El ADN misionero de Dios

Juan 20:19-23
19
Ese domingo, al atardecer,[a] los discípulos estaban reunidos con
las puertas bien cerradas porque tenían miedo de los líderes judíos.
De pronto, ¡Jesús estaba de pie en medio de ellos! «La paz sea con
ustedes», dijo. 20 Mientras hablaba, les mostró las heridas de sus
manos y su costado. ¡Ellos se llenaron de alegría cuando vieron al
Señor! 21 Una vez más les dijo: «La paz sea con ustedes. Como el
Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes». 22 Entonces sopló
sobre ellos y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo».

Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes

Todos nosotros, los cristianos, somos llamados a hacer misiones
(*a cumplir la misión que Dios nos encomendó aquí en la Tierra)
Sí, es cierto que todos nosotros somos llamados por Dios.

Pero claro, hay una diferencia, y la diferencia es:

¿Cómo es que cada uno de nosotros vamos a responder a ese
llamado?

Dios tiene una misión. Algunos teóricos dicen la Misio Dey, o sea:
la misión de Dios, así que Él tiene una misión y entregó esa misma
misión a su hijo.

Es lo que podemos observar en esa conversación entre Jesús y sus

discípulos.
O sea, Jesús a su vez entrega a sus discípulos la misma misión que
el padre le dio, es decir, a todos sus seguidores y eso nos incluye a
nosotros también.

A mí, en lo personal… me gusta la expresión: misión de Dios,

Más que la palabra misiones, me gusta pensar en el concepto

‘misión’, porque muchos interpretan que misiones es un concepto
que tiene que ver solamente con los misioneros,

O sea, creen que para que acontezca la misión se hace necesario un

profesional de misiones, alguien que viviendo como misionero a
tiempo integral, sea el único responsable de llevar el mensaje de
salvación,

Ya sea a otra nación o a otro pueblo, a otra cultura, o sea, creen que
es una tarea exclusivamente a cargo de un misionero.

Pero cuando pensamos en Dios enviando a Jesús, y en Jesús a su

vez enviando a sus discípulos, exactamente como pasó en la
conversación entre ellos, podemos ver que nuestra visión se amplía:

A ver… cuando Jesús aparece a sus discípulos, él podría haber

hecho muchas cosas, podría haber compartido cosas sobre el cielo,
o el inferno, compartir de los milagros, o quizás las cosas
maravillosas que estaban por venir, ¡pero no!

Él decide ocupar este momento para entregar la continuidad de su

misión a sus seguidores.
Darles la misio dey o la misión de Dios.

Me gusta aun ir un poco más allá en mi pensamiento:

¿Cómo sería si Jesús hubiera hecho esa misma pregunta, pero con
una sola frase?:

A ver… - yo los envío a ustedes

solamente eso: yo los envío a ustedes

¿Cómo hubiera sido?

¿Sería distinto, cierto?
Pero Jesús no solamente hizo la pregunta, entregándoles su misión,
sino que la hizo conformada por dos frases

Dos argumentos muy importantes:

Yo los envió a ustedes. Así como el padre me envió a mí

O sea, yo estoy haciendo con cada uno de ustedes lo mismo que mi
padre hizo conmigo, lo mismo que el Señor me ordenó a mí, yo ahora
se los ordeno a ustedes.

Mi padre me envió

Cuando veo esa frase de Jesús, me imagino que… hubo una

conversación en el cielo entre ellos y en esta conversación… me
imagino cuando Dios informa la decisión de enviar a Jesús.
Y después, eso pasa de nuevo, ahora acá en la tierra.
Jesús, momentos antes de ascender al cielo, hace lo mismo con sus
discípulos.

Así como el padre me envió a mí, yo ahora deseo, anhelo, enviarles

a ustedes.

Jesús desea compartir su misión con cada uno de nosotros.

Es por eso por lo que yo creo que todos nosotros tenemos que estar
involucrado con la misión de Dios.

Alrededor del Mundo

En misiones, alrededor del mundo, vemos un gran avance de esa

misión dey, por todas las partes.

Yo vengo de un país muy conocido por ser un país de misioneros.

Incluso Brasil muchas veces fue nombrado “granero de misioneros”.
Hay misioneros brasileños en casi todas las partes del mundo.

Un estudio realizado por el Centro Mundial para el Estudio del

Cristianismo (CSGC) reveló que Brasil es el segundo país con más
misioneros en el mundo, perdiendo sólo para Estados Unidos.

Muchos misioneros han dejado sus países para evangelizar en

otras partes del mundo, pero eso pasa no solamente en Brasil sino
también en Estados Unidos, Francia, España, Corea del Sur y
Chile.
Cuando nosotros participamos con mi esposa en un desayuno
misionero en Valparaíso

Nos enteramos que hay misioneros chilenos esparcidos por lugares

muy distantes, jóvenes y familias enteras involucradas en misiones
transculturales.

Sí, hay hermanos nuestros anunciando el evangelio, en lugares

donde hablar de Jesús tiene un precio, el precio de estar solo, de
ser rechazado, de no saber lo que se va a comer, de no ser
comprendido e incluso el mismo el precio de la muerte.

La necesidad que existe actualmente

Pero, aunque existan muchos hermanos involucrados en la misión

de Dios, en verdad eso no representa mucho cerca de la necesidad
que existe actualmente.

Las estadísticas dicen que hay sólo un 8% de fuerza misionera

mundial;
Hay 100 millones de niños viviendo en las calles, y por cada 5
nacidos, 2 son abortadas
Hay 19 millones de refugiados a causa de guerras y conflictos;
Hay 22 millones de prostitutas;
Hay 520 millones de personas en condiciones subhumanas;
En el mundo existen 8.000 pueblos aún no alcanzados por el
evangelio,

Hay mucho, mucho que hacer.

India por ejemplo, posee 600.000 ciudades y pueblos.
Sin embargo, 500.000 (quinientos mil) no poseen misioneros.
En China hay 500.000.000 (quinientos millones de) personas que
nunca han oído hablar de Jesús.
En la última estadística, se calculó que mueren 85.000 (ochenta y
cinco mil) personas en el mundo al día, sin haber escuchado sobre
Jesús.
Y las estadísticas dicen que menos del 1% (uno por ciento) de las
finanzas de los cristianos son invertido en misiones.
1% (uno por ciento) hermanos, solamente 1% (uno por ciento) de
las finanzas de los cristianos son invertidas en misiones.

Pero tal vez muchos de ustedes ahora mismo pueden estarse

preguntando:

¿Y por qué debo yo involucrarme con misiones?

Además de ser un llamado de Jesús a todos sus discípulos, como

vimos en el texto, como vimos en la última conversación que tuvo
Jesús con sus discípulos, cuando Él compartió el deseo de su
corazón para nuestras vidas, además de eso…

Creo que debemos estar involucrados en la misión de Dios porque

eso significa tener en el corazón el deseo de que Jesús pronto
venga a buscarnos.

Y yo creo en esto por lo que está en las Escrituras. Veamos:

Mateo 24:14
14
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como
testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

Y entonces vendrá el fin

¿Qué es lo que estamos esperando hermanos?

¿Que venga el fin, cierto?

Que venga Jesús a buscarnos. Y llevarnos de vuelta a casa a

nuestra morada eterna. Nuestra verdadera casa.

Pero él mismo está diciendo:

“Cuando este evangelio sea predicado en todo el mundo… como

consecuencia vendrá el fin.”

La razón por la cual digo que nosotros debemos estar involucrados

con misiones es esta maravillosa promesa de Dios:

El fin vendrá cuando el evangelio sea predicado en todas las partes

del mundo.

Entonces la pregunta es:

¿Que estoy haciendo yo para que venga el fin?
¿Que estoy haciendo yo para, para que esa misión de Dios se
cumpla pronto?
Miren estas imágenes

PUEBLOS NO ALCANZADOS.

Los departamentos de estadísticas calculan que la lista de los

pueblos "no alcanzados", o sea, de las personas que nunca tuvieron
la oportunidad de escuchar acerca de Jesús y de la salvación, es
una lista inmensa.

Pasa en todos los continentes, grandes metrópolis, aldeas y tribus.

No sólo en lugares de difícil acceso, como la mayoría de nosotros
nos imagina.

Algunas veces, es posible encontrar grupos enteros aislados por

barreras idiomáticas o culturales.

En Chiloé nosotros con mi esposa nos enteramos de esa triste

realidad.
Acá mismo, en el sur de chile, existen pueblos menos alcanzados.
Islas con gente que aún no ha escuchado el evangelio de la
salvación. Aislados, muchos pueblos siguen sin el hermoso regalo
de Dios que es la vida eterna.

Las historias

Pero además de estos datos me gustaría compartir un

acontecimiento sobrenatural que ha pasado hace ya hace algún
tiempo.
Jesús, el mismo Jesús, se está manifestando de forma sobrenatural
para muchos de estos pueblos no alcanzados o menos alcanzados.
¿Sabían ustedes?
¿Ya habían escuchados historias de aparición de Jesús?
Me gustaría invitar a la Vane para poder compartir una de esas
manifestaciones, que pasó con los musulmanes.

Relatos de las apariciones de Jesús

Tuaregs
Un grupo de misioneros estaba en misiones por el desierto del
Sahara en una misión. La misión era hablar de Jesús a un pueblo
llamado Tuaregs, ese pueblo en su mayoría es islámico y todos
nunca habían oído hablar de Jesús. La estrategia de este grupo de
misioneros era pasar una película sobre la vida de Jesús y luego
discipularlos viviendo con ellos durante tres años, tenían un
proyector de películas que funcionaba con energía solar y también
mucha valentía para hacerlo, ya que se trataba de un pueblo
islámico.
Como se trataba de una película de ficción, cuando la película ya
estaba por la mitad, la gente se dispersó y salió de sus lugares y
empezaron a conversar una con otras. Uno de los líderes de los
misioneros fue para tratar de entender lo que estaba pasando y la
gente le decía:
- Ya conocemos esta historia, esa es la historia de Yeshua
Yeshua en hebreo es lo mismo que Jesús
Los misioneros se quedaron sin saber qué decir, y preguntaron:
¿Cómo saben esta historia, quién les contó la historia de Yeshua a
ustedes?
 - Él... el propio Yeshua nos contó sus historias, y ayudó a sanar a
muchas personas que estaban enfermas aquí, le gustaba comer
nuestra comida, y dijo que un grupo de hermanas suyas iba a venir
a enseñar otras historias de un libro que habla de su Padre .
Hoy, ese grupo está sano, perseguido por los radicales Islámicos,
pero ellos saben esconderse en el desierto y han contado esa
historia

Sí hermanos, Dios continúa manifestándose.

De la misma manera como sucedió en el Libro de los Hechos
cuando Jesús apareció en el camino a Damasco a Saulo de Tarso,

Dios sigue obrando.

Dios está en misión.

Jesús está en misión.

Yo creo incluso que Dios puede actuar sin nosotros, pero él cuenta
con nosotros y eso debería ser considerado un gran privilegio.

Es nuestro privilegio coparticipar de la obra de Salvación, de amor

por los que están perdidos sin Cristo.

Es nuestro privilegio cumplir la tarea para que pronto venga el fin.

Para terminar, tengo una pregunta:

¿Cómo podemos nosotros, discípulos de Jesús, formar parte de
esta misión?

¿Cómo podemos, cada uno de nosotros, estar involucrados con la

Misión de Dios?

Fue haciéndome esta respuesta, y de todo lo que leí, oí y que me

enseñaron y que también viví, que hoy he llegado a creer que, hay
varias formas de responder al llamado de Jesús:
Yendo, enviando y orando.
Obvio que orar por misiones y por los misioneros es para todos.
Pero creo que cuando uno empieza verdaderamente a hacer esta
pregunta en profundidad para Dios, creo que Él contesta, de modo
personal a cada uno cuál debería ser nuestra participación en su
misión, la misión de salvación.
¿Y saben por qué hermanos?
Porque eso es nuestro ADN en Dios.
Hay una canción donde un cantante dice que estaba adorando a
Dios y le hizo una pregunta:
Él preguntó:
Padre muéstrame tu corazón
Muéstrame cómo es el latido de tu corazón
¿O sea, por qué cosas late tu corazón?
Y Dios le mostró a él: los pueblos, los pueblos, los pueblos…
¿Por qué?
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que nos envió a su hijo,
como un regalo, para que nadie se pierda, pero tengan vida eterna.
“Dios sólo tuvo un hijo y éste fue misionero.”
Nuestro corazón tiene que reflejar a Jesús, quien también se
involucró con la misión de Dios.
Nuestro corazón tiene que demostrar el ADN de Dios.
No podemos retener la única salvación para este mundo.
No podemos dejar de predicar a las personas.
Entonces hoy estoy aquí para motivarte para entrar en ese proceso
de empezar a preguntar a Dios, ¿cómo puedo hacerme parte en la
misión de Dios? Ya sea yendo como un misionero, sea orando por
los misioneros, o enviando con tus finanzas al sostener a los
misioneros.
Que en nuestras vidas tengamos el privilegio de coparticipar de la
hermosa misión que nos entregó Jesús, a nosotros, sus discípulos.

Él nos dijo:
Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
La paz sea con ustedes.
Amén.

Oremos.