro4Final4OCT.indb 164 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 165

La segunda evidencia convincente, dado que forma parte de las pruebas de


comportamiento, proviene de la selección de uno de los dos argumentos objeto
que hace la construcción pasiva para tener acceso a la función de sujeto. Solamente­
el poseído, y no el poseedor, tiene acceso a la posición de sujeto de pasiva, como lo
muestran los ejemplos 59, de Copainalá, y 60, de Pantepec. En ambos ejemplos,
la marca de absolutivo en el verbo es correferencial con el poseído, que tiene como
referencia la tercera persona, y no con el poseedor, que tiene como referencia la
segunda persona.

(59) yajkajaytju mis ntuwi


cop Ø=yaj-ka-jay-tj-u mis n-tuwi
3abs=caus-morir-apl:r-pas-com pro2gen 2psr-perro
‘Se te mató a tu perro.’

(60) kenadyju mijn nhwĩngokpajk


pan Ø-ken-jay-tj-u min n-winkokpak
3abs-ver-apl:r-pas-com pro2gen 2psr-cara
‘Se te vió tu cara.’

El patrón de marcación en la construcción recíproca es la tercera evidencia que


indudablemente demuestra que el poseído es un objeto asimétrico respecto al
poseedor, ya que solamente el poseído puede funcionar como correciprocante
junto con el agente que funciona como antecedente. Compárese la estructura
recíproca­monotransitiva en 61 con la estructura recíproca bitransitiva en 62. En
61, el correciprocante es el paciente marcado en el verbo por medio de tres mor-
femas: el prefijo de segunda persona absolutivo, la marca de segunda persona
plural y el enclítico pronominal de segunda persona. En contraste, en la construc-
ción de pe con aplicativo, el verbo marca como sujeto absolutivo al correciprocante­
de tercera persona que refiere al poseído, y no al poseedor de segunda persona que
aparece indicado solamente por la marca de plural en el verbo.

(61) mitam nangyendandjumij


pan mitam nay-ny-ken-tam-tj-u=mij
pro2pl rec-2abs-ver-2pl-pas-com=pro2abs
‘Se vieron entre ustedes.’

Libro4Final4OCT.indb 165 07/10/13 12:58


166 Roberto Zavala Maldonado

(62) nakyenadyandju mijt nwĩngokpajk


pan nay-Ø-ken-jay-tam-tj-u mijt n-winkokpak
rec-3abs-ver-apl:r-2pl-pas-com pro2gen 2psr-cara
‘Ustedes se vieron entre ustedes sus caras.’ (Lit. ‘Sus caras de ustedes se vieron a sí
mismas.’)

Las pruebas de comportamiento claramente separan al poseído como el objeto­


primario de la construcción de pe con aplicativo, ya que es el único argumento que
tiene acceso a ser sujeto de las construcciones pasiva y recíproca. El mismo con-
junto de pruebas de código y comportamiento demuestra que el poseedor no se
puede analizar como objeto registrado (porque dispara concordancia plural) ni
como objeto simétrico (porque no comparte todas las propiedades de código y
comportamiento a las que tiene acceso el poseído). Sin embargo, debido a que el
poseedor tiene una propiedad de código propia de los argumentos centrales (la
posibilidad de estar marcado en el verbo por el sufijo de plural), implica que es un
objeto sintáctico de tipo asimétrico. Esta propiedad también la comparte el t de
los bitransitivos que tiene el estatus de objeto secundario. Compárese el ejemplo
63, de una construcción bitransitiva en la que el t dispara concordancia plural en
el verbo como os, con los ejemplos 64a y 64b, de construcciones de pe con apli-
cativo en las que el poseedor dispara el mismo tipo de concordancia.

(63) n)minayajutzi kayudap pt


pan n-nmin-jay-yaj-u=tzi kayu-tap pn
1erg-traer-apl:r-3pl-com=pro1erg caballo-pl hombre
‘Le traje los caballos al señor.’

(64) a. nminayajutzi pnistap kyayu


pan n-nmin-jay-yaj-u=tzi pn=is=tap i-kayu
1erg-traer-apl:r-3pl-com=pro1erg señor=gen=pl 3psr-caballo
‘Traje el caballo de los señores.’

b. nmanhjadyamutzi mijt nhũne


n-nmanh-jay-tam-u=tzi mijt n-une
1erg-llevar-apl:r-2pl-com=pro1erg pro2gen 2psr-hijo
‘Me llevé al hijo de ustedes.’

Por lo tanto, en estas variedades de zoque, el argumento aplicado funciona como


op en las construcciones bitransitivas en las que el argumento r tiene las funciones

Libro4Final4OCT.indb 166 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 167

de receptor, destinatario, benefactivo o malefactivo, mientras que el t ocupa la


función de os. En contraste, el argumento aplicado funciona como os en las cons-
trucciones bitransitivas de pe, en las que r funciona como poseedor, mientras­que
el poseído mantiene su estatus de op.
Este tipo de patrón, en el cual la función del aplicativo es “promover” el argu-
mento extratemático a la posición de os en lugar de op, ya se ha reportado para
otra lengua mixezoqueana, el oluteco (Zavala Maldonado, 2000: 740-760), bajo
condiciones en las que el objeto original es más prominente en animacidad o
topicalidad­que el argumento aplicado, como es el caso de las construcciones apli-
cativas instrumentales.
En las construcciones bitransitivas con aplicativo instrumental del oluteco, el
paciente (objeto original) mantiene las propiedades de código y comportamiento
propias del objeto primario oracional, mientras que el instrumento (objeto aplica-
do) adquiere las propiedades de objeto secundario. Los objetos secundarios con
referencia plural disparan concordancia plural en el verbo y se relativizan
recurriendo­a la estrategia propia de los argumentos centrales. En el ejemplo 65,
la presencia de la marca de plural en el verbo la dispara el instrumento aplicado,
mientras que la marca de absolutivo en el verbo es siempre correferencial con el
paciente que mantiene el estatus de objeto primario. Esto último se ilustra en 66a
con la marca de absolutivo en función de op de la construcción inversa, en función
de sujeto de pasiva en 66b, y en función de sujeto de reflexivo en 66c.

(65) oluteco
metzko burro-wok i=toj-tzüm–pet-küx-u mo:k
dos burro-dim 3erg=apl:instr-cargar-dir:arriba-3pl-com.i maíz
‘Él cargó el maíz con dos burros.’

(66) oluteco
a. tüpxi=je ta=toj-tzum-ü-w=ak xuxta:tu
soga=foco 1abs=apl:instr-amarrar-inv.i-com.i=anim soldado
‘Es con la soga que el soldado me amarró.’

b. tüpxi ta=yak-toj-tzum-pa
soga 1abs=pas-apl:instr-amarrar-inc.i
‘Se me está amarrando con una soga.’

c.
ta=ni-toj-puj-ü-w xapun
1abs=rr-apl:instr-lavar-inv.i-com.i jabón
‘Me lavé yo mismo con jabón.’

Libro4Final4OCT.indb 167 07/10/13 12:58


168 Roberto Zavala Maldonado

En oluteco, el estatus sintáctico de cada uno de los objetos que intervienen en


las construcciones bitransitivas lo determina el perfil semántico (animacidad) y
pragmático (topicalidad) de los objetos que son parte de la construcción. El objeto­
con más alto grado de prominencia gana el estatus de objeto primario, mientras
que el objeto que tiene más bajo grado de prominencia toma el estatus de objeto
secundario. En la construcción con aplicativo instrumental, el paciente (objeto ori-
ginal) se mantiene como objeto primario porque es más alto en animacidad y
­topicalidad que el instrumento (objeto aplicado). En contraste, en la construcción
de pe con “ascensión”, el poseído (objeto original) pasa a ser objeto secundario,
mientras que el poseedor (objeto aplicado) toma el estatus de objeto primario
porque es, generalmente, el argumento más prominente en animacidad y/o topi-
calidad respecto al poseído. En el ejemplo 67, el argumento poseído dispara la
marcación de número plural en el verbo, una propiedad de código que poseen
todos los objetos secundarios del oluteco.

(67) oluteco
i=tun-küx-ay-u=k i=awok
3erg=hacer-3pl-apl:r-com.i=anim 3psr=hijo
‘Él le hizo (a ella) sus hijos.’

Las pruebas de código y comportamiento muestran que el poseedor, marcado


con el proclítico absolutivo en el verbo, es el único objeto con la posibilidad de
acceder a la posición de op. En 68a se ilustra la marca de absolutivo en función de op
de la construcción inversa, en 68b, en función de sujeto de pasiva, y en 68c, en
función de sujeto de reflexivo.

(68) oluteco
a. i=mi:n-an=ak min=kowok-ta:k-ax-e-j
3abs=venir-irr.d=anim 2abs=tocar-de_repente-apl:r-inc.d-inv.d
min=tük-aw+ku
2psr=casa-entrada
‘Es posible que él venga a tocarte de repente a tu puerta de la casa.’

b.
min=win min=yak-wop-ax-i-y
2psr=ojo 2abs=pas-golpear-apl:r-com.d-inv.d
‘Te golpearon tu ojo.’

Libro4Final4OCT.indb 168 07/10/13 12:58


La construcción de posesión externa con aplicativo en zoque 169

c.
ta=ni-yu:k-ax-ü-w tan=ko+pak mü:t tuku
1abs=rr-esconder-apl:r-inv.i-com.i 1psr=cabeza con trapo
‘Escondí mi cabeza yo mismo con el trapo.’

Las condiciones semánticas y pragmáticas que rigen la selección de objeto


primario en oluteco no son las mismas que operan en la construcción de pe del
zoque de Tecpatán, Copainalá y Pantepec porque, si así fuera, se esperaría que en
estas tres variedades de zoque también fuera el poseedor, y no el poseído, el argu-
mento con acceso a la posición de op oracional, debido a que es más alto en pro-
minencia semántica y pragmática que el poseído.
En conclusión, la construcción de pe en las variedades de zoque investigadas
recurre al aplicativo como mecanismo para cambiar el estatus gramatical del
poseedor­para que pase a ocupar un lugar dentro de la estructura argumental
del verbo. Pero, a diferencia de lo que ocurre en otras lenguas mesoamericanas y del
mundo que recurren a la estrategia aplicativa para codificar al poseedor como
objeto primario, en estas variedades del zoque, el poseedor toma la posición de objeto­
secundario manteniendo al poseído como objeto primario.

5.6. Conclusiones

En resumen, en este estudio he discutido una construcción de pe que despliega un


patrón en el tratamiento de objetos hasta ahora desconocido dentro y fuera de
Mesoamérica, en la que el poseedor del t en oraciones bitransitivas pasa a ser un
argumento aplicado con el estatus de objeto secundario, mientras que el poseído
sigue teniendo las propiedades de objeto primario, eso a pesar de que el poseedor
es semántica y pragmáticamente más prominente que el poseído. En las variedades
de zoque en las que se presenta esta construcción, se manifiesta una clara escisión
en el tratamiento sintáctico de los argumentos r que son introducidos en la estruc-
tura argumental con el mismo morfema aplicativo que es cognado con el morfema
aplicativo reconstruido para el proto-mixe-zoque. Por un lado, las funciones de
receptor, destinatario, benefactivo o malefactivo adquieren el estatus de op, y por
otro lado, el poseedor adquiere el estatus de os. Dentro de Mesoamérica, en
particular para el tzotzil (Aissen, 1987) y el tseltal (Polian, 2009), también se
presenta una escisión en el tratamiento de los argumentos r que refieren a receptores
en relación con aquellos que refieren a poseedores externos. Los primeros pueden
ser tanto blanco de reflexivo como sujeto de pasivo sin restricción, mientras que
los segundos pueden volverse tanto blanco de reflexivo como sujeto de pasivo sólo

Libro4Final4OCT.indb 169 07/10/13 12:58


170 Roberto Zavala Maldonado

cuando el poseedor refiera a un participante con alto grado de afectación. La estruc­


tura de pe en estas variedades del zoque comparte varias características presentes
en otras lenguas mesoamericanas en las cuales se ha investigado esta construcción.
En primer lugar, se usa un mismo morfema aplicativo que introduce al poseedor
externo para que se den las funciones que canónicamente se asocian con el argu-
mento r. En segundo lugar, la construcción ocurre únicamente cuando el poseedor
del t no es correferencial con el agente del verbo transitivo, y en el caso en que los
dos argumentos correferenciales son terceras personas, la construcción es obligato­
ria. En tercer lugar, el poseedor semántico se expresa en dos lugares de la cláusula:
como argumento objeto y como dependiente del sintagma poseído con la función
de tema/paciente. El rasgo único que separa a las variedades de zoque investigadas de
las otras lenguas mesoamericanas para las que se ha reportado esta construcción
de pe es el estatus que adquiere el argumento extratemático. Debido a que la cons-
trucción en la que el psr pasa a ser op se encuentra en todas las ramas de la familia
mixezoqueana, se puede inferir que el patrón en el que el psr pasa a ser os es una
innovación de los dialectos centrales y algunos nororientales. Aún resta por investi­
gar el tipo de motivación semántica, pragmática o estructural que dio como resulta­
do esta innovación, que es rara, tanto desde el punto de vista tipológico como de área.

Libro4Final4OCT.indb 170 07/10/13 12:58


6. Construcciones de verbos seriales
gramaticalizadas en tojol’ab’al

Alejandro Curiel*

6.1. Introducción

En la familia de las lenguas mayas hay varias estrategias para introducir un tercer
participante en la predicación transitiva (ejemplo, “lo vendió” versus “me lo ven-
dió”). Este participante se puede manifestar de cuatro maneras: como argumento
central, a la manera de los objetos primarios (Dryer, 1986); como poseedor con
lectura de beneficiario; como oblicuo, o en una construcción de verbos seriales.
Veamos algunos ejemplos.
Las lenguas con acceso a la estrategia de objeto primario tienen en su inventario­
morfológico un sufijo aplicativo que en protomaya tuvo la forma *-b’e (Mora-
Marín, 2003). Este morfema hace posible que el receptor pase a ser objeto prima-
rio codificado por la marca de absolutivo en el complejo verbal. En contraste, el
tema se codifica como objeto secundario. Por ejemplo, en 1, el receptor de un
verbo transitivo en tz’utujil, la primera persona, está asociado a la base verbal con
el prefijo absolutivo in-, mientras que el tema, una tercera persona, carece de ex-
presión morfológica en la base verbal.1

(1) tz’utujil
x-in-ru-k’ayi-b’e-ej
com-b1-a3-vender-apl-vt
‘Me lo vendió.’ {García Matzar, citado en Mora-Marín, 2003: 204.}

La segunda de las cuatro estrategias para introducir el tercer participante de


un verbo transitivo son los posesivos prolépticos. Éstas son construcciones en las
que el poseedor de un sintagma nominal que está en correferencia con el argumento­
absolutivo afijado en el verbo se interpreta como el beneficiario de la acción. En 2,

* Universidad Nacional Autónoma de México.


1
En todos los ejemplos sigo la tradición de la lingüística maya para glosar los dos juegos de correferencia­
que aparecen en el núcleo verbal. El juego a es una serie de afijos con función de ergativo y poseedor;
mientras que el juego b representa a la serie con función de absolutivo.

171

Libro4Final4OCT.indb 171 07/10/13 12:58


172 Alejandro Curiel

vemos un ejemplo en chol de un beneficiario de segunda persona codificado como


poseedor.

(2) chol
mi kej-el k-mel-Ø a-waj
inc fut-nf a1-hacer-b3 a2-tortilla
‘Voy a hacerte tortillas.’
(Lit. ‘Voy a hacer tus tortillas.’) (Levy, 2006: 315)

La tercera estrategia, que también es otra no argumental, es el uso de adposi-


ciones. En 3, un ejemplo del yucateco ilustra el uso de la preposición ti’ para la
co­dificación del beneficiario. En 4, se muestra el uso de un nombre relacional en
q’anjob’al, que marca dativo.

(3) yucateco
Juan=e’ t-u=siih-ah u=nook’ ti’ hun-tú chan xi’ibpal
Juan=top prf-a3=regalar-com a3=ropa p uno-clfn pequeño niño
‘Juan le regaló vestidos a un niño pequeño.’ (Cortesía de Barbara Blaha.)

(4) q’anjob’al
max-Ø-h-aq’ ch’en tumin ay-on
com-b3-a2.sg-dar clf dinero dat-b1.pl
‘Nos diste el dinero.’ (Cortesía de Adán Francisco Pascual.)

Finalmente, algunas lenguas mayas pueden usar construcciones de verbos


seriales­para introducir este tercer participante. En 5, vemos en tzotzil huixteco una
secuencia de dos verbos funcionando como un solo predicado. Los verbos no
tienen­marcas de coordinación o de dependencia sintáctica y comparten el argu-
mento absolutivo, que introduce el tema, mientras que el ergativo del segundo
verbo hace referencia cruzada al argumento receptor del verbo de comunicación.

(5) tzotzil huixteco


o’on x-k-al-Ø o’ot ch-av-ai-Ø
yo inc-a1-decir-b3 tú inc-a2-escuchar-b3
‘Yo te lo digo.’ (Cortesía de Margarita Martínez Pérez.)
(Lit. ‘Yo lo digo, tú lo escuchas.’)

Libro4Final4OCT.indb 172 07/10/13 12:58


Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 173

En tojol’ab’al no se puede introducir un beneficiario como argumento, como es


el caso en el ejemplo 1. La lengua recurre a estrategias no argumentales. El ejemplo
6 ilustra una estrategia proléptica semejante a la del chol ilustrada en el ejemplo 2.

(6) tojol’ab’al
oj k-i’-Ø jun w-ala kuchara
irr a1-tomar-b3 uno a2-dim cuchara
‘Te voy a traer una cucharita.’
(Lit. ‘Voy a traer tu cucharita.’) (Txt)

De la misma forma, los hablantes de tojol’ab’al pueden codificar un tercer


participante mediante la adposición b’a, tal como se ve en 7.

(7) tojol’ab’al
ja=ma’ wan s-le’-j-el ja=y-ajnal ja=b’a s-kwerpo
det=rel inc a3-buscar-pas-nf det=a3-medicina det=p a3-cuerpo
ja=waw-un-tik-il=i
det=a2-hijo-pl-inal=top
‘Los que le están buscando medicina al cuerpo de tus hijos.’ (Txt)

Finalmente, la lengua cuenta con dos construcciones de verbos seriales. La pri-


mera de ellas se ilustra en 8, donde el verbo ’i’ ,“tomar”, forma una serie verbal con
el verbo transitivo b’at, “pisar”, para introducir al receptor de una construcción tran-
sitiva. Asimismo, en el ejemplo 9 se muestra el verbo ’ab’ funcionando como marca
de receptor de un verbo de comunicación, similar al tzotzil huixteco ilustrado en 5.

(8) tojol’ab’al
mok wa-b’at-Ø y-i’ s-k’ab’ ja=’alats=i
neg.irr a2-pisar-b3 a3-tomar a3-mano det=bebé=top
‘No le pises la mano a la bebé.’
(Lit. ‘No la pises ella-tomar su mano de la bebé.’) (Txt)

(9) tojol’ab’al
y-al-a-Ø=ni k-ab’ ke mi=ni jas=ni wa x-’ek’-Ø
a3-decir-et-b3=enf a1-oír comp neg=enf qué=enf inc inc-pasar-b3
s-k’ujol=a
a3-corazón=dist
‘Claro que me dijo que nada le pasaba por la mente.’
(Lit. ‘Sí lo dijo y yo lo escuché que nada le pasaba por la mente.’) (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 173 07/10/13 12:58


174 Alejandro Curiel

El propósito de este artículo es documentar los rasgos fundamentales de la


estrategia serial con el verbo ’i’, como ocurre en el ejemplo 8. Este capítulo presenta­
la siguiente estructura. En la sección siguiente expongo algunas características
gramaticales relevantes de tojol’ab’al, seguidas de una revisión de los recursos no
seriales en la lengua para introducir el tercer participante. En la sección “la cons-
trucción del verbo serial dativa” presento los análisis previos de la construcción del
ejemplo 8 y la del ejemplo 9 y los contrasto con mi propuesta de considerarlos
construcciones de verbos seriales. Más adelante, proporciono evidencia que
demuestra­que la construcción de verbo serial está gramaticalizada como una mar-
ca de caso dativo, y discuto finalmente la sintaxis de esta marca en el marco de la
teoría de la gramaticalización. El trabajo finaliza con una breve conclusión.

6.2. Características gramaticales relevantes del tojol’ab’al

El tojol’ab’al pertenece al grupo q’anjob’aleano de la familia maya (Kaufman,


1972), junto con el mochó y el tuzanteco de México, el popti’, el q’anjob’al, el
akateko y el chuj de Guatemala. No obstante, no son pocas las evidencias léxicas,
fonológicas, morfológicas y sintácticas que sugieren asociarlo con las lenguas veci-
nas del grupo tseltalano (Robertson, 1977). La lengua tiene un alineamiento
ergativo­-absolutivo sin escisión bajo ninguna condición. En 10, el sujeto en refe-
rencia a la primera persona de un verbo intransitivo se codifica con el sufijo abso-
lutivo -on, el mismo que marca el paciente del verbo transitivo, como en 11. En
contraste, en 12, el agente en referencia a la primera persona de un verbo transiti-
vo recibe marcación ergativa prefijada con k-.

(10) jak-y-on
llegar-vi-b1
‘Llegué.’ (Txt)

(11) kechan k’ul-an-on perton


sólo hacer-et-b1 perdón
‘Sólo que perdóname.’ (Txt)

(12) k-il-a-Ø ja=y-a’-Ø k’e’-uk-Ø=i


a1-ver-et-b3 det=a3-dar-b3 comenzar-irr-b3=top
‘Vi cuando la comenzaron.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 174 07/10/13 12:58


Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 175

El tojol’ab’al es una lengua de marcación en el núcleo (Nichols, 1986). El


ejemplo 13 ilustra este rasgo. Los argumentos se expresan por medio de afijos en
el verbo. El poseedor también se marca en el núcleo poseído, como se ve en 13, en
s-naj, “su casa”, y no en el sustantivo poseedor byejito pegro, “el viejito Pedro”. Este
mismo ejemplo muestra cómo el nombre relacional s-ts’e’el “su lado”, recibe esta
marcación y no su dependiente.

(13) mi x-ja-na’-a-Ø s-b’aj ja=b’a s-ts’e’el ja=s-naj byejito


neg inc-a2-saber-et-b3 a3-rr2 det=p a3-lado det=a3-casa viejito
pegro ’il k’ot-e
Pedro allá regresar-dir
‘¿No conoces al lado de la casa del viejito Pedro, el de hasta allá?’ (Txt)

6.3. Estrategias no seriales para la introducción del tercer participante

La construcción de posesivos prolépticos y el uso de adposiciones son dos posibi-


lidades no seriales que existen en la lengua para la introducción del tercer partici-
pante. En el ejemplo 14, se muestra la estrategia proléptica.

(14) ’i-aj-Ø=xa ja=s-jabon jando


traer-et-b3=disc det=a3-jabón Alejandro
‘¡Ya tráele jabón a Alejandro!’
(Lit. ‘Ya tráele el jabón de Alejandro.’)

Tal como se ve en la traducción, la construcción tiene dos lecturas posibles: la


proléptica y la de posesión propiamente. Ninguna de estas dos lecturas posibles se
ha elegido como favorita en la lengua, por lo que en varios casos existe ambigüedad.
En cambio, en la estrategia de serialización, como en el ejemplo 15, se obtiene una
única lectura, la del receptor beneficiario.

2
El sustantivo relacional reflexivo/recíproco en tojol’ab’al tiene su origen en un sustantivo que origi-
nalmente significaba “cara” y que está altamente gramaticalizado. No obstante, en el ejemplo, este
sustantivo no es reflexivo, sino que tiene una retención de su significado original y sirve para codificar
una expresión idiomática que significa “conocer”. De ahí que esté marcado con el prefijo posesivo de
tercera persona, a pesar de que el verbo lleve prefijo ergativo de segunda persona.

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176 Alejandro Curiel

(15) ’i-aj-Ø=xa y-i’3 s-jabon jando


traer-et-b3=disc a3-dat a3-jabón Alejandro
‘¡Ya tráele su jabón a Alejandro!’

Una segunda posibilidad para introducir al tercer participante es la construc-


ción con adposición. En 16, repetición de 7, vemos al receptor de un verbo transi­
tivo introducido por la preposición b’a.

(16) ja=ma’ wan s-le’-j-el ja=y-ajnal ja=b’a


det=rel.hum inc a3-buscar-pas-nf det=a3-medicina det=p
s-kwerpo ja=waw-un-tik-il=i
a3-cuerpo det=a2-hijo-pl-inal=top
‘Los que le están buscando su medicina al cuerpo de tus hijos.’ (Txt)

Esta estrategia se emplea solamente con receptores inanimados. Al emplear la


estrategia serial, como en 17, se obtiene una interpretación en la que el beneficiario
es obligatoriamente humano.

(17) ja=ma’ wan s-le’-j-el y-i’ ja=y-ajnal


det=rel inc a3-buscar-pas-nf a3-dat det=a3-medicina
ja=s-kwerpo ja=waw-un-tik-il=i
det=a3-cuerpo det=a2-hijo-pl-inal=top
‘Los que le están buscando a tus hijos la medicina de su cuerpo.’

Lo mismo se puede observar en 18, donde se ilustra un uso espontáneo y


natural­de la construcción serial contrastada con 19, donde nuevamente se muestra­
que la interpretación del participante con la estrategia adposicional se reserva para
receptores inanimados.

(18) ¿oj wa-le’-Ø jan y-i’ jun s-k’u’ ja=k-ijts’in=i?


irr a2-buscar-b3 dir:aquí a3-dat uno a3-blusa det=a1-hermanita=top
‘¿Le vas a buscar una blusa a mi hermanita?’ (Txt)

(19) ¿oj wa-le’-Ø jan jun s-k’u’ ja=b’a k-ijts’in=i?


irr a2-buscar-b3 dir:aquí uno a3-blusa det=p a1-hermanita=top
‘¿Vas a buscar sui blusa a (casa de) mi hermanitaj?’

3
En todos los ejemplos gloso el verbo ’i’ como dativo (dat).

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 177

6.4. La construcción de verbo serial dativa

En esta sección discuto los análisis previos de la estrategia serial para la introducción­
del receptor de un verbo transitivo y los contrasto con una nueva propuesta­que
considera esta estructura como un fenómeno de serialización verbal gramaticalizado­
en una marca de caso. La discusión se inserta en el debate contemporáneo sobre
las construcciones de verbos seriales.

6.4.1. Análisis previos

En su trabajo pionero sobre sintaxis tojol’ab’al, Furbee-Losee (1976) no discute la


predicación transitiva con receptor. Hay que esperar hasta Brody (1982: 249 y ss.)
para ver un primer análisis del fenómeno. Esta autora argumenta que se trata de
oraciones complejas compuestas por un verbo matriz y uno subordinado donde la
valencia y el aspecto están codificados en el verbo más alto. Asimismo, el agente
está prefijado como ergativo en el verbo más alto; el paciente o tema, como abso-
lutivo en ambos verbos, y el receptor está expresado como el agente del verbo más
bajo. Así, el ejemplo 20 tendría la lectura literal de [x dio y (y) z toma y].

Agente Tema Receptor


(20) y-a’-a-Ø y-i’-Ø


a3-dar-et-b3 a3-tomar-b3
‘Se lo dio.’ (Brody, 1982: 249.)

Este análisis tiene, no obstante, problemas para explicar el comportamiento


morfológico de la supuesta oración compleja formada entre ’a’, ‘dar’, e ’i’ ,‘tomar’.
En 21, vemos que la forma plural de la marca dativa escoge una consonante epen-
tética diferente a la del verbo pleno ’i’, tal como se ve en 22. Ésta es, a mi entender,
una evidencia que retomaré en la sección siguiente como diagnóstico de gramati-
calización del verbo en 22, con la marca de dativo en 21.

(21) y-i’-l-e’
a3-dat-ligadura.pronominal-3pl
‘a ellos.’

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178 Alejandro Curiel

(22) y-i’-Ø-w-e’
a3-tomar-ligadura.verbal-b3-3pl
‘Ellos lo tomaron.’

Por otro lado, el análisis que Brody propone no explica por qué el tema no
aparece en el segundo verbo, tal como se sugiere en 23, en contraste con la impo-
sibilidad de 24, donde el argumento absolutivo sigue afijado. Todo esto bajo el
supuesto de que el análisis del ejemplo 20 fuera correcto, en el cual el verbo más
bajo recibe absolutivo.

(23) oj j-chon-a y-i’


irr a1-vender-b2 a3-dat
‘Te voy a vender a él.’

(24) * oj j-chon-a y-i’-wa


irr a1-vender-b2 a3-traer-b2
Lectura buscada: ‘Te voy a vender a él.’

Más recientemente, Lenkersdorf (2002: 225 y ss.) prefiere un análisis en el que


el segundo elemento es un pronombre y reconoce su origen verbal, con lo cual
resuelve el problema morfológico de Brody. Sin embargo, no da cuenta del com-
portamiento sintáctico de esta marca. Por esta razón, resulta importante revisar
esta estrategia de introducción de tercer participante. En el siguiente apartado voy
a tratar de demostrar que esta estrategia serial es parte de una gramaticalización en
proceso que dio origen a una marca de caso.

6.4.1.2. Nueva propuesta

Se conoce como “construcciones de verbos seriales” (en adelante, cvs) a las


secuencias­de dos o más verbos que actúan juntos como un solo predicado, que no
tienen marcas abiertas de coordinación, subordinación o de dependencia sintáctica­
o discursiva, y que comparten al menos un argumento (Aikhenvald, 2006a). Estas
estructuras describen aquello que los hablantes conceptualizan como un solo
evento,­codificado en lenguas que carecen de esta estrategia mediante una estruc-
tura equiparable a la frase verbal. Así pues, las cvs se asemejan semántica y funcio-
nalmente a las construcciones monooracionales en lenguas sin serialización. Las
cvs están distribuidas en todo el mundo, pero son especialmente prominentes en
lenguas criollas, lenguas del oeste africano, del sureste asiático, de la región ama-

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 179

zónica y de Nueva Guinea. En Mesoámerica, estas construcciones se han reportado­


para el tzotzil (Aissen, 2006), oluteco (Zavala Maldonado, 2006a) y q’anjob’al
(véase el capítulo 7).
En tojol’ab’al, las cvs no son tan frecuentes como en las lenguas llamadas
“serializadoras” (Crowley, 2002; Lord, 1973; Durie, 1988; Dixon, 2006). La pro-
ductividad de estas construcciones en esta lengua se ubica entre la del khwe (menos
de 1% de sus cláusulas tienen una cvs) y las del mwotlap, el toqobaqita o el lakota­
(entre 5 y 20% de sus cláusulas las llevan) (Dixon, 2006: 338). Las cvs del
tojol’ab’al se reducen a una lista cerrada distribuida en tres grupos funcionales. Hay
una sola cvs para marcar caso dativo, que ya he ilustrado; 13 que generaron los
direccionales y que muestro en el ejemplo 25, y una que marca receptor, ejempli-
ficada en 26.

(25) ti wa x-’och-Ø ’och-e ja=yal k’at-an


dem inc inc-entrar-b3 entrar-dir:allá det=dim transversal-posic
te’ b’a y-ojol
palo p a3-interior
‘Entonces entra allá el palo atravesado en el interior.’ (Txt)

(26) k’el-a-Ø w-il-Ø ja=y-al-a-Ø k-ab’-tik ja=pagre


mirar-et-b3 a2-ver-b3 det=a3-decir-et-b3 a1-oír-1pl det=padre
‘A ver, fíjate, fue lo que me dijo el padre.’ (Txt)

Estos tres tipos de cvs comparten algunas propiedades comunes. A diferencia


de las lenguas altamente serializadoras (Solnit, 2006; Sebba, 1987; Ingram, 2006),
en la formación de verbos seriales en el tojol’ab’al intervienen sólo dos verbos.
Además, el segundo verbo está restringido a una clase cerrada. A este tipo de cons-
trucción serial se le conoce, en la literatura sobre serialización, como “cvs
asimétrica”.­El único argumento compartido por todas las cvs en tojol’ab’al es el
absolutivo. Todas las cvs presentes en la lengua siguen un orden icónico; es decir,
reflejan la secuencia real de eventos tal como se conceptualizan en su suceder en el
mundo. Otra característica compartida por todas las cvs en tojol’ab’al es el alto
grado de gramaticalización del segundo elemento de la serie.
Existen varias evidencias que permiten sostener que la secuencia de verbos es
un caso de serialización y no de subordinación. En 27, vemos que las marcas de
aspecto sólo están asociadas al primer verbo (v1). Además, no hay ningún signo
de subordinación o coordinación entre ambos verbos.

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180 Alejandro Curiel

(27) wan=b’i x-j-ts’an-Ø y-i’ t’usan y-ala mats’


inc=cit inc-a1-encender-b3 a3-dat poco a3-dim atole
‘Que le cuezo un poco de atolito.’ (Txt)

La cvs dativa es asimétrica. Esto quiere decir que el primer verbo proviene del
paradigma abierto de verbos transitivos —excepto ’al, “decir”, que forma su propia
cvs de receptor—, pero el segundo está restringido a ’i’, “tomar”. Otra propiedad
de esta cvs es su estricta adyacencia. La agramaticalidad del ejemplo 28 muestra
que la secuencia v1-v2 no se puede separar empleando una frase nominal que
exprese el argumento compartido.

(28) * oj=b’i j-ts’an-Ø t’usan y-ala mats’ y-i’


irr=cit a1-encender-b3 poco a3-dim atole a3-dat
Lectura buscada: ‘Que ya voy a cocer un poco de atolito para él.’

Por otro lado, en la discusión sobre serialización es importante notar si las cvs
forman o no una sola palabra. La cvs dativa del tojol’ab’al forma una sola palabra
fonológica, como se muestra en 29, pero dos gramaticales, como deja ver la posi-
ción del enclítico de segunda posición =b’i en 30.

(29) [ˈoh] [ˌki.han. ˈwi] [ˈtab’] [ˈwa.la] [ˌi.ˈim]


oj k-i’-Ø jan w-i’ chab’ w-ala ’ixim
irr a1-tomar-b3 dir.aquí a2-dat dos a2-dim maíz
‘Te voy a traer dos maicitos.’ (Txt)

(30) [ˌja.b’i.ˈji] [ˌku.ˈti.ʎo]


y-a’-Ø=b’i y-i’ kuchiyo
a3-dar-b3=cit a3-dat cuchillo
‘Que le dio una cuchillada.’ (Txt)

Las cvs comparten obligatoriamente un argumento. En la cvs dativa, el v2 se


ha gramaticalizado hasta tal punto que su estructura argumental es defectiva, en el
sentido de que ya no toma un segundo argumento a pesar de que el v2 es original-
mente transitivo. Esto explica que el tema en correferencia con el argumento
absolutivo­de 31 no pueda sufijarse al v2.

(31) a. mok wa-chon-on y-i’


neg.irr b2-vender-b1 a3-dat
‘No me vendas a él.’

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 181

b. * mok wa-chon-on y-i’-won


neg.irr b2-vender-b1 a3-dat-b1
Lectura buscada: ‘No me vendas y que él me lleve.’

6.5. La gramaticalización de la cvs dativa

En esta sección presento evidencia desde varios niveles de análisis para demostrar
que el v2 de la cvs dativa se ha gramaticalizado en una marca de caso con compor-
tamientos prosódico, morfológico, morfosintáctico, sintáctico y semántico equi-
parables a los de otras marcas de caso en la lengua (v.gr. agente oblicuo o causativo
y comitativo). Asimismo, proporciono datos de otra cadena de gramaticalización,
que también tiene como fuente el verbo ’i’, que sugieren que esta raíz se encuentra
en un proceso de “poligramaticalización” (Craig, 1991). Cierro con una
comparación­con otros procesos de gramaticalización equiparables presentes en
otras lenguas del mundo.

6.5.1. Evidencia fonológica

Un indicio que muestra un estado avanzado en el proceso de gramaticalización de


la cvs es que forma una sola palabra fonológica. El ejemplo 32 ilustra que el verbo
transitivo y su marca de dativo están insertos en una misma unidad prosódica,
aunque separados por el enclítico de segunda posición =b’i.

(32) [ˌja.b’i.ˈji] [ˌku.ˈti.ʎo]


y-a’-Ø=b’i y-i’ kuchiyo
a3-dar-b3=cit a3-dat cuchillo
‘Que le dio una cuchillada.’ (Txt)

6.5.2. Evidencia morfológica

El comportamiento morfológico de la cvs dativa es claramente pronominal. El


tojol’ab’al, al igual que la mayoría de las lenguas de la familia, tiene inicio silábico
obligatorio. Cuando el sufijo de tercera persona plural -e’ es precedido por una vocal,
como en el ejemplo 33, se coloca una consonante epentética que gloso como ligadura.

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182 Alejandro Curiel

Esta vocal está condicionada por el patrón silábico de la raíz y puede ser la aproximante
[w] o [j].

(33) cha ko’-Ø jach’ ko’ ja=y-al-e’ ja=b’a wa


dos bajar-b3 así dir:abajo det=a3-hijo-3pl det=p inc
x-y-i’-a-Ø-w-e’ jaw=i
inc-a3-tomar-et-b3-ligadura.verbal-3pl dem=top
‘También bajaron así sus hijos a donde los habían llevado aquéllos.’ (Txt)

Sin embargo, en 34, la marca de dativo selecciona una consonante epentética


aproximante [l], que aparece con algunos pronombres de plural, como se muestra
en los paradigmas pronominales en el cuadro 6.1.

(34) ja=yal santo mi k’ul-j-i-Ø y-i’-l-e’


det=dim santo neg hacer-pas-vi-b3 a3-dat-ligadura.pronominal-3pl
permitir oj s-man-Ø-e
permitir irr a3-comprar-b3-irr
‘No les permitieron comprar sus santitos.’ (Txt)

El comportamiento morfológico del v2 en la estrategia serial que introduce el


tercer participante demuestra que este verbo sólo puede ser analizado como una
marca de caso y ya no como un verbo pleno.

Cuadro 6.1
Paradigmas pronominales en tojol’ab’al
Libres Agentivos Dativos Comitativos
1 sg ke’n kuj ki’ jmok
2 sg we’n wuj ki’ wamok
3 sg ye’n yuj yi’ sok|(<s-mok)
1 pl.incl ke’ntik kujtik ki’tik jmoktik
1 pl.ex ke’ntikon kujtikon ki’tikon jmoktikon
2 pl we’nlex wujilex wi’lex wamokilex
3 pl ye’nle’ yujile’ yi’le’ sok (<s-mok)
Fuente: Elaboración propia.

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 183

6.5.3. Evidencia morfosintáctica

En 35a, repetición del ejemplo 23, vemos un tema en correferencia con el argu-
mento absolutivo afijado a la base verbal transitiva. Este mismo tema no tiene
incidencia morfológica en la marca de caso, como lo muestra la agramaticalidad
de 35b, repetición del ejemplo 24.

(35) a. oj j-chon-a y-i’


irr a1-vender-b2 a3-dat
‘Te voy a vender a él.’

b. * oj j-chon-a y-i’-wa
irr a1-vender-b2 a3-dat-b2
Lectura buscada: ‘Te voy a vender a él.’

Estos ejemplos son evidencia de que el segundo elemento de la cvs tiene un


comportamiento morfosintáctico ajeno a los verbos transitivos plenos; esto es,
recibe marca de ergativo, pero inhibe la de absolutivo.

6.5.4. Evidencia sintáctica

La posición de la marca de caso dativa es fija, pues ocurre después del v1+dir.
Esta propiedad la comparte con las marcas de comitativo y el nombre relacional
agentivo. En el ejemplo 36, vemos la marca de dativo después del verbo transitivo
más direccional.

(36) oj k-i’-Ø jan w-i’ chab’ w-ala ’ixim


irr a1-tomar-b3 dir: aquí a2-dat dos a2-dim maíz
‘Te voy a traer dos maicitos.’ (Txt)

La alteración de este orden se juzga como agramatical, tal como se ilustra en 37.

(37) * oj k-i’-Ø w-i’ jan chab’ w-ala ’ixim


irr a1-tomar-b3 a2-dat dir:aquí dos a2-dim maíz
Lectura buscada: ‘Te voy a traer dos maicitos.’

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184 Alejandro Curiel

Asimismo, en 38, vemos que un sintagma nominal no puede interrumpir esta


secuencia, lo cual da cuenta de la cohesión estructural entre los dos verbos.

(38) * oj k-i’-Ø jan chab’ w-ala ’ixim aw-i’


irr a1-tomar-b3 dir: aquí dos a2-dim maíz a2-dat
Lectura buscada: ‘Te voy a traer dos maicitos.’

La marca de dativo comparte las mismas restricciones sintácticas que los obli-
cuos centrales (causativo-agente y comitativo). Los ejemplos 39 y 40 ilustran que
los comitativos y los causativos no se pueden dislocar en la periferia izquierda. La
evidencia para demostrar que los nominales de la periferia izquierda están
dislocados­es la posibilidad que tiene el pronombre ye’n, que refiere al agente dis-
locado, de recibir el sufijo terminal -a. Este morfema se emplea al final de un
constituyente prosódico, que se marca con el signo #.

(39) pero y-e’n-a # [mi x-xiw-Ø y-uj]


pero a3-pron-term neg inc-temer-b3 a3-agen
‘Pero él, él no siente miedo por su causa.’ (Txt)

El ejemplo 41 muestra que el argumento oblicuo que expresa causa no puede


aparecer dislocado y tomar el sufijo terminal. El argumento oblicuo que expresa
comitativo presenta el mismo comportamiento; es decir, sólo puede aparecer no
dislocado en posición posverbal.

(40) * pero ja=y-e’n y-uj=i [mi x-xiw-i-Ø]


pero det=a3-pron a3-agen=top neg inc-temer-vi-b3
Lectura buscada: ‘Pero, por causa de él, no siento miedo.’

(41) a. [te’y-a j-mok-tikon=a]


dem.ext-b2 a1-con-1pl.excl=dist
‘Aquí estás con nosotros.’ (Txt)

b. * ja=j-moj-tikon=i te’y-a=’a
det=a1-con-1pl.excl=top dem.ext-b2=dist
Lectura buscada: ‘Con nosotros, aquí estás.’

La marca de dativo tampoco tiene la posibilidad de emigrar a la periferia


izquierda,­tal como se muestra en el par de ejemplos de 42.

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 185

(42) a. jun katekista [wan=ni x-’a’-j-i-Ø y-i’ tanto mentada


uno catequista inc=enf inc-dar-pas-vi-b3 a3-dat mucho mentada
=a]
=dist
‘A un catequista, sí que le dan muchas mentadas.’ (Txt)

b. * ja=y-i’=i [wan=ni x-’a’-j-i-Ø jun katekista


det=a3-dat=top inc=enf inc-dar-pas-vi-b3 uno catequista
tanto mentada=a]
mucho mentada=dist

Otra restricción sintáctica de los oblicuos centrales en tojol’ab’al es la imposi-


bilidad de colocarse a la periferia derecha. En los ejemplos 43 y 44, vemos que los
pronombres de causa y comitativos no pueden aparecer después del enclítico de
posición final =a, una posibilidad abierta a los sintagmas nominales argumentales
y no argumentales.

(43) a. [wan=ni x-’el-Ø y-uj=a]


inc=enf inc-salir-b3 a3-agen=dist
‘Sí le sale.’ (Txt)

b. * [wan=ni x’el-Ø=a] y-uj


inc=enf inc-salir-b3=dist a3-agen
Lectura buscada: ‘Sí sale, por él.’

(44) a. [te’y-a j-moj-tikon=a]


dem.ext-b2 a1-con-1pl.excl=dist
‘Aquí estás con nosotros.’ (Txt)

b. * [te’y-a=’a] j-moj-tikon
dem.ext-b2=dist a1-con-1pl.excl
Lectura buscada: ‘Estás, con nosotros.’

Esta misma restricción la comparte la marca de dativo, como se ilustra en el


par de ejemplos de 45.

(45) a. [ti x-jaw-i’-Ø jan k-i’=a] ja=j-morral=i


dem inc-a2-tomar-b3 dir:aquí a1-dat=dist det=a1-morral=top
‘Ahí me lo traes, mi morral.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 185 07/10/13 12:58


186 Alejandro Curiel

b. * [ti x-jaw-i’-Ø jan=a] k-i’ ja=j-morral=i


dem inc-a2-tomar-b3 dir:aquí=dist a1-dat det=a1-morral=top
Lectura buscada: ‘Ahí los traes, a mí mi morral.’

En tojol’ab’al, la posición preverbal puede ser ocupada por un elemento focal


contrastivo. Ésta es una posibilidad vedada a los oblicuos que marcan agente y los
comitativos. En el ejemplo 46a, vemos que para enfocar un oblicuo de agente los
hablantes recurren a la marcación léxica de foco. La agramaticalidad de 46b con-
firma que los oblicuos de agente no tienen acceso al enfoque ex situ.

(46) a. ja’ el-Ø y-uj


foc salir-b3 a3-agen
‘Fue por él que eso salió.’

b. * y-uj el-i-Ø
a3-agen salir-vi-b3
Lectura buscada: ‘Fue por él que eso salió.’

El mismo comportamiento opera para el nombre relacional comitativo, como


vemos en 47a y 47b.

(47) a. ja’ oj waj-k-on wa-mok


foc irr ir-irr-b1 a2-comit
‘Es contigo con quien voy a ir.’

b. * wa-mok oj waj-k-on
a2-comit irr ir-irr-b1
Lectura buscada: ‘Es contigo con quien voy a ir.’

La marca de dativo comparte la restricción de enfoque de los oblicuos de


agente y comitativos, tal como se muestra en 48a y 48b.

(48) a. ja’ a’-j-i-Ø y-i’ ja=konrado


foc dar-pas-vi-b3 a3-dat det=Conrado
‘A él fue a quien se lo dio Conrado.’ (Txt)

b. * [y-i’ a’-j-i-Ø ja=konrado]


a3-dat dar-pas-vi-b3 det=Conrado
Lectura buscada: ‘A él fue a quien se lo dio Conrado.’

Libro4Final4OCT.indb 186 07/10/13 12:58


Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 187

Las marcas de agente y de comitativo no pueden tener su propia negación


(mi... -uk), como lo muestran los pares de 49 y 50.

(49) a. pero y-e’n-a mi x-xiw-Ø y-uj


pero a3-pron-term neg inc-temer-b3 a3-agen
‘Pero él, él no siente miedo por su causa.’ (Txt)

b. * pero y-e’n-a x-xiw-Ø mi y-uj-uk


pero a3-pron-term inc-temer-b3 neg a3-agen-irr
Lectura buscada: ‘Pero él, siente miedo no por él.’

(50) a. mi oj waj-k-on s-mok


neg irr ir-irr-b1 a3-comit
‘No voy con él.’

b. * oj waj-k-on mi s-mok-uk
irr ir-irr-b1 neg a3-con-irr
Lectura buscada: ‘Voy no contigo.’

La marca de dativo muestra el mismo comportamiento. El único medio para


negarla es mediante la negación en la base verbal, como se ilustra en el par de
ejemplos de 51.

(51) a. mi=ni ma’ j-neb’-a-Ø y-i’


neg=enf rel.hum a1-aprender-vt-b3 a3-dat
‘No se lo aprendí a nadie.’ (Txt)

b. * j-neb’-a-Ø mi y-i’-uk
a1-aprender-vt-b3 neg a3-dat-irr
Lectura buscada: ‘Lo aprendí no por él.’

La evidencia sintáctica que presenté muestra que el comportamiento de ’i’


como v2 de la cvs es idéntico al de los oblicuos centrales de comitativo y de causa.
Esto demuestra que ’i’ es ya una marca de caso en su sintaxis.

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188 Alejandro Curiel

6.5.5. Evidencia semántica

A pesar de que el origen serial de la marca de dativo restringe sus posibilidades


semánticas inhibiendo su asociación con predicados intransitivos, este oblicuo ha
extendido su significado a la mayor parte de las típicas funciones que el caso dativo­
presenta translingüísticamente (Haspelmath, 1999: 127). Ejemplifico en 52 un
dativo de receptor.

(52) ’i’-aj-Ø=b’i jan y-i’ ja=y-ala a’l=i


tomar-et-b3=cit dir:aquí a3-dat det=a3-dim agua=top
‘Que le traigas su agüita.’ (Txt)

El ejemplo 53 ilustra el sentido benefactivo del participante dativo en una


situación­en que un médico tradicional aplica un remedio a los niños enfermos del
mal del espanto.

(53) wa x-j-poj-a-Ø y-i’ y-ala nolob’-e’=i


inc inc-a1-romper-et-b3 a3-dat a3-dim huevo-3pl=top
‘Les rompo sus huevitos.’ (Txt)

Por otro lado, en 54 se ilustra el significado malefactivo.

(54) a’-Ø y-i’ bala


dar-b3 a3-dat bala
‘Dale un balazo.’ (Txt)

En 55 se ilustra el uso como marca de fuente.

(55) mi=ni ma’ j-neb’-a-Ø y-i’


neg=enf rel.hum a1-aprender-et-b3 a3-dat
‘No se lo aprendí a nadie.’ (Txt)

Las dos funciones del caso dativo que no tiene el tojol’ab’al son el dativo iudi-
cantis y el dativo de dirección. La imposibilidad de asociar la marca de dativo a la
predicación intransitiva restringe estas extensiones, tal como se muestra en los
ejemplos 56 y 57.

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 189

(56) * cham-Ø-ta k-i’ ja=k-ijts’in=i


morir-b3-ya a1-dat det=a1-hermanito=top
Lectura buscada: ‘Se me murió mi hermanito.’

(57) * wa la-waj-y-on y-i’ chonab’


inc inc.b1/b2-ir-vi-b1 a3-dat Comitán
Lectura buscada: ‘Voy a Comitán.’

Estas nociones se expresan, respectivamente, mediante el nombre relacional


que expresa causa y mediante el empleo del destino sin marca de caso.

(58) cham-Ø-ta k-uj ja=k-ijts’in=i


morir-b3-ya a1-agen det=a1-hermanito=top
‘Se me murió mi hermanito.’

(59) wa la-waj-y-on chonab’


inc inc.pah-ir-vi-b1 Comitán
‘Voy a Comitán.’

En resumen, la marca dativa está restringida a las construcciones transitivas de


manera similar a la marca de aplicativo benefactivo. La alta densidad semántica del
verbo ’i’ en segunda posición propició las condiciones de gramaticalización que la
llevaron a devenir en marca de caso.

6.5.6. Poligramaticalización

El verbo transitivo ’i’, “tomar”, en tojol’ab’al es fuente de otro proceso de gramati-


calización en cuanto a que un mismo elemento léxico sirve de fuente para la emer-
gencia de varios elementos gramaticales en la lengua. A este fenómeno se le conoce­
como “poligramaticalización” (Craig, 1991). La extensa polisemia de este verbo
fomentó la formación de más de una marca de caso, la dativa que nos ocupa y una
genitiva, que ejemplifico en 60.

(60) ’ay-Ø y-i’oj senteriya


ext-b3 a3-tomar disentería
‘Tiene disentería.’
(Lit. ‘Está para él la disentería.’) (Txt)

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190 Alejandro Curiel

Aunque la intención de este artículo no es explorar toda la cadena de grama-


ticalización que genera este elemento léxico, es posible conjeturar que la marca de
genitivo ’i’oj es una reducción fonológica de una forma perfectiva, glosada en 61,
que se gramaticalizó como marca de caso con restricciones sintácticas específicas,
a saber, su obligatoria asociación al predicado existencial.

(61) ’ay-Ø y-i’-unej-Ø senteriya


ext-b3 a3-tomar-prf-b3 disentería
‘Ha tenido disentería.’
(Lit. ‘Ya ha pasado que tenga llevada disentería.’)

El punto que me interesa destacar es que un verbo de alta transitividad con un


alcance semántico extenso como ’i’ generó más de un proceso de gramaticalización
en tojol’ab’al. En 62 doy cuenta de la flexión de la marca de genitivo.

(62) 1sg k-i’oj


2sg w-i’oj
3sg y-i’oj
1pl.incl k-i’oj-tik
1pl.excl k-i’oj-tik-on
2pl wi’oj-ex
3pl yi’oj-e’

Es interesante hacer notar que una aprendiz de dos años y ocho meses, de
padres monolingües en tojol’ab’al, colocó un enclítico de segunda posición después
de la marca dativa, como se ilustra en 63. Esto nos muestra que la niña hizo un
reanálisis de la marca de caso dativo como un elemento afijado al núcleo verbal, a
la manera de las lenguas con morfología aplicativa.

(63) a’-Ø-k-i’=xa
dar-b3-a1-dat=disc
‘¡Dámelo!’ (Txt)

Compárese con la norma adulta que se muestra en 64.

(64) a’-Ø=xa k-i’


dar-b3=disc a1-dat
‘¡Dámelo!’

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 191

El dato es muy interesante porque da cuenta de que el proceso de gramatica-


lización del v2 en marca de caso no ha terminado en la lengua. El hecho de que
esta marca forme una sola unidad prosódica con el núcleo, además, da una pista
del cambio diacrónico que podría estar ocurriendo sincrónicamente en tojol’ab’al.
Ahora bien, la gramaticalización de “tomar” en marca de dativo podría parecer
atípica en vista de que interlingüísticamente el mejor candidato para hacer una
marca de dativo a partir de una cvs es “dar”. Esto ya ha sido reportado para sranan
(Sebba, 1987: 40), mandarín (Li y Thompson, 1974), supire (Carlson, 1991), ewe
(Heine et al., 1991), cantonés (Matthews, 2006), tailandés, ga, taiwanés, akan,
yoruba y malayo (Lord et al., 1991). Al menos existe una razón que ha impedido
este desarrollo en tojol’ab’al. En la lengua, el verbo ’a’, “dar”, ya interviene como
verbo matriz en una construcción perifrástica causativa con algunos signos de
gramaticalización que no van a ser comentados en este artículo. Además, la marca
de dativo tuvo como fuente un candidato igualmente idóneo, el verbo “tomar”. La
alta transitividad de un verbo que implica volición y definitud de objeto lo hace
una fuente óptima de gramaticalización. De hecho, en chino y en benue-kwa las
cvs con el verbo “tomar” se reinterpretaron en marcas de instrumento y de paciente­
(Lord, 1982). Durie reporta una gramaticalización paralela a la del tojol’ab’al con
“tomar” en abelam (Durie, 1997).
En la siguiente sección veremos dos comportamientos sintácticos de la mar-
ca dativa que apuntan a que el tojol’ab’al podría estar gramaticalizando su marca
de dativo en un morfema aplicativo.

6.6. Más sobre la sintaxis de la marca de dativo

El propósito de esta sección es explorar dos comportamientos sintácticos de la


marca de dativo que apuntan en direcciones opuestas. Por un lado, veremos que
la relación entre esta marca y la selección de voz desencadenada por obviación
acerca al tojol’ab’al al comportamiento de las lenguas de objeto primario; por el
otro, en cuanto a la codificación de los receptores recíprocos, ésta es lengua de
objeto directo.

6.6.1. Obviación y marca de dativo

El tojol’ab’al es una lengua de estricta marcación en el núcleo, sin marca de caso


en los nominales. De esta manera, en los predicados transitivos con dos partici-
pantes en tercera persona, la asignación de caso gramatical no se resuelve con

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192 Alejandro Curiel

medios morfológicos. Surge entonces la pregunta de cómo interpretan los oyentes


qué nominal es agente y cuál paciente. Para otras lenguas del área mesoamericana
con estas mismas características, se ha propuesto que la obviación tiene un papel
fundamental para la asignación de caso para las ffnn de tercera persona que par-
ticipan en la predicación transitiva (Aissen, 1997 y; 1999; Zavala Maldonado,
2007a). La obviación es un recurso que combina las características semánticas
inherentes de los participantes en tercera persona y su prominencia discursiva
para asignarles caso gramatical. El participante más animado, más definido y más
topical, funciona como proximal; mientras que el sintagma menos animado, defi-
nido y topical se trata como obviativo. En este sistema, cuando un participante
proximal actúa sobre uno obviativo, la predicación transitiva se codifica en voz
activa. Por el contrario, cuando un participante obviativo controla a uno proximal,
la predicación se expresa obligatoriamente por medio de una construcción pasiva.
En general se han encontrado cuatro restricciones de voz operadas por la
­obviación: restricciones de definitud (un nominal indefinido sólo puede actuar sobre
uno definido en voz pasiva); restricciones asociadas a la construcción genitiva­(un
nombre poseído sólo puede actuar sobre su poseedor en voz pasiva); restricciones de
animacidad (un nominal inanimado sólo puede actuar sobre uno animado­en voz
pasiva) y restricciones operadas por la topicalidad (un nombre menos topical sólo
actúa sobre uno más topical en voz pasiva). El interés fundamental de esta sección es
demostrar que la selección de voz en una predicación transitiva con marca de dativo
no opera entre agente y tema, tal como es esperable en una lengua de objeto directo,
sino entre agente y receptor, un comportamiento de lengua de objeto primario.
En una construcción con genitivo, al nombre poseedor se le asigna el estatus
de proximal, y al poseído, el de obviativo. Esto quiere decir que en una cláusula
transitiva en la que un nombre poseído (obviativo) actúa sobre su poseedor (proxi-
mal) se espera voz pasiva. En el ejemplo 65 vemos a un agente poseído (ja snani,
“su madre”), cuyo agente es el receptor introducido por la marca de dativo (ja nan
ixuk, “la fulana”). La voz seleccionada en el ejemplo es la pasiva. Esto quiere decir
que para la selección de la voz pasiva en el ejemplo no se tomó en cuenta el tema
en función de objeto directo (en el ejemplo, una oración de complemento), sino
el receptor en función de objeto indirecto.

(65) mi x-’a’-j-i-Ø y-i’ oj nupan-uk-Ø ja=nan


neg inc-dar-pas-vi-b3 a3-dat irr casarse-irr-b3 det=madre
ixuk y-uj ja=s-nan=i
mujer a3-agen det=a3-madre=top
‘A la fulana ésa no la deja casarse su mamá.’
(Lit. ‘No le es dado casarse a la mujeri por sui madre.’) (Txt)

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 193

En una cláusula como la del ejemplo 65, las lenguas de objeto directo con
obviación seleccionarían obligatoriamente la voz activa porque se tiene un nominal
animado y definido (ja snani, “su mamá”) que actúa sobre un tema inanimado e
indefinido (una oración completiva). No obstante, en tojol’ab’al, la estructura
activa resulta agramatical, tal como se puede ver en 66.

(66) * mi x-y-a’-a-Ø y-i’ oj nupan-uk-Ø ja=nan


neg inc-a3-dar-et-b3 a3-dat irr casarse-irr-b3 det=madre
ixuk ja=s-nan=i
mujer det-a3 =madre=top
Lectura buscada: ‘A la fulana ésa no la deja casarse su mamá.’

La agramaticalidad de 66 y de ejemplos similares sugiere que la selección de


voz en un predicado transitivo con marca de caso dativo se establece tomando en
cuenta las características semánticas inherentes del agente y del receptor, sin que el
tema tenga relevancia.
Otro contexto que dispara el uso de la voz pasiva obligatoria en una lengua
con obviación son las predicaciones transitivas en las que una tercera persona
indefinida­(obviativo) actúa sobre una definida (proximal). En el ejemplo 67 vol-
vemos a observar que los nominales tenidos en cuenta para la selección de voz en
tojol’ab’al son un agente indefinido (jun nan xinan, “una pinche mestiza”) —el
cual no necesariamente debe introducirse mediante un nombre relacional agenti-
vo— y el receptor definido (ja kijts’ini, “mi hermanita”), sin que el tema (swaw, “su
golpe”) sea relevante.

(67) a’-j-i-Ø-ta y-i’ s-waw jun nan xinan


dar-pas-vi-b3-ya a3-dat a3-golpe uno madre mestiza
ja=k-ijts’in=i
det=a1-hermanita=top
‘Una pinche mestiza le dio un golpe a mi hermanita.’
(Lit. ‘Mi hermanita fue dada un golpe (por) una pinche mestiza.’)

Por otro lado, cuando un nombre menos animado (obviativo) actúa sobre uno
animado (proximal), en tojol’ab’al también se selecciona la voz pasiva. En el
ejemplo­68 vemos que el agente inanimado (ja ik’i, “la reuma”) actúa sobre otro
igualmente inanimado (skwerpo, “su cuerpo”). En esta circunstancia, la voz pasiva
es también obligatoria debido a que el receptor introducido por la marca dativa es
humano (yi’, “a ella”). El ejemplo confirma que la selección de voz opera entre

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194 Alejandro Curiel

agente y receptor, sin que el tema sea relevante. El ejemplo muestra, además, la
degradación sintáctica del tema el cual es introducido como oblicuo por la prepo-
sición man, “hasta”.

(68) man s-kwerpo ja’ wa x-yam-j-i-Ø y-i’ ja=’ik’=i


hasta a3-cuerpo foc inc inc-agarrar-pas-vi-b3 a3-dat det=aire=top
‘A todo su cuerpo lo que le agarró fue la reuma.’
(Lit. ‘Hasta su cuerpo por lo que fue agarrado es por la reuma.’) (Txt)

Finalmente, cuando un sintagma nominal prominente en el discurso es


paciente­de un agente no topical, se dispara la voz pasiva para desambiguar las
relaciones gramaticales. En el ejemplo 69 vemos que un participante humano
(Conrado) actúa sobre un juguete de plástico que solamente aparece expresado con
anáfora cero. La voz seleccionada por la hablante, en este caso, fue la pasiva, lo que
contradice la expectativa del empleo de la voz activa cuando nominales con refe-
rente humano (proximales) actúan sobre inanimados (obviativos). La obviación,
en el ejemplo, en realidad operó entre el agente, un elemento focal y el receptor (yi’
“a él”), el tópico de la conversación.

(69) ja’ a’-j-i-Ø y-i’ ja=konrado


foc dar-pas-vi-b3 a3-dat det=Conrado
‘Fue Conrado quien se lo dio a él.’ (Txt)

En esta sección presenté los cuatro contextos en los cuales los hablantes de
tojol’ab’al seleccionan voz pasiva para asignar caso gramatical a los participantes
en tercera persona de una predicación transitiva. Demostré con ejemplos que la
asignación de voz no ocurre entre el agente y el tema, como es esperable en una
lengua de objeto directo, sino entre agente y receptor, un comportamiento de lengua
de objeto primario. Esta evidencia se puede acumular con los datos fonológicos
para hacer notar que el comportamiento sintáctico de la marca de dativo, respecto a
la selección de voz, opera con las mismas restricciones de las lenguas de objeto
primario.
En la siguiente sección estudio la construcción recíproca y argumento que el
tojol’ab’al semiincorpora el nombre relación que marca reflexivo/recíproco, lo cual
permite que las relaciones entre agente y tema sean resueltas en el complejo verbal
sin tomar en cuenta al receptor.

Libro4Final4OCT.indb 194 07/10/13 12:58


Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 195

6.6.2. Los recíprocos

En esta sección exploro el comportamiento de los predicados transitivos con un


recipiente correferencial con el agente (recíprocos) con el objetivo de exponer una
restricción de la marca de dativo. Los datos nos muestran que los argumentos en
este tipo de oraciones están organizados a la manera de las lenguas de objeto
­directo.
En una lengua maya de objeto directo como el q’anjob’al, en las cláusulas
transitivas en las que se expresa reciprocidad entre un agente y un receptor, se
recurre­a una adposición para codificar el receptor.

(70) q’anjob’al
ch-Ø-ey-aq’-lej ch’enej ay-ex jun-jun-ex
inc-b3-a2.pl-dar-iter piedra dat-b2.pl uno-red-b2.pl
‘Se dan piedras entre ustedes.’ (Cortesía de Adán Francisco Pascual.)

Por otro lado, en tzotzil, una lengua típica de objeto primario, para expresar
las mismas nociones de reciprocidad entre agente y receptor se toman estos parti-
cipantes como principales mediante el empleo de morfología aplicativa, degradando­
el tema.

(71) tzotzil (de chamula)


ta-x-y-a’-be-Ø s-ba-ik ton
inc-inc-a3-dar-apl-b3 a3-rr-3pl piedra
‘Se dan piedras entre ellos.’ (Cortesía de Víctor Díaz Hernández.)

El ejemplo 72 muestra que en tojol’ab’al, en contraste con el q’anjob’al, no se


puede introducir el receptor recíproco con una adposición porque ésta es una
estrategia­reservada para los sustantivos inanimados.

(72) * wa x-y-a’-a-Ø-we’ ton b’a ju-jun-e’


inc inc-a3-dar-et-b3-3pl piedra p uno-red-clfn
Lectura buscada: ‘Se dan piedras entre ellos.’

Como la lengua no tiene morfología aplicativa, una construcción como la del


tzotzil es imposible. Una opción teóricamente posible sería introducir al partici-
pante recíproco con la marca dativa, pero esto no se puede, tal como se muestra en
la agramaticalidad de 73.

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196 Alejandro Curiel

(73) * puro wa x-y-a’-Ø y-i’ s-b’aj-e’ ton


puro inc inc-a3-dar-b3 a3-dat a3-rr-3pl piedra
Lectura buscada: ‘Sólo se dan pedradas entre sí.’

Para la codificación de un receptor correferencial con el agente, el tojol’ab’al


muestra un comportamiento propio de las lenguas de objeto directo. En cláusulas
bitransitivas, como las de los ejemplos 74 o 75, el tema es el que recibe referencia
cruzada en el verbo con el argumento absolutivo.

(74) puro wa x-y-a’-Ø s-b’aj-e’ ton


puro inc inc-a3-dar-b3 a3-rr-3pl piedra
‘Sólo se dan pedradas entre sí.’ (Txt)

(75) puro wa x-ja-a’-Ø a-b’aj-ex ton


puro inc inc-a2-dar-b3 a2-rr-2pl piedra
‘Sólo se dan pedradas entre ustedes.’

Ante una construcción como ésta, surge la pregunta de cómo podemos estar
seguros de que es el tema, y no el receptor, el participante que está en referencia
cruzada con el argumento absolutivo, dado que los dos son sintagmas nominales y
no tienen marca de caso. El ejemplo 76, en el cual el tema es una primera persona­
y aparece como absolutivo, nos ayuda a comprobar que efectivamente es el tema, y
no el receptor, el que tiene acceso a la estructura argumental.

(76) mok wa-chon-on a-b’aj-ex


neg.irr a2-vender-b1 a2-rr-2pl
‘No me vendan entre ustedes.’

El problema, entonces, es determinar el estatus sintáctico del pronombre re-


cíproco. Furbee-Losee (1976: 242 y ss.) propone que estos pronombres en
tojol’ab’al se incorporan al complejo verbal. Sin embargo, un análisis de este tipo
no explicaría por qué en el pronombre se mantiene marcado el poseedor en corre-
ferencia con el argumento ergativo, como en 77.

(77) ti=xa wa x-s-ts’el-pun-Ø s-b’aj takal=a


dem=disc inc inc-a3-lado-vrbz-b3 a3-rr lento=dist
‘Entonces se ladearon lentamente.’ (Txt)

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Construcciones de verbos seriales gramaticalizadas en tojol’ab’al 197

Asimismo, bajo la propuesta de Furbee-Losee no se explicaría por qué los enclí-


ticos de segunda posición, los direccionales y el modificador diminutivo pueden­in-
terrumpir la supuesta incorporación, tal como se muestra en los ejemplos de 78 a 80.

(78) il-a-Ø och a-b’aj


ver-et-b3 dir:salir a2-rr
‘¡Cuídate!’ (Txt)
(Lit. ‘Mírate allá.’)

(79) il-a-Ø w-ala b’aj


ver-et-b3 a2-dim rr
‘Cuídate, cariño.’ (Txt)

(80) s-mil-a-Ø=to s-b’aj


a3-matar-et-b3=cont a3-rr
‘Todavía se suicidó.’

En los ejemplos de 74 a 80 vimos cómo las cláusulas transitivas con un tercer


participante correferencial con el agente organizan su estructura argumental
siguiendo­el comportamiento de las lenguas de objeto directo. El nombre relacio-
nal b’aj, que es obligatoriamente poseído, tiene un comportamiento sintáctico
restringido que le asigna una posición fija con respecto al núcleo. Este nombre da
muestras­de estar semiincorporado a la base verbal, aunque todavía hace falta un
análisis más profundo para establecer cuál es su verdadero estatus gramatical.

6.7. Breve resumen de la propuesta

Las lenguas mayas presentan fundamentalmente dos estrategias para introducir un


tercer participante argumental con verbos transitivos: una que cambia la valencia
verbal y otra que no afecta la estructura argumental del predicado. La primera
estrategia tiene como exponente morfológico un afijo aplicativo que le permite al
receptor tener acceso a la estructura argumental del verbo. La segunda estrategia
tiene cuatro manifestaciones estructurales: posesivos prolépticos, adposiciones,
nombres relacionales y verbos seriales. El tojol’ab’al, que recurre tangencialmente
a los posesivos prolépticos y al uso de la preposición b’a, utiliza de forma generali-
zada y rutinaria la estrategia de verbo serial.
En la lengua son reconocibles dos construcciones de verbos seriales que codi-
fican el tercer participante. Una de ellas introduce al tercer participante de cualquier­

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198 Alejandro Curiel

verbo transitivo; la otra se especializa en el verbo de comunicación al “decir”. Esta


cvs dativa tiene como primer elemento de la serialización a cualquier verbo tran-
sitivo (excepto verbos de comunicación) y como segundo miembro al predicado
i’, “tomar”. Ésta es una construcción asimétrica en adyacencia que comparte objeto­.
En este artículo proporcioné evidencia de índole morfológica, fonológica, morfo-
sintáctica y semántica que demuestra que el segundo miembro de esta serie verbal
se ha gramaticalizado como una marca de caso dativo. Tomé en cuenta procesos
paralelos de gramaticalización a partir del mismo elemento léxico i’ para evaluar
su grado de gramaticalización como marca de caso.
Al final del artículo se estudiaron dos comportamientos sintácticos de la marca­
de dativo. En el primero de ellos, se discutió la selección obligatoria de voz pasiva
por obviación y se demostró que el proceso de reanálisis del v2 en la cvs no ha
concluido en la lengua. Con ejemplos ilustré cómo el acceso a la estructura argu-
mental de las cláusulas transitivas con marca dativa se organiza entre agentes y
receptores, un comportamiento de lengua de objeto primario, y no entre agentes
y temas, como se espera en una lengua de objeto directo. No obstante, el compor-
tamiento de las cláusulas transitivas recíprocas con un receptor correferencial con
el agente es el de una lengua de objeto directo; es decir, el tema está en referencia
cruzada con el argumento absolutivo sufijado en la base verbal. Esto quiere decir
que el proceso de gramaticalización de la cvs dativa está a medio camino entre
marca de caso y aplicativo, dos de las estrategias comunes en la familia maya para
la introducción del tercer participante de un evento transitivo.
La formación de marcas de caso tojol’ab’al a partir de cvs es un proceso común
translingüísticamente (Heine, 1991: 142 y ss.) y no es un hecho exclusivo de esta
lengua dentro de la familia maya. Aissen (1987) ha propuesto que la marca de
abilitativo/agente evolucionó en tzotzil a partir de un verbo. El mismo desarrollo
se evidencia en tojol’ab’al, lo cual aporta indicios interesantes de cuál podría ser
el camino evolutivo en la función de las marcas de caso en la lengua. No obstante, el
tojol’ab’al sí es peculiar entre las lenguas de la familia maya en cuanto a que ha
formado dos marcas de caso a partir de una cvs. Otros miembros de la familia han
reanalizado construcciones asimétricas similares como direccionales, en las cuales
el v2 formó un paradigma cerrado de elementos gramaticales que codifican ahora
trayectoria y/o aspecto. El tema se ha trabajado desde diversas perspectivas dentro
de la familia (Aissen, 2006; Zavala Maldonado, 1992; England, 1976; entre otros;
véase también el capítulo 7). El mismo proceso se ha documentado en otras lenguas
no emparentadas genéticamente con las mayas, tales como el toqabaqita (Lichten-
berk, 2006), dumo (Ingram, 2006), tariana (Aikhenvald, 2006b), tailandés (Diller,
2006), khwe (Kilian-Hatz, 2006) y chádico del oeste (Hellwig, 2006).

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7. La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al1

Adán Francisco Pascual*

7.1. Introducción

En q’anjob’al, lengua de la familia maya hablada en Guatemala, existe una cons-


trucción en la que coocurren dos predicados, uno de ellos es el predicado primario
(p1°) y otro es el predicado secundario (p2°). Esta construcción es conocida como
una estructura de predicación secundaria dentro de la tipología de construcciones
complejas (Schultze-Berndt y Himmelmann, 2004). Existen varios tipos de pre-
dicados secundarios y uno de ellos es el de los predicados secundarios resultativos,
como la construcción del ejemplo 1. La estructura de esta construcción se forma
con dos predicados; el p1° nil, “prender fuego”, es una raíz transitiva finita y pre-
cede al p2° resultativo tz’a, “quemarse”, que se manifiesta con una forma “no finita”.
En los ejemplos de este capítulo, el p1° aparece subrayado y el p2° en cursiva.2

p1° p2°res
(1) x-Ø-(s)-nil tz’a heb’ s-pichil
com-b3-a3-prender_fuego quemarse 3pl a3-ropa
‘Ellos quemaron su ropa.’

El propósito general, en este capítulo, es establecer los rasgos propios de esta


construcción de predicación secundaria resultativa en q’anjob’al, entendiéndola
como un tipo de construcción resultativa de verbo serial semejante a la reportada
en lenguas con serialización, como el oluteco (Zavala Maldonado, 2006a), y que
se diferencia estructural y semánticamente de la construcción de predicación

1
Expreso mis agradecimientos a Roberto Zavala Maldonado y Enrique L. Palancar por su asesoría y
sus comentarios que me ayudaron a aclarar varios puntos de este artículo.
* Universidad de Texas en Austin.
2
En este artículo utilizo la ortografía práctica del q’anjob’al creada por la Academia de Lenguas Mayas
de Guatemala. Las grafías que se alejan de la norma ortográfica del español y su equivalente en la
ortografía fonética son las siguientes: b’ /b/, ch’/t∫’/, k’ /k’/, q /q/, q’ /q’/, t’ /t’/, tx /t’/, tx’ /t’/, tz/ts/,
tz’/ts’/, x //, ’//.

199

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200 Adán Francisco Pascual

s­ ecundaria depictiva. Este tipo de construcción resultativa sólo se ha reportado en


Mesoamérica en lenguas q’anjob’alianas y en la familia mixe-zoque.
La estructura de este artículo se divide en tres secciones. En la primera sección
presento los rasgos tipológicos del q’anjob’al y las propiedades de la predicación se-
cundaria, estableciendo la diferencia estructural y semántica entre los predicados
secundarios depictivos y los predicados secundarios resultativos. En la segunda
sección abordo el tema central del artículo, que trata sobre los predicados secun-
darios resultativos como construcciones seriales. Esta sección empieza con la defi-
nición de los verbos seriales y cómo éstos se manifiestan en otras lenguas. La
discusión­de sus caracterizaciones lleva a plantear que los predicados secundarios
resultativos del q’anjob’al son un tipo especial de verbos seriales que se subdividen
en simétricos y asimétricos. Finalmente, en la tercera sección, presento las conclu-
siones generales, en las que resalto los rasgos formales y semánticos que definen la
construcción resultativa como construcción serial en q’anjob’al.

7.1. Rasgos tipológicos del q’anjob’al

El q’anjob’al es una lengua de verbo inicial. Es una lengua ergativa con marcación
en el núcleo, en el cual el verbo recibe marcas de persona que hacen referencia
cruzada a sus argumentos mediante los llamados juego a (ergativo) y juego b
­(absolutivo). Esto se muestra en el ejemplo 2. El hecho de que las ffnn aparezcan
entre paréntesis indica que no son constituyentes obligatorios.

(2) a. b’ay x-Ø-’ek’ (hin-mam w-ichmam)


p com-b3-pasar a1sg-papá a1sg-abuelo
‘[…] donde pasó mi abuelo.’ (Txt)

b. ch-Ø-y-a’ (heb’ anima) (kandela)


inc-b3-a3-dar 3pl persona vela
‘Las personas dan velas.’ (Txt)

El q’anjob’al sigue dos tipos de alineamiento: ergativo-absolutivo y nominati-


vo-acusativo; el primero es menos marcado que el segundo. El alineamiento erga-
tivo-absolutivo se manifiesta en las construcciones independientes, como las de 3
y 4. Las construcciones en 3 son predicados intransitivos (verbo intransitivo y
predicado no verbal) en las que el juego b marca sujeto. Por otro lado, las construc-
ciones en 4 son predicados transitivos en las que el juego a marca agente y el juego
b marca objeto.

Libro4Final4OCT.indb 200 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 201

(3) Predicados intransitivos


a. ch-on-k’ay=pax=kan=toq
inc-b1pl-perderse=dir=dir=dir.irr
‘Nos perdemos.’ (Txt)

b. ejmach’-taq=on
broma-poco=b1pl
‘Somos un poco bromistas.’ (Txt)

(4) Predicados transitivos


a. chi-Ø-ko-jatne-j
inc-b3-a1pl-hacer-vtd
‘Lo hacemos.’ (Medardo et al, 2003: 133.)

b. ch-on-y-il=teq heb’
inc-b1pl-a3-ver=dir.irr 3pl
‘Nos ven ellos.’ (Txt)

El alineamiento nominativo-acusativo se manifiesta en construcciones en las


que coocurren dos predicados en dependencia sintáctica. En el ejemplo 5 se mues-
tra el caso con el auxiliar lanan, un auxiliar de progresivo que surgió de la grama-
ticalización del posicional estativo lanan, “extendido”. En este tipo de construcción
dependiente, el auxiliar precede al verbo léxico. Nótese cómo el argumento del
verbo intransitivo se marca con el juego a en vez del juego b, que sería lo esperado
si no hubiera un patrón escindido en la marcación.

Predicado intransitivo
(5) lanan=Ø ko-b’ey-i
prg=b3 a1pl-caminar-vi
‘Estamos caminando.’

Para los intereses de este trabajo, se podría destacar que el q’anjob’al tiene las
siguientes tres propiedades tipológicas relevantes: i) es una lengua de verbo inicial,
ii) la marcación de persona se hace en el núcleo verbal; iii) el uso de dos tipos de
alineamiento, uno con patrón ergativo y otro con patrón acusativo.

Libro4Final4OCT.indb 201 07/10/13 12:58


202 Adán Francisco Pascual

7.1.2. Predicados secundarios

Schultze-Berndt y Himmelmann (2004: 4), en la definición que sostienen de la


predicación secundaria, hacen la distinción entre los dos tipos de predicados
secundarios­de la siguiente manera:

Los depictivos expresan un estado que tiene lugar durante la referencia temporal­
del evento codificado por el predicado principal […]. Los resultativos expresan un
estado que es interpretado como el resultado del estado de cosas que codifica el
predicado principal.[La traducción y el subrayado son míos.]

Respecto a estas propiedades distintivas, existen lenguas, como el inglés, en las


que la manera en que se expresan los dos tipos de predicados secundarios, depic-
tivos y resultativos, es muy semejante desde el punto de vista estructural, tal como
se ilustra en 6 y 7, donde el predicado primario precede al predicado secundario.

(6) Depictivo p1° p2°dep


they burned Joan of Arc alive
‘Quemaron a Juana de Arco viva.’ (Simpson, 2006: 83.)

(7) Resultativo p1° p2°res


they burned the steak black
‘Quemaron el bistec hasta que llegó a ser negro.’ (Simpson, 2006: 82.)

En lenguas como el q’anjob’al, sin embargo, los dos tipos de predicados pre-
sentan un orden inverso, además de otras diferencias que se señalan más adelante.
Compárese, al respecto, la construcción depictiva en 8 con la resultativa en 9.

(8) Depictivo p2°dep p1°


kam-naq y-il-i cham icham
morir-part a3-ver-vi clf señor
‘El señor se mira muerto.’

(9) Resultativo p1° p2°res


max-Ø-s-b’eq k’ay naq Wel s-q’oxq’om
com-b3-a3-soltar desaparecer clf Manuel a3-sombrero
‘Manuel perdió su sombrero.’ (Medardo et al., 2003: 119.)

Libro4Final4OCT.indb 202 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 203

En el ejemplo 8, se tiene un orden p2°+p1°, en el que el p2° depictivo kamnaq,


“muerto”, predica sobre el estado en que se encuentra el participante cuando se le
ve, es decir, los dos eventos que copredican sobre un participante son cotemporales.­
En contraste, la construcción resultativa, en el ejemplo 9, tiene un orden p1°+p2°.
Aquí, el p2° resultativo k’ay, “desaparecer”, copredica sobre el participante que
tiene el papel de paciente del primer verbo. Debido a que la predicación expresa
un resultado del evento causativo b’eq, “soltar”, se le conoce como predicado resul-
tativo. En esta estructura, el orden en que ocurren los predicados es icónico con el
orden en que suceden los eventos en el mundo; el verbo que codifica la causa
antecede­al verbo que codifica el resultado.
En este sentido, los predicados secundarios depictivos y resultativos en 8 y 9
tienen únicamente dos rasgos en común: el p2° aparece en forma “no finita” y copre­
dica sobre el participante o uno de los participantes del p1°. Sin embargo, aparte de
la semántica (depictiva versus resultativa), se tienen las diferencias significativas que
destaco a continuación: i) el orden en que ocurren los predicados es distinto; ii) en
los depictivos, el p1° puede ser un verbo intransitivo o un verbo transitivo, mientras
que, en los resultativos, el p1° es un verbo transitivo o intransitivizado; iii) las raíces
verbales y no verbales funcionan como p2° depictivos, ­mientras que como p2° re-
sultativo tenemos únicamente verbos inergativos e inacusativos; iv) el patrón de
marcación del p1° es ergativo en la construcción resultativa pero acusativo en la
depictiva; v) la negación e interrogación no tienen el mismo alcance en los dos tipos
de predicaciones: en la depictiva es sólo sobre el p2° pero en la resultativa es sobre
toda la cláusula; y finalmente, vi) el controlador del predicado depictivo puede ser
un sujeto, un objeto o un poseedor pero el del predicado resultativo suele ser obje-
to (o sujeto de un verbo pasivizado). Estas diferencias se resumen en el cuadro
7.1(para más información sobre ellas, véase Francisco Pascual, 2007):

Cuadro 7.1
Diferencias entre depictivos y resultativos en q’anjob’al
Depictivos Resultativos
Semántica Estado cotemporal Estado resultante
Orden p2°+p1° p1°+p2°
Tipo de raíces como p1° Intransitiva, transitiva Transitiva
Clases de palabras como p2° Verbos y pnv Inergativas e inacusativas
Patrón de marcación en el p1° Nominativo-acusativo Ergativo-absolutivo
Alcance de negación e interrogación Sobre el p2° Sobre toda la cláusula
Controladores s, o, psr o
Fuente: Elaboración propia

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204 Adán Francisco Pascual

7.2. Las construcciones resultativas como construcciones seriales

Los predicados resultativos en q’anjob’al se insertan en una construcción de


verbos seriales que se compone de un verbo transitivo que denota la causa y un verbo
intransitivo que codifica el efecto del primer verbo, o un posicional que indica la
posición o estado resultante del primer verbo. El orden de estos verbos es invariable­,
es decir, el verbo que denota efecto no puede preceder al que denota causa, lo cual
refleja icónicamente el orden en el que se conceptualiza la sucesión de los eventos
implicados en el mundo: primero toma lugar la causa y luego el efecto. En esta sec­
ción, primero presento una definición de los verbos seriales que tomo como referen-
cia y después ejemplifico cada uno de los rasgos estructurales de la construcción.

7.2.1. Definición de verbos seriales

En la bibliografía lingüística hay varias definiciones de verbos seriales y se pueden


analizar desde varios puntos de vista. Para este estudio sigo la propuesta de Aikhen-
vald (2006a: 1), quien define una construcción de verbos seriales de la siguiente
manera: “una construcción de verbos seriales es una secuencia de verbos que actúan
juntos como un predicado simple, sin marca explícita de coordinación, subordi-
nación o dependencia sintáctica de ninguna clase.” [La traducción es mía.]
En 10 se ofrece un ejemplo típico de verbo serial, de acuerdo con esta defini-
ción. El verbo que denota causa y el que denota resultado son verbos contiguos y
forman un solo predicado. Las frases nominales que funcionan como argumentos
aparecen antes y después de los dos verbos.

(10) x-Ø-(s)-b’eq-on xala ix tu Ø-s-pay tz’a=toq


com-b3-a3-dejar-dd clf mujer eso b3-a3-incendiar arder=dir.irr
no oq
clf coyote
‘Y la señora dejó que se quemara el coyote.’ (Txt)

Las estructuras seriales no permiten marcas de coordinación ni de subordina-


ción que separen los dos verbos. Si aparecen estas ligaduras, los dos verbos deben
ser finitos. En 11, la conjunción copulativa kax, “y”, separa los dos verbos y per-
mite que éstos aparezcan con aspecto y persona; lo mismo ocurre en una estructura­
de subordinación, como la ejemplificada en 12, en la cual la conjunción yet,
“cuando­”, muestra que los dos verbos están menos integrados.

Libro4Final4OCT.indb 204 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 205

(11) max-Ø-(s)-payne-j xal kax max-Ø-tz’a=toq


com-b3-a3-incendiar-vtd ella y com-b3-arder=dir.irr
‘Ella incendió la casa y se quemó completamente (la casa).’

(12) max-Ø-(s)-payne-j xal [yet chi-Ø-tz’a=toq]


com-b3-a3-incendiar-vtd ella para inc-b3-arder=dir.irr
‘Ella incendió la casa para que se quemara (la casa).’

Otra prueba de que el p1° y el p2° forman una sola cláusula es el comporta-
miento de los dos verbos en las oraciones de complemento. Las raíces transitivas
en función de complementos aparecen en su forma “no finita” y se vuelven intran-
sitivas, ya que el objeto se incorpora. Se sabe que el nominal está incorporado
porque no toma clasificador y semánticamente es un objeto genérico. Contrástese
el ejemplo 13, donde el objeto de la oración simple no está incorporado, con el de
objeto incorporado sin clasificador dentro de una oración de complemento en 14.

(13) x-Ø-in-jul no’ tz’ikin


com-b3-a1sg-disparar clf pájaro
‘Le disparé al pájaro.’

(14) x-in-s-cheq=toq [jul-oj tz’ikin]


com-b1sg-a3-mandar=dir.irr disparar-nf pájaro
‘Me mandó a dispararle a los pájaros.’

En las cláusulas de complemento con verbos seriales, el objeto incorporado


aparece después del segundo verbo de la serie, como en 15a, aunque corresponde
semánticamente al objeto del primer verbo, ya que las raíces intransitivas no per-
miten incorporación de argumentos en q’anjob’al. Además, la marca de “no finito”
-oj ocurre únicamente en el primer verbo pero tiene alcance sobre toda la secuencia
p1°-p2°.

(15) a. x-in-s-cheq=toq [jul-oj kam tz’ikin]


com-b1sg-a3-mandar=dir.irr disparar-nf morir pájaro
‘Me mandó a matar pájaros.’

b.* x-in-s-cheq=toq [jul-oj tz’ikin kam-oq]


com-b1sg-a3-mandar=dir.irr disparar-nf pájaro morir-irr
Lectura buscada: ‘Me mandó a matar pájaros.’

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206 Adán Francisco Pascual

7.2.2. Rasgos de las construcciones seriales

Aikhenvald (2006a) propone cuatro rasgos definitorios de las construcciones


seriales,­los cuales se aplican a construcciones de verbos seriales en q’anjob’al. Estos
rasgos se presentan en las secciones siguientes.

7.2.2.1. Los verbos seriales describen lo que se conceptualiza como un evento simple
    en lenguas sin serialización

En q’anjob’al hay dos subtipos de serialización. El primer subtipo es una estructura­


en la cual el primer verbo es transitivo y el segundo verbo es intransitivo (inerga-
tivo o inacusativo), y ambos codifican un solo evento. En el ejemplo 16 se presenta­
una lista representativa de estas secuencias verbales. En la cuarta columna se da la
traducción de las secuencias; algunas combinaciones dan como resultado
contenidos­semánticamente no componenciales, pero en todos los casos refieren a
un solo evento. Por ejemplo, las dos primeras formas en 16, b’eq k’ay, “perder”, y
maq’ kam, “matar”, codifican un solo evento, pero estructuralmente se expresan
por dos raíces verbales; de manera que los verbos b’eq, “soltar”, y maq’, “golpear”,
son verbos transitivos que codifican una acción que implica un resultado marcado
con verbos intransitivos como k’ay, “desaparecer”, y kam, “morir”, respectivamen-
te; y estas secuencias de raíces expresan lo que en otras lenguas, como el español,
se codifica con un solo verbo.

(16) vt + vi

b’eq k’ay [soltar desaparecer] ‘perder’


maq’ kam [golpear morir] ‘matar’
antej kam [curar morir] ‘envenenar’
maq’ poj [golpear rajarse] ‘romper’
ketz b’ey [llevar caminar] ‘guiar’
xu’ sikb ’ [soplar enfriarse] ‘curar’
xu’ tan [soplar calmarse] ‘apagar’
uk’ tan [beber secarse] ‘absorber’
leq’ taq [lamer secarse] ‘curar’
jutx b’ey [arrastrar caminar] ‘arrastrar’
ketz b’ey [llevar caminar] ‘guiar’ (a un ciego)
nis tz’a ’ [incendiar quemarse] ‘quemar’
mitx’ way [agarrar dormir] ‘detener’

Libro4Final4OCT.indb 206 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 207

ten pul [empujar derramarse] ‘regar’


tek’ noj [patear llenarse] ‘llenar’ (el estómago)
t’ok noj [labrar llenarse] ‘llenar’ (una fosa)
jich taj [apalear cocerse] ‘azotar’
niq lajw [afilar terminarse] ‘desgastar’
jitz yalixhb ’ [mover hacerse pequeño] ‘reducir’

El segundo subtipo de serialización se forma con un verbo transitivo más un


posicional. Estas dos clases de palabras coocurren para codificar un solo evento, el
verbo causante necesita un direccional y el posicional resultante toma obligatoria-
mente el sufijo -an o -naj. El sufijo -naj difiere del sufijo -an en que codifica una
posición que resulta inesperadamente del verbo causante. En 17 se presentan
algunos­ejemplos de este subtipo.

(17) jul=aj pak’-an [disparar=hacia arriba tirado] ‘matar (de un disparo)’


maq’=ay noj-an [golpear=hacia abajo boca abajo] ‘noquear’, ‘derribar’
jul=aj pak’-naj [disparar=hacia arriba tirado] ‘matar de repente’
ten=toq jew-naj [empujar=hacia allá sentado] ‘tumbar de repente’
b’eq=ay san-naj [soltar=hacia abajo tirado] ‘botar de repente’

7.2.2.2. Los verbos seriales son monoclausales y tienen una sola marca
    de aspecto y valor polar

Las marcas de negación, aspecto y persona que preceden al primer verbo tienen
alcance semántico sobre los dos predicados. Esto demuestra que la construcción
es una sola cláusula con dos verbos que codifican un evento y que comparten una
marca de negación y un argumento.

(18) k’am=xa chi-Ø-ko-b’eq k’ay=k’al jan ko-nab’al


neg=ya inc-b3-a1pl-soltar desaparecer=dur indef.pl a1pl-idea
‘[…] ya no perdamos esas (nuestras) ideas.’ (Txt)

7.2.2.3. Los dos verbos comparten algún argumento

El argumento que comparten ambos verbos se expresa formalmente en el primer


verbo. La marcación de persona en el p1° presenta un patrón ergativo. El objeto
transitivo o sujeto intransitivo del primer verbo es correferencial con el sujeto lógico­
del segundo verbo. En los ejemplos de 19, el objeto del verbo transitivo tx’em,

Libro4Final4OCT.indb 207 07/10/13 12:58


208 Adán Francisco Pascual

“provocar”, es correferencial con el sujeto lógico del verbo kaqtzaj, “alterarse”,­ y


kus, “entristecer”, aunque en estos últimos no se expresen formalmente ya que son
formas “no finitas”.

(19) a. x-on-he-tx’em kaqtzaj-oq


com-b1pl-a2pl-provocar alterarse-vi.res
‘Ustedes nos enfurecieron.’

b. maj in-ha-tx’em kus-oq


neg b1sg-a2sg-provocar entristecer-vi.res
‘No me vas a entristecer.’ (Txt)

En los ejemplos de 20, el primer verbo está pasivizado, por lo tanto, su sujeto
es también el sujeto lógico del segundo verbo; aquí tampoco se expresa formal-
mente el argumento en el segundo verbo.

(20) a. x-Ø-maq’-lay kam no’ tx’i’


com-b3-golpear-pas morir clf perro
‘El perro fue matado.’

b.
x-ach-ten-lay=’aj jab’-naj-oq
com-b2sg-tocar-pas=dir tendido-ines-vi.res
‘Fuiste derribado inesperadamente/violentamente.’

7.2.2.4. Cada componente puede ser el núcleo de una oración cuando aparece
    en estructuras no seriales

Este rasgo se ejemplifica en 21 y 22; los verbos b’eq, “soltar”, y k’ay, “desaparecer”,
de la estructura serial, en 21, pueden funcionar como núcleos de oraciones inde-
pendientes, como en 22.

(21) k’am=xa chi-Ø-ko-b’eq k’ay=k’al jan ko-nab’al


neg=ya inc-b3-a1pl-soltar desaparecer=dur indef.pl a1pl-idea
‘[…] ya no perdamos esas (nuestras) ideas.’ (Txt)

(22) a. palta maj Ø-ko-b’eq=el-oq


pero neg b3-a1pl-soltar=dir-irr
‘Pero no lo vamos a soltar.’ (Txt)

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La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 209

b. x-Ø-k’ay=il-oq
com-b3-desaparecer=dir-irr
‘Desapareció.’ (Txt)

Los cuatro rasgos ya presentados concuerdan con la definición de Aikhenvald


(2006a). Los dos verbos de la construcción resultativa constituyen una construc-
ción serial y son verbos contiguos que expresan un solo evento y comparten aspecto­
y persona. Estos verbos siempre aparecen juntos y los argumentos explícitos no
pueden aparecer entre los dos verbos.

7.2.3. Los resultativos: Un tipo especial de verbos seriales

En las lenguas con verbos seriales hay varios tipos de serialización y uno de ellos es
el del tipo resultativo. Los ejemplos siguientes ilustran este tipo de estructura en
tres lenguas con verbos seriales. Nótese que en las tres lenguas se mantiene el mis-
mo orden icónico que toma lugar en las estructuras resultativas del q’anjob’al, es
decir, el primer verbo describe la causa, y el segundo, el efecto.

(23) Taba (malayo-polinesio)


n-babas welik n-mot do
3sg-morder puerco 3sg-morir r
‘Mordió al puerco hasta que murió.’
(‘It bit the pig dead.’ Tomado de Aikhenvald, 2006a: 2.)

(24) Chino cantonés


lei5 lo2 di2 saam1 lai4
tú tomar pl ropa venir
‘¡Trae algunas ropas!’ (Aikhenvald, 2006a: 2.)

(25) Dumo (sko)


deh gheh ta wau
3pl 3sg.masc 3plsuj.pegar 3sg.masc.suj.morir
‘Ellos lo mataron.’ (Lit. ‘Ellos lo golpearon y él murió.’) (Ingram, 2006: 218.)

En taba, cantonés y dumo, los verbos seriales no son contiguos, son palabras
independientes. En contraste, hay otras lenguas, como el oluteco (Zavala Maldo-
nado 2006a), en las que los dos verbos son parte de una misma palabra, como se
ilustra en 26.

Libro4Final4OCT.indb 209 07/10/13 12:58


210 Adán Francisco Pascual

(26) Oluteco (mixe-zoque)


min-wop-tikx-u pe:tan
erg2-golpear-romperse-com escoba
‘Rompiste la escoba.’ (Zavala Maldonado, 2006a: 285.)

En comparación con los ejemplos anteriores, los verbos seriales en q’anjob’al


son un caso intermedio, ya que los verbos que son parte de la construcción son
palabras independientes, pero a diferencia del taba, cantonés y dumo, la secuen-
cia de verbos en q’anjob’al no permite que intervengan frases nominales ni
adverbios entre los dos predicados, tal como se ve en la agramaticalidad de 27.
Los únicos elementos que pueden aparecer entre los dos verbos son los direccio­
nales kan y pax, el intensificador wal, el reportativo ab’, y los enclíticos adverbia­
les como to “todavía” y xa “ya”. En el ejemplo 27a, aparece el direccional kan.

(27) a. kab’ ch-in-s-maq’-on=kan taj heb’ naq


y.dice inc-b1sg-a3-pegar-dd=dir cocerse 3pl él
‘Y dice que me golpeen ellos.’ (Montejo, 1996: 18.)

b. * ch-in-s-maq’=kan heb’ naq taj-oq


inc-b1sg-a3-pegar=dir 3pl él cocerse-vi.res
Lectura buscada: ‘Me golpean ellos.’

El ejemplo 28 muestra que los operadores direccionales, con alcance semánti-


co sobre los dos predicados, se distribuyen entre ambos. Esto también muestra que
los dos predicados son parte de una misma unidad estructural y semántica, a pesar
de que no forman una palabra simple, como en el oluteco.

(28) x-Ø-y-uk’=kan tan=toq tx’o’ tx’otx’ ha’


com-b3-a3-beber=dir secarse=dir.irr clf tierra pro
‘La tierra la absorbió (al agua).’

7.2.4. Los resultativos simétricos y los asimétricos

Las construcciones de predicación resultativa también pueden estudiarse desde el


punto de vista de su productividad. Cuando los miembros que pueden funcionar
como p1° y como p2° provienen de paradigmas abiertos, se dice que son simétricos,
pero cuando los miembros del grupo del p1° o del de p2° provienen de un para-

Libro4Final4OCT.indb 210 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 211

digma cerrado, se dice que son asimétricos. Ejemplos de construcciones resultativas­


simétricas se dieron en 16. Otros ejemplos aparecen en 29.

(29) a. a=Ø no x-Ø-’uqti-n yaxk’a heb’ xin


foc=b3 pro com-b3-corretear-fa agitarse 3pl pues
‘Ellos fueron los que los ahuyentaron, pues.’ (Mateo Toledo y García, 2006: 33.)

b. x-Ø-(s)-b’eq-on xala ix tu Ø-s-pay tz’a=toq


com-b3-a3-dejar-dd clf mujer ese b3-a3-incendiar arder=dir.irr
no oq
clf coyote
‘Y la señora dejó que se quemara ese coyote.’ (Txt)

c.
x-in-ha-ten=toq jew-naj y-ib’an xal ixnam
com-b1sg-a2sg-tocar=dir.irr sentado-ines a3-sobre clf señora
‘Me tumbaste sobre la señora.’
(Lit. ‘Me empujaste cayendo (yo) sentado sobre la señora.’)

Las construcciones resultativas simétricas no se presentan en las lenguas ma-


yas fuera del área de los Cuchumatanes, éste es un fenómeno exclusivo de las len-
guas q’anjob’alianas, tal como se ve en akateko (30), popti’ (31) y chuj (32).

(30) akateko
tol=ab’ chi-Ø-nus-le tz’aa s-naa eb’
que=rep inc-b3-quemar-pas arder a3-casa 3pl
‘Que les quemaban sus casas.’ (Zavala Maldonado, 1992: 128.)

(31) popti’
x-Ø-s-maq’ k’ay-oj naj hin-k’ul y-et
com-b3-a3-pegar perderse-vi.res él a1sg-estómago a3-cuando
lanhan=Ø Ø-hin-b’is-ni ch’en melyu
prg=b3 b3-a1sg-contar-ds clf dinero
‘El me confundió cuando estaba contando el dinero.’
(Ramírez Pérez et al., 2001: 173.)

(32) chuj
tz-Ø-(s)-ma’ takjok k’ak’ te s-nich te’
inc-b3-a3-pegar secarse calor clf a3-flor palo
‘El calor marchita la flor.’ (Felipe Diego, 1998: 135.)

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212 Adán Francisco Pascual

El tojol’ab’al no comparte esta propiedad, a pesar de que Kaufman (1974) lo


clasifica como una lengua q’anjob’aliana. En esta lengua, las construcciones equi-
parables a la predicación secundaria resultativa son estructuras complejas y subor-
dinadas, con dos verbos, cada uno con su propia marca de persona y sufijo de
categoría,­es decir, los dos verbos aparecen en su forma finita, por lo tanto, no son
seriales en un sentido estricto, a pesar de que esta lengua sí presentaba construccio­
nes seriales que se gramaticalizaron, por ejemplo, en marcas de dativo (véase el
capítulo 6).

(33) tojol’ab’al
s-mak’-a-won man cham-y-on
a3-golpear-vt-b1 sub:hasta.que morir-vi-b1
‘Me golpeó hasta que me morí.’ (Cortesía de María Lichim.)

Por otro lado, dentro de los resultativos asimétricos, el q’anjob’al presenta dos
tipos. En el primer tipo, el primer verbo viene de una clase cerrada, y el segundo,
de una clase abierta. Un ejemplo es la construcción con el causativo analítico aq’,
“hacer” o “dar”. Los ejemplos aparecen en 34.

(34) a. max-Ø-b’et y-aq’-on q’axnaj xala jun ch’en yero


com-b3-ir a3-dar-dd calentar ella indef clf hierro
‘Y ella fue a calentar un hierro.’ (Txt)

b. tze chi-Ø-y-un j-aq’-on lo-w no kaxhlan tu’


inter inc-b3-a3-hacer a1pl-dar-ds comer-ap clf pollo eso
‘¿Cómo alimentamos a los pollos?’ (Txt)

En un segundo tipo de predicado resultativo asimétrico, el p1° es un miembro


de una clase abierta mientras que el p2° es de clase cerrada. Las construcciones con
direccionales ejemplifican estas estructuras asimétricas, ya que sólo 12 verbos de
movimiento que expresan trayectoria y aspecto aparecen como p2°, mientras que
en la posición de p1° se cuenta con un paradigma abierto de predicados. Esto se
ilustra en 35.

(35) a. max-Ø-y-iq-on=’ek’=toq
com-b3-a3-cargar-dd=dir=dir.irr
‘Lo cargó para el otro lado.’

Libro4Final4OCT.indb 212 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 213

b.
x-Ø-cheq-lay=kan=’ok=toq
com-b3-mandar-pas=dir=dir=dir.irr
‘Fue mandado de vuelta hacia adentro.’

El paradigma completo de direccionales que se gramaticalizaron de verbos de


movimiento con función de resultativos en q’anjob’al aparece en el cuadro 7.2

Cuadro 7.2
Verbos de movimiento y direccionales en q’anjob’al
Raíz Direccional Verbo de movimiento Direccional
ek’ ek’~ik’ “pasar”, “atravesar” “a través”
ok ok “entrar” “hacia dentro”
el el~il “salir”, “huir” “hacia fuera”
aj aj “subir” “hacia arriba”
ay ay “bajar” “hacia abajo”
kan kan “quedarse, permanecer” “sin movimiento”
pax pax “regresar” “de regreso”
toj toq “ir” “hacia allá”
tit teq “venir” “hacia acá”
ul ul “llegar” “llegar aquí”
jay jay “llegar aquí” “llegar aquí”
apn apn “llegar allá” “llegar allá”
Fuente: Adaptado de Zavala Maldonado (1994: 102).

A diferencia de otras construcciones resultativas, la estructura con direccionales­


permite que en la posición de p2° haya series de hasta tres direccionales, como se
ilustró en 35b.
Los direccionales surgen precisamente de la gramaticalización de la construc-
ción de verbos seriales resultativa. Estos direccionales se posponen a un núcleo
predicativo para indicar el trayecto o dirección que toma el evento expresado por
el predicado principal. El paso de un verbo de movimiento a un marcador direc-
cional se ejemplifica en las estructuras de 36 . En 36a, la raíz ek’ es un verbo de

Libro4Final4OCT.indb 213 07/10/13 12:58


214 Adán Francisco Pascual

movimiento que significa “pasar” y es el núcleo del predicado. La misma forma ek’,
en 36b, tiene la función de un direccional que significa “a través”, el cual es un
elemento adyacente al verbo principal iq, “cargar”.

(36) a. ch-Ø-’ek’=toq heb’…


inc-b3-pasar=dir.irr 3pl
‘Ellos pasan (al otro lado).’ (Txt)

b. ch-Ø-y-iq=ek’=toq heb’
inc-b3-a3-cargar=dir=dir.irr 3pl
‘Ellos lo cargan al otro lado.’

En contraste con los simétricos, los resultativos que dieron origen a los direc-
cionales del cuadro 7.2 aparecen también en lenguas de la rama tseltalana (tseltal,
tzotzil, chol) y es posible que también se manifiesten en algunas lenguas de la rama
mameana (mam, teko, awakateko, ixil). En estas lenguas sólo puede encontrarse
la estructura de los resultativos del tipo asimétrico. Por lo tanto, la estructura
simétrica,­considerada como la estructura resultativa prototípica, se encuentra
solamente en las lenguas q’anjob’alianas.

7.3. Conclusiones

En este trabajo he discutido los rasgos característicos de la predicación secundaria


resultativa en q’anjob’al. La he definido como un tipo de construcción resultativa
de verbo serial que se asemeja al tipo de construcciones seriales en las cuales los dos
verbos aparecen como elementos contiguos.
Los verbos seriales se presentan en un orden icónico de los eventos que ocurren
en el mundo, es decir, primero se produce una causa y después resulta un efecto.
El verbo que causa la acción es el p1° y el verbo resultante es el p2°. Estos verbos
son núcleos independientes pero están integrados formal y semánticamente, por
lo que se encuentran a medio camino entre la estructura analítica resultativa del
cantonés que vimos en el ejemplo 24 y la estructura sintética del oluteco, en el
ejemplo 26.
Por otro lado, la estructura resultativa puede ser simétrica o asimétrica. La
estructura simétrica es exclusiva de las lenguas q’anjob’alianas y la estructura asimé­
trica se extiende a las lenguas tseltalanas. La estructura asimétrica en q’anjob’al se

Libro4Final4OCT.indb 214 07/10/13 12:58


La construcción resultativa de verbo serial en q’anjob’al 215

subdivide en una estructura analítica y en una estructura resultativa más gramati­


ca­li­zada en las que los direccionales aparecen como elementos más integrados a un
predicado principal. Este último subtipo es el que me lleva a proponer que los
direccionales son el resultado de la gramaticalización de una construcción
resultativa­.
En resumen, la estructura del p2° resultativo es distinta a la construcción del
p2° depictivo por siete rasgos. Estos rasgos se presentan en el cuadro 7.1 y confir-
man que, además de los depictivos, existe una estructura resultativa que entra en
la tipología de la predicación secundaria.

Libro4Final4OCT.indb 215 07/10/13 12:58


Libro4Final4OCT.indb 216 07/10/13 12:58
8. Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla:
Una aproximación a sus tipos morfosintácticos1

Rodrigo Romero Méndez*

8.1. Introducción

En este trabajo examinaré cinco estructuras de complementación en mixe de


Ayutla­que presentan distintos grados de integración sintáctica;2.es decir, en las que
el vínculo entre la cláusula matriz y la cláusula de complemento varía. Argumen-
taré, además, que no todas estas construcciones pueden verse como casos de sub-
ordinación, puesto que en algunas de ellas la cláusula de complemento no está
incrustada en la cláusula matriz sino que ambas se encuentran en el mismo nivel
sintáctico.
Una estructura de complementación existe cuando un verbo toma como
argumento­otro predicado, tal y como sucede en “Carlos dijo que comió pan dul-
ce”, donde la estructura “que comió pan dulce” funciona como objeto directo de
“decir”. Una lengua suele tener más de un tipo de cláusula de complemento,
1
El presente trabajo ha crecido de versiones presentadas en los Talleres de Complementación i y ii
dirigidos por Judith Aissen y realizados en el ciesas-Sureste, en San Cristóbal de las Casas, México, y
en okma, en la Antigua Guatemala, Guatemala, respectivamente. Agradezco enormemente la discu-
sión ahí generada y las sugerencias hechas por los participantes. Además, el artículo ha crecido con los
comentarios de Armando Mora Bustos, Elena Aguilar Gil y Lilián Guerrero; los editores, Roberto
Zavala Maldonado y Enrique L. Palancar, han contribuido de forma invaluable. Por supuesto, cual-
quier error permanece bajo mi propia responsabilidad. Los viajes de campo realizados a San Pedro y
San Pablo Ayutla, Oaxaca, han sido financiados parcialmente por el Departamento de Lingüística y
por el Mark Diamond Research Fund, ambos de la Universidad de Búfalo, y por el Endangered
Languages Documentation Programme (FTG0029). Agradezco a estas instituciones el financiamien-
to para mi investigación.
* Seminario de Lenguas Indígenas, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autó­
no­ma de México
2
El mixe de Ayutla es una lengua que pertenece a la familia mixe-zoque y se habla en el estado de
Oaxaca, al noreste de la capital del estado. El mixe de Ayutla se ha clasificado algunas veces como uno
de los dialectos del mixe alto sureño (Wichmann, 1995), pero la situación de las lenguas mixes es
análoga a la de las lenguas zapotecanas, en las que existe una cadena dialectal, de forma que es mejor
tomar a cada comunidad como unidad de interacción lingüística. Por este motivo, las aseveraciones
aquí presentadas se restringen a la variante hablada en el municipio de San Pablo y San Pedro Ayutla,
Oaxaca, aunque mucho de lo expuesto pueda ser también válido para lenguas mixes aledañas.

217

Libro4Final4OCT.indb 217 07/10/13 12:58


218 Rodrigo Romero Méndez

algunas­de éstas parecen tener todos los elementos de una cláusula independiente;
otras, en cambio, tienen muchas restricciones sintácticas o morfológicas, por ejem-
plo, los verbos en el predicado aparecen nada más en un tipo de conjugación, no
pueden tomar morfología de concordancia de sujeto, no pueden ser negadas, et-
cétera (Van Valin y LaPolla, 1997; Givón, 2001; Cristofaro, 2003; Noonan, 1985;
Dixon, 1995; entre otros).
Las cinco estructuras de complementación del mixe tienen distintas propieda-
des morfosintácticas, al tiempo que la cláusula de complemento puede tener un
mayor o menor grado de integración sintáctica. Por así decirlo, en algunos,­casos
se trata de un constituyente muy elaborado dentro de la cláusula matriz, en donde
cada verbo, tanto el matriz como el de complemento, tienen su propio ámbito
clausal; en otros casos, pareciera que los lindes entre la cláusula matriz­y la de
complemento se disolvieran.
Tradicionalmente, la complementación se ha visto como un tipo de subordi-
nación. En este trabajo se argumenta que no todos estos casos deben ser conside-
rados como instancias de subordinación, sino que existe otro tipo de estructura en
la cual la cláusula de complemento no está incrustada en la cláusula matriz sino
que ambas son codependientes (véase la sección “cláusulas codependientes”).
Basado en sus propiedades formales, distingo los siguientes tipos de estructu-
ras: i) las estructuras subordinadas, Tipos 1 y 2; ii) las cláusulas las cáusulas code-
pendientes Tipos 3, 4 y 5.

8.1.1. Estructuras subordinadas

Tipo 1. Cláusulas subordinadas plenas de complemento. Tienen casi todas las ca-
racterísticas de una cláusula independiente y es el único tipo de cláusula de com-
plemento introducida por un complementante.3

(1) y-mëtoo-py=yë ku=ëk=ja’a jä’äy y-tsapää-y y-yä’äx-y


1a-oír-i.tr=dem2 comp=cit=dem3 gente 3s-llorar-d 3s-chillar-d
‘Oía que esa gente lloraba, gritaba.’ (Txt)

Tipo 2. Cláusulas subordinadas de complemento reducidas “no finitas”. La cláu-


sula de complemento es una forma verbal “no finita”.

3
La ortografía aquí utilizada es la misma que usan otros lingüistas y promotores de la escritura en mixe
(Reyes, 2005). Desviaciones del afi: x=//; ts=/ts/; y=/j/; ’=//; ë=/ɨ/; ä=//.

Libro4Final4OCT.indb 218 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 219

(2) ja’a jä’äy ojts y-kox-y yu’u-p


dem3 persona pret 3a-mandar-d arar-nf
‘Esa gente lo mandó a arar.’ (Txt)

13.1.2. Cláusulas codependientes

Tipo 3. Cláusulas codependientes de complemento plenas. El argumento del verbo­


de complemento aparece antes del verbo matriz. Además, el verbo de la cláusula de
complemento debe aparecer en irrealis o con el desiderativo.

(3) akxäjk nojty Karlos y-tsok-py t-jë’kx-t


chayote imp Carlos 3a-querer-i.tr 3a-comer-irr.d
‘Carlos quería comer chayote.’

Tipo 4. Cláusulas codependientes finitas. La cláusula de complemento tiene un


verbo finito y aparece antes del verbo matriz, mientras que este último se conjuga­
como dependiente.

(4) ja’a kipy-u’unk y-mäts-py y-kaxë’ëk-y


dem3 palo-dim 3a-agarrar-i.tr 3s-parecer-d
‘Se ve que está agarrando el palo.’ (Txt)

Tipo 5. Cláusulas codependientes reducidas mínimas. El verbo de complemento


aparece en la conjugación de aspecto/modo neutra, pero desprovisto de sus argu-
mentos, como núcleo predicativo básico.

(5) m-ats-ä’än-p ijty x-ja+tsok-y 4


2s-bailar-des-i imp 2a-querer-d
‘Quisieras/te gustaría bailar.’

El presente capítulo está organizado de la siguiente forma. En primer lugar, se


exponen las principales características gramaticales de la cláusula simple en el mixe­
de Ayutla. Con base en estas características, se explican las afinidades y diferencias de
las estructuras presentadas. En la siguiente sección se da una pequeña introducción

4
En el análisis morfológico, el signo “+” indica que existe un linde de morfemas que no resulta perti-
nente para la discusión.

Libro4Final4OCT.indb 219 07/10/13 12:58


220 Rodrigo Romero Méndez

al fenómeno de la complementación y se explica brevemente la distinción entre


cláusulas subordinadas y cláusulas codependientes. luego se presentan las caracte-
rísticas de las cláusulas de complemento subordinadas en mixe de Ayutla, y después
se analizan las cláusulas codependientes. El capítulo concluye con una sección de
comentarios finales en la que se presenta un resumen de las principales caracterís-
ticas de las estructuras estudiadas.

8.2. Características gramaticales básicas del mixe de Ayutla

En esta sección expondré brevemente cuáles son los elementos gramaticales nece-
sarios para entender la estructura de la cláusula simple en la lengua, éstos ayudarán
a entender los elementos de la cláusula compleja. El mixe de Ayutla es una lengua
con marcación en el núcleo. Permite incorporación nominal y de algunos adverbios
(en particular, la incorporación de la partícula negativa será de gran utilidad
posteriormente)­. Otras características importantes son la presencia de un sistema
de alineación inversa y de una división básica entre cláusulas dependientes e
independientes.­5

8.2.1. Morfología verbal básica

El mixe de Ayutla tiene las marcas flexivas a los extremos del complejo verbal: el
primer prefijo encontrado en un verbo es la marca de persona. En el otro extremo,
los últimos sufijos del verbo son los de aspecto/modo (am), como en el ejemplo 6.

(6) yë’ë tsajpkaaky y-kay-py


dem2 pan 3a-comer-i.tr
‘Él está comiendo pan [...].’ (Txt)

En el ejemplo 6, el morfema y- señala la tercera persona agente, mientras que -py


señala que el verbo se encuentra en aspecto neutro independiente transitivo (véase la
sección “Marcación de aspecto/modo”). Nótese que, aunque el verbo es transitivo,
existe únicamente una posición para marcadores personales, lo que en 6 correspon-
de al participante con el papel de agente (a, en la terminología de Dixon, 1979).

5
Para una descripción más detallada, véase Romero Méndez, 2009; para características similares en
otras lenguas mixe-zoques, véase Zavala Maldonado, 2000; 2002; 2007b.

Libro4Final4OCT.indb 220 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 221

Todos los verbos finitos deben tener estos dos elementos para obtener una
cláusula gramatical. En contraste, los verbos en una forma “no finita” aparecen
obligatoriamente en aspecto neutro (glosado en estos casos como nf, por conve-
niencia), pero no tienen marcadores de persona. Esta diferencia será importante
para distinguir distintos tipos de estructuras de complementación.

8.2.2. Dependencia y morfología verbal

En lenguas mixe-zoques, todos los verbos se deben marcar obligatoriamente como


“dependientes” o “independientes”.6 Esta distinción se manifiesta tanto en los
prefijos personales como en el paradigma de aspecto/modo. La “dependencia” en
una cláusula se desencadena cuando un constituyente no argumental se encuentra
antes del verbo, por ejemplo, un adverbio negativo, temporal o locativo; de igual
forma, en una interrogación parcial sobre un elemento no argumental, el verbo
también se marca como dependiente. Esto se ilustra en el contraste del ejemplo 7.
Nótese que en 7a el verbo aparece con marcación de “independiente”, en contraste­
con 7b, donde se encuentra el adverbio deíctico xem, ‘ahí’, por ello la cláusula se
marca como dependiente.

(7) Independiente
a. Karlos yäjkts y-kay-py
Carlos memelas 3a-comer-i.tr
‘Carlos come memelas.’

Dependiente
b.
xem Karlos yäjkts t-kay-y
deic Carlos memelas 3a-comer-d
‘Carlos come memelas ahí.’

En cuanto a las cláusulas subordinadas, todas aquellas que son introducidas por
una conjunción subordinante o, en el caso de las cláusulas de complemento, por un
complementante, aparecen marcadas como dependientes. La única excepción son
los casos que se discutirán en la sección sobre complementos con cláusulas ple­nas.
6
Estos términos no son sinónimos de subordinación estructural: un verbo en una cláusula que no esté
subordinada se puede marcar como dependiente si tiene las condiciones para ello. Dicha terminología
es ciertamente poco afortunada, ya que se confunde con la idea de dependencia en la literatura sobre
subordinación (Cristofaro, 2003).

Libro4Final4OCT.indb 221 07/10/13 12:58


222 Rodrigo Romero Méndez

8.2.3. Marcación de persona, dependencia e inversión

En el verbo existe solamente una posición para los marcadores de persona en co-
rreferencia con uno de los argumentos verbales: en un verbo intransitivo, con el
único participante, el sujeto de intransitiva (s); en un verbo transitivo, con el su-
jeto de transitiva (a) o con el objeto (o). Existen dos paradigmas de marcadores de
persona, uno para las cláusulas independientes y otro para las cláusulas dependien-
tes. Esto se ilustra en los cuadros 8.1 y 8.2.

Cuadro 8.1
Marcadores personales para cláusulas independientes
Intransitivo Transitivo

s marcado a marcado o marcado

Ø- 1 n 1>2, 1>3 x- 2>1, 3>1

m- 2 m-
2>3 m- 3>2

Ø- 3 y- 3>3’ Ø- 3’>3
Fuente: elaboración propia.

Cuadro 8.2
Marcadores personales para cláusulas independientes
Intransitivo Transitivo
s marcado a marcado o marcado

n- 1 n 1>2, 1>3 x- 2>1, 3>1

m- 2 x-
2>3 m- 3>2

y- 3 t- 3>3’ y- 3’>3
Fuente: elaboración propia.

En el sistema de marcación inversa del mixe de Ayutla, se sigue la jerarquía de


persona esquematizada en 8. Cuando el participante a es más alto en la jerarquía
que el participante o, la relación se marcará como directa; en caso contrario, si el
participante o es más alto en la jerarquía, la relación se marcará como inversa.

Libro4Final4OCT.indb 222 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 223

(8) 1ª persona > 2ª persona > 3ª persona


Humano > Animal > Inanimado
Más topical > Menos topical

El sistema inverso se manifiesta en mixe en dos mecanismos que pueden o no


coaparecer: en un sistema pronominal jerárquico (Zavala Maldonado, 2007a;
véanse también los cuadros 8.1 y 8.2) y por medio de un sufijo de inverso.7 En
este sentido, en los marcadores personales se codifica no sólo la persona gramatical
del participante más prominente en la jerarquía descrita en 8, sino también si la
alineación es directa o inversa. Por ejemplo, la primera persona se marca con el
prefijo n- cuando la marcación es directa pero con el prefijo x- cuando es inversa.
Por otra parte, en muchas conjugaciones verbales también aparece el sufijo -ë, que
indica que la alineación es inversa, como se muestra en 9.

(9) Alineación directa


a. m-ex-py mejts yë’ë uk
2a-ver-i.tr 2pro dem2 perro
‘Tú estás viendo al perro.’

Alineación inversa
b. m-ex-ë-p mejts yë’ë uk
2o-ver-inv-i 2pro dem2 perro
‘El perro te está viendo.’

En el ejemplo 9a, la marcación es directa porque el participante a es una


segunda­persona y está más alto en la jerarquía de persona que el participante o,
que es una tercera persona. En contraste, en 9b se da una relación semántica
inversa,­puesto que el participante a está abajo del participante o en la jerarquía
descrita en 8, por lo tanto, la relación debe marcarse como inversa.

7
La inversión funciona de forma distinta no sólo en lenguas de distintas familias, sino también en
lenguas mixe-zoques (para oluteco, véase Zavala Maldonado, 2002; 2007a; para mixe de Tamazula-
pam, véase Santiago Martínez, 2008 y para el mixe de Ayutla Romero Méndez, 2009). Para tener
claridad terminológica, uso “sistema de alineación inversa” para referirme al conjunto de recursos
gramaticales involucrados que pueden coaparecer o no, como se explica en el cuerpo del texto.

Libro4Final4OCT.indb 223 07/10/13 12:58


224 Rodrigo Romero Méndez

8.2.4. Marcación de aspecto/modo

En la morfología verbal del mixe de Ayutla, el aspecto/modo está señalado por


medio de sufijos de am y por medio de apofonía vocálica (un cambio en el núcleo
de la última sílaba del radical). En este trabajo, dejaré de lado la apofonía y me
centraré en los sufijos de am, los cuales se presentan en el cuadro 8.3. En el paradig­
ma de am también aparece la distinción entre una marcación independiente y
dependiente.

Cuadro 8.3
Marcadores de aspecto-modo en mixe de Ayutla
Independiente Dependiente

Aspecto neutro -p/-py (transitivo) -y/-t (plural)

Irrealis -p -t

Completivo <apofonía> <apofonía> -y


Fuente: elaboración propia.

Como he argumentado en otra parte (Romero Méndez, 2008), el marcador


de aspecto neutro (cognado con la forma llamada incompletiva en otras lenguas
mixe-zoques) no tiene ningún valor aspectual. El marcador de aspecto neutro (-p,
-py o -y) aparece glosado únicamente como independiente o dependiente, según
sea el caso, ya que ésta es su principal función. Como se ilustra en el cuadro 8.3, la
forma independiente del aspecto neutro distingue entre una marcación transitiva
y una intransitiva. Además, el aspecto neutro dependiente plural se marca con el
morfema portmanteau -t.8 El completivo —prácticamente en desuso entre los jó-
venes— indica aspecto de punto de vista perfectivo (view point aspect, Smith, 1997)
y no se marca por medio de un sufijo sino únicamente por medio de la apofonía.
Como parte del mismo paradigma, también aparece el irrealis. Los morfemas de
aspecto neutro independiente y de irrealis independiente son idénticos, pero desen­
cadenan un tipo distinto de apofonía. Es necesario decir que existe otro morfema­
que expresa aspecto perfecto, el sufijo -në, pero no forma parte del paradigma de am.9
8
Para otras conjugaciones de am, el plural se marca con el sufijo verbal -t(ë), pero en estos casos no se
fusiona con la marca de am sino que es un morfema aparte.
9
Debido a interacciones morfofonológicas, en la conjugación neutra dependiente el perfecto aparece
al final de verbo, sin que el morfema de dependiente se realice explícitamente. Esto podría dar la
falsa impresión de que aparece en la posición de los marcadores de am, pero no es así.

Libro4Final4OCT.indb 224 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 225

En mixe de Ayutla se puede expresar aspecto perfectivo por medio del adverbio
tëë, ‘ya’, en 10a, y aspecto perfectivo y tiempo pretérito por medio del adverbio ojts,
en 10b (Romero Méndez, 2008).10

(10) a. tëë yë’ë tsä’äny x-päät-y


ya dem2 víbora 2a-encontrar-d
‘Ya encontraste la víbora.’ (Txt)

b. ta=ëk=ja’a nan ojts y-yä’äx-y


deic=cit=dem2 señora pret 3s-llorar-d
‘Entonces la señora lloró.’ (Txt)

8.2.5. Orden de constituyentes

El mixe de Ayutla, al igual que otras lenguas de la familia, presenta un alto grado
de flexibilidad en el orden de constituyentes. Sin embargo, podemos encontrar las
tendencias expresadas en 11 cuando hay frases nominales plenas. Como veremos
en un momento, las cláusulas de complemento no siempre presentan el mismo
grado de flexibilidad, además de que a veces deben aparecer después del verbo,
incluso si la marcación del verbo matriz es dependiente, lo cual contrasta con las
frases nominales.

(11) Orden con ffnn: so


En independientes: vo/ov
En dependientes: ov

8.3. Complementación, subordinación y codependencia

Algunos predicados toman una cláusula como uno de sus argumentos, en lugar
de, o además de, una frase nominal, como en los ejemplos mostrados en la introduc­
ción. Predicados de esta naturaleza se llaman “predicados matrices”; por su parte,
la cláusula que sirve de argumento de dicho predicado se llamará “cláusula­de
complemento”. Aunque las expresiones “predicado matriz” o “cláusula matriz” se
han usado principalmente para estudios de subordinación, aquí los utilizaré como
10
Tanto el aspecto de punto de vista perfectivo como el imperfectivo se definen siguiendo a Klein, 1994.

Libro4Final4OCT.indb 225 07/10/13 12:58


226 Rodrigo Romero Méndez

términos de cobertura para el predicado que toma complemento en todos los casos
de complementación, ya sea que exista subordinación o codependencia.
Para el presente artículo, tomaré dos puntos clave para identificar la comple-
mentación en mixe. En primer lugar, en términos semánticos, el predicado
expresado­por la cláusula de complemento debe ser un argumento semántico del
predicado expresado por la cláusula matriz. En segundo lugar, limitaré el análisis
a los siguientes casos: verbos intransitivos cuyo único argumento sea la cláusula de
complemento y verbos transitivos cuyo objeto sea la cláusula de complemento.11
De forma esquemática, para el estudio de la complementación (o de la subor-
dinación en general) se puede distinguir entre dos tipos de relaciones: dependencia
estructural e incrustación (Cristofaro, 2003). Por “dependencia estructural” en-
tiendo simplemente que la cláusula de complemento no podría aparecer con la
misma forma como una cláusula independiente. Por “incrustación” entiendo que
las cláusulas subordinadas forman un constituyente dentro de la cláusula matriz.
En el caso de la complementación, la cláusula de complemento debe ser un argu-
mento sintáctico del verbo matriz. Así pues, en 12 la cláusula de complemento
está introducida por el complementante que, marcándola así como dependiente,
y ocupa la posición de objeto directo del verbo oír, con lo cual sabemos que está
incrustada.

(12) Oí que Carlos cerró la puerta.

Ya otros autores han señalado, sin embargo, que existen estructuras en las
cuales se relacionan dos cláusulas que no califican propiamente ni como subordi-
nación ni como coordinación (Van Valin y LaPolla, 1997; Van Valin, 2001; 2005;
Givón, 2001; Cristofaro, 2003; Guerrero, 2006; entre otros). En muchos de estos
casos, las cláusulas pueden compartir operadores de tiempo, aspecto o polaridad,
pueden compartir un argumento, o incluso dos verbos pueden formar un predicado­
complejo de forma que compartan todos los argumentos.
Para fines del presente artículo, llamaré construcciones codependientes (o co-
subordinadas) a estos casos que parecen ocupar una posición intermedia entre
coordinación y subordinación. En ellos, la cláusula de complemento es dependiente­
sintácticamente del verbo matriz pero no existe incrustación. La idea de codepen-

11
En una discusión más amplia del mixe, y de otras lenguas, habría problemas con este punto (Munro,
1982). En mixe de Ayutla, por ejemplo, los verbos de habla toman claramente un complemento
clausal que, sin embargo, no es argumento sintáctico. Esto se refleja en que el verbo matriz es intran-
sitivo. Dadas las dimensiones del artículo, dejaré de lado casos como el de los verbos de habla.

Libro4Final4OCT.indb 226 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 227

dencia no debe entenderse como una nueva propuesta teórica, sino como un tér-
mino conveniente para designar la relación sintáctica existente entre cláusula ma-
triz y complemento en tres tipos de cláusulas de complemento en el mixe de
Ayutla (o sea, los tipos 3, 4 y 5).12
De forma más particular, en las construcciones subordinadas, tanto la cláusula­
principal como la subordinada tienen definido su límite clausal, mientras que en
las cláusulas co-dependientes los límites entre una y otra cláusula parecen diluirse.
En este sentido, la marcación de los verbos como dependientes o independientes
sirve de clave para distinguir si existe subordinación o codependencia. Si la mar-
cación del verbo matriz y el verbo de complemento no está correlacionada, la
relación­será de dependencia. Por el contrario, si la marcación de ambos verbos
como independiente o dependiente está correlacionada, existe codependencia.
Todo esto es explicado a lo largo de la exposición.
Finalmente, en el estudio de la complementación también se considera cuál
es la complejidad sintáctica de la cláusula de complemento. Dicha complejidad se
puede tomar como un indicador de la integración sintáctica de la cláusula de
complemento en la cláusula matriz. Entre más compleja sea una cláusula de com-
plemento (es decir, si existe complementante, si acepta modificadores y cuáles, si
el verbo puede tener argumentos o no), habrá una menor integración sintáctica y
viceversa.

8.4. Cláusulas subordinadas de complemento

En esta sección abordaré las cláusulas de complemento que están subordinadas a


la cláusula principal, es decir, que presentan dependencia e incrustación.

8.4.1. Tipo 1. Complementos con cláusulas plenas

Las cláusulas de complemento plenas están marcadas siempre por la presencia de


una palabra subordinante que introduce a la cláusula de complemento; no presen-
tan restricciones respecto al verbo matriz, es decir, la construcción no está restrin-
gida a un grupo semántico en particular, y son las que presentan un mayor grado
de independencia sintáctica. Esto último significa que, salvo por el complemen-

12
Para una definición más restringida sobre la cosubordinación y una discusión teórica respecto a ella,
véanse Foley y Van Valin, 1984; Van Valin y LaPolla, 1997 Van Valin, 1993; 2005.

Libro4Final4OCT.indb 227 07/10/13 12:58


228 Rodrigo Romero Méndez

tante y por estar incrustada en una estructura sintáctica mayor, la cláusula subor-
dinada tiene casi todas las características que podríamos encontrar en una cláusu-
la independiente. Los operadores semánticos de la cláusula matriz son
independientes de los operadores semánticos de la cláusula de complemento. A
pesar de ello, veremos que las cláusulas interrogativas de complemento tienen aún
menor integración sintáctica que las cláusulas aseverativas.

8.4.1.1. Cláusulas aseverativas de complemento

Las cláusulas aseverativas de complemento están introducidas por el elemento


subordinante kuu, glosado aquí simplemente como complementante.13 En estos
casos, la cláusula de complemento aparece obligatoriamente marcada como de-
pendiente. Esto se debe a la presencia del complementante, que es tratado como
cualquier otro elemento no argumental que aparezca antes del verbo. Esta cons-
trucción es ejemplificada en 13.

(13) per te’n=ëk=ja’a t-ex-y kuu soldäätep


pero así=cit=dem3 3a-ver-d comp soldados
y-mats-t pues
3s-venir-d;pl pues

‘Pero que él vio que venían soldados, pues.’ (Txt)

Cuando el objeto es una frase nominal plena, su posición respecto al verbo


puede variar dependiendo de si la cláusula es dependiente o independiente (véase
sección “Orden de constituyentes”). Sin embargo, la cláusula de complemento
siempre aparece en posición final, ya sea que la cláusula matriz sea dependiente,
como en el ejemplo 13, o independiente, como en 14.

(14) y-mëtoo-py=yë kuu=ëk=ja’a jä’äy y-tsapää-y y-yä’äx-y


1a-oír-i.tr=dem2 comp=cit=dem3 gente 3s-llorar-d 3s-chillar-d
‘Oía que esa gente lloraba, gritaba.’ (Txt)

Las cláusulas subordinadas intransitivas, en las que el único argumento es


sujeto, también aparecen en posición final.

13
El complementante kuu tiene otras funciones, entre ellas, introducir cláusulas temporales (de hecho,
uno podría suponer que ésta es la función más básica), cláusulas finales y cláusulas de causa.

Libro4Final4OCT.indb 228 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 229

(15) Ø-kaxë’ëk-p kuu y-tu’u-y


3s-parecer-i comp 3s-llover-d
‘Parece que llueve.’

Como se ha podido observar en los ejemplos anteriores, el verbo subordinado


se encuentra en una forma finita pues aparece con los marcadores personales.
Además, la marcación de aspecto-modo no está restringida a un solo tipo: puede
aparecer la marca de aspecto neutro, como en los ejemplos de 13 a 15, o bien, de
completivo, como en 16a, e irrealis, como en,16b.

(16) a. te’n=ëjts n-mëtoo-y kuu jajp=ja’a tät y-tään-y


así=1pro 1a-oír-d comp deic-dem3 señor 3s-quedarse\com-d
‘Escuché que allá se quedó el señor.’

b. pës taa jä’äy y-anë’mx-y kuu y-më+tun-t


pues deic gente 3a-decir-d comp 3s-trabajar-irr.d
‘Pues entonces la gente le dijo que trabajara (pagado).’ (Txt)

El verbo matriz puede restringir el tipo de marcación de am en el verbo subor-


dinado. En verbos desiderativos y en verbos de actitud proposicional negativa es
obligatorio el uso de una forma irrealis.14

(17) n-tsok-py=ëjts kuu Pedro y-men-t


1a-querer-i.tr=1pro comp Pedro 3a-venir-irr.d
‘Quiero que Pedro venga.’

En los ejemplos anteriores se muestra que los argumentos del verbo subordina­
do se pueden expresar como frases nominales plenas, algo que no ocurrirá en las
cláusulas reducidas. Además, es posible tener adverbios temporales, en particular
el adverbio que indica referencia pretérita ojts, dentro de la cláusula subordinada (de
hecho, sería posible tener un ojts para la cláusula matriz y otro para la cláusula su­
bor­dinada). Nótese que, en 18, la referencia temporal de la cláusula subordinada­
es independiente de la referencia temporal de la cláusula matriz.

14
Noonan (1985) distingue entre complementos en subjuntivo y complementos en indicativo como
dos tipos distintos, sin embargo, esta distinción no parece pertinente en mixe.

Libro4Final4OCT.indb 229 07/10/13 12:58


230 Rodrigo Romero Méndez

(18) n-najäw+ë-py=ëjts kuu ojts Pedro t-kox-y Karlos


1a-saber-i.tr=1pro comp pret Pedro 3a-pegar-d Carlos
‘Sé que Pedro le pegó a Carlos.’

La cláusula de complemento puede ser afirmativa, como en todos los ejemplos


vistos hasta el momento, o negativa, en cuyo caso aparecerá el adverbio negativo,
como en 19.

(19) t-tuk-mëtoo-y kuu ka’t=ja’a y-mänk mää


3a-caus-oír-d comp neg=dem3 3pos-hijo dónde
t-uk+päät-n
3a-encontrar-perf.d

‘Le dijo que no encontraba a su hijo por ninguna parte.’ (Txt)

Los ejemplos 18 y 19 muestran adicionalmente que la cláusula matriz y la cláu-


sula de complemento no comparten operadores de tiempo o polaridad. En cada
caso, el alcance de la negación o del adverbio de tiempo es sobre la misma cláusula.

8.4.1.2. Cláusulas interrogativas de complemento

Las cláusulas de complemento interrogativas, aunque las catalogo como una va-
riante del Tipo 1, merecen un apartado propio. Aunque las cláusulas de comple-
mento interrogativas también son introducidas por un complementante, resultan
ser el tipo de cláusula de complemento con menos integración sintáctica.
En la cláusula simple, las preguntas de interrogación total están marcadas por
el clítico interrogativo =a, tal como se ve en 20.

(20) ¿jam ojts=ja’a y-pëk-y=a?


deic pret=dem3 3s-tomar-d=int
‘¿Ahí se casó?’ (Txt)

Por otro lado, las preguntas de interrogación parcial están marcadas por una
palabra interrogativa que aparece al inicio de la cláusula, por ejemplo tii, en 21.

(21) ¿tii jam m-jät-ë’-p?


qué deic 2o-suceder-inv-i
‘¿Qué te pasa?’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 230 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 231

En contraste, para introducir las cláusulas de complemento de interrogación


total se emplea el complementante pen, tal como se ve en 22a.15 Por su parte, las
cláusulas de complemento de interrogación parcial son introducidas simplemente
por la palabra interrogativa, que en 22b es xë’n “cómo.”

(22) a. ka’t=ëjts n-nasjäw pen Ø-mem-p Pedro


neg=1pro 1a-saber.d si 3s-venir-i Pedro
‘No sé si Pedro venga.’

b. ka’t=ja’a t-ta+jät-y xë’n t-ak-yo’oy-t


neg=dem3 3a-saber-d cómo 3a-caus-caminar-irr.d
‘No sabe cómo lo puede conducir.’ (Txt)

La mayoría de las características presentadas en la sección anterior para las


cláusulas de complemento aseverativas se aplican también a las cláusulas interro-
gativas de complemento, v.gr. toman marcadores personales y distintos tipos de
marcadores de aspectomodo, pueden expresar todos sus argumentos por medio
de constituyentes independientes, y el verbo puede ser modificado por adverbios,
incluyendo adverbios de tiempo y aspecto.
Hay, sin embargo, una característica notable en las cláusulas interrogativas de
complemento que las distingue de las aseverativas. Estas cláusulas pueden ser mar-
cadas como independientes (22a) o como dependientes (22b), independientemente­
de la presencia de las palabras que las introducen.16 Por esta razón, las condiciones
que desencadenan la dependencia en este tipo de cláusulas son las mismas que en
la cláusula simple. Es decir, en 23a, la cláusula de complemento aparece como
independiente, puesto que en su interior no existe ningún elemento que desenca-
dene la dependencia, tal como sucede sin embargo en 23b, donde tenemos el ad-
verbio de pasado ojts. Por otro lado, y tal como se muestra en 23c y 23d, una inte-
rrogación sobre un argumento se marca como independiente mientras que la
interrogación sobre un “no argumento” desencadena dependencia.

15
Esta conjunción es la misma usada para introducir la prótasis en cláusulas subordinadas condiciona-
les (más específicamente, en contrafactuales).
16
Resulta interesante el hecho de que el complementante pen, “si”, en contraste con el complementan-
te kuu, no desencadene por sí mismo la dependencia. Aunque por el momento no puedo explicar del
todo este fenómeno, quizá esto indique que ocupa una posición estructural distinta (o, al menos,
podría sugerir que históricamente provenga de una construcción independiente).

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232 Rodrigo Romero Méndez

(23) a. ka’t=ëjts n-najäw ti Karlos y-tojkx-py


neg=1pro 1a-saber.d qué Carlos 3a-comer-i.tr
‘No sé qué está comiendo Carlos.’

b. ka’t=ëjts n-najäw mää=ja’a Karlos y-tojkx-y


neg=1pro 1a-saber.d dónde=dem3 Carlos 3s-comer-d
‘No sé dónde está comiendo Carlos.’

c. ka’t=ëjts n-najäw pen Karlos y-tojkx-py uupy


neg=1pro 1a-saber.d si Carlos 3a-comer-i.tr amarillito
‘No sé si Carlos está comiendo amarillito.’ (Txt)

d. ka’t=ëjts n-najäw pen Karlos ojts uupy t-tojkx-y


neg=1pro 1a-saber.d si Carlos pret amarillito 3a-comer-d
‘No sé si Carlos comió amarillito.’ (Txt)

Es necesario hacer notar que, incluso si aparece la negación en la cláusula


matriz, ésta no tiene alcance sobre la cláusula subordinada. En todos los ejemplos
de 23 la cláusula principal aparece como dependiente debido a la negación, pero
en 23a y 23d la cláusula subordinada está marcada como independiente, porque
no hay nada en su interior que desencadene la dependencia. En este sentido, el
alcance del adverbio de tiempo o de los elementos interrogativos respecto a la
dependencia­está bien definido para la cláusula matriz y para la cláusula de com-
plemento. Como se verá más adelante, esto no es así en los casos de codependencia.

8.4.2. Tipo 2. Complementos reducidos “no finitos”

El segundo tipo de cláusulas subordinadas de complemento aparece con los si-


guientes predicados matrices: tsok, “querer”; kax, “mandar”; tanë’ex, “enseñar”;
yakëxpëk, “enseñar”; jënmay, “pensar”. Estos verbos no constituyen una clase se-
mántica homogénea pues uno de los verbos es un desiderativo, otro un manipula-
tivo, dos son causativos y el último es de acción psicológica.
Este tipo tiene dos características principales: i) la cláusula de complemento
no es introducida por un complementante; y ii) el verbo se encuentra en una forma­
“no finita”. Como consecuencia de esto, el núcleo predicativo de la cláusula de
complemento aparece totalmente desnudo, es decir, sin ningún tipo de modificador­.
Esto se ejemplifica en 24a, donde el verbo en su forma “no finita” se marca con el

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Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 233

marcador de am en aspecto neutro independiente -p y no toma marcadores de


persona.17 Esto contrasta con la agramaticalidad del ejemplo 24b, donde se obser-
va que no es lícito el uso de la marca de persona.

(24) a. mejts uuk-p m-jënmay-py


2pro beber-nf 2a-pensar-i.tr
‘Piensas tomar.’

b. * mejts [m’ukp] mjënmaapy

En 24a se puede ver que el verbo “no finito” es argumento sintáctico del verbo
matriz porque este último toma el sufijo -py, que marca al verbo como transitivo.
Como se mencionó anteriormente, el verbo subordinado no puede tomar
argumento alguno, tal como se muestra en la agramaticalidad de 25a. Sí se puede,
en cambio, que los argumentos aparezcan incorporados, como se observa en 25b.
En estas construcciones, el verbo del complemento aparece como núcleo predica-
tivo mínimo (core, en inglés).

(25) a. * ka’t Karlos mëknëj uuk-p t-tsok-y


neg Carlos mezcal beber-nf 3a-querer-d
Lectura buscada: ‘Carlos no quiere tomar mezcal.’

b. Sara kaaky-jëy-p y-u’unk y-kax-py


Sara tortilla-comprar-nf 3pos-hijo 3a-mandar-i.tr
‘Sara mandó a su hijo a comprar tortilla.’

En los ejemplos 24 y 25 se puede observar que no existen restricciones en


cuanto a la dependencia del verbo matriz, éste puede aparecer como independiente­
(24) o como dependiente (25). Esta característica es propia de todos los verbos
matrices, salvo los del Tipo 4, a los que veremos con detalle en la sección “cláusulas­
codependientes finitas”.
En todos los ejemplos anteriores, el orden de constituyentes en la cláusula
matriz es sov, lo cual difiere del orden de constituyentes con el Tipo 1 de cláusulas
de complemento. Sin embargo, también es posible encontrar el orden sov, tal
como se ilustra en 26.

17
Para que esta construcción no se confunda con formas finitas en las que el verbo toma el sufijo de am
neutro independiente. En este tipo de construcción, -p se glosa como “no finito” o nf.

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234 Rodrigo Romero Méndez

(26) ja’a jä’äy ojts y-kox-y yu’u-p


dem3 persona pret 3o-mandar-d arar-nf
‘Esa gente lo mandó a arar.’ (Txt)

El verbo subordinado no acepta ser modificado por adverbios de tiempo; las


modificaciones temporales se hacen por medio de la cláusula matriz, como en 26.
De igual forma, el verbo “no finito” no puede ser negado. Una diferencia notable
con los tipos que veremos en la sección siguiente radica en el hecho de que este tipo
no acepta negación incorporada, tal como se observa en la agramaticalidad de 27.

(27) * ëjts Ø-ka-kay-p n-jënmay-py


1pro 1s-neg-comer-nf 1a-pensar-i.tr
Lectura buscada: ‘Estoy pensando no comer.’

El morfema -p aparece en otros contextos morfológicos como nominalizador


verbal, por ejemplo tun, “trabajar”, > tun-p, “trabajador”. Se podría plantear la
hipótesis de que una forma no finita de un verbo marcado con -p podría ser en una
nominalización. No obstante, existen tres argumentos que sugieren que este tipo
de hipótesis no es correcta, al menos para el estado sincrónico actual de la lengua.
En primer lugar, si yu’u-p, “arar”, en 26, fuera una nominalización, tendría que
aparecer en una cláusula subordinada locativa (sin mencionar que antes tendría
que derivarse un nuevo sustantivo con -täjk “lugar en el que sucede el evento”). En
segundo lugar, una nominalización de agente puede aceptar un determinante,
como en 28a, y esto no es posible en una cláusula subordinada. Por último, una
nominalización abstracta requiere de otro tipo de morfema derivativo (28b).

(28) a. ëjts ja’a tun-p n-tsok-py


1pro dem3 trabajar-nmlr 1a-querer-i.tr
‘Yo quiero al trabajador.’ /
* ‘Yo quiero que se trabaje.’

b. ëjts ja’a tun-k n-tsok-py


1pro dem3 trabajar-nmlr 1a-querer-i.tr
‘Yo quiero el trabajo.’

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Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 235

8.5. Cláusulas codependientes

En esta sección exploraré tres tipos de construcciones que presentan características


distintas a los dos tipos de subordinación, por ejemplo, comparten algún tipo de
operador, como tiempo/aspecto o negación, entre otros.

8.5.1. Tipo 3: Cláusulas codependientes plenas

En mixe de Ayutla, existe una construcción típica de verbos que denotan estados
mentales, como el verbo desiderativo tsok, “querer”; verbos de pensamiento (nasäw,
“suponer”; najäw, “saber”; näw, “saber”; jät, “saber hacer”), y verbos de acción
psicológica (jënmay, “pensar”; atät, “pensar”; jamyats, “recordar”; jatyëkey, “ol­
vidar”). En esta construcción no encontramos ningún complementante introdu­
ciendo el complemento, como se ejemplifica en 29.

(29) akxäjk nojty Karlos y-tsok-py t-jë’kx-t


chayote imp Carlos 3a-querer-i.tr 3a-comer-irr.d
‘Carlos quería comer chayote.’

Si bien este tipo se podría tomar como una estructura con cláusula subordina-
da que no toma complementante, existen varias características que no existen en
las estructuras con cláusula subordinada de complemento, por ejemplo, el objeto
de la cláusula de complemento puede aparecer en posición inicial, la cláusula tiene
restricciones de am y tiene patrones de marcación de dependencia y de negación
interesantes.
En cuanto a la posición del objeto del verbo de complemento, nótese en 29
cómo akxäjk, “chayote”, aparece al comienzo de la estructura, aunque es argumento­
de tsok, “querer”. Hay que aclarar que en esta posición, el objeto no se ha extraído
hacia una posición dislocada a la izquierda, ya que, si éste fuera el caso, requeriría
de un tipo de entonación particular en el que se articulara con pausa antes del
resto de la cláusula, lo que no sucede aquí. Simplemente, en este tipo de construc-
ciones, la cláusula de complemento no aparece incrustada en la cláusula matriz ni
forma un constituyente en sí misma, por lo que uno de sus argumentos puede
aparecer a su izquierda.
Por otro lado, a diferencia de la cláusula “no finita” vista en la sección anterior,
en este caso, el v2 toma marcadores personales y aparece con argumentos expresados­
por medio de frase nominal. Esto las equipara con el Tipo 1. Sin embargo, existe

Libro4Final4OCT.indb 235 07/10/13 12:58


236 Rodrigo Romero Méndez

una restricción en cuanto a los marcadores de am. En la gran mayoría de los casos,
este tipo de cláusulas aparece en modo irrealis, como en 29, o con el desiderativo
y aspecto neutro, como en 30.

(30) neky n-nasäw tsyäm y-jä’äy-ä’än-py


papel 1a-creer.d ahora 3a-escribir-des-i.tr
‘Creo que va a escribir una carta hoy.’

Consideremos ahora la dependencia del verbo de complemento. En este tipo de


estructura de complementación, el verbo de la cláusula de complemento puede ser
marcado como independiente, como en 31a, o como dependiente, como en 31b.

(31) a. ¿pëën m-nasäw-p Ø-men-ä’än-p?


quién 2a-creer-i 3s-venir-des-i
‘¿Quién crees que vendrá?’

b. ¿mää x-nasäw y-kay-t?


dónde 2a-creer.d 3s-comer-irr.d
‘¿Dónde crees que coma?’

En 31a, la cláusula de complemento aparece en independiente, pero puede ser


opcionalmente marcada como dependiente, en cuyo caso el verbo tendría la
terminación­ -y. Sin embargo, en 31b, la marcación de dependencia es obligatoria
porque aparece un constituyente no argumental antes del verbo, el interrogativo
locativo mää, “dónde”. Lo que resulta notorio es que estos constituyentes se
encuentran­con frecuencia no sólo antes de la cláusula de complemento, sino
también antes del verbo matriz. Esto sugiere que en ejemplos como 31 no existe
una frontera sintáctica entre el verbo de la cláusula de complemento y el de la
matriz, ya que la dependencia marcada en v2 la dispara un constituyente que
precede al v1. Esta situación contrasta con las cláusulas interrogativas de comple-
mento, en las que un elemento que desencadena la dependencia tiene alcance
únicamente sobre el verbo matriz, y no sobre el verbo de la cláusula de comple-
mento (véase el ejemplo 22).
De igual forma, la negación al comienzo de la cláusula compleja desencadena
la dependencia tanto en la cláusula matriz como en la de complemento, y no sólo
en la cláusula matriz, como en los casos propiamente de subordinación. El adverbio­
de negación toma como dominio toda la cláusula, como se muestra en 32a; la
cláusula de complemento, en sí misma, no puede ser modificada por una negación

Libro4Final4OCT.indb 236 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 237

externa, tal como se ve en la imposibilidad de 32b. Únicamente se puede negar por


medio de una negación incorporada, como en 32c.

(32) a. ka’t=ëjts kutypy n-jamyats-y Karlos t-jëy-y


neg=1pro aguacate 1a-recordar-d Carlos 3a-comprar-d
‘No recordé que Carlos iba a comprar aguacates.’

b.
*
kutypys n-jamyats-y ka’t Karlos t-jëy-y
aguacate 1a-recordar-d neg Carlos 3a-comprar-d
Lectura buscada: ‘Recordé que Carlos no compró aguacates.’

c. kutypy ëjts n-jamyats-y Karlos t-ka-jëy-y.


aguacate 1pro 1a-recordar-d Carlos 3a-neg-comprar-d
‘Recuerdo que Carlos no compró aguacates.’

Finalmente, y ligado a lo anterior, puede existir únicamente un marcador de pre-


térito en la cláusula, el cual tiene alcance semántico sobre toda la cláusula compleja.

(33) ojts mä’ätsy Karlos tjënmay (*ojts) t-kay-ä’än-t


pret machucado Carlos 3a-pensar-d (pret) 3a-comer-des-irr.d
‘Carlos pensó que iba a comer machucado.’18

En conclusión, podemos establecer que este tipo de cláusula de complemento


presenta un mayor grado de integración entre los dos verbos implicados que el
encontrado en el Tipo 1. Esto se puede ver en que el objeto del verbo de la ­cláusula
de complemento aparece típicamente antes del verbo matriz. El verbo de comple-
mento nunca puede aparecer en aspecto neutro sin que presente, además, el desi-
derativo. El desencadenador de dependencia afecta a ambos verbos. Finalmente,
la cláusula de complemento no puede ser modificada por sí sola, ni por un adver-
bio negativo, ni por la marca de pretérito ojts.

8.5.2. Tipo 4. Cláusulas codependientes finitas

Los verbos matrices de este tipo son verbos de percepción (por ejemplo, kaxë’ëk,
“verse como”, “parecer”; ex, “ver”; mëtoo, “escuchar”; xuuk, “oler”) y un verbo de

18
“Machucado” es el nombre que recibe un platillo tradicional que se prepara el 1 de agosto.

Libro4Final4OCT.indb 237 07/10/13 12:58


238 Rodrigo Romero Méndez

representación mental (otät, “pensar”). Esta construcción es similar al Tipo 3 en


cuanto a que la cláusula de complemento no la introduce un complementante y
el verbo es finito. En contraste con este tipo, la cláusula de complemento en el
Tipo 4 debe aparecer antes del verbo matriz, como se ejemplifica en 34.

(34) Complemento Matriz


ja’a kipy-u’unk y-mäts-py y-kaxë’ëk-y
dem3 palo-dim 3a-agarrar-i.tr 3s-parecer-d
‘Se ve que está agarrando el palo.’ (Txt)

Por otro lado, debemos recordar que en el Tipo 3, el verbo de complemento


podía recibir opcionalmente aspecto neutro independiente a condición de que
también tuviera el desiderativo (véase el ejemplo 30). Como se muestra en 34, el
desiderativo no aparece en el Tipo 4. Además, el verbo del complemento no puede
aparecer con am de irrealis, ni siquiera cuando se pone la partícula dubitativa wa’n,
que normalmente requeriría esta marcación.

(35) * wa’n=ja’a jä’äxy t-ta+poot-ë’-t Karlos t-ex-t


dub=dem3 leña 3a-cortar-der-irr.d Carlos 3a-ver-irr.d
Lectura buscada: ‘Quién sabe si Carlos vea que él está cortando leña.’

Sin embargo, en afinidad con el Tipo 3, en el Tipo 4, los argumentos del verbo­
de complemento también pueden aparecer dislocados de su núcleo (véase el
ejemplo­29) incluso con mayor flexibilidad. Esto se muestra en 36a, donde el su-
jeto de tapoot, “cortar”, aparece al comienzo de la cláusula, mientras que su objeto
aparece después del verbo matriz. En 36b, tanto el sujeto como el objeto del verbo
de complemento aparecen a la derecha del verbo matriz. Como en los ejemplos 29
y 30, en éstos que siguen no hay escisión a la periferia derecha puesto que este
movimiento requeriría una entonación especial.

(36) a. mejts m-ta+poot-ë-p=ëjts n-mëtoo-y yë’ë jä’äxy


2pro 2a-cortar-der-i=1pro 1a-oír-d dem2 leña
‘Escucho que tú cortas leña.’

b. m-ta+poot-ë-p=ëjts n-mëtoo-y mejts yë’ë jä’äxy


2a-cortar-der-i=1pro 1a-oír-d 2pro dem2 leña
‘Escucho que tú cortas leña.’

Libro4Final4OCT.indb 238 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 239

De la misma forma que en el Tipo 3, en este tipo, los operadores de negación


y tiempo pretérito se emplazan en posición inicial y pueden tener alcance sobre la
cláusula de complemento.

(37) a. ka’t y-tsoon-y (*ka’t) x-metoo-y


neg 3s-irse-d neg 2a-escuchar-d
‘Tú no escuchaste que se fuera.’

b. ojts moojk (*ojts) t-ne’ep-y=ëjts n-ex-y


pret maíz pret 3a-sembrar-d=1pro 1a-ver-d
‘Vi que sembrabas maíz’

Por otro lado, como se aprecia en los ejemplos anteriores, el verbo de la cláusula­
de complemento puede aparecer marcado como independiente, en 34 y 36, o
como dependiente, en 37 y 38. De hecho, las condiciones que desencadenan la
dependencia en la cláusula de complemento son exactamente las mismas que en
la cláusula­simple. Hay que señalar que, en este caso, la marcación de independien-
te en 34 y 36 no es opcional, como en el tipo anterior, sino obligatoria, como lo sería
en una cláusula simple.

(38) jajp=ja’a mixy jä’äxy t-ta+poot=s n-ex-y


deic=dem3 muchaho leña 3a-der+cortar.d=1pro 1a-ver-d
‘Veo que el muchacho está cortando leña allá’

Por otra parte, el verbo matriz, que aparece después del verbo de complemento­,
está obligatoriamente marcado como dependiente, incluso si no hay nada que,
aparentemente, desencadene la dependencia. Esto se puede contrastar en todos los
tipos anteriores, en los que la aparición del verbo matriz como dependiente o in-
dependiente no está relacionada con la estructura de complementación. Ante estos
hechos, surge la pregunta: ¿por qué el verbo matriz debe ser marcado como depen-
diente? Sabemos que el verbo matriz es transitivo por el tipo de marcadores perso-
nales que toma, de forma que la cláusula de complemento es su argumento, y aún
así, en términos de la marcación de dependencia, parecería que no lo fuera. Esto
sugiere que la cláusula de complemento no está incrustada en la cláusula matriz,
de manera que desencadena la dependencia aunque sea argumento. A esto hay que

Libro4Final4OCT.indb 239 07/10/13 12:58


240 Rodrigo Romero Méndez

sumarle el hecho de que ambos predicados tengan que compartir la negación y el


adverbio de tiempo/aspecto ojts.19

8.5.3. Tipo 5. Cláusulas codependientes mínimas

Esta construcción es típica con verbos como ja+tsok, “querer”; jënmay “pensar
(hacer algo)” y algunos verbos de percepción con sentido epistémico. Por una
parte, el Tipo 5 tiene varias similitudes con el Tipo 4, al cual vimos en la sección
anterior, v.gr. el verbo de complemento se encuentra antes del verbo matriz y este
último se conjuga en la forma dependiente. Sin embargo, el objeto del verbo de
complemento no aparece realizado sintácticamente. Sabemos que el verbo se
encuentra­en una forma finita porque, al contrario de la forma “no finita” en el
Tipo 2, tiene marcadores personales. Esto no es evidente en la primera o tercera
persona, pero sí en la segunda persona, como se muestra en el ejemplo 39.

(39) m-ats-ä’än-p ijty x-ja+tsok-y


2s-bailar-des-i imp 2a-querer-d
‘Quisieras bailar.’

Una característica importante de los complementos reducidos mínimos es que


no pueden tomar un objeto explícito. Es decir, incluso si el marco conceptual
implica dos argumentos, el objeto no se puede expresar por medio de frases nomi-
nales plenas, tal como se muestra en la agramaticalidad de 40a. En todo caso, el
objeto debe aparecer incorporado, como en 40b. No así con el sujeto, el cual típi-
camente aparece explícito en medio de los dos verbos, tal como vemos en 40c. Lo
anterior no implica, por otra parte, que el verbo del complemento sea necesaria-
mente intransitivo, ya que un verbo transitivo puede aparecer con las marcas típicas­
de verbos transitivos, como en 40d, donde aparece el prefijo y-, que indica que un

19
Se podría pensar que el predicado matriz se superpone a la cláusula de complemento. Esto no sería
del todo extraño, pues en ciertas estructuras, también llamadas de complementación, como en inglés,
I guess it’s ok, o It’s ok I guess, la estructura central es it’s ok, sin incrustación, en tanto que I guess fun­
cionaría como operador modal superpuesto (Diessel y Tomasello, 2001; Thompson, 2002; Boye y
Harder, 2007; véase también la idea de “syntantic blends” de Barlow, 2000). No obstante, éste no es el
caso para la estructura mixeana, como lo muestra la flexibilidad en la posición de los argumentos del
verbo de complemento. Por otro lado, el hecho de que la negación, el adverbio de tiempo/modo y otros
adverbios espaciales aparezcan en posición inicial tomando como dominio todo el complejo clau­sal,
muestra que son éstos, y no la cláusula matriz, los que tienen un estatus de operadores clausales.

Libro4Final4OCT.indb 240 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 241

agente de tercera persona animado actúa sobre un inanimado, y el sufijo de aspecto­


neutro transitivo -py.

(40) a. * akxäjk m-jë’kx-py x-jënmay-y


chayote 2a-comer-i.tr 2a-pensar-d
Lectura buscada: ‘Piensas comer chayote.’

b. m-akxäj-jë’kx-p x-jënmay-y
2s-chayote-comer-i 2a-pensar-d
‘Piensas comer chayote.’

c. (yë’ë mixy) Ø-tsoon-p yë’ë mixy n-jënmay-y


(dem2 muchacho) 3s-irse-i dem2 muchacho 1a-pensar-d
‘Pienso en que el muchacho se va a ir.’

d.
y-wets-py t-jënmay-y
3a-llevar-i.tr 3a-pensar-d
‘Piensa llevárselo.’

De nuevo, los adverbios de tiempo/aspecto modifican a todo el complejo. Sin


embargo, es importante señalar que éstos deben aparecer entre el verbo de com-
plemento y el verbo matriz (41).

(41) (*ojts) Ø-tsoon-p ojts x-jënmay-y


(pret) 3s-irse-i pret 2a-pensar-d
‘Pensaste que se fue.’/‘Pensaste que se había ido.’

Al igual que en el tipo anterior, el orden es rígido: el verbo del complemento


aparece antes del matriz. Para ello, compárese 42a con la agramaticalidad de 42b.

(42) a. m-ëxpëk-p=ëjts n-a+ex-tëk-y


2s-estudiar-i=1pro 1a-ver-agarrar-d
‘Observo que estás estudiando.’

b. * ëjts n-a+ex-tëk-y m-ëxpëk-p


1pro 1a-ver-agarrar-d 2s-estudiar-i
Lectura buscada: ‘Observo que estás estudiando.’

Libro4Final4OCT.indb 241 07/10/13 12:58


242 Rodrigo Romero Méndez

De igual forma, similar al Tipo 4, el verbo matriz aparece siempre con marca-
ción dependiente.

(43) m-tsoon-p x-jënmay-y /*m-jënmay-py


2s-irse-i 2a-pensar-d 2a-pensar-i
‘Piensas irte.’

De forma interesante, el verbo del complemento también aparece fijo como


independiente. Quizá esto se relacione con el hecho de que los adverbios como des-
encadenadores de dependencia (por ejemplo, los temporales o los locativos) deben
aparecer entre uno y otro verbo. Al igual que en el caso anterior, la dependencia
nos ofrece una pista importante para decidir que esta estructura no es de subordi-
nación, pues ninguna de las dos cláusulas está incrustada en la otra, sino que se
encuentran más bien en un templete fijo en el mismo nivel sintáctico.
En este tipo de cláusulas de complemento hay, además, otra evidencia que
apoya esta interpretación: no es posible la negación externa, ni emplazada al co-
mienzo —tal como es esperable, por otro lado, debido a las restricciones arriba
señaladas— ni en medio de los verbos. Esto se muestra en la agramaticalidad de
44a. La única forma en que puede aparecer una negación es por medio de una
negación incorporada, tal como se ve en 44b.

(44) a. * ka’t m-wet-puj-p (*ka’t) x-jënmay-y


neg 2s-ropa-lavar-i (neg) 2a-pensar-d
Lectura buscada: ‘No piensas lavar ropa.’

b. m-tsoom-p x-ka-tsok-y
2s-irse-i 2a-neg-querer-d
‘No quieres irte.’

8.5.4. Discusión

En esta sección hemos visto tres tipos de estructuras de complemento, las cuales
van de mayor a menor grado de independencia morfosintáctica. Sin embargo, en
ninguno de estos casos podríamos decir que la cláusula de complemento está
claramente­incrustada en la cláusula matriz. Algunos ejemplos de los discutidos en
esta sección podrían asemejarse a los casos de complementación paratáctica seña-
lados por Noonan (1985), en los que se enfatiza la falta de complementación, el

Libro4Final4OCT.indb 242 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 243

hecho de que no hay incrustación y que cada cláusula constituye una aserción
propia. Esto sucede, por ejemplo, en lango, una lengua nilótica occidental hablada
en Uganda, ejemplificada en 45.

(45) lango
atîn òpòyò òkwɔ̀rɔ̀ kál
niño recordó-3sg cernió-3sg mijo
‘El niño se acordó de cernir el mijo.’
(Lit. ‘El niño lo recordó, él cernió el mijo.’) (Noonan, 1985: 55.)

A mi parecer, el ejemplo anterior constituiría uno de los polos de complemen-


tación en el que dos cláusulas están en el mismo nivel sintáctico. En el otro polo
estaría lo que se denomina “unión clausal” (Aissen, 1987), en la cual dos verbos
comparten todos los argumentos.20 Esto se muestra en tzotzil, en 46, donde el
sujeto nocional de 7ak’otaj, “bailar” aparece como objeto, no ya del permisivo ak’,
sino de la unión de estos dos predicados, lo cual se refleja en que desencadene
concordancia en el predicado matriz.

(46) tzotzil
l-i-y-ak’ 7ak’otaj-ik-on
com-b1-a3-dar bailar-subj-b1sg
‘Él me deja bailar.’ (Aissen, 1987: 215.)

Las estructuras discutidas en esta sección estarían en lugares intermedios entre


estos polos de integración sintáctica. En mixe existen, además, estructuras paratác-
ticas muy parecidas a la de 45, tal como se muestra en 47.

(47) Ø-yä’äx-p yë’ë puujx ka’t=ëjts n-mëtoo-y


3s-llorar-i dem2 campana neg=1pro 1a-oír-d
‘Suenan las campanas, yo no las escucho.’

El ejemplo 47 representa una estructura paratáctica en la medida en que no


hay incrustación. No obstante, al contrastarla con los casos discutidos aquí, en
especial los Tipos 4 y 5, resultaría quizá mejor analizarlo como un caso de coordina­

20
Quizá los casos más extremos de integración serían las causativas morfológicas y cuando dos raíces
verbales se unen en una misma palabra para formar un predicado complejo. En mixe también encon-
tramos estos dos fenómenos, pero su cabal discusión rebasa los límites de este artículo.

Libro4Final4OCT.indb 243 07/10/13 12:58


244 Rodrigo Romero Méndez

ción asindética, es decir, no existen operadores compartidos, existe una entonación


de dos cláusulas autónomas y cada cláusula es sintácticamente independiente de
la otra. Esta comparación resalta una de las propiedades de las construcciones
codependientes y es que en ocasiones parecería que estuvieran a medio camino
entre la coordinación y la subordinación.

8.6. Comentarios finales

En este artículo he presentado cláusulas de complemento que representan distintos


grados de integración sintáctica, lo que se manifiesta en que la cláusula de comple-
mento puede variar desde el tener distintos tipos de modificación, hasta el no
poder expresar argumentos sintácticamente, así como tampoco el poder tener la
negación incorporada, algo relativamente frecuente en mixe. Esto, sin embargo,
no puede verse únicamente en el eje de la subordinación, dado que existen estruc-
turas que pueden ser altamente integradas pero que no se encuentran incrustadas.
Como se expuso, en los casos de codependencia, los lindes entre la cláusula matriz
y la subordinada parecen borrarse. Para distinguir estos dos tipos, he usado tres
claves: i) el hecho de compartir operadores entre dos cláusulas finitas; ii) la posibi-
lidad de que el verbo de complemento aparezca separado de sus argumentos; iii)
la marcación de dependencia tanto en el verbo matriz como en el de complemento­.
Para que éstas y otras diferencias y afinidades queden claras, presento todas las
características de las cinco construcciones resumidas en el cuadro 8.4. En éste, v1
indica “verbo matriz”, y v2, “verbo de la cláusula de complemento”.
La distinción entre cláusulas de complemento subordinadas y cláusulas de
complemento codependientes ha sido el hilo conductor del artículo. Además de ello,
podemos hacer otro tipo de generalizaciones.
En primer lugar, cuando hay menor integración sintáctica, el orden de las
cláusulas complejas suele ser v1-v2. Por el contrario, a mayor integración, el orden
será v2-v1. En efecto, las cláusulas de Tipo 1 (subordinadas plenas) deben aparecer
con el orden rígido de v1-v2. De forma muy similar, las cláusulas de Tipo 3
(codependientes­plenas) suelen también tener el mismo orden, aunque también es
permitido el orden inverso. En contraste, las cláusulas de Tipo 2, Tipo 4 y Tipo 5
aparecen con un orden rígido v2-v1. Debe recordarse que se ha propuesto que el
orden v1-v2 es una característica del área de Mesoamérica (Campbell, Kaufman y
Smith-Stark, 1986), mientras que el orden v2-v1 representa un orden de consti-
tuyentes más antiguo de las lenguas mixe-zoques (Zavala Maldonado, 2000), re-

Libro4Final4OCT.indb 244 07/10/13 12:58


Cláusulas de complemento en el mixe de Ayutla 245

Cuadro 8.4
Características principales de los tipos de cláusulas de complemento
Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5
Subordinadas Subordinadas Codependientes Codependientes Codependientes
plenas no-finitas plenas finitas Mínimas
Complementante     

Orden de cláusulas v1-v2 v2-v1 v1-v2 v2-v1 v2-v1


(v1-v2) (v2-v1)
Argumentos     
explícitos del
complementante

Posición del objeto En su propia – Antes del Libre –


en v2 cláusula v1

Forma finita en v2     

Flexibilidad en am     
(irrealis)

Dependencia en v1 flexible flexible flexible dep dep


Dependencia en v2 dep ind flexible flexible ind
(Flexible en
interrogativas)
Negación en v1     

Negación en v2     

Negación Ambos Ninguno Ambos v2 v1


incorporada

Adverbios     
tempo-aspectuales
en el complementante

Fuente: elaboración propia

Libro4Final4OCT.indb 245 07/10/13 12:58


246 Rodrigo Romero Méndez

flejado de hecho en las cláusulas con marcación de am dependiente. En este sentido­,


los Tipos 2, 4 y 5 representarían un orden más conservador.21
La marcación de dependencia en la cláusula de complemento se ha tomado
como un rasgo útil que indica el grado de integración sintáctica. Existen dos tipos
de casos en los que no se marca la dependencia en la cláusula de complemento, si
bien la motivación para cada uno de ellos es distinta. Por una parte, las cláusulas
de complemento interrogativas no se marcan obligatoriamente como dependientes,­
sino que su marcación como tal depende de si existe algún elemento en su interior
que desencadene la dependencia. Ningún elemento no nuclear en la cláusula
matriz­afecta la marcación de dependencia en la cláusula subordinada, y viceversa.
Por otra parte, en las cláusulas codependientes, la marcación del verbo de comple-
mento como dependiente se desencadena por “no argumentos” que modifican
tanto al verbo matriz como al verbo de complemento. En este sentido, ambos
verbos forman un complejo sintáctico que se encuentra en el mismo nivel. Por otra
parte, una clave más importante para argumentar codependencia pudiera ser la
marcación de dependencia en el verbo matriz, en los Tipos 4 y 5. Quizá, en una
primera instancia, pudiera parecer que en estos casos el verbo de complemento es
tratado como verbo principal y el predicado matriz como subordinado. Sin
­embargo, creo que una mejor explicación es pensar en esto como un caso de
copredicación.­En este sentido, un copredicado (el verbo de complemento, en este
caso), desencadena la marcación de dependencia en el verbo matriz, de forma
paralela a la predicación secundaria depictiva.22
Por último, en la sección sobre cláusulas codependientes finitas, se argumentó
que el hecho de que no haya incrustación no significa que la cláusula de comple-
mento se superponga a la cláusula de complemento, situación del todo plausible
y que de hecho se atestigua también en mixe de Ayutla en algunos verbos dicendi.
Más bien, se trata de un fenómeno distinto al de la cosubordinación, tal como se
ha defendido respecto a otras lenguas en varios trabajos (Van Valin y LaPolla, 1997;
Van Valin, 2001; 2005; Givón, 2001; Guerrero, 2006; entre otros).

21
Esta explicación no cancela la posibilidad de que otros factores estén en juego. En particular, se sabe
que elementos sintácticos “pesados” suelen aparecer después del verbo matriz.
22
La predicación secundaria no fue discutida aquí, pero véase Romero Méndez (2009), para una carac-
terización de la predicación secundaria en mixe, o Zavala Maldonado (2004) para el oluteco.

Libro4Final4OCT.indb 246 07/10/13 12:58


9. Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q’anjob’al

Eladio Mateo Toledo*

9.1. Introducción

En q’anjob’al, una lengua maya hablada en Guatemala, hay dos tipos de cláusulas,
según los rasgos de finitud observable en la marcación de aspecto, una con aspecto
y otra sin aspecto. Las cláusulas finitas marcan la categoría de aspecto, como el
completivo x- sobre il, “ver”, en el ejemplo 1, y el verbo uqtej, “perseguir”, en el
ejemplo 2. Las cláusulas sin aspecto, entre corchetes en 1 y 2, son de dos subtipos:
i) sin aspecto pero con flexión de persona, como en 1; ii) sin aspecto­ni flexión de
persona, como en 2. Las estructuras sin aspecto en 1 y 2 funcionan como comple-
mentos clausales, lo cual es una de sus funciones más comunes. El complemento,
en 1, se denominará cláusula sin aspecto, y el de 2, cláusula de infinitivo.

(1) x-Ø-y-il ix [ha-way-i]


com-b3sg-a3sg-ver clf a2sg-dormir-vi
‘Ella te vio durmiendo.’

(2) x-ach y-uqtej-toq ix [man-oj jos]


com-b2sg a3sg-perseguir-dir clf comprar-inf huevo
‘Ella te mando a comprar huevos.’

Persigo tres objetivos en este trabajo. Primero, voy a describir las propiedades
morfosintácticas de las cláusulas sin aspecto y las de infinitivo. Segundo, voy a ofre-
cer un catálogo de los contextos en los que aparece cada una para entender mejor
sus propiedades. Tercero, voy a proponer algunas reglas de la estructura clausal en
q’anjob’al que expliquen los contextos de aparición de las estructuras sin aspecto.
Las cláusulas sin aspecto y cláusulas de infinitivo comparten la característica de
no recibir marcador preverbal de aspecto. Sin embargo, cada una tiene sus pro­pias

* ciesas-Sureste.

247

Libro4Final4OCT.indb 247 07/10/13 12:58


248 Eladio Mateo Toledo

características. Las cláusulas sin aspecto y con persona tienen las siguientes propie-
dades:

a) Carecen de elementos preverbales como enfoque, negación, tópico, etcétera.


b) La flexión de persona en el verbo sigue un patrón nominativo-acusativo en lugar de
un patrón ergativo.
c) Estas cláusulas son dependientes de una cláusula mayor y este estatus se marca explí-
citamente por el sufijo -on sobre verbos transitivos.
d) Aparecen generalmente en contextos de subordinación (v.gr. complementos, predi-
cados complejos, etcétera.).

Las cláusulas infinitivas presentan los siguientes rasgos relevantes:

a) Sus verbos carecen de toda flexión (v.gr. aspecto y persona).


b) La cláusula carece de posiciones preverbales como enfoque, negación, etcétera­.
c) Los núcleos predicativos infinitivos son todos intransitivos radicales o derivados.
d) El estatus de infinitivo está marcado explícitamente sobre los verbos, la forma intran-
sitiva infinitiva se marca con –oq y la transitiva nocional con –oj.
e) Los infinitivos toman elementos nominales en algunos contextos.

El trabajo se organiza de la siguiente manera. En la siguiente sección, se


presentan­algunos rasgos básicos del q’anjob’al, a continuación, se hace una clasifi­
cación de cláusulas según su estructura y muestra que el marcador de aspecto y
otros elementos preverbales definen la diferencia entre estas cláusulas. Luego se
discute la marcación de argumentos en estas cláusulas. Los contextos en los que
se encuentran cláusulas sin aspecto y de infinitivo se presentan en la penúltima sec­
ción. Finalmente resumo las contribuciones más importantes del trabajo.
Dos puntos merecen clarificación aquí. Primero, el uso de “con aspecto” es
similar al de “finito”, y el de “sin aspecto”, parcialmente, al de “no finito” en otros
trabajos, como Givón (1990: 852). Además, al término “con aspecto” lo asocio
con la marcación del aspecto mismo y con una serie de elementos adicionales que
definen la cláusula como “más finita” o “menos finita”, como se mostrará más
adelante. Segundo, el análisis que se presenta aquí aplica tanto a predicados verbales­
como no verbales, con la única diferencia de que estos últimos no tienen marcador
morfológico de aspecto. Por razones de espacio y coherencia, me enfoco en las
cláusulas con predicados verbales.

Libro4Final4OCT.indb 248 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 249

9.2. Aspectos relevantes del q’anjob’al

El q’anjob’al es una lengua ergativa con marcación en el núcleo. Como se ve en el


ejemplo 3, los únicos argumentos de predicados intransitivos y los objetos de
verbos­transitivos se marcan con morfemas absolutivos (paradigma que en lingüís-
tica maya se denomina “juego b”), mientras que los agentes transitivos se marcan
con morfemas ergativos (“juego a”).

(3) a. max-ach jay-i


com-b2sg llegar.aquí-vi
‘Llegaste (aquí).’

b. max-ach hin-kol-o’
com-b2sg a1sg-ayudar-vt
‘Te ayudé.’

c. max-in ha-kol-o’
com-b1sg a2sg-ayudar-vt
‘Me ayudaste.’

d. tx’ijan hex
inteligente b2pl
‘Ustedes son inteligentes.’

El patrón ergativo se escinde en cláusulas sin marcador de aspecto preverbal,


como el verbo entre corchetes en 4. En este contexto, los sujetos de intransitivo y
agentes de transitivo se marcan con juego a y los objetos de transitivo con juego b.

(4) x-Ø-laj-wi [ko-txon-j-i]


com-b3sg-terminar-ap a1pl-venta-der-vi
‘Nosotros terminamos de vender.’

Las ffnn en correferencia con las marcas de persona en el verbo siguen el orden
vso, como en 5a. Cambios a este orden obedecen a factores como enfoque, interro­
gación, etcétera. Los sintagmas nominales ergativos reciben un trato diferente de
otros argumentos; su extracción requiere de una voz antipasiva o enfoque agentivo,
como se muestra en 5b y 5c, respectivamente, por lo que la lengua tiene rasgos
ergativos en su sintaxis (England, 1983; 1996; Dayley, 1990; Larsen, 1990).

Libro4Final4OCT.indb 249 07/10/13 12:58


250 Eladio Mateo Toledo

(5) a. max-Ø s-txon-toq ix unin te pajich [vso]


com-b3sg a3sg-vender-dir clf niño clf tomate
‘La niña vendió los tomates.’
b. a ix unin max-Ø txon-wi pajich [vs]
foc clf niño com-b3sg vender-ap tomate
‘Fue la niña quien vendió tomates.’

c. a ix unin max-Ø txon-on te pajich [avs]


foc clf niño com-b3sg vender-ea clf tomate
‘Fue la niña quien vendió los tomates.’

En estudios previos (Raymundo, 2000; Montejo, 1996; entre otros) se ha


propuesto que el q’anjob’al marca tres aspectos: completivo max-/x- (5), incom-
pletivo chi/ch- (6a) y potencial hoq-/q- (6b), que indica irrealis o futuro. En este
estudio, sigo a England (2007) y analizo al marcador de potencial como un modo.

(6) a. ch-ach way-i


inc-b2sg dormir-vi
‘Tú duermes.’

b. hoq-ach way-oq
pot-b2sg dormir-irr
‘Dormirás.’

Además de los marcadores de aspecto explícitos, la lengua cuenta con un mar-


cador vacío que expresa completivo, como en 7a. Hay dos evidencias que muestran
esto. La primera es el contraste que toma lugar con los verbos intransitivos en
contextos de escisión de la ergatividad. El argumento de un verbo intransitivo se
marca con juego a cuando no hay aspecto, como en 7b, pero con juego b cuando
hay un completivo vacío, como en 7a.

(7) a. Ø hach way-i


com b2sg dormir-vi
‘Dormiste.’

b. y-et ha-way-i…
a3sg-cuando a2sg-dormir-vi
‘Cuando dormiste…’

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Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 251

La otra evidencia es la subordinación; algunos predicados matrices seleccionan


un complemento sin aspecto (8a). En este contexto, la presencia de un verbo con
marcador vacío para completivo es agramatical, como se muestra en 8b.

(8) a. max-Ø na-chaj [ha-lo-w-i]


com-b3sg pensar-pas a2sg-comer-ap-vi
‘Encontraste la manera de comer.’

b. * max-Ø na-chaj [Ø hach lo-w-i]


com-b3sg pensar-pas com b2sg comer-ap-vi
‘Encontraste la manera de comer.’

En resumen, estoy proponiendo que estructuras como las de 7a presentan un


marcador vacío de aspecto completivo y que estas contrastan con cláusulas sin
aspecto.
El q’anjob’al distingue dos tipos de predicados: los verbales (pv) y los no ver-
bales (pnv). Varios contextos morfosintácticos hacen visible esta oposición. La
flexión de aspecto explícito únicamente ocurre con los pv (3d versus. 3a). Los
marcadores de persona siguen al núcleo en pnv (3d) y preceden al núcleo en pv
(6). Por otro lado, los pnv codifican estados (v.gr. estado, posición, condición, etcé­
tera) y los verbos codifican eventos en el sentido de Vendler, 1957; Dowty, 1979;
Smith,1997; entre otros.1
Finalmente, el q’anjob’al presenta un antipasivo de incorporación (9a), con los
siguientes rasgos: primero, los constituyentes siguen el orden [[v+ núcleo
incorporado]+s]; segundo, sólo se incorporan núcleos nominales. Es decir, no se in­
corporan modificadores como clasificadores, demostrativos o poseedores, como se
ilustra en la agramaticalidad de 9b y 9c.2
1
Verbos como wayi, “dormir”; xiwi, “tener miedo”, etcétera tienen rasgos parcialmente diferentes a los
eventos. Sin embargo, nada crucial depende de estas diferencias.
2
Hay dos evidencias de que la combinación [adj+sust] se trata como un núcleo. La posesión se prefija
al adjetivo :

(i) hin-yax keney

a1sg-verde plátano

Mi plátano tierno.’
Además, las formas [adj+sust] permiten derivación:

(ii) max-Ø hin-yal unin-nej

com-b3sg a1sg-pequeño niño-der

Lo traté como niño.’

Libro4Final4OCT.indb 251 07/10/13 12:58


252 Eladio Mateo Toledo

(9) a. max-Ø lo-wi keney heb’ anima


com-b3sg comer-ap-vi plátano pl gente
‘La gente comió plátanos.’

b.* max-Ø lo-wi (an) keney tu heb’ anima


com-b3sg comer-ap clf plátanos dem pl gente
Lectura buscada: ‘La gente comió esos plátanos verdes.’

c.* max-Ø lo-wi w-ak’un heb’ anima


com-b3sg comer-ap-vi a1sg-planta pl gente
Lectura buscada: ‘La gente comió mis plantas.’

La marcación de argumentos, el marcador de aspecto, los tipos de predicados


y la incorporación son relevantes para el análisis de cláusulas sin aspecto e infinitivas,­
como se muestra más adelante.

9.3. Los tipos de cláusulas según su estructura

En esta sección voy a establecer los tres tipos de cláusulas subordinadas que se
pueden distinguir por su complejidad estructural: i) cláusula con aspecto; ii) cláu-
sula sin aspecto; iii) cláusula infinitiva. Una cláusula con aspecto tiene elementos
preverbales y funciona como cláusula independiente. Una cláusula sin aspecto
carece de posiciones preverbales y consiste de un sintagma verbal con flexión de
persona, el cual es siempre subordinado. Una cláusula de infinitivo consiste de un
núcleo predicativo y carece de elementos preverbales y de flexión.

9.3.1. Las cláusulas con aspecto (finitas)

Una cláusula con aspecto tiene marcador preverbal de aspecto y permite una
expansión­estructural hacia la izquierda del núcleo tal como se esquematiza en 10.
Esta representación sigue de forma cercana la propuesta de Aissen (1992: 46; 2000:
193), aunque difiere respecto a la posición que ocupa el foco y negación.

Libro4Final4OCT.indb 252 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 253

(10) Estructura de una cláusula con aspecto

ftop
3
top ffoc
3
foc/neg fneg
3
neg fasp
3
asp fv
6
v + argumentos

Los constituyentes que aparecen subrayados en los ejemplos de 11 muestran


las posiciones preverbales en la cláusula con aspecto: 11a muestra las posiciones
de tópico y negación clausal; 11b, la de enfoque; 11c, las de enfoque y negación de
frase, y 11d, las de negación de frase y clausal. En los ejemplos de 11 todos los ver­
bos tienen marcador de aspecto.

(11) a. ayon, maj xa Ø-j-il-a’


nosotros neg.com ya b3sg-a1pl-ver-vt
‘En cambio nosotros ya no lo vimos.’ (Txt)

b.
a heb’ x-Ø-’a’-on ayudar
foc ellos com-b3sg-dar-ea ayudar
‘Fueron ellos quienes ayudaron.’ (Txt)

c.
a heb’ xin manaq juntu ch-Ø-Ø-jatnej heb’
foc ellos tns neg dem.indef inc-b3sg-a3sg-hacer ellos
‘En cambio ellos, no es eso lo que hacen.’ (Txt)

d.
manaq naq tu k’am chi-Ø b’et-ik’-oq
neg clf dem neg inc-b3sg ir.regresar-dir-inf
‘No es ése hombre quien no va a ir y regresar (de algún lado).’

Además, nótese que los adjuntos ocurren después de los argumentos, como el
locativo en 12.

Libro4Final4OCT.indb 253 07/10/13 12:58


254 Eladio Mateo Toledo

(12) x-Ø-toj-kan heb’ naq b’ay y-ul y-et Mejiko


com-b3sg-ir-dir pl clf en a3sg-en a3sg-de México
‘Ellos se fueron y quedaron en el territorio de México.’ (Txt)

Voy a asumir que las cláusulas finitas con aspecto tienen el rasgo abstracto
[+aspecto], el cual permite la expansión de la cláusula hacia la izquierda, como en
los ejemplos de 11. Como se mostrará en las dos secciones siguientes, la ausencia
de este rasgo ([-aspecto]) prohibe la expansión a la izquierda del verbo, y por ende,
éste tiene una estructura más reducida.

9.3.2. Las cláusulas sin aspecto

Las cláusulas sin aspecto ([-aspecto]) no tienen las posiciones preverbales esque-
matizadas en 10, sino sólo las de 13, donde la frase flexionada sólo requiere de
argumentos y del verbo.

(13) Estructura de una cláusula sin aspecto

Fflex
3
flexión fv
6
v + argumentos (+ adjuntos)

El ejemplo 14 ilustra esta estructura.

(14) q-Ø-ey-ab’ [he-way-i]


pot-b3sg-a2pl-oír a2pl-dormir-vi
‘Se fijan como duermen.’ {Txt}

Por claridad, comparo estas cláusulas con las cláusulas con aspecto en función
de complemento (véanse los contextos de uso en la sección sobre cláusulas sin
aspecto­e infinitivas). El ejemplo 15 muestra que el complementante tol introduce
complementos con aspecto (15b) pero no complementos sin aspecto (15a).

(15) a.* chi-Ø s-kamk’ulnej naq winaq [tol ko-way-i]


inc-b3sg a3sg-cuidar clf hombre comp a1pl-dormir-vi
Lectura buscada: ‘El hombre se encargó/cuidó de nosotros durmiendo.’

Libro4Final4OCT.indb 254 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 255

b. k’am laj ch-Ø-a-na [tol to’ol q-ach toq]


neg part inc-b3sg-a2sg-pensar comp solo pot-b2sg ir
‘No vas a pensar que solo te vas a ir…’ (Txt)

Los ejemplos de 16 a 20 muestran que las cláusulas sin aspecto no tienen las
posiciones preverbales que presentan las cláusulas con aspecto. En la comparación,
los ejemplos “a” muestran una cláusula sin aspecto, y los “b”, el de una con aspecto.­
El ejemplo 16 muestra enfoque; el 17, negación de frase; el 18, interrogación de
frase; el 19, adverbios preverbales, y el 20, negación clausal (maj niega completivo;
k’am, incompletivo; man, pnv y potencial).3

(16) a.* chi-Ø s-kamk’ulnej ix [a naq unin s-way-i__ ]


inc-b3sg a3sg-cuidar clf foc clf niño a3sg-dormir-vi
Lectura buscada: ‘La mujer se encarga del niño durmiendo.’

b. man y-ojtaqoq naq ta [tol a cham aj mulnajil]


neg a3sg-saber clf con comp foc clf dueño trabajo
‘Él no sabía que era el dueño del trabajo...’ (Txt)

(17) a.* max-Ø y-il naq [manaq naq unin s-way-i__ ]


com-b3sg a3sg-ver clf neg clf niño a3sg-dormir-vi
Lectura buscada: ‘No fue al niño a quien él vio durmiendo.’

b. xan a tnani ch-Ø-j-al ayex


por.eso foc ahora inc-b3sg-a1pl-decir ustedes
[manaq cham Jwan Jose Arewalo x-Ø-kam-i]
neg clf Juan José Arrevalo com-b3sg-morir-vi
‘Por ello en este momento les informamos que no es el señor Juan José Arrevalo
que murió.’ (Txt)

3
El enfoque dentro de la cláusula sin aspecto no debe confundirse con la extracción de elementos de
la cláusula sin aspecto hacia la posición preverbal de la cláusula matriz, como en i, pero esto no se
discutirá aquí por razones de espacio.

(i) a naq chi-Ø s-kamk’ulnej ix [s-way-i__ ]

foc clf inc-b3sg a3sg-cuidar clf a3sg-dormir-vi)

Es a él (al niño) a quién ella cuida durmiendo.’

Libro4Final4OCT.indb 255 07/10/13 12:58


256 Eladio Mateo Toledo

(18) a.* w-ojtaq [maktxel s-lo-w-i]


a1sg-saber quien a3sg-comer-ap-vi
Lectura buscada: ‘Yo sé quien comió.’

b a ta’ Ø-ojtaqne-n-i [tze q-Ø-y-al ayon tinani]


foc part b3sg-saber-ea-vi que pot-b3sg-a3sg-decir nosotros ahora
‘Él es el que sabe qué nos contará ahora.’ (Txt)

(19) a.* max-Ø y-il [mayal ha-way-i]


com-b3sg a3sg-ver ya a2sg-dormir-vi
Lectura buscada: ‘Él/ella vio que ya dormiste.’

b. a ch’-Ø-al-on-i
foc inc-b3sg-decir-ea-vi
[tol mayal Ø-jay-ok y-orah-il].
comp ya b3sg-llegar-dir a3sg-hora-abs
‘Es ella/él quien dice que ya llegó su hora.’ (Txt)

(20) a.* max-Ø y-il [man/maj/k’am ha-way-i]


com-b3sg a3sg-ver neg/neg/neg a2sg-dormir-vi
Lectura buscada: ‘Él/ella vio que no dormiste.’

b. ay heb’ ch’-Ø-al-on-i [man yel-oq-Ø]


ext ellos inc-b3sg-decir-ea-vi neg cierto-irr-b3sg
‘Hay algunos que dicen que no es cierto.’(Txt)

Los ejemplos 18b y 20b no tienen el complementante tol por diferentes razo-
nes. En 18b, no se emplea porque el complemento es introducido por una palabra
interrogativa, y en 20b, es opcional.
Finalmente, los adverbios y adjuntos posnucleares son gramaticales tanto en
cláusulas sin aspecto (21a), como en cláusulas con aspecto (21b).

(21) a. max-Ø y-il [ha-way s-sat tx’at ewi]


com-b3sg a3sg-ver a2sg-dormir a3sg-sobre cama ayer
‘Él/ella te vio dormir sobre la cama ayer.’

b. y-ojtaq-Ø [tze q-Ø-y-al b’ay anima tinani]


a3sg-saber-b3sg que pot-b3sg-a3sg-decir a gente ahora
‘Él/ella sabe lo que va a decirle a la gente ahora.’

Libro4Final4OCT.indb 256 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 257

9.3.3. Las cláusulas de infinitivo

Una cláusula de infinitivo está formada de un núcleo predicativo sin flexión y sin
posiciones preverbales como lo muestra el esquema en 22.

(22) Estructura de una cláusula de infinitivo

v [v=núcleo verbal]
6
v + argumentos

Los ejemplos marcados entre corchetes en 23 ilustran este tipo de cláusulas.

(23) a. chi-Ø toj heb’ naq winaq [ __ xiq-oj wale’]


inc-b3sg ir pl clf hombre cortar-inf caña
‘[…] los hombres van a cortar caña de azúcar.’ (Txt)

b. ch-in cheq-lay-toq [ __ il-oj awal] y-uj hin-txutx…


inc-b1sg enviar-pas-dir ver-inf milpa a3sg-por a1sg-madre
‘Soy enviado por mi madre a cuidar milpa...’ (Txt)

A continuación, la agramaticalidad de los ejemplos de 23 es evidencia de que


las cláusulas de infinitivo no presentan posiciones preverbales: 24a muestra enfo-
que; 24b, tópico; 24c, negación de frase, y 24d, negación clausal.

(24) a.* ch-in cheq-lay-toq [a y-eq ch’en tzok’-oj te’]


inc-b1sg enviar-pas-dir foc a3sg-con clf cortar-inf palo
Lectura buscada: ‘Soy enviado a cortar palo/leña con machete.’

b.*ch-in cheq-lay-toq [ixim awal il-oj xim]


inc-b1sg enviar-pas-dir clf milpa ver-inf clf
Lectura buscada: ‘Yo soy enviado a cuidar la milpa.’

c.* ch-in cheq-lay-toq [manaq y-eq ch’en tzok’-oj te’]


inc-b1sg enviar-pas-dir neg a3sg-con clf cortar-inf palo
Lectura buscada: ‘Soy enviado a cortar palo/leña no con machete...’

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258 Eladio Mateo Toledo

d.*ch-in cheq-lay-toq [maj/man/k’am il-oj awal]


inc-b1sg enviar-pas-dir neg/neg/neg ver-inf milpa
Lectura buscada: ‘Soy enviado no para cuidar milpa.’

Finalmente, los adjuntos posverbales pueden también modificar a una cláusu-


la de infinitivo, como en 25.

(25) ch-in cheq-lay-toq [il-oj awal (b’ay pak’an)]


inc-b1sg enviar-pas-dir ver-inf milpa en otro.lado
‘Soy enviado a cuidar milpa al otro lado...’

Hasta aquí he mostrado que las cláusulas del q’anjob’al pueden clasificarse en
tres grupos, según su estructura en relación con el aspecto: cláusulas con aspecto,
cláusulas sin aspecto y con persona y cláusulas de infinitivo. El rasgo abstracto
[+/- aspecto] es central en la distinción. Las cláusulas finitas ([+aspecto]) toman la
marca preverbal de aspecto en los verbos y permiten la expansión de la cláusula hacia
la izquierda (v.gr. pueden tener enfoque, negación, tópico, etcétera.). La ausencia de
este rasgo impide la expansión a la izquierda del verbo. Hay dos subtipos de cláusu­
las sin aspecto: cláusula sin aspecto con flexión de persona y cláusula de infinitivo
(v.gr. un sintagma verbal sin flexión). La cláusula sin aspecto con flexión incluye
marcas de persona, pero la cláusula de infinitivo se define por la completa ausencia
de flexión, lo cual obliga a emplear otros mecanismos para la realización sintáctica de
los argumentos.­Antes de discutir la marcación de argumentos en estas cláusulas­,
describo la marcación de dependencia sintáctica en las cláusulas sin aspecto.

9.3.4. Marcación de dependencia en cláusulas sin aspecto con persona

En esta sección muestro que las cláusulas sin aspecto marcan parcialmente su
estatus­dependiente. Cuando la cláusula tiene un verbo transitivo, éste toma obli-
gatoriamente el morfema -on, como se ve en el contraste entre 26a y 26b.

(26) a. k’am ch-Ø-je’ [Ø-ha-ten-on-i]


neg inc-b3sg-poder b3sg-a2sg-tocar-ds-vi
‘No lo puedes tocar.’ (Txt)

b.* k’am ch-Ø-je’ [Ø-ha-ten-a’]


neg inc-b3sg-poder b3sg-a2sg-tocar-vt
Lectura buscada: ‘No lo puedes tocar.’

Libro4Final4OCT.indb 258 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 259

Además, el verbo toma el sufijo -i cuando aparece en posición final de frase,


como en 26a. En contraste, el verbo transitivo en 27 no toma el sufijo -i porque
no ocurre a final de frase.

(27) max-Ø w-il [hach s-sah-on-toq ha-mam b’ay xal]


com-b3sg a1sg-ver b2sg a3sg-regalar-ds-dir a2sg-padre a clf
‘Yo vi que tu padre te regaló a la señora.’

El ejemplo 28 muestra que el sufijo -on no aparece con un verbo intransitivo.


La forma *ko-lo-w-on-i (a1pl-comer-ap-ds-iv) no es gramatical.

(28) k’am ch-Ø-je’ [ko-lo-w-i]


neg inc-b3sg-poder a1pl-comer-ap-iv
‘No podemos comer.’

Como se mencionó en la sección 3, “los tipos de cláusulas sugún su estructura”­


el q’anjob’al tiene una construcción de enfoque agentivo (ea) marcada con el sufijo­
-on, lo cual se ilustra en 29.

(29) a ix unin max-Ø txon-on te pajich


foc clf niño com-b3sg vender-ea clf tomate
‘Fue la niña quien vendió los tomates.’

Ya Francisco Pascual (2007) ha propuesto una relación histórica entre el sufijo­


-on, que marca enfoque (ea), y el sufijo -on, que marca dependencia (ds), pero ha
argumentado que sincrónicamente las funciones y la morfosintaxis ligada a estos
dos sufijos es distinta, lo mismo que la función del sufijo -i que les sigue. Existen
tres diferencias fundamentales para distinguir entre -on(-i) de ea y on(-i) de ds.
Primero, un verbo sin aspecto con el sufijo de ds toma flexión transitiva, pero un
verbo con ea es intransitivo. Segundo, en el ea, el agente ocurre en posición prever­
bal, pero en cláusulas sin aspecto no hay enfoque. Finalmente, el sufijo -on (ds) es
obligatorio como parte de la estructura sin aspecto y sin restricción de persona
(véase el ejemplo 26b), pero el sufijo de ea se usa únicamente cuando se enfoca
agentes de tercera persona (Mateo Toledo, 1998; Francisco Pascual, 2007). En
resumen, el sufijo -on de ds está disparado por dos condiciones: la ausencia de
marcador preverbal de aspecto y el estatus dependiente del verbo (véase la sección
“distibución de cláusulas sin aspecto e infinitivas”).

Libro4Final4OCT.indb 259 07/10/13 12:58


260 Eladio Mateo Toledo

9.4. Marcación de persona en cláusulas sin aspecto e infinitivas

En esta sección se discute la marcación o realización de argumentos en cláusulas


sin aspecto y cláusulas de infinitivo. Las cláusulas sin aspecto siguen un patrón
nominativo-acusativo. Las de infinitivo no toman flexión de persona, por lo que
los argumentos son inertes sintácticamente (se incorporan) o se eliden.

9.4.1. El patrón nominativo-acusativo en cláusulas sin aspecto

Mientras que las cláusulas con aspecto siguen un patrón de marcación ergativo,­las
cláusulas sin aspecto disparan un patrón nominativo-acusativo, como en 30a,
donde agente y sujeto se marcan con morfemas del juego a y el objeto con morfemas­
del juego b (véase la sección “los tipos de cláusula según su estuctura”). La marcación­
ergativa en este contexto resulta agramatical, como lo muestra el ejemplo 30b.

(30) a. asan y-uj tol owal ch’-Ø-on [ko-kam-i]…


sólo a3sg-por part pelea inc-b3sg-suceder a1pl-morir-vi
‘Excepto por el hecho de que una guerra nos va a matar.’ (Txt)

b.* asan y-uj tol owal ch’-Ø-on [hon kam-i]


sólo a3sg-por part pelea inc-b3sg-suceder b1pl morir-vi
Lectura buscada: ‘Excepto por el hecho de que una guerra nos va a matar.’

Nótese también que las cláusulas sin aspecto no alteran la valencia verbal. Un
verbo intransitivo tiene un marcador de persona y los verbos transitivos dos
marcadores­(véase el ejemplo 27).

9.4.2. Realización de argumentos en cláusulas de infinitivo

En cláusulas de infinitivo, los argumentos semánticos no se marcan con flexión sino


por medio de otros recursos. Todos los verbos infinitivos son formalmente intran-
sitivos. El sujeto no se marca y está controlado estructuralmente por un argumento­
de la cláusula matriz (Stiebels, 2007; Aissen, 2007). Los verbos nocionalmente in-
transitivos marcan el infinitivo con –oq, mientras que los verbos nocionalmente­
transitivos incorporan su objeto y marcan el infinitivo con el sufijo­-oj.

Libro4Final4OCT.indb 260 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 261

Los ejemplos de 31 y 32 son cláusulas de infinitivo; en 31, se muestran infini-


tivos de verbos intransitivos, 32a es un verbo nocionalmente transitivo y 32b es un
verbo nocionalmente ditransitivo. En todos los casos el sujeto del infinitivo está
controlado estructuralmente por un argumento del verbo matriz. En los ejemplos,
estoy representando con guión bajo el lugar que ocuparía el argumento controlado
dentro de la cláusula de infinitivo. El objeto nocional de los verbos transitivos se
incorpora. El ejemplo agramatical en 32c muestra que los infinitivos no aceptan
ffnn individuadas como objetos. Además, un objeto indirecto se introduce con
una preposición, como en otras cláusulas (32b).

(31) a. ch’-Ø-ok-toq sanan tx’ix tu [ __ q’amb’-oq] ti q’a’


inc-b3sg-entrar-dir redondo tamal dem tostarse-inf orilla fuego
‘Se ponen los tamales a la orilla del fuego para que se tuesten.’ (Txt)

b. max-Ø b’et heb’ anima tu [ __ kol-waj-oq]


com-b3sg ir pl gente dem ayudar-ap-inf
‘Esas personas fueron a ayudar.’

(32) a. tol q-on toq [ __ uqt-oj no’]


tns pot-b1pl ir perseguir-inf animal
‘Es que iremos a cazar animales.’ (Txt)

b. max-Ø toj ix [ __ aq’-oj karta b’ay Lwin Mat]


com-b3sg ir clf dar-inf carta a Lwin Mat
‘Ella fue a dejar cartas a Lwin Mat.’

c.* max-Ø toj ix [ __ aq’-oj tx’an karta b’ay Lwin Mat]


com-b3sg ir clf dar-inf clf carta a Lwin Mat
Lectura buscada: ‘Ella fue a dejar las cartas a Lwin Mat.’

En conclusión, los argumentos semánticos de los verbos infinitivos no pueden


realizarse como argumentos sintácticos debido a la falta de aspecto. El sujeto está
elidido y está controlado por un argumento de la cláusula matriz. El objeto de los
transitivos tiene que omitirse (31b) o incorporarse (32b).

Libro4Final4OCT.indb 261 07/10/13 12:58


262 Eladio Mateo Toledo

9.5. Distribución de cláusulas sin aspecto e infinitivas

A continuación se describen los contextos en los que ocurren cláusulas sin aspecto
e infinitivas. Éstas pueden ser subordinadas o construcciones de predicación
compleja.­Cada construcción tiene sus particularidades y complejidades pero por
razones de espacio y coherencia sólo presento una breve descripción de cada una.

9.5.1. Distribución de cláusulas sin aspecto

Las cláusulas sin aspecto aparecen al menos en cuatro construcciones: complemen-


tación, predicación secundaria, resultativos perifrásticos y cláusulas adverbiales. El
contexto de complementación es tal vez el más común. El listado de verbos en 33,
tomado de Francisco Pascual et. al (2007) y Mateo Toledo (2005), es representa-
tivo de los verbos que toman complementos sin aspecto.

(33) Verbos matrices que toman complemento sin aspecto y con persona
a. Verbos de conocimiento: etz’ej, “imitar”; kan yul-k’ul, “saber”; kuyu’,
“aprender”; nachaj, “saber”; etcétera.
b. Percepción directa: ab’ej, “escuchar”; ila’ ,“ver”; wayichilnej, “soñar”;
etz’ej, “imitar”; matz’ej, “observar”, etcétera.
c. Desiderativos: cha-k’ul, “gustar”; echb’anej, “esperar”; aq’lej, “intentar”;
“probar”; na’, “pensar en”; etcétera.
d. De emoción: ispay “aburrirse de”; k’umb’i, “cansarse de”; k’aytoq yul-k’ul,
“olvidarse de”; etcétera.
e. Manipulativos (algunos): ala’, “invitar, decir”; cheqa’, “mandar”; “ordenar’;
iqej, “obedecer, aceptar’; aq’, “hacer que, provocar”; etcétera.
f. Modales: je’, “poder”; uji, “poder”; techaj, “aguantar”; sub’oj, “fácil”; etcétera.
g. Fasales: k’oli “iniciar y continuar”; el yich, “iniciar’; chahok, “empezar”; lanan,
“en proceso”; etcétera.4

En 34 se muestran algunos ejemplos, de lo que se ha discutido en párrafos


anteriores.

4
Los verbos aspectuales y modales son auxiliares gramaticalizados a partir de cláusulas de
complementación.

Libro4Final4OCT.indb 262 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 263

(34) a. ch-Ø-to wal techaj [hin-b’ey-i]


inc-b3sg-todavía tns aguantar a1sg-caminar-vi
‘Todavía aguanto caminar.’ (Txt)

b. hoq-Ø je [Ø-j-ab’e-n jun-oq ab’ix]


pot-b3sg poder b3sg-a1pl-escuchar-md indef-irr historia
‘Podremos escuchar una historia.’ (Txt)

La segunda construcción en la que aparecen cláusulas sin aspecto es la de pre-


dicación secundaria con orden [predicado secundario+predicado primario] (Fran-
cisco Pascual, 2005; 2007; Mateo Toledo, 2012). Los ejemplos de 35 ilustran esta
construcción con verbos intransitivo y transitivo en función de predicado princi-
pal.5 Lo relevante aquí es que el predicado primario, entre corchetes, es un verbo
sin aspecto.

(35) a. ox-taq-wan [ko-toj-i]


tres-dist-clfn a1pl-ir-vi
‘Vamos de tres en tres.’ (Francisco Pascual, 2010: 94)

b. tel-an [hach w-i-on-toq]


acostar-psl b2sg a1sg-llevar-ds-dir
‘Te llevo acostado.’ (Francisco Pascual, 2010: 96.)

El tercer contexto en el que ocurren las cláusulas sin aspecto es una construc-
ción resultativa con un orden resultativo+predicado primario (Francisco Pascual,
2007) a la que me referiré como “construcción resultativa perifrástica”. En
q’anjob’al hay dos construcciones resultativas. La primera, ilustrada en 36, es una
cláusula simple con un verbo causativo antes de un predicado resultativo, formando­
un predicado serial complejo (para más detalles, véase el capítulo 7). En esta
estructura,­los predicados primarios son todos transitivos y los secundarios son
intransitivos no agentivos.

5
Existe también una construcción con significado de estado final cuya estructura es igual a la construc-
ción depictiva ilustrada anteriormente (Mateo Toledo, 2012). Un ejemplo de esta construcción es:

(iv) yax s-taj ko-lob’ej

crudo a3sg-cocinarse a1pl-comida

‘Nuestra comida se cocinó pero quedó cruda.’

Libro4Final4OCT.indb 263 07/10/13 12:58


264 Eladio Mateo Toledo

(36) max-in s-maq’ q’aj hin-mam


com-b1sg a3sg-golpear quebrarse a1sg-padre
‘Mi padre me golpeó hasta fracturarme.’

La segunda construcción resultativa, ilustrada en 37, es perifrástica. Ésta es


una cláusula compleja en la que el resultativo, en primera posición, funciona
como cláusula principal, y el causativo, en segunda posición, funciona como
cláusula adverbial. El resultativo se codifica como finito y el causativo es un
verbo sin aspecto. La forma agramatical en 37c muestra que el causativo no
puede recibir aspecto. Nótese­que a diferencia del resultativo complejo cuyo
verbo causativo debe de ser transitivo, los resultativos perifrásticos admiten cau-
sativos intransitivos, como el de 37b.

(37) a. max-in q’aj [hin s-maq’-on hin-mam]


com-b1sg quebrarse b1sg a3sg-golpear-ds a1sg-padre
‘Me fracturé porque mi padre me golpeó.’

b. max-in k’umb’i [hin-lo-w-i]


com-b3sg cansarse a1sg-comer-ap-vi
‘Me cansé por comer/me cansé de comer.’

c.* max-in q’aj [max-in s-maq’-on hin-mam]


com-b1sg quebrarse com-b1sg a3sg-golpear-ds a1sg-padre
Lectura buscada: ‘Me fracture porque mi padre me golpeó.’

El cuarto contexto en el cual aparecen cláusulas sin aspecto es el de las cláusu-


las adverbiales temporales (38) y de propósito (39). Los ejemplos “a” ilustran cláu-
sulas adverbiales sin aspecto antes de cláusulas principales. En los ejemplos “b”
sólo se muestran cláusulas adverbiales sin aspecto.

(38) a. [tay axa y-et Ø-y-il-on heb’ xin]


Entonces luego a3s-cuando b3s-a3s-ver-ds ellos pues
mayal Ø toj no el-oq, ab’i
ya b3sg ir clf salir-inf, evid
‘Luego, cuando se dieron cuenta, el animal ya había huido.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 264 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 265

b. a wal y-et y-a’-chaj ganar


foc tns a3sg-cuando a3sg-dar-pas ganar
y-et y-ay-teq heb’ naq satkan tu
a3sg-cuando a3sg-por-bajar-dir pl clf cielo dem
‘Cuando fueron ganados, cuando fueron bajados del cielo…’ (Txt)

(39) a. [y-uj hin ha-kol-on-i] xan ma-xach w-awtej


a3sg-por b1sg a2sg-ayudar-ds-ff por com-b2sg a1sg-llamar
‘Te llamé para que me ayudes.’

b. tze y-uj? y-uj ko-lo-w-i


qué a3sg-por a3sg-por a1pl-comer-ap-vi
‘¿Por qué? Porque tenemos que comer.’ (Txt)

Algunas observaciones son necesarias. Primero, no es obligatorio que la cláu-


sula adverbial ocurra sin aspecto. Los ejemplos de 40 muestran las versiones de 38a
y 39a con marcador de aspecto. El uso o no del marcador de aspecto produce un
cambio de significado en las cláusulas introducidas por yuj: cuando la cláusula no
lleva aspecto, como las de 39, indica propósito, pero cuando toma aspecto indica
causa o razón (40b).6

(40) a. [tay axa y-et max-Ø-y-il-on heb’ xin]


Entonces luego a3sg-cuando com-b3sg-a3sg-ver-ds ellos pues
mayal Ø-toj no el-oq, ab’i
ya b3sg-ir clf salir-inf, evid
‘Luego cuando ellos se dieron cuenta, el animal ya había huido.’

b. [y-uj max-in ha-kol-o’] xan max-ach w-awtej


a3sg-por com-b1sg a2sg-ayudar-vt por com-b2sg a1sg-llamar
‘Porque me ayudaste por eso te llamé.’

En resumen, las cláusulas sin aspecto aparecen en por lo menos cuatro


contextos:­como complementos, como predicados primarios en construcciones de

6
La ausencia de aspecto en cláusulas adverbiales puede depender de una restricción de “coherencia
aspectual” en lo discursivo, para un caso en mam véase England (2007).

Libro4Final4OCT.indb 265 07/10/13 12:58


266 Eladio Mateo Toledo

predicación secundaria compleja, como cláusulas de causa en resultativos perifrás-


ticos y como cláusulas adverbiales (temporales y propósito/razón). En los casos de
predicación secundaria, resultativa y complementos de modales y fasales, las formas
sin aspecto son sintácticamente obligatorias, pero con otros verbos matrices esto
es opcional. En cuanto al contexto adverbial, las formas sin aspecto son obligatorias
solamente cuando la cláusula indica propósito. Esto se puede interpretar como una
restricción estructural que muestra diferentes niveles de integración clausal. Especí­
ficamente: i) la construcción de predicación secundaria, los resultativos perifrásticos­
y las construcciones con verbos fasales y modales lo requieren como única opción;
ii) los complementos de verbos no fasales/modales y cláusulas adverbiales de pro-
pósito requieren estas cláusulas dependiendo del significado; iii) las cláusulas­ad-
verbiales temporales muestran menos integración, ya que la forma sin aspecto no
es obligatoria.

9.5.2. Las cláusulas con adverbio adelantado

Las cláusulas con adverbios de manera adelantado pueden estar seguidas por un
verbo sin marcador de aspecto, como se muestra en el ejemplo 41 (un patrón si-
milar aparece en mam, véase el capítulo 10). Sin embargo, esta construcción sin
aspecto no puede analizarse como cláusula sin aspecto ni tampoco como cláusulas
con aspecto.

(41) a. tay k’ojank’ul Ø-Ø-lek’-aj naq Ø-txow, xhi


luego despacio b3sg-a3sg-levantar-dir clf a3sg-chamarra dice
‘Luego él levantó su chamarra lentamente.’ (Txt)

b. ma yelk’ulal ha-ch’ib’-kan aj y-uj ha-txutx


o rápido a2sg-crecer-dir dir a3sg-por a2sg-madre
‘O tu madre te está criando rápido.’ (Txt)

Estas cláusulas sin marcador de aspecto siguen un patrón nominativo-acusativo­


como las cláusulas sin aspecto. Sin embargo, difieren de las cláusulas sin aspecto
en que los verbos transitivos no siempre toman el sufijo -on (ds), como se muestra
en el contraste entre 41a y 42. Cuando toman el sufijo -on, se interpretan como
parte de una secuencia de eventos, y no como cláusulas independientes. Es rele-
vante notar que en q’anjob’al el sufijo -on también marca “continuidad discursiva”,

Libro4Final4OCT.indb 266 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 267

y cuando desempeña esta función, el marcador de aspecto preverbal es irrelevante


(v.gr., ocurre sobre verbos con o sin aspecto) (para detalles, véase Francisco Pascual,
2007).

(42) k’ojank’ul Ø-Ø-lek’-on aj naq Ø-txow, xhi


despacio b3sg-a3sg-levantar-ds dir clf a3sg-chamarra dice
‘Seguidamente, él levantó su chamarra lentamente.’
*Él levantó su chamarra lentamente.’

Las construcciones en las que el sufijo -on indica continuidad discursiva tienen
una interpretación aspectual completiva aunque carezcan de aspecto. Estas cláu-
sulas tienen el mismo comportamiento morfosintáctico que las cláusulas simples
con aspecto cuya estructura aparece esquematizada en 10. Las cláusulas con con-
tinuidad discursiva, además del adverbio adelantado, pueden tener topicalización
(43a), enfoque (43b), negación de argumento (43c).

(43) a. komo ha hej tu yelk’ulal s-tan-aj ha’


como clf agua dem rápido a3sg-apagarse-dir clf
‘Como el agua pues, estaba desapareciendo rápido.’ (Txt)

b.
a ha hej tu yelk’ulal s-tan-aj-oq
foc clf agua dem rápido a3sg-apagarse-dir-inf
‘Era el agua que estaba desapareciendo rápido.’

c.
manaq ha hej tu yelk’ulal s-tan-aj-oq
neg clf agua dem rápido a3sg-apagarse-dir-inf
‘No era el agua que estaba desapareciendo rápido.’

La negación clausal, sin embargo, sigue otro patrón. Cuando está ligada al verbo
es agramatical, como en las cláusulas sin aspecto (44a), pero es gramatical cuando
precede al adverbio (44b).

(44) a.* yelk’ulal k’am/man s-tan-aj ha hej tu


rápido neg/neg a3sg-apagarse-dir clf agua dem
Lectura buscada: ‘El agua no estaba desapareciendo rápido.’

b. komo ha hej tu man yelk’ulal-oq s-tan-aj ha’


como clf agua dem neg rápido-irr a3sg-apagarse-dir clf
‘El agua no estaba desapareciendo rápido.’

Libro4Final4OCT.indb 267 07/10/13 12:58


268 Eladio Mateo Toledo

El patrón de negación en 44 se observa también en las mismas cláusulas con


aspecto de 45. La negación ocurre únicamente antes del adverbio (45b) y no antes
del verbo (45a).

(45) a.* amunk’wan maj-Ø k’ay-aj ha a’ej


rápido neg-b3sg desaparecer-dir clf agua
Lectura buscada: ‘El agua no desapareció rápido.’

b.
man amuk’wan-oq max-Ø k’ay-aj ha a’ej
neg rápido-irr com-b3sg desaparecer-dir clf agua
‘No fue rápido que desapareció el agua.’

En resumen, una construcción con adverbio de manera adelantado puede


tener un verbo con o sin aspecto y tiene las posiciones para enfoque, negación e
interrogación de argumento. En cuanto a la negación, es agramatical cuando está
ligada al verbo pero es gramatical antes del adverbio.
La construcción sin aspecto con adverbio adelantado difiere de otras cláusulas
sin aspecto por dos rasgos. Primero, el sufijo -on sobre los verbos transitivos se
interpreta como un sufijo de “continuidad discursiva” y es opcional, lo cual sugie-
re que no es el marcador de dependencia sintáctica. Segundo, la cláusula permite
elementos preverbales que no son posibles en cláusulas sin aspecto. Por otro lado,
esta cláusula difiere de cláusulas con aspecto en que no permite negación ligada al
verbo aunque tenga todas las posiciones preverbales y aspecto. Entonces, esta cláu-
sula es una categoría intermedia entre cláusulas sin aspecto y con aspecto. Es como
una cláusula con aspecto en estructura pero como una cláusula sin aspecto en
cuanto al patrón de marcación de persona y negación clausal.

9.5.3. Distribución de las cláusulas de infinitivo

Las cláusulas de infinitivo se usan en contextos reducidos. Ocurren como comple-


mentos en tres estructuras: construcciones causativas, verbos de movimiento con
propósito (Aissen, 2007) y predicados enfocados. Cada uno se discute más adelante.­
El listado en 46 muestra verbos matrices que toman complementos infinitivos.­

(46) Verbos que toman cláusulas de infinitivo como complementos


a. Movimiento con propósito: b’et, “ir y regresar”; toj, “ir”; ul, “venir y regresar”;
tit, “venir acá”; etcétera.

Libro4Final4OCT.indb 268 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 269

b.
Verbos de manipulación: cha’, “permitir”; uqtej, “forzar”; etcétera.
c.
Predicados de emoción: ispay, “aburrirse de”.

Los ejemplos de 47 muestran verbos de “movimiento con propósito”. Cómo


ya se discutió, los verbos infinitivos son estructuralmente intransitivos. Los ejem-
plos 47a, 47b, 47c y 47d ilustran verbos intransitivos radicales y derivados sufija-
dos con -oq en posición final de cláusulas. El sufijo -oq no aparece cuando el verbo
es seguido por otros constituyentes (47e).

(47) a. tol ch-Ø-toj mam-ej txutx-ej [ __ q’an-waj-oq]


intn inc-b3sg-ir padre-abs madre-abs pedir-ap-inf
‘Es que los padres se van a pedir (novia).’ (Txt)

b. max-Ø toj ixim ixim [ __ k’och-lay-oq]


com-b3sg ir clf maíz desgranar-pas-inf
‘El maíz se fue para ser desgranado.’

c. asan xanej b’ay-tu ch-Ø-b’et heb’ anima [ __ man-j-oq]


sólo part a-dem inc-b3sg-ir pl gente compra-der-inf
‘Ya sólo allí iba la gente a comprar.’ (Txt)

d. y-aj-toq naq [ __ way-oq]


a3sg-subir-dir clf dormir-inf
‘Entonces, él subió a dormir.’ (Txt)

e. y-aj-toq naq [way y-ul kan]


a3sg-subir-dir clf dormir a3sg-en tapanco
‘Entonces, él subió a dormir en el tapanco.’

Los ejemplos de 48 muestran verbos semánticamente transitivos con objeto


incorporado. Los verbos transitivos infinitivos toman -oj y son sintácticamente
intransitivos.

(48) a. tuton ta xa x-Ø-’el-toq heb’ [ __ il-oj q’ap]


tns si ya com-b3sg-salir-dir ellos ver-inf ropa
‘Si ellos ya salen a ver la ropa [...]’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 269 07/10/13 12:58


270 Eladio Mateo Toledo

b. tol uqeb’ wal ab’il x-Ø-b’et heb’ [ __ man-oj ixim b’ay]


tns siete tns año com-b3sg-ir ellos comprar-inf maíz a
‘Son siete años los que ellos fueron a comprarle maíz.’(Txt)
[Lit. ‘[…] a comprar maíz a (él).’]

Los ejemplos de 49 muestran infinitivos como complementos de ispay -uj,


“aburrirse­de”. En este contexto, los infinitivos solamente pueden ser verbos
nocionalmente­transitivos. Contrástese 49a con 49b. Los verbos intransitivos que
funcionan como complementos de ispay -uj deben ser del tipo sin aspecto con
persona, como el de 49c. Un punto relevante a notar aquí es que el sujeto del
infinitivo­en 49a está controlado por el argumento del sustantivo relacional uj,
el ex­perimentante del verbo matriz.

(49) a. max-Ø ispay xa [ __ loh-oj china] w-uj


com-b3sg aburrirse tns comer-inf naranja a1sg-por
‘Me aburrí de comer naranjas.’

b.* max-Ø ispay [ __ way-oq/saqch-oq] (w-uj)


com-b3sg aburrirse dormir-inf /jugar-inf a1sg-por
Lectura buscada: ‘Me aburrí de dormir/jugar.’

c. max-Ø ispay [hin-way-i]


com-b3sg aburrirse a1sg-dormir-vi
‘Me aburrí de dormir.’

Los siguientes ejemplos muestran construcciones causativas. Hay dos tipos de


causativos en q’anjob’al; uno en el que hay unión de cláusulas (50a) y otro con
complemento infinitivo (50b). En 50a, los verbos forman un predicado complejo
y la construcción es monoclausal (en términos de orden, flexión y comportamiento­
en las construcciones con reflexivos, etcétera.) cuyos rasgos son irrelevantes para
nuestro propósito. Sin embargo, 50b es una construcción compleja con un com-
plemento clausal del tipo infinitivo.

(50) a. katu x-Ø-’uqte-lay mulnaj heb’ anima


luego com-b3sg-mandar-pas trabajar pl gente
‘Después la gente fue obligada a trabajar.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 270 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 271

b. max-Ø uqte-lay-toq heb’ anima [ __ mulnaj-oq]


com-b3sg mandar-pas-dir pl gente trabajar-inf
‘La gente fue enviada a trabajar.’

Los ejemplos de 51muestran otros causativos con infinitivo similares al caso


anterior. Una variable importante en estos ejemplos es el orden de las ffnn. Los
causativos siguen alguno de los siguientes órdenes.

(51) a. v1 s o v2
max-Ø y-uqtej-toq ix Malin cham [ __ ante-lay-oq]
com-b3sg a3sg-mandar-dir clf Malin clf curar-pas-inf
‘María mandó al señor a ser curado.’
* ‘María mandó al señor para ser curada.’

b.
v1 o v2
q-Ø-j-uqtej-toq ix [ __ waj-oj sakate]
pot-b3sg-a1pl-mandar-dir clf juntar-inf zacate
‘La mandaremos a juntar zacate.’ (Txt)

c.
v1 s o v2
max-Ø s-cheq-toq ix naq winaq tu [ __ waj-oj sakate]
com-b3sg a3sg-enviar-dir clf clf hombre dem juntar-inf zacate
‘Ella mandó al hombre a juntar zacate.’

Un punto relevante en los causativos es el control. El controlador es el paciente­


del verbo matriz independiente de su papel sintáctico. En 52, el controlador pa-
ciente funciona como objeto y se marca con juego b. En 52a, el controlador
paciente­funciona como sujeto del verbo infinitivo pasivo marcado con juego b.

(52) a. ch’an ch-ach cheq-lay-toq [ __ a’-oj un]


dim inc-b2sg mandar-pas-dir dar-inf papel
‘Luego te envían a dejar papeles.’ (Txt)
(Lit. ‘Luego eres enviado a dejar papel.’)

b. ch’an ch-ach cheq-waj-toq [a’-oj unej]


dim inc-b2sg mandar-ap-dir dar-inf papel
‘Luego mandas a alguien a dejar papeles.’

Libro4Final4OCT.indb 271 07/10/13 12:58


272 Eladio Mateo Toledo

Finalmente, las cláusulas de infinitivo ocurren en un contexto especial de en-


foque de eventos, el cual puede analizarse como complemento pero con rasgos
especiales. Casos como los del ejemplo 53 se usan para responder a una pregunta
o enfocar un evento. El ejemplo 53b podría ser la respuesta a la una pregunta “¿qué
haces?” o para enfocar el hecho de que “yo me mantengo durmiendo” como algo
habitual o un evento en desarrollo. Estructuralmente, el verbo transitivo unej,
“hacer”, funciona como verbo matriz, y el infinitivo, como complemento. La es-
tructura superficial es [infinitivo+unej] y el infinitivo es complemento de unej
(concuerda con el absolutivo). La estructura [unej+infinitivo], común en otros
complementos, es agramatical, como se muestra en 53c, lo cual se debe a que el
infinitivo debe estar enfocado. Nótese también que el sujeto del infinitivo está
controlado por el agente de unej.

(53) a. asan uk’-oj an ch-Ø-y-unej


sólo tomar-inf licor inc-b3sg-a3sg-hacer
‘Solamente tomando licor se mantiene.’ (Txt)

b. way-oq chi-Ø w-unej


dormir-inf inc-b3sg a1sg-hacer
‘Me mantengo durmiendo.’

c.* chi-Ø y-unej [uk’-oj an]


inc-b3sg a3sg-hacer tomar-inf licor
Lectura buscada: ‘Él/ella se pasa tomando licor.’

En general, en esta sección se ha mostrado que las cláusulas de infinitivo en


q’anjob’al aparecen por lo menos en tres contextos: como complementos de verbos
de movimiento­con propósito, complemento de verbos de emoción y en
construcciones­causativas sin unión de cláusula. Además, se ha mostrado que
también­puede aparecer en construcciones en las que se enfocan eventos. Sin
embargo,­este último contexto sigue la estructura de una construcción de comple-
mento. Una aparente diferencia entre estos contextos es que, en las causativas, el
controlador sólo puede ser el paciente del verbo matriz; en verbos de deseo, es el expe-
rimentador, y en otros casos, otros argumentos pueden ser el controlador. Sin
embargo, esto se debe al verbo matriz y no es una restricción sobre las cláusulas de
infinitivo.

Libro4Final4OCT.indb 272 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 273

9.5.4. Los infinitivos y los sintagmas nominales

En la sección anterior se presentaron los contextos (que generalmente requieren


una cláusula) en los que se encuentra una cláusula de infinitivo. Además, el estatus
clausal del infinitivo es claro. Sin embargo, existen contextos en los que la cláusu-
la de infinitivo funciona como nominal y toma elementos nominales. En seguida
discuto brevemente cada uno de estos puntos.
Las formas infinitivas aparecen en los mismos contextos en los que ocurren las
ffnn. El ejemplo 54a muestra que el infinitivo puede ser complemento de un sus­
tan­tivo relacional. Una cláusula sin aspecto es agramatical en este contexto (54b).

(54) a. yel a tu ah-on ek’-oq Ø-xol maq’-oj anima


verdad foc dem ext-b1pl dir-inf a3sg-entre pegar-inf persona
‘Es verdad estamos… entre pegadera de gente.’ (Txt)

b.* a tu ah-on ek’-oq Ø-xol ko-kol-le-n ko-b’a


foc dem ext-b1pl dir-inf a3sg-entre a1pl-ayudar-rr-ds a1pl-rr
Lectura buscada: ‘Allí estamos… entre ayudarnos unos a otros.’

Los infinitivos y los nominales funcionan como argumentos del existencial


(55a, 55b). Esta posición no puede ser ocupada por las cláusulas sin aspecto con
persona (55c).

(55) a. ay-Ø k’is-oj q’alem, ay-Ø pech-oj b’e


ext-b3sg barrer-inf basura, ext-b3sg limpiar-inf camino
‘Hay barrida de basura, hay limpia de caminos.’ (Txt)

b. ay-Ø anima b’ay q’in


ext-b3sg gente en fiesta
‘Hay personas en la fiesta.’

c.* ay-Ø ko-kol-le-n ko-b’a heq


ext-b3sg a1pl-ayudar-rr-ds a1pl-rr pl
Lectura buscada: ‘El ayudarnos los unos a otros existe.’

En estos contextos, sin embargo, sólo se usan infinitivos nocionalmente tran-


sitivos. Los ejemplos agramaticales de 56 muestran que los verbos intransitivos

Libro4Final4OCT.indb 273 07/10/13 12:58


274 Eladio Mateo Toledo

infinitivos no pueden ocurrir en estos contextos. En lugar del infinitivo se usan


nominales derivados de verbos, como tzewil, “risa”; kamich, “muerte”; etcétera.

(56) a.* a tu ah-on ek’-oq Ø-xol tzew-oq / kam-oq


foc dem ext-b1pl dir-inf a3sg-entre reír-inf / morir-inf
Lectura buscada: ‘Allí estamos… entre reír/morir.’

b. * ay-Ø way-oq / kam-oq / tzew-oq


ext-b3sg dormir-inf / morir-inf / reír-inf
Lectura buscada: ‘Hay dormir/morir/reír.’

Los infinitivos en función argumental toman elementos propios de los sintag-


mas nominales. Los ejemplos de 57 muestran que el infinitivo puede tomar deter-
minantes y demostrativos como los nominales.

(57) a. ka-wal ya’ [jun aq’-oj ilya’ ti]


tns-tns duele indef dar-inf enfermedad dem
‘Esto de estar enfermo es muy difícil.’ (Txt)

b. a tu ah-on ek’-oq Ø-xol jun entn-oj anima


foc dem ext-b1pl dir-suf a3sg-entre indef maltratar-inf persona
‘Allí estamos… entre el maltrato de personas.’ (Txt)

El ejemplo 58b muestra que una cláusula de infinitivo funcionando como


complemento no puede tomar demostrativos o determinantes. Basado en estos
ejemplos se concluye que el infinitivo, en 58a, funciona como una cláusula, y en
los ejemplos de 57, como nominal.

(58) a. q-Ø-j-uqtej-toq ix [ __waj-oj sakate]


pot-b3sg-a1pl-mandar-dir clf juntar-inf zacate
‘La mandaremos a juntar zacate.’ (Txt)

b. * q-Ø-j-uqtej-toq ix [(jun) __ waj-oj sakate ti]


pot-b3sg-a1pl-mandar-dir clf indef juntar-inf zacate dem
Lectura buscada: ‘La mandaremos a esto de juntar zacate.’

Estos datos sugieren, por un lado, que las cláusulas de infinitivo comparten
rasgos nominales y verbales dependiendo del contexto en el que aparecen. Cuando

Libro4Final4OCT.indb 274 07/10/13 12:58


Cláusulas sin aspecto e infinitivas en q‘anjob’al 275

funcionan como cláusulas de complemento, no permiten modificadores nominales,­


al contrario de los contextos nominales en los que la presencia de modificadores es
factible. En contraste, las cláusulas sin aspecto siempre mantienen su estatus
clausal­. En general, los infinitivos son más cercanos a nominales y las cláusulas sin
aspecto a las cláusulas finitas.

9.6. Conclusiones

En general, el trabajo ha mostrado que el q’anjob’al tiene tres tipos de cláusulas:


con aspecto, sin aspecto con persona e infinitivas. La estructura de cada una se
resume en 59. Las cláusulas con aspecto tienen la estructura más completa, las que
carecen de aspecto no proyectan elementos prenucleares y las infinitivas consisten
en un núcleo predicativo con argumentos, pero sin flexión.

(59) Estructura de cláusulas con aspecto


a. [ftop… [ffoc/neg_xp… [neg… [fasp… [n_pred+args]]]]]

Estructura de cláusulas sin aspecto


b. [flex [[n_pred] + args]]

Estructura de cláusulas infinitivas


c. [n_pred]

Cuadro 9.1
Rasgos que distinguen a las cláusulas en q’anjob’al
Cláusula Cláusula Cláusula
Rasgos de comparación con aspecto sin aspecto de infinito
Flexión de persona + + –
Marcación ergativa + n/a n/a
Marcación nominativa-acusativa n/a + n/a
Marcación -on de dependencia – + –
Control estructural n/a n/a +
Fuente: elaboración propia.

Libro4Final4OCT.indb 275 07/10/13 12:58


276 Eladio Mateo Toledo

El cuadro 9.1 resume los rasgos importantes que distinguen los tres tipos de
cláusulas. El signo + indica la presencia de un rasgo y el signo – su ausencia. En los
casos en que los rasgos no se aplican se marca “n/a”.
En el trabajo se han discutido algunas reglas que definen la estructura clausal
y los rasgos de las cláusulas sin aspecto y de infinitivo en q’anjob’al. Primero, el
rasgo abstracto [+/- aspecto] distingue entre las cláusulas con aspecto y sin aspecto.
El rasgo [+/- aspecto] es similar a lo que se denomina [+/- finito] en otros trabajos. Las
cláusulas finitas tienen el rasgo [+aspecto] y permiten elementos preverbales. Sin
embargo, las cláusulas sin el rasgo de aspecto no aceptan elementos preverbales. El
q’anjob’al cuenta con dos subtipos de cláusulas sin expansión de elementos prever-
bales: sin aspecto e infinitivas. Las cláusulas sin aspecto toman flexión pero las del
tipo infinitivo carecen de flexión hasta el punto de que pueden ­comportarse como
nominales. Segundo, se confirma que la ausencia de marcador preverbal de aspecto­
dispara marcación nominativa-acusativa en las cláusulas que marcan persona (Ma-
teo Toledo, 2004; Aissen, 2005). Tercero, la dependencia sintáctica y la ausencia
del marcador de aspecto disparan la presencia del sufijo -on con verbos transitivos,
el cual marca la dependencia de la cláusula sin aspecto. Por otro lado, la ausencia
de flexión verbal en los infinitivos obliga a un cambio de realización sintáctica de
los argumentos en un predicado.
Finalmente, las cláusulas sin aspecto con adverbio de manera adelantado pare­
cen ser un contraejemplo a la propuesta de que el rasgo [+aspecto] permite una
estructura prenuclear. Los datos sugieren que estas cláusulas forman un cuarto
tipo de estructura que mantiene los elementos prenucleares al igual que las cláu-
sulas con aspecto, pero difiere en cuanto a la negación. Al igual que una cláusula
sin aspecto, sigue un patrón nominativo-acusativo de flexión de persona, pero
difiere de ésta por su interpretación de completiva y porque permite elementos
preverbales.

Libro4Final4OCT.indb 276 07/10/13 12:58


10. Cláusulas con flexión reducida en mam1

Nora C. England*

10.1. Introducción

El propósito de este trabajo es explorar las estructuras y contextos de uso de cláu-


sulas que tienen flexión reducida en mam. Por cláusulas con flexión reducida
entiendo­cualquier cláusula cuyo verbo carece de alguna marca flexiva típica de los
verbos independientes. En mam, los verbos independientes se marcan mínima-
mente con aspecto y con la persona y el número del sujeto y, para el caso de los
transitivos, del objeto. Así, en el ejemplo 1, se marca el verbo con el proclítico nn=
como marcador de aspecto incompletivo, el prefijo cero (Ø) de tercera persona de
singular del llamado juego b (para objeto), y el prefijo t- de tercera persona de singular­
del llamado juego a (para sujeto transitivo).

(1) nn=Ø=eel=tzan t-jeetz’a-n xjaal kab’-a i’xh 2


inc=b3sg=dir=pues a3sg-cortar-sd persona dos-? elote
‘[...] la persona cortó dos elotes.’ (Txt)

Se han encontrado dos estructuras con flexión reducida: i) Infinitivos: son


formas verbales sin aspecto y sin persona ni número, que llevan además el sufijo -l,
tal como se ve en el ejemplo 2; ii) Verbos sin aspecto: son formas verbales que portan

1
Agradezco de forma especial a Ajb’ee Jiménez por clarificar muchas de mis dudas y a José Pérez Vaíl
por discutir conmigo la gramática del mam. Los datos son de San Ildefonso Ixtahuacán, Departamento­
de Huehuetenango, Guatemala. Una primera versión de este trabajo se presentó en noviembre de
2006, en el IX Encuentro Internacional de Lingüística en el Noroeste, Universidad de Sonora, Hermo­
si­llo. Agradezco también a los demás participantes de la mesa, Eladio Mateo Toledo, Telma Can y
Juan­Vázquez, por el placer de haber desarrollado el tema conjuntamente.
* Universidad de Texas en Austin.
2
Los ejemplos que provienen de texto se marcan con (Txt). Los demás son construcciones elicitadas.
He usado varios de los ejemplos en publicaciones anteriores, especialmente en England, 1983b. El
alfabeto práctico empleado tiene los siguientes símbolos especiales: ’ [ʔ], b’ [], ch [tʃ], j [χ], ky [c], q’
[], tx [t], tz [ts], x [], xh [∫], y /j/, VV [vocal larga].

277

Libro4Final4OCT.indb 277 07/10/13 12:58


278 Nora C. England

marcas de persona y número de los argumentos directos, pero no llevan marca de


aspecto.3 No tienen ningún morfema especial que los deriva. Un ejemplo se da en 3.

(2) n=ch=e’x=tzan xjaal yoo-l t-uk’ kyaq q’ankyooq


inc=b3pl=ir=pues gente hablar-inf a3sg-sr:comit rojo rayo
‘[...] y la gente se fue a hablar con el rayo rojo.’ (Txt)

(3) txa’q’ t-eel tanaq squk’ t-u t-k’u’j


af a3sg-salir dem piojo a3sg-sr:en a3sg-estómago
‘[...] txa’q hizo cuando se destripó el piojo.’ (Txt)

Estas dos estructuras se diferencian entre sí en cuanto al grado de similitud que


tienen con los verbos flexionados. Para los infinitivos, la referencia del sujeto está
muy restringida; básicamente, es controlada por el argumento absolutivo de la
cláusula principal. Se puede expresar el paciente de un verbo transitivo en infini-
tivo, pero de forma oblicua o genérica (no específica). Asimismo, los infinitivos
nunca llevan direccionales, aunque sí una variedad de adjuntos, los que, por otro
lado, nunca los preceden, en contra del comportamiento normal para la mayoría
de los adverbios y para otros constituyentes enfocados. Las estructuras sin aspecto,
que llevan marcadores de persona, muchas veces (aunque no siempre) presentan
un patrón de ergatividad mixta en el que todos los argumentos verbales se marcan
con el mismo juego morfológico (juego a). Este tipo de cláusulas reducidas tam-
bién pueden coaparecer con direccionales. Las estructuras sin aspecto se utilizan
en contextos restringidos, siempre presentan algún constituyente en posición pre-
verbal, pero, aparte de ello, tienen un comportamiento similar al de los verbos
flexionados.

10.2. Estructura de la cláusula con verbo flexionado

El verbo flexionado en mam consiste en el siguiente templete morfológico: aspecto­


+ juego b + (direccional) + (juego a) + base verbal + sufijo de modo (si hay) +
enclíticos­de persona. Dos ejemplos se dan en 4.

3
Es decir, no llevan una marca del juego de proclíticos de aspecto que anteceden al verbo. Existen otras
maneras alternativas de indicar aspecto como adverbios, partículas, auxiliares o bases verbales. En
mam, hay seis aspectos morfológicos: ma, “próximo”, x=, “próximo dependiente”; o, “completivo”,
Ø, “completivo dependiente”; n=, “incompletivo”, y ok, “potencial” (England, 2007).

Libro4Final4OCT.indb 278 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 279

(4) a. ma chin b’eet=a


prox b1sg caminar=1sg
‘Caminé.’

b.
ma tz-ul w-ii-’n=a
prox b3sg-dir a1sg-tomar-sd=1sg
‘Lo traje para acá.’

Los juegos a y b funcionan como marcadores de persona y número. El juego


a marca el sujeto de transitivo, como en 4b, mientras que el juego b marca el sujeto­
de intransitivo en 4a, o el objeto de transitivo en 4b. En contextos que requieren
ergatividad mixta, como por ejemplo en cláusulas dependientes, como en 5, todos
los argumentos se indican por medio del juego a.

(5) a. aj t-kan-eet priimx


cuando(nopot) a3sg-encontrar-pas temprano
‘[...] cuando se encontró temprano [...].’

b. ok qo tzaalaja-l ok t-q-il u’j


pot b1pl estar_contento-pot cuando(pot) a3sg-a1pl-ver libro
t-e yool t-e I’tzal
a3sg-sr:pos palabra a3sg-sr:pos Ixtahuacán
‘Estaremos contentos cuando veamos el diccionario de Ixtahuacán.’

Los direccionales son obligatorios con la mayoría de los verbos transitivos,


pero facultativos con los verbos intransitivos. Hay sufijos de modo para indicar el
potencial con verbos intransitivos y transitivos, y para indicar el imperativo con
verbos transitivos, tal como se ve en 6. Los direccionales se encuentran después del
sufijo de modo cuando el verbo está en el imperativo mientras que en los demás
contextos ocurren antes de la base verbal.

(6) a. (ok) chin b’eeta-l=a


pot b1sg caminar-pot=1sg
‘Caminaré.’

b. (ok) Ø=t-laq’-a’=ya
pot b3sg=a2sg-comprar-pot=2sg
‘Lo comprarás.’

Libro4Final4OCT.indb 279 07/10/13 12:58


280 Nora C. England

c. Ø=q’ii-m=a
b3sg=llevar-impt=2sg
‘¡Llévalo!’

d. Ø=q’ii-n=x=a
b3sg=llevar-impt=dir=2sg
‘¡Llévalo (allá)!’

En una cláusula con verbo flexionado, el orden es normalmente vso, cuando


los argumentos aparecen codificados, como en 7.

(7) nn=Ø=ok ky-ki-’n (xjaal)s (jun wech)o


inc=b3sg=dir b3pl-ver-sd persona un gato_de_monte
‘La gente vio un gato de monte.’ (Txt)

Otros constituyentes nominales funcionan como adjuntos introducidos por


sustantivos relacionales y siguen a los argumentos directos. Por ejemplo, el objeto
indirecto sigue al objeto directo, como en 8; y otros adjuntos, tratados aquí como
oblicuos (obl), aparecen después de los objetos, como en 9.

(8) ma Ø=txi t-yek’a-n (Cheep)s (u’j)od


prox b3sg=dir a3sg-mostrar-sd José libro
(t-e tij-xjaal)oi
a3sg-sr:dat grande-persona
‘José mostró el libro al anciano.’

(9) a. ma Ø=txi t-yek’a-n (Cheep)s (u’j)od


prox b3sg=dir a3sg-mostrar-sd José libro
(t-e tij-xjaal)oi (t-u’n t-qan q’aaq’)obl
a3sg-sr:dat grande-persona a3sg-sr:por a3sg-pie fuego
‘José mostró el libro al anciano por la luz del fuego.’

b. ma Ø-aq’naa-n (Kyeel)s (t-jaq’ kjo’n)obl


prox b3sg-trabajar-ap Miguel a3sg-sr:debajo milpa
(t-u’n asdoon)obl (t-uuk’ Cheep)obl
a3sg-sr:con azadón a3sg-sr:con José
‘Miguel trabajó en la milpa con azadón con Chepe.’

Libro4Final4OCT.indb 280 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 281

Los adverbios normalmente van en primera o en última posición de la cláusula.­


Los adverbios locativos, como en 10, van de preferencia en última posición pero
pueden aparecer en primera posición sin provocar otros cambios, como en 11.

(10) k’ala-’tz=a cheej maajlaj


amarrar-res.impt=2sg caballo otro_lado
‘¡Ve a amarrar al caballo allá al otro lado!’

(11) maajlaj k’ala-’tz=a cheej


otro_lado amarrar-res.impt=2sg caballo
‘¡Ve a amarrar al caballo allá al otro lado!’

Los adverbios de manera aparecen obligatoriamente en primera posición y a


veces suprimen el aspecto y requieren de ergatividad mixta. Compárese al respecto
12a con la agramaticalidad de 12b. Sin embargo, los adverbios de tiempo, como
eew, “ayer”, en 13, aparecen de preferencia en primera posición, como en 13a,
provocando que el verbo ocurra sin flexión de aspecto. No obstante, pueden
también­aparecer en última posición, tal como se ve en 13b, donde requieren de
ciertos cambios en los verbos, principalmente en cuanto a la marcación de aspecto.

(12) a. noqax jona’wax ma tz-uul jun aak’aj yool


sólo de_repente prox b3sg-venir un nuevo palabra
t-uj n-naa-b’il=a
a3sg-sr:en a1sg-pensar-inst=1sg
‘De repente se me vino una nueva palabra a la mente.’
(Maldonado Andrés et al., 1986: 108.)

b.* ma tzuul jun aak’aj yool tuj nnaab’ila noqax jona’wax


Lectura buscada: ‘De repente se me vino una nueva palabra a la mente.’

(13) a. eew tz=ul aaj nan yaa’


ayer b3sg=dir regresar señora abuela
‘Ayer vino la abuela.’

b. Ø=Ø=ul aaj nan yaa’ eew


com.d=b3sg=dir regresar señora abuela ayer
‘Vino la abuela ayer.’

Libro4Final4OCT.indb 281 07/10/13 12:58


282 Nora C. England

10.3. Infinitivos

Los infinitivos se forman con el sufijo -l, tanto para verbos intransitivos como
para transitivos. El verbo no marca aspecto ni persona de los argumentos. El verbo
transitivo en infinitivo es seguido por el sustantivo relacional -ee, como en 14, el
cual refiere al paciente en este contexto, aunque el sustantivo relacional usual para
paciente en otros contextos es -i’j, por ejemplo, con el antipasivo en 15.4

(14) n=ch=ul aaj=x=kya xjaal tzluu’


inc=b3pl=dir regresar=siempre=3pl.enf gente aquí
[b’inchaa-l t-ee]
hacer-inf a3sg-sr:pac
‘Viene la gente aquí a hacerlo.’

(15) ma Ø=tzyuu-n Cheep ky-i’j xiinaq


prox b3sg=agarrar-ap José a3pl-sr:pac hombre
‘José agarró a los hombres.’

El sustantivo relacional -i’j, que marca paciente en 15, indica tema con los
infinitivos, como se ve en 16.

(16) n=ch=ok teen t-aal [ooq’a-l t-i’j]


inc=b3pl=dir estar a3sg-hijo llorar-inf a3sg-sr:tema
‘[...] y sus hijos empezaron a llorar por ella […].’ (Txt)

10.3.1. Contextos de uso

Se han identificado cuatro contextos en los que se usan los infinitivos: i) con verbos
transitivos causativos; ii) como cláusulas adverbiales de propósito con verbos
intransitivos­de movimiento como verbos matrices; iii) con el verbo intransitivo

4
El sustantivo relacional -ee tiene varias funciones: dativo, posesivo, benefactivo y paciente (England,
1983b: 72-74). Con el antipasivo, y sólo si el agente precede al verbo, el paciente puede indicarse bien
con -ee o con -i’j, pero con una diferencia de significado. Con -i’j se entiende que la acción se hizo con
intención por parte del agente, mientras que con -ee se interpreta que la acción no se realizó intencio-
nadamente (para ejemplos véase England, 1983b: 223-224).

Libro4Final4OCT.indb 282 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 283

-teen, “estar en un lugar”, que indica el comienzo de la acción en este contexto; y


finalmente, iv) como cláusulas subordinadas de predicados no verbales.

10.3.1.1 Con verbos transitivos causativos

En este contexto, el sujeto del verbo en infinitivo es correferencial al objeto directo­


del verbo causativo, como en 17. Si la fn que refiere al objeto del verbo causativo
se explicita, ésta aparece en su lugar normal después del verbo y antes de la cláusula­
de infinitivo, como en 18a. Otros órdenes no son posibles, tal como se muestra en
la agramaticalidad de las dos alternativas dadas en 18b. Se puede notar que, en 18a,
el constituyente Kyel, “Miguel”, es formalmente el objeto directo de la cláusula
principal.

(17) ma tz’=ok n-q’o-’n=a [tx’eema-l sii’]


prox b3sg=dir a1sg-dar-sd=1sg cortar-inf leña
‘Lo puse a cortar leña.’

(18) a. ma tz’=ok n-q’o-’n=a Kyel [tx’eema-l sii’]


prox b3sg=dir a1sg-dar-sd=1sg Miguel cortar-inf leña
‘Puse a Miguel a cortar leña.’

b.* ma tz’ok nq’o’na tx’eemal sii’ Kyel/ ma tz’ok nq’o’na tx’eemal Kyel sii’
Lectura buscada: ‘Puse a Miguel a cortar leña.’

10.3.1.2 Cláusulas de propósito de infinitivo con verbos intransitivos


     de movimiento

Los infinitivos se encuentran comúnmente en cláusulas de propósito. En esta es-


tructura, el sujeto del infinitivo es correferencial con el sujeto del verbo intransitivo­,
tal como se puede ver en los ejemplos de 19.

(19) a. yaa ma Ø=poon=tl meeb’a [ilo-l t-ee]


ya prox b3sg=llegar=otro huérfano ver-inf a3sg-sr:pac
‘Ya llegó el huérfano a verlo [...].’ (Txt)

b. ma ch=uul meb’a-yi-l t-ee [b’eeta-l]


prox b3pl=venir huérfano-vrbz-ag a3sg-sr:pac caminar-inf
‘Cuándo vinieron los padrastros de viaje [...].’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 283 07/10/13 12:58


284 Nora C. England

10.3.1.3 Con el verbo intransitivo teen, “estar en un lugar”

En este caso, el verbo tiene una función aspectual de inceptivo. Se entiende que el
sujeto del infinitivo es igual al sujeto del verbo teen, “estar”.

(20) n=chi ku’ teen xjaal [belaara-l t-e weech]


inc=b3pl dir estar gente velar-inf a3sg-sr:pac gato_de_monte
‘La gente empezó a velar al gato de monte.’ (Txt)

10.3.1.4 Como cláusulas subordinadas a predicados no verbales

Los ejemplos de este tipo no son muy comunes, pero existen. La cláusula matriz
consiste en un predicado no verbal. En 21, el núcleo del predicado no verbal es aa,
cuyo sujeto es qqo’, juntos indican “somos nosotros”. Se entiende que el sujeto del
infinitivo es correferencial con el sujeto del predicado no verbal. En 22, en cambio,
el predicado no verbal es qiina, “soy yo”.

(21) aa=wt ch’in q=qo’ [leeq’a-l t-witz jj=tzee’]


dem=cf poco 1pl.enf=b1pl lamer-inf a3sg-sr:superficie dem=árbol
‘[…] que fuéramos nosotros un poco a lamer la superficie de ese palo [...].’ (Txt)

(22) qiina [kaana-l t-i’j kasamyeent]


1sg.pro encontrar-inf b3sg-sr:meta casamiento
‘Yo me voy a alcanzar el casamiento [...].’ (Txt)

10.3.1.5 Discusión

En los ejemplos presentados se puede notar que los argumentos que controlan la
interpretación del sujeto de un infinitivo siempre tienen el papel de absolutivos
dentro de la cláusula matriz, independientemente de que sean objetos de transitivos­
o sujetos de intransitivos o de predicados no verbales. Por esta razón, he propuesto
que estos datos muestran un contexto en el que la lengua mam tiene ergatividad
sintáctica (England, 1983a; 1983b).
Como evidencia de esta propuesta, sirva mostrar un contexto en el cual no se
encuentra el uso del infinitivo como complemento de un verbo transitivo no cau-
sativo. Por ejemplo, el verbo ajb’el, “querer”, que tiene un sujeto no absolutivo,
toma en mam un complemento de cláusula con un verbo marcado solamente con

Libro4Final4OCT.indb 284 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 285

persona y número del sujeto, como en 23a, pero nunca en infinitivo, tal como lo
demuestra la imposibilidad de 23b. Esto contrasta con el uso del infinitivo en otros
contextos.

(23) a. Ø=w-ajb’el=a [chin aq’naa-n=a]


b3sg=a1sg-querer=1sg b1sg trabajar-ap=1sg
‘Quiero trabajar.’

b.* Ø=w-ajb’el=a aq’naa-l


b3sg=a1sg-querer=1sg trabajar-inf
Lectura buscada: ‘Quiero trabajar.’

Por otro lado, en el ejemplo siguiente, en 24a, tenemos una cláusula de pro-
pósito con el subordinante tu’n. El sujeto de esta cláusula subordinada es
correferencial­con el argumento del verbo xii’ma, “pensar”, en la cláusula matriz,
que se codifica con un ergativo. Debido a que este argumento no aparece con
absolutivo, vuelve imposible el uso del infinitivo, tal como se muestra en la agra-
maticalidad de 24b.

(24) a. x=Ø=kub’=tzan q-xii’ma-n=a t-i’j


prox.d=b3sg=dir=pues a1pl-pensar-sd=1pl.excl a3sg-sr:tema
[t-u’n t-tzaaj juun q-a’=ya]
a3sg-sr:propósito a3sg-venir un a1pl-agua=1pl.excl
‘Pues, pensamos traer el agua (para tomar).’ (Txt)
[Lit. ‘Pues, pensamos sobre (esto) para que venga el agua.’]

b.* x=Ø=kub’=tzan q-xii’ma-n=a q’ii-l a’


prox.d=b3sg=dir=pues a1pl-pensar-sd=1pl.excl traer-inf agua
Lectura buscada: ‘Pensamos traer el agua.’

Por estas razones, un argumento ergativo (sujeto de transitivo) no puede con-


trolar la interpretación del sujeto de un infinitivo. Se usan infinitivos solamente en
contextos en los que un argumento absolutivo de la cláusula matriz controla al
sujeto del infinitivo; de otra manera es necesario usar otras estructuras, como en
23a y 24a.

Libro4Final4OCT.indb 285 07/10/13 12:58


286 Nora C. England

10.3.2. Características de la cláusula con infinitivo

Tal como se ha visto, el verbo en infinitivo no marca aspecto ni persona o número,


tampoco puede llevar direccionales. Sin embargo, las cláusulas transitivas, en su
forma de infinitivo, llevan el sustantivo relacional -ee que indica el paciente, lo que
muestra que el verbo es semánticamente transitivo. Cuando un verbo transitivo
toma -ee en su forma de infinitivo, el verbo se interpreta como transitivo. En con-
traste, si no se emplea -ee, el verbo se interpreta como intransitivo.

(25) o chi e’x xjaal [laq’oo-l t-ee]


com b3pl ir gente comprar-inf a3sg-sr:pac
‘Se fue la gente a comprarlo.’

(26) o chi e’x xjaal [laq’oo-l]


com b3pl ir gente comprar-inf
‘Se fue la gente a comprar.’

La diferencia de significado entre 25 y 26 es exactamente paralela a la diferencia­


que se obtiene entre el transitivo activo y el antipasivo absolutivo en una cláusula
completamente finita, como en los ejemplos 27 y 28.

(27) ma tz’=el ky-laq’o-’n xjaal


prox b3sg=dir b3pl-comprar-sd gente
‘La gente lo compró.’

(28) ma chi laq’oo-n xjaal


prox b3pl comprar-ap gente
‘La gente compró.’

Estos datos sugieren que el infinitivo sin -ee es una forma de infinitivo antipa-
sivo, aunque no reciba el sufijo de antipasivo.5

5
Otro análisis posible sería que el sufijo antipasivo esté suprimido morfofonológicamente, ya que una
/n/ se suprime antes de /l/ a final de palabra, como por ejemplo en el potencial: poon, “llegar allá”, +
-l, “potencial”, > pool; taan, “dormir”, + -l, “potencial”, > taal. Si este proceso es general y se aplica a
la combinación del antipasivo (-n) más el infinitivo (-l), sería imposible marcar morfológicamente la
diferencia entre transitivo activo y antipasivo dentro de un infinitivo.

Libro4Final4OCT.indb 286 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 287

10.3.2.1. Pacientes directos

Ahora bien, el infinitivo sin -ee puede tener un paciente expresado directamente.
Parece que hay dos contextos en los cuales se encuentra este paciente. En el primero­
el paciente es, por un lado, morfosintácticamente simple (es decir, es un sustantivo
sin morfología, como la marca de posesión o los modificadores) y presenta una
lectura no específica. Varios ejemplos se dan en 29.

(29) a. ma tz’=ok n-q’o-’n=a [tx’eema-l sii’]


prox b3sg=dir a1sg-dar-sd=1sg cortar-inf leña
‘Le puse a cortar leña.’

b. aa=tzan ky-xi’ [b’iincha-l a’]


dem=pues a3pl-ir hacer-inf agua
‘Pues, eso fue cuando se fueron a arreglar el agua [...].’ (Txt)

c. mejoor qiina [txako-l yaa’y-j]


mejor yo llamar-inf abuela-inal
‘Mejor voy a llamar a la abuela.’ (Txt)

Se puede ver en los primeros dos ejemplos, 29a y 29b, que el significado es
obviamente genérico (“cortar leña en general”, “arreglar agua en general”). En el
ejemplo 29c, el sustantivo yaa’y, “abuela”, pertenece a la clase de sustantivos nor-
malmente poseídos (inalienables), pero en este caso lleva el sufijo que toman los
sustantivos de esta clase cuando no aparecen poseídos. De esta manera, no se está
hablando de una abuela específica, sino que se está hablando de una abuela gené-
rica, o sea, la abuela del pueblo (y como se explica en la siguiente cláusula, es la
luna). Por eso se puede considerar que este sustantivo se interpreta como una
construcción no específica, aunque no es obligatorio que se use así.6

6
Más adelante en la narración, se agrega tee a la misma construcción, tal vez porque ya es información
conocida y por eso más definida. Así, la diferencia entre usar y no usar tee corresponde a una diferencia­
entre información nueva (primera mención) e información compartida.

(i) n=Ø=xi’ [txako-l t-e yaa’y-j t-uk’ mariimp weena]

inc=3sg=ir llamar-inf a3sg-sr:pac abuela-inal a sg-sr:con marimba bueno

‘Se fue a llamar a la abuelita con marimba [...].’ {Txt}

Libro4Final4OCT.indb 287 07/10/13 12:58


288 Nora C. England

En este capítulo, propongo que estas construcciones con paciente directo


después­de un infinitivo corresponden al antipasivo de incorporación. Este antipa­
sivo también tiene un paciente directo, la interpretación es genérica o no específica­
y el verbo tiene marca de correferencia con el agente, tal como se ve en 30.

(30) ma Ø=b’iincha-n qa=jaa


prox b3sg=hacer-ap pl=casa
‘Él construyó casas.’

Por otro lado, el segundo contexto en el cual se encuentra el paciente directo


después de un infinitivo es cuando el paciente está poseído, como en los ejemplos
en 31. En principio, necesitaríamos de otra explicación para acomodar estos datos,
ya que estos pacientes son específicos en la medida en que pertenecen a alguien.
Sin embargo, un análisis más detallado de ejemplos como éstos muestra que caben
también bajo la categoría de “no específicos”.

(31) a. entoonse put-tzan ky-kub’ maayn t-uj t-ib’aj


entonces “put”-pues a3pl-bajar zopilote a3sg-sr:en a3sg-sr:sobre
maar [q’ii-l t-kanb’ meeb’a]
mar llevar/traer-inf a3sg-ganancia huérfano
‘Entonces, “put”, se cayeron los zopilotes de cabeza roja en el mar, para traer la
ganancia del huérfano.’ (Txt)

b. iqujin t-ku’ meeb’a asta [q’i-l


afectiva a3sg-bajar huérfano hasta llevar/traer-inf
jun t’al t-aa’lan]
uno líquido a3sg-gallina
‘[...] y corrió el huérfano hasta traer su caldo de gallina [...].’ (Txt)
(Lit. ‘Un caldo de su gallina.’)

c. at=Ø maj [iiqa-l ky-paa aamq’]


ext=b3sg vez cargar-inf a3pl-bolsa ladino
‘[...] A veces a cargar maletas de los ladinos [...].’ (Txt)

En el ejemplo 31a, se está hablando de un venado específico, que el huérfano


había matado y que se cayó en el mar, pero se usa el término no específico para

Libro4Final4OCT.indb 288 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 289

“ganancia”. Parece que, por el hecho de haber mencionado antes cuál es la ganancia­
del huérfano —el venado—, el uso de tee es facultativo y se ofrece el mismo signi-
ficado con o sin tee.7 Es decir, se sabe cuál es la ganancia del huérfano porque se ha
mencionado antes, pero se está refiriendo a esta ganancia de manera no específica
en este momento. En el ejemplo 31b, el paciente no es específico y se marca con
el determinante jun, que funciona como artículo indefinido o el numeral “uno”.8
Al agregar taa’lan (de qué está hecho el caldo), se identifica al poseedor de la gallina­
(el huérfano), pero se sigue hablando de una porción no especificada del caldo. En
este caso, no es posible agregar tee, tal como se muestra en la agramaticalidad de 32.

(32) * iqujiin tku’ meeb’a asta q’il te jun t’al taa’lan


Lectura buscada: ‘Corrió el huérfano hasta traer su caldo de gallina.’

Como vimos anteriormrnte, en 31c, el paciente tampoco es específico, aunque


sea poseído. Es posible agregar tee y jun, tal como se ve en 33a, pero sólo si no se
posee el sustantivo paa, pues si aparece poseído, el resultado es agramatical, como
en 33b.

(33) a. at=Ø maj [iiqa-l te jun paa]


ext=b3sg vez cargar-inf det uno bolsa
‘A veces a cargar unas maletas.’

b.* at maj iiqal te jun kypaa aamq’


Lectura buscada: ‘A veces a cargar unas maletas de los ladinos.’

En otros ejemplos se usa tee con pacientes poseídos específicos.

(34) a. asta nn=Ø=ok teen meeb’a [woons-l t-e-t-ee


hasta inc=b3sg=dir estar huérfano tostar-inf a3sg-sr-a3sg-sr:pac
t-b’aq-al masaat]
a3sg-hueso-abst venado
‘[...] y se puso el huérfano a tostar los huesos del venado [...].’ (Txt)

7
Llegué a esta conclusión gracias a las conversaciones al respecto con Ajb’ee Jiménez.
8
Sustantivos con jun son indefinidos en mam (no específicos). Sustantivos sin jun pueden
ser definidos o genéricos y dependen de contexto para la interpretación. De esta manera,
existe cierta ambigüedad entre definido y genérico si no se toma en cuenta el contexto.

Libro4Final4OCT.indb 289 07/10/13 12:58


290 Nora C. England

b. n=q=eex=tzan=tl=a [q’amaa-l t-e ky-ee


inc=b1pl=salir=pues=otro=1pl decir-inf a3sg-sr a3pl-sr:pac
q-uuk’al-a
a1pl-compañero-1pl
‘Y salimos a avisar a los demás compañeros [...].’ (Txt)

Parece que hay cierta variación en cuanto a si se usa tee o no cuando el sustan-
tivo poseído es conocido o específico. Sin embargo, la ausencia de tee normalmente­
indica un paciente no específico, sin importar si es poseído o no. El otro contexto
en el que es agramatical usar tee es con un sustantivo poseído pero acompañado
por jun. En general, los contextos de uso de los infinitivos con pacientes directos
apoyan su análisis como estructuras paralelas al antipasivo de incorporación.

10.3.2.2 Pacientes como adjuntos

La situación más común es que el verbo transitivo forma el infinitivo con el sus-
tantivo relacional tee, que indica el paciente. Se puede usar sin un complemento
nominal en forma pronominal, como en 35, o con un sustantivo que indica más
específicamente al paciente, como en 36. Por otro lado, se puede repetir tee para
poner más énfasis en el paciente, como en 37, y en tal caso la vocal del primer
morfema se abrevia y se juntan los dos morfemas. En otros contextos, es natural
adelantar la fn que refiere al paciente para poner el énfasis en ella, pero esto no es
posible con los infinitivos.

(35) yaa ma Ø=poon-tl meeb’a [ilo-l t-ee]


ya prox b3sg=llegar=otro huérfano ver-inf a3sg-sr:pac
‘Ya cuando llegó el huérfano a verlo [...].’ (Txt)

(36) n=chi ku’ teen xjaal [belaara-l t-e weech]


inc=b3pl dir estar gente velar-inf a3sg-sr:pac gato_de_monte
‘La gente empezó a velar al gato de monte.’ (Txt)

(37) a. b’ix t-ook meeb’a [chmoo-l t-e-t-ee.]


y a3sg-entrar huérfano juntar-inf a3sg-sr-a3sg-sr:pac
‘[...] y el huérfano estaba juntándolos.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 290 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 291

b. asta nn=Ø=ok teen meeb’a [woons-l t-e-t-ee,


hasta inc=b3sg=dir estar huérfano tostar-inf a3sg-sr-a3sg-sr:pac
t-b’aq-al masaat]
a3sg-hueso-abst venado
‘[...] y se puso el huérfano a tostarlos, los huesos del venado [...].’ (Txt)

Por otro lado, si el paciente es plural, la marca de plural se indica solamente en


el segundo sustantivo relacional, tal como se muestra en 38a, y no en el primero,
porque el resultado es agramatical, como en 38b.

(38) a. n=Ø=ku’=tzan neej [jawoo-l t-e ky-ee=q’a]


inc=b3sg=dir=pues adelantar jalar-inf a3sg-sr:pac a3pl-sr:pac=clf
chepaneeka
navegador
‘[...] entonces se adelantó el navegador a jalarlos (a los hombres) [...].’ (Txt)

b.* nku’tzan neej jawool kye kyeeq’a


Lectura buscada: ‘Entonces se adelantó el navegador a jalarlos.’

10.3.2.3. Otros adjuntos

Además del paciente, se pueden agregar adjuntos de varios tipos después del verbo
en infinitivo. Los adjuntos nominales siempre se introducen por medio de sustan-
tivos relacionales que indican su función. En esto, las cláusulas de infinito no
difieren­mucho de las independientes. Se dan a continuación, en 39, ejemplos de
adjuntos para razón, locativo y comitativo, respectivamente.

(39) a. n=ch=ok teen t-aal [ooq’a-l t-i’j]


inc=b3pl=dir estar a3sg-hijo llorar-inf a3sg-sr:tema
‘[...] y sus hijos empezaron a llorar por ella [...].’ (Txt)

b. aa=wt ch’in q=qo’ [leeq’a-l t-witz jj=tzee’]


dem=cf poco 1pl.enf=b1pl lamer-inf a3sg-sr:superficie dem=árbol
‘Que fuéramos nosotros un poco a lamer la superficie de ese palo [...].’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 291 07/10/13 12:58


292 Nora C. England

c. n=q=ook=ka teen=a [yoola-l t-uuk’ matii


inc=b1pl=dir=pero estar=1pl hablar-inf a3sg-sr:comit grande
Liixh Peels]
Andrés Pérez
‘Pero nos pusimos a hablar con Andrés Pérez [...].’ (Txt)

Adicionalmente, la cláusula con un infinitivo puede llevar adverbios. Según la


interpretación de los hablantes, éstos tienen un alcance semántico exclusivamente
sobre el predicado en infinitivo, pero no se ha encontrado prueba de ello.

(40) a. chi tzaaj-Ø=a [b’ii-l tzluu’]


b2pl venir-impt=2pl oír-inf aquí
‘¡Vengan a oír aquí!’ (Txt)

b. n=Ø=xi’=tzan [pastoora-l ja’la]


inc=b3sg=ir=pues pastorear-inf ahora
‘Entonces se fue a pastorear ahora.’ (Txt)

10.3.2.4 Resumen

El verbo de una cláusula de infinitivo está marcado con el sufijo -l. Los infinitivos
no tienen expansión a la izquierda y no toman ninguna flexión; tampoco pueden
tener direccionales. Si el verbo es transitivo y el paciente es específico, normalmente­
marcan al paciente con tee (o tetee). Usualmente, un verbo sin el sustantivo rela-
cional tee es intransitivo, y si la base es transitiva, es funcionalmente antipasivo.
Equivale al antipasivo absolutivo cuando no hay paciente y al antipasivo de incor-
poración cuando lo hay. La cláusula de infinitivo puede tener adjuntos nominales
de varios tipos y adjuntos adverbiales solamente en posición última.

10.4. Cláusulas sin aspecto

En mam, la mayoría de las cláusulas subordinadas que no son cláusulas de infiniti­


vo son cláusulas sin aspecto o usan aspectos dependientes (England, 1983b). Gene­
ral­mente, pero no siempre, las cláusulas sin aspecto tienen ergatividad mixta; o sea,
todos los argumentos se marcan con el juego a (los marcadores ergativos de las
cláusulas independientes). Hay cuatro contextos principales en los cuales se en-
cuentran cláusulas sin aspecto, a saber: i) cláusulas subordinadas de tiempo; ii)

Libro4Final4OCT.indb 292 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 293

cláusulas negativas; iii) cláusulas subordinadas de obligación o propósito; iv) cláu-


sulas que llevan un adverbial o predicado secundario adelantado.
Además, hay un contexto restringido en el que las cláusulas de complemento
que funcionan como sujetos de predicados no verbales no llevan aspecto. Por otro
lado, cláusulas de complemento de los verbos -aj(b’el), “querer”, o -chi, “decir”, en
contextos de cita, tampoco tienen aspecto. Los detalles no son nítidos en todos
los casos y hay contextos en los cuales existen posibilidades de usar los dos tipos
de cláusulas subordinadas (sin aspecto o con aspectos dependientes) o usar a veces
cláusulas subordinadas y otras veces cláusulas independientes con aspectos y mar-
cación de persona normales. A continuación, se discute cada tipo, notando la va-
riación que se ha encontrado.

10.4.1. Cláusulas de tiempo

Se introducen cláusulas de tiempo por medio de cuatro partículas: aj, ok, ela,
kwanto/kwando. Dos de éstas implican diferencias de aspecto. Por ejemplo, aj se
usa para los aspectos completivo, como en 41a, o con próximo e incompletivo,
como en 41b, y ok se usa para los aspectos imperfecto, en 42a, y potencial, en 42b.

(41) a. o Ø=tzaalaj xjaal t-i’j t-paa [aj


com b3sg=estar_contento persona a3sg-sr:tema a3sg-bolsa cuando
t-kan-eet priim-x]
a3sg-encontrar-pas temprano-todavía
‘La persona estaba contenta cuando su bolsa se encontró luego.’

b. [aj nti’ n=qo=kaamb’a-n t-i’j schab’il]


cuando neg inc=b1pl=ganar-ap a3sg-sr:tema juego
n=qo=jaw b’iisa-n
inc=b1pl=dir estar_triste-ap
‘Cuando no ganamos el juego estamos tristes.’

(42) a. [ok ky-tzaaj xk’otk’aj_witz t-witz kya’j ky-i’j


cuando a3pl-venir sacaojos a3sg-sr:superficie cielo a3pl-sr:ben
xjaal qoniiky’an]
gente noche
‘Cuando venían los sacaojos del cielo por la gente en la noche.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 293 07/10/13 12:58


294 Nora C. England

b. [ok t-b’ant ky-k’ooj=a]


cuando a3sg-hacerse a2p-máscara=2p
‘Cuando estén hechas sus máscaras [...].’ (Txt)

Ela y kwanto, por otro lado, se usan en cualquier aspecto, por ejemplo en 43.
Ok y ela requieren que la cláusula no lleve aspecto y que todos los argumentos se
marquen con el juego a (ergatividad mixta). Aj permite el uso del aspecto incom-
pletivo (n=) con los marcadores de persona normales para indicar el habitual, como
en 41b, pero en otros contextos no se usa aspecto y hay ergatividad mixta. Otro
factor que puede influir en 41b es el negativo nti’, que no dispara la ergatividad
mixta (sección “Negativos”). Kwanto tiene dos patrones: ocurre sin aspecto y con
ergatividad mixta como los demás, como en 43a, pero también se encuentra con
los marcadores de aspecto dependientes y marcadores de persona normales (43b).
En cuanto a orden, la cláusula de tiempo puede aparecer después de la principal,
como en 41a, o precederla, como en 41b y el resto de los ejemplos mostrados.

(43) a. pwes mii’n kee kyja’=tzan Ø=teen b’aj ky-i’j t-ku’-leen


pues no que así=pues b3sg=estar terminar a3pl-sr a3sg-bajar-abst
[kwanda ojtxa t-’itz’j t-witz muunt]
cuando antes a3sg-nacerse a3sg-sr:superficie mundo
‘[...] pues, no, así es como pasó, cuando empezó antes al formar el mundo.’ (Txt)

b. [kwanto s=ook=l tzluu’] x=Ø=ku’


cuando prox.d+b3sg=entrar=dir aquí prox=b3sg=dir
ky-iyiji-’na
3pl-cuidar-sd
‘Cuando llegó aquí lo cuidaron.’

Por otro lado, una cláusula subordinada de tiempo puede aparece simplemente­
yuxtapuesta a la principal, como en 44; es decir, no es necesario introducirla con
un subordinante. Se reconoce como cláusula subordinada de tiempo por el mero
hecho de que no lleva aspecto y presenta ergatividad mixta.

(44) n=chi ooq’ [t-poon ky-txuu’]


inc=b3pl llorar a3sg-llegar_allá a3pl-mamá
‘Estaban llorando cuando llegó su mamá.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 294 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 295

10.4.2. Negativos

En mam, las cláusulas en polaridad negativa tampoco tienen aspecto morfológico;


como con las subordinadas vistas en la sección anterior, las partículas negativas son
las que portan aspecto y modo: mii’n se emplea para negar un verbo en imperativo,
como en 45a, o en potencial, como en 45b, y nti’ para los demás aspectos, como
se muestra en el ejemplo 46.

(45) a. mii’n Ø=b’aj t-k’u’j=a meeb’a


neg b3sg=terminar a2sg-estómago=2sg huérfano
‘No tengas pena, huérfano [...].’ (Txt)

b.
mii’n Ø-tzaaj jb’aal ja’la
neg b3sg-venir lluvia hoy
‘No va a llover hoy.’

(46) a. b’ix nti’ Ø=tzaj loqa-n


y neg b3sg=dir hervir-ap
‘[...] y no se hirvió [...].’ (Txt)

b.
nti’ Ø=tzaj q’o-’n ch’in t-chi’ t-u’n
neg b3sg=dir dar-sd poco a3sg-carne a3sg-sr:por
meb’a-yi-l t-ee
huérfano-vrbz-ag a3sg-sr:pac
‘[...] los padrastros no le dieron su poquito de carne [...].’ (Txt)

Normalmente, es agramatical usar un marcador explícito de aspecto cuando


se niega un verbo, tal como se muestra en 47.

(47) * mii’n k-tzaajal jb’aal ja’la


Lectura buscada: ‘No va a llover hoy.’

Sin embargo, los dos ejemplos de 48 son las dos únicas excepciones en un
corpus de texto en las que se encuentra nti’ con el aspecto incompletivo n= y con
el completivo.

Libro4Final4OCT.indb 295 07/10/13 12:58


296 Nora C. England

(48) a. nti’=tzan n=Ø=xi’=jo


neg=pues inc=b3sg=ir=dem
‘[...] pues no se lo llevaba.’ (Txt)

b. ntii’, nti’ o=Ø=t-maa ch’in nee’


no neg com=b3sg=a3sg-decir poco pequeño
‘[...] no, no dijo nada.’ (Txt)

Además de las partículas vistas arriba, que niegan directamente al verbo,


existen­otras partículas negativas en mam. Cuando éstas se emplean, la cláusula
tampoco lleva aspecto ni dispara el patrón de ergatividad mixta.

(49) a. tz’iinan=xa tz=uul mandaar t-e eew=taq


no_estar=todavía b3sg=venir noticia a3sg-sr ayer=prf
‘Todavía no había llegado la noticia el otro día [...].’ (Txt)

b. pere nlaay=x tz=iky’=tz w=w-u’n


pero no_se_puede=siempre b3sg=pasar=dir a1sg=a1sg-sr:por
‘[...] yo no lo puedo sacar.’ (Txt)

c. yaa milaay=x=tzan Ø=naaj


ya neg=siempre=pues b3sg=perderse
‘[...] ya no se pierde [...].’ (Txt)

d. b’ix mii=l=pa=la chi naa’-n t-i’j


y no=?=ni=mir b3pl pensar-ap a3sg-sobre
‘[...] y ni siquiera pensaron [...].’ (Txt)

En contraste, la partícula negativa na’x, “todavía no”, sí requiere que se rompa


el patrón ergativo de marcación y que se indiquen todos los argumentos con juego
a. En este sentido, esta partícula se comporta como los adverbios adelantados que
se discuten en la sección “predicados adverbiales, predicados secundarios y adver-
bios adelantados”.

(50) na’x t-poon a’


todavía_no a3sg-llegar agua
‘El agua todavía no ha llegado.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 296 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 297

La partícula jaka, “se puede”, aparece también en cláusulas sin aspecto y sigue
el patrón de marcación de persona ergativo. En esto contrasta con los subordinantes­
de la siguiente sección. La partícula jaka no incluye aspecto o modo dentro de su
significado, pero tal vez funciona así por analogía con milaay/nlaay, “no se puede”.

(51) qapa jaka chi=yoola-n


tal_vez se_puede b3pl=hablar-ap
‘[...] tal vez pueden hablar [...].’ (Txt)

10.4.3. Obligación y propósito

Las formas ii, “es necesario”, y tu’n, “para”, introducen cláusulas que no tienen as­
pec­to y que marcan persona, rompiendo el patrón ergativo.

(52) ii t-jaa=tz miij mangeera


es_necesario_que a3sg-subir=dir mitad manguera
‘Es necesario que se levante la mitad de la manguera [...].’ (Txt)

(53) N=Ø=kub’ t-q’aaq’ xjaal [t-u’n t-meq’t


inc=b3sg=bajar a3sg-fuego gente a3sg-sr:propósito a3sg-calentarse
t-waa’]
a3sg-tortilla
‘La persona estaba poniendo fuego para calentar sus tortillas.’ (Txt)

10.4.4. Predicados adverbiales, predicados secundarios y adverbios adelantados

En esta sección se discuten dos tipos de construcciones: i) las que tienen un


predicado­en primera posición que copredica sobre un argumento (predicados
secundarios); ii) las que son predicados adverbiales o adverbios que ocupan la
posición antes del verbo. Se tratan juntos en esta sección porque comparten varios
rasgos estructurales. En ambos subtipos, el verbo no lleva marcadores de aspecto
y rompe el patrón ergativo.
Existen tres clases de predicados que usualmente se emplean antes del verbo
en la posición de enfoque: i) posicionales (predicados secundarios), como en 54;

Libro4Final4OCT.indb 297 07/10/13 12:58


298 Nora C. England

ii) palabras afectivas (adverbios de manera), como en 55; iii) verbos afectivos9 (varían
entre usos como adverbios o predicados secundarios y predicados independientes),
como en 56. Los posicionales siempre ocurren en posición preverbal, las palabras
afectivas normalmente —pero no siempre— preceden al verbo, y los verbos afec-
tivos pueden aparecer antes del verbo pero también pueden ser verbos principales.

(54) chik’-l t-kub’ waa’-j t-uj qe’n


descubierto_boca_arriba-psl a3sg-bajar tortilla-inal a3sg-sr:en tol
‘Descubiertas, las tortillas están en el tol.’

(55) kall, kall t-xi’=jal t-u tzmaal weech


“kall_kall” a3sg-ir=clf a3sg-sr:en a3sg-pelo gato_de_monte
‘[...] “kall, kall” se fue caminando debajo del pelo del gato de monte.’ (Txt)

(56) jow-owo-on t-iky’=tz Ø=jow-owo-on t-iky’=tz


jalar-af-vaf a3sg-pasar=dir b3sg=jalar-af-vaf a3sg-pasar=dir
‘Lo trajeron jalando y arrastrando [...].’ (Txt)

En otros casos menos frecuentes, una base afectiva puede seguir al verbo. En
éstos, el verbo lleva aspecto y marcación de persona normal. El ejemplo 57 ilustra
uno de las pocas apariciones textuales encontradas en un amplio corpus de la len-
gua. En este ejemplo, la interpretación resulta un poco ambigua ya que la palabra
afectiva puede asociarse al verbo que le antecede, como en 57a, o al verbo que le
sigue, como en 57b, ya que no se marca aspecto y rompe el patrón ergativo.10

(57) a. n=ch=ee=x xhqittt-tzan, ky-ee’l ja’l


inc=b3pl=salir=dir xhqittt-pues a3pl-salir ahora
‘[...] y se fueron haciendo xhqittt, se fueron ahora [...].’ (Txt)

9
Empleo el término “verbo afectivo” para formas con la derivación -V1C2V1V1n, como jowowoon, en
ejemplo 56, para distinguirlas de otros tipos de palabras afectivas que no se utilizan como verbos in-
dependientes.
10
En un caso también se encontró una palabra afectiva adelante de un verbo que está marcado con un
aspecto dependiente y concordancia normal.
(ii) entoonses txuk Ø=Ø=xi’ saat t-uj maar
entonces af com.d=b3sg=ir venado a3sg-sr:en mar
‘Entonces txuk se fue el venado en el mar [...].’ {Txt}

Libro4Final4OCT.indb 298 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 299

b. n=ch=ee=x, xhqittt-tzan ky-ee’l ja’l


inc=b3pl=salir=dir xhqittt-pues a3pl-salir ahora
‘[...] y se fueron, se fueron haciendo xhqittt ahora [...].’ (Txt)

En contraste, los verbos afectivos, cuando se usan como verbos principales,


tienen aspecto y concordancia normal.

(58) ma ch=ok=x leq-eqe-en t-uj t-q’ab’


prox b3pl=dir=dir agachado-af-vaf a3sg-sr:en a3sg-mano
xaq eewa-l
piedra esconderse-inf
‘Fueron agachados en el barranco a esconderse.’

Lo que muestran estos datos es que es la posición preverbal requiere un trato


especial en la gramática de la lengua mam. Puede consistir en el uso de aspectos
dependientes, como en el ejemplo de la nota 10, pero esto es más usual cuando
hay nominales enfocados o palabras de tiempo. Con adverbiales enfocados que no
sean de tiempo, es más común usar cláusulas sin aspecto que no siguen el patrón
normal de concordancia.
Por otro lado, se extiende la estructura de la cláusula de los adverbiales enfo-
cados a algunos adverbios de manera, como en 59, aunque no a todos.

(59) a. b’aaka t-ok=b’aj tzii’ ch’el


poco_a_poco a3sg-entrar=dir a3sg.boca chocoyo
t-u’n nimaal xaq
a3sg-sr:por dem piedra
‘Pues, el pico del chocoyo ya se estaba terminando por la piedra.’ (Txt)

b. kee noq qit q=ok xob’-tza-’n=a ojtxa


que solo a_veces a1pl=dir asustar-caus-sd=1pl.excl antes
‘Que sólo nos asustaba antes [...]’. (Txt)

10.4.5. Complementos de factivos

Los predicados factivos “ser bueno” y “ser malo” son otro tipo de predicados que
requiere como complemento una cláusula sin aspecto con ergatividad mixta y con

Libro4Final4OCT.indb 299 07/10/13 12:58


300 Nora C. England

un verbo marcado con el pasivo -njtz. La cláusula con el verbo con -njtz funciona
como sujeto del predicado no verbal que indica la cualidad. La estructura y uso de
este tipo de construcción son muy restringidos.

(60) a. walaan=Ø [t-k’aa-njtz a’]


bueno=b3sg a3sg-beber-pas agua
‘Es bueno tomar agua.’

b. mii=b’an=Ø [t-waa’-njtz]
neg=bueno=b3sg a3sg-comer-pas
‘No es comestible.’

10.4.6. Los predicados -aj(b’el) y -chi

Cuando el verbo matriz aj(b’el), “querer”, y su complemento comparten el mismo


sujeto, el complemento tiene un verbo flexionado por persona (con ergatividad
normal) pero sin aspecto. Este verbo matriz también carece de marcas de aspecto
y se interpreta como incompletivo.

(61) Ø=w-aj(b’el)=a [chin aq’naa-n=a (nchi’j/ja’la/*eew)]


b3sg=a1sg-querer=1sg b1sg trabajar-ap=1sg mañana/ahora/*ayer
‘Quiero trabajar (mañana/ahora/*ayer).’

Para indicar que el estado de querer algo ocurrió antes, se pueden usar los
marcadores de aspecto o, de completivo, o ma, de próximo, pero el complemento
ya requiere el subordinante de propósito tu’n (véase la sección “Obligación y pro-
pósito”). Asimismo, el verbo en la cláusula introducido por tu’n presenta ergatividad­
mixta.

(62) ma/o Ø=w-ajb’ee=ky’ [t-u’n


prox/com b3sg=a1sg-querer=1sg a3sg-sn:propósito
w-aq’naa-n=a]
a1sg-trabajar-ap=1sg
‘Quise trabajar.’

Libro4Final4OCT.indb 300 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 301

El verbo chi indica una cita directa o indirecta, o una fuente indirecta de
información.­Nunca lleva aspecto, posiblemente debido a que está en el proceso de
gramaticalizarse. La concordancia, no obstante, sigue un patrón ergativo normal.11

(63) a. [ma=a’=la Ø=kyim=ta squk’] chi=chi=tzan xjaal


prox=enf=mir b3sg=morir=3sg.enf piojo b3pl=decir=pues gente
‘Tal vez ya murió el piojo, dijo la gente.’ (Txt)

b. [aj tz’itab’=Ø t-b’ii], Ø=chi=tzan kyja’=w


dem tirachinas=b3sg a3sg-nombre b3sg=decir=pues así=?
‘Esto se llama honda de carrizo, según dicen.’ (Txt)

El comportamiento de estos dos predicados no parece obedecer a un patrón


más amplio, por lo que se explicaría mejor como un proceso léxico más que como
un patrón sintáctico.

10.4.7. Resumen

Las cláusulas de tiempo, las cláusulas de obligación y propósito, las cláusulas des-
pués de adverbiales frontalizados y las cláusulas que son complementos de factivos
usualmente carecen de aspecto morfológico y requieren de ergatividad mixta en el
verbo en mam. Otras características de estas cláusulas son que sus verbos indican
persona (con marcadores ergativos) y tienen los sufijos flexivos de modo; no tienen
derivaciones u otras marcas especiales. Estas cláusulas pueden tener adjuntos de
varios tipos y parecen ser iguales a cláusulas independientes excepto que no llevan
aspecto marcado en el verbo y de preferencia tienen ergatividad mixta. Otra res-
tricción es que el verbo en estas cláusulas sigue directamente después del subordi-
nante o del adverbio que las introduce (la única excepción a esta generalización
consiste en algunos enclíticos que pueden agregarse al subordinante). Las cláusulas
después de negativos y de la partícula jaka, “se puede”, también carecen de aspecto­
pero tienen concordancia canónica. Se observa que los negativos que se usan con
verbos y dos de los subordinantes temporales tienen asociados nociones de aspecto­
o de modo. En estos dos casos, la falta del aspecto en el verbo es una característica
morfológica ya que el aspecto como categoría semántica aparece asociada a esas
mismas partículas.
11
Excepto en primera persona singular, cuando se utiliza la n- de juego a más el enclítico de énfasis para
primera persona (en vez de -tzan, el cual es obligatorio con otras personas): n-chi-we, “dije”.

Libro4Final4OCT.indb 301 07/10/13 12:58


302 Nora C. England

10.5. Conclusiones

El mam tiene dos tipos de cláusulas con flexión defectiva con respecto a la flexión
verbal canónica en cuanto a que no tienen marcas de aspecto. Se trata de los infi-
nitivos y de las cláusulas sin aspecto. Los infinitivos a su vez carecen también de
marcas de persona. Asimismo, las cláusulas sin aspecto tienen dos subtipos, las que
presentan un patrón de alineamiento ergativo canónico y otras que presentan una
extensión de marcación ergativa a todos los argumentos. El cuadro 10.1 muestra
un resumen de los contrastes encontrados.
Si se toman las cláusulas de infinitivo como las menos similares a una cláusula
independiente, por las características compartidas con las cláusulas que se ubican
en estos dos puntos contrarios, se puede considerar que las cláusulas negativas son
las más similares a una cláusula independiente, porque la negación viene a reem-
plazar las marcas de aspecto, y las demás cláusulas sin aspecto están en un punto
intermedio en el continuo entre las de infinitivo y las negativas (y un poco más
cercano a las negativas).

Cuadro 10.1
Comparación de cláusulas independientes y con flexión reducida.
Ergativa Adjunto Adjunto
Aspecto Persona Dirección mixta nominal adverbial Restricción
Sujeto restringido;
Infinitivo      ningún elemento
preverbal

Sólo negativo
Negativo       (+enclíticos) antes
del verbo

Sólo subordinada/
Otros adverbial
   ()  
sin aspecto (+enclíticos)­ antes
del verbo
Indepen-
     
diente

Fuente: elaboración propia.

Libro4Final4OCT.indb 302 07/10/13 12:58


Cláusulas con flexión reducida en mam 303

Figura 10.1
Continuo de tipos de cláusulas en mam

infinitivo sin aspecto negativa independiente

Libro4Final4OCT.indb 303 07/10/13 12:58


Libro4Final4OCT.indb 304 07/10/13 12:58
11. Dos tipos de cláusulas no finitas en chol

Juan J. Vázquez Álvarez*

11.1. Introducción1

El presente capítulo trata sobre las estructuras clausales que contienen núcleos
predicativos sin flexión de aspecto ni de persona/número en chol, lengua maya de
la rama cholana. Estas estructuras son cláusulas no finitas en función de complemen­
to­y se tienen de dos tipos, mostrados en los ejemplos 1 y 2b. En el ejemplo 1, la
cláusula subordinada no finita funciona como argumento del predicado matriz­
en correferencia con la marca cero de absolutivo de tercera persona en el verbo. El
complemento, en 2a, es una cláusula más finita que la que se da en 1, pues porta
flexión de persona y contrasta con el tipo de cláusula en 2b, donde la cláusula
subor­dinada no finita ahora es introducida por el subordinador tyi, que en otros
contextos funciona como preposición locativa. El verbo matriz en 2b recibe­la
única marca explícita de sujeto de la oración.

(1) Como complemento de predicado matriz


a’bi tä=x=tyo k-ñop-o-Ø-loñ [tyäl-el]
ayer prfv=asev=todavía a1-intentar-vt-b3-1pl venir-nf
‘Ayer todavía intentamos venir.’ (Txt)

1
Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en el IX Encuentro Internacional de Lingüística­
en el Noroeste, en Hermosillo, Sonora en noviembre de 2006, y fue enriquecida en el Taller Sobre
Complementación en Lenguas Mesoamericanas, a cargo de Judith Aissen, en Antigua, Guatemala,
en agosto de 2007. El estudio de los predicados no finitos se alimentó de las discusiones de Nora
England, “B’alam” Mateo Toledo y Telma Can, a quienes agradezco sus comentarios. En especial,
agra­dezco a Enrique L. Palancar y a Roberto Zavala Maldonado por sus observaciones sobre el análi-
sis de los datos y su trabajo editorial. Cualquier error en el análisis es responsabilidad mía. El escrito
se de­s­arrolló durante mi estancia como estudiante huésped en el Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social (ciesas-Sureste) durante el año académico 2007-2008.
* Universidad Intercultural de Chiapas, Universidad Autónoma de Chiapas.

305

Libro4Final4OCT.indb 305 07/10/13 12:58


306 Juan J. Vázquez Álvarez

(2) a. mejl-Ø [k-wäy-el]


poder-b3 a1-dormir-nf
‘Puedo dormir.’
(Lit. ‘Es posible mi dormir.’)

Como complemento introducido por tyi


b. mejl-oñ [tyi wäy-el]
poder-b1sg p/sub dormir-nf
‘Puedo dormir.’

Las cláusulas no finitas, objeto de este estudio, son construcciones que no


toman aspecto y tampoco reciben marcas de persona y número. En contraste con
ellas, una cláusula finita con un predicado verbal recibe aspecto, marcas de perso-
na y puede también tener ffnn plenas codificando a sus argumentos, como en 3,
donde la fn funciona como objeto, y en 4, donde lo hace como sujeto.

(3) tyi i-muk-u-y-Ø-o’ (la-k-ch’utyaty)fn-obj


prfv a3-esconder-vt-epn-b3-pl pl-a1-imagen
‘Escondieron a nuestro santo (la imagen).’ (Txt)

(4) tyi jul-i-y-Ø-o’ (pejtye hermanoj-o’)fn-suj


prfv llegar-vi-epn-b3-pl todos hermano-pl
‘Llegaron todos los hermanos.’ (Txt)

Hay dos fenómenos implícitos en el estudio de los predicados no finitos en


chol como en 1 y 2. El primero está asociado con los predicados que seleccionan
complementos oracionales cuya estructura requiere correferencialidad entre el
argumento­del predicado matriz y el argumento elidido del predicado subordinado;­
es decir, uno de los argumentos del predicado matriz ejerce “control estructural”
sobre uno de los argumentos del predicado dependiente no finito (Stiebels, 2007:
3). Bajo esta noción, en 1, el sujeto transitivo del predicado matriz es el controlador
del sujeto elidido del predicado subordinado. El segundo fenómeno se refiere a la
ascensión del sujeto del predicado subordinado al predicado matriz (Craig, 1977),2
tal como aparece en 2b, donde se puede observar el resultado de la ascensión del

2
Aissen (1987: 214-251) identifica la ascensión de sujeto de cláusulas dependientes a objeto de cláu-
sulas matrices en las construcciones causativas en tzotzil y las analiza como unión de cláusulas dentro
de la tradición de la gramática relacional.

Libro4Final4OCT.indb 306 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 307

sujeto de primera persona singular del predicado subordinado al predicado matriz.


Como resultado de esto, se satura la valencia del verbo matriz, que es intransitivo,
y el complemento clausal se introduce ahora por tyi y aparece en forma no finita,
sin persona, igual que en el ejemplo 1.
Este trabajo se circunscribe dentro del estudio de la complementación en
lenguas mayas. Tiene como objetivo describir las propiedades morfosintácticas y
los contextos de uso de las estructuras con complementos no finitos en chol. Asi-
mismo, pretende dar cuenta de las operaciones que motivan la omisión del sujeto
en las cláusulas no finitas.

11.2. La noción de “no finitud” y sus antecedentes en la lingüística maya

Según Nikolaeva (2007b), la “finitud” ha sido discutida tomando en cuenta


diversos­criterios. Por ejemplo, el criterio flexional se refiere especialmente a la
presencia o ausencia de flexiones de persona/número y de tiempo/aspecto en las
categorías verbales. Esta definición, reconoce la autora, no tiene alcance universal
puesto que tales flexiones no están presentes en todas las lenguas del mundo; por
ejemplo, el japonés no tiene flexión de persona, mientras que el lango no posee
flexión de tiempo. Otro de los criterios es el distribucional, el cual sugiere que los
verbos no finitos ocurren exclusiva o predominantemente en contextos
dependientes.­Sin embargo, los imperativos, que ocurren en cláusulas indepen-
dientes y poseen morfología reducida, no siguen esta definición. Entre otros
criterios,­el funcional pone énfasis en que la noción de finitud está relacionada
morfosintácticamente con grados de integración clausal de tal medida que a mayor
integración entre dos predicados menor es la finitud del predicado dependiente.
Varios de los criterios referidos por Nikolaeva que definen la finitud son per-
tinentes en el estudio de los predicados verbales en las lenguas mayas ya que, por
ejemplo, el verbo finito toma flexiones de persona/número, así como de aspecto.
En el chol, como se puede notar en el siguiente ejemplo, el aspecto precede al
núcleo verbal y las categorías de persona y número están flexionadas en el verbo.3

(5) tyi sujty-i-y-oñ-loñ


prfv regresar-vi-epn-b1-1pl
‘Regresamos.’ (Txt)

3
Los predicados no verbales merecen un análisis aparte ya que no toman flexión de aspecto y por lo
tanto no siguen completamente la definición de finitud bajo el criterio flexional.

Libro4Final4OCT.indb 307 07/10/13 12:58


308 Juan J. Vázquez Álvarez

Tal como se destaca en el criterio funcional, el vínculo semántico entre dos


eventos tiene correlaciones morfosintácticas que pueden reflejar grados de integra-
ción clausal. Por ejemplo, en mam y q’anjob’al (Véanse los capítulos 9 y 10) se han
identificado cláusulas sin aspecto en cláusulas de complemento integradas y de
predicación secundaria.
La reducción de la flexión verbal en el contexto sintáctico de la complemen-
tación clausal nos conduce a un análisis escalar de la finitud en chol, en los siguientes­
términos: cláusulas finitas (con flexión aspectual y de persona/número); menos
finitas (sin flexión aspectual pero con flexión de persona/número); y por último,
no finitas (sin flexión aspectual ni de persona).
Las cláusulas de complemento finitas, como en 6, toman el complementante
che’, y pueden aparecer con todos los elementos propios de la cláusula simple. El
núcleo verbal del predicado subordinado toma flexión de persona, pero sus argu-
mentos no son necesariamente correferentes con algún argumento del verbo
matriz,­ni el sujeto ni el objeto de la cláusula principal. Esto es una evidencia de
independencia clausal de las cláusulas de complemento finitas.

(6) Complemento finito


tyi k-u’b-i-Ø [che’ tyi jul-i-ety]
prfv a1-escuchar-vtd-b3 comp prfv llegar.aquí-vi-b2
‘Escuché que llegaste.’

Esta propiedad contrasta con las cláusulas menos finitas, las cuales toman
flexiones de persona pero no de aspecto (7a). La interpretación aspectual de la
cláusula de complemento es la misma que se encuentra codificada en la cláusula
matriz; es decir, hay dependencia clausal. Esta dependencia también se manifiesta
en el hecho de que el sujeto de la cláusula subordinada debe ser correferente con
un argumento de la cláusula matriz, es decir, en este tipo de cláusula subordinada
el controlador (agente del verbo principal) ejerce control inherente sobre el argu-
mento agente del verbo subordinado (compárese con agramaticalidad de 7b).

(7) Complemento menos finito


a. mu=ch k-mul-añ-Ø [(*mi) j-k’el-Ø]
impf=asev a1-gustar-vtd-b3 impf a1-mirar-b3
‘Sí me gusta mirarlo.’ (Txt)

b. * mu=ch k-mul-añ-Ø [a-k’el-Ø]


impf=asev a1-gustar-vtd-b3 a2-mirar-b3
Lectura buscada: ‘Sí me gusta que lo mires.’

Libro4Final4OCT.indb 308 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 309

Las cláusulas no finitas, tal como se ejemplificó en 1 y 2b, no toman ninguna


flexión de aspecto o persona. La interpretación argumental y aspectual está codi-
ficada en la cláusula matriz, y por lo tanto, hay dependencia total tanto aspectual
como argumental.
El estudio pionero de las cláusulas no finitas en lenguas mayas proviene de
Craig (1977), quien trata a detalle los complementos no finitos en jakalteko (q’an­
jo­b’aliana). En este estudio se propone que en este tipo de cláusulas de complemen­
tos se aplican las reglas de “elisión de fn-equi” (en inglés. equi-np deletion) y de
ascensión del sujeto. Según la autora, elisión de fn-equi es una operación en la cual
se omite el sujeto en una cláusula subordinada bajo condiciones de correferenciali­
dad con el sujeto o el objeto de la cláusula principal. El ejemplo 8a ilustra la regla
propuesta en el análisis de la autora, en el cual la no finitud en el verbo subordinado­
es señalada por el sufijo -oj. El clasificador nominal naj inmediatamente después
de predicado matriz es correferencial con un clasificador elidido en la cláusula
subordinada, tal como se ilustra en el esquema de 8b.

jakalteco
(8) a. x-Ø-to naj [ __ way-oj]4
asp-b3-ir clf dormir-nf
‘Él fue a dormir.’ (Craig, 1977: 313)

b. Elisión de FN-equi del sujeto del predicado subordinado


9
v npi Cláusula
xto naj 3
v npi
way naj

Craig (1977) agrega que en el jakalteko, los verbos de movimiento y de deseo


requieren la aplicación de esta regla, mientras que los verbos aspectuales intransi-
tivos con sujeto animado, como se verá a continuación, siguen la regla de ascen-
sión. La autora sugiere que la estructura del ejemplo 9b se deriva de la estructura
del ejemplo 9a, por medio de la aplicación de la regla de ascensión del sujeto de la
cláusula subordinada a la cláusula matriz. En 9a, la flexión absolutiva en el verbo
matriz es correferente con la cláusula de complemento en función de complemento­

4
Para unificar ortografía y las glosas a lo largo de este trabajo, he hecho cambios a la ortografía de Craig
(1977) y he glosado y realizado cortes morfémicos en algunos de sus ejemplos.

Libro4Final4OCT.indb 309 07/10/13 12:58


310 Juan J. Vázquez Álvarez

sujeto; mientras que, en 9b, la flexión absolutiva en el verbo matriz es la expresión


semántica del sujeto de la cláusula subordinada. Nótese, en 9b, cómo queda la
copia de la marca del sujeto en el predicado subordinado: se trata de una regla de
“ascensión con copia”.

jakalteco
(9) a. x-Ø-ichi [ha-munlayi]
asp-b3-comenzar a2-trabajar
‘Comenzaste a trabajar.’
(Lit. ‘Comenzó tu acto de trabajar.’)

b. xk-ach-ichi [ha-munlayi]
asp-b2-comenzar a2-trabajar
‘Comenzaste a trabajar.’ (Craig, 1977: 295.)

c. Regla de ascensión
9
v fn fn

Cláusula
4

fn

Por su parte, England (1983) identificó para el mam (mameana) cláusulas


dependientes funcionando como complemento de verbos intransitivos de movi-
miento o del existencial teen. Los predicados dependientes de este tipo, en mam,
no toman flexión de persona, de aspecto, ni direccionales. El estatus no finito de
los complementos en mam se marca morfológicamente con el sufijo -l (10).

mam
(10) ma chin-x aaj-a [ __ b’eeta-l]
asp b1-dir regresar-1sg caminar-nf
‘Fui a caminar.’ (England, 1983: 299.)

Por último, Dayley (1985) identificó en tzutujil (k’icheana) dos tipos de cons-
trucciones no finitas en función de cláusulas de complemento: cláusula de comple­
mento infinitivo que funcionan como argumento de predicado matriz y cláusula

Libro4Final4OCT.indb 310 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 311

de complemento introducidas por la preposición chi, la cual, como en chol, fun-


ciona a modo de subordinador.5

tzutujil
(11) Infinitivo simple
x-Ø-qaa-maj [ __ wa7-iim]
asp-b3-a1pl-comenzar comer-nf
‘Comenzamos a comer.’ (Dayley, 1985: 393.)

tzutujil
(12) Infinitivo con complementante
nin-tajin [chi __ b’ijn-eem]
b1-prg sub caminar-nf
‘Estoy caminando.’ (Dayley, 1985: 394.)
(Lit. ‘Estoy en el acto de caminar.’)

El autor observó que en ejemplos como el que se da en 11, el sujeto de la


cláusula subordinada se omite ante la identidad con el sujeto de la cláusula princi-
pal; es decir, bajo la regla de elisión de fn-equi, controlado por el sujeto o el objeto­
(Dayley, 1985: 395). En 12, se observa una patrón similar al de los intransitivos
aspectuales del jakalteko (Craig, 1977), en los cuales acontece la ascensión del
sujeto del predicado subordinado al predicado matriz. A diferencia del jakalteko,
la ascensión en el tzutujil no deja copia, pero en cambio requiere de la presencia
de la preposición/subordinante chi. Los dos tipos de construcciones no finitas
identificadas por Dayley (1985) en el tzutujil son las mismas que existen en el chol
(véanse los ejemplos 1 y 2b).
En síntesis, la noción de no finitud en maya se basa en la ausencia de morfemas
explícitos de aspecto, de persona/número. Como se observó en los ejemplos de
lenguas mayas pertenecientes a las ramas q’anjob’aleana, mameana, kicheana, y
desde luego, en la cholana, las cláusulas de complemento representan un contexto
en el que hay omisión de la marca de aspecto o de aspecto y persona/número en el
predicado subordinado.

5
Dayley (1985) analiza chi en estos contextos como complementante.

Libro4Final4OCT.indb 311 07/10/13 12:58


312 Juan J. Vázquez Álvarez

11.3. Características de las cláusulas con verbo finito en chol

Una cláusula finita o independiente en chol presenta mínimamente la siguiente


estructura: [asp [v+flexión de persona]]. Dado que el chol es una lengua con mar-
cación en el núcleo, los argumentos a, o, s, según la terminología de Dixon (1994),
se flexionan en el núcleo verbal. En los siguientes ejemplos con aspecto perfectivo,
s se indica mediante el sufijo conocido en la lingüística maya como juego b (13a),
el mismo que se emplea para indicar el argumento o (13b); mientras que a se s­ eñala
con el prefijo denominado juego a (13b). Este tipo de marcación define al chol
como una lengua ergativa.

(13) a. tyi wäy-i-y-Ø tyi i-ch’ak jiñ x-chuty alo’


prfv dormir-vi-epn-b3 p a3-cama det clf-pequeño niño
‘El niño durmió en su cama.’ (Txt)

b. che’ tyi i-mel-e-Ø jiñ k-tiyu


así prfv a3-hacer-vt-b3 det a1-tío
‘Así lo hizo mi tío.’ (Txt)

Cabe aclarar que en todos los aspectos no perfectivos, s y a se marcan con


juego a, mientras que o se marca con juego b. Contrástese el ejemplo 13b anterior
con 14b. Es decir, el aspecto imperfectivo dispara un cambio del patrón ergativo
a uno de tipo acusativo. Este fenómeno también se ha analizado en la lingüística
maya como escisión de la ergatividad o ergatividad mixta.

(14) a. mi i-säkl-añ-Ø
impf a3-buscar-vtd-b3
‘Lo busca.’ (Txt)

b. mi i-lets-el ma
impf a3-subir-nf dir:ir
‘Sube.’ (Txt)

Cuando los participantes centrales refieren a terceras personas, estos


argumentos­se pueden hacer explícitos por medio de frases nominales en correfe-
rencia con las marcas de persona en el verbo. En las construcciones intransitivas se
tiene un orden no marcado vs, como en 15a, y en las transitivas un orden vos,
como en 15b.

Libro4Final4OCT.indb 312 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 313

(15) a. tyi sajty-i-Ø (k-ermanoj)fn-suj


prfv morir-vi-b3 a1-hermano
‘Se murió mi hermano.’ (Txt)

b. tyi i-k’ux-u-Ø (waj)fn-obj (x-chuty alob)fn-suj


prfv a3-comer-vt-b3 tortillas clf-pequeño niño
‘El niño comió tortillas.’

Los argumentos no centrales u oblicuos se introducen como frases preposicio-


nales con la preposición tyi, como en 16a, o con sustantivos relacionales tales como
yik’oty (16a) o (i)cha’añ (16b), entre otros.

(16) a. tyi wäy-i-Ø (tyi i-ch’ak) jiñ x-chuty


prfv dormir-vi-b3 p a3-cama det clf-pequeño
alo’ (y-ik’oty i-ts’i’)
niño a3-sr:con a3-perro
‘El niño durmió en su cama con su perro.’ (Txt)

b. kom-Ø j-k’ajty-iñ-Ø-loñ (cha’añ li k’iñ)


querer-b3 a1-pedir-vtd-b3-pl sr:para det fiesta
‘Queremos pedirlo para la fiesta.’ (Txt)

La estructura básica descrita en líneas anteriores, que consiste en las flexiones de


persona en el núcleo verbal y la marca aspectual, puede tener una expansión hacia
la izquierda, donde los distintos elementos siguen el orden que se resume en 17.

(17) Expansión máxima de la cláusula independiente


[neg + [ffnn en foco + [deixis + [predicado secundario + [asp + [núcleo]]]]]]

Los siguientes son ejemplos de construcciones con expansión estructural hacia


la izquierda del núcleo.

(18) Negación+predicado secundario+aspecto+núcleo


a. ma’añ tyoj mi i-kol-el
neg derecho impf a3-crecer-nf
‘No crece derecho.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 313 07/10/13 12:58


314 Juan J. Vázquez Álvarez

Deixis+aspecto+núcleo
b. komo wä’ mi i-mel-Ø-ob wajali cheñ
como aquí impf a3-hacer-b3-pl antes pues
‘Como aquí lo hacían antes pues.’ (Txt)

Negación+foco+deixis+predicado secundario+aspecto+núcleo
c. mach jiñ aj-Wañ ya’ buch-ul tyi käyle-Ø
neg foc clf-Juan allá sentado-est prfv quedar-b3
‘No es Juan quien se quedó sentado allá.’

Es necesario asimismo destacar que el chol cuenta con clíticos modales de


segunda posición. Estos clíticos se adhieren a la primera palabra de la cláusula,
situación que permite establecer el linde clausal izquierdo, tal como se ve en 19a
con el clítico ix, “ya”. Las estructuras agramaticales de 19b y 19c permiten establecer­
que la marca de negación tiene que ser considerada parte de la cláusula.

(19) a. ma’ix mi’ jap sa’


ma’añ=ix mi i-jap-Ø sa’
neg=ya impf a3-beber-b3 pozol
‘Ya no toma pozol.’ (Txt)

b. * ma’añ mi i-jap-Ø=ix sa’


neg impf a3-beber-b3=ya pozol
Lectura buscada: ‘Ya no toma pozol.’

c. * ma’añ mu=ix i-jap-Ø sa’


neg impf=ya a3-beber-b3 pozol
Lectura buscada: ‘Ya no toma pozol.’

El comportamiento de los clíticos de segunda posición nos permite ilustrar


también que, a diferencia de otras lenguas mayas (cf. jakalteko), todas las marcas
de aspecto en chol son palabras independientes.

11.4. Alineamiento agentivo y sujeto fluido

El alineamiento agentivo es un “sistema gramatical en el cual los argumentos de


algunos verbos intransitivos son categorizados como agentes transitivos y los argu-

Libro4Final4OCT.indb 314 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 315

mentos de otros como pacientes transitivos.” (Mithun, 1991: 511). Para las lenguas
mayas, se han documentado sistemas de alineamiento agentivos en el mopán (Da-
zinger, 1996), chol (Vázquez Álvarez, 2002; Gutiérrez Sánchez, 2004), chontal
(Osorio May, 2005) y poqomam (Zavala Maldonado, 2007a).
En chol, los verbos intransitivos agentivos se expresan como complementos
no finitos del verbo ligero transitivo cha’l, “hacer”. El sujeto de la construcción se
indica con la marca del juego a (ergativo) en el verbo ligero. En el ejemplo 20a,
k’al, “techar”, es sintácticamente el complemento en función de objeto de cha’l,
“hacer”; mientras que el sujeto se encuentra expresado mediante juego a en el
verbo ligero. A diferencia de los intransitivos no agentivos, el verbo agentivo no
puede tomar marca de persona y aspecto de forma directa, como lo muestra el
ejemplo agramatical en 20b.

(20) a. tyi k-cha’l-e-Ø-loñ k’al


prfv a1-hacer-vtd-b3-1pl techar
‘Techamos.’ (Txt)

b. * tyi k’al-e-Ø-loñ
prfv techar-vtd-b3-pl
Lectura buscada: ‘Techamos.’

Esta subclase de verbos intransitivos incluye significados como: ajñel, “correr”;


ojbal, “toser”; tse’ñal, “reír”; soñ, “bailar”; ts’ijb, “escribir”; xej, “vomitar”; ty’añ,
“hablar”; pich, “orinar”; tya’, “defecar”; etcétera.
Los verbos intransitivos agentivos se distinguen morfosintácticamente de los
intransitivos pacientivos, ya que estos últimos toman directamente la flexión del
sujeto mediante juego b (absolutivo) en el aspecto perfectivo, tal como se ve en
21a. La presencia del verbo ligero cha’l, “hacer”, con verbos no agentivos da como
resultado estructuras agramaticales, como la de 21b.

(21) a. ta=x jul-i-Ø loktor wabä


prfv=ya llegar.aquí-vi-b3 doctor ahora
‘Ahora ya llegó el doctor aquí.’ (Txt)

b. * tyi i-chal-e-Ø jul-el


prfv a3-hacer-vtd-b3 llegar.aquí-nf
Lectura buscada: ‘Llegó (aquí).’

Libro4Final4OCT.indb 315 07/10/13 12:58


316 Juan J. Vázquez Álvarez

Los intransitivos pacientivos en chol incluyen verbos de movimiento, tales


como k’oty’el, “llegar allá”; tyälel, “venir aquí”; ochel, “entrar”; majlel, “ir”; verbos de
cambio de estado k’äñañ, “madurar (fruta)”; pajañ, “agriarse”; y verbos aspectuales,
tales como kajel, “comenzar”, y ujtyel, “terminar”, entre otros.

11.5. Clases de predicados y derivaciones intransitivas

Los predicados en lenguas mayas pueden ser verbales o no verbales. Los últimos se
distinguen de los primeros en que no toman marcas aspectuales, como por ejemplo
los posicionales que codifican estados.6

(22) a. buch-ul-Ø tyi ty’ej i-wäyib


sentar-est-b3 p cerca a3-cama
‘Está sentado cerca de su cama.’ (Txt)

b. * tyi buch-ul-Ø
prfv sentar-est-b3
Lectura buscada: ‘Estuvo sentado.’

Un posicional en chol sólo puede recibir marcas aspectuales cuando se emplea


como un verbo derivado mediante los sufijos ‑le en perfectivo y -tyäl en i­ mperfectivo.

(23) a. tsa’ ñok-le-Ø


prfv hincar-pprf-b3
‘Se hincó.’ (Txt)

b. mi i-ñok-tyäl
impf a3-hincar-pimpf
‘Se hinca.’

Por otra parte, en las construcciones subordinadas típicas de cláusulas de com-


plemento no finitas se encuentran verbos intransitivos derivados mediante
morfemas­pasivos o antipasivos. La reducción de la valencia verbal por medio de

6
Para mayor información sobre los tipos de predicados en chol, véase Vázquez Álvarez, 2010. Véase
también la clasificación minuciosa que presenta Gutiérrez Sánchez (2004) de los predicados intran-
sitivos en chol.

Libro4Final4OCT.indb 316 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 317

la pasivización se puede observar en la morfología. Por un lado, el verbo solamente­


marca un argumento, el sujeto, y por el otro, hay marcación explícita de pasiva.
Existen varias marcas explícitas de esta voz, a saber: -j-, -ty y -le, y éstas están
condicionadas­por el aspecto y el tipo de raíz verbal. En 24 se presentan ejemplos
con -ty. Nótese la escisión de la ergatividad en el imperfectivo 24c.

(24) a. mu’=ku k-il-añ-Ø


impf=asev a1-ver-vtd-b3
‘Sí lo veo.’ (Txt)

b. tyi il-äñ-ty-i-Ø
prfv ver-vtd-pas-vi-b3
‘Fue visto.’

c. mi y-il-äñ-ty-el
impf a3-ver-vtd-pas-nf
‘Es visto.’

Mientras que los verbos pasivos tienen un comportamiento equiparable al de


los verbos pacientivos, las formas antipasivas tienen un comportamiento equipa-
rable al de los verbos agentivos; es decir, requieren del verbo ligero cha’l para marcar­
el sujeto con juego a. La denominada voz “antipasiva absolutiva” se marca morfo-
lógicamente con el sufijo ‑oñ, tal como se ve en 25a, mientras que la llamada voz
“antipasiva de incorporación”, que en realidad se trata de un tipo de composición
verbal, no toma marca alguna, tal como se ilustra en 25b.

(25) Antipasiva absolutiva


a. tyi k-cha’l-e-Ø [wuts’-oñ-el]
prfv a1-hacer-vtd-b3 lavar.ropa-ap-nf
‘Lavé ropa.’

Antipasiva de incorporación
b. tyi k-cha’l-e-Ø [wuts’-pisil]
prfv a1-hacer-vtd-b3 lavar.ropa-ropa
‘Lavé ropa.’

Libro4Final4OCT.indb 317 07/10/13 12:58


318 Juan J. Vázquez Álvarez

11.6. Características de las cláusulas no finitas

La noción de no finitud que retomo en este trabajo se basa principalmente en


criterios morfosintácticos. Se trata de cláusulas con predicados verbales que no
reciben ni aspecto ni marcas de persona/número y que funcionan como comple-
mentos de verbos matrices o que son introducidos por una preposición tyi que
funciona como subordinador.
Por ejemplo, en 26a, se presenta una cláusula de complemento no finita en la
que el verbo aparece sin aspecto ni persona. Aunque el verbo matriz uj-, “saber”,
pertenece a una clase verbal que no toma marca de aspecto, la lectura aspectual que
ofrece es imperfectiva y la presencia de este aspecto en la cláusula subordinada
resulta en una construcción agramatical 26b.

(26) a. y-uj-i-Ø [ts’ak-ej-el]


a3-saber-vtd-b3 medicina-der-nf
‘Sabe curar.’ (Txt)

b. * y-uj-i-Ø [mi ts’ak-ej-el]


a3-saber-vtd-b3 impf medicina-der-nf
Lectura buscada: ‘Sabe curar.’

Los complementos introducidos por la preposición/subordinador tampoco


permiten la presencia de marcas de aspecto ni de persona, como lo muestra el
ejemplo 27b. La distribución de estos complementos está determinada por el tipo
de verbo matriz, tal como lo veremos en las secciones siguientes.

(27) a. muk’-Ø-ob [tyi __ soñ]


impf-b3-pl p/sub bailar]
‘Bailan.’ (Txt)

b. * muk-Ø [tyi mi soñ-Ø-ob]


impf-b3 p/sub impf bailar-b3-pl
Lectura buscada: ‘Bailan.’

11.6.1. Complementos no finitos simples

La cláusula de complemento no finito que funciona como argumento del predi-


cado matriz participa en la estructura: (asp +) v matriz + [v no finito]. En esta

Libro4Final4OCT.indb 318 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 319

estructura,­tal como se observa en 28, el verbo matriz es siempre transitivo y la


marca de absolutivo de tercera persona es correferencial con el complemento no
finito. El sujeto nocional elidido en el predicado no finito es el mismo que se
encuentra­codificado con el juego a en el verbo matriz. Nótese, además, que el
complemento no va precedido por preposición/subordinador, como lo ilustra el ejem-
plo agramatical de 28b.

(28) a. a’bi tä=x=tyo k-ñop-o-Ø-loñ [ __ tyäl-el]


ayer prfv=asev=todavía a1-intentar-vt-b3-1pl venir-nf
‘Ayer todavía intentamos venir.’ (Txt)

b.* a’bi tä=x=tyo k-ñop-o-Ø-loñ [tyi __ tyäl-el]


ayer prfv=asev=todavía a1-intentar-vt-b3-1pl p/sub venir-nf
Lectura buscada: ‘Ayer todavía intentamos venir.’

Este comportamiento es el mismo que se observa cuando el complemento es


un verbo agentivo. En el siguiente ejemplo, el auxiliar transitivo cha’l, “hacer”, en
función de predicado principal, toma al verbo agentivo no finito como comple-
mento. El sujeto nocional del verbo agentivo es el mismo que se encuentra flexio-
nado con el juego a en el verbo ligero cha’l.

(29) che’ tyi i-cha’l-e-Ø [ __ ty’añ]


así prfv a3-hacer-vtd-b3 hablar
‘Así habló.’ (Txt)

Los verbos pasivos (30a) y antipasivos (31a) también participan en la estruc-


tura de complemento no finito simple. Nótese que en ninguna de estas estructuras
se introduce al complemento con la preposición/subordinador (31).

(30) a. tyi k-ch’ujb-i-Ø [ __ tyum-iñ-ty-el]


prfv a1-aceptar-vtd-b3 aconsejar-vtd-pas-nf
‘Acepté ser aconsejado.’

b. * tyi k-ch’ujb-i-Ø [tyi tyum-iñ-ty-el]


prfv a1-aceptar-vtd-b3 p/sub aconsejar-vtd-pas-nf
Lectura buscada: ‘Acepté ser aconsejado.’

Libro4Final4OCT.indb 319 07/10/13 12:58


320 Juan J. Vázquez Álvarez

(31) a. tsa’=ix=bi i-tyech-e-y-Ø-ob [ __ k’e-juñ]


prfv=ya=rep a3-comenzar-vt-epn-b3-pl ver-papel
i-pi’äl-ob ili semaña
a3-compañero-pl dem semana
‘Que sus compañeros ya comenzaron a estudiar esta semana.’ (Txt)

b. * tyi i-tyech-e-y-Ø-ob [tyi __ k’e-juñ]


prfv a3-comenzar-vt-epn-b3-pl p/sub ver-papel
Lectura buscada: ‘Ya comenzaron a estudiar.’

El estatus no finito de las cláusulas de complemento no siempre se encuentra


marcado por el sufijo no finito -vl, ya que, por ejemplo, la antipasiva de incorpo-
ración (véase el ejemplo 31a) y algunas raíces agentivas como ty’añ, “hablar” (véa-
se el ejemplo 29); soñ, “bailar”; k’ay, “cantar”; pich, “orinar”; entre otras, no lo to-
man. Esta situación contrasta con otras lenguas mayas, como el mam (véase el
capítulo 10), el tseltal (véase el capítulo 12) y el q’anjob’al (véase el capítulo 9), en
las que se señala el estatus no finito de la cláusula mediante los sufijos -l y ‑oq/-oj,
respectivamente.
Los verbos matrices que toman un complemento clausal no finito simple co-
difican actitud proposicional, conocimiento, deseo y fase (Cristofaro, 2003). La
lista que se ofrece en el cuadro 11.1, aunque no exhaustiva, da cuenta de que todos
los verbos matrices que toman complementos no finitos son transitivos.

Cuadro 11.1
Verbos matrices que toman complementos no finitos simples
Actitud proposicional: ch’ujb, “aceptar, obedecer”, “estar de acuerdo”; jak’ ,“aceptar”;
chajp, “planear”; ñop, “tratar, probar”

Conocimiento: uj, “saber”

Cognición: mul, “gustar”


Desiderativo: om, “querer”; k’ajty, “pedir”
Fasal: tyech, “empezar, comenzar”

Fuente: elaboración propia.

Libro4Final4OCT.indb 320 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 321

11.6.2. Complementos introducidos por preposición/subordinador

Las cláusulas no finitas introducidas por tyi presentan la siguiente estructura: (asp)
+ v matriz + [ tyi v no finito]. Del mismo modo que el tipo anterior, el comple-
mento tiene la forma no finita, la cual se indica a veces con el sufijo -vl (véase el
ejemplo 32). Este tipo resulta agramatical sin la presencia de tyi (33b).

(32) tyi aw-il-ä-y-oñ [tyi __ uk’-el]


prfv a2-ver-vtd-epn-b1 p/sub llorar-nf
‘Me viste llorar.’

(33) a. tyi k-äk’-ä-y-ety [tyi __ k’ay]


prfv a1-dar-vt-epn-b2 p/sub cantar
‘Te dejé/permití cantar.’

b.* tyi k-äk’-ä-y-ety [k’ay]


prfv a1-dar-vt-epn-b2 cantar
Lectura buscada: ‘Te dejé cantar.’

El verbo matriz, en los ejemplos 32 y 33, es transitivo. A diferencia del tipo


anterior, en este tipo de complemento, el sujeto no mencionado en la cláusula
subordinada es correferencial con el objeto del verbo matriz codificado con la
marca de absolutivo (juego b) que puede expresar todas las personas gramaticales,
es decir no se restringe a terceras personas. Los verbos matrices, en los ejemplos 32
y 33, toman juego b de primera y segunda persona. En los mismos ejemplos, tam-
bién podemos notar que los verbos transitivos de percepción directa (32) y de
manipulación (33) aceptan este tipo de complementos no finitos.
Hay que destacar que este tipo de complemento también permite la presencia
de predicados principales intransitivos. Al igual que el tzutujil (Dayley, 1985), los
verbos intransitivos con información aspectual pueden tomar complementos in-
troducidos por una preposición/subordinador. En 34a el predicado matriz codifi-
ca el aspecto imperfectivo. En 34b la construcción resulta agramatical sin la pre-
sencia del subordinador.

(34) a. ya’=bi kaje muk’-Ø-ob [tyi __ wäy-el]


allí=rep empezar impf-b3-pl p/sub dormir-nf
‘Dicen que allí estaban empezando a dormir.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 321 07/10/13 12:58


322 Juan J. Vázquez Álvarez

b. * ya’=bi kaje muk’-Ø-ob [ __ wäy-el]


allí=rep empezar impf-b3-pl dormir-nf
Lectura buscada: ‘Dicen que allí estaban empezando a dormir.’

Cuando el predicado matriz es intransitivo, el sujeto nocional de la cláusula


no finita está codificado por la única flexión que toma el verbo matriz, ya sea
mediante­ juego b (35a) o juego a (35b), debido a la escisión de la ergatividad.

(35) a. ta=x ujty-i-Ø [tyi __ tyuñ]


prfv=ya terminar-vi-b3 p/sub poner_huevos
‘Ya terminó de poner huevos.’ (Txt)

b. mi y-ujty-el [tyi __ tyuñ]


impf a3-terminar-nf p/sub poner_huevos
‘Termina de poner huevos.’

La lista del cuadro 11.2 corresponde a los verbos matrices que toman comple-
mentos no finitos introducidos por preposición/subordinador. Tal como se ve, no
existe traslape semántico entre estos verbos y los de la lista anterior del cuadro 11.1,
salvo con los verbos fasales, que a diferencia del anterior, son todos intransitivos.7

Cuadro 11.2
Verbos matrices que toman complementos introducidos por tyi
Percepción directa: il, “ver”; k’el, “ver”; ub, “escuchar”; ñäch’, “escuchar”

Modal: mejl, “poder”

Manipulativo: xik’, “mandar”, ak’, “hacer que”

Fasal: mi/muk’, “impf ”; chonkol, “prg”; ujty, “terminar”; kej, “empezar”

Fuente: elaboración propia.

7
Esta característica del chol contrasta con otras lenguas mayas, como el kaqchikel, en el que el verbo
principal aspectual debe ser transitivo (Rodríguez y García, 1997).

Libro4Final4OCT.indb 322 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 323

11.7. Clases predicativas como complementos no finitos

Una característica sobresaliente de las cláusulas no finitas en chol es el hecho de


que únicamente participan predicados intransitivos. Los intransitivos agentivos,
como en 36, y los pacientivos, como en 37, pueden funcionar como núcleos de la
cláusula no finita. Dicha cláusula puede ser complemento no finito simple (36) o
introducida por preposición/subordinador (37), dependiendo del tipo de predica-
do matriz.

(36) mi i-mul-añ-Ø-o’ [ __ toñ- el]


impf a3-gustar-vtd-b3-pl trabajar-nf
‘Les gusta trabajar.’(Txt)

(37) muk’-Ø-ob [tyi __ wäy-el]


impf-b3-pl p/sub dormir-nf
‘Duermen.’

Los intransitivos derivados de verbos transitivos, como los pasivos (38) o los
antipasivos (39), también participan en los dos tipos de construcciones.

(38) mi k-jak’-Ø [ __ mejk-el]


impf a1-aceptar-b3 abrazar+pas-nf
‘Acepto ser abrazado.’

(39) ts-ajñ-Ø-ob [tyi __


mäñ-oñ-el]
prfv-llegar-b3-pl p/sub comprar-ap-nf
‘Llegaron a comprar.’ (Txt)

En cambio, en chol, los verbos transitivos no pueden aparecer en una cláusula­de


complemento no finita sin aspecto ni persona, aunque sí en una menos finita sin as-
pecto pero con persona, como en 40a.8 La estructura de complemento finita con as-
pecto y persona no toma lugar con verbos matrices de deseo, como se ilustra en 40b.

(40) a. k-om-Ø [k-säkl-añ-Ø k-wiñik je’ iwä’]


a1-querer-b3 a1-buscar-vtd-b3 a1-hombre también aquí
‘Quiero buscar mi trabajador también aquí.’ (Txt)

8
Véase para más detalles sobre este tipo de complemento, Vázquez Álvarez, 2008.

Libro4Final4OCT.indb 323 07/10/13 12:58


324 Juan J. Vázquez Álvarez

b. * k-om-Ø [mi k-säkl-añ-Ø k-wiñik]


a1-querer-b3 impf a1-buscar-vtd-b3 a1-hombre
Lectura buscada: ‘Quiero buscar mi trabajador.’

Para que los verbos transitivos tomen la posición de complemento en la forma


no finita, requieren cambiar su valencia y pasar a ser formas intransitivas. Uno de
los recursos de derivación es mediante la antipasiva de incorporación, en la cual se
incorpora el objeto directo a la raíz, como en 41b. La forma compuesta que resulta­
es intransitiva.9

(41) a. chonko-Ø i-juch’-Ø i-waj


prg-b3 a3-moler-b3 a3-tortilla
‘Está moliendo su tortilla.’ (Txt)

b. chonko-Ø [tyi __ juch’-waj]


prg-b3 p/sub moler-tortilla
‘Está moliendo tortilla.’

11.8. Realización de argumentos en las cláusulas no finitas

Muchas lenguas en el mundo eliminan la marcación de los argumentos en los


complementos debido a que estos se registran en la cláusula matriz (Noonan, 1985;
Nikolaeva, 2007). En algunas lenguas mayas se ha reportado la existencia de cláu-
sulas no finitas sin marcación de persona en construcciones subordinadas como
resultado de la aplicación de la regla de elisión de sujeto equi (véase, para el jakal-
teko, Craig, 1977; para el tzutujil, Dayley, 1985) y de la regla de “ascensión” (Craig,
1977). El fenómeno de la elisión de sujeto equi ha sido tratado recientemente
bajo la teoría de “control” por Stiebels (2007). Siguiendo a esta autora, el fenómeno­
de elisión de sujetos en cláusulas subordinadas que se presenta en lenguas mayas
es un tipo de control al que se le conoce como “estructural”, ya que la referencia
del argumento elidido en la cláusula de complemento está controlada por la refe-
rencia de uno de los argumentos presentes en el predicado matriz. Hay estructuras
de complemento en el chol que no expresan su sujeto en la segunda cláusula ya
que éste está expresado en la cláusula principal como resultado del control
estructural­y de la ascensión. Cada estructura de complemento no finito se asocia
con uno de estos fenómenos, los cuales se tratarán por separado.
9
Véase la sección de antipasiva de incorporación, en Vázquez Álvarez, 2002.

Libro4Final4OCT.indb 324 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 325

11.8.1. El control en complementos no finitos simples

En las estructuras con complementos no finitos simples se presenta el proceso de


control estructural. En los ejemplos de 42, podemos notar que el verbo matriz uj,
“saber”, selecciona una cláusula no finita como objeto, y uno de sus argumentos,
el sujeto (flexionado con juego a), es correferencial con el sujeto elidido en el predi­
cado subordinado. En todas las construcciones con complementos no finitos sim-
ples, el sujeto del predicado principal va a funcionar como controlador del argu-
mento elidido en el verbo subordinado. El sujeto no manifiesto, en 42a, refiere a
una tercera persona, y el de 42b, a una primera persona.

(42) a. yi-uj-i-Ø [ __i ts’ak-ej-el]


a3-saber-vtd-b3 medicina-der-nf
‘Sabe curar.’ (Txt)

b. ki-uj-i-Ø [ __i ts’ak-ej-el]


a1-saber-vtd-b3 medicina-der-nf
‘Sé curar.’

El objeto directo del verbo matriz también puede funcionar como controlador
del sujeto elidido en la cláusula subordinada (Noonan, 1985: 66; Stiebels, 2007: 3).
Verbos con una estructura semántica causativa han sido identificados como ejem-
plos típicos de predicados de control de objeto (Stiebels, 2007: 5). En chol, al igual
que en jakalteko, se puede observar tanto el fenómeno de elisión de la fn sujeto o
control estructural así como la ascensión del sujeto (Craig,1977: 357-379). Pero a
diferencia del jakalteco, en el que el empleo de una u otra regla está regida por el
tipo de predicado causativo (iptze, “obligar”, “forzar”, genera elisión de fn y a’a,
“hacer que”, genera ascensión del sujeto), la distribución de las reglas en el chol
tienen otra motivación. Los intransitivos agentivos (43a) y ambivalentes (43b)
requieren del predicado causativo äk’, “dar”, para causativizar pero únicamente los
últimos pueden ser parte de la construcción en la que ocurre el control estructural
(43b).10 En este sentido, el chol se comporta igual que el inglés; es decir, el objeto

10
Judith Aissen (comunicación personal) me ha señalado que es importante hacer una distinción entre
los verbos de manipulación y los verbos causativos. Como verbos causativos, éstos tienden a compor-
tarse morfosintácticamente como auxiliares. Al parecer, en chol, el verbo äk’, “dar”, posee ambas
propiedades, pero por razones de espacio esta discusión se debe dejar para una investigación futura.

Libro4Final4OCT.indb 325 07/10/13 12:58


326 Juan J. Vázquez Álvarez

del verbo matriz también puede ejercer control sobre el sujeto del verbo subor­
dinado.

(43) a.* tyi k-äk’-ä-y-etyi [ __i oñ-el]


prfv a1-dar-vt-epn-b2 gritar-nf
Lectura buscada: ‘Te hice gritar.’

b. tyi k-äk’-ä-y-etyi [ __i wäy-el]


prfv a1-dar-vt-epn-b2 dormir
‘Te hice/dejé dormir.’

Por otro lado, los verbos intransitivos agentivos participan de la regla de ascen-
sión cuando funcionan como complementos no finitos. Esta regla la discuto en la
si­guiente sección.

11.8.2. Ascensión con complementos no finitos introducidos por tyi

El progresivo, en chol, funciona como auxiliar aspectual cuyo sujeto es el comple-


mento, como en 44a, o como auxiliar que tiene como sujeto sintáctico el argumen-
to que funciona como sujeto nocional de la cláusula subordinada, como en 44b,
donde el progresivo toma el sufijo ‑ety, absolutivo de segunda persona, que expre-
sa el sujeto nocional del verbo subordinado troñel, “trabajar”. La operación sintác-
tica por la cual el sujeto de la subordinada se expresa como sujeto en la cláusula
matriz se le conoce como “ascensión de sujeto a sujeto”. Nótese que, en 44b, una
vez que el sujeto de la subordinada asciende a la posición de sujeto de la matriz se
deja de marcar en la subordinada.

(44) a. chonko-Ø [i-jul-el] che=x tyi ke i-ña’ty-añ-Ø-o’


prg-b3 a3-llegar-nf así=ya prfv empezar a3-saber-vtd-b3-pl
‘Está llegando, así comenzaron a pensar ya.’ (Txt)

b. chonkol-ety [tyi __troñ-el] che’ñak jiñ


prg-b2 p/sub trabajar-nf cuando eso
‘Estabas trabajando en ese entonces.’ (Txt)

La operación de ascensión da como resultado la saturación de la valencia del


predicado matriz, con lo cual cancela la posibilidad de que el complemento se

Libro4Final4OCT.indb 326 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 327

exprese como argumento sintáctico del predicado matriz. Por esta razón, en esta
operación sintáctica también se requiere una cabeza de la cual pueda depender el
elemento subordinado. Esta función la llena tyi, que aparece entre los dos predi-
cados para señalar una relación de subordinación. La ausencia de tyi en las estruc-
turas con ascensión resulta en una construcción agramatical, como se puede notar
en 45b.

(45) a. chonkol-oñ [tyi __ och-el]


prg-b1 p/sub entrar-nf
‘Estoy entrando.’

b * chonkol-oñ [ __ och-el]
prg-b1 entrar-nf
Lectura buscada: ‘Estoy entrando.’

La operación de ascensión puede tener dos distintos resultados en el verbo en


función de complemento. En el ejemplo 45a, el sujeto ascendido ejerce control
estructural sobre el argumento del complemento. Una segunda alternativa, ilus-
trada en 46a, se presenta cuando el sujeto ascendido ejerce control inherente sobre
el sujeto del complemento, es decir, el argumento ascendido deja copia en el com-
plemento. La preposición/complementante no se manifiesta en la estructura de
“ascensión con copia”, como lo muestra la estructura agramatical en 46b.

(46) a. chonkol-oñ k-och-el


prg-b1 a1-entrar-nf
‘Estoy entrando.’

b. * chonkol-oñ [tyi k-och-el]


prg-b1 p/sub a1-entrar-nf
Lectura buscada: ‘Estoy entrando.’

Al igual que en jakalteko (Craig, 1977: 357-361), en el cual la estructura


causativa con el verbo matriz a’a’, “hacer”, dispara el fenómeno de ascensión de
sujeto del complemento a objeto de matriz, en chol también se registra la ascensión
en las construcciones causativas. En el ejemplo 47, la marca de absolutivo de
segunda­persona en el predicado matriz xik’, “obligar”, en función de objeto, es
correferencial con el sujeto omitido del verbo wäy-el, “dormir”. Por lo tanto, en el
ejemplo 47 se registra una operación de ascensión de sujeto de la subordinada a

Libro4Final4OCT.indb 327 07/10/13 12:58


328 Juan J. Vázquez Álvarez

objeto de la matriz, lo que provoca que se sature la valencia del verbo matriz de
manera similar a lo que ocurre en 44b y 45a. La saturación de la valencia del verbo
matriz requiere que el predicado subordinado sea encabezado por la preposición/
subordinador tyi. Nótese también que con la ascensión de sujeto a objeto, el objeto­
de la matriz ejerce control estructural sobre el sujeto de la subordinada.

(47) mi ki-xik’-etyj [tyi __j wäy-el]


impf a1-obligar-b2 p/sub dormir-nf
‘Te obligo a dormir.’

Éste es el mismo patrón que siguen los verbos de percepción directa.

(48) mi ki-il-añ-etyj [tyi __j wuts’-oñ-el]


impf a1-ver-vtd-b2 p/sub lavar.ropa-ap-nf
‘Te veo lavar ropa.’

(49) mi ki-u’b-iñ-etyj [tyi __j ñojk’]


impf a1-escuchar-vtd-b2 p/sub roncar
‘Te escucho roncar.’

Los ejemplos 48 y 49, en los que la operación de ascensión toma lugar, son
estructuralmente distintos a los casos en los que los mismos verbos de percepción
reciben como complementos cláusulas sin aspecto pero con sujetos in situ. Nótese
que, en los ejemplos 50 y 51, la marca de absolutivo en el verbo matriz es tercera
persona que registra al argumento objeto en la forma de cláusula de complemento
no finita con persona y sin aspecto.

(50) tyi k-il-ä-Ø a-wuts’-oñ-el


prfv a1-ver-vtd-b3 a2-lavar.ropa-ap-nf
‘Vi que lavabas ropa.’
(Lit. ‘Vi tu lavar ropa.’)

(51) tyi k-u’b-i-Ø aw-oñ-el


prfv a1-escuchar-vtd-b3 a2-gritar-nf
‘Escuché que gritabas.’
(Lit. ‘Escuché tu gritar.’)

Libro4Final4OCT.indb 328 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 329

En síntesis, las construcciones con cláusulas no finitas, en chol, siguen las


predicciones de Stiebels (2007: 4) en el sentido de que “en la mayoría de las lenguas
los complementos infinitivos pueden ‘sobrevivir’ únicamente en estructuras de
control o ascensión”. El control estructural en chol se observa en todos los com-
plementos no finitos, pero sólo en los introducidos por preposición/subordinador
se emplea la ascensión.

11.9. Integración sintáctica en las cláusulas de complemento no finitas

En el ejemplo 17, se destacó que la cláusula independiente puede tener una expan-
sión máxima con el siguiente orden: [neg + [ffnn en foco + [deixis + [predica-
ción secundaria + [asp + [núcleo]]]]]]. También se destacó que el linde izquier-
do de la cláusula es señalado por clíticos de segunda posición. En Vázquez Álvarez
(2007), se discuten los tres tipos de cláusulas de complemento que existen en chol.
El primer tipo es precedido por el complementante che’ o mi, dependiendo de si el
complemento es aseverativo o interrogativo. Este tipo de complemento puede
tomar todos los elementos de la cláusula simple. Por ejemplo, el complemento, en
52, tiene la forma indicativa y el verbo es precedido por la marca de aspecto per-
fectivo, donde se encuentra alojado el clítico aseverativo äch. El hecho de que se
permita la presencia de un clítico de segunda posición en el complemento sugiere
que la cláusula tiene independencia sintáctica respecto a la cláusula que le precede.

(52) tyi k-u’b-i-Ø [che’ tsä’=äch jul-i-Ø


prfv a1-escuchar-vtd-b3 comp prfv=asev llegar-vi-b3
aj-Wañ]
clf-Juan]
‘Escuché que sí llegó Juan.’

Existen otras tres evidencias que muestran la independencia sintáctica entre


las dos cláusulas. Primero, cada cláusula puede tomar marcas de negación con
alcance­independiente (53). Segundo, en este tipo de cláusula de complemento,
los argumentos del predicado matriz no disparan control estructural o inherente
sobre los argumentos del predicado del complemento. El verbo matriz, en el ejem-
plo 53, tiene como sujeto a una primera persona y como objeto al complemento.
En el mismo ejemplo, los dos argumentos de la cláusula de complemento no son
correferenciales con ninguno de los argumentos del verbo matriz.

Libro4Final4OCT.indb 329 07/10/13 12:58


330 Juan J. Vázquez Álvarez

(53) ma’añ tyi k-su’b-u-Ø [che’ ma’añ tyi i-bajb-e-Ø


neg prfv a1-decir-vt-b3 comp neg prfv a3-golpear-vtd-b3
ts’i’ aj-Wañ]
perro clf-Juan
‘No avisé que Juan no le pegó al perro.’

Y tercero, el aspecto de las dos cláusulas puede no concordar, como en el ejem-


plo 54.

(54) tyi k-su’b-u-Ø [che’ mi i-bajb-eñ-Ø ts’i’


prfv a1-decir-vt-b3 comp impf a3-golpear-vtd-b3 perro
aj-Wañ]
clf-Juan
‘Avisé que Juan le pega al perro.’

En contraste, las cláusulas de complemento no finitas sí exhiben dependencia


sintáctica respecto a la cláusula matriz. En primer lugar, las cláusulas no finitas no
pueden hospedar clíticos de segunda posición, como lo muestran los ejemplos mal
formados en 55b y 56b.

(55) a. mu’=ix k-mul-añ-Ø [ __ xämb-al]


impf=ya a1-gustar-vtd-b3 caminar-nf ]
‘Ya me gusta caminar.’

b. * mi k-mul-añ-Ø [ __ xämb-al=ix]
impf a1-gustar-vtd-b3 caminar-nf=ya]
Lectura buscada: ‘Me gusta que ya camine.’

(56) a. tsa’=ix k-il-ä-y-ety [tyi __ wäy-el]


prfv=ya a1-ver-vtd-epn-b2 p/sub dormir-nf
‘Ya te vi dormir.’

b. * tyi k-il-ä-y-ety [tyi __ wäy-el=ix]


prfv a1-ver-vtd-epn-b2 p/sub dormir-nf=ya
Lectura buscada: ‘Te vi que ya dormías.’

Libro4Final4OCT.indb 330 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 331

En segundo lugar, las cláusulas no finitas no pueden recibir marcas de nega-


ción, tal como se puede observar en la agramaticalidad de 57b y 58b. La marca de
negación en el verbo matriz tiene alcance sobre el segundo verbo.

(57) a. ma’añ mi k-mul-añ-Ø [ __ xämb-al]


neg impf a1-gustar-vtd-b3 caminar-nf ]
‘No me gusta caminar.’

b. * mi k-mul-añ-Ø [ma’añ __ xämb-al]


impf a1-gustar-vtd-b3 neg caminar-nf ]
Lectura buscada: ‘Me gusta no caminar.’

(58) a. ma’añ tyi k-il-ä-y-ety [tyi __ wäy-el]


neg prfv a1-ver-vtd-epn-b2 p/sub dormir-nf
‘No te vi dormir.’

b. * tyi k-il-ä-y-ety [tyi ma’añ __ wäy-el]


prfv a1-ver-vtd-epn-b2 p/sub neg dormir-nf
Interpretación literal buscada: ‘Te vi no dormir.’

Y tercero, las cláusulas subordinadas no finitas, como su nombre lo indica, no


aceptan marcas de aspecto. En la sección “realización de argumentos en las cláu-
sulas no finitas”, también se demostró que el sujeto nocional del verbo no finito se
codifica únicamente con marcas explícitas de persona en el verbo matriz.

11.10. Contraste entre formas no finitas y nominales

Los verbos intransitivos no finitos en lenguas mayas también han sido llamados
verbos nominalizados o sustantivos verbales. Para el caso chol, hay varias razones
que motivan tales conclusiones. Una razón es que, como he demostrado en este
capítulo, la cláusula no finita puede fungir como argumento de la misma manera
que un sustantivo canónico, como en el ejemplo 59a.

(59) a. y-om-Ø nailuj


a3-querer-b3 naylon
‘Quiere nylon (bolsa de plástico).’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 331 07/10/13 12:58


332 Juan J. Vázquez Álvarez

b. y-om-Ø [koty-äñ-ty-el]
a3-querer-b3 ayudar-vtd-pas-nf
‘Quiere ser ayudado.’ (Txt)

Otra razón consiste en que algunos verbos sin aspecto pueden tomar el juego
a en ambientes sintácticos específicos (véanse los ejemplos 50 y 51). El chol com-
parte esta propiedad con otras lenguas mayas, tal como el kaqchikel (Rodríguez y
García, 1997: 109), k’ichee’ (López Ixkoy, 1997: 137-140), q’anjob’al (véase el
capítulo 9) y mam (véase el capítulo 10). Es importante mencionar que, en las
lenguas mayas, los prefijos del juego a funcionan como poseedores de sustantivos
(60a). Por lo tanto, los verbos no finitos que toman marcadores de sujeto en la
forma de marcadores del juego a pueden interpretarse como formas nominalizadas
poseídas, como en el ejemplo 60b.

(60) a. tyi k-il-ä-Ø i-ts’i’ aj-Wañ


prfv a1-ver-vtd-b3 a3-perro clf-Juan
‘Vi el perro de Juan.’

b. tyi k-il-ä-Ø y-ixm-äñ-ty-el ixim


prfv a1-ver-vtd-b3 a3-desgranar-vtd-pas-nf maíz
‘Vi la desgranada del maíz.’

Por último, la preposición tyi introduce sintagmas nominales oblicuos, como


en 61, y sirve también para introducir algunas cláusulas de complemento no finitas,­
como en 62, lo que sugiere el origen nominal de estas formas verbales.

(61) ya’=tyo tyi k-tyech-e-loñ (tyi la-k-lumal=i)


allí=todavía prfv a1-comenzar-vt-1pl p pl-a1-Tila=cl
‘Todavía lo comenzamos en nuestro pueblo de Tila.’ (Txt)

(62) tyi kej-i-y-Ø-o’ [tyi __ jul-el]


prfv empezar-vi-epn-b3-pl p/sub llegar.aquí-nf
‘Comenzaron a llegar aquí.’ (Txt)

Hay más elementos morfosintácticos que reflejan similitudes adicionales entre


los sustantivos plenos y los complementos no finitos. Por ejemplo, ni los verbos no
finitos (63a) ni los nominales (63b) pueden ser negados como complementos u
objetos de verbos principales. La partícula de negación aparece al principio de la

Libro4Final4OCT.indb 332 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 333

construcción compleja y tiene alcance sobre toda la construcción. En este sentido,


las formas no finitas se comportan de manera similar que los nominales.

(63) a. ba’ mach k-om-Ø-la [(*mach) majl-el]


donde neg a1-querer-b3-1pl ir-nf
‘Donde no queremos ir.’ (Txt)

b.
mach y-om-Ø (*mach) kajpej
neg a3-querer-b3 café
‘No quiere café.’ (Txt)

Sin embargo, existen diferencias distribucionales. A diferencia de los nominales­


en función de objeto directo (64b), las cláusulas no finitas no pueden ser extraídas
a posición de foco (64a).

(64) a. ? jiñ tyä’l-äñ-ty-el mi k-mul-añ-Ø


foc molestar-vtd-pas-nf impf a1-gustar-vtd-b3
Lectura buscada: ‘Ser molestado, me gusta.’

b.
mach jiñ ch’aj=bä-Ø otyoty mi’ (i)-su’b-eñ-Ø-o’
neg foc amargo=rel-b3 casa impf a3-decir-vtd-b3-pl
‘No es el que casa-amarga le dicen.’11 (Txt)

Otra diferencia consiste en el hecho de que las cláusulas no finitas no pueden


ser modificadas por adjetivos o cláusulas relativas (65b), mientras que los nominales­
sí toman esos modificadores (65a).

(65) a. baki mi’ (i)majl-e(l) li päk’mejñ-Ø=ix=bä i-tye’el


dónde impf a3-ir-nf det podrido-b3=ya=rel a3-palo
che’jiñ
entonces
‘¿Y entonces a dónde mandan sus palos podridos?’ (Txt)

b. * mi k-mul-añ-Ø kolem jujp’-el


impf a1-gustar-vtd-b3 grande engordar-nf
Lectura buscada: ‘Me gusta engordar grande.’

11
Ch’ajbä otyoty es el nombre de una cueva.

Libro4Final4OCT.indb 333 07/10/13 12:58


334 Juan J. Vázquez Álvarez

De la misma manera, el complemento no finito no puede ser modificado por


determinantes, tales como numerales (66b) o demostrativos (67b), mientras que
un nominal sí lo hace (66a, 67a).

(66) a. tyi ki i-mel-Ø-ob jum-p’ej kampamentuj


prfv empezar a3-hacer-b3-pl uno-clfn campamento
‘Comenzaron a levantar un campamento.’ (Txt)

b. * k-om-Ø jum-p’ej wäy-el


a1-querer-b3 uno-clfn dormir-nf
Lectura buscada: ‘Quiero un dormir.’

(67) a. mu’=bi i-lok’-e(l) tyi [(*ili) xämb-a(l)] ili la-k-ch’ujle


impf=rep a3-salir-nf p/sub caminar-nf dem pl-a1-alma
‘Dicen que sale a caminar ésta nuestra alma.’ (Txt)

b. ch’äm-ä-Ø=x ma ili mesaj=i, che’eñ


llevar-impt-b3=ya dir:ir dem mesa=cl dice
‘¡Llévate ya esta mesa!, dijo.’ (Txt)

Por último, en el chol de Tila, el determinante li modifica a los nominales


(68a), pero no a las formas no finitas (68b).

(68) a. tyi i-säkl-ä-y-Ø-o’ li pächij


prfv a3-buscar-vt-epn-b3-pl det cuero
‘Buscaron el cuero.’ (Txt)

b. * tyi i-säkl-ä-y-Ø-o’ li k’ay


prfv a3-buscar-vt-epn-b3-pl det cantar
Lectura buscada: ‘Buscaron cantar.’

Cabe destacar que algunos verbos agentivos, como ojbal, “toser”, o verbos an­ti­
pasivizados, que también exhiben un comportamiento agentivo, pueden ofrecer­una
lectura nominal sin necesidad de mayor derivación morfológica; es decir, ojbal pue-
de interpretarse como “toser” o “tos”.12 Por ello es posible encontrar li antes de verbos
agentivos, propiciando una lectura nominal, como en los siguientes­ejemplos.

12
Véase la lista de este grupo en Zavala Maldonado, 2005.

Libro4Final4OCT.indb 334 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 335

(69) a. mi i-cha’ ñäm-el li ojbal bixetyik


impf a3-otra.vez pasar-nf det tos a.veces
‘A veces vuelve a pasar la tos.’ (Txt)

b. chonkol i-ñop-Ø li k’el-juñ


prg a3-probar-b3 det ver-papel
‘Está intentando el estudio.’ (Txt)

Una estrategia de desnominalización es por medio del uso de un marcador de


clase nominal; situación que genera un ambiente propicio para la aparición del
determinante li, como en el siguiente ejemplo.

(70) tyi k’oty-i-y-Ø-o’ li aj-soñ-o’


prfv llegar-vi-epn-b3-pl det clf-bailar-pl
‘Llegaron los bailarines.’ (Txt)

En síntesis, las cláusulas no finitas no tienen el mismo comportamiento que


los sustantivos plenos y sólo comparten algunas de sus propiedades.

11.11. Verbos de movimiento y cláusulas no finitas con subordinador

Los verbos de movimiento del chol toman cláusulas de propósito con la forma de
verbos no finitos introducidos por tyi, lo que los hace estructuralmente idénticos
a los predicados intransitivos aspectuales (véase la sección “complementos intodu-
cidos por preposición/subordinador). Esta particularidad no es común a las lenguas
mayas que tienen cláusulas de complemento introducidos por preposición/subor-
dinante, por ejemplo el tzutujil, en el que sólo los predicados matrices con sentido
aspectual toman complementos seguidos por la preposición cognada con tyi (Day­
ley­, 1985: 394).
En las cláusulas de movimiento con propósito de los ejemplos 71a y 71b, el
marcador de sujeto únicamente se expresa en el primer verbo, con juego b, en 71a,
o con juego a, en 71b, debido a que es un contexto en el cual toma lugar la ergati­
vidad mixta. El sujeto nocional del verbo no finito introducido por tyi aparece
controlado estructuralmente por el sujeto del primer verbo.

(71) a. tyi majl-i-y-Ø-ob [tyi __ mäñ-oñ-el]


prfv ir-vi-epn-b3-pl p/sub comprar-ap-nf
‘Se fueron a comprar.’

Libro4Final4OCT.indb 335 07/10/13 12:58


336 Juan J. Vázquez Álvarez

b. mi i-majl-el-ob [tyi __ mäñ-oñ-el]


impf a3-ir-nf-pl p/sub comprar-ap-nf
‘Se van a comprar.’ (Txt)

En chol, los verbos de movimiento que participan en esta estructura son:


majlel, “ir”; julel, “llegar aquí”; k’otyel, “llegar allá”; ajñel, “llegar”; käytyäl,“quedarse”;
letsel, “subir”; ju’bel, “bajar”; ochel, “entrar”; lok’el,“salir”; ñämel,“pasar”.
A pesar de la semejanza estructural, no se puede proponer una estructura con
ascensión con los verbos de movimiento ya que el sujeto marcado en el verbo
matriz de movimiento es el sujeto original de la construcción. Por esta razón, las
estructuras de movimiento con propósito, como las del ejemplo 71, se tienen que
analizar como un caso de control estructural sin ascensión, mientras que las estruc-
turas de complementos no finitos genuinos, como las de 44b y 45a, son casos de
ascensión con control estructural.
Del mismo modo como ocurre con los intransitivos aspectuales, la ausencia
del subordinador tyi en la cláusula de propósito obliga a que el sujeto de la subor-
dinada se exprese explícitamente como un caso de control inherente.

(72) tyi jul-i-y-oñ [k-päty-otyoty]


prfv llegar.aquí-vi-epn-b1 a1-hacer-casa
‘Llegué aquí a hacer casa.’

Las cláusulas de propósito, en chol, son diferentes a las del jakalteko y del tzu­
tujil por varias razones. En primer lugar, en chol, la preposición tyi introduce
adjun­tos, mientras que, en jakalteko, no hay una preposición genérica que marque
explícitamente los adjuntos locativos ni que introduzca cláusulas subordinadas no
finitas; por lo tanto, en jakalteko, no es posible observar si los complementos no fi-
nitos son tratados como formas adverbiales. Contrástense los adjuntos locativos
del jakalteko (73), con los del chol (74).

(73) jakalteko
x-Ø-ul hin-mam w-atut
asp-b3-venir a1-papa a1-casa
‘Mi papá vino a mi casa.’ (Craig, 1977: 116.)

(74) chol
tyi jul-i-Ø k-papa tyi k-otyoty
perf llegar-vi-b3 a1-papa p a1-casa
‘Mi papá vino a mi casa.’

Libro4Final4OCT.indb 336 07/10/13 12:58


Dos tipos de cláusulas no finitas en chol 337

En segundo lugar, los verbos de movimiento, en chol, no son parte de cons-


trucciones de movimiento asociado, como las del tzutujil. En tzutujil, el verbo de
movimiento junto con el segundo verbo forma un predicado complejo (75), mien-
tras que, en chol, forman una estructura compleja con subordinación (76).

(75) tzutujil
x-in-ee-war-i
prfv-b1-ir-dormir-ei
‘Fui y dormí.’ (Dayley, 1985: 98.)

(76) chol
tyi majl-i-y-oñ tyi wäy-el
prfv ir-vi-epn-b1 p/sub dormir-nf
‘Fui a dormir.’

En resumen, a pesar de que las estructuras de movimiento con propósito son


estructuralmente similares a las de complemento no finito que tienen a verbos
aspectuales como verbos matrices, las diferencias entre una y otra estructura son
profundas. Primero, en la estructura de complemento no finito con subordinador
opera la regla de ascensión, mientras que en la de propósito sólo opera la regla de
control estructural. Y segundo, mientras que, en las cláusulas de complemento, la
presencia del subordinador es resultado de la necesidad del complemento de ser
regido por un núcleo estructural al ocurrir la ascensión, en las de propósito, la
preposición/subordinador es parte de la construcción original que hace equiparable­
semánticamente la cláusula de propósito con la meta que selecciona la estructura
argumental del verbo matriz.

11.12. Conclusiones

En este capítulo he mostrado que hay dos contextos en chol en los que los verbos
sin flexión para persona y aspecto pueden aparecer. El primer contexto se refiere al
complemento no finito simple. En este tipo de estructura, el verbo matriz es
siempre­transitivo y el sujeto se identifica con el argumento elidido en la cláusula
subordinada; es decir, hay control estructural. El segundo contexto de uso de las
formas no finitas toma lugar en los complementos introducidos por la preposición/
subordinador tyi. En esta estructura, el sujeto omitido de la cláusula subordinada
se codifica en la cláusula matriz como argumento ascendido. Existen dos posiciones­

Libro4Final4OCT.indb 337 07/10/13 12:58


338 Juan J. Vázquez Álvarez

a las que puede ascender un sujeto de una subordinada: a sujeto o a objeto de la


matriz. La ascensión del sujeto de la subordinada a sujeto de la matriz satura
la valencia del verbo matriz, lo que dispara la necesidad de que el complemento
sea regido por una cabeza estructural que se materializa en la preposición/
subordinant­e tyi. En el caso de las estructuras de complemento con verbos matri-
ces transitivos de percepción directa y de manipulación, la ascensión que toma lugar
es de sujeto de la subordinada a objeto de la matriz, lo que también provoca que se
sature la valencia del verbo matriz, y esto, a su vez, provoca que el verbo subordi-
nado sea encabezado por tyi.
Al igual que la mayoría de las lenguas mayas, el chol sólo cuenta con predicados­
intransitivos no finitos. Para que las raíces transitivas funcionen como verbos no
finitos se requiere que reduzcan su valencia verbal y pasen a ser verbos intransitivos
mediante operaciones como la pasivización y la antipasivización (compárese esto
con hechos semejantes en el q’anjob’al, el mam y el k’ichee’, en los capítulos 9 y
10, y en López Ixkoy, 1997, respectivamente; el caso del tseltal es una notable
excepción, (véase el capítulo 12).
Otro hecho particular del chol es que la marcación morfológica del estatus no
finito no es uniforme para todos los verbos. Este comportamiento contrasta con
lo reportado en otras lenguas mayas. Por ejemplo, los verbos no finitos en la posi-
ción de complemento, en el kaqchikel, son marcados con el sufijo infinitivo -ïk
(Rodríguez y García, 1997: 107); las construcciones infinitivas, en el mam, llevan
el sufijo -l (England, 2006; véase también el capítulo 10) y la no finitud para los
intransitivos del q’anjob’al se marca con -oq (véase el capítulo 9). Entre las clases
verbales que toman el sufijo no finito ‑vl en chol, se destacan: los intransitivos no
agentivos, las formas derivadas mediante las voces pasiva y antipasiva absolutiva,
los posicionales derivados y algunos agentivos (véanse las clasificaciones de Gutié-
rrez Sánchez, 2004; Zavala Maldonado, 2005).
Los contrastes morfosintácticos entre las formas no finitas y los sustantivos pro-
totípicos, en chol, sugieren que los primeros no tienen las mismas propiedades que
los sustantivos. Los únicos rasgos que comparten ambos son la posibilidad de ser
precedidos por la preposición tyi y la imposibilidad de ser negados independiente-
mente cuando funcionan como argumentos. Puesto que los predicados no finitos no
poseen todas las propiedades de un verbo prototípico, tales como la flexión para
persona y aspecto, pero tampoco poseen las propiedades de un nominal, podemos
concluir por ahora que éstos representan un tipo especial de cláusulas que no son
plenamente verbales ni nominales. El presente estudio es una contribución al traba-
jo comparativo que va a permitir acercarnos al entendimiento del estatus preciso de
las cláusulas no finitas en el interior de cada lengua y rama de la familia.

Libro4Final4OCT.indb 338 07/10/13 12:58


12. Infinitivos transitivos:
innovaciones del tseltal en la familia maya1

Gilles Polian*

12.1. Introducción

Las lenguas de la familia maya poseen diversos mecanismos para derivar infinitivos
y/o sustantivos verbales, pero estos mecanismos se restringen a verbos intransitivos,
radicales o derivados. Es decir, los verbos transitivos deben sufrir primero una re-
ducción de valencia antes de poder producir un infinitivo o un sustantivo verbal.
Esta reducción de valencia puede ser por medio de un pasivo (supresión del agente­)
o de un antipasivo (supresión del paciente). En consecuencia, las lenguas de la
familia maya presentan una restricción sobre la formación de infinitivos propiamen­
te­ transitivos.
En este capítulo describo las formas no finitas (infinitivos y/o sustantivos
verba­les) del tseltal. Muestro, por una parte, que el tseltal es muy similar a otras
lenguas mayas, y en particular al chol, respecto a sus formas no finitas intransitivas,
que son básicamente sustantivos verbales. Pero, por otra parte, se observa en tseltal
una gran diversidad de recursos para derivar formas no finitas de verbos transitivos,
entre los cuales destaca el surgimiento de infinitivos propiamente transitivos por
reanálisis de sustantivos verbales pasivos. En este trabajo muestro que las formas
no finitas transitivas del tseltal conforman un ámbito gramatical complejo e inesta­
ble, en el que se ponen en juego varias estrategias, a veces contradictorias, alternán-
dose en las variantes dialectales de esta lengua.

1
Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en el V Congreso de Estudios Mayas, en la
ciu­dad de Guatemala, del 6 al 8 de agosto de 2003. Una versión más elaborada fue presentada, en
colaboración con Roberto Sántiz Gómez, en el taller impartido por Judith Aissen, Complementación
en Lenguas de Mesoamérica, Antigua Guatemala, okma, agosto de 2007. En sus diferentes etapas, se
enriqueció con los comentarios de diferentes personas, a las que agradezco: Nora England, Clifton
Pye, Judith Aissen, María de Jesús Gómez K’ulub, Juan Méndez Girón, Pedro López Gómez y Jaime
Pérez González. Asimismo, agradezco a Enrique L. Palancar y a Roberto Zavala Maldonado por la
coordinación y corrección de este trabajo, a quienes deslindo de todo error u omisión que pudiera
encontrarse.
* ciesas-Sureste.

339

Libro4Final4OCT.indb 339 07/10/13 12:58


340 Gilles Polian

Este capítulo está organizado de la siguiente manera: en la siguiente sección,


presento los rasgos tipológicos y gramaticales del tseltal relevantes para la exposi-
ción del problema. Después, introduzco el concepto de finitud, reviso su manifes-
tación en la familia maya e introduzco las formas no finitas del tseltal. A
continuación,­presento pruebas de nominalidad que caracterizan a ciertas de estas
formas no finitas como sustantivos verbales. En la sección “usos de las formas no
finitas”, presento los usos de estas formas no finitas como infinitivos. En la sección
que le sigue, analizo el desarrollo de los infinitivos transitivos en tseltal, y concluyo
revisando las manifestaciones de los infinitivos transitivos en otras variantes dia-
lectales.

12.2. Introducción al tseltal

El tseltal es una lengua maya del grupo occidental, moderadamente cercano al chol
y muy cercano al tsotsil. La mayor parte de los datos de este trabajo provienen de
la variante de Oxchuc (tseltal central), pero en las conclusiones presento datos de
otras variantes. Es una lengua aglutinante, de marcación en el núcleo. En el nivel
sintáctico, es de verbo inicial, siendo voa el orden más frecuente de los constitu-
yentes en la oración transitiva. Es una lengua morfológicamente ergativa: los verbos
intransitivos, así como los predicados no verbales, toman un sufijo del juego abso-
lutivo, llamado juego b en la lingüística maya, como en el ejemplo 1. Los mismos
sufijos marcan el objeto de los verbos transitivos, mientras que el agente de estos
verbos es marcado por un prefijo personal ergativo de juego a, como en 2.

(1) ya x-lok’-on
inc inc.in-salir-b1sg
‘Salgo.’

(2) ya a-koltay-on
inc a2-ayudar-b1sg
‘Me ayudas.’

Aparte de los afijos de persona, los verbos, como en los ejemplos 1 y 2, llevan
las marcas de aspecto que aparecen en el cuadro 12.1.

Libro4Final4OCT.indb 340 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 341

Cuadro 1
Marcas de aspecto verbal
Aspectos Verbos intransitivos Verbos transitivos

Incompletivo ya x-v ya v

Completivo Øv la v
v-oj (perfecto activo)
Perfecto v-em
v-bil (perfecto pasivo)
Progresivo yakal + forma no finita yakal + forma no finita

Fuente: elaboración propia.

Tal como se ve en el cuadro 12.1, los aspectos verbales se marcan mediante


auxiliares preverbales, afijos (prefijos o sufijos), y una construcción perifrástica en
el caso del aspecto progresivo, con el auxiliar yakal combinado, de varios modos
posibles, con una forma no finita (véase la sección “construcción progresiva”).
También existe un aspecto no marcado: el aspecto completivo para los verbos
intransitivos.­En los ejemplos, se utiliza el prefijo cero (Ø) para hacer explícito
este aspecto.
El tseltal es una lengua de objeto primario (Dryer, 1986): en una oración
bitransitiva,­el tercer argumento, con semántica de receptor o benefactivo, es el que
concuerda con el sufijo absolutivo sobre el verbo. Además, el incremento de la
valencia verbal se señala en el verbo con un sufijo aplicativo -b(ey).

(3) la jk-ak’-b-at lo’bal


inc a1-dar-ben-b2sg plátano
‘Te di plátanos.’

A diferencia de los verbos, los predicados no verbales no toman aspecto ni


cópula y marcan su sujeto con el marcador del juego absolutivo. Este rasgo de los
predicados no verbales se ilustra con un sustantivo en 4a y con un adjetivo en 4b.

(4) a. ants-on
mujer-b1sg
‘Soy mujer.’

Libro4Final4OCT.indb 341 07/10/13 12:58


342 Gilles Polian

b. muk’-otik
grande-b1pl
‘Somos grandes.’

Los predicados no verbales, incluyendo los participios deverbales, se oponen


a los verbos en que pueden tomar el sufijo de irrealis -uk cuando son negados,
como el predicado nominal en 5a. Los verbos en aspecto perfecto, introducidos en
el cuadro 12.1, son en realidad participios, lo cual se confirma con el hecho de que
también toman -uk, como en 5b. En cambio, los verbos en los aspectos c­ ompletivo
e incompletivo nunca toman -uk con la negación, tal como se ve en la agramatica-
lidad de su inserción en 5c.

(5) a. ma alal-uk-at=ix
neg niño-irr-b2sg=ya
‘Ya no eres un niño.’

b. ma och-em-uk-on
neg entrar-prf.in-irr-b1sg
‘No he entrado.’

c. ma Ø-och(*-uk)-on
neg com.in-entrar-irr-b1sg
‘No entré.’

Finalmente, resulta relevante para este estudio resaltar que los prefijos de juego
a, que marcan el agente de los verbos transitivos, también funcionan como prefijos
posesivos con los sustantivos, como se ilustra en el ejemplo 6 con el prefijo y-.

(6) Ø-ch’i-Ø=ix y-ixim


com.in-crecer-b3=ya a3-maíz
‘Ya creció su maíz.’

En el cuadro 12.2, presento las diferentes realizaciones de estos prefijos que


sólo marcan persona y no número. Obsérvese que presentan dos alomorfos, según
si la palabra empieza con consonante o vocal. El plural de una persona gramatical
se marca mediante un sufijo de plural (el singular no se marca).

Libro4Final4OCT.indb 342 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 343

Cuadro 12.2
Prefijos de Juego A (ergativos o posesivos) y sufijos de plural
/_c /_v Plural

1 j- jk- / k- -tik
2 a- aw- -ik
3 s- y- -ik
Fuente: elaboración propia.

Vamos a ver que uno de los problemas centrales de este estudio concierne al
análisis de un prefijo de juego a de tercera persona (a3) que aparece sobre ciertas
formas no finitas. Muestro que este prefijo se origina como marca de posesión,
pero que se reanaliza como prefijo ergativo neutralizado.

12.3. Las formas no finitas del tseltal en una perspectiva maya

12.3.1. Concepto de finitud

Para los fines de este trabajo, recurro a una concepción bastante tradicional de la
finitud según la cual ésta es una propiedad esencialmente de los verbos (aunque no
necesariamente lo sea), presente en muchas lenguas del mundo pero no en todas.
Se habla de un verbo finito cuando éste toma determinada marcación morfológica
que lo identifica como núcleo predicativo principal de una oración, esto es, cuan-
do está plenamente conjugado (Nikolaeva, 2007a, 2007b). Esta marcación puede
incluir categorías gramaticales muy variadas según las lenguas, pero en tseltal, al
igual que en español, se considera que un verbo es plenamente finito cuando lleva
marcas de persona y de tiempo/aspecto. La omisión de estas marcas indica que el
verbo toma formas no finitas, como por ejemplo los infinitivos del español.
Entre las diversas formas no finitas que pueden existir, conviene hacer la dis-
tinción entre los sustantivos verbales, que son propiamente nominalizaciones, y
los infinitivos, que son formas verbales que aparecen en determinados contextos
sintácticos dependientes (subordinados). Adopto para el concepto de “infinitivo”
la definición de Noonan (2007: 67):2

2
En inglés original: “[Infinitives are] verb-like entities that do not bear syntactic relations to their no-
tional subjects; i.e. their subjects do not take nominative case marking or condition verb agreement

Libro4Final4OCT.indb 343 07/10/13 12:58


344 Gilles Polian

[Los infinitivos son] entidades de tipo verbal que no llevan una relación sintáctica con
su sujeto nocional; es decir, su sujeto no toma la marcación de caso nominativo o no
condiciona concordancia verbal [...], y tampoco está marcado en el caso genitivo,
como podría estar marcado un sujeto de una nominalización. Los sujetos nocionales
de los infinitivos son típicamente omitidos por correferencia con el sujeto­del predi-
cado principal [omisión del mismo sujeto], ascendidos, o hechos­el objeto de una adpo­
sición [...]. Pero ya que los infinitivos son de tipo verbal, las relaciones que establezcan
con sus objetos [...] son las mismas que las establecidas por verbos en cláusulas inde-
pendientes. [la traducción es mía.]

El problema puede residir en que, según el contexto sintáctico en el que aparece­,


una misma forma puede a veces funcionar más como una nominalización o más
como un infinitivo. Ésta es precisamente la dificultad inherente a la identificación
de infinitivos en varias lenguas del mundo, y lo que los conforma muchas veces
como una categoría mixta, intermedia. Por esta misma dificultad, uso en este traba­
jo el término “forma no finita”, como una estrategia terminológica que permite
dejar en la indeterminación la oposición “sustantivo verbal” versus “infinitivo”.

12.3.2. La finitud en algunas lenguas mayas

En la introducción hice alusión al hecho de que, en varias lenguas mayas descritas


en la literatura, destaca la ausencia de infinitivos propiamente transitivos. Siguien-
do la definición de Noonan (2007), esto significa que no se presentan formas no
finitas derivadas de verbos transitivos que conserven inalterada su relación sintác-
tica con su objeto.
Ilustro aquí este punto con datos del chol (Vázquez Álvarez, 2007; véase
también­el capítulo 11). El chol posee infinitivos intransitivos derivados mediante­
un sufijo -el, como en 7. 3

[...], nor are they marked in the genitive case, as a subject of a nominalization might be marked. The
notional subjects of infinitives are typically equi-deleted, raised, or made objects of adpositions [...].
But because infinitives are verb-like, the relations that they may establish with their objects [...] are
the same as those established by verbs in s-like complements”.
3
Vázquez Álvarez (véase el capítulo 11) muestra que estas formas presentan ciertas propiedades de los
sustantivos, por lo cual el sufijo -el, en una perspectiva tipológica, debe verse como una estrategia de
nominalización, y estas formas no finitas pueden considerarse, al menos parcialmente, como sustan-
tivos verbales. Sin embargo, respeto aquí la decisión de ese autor de llamarlas “infinitivos”, en razón
de que presentan también divergencias gramaticales notables para con los sustantivos canónicos.

Libro4Final4OCT.indb 344 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 345

En cambio, los verbos transitivos no aceptan directamente­este sufijo, con o


sin objeto, tal como se ilustra en la imposibilidad de 8.4

(7) chol
mi k-mulañ-Ø [wäy-el]
inc a1-gustar-b3 dormir-nf
‘Me gusta dormir.’

(8) chol
a. * mi k-mulañ-Ø [ch’äl-el]
inc a1-gustar-b3 adornar-nf
Lectura buscada: ‘Me gusta adornar.’

b. * mi k-mulañ-Ø [ch’äl-el k-otyoty]


inc a1-gustar-b3 adornar-nf a1-casa
Lectura buscada: ‘Me gusta adornar mi casa.’

La única manera en que las raíces transitivas acepten el sufijo -el es mediante
la intransitivización sintáctica por medio del pasivo, como en 9, o del antipasivo,
como en 10.

(9) chol
mi k-mulañ-Ø [ch’ä<j>l-el]
inc a1-gustar-b3 adornar<pas>-nf
‘Me gusta ser adornado (por ejemplo, que me vistan de manera elegante).’

(10) chol
mi k-mulañ-Ø [ch’äl-oñ-el]
inc a1-gustar-b3 adornar-ap-nf
‘Me gusta adornar (cosas o gente).’

De forma interesante, no existe manera, en chol, de construir un infinitivo


tran­sitivo que mantenga la relación sintáctica con su objeto. Si se quiere decir el
equivalente a ‘me gusta adornar mi casa’, no se puede usar un infinitivo, sino otra

4
Agradezco a Juan J. Vázquez Álvarez y Pedro Gutiérrez Sánchez la discusión de los ejemplos de chol
de esta sección.

Libro4Final4OCT.indb 345 07/10/13 12:58


346 Gilles Polian

construcción, que es una cláusula sin aspecto que tiene marcas de persona que
hacen correferencia a los argumentos del predicado, como en 11.

(11) chol
mi k-mulañ-Ø [k-ch’äl-Ø k-otyoty]
inc a1-gustar-b3 a1-adornar-b3 a1-casa
‘Me gusta adornar mi casa.’

Las cláusulas sin aspecto son comunes en muchas lenguas mayas: vienen siendo­
un equivalente funcional de los infinitivos transitivos en otras lenguas. Este tipo
de construcción se ha analizado con pormenores al menos en q’anjob’al (Mateo
Toledo, 2005; véase también el capítulo 9), mam (véase el capítulo 10) y chol
(Vázquez Álvarez 2007; véase también el capítulo 11). Los verbos sin aspecto llevan
marcas de persona, que son eventualmente diferentes a las marcas personales que
reciben los verbos matrices (por ejemplo, en mam y q’anjob’al, toman un patrón
de marcación con ergatividad escindida), y su interpretación aspecto-temporal
depende del contexto sintáctico del verbo matriz. En ciertos casos, la morfología
revela su carácter dependiente en el nivel sintáctico, ya sea que lleven morfemas
especiales o que, por el contrario, carezcan de algún morfema propio de los verbos
independientes (como en el caso del chol, los verbos sin aspecto carecen de los
“sufijos de estatus” de los verbos independientes). En síntesis, los verbos sin aspecto­
son formas intermedias entre verbos finitos e infinitivos.
De manera similar a la forma chol del ejemplo 10, en mam se usan infinitivos
transitivos de tipo antipasivo. El objeto puede ser expresado con estos infinitivos, pero
de forma oblicua, encabezado por el sustantivo relacional ee (véase el capítulo­10),
lo cual no tiene equivalente en chol.

(12) mam
n=ch=ul aaj=x=kya xjaal tzluu’ [b’inchaa-l
inc=b3pl=dir regresar=siempre=3pl.enf gente aquí hacer-inf
t-ee]
a3sg-sr:pac
‘Viene la gente aquí a hacerlo.’

Finalmente, en k’ichee’, se usan formas no finitas pasivas de los verbos transi-


tivos, como en el ejemplo 13 (Mondloch, 1981: 143). [La traducción y adaptación
de glosas es mía]

Libro4Final4OCT.indb 346 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 347

(13) k’ichee’
x-ix-b’ee [pa kuna-x-ik]
com-b2pl-ir p curar-pas-nf
‘Ustedes fueron a ser curados.’

La forma no finita pasiva del ejemplo 13 es similar al infinitivo pasivo del chol
del ejemplo 9: lleva un morfema explícito de pasivo, en este caso el sufijo -x, que
es el mismo que se usa en los verbos finitos. Asimismo, el verbo presenta el sufijo
-ik (/-iik), que Mondloch analiza como un nominalizador. Para expresar infinitivos
transitivos, el k’ichee’ usa este mismo tipo de infinitivos pasivos, pero con prefijo
de posesión: el poseedor codifica entonces al paciente, tal como se ilustra en 14
(Mondloch, 1981: 142).[La traducción y adaptación de glosas es mía]

(14) k’ichee’
x-Ø-ki-maji-j [qa-yaaj-iik]
com-b3sg-a3pl-empezar-vt a1pl-regañar.pas-nf
‘Empezaron a regañarnos.’
(Lit. ‘Empezaron nuestro ser-regañados.’)

Se observa, en 14, el prefijo de posesión qa- de primera persona plural sobre


el infinitivo pasivo, que codifica efectivamente al paciente semántico de ese verbo
no finito. El carácter pasivo de ese verbo es marcado por el alargamiento de la
vocal de la raíz verbal cvc en cvvc, lo cual es el mecanismo regular para ese tipo
de verbos. Nótese que en el ejemplo 14 opera un mecanismo de control estructural­
(Stiebels 2007) entre el sujeto del verbo principal y el agente del infinitivo pasivo,
ya que el sujeto matriz y el agente subordinado deben ser correferenciales, lo que
implica que este ejemplo no se interprete como “empezaron a (hacer) que seamos
regañados (por otra persona)”. Falta averiguar, para el caso del k’ichee’, si se trata
de un mecanismo sólo pragmático, que pudiera ser cancelado bajo las circunstancias­
adecuadas, o si se trata en efecto de un mecanismo sintáctico sistemático.
En esta sección ilustré varias maneras en que diferentes lenguas mayas evitan
la formación de infinitivos propiamente transitivos, principalmente usando formas
antipasivas y/o pasivas, y reintroduciendo eventualmente el argumento paciente
mediante un sustantivo relacional, o codificándolo como poseedor. Es relevante
recordar asimismo que varias lenguas mayas favorecen otra estrategia en lugar
de infinitivos transitivos: el uso de verbos sin aspecto y con persona, más cercanos
a los verbos finitos.

Libro4Final4OCT.indb 347 07/10/13 12:58


348 Gilles Polian

12.3.3. las formas no finitas del tseltal

El tseltal tiene formas no finitas en parte semejantes a las de las otras lenguas mayas,
pero en ciertos ámbitos muestra innovaciones notorias. Primero, se observa que el
tseltal comparte con el chol el sufijo -el que deriva formas no finitas, compárese el
ejemplo 15, del tseltal, con el ejemplo 7, del chol.

(15) ya j-mulan-Ø [way-el]


inc a1-gustar-b3 dormir-nf
‘Me gusta dormir.’

Pero a diferencia del chol, el tseltal permite el uso de este mismo sufijo -el con
los verbos transitivos, como en 16. Sin embargo, en este caso, la interpretación es
obligatoriamente pasiva. Es decir, el morfema -el, en tseltal, en las formas transiti-
vas tiene dos funciones, la de pasivo y la de no finito (compárese el ejemplo 16, del
tseltal, con el ejemplo 9, del chol).

(16) ya j-mulan-Ø [jot’-el]


inc a1-gustar-b3 rascar-nf.pas
‘Me gusta ser rascado.’
Lectura imposible: ‘Me gusta rascar.’

Es probable que las formas VT-el hayan resultado históricamente de la evolu-


ción de formas morfológicamente pasivas, en las que el morfema de pasivo desapa-
reció.5 Analizo, por lo tanto, el sufijo -el sobre los verbos transitivos como marcando­
“no finito pasivo”.
Por otro lado, los verbos transitivos pueden derivar sustantivos verbales de tipo
antipasivo. No existe un sufijo tan general como -el para esta función, sino que hay
una variedad de sufijos posibles. El más frecuente, con las raíces transitivas cvc, es el
sufijo -aw, como en el ejemplo 17 (compárese con el ejemplo 10, del chol).

5
Nótese, por ejemplo, en k’ichee’, que las raíces transitivas cvc terminadas con glotal no permiten el
alargamiento, que es el procedimiento regular de marcación del pasivo con ese tipo de raíces. Por lo
tanto, el infinitivo pasivo se forma aparentemente sobre la misma raíz transitiva, sin modificación
(Mondloch, 1981: 132): ya, “dar” > ya’-ik, “ser dado”. Algo similar ocurriría en el caso del tseltal, pero
de manera generalizada para todo tipo de raíces.

Libro4Final4OCT.indb 348 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 349

(17) ya j-mulan-Ø [jot’-aw]


inc a1-gustar-b3 rascar-nom.ap
‘Me gusta rascar.’

No se puede expresar el paciente con el infinitivo VT-el, tal como se ilustra en


la agramaticalidad de 18, lo que no resulta del todo sorprendente, ya que se trata
de formas pasivizadas que, por lo tanto, no mantienen la misma relación sintáctica­
con el objeto que presentan los verbos activos.

(18) * ya j-mulan-Ø [jot’-el j-jol]


inc a1-gustar-b3 rascar-nf.pas a1-cabeza
Lectura buscada: ‘Me gusta rascarme la cabeza.’

Sin embargo, en tseltal se puede usar estas formas VT-el con una marca de
posesión de tercera persona, como en 19.

(19) ya j-mulan-Ø [s-jot’-el j-jol]


inc a1-gustar-b3 a3-rascar-nf.pas a1-cabeza
‘Me gusta rascarme la cabeza.’

En principio, el constituyente entre corchetes, en el ejemplo 19, es en efecto,


formalemente idéntico a una estructura normal de posesión nominal, como se
ilustra en 20; es decir, se podría interpretar como un sustantivo poseído con prefi-
jo de posesión seguido de la fn dependiente que refiere al poseedor.

(20) ya j-mulan-Ø [s-na Xun]


inc a1-gustar-b3 a3-casa Juan
‘Me gusta la casa de Juan.’

Nótese, además, que tanto en el caso del infinitivo en 19 como en el de los


sustantivos poseídos, la fn que refiere tanto al objeto como al poseedor puede ser
omitida en cada caso, tal como se muestra en 21a y 21b, respectivamente.

(21) a. ya j-mulan-Ø [s-jot’-el]


inc a1-gustar-b3 a3-rascar-nf.pas
‘Me gusta rascarlo.’

Libro4Final4OCT.indb 349 07/10/13 12:58


350 Gilles Polian

b. ya j-mulan-Ø [s-na]
inc a1-gustar-b3 a3-casa
‘Me gusta su casa.’

Debido a la similitud formal, resulta obvio que el tipo de cláusula no finita en


19 (o 21a) surge en principio de una estructura de posesión en la que el infinitivo
es tratado como un sustantivo poseído. Sin embargo, en este trabajo muestro que
esta construcción de infinitivo con forma A3-VT-el (siendo a3 el prefijo de juego
a de tercera persona, de forma s‑/y‑), no puede ser analizada sincrónicamente como
una estructura de posesión sino como verdaderos infinitivos transitivos, en los que
la fn que corresponde semánticamente al paciente de ese verbo funciona como un
objeto sintáctico, y no como un poseedor, y en los que la marca de posesión s‑/y‑ se
ha reanalizado como un índice de argumento agente y, en algunos de los dialectos,
ya no tiene función pronominal.
Uno de los argumentos que esgrimo es que, en este preciso contexto sintáctico
—objeto de un verbo transitivo que acepta típicamente complementos clausales
(o “proposicionales”)— no se puede usar poseedores de primera o segunda persona,­
a diferencia del k’ichee’ (véase el ejemplo 14). Esto se demuestra en la agramatica-
lidad de 22:

(22) * ya j-mulan-Ø [a-jot’-el]


inc a1-gustar-b3 a2-rascar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Me gusta rascarte.’

Muestro más adelante que las formas A3-VT-el de los ejemplos 19 y 21a
resultan­ser verdaderos infinitivos transitivos, y que la fn que corresponde semán-
ticamente al paciente de ese verbo funciona como un objeto sintáctico, y no como
un poseedor.
Para codificar un paciente de primera o segunda persona en cláusulas no
finitas,­el tseltal emplea otro tipo de forma no finita, en la que el verbo toma el
sufijo -bel, como en 23.6 Estas formas VT-bel se flexionan con persona, pero no
toman aspecto. Tienen, por lo tanto, un parecido con las cláusulas sin aspecto
presentes en varias lenguas mayas comentadas con anterioridad (véase el ejemplo 11).
En este trabajo, a este tipo de formas las denomino “inaspectuales” o formas con
persona y sin aspecto.

6
Este ejemplo resulta muy propio de la variante tseltal de Oxchuc. Muestro las estrategias usadas por
otras variantes más adelante, en la sección “los infinitivos transitivosen una perspectiva dialectal”.

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Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 351

(23) ya j-mulan-Ø [j-jot’-bel-at]


inc a1-gustar-b3 a1-rascar-nf.tr-b2
‘Me gusta rascarte.’

En síntesis, el tseltal presenta las formas verbales no finitas que aparecen en el


Cuadro 12.3.

Cuadro 3
Tipos de formas no finitas en tseltal
a. Intransitiva vi-el way-el “dormir”

b. Intransitiva antipasiva vt-aw jot’-aw “rascar”

c. Intransitiva pasiva (sin persona) vt-el jot’-el “ser rascado”

d.Transitiva con objeto de 3ª persona a3-vt-el s-jot’-el “rascarlo”

e.Transitiva inaspectual a-vt-bel-b j-jot’-bel-at “yo-rascarte”


Fuente: elaboración propia.

El carácter innovador del tseltal en la familia maya se observa en la aparición


de verdaderos infinitivos transitivos (d) por reanálisis de formas pasivas poseídas,
y en la existencia de las formas inaspectuales (e) que, aunque resulten semejantes
a los “verbos sin aspecto” de otras lenguas mayas, presentan diferencias significativas­
con aquellos, como se muestra más adelante (véase el cuadro 12.3).
A continuación, empiezo mostrando los contextos en los que las formas no
finitas del tseltal muestran rasgos nominales. Esto me permitirá más adelante, en
la sección “usos de las formas no finitas”, distinguir los usos infinitivales propiamen­
te dichos.

12.4. Usos como sustantivos verbales

Para entender el surgimiento de infinitivos transitivos a partir de formas pasivas


poseídas, es importante recalcar el hecho de que tanto las formas no finitas intran-
sitivas vi‑el, como las antipasivas vt-aw y las pasivas vt-el tuvieron su origen en

Libro4Final4OCT.indb 351 07/10/13 12:58


352 Gilles Polian

nominalizaciones verbales, lo que explica a su vez la presencia de prefijos posesivos


como marcadores de argumentos.7
El carácter nominal de estos tres tipos de formas se comprueba al menos
mediante­las pruebas enlistadas en 24.

(24) Pruebas de nominalidad de los sustantivos verbales


a. Pueden ser poseídos (con prefijos de juego a).
b. Pueden aparecer en cualquier posición argumental.
c. Pueden funcionar como predicados no verbales.
d. Pueden tomar modificadores propios de los sustantivos como los adjetivos,
numerales y cláusulas relativas.
e. Pueden tomar morfología nominal.

A continuación, ilustro sucintamente estas propiedades con algunos ejemplos.


De 25 a 28 se muestran formas no finitas intransitivas y pasivas en diversas posi-
ciones argumentales: sujeto de predicado no verbal existencial, en 25 y 26; sujeto
de verbo transitivo, en 27, y objeto de verbo transitivo, en 28. Se comprueba que
estas formas no finitas pueden funcionar como argumento de cualquier tipo de
predicado, de la misma forma que los sustantivos en general.

(25) jich=me ay-Ø te xiw-el yael te namey=e


así=ins ext-b3 det tener.miedo-nf aprox det antaño=enc
‘Así era el miedo en aquel entonces.’ (Txt)

(26) teme la s-ta-at chamel=e, may-uk-Ø


si com.t a3-encontrar-b2sg enfermedad=enc neg+ext-irr-b3
poxtay-el
curar-nf.pas
‘Si te enfermabas, no había curación [no había (la posibilidad de) ser curado].’(Txt)

7
Me concentro aquí sobre todo en las formas no finitas intransitivas vi-el y pasivas vt-el, y descuido
en cambio un poco la descripción de las formas no finitas antipasivas vt-aw, por razón de espacio.
Estas formas vt-aw pertenecen en realidad al grupo más amplio de los “sustantivos de acción”, que
son sustantivos que codifican actividades agentivas (como “bailar”, “cantar”, “trabajar”, etcétera.). En
tseltal, estos son categorialmente sustantivos, aunque funcionen en ciertas construcciones como el
núcleo semántico de predicaciones inergativas.

Libro4Final4OCT.indb 352 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 353

(27) bayal ya y-ak’-Ø mel.’ot’an te uts’in-el=e


mucho inc a3-dar-b3 angustia det hostigar-nf.pas=enc
‘El ser hostigado (el hostigamiento) provoca mucha angustia.’

(28) ma la jk-il-tik-Ø=ix te mero mosoin-el=e


neg com.t a1-ver-pl1-b3=ya det mero tomar.de.mozo-nf.pas=enc
‘Ya no vimos la verdadera explotación como mozos.’ (Txt)

Nótese que las formas no finitas subrayadas vienen determinadas por la


circunclisis­ determinante te...=e en 25, 27 y 28, la cual típicamente acompaña a
los sustantivos definidos. Sin embargo, la circunclisis no se puede emplear como
criterio discreto para determinar nominalidad, ya que puede también señalar
subordinación­de cláusula y/o sirve para destacar toda clase de constituyentes
topicales,­no exclusivamente sustantivos.
En cambio, la posesión, que se señala mediante los prefijos personales de juego­
a (véase el cuadro 12.2), sí funciona como criterio claro de nominalidad, a pesar
de que estos mismos prefijos codifican al agente (ergativo) de los verbos transitivos.8
En el ejemplo 29 se ilustran formas no finitas intransitivas poseídas, en posición
de objeto del verbo jojk’i, “preguntar”.9

(29) ja’-Ø Ø-tal j-jojk’i-b-at te s-kuxin-el=e,


foc-b3 com.in-venir a1-preguntar-ben-b2sg det a3-vivir-nf=enc
te s-ch’i-el=e, te s-kol-el=e
det a3-crecer-nf=enc det a3-salvarse-nf=enc
‘Vine a preguntarte (por) su vida, su crecimiento, su salvación.’ (Txt)

En la seccion sobre las formas no finitas del tseltal, mostré que las formas no
finitas pasivas vt-el pueden ser poseídas en tercera persona, pero que, al menos
en los contextos que llamo “infinitivales”, no pueden ser poseídas en primera o
segunda persona. Ahora, se observa que fuera de esos contextos sí pueden serlo. En
8
Efectivamente, estas dos funciones no se suelen confundir, ya que la función ergativa sólo se mani-
fiesta sobre verbos transitivos en cláusulas finitas y sobre las formas inaspectuales vt-bel.
9
Nótese que no hay ergatividad escindida generalizada en tseltal, como sí la hay en otras lenguas mayas,
como el chol; en este fenómeno, los prefijos ergativos/posesivos de juego a marcan también el sujeto
de verbos intransitivos en determinados contextos sintácticos, en lugar de las marcas absolutivas es-
peradas; sin embargo, se presenta más adelante un caso limitado de ergatividad escindida en tseltal,
(véase el ejemplo 40).

Libro4Final4OCT.indb 353 07/10/13 12:58


354 Gilles Polian

este caso, el poseedor siempre se interpreta como el paciente, tal como se ve en los
ejemplos 30 y 31.

(30) bayal-Ø a-mulan-el


mucho-b3 a2-apreciar-nf.pas
‘Eres muy apreciado (es mucho tu ser-apreciado).’

(31) ma k-uts’in-el-uk-Ø yilel=a te bit’il


neg a1-molestar-nf.pas-irr-b3 al.parecer=adv det cómo
te la k-ich’-Ø suj-el=a=e
det com.t a1-recibir-b3 obligar-nf.pas=adv=enc
‘Visiblemente no fue en perjuicio mío (no fue mi ser-molestado) el que me hayan
obligado (a aprender a hacer ollas).’ (Txt)

Se comprueba que el poseedor de segunda persona, en el ejemplo 30, y el de


primera persona, en 31, codifican al paciente, y no al agente. Estas formas verbales
nominalizadas siguen funcionando con una orientación pasiva, es decir, con el
agente suprimido de la cláusula. El ejemplo 31 ilustra, de paso, el caso de una
forma vt-el predicativa y negada. Por ser negada, esta forma toma el sufijo de
irrealis -uk (una propiedad de los predicados no verbales negados, tal como se
mostró en la sección “introducción al tseltal”). El hecho de que puedan usarse como
predicados no verbales es otro rasgo que hace similares estas formas no finitas a los
sustantivos. Esta posibilidad se emplea de manera sistemática para construir
predicaciones­habituales con base en las formas no finitas, tal como se muestra en
el ejemplo 36, más adelante.
Otro argumento fuerte que demuestra la nominalidad de estas formas no
finitas­viene del hecho de que pueden ser modificadas sintácticamente por otros
elementos típicos de los sintagmas nominales, como adjetivos atributivos, nume-
rales y cláusulas relativas. En el ejemplo 32, aparece una forma no finita pasiva con
un adjetivo atributivo y una cláusula relativa entre corchetes, ambos elementos en
su posición canónica pre y posnominal, respectivamente. En 33, se observan dos
formas no finitas, intransitiva y antipasiva, precedidas por el numeral jun, “uno”.

(32) ja’-Ø te muk’-ul koltay-el [te ya


foc-b3 det grande-atr ayudar-nf.pas det inc
aw-ak’-b-otik=e]
a2-dar-ben-b1pl=enc
‘Ésa es la gran ayuda que nos das.’ (Txt)

Libro4Final4OCT.indb 354 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 355

(33) ma=me x-a-sol-es-b-otik tal jun laj-el


neg=ins mod-a2-pasar-caus-ben-b1pl dir:venir uno morir-nf
k-ajwal, jun mil-aw k-ajwal
a1-dueño uno matar-nom.ap a1-dueño
‘No nos vayas a dejar pasar una muerte Señor, un asesinato Señor.’ {Txt, Sitalá}

Finalmente, resulta común encontrar afijos nominales asociados al lexema que


expresan las formas no finitas. Lo ilustro aquí con el prefijo derivativo j-,10 que
produce sustantivos que refieren a personas u oficios relacionados con la acción
que denota la base nominal de donde se deriva. Por ejemplo: yan-lum, “otra-tierra”
deriva j-yan-lum, “extranjero” (Slocum et al., 1999: 62). Este mismo prefijo per-
mite derivar sustantivos que refieren a la entidad que realiza el evento denotado
por el sustantivo verbal: intransitivo (34a), antipasivo (34b) o pasivo vt-el (34c).

(34) a. VI-el an-el ‘huir’ j-’an-el ‘fugitivo’


b. VT-aw chuk-aw ‘amarrar’ j-chuk-aw ‘amarrador’
c. VT-el chuk-el ‘ser amarrado’ j-chuk-el ‘preso’

El contraste semántico es claro entre la forma antipasiva vt-aw de 34b y la


forma pasiva vt-el, de 34c: en el primer caso, el sustantivo derivado denota un
agente, y en el segundo, un paciente.
Si contrastamos el carácter nominal de estas tres formas no finitas monovalen-
tes con el comportamiento diferente de las formas inaspectuales vt-bel, éstas dan
un resultado negativo respecto a la mayoría de las pruebas de nominalidad, no
pueden ser modificadas por un adjetivo o por una cláusula relativa, y no pueden
tomar morfología nominal adicional. Obsérvese también, al respecto, 35a, donde
la forma en cuestión no puede funcionar como argumento sujeto de un predicado
no verbal;11 en su lugar, debe usarse una cláusula finita, como en 35b.12

(35) a.* lek-Ø te a-kolta-bel-on=e


bueno-b3 det a2-ayudar-nf.tr-b1sg=enc
Lectura buscada: ‘Es bueno que me ayudes (tu ayudarme).’
10
Cognado con el prefijo aj-, presente en otras lenguas mayas, como el chol, el mam y otras lenguas
yucatecanas.
11
El caso de la construcción progresiva, en la que el auxiliar yakal puede tomar de sujeto una forma
inas­pectual, sería una excepción. Asimismo, los auxiliares fasales, como jajch, “empezar” y laj, “termi-
nar” también pueden tomar de sujeto una forma inaspectual.
12
Tampoco tiene sentido probar si las formas inaspectuales pueden ser poseídas, ya que siempre llevan
un prefijo del juego a en referencia cruzada con el agente.

Libro4Final4OCT.indb 355 07/10/13 12:58


356 Gilles Polian

b. lek-Ø te ya a-koltay-on=e
bueno-b3 det inc a2-ayudar-b1sg=enc
‘Es bueno que me ayudes.’

Sin embargo, es posible comprobar que estas formas inaspectuales tampoco


son completamente verbales, y que de alguna manera se encuentran a mitad de
camino entre las formas plenamente finitas y las infinitivas. Ilustro esto por medio
de tres construcciones particulares: la de “predicación habitual”, la de “subordina-
ción adverbial” y la de “origen temporal”.
La que llamo “predicación habitual” es una construcción en la que se usa una
forma no finita para expresar un hecho de carácter habitual. Siempre aparece junto­
al elemento adverbial puro, tomado prestado del español y que se usa en tseltal en
su sentido restrictivo de “sólo, únicamente”. En esta construcción, las formas vI-el,
vt-aw y vt-el aparecen con un sufijo personal absolutivo, es decir, como
predicados­no verbales de origen nominal, y las formas vt-bel requieren de sus
marcas de persona:

(36) a. VI-el: puro way-el-at


puro dormir-nf-b2sg
‘Sólo te dedicas a dormir (‘Eres puro dormir’).’

b. VT-aw: puro ut-aw-on


puro regañar-nom.ap-b1sg
‘Todo el tiempo regaño (‘soy puro regañar’).’

c. VT-el: puro uts’in-el-on


puro molestar-nf.pas-b1sg
‘Todo el tiempo me molestan (‘soy puro ser molestado’).’

d. VT-bel: puro aw-uts’in-bel-on


puro a2-molestar-nf.tr-b1sg
‘Todo el tiempo me molestas (‘es puro tú molestándome’).’

Por lo tanto, éste es un contexto en el que se usa una forma inaspectual donde
se espera una forma nominal no finita usada como predicado no verbal. Lo mismo
sucede en la construcción de subordinación adverbial, cuando ciertos elementos

Libro4Final4OCT.indb 356 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 357

adverbiales toman formas no finitas predicativas.13 Para los fines de este estudio,
sólo interesa el caso de los clíticos adverbiales =ix, “ya”, y =to, “todavía”.14 Estos dos
últimos elementos, por su carácter de enclíticos, se colocan después de la forma no
finita y producen una interpretación no predecible (y que no se da con otros tipos de
palabras) de inminencia (“estar a punto de...”) y de pasado inmediato (“acabar
de...”), respectivamente.

(37) a. VI-el: lok’-el-on=to


salir-nf-b1sg=todavía
‘Acabo de salir.’

b. VT-el: poxtay-el-on=ix
curar-nf.pas-b1sg=ya
‘Estoy a punto de que me curen.’

c. VT-bel: k-il-bel-at=to
a1-ver-nf.tr-b2sg=todavía
‘Te acabo de ver.’

d. VT-bel: j-mil-bel-Ø=ix j-ba ta s-pas-el


a1-matar-nf.tr-b3=ya a1-rr p a3-hacer-nf.pas
‘Estaba yo cerca de matarme haciéndolo.’ (Txt)

De nuevo se puede notar el paralelo entre formas inaspectuales y otras formas


no finitas usadas como predicados no verbales. Se puede confirmar el carácter de
predicado no verbal para las formas inaspectuales en esta construcción, ya que, al
ser negadas, toman el sufijo de irrealis -uk, como en 38, al igual que las demás
formas no finitas, como en 39 (véase también el ejemplo 31).

13
Con excepción de las formas antipasivas vt-aw.
14
Fuera de estos clíticos, esta construcción se usa con algunos adverbios de manera, y más específicamen­
te, los adverbios que caracterizan el grado de rapidez o inmediatez del evento, como toj “rápidamente­”
(literalmente, “directamente”), bebel, “poco a poco”; ajk’-nax, “en un ratito”; animal, “rápido, con
pri­sa”; etcétera, como en el ejemplo i.

(i) toj k’ax-el-Ø ta j-jol

directamente pasar-nf-b3 p a1-cabeza

‘Rápido se me va de la cabeza.’ {Txt}

Libro4Final4OCT.indb 357 07/10/13 12:58


358 Gilles Polian

(38) ma k-il-bel-uk-at=to
neg a1-ver-nf.tr-irr-b2sg=todavía
‘No te acabo de ver.’

(39) ma jajch’-el-uk-Ø=to tel k-ajwal


neg empezar-nf-irr-b3=todavía dir:venir a1-señor
‘No es que acaba apenas de empezar Señor.’ (Txt)

He mostrado que en el contexto de las construcciones de predicación habitual


y de subordinación adverbial, las formas inaspectuales funcionan como formas no
finitas transitivas predicativas. Ahora, existe otro contexto en el cual estas mismas
formas inaspectuales son equivalentes a las formas no finitas poseídas. Ésta es la
construcción de “origen temporal”, en la que las formas no finitas aparecen después
de una expresión temporal, que refiere siempre a una extensión temporal, a partir de
la cual toma lugar el evento referido por la forma no finita. Las expresiones tem-
porales de este tipo se traducen como: ‘hace x tiempo que...’, ‘ya pasaron dos meses
(desde) que...’, etcétera. En esta construcción, se usan las formas no finitas poseí-
das, tanto las intransitivas como las pasivas, como se muestra en los ejemplos 40a
y 40b; las formas vt-bel —que de por sí llevan prefijos de juego a en referencia
cruzada con el agente— aparecen sin modificación, como en 40c.15

(40) a. VI-el: ay-Ø=ix cheb u a-lok’-el


ext-b3=ya dos mes a2-salir-nf
‘Hace dos meses que saliste.’

b. VT-el: ay-Ø=ix cheb u s-mil-el


ext-b3=ya dos mes a3-matar-nf.pas
‘Hace dos meses que fue matado.’

c. VT-bel: ay-Ø=ix cheb u j-kolta-bel-at


ext-b3=ya dos mes a1-ayudar-nf.tr-b2sg
‘Hace dos meses que te ayudé.’

15
Nótese que éste es un patrón nominativo-acusativo, ya que las formas intransitivas (incluyendo la
pasiva) marcan su sujeto con un prefijo de juego a, al igual que las formas transitivas, como la de 40c.

Libro4Final4OCT.indb 358 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 359

Estas construcciones resultan importantes para entender el lugar exacto que


ocupan las formas inaspectuales en la gramática del tseltal. Ciertamente, no son
sustantivos verbales, y sin embargo, comparten con las demás formas no finitas
ciertos contextos que identifican a estas últimas como nominales: el hecho de que
pueden funcionar como predicados no verbales y de que pueden ser poseídas.
Además, mostré que estas formas inaspectuales comparten un rasgo propio de los
predicados no verbales: el de tomar el sufijo de irrealis ‑uk en contexto de negación.
Por lo tanto, las formas inaspectuales quizá sean mejor caracterizadas como un
tipo de participios, perteneciendo a un mismo paradigma gramatical que las demás
formas no finitas. Esto no impide, sin embargo, que exista un claro contraste de
nominalidad entre esas formas, asumiendo que la oposición entre categorías léxicas
puede ser descrita en términos graduales, las formas inaspectuales son básicamente­
más verbales, o menos nominales, que las demás formas no finitas.

12.5. Usos de las formas no finitas

En síntesis, he mostrado hasta ahora que el tseltal posee cinco tipos de formas no
finitas. Tres de éstas, que se derivan mediante un simple sufijo de un tema verbal
y son sintácticamente monovalentes, presentan un carácter nominal, es decir, son
básicamente sustantivos verbales: intransitiva vI-el, antipasiva vt-aw y pasiva
vt-el. Asimismo, existe un infinitivo que se manifiesta superficialmente como una
forma no finita pasiva poseída en tercera persona, A3-vt-el, aunque voy a mostrar
mas adelante que funciona realmente como infinitivo transitivo activo. Por último,
la forma transitiva inaspectual vt-bel constituye un caso intermedio entre verbos
finitos y sustantivos verbales, ya que lleva los mismos afijos ergativo y absolutivo
que los verbos conjugados pero que carece de marcación aspectual y aparece en los
mismos contextos sintácticos que las demás formas no finitas.
En esta sección, presento los contextos en los que las formas no finitas funcionan
como núcleos de cláusulas no finitas, razón por la que los llamo contextos “infiniti-
vales”. Concretamente, voy a distinguir cuatro construcciones con los usos que pre-
sentan estas formas no finitas en el tseltal de Oxchuc, tal como se sintetiza en el
cuadro 12.4. A continuación, pasaré a estudiar cada una de estas construcciones.

Libro4Final4OCT.indb 359 07/10/13 12:58


360 Gilles Polian

Cuadro 12.4
Contextos sintácticos de uso de las formas no finitas

Forma no finita Construcción Cláusula de com- Cláusula no Ascensión con


progresiva plemento no finita finita encabezada verbo impersonal
yakal (ta)... (objeto de verbo por la preposición
transitivo) ta

Intransitiva VI-el    

Transitiva antipasiva VT-aw    

Transitiva pasiva
VT-el (sin persona)    

Transitiva activa
A3-VT-el    

Transitiva activa inapectual


VT-bel    

Fuente: elaboración propia

12.5.1. Construcción progresiva

El aspecto progresivo es uno de los contextos en los que las formas no finitas se
uti­lizan de forma más sistemática.
Este aspecto se codifica mediante el auxiliar yakal, el cual lleva un sufijo abso-
lutivo que expresa el sujeto nocional de la cláusula­, más un complemento no fini-
to encabezado por la preposición ta.16 En estas formas, hay ascensión del sujeto del
complemento a la posición de sujeto del auxiliar. En 41 el ejemplo, se ilustra el
aspecto progresivo con las formas no finitas monovalentes­: intransitiva, antipasiva
y pasiva.

16
El elemento ta es la preposición genérica del tseltal que encabeza todo tipo de constituyentes adverbia­les
locativos, de instrumento y de manera, en general. Véase la sección 12.5.3. Más adelan­te­sobre otros
tipos de constituyentes no finitos encabezados por ta. Un punto que no trato en este trabajo es que
este elemento ta es generalmente opcional en el tseltal de Oxchuc.

Libro4Final4OCT.indb 360 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 361

(41) a. yakal-on [ta lok’-el]


prg-b1sg p salir-nf
‘Estoy saliendo.’

b. yakal-on [ta tsak-aw]


prg-b1sg p agarrar-nom.ap
‘Estoy agarrando (a gente).’

c. yakal-on [ta tsak-el]


prg-b1sg p agarrar-nf.pas
‘Estoy siendo agarrado.’

Igualmente, en esta construcción se emplean infinitivos transitivos con objeto


de tercera persona (A3-VT-el), como en 42a. La agramaticalidad de los ejemplos
42b y 42c recuerda que estas formas no aceptan marcas del juego a para primera
y segunda persona.

(42) a. yakal-on [ta s-tsak-el]


prg-b1sg p a3-agarrar-nf.pas
‘Estoy agarrándolo.’

b. * yakal-at [ta j-tsak-el]


prg-b2sg p a1-agarrar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Estás agarrándome.’

c. * yakal-on [ta a-tsak-el]


prg-b1sg p a2-agarrar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Estoy agarrándote.’

En lugar de 42b y 42c, el tseltal usa las formas inaspectuales vt-bel. Éstas, y
sólo éstas, pueden construirse en aspecto progresivo de dos maneras. Por una parte,­
pueden aparecer como sujeto del auxiliar yakal; en este caso, el auxiliar lleva un
sufijo nulo de tercera persona, y no aparece la preposición ta, como en 43a, y por
otra parte, pueden aparecer con ta, y el auxiliar lleva entonces un sufijo personal
en referencia cruzada con el sujeto (ergativo), como en 43b.17

17
Nótese que, en ciertas variantes de tseltal (por ejemplo, en San Pedro Pedernal, Huixtán), se puede
construir el progresivo sin forma no finita como en el ejemplo (ii). Esta construcción es también la

Libro4Final4OCT.indb 361 07/10/13 12:58


362 Gilles Polian

(43) a. yakal-Ø [j-tsak-bel-at]


prg-b3 a1-agarrar-nf.tr-b2sg
‘Estoy agarrándote.’

b. yakal-on [ta j-tsak-bel-at]


prg-b1sg p a1-agarrar-nf.tr-b2sg
‘Estoy agarrándote.’

La primera estrategia, la de 43a, es la más generalizada en las diferentes


variantes­de tseltal. La estrategia de 43b es una innovación del tseltal de Oxchuc,
quizá motivada por la analogía construccional con las formas ejemplificadas en 41
y 42a. El paso de 43a a 43b es similar a lo que se ha descrito como casos de “ascen-
sión” en otras lenguas mayas —sobre todo, a partir del trabajo de Craig (1977)
sobre el jakalteko; para una discusión más amplia del fenómeno de ascensión en
chol y otras lenguas maya véase el capítulo 11—. De manera resumida, se puede
describir de la siguiente manera: el sujeto de la forma inaspectual asciende a la
posición de sujeto del predicado matriz —el auxiliar yakal— dejando una copia
en el verbo desde el cual asciende (siendo, por lo tanto, un caso de ascensión con
copia). Con esta ascensión, se satura la valencia del auxiliar, lo que provoca que la
forma inaspectual tenga que ser introducida por la preposición ta.
Este análisis en términos de ascensión se puede extender a todos los casos de
la construcción progresiva con otros tipos de formas no finitas (véanse los ejemplos
41 y 42). La diferencia es que en estos últimos, la ascensión es sistemática, y no hay
construcción alternativa sin ascensión. Nótese que este análisis implica considerar
todas las formas no finitas, incluyendo la intransitiva, antipasiva y pasiva, como
infinitivos, es decir, como formas no finitas de verbos ocupando el núcleo de una
cláusula no finita. Esto contrasta con el carácter claramente nominal de estas formas
en otros contextos sintácticos, tal como lo mostré en la sección “Usos como sus-
tantivos verbales”.

que se usa en tsotsil. Es posible que esta estructura se deba a la influencia del tsotsil sobre estas variantes­
tseltales.
(ii) yakal j-tsak-at
prg a1-agarrar-b2sg
‘Te estoy agarrando.’

Libro4Final4OCT.indb 362 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 363

12.5.2. Cláusulas de complemento no finitas

Otro contexto en el que aparecen comúnmente formas no finitas en tseltal es como


objeto de verbos transitivos que toman típicamente complementos proposicionales­
o clausales. Algunos verbos matrices, como el verbo mulan, “gustar (de), apreciar”
aceptan cláusulas de complemento no finitas (véase la sección Las formas no finitas­
del tseltal). En este caso, opera un mecanismo de control estructural (Stiebels,
2007) del sujeto del verbo matriz sobre el sujeto de la forma no finita. Por ejemplo,
en 44, la única interpretación posible es la que se proporciona en la traducción.

(44) ya j-mulan-Ø [s-pas-el te k’altik=e]


inc a1-gustar-b3 a3-hacer-nf.pas det milpa=enc
‘Me gusta hacer (el trabajo de) la milpa.’ (Txt)

No se puede interpretar el ejemplo 44 como “me gusta que la milpa sea hecha
(por alguien)”: el sujeto (agente) nocional de la forma no finita debe ser correfe-
rente con el sujeto del verbo matriz “apreciar, gustar”. Con las formas inaspectuales,­
que a diferencia de las demás formas no finitas sí son flexionadas por la persona, se
da también un mecanismo de control de tipo “inherente” (Stiebels, 2007) en el
cual el sujeto del verbo matriz debe ser correferente con el sujeto del inaspectual
(véase el ejemplo 45a). Las oraciones en la que no se da esta correferencia son
incorrectas,­tal como se observa en 45b y 45c, donde resulta interesante notar que
hay un contraste en el grado de agramaticalidad, a saber: la malformación es menor
cuando hay correferencia del sujeto matriz con el objeto del complemento, como
en 45b, pero es total cuando no hay ningún argumento correferente con el sujeto
matriz, como en 45c. Para expresar el sentido buscado en 45c, se recurre a una
cláusula de complemento finita, como en 45d.

(45) a. ya j-mulan-Ø [j-koltay-bel-at]


inc a1-gustar-b3 a1-ayudar-nf.tr-b2sg
‘Me gusta ayudarte.’

b. * ya j-mulan-Ø [a-koltay-bel-on]
inc a1-gustar-b3 a2-ayudar-nf.tr-b1sg
Lectura buscada: ‘Me gusta que me ayudes.’

c. * ya j-mulan-Ø [a-koltay-bel-Ø]
inc a1-gustar-b3 a2-ayudar-nf.tr-b3
Lectura buscada: ‘Me gusta que tú le ayudes.’

Libro4Final4OCT.indb 363 07/10/13 12:58


364 Gilles Polian

d. ya j-mulan-Ø [te ya a-koltay-Ø=e]


inc a1-gustar-b3 comp inc a2-ayudar-b3=enc
‘Me gusta que tú le ayudes.’

Nótese que, al igual que mulan, “apreciar, gustar”, muchos de los verbos de
complemento clausal admiten tanto complementos no finitos como finitos; éste es
el caso, por ejemplo, de xi’, “temer”, tal como se puede observar en 46, donde
aparece con un complemento no finito, mientras que en 47 presenta un comple-
mento finito, sin contraste semántico evidente.18

(46) ya j-xi’-Ø [nux-el]


inc a1-temer-b3 nadar-nf
‘Me da miedo nadar.’

(47) ya j-xi’-Ø [ya x-nux-on]


inc a1-temer-b3 inc inc.in-nadar-b1sg
‘Me da miedo nadar.’

Por lo tanto, en contraste con la construcción progresiva que requiere de for-


mas no finitas, las estructuras de complemento son contextos en los cuales se
permiten ambas formas, las finitas y las no finitas. Los verbos matrices presentan
restricciones de selección variables en cuanto al tipo de complemento que aceptan:
algunos favorecen los complementos finitos y algunos no admiten cualquier tipo
de complemento no finito. Por ejemplo, el verbo k’an, “querer” admite formas no
finitas pasivas, como en 48a, pero no admite formas no finitas transitivas a3-vt-el,
tal como se ve en la malformación de 48b, ni inaspectuales, como en 48c. En su
lugar, se usan complementos finitos, como en 48d y 48e.19

(48) a. ya j-k’an-Ø [il-el]


inc a1-querer-b3 ver-nf.pas
‘Quiero ser visto.’

18
Para una propuesta de clasificación de los verbos transitivos de complemento proposicional en tseltal
según su tendencia a tomar complementos finitos o no finitos, véase Polian, 2008.
19
Con el verbo k’an, “querer”, la cláusula de complemento finita tiende a aparecer sin subordinador, y
el auxiliar de incompletivo ya del verbo subordinado tiende a omitirse.

Libro4Final4OCT.indb 364 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 365

b. * ya j-k’an-Ø [y-il-el]
inc a1-querer-b3 a3-ver-nf.pas
Lectura buscada: ‘Quiero verlo.’

c. * ya j-k’an-Ø [k-il-bel-at]
inc a1-querer-b3 a1-ver-nf.tr-b2sg
Lectura buscada: ‘Quiero verte.’

d. ya j-k’an-Ø [(ya) jk-il-Ø]


inc a1-querer-b3 inc a1-ver-b3
‘Quiero verlo.’

e. ya j-k’an-Ø [(ya) jk-il-at]


inc a1-querer-b3 inc a1-ver-b2sg
‘Quiero verte.’

En la sección sobre infinitivos transitivos, más adelante, muestro que el uso de


formas inaspectuales en las cláusulas de complemento no finitas, como en 45a, es
particular a la variante de Oxchuc y que otras variantes favorecen una estrategia de
ascensión en este mismo contexto sintáctico.

12.5.3. Cláusulas no finitas introducidas por ta

La preposición ta (véase la nota 7) introduce típicamente cláusulas no finitas de ad-


junto, expresando propósito o evento concomitante, como en 49 y 50.

(49) ya x-’at’ej-Ø [ta s-le-el s-we’el]


inc inc.in-trabajar-b3 p a3-buscar-nf.pas a3-comida
‘Trabaja para buscar (para ganarse) su comida.’

(50) ja’-Ø tek’-el-Ø [ta s-pas-el leer]


foc-b3 parado-psl-b3 p a3-hacer-nf.pas leer
‘Está parado leyendo.’ (Txt)

Este mismo tipo de constituyente no finito se usa también como complemento­


oblicuo de verbos transitivos —y en particular, de los verbos manipulativos—, tal
como se ve en los ejemplos 51 y 52, y de verbos intransitivos, como en 53.

Libro4Final4OCT.indb 365 07/10/13 12:58


366 Gilles Polian

(51) ya x-ba jk-ak’-at [ta il-el]


inc inc.in-ir a1-dar/poner-b2sg p ver-nf.pas
‘Te voy a ir a dejar para que seas revisada (por un doctor).’ (Txt)

(52) wokol.aw.al-ik te Ø-tal a-juyin-otik [ta we’-el]


gracias-pl det com.in-venir a2-acompañar-b1pl p comer-nf
‘Gracias por venir a acompañarnos a comer.’ (Txt)

(53) Ø-lok’-on [ta s-k’opon-el]


com.in-salir-b1sg p a3-hablar-nf.pas
‘Salí a hablarle.’

De manera general, se usa una cláusula no finita con preposición ta siempre


que la valencia del verbo matriz esté saturada. El elemento ta sirve, por lo tanto,
para introducir la cláusula no finita como un elemento adverbial en la oración.
Con estas cláusulas no finitas adverbiales, el controlador de la forma no finita
es generalmente el argumento absolutivo del verbo matriz: objeto de un verbo
transitivo o sujeto de un verbo intransitivo o predicado monovalente. Éste es, sin
duda, el caso más frecuente, aunque también se presentan casos menos frecuentes
en los que el controlador puede ser un agente (ergativo) de verbo transitivo, como en
54 (más adelante, en 55, se presenta también un caso en el cual el controlador es
el poseedor del sujeto).

(54) la j-jam-b-at a-na [ta s-le-el tak’in]


com.t a1-abrir-ben-b2sg a2-casa p a3-buscar-nf.pas dinero
‘Abrí tu casa para buscar dinero / buscando dinero / en búsqueda de dinero.’

En las cláusulas no finitas introducidas por la preposición ta, se observa la mis-


ma restricción sobre la posesión de las formas no finitas pasivas comentada ante-
riormente (véase el ejemplo 22): es lícito tener una forma pasiva vt-el sin poseer
(55a) o poseída en tercera persona (55b). En este último caso, corresponde a un
infinitivo transitivo a3-vt-el, el cual se verá más detalladamente en la sección de
análisis de los infinitivos transitivos con esta forma, donde el poseedor­se interpreta
como el paciente y la forma no finita ya no funciona como pasiva, sino como activa.
En esta estructura no se permite un poseedor de primera o segunda persona, tal
como se puede observar en la agramaticalidad de 55c. En su lugar, al menos en el
tseltal de Oxchuc, se usa una forma inaspectual, como en 55d.

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Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 367

(55) a. Ø-k’ax-Ø k-ot’an [ta kuch-el]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p cargar-nf.pas
‘Me harté de ser cargado (“se excedió mi corazón en ser cargado”).’

b. Ø-k’ax-Ø k-ot’an [ta s-kuch-el]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a3-cargar-nf.pas
‘Me harté de cargarlo (“se excedió mi corazón en cargarlo”).’

c. * Ø-k’ax-Ø k-ot’an [ta a-kuch-el]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a2-cargar-nf.pas
Lectura buscada: ‘me harté de cargarte.’

d. Ø-k’ax-Ø k-ot’an [ta j-kuch-bel-at]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a1-cargar-nf.tr-b2sg
‘Me harté de cargarte (“se excedió mi corazón en cargarte”).’

Nótese que el tseltal de Oxchuc es muy consistente en los diferentes contextos


sintácticos revisados hasta ahora: siempre que se requiera codificar un paciente de
primera o segunda persona sobre una forma no finita, se usan formas inaspectuales
con marcas explícitas de persona y se excluyen las otras posibilidades estructurales.

12.5.4. Complemento oblicuo con ascensión del sujeto pasivo

Un grupo de verbos matrices permite la ascensión del sujeto del complemento con
la forma pasiva vt-el. Éste es el caso, por ejemplo, del verbo intransitivo ju’, “po-
derse, lograrse”, tal como lo muestro más adelante. Este verbo toma comúnmente
de sujeto una cláusula finita, como en 56.

(56) a. ya x-ju’-Ø [ya x-lok’-on]


inc inc.in-poderse-b3 inc inc.in-salir-b1sg
‘Puedo salir.’

b. ya x-ju’-Ø [ya j-poxtay-at]


inc inc.in-poderse-b3 inc a1-curar-b2sg
‘Puedo curarte.’

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368 Gilles Polian

Alternativamente, ju’ puede tomar como complemento sujeto una forma no


finita; en este caso, el agente semántico lo codifica el poseedor del sustantivo rela-
cional u’un, que ejerce control estructural sobre el sujeto lógico de la forma no
finita,­como en 57.

(57) ya x-ju’-Ø k-u’un [s-poxtay-el]


inc inc.in-poderse-b3 a1-sr a3-curar-nf.pas
‘Puedo curarlo.’

Sin embargo, la estrategia favorita a la que se recurre cuando la cláusula subor-


dinada es pasiva no es la de 57 sino la de 58, donde hay una ascensión del sujeto
del verbo pasivo a sujeto del verbo matriz. Esta ascensión satura la valencia del
verbo matriz por lo que el complemento no finito requiere ser introducido por la
preposición ta.

(58) ya x-ju’-on [ta poxtay-el]


inc inc.in-poderse-b1sg p curar-nf.pas
‘Puedo ser curado.’

Por otra parte, no cabe duda de que se trata de un caso de ascensión porque el
verbo ju’ no puede tomar argumentos de primera persona, como lo muestra el
ejemplo 59.

(59) * ya x-ju’-on
inc inc.in-poderse-b1sg
Lectura buscada: ‘Puedo, soy capaz.’

Esto confirma que el sufijo absolutivo que aparece en 58 sobre ju’ corresponde
al sujeto lógico ascendido de la forma no finita pasiva subordinada.
Las estructuras con ascensión son exclusivas de las formas no finitas pasivas,
no se permite con otros tipos de formas no finitas, como la intransitiva o la inas-
pectual, tal como se ilustra en las estructuras mal formadas de 60a y 60b, respec-
tivamente.

(60) a.* ya x-ju’-on [ta lok’-el]


inc inc.in-poderse-b1sg p salir-nf
Lectura buscada: ‘Puedo salir.’

Libro4Final4OCT.indb 368 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 369

b.* ya x-ju’-on [ta j-poxta-bel-at]


inc inc.in-poderse-b1sg p a1-curar-nf.tr-b2sg
Lectura buscada: ‘Puedo curarte.’

De la misma forma que ju’, otros predicados que permiten este tipo de ascen-
sión exclusiva de las formas no finitas pasivas son el verbo transitivo tak’, “poder”,
en 61, y el adjetivo wokol, “difícil”, en 62. El ejemplo 61 es un caso de ascensión
de sujeto lógico del complemento a objeto del predicado matriz, mientras que el
ejemplo 62 es un caso de ascensión de sujeto lógico del complemento a sujeto.20

(61) ya s-tak’-at [ta poxtay-el]


inc a3-poder-b2sg p curar-nf.pas
‘Puedes ser curado.’

(62) wokol-on [ta kuch-el]


difícil-b1sg p cargar-nf.pas
‘Soy difícil de cargar.’

En los casos mostrados en 58, 61 y 62, el sufijo absolutivo no corresponde a


un argumento semántico del predicado matriz, sino al sujeto lógico del verbo
pasivo subordinado.
En conclusión, en estos ejemplos las formas no finitas pasivas vt-el funcionan
como infinitivos. En la sección siguiente, muestro que, en otros contextos, estas
mismas formas no finitas pueden funcionar como sustantivos verbales.

12.6. Análisis de los infinitivos transitivos a3-vt-el

En las secciones anteriores se han presentado los siguientes hechos:

1. Todos los verbos transitivos tienen una forma no finita vt-el de orientación pasiva.
2. Estas formas vt-el son básicamente sustantivos verbales, ya que comparten rasgos
sintácticos y morfológicos con los sustantivos. En particular, pueden llevar un prefijo­

20
El verbo tak’, parcialmente sinónimo con ju’, es impersonal: se usa de manera defectiva, con un sujeto­
no referencial de tercera persona y con un complemento clausal, siempre finito fuera de los casos si-
milares a 44.

Libro4Final4OCT.indb 369 07/10/13 12:58


370 Gilles Polian

de posesión tanto de primera, de segunda o de tercera persona. El poseedor, en este


caso, siempre corresponde semánticamente al paciente.
3. Los infinitivos se emplean en las siguientes cláusulas subordinadas: a) en la construc-
ción progresiva; b) en cláusulas de complemento no finitas, y c) en cláusulas no finitas­
introducidas por la preposición ta.

En esta sección muestro que la estructura de infinitivo transitivo ya no tiene


la sintaxis de una fn en la que el objeto paciente se codifica superficialmente como
el poseedor. En contraste, voy a proponer que la fn argumental del paciente fun-
ciona ya como objeto sintáctico y que la marca de poseedor sobre el infinitivo se
ha reanalizado como un índice de presencia de argumento a, independiente de la
persona de la que se trate.
Para demostrar este punto, compárense las oraciones 63 y 64. En ambas, se
encuentra un constituyente idéntico, entre corchetes. Sin embargo, esta identidad
no es más que superficial: el primer caso debe analizarse como un sustantivo verbal
poseído, mientras que, en el segundo caso, se trata del infinitivo transitivo activo
a3-vt-el.

(63) bayal-Ø [y-ut-el te Xun=e]


mucho-b3 a3-regañar-nf.pas det Juan=enc
‘A Juan lo regañan mucho (es mucho su ser-regañado de Juan).’

(64) ya j-xi’-Ø [y-ut-el te Xun=e]


inc a1-temer-b3 a3-regañar-nf.pas det Juan=enc
‘Temo regañar a Juan.’

Prueba de ello es que se puede sustituir el poseedor de tercera persona por uno
de primera o segunda persona en el primero (65), mientras que esto es imposible
en el segundo (66).

(65) bayal-Ø [aw-ut-el]


mucho-b3 a2-regañar-nf.pas
‘Se te regaña mucho (es mucho tu ser-regañado).’

(66) * ya j-xi’-Ø [aw-ut-el]


inc a1-temer-b3 a2-regañar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Temo regañarte.’

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Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 371

El contraste va aún más allá. Si la restricción fuera únicamente sobre persona,


se esperaría que se pudiera usar un poseedor de tercera persona del plural en ambos
casos. Al respecto, tal como observa en 67, sólo en el primer contexto se permite
la pluralización, señalada mediante el sufijo -ik (véase el cuadro 12.2), mientras
que el resultado es agramatical para el segundo, tal como se ve en 68.

(67) bayal-Ø [y-ut-el-ik]


mucho-b3 a3-regañar-nf.pas-pl
‘Se les regaña mucho (es mucho su ser-regañado de ellos).’

(68) * ya j-xi’-Ø [y-ut-el-ik]


inc a1-temer-b3 a3-regañar-nf.pas-pl
Lectura buscada: ‘Temo regañarlos.’

Es decir, los infinitivos a3-vt-el, como en el ejemplo 64, se restringen a casos


en los que el número debe quedar morfológicamente no marcado; esto sugiere que
son formas invariables con respecto a la marcación de persona y número.21
Con los infinitivos a3-vt-el, el sintagma nominal que corresponde semánti-
camente al paciente se trata sintácticamente como un objeto, similar al objeto de
un verbo finito. Esto se puede observar en el fenómeno de ascensión del poseedor
(Aissen, 1979; 1987), a saber, cuando un verbo transitivo tiene un objeto poseído
y el poseedor del objeto no es correferente con el agente del verbo, el poseedor
puede ser ascendido a la posición de objeto primario. El objeto primario, tal como se
discutió en la sección 12.2., se manifiesta con un sufijo absolutivo sobre el verbo
sufijado con el aplicativo benefactivo ‑b(ey). El ejemplo 69 ilustra este fenómeno de
ascensión del poseedor:

(69) a. ya k-ut-bey-Ø s-nich’an


inc a1-regañar-ben-b3 a3-hijo
‘Le regaño a su hijo.’

b. ya k-ut-b-at a-nich’an
inc a1-regañar-ben-b2sg a2-hijo
‘Te regaño a tu hijo.’

21
Esto no significa que los infinitivos a3-vt-el se restrinjan semánticamente a pacientes singulares.
Efectivamente, el plural en tseltal no es de marcación sistemática, por lo cual, la oración ya j-xi’-Ø
y-ut-el puede interpretarse como “temo regañarlos” en el contexto adecuado.

Libro4Final4OCT.indb 371 07/10/13 12:58


372 Gilles Polian

Nótese que se trata aquí de un fenómeno de ascensión con copia en el cual el


poseedor ascendido a objeto primario sigue marcándose como tal en la fn que
refiere a lo poseído. Lo importante, para el caso que nos ocupa aquí, es que este
fenómeno permite comprobar que el sustantivo poseído está efectivamente en la
posición de objeto del verbo porque los poseedores de objeto son los únicos que
pueden ascender a la posición de objeto primario. El mismo fenómeno tiene lugar
con los infinitivos a3-vt-el: si el objeto de estos infinitivos es poseído, puede ser
ascendido, provocando la aparición del sufijo aplicativo ‑b(ey), como en 70.

(70) ya j-xi’-Ø [y-ut-bey-el s-nich’an]


inc a1-temer-b3 a3-regañar-ben-nf.pas a3-hijo
‘Temo regañarle a su hijo.’

La única diferencia con los verbos finitos es que el poseedor ascendido a objeto
primario no provoca la aparición de un sufijo absolutivo de persona sobre la forma no
finita. Nótese que existe una construcción alternativa para codificar al objeto primario
ascendido de un infinitivo, a saber, se puede codificar este objeto ascendido sobre el
verbo matriz, como en 71. Si el poseedor es de primera o segunda persona, dispara la
aparición del sufijo absolutivo correspondiente sobre el verbo matriz, como en 72.22

(71) ya j-xi’-bey-Ø [y-ut-el s-nich’an]


inc a1-temer-ben-b3 a3-regañar-nf.pas a3-hijo
‘Temo regañarle a su hijo.’

(72) ya j-xi’-b-at [y-ut-el a-nich’an]


inc a1-temer-ben-b2sg a3-regañar-nf.pas a2-hijo
‘Temo regañarte a tu hijo.’

La ascensión del poseedor en los ejemplos 71 y 72 revela dos hechos acerca de


esta construcción. En primer lugar, la fn que sigue al verbo en la cláusula no finita­
funciona como objeto sintáctico y no como un mero poseedor del tipo “su regañar
de su/tu hijo” ya que permite la construcción de posesión externa exactamente
igual que en los ejemplos de 69.
22
Este fenómeno tiene su paralelo con las fn objetos con poseedor incrustado. En este caso, el poseedor
incrustado puede ser ascendido de la misma forma a objeto primario del verbo.
(iii) ya j-meltsan-b-at [s-na a-nich’an]
inc a1-construir-ben-b2sg a3-casa a2-hijo
‘Te construyo la casa de tu hijo.’

Libro4Final4OCT.indb 372 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 373

En segundo lugar, las formas a3-vt-el presentan una característica típica de


los verbos transitivos finitos, que es la de poder tomar el aplicativo -b(ey). En esto
presentan un rasgo verbal que ningún otro tipo de sustantivo comparte. Significa-
tivamente, la ascensión no encuentra equivalente cuando se trata de un sustantivo
verbal vt-el poseído, tal como se observa en la agramaticalidad de 73.

(73) * bayal-Ø [y-ut-bey-el te s-nich’an=e]


mucho-b3 a3-regañar-ben-nf.pas det a3-hijo=enc
Lectura buscada: ‘A su hijo se le regaña mucho.’

Ante estos hechos, surge la pregunta de cuál es la naturaleza del prefijo s-/y- de
a3 sobre estos infinitivos. El mismo contexto de la ascensión puede proveer una
primera respuesta: si el prefijo s-/y- fuera una verdadera marca de posesión y estos
infinitivos fueran en realidad sustantivos poseídos, al ocupar la posición de objeto
de un verbo transitivo, su “poseedor” debería poder ascender al predicado matriz.
Esto, de hecho, sí es lo que sucede cuando una forma vt-el funciona como sus-
tantivo verbal poseído, tal como se ilustra en 74.

(74) la jk-ich’-bey-Ø s-maj-el-al


com.t a1-recibir-ben-b3 a3-pegar-nf.pas-inal
‘Recibí los golpes de ello (hablando del aprendizaje del tejido).’ (Txt)
(Lit. ‘Le recibí su pegar.’)

En el ejemplo 74, se puede observar que la forma no finita poseída sí da pie a


la ascensión de su poseedor. Nótese que el carácter nominal de esta forma no finita­
se confirma con la presencia del sufijo de posesión inalienable -al, que aparece
sólo con sustantivos. Estos dos hechos formales, la ascensión y la presencia de -al,
indican, por un lado, que las formas vt‑el, como las de 74, son tratadas como
sustantivos poseídos, y por el otro, que el prefijo personal s-/y- es marca de poseedor.­
Sin embargo, esto no sucede con los infinitivos transitivos a3-vt-el. El prefi-
jo s-/y- de estas formas, como el que aparece en la forma y-ut-el, del ejemplo 75, no
da lugar a una ascensión sobre el verbo matriz xi’, “temer”. Cuando ese verbo matriz­
lleva el sufijo aplicativo -b(ey), como en 76, éste corresponde forzosamente a un
poseedor incrustado ascendido, tal como se mostró en los ejemplos 71 y 72 pero
no al argumento objeto del infinitivo como poseedor ascendido.

(75) ya j-xi’-Ø [y-ut-el]


inc a1-temer-b3 a3-regañar-nf.pas
‘Temo regañarlo.’

Libro4Final4OCT.indb 373 07/10/13 12:58


374 Gilles Polian

(76) ya j-xi’-bey-Ø [y-ut-el]


inc a1-temer-ben-b3 a3-regañar-nf.pas
‘Temo regañárselo (por ejemplo, a su hijo).’
* ‘Temo regañarlo.’

El prefijo s-/y- de a3, en estas estructuras, no expresa posesión ni marcación


de persona sino que ha sido vaciado de su contenido semántico por un proceso de
reanálisis.
Un fenómeno crucial para entender este reanálisis se da con las formas inas-
pectuales vt-bel en el tseltal de Oxchuc, las cuales aparecen ocasionalmente con
un prefijo s-/y- de a3 donde se hubiera esperado un prefijo j-/k-, de juego a1, o
a(w)-, de juego a2. Considérense primero los usos canónicos de estas formas inas-
pectuales, como en 77. En estas dos oraciones, se observa una forma inaspectual
con un prefijo j- de a1 y a- de a2, respectivamente, codificando al agente de
primera­y segunda persona. Sin embargo, estos prefijos pueden ser sustituidos por
uno de tercera persona, como en 78, sin pérdida de información ni cambio
semántico­de la oración en su conjunto.

(77) a. ya j-na’-Ø [j-kanantay-bel-at]


inc a1-saber-b3 a1-cuidar-nf.tr-b2sg
‘Sé cuidarte.’

b. ma x-k’exaw-at [ta a-k’an-[b]-bel-on]


neg inc.in-avergonzarse-b2sg p a2-pedir-ben-nf.tr-b1sg
‘No te avergüenzas de pedírmelo.’

(78) a. ya j-na’-Ø [s-kanantay-bel-at]


inc a1-saber-b3 a3-cuidar-nf.tr-b2sg
‘Sé cuidarte.’

b. ma x-k’exaw-at [ta s-k’an-[b]-bel-on]


neg inc.in-avergonzarse-b2sg p a3-pedir-ben-nf.tr-b1sg
‘No te avergüenzas de pedírmelo.’

Es decir, este fenómeno muestra que puede darse una neutralización de la


persona en los prefijos ergativos de las formas inaspectuales en las que aparece el
prefijo s-/y- de a3, independientemente de la persona en función de agente. Cru-
cialmente, puede darse esta neutralización en estos ejemplos porque el sujeto del

Libro4Final4OCT.indb 374 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 375

verbo inaspectual subordinado es controlado por el sujeto del verbo matriz, vol-
viendo la codificación de la información de persona en el segundo verbo redun-
dante. En este sentido, el prefijo s-/y- de a3, en los infinitivos a3‑vt‑el es también
un prefijo ergativo neutralizado. Su función radica exclusivamente en señalar la
posición de agente.
En conclusión, en esta sección he mostrado los siguientes hechos respecto a
los infinitivos a3-vt-el:

• El sintagma nominal que corresponde al paciente semántico de ese verbo es


tratado como un objeto, y no como un poseedor.
• El prefijo s-/y- de A3 ni es un prefijo de posesión, ni marca “tercera persona”.
• Cuando este prefijo A3 aparece, la posición de agente se vuelve sintácticamente­
activa para el control (con respecto a la forma pasiva VT-el, que carece de
agente).

Estas formas surgieron diacrónicamente por reanálisis de formas pasivas


poseídas,­pero ya no pueden ser analizadas en estos términos sincrónicamente.
Siguiendo los criterios de Noonan (2007) presentados en la sección “concepto de
finitud”, en el pasar de la forma no finita vt-el al infinitivo a3-vt-el, se pasa de
una forma nominalizada pasiva (sujeto/paciente expresado como poseedor) a un
infinitivo activo (no hay relación sintáctica con el sujeto/agente, pero la relación
con el objeto es la misma que con los verbos finitos).

12.6.1. Los infinitivos transitivos en una perspectiva dialectal

El panorama de las formas no finitas en tseltal que he presentado en las secciones


anteriores corresponde a la variante del tseltal de Oxchuc (tseltal central). La com-
paración interdialectal de la formación de los infinitivos confirma que el análisis
que se acaba de proponer es correcto, aunque muestra también que existen evolu-
ciones divergentes en ciertas formas infinitivas. En esta sección, contrasto las for-
mas no finitas transitivas de Oxchuc con las de Cancuc y Tenejapa (tseltal centro­
occidental), así como con las de Tenango (variante de transición entre tseltal central
y norteño).
Todas las variantes de tseltal coinciden en al menos dos puntos en cuanto a sus
formas no finitas transitivas:

Libro4Final4OCT.indb 375 07/10/13 12:58


376 Gilles Polian

• El uso de formas inaspectuales en la construcción progresiva véase la sección


“construcción progresiva”.
• El funcionamiento de los infinitivos a3-vt-el para pacientes de tercera perso-
na, tal como se describió en la sección anterior.

La variación entre los dialectos se presenta en la codificación de infinitivos


transitivos con objetos de primera y segunda persona en las cláusulas no finitas de
complemento e introducidas por la preposición ta, presentadas en las secciones
12.5.2 y 12.5.3, respectivamente.
Como ya he mostrado, la variante de Oxchuc selecciona siempre formas inas-
pectuales vt-bel en estos dos contextos, como en los ejemplos 79 y 80 (iguales a
los ejemplos 23 y 55d).

(79) ya j-mulan-Ø [j-jot’-bel-at]


inc a1-gustar-b3 a1-rascar-nf.tr-b2
‘Me gusta rascarte.’

(80) Ø-k’ax-Ø k-ot’an [ta j-kuch-bel-at]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a1-cargar-nf.tr-b2sg
‘Me harté de cargarte (Lit. “se excedió mi corazón en cargarte”).’

El uso de formas inaspectuales en el contexto de cláusulas de complemento no


finitas, como en 79, resulta ser la opción del tseltal de Oxchuc. En las variantes de
Tenejapa, Cancuc y Tenango se observa otra estrategia, que consiste en el uso de un
infinitivo a3‑vt-el, junto con la ascensión del objeto de primera o segunda per-
sona del verbo subordinado a la posición de objeto del verbo matriz, como en 81.

(81) ya j-mulan-at [s-jot’-el]


inc a1-gustar-b2sg a3-rascar-nf.pas
‘Me gusta rascarte.’

Esta construcción es una consecuencia del reanálisis de las formas a3-vt-el


como infinitivos transitivos. Pero, si en Oxchuc estos infinitivos sólo se usan cuan-
do el paciente es de tercera persona, en estas otras variantes ya se ha generalizado,
extendiéndose a argumentos pacientes de primera y segunda persona.
La existencia de esta construcción confirma, por lo tanto, que el prefijo s-/y-
presente en el infinitivo ya no codifica tercera persona, sino que sólo señala la ac-
tivación de la posición del agente, tal como argumenté más arriba.

Libro4Final4OCT.indb 376 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 377

Por otro lado, es interesante notar que, en la construcción del ejemplo 81, se
selecciona como sitio de realización morfológica del paciente subordinado la
posición­de objeto del verbo matriz, lo cual es otro resultado del reanálisis de la forma
a3-vt-el: al perder ésta su estatus de sustantivo y adquirir el de infinitivo, se da
pie a una reorganización argumental entre el verbo matriz y el verbo subordinado,
cuyo efecto visible aquí es que el paciente subordinado es ascendido a la posición
de objeto matriz. Los pormenores de esta reorganización argumental, sin embargo,
no serán tratados en este trabajo.
La ascensión, en cambio, no se puede dar cuando el infinitivo se usa en una
cláusula no finita con preposición ta, como en 82. Aquí, se observa que el paciente­
subordinado se manifiesta directamente sobre el infinitivo a3-vt-el.

(82) Ø-k’ax-Ø k-o’tan [ta s-kuch-el-at]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a3-cargar-nf.pas-b2sg
‘Me harté de cargarte (Lit. “se excedió mi corazón en cargarte”).’

Esta construcción, que se registra en el tseltal de Cancuc y Tenejapa, es con-


sistente con la de 81: al no poder ascender el argumento objeto del infinitivo, ya
que el verbo matriz no tiene una posición argumental disponible para ello, el
único lugar de realización posible para ese argumento es el infinitivo mismo. Con
este hecho, se restablece aún más la analogía de estos infinitivos con los verbos fi-
nitos. Este mismo tipo de estrategia es la que se observa en el texto siguiente, de un
rezo en la variante del tseltal de Sitalá (tseltal norteño).

(83) ya j-tek’an-Ø j-ba ek k-ajwal [ta s-matantes-el-at],


inc a1-parar-b3 a1-rr también a1-dueño p a3-ofrendar-nf.pas-b2
[ta
y-oboltes-el-at]
p a3-agradecer-nf.pas-b2
‘Dejo (me detengo) también Señor de ofrendarte, de agradecerte.’ {Txt, Sitalá}

Esto significa que, en este ámbito sintáctico, para las variantes que seleccionan
esta construcción, la forma a3-vt-el debe realmente analizarse como a3-vt-el-b;
es decir, que siempre lleva una marca pronominal absolutiva (de juego b), aun en
tercera persona, caso en que la marca absolutiva es el sufijo nulo Ø, como en 84.

(84) Ø-k’ay-on [ta s-pas-el-Ø]


com.in-acostumbrarse-b1 p a3-hacer-nf.pas-b3
‘Me acostumbré a hacerlo.’

Libro4Final4OCT.indb 377 07/10/13 12:58


378 Gilles Polian

La opción estructural de realizar el paciente subordinado como sufijo absolutivo­


sobre el infinitivo mismo, en cambio, no es permitida en Oxchuc ni en Tenango.
En Oxchuc, porque esa variante favorece el uso generalizado de las formas inas-
pectuales vt-bel, como se mostró en los ejemplos 79 y 80. En Tenango, porque
esa variante utiliza otra estrategia, que presento a continuación.
Recuérdese, primero, que uno de los puntos de partida para el estudio de los
infinitivos a3-vt-el fue el hecho de que, en los contextos “infinitivales”, no se
puede sustituir el prefijo s-/y- de a3 por uno de primera o segunda persona. De
hecho, en el contexto de las cláusulas de complemento, ninguna variante de tseltal
admite un ejemplo como 85 (repetido del ejemplo 22).

(85) * ya j-mulan-Ø [a-jot’-el]


inc a1-gustar-b3 a2-rascar-nf.pas
Lectura buscada: ‘Me gusta rascarte.’

Sin embargo, en el tseltal de Tenango sí se usan productivamente este tipo de


formas, pero exclusivamente en el contexto de las cláusulas no finitas con la prepo­
sición ta, como en 86 y 87.

(86) Ø-k’ax-Ø k-o’tan [ta a-kuch-el]


com.in-pasar-b3 a1-corazón p a2-cargar-nf.pas
‘Me harté de cargarte (Lit. “se excedió mi corazón en cargarte.”).’

(87) la s-kom-Ø s-ba [ta k-uts’in-el-tik]


com.t a3-detener-b3 a3-rr p a1-molestar-nf.pas-pl1
‘Se detuvo de molestarnos.’

Se comprueba que en estos ejemplos, pacientes de primera y segunda persona


se codifican como prefijos posesivos sobre la forma no finita. Ya no se trata, por lo
tanto, de infinitivos a3‑vt‑el, sino de formas no finitas pasivas vt-el poseídas.
Esto muestra que, en el tseltal de Tenango, las cláusulas no finitas encabezadas por
la preposición ta no entran en los contextos “infinitivales”, en los que se usan las formas
no finitas como infinitivos, sino que son contextos nomina­les, en los cuales las
formas no finitas se usan como sustantivos verbales.23 Conside­rando que los infi-

23
Shklovsky (comunicación personal) ha registrado formas similares en el tseltal de Petalcingo (tseltal
norteño), lo cual indica que este fenómeno probablemente sea compartido por más variantes dialec-
tales.

Libro4Final4OCT.indb 378 07/10/13 12:58


Infinitivos transitivos: innovaciones del tseltal en la familia maya 379

nitivos a3-vt-el surgieron históricamente, precisamente­, a partir de formas no


finitas pasivas vt-el, se concluye, por lo tanto, que el tseltal de Tenango presenta
en este contexto un rasgo conservador, comparado con las demás construcciones
infinitivales, que tienen un carácter innovador.
En el cuadro 12.5, sintetizo las diferentes construcciones revisadas en esta
sección, limitándome a los casos de formas no finitas transitivas con pacientes se-
mánticos de primera o segunda persona, para los tres grupos dialectales considera­
dos: Oxchuc; Cancuc y Tenejapa, y Tenango. Indico, para cada caso, cuál es la
forma no finita seleccionada —inaspectual vt-bel, infinitivo a3-vt-el o forma
pasiva vt-el— y cómo se codifica el argumento paciente, a saber, con marca
absolu­tiva de juego b (jb) o marca ergativa/posesiva de juego a (ja). Además, la
marca de jb puede realizarse morfológicamente sobre la forma no finita (esta op-
ción no está marcada en el cuadro 12.5), o bien, presentarse como argumento
ascendido.
Se puede apreciar, en el cuadro 12.5, cómo todas las variantes consideradas
coinciden en el uso de formas inaspectuales vt-bel para la construcción progresi-
va, y cómo la variante de Oxchuc generaliza estas formas a los demás contextos
sintácticos. Nótese, en cambio, cómo las otras variantes presentan múltiples estra-
tegias según el contexto sintáctico.

Cuadro 12.5
Distribución de las formas no finitas transitivas con pacientes
de primera y segunda persona

Construcción Cláusula de complemento Cláusula no finita


progresiva no finita con preposición ta

Variante Forma Codificación Forma Codificación Forma Codificación


no finita del paciente no finita del paciente no finita del paciente

Oxchuc vt-bel JB

Cancuc,
Tenejapa a3-vt-el JB

Tenango vt-el JA (poseedor)

Libro4Final4OCT.indb 379 07/10/13 12:58


380 Gilles Polian

Como conclusión parcial, cabe destacar aquí la diversidad de estrategias es-


tructurales encontradas en un grupo de variantes dialectales, las cuales, sin embar-
go, son muy cercanas en otros aspectos de su gramática. Se trata, por lo tanto, de
un área de la gramática en la que tuvo lugar un proceso de diversificación, prueba
de los reajustes e innovaciones que se produjeron de manera independiente y di-
vergente en cada variante, al tener lugar una evolución gramatical particular: el
surgimiento de nuevos infinitivos transitivos.

12.7. Conclusiones

En este estudio he mostrado que el tseltal es similar a otras lenguas mayas, como
el chol, en su derivación de un sustantivo verbal intransitivo (con sufijo -el), pero
que diverge del resto de la familia por tener una variedad de formas no finitas
transitivas. Entre éstas, he mostrado que el tseltal desarrolló un infinitivo transitivo­,
único en las lenguas mayas hasta ahora descritas, a partir de un sustantivo verbal
pasivo poseído. Éste representa un caso muy interesante de “reverbalización” en el
que una forma nominalizada deverbal se reanaliza, en determinados contextos­
sintácticos, como un infinitivo, es decir, vuelve a adquirir propiedades sintácticas
verbales, como la de marcar objeto.
Por otra parte, el tseltal es también único en las lenguas mayas por sus formas
inaspectuales. Aunque resulten similares a los llamados “verbos sin aspecto” presen­
tes en varias lenguas de la familia, he mostrado que estas formas especiales pertene­cen
a un mismo paradigma gramatical que las demás formas no finitas, pese al carácter
marcadamente nominal de algunas de estas últimas. Es decir, a pesar de que toman
los mismos afijos de sujeto y objeto que los verbos finitos, estas formas inaspectuales­
tienen un carácter más participial que, por ejemplo, los verbos sin aspecto del chol
o del q’anjob’al.
Comparado con la sobriedad del sistema de formas no finitas en chol, en el
que sólo existen dos tipos de formas no finitas —los infinitivos intransitivos y los
verbos transitivos sin aspecto (véase el capítulo 11)—, sorprende de alguna manera­
la complejidad del sistema de formas no finitas en tseltal, aumentada por la multi­
plicidad de estrategias en la red dialectal, tal como se ha presentado. Se ve, por lo
tanto, que éste es un campo de experimentación de la lengua que sugiere la existen­
cia de un área de inestabilidad en el sistema, donde varias posibilidades estructura­
les están en competencia para la codificación de ciertos significados propios de los
contextos de las formas no finitas.

Libro4Final4OCT.indb 380 07/10/13 12:58


13.Nominalización y complementación en otomí1

Enrique L. Palancar*

13.1. Introducción

En este trabajo estudio las características de una construcción de complementación


por nominalización que existe en la familia otomí. Un ejemplo de esta construc-
ción se da en el ejemplo 1 de la lengua otomí de Santiago Tilapa, Estado de México­,
donde aparece el nominal de acción hnë, “baile”, del verbo intransitivo në,“bailar”,
en el núcleo de la frase nominal (fn) que funciona como objeto.2

(1) txú=hpö=hka (ra hnë)fn


til 1.pres.hab.r=saber[3obj]=1sg.enf sg.nom baile
‘Sé bailar.’

En la cláusula del ejemplo 1, el verbo transitivo pödi es traducible como “saber


hacer algo”, y con esta significación, tiene dos argumentos:3 i) un argumento es el

1
La elaboración de este artículo se financió parcialmente por el proyecto esrc-ahrc res-062-23-3126
Endangered Complexity: Inflectional Classes in Oto-Manguean Languages. He presentado versiones
de este trabajo en el VIII Coloquio de Lingüística de la enah, así como en el Centre d’Études des Lan­
gues Indigènes d’Amérique (celia), de la Unidad Structure et Dynamique des Langues del cnrs,
París, Francia. Mis más sinceras gracias a todos los colegas que colaboraron con sus comentarios para
mejorar este trabajo, en especial a Roberto Zavala Maldonado.
* Structure et Dynamique des Langues (umr8202), cnrs. Surrey Morphology Group, University of
Surrey.
2
La convención ortografía que empleo para escribir las diferentes lenguas otomíes es la siguiente: -
indica afijación; = clítico; <> infijo. Consonantes: <C’>› /eyectiva/;<’> //; <ƒ>; /ph/; <j> /kh/; <ñ>
//; <r> /ſ/; <r> /r/; <tx> /t/; <y> /j/; <x> /∫/. Vocales <a> /a/; <a> /ɔ/; <e> /ɛ/; <o> //; <u> /ɨ/; <i>
//. Diéresis en vocal indica nasal (por ejemplo <ä> /ã/; <ü> /ũ/).
3
Este verbo tiene también la significación de “saber algo” o “tener conocimiento de algo”; el argumen-
to objeto puede ser una idea o concepto que se codifica con una fn, como en el ejemplo i, o con una
proposición, como en ii, codificada en una cláusula de complemento que se verá más adelante.

(i) txá=hpö=hka rú txü
1.pres.cont.r=saber.a[3obj]=1sg.enf sg.3pos nombre
‘Sé su nombre.’

381

Libro4Final4OCT.indb 381 07/10/13 12:58


382 Enrique L. Palancar

experimentante del acto cognitivo que se codifica como sujeto; ii) el otro argumento­
es eventivo, es decir, una acción para la que el sujeto tiene el conocimiento adqui-
rido para realizarla de forma convencional. El argumento eventivo se codifica en
la fn objeto ra hnë, “el baile”, que designa la actividad de bailar.
El ejemplo 1 muestra una construcción gramatical de complementación cuyo
estudio resulta interesante porque su uso está relegado principalmente a actividades
humanas de tipo convencional o rutinario.
El capítulo tiene la siguiente estructura. En la sección siguiente se hace una
introducción a los rasgos esenciales de las lenguas otomíes necesarios para entender
la construcción ejemplificada en 1. En esa sección, presento asimismo otras dos
estructuras de complementación que existen en cada lengua de la familia. Después,
presento los predicados que pueden aparecer en la construcción de nominalización
para, en la siguiente sección revisar detalladamente el tipo de nominalización que
se permite en la construcción así como los procesos morfológicos de nominalización­
verbal en general. En la sección “Uso de la cnn” muestro que las nominalizaciones
son intransitivas en otomí, por lo que la estructura no se puede emplear con un
objeto sintáctico. El capítulo concluye con un breve resumen de la propuesta.

13.1.1. La familia otomí

El nombre “otomí” es la denominación más difundida con la que se conoce a una


serie de lenguas habladas en varios estados del centro de México por un total
aproximado de un cuarto de millón de personas. Estas lenguas forman una familia
lingüística que junto con el mazahua, el atzinca (matlatzinca y ocuilteco) y las
lenguas pame y chichimeco forman la rama otopame del tronco lingüístico
otomangue.­
El número de lenguas que conforman la familia otomí está aún por determi-
narse de manera consensuada.4 De manera tradicional, se ha empleado el término
“otomí” para designar, a todas ellas, y esto ha causado confusión para el público en
general, así como para los mismos hablantes, ya que el empleo de un mismo nom-
bre ha creado la ficción de que existe un otomí unificado, cuando esto está bastante­
lejos de la realidad lingüística actual. Los primeros estudios modernos del otomí,

(ii) txá=hpö=hka g‹w›u=’ëh-ë


1.pres.cont.r=saber.a[3obj]=1sg.enf ‹loc›2.pres.irr=venir-l
‘Sé que vienes.’
4
El inali (2008), en su Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales, reconoce nueve variantes.

Libro4Final4OCT.indb 382 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 383

como los de Soustelle (1937), reconocen ya la diversidad y comienzan la tradición


de distinguir las variantes empleando para ello el nombre “otomí” seguido del
nombre del pueblo en particular, la comarca, la ciudad más cercana o el estado
donde se habla esa variante en particular.5
Las lenguas otomíes se pueden taxonomizar grosso modo en tres grandes grupos
dialectales, dependiendo del grado de conservadurismo morfológico que presentan.­
Existe, por un lado, el grupo innovador, conformado por las variantes septentrio-
nales: los otomíes de Amealco, como el otomí de San Ildefonso Tultepec; el otomí
del Valle del Mezquital, junto con su dialecto distintivo de San Ildefonso
Chantepec,­y las variantes del norte del Estado de México. Por otro lado, se tiene
el grupo semiconservador, con las lenguas otomíes del centro del Estado de México­
y del Valle de Toluca; y por último, las lenguas conservadoras de la zona meridional,
como el otomí de Santiago Tilapa y el de Ocoyoacac (Acazulco, Atlapulco), en el
Estado de México; el otomí de Ixtenco, en Tlaxcala, y posiblemente, todas las
variantes de la Sierra Madre oriental enclavadas entre los estados de Hidalgo, Pue-
bla y Veracruz, salvo, aparentemente, la variedad de Texcatepec e Ixhuatlán de
Madero, que parece ser semiconservadora.

13.1.2. Rasgos gramaticales esenciales del otomí

Las lenguas otomíes son de marcación en núcleo, tienen alineamiento nominativo-


acusativo y presentan intransitividad escindida (Palancar, 2008). Morfológicamente­,
sin ser aglutinantes, tienen una morfología sintética compleja y hacen un uso muy
extenso de clitización. Como típicas lenguas otomangues, las lenguas otomíes son
de orden vo y presentan las características propias de este orden. Las lenguas con-
servadoras son de orden vos, mientras que las innovadoras tienden a tener svo
como orden básico.
El verbo se flexiona con categorías de tiempo/aspecto/modo (tam) mediante
clíticos verbales que preceden al verbo y que suelen hacer referencia cruzada al
sujeto de manera cumulativa.6 Un ejemplo se da en 2, con el clítico verbal bi, del
otomí de la Sierra, tomado de Voigtlander y Echegoyen (1979: 304).

5
Este mismo procedimiento se aplica a muchas otras lenguas indígenas de México.
6
En las lenguas conservadoras, encontramos asimismo una serie prefijos con función flexiva en algunos
tiempos gramaticales.

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384 Enrique L. Palancar

(2) bi=dät’-i kon yu kadena


sier 3.psd=ts/atar[3obj]-l con pl cadena
‘Lo amarró con cadenas.’

En el ejemplo 2, el clítico bi sirve de exponencia de un tiempo gramatical que


se denomina comúnmente “pasado” o “pretérito” y que codifica nociones de
tiempo­pasado, aspecto completivo y modo realis. El clítico sirve de exponencia
también de la concordancia de un sujeto de tercera persona.
Por otro lado, en el ámbito de la fn, los sustantivos no reciben caso. En este
tipo de frases, el sustantivo suele modificarse por determinantes de número (sin-
gular y plural), tal como se puede ver en el ejemplo 3a, del otomí de Toluca, con
el marcador de singular r —compárese al respecto con el uso del determinante
de plural yu en el otomí de la Sierra en 2— o por determinantes demostrativos (de
definitud) y posesivos, como en 3b, (datos adaptados de Lastra, 1992: 274).7

(3) a. r hmï
tol sg tortilla
‘La/una tortilla.’

b.
k’ mä ’indö
dem.dist.sg 1.pos hermano.de.mujer
‘Mi hermano.’
(Lit. ‘Aquel mi hermano.’)

En 4 se muestra asimismo la construcción de posesión nominal con poseedor
explícito. La marca de posesivo de tercera persona es un tono alto que recae sobre
el determinante de número del sustantivo poseído xtö “cabello”, en este caso el
determinante de plural yu. La fn que codifica el poseedor aparece yuxtapuesta.8

7
Las lenguas otomíes varían mucho en cuanto al número y tipo de determinantes de número. Para el
singulativo, las innovadoras suelen tener una forma con alternantes condicionadas morfofonológica-
mente; las conservadoras tienen varios alomorfos condicionados léxicamente, por ejemplo, es común
tener una forma específica asociada a nominales deverbales.
8
En el predicado del ejemplo 4, aparece un verbo pacientivo que codifica su argumento sujeto como
objeto. La marcación no es clara en tercera persona porque no hay marcador explícito de objeto de
tercera persona.

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Nominalización y complementación en otomí 385

(4) txa=m-pot’-i [yú xtö [ni Hwä]]


til pres.irr.est=est-ser.negro[3obj]-l det.pl.3pos cabello det.sg Juan
‘El pelo de Juan va a estar negro.’
(Lit. ‘Será negro su cabello Juan.’)

13.1.3. Complementación clausal en otomí

En el ámbito de la complementación clausal en las lenguas otomíes, existen dos


tipos de construcciones favoritas que están en distribución complementaria. La
primera estructura implica una cláusula de complemento finita de estructura
interna­compleja. Esta cláusula puede introducirse mediante un complementante,
como en 5a, o simplemente aparecer yuxtapuesta a la matriz, como en 5b. En el
ejemplo 5c, se indica adicionalmente que las lenguas que emplean complemen-
tante pueden también elidirlo en la mayoría de las ocasiones. En general, la
estructura­con complementante es una innovación tardía basada en la yuxtapuesta,­
que es históricamente una estrategia más propia de la lengua.9

(5) a. xo bi=ben=’ä ra pents’u


sier entonces 3.psd=pensar.d[3obj]=3sg sg águila

[ge da=tho=pu Zi’bomu]


comp 3.pres.irr.1=seguir/pasar.ta=allí Huachinango

‘Entonces el águila pensó que seguiría a Huauchinango.’


(Voigtlander y Echegoyen, 1979: 35)

til b. tú=pený=a [xu=syoni mi hta]


1.psd.r=pensar.ta=encl 3.prf.r=ts/pegar.l[3obj] 1pos padre
‘Pensé que ya le pegó mi papá.’ (Txt)

sier c. ngetho bi=ben-i


por.eso 3.psd=pensar[3obj]-l

9
A pesar de su similitud fonológica, el complementante ge que aparece en 5a no es un préstamo del
español que.

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386 Enrique L. Palancar

[ __ bi=mbu=’ä n’da ra sui]=’na


comp 3.psd=ts/empezar.d=3sg uno sg guerra=cit

‘Por eso dizque pensaron que empezó una guerra.’


(Voigtlander y Echegoyen, 1979: 26)

Este tipo de cláusula de complemento se emplea con verbos matrices de actitud


proposicional, como beni, “pensar, creer”, en los ejemplos de 5; pero también con
verbos de comunicación, como xi, “decir”; mä/mö, “hablar”; de adquisición de
conocimiento, como ’ode, “oír”, o pädi/pödi, “saber”, y con los de percepción di-
recta, como handi, “ver”.
La segunda estructura funge de complemento clausal de verbos matrices que,
según Cristofaro (2003), suelen requerir de complementos con estructura reduci-
da, tales como predicados desiderativos, como nde, “querer”, en 6a; fasales, como
pengi, “volver”, en 6b; de manipulación y causación, como hegi “dejar”, en 6c; o
modales, como tehe, “poder”, en 6d.

(6) a. hingi=i=n nde [da=’‹y›ot’-e]


sier neg=3.pres.r=flex querer[3obj] 3.pres.irr.i=‹ts›hacer[3obj]-l
‘No quiere hacerlo.’ (Voigtlander y Echegoyen, 2007: 269)

sit b. ’ne bi=meng-i [bi=bong-a=ma n’a_gi ya’a]


y 3.psd=ts/volver-l 3.psd=ts/salir.ta-d=otro uno_vez al_rato
‘Y volvió a salirse al rato.’ (Txt)

til c. hin=a he-gi [gu=tu-’yo hwerte]


neg=[3.pres]cont.r dejar.ta-1obj 1.pres.irr=1-caminar fuerte
‘No me deja caminar recio.’ (Txt)

ixt d. hingi te-ki=ga


neg [pres.r]poder.ta-1obj.d=1sg
[gi=tex=ka ri za]
1.pres.irr=subirse.ta=1sg sg árbol
‘No me puedo subir al árbol.’ (Lastra, 1997: 116)

En todos estos ejemplos, la cláusula de complemento aparece yuxtapuesta a la


matriz y se podría pensar que se trata del mismo tipo de cláusula dada en el ejemplo­
5b, o incluso, en 5c. Sin embargo, la cláusula subordinada de los ejemplos en 6a,
6b, 6c, y 6d forma una unidad prosódica con la matriz y tiene una sintaxis muy

Libro4Final4OCT.indb 386 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 387

reducida que indica su carácter menos finito en términos estructurales. Por ejemplo,­
aunque aparece marcada con tam y concordancia de sujeto, no puede recibir una
fn de sujeto explícita y presenta restricciones aspectuales: i) o bien aparece en
tiempos del modo irrealis, como en 6a, ii) o bien copia los valores tiempo-aspec-
tuales de la matriz, como en 6b. La cláusula también requiere de un tipo de patrón
de correferencia argumental que Stiebels (2007) denomina “control inherente” y
que implica que el sujeto de la cláusula subordinada tiene que ser obligatoriamente­
correferencial con al menos uno de los argumentos del predicado de la cláusula
matriz: en 6a y 6b es correferencial con el sujeto de la matriz, en 6c lo es con el
objeto.10 Ninguna de estas características se da en la cláusula de complemento
plena de los ejemplos de 5.
Los dos tipos de estructuras en 5 y 6 representan la mayor parte del espectro
funcional de la complementación clausal en las lenguas otomíes. Además de estas
dos construcciones, existe también la “construcción de complemento por nomi-
nalización” (en adelante, ccn) que ejemplificamos en 1 para el otomí de Tilapa.
En 7, se da otro ejemplo del otomí de la Sierra.

(7) di=tho-hk=’ä [ra nxadi]fn ma ts’unt’u


sier 3.pres.irr=seguir[3obj]=3sg sg aprendizaje 1.pos hijo
‘Mi hijo seguirá estudiando.’ (Echegoyen y Voigtlander, 2007: 352)
(Lit. ‘Mi hijo pasará (al) aprendizaje.’)

En el ejemplo 7, se tiene el verbo transitivo thoki, el cual, en otros ámbitos,


significa “pasar algo (o alguien) a un lugar”, pero en la construcción funciona ya
como un predicado (matriz) del tipo fasal con la significación de “seguir haciendo
algo”. En este sentido, la fn ra nxadi, “aprendizaje”, codifica gramaticalmente el
argumento eventivo del verbo como un complemento nominal objeto. Esta fn tiene
como núcleo el sustantivo deverbal nxadi, “aprendizaje”, que proviene del verbo
intransitivo nxadi, “aprender”; y éste, a su vez del transitivo xadi, “enseñar”. La fn
aparece, además, con el determinante de singular ra. En las secciones siguientes ve-
remos, por un lado, el tipo de verbos matrices que se encuentran en la ccn, y por el
otro, el tipo de nominalizaciones que pueden aparecer en este marco construccional.

10
En el ejemplo 6d, el argumento sujeto del verbo intransitivo tehe, “poder”, se codifica morfológica-
mente como objeto en un tipo de escisión de intransitividad que Mithun (1991) denomina tipo
agentivo/pacientivo.

Libro4Final4OCT.indb 387 07/10/13 12:58


388 Enrique L. Palancar

13.2. Verbos matrices en la ccn

Existen restricciones respecto al número de verbos matrices que aparecen en la ccn.


Mientras que en las lenguas conservadoras, como el otomí de la Sierra o el de Ti-
lapa, se encuentran más verbos, en las lenguas innovadoras, como el otomí de San
Ildefonso Tultepec, la construcción solamente puede aparecer con tres verbos
­matrices. En otras variantes, se carece de datos fidedignos para conocer con más
exactitud el alcance de los verbos que se permiten o aparecen en la construcción.
Esta falta de datos se indica con un signo de interrogación en los cuadros.
Los predicados matrices, en la ccn pueden ser de tres tipos: agentivos, fasales
y causativos. La construcción tiene control estructural (Stiebels, 2007) ya que
requiere­que el sujeto de la nominalización sea obligatoriamente correferencial con
uno de los argumentos del predicado matriz, normalmente el sujeto.

13.2.1. Predicados Agentivos

Los predicados matrices que denomino “agentivos” tienen un argumento agentivo,


que se codifica por defecto como sujeto,11 y ejercitan un tipo especial de control
semántico sobre el argumento de la nominalización, requiriendo que éste también
sea agentivo. Los que encontramos en la ccn aparecen en el cuadro 13.1.
En general, se observa que las lenguas conservadoras tienen más verbos
matrices­en la ccn que las innovadoras; para ello, compárese el otomí de la Sierra
o el de Tilapa con el otomí de San Ildefonso Tultepec. Sin embargo, todas las
lenguas­comparten el hecho de tener al verbo pa, “ir”, como matriz de movimiento­
propositivo. Dos ejemplos se dan en 8.

(8) a. mö __ da=ma=[r su]fn


sit [3.pres.r]hablar[3obj] comp 3.pres.irr=ts/ir=sg leñada
‘Dice que se va a leñar.’ (Txt)

sier b. ga=mba [na nthü-dethä]fn


1.pres.irr= ts/ir sg.nom siembra-maíz
‘Voy a sembrar maíz.’ (V&E, 1979: 306)

11
La excepción al patrón morfológico, la supone el verbo de cognición hpohpi, “gustar”, del otomí de
Tilapa, en el cual el argumento del verbo es experimentante y se codifica con marcas de objeto, aunque
sigue siendo sujeto desde un punto de vista sintáctico.

Libro4Final4OCT.indb 388 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 389

Cuadro 13.1
Predicados agentivos
Otomí
Otomí Otomí Otomí Otomí de San Ildefonso
de la Sierra de Tilapa de Ixtenco de Toluca Tultepec
De movimiento
propositivo “ir a hacer algo” pa (in) pa (in) pa (in) pa (in) pa (in)
Desiderativo “querer hacer algo” nde (tr) nde (tr) ? ne (tr) —

Cognitivo “saber hacer algo” pädi (tr) pödi (tr) ? ? —


“aprender a hacer algo” xadi (tr) ? ? ? —

Psicológico “gustar de hacer algo” ho (tr) pohpi (tr) ? ? —

Modal “probar hacer algo” tsäpi (tr) ? ? ? —


“ayudar a hacer algo” ? fats’i ? ? fats’i (tr)

Fuente: elaboración propia.

En los ejemplos 8a y 8b, el verbo matriz pa, “ir”, en la ccn denota un evento
de movimiento genérico que el sujeto agente efectúa con el propósito de realizar
la acción designada por el sustantivo deverbal. En estos casos, la acción propósito
del movimiento se interpreta metafóricamente como una locación meta, del
mismo­modo que la fn adverbial en 9.

(9) ya bi=ma=’ya [ár ngü]fn=’ya


sit ya 3.psd=ts/ir=ya sg.3pos casa=ya
‘Ya se fue a su casa.’ (Txt)

En mi análisis, trato a la fn adverbial que designa la meta-propósito en la ccn de


los ejemplos como un argumento del verbo pa, “ir”.12 En cada lengua existen diag­nós­
ticos diferentes que pueden justificar este trato. Por ejemplo, para el otomí de San Il-
defonso Tultepec, se puede argüir que la meta de este verbo se codifica siempre con una

12
El participante que efectúa el movimiento designado por pa, “ir”, lo hace en la mayoría de las ocasiones­
con un lugar meta en mente hacia el cual orienta su movimiento con el fin de alcanzarlo. Al respecto,
nótese que el verbo pa no tiene la significación de “moverse”, para cuyo espacio semántico existe el
verbo ’ñöni, en San Ildefonso Tultepec, o sus cognados en otras lenguas. En el otomí de la Sierra se
tie­ne, además, el verbo ’yani “moverse (plantas)”, y en Tilapa nk’wëni, “moverse (animales)”.

Libro4Final4OCT.indb 389 07/10/13 12:58


390 Enrique L. Palancar

fn como en 9, mientras otras metas que son adjuntos semánticos, como en 10, se
suelen codificar de manera oblicua mediante una frase preposicional­(fp).

(10) mí=’yo [ká ngü]fp


sit 3.imp=caminar p.loc.3pos casa
‘Se fue a su casa caminando.’ (Txt)
(Lit. ‘Caminaba a su casa.’)

Pero el diagnóstico no tiene validez para el otomí de Tilapa, en el cual la meta


espacial del verbo pa, “ir”, se codifica con una fp, como en 11.

(11) gu=mba=ga [a xantho]fp


til 1.pres.irr=ts/ir=1sg p.loc monte
‘Me voy al monte.’ (Txt)

En cambio, respecto al otomí de Tilapa, se puede argüir que la fn adverbial en


la ccn es en efecto un argumento si se atiende al orden de constituyentes. Esta
lengua otomí es vos, y mientras los adjuntos pueden aparecer después del sujeto,
como en 12, la fn adverbial en la ccn no puede, tal como se muestra en el con-
traste de gramaticalidad de 13.

(12) bi=mba [yu mi ja’ni=’mbe]s [a xantho]


til 3.psd=ts/ir pl 1pos señor=pl.excl p.loc monte
‘Nuestros esposos se fueron al monte.’

(13) a. bi=mba [ra ’mbadi]adv [yu mi ja’ni=’mbe]s


til 3.psd=ts/ir sg.nmlz cuidado pl 1pos señor=1pl.excl
‘Nuestros esposos se fueron al monte a cuidar los animales.’ (Txt)

b. * bi=mba [yu mi ja’ni=’mbe]s [ra ’mbadi]adv


3.psd=ts/ir pl 1pos señor=pl.excl sg.nmlz cuidado
Lectura buscada: ‘Nuestros esposos se fueron al monte a cuidar los animales.’

Por otro lado, el verbo se ha convertido en un auxiliar de movimiento propo-


sitivo o de aspecto inmediativo en las lenguas innovadoras, aquéllas que perdieron
la morfología verbal antigua que solía expresar estas nociones. Estas extensiones se
ilustran en 14.

Libro4Final4OCT.indb 390 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 391

(14) a. jange ma=dá=tsu-’-i


sit por.eso mov.prop=1.psd=alcanzar.ta-2obj-l
‘Por eso te fui a alcanzar.’ (Txt)

b.
ma=ga=’oht-a=no=r ntxu_mfo
inm=1.pres.irr=oír.a.alguien[3obj]-d=def.sg=sg mujer_mestizo.ta
‘Voy a obedecer a la señorita.’(Txt)

El sentido de movimiento propositivo, en 14a, aparece en tiempos de realis,


mientras que el sentido de inmediativo, en 14b, coocurre siempre con el irrealis.
La construcción del ejemplo 14 procede de la construcción de complementación
con cláusula yuxtapuesta reducida que vimos en el ejemplo 6, donde la cláusula de
complemento expresaba propósito. Ejemplos de esta construcción se dan en 15.
En ellos, el verbo matriz pa, “ir”, funciona con un sentido de movimiento propo-
sitivo semejante al que tiene en la ccn. El auxiliar, en 14, emergió de la elisión de
la marcación de tam que portaba el verbo matriz, quedando esta marcación sola-
mente en el predicado dependiente. Si el verbo no requiriera que el participante
meta fuera argumento, la gramaticalización en auxiliar no habría podido tener
lugar (Palancar, 2009).13

(15) a. dá=ma [dá=tang-a=ma thïza]


sit 1.psd=ts/ir 1.psd=comprar.ta[3obj]-d=1pos zapato
‘Me fui a comprar unos zapatos.’ (Txt)
(Lit. ‘Me fui me compré mis zapatos.’)

b. ya ga=ma [ga=tsi-the]
ya 1.pres.irr=ts/ir 1.pres.irr=ingerir-agua.ta
‘Me voy a tomar.’ (Txt)

Aparte del verbo pa, “ir”, los demás verbos del cuadro 13.1 pertenecen a clases
semánticas de verbos matrices de los que se espera que tomen tipológicamente un
complemento clausal menos finito, como el verbo desiderativo ne, “querer”, en 16,
o el de adquisición de conocimiento pädi/pödi, “saber hacer algo”, en 17, que son
muy frecuentes.

13
Nótese que, como auxiliar, se emplea también la forma ma, que es el reflejo gramaticalizado del tema
secundario (véase el ejemplo 15).

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392 Enrique L. Palancar

(16) txá=nde ra t’ëni


til 1.pres.cont.r =querer[3obj] sg.nom juego
‘Quiero jugar.’

(17) i=päh=na nkuyä yu ts’unt’u


sier 3.pres.r=saber.d[3obj]=sg.nom echada_de_clavados pl jóven
‘Los muchachos saben bucear.’ (Voigtlander y Echegoyen, 1979: 232)

13.2.2. Predicados fasales y causativos

En la construcción aparecen asimismo predicados matrices fasales y causativos que


no requieren que el argumento de la nominalización sea agentivo. Éstos se muestran­
en el cuadro 13.2.
Como sucede con los predicados agentivos del cuadro 13.1, las lenguas
conservadoras­tienden a tener más predicados matrices fasales. El otomí de San
Ildefonso Tultepec solamente permite jwadi, “acabar”, como en 18, donde se puede­
asimismo observar que el argumento de la nominalización no es agentivo.
Solamente­en algunas lenguas se puede emplear la contraparte semántica en verbos
de comienzo, como en 19.

(18) ta in=da gwa=r nthuni


sit hasta neg=3.pres.irr ts/acabar.d[3.ob]=sg hervida
‘Hasta que no acabe de fermentar.’ (Txt)

(19) mande dí=fǔh=ka thüdi-thä́


ixt ayer 1.psd=empezar.ta[3obj]=1sg siembra-maíz
‘Ayer empecé a sembrar.’ (Lastra, 1997: 118.)

Los predicados causativos parecen tenerse solamente en el otomí de Tilapa,


pero se necesita más investigación en las lenguas conservadoras. Estos verbos ma-
trices tienen dos argumentos: uno es el evento causado y otro es la persona o la
cosa a la que permite o se fuerza a realizar el evento causado en cuestión. La estruc-
tura requiere de control estructural en cuanto a que tiene que haber correferencia-
lidad entre el objeto del verbo matriz y el sujeto de la nominalización. Dos ejemplos
se dan en 20.

Libro4Final4OCT.indb 392 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 393

Cuadro 13.2
Predicados fasales y causativos
Otomí
Otomí Otomí Otomí Otomí de San Ildefonso
de la Sierra de Tilapa de Ixteco de Toluca Tultepec
Fasales ‘acabar de hacer algo’ jwadi jwadi jwadi jwadi jwadi
(láb)1 (láb) (láb) (láb) (láb)
‘dejar de hacer algo’ hegi (tr)*2 hegi (tr) ? ? —

‘comenzar a hacer ’mbu (láb) ? fudi (tr) ? —


algo’
‘empezar a hacer du’mi (láb) ? ? ? —
algo’
‘seguir haciendo thoki (tr)*3 — ? ? —
algo’
Causativos ‘dejar a alguien hacer ? hegi (tr) ? ? —
algo’
‘poner a alguien a
? ’ëts’i (tr) ? ? —
hacer algo’

Fuente: elaboración propia.


1 Los verbos se indican como lábiles cuando se pueden emplear fuera de la construcción ccn en su sentido intran-
sitivo.
2 El verbo hegi tiene un significado originario de “soltar”, “dejar ir”.
3 El verbo thoki significa originalmente “pasar algo (o alguien) a un lugar”. Para el significado fasal de “seguir”, otras
lenguas emplean el préstamo sigi, del español, seguir.

(20) a. hin=grá he-gii ra ___i t’ö


tilneg=2.pres.cont dejar.ta-1obj sg.nom sueño
‘No me dejas dormir.’

b. bi=t-’ëx-ku=’mbei ra ___i hnë


3.psd.r =ti-poner.ta-1obj.d=pl.excl sg.nom baile
‘Nos pusieron a bailar.’ (Txt)

13.3. La frase nominal en la ccn

Los verbos matrices de la ccn, independientemente del tipo de predicado del que
se trate, presentan todos un argumento eventivo codificado en la fn cuyo núcleo

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394 Enrique L. Palancar

es el sustantivo deverbativo. Esta fn funciona, en la mayoría de los casos, como el


objeto del verbo, pero con algunos verbos puede funcionar como el sujeto, como
en 21, o como complemento adverbial, como en 22.

(21) ma=ti-hpohpi=gi (ra tyühü)fn-suj


til [3.pres.r]imp.cont=flex-gustar=1obj sg.nom canto
‘Me gustaba cantar.’

(22) txú=hpe=’mbe (ra thon-jo)fn-adv


til 1.pres.hab.r=ir.du=pl.excl sg.nom búsqueda.ta-hongo
‘Vamos a honguear.’ (Txt)

En 21, la fn ra tyühü, “(el) canto”, es el argumento estímulo del verbo psico-


lógico pohpi, “gustar”, es decir, es la sensación que produce el deleite. Este argu-
mento se codifica como sujeto. El argumento experimentante del gusto se codifica
como objeto directo. Para el caso de 22, y tal como he apuntado más arriba, he
tratado la fn eventiva que codifica el propósito del movimiento como argumento
del verbo matriz pa, “ir”, pero como este verbo no es transitivo, la función de la fn
ra thonjo, “(la) búsqueda de hongos”, es necesariamente adverbial y no objeto.
Para el análisis de la fn dentro de la ccn cubriré los siguientes puntos: i) los
procesos de nominalización verbal en lenguas otomíes; ii) el tipo de sustantivos
resultantes de la nominalización que pueden aparecer en la ccn; iii) los procesos
derivativos que se emplean para los sustantivos de la fn. En las secciones siguientes,
ahondo en cada uno de estos puntos.

13.3.1. Nominalización verbal14

En primer lugar, es bastante común encontrar la derivación a sustantivo en verbos


transitivos, como en 23. Es necesario notar que en esta lista, como en las que si-
guen, no todos los sustantivos deverbales que aparecen funcionan semánticamente­
como nombres de acción, ya que los hay también que designan entidades y no
acciones.

14
Desde un punto de vista morfológico, la productividad del proceso de nominalización varía bastante
de lengua a lengua dentro de la familia, así como también de hablante a hablante. El problema de si
el proceso de generación de las formas deverbales tiene carácter flexivo o es de índole estrictamente
derivativa se plantea en Palancar (en prensa).

Libro4Final4OCT.indb 394 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 395

(23) ’befi “trabajo” < pefi (tr) “trabajar en algo”


sit mfeni “pensamiento” < beni (tr) “pensarlo, creerlo”
m’ot’i “siembra” < pot’i (tr) “sembrarlo”
ñhuhki “gancho” < huhki (tr) “engancharlo”
tai “mercado” < tai (tr) “comprarlo”

También se tienen nominalizaciones que se originaron en verbos intransitivos.


Hay diferentes clases de verbos intransitivos. Por un lado, se encuentran nomina-
lizaciones de verbos que he denominado “activos” (Palancar, 2009) y que son
aquellos que codifican su argumento como sujeto. Algunos ejemplos se dan en 24.
Los verbos activos designan acciones y se pueden clasificar en dos subtipos. Un
subtipo lo forman los verbos “activos agentivos”, como los de 24a, a los que a veces
me refiero también con el término sintáctico de “inergativos”, y que tienen un
argumento semánticamente agentivo. De este subtipo de verbos hay muchas
nominalizaciones­en general. El otro subtipo de verbos activos son los “activos no
agentivos”, y como su nombre lo indica, tienen un argumento sujeto que presenta
un grado bajo de agentividad semántica. De ellos hay menos nominalizaciones,
algunos ejemplos se dan en 24b.

(24) a. hñö “palabra, habla” < ñö (in) “hablar”


sit hñüni “comida” < ñüni (in) “almorzar”
ntsagi “salto” < tsagi (in) “saltar”
ngöi “bajada” < köi (in) “bajarse”
t’öhö “sueño” < ’öhö (in) “dormir”
b. ntsü “susto” < tsü (in) “asustarse”
nzabi “cansada” < tsabi (in) “cansarse”
ndü “muerto” < tü (in) “morirse”

Aparte de los verbos activos se tienen los verbos “inactivos”. Los verbos inactivos
codifican su argumento sujeto morfológicamente como objeto, y son sintáctica-
mente y morfológicamente inacusativos. En algunas lenguas hay dos clases de verbos
inactivos: los verbos “pacientivos”, que designan cambios de estado, como el que
aparece en 25a, y los verbos “estativos”, que refieren estados, como en 25b. En otras
lenguas solamente hay verbos pacientivos. Las nominalizaciones de estos verbos
designan normalmente entidades abstractas o propiedades, más raramente acciones.
Por esta última razón, tal como se verá en la sección sobre los sustantivos de acción,
no se encuentran apenas nominalizaciones de estos verbos dentro de la ccn.

Libro4Final4OCT.indb 395 07/10/13 12:58


396 Enrique L. Palancar

(25) sit a. ñ’i “chile” < ’i (in) “estar picoso”


til ’i “comida” < ’i (in) “estar picoso”
sier b. ntse “frío” < tse (in) “estar frío”
mpa “calor” < pa (in) “estar caliente”
nxïdi “anchura” < xïdi (in) “ser ancho”

13.3.2. morfología de la nominalización en otomí

Las nominalizaciones en las lenguas otomíes se derivan mediante la conversión en


sustantivo de alguno de los temas flexivos del verbo. Es decir, se toma un tema de
un verbo y se emplea directamente en un marco sintáctico nominal para que
funcione­como sustantivo, del mismo modo que sucede frecuentemente en inglés,
en ejemplos como work, “trabajar”, > work, “trabajo”; begin-ing, “comenzando”
(del verbo begin “comenzar”), > begining, “comienzo”.
En la conversión, se tienen hasta cinco posibles orígenes temáticos, tal como
se especifica en 26, con ejemplos del otomí de Tilapa.15

(26) ‘colgar algo’ ‘vestir a alguien’


til Tema primario tp tsuhti hkohti
Tema secundario:16 ts zuhti kohti
Tema perfecto*: tperf n-zuhti n-kohti
Tema impersonal*: ti ts‹’›uhti k‹h›ohti
Tema estativo*: te n-ts‹’›uhti n-k‹h›ohti

De las nominalizaciones existentes derivadas a partir de un tema primario (tp),


como las de 27, la mayoría procede de verbos intransitivos que no son agentivos,
es decir, que pueden ser tanto activos no agentivos como inactivos. Los ejemplos
vienen principalmente en la lengua otomí de San Ildefonso Tultepec, pero se apli-
can procesos similares en todas las lenguas.

15
En algunos casos hay también cambio de tono, pero el proceso es irregular e impredecible, por lo que
no se puede decir que exista un proceso derivativo con morfología suprasegmental, y añade evidencia
de que la derivación está léxicamente condicionada.
16
De este tema se derivan sustantivos de agente como en el otomí de la sierra: däi, “comprador”, de täi,
“comprar”, y por esta razón no se tratarán en esta sección, ya que como no designan estados de cosas
no son susceptibles de aparecer en la fn de la ccn.

Libro4Final4OCT.indb 396 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 397

(27) tp
sit a. tai “mercado” < tai (tr) “comprarlo”
pont’i “cruz” < pont’i (láb) “cruzar/cruzarlo”
ñ’ëni “juego” < ñ’ëni (in) “jugar”
tse “frío” < tse (in) “estar frío”
pa “calor” < pa (in) “estar caliente”
ntxüi “noche” < ntxüi (in) “anochecer”
nde “tarde” < nde (in) “hacerse tarde”/ “atardecer”
nthuni “hervida” < nthuni (in) “hervir”
til b. kani “ronquido” < kani (in) “roncar”

La mayoría de las nominalizaciones por conversión se originan, sin embargo,


del tema impersonal (ti). En los verbos transitivos, el ti sirve de exponencia de una
voz impersonal que desfocaliza la presencia de un agente, como en 28, y que se ha
reanalizado en una forma pasiva, como en 29, donde el argumento sujeto del
verbo pasivizado se codifica como objeto, semejante a los verbos con intransitividad­
escindida.

(28) ’ne ’mba bi=’ndambi-gi=’mbe nt’a tela


til y entonces 3.psd.r=ti/comprar.ta-1dat=pl.excl uno tela
‘Entonces nos compraron una tela.’ (Txt)

(29) no=r xihta bi=k‹h›ot’-i


sit def.sg=sg señor (3.)psd=‹ti›cerrar[3obj]-l
‘Al señor lo encerraron ~ el señor fue encerrado.’ (Txt)

Ejemplos de nominalizaciones que provienen de la conversión de un ti se


ofrecen en 30. Los nominales, en 30a, provienen de verbos transitivos, y los de 30b,
de verbos intransitivos activos agentivos, es decir, de inergativos. Los mecanismos
morfológicos empleados en la producción de un ti son complejos (Voigtlander y
Echegoyen, 1979; Palancar, 2009; entre otros).

Libro4Final4OCT.indb 397 07/10/13 12:58


398 Enrique L. Palancar

(30) ti tp
sit a. ’bede “cuento” < ’bede < pede (tr) “contarlo”
’befi “trabajo” < befi < pefi (tr) “trabajar en algo”
juni “masa” <
juni < kuni (tr) “molerlo”
hwöhi “milpa” < hwöhi < ’wöhi (tr) “ararlo”
t’ï “sueño” < t’ï < ’wï (tr) “soñarlo”
b.
t’öhö “sueño” < t’öhö < ’öhö (in) “dormir”
hñö “palabra, habla” < hñö < ñö (in) “hablar”
’ofo “cosecha” < ’ofo < xofo (in) “cosechar”

Aparte del ti, en la conversión se emplea también el tema estativo (te), como
en los casos del ejemplo 31. El te se forma con un prefijo nasal que tiene función
de estativo. En los verbos transitivos, y en algunos inergativos, el te se forma a
partir del ti.

(31) te tp
sit mfeni “pensamiento” < mfeni < beni (tr) “pensarlo”
m’ot’i “siembra” < m’ot’i < pot’i (tr) “sembrarlo”
nso ki
h “llave” <
nso ki h < xo ki
h (tr) “abrirlo”
nthöt’i “amarrada” < nthöt’i < thöt’i (tr) “amarrarlo”
ntsagi “salto” < ntsagi < tsagi (in) “saltar”
ñhu ki “gancho” < ñhu ki < hu ki
h h h (in) “colgar”
ñhüni “comida” < ñhüni < ñüni (in) “almorzar”
ñhëts’i “altura” < ñhëts’i < hëts’i (in) “ser alto”
ñ’i “chile” <
ñ’i < ’i (in) “ser picoso”
sier ntse “frio” <
ntse < tse (in) “estar frío”
mpa calor” <
mpa < pa (in) “estarcaliente”
nxïdi “anchura” < nxïdi < xïdi (in) “ser ancho”

De los que se originan por conversión se tienen, por último, unos pocos que
proceden de verbos intransitivos a partir de un antiguo tema perfecto (tperf ),
como los que aparecen en 32. En algunos casos, el tema del que se originaron los
sustantivos ha dejado de ser productivo en la lengua y es sólo reconstruible.

Libro4Final4OCT.indb 398 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 399

(32) tperf
tp
sit ngöi “bajada” < ngöi < köi (in) “bajarse”
ndü “muerto” < ndü < tü (in) “morirse”
nzabi “cansada” < *nzabi < tsabi (in) “cansarse”
ntsü “susto” < *ntsü < tsü (láb) “asustarse”/“temer”

Finalmente, en el otomí de Tilapa, los nominales de los verbos de la tercera


conjugación requieren del determinante de singular d’i en vez de ra.

(33)
ps
til (dí) xadi ‘oración’ <
xadi (tr) ‘orar’
(dí) pefi ‘trabajo’ <
pefi (tr) ‘trabajar en algo’
(dí) töni ‘paseo’ <
töni (in) ‘pasear’
(dí) nzengwate ‘visita’ <
nzengwate (in) ‘estar de visita’
(dí) ’ndohte ‘dejada de comida’ < htohte (in) ‘ir a dejar comida’

13.3.3. el significado de las nominalizaciones

Los sustantivos deverbales en lenguas otomíes pueden tener una semántica que
denota objetos, como en 34a, que son en su mayoría instrumentos implicados en
la acción designada por el verbo, pero también lugares funcionales, como en 34b.17

(34) a. Instrumento nsohki “llave” <


xohki (tr) “abrir”
ñhuhki “gancho” < huhki (tr) “enganchar, colgar”
njo’mi “tapadera” < ko’mi (tr) “tapar”
njwat’i “silla” < kwat’i (in) “recargarse, arrimarse”
b. Lugar tai “mercado” < tai (tr) “comprar”
ngöi “bajada” < köi (in) “bajarse”
hwöhi “milpa” < ’wöhi (tr) “arar”

17
Por conveniencia, todos los ejemplos de esta sección provienen del otomí de San Ildefonso Tultepec.

Libro4Final4OCT.indb 399 07/10/13 12:58


400 Enrique L. Palancar

Cuando el verbo original es estativo, el nominal refiere a la propiedad desig-


nada por el verbo, como en 35.

(35) Propiedad tse “frío” < tse (in) “estar frío”


pa “calor” < pa (in) “estar caliente”
ntxïdi “anchura” < xïdi (in) “ser ancho”
ñhëts’i “altura” < hëts’i (in) “ser alto”

Sin embargo, en la mayoría de los casos,hay sustantivos de acción con semántica­


eventiva que designa la acción del verbo de forma holística; es decir, referida como
un todo que se puede evaluar o hablar de él, como en 36a, y muchas veces, el
mismo­sustantivo de acción puede emplearse para designar asimismo al producto
resultado de la acción, como, por ejemplo, en 36b.

(36)
njohki
Acción a. “barrida, barrer” < johki (tr) “barrer”

ntho’ts’e “cocida, cocer” < ho’ts’e (tr) “cocer”
Acción b.
thühü “cantar”/“canción” < tühü (láb) “cantar”
producción nt’ofo “escribir”/“escritura” < ’ofo (in) “escribir”

ñ’ëni “jugar”/“juego, jugada” < ñ’ëni (in) “jugar”

juni “molida”/“masa” < kuni (láb) “moler”

mfeni “pensar”/“pensamiento” < beni (láb) “pensar”
mfë “robar”/“robo” < pë (tr) “robar”
t’afi “sacada de aguamiel”/ < ’afi (tr) “sacar
“aguamiel” aguamiel”

m’ot’i “sembrar”/“siembra” < pot’i (tr) “sembrar”

Por último, en ocasiones, el sustantivo deverbal no refiere tanto a la acción del


verbo sino al resultado de la misma, como en los ejemplos 37. En los pocos casos
de los que se dispone, se trata siempre de verbos intransitivos.

(37) nde “tarde” < nde (in) “atardecer”


nsagi “salto” < ntsagi (in) “saltar”
ntsü “susto” < tsü (láb) “asustarse”/“temer”.

Libro4Final4OCT.indb 400 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 401

13.3.4. Los sustantivos de acción que aparecen en la ccn

En la construcción, la fn realiza el argumento eventivo del verbo matriz, por lo


tanto, solamente se encuentran en este marco nominalizaciones que designan
eventos­y nunca entidades. El tipo de nominalización que se emplea en la fn de
la construcción depende en gran medida del tipo de predicado matriz y, de esta
combinación surgen dos subtipos de ccn.
Con los predicados de control de sujeto, la ccn se emplea con un verbo
nominalizado­que designa una actividad agentiva percibida como convencional o
rutinaria, llevada a cabo por un ser humano, tal como se muestra en el ejemplo 38.18

(38) juni “molida”, ’befi “trabajo”, mfë “robo”, ’bot’i “siembra”, mpit’i “orinada”, etcétera.
sit
Desde un punto de vista gramatical, los sustantivos que pueden emplearse
como argumentos de los predicados de control de sujeto son típicamente nomi-
nalizaciones de verbos intransitivos inergativos, es decir, de los activos agentivos,
como en 39. Se dan ejemplos varios tomados de distintas lenguas, ya que el mismo
principio se aplica a todas ellas, y en la mayoría de los casos, encontramos incluso
sustantivos cognados.

(39) a. t’afi “aguamielada” <


’afi (in) “sacar aguamiel”
sit ñhüni “comida” <
ñüni (in) “comer”
t’edi “cosida” <
’wedi (in) “coser”
moge “desnudada” <
poge (in) “desnudarse”
nt’ofo “escritura” <
’ofo (in) “escribir”
su “leñada” <
xu (in) “hacer leña”
mpit’i “orinada” <
mpit’i (in) “orinar”

b.
thi “baño” <
hi (in) “bañarse”
sier sofo “cosecha” <
xofo (in) “cosechar”
ts’oni “llanto” <
zoni (in) “llorar”
’bu “molida de caña” < pu (in) “moler caña”
mbonni “paseo” < mbonni (in) “pasear”
18
Como la derivación de sustantivos de acción no es productiva, no todos los verbos que expresan accio­
nes habituales tienen siempre un correlato léxico en un sustantivo que se pueda emplear en la ccn.

Libro4Final4OCT.indb 401 07/10/13 12:58


402 Enrique L. Palancar

c. hnë “baile” <


në (in) “bailar”
til ’mbi “defecada” <
pi (in) “defecar”
sku-’mbi skuh-pi
“orinada” < (in) “orinar”
’mbet’i “tortilleada” <
pet’i (in) “echar tortillas”
mbehti pehti
“limosneada” < (in) “pedir limosna”
’ndohte “dejada de comida” < *tohte (in) “dejar comida”
’ndyühü htyühü19
“siembra” < (in) “sembrar”
ntxü “siembra” <
syö “habla”/“palabra” < ñö (in) “hablar”
t’ëni “juego” <
*’ëni (in) “jugar”
t’ö “sueño” <
’öhö (in) “soñar”

Además de los verbos intransitivos inergativos básicos del ejemplo 39, en el


otomí de Tilapa hay en la construcción nominalizaciones de verbos lábiles o am-
bitransitivos. Estos verbos lábiles pueden funcionar sin más aparato morfológico
tanto como transitivos como intransitivos inergativos. Cuando funcionan como
transitivos, refieren una acción que aspectualmente es una realización (en inglés,
accomplishment), tal como se muestra en 40a; mientras que, cuando lo hacen como
intransitivos, designan una actividad humana convencional, como en 40b.

(40) a. gi=johku=na nkü


til 2.pres.irr=barrer.d[3obj]=dem.sg casa
‘Barres la casa.’

b. g‹w›u=johku=k’w=a a h
kamusanto
‹loc›2.pres.irr=barrer.d[3obj]=distal=encl p.loc cementerio
‘Vas a barrer allá en el panteón.’ (Txt)

19
Los dos sustantivos ’ndyühü y (n)txü, “siembra”, en 39c, del otomí de Tilapa, muestran un caso léxico
poco común que consiste en tener dos nominalizaciones distintas de un mismo verbo. Estos sustanti­
vos son sinónimos en Tilapa. En el otomí de San Ildefonso Tultepec, se encuentra un caso muy pare-
cido pero esta vez para un verbo transitivo. Se trata del verbo pot’i (tr), “sembrar”, del cual se tienen
los nominales, m’ot’i —del te— y ’bot’i —del ti—. Sin embargo, mientras el primero se emplea para
denotar el evento de forma holística, el acto de sembrar este año o el año que viene, que se puede
evaluar como fructífero, excelente o pésimo por su resultado, el segundo denota la acción, el acto
de estar sembrando y solamente el segundo aparece en la ccn.

Libro4Final4OCT.indb 402 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 403

En 41 se dan algunos ejemplos de nominalizaciones del otomí de Tilapa que


se pueden emplear en la ccn y que proceden de verbos lábiles.

(41) hwö “barbechada” < ’wö (láb) “barbechar, surcar”


til njohki “barrida” < johki (láb) “barrer”
’mbaxi “barrida” < paxi (láb) “barrer”
tyü “canto” <
tyü (láb) “cantar”
’mbeni “lavada” <
peni (láb) “lavar ropa”
’ntxühki “limpiada” < txühki (láb) “limpiar”
juni “molida” < kuni (láb) “moler maíz”
xadi “oración” < xadi (láb) “rezar”

Ante ejemplos como los dados en 41, surge la pregunta de si la nominalización


se creó a partir del sentido transitivo del verbo como acción o de su uso intransitivo­
como actividad. Desde un punto de vista morfológico, en estos ejemplos, no existe­
manera de distinguir cuál es el verbo base. No obstante, en otras lenguas, en las
que no hay apenas verbos lábiles, como el otomí de San IldefonsoTultepec, se
tienen nominalizaciones como las de 41, de los verbos transitivos correspondientes,
tal como se observa en 42, pero con la restricción de que el verbo transitivo tenga
un correlato léxico intransitivo bajo la forma de un verbo antipasivo. En este tra-
bajo, un verbo antipasivo en otomí es un verbo intransitivo inergativo derivado
que expresa la acción del verbo transitivo como agentiva, convencional y rutinaria.

(42) njohki “barrida” < johki (tr) “barrerlo” > njohki (in) “barrer”
20
sit ntho’ts’e “cocida” < ho’ts’e (tr) “cocerlo” > ñho’ts’e (in) “cocer”
mpohmi “embrocada” < pohmi (tr) “embrocar tierra” > mpohmi (in) “embrocar
tierra”

’beti “limosneada” < pehti (tr) “limosnearle” > mpehti (in) “limosnear”
ñ’üspi “lumbreada” < ’üspi (tr) “hacer lumbre” > ñ’üspi (in) “hacer
lumbre”

20
Se refiere al acto de cocinar alguien, no al proceso de cocinarse los alimentos.

Libro4Final4OCT.indb 403 07/10/13 12:58


404 Enrique L. Palancar

juni “molida” < kuni (tr) “molerlo” > nkuni (in) “moler”
ñ’adi “petición” <
’adi (tr) “pedirlo” > ñ’adi (in) “pedir”
sadi “rezo” < xadi (tr) “rezarlo” > ntxadi (in) “rezar”
mfë “robo” < pë (tr) “robarlo” > mpë (in) “robar”
’bot’i “siembra” < pot’i (tr) “sembrarlo” > mpot’i (in) “sembrar”
’bëfi “trabajo” < pëfi (tr) “trabajar en algo” > mpëfi (in) “trabajar”
m’a “venta” < pa (tr) “venderlo” > mpa (in) “vender”
nkode “vestida” < kode (tr) “vestirlo” > nkode (in) “vestirse”

Nótese que en 42, por lo tanto, aunque el nominal procede morfológicamente­


de la versión transitiva del verbo y no de su derivado antipasivo, el verbo transitivo
semánticamente tiene que permitir una lectura posible de verbo de actividad, que
a su vez permita la creación de un nominal de acción, que tal como veremos en la
sección siguiente, resulta también intransitivo. Este patrón se observa también en
algunos pocos verbos en el otomí de Tilapa, tal como se muestra en 43, por lo que
se piensa que esto es generalizado.

(43) pefi “trabajo” < pefi (tr) “trabajar” > mpefi (in) “trabajar”
til ’mbadi “cuidado” < fadi (tr) “cuidarlo” > mfadi (in) “atender
de animales animales”

Se encuentran también casos aislados, como los dos del ejemplo 44, donde no
parece existir el correlato antipasivo.

(44) thoni “búsqueda” < honi (tr) “buscarlo” > _


til ’mbehni “enviada” < hpehni (tr) “mandarlo” > _

Los verbos antipasivos de los ejemplos 42 y 43 se derivan con un prefijo nasal


que se afija al tp del verbo transitivo en cuestión. Existen otros dos tipos de verbos
antipasivos: los compuestos y los derivados con -te. Un gran número de nomina-
lizaciones que aparecen en la ccn con predicados de control de sujeto se han deri-
vado de estos dos tipos. Es importante recordar que todos los verbos antipasivos
son un subtipo de verbos inergativos. Ejemplos de nominalizaciones originadas de
verbos compuestos se presentan en 45a, de la lengua de San Ildefonso Tultepec; en
45b, de la lengua de la Sierra, y en 45c, de la de Tilapa.

Libro4Final4OCT.indb 404 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 405

(45) a. njux-jödo “cercada” <


jux-jödo (in) “cercar”
sit ’ba-mboi “cuidado” <
fa-mboi (in) “cuidar animales”
njo-ju “juntada de frijol” < jo-ju (in) “juntar frijol”
thonga-k’ani “recogida de quelites” < honga-k’ani (in) “recoger quelites”
thuhk-lolo “cortada de fruta” < tuhk-lolo (in) “cortar fruta”
thuhka-’raxt’ö “cortada de nopalitos” < tuhka-’raxt’ö (in) “cortar nopalitos”
thuhka-köhö “cortada de tunas” < tuhka-köhö (in) “cortar tunas”
ju-hwö “pesca” <
ju-hwö (in) “pescar”
’be-jwa “caza” <
pe-jwa (in) “cazar”
tho-pts’udi “matanza de puerco” < ho-pts’udi (in) “hacer matanza de puerco”
tho-boi “matanza de ternera” < ho-boi (in) “hacer matanza de ternera”
tho-kdo “matanza de guajolote” < ho-kdo (in) “hacer matanza de guajolote”
junga-ñ’i “molida” <
kunga-ñ’i (in) “moler”
ts’i-the “tomada” <
tsi-the (in) “tomar un trago”
ñ’e-ñö “peinada” <
’e-ñö (in) “peinarse”
til b. nthü-dethä “siembra de maíz” < thü-dethä (in) “sembrar maíz”
’be-’bida “tocada de música” < pe-’bida (in) “tocar música”
sier c. thon-jo “hongueada” <
hon-jo (in) “honguear”
ntson-za “rajada de leña” < ntson-za (in) “rajar leña”
ts’i-hme “comida”, “alimento” < tsi-hme (in) “comer”

Los verbos compuestos antipasivos que sirven de base para las nominalizaciones­
en 45 provienen de la composición de un tema verbal transitivo más el tema
nominal­del objeto paciente de la acción, tal como se muestra en 46, y corresponden­
al tipo I de incorporación nominal en Mithun (1984). Los temas implicados,
tanto verbales como nominales, aparecen con frecuencia en una forma ajustada
morfofonológicamente en la composición.

(46)a. jux-jödo (in) “cercar” < juts’i (tr) “cercar”+ jödo “pared”
sit fa-mboi (in) “cuidar animales” < fadi (tr) “cuidar” + boi “animal vacuno”
jo-ju (in) “juntar frijol” < jo (tr) “juntar” + ju “frijol”
honga-k’ani (in) “recoger quelites” < honi (tr) “buscar” + k’ani “quelite”
tuhk-lolo (in) “cortar fruta” < tuhki (tr) “cortar (fruta)” + lolo “fruta”

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406 Enrique L. Palancar

tuhka-’raxt’ö (in) “cortar nopalitos” < tuhki (tr) “cortar (fruta)” + ’raxt’ö “nopalito”
tuhka-köhö (in) “cortar tunas” < tuhki (tr) “cortar (fruta)” + köhö “tuna”
ju-hwö (in) “pescar” < ju (tr) “agarrar” + hwö “pez”
pe-jwa (in) “cazar” < pe (tr) “cazar” + jwa “conejo”
ho-pts’udi (in) “hacer matanza < ho (tr) “matar” + ts’udi “puerco”
de puerco”

ho-boi (in) “hacer matanza < ho (tr) “matar” + boi “animal vacuno”
de ternera”

ho-kdo (in) “hacer matanza < ho (tr) “matar” + kodo “guajolote”


de guajolote”

kunga-ñ’i (in) “moler” < kuni (tr) “moler” + ñ’i “chile”


tsi-the (in) “tomar un trago” < tsi (tr) “ingerir” + dehe “agua”
’e-ñö (in) “peinarse” < ’e (tr) “peinar” + ñö “cabeza”
til b. thü-dethä (in) “sembrar maíz” < thühü (láb) “sembrar” + dethä “maíz”
hpe-’bida (in) “tocar música” < hpe (tr) “tocar (instr.)” + ’bida “música”

sier c. hon-jo (in) “honguear” < honi (tr) “buscar” + jo “hongo”


ntson-za (in) “rajar leña” < tsoni (tr) “rajar (leña)” + za “leña, madera”
tsi-hme (in) “comer” < tsi (tr) “ingerir” + hme “tortilla”

El otro subtipo de verbos antipasivos presenta el sufijo -te. El proceso es anti-


guo: se encuentra un mayor número de estos verbos en las lenguas conservadoras.
En las lenguas innovadoras no se tienen nominalizaciones de este tipo de verbos
en la ccn. Algunos ejemplos de los pocos que existen se dan en 47, del otomí de
Tilapa.

(47) ’mbahpute “venta” < hpa-hpu-te (in) < pa (tr) “vender”


til hñöhte “ayuda” < ñö-hte (in) < ñöni (tr) “ayudar”
nzengwate “saludo” < zengwa-te (in) < zengwa (tr) “saludar, visitar”

Una manera de entender la restricción sobre el tipo de nominalización que


requiren los verbos agentivos es proponer que estos predicados asignan caso semán-
tico de agente al sujeto de la nominalización, de tal manera que el predicado tiene
que ser activo (v.g. inergativo), como en 48, pero nunca inactivo (v.g. inacusativo).

Libro4Final4OCT.indb 406 07/10/13 12:58


Nominalización y complementación en otomí 407

(48) gaiAG=mba (na __iAG nzete21) fn


sier 1.pres.irr =ts/ir sg.nom trabajo.ajeno
‘Me voy a trabajar ajeno.’ (E&V 2007: 495.)

(49) * da=ma=r ndü


sit 3.pres.irr=ts/ir=sg muerto
Lectura buscada: ‘Se va (a algún lugar) a morirse.’

Sin embargo, el componente semántico de convencionalidad es crucial en la


ccn, y este valor no lo puede imponer la sintaxis desde el predicado matriz. Por
ejemplo, las nominalizaciones de verbos inergativos que designan eventos no ruti­
narios en la vida diaria de la comunidad lingüística no pueden emplearse en la
construcción. Esto se muestra en la imposibilidad de 50a. Estos eventos se codi­
fican mediante una cláusula subordinada yuxtapuesta reducida, como en 50b.

(50) a. * bi=ma ar ntsagi


sit 3.psd=ts/ir sg salto
Lectura buscada: ‘Fue a saltar.’

b. bi=ma [da=n tsag-i]


3.psd=ts/ir 3.pres.irr=flex saltar-l
‘Fue a saltar.’

Excepcionalmente, se admiten en la ccn predicados que no son esencialmente­


agentivos pero que sí refieren a acciones rutinarias; por ejemplo, el caso de nti,
“borrachera”, en 51, del otomí de Tilapa.

(51) bi=mba ra ntï


til 3.psd=ts/ir sg.nom borrachera
‘Fue a emborracharse.’

Este nominal procede del verbo tï que tiene la significación de “emborracharse”,­


extensión semántica de su significado original como “marearse”. Este verbo no es
activo como los anteriores sino un incoativo pacientivo. Prueba de ello es que

21
La nominalización proviene del verbo antipasivo ze-te, “ayudar en el trabajo, colaborar” y éste a su
vez, del transitivo zedi, “ayudarlo en el trabajo”.

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408 Enrique L. Palancar

presenta un patrón escindido en el cual su argumento sujeto se codifica con mor-


fología de objeto, tal como se muestra en 52.

(52) b‹w›u=tu-htï=gi
til ‹loc›(3.)psd.r=inco-emborracharse/marearse=1obj
‘Me emborraché/mareé.’

El nominal ntï puede también significar “mareo”; el hecho de que pueda apa-
recer en el marco construccional del ejemplo 51 responde a que, en su significado
de “borrachera”, refiere en realidad a una acción concebida semánticamente como
agentiva, convencional y rutinaria, de la misma manera que todos los inergativos
presentados en esta sección. El nominal, en vez de referir al efecto incontrolado
que el alcohol puede tener en el individuo que lo consume, refiere más bien a la
ingesta de alcohol con el fin de alterar volitivamente el estado físico y psicológico.
En lenguas innovadoras, las dos significaciones han dado pie a dos verbos distintos.
Por ejemplo, en el otomí de San Ildefoso Tultepec, mientras que el verbo para
“marearse” es pacientivo, como en Tilapa (ntïngabi), el verbo para “emborracharse”
es el verbo activo medio ntï.
En contraste con los predicados agentivos, los predicados matrices fasales y
causativos no imponen restricciones sobre el sujeto de la nominalización, de tal
manera que permiten deverbales tanto de verbos activos como inactivos, como en
el ejemplo 53, donde tenemos deverbativos de verbos inergativos, con una posible
significación rutinaria en 53a, pero sin ese rasgo en 53b. Lo mismo sucede con
nominales de verbos activos no agentivos que tienen argumento sujeto inanimado,
como en 54a, o incluso con uno de los pocos nominales de inactivos que refieren
acciones y no propiedades, como en 54b.

(53) a. ya nu=’mu xta=gwa-’=ñhüni


sit ya def=cuando 3.prf.irr=ts/acabar.ta-d=comida
‘Ya cuando acaban de comer.’ (Txt)

sier b. bi=n-he=na ts’oni


3.psd =ts-dejar.d[3obj]=sg.nom llanto
‘Dejó de llorar.’ (Voigtlander y Echegoyen, 1979: 306)

(54) a. ta in=da gwa=r nthuni


sit hasta neg=3.pres.irr ts/acabar.d=sg hervida
‘Hasta que no acabe de fermentar.’ (Txt)

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Nominalización y complementación en otomí 409

til b. hin=a he’=ra ntï a sku ja’ni


neg=[3.pres]cont dejar.d[3obj]=sg.nom borrachera def.sg dim persona
‘El señor no ha dejado de tomar.’ (Txt)

13.4. Intransitividad y nominalización

Fuera del ámbito de la ccn, el argumento sujeto de una nominalización se codifica­


en una fn poseída, tal como se ilustra en 55. Nótese que en estos ejemplos, como en
los casos mostrados con anterioridad, la marca de posesivo de tercera persona es
un tono alto que se hospeda en el determinante de la fn núcleo o poseída.

(55) a. bi=xif-i hangu [ná nxïdi [ra xithe]]


sier 3.psd=decir.3dat-L cómo sg.nom.3pos anchura sg tabla
‘Le dijo cuánto (es) lo ancho de la tabla.’ (Voigtlander y Echegoyen, 2007: 172.)
(Lit. ‘[…] su ancho (de la) tabla.’

til b. [rá ntï [a sku ja’ni]]


sg.nom.3pos borrachera def.sg dim señor
‘La borrachera de ese señor’ (Txt)
(Lit. ‘[…] su borrachera (de) el señor.’

Sin embargo, en la ccn, el sujeto de la nominalización no puede hacerse ex-


plícito mediante la construcción de posesión de 55, ya que es siempre correferen-
cial con uno de los argumentos del verbo matriz. Por ejemplo, la fn yo ts’unt’u,
“(los) muchachos”, en 56, no se puede interpretar como el sujeto de la nominali-
zación mpei, “trabajo”, de la misma manera que en la estructura de los ejemplos de
55, sino como la fn sujeto del verbo matriz pädi, “saber hacer algo”.

(56) ii=päh=[na ___i mpefi] [yo ts’unt’u]i


sier 3.pres.r=saber.d=sg.nom trabajar pl muchacho
‘Los muchachos saben trabajar.’ (V&E: 4.)

Nótese, por ejemplo, que ésta es la posición natural para el sujeto de la cláu-
sula en el otomí de la Sierra, ya que las lenguas conservadoras son de orden básico
vos. En la sintaxis de la ccn, con un predicado como pädi, “saber hacer algo”, se
requiere que su sujeto sea obligatoriamente correferencial con el sujeto de la no-
minalización, que ya no se puede explicitar (esto se indica con el guión bajo y el

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410 Enrique L. Palancar

subíndice “i”, que indica correferencialidad). No se puede, por lo tanto, tener una
estructura poseída similar a la de 55, tal como se ilustra en la agramaticalidad de 57.

(57) * ii=päh=[ná mpefi [yo ts’unt’u]i]


sier 3.pres.r=saber.d=sg.nom.3pos trabajar pl muchacho
Lectura buscada: ‘Los muchachos saben trabajar.’

Por otro lado, las nominalizaciones en lenguas otomíes son intransitivas. Este
rasgo parece ser areal mesoamericano, ya que se encuentra, también por ejemplo,
en la familia maya —en k’ichee’ (Can Pinxabaj, 2009); en mam (véase capítulo
10); en chol (véase capítulo 11); en q’anjob’al (véase capítulo 9)— así como en
algunas lenguas mixe-zoques, como el mixe de Ayutla (véase capítulo 8), datos que
sugieren que la situación no es coincidental (para la innovación de infinitivos
transitivos en tseltal véase el capítulo 12).
Como consecuencia de su carácter intransitivo, las nominalizaciones de verbos
transitivos no pueden coaparecer con una fn que refiera al objeto, tal como se
muestra en la imposibilidad de 58, donde los nominales sädi, “rezo”, y ’mbaxi,
“barrida”, tienen solamente un argumento sujeto agentivo: el que realiza la acción
del rezo y la barrida, respectivamente.

(58) a. * ga=ma [ár sadi [no=r txita]]


sit 1.pres.irr=ts/ir sg.3pos rezo def.sg=sg santo
Lectura buscada: ‘Voy a rezar al santo.’

til b. * txá=nde [rá ’mbaxi [ar nkü]]


1.pres.cont.r=querer[3obj] sg.nom.3pos barrida sg casa
Lectura buscada: ‘Quiero barrer la casa.’

En contadas ocasiones encontramos nominalizaciones de orientación pasiva,


en las que el argumento sujeto es realmente el paciente semántico. El fenómeno
requiere de más investigación pues se asemeja mucho al comportamiento de las
nominalizaciones de verbos transitivos en maya k’ichee’ estudiados por Can Pinxa-
baj, 2009. Sin embargo, debido a que la derivación no es productiva en otomí,
resulta más difícil de atestiguarse. Casos aislados aparecen, como el del ejemplo 59,
donde el único argumento de thai, “compra”, no es el agente o la persona que
compra el chile seco, sino el chile mismo como producto de la compra. De esta
manera, se tiene una nominalización de orientación pasiva. A pesar de la traduc-
ción al español, en el ejemplo 59 no existe correferencia entre el sujeto del verbo

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Nominalización y complementación en otomí 411

honi, “buscar”, y el de la nominalización thai, “compra”, y por lo tanto, es un


ejemplo de no ccn. Su traducción literal no es la que aparece como la versión “a”
sino, más bien, la que se da en “b”.

(59) ga=hon-b-a=[rá thai [ra ’yommá-n’i]]


sier 1.pres.irr=buscar.dat-3dat-d=sg.3pos compra sg secarse.d-chile
‘Conseguiré dinero para comprar chile seco.’
(Echegoyen y Voigtlander, 2007: 495)
a. * (Lit. ‘Conseguiré su compra del chile seco.’)
b. (Lit. ‘Le conseguiré su ser comprado del chile seco.’)

13.5. Uso de la CCN

La ccn es generalmente una estructura alternativa libre de la construcción de


complementación que emplea una cláusula yuxtapuesta reducida. En este sentido,
el contenido de ejemplos como 60a puede también codificarse como en 60b, sin
diferencia aparente en la significación, salvo el sentido translocativo específico que
se codifica en 60b.

(60) a. xtú=mba [ra mbeni]


til 1.prf.r=ts/ir sg.nom lavada.de.ropa
‘Fui a la lavar.’

b. xtú=mba [g‹w›u=hpen-i]
1.prf.r =ts/ir ‹loc›1.pres.irr=lavar.ropa-l)
‘Fui a la lavar (a otro lugar).’

No obstante, en ocasiones, la ccn se emplea para designar un evento más


convencional y el empleo de la estructura tiene carácter casi de expresión idiomá-
tica para designar este tipo de eventos, como, por ejemplo, en 61a, donde la ccn
refiere a la capacidad de hablar, mientras que el uso de la subordinada yuxtapuesta,
en 61b, tiene una lectura de un acto puntual.

(61) a. ru=hpö=[ra syö]=ni


til [3.pres]hab.r=saber.d[3obj]=sg.nom habla=dem.dist.sg
‘Él sabe/puede hablar.’

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412 Enrique L. Palancar

b. tú=hpöd-i [gu=gu=tú-ñö]
1.psd.r=saber[3obj]-l 1.pres.irr=psd.irr=1-hablar
‘Supe qué decir.’

13.6. Resumen de la propuesta

En este capítulo he presentado una construcción de complementación por nomi-


nalización que se encuentra en todas las lenguas otomíes. Esta construcción es
funcionalmente equivalente a las estructuras no finitas del tipo “saber bailar”, pero
está basada en el marco sintáctico de una frase verbal transitiva [v+fn-obj], donde
la fn en la posición de objeto es una nominalización verbal del tipo “saber baile”.
En la mayoría de sus instancias, la construcción se emplea para expresar actividades
humanas agentivas, convencionales y rutinarias, tales como “ir a nadar”, “ir a ca-
zar”, “querer escribir”, y no se puede emplear con las no agentivas “ir a morirse” ni
con las no rutinarias “querer saltar”. En el capítulo se ha visto asimismo que las
nominalizaciones son intransitivas en otomí, por lo que no se puede emplear la
construcción para nociones del tipo “acabar de beber el café”. En este sentido,
la construcción tiene un ámbito semántico muy reducido y no es una estructura
favorita incluso en su significación, y al respecto, compite con otra estructura pro­
ductiva de complementación que emplea una cláusula yuxtapuesta de sintaxis
re­ducida.

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1974 “Tarascan verb Inflection”, SIL Working-papers, vol i, México, Summer Institute
of Linguistics, pp. 93-100.
Wichmann, Søren
1995 The Relationship among the Mixe-Zoquean Languages of Mexico, Salt Lake City,
University of Utah Press.
2007 Popoluca de Texistepec, México, El Colegio de México.
Williams, Marianne M
1976 A Grammar of Tuscarora, Nueva York-Londres, Garland Studies in American
Indian­ Linguistics.
Wolf, Paul De
1989 Seis estudios lingüísticos sobre la lengua phorhé, Zamora, El Colegio de Michoacán.
Zavala Maldonado, Roberto
1992 El kanjobal de San Miguel Acatán, México, unam.
1994 Se les está moviendo el tapete: Gramaticalización de Verbos de Movimiento en
Akateko. Memoria del II Encuentro de Lingüística en el Noroeste, vol. 2, 101-
142. Hermosillo: Universidad de Sonora.
1999 “External Possessor in Oluta Popoluca (Mixean). Applicatives and Incorporation
of Relational Terms”, en Doris L. Payne e Immanuel Barshi (eds.), External
Possession,­Ámsterdam-Filadelfia, John Benjamins, pp. 339-372.
2000 Inversion and Other Topics in the Grammar of Olutec (Mixean), tesis doctoral,
University of Oregon.
2002 “Verb Classes, Semantic Roles and Inverse in Olutec”, en Paulette Levy (ed.), Del
cora al maya yucateco: estudios lingüísticos recientes sobre algunas lenguas indígenas
mexicanas, México, unam, pp. 179-267.
2004 “Adverbios y predicados depictivos en oluteco”, en Isabel Barreras y Mirna Castro
(eds.), Memorias del VII Encuentro Internacional de Lingüística en el Noroeste, t. i,
Hermosillo, Universidad de Sonora, pp. 293-314.
2005 “Agentive Alignment in Chol and Chontal”, ponencia presentada en el Sympo-
sium on Mesoamerican Indigenous Languages, en The Teresa Lozano Long Ins-
titute of Latin American Studies, College of Liberal Arts, Universidad de Texas
en Austin, 2 de mayo.

Libro4Final4OCT.indb 431 07/10/13 12:58


432 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

Zavala Maldonado, Roberto


2006a “Serial Verbs in Olutec (Mixean)”, en Alexandra Aikhenvald y Robert M. W.
Dixon (eds.), Serial Verbs Constructions. A Cross-linguistic Typology, Oxford,
Oxford University Press, pp. 273-300.
2006b “Construcciones posesivas biactanciales en oluteco”, en Zarina Estrada Fernández
(ed.), Memorias del VIII Encuentro Internacional de Lingüística en el Noroeste, t. i,
Hermosillo, Universidad de Sonora, pp. 353-377.
2007a “Inversion and Obviation in Mesoamerica”, en Peter K. Austin y Andrew Simp-
son (eds.), Endangered Languages. Linguistische Berichte Sonderheft, núm. 14,
Ham­burgo, Helmut Buske Verlag, pp. 267-306.
2007b “Split Intransitives and Agentivity in Cholan and Other Mayan Languages”,
ponencia plenaria presentada en el xxxiii Annual Meeting of the Berkeley Lin-
guistics Society, Berkeley, California, 9 al 11 de febrero.

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Sobre los autores

Alejandra Capistrán-Garza es licenciada Lingüística por la Escuela Nacional


de Antropología e Historia y doctora en Lingüística por El Colegio de México, con
la tesis Expresión de argumentos, funciones gramaticales y transitividad en p’or­hépecha.
De 1996 a 1998 fue miembro del Seminario de Lenguas Indígenas de México
(unam), y desde 2000 es profesora-investigadora del Área Problemas Lingüísticos
de México, Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana­
-Iztapalapa. Es especialista de la lengua p’orhépecha o tarasco. Entre sus publica-
ciones sobre la lengua p’orhépecha o tarasco se encuentran: “Variaciones de orden
de constituyentes en p’orhépecha. Topicalización y focalización”, Pau­lette Levy
(ed.), Del cora al maya yucateco: estudios lingüísticos sobre algunas lenguas in­dí­genas
mexicanas, unam, 2002; “Sufijos de aumento de participantes de tipo dativo: ¿exis-
ten aplicativos en p’orhépecha?”, Southwest Journal of Linguistics, 2006; Locative
and orientation descriptions in Tarascan: topological relations and frames of re­
ference, Language Sciences, 2011. Correo electrónico: <ale_capistran@hotmail.
com>.

Verónica Vázquez Soto es licenciada en Lingüística por la Escuela Nacional de


Antropología e Historia de la ciudad de México, con una tesis sobre la fonología
del náhuatl clásico (1977) y doctora en Lingüística por la Universidad de Mont
Saint Aignan en Alta Normandía en Francia. Es investigadora de tiempo completo­
en el Seminario de Lenguas Indígenas del Instituto de Investigaciones Filológicas
de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es especialista de la lengua
cora. Ha publicado en extenso artículos en revistas especializadas, capítulos de li-
bros y artículos sobre diversos temas de fonología, documentación y morfosintaxis
del cora. Entre los recientes de 2010 se encuentran “Documenting different genres
of oral narrative in Cora”, en Lenore A. Grenoble y N. Louanna Furbee (eds.),
Language Documentation. Practice and values, John Benjamins; “Construcciones
de predicación depictiva en cora meseño”, en Judith Aissen y Roberto Zavala (eds.),
La predicación secundaria en lenguas de Mesoamérica, ciesas. Correo electrónico:
<lupe_vazquez@yahoo.com>.

433

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434 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

Valentín Peralta Ramírez es licenciado en Lingüística por la Escuela Nacional


de Antropología e Historia y maestro en Lingüística Indoamericana por el ciesas.
Es profesor-investigador en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y es
especialista del náhuatl, lengua sobre la que ha publicado en extenso tanto sobre
la variante central de la que es hablante nativo como del náhuat del Golfo. Correo
electrónico: <miahuatl@hotmail.com>.

Alejandro Curiel Ramírez del Prado es licenciado en Letras Clásicas y maes-


tro en Lingüística Indoamericana por el ciesas. Actualmente, trabaja como inves-
tigador en el Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas
y como docente en la Facultad de Filosofía y Letras, ambos centros de la Univer-
sidad Nacional Autónoma de México. Es especialista del maya tojol-ab’al y ha
publicado artículos sobre esta lengua y sobre el griego antiguo. Correo electrónico:
<alejandrocuriel@yahoo.com>

Adán Francisco Pascual es licenciado en Lingüística por la Universidad Rafael


Landívar de Guatemala y maestro en Lingüística Indoamericana por el ciesas.
Actualmente es estudiante de doctorado en Lingüística en la Universidad de Texas
en EUA. Es autor y coautor de varios trabajos de lingüística maya (libros y artícu-
los), particularmente sobre el q’anjob’al, que es su lengua materna. Correo electró-
nico: <adanfc@gmail.com>.

Rodrigo Romero Méndez es licenciado y maestro en Lingüística por la Univer-


sidad Nacional Autónoma de México y doctor en Lingüística por la Universidad
de Nueva York en Búfalo, EUA. Su tesis doctoral fue una gramática descriptiva de
la lengua mixe hablada en el municipio de Ayutla. Actualmente labora como in-
vestigador en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México. Correo electrónico: <rrmz@unam.mx>.

Nora C. England es doctora en Antropología y Lingüística por la Universidad


de Florida, EUA. Durante 24 años fue docente en la Universidad de Iowa y desde
2001 labora como profesora asociada en el Departamento de Lingüística de la
Universidad de Texas en Austin, donde es directora del Centro para los Idiomas
Indígenas de Latinoamérica. Fue fundadora y asesora de la asociación okma
(Oxlajuuj Keej Maya’ Ajtz’iib’) de Guatemala, dedicada al estudio, investigación y
difusión de las lenguas mayas. Es especialista de lenguas mayas, más concretamente­
del mam. Es autora de A Grammar of Mam: a Mayan Language, Austin, University­

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Sobre los autores 435

of Texas Press, 1983; Introducción a la gramática de los idiomas mayas, Guatemala,


Cholsamaj, 2001. Correo electrónico: <nengland@mail.utexas.edu>.

Eladio Mateo Toledo, alias B’alam, es doctor en Lingüística por la Universidad


de Texas en Austin, EUA. Es profesor-investigador del ciesas-Sureste. Se ha espe-
cializado en la documentación y descripción de la morfosintaxis y sintaxis de
lenguas mayas, en particular del q’anjob’al, y awakateko. Ha publicado extensa-
mente sobre finitud y aspecto, predicación compleja y variación dialectal, su artí-
culo más reciente “Secondary Predication in Q’anjob’al (Maya): Structure and
Semantic Types” se publicó en el International Journal of American Linguistics. Es
miembro de la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala y fue miembro activo
del grupo de investigación lingüística okma (Oxlajuuj Keej Maya’ Ajtz’iib’) desde
1997 hasta su cierre en 2009. Correo electrónico: <balammt@gmail.com>.

Gilles Polian es doctor en Lingüística por la Universidad de París 3, Francia. Es


profesor-investigador del ciesas-Sureste. Es especialista en la descripción de len-
guas mayas, en particular del tseltal. Desde 2006 coordina un proyecto amplio de
documentación de este idioma en varios municipios de los Altos de Chiapas. Es
autor de una gramática de referencia del tseltal publicada en 2013 en el ciesas y
en la actualidad se dedica a la elaboración de un atlas dialectológico y un diccio-
nario multidialectal de esta misma lengua. Correo electrónico: <gillespolian@
yahoo.com>.

Enrique L. Palancar es licenciado y doctor en Filología por la Universidad


Complutense de Madrid, España, donde estudió germanística y lingüística
general­. Durante 10 años laboró como docente-investigador en la Universidad
Autó­noma de Querétaro. Ha publicado extensamente sobre el otomí, así como
sobre otras lenguas. En la actualidad labora como investigador en el Centro Na-
cional de la Investigación Científica de Francia asociado al laboratorio Structure
et Dyna­mique des Langues (UMR8202) y es miembro del Grupo de Morfología de
Surrey, en la Universidad de Surrey, Reino Unido. Es autor de la Gramática y
Textos del Hñöñhö: Otomí de San Ildefonso Tultepec, Querétaro, Plaza y Valdés, Uni-
versidad Autónoma de Querétaro, 2009. Correo electrónico <e.palancar@surrey.
ac.uk>, <epalancar@hotmail.com>.

Roberto Zavala Maldonado es licenciado en Lingüística por la Escuela Nacio-


nal de Antropología e Historia, y obtuvo la maestría y doctorado por la Universi­
dad de Oregon en Eugene, EUA. Desde 2001 labora como docente-investigador

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436 Enrique L. Palancar y Roberto Zavala Maldonado

en el ciesas-Sureste y es experto en varias lenguas mesoamericanas, sobre todo de


la familia maya y mixe-zoque. Ha publicado extensamente y es autor de El kan-
jobal de San Miguel Acatán, Universidad Nacional Autónoma de México, 1992.
Su tesis doctoral, titulada “Inversion and Other Topics in the Grammar of Olutec
(Mixean)”, ganó en 2001 el premio Mary R. Haas de la Sociedad de las Lenguas
In­dígenas de América (ssila) al mejor trabajo doctoral sobre una lengua indígena
americana. Correo electrónico: <rzavmal1@hotmail.com>.

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Colofón

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