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Mayo, 2011
B.8 Nubes....................................................................................................................................................... 72
Mayo, 2011
SECCIÓN A
CONTENIDO
A.5 Terminología.................................................................................................................................... 25
Tablas de contenido
Explicar la relación entre la altura y la longitud de las llamas y su relación con la intensidad en el
frente de llamas;
Describir los factores ambientales básicos que afectan a la ignición, la intensidad del fuego y la
velocidad de propagación de los incendios forestales;
A.1 INTRODUCCIÓN
Un fuego que se inicia o se desarrolla en un entorno forestal sigue el esquema típico de cualquier otro tipo
de fuego. Básicamente, se trata de una reacción química de oxidación rápida de combustible vegetal, en
presencia de suficiente comburente como para sustentar la reacción, y a la cual es necesario aplicar calor (en
el caso de la madera, aproximadamente 300° C) para que inicie el proceso. Esta reacción da como resultado,
entre otros elementos, dióxido de carbono, calor, partículas volátiles en forma de humo, y luz.
Los tres elementos deben estar presentes y es necesario que se combinen correctamente para iniciar esta
reacción. Tiene que haber combustible para quemar, aire para dotar de oxígeno a la reacción, y finalmente,
calor para poder iniciar y dar continuidad al proceso de combustión.
Ante una reacción química tan simple, ¿Cómo es posible que un incendio forestal devore miles de hectáreas
en pocas horas, con frentes de fuego continuos o por puntos kilométricos, a un ritmo de propagación
superior a los 2 Km/h, y que al día siguiente, este mismo incendio pueda ser controlado por los equipos de
extinción sin demasiados problemas?, o a la inversa, Un incendio forestal que no ha supuesto un gran
esfuerzo de control, pasadas unas horas después de la fase de liquidación, de repente explota en todas
direcciones, con reproducciones violentas ¿Por qué que un incendio se propaga en superficie, pasa a copas,
deja sin quemar una parte del combustible, y consume totalmente otra parte?
Los incendios forestales se generan y desarrollan sobre combustible vegetal en un entorno exterior. En
consecuencia, este combustible expuesto se verá afectado por cualquier variación que se produzca en este
entorno. Recuerde que el combustible vegetal es un sólido que sólo podrá iniciar la reacción exotérmica en
El principal factor que hará que un combustible vegetal esté disponible para iniciar, mantener, o
autoalimentar la reacción de combustión será el contenido en humedad de la masa combustible. Como
veremos posteriormente, este contenido en humedad está regulado por múltiples factores (meteorológicos,
topográficos, y del propio combustible), pero hay una regla incuestionable y conocida por todos los
bomberos: En un incendio forestal quemará todo lo que esté lo suficientemente seco como para quemar.
Esta es la respuesta a las preguntas que nos hacíamos antes, ¿Qué ha cambiado en un incendio con una alta
capacidad destructiva para que posteriormente pueda entrar en capacidad de extinción? La masa forestal, o
una parte importante del combustible, han perdido su disponibilidad para quemar; ¿Qué ha cambiado en el
combustible para que un incendio en fase de liquidación, explote por todos lados? El combustible con una
alta capacidad de intercambio de humedad con su entorno inmediato ha vuelto a entrar en disponibilidad,
incluso una vez lo hemos remojado con las instalaciones de agua. ¿Qué cambia en diferentes combustibles
para que unos quemen y otros no? La diferencia de consumo entre diferentes combustibles está regulada
por su diferente contenido en humedad, unos están disponibles y otros no.
Una gran masa forestal con la totalidad de su combustible disponible tendrá la capacidad de crear su propio
ambiente de fuego, que, una vez instaurado, mantendrá un comportamiento extremo con independencia
del resto de factores del entorno hasta que se agote el combustible disponible. Esta es la base primaria de
los Grandes Incendios Forestales (GIF) más destructivos que ha sufrido Cataluña en los últimos veinte años.
Conocer los factores que afectan a un determinado tipo de incendio (topográfico, dirigido por viento, o
convectivo) nos facilitará seleccionar las tácticas adecuadas para enfrentarnos con eficacia y seguridad al
incendio. Conocer los factores que afectan al comportamiento del incendio nos permitirá seleccionar puntos
críticos donde el comportamiento favorezca las tareas de extinción, una inversión de la pendiente o una
vertiente no expuesta, y evitar los puntos donde el comportamiento quedará fuera de nuestra capacidad de
extinción. Nos permitirá ubicar líneas de control en emplazamientos seguros, y evitar situarlas donde el
riesgo o la eficacia sea marginal. Conocer cómo se propagará y cómo será el comportamiento del incendio
en un futuro medible es la clave de la seguridad y la eficacia en la extinción de incendios forestales.
Esta sección es introductoria a las posteriores secciones de comportamiento del incendio forestal. Puede
encontrar más información de los diferentes aspectos que se presentan en esta guía en las respectivas
secciones de comportamiento: Sección B "Meteorología", Sección C "Combustibles”, Sección D “Topografía",
Sección E "Comportamiento Extremo". Asimismo, le recomendamos la lectura del capítulo "Tipología de
Incendios y Tácticas Asociadas".
La velocidad de propagación del incendio, su intensidad, y otras características responden a estos factores. A
su vez, algunos de estos factores se ven influidos por el propio incendio. Este proceso está en constante
evolución y cambio. Debe esperar en todos los incendios que sus condiciones cambien a lo largo del tiempo
y del espacio.
A.2.1 Meteorología
Las condiciones del tiempo constituyen el componente más variable del comportamiento del incendio. Los
factores meteorológicos pueden cambiar rápidamente debido a los cambios en las masas de aire, el ciclo
diurno (noche y día), y efectos locales como la topografía. Además, las condiciones cambian en el espacio,
por lo que no experimentamos las mismas condiciones en diferentes partes del incendio. Los principales
factores meteorológicos que influyen en el comportamiento del incendio son:
Temperatura.
Humedad relativa.
Estabilidad atmosférica.
Dirección y velocidad del viento.
Precipitación.
Cada uno de estos factores meteorológicos puede afectar el comportamiento del incendio y todos juntos
pueden contribuir a crear un comportamiento extremo del incendio.
A.2.2 Topografía
La topografía es el factor más constante de los tres componentes de comportamiento del incendio. Sin
embargo, las características topográficas pueden variar enormemente con la distancia. Los factores
topográficos más importantes para el comportamiento de un incendio son:
El más importante de estos factores topográficos es la pendiente de la ladera, ya que los cambios en la
pendiente producen efectos directos e importantes en el comportamiento del incendio.
A.2.3 Combustibles
La presencia de combustibles es obviamente muy importante para el comportamiento del incendio. Además,
ciertas características específicas afectan el comportamiento de los fuegos forestales:
Carga de combustible.
Tamaño y forma.
Compactación.
Continuidad horizontal y vertical.
Contenido químico.
Estos factores pueden variar en el tiempo y en el espacio, pero las variaciones temporales suelen producirse
muy lentamente.
Otros factores importantes que afectan el comportamiento del incendio son la humedad y la temperatura
del combustible, los cuales se ven directamente afectados por los tres componentes del triángulo. La
humedad y temperatura del combustible pueden cambiar en muy poco tiempo y, por tanto, pueden causar
cambios súbitos en el comportamiento del incendio.
Cada uno de estos componentes varía según el momento del día. Es muy importante que conozca qué
cambios se están produciendo y cuáles serán los efectos de estos cambios. Algunos de estos cambios son
fácilmente predecibles, otras son mucho más sutiles. Algunos cambian con el tiempo y otros son fijos.
A.3.1 Ignición
La inflamación de los combustibles forestales necesita una fuente de ignición. Hay diferentes fuentes: rayos
eléctricos, cigarros y fósforos, hogueras, quema de residuos forestales apilados, pavesas de un sistema de
escape de humos, etc. La fuente debe estar lo suficientemente caliente como para calentar los combustibles
hasta su temperatura de ignición y producir una combustión automantenida. La combustión normalmente
Forma y tamaño de los combustibles. Cuanto más pequeño y/o fino sea, más fácilmente se
encenderá.
Compactación o disposición de los combustibles. Si los combustibles se presentan holgados y
abiertos, se inflamarán más fácilmente.
Temperatura del combustible. Cuanto más caliente esté el combustible, menos calor necesitará para
llegar a su punto de ignición.
La transferencia de calor se realiza mediante los tres mecanismos fundamentales: conducción, convección y
radiación. Estos tres mecanismos se presentan de forma simultánea en el transcurso de un incendio. Ahora
bien, la importancia de cada uno varía en función de la intensidad y magnitud del incendio, así como de la
configuración del entorno que lo rodea.
La convección se describe como el movimiento del aire caliente debido al calentamiento de las moléculas del
aire. Cuando estas moléculas de aire recalentadas entran en contacto con un objeto, le transfieren calor.
Esta transferencia de calor se produce en toda la superficie expuesta del objeto. Un ejemplo común de este
efecto sería un horno de convección. Como el aire rodea completamente la comida, el horno de convección
es capaz de cocinar la comida más rápidamente que en un horno convencional.
La cantidad de calor transferido a los combustibles situados por delante del frente de llamas depende de la
intensidad del incendio y de la distancia entre la fuente de calor y los combustibles. La transferencia de calor
aumenta cuando los combustibles se sitúan pendiente arriba respecto al incendio, el viento está ventilando
el incendio, suministrando más oxígeno e inclinando las llamas hacia los combustibles, o los combustibles se
muestran próximos entre ellos, aumentando el calor radiado o conducido.
A.3.2.2 Radiación
La radiación es el movimiento de la energía calorífica desde la fuente de calor en forma de "ondas". Estas
ondas viajan en línea recta, pasando por el aire sin afectarlo. Han de incidir sobre un objeto para calentarlo.
El mejor ejemplo de radiación es el efecto de calentamiento producido por una hoguera cuando usted se
encuentra a cierta distancia. También puede precalentar los combustibles o inflamarse combustible no
afectado al otro lado de la línea de defensa. No debe subestimar la importancia de la radiación en la
propagación de un incendio forestal.
A.3.2.3 Conducción
La conducción se considera como la transferencia de energía de zonas de mayor temperatura hacia las de
menor temperatura de una sustancia o medio debido a la interacción molecular.
Cuando un combustible sólido quema, la conducción se puede considerar como un mecanismo de transporte
de calor hacia el interior de cada una de las partes del combustible. Así, cuando un bosque se incendia, se
Por otra parte, la conducción es la responsable de que, una vez que ha pasado el frente del incendio,
troncos, ramas y otros materiales combustibles que han iniciado su proceso de combustión sigan ardiendo,
ya que por el mecanismo de conducción la calor penetra hacia su interior, por lo tanto, es responsable de los
incendios residuales que pueden volver a reactivar un incendio.
Los mecanismos de transmisión de calor pueden combinarse. Por ejemplo, las ramas de un árbol situado por
encima de un incendio superficial pueden recibir calor por convección y radiación al mismo tiempo, lo
mismo que los troncos y los arbustos cerca de un fuego de superficie. Los combustibles en el suelo tienden
más al precalentado por conducción y radiación.
El precalentamiento de los combustibles se puede producir por los tres mecanismos al mismo tiempo,
dependiendo de la disposición y carga del combustible. La transferencia de calor es un elemento importante
en la propagación de los incendios forestales.
La intensidad lineal de fuego es el limitador real de la capacidad de extinción, nos dice el punto hasta el que
nos podemos acercar al incendio para poder extinguirlo, así como si el agua se presenta como un medio
eficaz de extinción. La intensidad es el factor que mejor define el alcance del comportamiento del incendio,
la virulencia y las condiciones extremas que rodearán a este incendio.
La intensidad del incendio se puede medir de varias maneras, pero probablemente la forma más sencilla
consiste en evaluar la longitud de llama.
La altura de llama es la altura media de las llamas medida sobre un eje vertical. Entre otras cosas, se usa para
estimar el tamaño de la zona de seguridad necesaria, es decir, la distancia de separación entre los bomberos
y las llamas, equivalente a, al menos, cuatro veces la altura de llama máxima medida en suelo nivelado. Sin
embargo, el calor convectivo del viento y los efectos del terreno aumentarán la separación necesaria.
Cuando las llamas están inclinadas, la altura de llama puede ser menor que la longitud de llama.
La longitud de llama es la distancia de la llama desde la base hasta el extremo. Si la llama está inclinada,
entonces lo que cuenta es su longitud, no la altura. Se mide en metros. La longitud de llama será el principal
indicador de qué tipo de maniobra de extinción utilizar, nos hará modificar las tácticas del ataque, y nos
En condiciones meteorológicas normales un GIF avanza con una velocidad de 4-6 Km/h. Si las condiciones
meteorológicas le son especialmente favorables, la velocidad puede sobrepasar las cifras anteriores hasta
llegar a más de 8 Km/h. Pero estos incendios no son los más rápidos, un fuego de rastrojo de cereal en un día
seco de verano, cuando hace días que no llueve, avanza aproximadamente a 12 Km/h. No podemos confiar
en que un cortafuego cubierto de hierba seca o un campo de rastrojo nos sirva de barrera y detenga el
incendio, pues la presencia de combustible fino disponible hará que el fuego se desplace más rápidamente.
La cabeza del incendio es la parte del incendio que se propaga de forma más activa. Lo que más nos interesa
es la velocidad de propagación hacia delante, es decir la propagación de la cabeza del incendio, ya que suele
ser el tipo de propagación más difícil y peligroso para controlar. En algunas situaciones, la ignición de focos
secundarios a grandes distancias puede afectar la velocidad de propagación.
Hay varios factores que influyen en la velocidad de propagación del incendio y el patrón o forma de quema:
Intensidad del incendio: Si aumenta la intensidad, también se generará más calor y aumentará la
velocidad de propagación.
Velocidad del viento: Cuanto más fuerte sea el viento, más se inclinará la columna de convección, y
más rápida será la propagación.
Pendiente: Cuanto mayor sea el gradiente de la pendiente, más cerca estará la columna convectiva
de los combustibles y más rápida será la velocidad de propagación.
Cambios en el tipo de combustible: Si el incendio pasa de un tipo de combustible a otro (de pastizal a
matorral, de restos forestales a arbolado), la velocidad de propagación cambiará, y variará el patrón
de quema.
Barreras naturales o artificiales que detienen o ralentizan la propagación: Las carreteras, cursos de
agua, lagos, afloramientos rocosos, influirán sobre el patrón de quema.
Focos secundarios: Si el incendio está generando focos secundarios por delante del fuego principal o
por debajo del incendio, variará el patrón de quema.
El patrón básico del incendio forestal en su inicio es un buen indicador de su comportamiento futuro. Al
llegar, el bombero encuentra un incendio en su fase inicial, de dimensiones limitadas pero con un potencial
desconocido. Determinar su patrón será el primer carácter indicativo para poder analizarlo. Esta valoración
se hace indispensable para plantear de forma correcta el emplazamiento y ataque inicial.
Los incendios forestales se comportan habitualmente de forma lineal. Pero, en unas pocas ocasiones, la gran
cantidad y continuidad del combustible disponible para quemar refuerza la convección del incendio, que
traslada calor y focos secundarios a largas distancias. Este calor precalienta y piroliza el combustible (lo hace
entrar en plena disponibilidad), preparándolo para encenderse con gran intensidad con cualquier pequeña
pavesa que caiga por delante del fuego. Esto aumenta mucho la velocidad de propagación del incendio, que
pasa de propagarse de una forma lineal a hacerlo por puntos, a moverse a saltos. Al mismo tiempo aumenta
su intensidad, debido a que el combustible por delante del fuego ya se encuentra plenamente disponible, y a
la interacción entre los puntos de fuego. Esta mayor intensidad permite una mayor distancia de convección y
de pirolisis, retroalimentando y renovando el proceso.
Los frentes lineales muestran la cabeza y los flancos del incendio perfectamente trazados, con líneas de
fuego fácilmente diferenciables y relativamente fáciles de perimetrar y confinar. Los cambios de dirección y
de velocidad de la línea de fuego son fácilmente apreciables. Los frentes lineales son típicos de incendios
conducidos por viento y por la topografía (o una combinación de ambos). Es característico de su
comportamiento el ensanchamiento de los flancos cuando la cabeza pierde tirada o empuje, ya que es ésta
la que tira de los flancos.
En el caso de una propagación del incendio por frentes irregulares, y especialmente por puntos de fuego,
difícilmente observaremos una línea de fuego claramente definido. El incendio avanza dando saltos,
ayudado por los focos secundarios y por la creación de su propio ambiente de fuego.
Es muy complicado perimetrar estos incendios con ataque directo, lo que obliga a definir línea(s) de
referencia. El incendio se mueve en masa, muy frecuentemente dominado por el combustible (por las
Ante los GIF fuera de capacidad de extinción, los sistemas de extinción de todo el mundo han aumentado el
número de herramientas. A pesar de esta globalización de técnicas, los grandes incendios forestales nos
siguen superando. Esto se debe a que las técnicas están pensadas para romper frentes lineales, y los grandes
incendios forestales, los que nos superan, no se mueven de forma lineal sino por puntos irregulares que
interaccionan entre sí.
Hay dos factores básicos que se relacionan con este tipo de frentes por puntos, los fuertes vientos y el
ambiente de fuego. Los fuertes vientos forman parte de nuestra climatología, pero la formación de
ambientes de fuego está relacionada con el aumento de cantidad y continuidad de los combustibles de las
últimas décadas. El aumento de combustible se traduce en un aumento de intensidad, que hace entrar en
disponibilidad y enciende combustibles en una mayor superficie. Pueden encontrar más información
respecto de estos patrones de propagación en la sección E "Comportamiento Extremo".
¿Ha estado cerca de una hoguera en la que el fuego ha "saltado", y han salido disparadas partículas
incandescentes? Este tipo de pavesas suelen ser un problema de corto alcance, pero pueden ser la causa de
que el incendio se propague cruzando la línea de defensa. El "salto" es un movimiento mecánico. El agua
contenida en la madera se calienta, produciendo una pequeña explosión de vapor, lanzando una pequeña
porción de madera en llamas lejos del fuego.
A.3.6.2 Convección
Un problema mayor son las pavesas levantadas por la columna convectiva, que caen a bastante distancia por
delante del fuego principal. Cuando un incendio aumenta su intensidad, también lo hace la "fuerza de
elevación" de su columna convectiva. Si los combustibles que se están consumiendo son del tipo que favorece
la creación de pavesas (tejados de machihembrado de madera, hojas de roble, etc.), la cantidad de material
lanzado al aire puede llegar a ser considerable. Normalmente se producen muy pocos focos secundarios en los
incendios de pastos, debido a que la hierba es un material demasiado ligero como para crear pavesas.
A.3.6.3 Viento
El viento puede recoger las pavesas y desplazarlas a cierta distancia. El viento por sí solo no transporta
pavesas a gran distancia, debido a que su efecto normalmente solo es una acción horizontal. La excepción a
la regla son los remolinos de fuego. Los remolinos de fuego son pequeños ciclones que se presentan en
ocasiones durante condiciones inestables, que captan el material encendido y lo transportan a cierta
distancia. El viento en combinación con la convección puede representar un grave problema, la convección
levanta el material incandescente a gran altura en la atmósfera, donde los vientos generales son capaces de
transportar a cierta distancia.
A.3.6.4 Gravedad
La gravedad también puede propagar un incendio al desplazar material encendido, especialmente si éste
tiene una forma redondeada. Las piñas o ramas en llamas son los más afectados por la fuerza de la gravedad.
No es extraño que cuando se produce un incendio a nivel del suelo y afecta al humus, quede descolocado
material incandescente y empiece a rodar pendiente abajo, propagando el incendio y facilitando nuevas
carreras pendiente arriba.
Principios básicos del comportamiento del incendio. 21
El material rodante está propagando el incendio pendiente
Fig. A15
abajo.
¿Por qué algunos incendios se mantienen pequeños mientras que otros crecen con gran rapidez? ¿Qué pasa
cuando un incendio se amplía y se intensifica? ¿Cómo interactúa el incendio con su entorno?
Las dimensiones de un incendio hacen variar considerablemente esta interrelación, y consecuentemente las
dimensiones de su ambiente. El comportamiento que muestra un incendio pequeño está limitado a dos
dimensiones, la amplitud de su frente y la longitud de sus flancos. Conforme el incendio crece también
aumenta la fracción de entorno que se ve afectada. En un incendio grande, el ambiente de fuego puede
extenderse varios kilómetros sus dimensiones horizontales, pero también lo hará miles de metros en sentido
vertical, la dimensión vertical.
Los incendios de baja intensidad crean suaves corrientes entrantes en el borde del incendio que alimentan
una limitada columna convectiva de humo sobre el fuego. En los incendios de baja intensidad, los factores
relacionados con su propagación (meteorología y topografía) controlan en gran medida el incendio. El
incendio afecta muy poco al entorno, y causa modificaciones menores en las condiciones meteorológicas en
proximidad del incendio.
Los incendios de alta intensidad crean corrientes entrantes mucho más fuertes en los bordes del incendio,
que contribuyen a alimentar una columna convectiva capaz de alcanzar varios miles de metros de altura. Los
incendios de alta intensidad pueden controlar marcadamente el entorno donde se desarrollan, y sus efectos
pueden modificar considerablemente las condiciones meteorológicas (como la velocidad y dirección del
viento, y la temperatura) cerca del incendio y en las zonas contiguas.
Independientemente de que sean grandes o pequeños, normalmente los incendios forestales de gran
intensidad afectan la atmósfera verticalmente en gran medida. Una columna de convección asociada
bien desarrollada y la formación de remolinos de fuego ilustran los efectos verticales del fuego en la
atmósfera.
Los vientos en altura son los vientos que afectan a la columna convectiva. Los vientos fuertes tienden a
inhibir el desarrollo vertical de las columnas convectivas y pueden inclinar la columna de humo de manera
que permanezca cerca del suelo según se va alejando del incendio. Sin embargo, en un ambiente muy
inestable los vientos pueden ser erráticos durante periodos, o bajar su velocidad. Durante estos periodos sin
un vector de propagación claro por el viento, el desarrollo vertical de la columna de humo se puede
intensificar y aumentar la posibilidad de transporte de pavesas cuando estos vientos se vuelvan más fuertes.
Un entorno de fuego cerrado está protegido. Un incendio que quema bajo una cubierta arbórea se puede
comparar con un incendio que arde en el interior de un edificio cerrado. Las condiciones fuera del edificio o
sobre la cubierta forestal afectan relativamente poco el fuego en el interior. Los incendios en entornos
cerrados pueden mantenerse a intensidad baja y propagarse lentamente.
Sin embargo, una vez que el fuego se extienda a la cubierta arbórea, pasará a estar dominado por un
entorno abierto. El cambio de entorno cerrado a abierto en poco tiempo puede aumentar dramáticamente
la intensidad del incendio y su velocidad de propagación. Recuerde que los incendios forestales son fuentes
de calor que pueden y de hecho interactúan con su entorno. Las dimensiones de esta esfera de influencia
dependerán de las dimensiones y la intensidad del incendio, es decir, de su producción de energía calorífica.
La posición física del incendio, y el efecto de protección del terreno y la vegetación circundante, es a
menudo un factor que contribuye al posible comportamiento futuro del incendio.
Fig. A19-20 Fig. 19 (Izquierda) Fuego de subsuelo. Fig. A20 (Derecha) Fuego de superficie.
Entorchado: Arden puntualmente las copas de los árboles de forma intermitente debido a la
radiación procedente del fuego de superficie. Es lo que pasa a menudo en pinares claros con
matorral abundante que, al quemar, afecta a algunos árboles.
Fuego de copas pasivo: las copas queman en conjunto a la vez que lo hace el fuego de superficie.
Todo el fuego avanza a la vez por encima y por debajo de los árboles.
Normalmente se habla de un frente de avance o línea de ignición de los combustibles, siempre de escasa
anchura, que separa los materiales aún combustibles y los materiales ya quemados que han liberado
Un fuego de cabeza es generalmente un frente de fuego que es propaga a favor de viento i/o pendiente. Un
frente de cabeza que se propaga pendiente arriba a contraviento también podría llamarse un fuego de
cabeza si el ángulo de las llamas, con respecto a los combustibles no quemados, es inferior a 90 grados. La
propagación de fuego de cabeza puede desarrollar carreras rápidas e intensas, fuertes columnas de
convección, y consumir grandes cantidades de combustible en un corto periodo de tiempo.
Un fuego de cola generalmente es un frente de fuego que se propaga a contraviento. Sin embargo, un frente
de cabeza que se propaga pendiente abajo a favor del viento también podría llamarse un incendio de cola si
el ángulo de las llamas, con respecto a los combustibles no quemados, es superior a 90 grados. Un incendio
que se propaga a nivel o hacia abajo y sin viento también es un fuego de cola.
Un fuego de flanco es un incendio que se propaga perpendicularmente a la dirección del viento. Sin
embargo, un fuego de flanco se asocia generalmente a una operación de fuego técnico (crema de ensanche
y/o contrafuego).
Como hemos visto anteriormente, la propagación de un fuego se puede dirigir mediante el viento y / o la
pendiente, otra forma de direccionar el frente de un fuego es mediante la succión de la corriente de aire
creada por el frente del incendio principal.
Cualquier fuego consume oxígeno del aire, a la vez calienta el aire por convección y éste se desplaza en
altura, estos fenómenos crean un vacío de aire que se llena de aire fresco de la zona. El relleno de este vacío
genera una corriente de aire en dirección al fuego, corriente que será más intenso a medida que el fuego sea
también más intenso.