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Nombre de
torero
(Fábula)
ePub r1.0
Sibelius 12.04.14
Luis Sepúlveda, 1994
Ilustración de cubierta: detalle de una
ilustración (1991) de Owen Smith, óleo
sobre tabla, 45 × 60 cm.
»Ulrich Helm.»
Berlín, febrero de 1991
3
Hamburgo: ¡Feliz
cumpleaños!
Oskar Kramer
Lloyd Hanseático
Investigaciones de Ultramar
«… La magnificencia de Alá
ha preservado mis memorias y
ha inspirado las bellas y
mesuradas palabras con que Ibn
Yuzay las transcribe. La vida me
sigue pareciendo un grande y
sublime misterio, mas la
voluntad del Insondable no quiso
que me detuviera sino frente a
una sola de las puertas que
guardan sus secretos. Fue hace
muchos años y yo disfrutaba de
la hospitalidad y homenajes de
Muhammad Ibn Tuglug, sultán de
la India. Que el Magnánimo
preserve su veneración y humille
a sus detractores. Estábamos en
la sala de las noventa y nueve
columnas del palacio de
Yahanpanah observando el
meticuloso trabajo de unos
artesanos. Los hombres revestían
con diminutos azulejos el
interior de una cúpula.
Empezaron por los costados y,
lentamente, las piezas
perfectamente encajadas
avanzaron hacia el centro hasta
que dejaron el espacio mínimo y
exacto para la última. Entonces
los artesanos interrumpieron el
trabajo para alabar la perfección
de Alá. Allí entendí que ningún
viajero, por más lejos que
llegue, está huérfano de la
protección del Altísimo, de su
mirada que todo lo ve y de su
memoria que todo lo conserva.
Los peregrinos que jamás
volvieron, los comerciantes
cuyas caravanas fueron tragadas
por el tórrido desierto, los
navegantes que perdieron el
horizonte del mar, los que no
tienen sepulturas regadas por
dolorosos llantos de viudas, son
también piezas de un mosaico
creado por la voluntad de Alá,
que se dejaron llevar por su
mano infalible en busca del lugar
propicio, del acomodo exacto.
Muchos de ellos habrán
encontrado su simétrica
eternidad en tierras que ningún
otro hombre ha de visitar, pues
así lo ha dispuesto el Magnífico.
Otros, como yo, indigno de la
perfección, no hemos encontrado
el justo acomodo, pero un día su
infinita generosidad reunirá las
partes dispersas. Entonces el
mosaico estará completo y los
espíritus atribulados y disfrutará
del orden del Generoso, del
Piadoso, del que está lleno de
Misericordia y de Virtudes…»