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Unidad 2: el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en

el Trabajo (SG-SST)

Introducción

La consecuencia lógica de la implementación de un Sistema de Gestión de la


Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST), que garantice el mejoramiento
continuo de la calidad de vida integral del trabajador y su productividad, es lograr
una evaluación satisfactoria del cumplimiento legal y procedimental que se
materialice en la certificación de los sistemas de calidad, ambiente, seguridad y
salud ocupacional.

El Sistema de Vigilancia Epidemiológica Ocupacional (SVEO) es el eje transversal


que integra los subprogramas de: higiene industrial, seguridad industrial,
saneamiento básico, protección ambiental, y medicina preventiva y del trabajo; y
suministra información útil que alimenta el modelo: planificar-hacer-verificar-actuar.

Contenido temático de la unidad

1. Las patologías laborales

1.1. Generalidades
1.2. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo biológico
1.3. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo físico
1.4. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo químico
1.5. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo psicosocial
1.6. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo biomecánico
1.7. Accidente de trabajo y condiciones inseguras

2. Sistemas de vigilancia epidemiológica en el trabajo

2.1. Generalidades del sistema de vigilancia epidemiológica ocupacional


2.2. Fase diagnóstica o evaluación del riesgo
2.3. Fase de control o intervención
2.4. Evaluación del programa de vigilancia epidemiológica ocupacional
2.5. Sistemas de información
2.6. Sistemas de notificación
2.7. La metodología de los sucesos centinela
2.8. Dificultades en la implementación de un sistema de vigilancia
epidemiológica ocupacional

3. Toxicología ocupacional

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3.1. Introducción a la toxicología
3.2. Blancos u objetivos de los tóxicos
3.3. Toxicidad por grupos de químicos
3.4. Epidemiología en la toxicología ocupacional
3.5. Uso de los datos de toxicología ocupacional

Problematización

La formalización e implementación del Sistema de Gestión de la Seguridad y


Salud en el Trabajo (SG-SST), debe seguir los lineamientos administrativos y
normativos mínimos que garanticen el bienestar del trabajador y favorezcan su
adecuado desempeño.

En este sentido, el Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL) define


taxativamente los actores y sus responsabilidades, y provee al sistema con
documentos marco, directrices y guías que estandarizan los procesos para
agregar valor, optimizar la utilización de recursos y facilitar el control del
cumplimiento de dichas exigencias.

El desarrollo de los contenidos de la presente unidad permite una aproximación al


conocimiento práctico de los procesos y trabajo de campo que se llevan a cabo al
interior de las organizaciones productivas en la planeación, implementación y
evaluación del SG-SST.

Tema 1: las patologías laborales


1.1. Generalidades

Para el logro de dichas metas este documento marco (recuadro azul),


textualmente, plantea las siguientes 8 estrategias:

El Plan decenal de salud pública 2012-2021 contiene en el capítulo de


Dimensiones prioritarias un aparte denominado ‘Protección de la salud de los
trabajadores’, formales e informales en Colombia, planteando como metas: a)
Disminuir la tasa de accidentalidad en el trabajo y las enfermedades laborales y
b) Ampliar la cobertura de afiliación al SGRL. Consulte en el siguiente enlace el
PDSP 2012-2022.

a) Desarrollo de políticas y normatividad para facilitar condiciones de


aseguramiento a los trabajadores independientes e informales al sistema
general de riesgos laborales; gestión de recursos financieros para la

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ampliación de cobertura; asistir técnicamente a las entidades territoriales de
salud en la promoción del aseguramiento en riesgos laborales. Contar con
información estadística de cobertura por departamento y municipio. Divulgar
a través de campañas y medios de comunicación.

b) Promover la responsabilidad social empresarial en la adopción de sistemas


de producción limpia, promoción de la salud de los trabajadores, seguridad
y reducción de los factores de riesgo para los accidentes laborales, y
enfermedades laborales.

c) Entornos laborales saludables que promuevan bienestar, calidad de vida


laboral y mejoren las condiciones de trabajo, y disminuyan los riesgos
laborales. Además incluye, acciones de inspección, vigilancia y control
(IVC) de los riesgos ocupacionales sanitarios y ambientales en los ámbitos
laborales; mejora del ambiente físico y psicosocial en el trabajo, promoción
del aseguramiento de riesgos laborales, entre otros, en el marco del SGRL.

d) Desarrollo de capacidades en los actores del SGRL: fortalecer la formación


del talento humano en salud para diagnosticar la enfermedad laboral y
ocupacional; promover el registro de accidentes y patologías ocupacionales
de la población vulnerable con el fin de definir los perfiles de morbilidad de
esta población; diálogo de saberes; construir la línea base de las
enfermedades laborales; capacitar a los profesionales de la red de atención
en salud para la identificación de las enfermedades laborales; asistencia
técnica y asesoría a las poblaciones trabajadores del sector o informal de la
economía encaminados a brindar herramientas para mejorar las
condiciones de trabajo por actividad económica; fomento de la
investigación.

e) Prevención de las enfermedades laborales y los accidentes de trabajo:


identificando y priorizando para la intervención los grupos poblacionales
vulnerables; orientando la acción a superar los riesgos ocupacionales de los
trabajadores del sector informal de la economía, para trabajadores jóvenes
entre 15 y 18 años de edad, mujeres rurales trabajadoras, adultos mayores
trabajadores y trabajadores con discapacidad; teniendo en cuenta las
características propias de estos grupos poblacionales.

f) Prevención y mitigación de los riesgos laborales: fomento de la vigilancia


epidemiológica ocupacional destinado a la identificación de los riesgos
ocupacionales y los efectos sobre la salud de los trabajadores, necesarios
para la planeación de las intervenciones por actividad económica
priorizada, tales como, agricultura (exposición a plaguicidas, agroquímicos
y riesgo ergonómico); ganadería (riesgo biológico, ergonómico y de
accidentes); silvicultura y pesca (riesgo biológico, físico y de accidentes);

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manufactura (riesgo químico y ergonómico); minería (riesgo químico,
accidentes y carga física); comercio (riesgo ergonómico, riesgo psicosocial
y accidentes); artesanos (riesgo de accidentes y ergonómico); manufactura
(riesgo químico, riesgo psicosocial y accidentes); Implementación de ideas
sencillas de control de los factores de riesgo ocupacionales.

g) Creación y fortalecimiento de espacios y mecanismos para la organización


de poblaciones de trabajadores vulnerables, y su participación efectiva,
caracterización de condiciones de salud y percepción; promoción de la
participación social en el diseño de intervenciones; conformación y
fortalecimiento de veedurías en los trabajadores; fomento de instancias
organizativas como componente indispensable para lograr el impacto social
de las acciones de promoción y prevención.

En este sentido, dentro del marco de la acciones de intervención colectiva, la


normatividad colombiana define taxativamente aquellas actividades de atención
primaria que se pueden ofertar tanto para las enfermedades de origen común
como para las enfermedades laborales en un esquema complementario y no
excluyente, que garantice una buena calidad de vida integral del trabajador. Es
importante que consulte la Ley 1438 de 2011.

La seguridad y salud en el trabajo imponen la acción coordinada de los cuatro


subprogramas que integran el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el
Trabajo (SG-SST), a saber: a) subprograma de higiene industrial, b) subprograma
de seguridad industrial, c) subprograma de saneamiento básico y protección
ambiental y d) subprograma de medicina preventiva y del trabajo. Es importante
que consulte la Resolución 1016.

El subprograma de higiene industrial es responsable de las acciones de ingeniería


destinadas al control de los factores de riesgo, presentes en el ambiente laboral,
asociados a la potencial aparición de enfermedades laborales. Dichas medidas
operan a nivel de la fuente, el medio o la persona; primando el carácter
anticipatorio y preventivo sobre el correctivo.

El subprograma de seguridad industrial contempla el conjunto de procesos,


documentos, normas y tareas operativas; tendientes a transformar el entorno
laboral en un ambiente libre de accidentes de trabajo que puedan comprometer la
integridad de los trabajadores, perjudicar los procesos o lesionar el medio
ambiente.

El subprograma de saneamiento básico y protección ambiental vela por unas


adecuadas condiciones higiénicas locativas y por evitar, dentro y fuera del sitio de
labor, la exposición del trabajador a aquellos elementos residuales o de desecho,

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susceptibles de ser tratados, dispuestos, reciclados o reutilizados, que resultan de
o que acompañan las diferentes actividades productivas.

El subprograma de medicina preventiva y del trabajo desarrolla actividades


orientadas a modificar el curso del fenómeno salud-enfermedad-lesión laboral,
mediante la atención integral gracias a: a) promoción de la salud, b) prevención
específica, c) diagnóstico precoz, d) manejo oportuno, e) limitación del daño y f)
rehabilitación, de los afectados por enfermedad o lesión de origen laboral.

No obstante el amplio espectro de factores de riesgo a los puede estar expuesto


un trabajador, el abanico de las enfermedades reconocidas en Colombia como de
origen laboral se restringe a sólo 42 condiciones patológicas, muchas de ellas
vinculadas a factores de riesgo ocupacional del mismo tipo. Es importante que
consulte el Decreto 2566.

El análisis de la naturaleza, magnitud y presentación del agente etiológico o noxa


en el puesto de trabajo es del ámbito de la higiene y seguridad industrial; mientras
que su relación e impacto con y en el trabajador, es tema la medicina preventiva y
del trabajo, por esto el abordaje del Accidente de Trabajo y la Enfermedad Laboral
(ATEL) se impone como interdisciplinario y transversal.

1.2. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo biológico

El riesgo biológico laboral se trata de la exposición personal, potencialmente


dañina, a seres vivos y/o sus productos orgánicos en el desempeño de una
actividad productiva, lo que podría derivar en enfermedades laborales o
accidentes de trabajo.

Todo ser vivo capaz de producir enfermedad en otro ser vivo se denomina
patógeno. En general los microorganismos dan lugar a infecciones y los parásitos
a infestaciones. La probabilidad de enfermar se relaciona directamente con el
número y la virulencia de los patógenos, que retan los mecanismos de defensa del
trabajador, y el estado previo de salud del trabajador expuesto.

Los microorganismos que más comúnmente causan enfermedad laboral son: a)


los virus, b) las bacterias, c) los hongos y d) las ricketsias. La fuente de infección o
infestación puede corresponder al contacto con personas, animales, plantas u
otros reservorios contaminados, como el agua, el suelo, derivados animales,
derivados vegetales o los implementos de trabajo.

No siempre se requiere la presencia temporal del patógeno, en oportunidades el


agente infeccioso desaparece, pero permanece latente la exposición a sus
toxinas, venenos, sustancias histamiérgicas (que producen, como la histamina,
respuesta inflamatoria) o alergénicas.

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En otros casos, la labor desempeñada pone en contacto al trabajador con vectores
que pueden transmitir enfermedades infecciosas, como puede ocurrir, por ejemplo,
con el paludismo o la leishmaniasis en quienes trabajan en zonas selváticas o
boscosas de clima cálido.

Animales de pequeñas o grandes especies pueden ser vectores de enfermedades


infecciosas o producir lesiones traumáticas directas a quienes trabajan con ellos,
tales como: mordeduras, excoriaciones o contusiones, entre otras. Además del
riesgo residual por la exposición a derivados contaminados como: carne, leche,
huevos, tegumentos, excreciones y demás.

El material particulado de origen vegetal en forma de fibras, polen, semillas, polvo


orgánico, esencias y otros; suspendido en el aire en forma de aerosoles alcanza
las vías respiratorias, el pulmón, las mucosas y la piel; sitios donde puede
desencadenar respuestas inflamatorias agudas o crónicas, como ocurre en
algunos casos de asma o neumoconiosis de origen ocupacional.

Eventualmente, la respuesta inflamatoria crónica puede alterar la expresión de


protooncogenes, antioncogenes y genes relacionados con apoptosis, lo que
llevaría a crecimiento celular anárquico con falla de los mecanismos de control por
muerte celular programada, favoreciendo la iniciación, promoción y progresión de
células cancerosas.

El grupo de las aflatoxinas es un buen ejemplo de cancerígenos primarios de


síntesis biológica, en este caso por hongos que colonizan cereales principalmente
en los silos de almacenamiento, la toxina es transformada por la maquinaria
enzimática del trabajador en una molécula electrofílica que se une por enlaces
covalentes a la molécula de ADN comprometiendo los genes ya mencionados.

De la tabla de enfermedades profesionales, presentada en el Decreto 2566 de julio


de 2009, las patologías indicadas en la tabla 1, en el ordenamiento numérico de la
norma, están relacionadas etiológicamente con factores de riesgo biológico:

9. Bisinosis (polvo de algodón): trabajadores de la industria de algodón.


10. Bagazosis (bagazo de caña de azúcar): trabajadores de la industria de la caña
de azúcar, panelera.
11. Enfermedad pulmonar por polvo de cáñamo: trabajadores del cáñamo.
12. Tabacosis (polvo de tabaco): trabajadores de la industria del tabaco.

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38. Enfermedades infecciosas y parasitarias en trabajos con exposición a riesgos
biológicos, tales como: trabajos en el campo de la salud; laboratorios; trabajos
veterinarios; manipuladores de alimentos, de animales, cadáveres o residuos
infecciosos; trabajos agrícolas y otros trabajos que impliquen un riesgo de
contaminación biológica.
40. Asma ocupacional y neumonitis inmunológica.
41. Cáncer de origen ocupacional.
Tabla 1: Enfermedades profesionales por riesgo biológico. (Decreto 2566 de julio de 2009)

1.3. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo físico

El concepto de factor de riesgo físico laboral se refiere al efecto deletéreo que


puede resultar de la exposición intensa y/o prolongada, de quien labora, a
cualquiera de los diferentes tipos de energía que se generan en el sitio de trabajo.

La vida, en gran parte, depende de la capacidad que tienen los organismos


biológicos de relacionarse con su entorno natural a través diversos estímulos
físicos, los cuales captan, procesan e interpretan; para responder a estos con un
ajuste adaptativo que incremente las probabilidades de supervivencia.

En el humano, la percepción de los estímulos de tipo físico-químico corresponde a


receptores sensoriales altamente especializados, conectados mediante fibras
aferentes al sistema neuroendocrino central, el cual procesa e integra la
información, para luego emitir por las vías neuronales eferentes, una respuesta
adaptativa que será ejecutada por los órganos efectores motores o secretores.

La oferta evolutiva de las diversas señales derivadas del medio ambiente interno y
externo del sujeto, han determinado la estructura y función de los mecanismos
neuroendocrinos de respuesta, dentro de unos umbrales cuali-cuantitativos
determinados, si la magnitud o duración de los estímulos físicos, por defecto o por
exceso, están por fuera de dichos límites, la señal se ignora o resulta perjudicial.

Por ejemplo, respecto a la energía sonora se consideran dos aspectos: a) la


frecuencia y b) la intensidad; el primero se mide en Hertz (Hz) y el segundo en
décimas de un belio o decibel (dB). Para escuchar sonidos de alta frecuencia se
necesita poca intensidad, pero para sonidos de baja frecuencia se requiere mayor
intensidad.

Para el humano estándar, los umbrales para frecuencia oscilan entre 20 y 20.000
Hz. Para la intensidad, con frecuencias próximas a 1000 Hz, el límite inferior está
cerca de 5 dB y para frecuencias de 6000 Hz el límite superior corresponde a

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presiones de casi 10dB. A la edad de 60 años, el umbral de intensidad para bajas
frecuencias sube a 10dB y se trepa hasta casi 40 dB para las altas frecuencias.

Cuando la sensación sonora produce en el trabajador malestar físico y/o tensión


emocional se denomina ruido, que según su intensidad y duración, puede producir
enfermedad laboral (hipoacusia neurosensorial) o accidentes de trabajo (ruptura
timpánica). El límite de exposición continua a lo largo de una jornada diaria de 8
horas es de 85 dB, una exposición que supere los 120 dB resulta dolorosa.

Una relación estímulo físico-trabajador, análoga a la reseñada para el ruido se


observa también para: a) la iluminación, b) la vibración, c) la temperatura, d) la
presión atmosférica y e) las radiaciones ionizantes y no ionizantes.

De la tabla 2 de enfermedades profesionales, presentada en el Decreto 2566 de


julio de 2099, las siguientes patologías, en el ordenamiento numérico de la norma,
están relacionadas etiológicamente con factores de riesgo físico:

24. Enfermedades producidas por radiaciones ionizantes: en operaciones como:


extracción y tratamiento de minerales radioactivos; fabricación de aparatos médicos
para radioterapia; empleo de sustancias radioactivas y Rayos X en laboratorios;
fabricación de productos químicos y farmacéuticos radiactivos; fabricación y
aplicación de productos luminiscentes con sustancias radiactivas; trabajos en las
industrias y los comercios que utilicen Rayos X sustancias radiactivas; y trabajos en
las consultas de radiodiagnóstico, de radioterapia en clínicas, hospitales y demás
instituciones prestadoras de servicios de salud y en otros trabajos con exposición a
radiaciones ionizantes con alta, mediana, baja y ultrabaja densidad.
25. Enfermedades producidas por radiaciones infrarrojas (catarata): en operaciones
tales como: sopladores de vidrio y en trabajadores de hornos y demás ocupaciones
con exposición a este tipo de radiación.
26. Enfermedades producidas por radiaciones ultravioleta (conjuntivitis y lesiones
de córnea): En trabajos que impliquen: exposición solar excesiva, arcos de soldar,
sopletes de plasma, Rayos LASER O MASER, trabajos de impresión, procesos de
secado y tratamiento de alimentos, y demás trabajos con exposición a este tipo de
radiación.
27. Enfermedades producidas por iluminación insuficiente: fatiga ocular, nistagmus.
28. Enfermedades producidas por otros tipos de radiaciones no ionizantes.
29. Sordera profesional: trabajadores industriales expuestos a ruido igual o superior
a 85 decibeles.
30. Enfermedades por vibración: trabajos con herramientas portátiles y máquinas
fijas para machacar, perforar, remachar, aplanar, martillar, apuntar, prensar, o por
exposición a cuerpo entero.

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32. Enfermedades por bajas temperaturas: trabajadores en neveras, frigoríficos,
cuartos fríos y otros con temperaturas inferiores a las mínimas tolerables.
33. Enfermedades por temperaturas altas, superiores a las máximas toleradas,
tales como calambres por calor, choque por calor, hiperpirexia, insolación o sincope
por calor.
34. Catarata profesional: fabricación, preparación y acabamiento de vidrio fundición
de metales.
35. Síndromes por alteraciones barométricas: trabajadores sometidos a presiones
barométricas extremas superior o inferior a la normal o cambios bruscos de la
misma.
36. Nistagmus de los mineros: trabajos en minas y túneles.
41. Cáncer de origen ocupacional.
42. Patologías causadas por estrés en el trabajo: trabajos con sobrecarga
cuantitativa, demasiado trabajo en relación con el tiempo para ejecutarlo, trabajo
repetitivo combinado con sobrecarga de trabajo. Trabajos con técnicas de
producción en masa, repetitivo, o monótono o combinados con ritmo o control
impuesto por la máquina. Trabajos por turnos, nocturno y trabajos con estresantes
físicos con efectos psicosociales, que produzcan estados de ansiedad y depresión,
infarto del miocardio y otras urgencias cardiovasculares, hipertensión arterial,
enfermedad acidopéptica severa o colon irritable.
Tabla 2: Enfermedades profesionales por factores de riesgo físico (Decreto 2566 de julio de 2009).

1.4. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo químico

El riesgo químico resulta de la exposición a sustancias o materiales dañinos, que


pueden desencadenar la aparición de enfermedades laborales o la ocurrencia de
accidentes de trabajo.

El daño producido por las sustancias químicas orgánicas e inorgánicas puede ser
directo o indirecto. En el primer caso la naturaleza propia del elemento o
compuesto químico produce daño celular directo estructural o funcional. En el
segundo caso, la materia química es inactiva, pero la maquinaria enzimática o la
respuesta inmunológica del trabajador expuesto le confieren un carácter nocivo.

El contacto directo con un ácido fuerte provoca quemaduras locales graves, el


monóxido de carbono se fija fuertemente al grupo hem de la hemoglobina evitando
que el oxígeno se pueda ligar a esta para formar oxihemoglobina, el alcohol
metílico por acción de enzimas hepáticas se biotransforma en ácido fórmico y
formaldehido y las fibras de asbesto producen fibrosis pulmonar y mesotelioma.

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Tanto en el sector productivo como en el de servicios las materias químicas tienen
diferentes tipos de presentaciones, con son: a) polvos orgánicos e inorgánicos, b)
fibras, c) líquidos en forma de rocíos o nieblas, d) gases, e) vapores, f) humos
metálicos y no metálicos y g) material particulado mayor o menor a diez micras,
(PM-10).

Los agentes químicos se presentan en estado sólido, líquido, gaseoso o de


plasma, lo que les permite acceder de forma insidiosa a las puertas de entrada en
el organismo del trabajador, como son los tegumentos y las mucosas, una vez
internalizado el contaminante químico, este dispone de un periodo de latencia para
producir su efecto sistémico de tipo tóxico, carcinogénico o teratogénico.

El daño derivado de la exposición al químico también está determinado por


factores personales idiosincráticos de orden enzimático o inmunológico. En el caso
de los cancerígenos químicos primarios, secundarios o mixtos se requiere un
sustrato metabólico que biotransforme el contaminante en una molécula
electrofílica que altere la expresión génica que inicia a la célula cancerosa.

Las reacciones de hipersensibilidad obedecen a errores en el reconocimiento, por


parte del sistema inmune del trabajador, de las moléculas químicas, propiciando
que el organismo monte una respuesta de ataque contra un elemento inocuo que
se reconoce equivocadamente como dañino, lo que se manifiesta con la aparición
de cuadros de hipersensibilidad tipo I (alergias),II, III o IV.

De la tabla de enfermedades profesionales, tabla 3, presentada en el Decreto


2566 de julio de 2009, las siguientes patologías, en el ordenamiento numérico de
la norma, están relacionadas etiológicamente con factores de riesgo químico:

1. Silicosis (polvo de sílice): trabajos en minas, túneles, canteras, galerías, tallado y


pulido de rocas silíceas; fabricación de carburo, vidrio, porcelana, loza y otros
productos cerámicos, fabricación y conservación de ladrillos a base de sílice;
trabajos de desmolde y desbarbado en las fundiciones; fabricación y conservación
de abrasivos y de polvos detergentes; trabajos con chorro de arena y esmeril.
2. Sílicoantracosis (polvos de carbón y sílice): trabajadores de minas de carbón,
carboneros, fogoneros, manipuladores de negro de humo.
3. Asbestosis (polvo de asbesto): extracción, preparación, manipulación de amianto
o asbesto, o sustancias que lo contengan; fabricación o reparación de tejidos de
amianto (trituración, cardado, hilado, tejido);fabricación o manipulación de
guarniciones para frenos, material aislante de amianto y de productos de
fibrocemento.

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4. Talcosis (manipulación de polvos de talco): trabajadores de minas de talco y
yeso, industria papelera, textil, de la goma, cerámica, objetos refractarios,
aisladores para bujías, industria farmacéutica.
5. Siderosis (polvo de óxido de hierro): pulidores, torneros de hierro y trabajadores
de minas.
6. Baritosis (polvo de óxido de bario): trabajadores en minas de bario, manipulación,
empaque y transformación de compuestos del bario.
7. Estañosis (polvo de óxido de estaño): trabajadores de minas de estaño y
manipulación de óxido de estaño y sus compuestos.
8. Calicosis (polvo de calcio o polvo de caliza): trabajadores en cemento o mármol.
13. Saturnismo (plomo y sus compuestos): extracción, tratamiento preparación y
empleo del plomo, sus minerales, aleaciones, combinaciones y todos los productos
que lo contengan.
14. Hidragirismo (mercurio y sus amalgamas): extracción, tratamiento, preparación,
empleo y manipulación del mercurio, de sus amalgamas, sus combinaciones y de
todo producto que lo contenga.
15. Enfermedades causadas por el cadmio y sus compuestos: tratamiento,
manipulación y empleo de cadmio y sus compuestos.
16. Manganismo (manganeso y sus compuestos): extracción preparación,
transporte y empleo del manganeso y sus compuestos.
18. Beriliosis (berilio y sus compuestos): manipulación y empleo del berilio o sus
compuestos.
19. Enfermedades producidas por el vanadio y sus compuestos: obtención y
empleo del vanadio y sus compuestos o productos que lo contengan.
20. Arsenismo (arsénico y sus compuestos): preparación, empleo y manipulación
del arsénico.
21. Fosforismo (fósforo y sus compuestos): preparación, empleo y manipulación del
fósforo y sus compuestos.
22. Fluorosis (flúor y sus compuestos): extracción de minerales fluorados,
fabricación del ácido fluorhidrico, manipulación y empleo de este o sus derivados.
23. Clorismo (cloro y sus compuestos): preparación del cloro, purificación de agua,
desinfección.
39. Enfermedades causadas por sustancias químicas y sus derivados: efectos
locales y sistémicos, agudos, subagudos y crónicos que afecten el funcionamiento
normal del organismo humano.
40. Asma ocupacional y neumonitis inmunológica.

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41. Cáncer de origen ocupacional.
Tabla 3: Enfermedades profesionales por factores de riesgo químico (Decreto 2566 de julio de
2009).

1.5. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo psicosocial

Los factores de riesgo psicosocial resultan de un desequilibrio entre la reserva


funcional del sujeto y las demandas que surgen de: a) su interacción con otros y b)
de la organización y el contenido del trabajo para el que se fue contratado.

En la resolución 2646 de julio de 2008:


”se establecen disposiciones y se definen responsabilidades para la identificación,
evaluación, prevención, intervención y monitoreo permanente de la exposición a
factores de riesgo psicosocial en el trabajo y para la determinación del origen de
las patologías causadas por el estrés ocupacional”.
Es importante que se consulte la Resolución 2646.

La enfermedad laboral de origen psicosocial es consecuencia de la interacción


dinámica y disfuncional entre dos categorías de complejos causales: a) los
personales específicos o intrínsecos y b) los contextuales o extrínsecos. Esto
aplica tanto para el sector productivo como para el de servicios.

Los factores personales, en este caso, se refieren al aparato intra-psíquico del


trabajador en sus dimensiones cognitiva y afectiva, las que como un todo, definen
el éxito adaptativo del sujeto. Tipos de personalidad, tipos de inteligencia, auto-
estima, auto-eficacia, auto-regulación, motivación y estilos de afrontamiento son
algunos de los determinantes que permiten predecir la capacidad de ajuste.

Los factores del entorno se pueden clasificar en tres: a) los de la relación persona
a persona, b) los de la relación persona con el trabajo y c) los de la relación
persona con el contexto extra-laboral. El trabajador siempre, se relaciona con
otros de la misma o diferente jerarquía, toma una actitud frente a la organización y
el contenido del trabajo y no se puede sustraer de su realidad social, comunitaria y
familiar.

La cultura organizacional y el estilo de gestión son aspectos clave que se fundan


en el reconocimiento, la promoción y la justa remuneración. El interés por el cliente
interno y el fortalecimiento de la red social laboral son factores de protección ya
probados. Son cruciales: la carga cuali-cuantitativa de las tareas asignadas,
jornadas de trabajo y descanso, claridad de roles, autonomía y capacitación.

La fisiopatogenia de la enfermedad laboral por factores psicosociales es compleja.


Puede estar circunscrita al trabajo, lo laboral puede modificar el curso de una

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enfermedad de origen común o una enfermedad de origen común puede contribuir
a la aparición de enfermedad calificada como de origen laboral. Siempre debe
analizarse la coexistencia de exposición a factores de riesgo físico y químico.

La carga de la enfermedad por factores psicosociales, en términos de ausentismo,


presentismo, incapacidad, discapacidad, invalidez o incluso muerte por suicidio; es
creciente y cada vez mejor estudiada. Cuadros antes sub-diagnosticados, hoy son
prevalentes: estrés laboral, síndrome de desgaste profesional, acoso, trastornos
relacionados con el consumo de sustancias y de la conducta alimentaria.

De la tabla de enfermedades profesionales, tabla 4, presentada en el Decreto


2566 de julio de 2099, las siguientes patologías, en el ordenamiento numérico de
la norma, están relacionadas etiológicamente con factores de riesgo psicosocial:

42. Patologías causadas por estrés en el trabajo: trabajos con sobrecarga


cuantitativa, demasiado trabajo en relación con el tiempo para ejecutarlo, trabajo
repetitivo combinado con sobrecarga de trabajo,trabajos con técnicas de
producción en masa, repetitivo o monótono o combinados con ritmo o control
impuesto por la máquina; trabajos por turnos, nocturno y trabajos con estresantes
físicos con efectos psicosociales, que produzcan estados de ansiedad y depresión,
infarto del miocardio y otras urgencias cardiovasculares, hipertensión arterial,
enfermedad acidopéptica severa o colon irritable.
Tabla 4: Enfermedades profesionales por factores de riesgo psicosocial (Decreto 2566 de julio de
2009).

1.6. Enfermedades laborales causadas por factores de riesgo biomecánico

Los factores de riesgo biomecánico o ergonómico están asociados al desbalance,


entre las variables: movimiento, reposo, tiempo, fuerza y persona; que afecta
negativamente la salud, el confort y/o la eficiencia de quien labora, durante la
ejecución de una tarea específica, con o sin el uso de maquinaria o equipos de
trabajo.

En esta categoría de riesgo laboral se deben atender dos tipos de tareas: a) en las
que el sujeto opera como máquina viva o b) en las que el sujeto interactúa con la
máquina o el equipo de trabajo como una unidad funcional. En cualquier caso, por
parte del trabajador, se realiza un esfuerzo físico y mental que sería más
extenuante en la realización de tareas del primer tipo.

La unidad funcional trabajador-maquinaria o equipos de trabajo, no solo aplica


para mejorar el rendimiento en una tarea específica; sino que también se relaciona
con la seguridad y confort del trabajador. Como por ejemplo, en el caso de: a) los

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elementos de protección personal, b) los dispositivos de comunicación o c) los
sistemas de transporte o acceso del personal al sitio de trabajo.

La postura se refiere a la posición corporal que se adopta para ejercer una fuerza,
realizar un movimiento o hacer una pausa, resulta riesgosa si es forzada,
mantenida, prolongada o antigravitacional.

El esfuerzo físico se refiere al empleo de energía mecánica para desplazar o


sostener una carga, que incluso puede ser el propio cuerpo del trabajador. El
sobreesfuerzo aparece cuando la carga supera la cantidad de energía disponible
para desplazarla o sostenerla.

Cada segmento corporal, morfológica y funcionalmente, se ha adaptado y


especializado de acuerdo con la necesidad evolutiva, probablemente se pasó de
ser cuadrúpedos, a bípedos y luego a la manipulación de objetos; los movimientos
repetitivos constantes y mantenidos durante largos periodos de tiempo, día tras
día, no son adaptivos y tienden a generar patología.

El sistema neuroendorino permite la interacción con el medio físico laboral y no


siempre es capaz de discriminar la información relevante de la irrelevante,
principalmente cuando las señales medioambientales superan los umbrales
fisiológicos de respuesta, en este caso los estímulos visuales, auditivos,
mecánicos, térmicos y demás, pueden producir malestar e incomodidad.

De la tabla de enfermedades profesionales, tabla 5, presentada en el Decreto


2566 de julio de 2099, las siguientes patologías, en el ordenamiento numérico de
la norma, están relacionadas etiológicamente con factores de riesgo biomecánico:

27. Enfermedades producidas por iluminación insuficiente: fatiga ocular, nistagmus.


31. Calambre ocupacional de mano o de antebrazo: trabajos con movimientos
repetitivos de los dedos, las manos o los antebrazos.
37. Otras lesiones osteo-musculares y ligamentosas: trabajos que requieran sobre
esfuerzo físico, movimientos repetitivos y/o posiciones viciosas.
Tabla 5: Enfermedades profesionales por factores de riesgo biomecánico (Decreto 2566 de julio de
2009).

1.7. Accidente de trabajo y condiciones inseguras

Las condiciones de seguridad se refieren a la presencia de elementos peligrosos


en el sitio de trabajo o riesgos generales, que al entrar en contacto con el
trabajador pueden ocasionar lesión o muerte. La historia natural de la

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accidentalidad laboral es diferente a la de la enfermedad laboral, pues la evidencia
de daño es inmediata o mediata y muy rara vez se difiere en el tiempo.

El impacto del accidente de trabajo se atenúa mediante la eliminación, la


sustitución, los controles de ingeniería, la señalización, los controles
administrativos; y además de capacitación en programas de promoción de orden y
aseo, empleo y mantenimiento de los elementos de protección personal, y
prevención del acoso laboral, que se vincula con conductas sub-estándar.

Los peligros mecánicos están relacionados con el contacto directo partes de


máquinas, herramientas de trabajo, implementos de trabajo y materiales sólidos o
fluidos proyectados. Las lesiones más frecuentes son laceraciones, abrasiones,
contusiones, aplastamientos o amputaciones.

El accidente eléctrico se genera por contacto directo o indirecto que provoca un


choque eléctrico produciendo electrización o electrocución, eventualmente se
origina por descargas de rayos. La lesión corresponde a quemaduras y la muerte
pude sobrevenir por choque vascular o fibrilación ventricular.

Los peligros de tipo locativo comprenden: superficies de trabajo con desniveles,


irregularidades o resbalosas, caídas de objetos o confinamiento en espacios
estrechos. Un capítulo especial corresponde al trabajo en alturas sea rutinario o
eventual, finalmente se debe tener en cuenta el accidente extramural por
accidentes de tránsito, delincuencia u orden público.

Los planes de emergencia en el sitio de trabajo, siempre deben contemplar el


riesgo contingente por fenómenos naturales como lluvias, inundaciones
desplazamiento de masas, erupciones o movimientos telúricos.

La lectura de la Clasificación general de factores de riesgo, que corresponde a la


primera parte del libro: Diagnóstico integral de las condiciones de trabajo y salud
de Fernando Henao Robledo brinda un marco referencial clave para la
apropiación de los conceptos presentados en este tema específico.

Tema 2: sistemas de vigilancia epidemiológica en el


trabajo

2.1. Generalidades del sistema de vigilancia epidemiológica ocupacional

El Sistema de Vigilancia Epidemiológica Ocupacional (SVEO), como proceso, es


transversal a tres niveles: a) Sistema General de Seguridad Social en Salud

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(SGSSS), b) Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL) y c) Sistema de
Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST).

En el primer nivel, el Decreto 3518 de octubre de 2006 “crea y reglamenta el


Sistema de Vigilancia en Salud Pública” o SIVIGILA y en este mismo sentido a
nivel Bogotá, la Secretaría Distrital de Salud, desarrolló el Sistema de Vigilancia
Epidemiológica Ocupacional de las y los Trabajadores en la Economía Informal
SIVISTRA) cuya notificación se formaliza en la circular 002 de enero de 2014.
Consulte los mismos en el siguiente enlace: Decreto 3518 y Circular 002.

En el segundo nivel, la Resolución 1570 mayo de 2005 “por la cual se establece


las variables y mecanismos para recolección de información del Subsistema de
Información en Salud Ocupacional y Riesgos Profesionales”, define la gestión de
la información sobre los eventos de origen laboral, por los diferentes actores.
Consulte la resolución en el siguiente enlace: Resolución 1570.

En el tercer nivel, la Resolución 1016 de marzo de 1989 define implícitamente en


el Artículo 10 lo relacionado con las “actividades de los subprogramas de Medicina
Preventiva y del Trabajo’ y el Decreto 1295 de junio de 1994 en su Artículo 61
señala la obligatoriedad de estadísticas de ATEL de conformidad con la
reglamentación que se surta al respecto. Consulte los mismos en el siguiente
enlace: Resolución 1016 y Decreto 1295.

La Ley 1562 de julio de 2012 en el Artículo 11, respecto de los servicios de


promoción y prevención, define que, por cotización, en las actividades mínimas de
las ARL se encontrarán: a) “el desarrollo de los sistemas de vigilancia
epidemiológica” y b) “el monitoreo permanente de las condiciones de trabajo y
salud, y el control efectivo del riesgo”. Consulte la ley en el siguiente enlace: Ley
1562.

La población objeto del SVEO es singular en cuanto a que: a) se seleccionan


adultos sanos, b) es un grupo cautivo y motivado, c) son relativamente
homogéneos respecto a su estilo de vida, d) todos han tenido algún nivel de
instrucción o capacitación y e) se facilita la realización de seguimiento
retrospectivo o prospectivo.

En el SVEO convergen los cuatro subprogramas del SG-SST y debe integrar: a) la


vigilancia de contaminantes ambientales (medición de los TLV (Threshold Limit
Value) para sustancias químicas y agentes físicos) b) la vigilancia de marcadores
de exposición biológica (medición de los BEI (Biological Exposure Indices)), c) la
vigilancia de las condiciones de seguridad y d) la vigilancia de ATEL.

El SVEO es el conjunto de elementos técnicos y humanos responsable de


gestionar la información relacionada con todos los eventos de Seguridad y Salud

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en el Trabajo, con el propósito de generar información válida, confiable y oportuna;
que soporte efectivamente la toma de decisiones y la ejecución de acciones,
tendientes al mejoramiento continuo de la calidad de vida integral del trabajador.

2.2. Fase diagnóstica o evaluación del riesgo

En esta fase se genera el insumo básico y esencial sobre el cual se monta todo el
SVEO, y plantea el primer reto para el sistema, el cual es: plantear claramente la
definición de caso registrable. Para esto se debe formalizar la definición teórica y
operativa de caso.

La definición teórica es genérica y corresponde a la definición conceptual


aceptada en la literatura científica, mientras que la definición operativa es
contextual y refiere a la descripción sistemática del procedimiento mediante el cual
se obtiene un dato registrable sobre el evento estudiado. Son cuatro las
definiciones de caso: a) sospechoso, b) probable, c) confirmado y d) descartado.

En el sospechoso hay relación entre la detección del evento y la exposición al


factor de riesgo; en el probable las circunstancias de evento, persona, tiempo y
lugar cumplen con los criterios clínicos establecidos; en el confirmado
técnicamente se ha demostrado una causa de origen laboral; y en el descartado
no se cumple con lo previsto en los artículos 1 y 2 del Decreto 2566 de julio de
2009.

Para la definición de caso sospechoso, se establece un diagnóstico precoz


mediante una prueba tamiz o presuntiva por auto-reporte, por ejemplo listas de
chequeo, método SOBANE y/o método Déparis; vinculado a la exposición al factor
de riesgo en el momento y lugar de la exposición, demostrable por los resultados
de las mediciones ambientales o de indicadores biológicos. Consulta el siguiente
enlace para ampliar la información sobre La estrategia SOBANE y la guía Déparis
para la gestión participativa de los riesgos ocupacionales: Sobane-Déparis.

Para caso probable es necesaria la evaluación médica ocupacional que identifica


los criterios diagnósticos de la patología o caracteriza y tipifica la lesión, junto con
las evaluaciones medioambientales y de las condiciones de seguridad y aporta la
calificación inicial del origen del evento. Consulte en el siguiente enlace la
Resolución 2346 de 2007.

Es la junta de calificación de invalidez, con el apoyo técnico científico del personal


especializado en medicina laboral, la responsable de la declaratoria o del dictamen
de calificación, lo que define el diagnóstico de caso confirmado, lo anterior de
acuerdo con la normatividad vigente en Colombia. Consulte en los siguientes
enlaces el Decreto 917, Decreto 1352 y el Decreto 2463.

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La metodología para evaluación del riesgo, como se estudió en la unidad 1, se
fundamenta en la aplicación y diligenciamiento del análisis del puesto de trabajo y
el panorama de factores de riesgo de acuerdo con la metodología sugerida en la
‘Guía para la Identificación de los Peligros y la Valoración de los Riesgos en
Seguridad y Salud Ocupacional’ (GTC-45). Estudie en el siguiente enlace la GTC-
45.

2.3. Fase de control o intervención

Esta fase requiere el esfuerzo coordinado del nivel directivo, administrativo y


operativo de la organización y de los organismos institucionalizados integrantes
del SGSSS y del SGRL. La información que resulta del SVEO se constituye en el
insumo para la planeación, ejecución y control, de acciones y medidas costo-
efectivas para el mejoramiento continuo de la seguridad y salud en el trabajo.

El seguimiento del estado de salud del trabajador y de las condiciones de trabajo


exige la implementación de un sistema de gestión de la información robusto y
eficaz, con el establecimiento de protocolos para la captura, sistematización,
procesamiento y socialización de la información; además de cumplir con los
requisitos legales.

La optimización del uso de los recursos requiere la integración y coordinación de


los cuatro subprogramas para evitar barreras administrativas y la redundancia de
funciones, esto se logra con planeación, ejecución y planeación conjunta, que
genere corresponsabilidad y compromiso.

Las decisiones de intervención no deben ser intuitivas sino sistemáticas, por lo


que se recomienda y exige hacer uso de los recursos suministrados por el SGRL,
en particular las recomendaciones contenidas en las normas GATISO y con la
colaboración técnica que están obligadas a prestar las ARL. Consulte en el
siguiente enlace las Normas GATISO.

Siempre debe probarse la validez externa de las recomendaciones o las


adaptaciones de casos exitosos. Cada escenario laboral es particular y los
indicadores de impacto y desempeño rara vez tienen buena concordancia, por lo
que se recomienda iniciar la intervención con un programa piloto en un
departamento o unidad estratégica de negocio antes de la implementación total.

Metodologías como la de los casos centinela han demostrado generar valor,


cuando se trata de priorizar y diagnosticar los factores críticos más vulnerables, en
términos de poder ser modificados con el mejor balance costo-efectivo, y se
integran a los modelos de tomas de decisiones.

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Finalmente, toda intervención debe estar ajustada a la normatividad nacional e
internacional, por lo que el apoyo de tipo legal y ético es ineludible cuando se
persigue elevar la calidad de vida integral del trabajador y su productividad, pero
también alcanzar la certificación en cumplimiento de la normas OHSAS
(Occupational Health and Safety Assessment Series) de la serie 18001-2. Es
importante que consulte la NTC OHSAS 18001.

2.4. Evaluación del programa de vigilancia epidemiológica ocupacional

El SVEO se evalúa en tres niveles de gestión: a) evaluación de la estructura


administrativa, b) evaluación del proceso o trabajo de campo y c) evaluación de
los resultados de la red de vigilancia.

La estructura administrativa se evalúa midiendo la relación recursos versus


demanda del SVEO, en términos de cobertura y cumplimiento de los
requerimientos impuestos por la normatividad nacional e internacional. Se orienta
al diagnóstico de a) barreras administrativas, b) conflictos relacionados con la
integración transversal del programa y c) definición de roles y responsabilidades.

La evaluación del proceso se refiere al nivel operativo del SVEO, particularmente


en lo relacionado con los sistemas de información, de notificación, de registro y de
la calidad del dato, en cuanto a su exactitud, precisión y oportunidad. De la misma
manera el valor de las estrategias de seguimiento del ATEL, sus consecuencias y
las condiciones de trabajo.

La evaluación de los resultados resulta del análisis de los indicadores de


cumplimiento, la proporción de cobertura, la relación costos-resultados, tendencia
del impacto en los indicadores epidemiológicos y resultado de los informes de los
organismos de verificación y control.

2.5. Sistemas de información

El sistema de información es el elemento funcional del SVEO responsable


gestionar el dato y generar de información útil. Su eficacia depende de la dinámica
integral entre: a) los factores administrativos, b) la infraestructura tecnológica y c)
el factor humano.

La calidad del dato es un factor crucial en la funcionalidad y eficacia de un sistema


de información en salud ocupacional, el dato usualmente se obtiene de la
medición de una variable en la unidad de estudio. Y debe con unos estándares de
exactitud y precisión.

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La validez o exactitud se refiere a la cualidad de medir la dimensión de la variable
que realmente se pretende medir y la confiabilidad o precisión se trata de
conseguir una medición estable en el tiempo y en el espacio que permita su
comparación en diferentes momentos y lugares, siempre que la medición se
realice en las mismas condiciones.

La fuente de información en el SVEO, que puede ser: a) el trabajador, b) el


ambiente de trabajo o c) un documento, es de donde captura el dato mediante el
registro de la notificación del mismo. De modo que se puede incurrir en errores
derivados de la fuente, de la notificación o del registro del dato.

La estrategia para la captura del dato define el tipo de vigilancia epidemiológica


que puede ser: a) pasiva, b) activa, c) especializada o d) centinela. En pasiva no
hay búsqueda activa de los casos y el sistema se limita a esperar los reportes o
notificaciones, en la activa se hace búsqueda de los casos en su ubicación de
origen, la especializada es para un tipo de enfermedad determinado.

El SVEO es un tipo de vigilancia epidemiológica especializada, que puede ser de


dos tipos: cuando se utiliza la estrategia de auto-reporte es activa y si se espera al
registro con la notificación es pasiva. La centinela es un tipo especial que se basa
en el compromiso del personal de salud en reportar prontamente los casos graves
que hubieran podido ser evitados con medidas de atención integral básica.

El dato registrado se sistematiza de manera manual o automática en una base de


datos que facilita la realización del análisis estadístico univariado, bivariado o
multivariado tendiente a la estimación de los indicadores epidemiológicos. Pero el
análisis, interpretación y aplicación práctica de la información numérica son
capacidades humanas.

2.6. Sistemas de notificación

La normatividad vigente determina que los eventos de salud y seguridad en el


trabajo sean de notificación obligatoria y puntualiza en cómo y en qué términos de
tiempo deben ser notificados para el registro en las estadísticas del SGRP. La
notificación voluntaria y la falta de notificación son la principal causa de sub-
registro en los eventos calificados de origen común.

La Norma Técnica Colombiana, NTC 3701 trata de la “Clasificación, registro y


estadística de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales” define: el
procedimiento de registro, la metodología para el registro de los casos, la
declaración de veracidad de los registros y las fórmulas para estimación de los
indicadores de consecuencia.

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La Resolución 1401 de mayo de 2007 reglamenta: las responsabilidades, la
metodología, contenido del informe, notificación, términos y sanciones
relacionadas con el cumplimiento del proceso de investigación de los incidentes y
accidentes de trabajo. Para ampliar la información consulte en el siguiente enlace
la Resolución 1401.

La Resolución 0156 de enero de 2005 y su anexo técnico trata de la adopción de


los formatos del informe ATEL y en el Artículo 3 define la obligatoriedad de la
notificación por parte del empleador a la EPS en que se encuentre a filiado el
trabajador y le establece la calidad de prueba para el informe de ATEL. Consulte
en el siguiente enlace la Resolución 0156.

2.7. La metodología de los sucesos centinela

La metodología de los eventos centinela en salud ocupacional fue propuesta por


David Rutstein en 1976 con la publicación: Medición de la calidad de la atención
médica: un método clínico. El nuevo método consistía en contar los casos por
enfermedad innecesaria, discapacidad y muertes prematuras innecesarias; y
confeccionar una lista de estos casos siguiendo dos premisas.

La primera consistía en dar respuesta a la pregunta: ¿Por qué ese evento


sucedió? y la segunda fue seleccionar aquellas condiciones que explicaban las
altas tasas de los eventos innecesarios o muertes prematuras innecesarias, para
ser empleados como índices de la calidad de la atención médica.

Con estos índices se identificó un amplio grupo de condiciones en las que se


debería redefinir e intensificar la realización de estudios de investigación que
revelen aquellas características que servirían como indicadores de salud. La
descripción de estos factores y las influencias económicas, políticas y
medioambientales permitió evaluar eficazmente la calidad de la atención.

Esta metodología transferida al área de la salud ocupacional define el evento


centinela como la enfermedad, discapacidad o muerte prematura prevenibles,
cuya ocurrencia sirve como una señal de alarma acerca de los servicios de
atención médica preventiva y terapéutica que deberían ser mejorados.

El mismo autor presentó en 1983 una lista de 50 enfermedades centinela en los


sitios de trabajo que sirvió para desarrollar el sistema de vigilancia epidemiológica
a nivel estatal y local, y como guía para la práctica médica de quienes atienden
pacientes con enfermedades ocupacionales.

Con base en los casos centinela en salud ocupacional se podría: a) estimular la


investigación epidemiológica en higiene y seguridad industrial y b) servir de
advertencia acerca de la sustitución de materiales, controles de ingeniería,

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protección del personal o priorizar la atención médica requerida. Se recomienda

Finalmente, la lectura del capítulo 8: Salud ocupacional y vigilancia


epidemiológica, del libro Salud ocupacional y prevención: guía práctica de
Álvarez Heredia permitirá profundizar más en la temática de interés.

hacer la lectura del artículo Diseño de un sistema de vigilancia epidemiológica por


evento centinela en dermatosis ocupacional

2.8. Dificultades en la implementación de un sistema de vigilancia


epidemiológica ocupacional

La principal dificultad radica en los sesgos de información relacionados con los


datos de las mediciones de los diferentes peligros físicos, químicos, biomecánicos
y psicosociales en el sitio de trabajo; como también la información relacionada con
las variables de evento, persona, tiempo y lugar.

Los instrumentos o métodos para la captura de datos no siempre son


estandarizados, son informales o no se ciñen a los requerimientos normativos;
además, la interpretación y análisis de los mismos puede ser realizado por
personal que no está debidamente entrenado o certificado para hacerlo.

Los procedimientos administrativos onerosos y el temor por las consecuencias


potenciales que el reporte de incidentes o accidentes pueda tener, como pueden
ser llamados de atención, sanciones o despidos, disuaden al trabajador de
reportarlos y generan subregistro.

La calidad y robustez de los sistemas de información en salud en pequeñas y


medianas empresas, representan una barrera importante y se perciben como
costosos y de bajo impacto en la productividad y se mantienen con los requisitos
mínimos esenciales que permitan pasar la auditoría por los organismos de control.

En esta misma línea, la disponibilidad de recursos, espacio físico y tiempo de la


jornada laboral para sensibilizar y socializar los indicadores epidemiológicos y las
tenencias del ATEL y sus consecuencias, desmotivan al trabajador y lo inducen a
tomar una actitud negativa respecto al SVEO.

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Tema 3: toxicología ocupacional

3.1. Introducción a la toxicología

La toxicología es el estudio de los efectos adversos de los químicos en los seres


vivos. La toxicología ocupacional se orienta al estudio de los riesgos químicos y
biológicos a los que se puede estar expuesto en el sitio de trabajo. Su propósito es
anticipar y prevenir los efectos adversos, en la salud de los trabajadores,
causados por la exposición a los tóxicos presentes en el medio ambiente laboral.

Es válido considerar que algunas exposiciones no laborales pueden actuar como


variables intervinientes de confusión o pueden incrementar la susceptibilidad
personal del trabajador, lo que debe evaluarse conjuntamente con el espectro de
exposiciones laborales.

El análisis toxicológico ocupacional requiere tener un conocimiento profundo del


ambiente de trabajo y estar en capacidad de reconocer y priorizar las exposiciones
riesgosas. Además, algunos ambientes laborales pueden presentar mezclas
complejas que generan una exposición combinada que resulta ser particularmente
peligrosa.

El establecimiento de la calificación del origen laboral no es fácil, porque las


manifestaciones clínicas de la exposición laboral son indistinguibles de las que
aparecen por causas no ocupacionales, y también puede ocurrir un largo periodo
de latencia entre el momento de exposición y la expresión de los cambios
biológicamente detectables propios de la enfermedad.

La dosis del tóxico se define como la cantidad del contaminante que alcanza el
tejido blanco en un determinado periodo de tiempo. Con frecuencia en el ambiente
laboral, la exposición se toma como un sustituto de la dosis. La respuesta al
agente depende tanto de la dosis como de factores personales del tipo:
predisposición genética, edad, sexo o estado nutricional.

La conjugación de estos factores modificadores del efecto puede ser tan amplia
que fluctúa desde mantenerse sano, a desarrollar enfermedades subclínicas auto-
limitadas o progresar hasta franca enfermedad. La protección de la salud en el
sitio de trabajo y los programas de vigilancia buscan: reducir la exposición,
interferir con la vía dosis-exposición e identificar los cambios patológicos iniciales.

La dosis del tóxico depende de: a) la concentración de la exposición, b) la


duración de la exposición y c) la frecuencia de exposición; las características
individuales por efecto de tóxicocinético y las condiciones del medio ambiente

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físico, como temperatura, humedad, radiaciones o ventilación; también pueden
afectar la dosis.

Las rutas de entrada del contaminante pueden ser imperceptibles por inhalación o
por vía dérmica. En el caso de vía aérea la concentración, el tamaño de las
partículas y las propiedades del agente son importantes, así como la tasa
respiratoria o el uso de elementos de protección personal. Algo similar ocurre con
vía cutánea con el agravante de la acumulación tóxica en la ropa de trabajo.

El estudio del efecto tóxico es sistemático y jerárquico: a) ensayos invitro, b)


estudios toxicológicos en animales, c) estudios de reto o desafío en humanos, d)
reportes de casos y e) estudios epidemiológicos. Los estudios epidemiológicos
permiten explorar la asociación entre enfermedad laboral, accidente de trabajo,
exposición y factores de riesgo personales.

3.2. Blancos u objetivos de los tóxicos

El número de sustancias químicas clasificadas asciende a millones y a millares, en


su mayoría de uso comercial. No obstante este grupo tan numeroso y diverso se
puede categorizar de forma simplificada en cinco clases: a) sustancias
terapéuticas, b) cosméticos, c) químicos agrícolas, d) aditivos alimentarios y e)
químicos industriales; que resultan ser más del 70% del total.

La tóxico-cinética comprende: a) La entrada de estos agentes a través de los


pulmones, la piel o el tracto gastrointestinal, b) la adsorción o paso a la sangre, c)
la distribución, d) la biotransformación o metabolismo y e) la excreción de la
sustancia o sus metabolitos intermedios o finales a través de las heces, el aire
exhalado, la orina y las demás secreciones.

La toxi-dinámica estudia cómo las sustancias químicas afectan el organismo. Los


efectos tóxicos se clasifican en locales y sistémicos o en agudos y crónicos. Estos
pueden ser debidos a exposición puntual con una alta cantidad del agente o una
exposición a prolongada con concentraciones de bajo nivel.

La tipología de los efectos tóxicos es diversa y atiende a diferentes criterios de


clasificación: a) locales o sistémicos. b) agudos o crónicos, c) inmediatos o
diferidos, d) reversibles e irreversibles, e) moleculares o celulares, f) alérgicos, g)
por hipersensibilidad o idiosincráticos, h) genotóxicos o carcinogénicos, i) sobre la
fertilidad o reproductivos o j) teratogénicos (malformaciones congénitas).

Para la evaluación del riesgo se debe contar con información respecto a la


toxicidad de la sustancia, la realización de las pruebas de toxicidad corresponde a
la toxicología descriptiva. La mínima información toxicológica requerida sobre una

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sustancia, debe contener: a) propiedades físico-químicas, b) producción, uso y
disposición, c) toxicología en mamíferos o humanos y d) ecotoxicología.

Hay una relación directa entre la ruta de entrada o administración de la sustancia


química y su efecto potencial. Se observa mayor letalidad por las vías oral,
inhalada y tegumentaria. Es frecuente la irritación cuando el contacto es con la piel
o los ojos y son más frecuentes las reacciones alérgicas o de hipersensibilidad si
el acceso es por la vía respiratoria o dérmica.

Los efectos inespecíficos obedecen a que algunos tóxicos afectan procesos


celulares, moleculares o bioquímicos básicos y los efectos específicos al daño
sobre tipos celulares de características peculiares que los hacen más susceptibles
que otros. Los efectos locales se producen en el primer sitio de contacto con la
sustancia y por lo general son de tipo irritativo o corrosivo.

Los efectos sistémicos son consecuencia de la absorción y distribución de la


molécula, lo que brinda la capacidad de producir su efecto en sitios distantes a la
puerta de entrada. Los tóxicos sistémicos producen daño preferencial sobre
órganos específicos denominados órganos blanco u objetivo. Por ejemplo, efecto
hepatotóxico, neurotóxico, nefrotóxico, hematóxico o inmunotóxico.

La información sobre los principios individuales no es suficiente, se impone el


estudio toxicológico de la exposición combinada y de los efectos de la interacción
entre agentes. Los tipos de interacción pueden ser: a) independientes (sin
interacciones), b) antagónicas, c) aditivas, d) potenciativas o e) multiplicativas o
sinérgicas. Siendo estas últimas las de mayor potencial dañino.

Actualmente se dispone de una buna cantidad de bases de datos especializadas


en toxicología descriptiva y clínica: a) TOXNET (U.S. National Library of Medicine -
NLM), b) eChemPortal (The Organisation for Economic Co-operation and
Development, OECD) y c) Registro de la Unión Europea (The European
Chemicals Agency, ECHA). En el siguiente enlace encontrarás una Base De Datos
de Toxicología.

3.3. Toxicidad por grupos de químicos

Los metales se diferencian de otros contaminantes químicos en que no mutan a


otros metales. Su absorción, disposición y excreción es muy sensible a factores
físicos tales como: a) la solubilidad, b) la ionización, c) el tamaño de las partículas
y d) las especies químicas.

De los cerca de 40 elementos de la tabla periódica que se consideran metales


comunes, para menos de 30 de ellos se ha documentado toxicidad. La toxicidad
de los metales está parcialmente relacionada con su posición en la tabla periódica,

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el efecto tóxico decrece con la estabilidad de la configuración de los electrones en
el núcleo atómico. Los metales livianos y electropositivos son los más tóxicos.

En otro sentido, el número de casos reportados de toxicidad por metales está


relacionado de manera directa con la cantidad relativa de en qué estos son
producidos, Una producción elevada incrementa de manera importante el
potencial de exposición y el uso al elemento metálico. Sin embargo debe
considerarse que no toda exposición a metales es dañina.

Respecto a la fuente de los metales, estos pueden ser ampliamente distribuidos


en la naturaleza por la actividad geológica, biológica o humana. La exposición
puede ser ocupacional y no ocupacional, en esta última debe considerare la
presencia de los metales en los alimentos y en el aire. También puede ser por el
uso: terapéutico o diagnóstico, en desodorantes, en suplementos nutricionales,
cosméticos y otros.

Son ejemplos de la exposición laboral a metales: a) el aluminio usado para


empaques, construcción, transporte, tratamiento del agua y uso médico; b)
arsénico usado en pesticidas, c) bario como agente radiográfico, d) bismuto en
espejos, odontología, cosméticos; e) cromo en pigmentos, cerillas de seguridad y
f) cobre en la industria eléctrica.

Propiedades generales de los metales que influyen en su toxicidad son: a)


generalmente en su forma elemental son inertes en los sistemas biológicos, no así
cuando se presentan en su forma iónica, b) la disponibilidad de iones metálicos en
los procesos biológicos depende de su solubilidad en el medio acuoso, c) la fuerte
atracción entre iones metálicos y algunos componentes orgánicos media el daño.

Los pesticidas son usados en agricultura y en salud pública para el control de


insectos, maleza, plagas y vectores de enfermedades. Actualmente cientos de
ingredientes activos son usados como pesticidas. Los compuestos
organofosforados son los insecticidas más utilizados, no obstante el uso creciente
de carbamatos y piretroides. Los organoclorinados son los menos empleados.

Por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los pesticidas


se clasifican de acuerdo con su toxicidad aguda en mamíferos, según su
composición, aunque los principios activos pueden variar según la fórmula. Los
criterios estándar de clasificación aplican para cuando la ruta de entrada es la oral
o la tegumentaria en las presentaciones sólidas o líquidas.

La clasificación de los pesticidas, de acuerdo según la dosis letal 50 (LD50) en


mg/kg de peso corporal en ratas presenta cuatro clases a) 1ª, extremadamente
peligrosos, b) 1b, altamente peligrosos, c) II, moderadamente peligrosos y d) III,

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ligeramente peligrosos. La LD50 corresponde a la dosis mínima que produce la
muerte en el 50% de los animales expuestos.

Los pesticidas también se clasifican por el tipo de plaga objetivo o por el modo de
acción en: herbicidas, acaricidas, insecticidas, atrayentes, larvicidas, defoliantes,
desecantes, fungicidas, molusquicidas, nematocidas, reguladores del crecimiento
vegetal o rodenticidas. La mayoría de la exposición involuntaria a estos productos
es de origen ocupacional.

La aplicación de los pesticidas es cada vez más segura debido a: a) los adelantos
tecnológicos, b) la concientización acerca de peligro que entrañan y c) su empleo
por parte de operarios profesionales. No obstante, si son aplicados por los
agricultores los equipos presentan deficiente mantenimiento, pulverizadores de
mala calidad, bajo nivel de instrucción e inadecuada protección.

Además la medición de los agentes en el ambiente permite el contraste con los


valores de los TLV. En el trabajador se recomienda el monitoreo de los BEI, pero
teniendo en cuenta que en muchos casos no se comprende bien la relación el
efecto tóxico del principio activo y los niveles de sus metabolitos en orina o plasma
sanguíneo.

Como ejemplo de índices biológicos de exposición se pueden mencionar: a) para


el paratión la excreción urinaria de p-nitrofenol, b) para pentaclorofenol sus niveles
plasmáticos y urinarios y c) para organofosforados los niveles eritrocíticos de
acetilcolinesterasa.

Para este grupo de agentes debe considerarse el concepto de re-exposición o re-


ingreso, la exposición no ocurre exclusivamente en el sitio de trabajo, pesticida
residual puede encontrarse en las plantas, frutas, suelos y edificios, que pueden
causar intoxicación significativa, lo que puede dar lugar a casos de
envenenamiento tiempo después de la exposición.

Otro aspecto se refiere a la exposición simultánea a más de un ingrediente activo,


por ejemplo el uso concomitante de dos organofosforados puede tener un efecto
aditivo. Adicionalmente la presentación comercial puede venir acompañada de
impurezas que pueden amplificar el efecto tóxico o inducir un tipo diferente de
toxicidad.

De los pesticidas, los organofosforados son los que representan el mayor número
de casos reportados por envenenamiento. Su tóxico-dinámica se explica por la
inhibición por fosforilación de la actividad de la acetilcolinesterasa AChE en las
terminaciones nerviosas, lo lleva al síndrome colinérgico por acumulación de la
acetilcolina.

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Normalmente la acetilcolina se une a receptores específicos en la placa
neuromuscular, evento necesario para la función motora por contracción muscular.
Pero esta unión solo dura cuestión de milisegundos, la acetilcolina desaparece de
la unión neuromuscular al ser degradada por la enzima AChE. La inactividad de
esta enzima permite que la acetilcolina permanezca unida al receptor.

Años después del envenenamiento se ha encontrado disminución de la


sensibilidad vibrotáctil y déficit de memoria. En los cuadros agudos se encuentra:
nausea, vómito, diarrea, salivación, lagrimeo, broncoconstricción, aumento de las
secreciones bronquiales, bradicardia, fasciculaciones, cefalea, mareo, ataxia
convulsiones y muerte.

Los solventes orgánicos, pueden dispersar sólidos, líquidos o gases en una


solución y separar las moléculas de soluto. Es clave recodar que las soluciones
tienen una fase líquida denominada solvente y otra fase particulada que se
denomina soluto, el número de partículas en relación a la cantidad de solvente
define la concentración.

Hay solventes acuosos y solventes orgánicos. Los importantes en toxicología


ocupacional son los solventes orgánicos por su poder penetración a través de las
membranas celulares. Los primeros fueron la trementina y el alcohol, actualmente
los principales son los hidrocarburos y los oxigenados que se obtienen por
destilación del petróleo y el alquitrán de hulla.

Los disolventes hidrocarburos disponibles comercialmente se pueden clasificar en:


a) parafinas lineares, b) isoparafinas, c) cicloparafinas y d) los aromáticos. Los
oxigenados además de carbono e hidrógeno contiene oxígeno y pueden ser: a)
cetonas, b) esteres, c) éteres, y d) glicoles. Este último grupo debido a que son
más potentes son ampliamente utilizados en la industria.

Eventualmente algunos solventes orgánicos pueden contener además de los


elementos mencionados, pueden contener nitrógeno, sulfuros o halógenos, dando
lugar a dimetil amina, nitrometano o tricloroetileno, respectivamente. Los solventes
y sus vapores tienen un alto grado de inflamabilidad, combustión y explosividad.

La exposición a estos tóxicos puede producir daño directo o toxicidad. Por ser
volátiles fácilmente pueden ser absorbidos por el organismo debido a su carácter
lipofílico que les permite atravesar fácilmente las membranas biológicas,
constituidas esencialmente por fosfolípidos. Su toxicidad también se correlaciona
con su biotransformación o metabolismo y los procesos de eliminación.

Los efectos tóxicos de los solventes orgánicos se pueden categorizar en generales


y en sustancia específicos. El grado de daño depende de: a) propiedades

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individuales del solvente, b) nivel de exposición, c) frecuencia de exposición, d)
exposición combinada y e) susceptibilidad personal.

Los efectos generales comprometen preferencialmente: a) pulmones, b) piel, c)


sistema nervioso central, d) hígado y e) riñones. También se ha documentado su
efecto teratogénico (malformaciones congénitas), carcinogénico y sobre la función
reproductiva.

Los principales efectos tóxicos a estos niveles son: asfixia, irritación,


sensibilización, alergia, dermatitis por contacto, cansancio, desorientación,
somnolencia, euforia, mareo, confusión, inconsciencia, parálisis, convulsiones,
coma y muerte. A largo plazo alteraciones de memoria y síndrome neurotóxico por
solventes con trastornos de personalidad, irritabilidad, cefaleas y suicidio.

Los gases, vapores y partículas son contaminantes transportados por el aire


recurrentes en el sitio de trabajo, que pueden clasificarse en los siguientes tipos:
a) gases, b) vapores, c) aerosoles, d) brumas, e) nieblas, f) humos, g) polvos y h)
fibras. Los gases y vapores se encuentran disueltos en el aire y los demás
suspendidos.

La ruta de entrada expedita es la vía respiratoria, los contaminantes disueltos en el


aire producen sus efectos locales en todos los niveles de las vías respiratorias y
pueden pasar fácilmente de los alveolos al torrente sanguíneo para producir
efectos sistémicos. Los contaminantes particulados se depositan en el tracto
respiratorio en función de su forma, tamaño, peso y carga eléctrica.

La calificación del origen no siempre es clara, por la presencia de estos


contaminantes en la atmósfera extra-laboral, su potencial deletéreo está
determinado por: a) la solubilidad, b) la reactividad, c) concentración y duración de
la exposición, d) mecanismos de defensa del tracto respiratorio, e) estado de
reposo o ejercicio, f) estado inmunológico y g) contenido hídrico tisular.

Los gases y vapores pueden ocasionar asfixia simple al desplazar el oxígeno la


mezcla de aire por dilución o asfixia tóxica al interferir con los mecanismos
fisiológicos de transporte de oxígeno. También son causa de irritación y
sensibilización. Por su paso a sangre pueden producir alteraciones sistémicas a
nivel del sistema nervioso, células hematopoyéticas e hígado.

El dióxido de carbono (CO2) es un asfixiante simple que puede diluir la


concentración de oxígeno en la mezcla de aire en recintos cerrados y
sistémicamente puede producir acidosis. El monóxido de carbono es asfixiante
tóxico por interfiere con la producción de oxihemoglobina y sistémicamente es un
potente depresor del sistema nervioso y puede ocasionar muerte en poco tiempo.

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La respuesta irritativa está asociada a daño directo de la mucosa respiratoria, con
liberación de mediadores de la inflamación primarios y secundarios del tipo
histamina o derivados del ácido araquidónico, liberados y producidos por los
inflamocitos. También puede haber reconocimiento de antígenos con la formación
de inmunoglobulinas o la activación de la respuesta inmune celular.

El depósito de material particulado menor de diez micras (PM-10), en particular


entre cuatro y seis micras induce una respuesta inflamatoria crónica con fibrosis y
granulamatosis del parénquima pulmonar, dando lugar a enfermedades restrictivas
del pulmón tipo neumoconiosis.

La exposición continuada a estos agentes puede dar inicio a la transformación


maligna de las células del epitelio bronquial principalmente de localización
parahiliar o central, por ser esta zona del árbol respiratorio la que recibiría la
mayor exposición local a los agentes carcinogénicos.

3.4. Epidemiología en la toxicología ocupacional

La epidemiología da soporte a la mayor parte de la investigación que se realiza en


toxicología ocupacional. Los datos epidemiológicos son de consulta obligada para
la gestión del riesgo por agentes tóxicos y sin embargo el proceso para la captura
de datos que permitan la toma de decisiones entraña grandes retos.

La tóxico-epidemiología ocupacional se encarga del proceso de diseñar, conducir,


analizar e interpretar los resultados de los estudios realizados con el propósito de
obtener información relacionada con las intoxicaciones y/o envenenamientos en el
lugar de trabajo.

Los principios planteados por John Snow para el desciframiento y control de la


epidemia londinense de cólera en 1855, todavía hoy son vigentes y aplican a
cabalidad para el método de la tóxico-epidemiología ocupacional: a)
reconocimiento de una asociación entre exposición y efecto; b) formulación de una
pregunta de investigación; c) recopilación de información para confirmar o
rechazar la hipótesis de investigación; d) reconocimiento de explicaciones
alternativas; e) desarrollo de una metodología para minimizar el efecto de las
explicaciones alternativas; y f) control de la recopilación de información falsa.

Los resultados del análisis epidemiológico deben ser utilizados para una mejor y
eficaz identificación, control y prevención de los fenómenos relacionados con
seguridad y salud en el trabajo. El paradigma epidemiológico actual plantea, no
solo el estudio de los ambientes de trabajo con morbilidad o fatalidad de origen
laboral, sino que enfatiza en el análisis de los determinantes de ambientes sanos.

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También es notable, en el área ocupacional, la transición de la epidemiología
descriptiva a la analítica y luego a la evaluativa. La primera dedicada a la medición
de las variables de evento, persona, tiempo y lugar, la segunda orientada al
análisis etiológico y la tercera centrada en la estimación de las medidas de
impacto.

La información útil que arroja la tóxico-epidemiología ocupacional se relaciona


con: a) la identificación de causas, b) la identificación de fuentes, c) la
identificación de exposiciones, d) la identificación de los mecanismos de efecto, e)
la identificación de tendencias y f) la evaluación de la efectividad de las
intervenciones, controles y tratamientos.

El método epidemiológico impone la definición operativa de los siguientes ítems:


a) la pregunta de investigación, b) la selección de la población que se elige para
realizar la inferencias del estudio, c) la aplicación de muestreo, d) la medición del
agente sea en el medio o en el trabajador, e) la definición del desenlace esperado
por la exposición y f) criterios de inclusión y exclusión para casos y controles.

3.5. Uso de los datos de toxicología ocupacional

La amplia comercialización de sustancias químicas y polímeros a nivel global,


habla de su necesidad sentida y beneficios derivados. Sin embargo se considera
que aproximadamente la mitad de estos productos tienen potencial lesivo, no solo
en el medio laboral, sino también a escala doméstica, de espacio público y
ambiental.

Los reportes de estudios sobre intoxicación o envenenamiento por estos agentes


son insumo para la implementación de programas básicos acerca del uso racional
de los mismos en las diferentes actividades humanas, especialmente en el
escenario de la producción, la distribución, la comercialización y el consumo final.
Estos programas básicos propenden por: a) legislación adecuada, b) recopilación
y difusión de información, c) capacidad para la medición e interpretación del
riesgo, d) establecimiento de políticas para la gestión del riesgo, e) aplicación y
cumplimiento de la normatividad, f) rehabilitación de personas afectadas y sitios
contaminados, g) programas de sensibilización, educación y capacitación y h)
respuesta a emergencias.

Estos datos también se utilizan para gestión de la seguridad y salud en el trabajo,


lo que requiere la atención de dos factores clave: a) las propiedades inherentes al
producto como son toxicidad, inflamabilidad, corrosividad y explosividad, entre
otros, y b) los factores relacionados con la exposición tales como probabilidad,
duración, frecuencia e intensidad de las exposiciones.

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Las sustancias pueden ser empleadas de manera segura cuando: a) el peligro es
conocido y entendido, b) se realiza una correcta manipulación ciñéndose y

La lectura del capítulo 33 de La Enciclopedia de la OIT titulado: Toxicología ofrece


en la introducción y en sus dos primeros capítulos, Principios generales de la
toxicología y Mecanismos de la toxicidad, una herramienta bibliográfica de gran
valor para profundizar en este interesante y desafiante tema.

adhiriéndose a los protocolos, c) hay disponibilidad, uso y mantenimiento de los


equipos para manejar los agentes y d) se cuenta con personal informado y
capacitado sobre las medidas para minimizar o controlar el daño por la exposición.

Al control administrativo corresponde: a) aplicar las medidas respectivas cuando


las evaluaciones del riesgo reportan problemas, b) definir los procedimientos de
auditoría interna, c) fortalecer los sistemas de vigilancia integral, d) implementar
los sistemas de respuesta a emergencias y e) implementar los sistemas de
protección ambiental.

El análisis de las cifras relacionadas con los peligros y riesgos asociados al uso de
químicos definen los procesos de medición de los tóxicos en el sitio de trabajo. La
medición en el puesto de trabajo puede ser de los siguientes tipos: a) específicas
por exposición, b) específicas por puesto de trabajo, c) específicas por proceso, d)
específicas por tarea y e) específicas por otras formas de manipulación.

Las medidas de control se pueden implementar en la fuente, el medio (interface


trabajador-fuente) o el trabajador. En la fuente las alternativas son: eliminación,
sustitución, automatización de los procesos, cerramiento parcial o total, uso de
controles remotos, aislamiento temporo-espacial, captura en la fuente o cambio de
procesos.

En el medio, las medidas pueden ser: limpieza o barrido, cabinas de manipulación,


ventilación, humidificación, mantenimiento, señalización, alarmas y vigilancia. En
la persona los controles operan a nivel de: información, capacitación, supervisión,
rotaciones, aislamiento, auto-monitoreo, elementos de protección personal, orden
y aseo y medidas de higiene. Todo esto en coordinación con la ARL.

Toda actividad de tipo administrativa debe ser debidamente documentada


especificando: a) actividad, b) responsable, c) participantes, d) lugar, e) hora y
fecha y f) observaciones o novedades. El registro puede realizarse en medio físico
o magnético mediante un instrumento para captura de datos estandarizado
conforme a la normatividad vigente, que será integrado al sistema de información.

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Resumen de la unidad

El primer tema trata del ATEL como punto de confluencia de los subprogramas
que integran el SG-SST describiendo brevemente la historia natural de la
adversidad laboral vinculándola con la normatividad vigente. El tema se organiza
por factores de riesgo y se describen la enfermedades laborales correspondientes
conforme al Decreto 2566 de 2009.

El segundo tema define teóricamente los componentes esenciales del Sistema de


Vigilancia Epidemiológica Ocupacional (SVEO) y lo enmarca dentro de las
directrices establecidas por la normatividad vigente. Siguiendo el esquema
planteado en la guía técnica de sistema de vigilancia epidemiológica en
prevención de desórdenes musculoesqueléticos en trabajadores en Colombia.

El tercer tema enfatiza en la toxicología ocupacional, como elemento sustantivo


responsable en gran medida de la carga generada por ATEL, presenta una
aproximación fisiopatológica que permite una mejor comprensión de las medidas y
propósitos de la higiene y la seguridad industriales.

Glosario

Evento centinela: es una enfermedad, discapacidad o muerte prevenible, la cual


sirve como una señal de advertencia que la calidad de la prevención y/o la
terapéutica médica puede necesitar mejorarse.
Factores de riesgo: Condiciones del ambiente, instrumentos, materiales, la tarea
o la organización del trabajo que encierra un daño potencial en la salud de los
trabajadores o un efecto negativo en la empresa.
Panorama de factores de riesgo: estrategia metodológica que permite recopilar
en forma sistemática y organizada los datos relacionados con la identificación,
localización y valoración de los factores de riesgo existentes en el contexto laboral,
así como el conocimiento de la exposición a que están sometidos los distintos
grupos trabajadores mediante visitas de inspección.
Vigilancia de las condiciones de salud: aquellas estrategias y métodos para
detectar y estimar sistemáticamente los efectos en la salud de los trabajadores
derivados de la exposición laboral a factores de riesgo.
Vigilancia de las condiciones de trabajo: aquellas estrategias y métodos para
detectar y estimar sistemáticamente la exposición laboral acumulada del
trabajador, de un grupo de trabajadores en un puesto de trabajo, área o sección
de una empresa.
Vigilancia en salud ocupacional: función esencial asociada a la responsabilidad
empresarial y de los trabajadores de protección de la salud y de las condiciones
de trabajo, consistente en el proceso sistemático y constante de recolección,
análisis, interpretación y divulgación de datos específicos relacionados con la

Autor: Germán Enrique Molano Vargas – versión 1.0 33

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salud ocupacional, para su utilización en la planificación, ejecución y evaluación de
la práctica en salud ocupacional.

Lecturas complementarias

Álvarez, F. (2011). Salud ocupacional. Bogotá: Ecoe Ediciones.


Henao Robledo, F. (2009). Condiciones de trabajo y salud. Ecoe Ediciones.
Sven, H.; Campins Martí, M.; y Rossello Urgel, J. (2007). Introducción a la
epidemiología ocupacional. Ediciones Díaz de Santos.

Bibliografía de la unidad

Álvarez Heredia, F., y Faizal GeaGea, E. (2012). Salud ocupacional y vigilancia


epidemiológica. En: Salud ocupacional y prevención: guía práctica. C. 8 (pp.
127 a 150). Bogotá: Ediciones de la U.

Henao Robledo, F. (2012). Diagnóstico integral de las condiciones de trabajo y


salud. Ecoe Ediciones.

Stellman, S. D. (2012). Toxicología. En: Enciclopedia de la OIT. C. 33 (pp. 33.1 a


33.82). INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).
Recuperado de este enlace.

Germán Enrique Molano Vargas

Master en Educación – Docencia Universitaria, de la Universidad Pedagógica Nacional;


Especialista en Gerencia de Salud Ocupacional, y Especialista en Epidemiología de la
Universidad El Rosario. Se graduó como Médico Cirujano de la Universidad Nacional de
Colombia.

Entre sus publicaciones se puede encontrar: Riego Psicosocial ocupacional y síndrome de


desgaste profesional (Burn OuT) ¿Mito o realidad? En Colombia. Revista de la Fundación
Universitaria del Área Andina. V.12 fasc.N/A P.32 – 41, 2009. La resistencia a hacer las
cosas bien. En Colombia, Revista Enlace Empresarial – UAN ISSN: 0124-9363 Ed.,
Universidad Antonio Nariño. V. 9 Fasc.15 p. 15 -17, 2006.

Participó en proyectos de investigación: 2001, Mortalidad en accidentes de tránsito


reportados como accidentes de trabajo. Bogotá (Especialización en Gerencia
Ocupacional). 2002, Discapacidad física e inadecuado auto-cuidado integral en una
población geriátrica atendida domiciliariamente. Bogotá (Especialización en
Epidemiología). 1999, Estadística descriptiva de la casuística clínica del Instituto de
Genética, Universidad Nacional de Colombia.

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Se ha desempeñado como docente en el área de posgrados a distancia, enfermería y
terapia respiratoria, en la Fundación Universitaria del Área Andina. Docente de posgrado y
terapias psicosociales en la Universidad Antonio Nariño.

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