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"Todo cáncer o enfermedad análoga al cáncer comienza con un SDH (Síndrome Dirk

Hamer), es decir, un impacto extremadamente brutal, dramático y vivido en


aislamiento, dándose simultánea o casi simultáneamente a tres niveles: psíquico,
cerebral y orgánico".

"Por tanto en cada uno de los casos de enfermedad es necesario intentar


reconstruir escrupulosamente el SDH, con todas sus causas y consecuencia".

"Debemos tratar de situarnos en el momento específico del shock ya que es a partir


de ahí desde donde podemos comprender por qué ese problema es un conflicto
biológico. Por qué el interesado estaba sólo en aquel momento. Por qué nadie podía
ayudarle y por qué razón provocó en él una situación tan conflictiva. Es decir, que
la persona en cuestión no pudo elegir entre las dos posibilidades que se le
presentaban, o bien no pudo reaccionar ante el problema".

"...a partir de la resolución del conflicto (...) el cáncer se para, deja de progresar".

Tomemos el caso de una madre que lleva a su hijo de la mano mientras va


conversando con una vecina por la calle. De pronto el niño se suelta de la mano y
se lanza a la calzada... se oye el chirriar del freno de un coche y el niño es
atropellado. La madre no se esperaba nada de es, quedándose helada de miedo. El
niño pasa en el hospital días enteros entre la vida y la muerte; su madre, con las
manos heladas, no puede dormir ni comer, está en un estrés permanente y, desde
el mismo instante del accidente, un nódulo se desarrolla en su seno izquierdo, ya
que es diestra. Ha hecho un típico conflicto madre-hijo con configuración en forma
de diana en el hemisferio derecho (se refiere a la imagen que aparecería en el
escaner cerebral). Cuando la madre es autorizada a llevar a su hijo a casa los
médicos le dicen: 'ha tenido mucha suerte, se ha librado de una buena, no tendrá
secuelas', desde ese mismo instante su conflicto entra en fase de curación, se ha
resuelto y a partir de ese momento, la madre tiene las manos calientes, duerme y
recupera peso. Aquí tenemos una evolución típica del conflicto biológico, que es casi
la misma en la especie humana y en el resto de los animales".

"Veamos otro ejemplo: una mujer sorprende a su marido en la cama con su mejor
amiga. Hace un conflicto de frustración sexual. En el lenguaje biológico es un
conflicto de verse privada de la unión carnal, con un carcinoma de cuello de útero a
nivel orgánico, si la mujer es diestra. Sin embargo, en la misma situación, no todo
el mundo reacciona de igual manera. La mujer que no quiera a su marido y que
lleva tiempo pensando en el divorcio, ante esta sorpresa de 'flagrante delito' no
vive un conflicto sexual, todo lo más un problema humano de falta de solidaridad
con la familia. En este caso sería un conflicto de pareja y causaría un cáncer de
mama en el seno derecho si la mujer es diestra".

"Psíquicamente hablando, el mismo suceso si sobreviene en un estado mental


diferente produce un resultado completamente distinto. Lo determinante no es lo
que pase sino cómo el paciente reciba psíquicamente el instante del SDH. El mismo
suceso podría, de igual manera, provocar un conflicto de 'miedo-asco' con
hipoglucemia, o sea, disminución de la tasa de azúcar en sangre, si la mujer
hubiera sorprendido a su marido en una situación obscena, por ejemplo, con una
prostituta o podría haber provocado una desvalorización de sí misma, con o sin
conflicto sexual, si la mujer hubiera sorprendido a su marido con una muchacha
veinte años más joven que ella, en cuyo caso hubiera dicho: 'claro, no puedo
ofrecerle lo mismo...' En esta situación la zona del cuerpo afectada sería el sistema
esquelético, la zona de la pelvis, que sufriría osteolisis, es decir, descalcificaciones,
como signo de desvalorización sexual...".

"(...)tomemos el caso de un paciente que tiene un conflicto de indigestión, es decir,


que hay algo que ha tomado, que ha tragado, pero que no puede digerir. Ha
comprado una casa, por ejemplo, y se da cuenta que el contrato no está bien
hecho, le han engañado y pierde la casa. El, entonces, puede desarrollar un
carinoma de estómago(...)"

"La solución práctica es la mejor solución, la verdadera, la solución definitiva. Sólo


cuando esta solución es imposible es cuando debemos intentar una terapia
mediante el diálogo como punto de partida".

"Si se le administrasen tranquilizantes al ciervo jamás podría recuperar su territorio


y quedaría paralizado en su actividad".

"Si el conflicto se resuelve, entonces la curación aparece automáticamente. Si no se


puede llegar a la solución del conflicto, entonces el individuo muere en virtud de
estas mismas leyes" (las leyes férreas del cáncer).

Ello no impide que se especule investigando sobre cerca de mil quinientas


sustancias pretendidamente cancerígenas que deben esta etiqueta de cancerígenas
solamente a las insensatas reglamentaciones que impone la vivisección. Lo cual no
quiere decir que todas estas sustancias sean inofensivas para nosotros, sino que
ellas no tienen que ver con el cáncer y mucho menos sin la intervención del
cerebro".

"Durante un año entero se han inyectado en los orificios nasales de ratas dosis
concentradas de formaldehido, que estos pobres animales evitan normalmente
como un veneno peligroso. Al cabo de un tiempo desarrollan cánceres en la mucosa
nasal. Pero estos cánceres no son producidos por el formaldehido sino que al
parecer estas pobres ratas tienen un terrible pánico a este producto y esto genera
un conflicto de la mucosa nasal y por tanto un SDH, un conflicto biológico de no
querelo oler".

"Todas esas elucubraciones relativas al papel cancerígeno del tabaco, de las anilinas
o de otros productos, no son sino hipótesis que nunca se han probado y que son
indemostrables. Incluso se ha encontrado que 6000 hámsters expuestos al humo
de cigarrillos vivieron como media más tiempo que sus 6000 compañeros que no
habían sido ahumados. Se había olvidado de manera negligente el hecho de que los
hámsters no temen en absoluto el humo porque viven bajo tierra, por lo que no
tienen en el cerebro un código de señal de alarma contra el humo".

"En cambio, con los ratones domésticos pasa justo lo contrario. En un gran
porcentaje de ratones se pueden provocar cánceres con manchas redondas en
pulmón por conflicto de miedo a la muerte. (...) En resumen, no hay absolutamente
ninguna prueba sobre la existencia de sustancias cancerígenas que afecten al
organismo sin la intervención del cerebro".

"Un individuo, humano o no, que lleva una alimentación sana, está menos sujeto,
menos receptivo a cualquier tipo de conflicto, de la misma manera que el rico sufre
diez veces menos cánceres que el pobre porque el rico resuelve mejor sus
conflictos con su billetera bien repleta. De igual forma, un animal fuerte y sano
tiene menos cánceres que el animal enfermo y viejo. Esto no quiere decir que la
vejez sea cancerígena. Lo que ocurre es que el animal viejo está simplemente más
débil, el viejo ciervo es expulsado más fácilmente de su territorio que uno joven
desbordante de fuerza".

Lo que los ignorantes toman por metástasis no son más que nuevos cánceres
provocados por nuevos shocks conflictuales, es decir, en primer lugar son
yatrogénicos, impactos provocados por los diagnósticos y pronósticos médicos (...)
Creemos que aproximadamente el 80% de los segundos y terceros cánceres son
provocados por la maquinaria insensata de ignorantes con nivel de aprendices de la
medicina".
"Al comprender las relaciones causa-efecto entre el psiquismo y el cuerpo, el
paciente se hace consciente también del mecanismo que desencadena la angustia
irracional provocada por el diagnóstico de muerte, que se vuelve mortal e
ineluctable porque el paciente así lo cree".

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