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440 FALLOS DE (A CORTE SUPREMA

Por ello, se resuelve. conceder, sin goce d e · haberes, las licen­

cias solicitadas . . Notifíquese, comuníquese a las cámaras de apelacio­

nes de las cuales dependen los solicitantes, y oportunamente archívese.

JOSÉ SEVERO CABALLERO - AUGUSTO CÉ­

SAR BELLUSCIO - ENRIQUE SANTIAGO PE­

TRACCHI.

ARIEL IGNACIO CICHERO Y OTROS

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formales'. Interposición del recurso.

Fundamento.

Procede el recurso extraordinario si" el apelante ha expresado agravios bas­

tantes para alcanzar la finalidad perseguida, toda vez que el escrito res­

pectivo plantea de modo suficiente el problema y el agravio constitucional

que la decisión le causa.

ALLANAMIENTO.

Si la pesquisa domiciliaria se llevó a cabo a las 23 horas, sin la correspon­

diente orden de allanamiento, y mediante una comisión policial que podría

haber estado integrada hasta por cinco miembros, casi todos vestidos de

civil, además del desconocimiento que ello importa de las reglas estableci­

das en los arts. 188, 403 y siguientes del Código de Procedimientos en

Materia Penal, no es razonable equiparar -sin apoyo en razón . alguna­

la mera ausencia de reparos a una autorización válida pues, en las parti­

culares circunstancias señaladas, esperar una actitud · de resistencia impor­

taría reclamar una postura no exigible con arreglo a la conducta ordinaria

de las personas.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones no federales.

Sentencias arbitrarías. Procedencia del recurso. Falta de fundamentación suficiente.

No basta para desechar los dichos de los testigos lo expresado por el a quo

respecto de la oportunidad en que ellos se brindaron y el hecho de que

lo fueran a pedido de la defensa, ya que tales declaraciones se incorpora­

ron válidamente a la causa en los términos del art. 484 del Código de

Procedimientos en Materia Penal, y la sola circunstancia de que lo requi­

riera la defensa --como lo autoriza dicha norma- en manera -alguna

puede -rnenoscabar los testimonios, máxime cuando aportaron datos de sin­

gular interés sobre los que antes no fueron concretamente preguntados, y

que resultan esenciales para juzgar la legitimidad de la diligencia policial.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 441

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Se interpuso recurso extraordinario contra la sentencia dictada

por la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de La Plata que,

confirmando lo resuelto en primera instancia, condena al acusado co­

mo autor del delito de tenencia ilegal de estupefacientes ( art. 69, Ley

20.771). .

Según reiterada y uniforme jurisprudencia de esta Corte, para la

procedencia del recurso extraordinario es necesario que el escrito me­

diante el cual se lo deduce contenga la enunciación concreta de los

hechos de la causa y de la cuestión federal en debate, a fin de poder

vincular aquéllos con ésta (sentencias del 15 de mayo último en las

causas P. 319, L. XIX y A. 3, L. XX, sus citas y muchas otras).

El escrito obrante a fs. 322, por el que se materializó la apelación

no cumple con tales exigencias, careciendo, por tanto, del requisito

de fundamentación autónoma.

En tales condiciones, opino que corresponde rechazar por impro­

cedente la presentación en análisis. Buenos Aires, 15 de junio de 1984.

Juan Octavio Gauna.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Buenos Aires, 9 de abril de 1985.

Vistos los autos: "Cichero, Ariel Ignacio y otros_ s/infracción ley

20.771".

Considerando:

19) Que contra la sentencia de _la Cámara Federal de Apelacio­

nes de La Plata (fs. 302/303 ) , que confirmó la condena impuesta a

Ariel Ignacio Cichero como autor del delito previsto en el art. 69 de

la ley 20.771 (fs. 254/261), éste dedujo el recurso extraordinario de

fs. 322/325, que fue concedido a fs. 331.

29) Que no obsta a la procedencia del remedio intentado la cir­

cunstancia señalada por el señor Procurador General, relativa a la de-


442 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

fectuosa fundamentación del recurso. Ello es así, habida cuenta de que

el apelante ha expresado agravios bastantes para alcanzar la finalidad

perseguida, toda vez que el escrito respectivo plantea de modo sufi­

ciente el problema y el agravio constitucional que la decisión le causa

(Fallos: 297:326; 300:214, entre otros).

3<?) Que el a qua desestimó la defensa sustentada en la ilegiti­

midad del allanamiento y del secuestro practicado por los funcionarios

policiales que intervinieron en la prevención, sobre la base de la exis­

tencia de una "autorización concedida por el dueño de casa para ac­

ceder a la finca", y porque le resultaron sugestivos los dichos aclara­

torios de los testigos del procedimiento -que manifestaron haber sido

requeridos luego del ingreso de la comisión- en razón de haberlos

expuesto dos años después del hecho y a pedido de la defensa del

imputado, por lo que les restó validez para variar sus anteriores de­

claraciones que corroboraban lo asentado en el acta labrada en aquella

oportunidad.

4<?) Que el recurrente sostiene la arbitrariedad de la sentencia en

tanto no surge de la causa la existencia de la referida autorización, y

por cuanto las aclaraciones de los testigos se produjeron en la opor­

tunidad que el procedimiento brindaba a su parte para ahondar sobre

las circunstancias de la diligencia policial, ya que con anterioridad no

pudo controlar esa prueba ni se realizaron los interrogatorios con la

profundidad necesaria.

59') Que la tacha articulada resulta admisible. En efecto, ningu­

na constancia del proceso permite afirmar la existencia de la autoriza­

ción del dueño de la casa. Del acta de fs. 4/5 sólo surge que los mo­

radores del inmueble "enterados de la presencia policial no pusieron

reparos algunos al ingreso como asimismo a una posterior inspección

en los distintos ambientes de la vivienda". Si bien las primeras decla­

raciones de los testigos Femández (fs. 18/19, 72 vta.) y Castro (fs.

20/21, 94), y las del personal policial que intervino ( Oficial Riesgo:

fs. 1/2 y 72; Suboficial Lombardía: fs. 13/14 y 79), corroborarían

tal afirmación, es obvio que la mera ausencia de reparo al ingreso no

. puede equipararse a la autorización pertinente. En tal sentido cabe

destacar que la pesquisa domiciliaria se llevó a cabo a las 23 hs., sin

la correspondiente orden de allanamiento, y mediante una comisión


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 443

policial que podría haber estado integrada hasta por cinco miembros,

casi todos vestidos de civil (confr. fs. 224 y 233 ) . En tales condicio­

nes, además del desconocimiento que ello importa de las reglas esta­

blecidas en los arts. 188, 403 y siguientes del Código de Procedimien­

tos en Materia Penal, no es razonable equiparar -sin apoyo en razón

alguna- la mera ausencia de reparos a una autorización válida pues,

en las particulares circunstancias señaladas, esperar una actitud de re­

sistencia importaría reclamar una postura no exigible con arreglo a la

conducta ordinaria de las personas (confr. causa: "Fiorentino, Diego

Enrique", del 27 de noviembre de 1984).

69) Que tampoco constituye suficiente fundamento para desechar

los testimonios de fs. 224 y 233, lo expresado por el a quo respecto

de la oportunidad en que ellos se brindaron y el hecho de que lo fue­

ran a pedido de la defensa, ya que tales declaraciones se incorporaron

válidamente a la causa en los términos del art. 484 del Código de

Procedimientos en Materia Penal, y la sola circunstancia de que lo

requiriera la defensa -como lo autoriza dicha norma- ,en manera

alguna puede menoscabar los dichos de los testigos, máxime cuando

aportaron datos de singular interés sobre los que antes no fueron con­

cretamente preguntados, y que resultan esenciales para juzgar la legiti­

midad de la diligencia policial.

79) Que, en virtud de lo expuesto, cabe concluir que la sentencia

en examen no constituye una derivación razonada del derecho vigente

con arreglo a las circunstancias particulares de la causa, por lo que

corresponde declarar su invalidez como acto judicial (Fallos: 2 9 7 : 1 00 ;

298:360; 303:2039 y 2080; 304:699).

Por ello, habiendo dictaminado el señor Procurador General se

declara procedente el recurso y se deje sin efecto el pronunciamiento

de fs. 302/303.

JosÉ SEVERO CABALLERO - CARLOS s.


FAYT - AUGUSTO CÉSAR BELLUSCIO

ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI.

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