You are on page 1of 2

Tierra de Zabulón y de Neftalí.

Galilea de los
gentiles
15 ENERO, 2017 POR VITA ET PAX

III Domingo TO. Ciclo A


Por: Josefina Oller. Vita et Pax. Guatemala.
Cada vez que toca un nuevo Ciclo litúrgico, una va haciendo nuevos descubrimientos y
constata que la Palabra de Dios es de una riqueza inagotable. Al leer el evangelio que
corresponde a este tercer domingo del T.O.: Mt. 4, 12-23, siempre fijaba la atención más
bien en la elección de los primeros discípulos porque era y es un texto vocacional, pero
esta vez la atención se me ha ido más al principio del ministerio de Jesús.
¿Dónde empezó Jesús a predicar su mensaje? Responde el evangelista: “se fue a
Galilea, pero no a Nazareth, se fue a vivir a Cafarnaum, junto al lago en el territorio de
Zabulón y de Neftalí”.
Él, que vino para anunciar la “BUENA NOTICIA A LOS POBRES”, coherentemente
empieza por instalarse en un territorio fronterizo, en tierras que difícilmente sabían lo que
es vivir en paz por el continuo trasiego de soldados y de mercaderes que abusaban de
sus gentes, las oprimían y las abandonaban. Eran grupos sociales lesionados en su
libertad y en sus derechos fundamentales, marginados y pobres, alejados también de la
religión oficial: Jerusalén quedaba lejos.
Pero Isaías, en su profética visión, intuyó que a este pueblo “que caminaba en tinieblas” le
brillaría una gran luz: “para los que vivían en las sombras una luz les resplandeció”. Y es
que Dios –cuya predilección son los pobres- no podía dejar a este pueblo abandonado a
su suerte, es el Dios que, a lo largo de la historia, libera, devuelve la libertad, restituye la
dignidad robada y da vida.
Jesús, el HIJO AMADO, cuyas manifestaciones epifánicas, hemos estado contemplando
estos pasados domingos, se fue cabalmente a iniciar su misión “en la Galilea de los
gentiles”, la región más pobre de Palestina, abandonada y mal vista. Por otra parte,
cercana al mundo pagano, a la otra orilla del lago. Jesús sabe que él es la LUZ, sabe que
su mensaje tiene que iluminar más allá de las fronteras de Israel, sabe que ha venido para
que “todas las personas tengan VIDA y la tengan en abundancia”.
Y tiene plena conciencia de que ha venido para anunciar el REINO. Sus primeras
palabras son imperativas: “convertíos porque está cerca el Reino de los cielos”. El
Reino es el criterio absoluto, síntesis de la Buena Nueva que irá desgranando paso a
paso el evangelista Mateo. La conversión, actitud necesaria y continua para orientar la
vida de los seguidores de Jesús, según el proyecto de este Reino querido por Dios.
Y Jesús sigue concretando, camina por la orilla del lago y busca colaboradores. Los
busca y los llama en su vida normal de trabajo, en sus actividades cotidianas, gente
sencilla y humilde, pescadores.
Seguramente sensibles al seguimiento de algún maestro. Porque a la llamada de Jesús,
la respuesta fue inmediata, “dejaron las redes y a su padre y le siguieron”. De todas
maneras ¡qué fuerza de atracción tendría este Maestro cuando la reacción fue tan
radical. Difícilmente llegarían a captar los cuatro primeros discípulos: Simón y Andrés,
Santiago y Juan qué consecuencias les iba a traer esta llamada. Más adelante supieron
que suponía ruptura, grandes dosis de riesgo, dejar seguridades y embarcarse en algo
nuevo que no sabían dónde les iba a llevar. De hecho en el seguimiento, les iban
surgiendo dudas y preguntas: “para nosotros que lo hemos dejado todo…. qué
recompensa…”
Para todos/as cuantos estamos ilusionados por seguir a Jesús, asimilando sus actitudes,
esta perícopa evangélica nos ofrece abundantes pistas de reflexión, empezando por ver
por dónde empezamos nuestra tarea evangelizadora, si somos una “iglesia en salida”
como desea el papa Francisco, si somos Buena Noticia para los pobres, si dejamos
nuestras seguridades, si, finalmente, nos sentimos tan hijos, tan hijas de nuestro Buen
Padre que su proyecto: el REINO Y SUS EXIGENCIAS, es nuestro único y absoluto
objetivo.
Que el Espíritu acompañe nuestro caminar por la autopista del evangelio según San
Mateo.
ARCHIVADO EN: COMENTARIOS LITÚRGICOS ETIQUETADO
EN:COMPROMISO, EVANGELIO, VIDA

You might also like