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Resumen Abstract
Los problemas en la alimentación infantil aumentan, The infant feeding problems increase despite the
a pesar de los esfuerzos de instituciones gubernamen- efforts of government institutions to monitor nutritional
tales para vigilar indicadores de salud nutricional y de health indicators and education campaigns that provide
las campañas de educación que brindan información al information. This article seeks to review information
respecto. Este artículo busca revisar información dis- available about the management of infant feeding pro-
ponible sobre el manejo de problemas de alimentación blems. The first part shows the status of infant feeding
infantil. La primera parte, muestra el estado de los problems and points out the consequences of the lack
problemas de alimentación infantil y enuncia las con- of information for its approach. The second analyzes the
secuencias de la falta de información para su abordaje. consequences of feeding practices of parents on feeding
La segunda, analiza las consecuencias de las prácticas behaviors of children and the possible repercussions in
de alimentación de los padres sobre las conductas de adulthood. We conclude that should be investigated
alimentación de los niños y las posibles repercusiones psychological, social and cultural aspects of feeding at
en la edad adulta. Se concluye que se debe investigar children context.
los elementos psicológicos, sociales y culturales de la
alimentación en el contexto de los niños.
Palabras clave: Prácticas de alimentación, Conducta Key words: Feeding Practices, Feeding Behavior, Habits
alimentaria, Aprendizaje de hábitos, Niñez. Learning, Childhood.
Palabras clave descriptores: Alimentación, Conducta Key words plus: Feeding, Feeding Behavior, Food
alimentaria, Hábitos alimenticios. Habits.
Introducción
“… en los países en vía de
Uno de los objetivos del milenio que establece desarrollo se han realizado
el Programa de las Naciones Unidas para el De- grandes esfuerzos en
sarrollo (pnud) y la Organización de las Naciones materia de recuperación
Unidas para la Alimentación y la Agricultura nutricional, para lograr
(fao) (2010) es lograr una alimentación sana y mantener adecuados niveles
adecuada para la población mundial. De acuerdo de nutrición desde edades
con este objetivo, en los países en vía de de- tempranas…”
sarrollo se han realizado grandes esfuerzos en
materia de recuperación nutricional, para lograr
mantener adecuados niveles de nutrición desde
edades tempranas. Aunque pueden observarse
resultados positivos a partir de estos esfuerzos, para la alimentación en la primera infancia.
tanto en la práctica clínica como en los hogares Además los padres, cuidadores y profesionales,
y en las instituciones educativas, puede obser- no cuentan con información unificada acerca
varse que los niños presentan problemas en sus de cómo prevenir y abordar los problemas de
hábitos alimenticios, como poco disfrute de alimentación no clínicos, y cómo fomentar la
los alimentos, restricciones, dietas limitadas a autonomía desde edades tempranas (Mitchell,
una gama reducida de alimentos y cambios en Farrow, Haycraft & Meyer, 2012). Respecto a
las porciones que consumen diariamente. Aun- este punto, se afirma que los padres descono-
que en muchos casos, padres e hijos conocen cen qué cambios se esperan durante las dife-
la importancia de una adecuada alimentación, rentes etapas del ciclo vital, relacionados con
los niños se rehúsan a consumir alimentos que la conducta alimentaria y no tienen claro qué
satisfagan sus necesidades nutricionales. Ante comportamientos ameritan una evaluación y
ello, los padres van modificando las prácticas de una intervención por parte de un profesional.
58 alimentación, tratando de lograr que sus hijos Lo anterior, puede agudizar a mediano y largo
consuman la cantidad de alimentos que ellos plazo los problemas de alimentación infantil
consideran adecuada; sin embargo, no son cons- (Fisher, et al. 2002).
cientes de los efectos a corto y largo plazo de
dichas prácticas en la conducta alimentaria de Si bien los cuidadores y los profesionales que
sus hijos y en la capacidad de autorregulación de trabajan con niños y adolescentes tratan de
la ingesta en años posteriores (Fisher, Mitchell, apoyar el aprendizaje de conductas y hábitos
Smiciklas, Birch, 2002; Savage, Fisher & Birch, con base en saberes fundamentados desde la
2007; Schwartz, Scholtens, Lalanne, Weenen & pedagogía u otras disciplinas, al abordar los
Nicklaus, 2011; Ventura & Birch, 2008). problemas no clínicos de alimentación como:
rehusarse a consumir determinados alimentos,
Las intervenciones profesionales en este aspec- las restricciones o llenarse fácilmente, realizan
to, a nivel individual y colectivo, hacen énfasis acciones basadas en mitos, temores, supuestos
en la educación a los padres, pero en pocos personales y estados emocionales. Como ejem-
casos se tiene en cuenta el componente afectivo plo de lo anterior, se ha encontrado que aunque
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los padres parecen ser conscientes de la capa- su desarrollo (Organización Mundial de la Salud,
cidad de autorregulación de la ingesta de los oms, 2003). Los padres y cuidadores intentando
niños desde los primeros meses, en la práctica dar una adecuada nutrición, buscan inducir
no parecen confiar en sus hijos cuando mues- cambios en la conducta alimentaria de sus hijos
tran señales de saciedad (Schwartz, Scholtens, mediante diferentes prácticas de alimentación.
Lalanne, Weenen, & Nicklaus, 2011). Sin embargo, desconocen los efectos a largo
plazo de dichas prácticas en la capacidad de au-
La revisión que se presenta en este artículo torregulación, autonomía y bienestar. Por tanto,
se realizó teniendo en cuenta las siguientes los problemas de alimentación no clínicos pue-
preguntas: ¿existen pautas claras para orientar den convertirse en problemas de alimentación
a los padres en el manejo de los problemas de durante la adolescencia y la adultez (Birch &
alimentación en sus hijos?, ¿cuál es la incidencia Deysher, 1986; Blissett, Meyer & Haycraft ,2006;
de las prácticas de alimentación utilizadas por Blissett, Meyer & Farrow, 2005; Domínguez,
los padres en las conductas alimentarias de los Weisstaub & Santos, 2008; Wardle, Sanderson,
niños y sus consecuencias a mediano y largo Guthrie, Rapoport & Plomin, 2002).
plazo en la adolescencia y adultez?
Estudios de prevalencia de obesidad realizados
Para ello se realizó una búsqueda en diferentes en Norteamérica, muestran que más del 17% de
bases de datos como Medline, Ebsco y Psycho- los jóvenes tienen un índice de masa corporal
logy Science Collection con los descriptores superior al percentil 95. Adicionalmente, se ha
mencionados en las palabras clave. Se incluye- identificado que la mayor susceptibilidad a au-
ron los artículos de investigación, publicados mentar los niveles de adiposidad se encuentra
en revistas indexadas, los cuales abordaban las en el período prenatal, la niñez y la adoles-
prácticas de alimentación y las conductas ali- cencia (Adair, 2008). En América Latina, se ha
mentarias durante la infancia y la adolescencia. observado una tendencia al aumento del sobre-
Adicionalmente, los meta análisis de las Guías peso y de la obesidad infantil, convirtiéndose
de alimentación a nivel mundial. en un problema relevante para la salud pública
59
(James, Leach, Kalamara & Shayeghi, 2001; oms,
Se encontró que los problemas en la alimen-
2003; Lobstain, Baur, Ubau & iaso, 2005).
tación infantil no clínicos como: rehusarse a
consumir determinados alimentos y las restric- A nivel nacional, según la Encuesta Nacional de
ciones, se vienen reportando en investigaciones Educación Nutricional (ensin), se afirma que si
desde hace varias décadas. Un estudio realizado bien en Colombia se ha mejorado la lucha contra
por Reau, Senturia, Lebaily y Crhistoffel en la desnutrición, la anemia y el hambre en los
1996, informaba que del 25% al 40% de los niños niños, ha aumentado el sobrepeso y la obesidad
pequeños presentan problemas en la alimenta- en todos los grupos poblacionales (Instituto
ción reportados por sus cuidadores en Estados Colombiano de Bienestar Familiar, icbf, 2014).
Unidos. Adicionalmente, se afirma en documen-
tos internacionales y guías de alimentación, A nivel local, ante el aumento de los proble-
que los niños con una nutrición inadecuada son mas de alimentación desde edades tempranas,
más propensos a enfermar y a sufrir durante el grupo de Puericultura de la Universidad de
toda su vida las consecuencias del retraso de Antioquia, se ha aproximado a la revisión de
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prácticas y las conductas alimentarias, es del
“La primera infancia es caso revisar algunas de las evidencias sobre la
la etapa en la cual los incidencia de las prácticas de los padres sobre
niños establecen las bases diferentes aspectos de la conducta alimentaria
para el desarrollo de sus de los niños, de tal forma que se puedan tener
capacidades, habilidades y referencias específicas para orientar a las fami-
potencialidades” lias en estos aspectos.
• Se establecen las bases para los procesos de aromas y sabores de la dieta materna al lactante
comunicación individual y colectiva. amamantado. Por ello, la administración de su-
cedáneos puede afectar la adaptación a la dieta
• Se desarrollan las habilidades básicas para complementaria (Lozano, 2004). Igualmente,
el autocuidado, incluyendo los hábitos de la madre es quien filtra los estímulos para el
alimentación. niño, pero al mismo tiempo quien interactúa,
estimula, orienta y promueve el repertorio de
En cada etapa de su desarrollo, el niño va
respuestas. Sin embargo, no debe desconocerse
construyendo un esquema interno con el cual
que el aprendizaje de las conductas alimenta-
puede comprender el mundo. Esto solamente
rias es un proceso complejo que se encuentra
es posible mediante la acción del niño hacia el
mediado por diversos factores (Lartigue, 1998):
mundo. En este sentido, no se opera con con-
ceptos o con características específicas, sino de • La disponibilidad de la comida.
acuerdo a la manera que es posible actuar sobre
los objetos (Bandura, 1986). De esta manera, • La presencia de cuidadores interesados en
se van configurando o modelando los esquemas alimentar al niño y satisfacer sus necesida-
que más adelante inciden en las construcciones des básicas.
lógicas y en las conductas. Así mismo, se van
• La capacidad del niño (a) de incorporar
configurando los hábitos y estilos de vida que
alimento, procesarlo y beneficiarse de lo
se verán reflejados en años posteriores.
ingerido.
La interacción de los padres con el bebé es uno
• Factores de la relación entre el niño y sus
de los procesos fundamentales en el desarrollo
padres.
temprano de los seres humanos y la base para
un adecuado desarrollo psicológico. El bebé • Factores culturales y psicosociales que
no existe solo, es la conjunción de los factores determinan lo que se ofrece al niño, la
biológicos y de maduración que trae como ba- preparación, presentación, hora en la cual
62 gaje constitucional, en íntima relación con un se sirve y lo que sucede durante esas horas.
ambiente específico (Lartigue, 1998).
En el contexto de los factores anteriores, las
La interacción entre prácticas de alimentación prácticas de alimentación utilizadas por los
por parte de los padres y las conductas alimen- padres, en un clima de validación emocional,
tarias de los niños en un ambiente emocional facilitan el aprendizaje de hábitos de alimen-
adecuado, caracterizado por la validación emo- tación en los niños que favorecen la salud en
cional, la receptividad a las necesidades, y un general, la salud mental y el desarrollo (Ventura
contexto apto para el aprendizaje de conductas & Birch, 2008).
en la mesa, es esencial para establecer víncu-
los con el entorno en general, con las demás El contacto con la comida, con los utensilios y
personas y con los alimentos (Ogden, 2005). los afectos a la hora de alimentarse, introducen
Desde los primeros días de vida, los niños son una función organizadora en la actividad sim-
receptores de cuidados y de alimentos, a través bólica, que se relaciona con el proceso de uso
de la lactancia materna. La leche traslada los de instrumentos y produce nuevas formas de
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comportamiento (Lartigue 1998; Posada, Gómez
& Ramírez, 1998). Así mismo, la interacción “… la exploración, el
familiar y social en general, y la que tiene que contacto con la variedad
ver específicamente con la alimentación, es una de alimentos, el disfrute y
forma de aprender a solucionar los conflictos, a la sensibilidad a las señales
partir del manejo que de las situaciones hagan de saciedad del propio
los padres o cuidadores, quienes son mediado- organismo, desde edades
res en el primer contacto con el mundo. Pos- tempranas, contribuyen al
teriormente, dichas maneras de solucionar los aprendizaje de hábitos de
conflictos, encontrarán un lugar en los campos alimentación”
sociales como el jardín o la escuela (Patrick &
Williams 2012).
Apoyando lo anterior, estudios longitudinales, indican que los niños que seleccio-
nan las opciones menos saludables, siguen haciéndolo a lo largo de la vida (Kelder,
Perry, Kleep, & Lytle, 1994). Así mismo, se ha encontrado que los índices de masa
corporal en los niños se mantienen relativamente estables durante la primera in-
fancia (Savage, Fisher & Birch, 2007). De acuerdo con estos resultados, los hábitos
de alimentación que se adquieran durante la infancia tienen consecuencias en el
64 desarrollo físico y en las elecciones alimenticias en etapas posteriores.
Son muchos los autores que han abordado los estilos de interacción parental o
estilos parentales. Inicialmente, Baumrind (1966/1971) desarrolló un sistema de
clasificación para categorizar las prácticas de crianza de los padres, según el nivel
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de exigencia y la capacidad de respuesta categorizándolas como: permisiva, auto-
ritario y democrática. Este sistema de clasificación varía de acuerdo a diferencias
cuantitativas y cualitativas respecto al grado de exigencia y capacidad de res-
puesta (receptividad), para ejercer control en el comportamiento de los hijos. En
una extensión posterior del modelo, Maccoby y Martin adicionan el estilo parental
negligente. Dicho estilo, se caracteriza por la baja exigencia y pobre capacidad de
respuesta o sensibilidad a las necesidades Reau, Senturia, Lebailly, y Christoffel,
(1996). La figura uno muestra la relación entre grado de receptividad y grado de
exigencia en cada uno de los estilos parentales.
DEMOCRÁTICO
INDULGENTE
AUTORITARIO
NEGLIGENTE
Años más tarde, Maccoby y Martin (1983) agregaron un cuarto estilo parental co-
nocido como no comprometido o negligente (uninvolvedor neglectful parenting),
caracterizado por la falta de receptividad y exigencia. Los padres negligentes o
rechazantes son generalmente descritos como laxos e inconsistentes, y utilizan el
retirar el amor como castigo (Connor, 1980).
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El estilo de interacción parental es un proceso Las influencias específicas de las prácticas de los
fundamental en la construcción de valores en padres sobre la conducta y los hábitos de alimen-
familia, propiamente en la adquisición de valo- tación de los niños parecen estar en relación con
res prosociales, de autodirección y al logro de los estilos de crianza; Baumrind (1971) menciona
aprendizajes significativos en los niños (García, tres elementos importantes acerca de la crianza
Ramírez & Lima, 1998; García & Román, 2003). de los hijos y del control, los cuales pueden ser
aplicados a la alimentación infantil. En primer
La importancia de los estilos de interacción lugar, la respuesta parental como la medida en
parental radica entonces, en que son facilita- que los padres tienen en cuenta la individualidad,
dores y estimuladores del proceso de desarrollo promueven la autorregulación, la autoafirmación
en el niño y la niña, estos se evidencian en el y el apoyo en la crianza, considerando las nece-
pensamiento y en las creencias de los padres o sidades de los niños y sus demandas.
adultos que rodean al niño y la niña respecto
a elementos como la norma, la autoridad, el En segundo lugar, la exigencia parental que se
afecto, el control de la conducta y la comuni- refiere a la medida en que los padres hacen a sus
cación Ceballos y Rodrigo (1998). Este ejerci- hijos reclamos de que se integren a la familia,
cio, se realiza a través de prácticas utilizadas supervisan y confrontan al niño que desobede-
por los padres o los adultos, quienes están en ce. Y en tercer lugar, el control psicológico y
contacto directo y continuo con los niños y las emocional que corresponde a los intentos de
niñas, son flexibles y se manifiestan en diferen- control de la conducta mediante, por ejemplo,
tes contextos. Pero además, son seleccionadas la inducción de culpa, el manejo de la expre-
por los padres de acuerdo a sus creencias, a las sión de cariño o los intentos de avergonzar al
características del hijo o la hija, a la situación niño por una mala conducta. Estos elementos
y a los factores socioculturales. se relacionan de manera directa con prácticas
y acciones que son potencialmente modificables
Las prácticas de alimentación son definidas y que podrían, en el caso del interés del pre-
como la manera en la cual los padres y cuida- sente artículo, tener un efecto en las conductas 67
dores interactúan con un niño en términos de alimentarias de los hijos.
actitudes y comportamientos, en los ámbitos de
alimentación y el control de las mismas (Birch, Cuando hablamos de conducta alimentaria, nos
1999; Darling & Steinberg, 1993; Ventura & Birch, estamos refiriendo, según la definición de Osorio
2008). Este concepto surge a partir de entrevis- y colaboradores, al comportamiento normal
tas realizadas a padres de niños de diferentes relacionado con los hábitos de alimentación y
edades. Se les preguntó acerca de las actitudes, a la selección y a la cantidad de alimentos que
las creencias y la tendencia a usar el control en se ingieren (Osorio, Weisstaub y Castillo, 2002).
la alimentación de sus hijos y mirar el balance Cabe aclarar que las conductas alimentarias,
del poder en las relaciones que se establecen no son rígidas, se ha observado que los niños
durante la alimentación. Ente ellas, se incluyen presentan cambios en las conductas de acuerdo
la presión para comer, el monitoreo, el grado de a los cambios en el ciclo vital, la edad, la adqui-
preocupación, la flexibilidad, la receptividad a sición de hábitos, los procesos de socialización
las señales de saciedad, entre otras. con sus pares, entre otros (Ogden, 2005).
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Respecto a la presión para comer Drucker, de los niños, por ejemplo, la manera de hacer
Hammer, Agras y Bryson (1999) informaron frente a su negativa para consumir los alimen-
que se ha relacionado con una mayor ingesta tos. Igualmente, acerca de la orientación a
de calorías en los niños pequeños. Además, los padres hacia el logro del desarrollo de la
la falta de sensibilidad y/o baja respuesta de autonomía de sus hijos en la alimentación des-
los padres a señales de saciedad que muestra de edades tempranas. Adicionalmente, existe
el niño, puede ser contraproducente para el poco consenso en las recomendaciones y no hay
desarrollo de la capacidad de autorregulación unidad en la información sobre estos temas.
y puede tener consecuencias adversas para el Por otra parte, es difícil encontrar información
desarrollo de las preferencias alimentarias, acerca de investigaciones llevadas a cabo en
trayendo consecuencias negativas en el peso y Colombia.
la imagen corporal (Birch & Fisher, 1998). Las
relaciones que se establecen a la hora de consu- Los problemas en la alimentación infantil llevan
mir alimentos entre padres, cuidadores y niños, frecuentemente a la disminución del bienestar
emocional y psicológico tanto de los padres
tienen un efecto en las conductas alimentarias,
como de sus hijos. Esta situación lleva a estados
la elección de alimentos y el clima emocional.
emocionales bajo los cuales se toman decisiones
En contraste Vereecken, Legiest, De Bour- que afectan aún más las conductas alimentarias,
deaudhuij y Maes (2009), demostraron que los lo que puede llevar a mayores dificultades en la
padres que estimulaban a sus hijos a través de interacción. Los padres y cuidadores no cuentan
la negociación, para consumir alimentos nutri- con criterios claros sobre la búsqueda de orien-
tivos, aumentó la probabilidad del consumo de tación e intervención profesional, y la informa-
vegetales. Adicionalmente, el estímulo de la ción que encuentran es a veces contradictoria.
madre para promover una ingesta variada de
Los hábitos de alimentación que se adquieran
alimentos, se relacionó con un índice menor de
durante la infancia tienen consecuencias en el
masa corporal en los niños (Eisenmann, Bartee
desarrollo físico y en las elecciones alimenticias
& Wang, 2002). Sin embargo, no se ha encon- 69
en etapas posteriores (Kelder, Perry, Kleep,
trado ninguna asociación entre las instrucciones
& Lytle, 1994; Savage, Fisher & Birch, 2007).
brindadas por los padres para comer y el peso
Dada la importancia del papel de los padres
de los niños (Golan & Crow, 2004). Lo anterior y cuidadores en el establecimiento de estos
muestra que la educación no es suficiente, es hábitos desde la infancia temprana, se precisa
necesario investigar e intervenir las prácticas, la investigación de las interacciones entre las
estilos parentales, creencias de los padres y prácticas, las creencias y los estilos de los pa-
su relación con las conductas alimentarias que dres con los hábitos de los niños.
muestran los niños.
La elaboración de material para la orienta-
ción en la búsqueda del mejoramiento de las
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