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¿Quién es Jesús?
Jesús se veía como cualquier persona común y corriente. Nació de una manera normal, en
humildes circunstancias. Como otros muchachos judíos, fue circuncidado. Como
primogénito, fue presentado al templo. Se sacrificaron dos palomas, indicativo de que la
familia era pobre (Lucas 2:24; Levítico 12:8).
Como otro niños, Jesús creció física, intelectual y socialmente. Más tarde, fue conocido
como “el carpintero, el hijo de María” (Marcos 6:3). Caminaba y trabajaba como otras
personas lo hacían. Comía, dormía y regresaba cansado, hambriento y sediento. Años
después murió, como todas las personas lo hacen.
Jesús tuvo un interés especial en la religión. Cada año su familia iba a Jerusalén a la Pascua,
y cuando tenía 12 años los maestros del templo se sorprendieron de cuánto sabía (Lucas
2:46-47).
Su primo Juan también fue religioso, y bastante excepcional. Juan vivía en el desierto,
comía cosas extrañas y usaba ropa extrañas. Predicaba el arrepentimiento y bautizaba a
personas como símbolo del perdón. Multitudes venían a reencontrarse con Dios. Jesús
también fue y se bautizó.
Conducta extraordinaria
Durante el bautismo de Jesús algo extraordinario sucedió: se oyó una voz de cielo y algo
semejante a una paloma descendió sobre Él (Lucas 3:22). Este suceso fue algo sumamente
importante en su vida. Su conducta de repente cambió. Dejó su trabajo, se fue al desierto y
ayunó por 40 días.
Cuando Jesús regresó a la sinagoga en Nazaret, prácticamente anunció ser el Mesías cuando
dijo que Dios lo ungió para predicar. Anunció que Él era el cumplimiento de la Escritura
(Lucas 4:16-29).
Jesús empezó a hacer algunas cosas extraordinarias: transformó agua en vino, alimentó a
miles de personas, curó todo tipo de enfermedades, dio vista a los ciegos, resucitó a
muertos. ¡Ordenó a los demonios salir de personas y le obedecieron! Arrepiéntanse, predicó,
porque el reino de Dios está cercano.
Y nadie nunca enseñó como Jesús lo hizo. ¡Qué cosas extraordinarias dijo sobre sí mismo!
Como, por ejemplo: Si no hacen lo que digo, no estarán en el reino de Dios. Nadie viene a
Dios excepto por mí. Soy el juez de su eternidad. Puedo perdonar sus pecados (Mateo 7:26;
9:2-6; 10:33; 16:27; Juan 5:22; 14:16).
Moisés no basta, Jesús dijo: Moisés les dijo una cosa, pero yo les enseño algo más. (Mateo
5:21-39). Dijo ser más grande que el templo, más grande que Salomón y Jonás (Mateo 12:5-
8, 41-42). Dijo que las personas deben ser más virtuosas que los fariseos, pero ignoró sus
reglas sobre lavados rituales y cómo guardar el sábado.
Las personas vieron los milagros de Jesús y se preguntaron si realmente podría ser el
Mesías (Juan 7:25-31, 40-44). ¿Podría esta persona que critica nuestras tradiciones
verdaderamente ser ungida por Dios?
Vergüenza extraordinaria
Jesús a menudo se llamaba a sí mismo el Hijo del Hombre. A veces esta frase significaba
“una persona común y corriente”. A veces se refería a una persona extraordinaria, alguien
“como un hijo de hombre” viniendo con las nubes de cielo, coronado e investido de gran
gloria (Daniel 7:13-14). Jesús dijo que vendría con gran poder y gloria, a la diestra de Dios
(Mateo 24:30). Esta fue una afirmación tan sorprendente que el sumo sacerdote acusó a
Jesús de blasfemo (Mateo 26:64).
Paradójicamente, Jesús también usó la frase “Hijo del Hombre” para predecir su propia
muerte en una cruz (Mateo 20:18-19; 26:2), la crucifixión era la forma más vergonzosa de
morir para cualquier judío, “…porque maldito por Dios es el colgado” (Deuteronomio
21:23).
¿Cómo puede alguien tener vergüenza y gloria al mismo tiempo? ¿Cómo puede un
blasfemo ser honrado por Dios? Si Jesús era el Mesías, ¿por qué dijo que las gentes lo
desecharían y lo matarían? Un Mesías muerto no tiene sentido.
Por eso fue que Pedro dijo: “Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te
acontezca”. Pero Pedro no podía detener la envidia de los jefes judíos, ni la injusticia de los
gobernantes romanos. Pedro era impotente contra el pecado y lo malo.
Así Jesús, una vez llamado rey por las gentes, fue prontamente rechazado, traicionado,
abandonado, condenado, vencido y crucificado. Se esfumaron las esperanzas de los
discípulos. Algunos abandonaron el pueblo; otros pensaron en volver al negocio de la pesca.
Los Evangelios no esconden la muerte vergonzosa de Jesús. De hecho, los cuatro libros
dedican una cantidad desproporcionada de espacio a la narración de este trágico
acontecimiento. Estos libros se diseñaron para decirnos lo que Jesús hizo (Hechos 1:1), pero
le dan mucho espacio al sufrimiento y muerte de Jesús. ¿Será que su muerte es parte de lo
que hizo? ¿Será que el morir de dicha manera era parte de su ministerio? ¿Qué hizo su
muerte tan digna de interés periodístico a los ojos de los escritores del Evangelio?
Revelación extraordinaria
Aun en la muerte, Jesús fue una figura polémica. Un jefe judío pidió permiso para ponerlo
en una tumba completamente nueva. Otros jefes judíos pidieron guardias.
Temprano, un domingo por la mañana, unas mujeres vinieron con especias aromáticas para
ungirle, pero volvieron con un extraño informe. Hubo un terremoto, dijeron, y un ángel
rodó la piedra lejos, los guardias se desmayaron y Jesús de repente se les apareció a las
mujeres.
“Mas a ellos [los discípulos] les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían”
(Lucas 24:11). Aun después que Pedro examinó la evidencia, “se fue a casa maravillándose
de lo que había sucedido” (vers. 12).
No pasó mucho tiempo antes de que Pedro llegara a convencerse de lo que había pasado.
Pero ¿por qué? Si Dios quería que Jesús estuviera vivo, ¿por qué había dejado que muriera
en primer lugar. ¿Era de esto todo lo que se trataba Jesús?
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían” (vers. 27). Los discípulos empezaron a tener una nueva
comprensión acerca de Jesús, no solo de su resurrección, sino también del propósito de su
muerte, del significado de su vida y, lo más asombroso de todo, quién fue Él.
¿Quién fue este hombre de Nazaret? Se llamó a sí mismo el Hijo de Hombre. Los ciegos y
una mujer cananea lo llamaron Hijo de David, otro nombre para el Mesías. Los demonios lo
llamaron Hijo de Dios, pero… ¿tendrían razón?
Natanael, Pedro y Marta también lo llamaron el Hijo de Dios. Aceptó ese título delante del
sumo sacerdote y fue condenado por ello. Las muchedumbres lo ridiculizaron por eso
mismo, pero el centurión dijo: “¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!” Marcos,
Lucas y Juan comienzan sus libros llamándole el Hijo de Dios, no hijo de Dios de la manera
en que somos los creyentes, sino Hijo, en una manera sin precedente.
Persona extraordinaria
A pesar de las apariencias, Jesús no empezó de la manera usual, Mateo y Lucas nos dicen
que fue concebido por el Espíritu de Dios. Aun cuando era un bebé, los magos le adoraron.
Sus discípulos cayeron de rodillas y le adoraban (Mateo 2:11; 14:33; 28:9, 17).
Juan nos dice algo aún más asombroso: que Jesús era, desde el principio de los tiempos, la
Palabra de Dios, quien “era con Dios, y el Verbo era Dios”. Por Él se han creado todas las
cosas (Juan 1:1-3). Juan lo llama “el unigénito Hijo” (vers. 18). Tomás lo llamó “Señor mío,
y Dios mío” (Juan 20:28). Jesús dijo que tenía la gloria de Dios “antes que el mundo fuese”
(Juan 17:5).
¿Quién era esta persona? Era Dios, digno de adoración, honor y absoluta obediencia.
¿Cómo podrían los judíos alguna vez llegar a creer tal idea? ¡No fácilmente! Pero los
escritores del Evangelio habían visto la evidencia, y nos presentan la evidencia que los
convenció. Nos describen a un Jesús que es ordinario y extraordinario al mismo tiempo.
Pues bien, si Jesús era Dios en la carne, ¿qué estaba haciendo en una cruz? ¿Por qué parece
que el punto principal de su ministerio era una muerte ignominiosa? Los Evangelios no nos
dan muchos detalles del porqué (otros libros del Nuevo Testamento nos dan muchos más
detalles). Jesús dijo que atraería a las personas por medio de la cruz (Juan 12:32). Su muerte
sería una forma de adquirir discípulos.
Jesús dijo que su muerte fue predicha en el Antiguo Testamento (Mateo 26:24; Marcos 9:12;
Lucas 24:46). Así que podemos estudiar el Antiguo Testamento para aprender más. Pero ¿en
dónde predice el Antiguo Testamento que Dios enviaría a alguien a morir por otros?
En Lucas 22:37, Jesús señaló el punto, citando específicamente una profecía que “se debe
cumplir en mí”. Citó de Isaías 53, que describe a un siervo que lleva nuestros pecados, sufre
y muere, trae perdón y es honrado por Dios. Jesús se vio a sí mismo como ese sirviente. Él
es el que vino “para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28).
Como rescate por muchos, como un sacrificio por el pecado, Jesús logró mucho más con su
muerte que con la totalidad de sus milagros. Esta es la razón por la que Él vino (Juan
12:27). No había ninguna otra manera de alcanzar su propósito (Mateo 26:42).
¿Qué se supone entonces que hagamos con esta persona? ¿Cuán pertinente es para nosotros
hoy?
Juan nos dice que él escribió su Evangelio de manera que creyéramos que Jesús es el
Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengamos vida eterna en su nombre (Juan
20:31). Podemos tener vida eterna solo siendo perdonados, y es solo por medio de la muerte
de Cristo que podemos ser perdonados. Es a Él a quien que debemos responder. Debemos
caer de rodillas y confesar, mi Señor y mi Dios.
Michael Morrison
Evangelios Sinopticos
7 NOVIEMBRE, 2007
tags: Biblia, Evangelios, Evangelios Sinopticos, Nuevo Testamento
LOS EVANGELIOS
PROFECIAS CUMPLIDAS:
a) Relata 14 parábolas
b) Relata 20 milagros
c) Se le llama el Evangelio didáctico por la forma sistemática en la que presenta
sus enseñanzas.
d) Es el único Evangelio que emplea la palabra iglesia (Ekklesia)
e) Es el libro cuarenta del canon (el cuarenta es el número de la prueba)
GRANDES DISCURSOS:
a) Jesucristo es Rey. Nace del linaje real, los magos le ofrecen regalos dignos de
la realeza, el sermón del monte es un manifiesto real.
b) Jesús el rechazado: Herodes trata de matarlo, los fariseos lo acusan de comer
con los pecadores, dudan de sus milagros, los atribuyen a Belcebú.
c) Jesucristo volverá a la tierra para reinar: parábolas de os talentos, las
vírgenes, prudentes e insensatas, las ovejas y las cabras.
MARCOS:
AUTOR: Juan Marcos; hijo de Maria dueña del aposento alto, primo de
Bernabé.
Compañero de Pablo en su primer viaje misionero, compañero e interprete de
Pedro (1 Pedro 5:13)
FECHA: 64 D. de C.
CARACTERISTICAS ESPECIALES:
EL RELATO ES DIVIDIDO
LUCAS
AUTOR:
FECHA: Año 64 d. de C.
NACIMIENTO DE JESUS
TRES ANUNCIACIONES
NACIMIENTO DE JESUS
1) En Belén y no en Nazareth
2) Probablemente en los años 6 ó 5 o bien en el 7 ó 4 A. de C.
3) José tuvo que ir a empadronarse a Belén desde su natal Nazareth a 120km.
De distancia, con María a punto de dar a luz.
4) Jesús nació en un establo rodeado de pastores, animales y ángeles (Lucas
2:8-20)
PRESENTACION EN EL TEMPLO
1) Vivió en Nazareth
2) Por ser el primogénito aprendió el oficio de su padre (carpintero)
3) Jesús se desarrollo en lo físico, mental y espiritual (Lucas 2:40)
4) Un niño Judío a los doce años se convertía en hijo de la ley (debía cumplirla)
Lucas 2:41-51
5) Es posible que José muriera cuando Jesús era un adolescente y como
primogénito recayera en él la responsabilidad de sostener a la familia.
MINISTERIO DE JESUS
BAUTISMO
MILAGROS
EL PORQUE DE LA OPOSICION
Este listado provee un listado de las parábolas de Cristo usado por él según revelado por los Evangelios.
Este listado menciona los milagros de Jesucristo. Los mismos están organizados en comparación con los
Evangelios.
Milagros de sanación
Mateo Marcos Lucas Juan
Curaciones en general
8. Sanación del hombre con una mano seca 12:9 3:1 6:6
Este listado menciona todos los sermones de Jesucristo. Los mismos están organizado según aparecen en
los Evangelios.