Professional Documents
Culture Documents
SINDROME DE ESTOCOLMO
Presentado por:
LADY GUEVARA OLANO
Docente:
SANDRA PAOLA LOPEZ CORONADO
Contenido
I. INTRODUCCION ....................................................................................................................... 3
IV. CAUSAS................................................................................................................................. 5
I. INTRODUCCION
II. OBJETIVOS
I. DEFINICION.
El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona
detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su
secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar
sus fines o evadir a la policía.
III. CAUSAS
El principal motivo que influye en el desarrollo de este síndrome es el instinto de supervivencia.
La persona que ha sido secuestrada acaba influenciada por la situación en la que se encuentra,
sintiendo en peligro su vida. Este sentimiento desestabiliza su estado psicológico de forma que
no puede discernir lo bueno o lo malo.
La victima al sentir que su vida corre peligro, y que vivir o morir depende de la voluntad del
captor, desarrolla una dependencia de este. Las victimas sienten que tienen que hacer
cualquier cosa para agradar a su captor puesto que de ello depende su vida. Si hacen algo que
los desagrade podrían ponerse en riesgo.
6
SINDROME DE ESTOCOLMO
Generalmente, los captores de víctimas que desarrollan este síndrome en caso de secuestro no
tienen comportamientos violentos o agresivos hacia ellas. Sin embargo, este síndrome se puede
dar también en víctimas de maltrato psicológico o físico, que acaban siendo anuladas y
desarrollan dependencia de su maltratador. (Terapias de Pareja, 2017)
En muchas ocasiones, las victimas acaban sintiéndose agradecidas ante el captor por el hecho
de que este no haya querido hacerles daño o acabar con su vida, lo que provoca que tengan un
comportamiento amable hacia ellos. Esto hace que una vez liberados no se sientan víctimas.
Además, al pasar mucho tiempo juntos acaban desarrollándose afinidades y lazos de amistad,
captor y capturado crean una unión en la que se ayudan. Esto queda muy marcado en la mente
del capturado debido a que siempre siente que su vida está pendiente de las manos y la
voluntad del captor.
Hay que aclarar que estos lazos siempre se desarrollan de forma inconsciente, el capturado no
tiene capacidad de decisión sobre ellos y por tanto es completamente involuntario. Aunque en
algunas ocasiones se han producido situaciones en las que la víctima agradece al captor ya que
siente que por esa situación se ha desarrollado y crecido personalmente.
La pérdida total del control que sufre el rehén durante un secuestro, es difícil de digerir. Se
hace soportable en el momento en que la víctima se identifica con los motivos del autor del
delito. (Pereira, 2006)
7
SINDROME DE ESTOCOLMO
Las víctimas se comportan de manera característica y singular. Es una reacción individual e idiosincrásica
que no puede generalizarse.
Sin embargo, su actuación responde a un mecanismo de defensa por parte de la víctima, de manera que
acaba identificándose con su secuestrador. (Abardía)
La situación traumática y estresante vivida coloca a la víctima en una posición pasivo-agresiva frente al
captor, de manera que actúa de manera defensiva a partir del instinto de supervivencia.
Hay que tener en cuenta que el hecho de perder la libertad porque otro lo impone acaba posicionando a
las víctimas en una situación de desequilibrio e inestabilidad.
Se colocan en una situación de incertidumbre que causa angustia, ansiedad y temor en la víctima. Las
somete a su dependencia y condiciona su vida en todos los sentidos.
Dado que las únicas situaciones posibles son rebelarse o aceptarlo y la rebelión puede traer
consecuencias desagradables, la opción menos mala es la que puede llevar a la víctima al Síndrome de
Estocolmo.
8
SINDROME DE ESTOCOLMO
Las reacciones que forman parte de dicho síndrome se consideran una de las múltiples respuestas
emocionales que un individuo puede presentar a raíz de la vulnerabilidad e indefensión producida
durante el cautiverio.
Es una respuesta poco usual pero necesariamente ha de conocerse y comprenderse, dado que muchas
veces se ha tergiversado denominándola y considerándola como una enfermedad.
Al ser liberadas, la imposibilidad de identificarse como víctimas ante lo sucedido y los sentimientos de
comprensión hacia el captor muestra la disociación propia de este fenómeno.
Suelen sentirse agradecidas a sus captores, por lo vivido durante el cautiverio, por no haberse
comportado de manera agresiva con ellas y acaban mostrándose simpáticas y agradables con ellos.
Al no haberse comportado ‘cruelmente’ con las víctimas y el aislamiento al que han estado sometidas,
hace que éstas vean el mundo a través de los ojos del captor y pueden incluso compartir intereses
comunes después de pasar tiempo juntos. La víctima acaba desarrollando una dependencia emocional
hacia él.
Suele resultar algo que preocupa excesivamente a las familias de individuos que han pasado por una
situación de cautiverio y muchos se preguntan si algunos sentimientos de gratitud hacia el captor
forman parte de dicha sintomatología y el individuo está “enfermo”.
Si durante el cautiverio alguien ha tenido algún gesto de ayuda hacia ellos lo recuerdan especialmente
porque bajo dichas circunstancias, los gestos amables se reciben con alivio y gratitud.
9
SINDROME DE ESTOCOLMO
Por tanto, es un mecanismo defensivo inconsciente que tiene la víctima al no poder responder a la
situación de agresión en la que se encuentra, defendiéndose así de una situación que no puede ‘digerir’
y para evitar un shock emocional.
Comienza a establecer un vínculo con el agresor y se identifica con él, lo comprende, le tiene simpatía y
le muestra cariño y agrado.
Se debe aclarar que es algo que la víctima siente y percibe y cree que es una forma de pensar lícita y
razonable.
Son las personas externas a ella quienes ven irracional los sentimientos o actitudes que muestra para
comprender y disculpar los actos de los captores.
(Meluk, 2009)
Les permitió modificar su personalidad, su sistema de valores, aunque no justifiquen ni defiendan las
motivaciones que llevaron a los secuestradores a llevar tales acciones.
Es importante destacar que el encubrimiento que puede realizar la víctima no se debe al temor por las
represalias, es algo más propio de la esfera afectiva, de agradecimiento.
10
SINDROME DE ESTOCOLMO
5.1 CARACTERÍSTICAS QUE SON CENTRALES:
“Además, las personas con Síndrome de Estocolmo tienen otros síntomas, similares a personas
diagnosticadas de Trastorno de Estrés Postraumático: problemas de sueño como insomnio, dificultades
de concentración, mayor capacidad de alerta, sensación de irrealidad, anhedonia.” (Abardía)
11
SINDROME DE ESTOCOLMO
Las víctimas del Síndrome de Estocolmo requieren de asistencia psicológica y psiquiátrica para
poder recordar y reelaborar la situación vivida, las consecuencias que hayan podido derivarse
de esa experiencia, así como trabajar con los distintos mecanismos de defensa que la persona
ha puesto en práctica.
Hay que tener en cuenta cómo funciona la memoria, que es selectiva y que sus huellas se
modifican con el paso del tiempo.
A veces, tras ser la víctima liberada después de un periodo de tiempo, puede encontrar difícil
separarse de su captor.
Puede pasar mucho tiempo hasta que la persona se recupere de las secuelas de la situación
vivida.
Muchos de los profesionales que tratan con este tipo de víctimas diagnostican a estos pacientes
de algunos trastornos como Trastorno de Estrés agudo o Trastorno de estrés postraumático
(TEPT) cuando los evalúan.
El tratamiento utilizado es el mismo que el que se utiliza para el tratamiento del TEPT,
combinando la farmacoterapia con la psicoterapia.
Por último, cabe destacar que dicho fenómeno resulta bastante interesante desde el punto de
vista psicológico, de modo que los comportamientos que subyacen a este “síndrome” deben
13
SINDROME DE ESTOCOLMO
ser estudiados e investigados con más detalle por aquellas personas que estudian la
victimología, para poder arrojar un poco más de luz en todo lo que lo rodea.
Además, desde el punto de vista social también es importante por los daños colaterales que
puede traer para la sociedad. El hecho de simular olvidos, no reconocer a los agresores (voz,
vestimenta, fisionomía…) puede dificultar las investigaciones. (Auerbach, S, Kiesler, D., Strentz,
T., & Schmidt, J., 1994)
14
SINDROME DE ESTOCOLMO
VI. RESUMEN
“El término existe desde 1973, cuando al intentar asaltar un banco, el secuestrador tomó
cuatro rehenes que lo protegieron, para evitar ser atacados por la policía. Terminaron siendo
cautivos del raptor y además convertidos en sus colaboradores. Posteriormente, en 1974, el
término adquirió más notoriedad, al ser secuestrada Patricia Hearst, nieta del magnate William
Randoph Hearst. Ya liberada se unió a sus secuestradores, ayudándolos a realizar, portando un
rifle de asalto, el robo de un banco. Tomó el nombre de Tania, en homenaje a la guerrillera
argentina Tamara Bunke, amiga del Che Guevara, en Bolivia. Posteriormente se enamoró de
uno de sus secuestradores.” (Muñoz, 2013)
VII. ANEXOS
16
SINDROME DE ESTOCOLMO
17
SINDROME DE ESTOCOLMO
VIII. BIBLIOGRAFIA
Auerbach, S, Kiesler, D., Strentz, T., & Schmidt, J. (1994). Interpersonal impacts and adjustment
to the stress of simulated captivity: an empirical test of the Stockholm Syndrome. Journal
of Social and Clinical . Estocolmo.
Gomez , R., Hernandez , B., & Rojas Urrego. (s.f.). Psiquiatria Clinica (Vol. 3). Panamerica.
Pereira, A. (2006). El síndrome de Estocolmo (Vol. Volumen 5086 de Literatura (Alianza)). (A.
Editorial, Ed.) España: Alianza Editorial.