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Esta estupenda riqueza —junto con riquezas de oro, diamantes, hierro y cobre—
iba a ser encontrada en el distante sudeste venezolano, en lo que Chávez más
tarde denominó como el “Arco Minero del Orinoco”, una parte del país que hasta
entonces era conocida principalmente por sus bosques prístinos, abundante vida
silvestre, parques y áreas indígenas.
En el 2016, con el precio caído del petróleo por cuarto año consecutivo, el sucesor
de Chávez, el presidente Nicolás Maduro, de nuevo promovió el Arco Minero del
Orinoco, y lo describió como una tierra venezolana prometida, brillante y segura de
las fluctuaciones económicas del precio del petróleo mundial.
Los manifestantes en contra del Arco Minero del Orinoco muestran su oposición a
las afueras del Tribunal Supremo de Justicia. Foto cortesía de Aporrea
En el interior del Arco Minero del Orinoco
El Arco Minero del Orinoco es una vasta región. Esta cubre 111 844 kilómetros
cuadrados (43 183 millas cuadradas), y es equivalente a 12.2 % del territorio
venezolano.
La región se encuentra al sur del río Orinoco, en los estados Bolívar, Amazonas,
Delta Amacuro y en la disputada frontera con Guyana. La región rica en minerales
también se encuentra al sur de la “Franja Petrolífera del Orinoco”, una zona
igualmente grande, donde empresas extranjeras son muy activas en la extracción
de combustibles fósiles.
Asimismo, el gobierno estima que hay tres mil millones de quilates en diamantes
en la región, y por lo menos 300 mil toneladas métricas de elementos terrestres
poco comunes: cerio, lantano, neodimio y torio.
Pero en medio de las minas a tajo abierto y otras formas extremas de desarrollo
extractivo hay siete monumentos naturales venezolanos y cinco parques
nacionales que se encuentran dispersos en todo el Arco Minero.
El Parque Nacional Canaima cubre 30 000 kilómetros cuadrados (12 000 millas
cuadradas), y es un Patrimonio Mundial de la UNESCO. Ubicado en el estado
Bolívar, se caracteriza por extensos bosques, mesetas aplanadas y acantilados
fantásticos, y es el hogar de jaguares (Panthera onca), nutrias gigantes (Pteronura
brasiliensis) y osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla).
Un guacamayo azulamarillo
(Ara ararauna) en el Parque Nacional Canaima. Foto de Diego Delso Wikimedia
Commons, Licencia CC-BY-SA 3.0
Una cascada en el estado de Bolívar. Es casi seguro que la minería a gran escala
contamine muchos ríos de la región; sin embargo, el gobierno dice que el trabajo
se puede hacer sin daño al medio ambiente. Foto por Wawaphotography bajo la
licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0
“Cuando hablamos del Arco Minero habrá un plan para el desarrollo agrícola e
industrial, también [para] transporte, salud, educación y protección de la
comunidad”, declaró Menéndez. También anunció los resultados de una reunión
que tuvo lugar en la comunidad de Los Pijiguaos, donde los grupos indígenas han
declarado firmemente áreas “intocables” para la minería, pero en las cuales el país
espera crear un nuevo modelo para la vida urbana que conserve y respete la
diversidad de cultura indígena.
Nutrias gigantes (Pteronura brasiliensis), animales acuáticos que podrían verse
afectados por los residuos mineros. Foto de Jeff Egnaczyk bajo la licencia
genérica Creative Commons Attribution 2.0
Un campamento minero ilegal cerca de Las Claritas, parte del Arco Minero del
Orinoco. Los charcos de lodo, probablemente contaminados con mercurio, han
reemplazado el bosque. Las bandas criminales controlan la zona y venden los
derechos a la minería. Fuente: Google Maps
Mientras tanto, un informe del 2016, “El crimen organizado y el oro ilegalmente
extraído en América Latina“, publicado por la Iniciativa Global contra la
Delincuencia Transnacional Organizada informa que el 91 % del oro exportado
desde Venezuela (16 toneladas por año) es producido y exportado ilegalmente.
La minería de oro ilegal, que utiliza mercurio tóxico en su producción, contamina
los ríos y envenena a las poblaciones locales. El sudeste de Venezuela ya está
sufriendo una “tormenta perfecta” de ilegalidad, deforestación y mafias, mientras
que hayreportes regulares de ataques contra mineros y pueblos indígenas de la
Amazonía venezolana de gran riqueza biológica.
Sanz y el gobierno afirman que el Arco Minero es la solución al problema, que las
prácticas extractivas ilegales comunes entre los mineros artesanales serán
reemplazadas por modernas técnicas de minería, y que el Arco Minero del Orinoco
se convertirá en una región privilegiada que se beneficiaría de un rápido desarrollo
socioeconómico. El exministro de gobierno también sostiene que el elemento
criminal que ahora controla la minería será sustituido por empresas
transnacionales y empresarios mineros nacionales respetuosos con la ley.
Un artículo en el sitio web oficial de la Misión Verdad, explica cómo el Arco Minero
del Orinoco complementará la “Faja petrolífera del Orinoco” a través de
lasinversiones financieras internacionales. La minería, dice la página web, tendrá
“un impacto mínimo en la capa superior del suelo” y utilizará tecnologías
avanzadas que solo afectan a los subsuelos. El sitio web también argumenta que
la Iniciativa Arco beneficiará al país mediante el mantenimiento de una estricta
soberanía nacional sobre las nuevas operaciones mineras, en lugar de dar a las
empresas extranjeras demasiado control como ocurrió con la producción de
petróleo en el pasado.
Desde la nacionalización de la minería aurífera en 2011, miles de “garimpeiros” o
mineros ilegales han abandonado “bullas” para extraer el oro o el coltán en las
riberas de los cursos de agua en el sur de Venezuela. Este tipo de minería
contamina los ríos con mercurio y sedimentos. Fuente: Google Maps
Pero, según los críticos, estas promesas del gobierno se exageran enormemente.
La explotación de oro, diamantes, hierro y elementos terrestres poco comunes
requerirán métodos altamente disruptivos de minería a tajo abierto, lo que resulta
en la eliminación de la capa superior del suelo y la del subsuelo. Además, la
implementación del Arco Minero del Orinoco violaría varias leyes nacionales y los
tratados internacionales, incluyendo posiblemente el reciente Acuerdo de París
sobre el Cambio Climático.
En 2015-16, Venezuela vio los precios del petróleo desplomarse por el cuarto año
consecutivo, cayendo desde un máximo de $112 por barril a un promedio de $40.
El 30 de diciembre 2015, la Asamblea Nacional respondió a la crisis con la
aprobación de la Ley para el Desarrollo Productivo Minero 2016-2018. Esta
legislación establece las bases para la minería a gran escala en toda Venezuela a
través de la legitimación de las empresas conjuntas públicas-privadas (con
participación estatal del 55 %).
En enero de 2016, una legislatura recién elegida acordó ignorar el decreto que
habría permitido al gobierno seguir adelante con el Arco Minero del Orinoco, y
también reformó la Ley de minería de oro. Pero esa decisión legislativa fue luego
anulada por el Tribunal Supremo de Venezuela, en una lucha de poder que ha
agravado la crisis política e institucional en curso en el país sudamericano. Y de
nuevo, el Arco de Minero estaba de vuelta en el juego.
Una nueva estructura institucional ha sido inaugurada desde ese entonces, lo que
dará un paso más allá de las previas redes existentes formadas por los ministerios
estatales de petróleo y las industrias básicas. Lo más importante, una nueva
compañía militar dará a las fuerzas armadas de Venezuela el poder de
exploración, producción y venta de petróleo y minerales —manteniendo los
beneficios. Una disposición similar en Egipto ha creado un poderoso ejército allí
que no solo ejerce el poder a través de su armamento incontestable, sino también
a través de su influencia monopolista corporativa.
Además, el estado emitió una ley que prohíbe el uso de mercurio en la minería, así
como el requisito de instalar plantas de tratamiento de cianuro en todas las minas.
El mercurio es utilizado habitualmente por los mineros artesanales y de pequeña
escala para procesar el oro.
Se pidió a Ana Elisa Osorio, exministra de Medio Ambiente, revisar los contratos
mineros del gobierno y declaró su sorpresa por el patrocinio de las medidas
masivas de extracción del presidente Maduro. En una entrevista realizada en
marzo de 2016 para la página web oficial Aporrea.org, Osorio rechazó la creación
del Ministerio para Desarrollo Minero Ecológico. “No hay ninguna posibilidad de
que la minería a tajo abierto pueda ser respetuosa con el medio ambiente”, dijo
Osorio. “Con el uso de cianuro [como parte del proceso de extracción],… el daño
será, efectivamente, irreversible.”
El economista Víctor Álvarez también se ha sumado a las críticas, diciendo que el
“modelo extractivista-rentista” a gran escala elimina la posibilidad de que se
desarrollen otras actividades económicas sostenibles en la región, como el
turismo, la energía limpia o la agroecología. Sostuvo que el gobierno ha
abandonado su previa postura ecosocialista y ha adoptado la minería a gran
escala para compensar la pérdida de divisas una vez llevadas por el petróleo, y
con el fin de mantener y pagar por un alto volumen de las importaciones.
Machado-Allison dijo que el Arco Minero del Orinoco daría lugar a la deforestación
extrema, junto con problemas desastrosos de salud para los habitantes locales.
También le resulta difícil creer que el gobierno será capaz de hacer frente
eficazmente a los mineros artesanales y de pequeña escala de la región que han
formado bandas criminales y son respaldados por las guerrillas y unidades
paramilitares de la región. Se pregunta si las empresas extranjeras podrían
simplemente contratar a estos criminales para hacer realizar su minería.
Juan Carlos Sánchez, coganador del Premio Nobel de la Paz como parte del
Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(IPCC), está de acuerdo con Machado-Allison y rechaza la obsesión del gobierno
con la minería a gran escala. En una conversación con Mongabay, esbozó las
consecuencias ambientales potencialmente desastrosas del Arco Minero del
Orinoco, incluyendo la acidificación de los ríos; el aumento de la turbidez y
sedimentación de los cursos de agua; y la contaminación de 10-100 metros
cúbicos de agua por tonelada de mineral procesado. A esto se añade el polvo,
ruido y el daño a la infraestructura causada por las frecuentes detonaciones de
explosivos de mina y por el incesante tráfico de camiones.
Juan Carlos Sánchez, coganador del Premio Nobel de 2007 como miembro del
Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático,
dando un discurso en la Asamblea Nacional de Venezuela. Él es franco en su
oposición al Arco Minero, y cree que su desarrollo podría impedir que Venezuela
cumpla con los compromisos sobre carbono del acuerdo sobre cambio climático
en París. Foto cortesía de Juan Carlos Sánchez
El politólogo Vladimir Aguilar, jefe del Grupo de Trabajo Sobre Asuntos Indígenas
de la Universidad de los Andes en Venezuela. Él cree que el gobierno debe invertir
en ecoturismo y proyectos sostenibles en tierras indígenas en el sudeste de
Venezuela. Foto cortesía de Laboratoriodepaz.org
Admite que los grupos indígenas están algo divididos sobre el tema debido a la
“cooptación política” por el actual gobierno; sin embargo, dice que los que viven en
el sudeste de Venezuela rechazan las “intenciones del capital transnacional [que
trabaje] con el gobierno”. Aguilar percibe el Arco Minero del Orinoco como “una
aberración y antinomia jurídica” —una contradicción de los valores progresistas y
un asalto en contra de los derechos ambientales y territoriales de los criollos y los
indígenas venezolanos.
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 31 de octubre de
2016.
¿Qué es Coltán?
Realmente o químicamente el coltán no es ningún mineral, sino un término, alias
o abreviatura comercial usada originalmente en África, para nombrar una serie
de minerales que, en alta concentración, tienen los elementos tantalio (Ta)
y niobio (Nb).
Estos dos minerales se encuentran sobre todo en unos compuestos
llamados Columbita yTantalita, que precisamente son los compuesto que forman
el llamado coltán. De hecho la palabra coltan procede de las abreviaturas de estos
dos compuestos Col y Tan (columbita y tantalita). Químicamente al coltán se le
puede llamar columbotantalita.
Coltan Propiedades
Más que hablar de los propiedades del coltan hay que hablar de las propiedades
que tienen sus componentes.
El tantalio, que es sólido en su forma natural, tiene una elevada dureza, es dúctil,
muyresistente a la corrosión y es muy buen conductor de la electricidad
(superconductor). Es un metal de los llamados refractarios, ya que tiene un alto
punto de ebullición y fisión, o lo que es lo mismo, soporta unas temperaturas
muy elevadas, por lo que es muy resistentes al calor (el doble que el hierro). El
niobio tiene propiedades parecidas.
Con todas estas propiedades ya te darás cuenta que podría tener muchas
aplicaciones, pero la clave no está en ninguna de estas propiedades, la clave está
en que el tantalio metálico en combinación con óxido de tantalio, tiene la
excelente propiedad de almacenar carga eléctrica temporal y liberarla cuando
se necesita. Si, ¿Te has dado cuenta? Eso es lo que hacen
loscondensadores eléctricos.
Coltan Usos
La pregunta es ¿Para Qué Sirve el Coltan?. Bueno más bien el tantalio extraído
del coltan es lo que tiene una gran utilidad, aunque también el niobio como
veremos más adelante.
Como hoy en día los aparatos electrónicos, tales como los teléfonos móviles, lo
que interesa es que sean lo más pequeños posibles, los condensadores que
llevan en su interior, que son bastantes, serán todos fabricados con tantalio
procedente del coltan.
Para que te hagas una idea, un teléfono móvil que ahora pesa unos 100 gramos,
si no fuera por los condensadores de tantalio pesaría aproximadamente 1
Kilogramo, entre 10 y 20 veces más.
También se fabrican con él, matrices para extrusión, moldes para fundición,
punzones para perforar, tazas y recipientes refractarios, equipo para
electroplateado y herramientas de corte, como carburo de tantalio de altísima
dureza.
Debido a las excelentes propiedades que tienen tanto el tantalio como el niobio,
podríamos resumir diciendo que se utilizan en la fabricación de componentes de
alta tecnología y en aleaciones metalúrgicas supe resistentes.
Es por eso que en los últimos años, todas las grandes multinacionales como Intel,
Sony, Siemens, Ericsson, Nokia, Hitachi y muchas otras compran el coltán en el
Congo.
El precio del coltan puede llegar incluso a los 500 dólares el Kilogramo, aunque al
trabajador congoleño se le suele pagar unos 50 dólares a la semana si extrae 1Kg
al día, pero ojo, un trabajador normal en el Congo gana unos 10 dólares al mes, lo
que hace que muchos trabajadores abandonen sus trabajos para trabajar en las
minas del coltan del Congo.
Mientras el Congo sigue figurando como una de las naciones más pobres del
mundo —ocupa el puesto 155 en un ranking de 173 países realizado por la
ONU—, en torno a los yacimientos existe un complejo entramado empresarial
convenientemente diseñado para el reparto del botín.
Principalmente en las minas de Katanga y los Kivus, por menos de un dólar al día,
casi desnudos y a menudo malnutridos, menores alimentan el mercado mundial de
coltán y otros minerales.
Cada día bajan a las minas los mineros forzados, muchos niños, sin instrucción,
sin casco, sin plan de trabajo, equipados con instrumentos de siglos pasados y sin
ninguna medida de protección, para encontrar el tesoro.
Sus manos extraen los minerales, normalmente mezclados con otros minerales
radioactivos y que son altamente cancerígenos. Pero aún así, la mina se convierte
para muchos en la única forma de vida, y la necesidad y el hambre generan
nuevos mineros.