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Necesidades sentidas de los adultos mayores derechohabientes de unidades de

medicina familiar

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3 authors, including:

Liliana Galicia Rodríguez Bernardo Turnbull

Mexican Institute of Social Security Universidad Iberoamericana Ciudad de México
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 Necesidades sentidas de los
adultos mayores derechohabientes
de unidades de medicina familiar
Emma Rosa Vargas Daza (1) MGSA.
Liliana Galicia Rodríguez (2) LSCAL.
Bernardo Emilio Turnbull Plaza (3)

1.- Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud Querétaro.

Instituto Mexicano del Seguro Social
2.- Profesor en la Universidad Iberoamericana.
3.- Dr. en psicología social.

resumen Resultados: Las necesidades sentidas de

Introducción: De acuerdo con las actuales
reformas en los sistemas de salud, es
imprescindible que el paciente participe
activamente en su cuidado desde su propio
ámbito, para integrarlo es necesario conocer
sus necesidades.
Objetivo: Identificar las necesidades
sentidas de los adultos mayores
derechohabientes de unidades de medicina
familiar de una institución de seguridad
social en el área metropolitana de
Querétaro, México.
los participantes entrevistados, se centran
en tres temas principales: Las relaciones
interpersonales en los servicios de salud, el
aspecto técnico médico de la atención y la
calidad del medicamento que reciben
Conclusión: Los aspectos de relación
humana y afectiva se presentan como
necesidades durante la atención que recibe
en los servicios, conjuntamente con los
cambios que percibe en la estructura
institucional que los traduce como falta de
insumos y recursos institucionales.

Metodología: Estudio cualitativo con Las necesidades sentidas influyen

diseño fenomenológico para conocer la
experiencia de los adultos mayores dentro
de los servicios de salud. Se realizaron 20
entrevistas a profundidad en el domicilio de
quienes aceptaron la entrevista. Los
informantes se seleccionaron al azar en
cada una de las unidades de medicina
familiar, Los datos se registraron en medio
magnético (grabadora), previo
consentimiento informado, como una forma
de consistencia se trabajó con un grupo
focal integrado por nueve participantes
diferentes a los entrevistados
individualmente (grabadora,
videograbadora). Se utilizó entrevista semi
estructurada, estudiantes de psicología e
investigadora recogieron la información, se
transcribieron y analizaron los discursos, se
identificaron categorías.
directamente en la relación institución-
paciente y, por lo tanto, en el desempeño
general de una y la salud de los otros.
palabras clave
Necesidades Sentidas. Expectativas.
Calidad. Atención Institucional. Adultos
mayores
abstract
Introduction: According to the current
reforms in health systems, it is crucial that
patients take an active part in their own
care, from their own daily environment. In
order to integrate such participation, it is
necessary to know the patients’ needs.
Objective: To identify the felt needs of the
senior adult right holders of Family

32

Medicine Units of a social security
institution in the metropolitan area of
Queretaro, Mexico.
Method. A phenomenological qualitative
study to learn about the experience of
senior adults within health services. Twenty
in-depth interviews were carried out at the
homes of those who accepted to answer to
the researchers. The participants were
randomly selected from each of the Family
Medicine Units. The data were audio
recorded after getting informed consent
from the participants. As a form of
verification, one focus group was
conducted and video-audio recorded with
nine other participants. A semi structured
interview was utilized. The main researcher
and a group of psychology students
gathered and transcribed the data analyzing
the discourse and identifying categories.
Results: the felt needs of the interviewed
participants are centered on three main
themes: Interpersonal relations in health
services, the technical medical aspects of
care and the quality of the medication they
receive.
Conclusion: Human and emotional
relationships are presented as needs during
the care that people receive, along with the
changes they perceive in the institutional
structure that the participants translate as
lack of supplies and institutional resources.
Felt needs directly influence the institution-
patient relationship and therefore, the
general performance of the first and the
health status of the second.
key words
felt needs, expectations, quality,
institutional care, senior adults
introducción
Los cambios vertiginosos que se han
experimentado como consecuencia de la
transición demográfica y de salud trae
consigo problemáticas a resolver en todas
las áreas de desarrollo del individuo (1).
33
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ene – revista de enfermería
http://enfermeros.org/revista
En el caso de las instituciones de salud, el
aumento de su población derechohabiente
de 60 años y más, obliga a conocer sus
necesidades para que sus programas de
atención a la salud logren un mejor
impacto en la salud de la población. Desde
ese enfoque, Bedregal rescata la
importancia de tomar en cuenta la
percepción de la población sobre sus
necesidades de salud, para el aterrizaje de
las propuestas institucionales (2).
Las necesidades en salud, desde la postura
del usuario, se ubican en las llamadas
necesidades sociales y éstas, de acuerdo con
Reglero Rada (3) y Carmona Orantes (4), se
presentan cuando se da una carencia o
limitación en los medios para satisfacer las
aspiraciones humanas como sensación
percibida por un colectivo, aunque no se
explicite su sentido.
Dentro de las necesidades percibidas
Maslow establece que la percepción de
carencia va desde las necesidades básicas
hasta las psicológicas y que ambas, ayudan
al individuo a sobrevivir dentro de su medio
y a mantenerse en un estado de equilibrio
con su medio ambiente. (5)
En cuanto a las necesidades psicológicas,
éstas se integran a través de la percepción,
interna y externa de símbolos y su
explicación va acorde al contexto en el que
se presenta (contextos culturales, sustrato
emotivo-interativo), y a los significados y
valores manejados dentro del grupo o clase
social a la que pertenezca (dimensión
simbólica de todas las prácticas sociales)
(6) (7). Este tipo de carencia se relaciona
con aspectos de seguridad, protección,
estabilidad, de amor, de permanencia así
como la necesidad de respeto por sí mismo,
de estimación, de desarrollo de sus
potencialidades y las propias capacidades
de autorrealización. (8)
Dentro del área de la salud, desde un
enfoque antropológico, las necesidades
sentidas se definen como la percepción de
la población sobre los problemas de salud o
sobre los servicios de salud que se desean
(9), Institucionalmente su evaluación se ha
dado a través de las expectativas del usuario
sobre los servicios que se le ofertan y cuya
expresión final es la satisfacción, misma
que expresa el grado de concordancia entre
las expectativas sobre la atención
demandada y la percepción de la atención
recibida y que por su importancia es parte
de lo que se considera calidad de la
atención (10). Por su parte Goleman
establece que la medicina actual deja
insatisfechas estas necesidades durante la
consulta, ya que las preguntas sin respuesta
alimentan la incertidumbre, el temor, y la
sensación de catástrofe, aspectos que llevan
a los pacientes a negarse a seguir
tratamientos que no comprenden totalmente
(11).
Institucionalmente involucrar las
necesidades sentidas de la población en las
prioridades de salud es difícil, porque son
consideradas aspectos subjetivos, sin
embargo, poder establecer la relación entre
ambas (adulto mayor-institución) permitiría
indagar nuevas estrategias que permitan
lograr el aterrizaje de propuestas y
objetivos institucionales sobre la atención a
la salud. Por esto el presente estudio buscó
identificar las necesidades sentidas de los
adultos mayores derechohabientes de
unidades de medicina familiar.
metodología
Utilizando el método fenomenológico
analizamos experiencias de 20 adultos
mayores que aceptaron participar y
permitieron grabar la entrevista -previo
consentimiento verbal- adscritos en siete
Unidades de Medicina Familiar (UMF) que
se localizan en la zona conurbana de la
capital del Estado.
Para tal efecto se visitaron los domicilios,
mismos que fueron identificados gracias a
la información que se tiene en cada una de
las clínicas de adscripción. Se contó con 49
domicilios para iniciar la búsqueda de los
informantes clave. Se presentó un caso
donde no se logró ubicar el domicilio por lo
que se preguntó a la gente si conocían a
personas derechohabientes de la institución
y que tuvieran 60 años o más. Finalmente
con un muestreo teórico se necesitaron 20
entrevistas.
La entrevista semiestructurada inició con
preguntas sobre “como sentía que lo
34
trataban”, el médico, la asistente médica y
la trabajadora social, ellos incluyeron los
servicios de Rx, y farmacia. A forma de
consistencia interna se preguntó ¿Qué le
gustaría que se le ofreciera
institucionalmente? y ¿Qué les ofrecería a
las personas de su edad si estuviera la
oportunidad de atenderlos en una
institución como esta?
Otras preguntas indagaron sobre el
seguimiento de tratamientos médicos
prescritos y el ¿porqué? esto en base al
descontrol de enfermedades crónicas que se
presenta en esta población y bajo el
supuesto de que el paciente define de
manera diferente la adherencia a su
tratamiento, se preguntó ¿Sigue el
tratamiento como se lo indica el médico?
Ante cualquier respuesta negativa o positiva
se preguntaba ¿Por qué? Surgiendo temas
como la disponibilidad, cantidad, eficacia
del medicamento institucional, y variedad
del mismo en farmacia, aspectos que
ampliaron el panorama. En el caso de dos
derechohabientes jubilados/pensionados el
cambio en la forma de pago (tarjeta
electrónica) fue un tema importante (2
personas) al mostrar la dificultad que les
presenta utilizar un cajero automático,
punto que no se había contemplado cuando
se abordo el tema sobre aspectos
económicos, se preguntó también sobre sus
apoyos familiares donde temas como las
relaciones afectivas, de compañía y apoyos
económicos se hicieron presentes. Dentro
de los aspectos sociales nos mostraron la
necesidad contar con redes de apoyo
económicos y de integración.
La consistencia externa de los datos se
realizó a través de un grupo focal donde los
participantes fueron diferentes a los
entrevistados individualmente.
desarrollo del trabajo de campo
Las primeras seis entrevistas individuales
las realizó la investigadora responsable del
proyecto, experiencia con la que se
aprendió algo muy importante: como
trasformar el lenguaje para comunicarnos
con la población. Sus intervenciones
prácticamente eran monosílabos cuando
identificaban al entrevistador como parte de

la institución. Así, la presencia de lo
estudiantes en psicología de 5º semestre
permitió mayor apertura al diálogo.
La integración de los estudiantes de
psicología se logró gracias a la
participación la Universidad Autónoma de
Querétaro y a la Maestra responsable del
área de psicología social.
La capacitación inicial del equipo de
trabajo se concretó en dos semanas.
Durante este tiempo se les presentó el
proyecto y las experiencias adquiridas en
las primeras entrevistas por la
investigadora. Se tuvo especial cuidado de
trabajar la forma de presentarse y
contactarse con los pacientes, se modificó
el lenguaje verbal y se cuidó el no verbal a
través de aportaciones del grupo. Aspectos
evaluados a través de sociodramas.
Los estudiantes desarrollaron dos
entrevistas de prueba para tener la
experiencia y autoevaluarse. Durante este
proceso se escucharon experiencias,
aportaciones y se aclararon dudas, se apoyó
en los puntos considerados como
necesarios, como el impacto de conocer las
viviendas y condiciones familiares, físicas,
económicas y ambientales en las que viven
algunos de los ancianos -sobre todo de la
periferia de la ciudad-.
El trabajo de campo en pareja, permitió
captar detalles sobre el lenguaje corporal, el
ambiente familiar y físico de los
entrevistados y escuchar comentarios al
margen de la grabación.
Las entrevistas se realizaron en el domicilio
del paciente, previa presentación de los
entrevistadores, motivo de su visita y
permiso verbal para grabar su discurso.
Siempre se mantuvo una actitud receptiva
ante el anciano(a). Hubo momentos en que
se tuvo que indagar más sobre algún
comentario relevante externado por el
anciano(a), como cuando comentaron sobre
su trabajo y la jubilación.
Durante las tres semanas de trabajo de
campo se realizaron cuatro reuniones para
despejar dudas, comentar experiencias
escuchar las entrevistas y buscar nuevas
estrategias de indagación.
35
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ene – revista de enfermería
http://enfermeros.org/revista
Para la integración del grupo focal se siguió
la siguiente estrategia, se contacto a la
representante de vecinos de la colonia
Lomas de Casa Blanca (Trabajadora de una
Unidad de medicina Familiar) quién visitó
en sus domicilios a conocidos y amigos
para invitarlos a participar, se tomaron
datos personales (nombre, edad y sexo) de
12 participantes que aceptaron en ese
momento.
Con el listado de nombres y direcciones se
entregaron invitaciones impresas,
personalizadas con lugar de reunión, hora,
tema, objetivo, y nombre de la Unidad de
Investigación responsable del proyecto. El
punto de reunión fue la casa de la
representante de vecinos. Solo llegaron
nueve invitados, no se preguntó el motivo.
La investigadora principal los recibió y se
presentó, pidió permiso para la colocación
de un gafete con su nombre y para grabar y
videograbar su participación. Ya con los
invitados dentro, su equipo de trabajo (6
estudiantes de psicología de 5º semestre) y
el grupo se presentó. Inicialmente hubo
resistencia a participar, pero poco a poco se
integraron.
Se abordaron los temas tratados en la
entrevista individual y los temas que
surgidos de las mismas como “la calidad y
efectividad del medicamento”. Al final la
investigadora preguntó de qué manera
podría agradecer su apoyo y participación
en su trabajo, el grupo pidió pláticas
relacionadas con sus padecimientos. Se fijo
una fecha para que la investigadora diera
una plática sobre Hipertensión Arterial,
misma que fue realizada 15 días después
aunque solo acudieron dos personas del
grupo. No se preguntó la causa.
análisis de datos
Se transcribieron todas las entrevistas, y se
comprobó que lo escrito fuera lo grabado
(se escuchaba la grabación y se leía el texto
conjuntamente).
Para ordenar las categorías se adoptaron
dos estrategias; la primera consistió en
ordenarlas de acuerdo con lo propuesto en
la guía semiestructurada, y después se
agruparon las que aparecieron en el
discurso. Se leyeron nuevamente las
categorías formadas para establecer si lo
expresado por la población correspondía a
la misma. Después de este proceso los
investigadores discutieron a fin de
establecer las categorías, contenidos y las
relaciones entre ellas. Después se presentó a
personal de salud (médicos, enfermeras,
psicóloga) no involucrado en la
investigación para que hiciera comentarios
y nos hablaran de otras posibles relaciones.
Tomamos como punto de partida las
necesidades sentidas sobre la atención
institucional y sus relaciones con las otras
áreas del paciente.
resultados
El adulto mayor y la atención en los
servicios de salud.
Las necesidades sentidas de los
participantes entrevistados, se centran en
tres temas principales: Las relaciones
interpersonales en los servicios de salud, el
aspecto técnico médico de la atención y la
calidad del medicamento que reciben. A
continuación desarrollaremos cada uno de
estos temas.
Relaciones interpersonales
Para toda la población entrevistada, este
aspecto es parte medular en la atención a la
salud y el tratamiento médico.
Las relaciones interpersonales se perciben a
través de la empatía, comunicación y afecto
que reciben del personal de salud durante la
atención. Una paciente dice: Que me toque,
que me mire, que me escuche, que me tome
en cuenta. Comparan la atención en los
servicios de salud con la consulta médica
privada:
“Como él me conoce bien,(…),
entonces me dice: señora va a
sanar, no se preocupe. Me
atiende muy bien, la verdad, y
también en el seguro, porque
este… yo voy, no ya por
gravedad a veces ahí ¿eh? la
mera verdad, yo voy por la
medicina; o, que me den la cita
de cualquier otra cosa. Yo estoy
viendo una nutrióloga,
gastroenterólogo, bendito sea
Dios, me atienden muy bien”
36
“las que reciben son déspotas
¿si? ... Espérese, ahorita le toca
ya la llamo ¿señorita, este, en
qué ficha va? Yo le hablo;
espérese... Ni siquiera dan
información”
Consideran que las “malas relaciones” se
presentan por la sobrecarga de trabajo del
personal, resultado del aumento de la
población usuaria, que repercute en el
tiempo real de la consulta, no dejando
espacio para la comunicación.
“yo me imagino 10-15 gentes y
todas las tiene que sacar en el
transcurso de la mañana y
entonces ya nada más ahí ya,
órale sale una, sale otra y como
no hay mucho caso, basta un
poquito más de atención”
A esta evaluación negativa de la atención,
contribuye el concepto de ‘beneficencia’
que le asignan a la institución. Consideran
que la atención no puede ser buena por que
“la buena atención, cuesta”. Sienten que
tienen que tolerar la atención deficiente por
que sus recursos económicos son
“raquíticos” e insuficientes aún para sus
necesidades más elementales: (comer,
pasear, pago de servicios, medicamentos,
acudir a médico particular, visitar a sus
hijos),“… las personas de bajos ingresos no
pueden a ir a un médico particular ni
comprar medicinas”
“ir algunas partes que no
conozca porque, digo yo, es muy
bonito el que sale por ahí a
conocer partes que nunca en su
vida va a ver, ¿eh? y a mi me
gustaría, pero no sé, y también
la moneda, no se junta, y para
eso necesitaría dinero.”
“La pensión, aunque es muy
baja la pensión que nos dan, es
demasiado raquítica; pues algo
nos ayuda, algo. Claro que para
eso yo creo que hacer los
señores diputados (…) como de
las entidades porque mejoren
más. La cuestión de la pensión
de todos nosotros, porque eso

que estemos ganando, por
ejemplo, nos estén dando una
pensión de 1200 mensuales,
sirve, pero no como debe de
ser.”
Necesidad en disponibilidad y eficacia de
medicamentos institucionales
Consideran que la institución no maneja
medicamentos suficientes en número y en
eficacia porque cuando van a farmacia no lo
hay y porque no “cura” sus enfermedades.
En general todos los participantes han
vivido la experiencia de falta de
medicamentos recetados por su médico
familiar. Esto los obliga a llamar por
teléfono o acudir a la clínica para preguntar
si ya lo tienen. Ambas situaciones afectan
su economía familiar al tener que pagar
llamadas telefónicas ó abordar taxi. De
hecho algunos prefieren comprarlo cuando
es necesario, otros abandonar el tratamiento
o bien suplirlo con la herbolaria.
“…si con esa [medicina] sigue, o
con esa está controlada, es
mejor que la compre [y no
espere a que se la den en la
farmacia]”.
“tengo la presión muy alta. Me
dieron un tratamiento. Tenía que
regresar al mes pero, yo fui y la
compré. Ya sé que la tengo que
tomar de por vida, e ir (…) nada
más a que me den las pastillas.
Fíjate, si me van a checar de
nuevo no. Pero, como le digo es
mucho rollo. Es muy incómodo;
o me voy en un taxi porque aquí
no hay camión para allá.
Entonces, me tengo que regresar
en lo mismo. Antes, cuando
estaba más Joven, me iba
andando, me iba atravesando.
Pero, pues ya no; ya no paso
eso”
La eficacia de los medicamentos es definida
por la desaparición de su problema de salud
(presencia de dolores y molestias que
limitan sus actividades físicas), y si éste no
los “cura”, está “rebajado” es decir, diluido
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o reducido en su concentración y, por lo
tanto, en su eficacia.
“Bueno para la cuestión de
nuestro cuerpo y de nuestros
problemas que tenemos de salud,
queremos que las medicina sean
de mejor calidad, sean más, una
medicina que de veras tenga la
esencia de poder aliviar al
paciente, porque lo que nosotros
recibimos, según tengo
entendido en la medicinas o sea
es como una medicina de tercera
o de cuarta calidad y no,
francamente no.”
Es importante que si bien consideran de
baja calidad el medicamento institucional,
una de sus principales quejas es el
desabasto de éstos en farmacia. Esta
aparente incongruencia es explicada de la
siguiente manera: si ellos consideran que la
institución está para darles el medicamento
que necesiten, ¿por qué no lo tienen en
cantidad y variedad? Ahora, si desde su
concepción la enfermedad crónica
degenerativa son molestias físicas y éstas
deben desaparecer con la toma de
medicamentos como lo sustenta la actividad
médica y farmacéutica, ellos [los pacientes]
deben tenerlos a su alcance para cuando
consideren necesario tomarlos, aspecto
que retoma su importancia en el
seguimiento de cualquier tratamiento.
“¿Toma el medicamento como el
médico le dice?
“No, un día sí y un día no,
porque me siento bien al otro
día, no porque me la tomo hoy y
mañana ya me siento bien, me he
sentido bien y cuando dejo uno,
dos o tres días, me vuelve a
provocar la enfermedad.”
Conjuntamente con lo anterior, las
creencias y experiencias vividas con los
medicamentos y la medicina natural -
definiendo como natural a todo aquello que
provenga de las “yerbas”- son una de las
causas de que no sigan las indicaciones
medicas.

“… si tomo mucho
medicamento… me amuelo los
riñones… el medicamento se va
haciendo piedra en los riñones”
Desde el aspecto institucional, la herbolaria
suple la escasez y al medicamento mismo,
no solo porque responde a la falta de éste en
la institución, sino además porque les evita
acudir constantemente para verificar su
existencia en las Unidades Médicas. Les
evita los viajes en taxi por el riesgo que
corren de caerse en el transporte urbano, o
de llamar por teléfono, situaciones que le
implican un gasto económico que no
pueden cubrir con lo que reciben de
pensión, o de los trabajos artesanales que
realizan.
Los usuarios y su necesidad de “control de
enfermedades crónicas”
Dentro del proceso de atención, el médico
familiar emite instrucciones sobre
tratamientos en forma verbal o a través de
recetas, con la firme creencia de que el
paciente las llevará a cabo fuera de las
unidades médicas sin cuestionarlas. Por lo
tanto, el médico asume que el “control de la
enfermedad” del paciente, es un hecho. Esta
actitud, habla de una asignación pasiva al
paciente en relación con su cuidado. Se
espera que el paciente obedezca solamente
y no tome decisión alguna. Esto confirma la
percepción de los pacientes de ser tratados
como objeto ó enfermedad y no como
personas. Contrario a lo que se espera
institucionalmente, el paciente toma
decisiones sobre el “mejor” manejo de su
problema de salud. Así, fuera del ámbito
institucional, las indicaciones médicas
pasan a ser solo una alternativa más en su
repertorio de recursos y acciones para el
cuidado de la salud.
“…yo por ejemplo en las
mañanas me tomo mi nopal, así
licuado” “… dice sufres porque
quieres (…) ahí en el cerro está
la medicina”
38
Esta toma de decisiones se enlaza con sus
experiencias con la enfermedad
(independencia-dependencia física,
económica, de integración a grupos), la
definición de sus problemas crónicos, el
concepto de eficacia, su acceso a los
recursos institucionales, su poder
adquisitivo y la intervención de un ser
divino (no solo ante lo inevitable, sino a su
carencia económica). Con todo esto, el
concepto médico de enfermedad crónica y
de “control” queda fuera del contexto del
paciente.
“…trato de controlarme yo sola;
de no llegar a las pastillas ni a
la insulina. Creo que [la
insulina] es para la gente muy
avanzada.”
“…porque la diabetes, como le
dije, a veces no es una
enfermedad que sana. Ellos
dicen y aseguran los doctores,
que nadie sana de la diabetes;
que nadie. Entonces mmm… Sí
hay pláticas que porque las
desperdiciaba, que no se los digo
pero es que yo no tengo tiempo.”
“Si, todo; no p’us está uno
enfermo. Tú vas al pie de la letra
y como te lo dicen y estás al
pendiente. No se te pasa nada
cuando tu te sientes mal.”
Recapitulación de resultados
Estas necesidades sentidas de los pacientes,
entran en contraste con lo que la institución
considera necesidades de salud. La
institución atiende las necesidades del
paciente como la institución las entiende y,
por lo tanto, el paciente no siente que sus
necesidades hayan sido satisfechas.
discusión
Los pacientes entrevistados consideran que
sus necesidades sentidas de atención
institucional no son cubiertas.
En el caso de las relaciones interpersonales,
éstas aparecen como un elemento
importante de la atención médica, de hecho
se considera que este aspecto debe ser parte
del tratamiento que otorga el médico
durante su atención, mientras para el

personal de salud, la importancia radica en
el control y manejo de una enfermedad. A
esto tenemos que agregar que acudir a
consulta médica (estrategia institucional)
responde también a prioridades diferentes.
Médicamente se establecen guías de
atención médica para el control y manejo de
sus enfermedad (12), mientras para el
adulto mayor, acudir a ellas le evita ser
dado de baja. Quieren conservar sus
derechos por si necesitan hospitalización,
otro tratamiento caro o para obtener
medicamentos. Así su relación con la
institución se limita a aquéllas necesidades
que sienten que la institución sí puede
satisfacer. Bialink desde un enfoque
antropológico analiza el proceso que se da
en consulta médica como un encuentro
intercultural donde se establece una
interacción cara a cara desde diferentes
marcos de referencia y experiencias de
vida, donde ambos personajes se apoyan en
suposiciones culturales dentro de las cual
cada uno interpreta el mensaje (12). Por su
parte Ciuffolini y Jure establecen que el
desencuentro de objetivos y expectativas
dentro de la consulta médica se presenta por
el desconocimiento del personal de salud
sobre la subjetividad y condiciones del
contexto, constitutivas del proceso salud
enfermedad en el que se integra la
población lo que dificulta la comunicación
entre ambos (11). Desde la realidad del
paciente esta situación se presenta por la
sobresaturación de los servicios y la
disminución del personal que les atiende.
Aspecto que puede constatarse en cifras, si
se toma en cuenta el número de
derechohabientes (a nivel nacional 48 452
418 personas tenían algún tipo de
derechohabiencia, de estos 32 087 547
estaban inscritos al IMSS) (13) (14) y
plantilla de trabajadores del área médica y
paramédica con los cuales cuenta
actualmente la institución (15).
Es importante reconocer que el paciente
tiene un papel importante dentro del
cuidado y manejo de su salud y que si
seguimos sin escucharlo y entender su
forma de ver, vivir y tratar sus
enfermedades nunca podremos aterrizar los
objetivos que se tienen en salud. Ellos han
demostrado que si bien no tiene injerencia
sobre la estructura y funcionamiento
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institucional, sí la tiene sobre lo que
considera la mejor alternativa (toma de
decisiones) para mantener su salud. Pedrero
García menciona que las decisiones en
salud de los pacientes dependen de la
percepción de su propia vulnerabilidad, de
los costos sociales, personales y financieros
de la enfermedad (dependencia económica
a causa de estar postrado en cama por
problemas de salud) (7).
Estar curado es una necesidad social y de
integración para el paciente, el padecer
enfermedades “que ya no se curan” ya de
por si, complican su desarrollo en las áreas
laborales y si a esto agregamos la edad
social, se encuentra todavía en mayor
desventaja, sobre todo económica al ser
considerado ya un ser improductivo y
socialmente consumidor (10).
Cristalizándose así la percepción de no
contar con redes de apoyo y ser segregados.
Dentro de la teoría de participación social
Monchiette establece que "pareciera que la
sociedad confina a quien envejece a un
inmaterial pero rígido "territorio" de
significaciones cristalizadas que operan su
alejamiento de ámbitos de interacción,
actualización, aprendizaje, actividad de
modo tal que se comienza nombrándolo
enfermo, pasivo, desinteresado y se
concluye, la mayoría de las veces, por parte
de quien envejece con la apropiación de
estos mandatos (16).
recapitulación
Las necesidades sentidas de los pacientes
adultos mayores se pueden descartar,
catalogándolas como ‘datos blandos’ o
como ‘información subjetiva’, e ignorarlos
en la evaluación y reforma de los servicios
de salud. Pero el presente artículo ha
mostrado los mecanismos sociales por
medio de los cuales las necesidades
sentidas influyen directamente en la
relación institución-paciente y, por lo tanto,
en el desempeño general de una y la salud
de los otros. El poder que tiene la
institución para no tomar en cuenta las
necesidades de sus pacientes la despoja de
su poder para servirlos
agradecimientos
Ante todo a la población de esta edad que
permitió nos adentráramos en su
experiencia vivida no solo dentro de las
instituciones de salud, sino que además a su
intimidad familiar. Gracias por compartir
esta parte de su vida porque nos permite
conocer y entender un poco más sobre
ustedes y su situación actual.
A las siguientes instituciones que hicieron
posible este trabajo, Instituto Mexicano del
Seguro Social, Universidad Autónoma de
Querétaro, en especial al área de Psicología
Social que permitió trabajar con sus
estudiantes. Y expresamente a los
estudiantes en psicología: Alondra, Miriam,
José Jaime, María de Jesús, Erandi, Andrea
y Katia, por su entusiasmo y compromiso
durante el trabajo de campo.

bibliografía
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América Latina y el Caribe. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health
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