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UNIDAD VII

A. Presupuestos de geografía e historia de España en los siglos XII y XIII.


Geografía de los dominios territoriales de los reinos cristianos e historia de la
Reconquista hasta fines del siglo XIII. Alfonso VI y la ganancia de Toledo. Rodrigo
Díaz de Vivar y la ganancia de Valencia. Efectos en España de la Reforma Cluniacense.
Nuevas invasiones islámicas: almorávides y almohades. Ganancia de Sevilla por
Fernando II el Santo. Reinado de Alfonso X el Sabio: universidad de los estudios y
florecimiento de la cultura romance.

B. El castellano en los siglos XII y XIII temprano.


Primera literatura castellana conservada: el Cantar de Mio Çid. Controversia sobre la
constitución del códice. Datación del códice y datación de la lengua. Carácter dialectal
del castellano del códice. Grafía, fonética, morfología, sintaxis y léxico del texto del
códice del Cantar. La lengua juglaresca. Surgimiento de la literatura clerical castellana:
el mester de clerecía. La obra de Gonzalo de Berceo. Carácter dialectal del castellano de
la obra de Berceo. Grafía, fonética, morfología, sintaxis y léxico de los textos de la obra
de Berceo. La renovación latinizante de Berceo. Galicismo léxico, sintáctico y fonético
en la lengua castellana de este período. Occitanismos.
A. Presupuestos de geografía e historia de España en los siglos XII y XIII.

Geografía de los dominios territoriales de los reinos cristianos e historia de la


Reconquista hasta fines del siglo XIII.

Etapas de la reconquista:
-Fijación de la frontera del reino asturiano en el Arlanzón y el curso medio y bajo de
Duero. Se logra a principios del s. X
-León y Castilla rebasan la Cordillera Central y ocupan la cuenca del Tajo. Toledo se
reconquista en 1085. Reconquista de Zaragoza en 1118.
-Dominio Castellano-Leonés del valle del Guadiana y de los pasos de Sierra Morena.
Batalla de las Navas de Tolosa (1212)
-Ocupación del valle del Guadalquivir por Fernando III de Castilla (1252) y de
Valencia, y las Baleares por Jaime I de Aragón (1276). Quedará un reducto musulmán
en Granada hasta 1492.
Entre los años 718 y 1230 se forman los principales núcleos cristianos en la península
en los reinos de Castilla, Portugal, la Corona de Aragón y Navarra.
En el siglo XIII, se produce un gran avance cristiano, la expansión catalana por el
Mediterráneo y la unión de Castilla con León.

Alfonso VI y la ganancia de Toledo. Efectos en España de la Reforma Cluniacense.


Nuevas invasiones islámicas: almorávides y almohades.

Alfonso VI (1040-1109), rey de León y Galicia (1069-1109) y de Castilla y León (1072-


1109). Hijo de Fernando I el Grande, rey de Castilla y de León (1035-1065). En 1065
recibió la Corona de León por voluntad de su padre.
Los primeros años de su reinado se caracterizaron por las luchas fratricidas
que se desencadenaron tras la muerte de su madre, la reina Sancha (1067). La muerte de
su hermano Sancho II de Castilla (1065-1072), que se había hecho con la Corona
leonesa, le permitió recuperar su trono y reclamar para sí el de Castilla. En este
momento se sitúa la jura exculpatoria de su posible participación en la muerte de
Sancho, que le tomó El Cid a Alfonso en la iglesia de Santa Gadea de Burgos. Para
evitar una nueva lucha fratricida encarceló a su hermano García, privándole de su reino
de Galicia. A partir de este momento se dedicó a engrandecer sus territorios,
fundamentalmente a costa de los musulmanes, combinando la presión militar y la
extorsión económica.
En 1076 anexiona La Rioja. El 25 de mayo de 1085, y después de un largo
asedio, conquistó Toledo. Este triunfo significó la incorporación a su reino de la tierra
situada entre el sistema Central y el Tajo. Tras esta victoria, el monarca se tituló
emperador de las dos religiones, y como gesto ante la importante población
musulmana de la ciudad se compromete, además de respetar las propiedades de estos, a
reservarles la mezquita mayor para su culto. Los reyes taifas, que se vieron acorralados
por la presión castellana, decidieron pedir ayuda a los almorávides. Alfonso solicitó
a los reinos cristianos de Europa la organización de una cruzada contra los
almorávides que habían recuperado casi todos los territorios que Alfonso había
conquistado, con la excepción de Toledo, ciudad en la que Alfonso se hacía fuerte. El
emir Yusuf ben Tasufin consiguió vencer a Alfonso VI en Sagrajas, cerca de Badajoz
(1086). Se producen un cuarto desembarcos almorávides. En 1102, Alfonso envía
tropas en auxilio de Valencia frente a la amenaza almorávide. La ciudad había sido
conquistada en 1094 por El Cid. El monarca castellano-leonés volvería a ser derrotado
en Uclés (1108) donde además morirá el hijo de Zaida, Sancho, su único hijo varón. La
Corona terminaría por ello en manos de la infanta doña Urraca.
En el terreno cultural Alfonso VI fomentó la seguridad del Camino de
Santiago e impulsó la introducción de la reforma cluniacense en los monasterios
castellano-leoneses. El monarca sustituyó la liturgia mozárabe o toledana por la
romana.

Rodrigo Díaz de Vivar y la ganancia de Valencia.

En otoño de 1092 se vio obligado a pensar en el asalto a Valencia, perdida tras


la muerte de su protegido por querellas internas entre los moros; puso sitio a la ciudad
y, finalmente, entró en ella y la conquistó el 15 de junio de 1094. A partir de ese
momento, adoptó el título de príncipe Rodrigo el Campeador, y podría ser este otro
(anteriormente fue general en jefe del ejército de la Taifa de Zaragoza, y sus guerreros
pudieron muy bien aplicarle el apelativo de meu sidi), el momento cuando se le aplicó el
título de Mio Cid, pues fue efectivamente señor de muchas fortalezas de alcaides
musulmanes en tierras de Levante.
Establecido ya en Valencia, se alió con Pedro I de Aragón y con Ramón
Berenguer III con el propósito de frenar conjuntamente el empuje almorávide. Las
alianzas militares se reforzaron con matrimonios. Una hija suya, María, casó con
Ramón Berenguer III, y su otra hija, Cristina, con el infante Ramiro Sánchez de
Navarra.
A comienzos del año 1097, los almorávides atacaron el territorio valenciano.
Pedro I de Aragón acudió en auxilio del Cid y, juntos, vencieron a los musulmanes.
Ese mismo año, Rodrigo envió a su único hijo varón, Diego Rodríguez, a luchar junto a
Alfonso VI contra los almorávides; las tropas de Alfonso VI fueron derrotadas y Diego
perdió la vida en la Batalla de Consuegra.

Ganancia de Sevilla por Fernando II el Santo.

En 1248, Sevilla se incorporó a la cristiana Corona de Castilla y León, al ser


conquistada bajo el reinado de Fernando III. A partir de entonces Sevilla, repoblada por
la aristocracia castellana, como capital del Reino de Sevilla fue una de las ciudades con
voto en cortes y alojó la corte itinerante en numerosas ocasiones. Durante la Baja Edad
Media la ciudad, su puerto y su activa colonia de mercaderes genoveses se situaron en
una posición periférica pero importante en el comercio internacional europeo.

Reinado de Alfonso X el Sabio: universidad de los estudios y florecimiento de la


cultura romance.

Fernando III consigue la unión definitiva de Castilla y León en el año 1230.


Bajo su reinado conquistó las ciudades de Córdoba (1236), Sevilla (1248), incorporó el
reino de Murcia y firmó la paz con Jaime I de Aragón en el Tratado de Almizra. Su hijo,
el rey Alfonso X, continuó con la labor emprendida por su padre, aunque los éxitos
militares fueron más bien escasos.

Castilla fue el nombre dado a una zona situada al sur de la cordillera cántabra
que se caracterizó por su número de fortalezas o castillos que servían como defensa de
las constantes luchas en la reconquista. El castellano se constituye, en palabras de
García de Diego, en un complejo dialectal pues aglutina numerosos rasgos de sus
dialectos o lenguas vecinas. En el siglo XIII el castellano es declarado lengua oficial
de la Corte de Fernando III, y con Alfonso X los documentos públicos ya se redactan en
esta lengua.
El comienzo de la producción literaria se sitúa entre los siglos XII y XIII.
Las primeras manifestaciones del romance español las encontramos en unas
cancioncillas líricas de procedencia arábiga llamadas moaxahas en las que se añadían
algunas palabras o versos en romance. Mucho debe el español medieval a la aportación
que los poetas y narradores hicieron a través de los primeros textos literarios. La
tradición literaria hispánica habla de dos “escuelas” medievales: por un lado están los
escritores enmarcados dentro del “Mester de Juglaría”, obras muchas de ellas
anónimas que contaban las hazañas de los héroes medievales (por ejemplo, El Cantar
de Mio Cid) y, por otra, el “Mester de Clerecía”, la “primera escuela de escritores
sabios” (Berceo, Alfonso X, Don Juan Manuel, Juan Ruiz, Canciller Pero López de
Ayala, Marqués de Santillana, Juan de Mena, Jorge Manrique,…). La mayoría de estos
escritores escribía en romance, sin embargo conocía el latín y aportó un buen número
de cultismos a la lengua de la época (dulcíssimo, convivio, exilio, lapidar, malicia,
ídolo, vicario, prólogo, licencia, versificar, qualidad, femenino,…).
Los primeros textos de prosa castellana son fueros y documentos notariales
en los que no hay una voluntad literaria, aunque sí un apego a la tradición latina que, sin
embargo, irá desapareciendo poco a poco con la aparición de obras históricas (Cronicón
Villarense, Liber Regum, Anales Toledanos Primeros) o religiosas (Los diez
Mandamientos), traducciones como el Calila e Dimna (1251), el Libro de la nobleza o
lealtad, Poridat de las poridades, El Bonium o Bocados de Oro… Al primer tercio del
siglo XIII se data una importante obra medieval: La Fazienda de Ultramar de Almerich.
La época que inaugura el reinado de Alfonso X (1252-1284) es de gran
importancia para la historia de la lengua y la cultura españolas. La Corte de Toledo
albergará a hombres de ciencia –cristianos, judíos y árabes mayormente– que tienen
como objetivo común la traducción de textos latinos, árabes, hebreos, de lenguas
orientales… La labor de Alfonso X no sólo radica en la traducción, sino que, como
consecuencia de ella, es el primero en darle forma a la “prosa castellana”,
haciéndola rica y sentando las bases del modelo lingüístico medieval. Junto con los
aragonesismos, occitanismos y arcaísmos en algunas de sus obras, la nómina de
elementos de relación se amplía enormemente con la adopción de conjunciones
subordinantes (como quier, aun que…). El léxico se ensancha y adquiere nuevos
matices provocados por el efecto de la traducción, que ocasionó la creación de
neologismos, entrada de cultismos, tecnicismos, préstamos, etc. La obra alfonsí es muy
extensa y variada: libros religiosos (Cantigas, escritas en gallego-portugués), jurídicos
(Siete Partidas), historias nacionales (Primera Crónica General) y universales (General
Estoria), astronómicos (Saber de astronomía), mineralógicos (Lapidario) o lúdicos
(Libro de ajedrez).
Alfonso X pronto mostró interés por establecer un modelo idiomático
común (se habla de su preocupación por la “corrección” constante de sus escritos) y
para ello acuñó el concepto de “castellano drecho” (castellano derecho, correcto). Este
modelo idiomático convertía a Toledo en centro cultural y lingüístico de la España
medieval, de tal manera que era la referencia para el uso del “buen hablar”. Surge desde
el siglo XIII el primer concepto de “norma lingüística” amparada por una ciudad/región,
una literatura que empezaba a alcanzar cosas importantes, así como por una clase social
que se sentía heredera y modelo de la tradición hispánica. La preeminencia del habla
toledana “parece” que estuvo avalada por una disposición legal que el Rey pudo haber
dado a la ciudad de Toledo en las Cortes que celebró en 1254, aunque de este particular
no nos haya llegado ninguna constatación por escrito. La normalización lingüística
emprendida por Alfonso X trajo como consecuencia también el primer intento de
regularización ortográfica (se habla del “sistema alfonsí”).

A la complejidad lingüística hay que sumar el hecho de que Alfonso X contase


con colaboradores de diversa procedencia, hasta el punto de llegar a ser el
plurilingüismo una característica de su corte. El monarca impulsó la “reforma
alfonsí”, derivada de la necesidad de crear una lengua castellana general
normalizada que pudiera llegar a superponerse a tan notable heterogeneidad.
Lapesa ha señalado la existencia de dos normas bien diferenciadas en el castellano de
época alfonsí: el castellano coiné, en el que habrían confluido la influencia semítica y
franca, representado por el lenguaje épico del Cantar de Mio Çid y del Roncesvalles, el
clerical de Berceo, el Apolonio y el Alexandre, el juglaresco de la Razón de Amor, la
prosa de la Fazienda de Ultramar y multitud de documentos notariales; y el castellano
drecho o coiné castellana, que respondía en general al gusto de Burgos, con ciertas
concesiones a la lengua de Toledo y de León. Esta koiné castellana, que se ha
convertido después en la lengua de toda la comunidad hispánica, no ha recibido de iure
el estatuto de oficialidad hasta el siglo XX, si bien ha sido de facto lengua oficial desde
el siglo XIII. A partir de la reforma alfonsí la grafía quedó sólidamente establecida,
la sintaxis se hizo más elaborada, ordenada y compleja, y el léxico se vio
enriquecido por vocabulario técnico de base castellana, árabe y latina.
B. El castellano en los siglos XII y XIII temprano o castellano arcaico

Fuentes de este castellano: las que ya conocemos + una literatura cada vez más
abundante e interesante.
En sus primeras manifestaciones literarias, interesa cómo el castellano
manifiesta una extraordinaria fusión de dialectos hispánicos. El Reino de Castilla está
compuesto por zonas que pertenecieron a otros reinos. El castellano se constituye
entonces en un complejo dialectal que aglutina numerosos rasgos de sus dialectos o
lenguas vecinos. (gallego-portugués, leonés, navarro-aragonés, vasco, catalán).
El influjo de los dialectos en la composición de esos textos literarios + un
influjo extra pirenaico, debido a la expansión francesa y occitana del siglo XII y XII,
manifiesto en la lengua mixta castellano-francesa en que se escribieron los fueros de
distintas ciudades (= constitución de una ciudad particular).

- Auto de los Reyes Magos: procede del siglo XII. Tiene lengua mixta castellana
y mozárabe toledana + rasgos del gascón (lengua del grupo de las lenguas
occitanas localizada en la Antigua Aquitania). “Auto” es sinónimo de “acto”
(obra de teatro).
- Cantar del Mio Cid: no es un puro castellano, sino castellano + elementos del
extremo de Soria, que antes de pertenecer a castilla tenía un gran sustrato
navarro-aragonés
- La disputa del alma y el cuerpo: está compuesto del castellano del norte de
Burgos mezclado con un dialecto no identificado, con rasgos extremeños.
Sabemos que Berceo escribe en castellano pero con incorporación de abundantes
riojanismos (emparentados con los aragoneses)
- La razón del amor: 1205, tiene como texto básico el aragonés, mezclado con
castellano
- La vida de Santa María Egipciaca están compuestos básicamente en
- El libro de los tres reyes de Oriente castellano pero con incorporaciones
- Libro de Apolonio de aragonesismos
- El libro de Alexandre: se conserva en dos versiones lingüísticamente
diferentes: a) castellano + leonés; b) castellano + aragonés
Vemos que a medida que avanza la literatura medieval castellana, se va
despojando de los dialectos y va forjando su autonomía, con la solución de compromiso,
es decir, aceptando rasgos no castellanos, principalmente los que le aporta la lengua de
Toledo.

RASGOS FONÉTICOS

Se caracteriza por la fluctuación.


1) Carencia de seguridad fonética: la misma palabra puede representarse de diferente
modo por causa de esta vacilación:
Limite > limde
Limbde
Linde (la forma q se impone)
Comité (de comes, itis) > comde
Conde
Cuende
Cuemde
Iudicare > judgar
Jubdar
Juzgar
Septimara > setmana
Semana
¿En qué medida se pronunciaban diferente estas palabras? ¿Hasta qué punto
estas escrituras no respondían a un instinto de reflejar la lengua latina pero no se
pronunciaban como se escribían? Es muy difícil de resolver.
2) Conservación o no de la e final detrás de determinadas consonantes: r, s, l, n, z
(sonora), d: podemos encontrar de modo arcaizante u occidentalizante señore, pero la
forma normal es señor. Lo mismo para sole-sol, sone-son. Alterna entre la conservación
y la no conservación.
3) Relajación de la sílaba final por pérdida de la vocal final: nube, nueve, noche
también aparecen como nuf, nuef, noch. Pero también el proceso inverso: caída la vocal
final, la consonante se refuerza: Rodrigo > Rodric. Si es refuerzo u otra cosa no se
puede precisar tan fácilmente: Diago > Diac, verdad > verdat, sabed > sabet
4) Conservación de la / t / o / d / de la desinencia verbal de 3º persona: exid (sale),
fagat (en las glosas).
5) La fluctuación vocálica de las palabras: melior > mejor/ mijor; menguar/menguar,
cobdicia/cubdicia
6) La fluctuación consonántica: lleno por el fenómeno de dilación lleño
7) El apócope de los pronombres personales átonos enclíticos (los pronombres
enclíticos se apocopan apoyados en elemento anterior): una feridal dava o una ferida.l
dava (apócope de la e final). Lapesa formuló la tesis según la cual hay una relación de
proporcionalidad directa entre la antigüedad de un texto castellano medieval y la
modernidad de acuerdo con el número de apócopes de los textos: a mayor cantidad de
apócopes, mayor antigüedad del texto; a menor cantidad de apócopes, más modernidad
del texto. Pero hoy esto se discute; porque los textos sobre los que Lapesa dijo esto no
estaban bien editados.
8) Las aglomeraciones de morfemas en virtud de hechos fonéticos:
Gelo (= se lo)
Vedallo (= vedarlo)
Toveldo (= tove –pretérito perfecto de tener- te lo = tuve te lo)
9) Sandhi (asimilación de la vocal final a inicial):
- el femenino: en vez de doña Elvira, para evitar el encuentro de vocales, doña muda en
don Elvira
- multum: recibe diferentes formas según los contextos: + vocal: much amigo; +
consonante: muy bueno.
- Nombres propios seguidos de sus patronímicos suelen abreviarse: Martino +
patronímico > Martín

RASGOS MORFOLÓGICOS
Es notablemente irregular por diferentes causas: 1) por vacilaciones; 2) por
fonética: evoluciona rápidamente y el sistema morfológico no puede regularizarse.
1) En los verbos es frecuente la mutación de las vocales radicales o de las consonantes
radicales:
- Tañer: 1º presente MI: tango
2º tañes / tanzes
3º tañe / tanze
- Pretérito perfecto del verbo venir: 1º vine
2º viniste / veniste
3º veno (menos frecuente: vino)
2) Conviven abundantes casos de pretérito perfectos fuertes y participios fuertes con
pretéritos perfectos débiles y participios débiles: Ceñir: pp. Cinxe; part. Cinto. En la
Primera Crónica General: prendar: pp. priso, part. Preso, y el participio es doble:
prendido (débil), preso (fuerte)
3) Los participios débiles (que tienen / d / en su sufijo) se realizan de diferentes modos:
Ascondido / ascondudo; prendido / prendudo (esa / u / se explica por analogía con los
adjetivos de origen verbal en / u /)
4) Las desinencias varían:
- imperfecto modo indicativo: puede tener diferentes formas: dizía, dizíe, dizí, dizié
- Hay dobletes originados en paradigmas alternativos latinos convivientes: en el
perfecto del verbo ser/ ir: foste (procede de latín vg. fuste, analógico de fui, fuiste,
fuit…) convive con fueste (de fuiste, paradigma latino más regular y gramatical). Otro
ejemplo: dormimos: procede de dormimos, dormimos. Convive con durmiemos, que
procede de una forma latina: dormiimus (1º i larga, 2º i breve).
Para ejemplificar la enorme variedad de las posibilidades fonéticas en la
morfología, Lapesa da el ejemplo del perfecto 2º persona del verbo fazer (hacer), que
tiene ocho formas distintas: feziste, finiste, fizieste, fizit, fiziet, fezieste, feziest.
- En cuanto a los pronombres demostrativos, aparecen conformas como: elle (lejanía),
este (proximidad), esse (medio), son formas plenas, que se alternan con: el, est, es, y
con vocalismos final de tipo oriental: elli, esti, essi.
5) Alternancia de él y la: el espada, el una.

RASGOS SINTÁCTICOS
1) Se usa menos el artículo que en el castellano posterior y moderno:
- Suele omitirse cuando está seguido de nombre determinado. Por ejemplo: si no está
determinado leemos “los vasallos”, si está determinado, “vasallos de Mio Cid”.
Igualmente, “en el campo”, pero también “si muriéremos en campo”.
- Puede omitirse cuando se construye con nombre genérico de grupo humano, de oficio,
abstracto, colectivo, etc. Por ejemplo: “rey bien puede…” (oficio) en lugar de “el
rey…”, “moros lo reciben” (grupo humano), “amor verdadero” (abstracto), “qué alegre
era tod cristiano” (en el Cid).
2) El pronombre relativo:Qui, quae, quod > quien (para personas); quid (interrogativo)
> qué y pronombre relativo
3) El pretérito perfecto de los verbos se construye de diferente manera: puede ser simple
o perifrástico. Dentro de las perífrasis, cuando se trata de verbos intransitivos, el auxiliar
puede ser ser: “es nacido” = “ha nacido” (= que en francés e italiano). El castellano de
la Edad Media tenía más posibilidades que compartía con el francés e italiano. Si hay
complemento de lugar específico (un quo), podemos interpretar o traducir sin el
pronombre reflexivo: “él ido a Burgos” = “ha ido a Burgos” = “fue a Burgos” ( NO lo
traduce bien “se fue a Burgos”). Este auxiliar ser alterna con haber de forma creciente y
con el verbo tener en determinados casos. Por eso, a las expresiones anteriores,
corresponden en la misma lengua medieval: “ha nacido”, etc.
4) Un rasgo de la lengua antigua y que en el siglo XIII se pierde (salvo en textos
arcaizantes) es la construcción del verbo con auxiliar haber y el participio concertado
con el objeto directo: “çercados nos han”. NO es equivalente “nos tienen cercados”,
pues esto último representa un estado resultativo o estativo, mientras que “nos han
cercado” expresa más el hecho final, el perfectivo de una acción. Por eso “çercado” (el
participio) NO puede ser entendido como el predicativo objetivo. En la medida en que
fuimos ampliando el uso del predicativo objetivo, esta forma cayó.
5) Hay usos arcaizantes del participio o que pueden ser entendidos como latinismos, por
ejemplo, del participio presente: “domingo amanezient” es un ablativo absoluto,
nosotros lo construimos con un gerundio (“amaneciendo el domingo”). No podemos
sustituir por el participio presente (amaneciente) ni tampoco por “amanecido” (que da la
idea de acto perfectivo).
6) Estos participios presentes se pueden construir con auxiliares ser y estar para formar
frases verbales como “merezientes érades”, que nosotros sustituimos por
“merecedores”. Es una construcción med que aplicó su función y absorbió estos raros
casos. En efecto, ser puede usarse con adjetivos verbales terminados en –dor y las
terminaciones según género y número: “dond eran movedores” = ser movidos: moverse,
ponerse en marcha; “ser sabidos” = saber; “ser conocedor” = conocer. Ya no usamos
estas frases, sí quedó el equivalente homonímico, pero el adjetivo funciona como
predicativo subjetivo.
7) El uso del participio de forma pasiva con valor activo: “eran muy guardados”
(“guardados” equivale a “guardador”, para personas que ahorraban) = “guardaban
mucho”. Algunos adjetivos que tuvieron origen en este participio perfecto de forma
pasiva pero con valor activo perduraron hasta el día de hoy, pero se usan en ámbitos
restringidos: “es muy sabido” (= sabe mucho), “es muy ducho”, “es muy viajado”,
“estoy bien comido/ bebido / dormido”. Pero dejaron de ser funcionales, sólo quedaron
como restos cristalizados, frases hechas, clichés.
8) Una frase importante es aquella que se construye con forma de expresión consecutiva
con un antecedente tanto y un consecuente que: “anduvo tanto que se cansó”. Pero la
misma forma: “anduvo tanto que cayó el sol” NO es consecutiva sino temporal,
equivalente a “anduvo hasta que cayó el sol”; lo evidente suple toda ambigüedad, pero
en otras construcciones ambiguas estamos en un lío. Por ejemplo: “se humilló tanto que
quiso besarle los pies”: “humilló” en la Edad Media no significa “humillar”, sino
“inclinarse” en signo de humildad, y “quiso” como “se inclinó hasta que estuvo a punto
de besarle los pies”. Esta construcción existió en castellano antiguo, pero fue
abandonada y recuperada en el siglo XIII por causa del influjo de los textos literarios
franceses, en los que solía ser abundante.
9) Otra construcción frecuente: pronombre relativo encabezado por como o así como en
expresiones como: “cayó del caballo mas se levantó como aquel que era muy
esforzado”. “Como aquel que” forma frase causal y causal personal más
específicamente: “pero se levanto porque era…”. Es un préstamo latino. En las
gramáticas dicen que forman oraciones modales, pero NO.
10) Otra construcción rara en castellano, pero existente es la correlación e…e / y…y: “e
anduvo mucho e llegó cansado”: tiene el valor latino antiguo y francés medieval.
Equivale a una construcción contrastiva: “no sólo anduvo mucho, sino que llegó
cansado”. [El francés fue conservador en sintaxis, no en morfología ni fonética].
11) Las negaciones reforzadas: “nadie no diga…”. A veces es superfluo (negación
espúrea) y otras veces es necesario por un proceso de ultracorrección carece del “no”
necesario. A veces el segundo elemento del refuerzo está formado por un sustantivo:
“non vale un figo” (=no vale nada).
12) El uso de la preposición a con acusativo de persona es vacilante: la a del objeto
directo personal puede estar o no: “gano Valencia”, “ganó a Valencia”. Es un problema
que perdura hasta el día de hoy.
13) El infinitivo objetivo puede construirse sin preposición o con preposición a o más
frecuentemente con preposición de: “atreverse ir / a ir / de ir.
14) Construcciones con recapitulación de la conjunción completiva objetiva: “vio que
como era tarde que tenía que apurarse”: después de la inclusión de un inciso o
subordinada, se retoma la completiva objetiva con la reiteración de que.
15) Otra construcción peligrosa: “conoció los caballeros que sus vasallos eran”:
prolepsis del sujeto de la subordinada que pasa a ser objeto directo de la principal. No es
una oración de relativo, sino la anteposición del sujeto de la subordinada: “conoció que
los caballeros eran sus vasallos”. Ya en la Edad Media esta construcción daba lugar a
confusiones.
16) Las funciones de los vocablos puede ser imprecisa: un adjetivo puede funcionar
como adverbio: “hermoso sonrisaba” (=se reía hermosamente), no es predicativo.
17) Cual puede aparecer sin artículo en expresiones como: “Dios a cual no se encubre
nada” (= a quien).
18) En castellano medieval, hay conflicto entre los verbos haber y tener. Haber suele
construirse con valor incoativo y significa “obtener”, “lograr”; tener se construye con
valor durativo y significa “poseer”, “retener”, “mantener”. El verbo haber presenta
tendencia (no significa que siempre) a construirse con objeto directo abstracto: “haber
fambre” (= tener hambre), mientras que tener se construye preferentemente con objeto
concreto: “tener armas”. En la actualidad, abandonamos haber y usamos tener tanto
para abstracto como para concreto.
19) Hay conflicto entre ser y estar cuando ser tiene valor estativo. Pueden usarse
alternativamente: “es en Burgos” / “está en Burgos”. Usando los términos con precisión,
no son permutables: “estar” indica quietud, permanencia, permanecer en Burgos,
mientras que “ser” indica que “está en Burgos”. El valor genuino de estar es durativo, a
diferencia del de ser que es estativo, cuando oponemos ser a estar, no a otra cosa.
20) Hay conflicto entre la pasiva refleja, construida con pronombre átono y verbo
activo, y la pasiva construida con verbo ser y participio:
“maravillarme hé” = me maravillaré
“seré maravillado” = NO es pasiva, equivale ql moderno “me maravillaré”. Forma parte
de una construcción de verbo ser + participio, que equivale al tiempo simple.
Normalmente con aditamento del pronombre átono: “los reyes fueron contentos” (= se
alegraron). El verbo medieval puede usarse como equivalente al reflexivo moderno,
pero sin pronombre: “Se acometieron los caballeros e rompieron las lanzas” = “se
rompieron”. A veces la posición del verbo después del sustantivo es indicativo de que el
verbo debe entenderse como pronominal y no copulativo con el anterior: “las lanzas
rompieron”.
21) Otra construcción es la del verbo ir con participio equivalente a pretérito perfecto
simple: “fue darle tal golpe sobre le yelmo que lo partió en dos” = “le dio” (pretérito
perfecto con el verbo ir como auxiliar). Esto perduró en catalán, pero NO en castellano.
22) Verbo querer con el valor más viejo de “buscar”, después con valor volitivo, como
auxiliar de futuros o inceptivos (que expresa una acción que está a punto de culminar o
que está comenzando): “una galera que a tierra quiere llegar” = está q punto de llegar. A
veces el verbo es tan vacío que no significa nada: “quiso golpear sobre yelmo e partido
en dos” = “quiso” es un auxiliar vacío.
23) Los modos y tiempos verbales se usan de modo impreciso:
- presente / imperfecto MS se puede usar como imperativo: “vayades”
- futuro MI en lugar del MS para indicar eventualidad: “cuando los gallos cantarán” (=
canten)
- pretérito simple se construye paralelamente a distintas perífrasis
24) Conjunciones: también con valores fluctuantes:
- porque: causal, final, concesivo, adversativo, según los contextos
- cuando: temporal, causal, condicional
- como: final, comparativo, relativo
- que: es un abismo de funciones distintas (que, porque, si, para que…)
- y, e: en la Edad Media a veces funcionan como pronombre relativo

Conclusión: NO creer que porque conocemos las palabras y las sabemos


pronunciar, las entendemos.

CANTAR DE MIO CID

El Poema del Cid destaca por ser la primera obra en lengua vernácula que
conservamos de la épica española, y la única que nos ha llegado, casi completa, de la
serie de manifiesto.

Primera literatura castellana conservada: el Cantar de Mio Çid. Controversia sobre


la constitución del códice. Datación del códice y datación de la lengua.
Se nos presentan dos problemas:
1) Su transmisión: se conserva en un manuscrito único que se denomina Códice de
Vivar que se encuentra en un estado material catastrófico. Para trabajar con él los
editores utilizan ediciones que poseen fotocopias del original. El códice ha sido
reproducido en edición facsímil en 1946 (Conmemoración del Milenario del
nacimiento de Castilla, Madrid), y en 1961 (con motivo de la donación del códice a la
Biblioteca Nacional de Madrid), repetida en 1977.

2) la fecha en que se escribe: Según los estudios de los paleógrafos que han estudiado
caligrafía, su papel y tinta han llegado a la conclusión de que es de mediados del siglo
XIV. Pero al terminar el poema hay un “Éxplicit” - tecnicismo que designa la formula
con la que se concluye la obra- que dice “mill t C.C. XLV años” (1245 era hispánica).
Es una te griega y se llama símbolo Tironiano que se utilizaba en la escritura antigua y
medieval -toma el nombre de Tirón que era el secretario de Cicerón que tomaba notas
de sus discursos y utilizaba este término para abreviar- y entre muchas funciones
significa et. Esta fecha del Éxplicit no corresponde con lo que dicen los científicos, sino
que lo llevaría un siglo antes, a mediados del XIII. Pero además, este año que aparece
en el códice no es de la era cristiana. En la edad media usaban otro parámetro para
contar los años, no el nacimiento de Cristo sino desde el supuesto momento en que
España se trasformó en provincia Romana que ocurrió en el 38 a. C. Entonces para
traducir esta fecha hay que restarle 38 y da 1207.
Esta discrepancia la explicó Menéndez Pidal (la cual no se sostiene más). Él
sostiene que falta una tercera C y sería entonces mill C.C.C. XLV años (1307) Por
ende siglo XIV. Hoy en día no se cree eso sino que o había otro signo tironiano o nada.
Pero entonces no se explica la discrepancia.
Se dice entonces que el Per Abbat que puso el explicit NO es el que copió el
códice de Vivar, sino que este códice lo copió un copista, quien al copiarlo se distrajo y
en vez de poner su nombre y fecha, copió tal cual lo estaba viendo en el original. Esta es
la explicación más lógica.
Respecto de la fecha de composición del poema: Menéndez Pidal en la
última vuelta de tuerca de su teoría dice que no hay un autor sino 2 y juglares. Dice que
hasta se puede determinar de dónde venía cada uno de ellos. El más antiguo procede de
San Esteban de Gormaz. Y el segundo, que termina el trabajo sobre el texto del primero
es de Medinaceli (ciudad del cielo).
El primero lo abría compuesto alrededor del año 1110 y el segundo en 1140.
Mediarían entre ellos apenas 30 años (entonces termina de escribirse en 1140)
El más viejo es más histórico, más verídico. En cambio el segundo es más
fantasioso. Eso se explica porque el más viejo esta más cerca de los hechos que narra, a
sólo 11 años de la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar. En cambio el segundo lo escribió
41 años después y ya para ese momento se habían agregado elementos míticos y los
rasgos humanos se fueron esfumando.
Este segundo jugar tiene mayor gusto para intercalar elementos líricos. Incluso
desde el punto de vista de la retórica son diferentes. El primero se presenta con una rima
más variada y el segundo con una más uniforme.
El Cantar del Mio Cid posee una rima asonante. Cada vez que cambia la rima
se cambia la tirada. En la parte del poema que le asigna al primero hay más tiradas.
El 1° hace gala de un sentido del humor más sutil (Ej. con los judíos y el
Conde de Barcelona). En cambio en la parte adjudicada al segundo poeta, se ven casos
menos sutiles (Ej. los infantes) son burlas carentes de ingenio.
Entonces según Menéndez Pidal, el primer poeta es responsable del primer
cantar y el segundo continuó con el cantar e hizo el segundo y tercer cantar.

En los '70 todas las tesis de Menéndez Pidal comienzan a ponerse entre dicho.
-Ian Michael no acepta la teoría de los 2 juglares: ni que sean dos ni que sean
juglares. Postula un sólo autor hiper-culto, un clérigo de la zona de Burgos de San Pedro
de Cardeña (en donde están los supuestos restos de Cid). Él habla de un clérigo menor
(sin votos, no sacerdote) y versado en el arte juglaresco pero que no es un juglar. Hubo
en los años '70 en el hispanismo ingles la idea de relacionar la composición épica con el
deseo de hacer propaganda del monasterio.
En cuanto a la fecha Ian Michael rechaza la teoría de Menéndez Pidal y dice
que tiene que haber sido posterior, que se acerca al 1207 del explicit. Rechaza la de
Menéndez Pidal porque él basa su tesis en que la forma de escribir del cantar era la del
siglo XII, lo cual es un error porque hay géneros como el épico que utilizan arcaísmos
pero no significa que sea arcaico.
-Colin Smith fue variando su postura. En 1973, año de la primera edición que
hizo del Mio Cid, afirma que el autor del poema es Per Abbat (autor culto y letrado, no
juglar) y que la fecha el 1207. En las re-ediciones atenúa un poco la afirmación pero que
en definitiva no importa el nombre y la fecha debe ser cercana a la que aparece en el
Explicit. En este sentido adhiere a lo que dice Eugenia Lacarra que ya había sugerido
una fecha ente 1195 y 1212 porque en esas fechas ocurrieron dos batallas contra los
árabes. La primera Alarcos (gran derrota de los cristianos) y la segunda Navas de Tolosa
(impresionante victoria de los cristianos). El espíritu del poema refleja el espíritu que se
vivió en los años de recuperación anímica entre la primera y la segunda guerra.
En cuanto al autor debía ser no sólo un hombre culto sino más específicamente
una persona versada en derecho romano. Esto es muy interesante porque presta gran
atención al desenlace del poema. Mio Cid Ruy luego de lo que hicieron los infantes
“pensó e comidió” (v2828) y le pide al rey que haga justicia en las cortes de Toledo.
Allí coexisten dos maneras de entender el derecho (el germánico y el romano). Según el
germánico debía de hacer hecho un juicio de Dios, en cambio va a pedir justicia al rey,
se comporta entonces como un jurista romano. Pero, sin embargo, queda algo porque el
combate judicial ocurre. Por eso se puede decir que es una transición.
Colin Smith deduce que el poeta fue estudiante de derecho romano en Francia
porque cuando se compuso la obra no se estudiaba derecho romano en España. Y
supone que era en Francia porque es el país de la épica
-En cuanto a Montaner, se mantiene equidistante de cualquier postura
extrema. Tiene una postura equidistante entre Menéndez Pidal y los ingleses.
Admite que es un autor culto, que trabajó por escrito y que era un gran
conocedor del derecho, pero esto no implica que no haya podido ser un juglar. Podía ser
un juglar que trabajaba por escrito y que tenía conocimientos de derecho que no implica
que haya estudiado en la universidad. En donde coincide con los ingleses es en las
fechas dice que es alrededor de 1200.

Carácter dialectal del castellano del códice. Grafía, fonética, morfología, sintaxis y
léxico del texto del códice del Cantar. La lengua juglaresca.

El dialectalismo del Cantar de Mio Cid


Rafael Lapesa es de la opinión de que “la cantidad de rasgos viejos y
dialectales es tan grande en el poema, que basta para situarlo en una época anterior al
siglo XIII, y en una región no castellanizada por completo”.
“Admito que el texto conservado puede contener enmiendas y añadiduras
posteriores a 1140, e incluso responder a una refundición. Creo que el texto primitivo
sería más dialectal, con ll y no g, i en mullier, fillos, ollos, y con pl-, en plano, clamar,
como los documentos sorianos, alcarreños y toledanos del siglo XII. Tendría arcaísmos
como los de los textos castellanos contemporáneos o anteriores; mozarabismos de la
Extremadura castellana comunes con rasgos dialectales del Bajo Aragón vecino; y hasta
algún aragonesismo específico. Pero desde el punto de vista lingüístico nada aconseja
pensar que el Cantar se escribiera en Aragón” (R. Lapesa).
Posee un sistema verbal que no es el de la lengua común. Lapesa resume así
esta variedad de usos verbales existente en el curso del PC: “el uso de los tiempos
verbales era particularmente anárquico. El narrador saltaba fácilmente de un punto de
vista a otro; tan pronto enunciaba los hechos colocándolos en su lejana objetividad
(pretérito perfecto simple), como los acompañaba en su realización, describiéndolos
(imperfecto). Hasta el pretérito anterior o el pluscuamperfecto perdían su valor
fundamental de prioridad relativa para tomar el de simples pasados. De pronto la acción
de acercaba al plano de lo inmediatamente ocurrido (perfecto compuesto), o, disfrazada
de actualidad presente, discurría más real ante la imaginación de los oyentes”.

Léxico del Cantar de Mio Cid


- Abundan las palabras del arte de la guerra en las fronteras con la
correspondiente contribución de los arabismos.
- Las distintas situaciones en que se encuentra implicado algún aspecto de la
religiosidad del Poema, es ocasión para el empleo de cultismos latinizantes:
laudar, mirra, vigilia, vocación, etc.

Configuración del sintagma poético: el estilo épico


- Las entidades binarias son las dominantes y esto ocurre en el léxico (“mugieres e
varones”), en la disposición morfosintáctica (“El día es exido, la noch querie entrar”).
- Se usa sobre todo la palabra directa que designa el valor significativo material, con
escasa adjetivación.
- Abunda el uso del epíteto épico, que sirve tanto para identificar como para poner de
manifiesto la condición de los personajes a los cuales se aplica.
- Otras veces el autor del Poema usa la figura de la comparación. Lo que domina es la
expresión directa de los hechos que se bastan con su enunciación para mantener la
continuidad del ritmo poético, pero esto no excluye el toque artístico de unas pocas
comparaciones que, usadas en una obra de ornato parco, tienen un alto valor en el
conjunto de la sobriedad narrativa. El afecto del Cid por su mujer tiene la soberana
expresión cristiana, que consiste en comparar el amor que se tiene a la mujer con el que
el creyente guarda para su propia alma.
- La disposición sintáctica más común corresponde a los procedimientos de la
yuxtaposición y la coordinación y se usa menos la subordinación.
- escasez de encabalgamiento
- conservación de usos lingüísticos arcaizantes, que dan sabor de antigüedad al lenguaje.
Lapesa coloca como ejemplo quizá de arcaísmo en el Cid la conservación de / o / o /ou/.
- libertad sintáctica, empleando giros especiales como las aposiciones Burgos la casa
- en las enumeraciones es típico el empleo de tanto, más expresivo, en lugar de mucho
- el uso de los tiempos verbales era particularmente anárquico. El narrador saltaba
fácilmente de un punto de vista a otro; tan pronto enunciaba los hechos colocándolos en
su lejana objetividad (pretérito perfecto simple), como los acompañaba en su
realización, describiéndolos (imperfecto). Hasta el pretérito anterior o el
pluscuamperfecto perdían su valor fundamental de prioridad relativa para tomar el de
simples pasados. La rapidez de estas transiciones y la expresiva espontaneidad de la
sintaxis hacen que la marcha del Cantar esté llena de viveza.

La lengua de Cantar de Mio Cid según Collin Smith


La lengua del poeta no puede haberse diferenciado mucho de la de su público,
pues la obra iba destinada a la presentación oral y su comprensión debía ser inmediata;
sin embargo, el poeta no vacila en emplear tecnicismos (especialmente del derecho),
extranjerismos y cultismos, arcaísmos y alguna forma arcaica en los verbos. La cuestión
del arcaísmo se complica porque el copista del manuscrito en el siglo XIV modernizó
hasta cierto punto las formas del original. Libertad que muestra el poeta en el uso de los
tiempos verbales; no se trata solamente del uso del presente histórico para hacer más
vívida la narración. La parole o palabra personal del poeta en su realización poética es
un instrumento rico y seguro para expresar una gran diversidad de tonos y situaciones.
Su vocabulario técnico en aspectos como los usos feudales, prácticas legales, arte de la
guerra y ropaje es amplio; se nota la abundancia de términos de origen árabe, y alguna
palabra derivada del latín pero que lleva la huella semántica del árabe. Se agregan
importantes elementos profesionales y cultos. Las abundantes frases binarias o
binomios, sobre todo de carácter “inclusivo”, son típicos del lenguaje jurídico primero
en latín y luego en español; son parte esencial de su sistema retórico (especie de
amplificatio) y también de su sistema métrico. También la frase binaria “inclusiva” sirve
para deshacer una abstracción, mencionando dos polos o extremos opuestos, siendo esta
“concretividad” una clave del arte del poeta. Así la vaguedad de ´todos`, o en frases
negativas ´nadie`, se rompe con la referencia a moros e christianos. Otras frases
“inclusivas” expresan una totalidad en relación a un lugar, al tiempo, al dinero y la
riqueza, a la propiedad. La pareja puede ser no “inclusiva” sino sinónima, de insistencia
o de cortesía o de reiteración legalista, por ejemplo, a ondra e a bendiçión, de voluntad
e de grado. Otros tipos de binomios son de carácter más literario, y en especial, una
serie de frases que consisten en adjetivo + grand. Se añade un elemento importante de
vocabulario y fraseología religiosos. La plegaria de Jimena contiene palabras traídas del
uso eclesiástico: glorificar, laudare, monumento, criminal. Del uso coloquial de los
monjes pudo adquirir el hábito de definir la hora del día y de la noche refiriéndose a los
gallos. Muy latinizado y culto es el “ablativo absoluto”. Este uso pudo derivarse de
textos religiosos o jurídicos, pero seguramente latinos. A veces el orden de las palabras
es marcadamente poético: buenas donas e ricas. No sabemos si atribuir los galicismos y
provenzalismos léxicos a la parole del poeta, natural probablemente de un Burgos
afrancesado en su demografía y relaciones comerciales y culturales (mensaje, gentil), o
bien a imitación de textos literarios (vergel).
Abundantes “frases físicas” en que se utiliza alguna parte o miembro del
cuerpo para insistir en una emoción, o para hacer más concreta y visible una
abstracción. Aparecen la mano, el corazón, la barba y otros con connotación simbólica,
se llora de los ojos y se dice de la boca en momentos especialmente solemnes.
Lugar aparte merece el epíteto épico para realzar el estilo. Se ha calculado que hay un
epíteto de este tipo en cada ocho versos, y que el 70% de ellos se aplican al mismo Cid.
El rey y el obispo tienen también algún epíteto, así como las ciudades. Creo que el poeta
procedió por imitación práctica de los usos retóricos que encontraba en los textos
latinos y franceses que conocía.

Surgimiento de la literatura clerical castellana: el mester de clerecía. La obra de


Gonzalo de Berceo. Carácter dialectal del castellano de la obra de Berceo. Grafía,
fonética, morfología, sintaxis y léxico de los textos de la obra de Berceo. La
renovación latinizante de Berceo. Galicismo léxico, sintáctico y fonético en la
lengua castellana de este período. Occitanismos.

Mester de Clerecía
Debemos evitar caer tanto en el error de contraponer dialécticamente el mester de
clerecía con el de juglaría, pues comparten muchas cosas, como en el error de no
distinguirlos, como Menéndez Pidal que tiende a homojuglarizar todo y considera el
Mester de clerecía como una evolución del de Juglaría. En conclusión, son cosas
distintas, pero no opuestas.
El Mester de Clerecía está relacionado con la formación de universidades (Palencia
1212). Isabel Uría sostiene que lo que llamamos Mester de Clerecía es un grupo de
poetas nucleados en la universidad de Palencia que por ser conocedores del Trivium y
Quadrivium conocían la literatura latina e intentaron trasladar las técnicas cultas de
composición a la lengua romance. A raíz de esta postura hay que entender el nombre de
Mester (=trabajo) de clerecía en el sentido medieval de clérigo como intelectual, con
conocimiento universitario.
El libro más antiguo del Mester de Clerecía es el libro de Alexander centrado en la
figura de Alejandro Magno (que está adaptado de un original Francés). Tiene una
celebrísima estrofa (n°2)
Mester traigo fermoso, non es de Joglaría,
mester es sim pecado, ca es de Clerecía;
Fablar curso rimado, por la cuadernavía,
a sílabas contadas, ca es grant maestría.
1) El mismo libro lo define como del Mester de Clerecía y lo caracteriza haciendo
sobresalir lo nuevo y oponiendo lo viejo (juglaría). Pero lo cierto es que cada vez que
alguien quiere imponer un producto nuevo tiende a exagerar las diferencias, para exaltar
las virtudes de lo nuevo y marcar las diferencias con lo viejo.
2) Mester es sim pecado: pecaminoso no el sentido moral, sino estético, sin defecto.
“ca” = ‘porque’. Porque es fruto del estudio, del conocimiento libresco, de las bellas
letras, de la retórica latina, etc.
3)
- rimado: ¿rimado o ritmado? ¿Se refiere a la rima o al ritmo? Se refiere al ritmo, porque
en el contexto en el que aparece se está hablando de la métrica.
- La cuadernavía es esa estrofa de cuatro versos y catorce sílabas con una métrica
regular, dividida en dos hemistiquios de siete sílabas y con una cesura (pausa). La rima
es una rima consonante: no sólo las vocales deben coincidir (juglaría) sino también las
consonantes. Todos versos con estas descripciones son llamados alejandrinos por el
poema de Aleixandre (pero por el francés, no por el español. El alejandrino es el clásico
de la tragedia francesa).
4) Para contar bien las sílabas hay que practicar la dialefa, que difiere de la sinalefa:
unión de una palabra que termina con una vocal con la siguiente que empieza con vocal.
La dialefa dice que hay que separar esa vocal. En el mester de clerecía se practica la
dialefa.
Los Mesteres no pueden confundirse en cuanto a escuela y estilo. Sus autores, canal
formal, su nivel de lengua y recursos retóricos son distintos pero no hay que hacer caso
a estos versos que denigran al mester de juglaría.
En cuanto al público, si bien el público del de juglaría es más basto y el mester de
clerecía está dirigido a un público más restringido, no está sólo constituido por gente
letrada. El mester de clerecía tiene variedad temática y también de público de acuerdo
con el tema en cuestión. Pueden ser obras mitologizadas, novelescas, libros de viajes,
tima épico, religioso (hagiografía, milagros, obras doctrinales…)
Por lo general las obras tienen fuentes latinas (vidas de santos, colecciones de
milagros, poemas de la antigüedad tardía); el mismo poeta va diciéndonos: “...el ditado
no lo dice...” Esas fuentes son vidas de santos, colecciones de milagros, poemas de la
antigüedad tardía.
La lengua castellana es más compleja, con más vocabulario, enriquecida por los
latinismos (principalmente lexicales, en menor medida sintácticos), galicismos y
provenzalismos: ya estamos en el siglo XIII donde la influencia de la literatura francesa
y provenzal es muy fuerte; a veces no se sabe si es un galicismo o un provenzalismo,
porque el francés y el provenzal coinciden.
Obras que integran el corpus del menester de clerecía
Hay diferentes criterios.
1. En el 513 la primera obra es Aleixandre Al principio se decía que es anónimo, luego
se dijo que era de Berceo en su juventud cuando se encuentra en la universidad de
Palencia; hoy en día volvemos a decir que es anónima (las obras de Berceo no son tan
largas).
2. Apolonio anónimo, es un libro de viajes con muchas peripecias
3. Fernán González: annónimo
4. Obras de Berceo se dividen en: a. Las marianas: “Milagros de Nuestra Señora”;
“los loores de nuestra señora”, “el duelo de la Virgen” (cuenta como vive la Virgen la
pasión).
b. Hagiografías: son cuatro pero son tres porque la
cuarta que es el martirio de san Lorenzo falta el final. Las otras tres son a santos mas
desconocidos Santo Domingo se Silos, San Millán de la Cogoya, Santa Oria.
c. Doctrinales: “El sacrificio de la misa”, de los
himnos que aparecen antes del juicio (literatura profética, toma como referente al
Apocalipsis
d. Himnos litúrgicos: son 3 breves
5. Siglo XIV -Poema Yusuf en castellano/con alfabeto griego – historia de José del
A.T
 “Proverbios morales”
 “EL rimado de Palacios”
 “El libro de Buen amor”, del Arcipreste de Hita

Respecto de Berceo: Probablemente tuvo una vida larga. Sabemos que no


puede haber nacido después de 1189 porque conservamos una escritura notarial de 1221
y se lo menciona como Diácono y para serlo tenía que tener como mínimo 23 años.
Berceo estuvo muy vinculado con el monasterio de San Millán de Cogolla
(arriba Suso; abajo yuso). Muy cerca hay otros monasterios vinculados con Berceo Ej.:
Santo Domingo de Silos.
Berceo se incluye y se menciona a sí mismo muy frecuentemente en su obra
(lo poco que sabemos de su vida lo sabemos por su escrito). Hay en un texto donde se
dice que es notario pero el en la obra protesta y hace condesión de ignorante, lo cual fue
leído literalmente durante mucho tiempo. Pero debe tomarse como un tópico de falsa
modestia, no es ningún inculto, sabe muy bien la retórica de la lengua latina.

Grafía, fonética, morfología, sintaxis y léxico de los textos de la obra de Berceo. La


renovación latinizante de Berceo.

Por tomar textos de la antigüedad pagana es natural que en sus escritos se


refleje el conocimiento en abundantes cultismos:
 Utiliza el superlativo “dulcissimo” (morfología) y palabras como abiso
(abismo), convivio, exaudido, exilio, illeso, flumen, entre muchas otras.
 Al no limitarse los temas al relato de hazañas guerreras posee un léxico mucho
más amplio:
Las descripciones de escenas de la realidad cotidiana: gente que acude a la
Iglesia “compannos festivales”, sus “cabezas lavadas”; en la primavera “cantan las
doncellas”. El detalle nimio y pintoresco: “non fincará conejo en cabo ni en mata”. El
realismo ingenuo utiliza aspectos parciales: refiriéndose al ayuno “abrenunció el vino,
xidra, carne e pez”; si Santo Domingo curó enfermos se dice “los unos de los piedes, los
otros de la manos”.

 Abundan comparaciones y metáforas:


“Tal era como plato maço quatro graneros
La plata tornó oro quando fué epistolero
El oro margarita quando fué evangelistero
Quando subió en preste semejó al luzero
(Refiriéndose a las virtudes de Santo Domingo)

 La expresión cobra acento personal en la riqueza de diminutivos, de intimidad


afectiva y también despectiva (Ej. Algún maliello que valía poquillejo) y llenos
de expresividad pintoresca. Los santos de que habla le son familiares: llama
“pastorciello” a S. Domingo por ej.

Con respecto a la sintaxis, como Berceo domina la versificación popular,


aplica la base gramatical que el latín le había proporcionado.
Encontramos también muchos galicismos y provenzalismos y se sospecha que
Berceo pudo haber sido notario por su gran vocabulario jurídico. Muchos críticos lo
creen efectivamente pero, en contraposición a esto, el poeta de queja constantemente de
su propia ignorancia.

Galicismo léxico, sintáctico y fonético en la lengua castellana de este período.


Occitanismos.

GALICISMO: préstamo directo del francés (de oïl)


Causas:
a) Relaciones políticas, los casamientos entre los reyes (Alfonso II el Casto, Alfonso
VI) y princesas francesas; la presencia de numerosos caballeros franceses en la lucha de
Reconquista. La antroponimia proporciona no pocas pruebas de esta penetración
(Lichandre, Baldoín).
b) Relaciones religiosas, “camino francés” a Santiago de Compostela y el
establecimiento de franceses en los barrios “francos” de varias poblaciones.
Desempeñaron un gran papel los monjes de Cluny, y luego los de Citeaux, en la
expansión de los artes románico y gótico, quedando huellas de su acción en el léxico.
c) Relaciones comerciales, importantes en la frontera pirenaica y en los puertos
(Sevilla).
d) Relaciones literarias, influencia de las literaturas francesa y provenzal fue grande
durante la Edad Media. Muchas veces de adoptaron o tradujeron obras francesas.

Galicismo léxico: arnés, trotar, mástil, duque, dama, danzar, joya.

G. sintáctico: sólo cuando los elementos no forman expresión ya existente en la lengua.


- Preposiciones francesas a ----- pasa a de (cocina a gas)
a ----- con (macedoine al kirsch)
en ----- de (casa en madera)
- Extensión del uso del gerundio (decreto otorgando la creación)

G. fonético: suceden cambios cuando pasamos una palabra del francés al español.
Ej.: (Fr.) javeline ----- jabalí ----- jabalina

OCCITANISMOS: elementos lingüísticos de la Francia meridional (lengua de oc), que


en el curso del tiempo han pasado a formar parte de la lengua española o del alguno de
sus dialectos. Hemos preferido esta denominación a la también muy extendida de
provenzalismo y provenzal por ser geográficamente más exacta.
Las relaciones entre las Galias e Hispania en la Edad Media fueron muy
estrechas. Los soberanos catalan-aragoneses dominaron durante algún tiempo en tierras
occitánicas.
Alfonso VI favorece la penetración de los cluniacenses y, entre otras cosas, la
sustitución del rito mozárabe por la liturgia de rito romano y la introducción de la letra
carolina o francesa que arrincona a la visigótica. A fines del siglo XII, los monjes del
Cister (Cîteaux) dejarán sentir su influencia. Y no nos olvidemos tampoco la
importancia que en España tuvieron las órdenes militares francesas, como las del
Temple y del Hospital. Influencia literaria de los trovadores provenzales.
Una ilustración simbólica de la importancia del influjo lingüístico occitano
podría ser el étnico español, que P. Aebischer considera creación lengua de dociana del
siglo XII (espanhol) para designar en general a los habitantes del otro lado de los
Pirineos.
Occitanismos del español están limitados en varios aspectos y reducidos al
léxico. Quedan reducidos cronológicamente a la Edad Media. Tras la herejía de los
albigenses y la derrota de Muret (1213) comienza la decadencia de Occitania y su
implacable “afrancesamiento”. Como el influjo occitánico era ante todo de tipo literario
y cortés (apenas hay préstamos occitanos en el vocabulario concreto español), una vez
comenzada la decadencia cesó la irradiación cultural de antes. Los trovadores se
dispersaron, muchos de ellos acudieron a la corte catalana-aragonesa, y en Occitania fue
triunfando el francés de oïl.
Podemos agrupar los occitanismos en dos grupos: carácter religioso / vida
refinada y cortesana. Algunos ejemplos: antorcha, batalla, bello (hermoso, principios
del siglo XIII. Fonéticamente es poco verosímil que venga directamente del lat. bellus.
Lo más probable es que sea un préstamo de la lengua de los trovadores (bel). Sin duda
alguna lo es beldad, en lo antiguo también beldat, occit. beltat.), cuita, fraile, jornada…

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