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Históricamente los judíos oraban en intervalos fijos a lo largo del día. El rey
David, de quien se cree escribió todos los salmos, proclama,
“Y cuando Daniel supo que el decreto había sido firmado, se fue a su casa,
abrió las ventanas de su dormitorio, el cual estaba orientado hacia
Jerusalén, y se arrodilló para orar y alabar a Dios. Esto lo hacía tres veces
al día, tal como siempre lo había hecho.” (Daniel 6,10)
Los judíos comenzaron la tradición de orar tres veces al día: por la mañana,
por la tarde y por la noche. Esto se desarrolló en un programa de oraciones
con los Salmos en particular ya que ellos expresaban los muchos deseos del
corazón humano. Jesús es recordado orando los Salmos en múltiples
ocasiones, de una forma más conocida las palabras del Salmo 22:
Así que orar con los salmos te conecta con Jesús qué hora va con ellos sobre
una base diaria.
Dado que la mayoría de los cristianos eran convertidos del judaísmo en las
décadas después de la muerte de Cristo, ellos continuaron con la
tradición judía de orar con los Salmos. Éste tipo de oración se mantuvo
mientras la Iglesia crecía y es recordado, "a través de la Iglesia, en Palestina
Antioquía, Constantinopla, Y en África los cristianos se reunían en sus
iglesias dos veces al día a orar con los salmos. Diariamente se reunían para
los himnos de la mañana y de la noche”. (Rezando la Liturgia de las Horas: un
viaje personal).
“Yo quisiera renovar mi llamado a todos orar con los salmos, a que nos
acostumbremos a utilizar la Liturgia de las Horas, los Laudes, las Vísperas,
y las Completas. Nuestra relación con Dios sólo se enriquecerá a través de
nuestro viaje junto a Él durante el día. (Papa Benedicto XVI, Audiencia
general, noviembre 16, 2011).
Por tanto, todos aquellos que ejercen esta función, por una parte, cumplen la
obligación de la Iglesia, y por otra, participan del altísimo honor de la
Esposa de Cristo, ya que, mientras alaban a Dios, están ante su trono en
nombre de la madre Iglesia.” (Sacrosanctum Concilium, 84-85).
Así que como puedes ver, el oficio divino merece la pena ser rezado sobre una
base diaria por todos, no sólo por sacerdotes y religiosas.
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Adaptación y traducción al español por Manuel Rivas, para PildorasdeFe.net,
del artículo publicado en: PhilipKosloski.com, autor: Philip Kosloski
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