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Tema 17 – Desequilibrios y limitaciones de mercado

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1 INTRODUCCIÓN.
Para satisfacer las necesidades se consumen bienes. Definimos actividad económica
como el conjunto de actividades destinadas a satisfacer las necesidades humanas con
bienes susceptibles de usos alternativos. Bien es todo aquello que satisface los deseos o
necesidades de los seres humanos. Hemos de distinguir:

1) Bienes económicos: son aquellos que son útiles, escasos y transferibles.

2) Bienes libres: aquellos de los que hay cantidad suficiente para todos.

El problema económico es la escasez y ésta surge porque las necesidades humanas son
ilimitadas, mientras que los recursos económicos y los bienes que se obtienen desde
ellos son limitados. En una Economía de Mercado como la nuestra, simplificando el
proceso (no considerando el sector público y al resto del mundo), la asignación de
recursos se puede representar con un esquema sencillo del SISTEMA ECONÓMICO:
tenemos empresas y familias, de manera que:

1) Flujos monetarios: las empresas remuneran sus factores productivos, como trabajo, a
través de los salarios, capital, a través de intereses o dividendos, tierra, a través de
alquileres, etc. Estos flujos son propiedad de las familias. Las familias también pagan por
los productos y servicios que reciben de las empresas.

2) Flujos de bienes o físicos : las empresas producen bienes y prestan servicios para las
familias, y a cambio de éstos. Las familias aportan factores productivos (mercado de
factores).

En las economías de mercados los precios permiten :

1) Transmitir información efectiva y eficiente (indican hacia donde debe ir la


producción).

2) El principio de beneficio empuja hacia una utilización eficiente de los factores


de producción.

3) El mercado señala cómo se reparte el producto entre los propietarios de los


recursos.

4) El precio es un mecanismo racionador del mercado. Los bienes son adquiridos


por quiénes pueden o quieren pagar su precio.

En este tema veremos los fallos y limitaciones de las economías de mercado, que impiden
que sea un sistema equitativo en muchas ocasiones.

2 DESEQUILIBRIOS Y LIMITACIONES EN LA ECONOMÍA DE MERCADO.


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El equilibrio en los mercados competitivos se da cuando coinciden oferta y demanda de
forma que la VALORACIÓN DE LOS CONSUMIDORES = PRECIO = COSTE MARGINAL DE
PRODUCCIÓN. De este modo los consumidores maximizan su utilidad y las empresas su
beneficio, y ninguno tiene incentivos para variar esa situación, porque si lo hicieran,
perderían llegando a una situación ineficiente (en sentido paretiano). Las condiciones del
MERCADO EFICIENTE son:

1) AGENTES SIN PODER DE MERCADO: individuos y empresas actúan


competitivamente, sujetos a restricciones tecnológicas y a la escasez, aceptando
los precios como datos.

2) SISTEMA COMPLETO DE DERECHOS DE PROPIEDAD INDIVIDUAL SOBRE


BIENES Y FACTORES: todas las interacciones económicas se dan en el mercado y
se reflejan en precios. Todas las variables objeto de elección están bajo control
directo de los agentes.

3) LA INFORMACIÓN ES COMPLETA Y PERFECTA: no existe incertidumbre.

4) NO EXISTEN EFECTOS EXTERNOS O EXTERNALIDADES.

5) EXISTE UN SISTEMA DE MERCADOS COMPLETO: que permite a los individuos


asignar probabilidades a todos los estados futuros de la naturaleza.

Si no se dan todas estas condiciones, el mercado no es capaz de llevar a cabo una


asignación eficiente de los recursos y tenemos FALLOS DE MERCADO. En este caso el
libre mercado nos lleva a un equilibrio ineficiente según PARETO, de forma que los precios
que equilibran el mercado no significan valoración marginal de los consumidores o coste
marginal de los consumidores. ESTAS SON LAS LIMITACIONES DEL MERCADO.

2.1 Causas típicas de ineficiencia en un mercado.


2.1.1 Control ineficiente sobre los bienes y servicios.
Definido por los derechos de propiedad, los cuales han de estar PERFECTAMENTE
DEFINIDOS debiéndose reunir tres propiedades:

1) Todos los recursos deben ser poseídos por alguien.

2) Se puede excluir a terceros del uso del recurso, pudiéndose cumplir ese
derecho y sin costes de exclusión excesivos

3) Es posible transferir esos derechos.

Esto puede incumplirse debido a:

1) La exclusión imperfecta: cuando, por ejemplo, el control sobre un bien se confiere a un


grupo. El uso de ese bien puede suponer la necesidad de establecer acuerdos con el resto
del grupo. A estos bienes se les llama bienes no exclusivos, de uso común o de acceso
libre. El mercado falla desde el momento en el que los usuarios no consideran el coste de
uso de recursos comunes, por tanto, no hay incentivos para invertir en su renovación o
mejora.

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2) Intransferibilidad: que puede ser extrema cuando hay ausencia completa del derecho a
transferir a nadie cualquiera de los derechos de propiedad asociados. También puede ser
parcial cuando los individuos ven restringidas las condiciones a través de las cuales
realizan los intercambios (ej: precios máx).

2.1.2 Costes de información excesivos.


TODO INTERCAMBIO PRECISA INFORMACIÓN siendo necesario: identidad y situación de
compradores y vendedores potenciales, términos bajo los cuales se comercializará, sobre
la calidad de los bienes, sobre la validez de los derechos de propiedad. Los individuos no
poseen información completa y por ello han de buscarla, asumiendo el coste relativo a
dicha búsqueda, a no ser que éste sea excesivo. Fallos relacionados con este problema
son:

1) La selección adversa: una de las personas tiene más información que la otra
sobre los atributos de un bien y la persona desinformada puede comprar el bien
de baja calidad. Esto ocurre mucho en el sector de los seguros o el de coches
usados.

2) El riesgo moral o manipulación: una persona realiza una tarea en nombre de


otra, y ésta última no puede controlar perfectamente la conducta de aquélla
(agente). También en los seguros.

2.1.3 Imposibilidad de alcanzar acuerdos.


Por las partes con respecto a los términos del intercambio. Aquí entran en juego los
costes de transacción, derivados de negociar y hacer efectivos los acuerdos.

2.2 Principales fallos de mercado.


1) La Competencia Imperfecta: la competencia perfecta supone igual poder no económico
y comportamiento precio aceptante de todos los agentes. Pero en el mercado hay
discriminaciones de todo tipo (no hay igual poder) y para que haya comportamiento
precio-aceptante debe haber un gran número de individuos y empresas, cuyas decisiones
no se vean limitadas por barreras de entrada. Los monopolios llevan a una producción
menor que en el equilibrio competitivo y a un precio mayor. La producción competitiva
óptima, PARETIANA, es la resultante en mercados competitivos, donde P = CMg, siendo el
precio un dato dado. El monopolio con su coste social lleva a tres intervenciones públicas:

a) Contratación exclusiva de un monopolio: a través de licencias o concesiones, obligando


al concesionario a producir la cantidad del mercado competitivo…

b) Propiedad y gestión pública: nacionalizando la producción, hasta el nivel del mercado


competitivo y subsidiando las pérdidas (vía impuestos).

c) Control de precios: obligando al monopolista a fijar un precio determinado.

d) Financiación: subvencionando la producción de nivel de mercado competitivo.

e) Impuesto: permitiendo al monopolista producir según monopolio pero a cambio tendrá


que pagar un impuesto.

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f) Leyes y política antimonopolio.

2) Monopolio Natural: ocurre cuando en una actividad existen rendimientos crecientes de


escala, con costes decrecientes, existiendo, por lo general, barreras tecnológicas a la
entrada de nuevos competidores, pero el problema estriba en que resulta más eficiente la
existencia del monopolista que la entrada de más competidores. Las soluciones posibles
son:

a) Producción pública con financiación: producir a nivel y precio de mercado competitivo


financiándose pérdidas con impuestos.

b) Regulación con financiación: dejar el monopolio en manos privadas y subvencionar el


déficit de explotación generado en la producción eficiente.

c) Control de precios: fijando unos precios máximos, con o sin subsidio. Otra posibilidad
sería autorizar la discriminación de precios en función de las cantidades demandadas.

d) Contratación exclusiva de un monopolio: a través de licencias o concesiones, obligando


al concesionario a producir la cantidad del mercado competitivo.

3) Los bienes públicos: los veremos en el apartado siguiente.

4) Externalidades: lo veremos en el apartado 3.

5) Distorsión en eficiencia por impuestos (neutralidad impositiva) : cuando los impuestos


interfieren negativamente en la actividad, impidiendo la asignación óptima derivada del
libre mercado. Hay que evitar el exceso de gravamen buscando la presión fiscal que
mantenga la asignación óptima que el mercado haya logrado, pero que permita recaudar
las cantidades precisas.

6) Información asimétrica: se deriva de la inexistencia generalizada de mercados que


permitan la actividad en situaciones o estados donde la información es imperfecta (hay
incertidumbre). Suele haber información asimétrica manifestada por la selección adversa
y del riesgo de manipulación moral (ya comentada como causa de fallo de mercado).

7) Mercados incompletos: cuando estos no suministran un bien aun cuando el coste al


suministrarlo sea inferior a lo que los consumidores están dispuestos a pagar. La
respuesta adecuada a este tipo de fallo de mercado debe analizarse con mucho cuidado,
puede haber poderosas razones para por las que los productores privados no suministren
este bien o servicio.

8) Necesidades preferentes e indeseables: bienes de mérito : el Estado suele considerar


preciso imponer, favorecer el consumo de ciertos bienes y prohibir o penalizar el
consumo de otros por encima de las preferencias de los consumidores. Los primeros
provienen de necesidades preferentes que se deben cubrir con bienes públicos (ej: la
educación obligatoria). El Estado debe negar u obstaculizar el consumo de bienes
relacionados con necesidades indeseables (Ej: el tabaco). El fallo estriba en que estos
bienes suelen producirse en cantidades inferiores o superiores (en función del tipo de

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necesidad) a la óptima. El Estado debe corregir mediante la actuación de la Hacienda
(producirse un consumo mínimo de bienes preferentes para asegurar equidad en la
distribución).

9) Mala distribución de la renta: tal y como se realiza por el funcionamiento de los


mercados competitivos. El Estado suele intervenir en una política redistributiva. El
esquema redistribuidor pasa por: impuestos progresivos sobre la renta (y gastos de
transferencias para las familias de menor renta), impuesto progresivo sobre la renta (y
prestación de servicios públicos, en mayor medida a familias de bajos ingresos), e
impuesto sobre los bienes de lujo (y subvenciones a productos consumidos por familias
de bajos ingresos).

10) La inestabilidad provocada por los ciclos económicos : la Economía de mercado esta
sujeta a continuos ciclos o fluctuaciones. Desde los 60 la inflación ha sido un problema
importante, y en los 70 comenzaron periodos de estanflación. Los gobiernos diseñan
políticas estabilizadoras que tratan de alcanzar el pleno empleo, conseguir estabilidad de
precios aceptable y equilibrio en la BP.

3 LOS BIENES PÚBLICOS.


Bien público es aquel cuyo consumo por parte de un individuo no reduce, ni real ni
potencialmente, su cantidad disponible para otro individuo. Se caracteriza:

1) Imposibilidad de excluir a nadie de su consumo, es imposible o muy costoso.

2) Ausencia de rivalidad: los beneficios del bien se pueden proporcionar a


usuarios adicionales con un coste marginal social nulo. Una vez construidos, el
hecho de que los consuma una unidad más no aumenta su coste, porque no hay
que dedicar más recursos para su producción. Un bien será rival cuando su uso
por parte de una persona reduce el uso por parte de otra.

Los bienes públicos pueden ser:

1) Opcionales o no opcionales: en el primer caso cuando el individuo puede escoger la


cantidad que desee del total producido (Ej: programa de radio), en el segundo, todos han
de consumir la cantidad total (EJ: defensa nacional).

2) Puros y no puros (sujetos a congestión) : los primeros cumplen las características de la


no rivalidad y no exclusión. Los segundos cumplen la no exclusión pero puede darse
rivalidad o comenzar a darse a partir de cierto punto (se disminuye su satisfacción).

3) En función de su ámbito : locales, regionales, nacionales (ej: sv. basura es local)


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4) En función del grado de divisibilidad y de la dimensión del grupo relevante . Cuando el
grupo relevante crezca, la posibilidad de revelar las preferencias por los bienes disminuirá
y aparecerán los usuarios gratuitos. Por tanto tenemos:

GRADO DE
DIVISIBILIDAD

Alto Medio Bajo o nulo

DIMENSIÓN GRUPO Alta ——- B. B.


RELEVANTE Cuasipúblico Público

Baja B. Privados Patio de B. de Club


vecinos

3.1 La asignación ineficiente de bienes públicos por el mercado.


Cuando una persona compra un bien público no puede apropiarse de todos los beneficios
que éste reporta, debido al principio de no exclusividad. La utilidad que reporta a la
sociedad es mayor a la utilidad que obtiene el individuo que paga por el bien. Como el
individuo que lo compró no tuvo en cuenta la utilidad que genera a la sociedad, sino su
propia utilidad, los mercados privados tienden a asignar una cantidad insuficiente de
recursos para la producción de bienes públicos. Podemos comprobar como la curva de
demanda de un bien privado se halla sumando horizontalmente las curvas de demanda
individuales a cualquiera de los precios para calcular la cantidad total demandada. La
curva de demanda muestra el valor marginal que conceden los individuos a una unidad
adicional de ese bien. En el caso de un bien público (que se suministra a todo el mundo),
hay que sumar verticalmente las curvas de demanda de todos los individuos . Para
averiguar cuánto valora la sociedad un determinado nivel de provisión de un bien público,
debemos preguntarnos cuánto valora cada persona ese nivel de producción y sumar
dichas valoraciones.

Esta suma vertical nos da idea de por qué los


mercados competitivos no pueden suministrar una
cantidad eficiente de bienes públicos. La regla P =
CMg lleva a una oferta insuficiente (el coste de
producir una unidad más es nulo y el mercado no
emprende la producción aunque haya individuos
dispuestos a pagar.

La ineficacia en la asignación de recursos para la producción de bienes públicos se debe


a que existen consumidores parásitos (free-riders) que consumen el bien público sin
pagar. Cada uno, individualmente se sentirá tentado a aprovechar las compras de los
demás y de esta forma el bien o servicio tiende a no producirse.

En cuanto a la fijación del precio de los bienes públicos, ERIC LINDAHL propuso una
solución teórica consistente en que los individuos acordasen pagar impuestos a cambio
de disfrutar de bienes públicos. En su modelo supuso la existencia de dos personas. Puso
la demanda de un bien público por parte de una de las dos personas y se veía como ésta

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aumentaba a medida que disminuía la proporción del impuesto que ésta debía pagar. Lo
mismo le ocurríría a la otra persona. En el equlibrio se ofrece una cantidad de bien público
en la que una de las personas está dispuesta a pagar un porcentaje del bien público y la
otra el 100% menos dicho porcentaje. En los niveles inferiores a E los dos individuos están
dispuestos a pagar conjuntamente más del 100%, pero a niveles superiores a E los dos
individuos no están dispuestos a pagar conjuntamente la totalidad del coste y se tiende a
reducir la cantidad producida. No tiene en cuenta el parasitismo.

4 LAS EXTERNALIDADES.

4.1 Efectos externos.


Un bien es generador de efectos externos cuando su producción o consumo afecta a los
beneficios o al bienestar de personas distintas a sus productores o consumidores
originales, sin que esta interdependencia tenga reflejo en su precio.

Algunos tipos de efecto externos o externalidades son:

1) Positivas o economías externas: como las derivadas de la sanidad o la


educación.

2) Negativas o deseconomías externas: como la generación de ruidos, o la


polución.

3) Entre individuos: como el efecto del tabaco en los fumadores pasivos.

4) Entre empresas: la contaminación de aguas por petroleras a pescadores.

5) Entre empresas y consumidores: la contaminación del aire.

6) Entre empresas y trabajadores: como la formación en el empleo.

El problema común a todas, es la inexistencia de derechos de propiedad bien atribuidos o


que puedan hacerse efectivos sin grandes costes. En ausencia de internalización, es decir,
si no se puede hacer que los precios de mercado reflejen todos los costes y beneficios
internos y externos, mediante la negociación, persuasión u otros procedimientos, las
señales de precios dejarán de orientar eficientemente las decisiones de producción o
consumo.

La internalización no provoca la eliminación total del efecto externo , sino que sólo trata
de que la producción del mismo sea coherente con la incorporación de costes o
beneficios externos a los precios de mercado.

La corrección de este fallo puede realizarse a través de:

1) Legislación: según Coase, la asignación de derechos redundará en la internalización del


efecto externo, a través de la negociación se conseguirá eliminar el efecto externo, al
reflejar la transacción monetaria la interdependencia. Con la obligación del empresario de
tener que compensar, bajará la producción y así se reducirá el coste social.

2) Regulación: se puede:
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a) Imponer a la empresa normas que impidieran su producción más allá de una cantidad.

b) Obligatoriedad de adopción de métodos de producción menos contaminantes.

c) Oferta a los perjudicados de una oportunidad de participar en la empresa, de modo que


las decisiones de producción tuvieran en cuenta, bajo la nueva propiedad, los costes de
contaminación.

3) Financiación: se puede introducir un impuesto sobre el consumo de dicho bien que


haría desplazar la curva de demanda hacia la izquierda, reduciéndose la recaudación y la
cantidad producida. También se lograría algo parecido con un impuesto por unidad
producida o mediante un subsidio para reducir la producción.

4) Producción pública: se podría internalizar dicho efecto negativo de esta manera. Esto
sólo es razonable para bienes cuyo impacto externo es elevado, ya que afecta a la
población de modo generalizado.

4.2 Externalidades de consumo.


Se producen cuando el sujeto al consumir un bien, eleva o disminuye la utilidad de otros
sujetos y reduce o aumenta el coste de ciertas producciones. Hablamos de economía
externa cuando se produce una elevación de la utilidad (y disminución del coste) y de
deseconomía externa cuando provoca una disminución de utilidad y aumento de coste.
Son ejemplos de economía positiva la educación o la salud pública, porque quien recibe
educación eleva su utilidad pero luego eso redunda positivamente en la sociedad, en la
empresa que contrate al individuo, etc. Estas utilidades o beneficios no mueven la
demanda privada de educación. La provisión de servicios educativos se encomendase a
una empresa privada es muy probable que existiera déficit productivo, puesto que las
empresas privadas de educación no podrían realizar más prestación de servicios que la
que demandan los consumidores por sus beneficios directos. Este déficit de producción
constituye una deficiencia importante en el sistema de economía de mercado.

Un ejemplo de externalidad de consumo de signo negativo se da con el consumo de


bebidas alcohólicas, drogas, tabaco, etc. La producción sin regulación de este tipo de
bienes podría provocar un volumen de producto excesivo (y no se recogería en el precio el
coste que para la sociedad supone este tipo de bienes). Por ello el Estado debe intervenir
ajustando la producción y la utilidad (con campañas contra el consumo, con impuestos
indirectos, etc).

4.3 Externalidades de producción.


La producción de un bien puede reducir o aumentar los costes y/o la utilidad de otras
empresas y personas, pudiendo ser economías externas o deseconomías externas. En
ambos supuestos los precios de mercado no recogen exhaustivamente las utilidades y los
costes que a la sociedad ocasiona una producción determinada. Si una empresa produce
a un precio que no expresa las economías externas que produce, su producción estará por
debajo de las preferencias de la sociedad. Por otra parte, si una empresa privada no

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recoge como coste de producción los costes que ocasiona a la sociedad, la cuantía
fabricada superará a las preferencias sociales. En ambos casos los precios transmiten
una información defectuosa que se deriva en una producción inadecuada.

Ej: economías externas podrían ser las invenciones e innovaciones tecnológicas, y


deseconomías la contaminación. El Sector Público protege las primeras a través de las
patentes

También se producen deseconomías cuando una empresa utiliza un bien libre pero
limitado en cantidad, como por ejemplo, el petróleo o la pesca dependiente de la
utilización de las zonas por otros pescadores. La causa última de las externalidades se
debe a una falta de precisión al definir los derechos de propiedad , porque si esto
ocurriera, los bienes económicos o las desutilidades económicas serían susceptibles de
enajenación y se cargarían en los precios, desapareciendo muchos de los efectos
externos. En muchas ocasiones es muy difícil llevar a cabo la asignación de derechos de
propiedad, por ser bienes indivisibles o por dificultades tecnológicas. Cuando el grupo al
que afectan es muy numeroso el Estado puede intervenir subsidiando otras actividades,
estableciendo regulaciones, poniendo impuestos, etc.

5 RACIONALIDAD Y ÓPTIMOS PARETIANOS.

5.1 Conceptos y generalidades.


La eficiencia económica nos viene a decir que el beneficio y la conveniencia social
radican en elegir la política pública racional tal que al aumentar la productividad del
trabajo se origine más empleos útiles. Pero, la base es la asignación de recursos de forma
que, al menos, alguien gane algo sin que nadie pierda nada. Si realmente pueden
cumplirse dicha premisa no hemos alcanzado aún el ÓPTIMO DE PARETO trabajando la
ECONOMÍA EFICIENTE Y RACIONALMENTE (eficiencia paretiana). Este criterio parte del
bienestar de los individuos, y aunque el bienestar es difícil de medir e incierto a la hora de
comparar, los individuos deben ser los únicos jueces de su propio bienestar . Una
economía será más eficiente en tanto en cuanto es capaz de posibilitar un mayor
consumo presente y futuro.

El Estado trata de intervenir, a menudo, para conseguir resolver la ineficiencia en el


sentido de Pareto, y en la práctica, suele salir perdiendo alguien con dicha situación. Si
partimos de una situación de ineficiencia paretiana, el beneficio de la nueva asignación
debe superar a las pérdidas que se originen y debe haber una compensación suficiente
para los perjudicados. Esto no es posible muchas veces en la práctica. Por otro lado, en la
Economía del Bienestar en la que vivimos expone que si: Existe competencia perfecta y
existen mercados para todos los elementos que afectan al bienestar de los individuos, la
asignación de recursos que se originará será eficiente en el sentido paretiano. El sistema
de precios competitivos genera una asignación eficiente de los recursos. Los individuos,
movidos por su propio interés consiguen el interés público en términos de eficiencia.

5.2 Las tres condiciones de Eficiencia económica.


5.2.1 Óptimo de Pareto.

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Una situación es económicamente eficiente si no es posible mejorar la posición de un
individuo sin empeorar la de otro. Se trata de juicios de valor generalmente aceptados en
una sociedad libre e individualista. Cuando los agentes económicos desperdicien
oportunidades de producción e intercambio estaremos en una asignación de recursos
subóptima o ineficiente. La noción de eficiencia se refiere al mejor uso posible de los
recursos limitados de los agentes económicos. Un sistema es ineficiente si deja sin
explotar oportunidades de obtener algo a cambio de nada.

5.2.2 Primera: eficiencia en la producción.


Una asignación es eficiente en la producción, si no es posible producir una cantidad
mayor de un bien, dado el output del otro, mediante reasignaciones de los factores de
producción entre las industrias. La asignación de los factores de producción es la
solución óptima. Los productores tratan de maximizar su beneficio sujeto a su restricción
presupuestaria. La condición de eficiencia debe establecer que los factores de producción
deben asignarse de manera que se iguales la cantidad de trabajo de que cada sector está
dispuesto a prescindir para incorporar una unidad adicional de capital, dado su volumen
de producción. En términos de Economía de Bienestar, la asignación es eficiente si se
igualan las relaciones marginales técnicas de sustitución factorial entre sectores o
industrias.

5.2.3 Segunda: eficiencia en el consumo.


Una asignación es eficiente en el consumo, si no es posible aumentar el bienestar de un
individuo sin reducir el del otro mediante redistribuciones de los bienes entre ambos. La
asignación eficiente en el consumo lleva a que se igualen las relaciones marginales de
sustitución de cada consumidor

5.2.4 Tercera: eficiencia global.


Tenemos eficiencia global si dos bienes x e y son producidos eficientemente (están sobre
la FPP) y su reparto entre A y B (dos individuos) se realiza de forma que quedan agotadas
las posibilidades de intercambio en un punto en el que la valoración marginal de los
bienes de consumo se hace igual al coste marginal de producción. Es necesario que el
valor subjetivo de X en términos de Y sea igual al CMg de producir X.

5.3 La competencia y la eficiencia.


LOS CONSUMIDORES tratan de maximizar su utilidad, adquiriendo cantidades de bienes
de acuerdo con sus preferencias y tomando como dados los precios.

Max U = U(Qx,Qy) sujeto a Px*Qx +Py*Qy = m

EN COMPETENCIA, LAS EMPRESAS tratan de maximizar su beneficio, dados los precios


de los productos y de los factores, así como de la tecnología de producción. Tememos
que: Max Bfx = P*Qx* – w*L – R*K

Tenemos que:

1) Mercado de Bienes: la competencia conduce a la eficiencia porque los individuos


cuando deciden qué cantidad desean comprar, igualan la utilidad marginal con el coste
marginal de comprarlo (el precio que deben pagar por ello) mientras que las empresas,
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cuando deciden qué cantidad producir de un bien igualan el coste marginal de producir
una unidad adicional con el beneficio marginal de su renta (precio que cobran). Así, el
equilibrio de mercado se encuentra en el punto en el que la UTILIDAD MARGINAL
DERIVADA DEL CONSUMO DE UNA UNIDAD ADICIONAL ES EXACTAMENTE IGUAL AL
COSTE MARGINAL DE PRODUCIRLA. (se verifica en el equilibrio del mercado).

2) Mercado de Trabajo: el nº de horas que decidirá trabajar es aquel en el que se iguala el


salario a su relación marginal de sustitución (RMS) ocio / trabajo la cual representa las
preferencias del individuo. Gráficamente esto significa que el numero de horas trabajadas
por el individuo es aquel para el cual se da tangencia entre su restricción presupuestaria
(la cual representa el sueldo que cobrara en función de las horas trabaje y que, por tanto,
tiene como pendiente el salario y algunas de las curvas de indiferencia del individuo, cuya
pendiente es la relación marginal de sustitución (RMS), la cual varia según el nº de horas
trabajadas. La empresa, al decidir el nº de horas que contrata, tendría en cuenta lo que
obtendrá por lo que aquel o aquella producirían, lo cual se refleja en la función de
producción y cuánto le costara (salarios). Cuando la pendiente de la función de
producción (llamada también “relación marginal de transformación”, RMT, o producción
marginal à pendiente) se iguala con el coste marginal (salario) la empresa estará
maximizando su beneficio. Por tanto se observa que la empresa iguala el salario a la RMT
mientras que el trabajador iguala el salario a la RMS. SE ESTÁN IGUALANDO RMT Y RMS
que es precisamente lo que exige la eficiencia económica, es decir, que el valor de la
producción marginal sea igual al coste de la misma lo que se obtiene en una hora sea
igual a lo que cuesta.

Un sistema de precios competitivos satisface las condiciones necesarias de una


asignación eficiente. Si consumidores y productores se enfrentan a un mismo conjunto de
precios de mercado, la maximización de los beneficios y de la utilidad conducirá a una
asignación eficiente caracterizada por la igualación de relaciones marginales de
sustitución y transformación (RMS y RMTS). Bajo estas condiciones, existe un EQUILIBRIO
COMPETITIVO DE MERCADO tal que la multiplicidad de individuos y empresas,
enfrentados a un mismo conjunto de precios, tomarán decisiones descentralizadas
(orientadas a sus propias metas) y racionales, que agruparán las oportunidades
mutuamente beneficiosas que ofrecen los procesos de producción e intercambio.

6 EFICIENCIA VERSUS EQUIDAD.


Los Sectores Públicos actuales tratan de conseguir dos objetivos al respecto:

1) Lograr una asignación eficiente de recursos que conduzca a un crecimiento


económico equilibrado.

2) Redistribuir la renta y riqueza del país.

Hemos de tener en cuenta que la actividad hacendística supone una detracción de


recursos que se emplean para la generación de bienes y servicios públicos y para
transferencias. Pero se ha de investigar la eficiencia económica de esos trasvases de
recursos (como afectan a la aceptación de riesgos empresariales, al bienestar económico

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individual, al mercado de trabajo, etc). Por otra parte, es importante conocer sobre quién
incide y cómo se reparte el coste de la actividad hacendística. Hay tras esto un debate
que parte de los principios de eficiencia y de equidad.

El SISTEMA ECONÓMICO IDEAL EN LA ECONOMÍAS DEL BIENESTAR debe ser:

1) EFICIENTE: no se pueda mejorar la situación de alguien sin empeorar la de


otro.

2) EQUITATIVO: no es posible redistribuir la renta y la riqueza entre distintos


individuos sin reducir el bienestar social.

La diferencia principal entre la equidad y la eficiencia está en que la determinación del


óptimo social obliga a realizar comparaciones interpersonales de utilidad , asignando
ponderaciones sociales al bienestar disfrutado por cada uno de los miembros, mientras
que las afirmaciones sobre eficiencia son independientes de los juicios de valor sobre lo
que se considera socialmente justo. El criterio de eficiencia no se inmiscuye en la
distribución de la renta, pero el de la equidad sí que trata de mejorar aquélla y de crear
bienestar social.

6.1 Equidad y el Óptimo social.


La equidad supone entrar en comparaciones interpersonales de utilidad. Por ello
postularemos una FUNCIÓN DE BIENESTAR SOCIAL en la que se expresen de forma
simétrica los juicios y las valoraciones sociales sobre la justicia de la distribución de
bienestar entre A y B, es decir, el peso social de los méritos y las necesidades de los
individuos que forman la sociedad. Si la sociedad es individualista, el bienestar total
crecerá con el de cada uno de sus miembros, pudiéndose fabrica una curva de
indiferencia social, donde los niveles de bienestar de A y B son indiferentes. El criterio de
eficiencia global permite eliminar todas las combinaciones de utilidad en las que no se
satisfaga a la condición de eficiencia en la producción. El lugar geométrico de estas
combinaciones globalmente eficientes se conocer como “frontera de utilidad de orden
superior”, y aparece representada por la línea ab.

La función de bienestar social se limitará a


encontrar un punto sobre la frontera de utilidad. En
el gráfico, el óptimo social es c, cuya virtud es ser
el que mayor bienestar proporciona a la sociedad
de entre todos los globalmente eficientes, es
decir, el óptimo de los óptimos. De esta forma
hemos resuelto de la mejor forma posible los problemas de la actividad económica, ya
que la combinación de niveles de utilidad asociada a c corresponde con una combinación
única de productos y una única distribución de X e Y entre A y B, resolviéndose el qué
producir, para quién y el cómo (a través de una única distribución eficiente de trabajo y
capital entre X e Y). Esto nos puede mostrar el conflicto que existe entre EQUIDAD y
EFICIENCIA, ya que la asignación de recursos en el punto d es socialmente preferible a la
f. Supongamos que partimos de f y que las autoridades quieren alcanzar d a través de
medidas de redistribución de renta a favor del individuo A. Estas medidas son

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frecuentemente distorsionadoras de la producción y el consumo, ya que pueden impedir
la necesaria igualación de las relaciones marginales de sustitución y transformación, lo
que nos llevaría a situarnos en un punto subóptimo en el interior de la frontera de utilidad
ab, por ejemplo g. Pero el problema no es tan sencillo. Puesto a admitir la dificultad de
alcanzar el óptimo social, tendremos que valorar si los costes económicos propios de la
pérdida de la eficiencia derivada de la intervención, superan los beneficios sociales de la
redistribución. Es aceptable pensar que el bienestar total aumenta cuando aumenta el
bienestar entre individuos aunque sea a costa de ineficiencia, pero siempre y cuando
dicha ineficiencia no se traduzca en falta de equidad (como ocurre en el punto g).

Los bienes se canalizan hacia quién paga por ellos, más que a quién los necesita. Si un
país gasta más recursos para producir bebidas alcohólicas que para luchar contra la
pobreza, tendremos una distribución de renta inadecuada, aunque el mercado funcione
eficientemente. La equidad puede estar totalmente reñida con la eficiencia en algunos
casos, porque tras la equidad hay claros juicios de valor.

7 CONCLUSIÓN.
Los mercados perfectamente competitivos son eficientes, pero la eficiencia no garantiza
la equidad, porque la renta puede estar mal distribuida.

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