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Tema de Análisis:

Actividad Procesal defectuosa (Cap. IV, Art. 160 al 165, CPP)


-Principios
–Remedios
–Protesta
-Defectos absolutos
-Incidente de nulidad
-Subsanación
DE LAS MEDIDAS CAUTELARES (Cap. V, art. 166 al 172)
-Finalidad y criterios
-Tipos
-Condiciones generales de aplicación
-Proporcionalidad
-Motivación
-Transgresión
-Revisión

 LUBY AZUCENA ALFARO OLIVAS


 OMÁN DAVID DÍAZ CÁRCAMO
 JUAN GABRIEL REYES ESCORCIA
 PAOLA MORENO ESPINAL
 JORGE ULISES GARCÍA

“A LA LIBERTAD POR LA UNIVERSIDAD”

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2000-323
https://www.monografias.com/trabajos91/aplicacion-instancia-dentro-del-proceso-
judicial/aplicacion-instancia-dentro-del-proceso-judicial.shtml
ACTIVIDAD PROCESAL DEFECTUOSA
El artículo 160 del Código Procesal de la República de Nicaragua establece el principio del
tratamiento de la actividad procesal defectuosa: los actos cumplidos con inobservancia
delas formas esenciales o requisitos procesales básicos no pueden servir de fundamento o
presupuesto a una decisión judicial.

No obstante, la misma norma admite la subsanación oportuna de todo defecto. Idea que
reafirma el art. 165: «Los defectos, aun los absolutos, deberán ser subsanados, siempre que
sea posible, renovando el acto, rectificando su error o cumpliendo el acto omitido...», y
que armoniza con el deber del juez, tribunal o fiscal de comunicar al interesado los
defectos subsanables en cualquier gestión, recurso o instancia de constitución de los
sujetos del proceso (art. 120 CPP), y con la facultad del órgano jurisdiccional de rectificar
errores u omisiones materiales, aclarar ambigüedades o contradicciones o adicionar la
resolución de un punto controvertido, antes de la notificación de la resolución y siempre
que no implique modificación esencial de lo resuelto (art. 161 CPP).

Defectos absolutos (que no generan nulidades absolutas, si son oportunamente


subsanados) son, conforme al art. 163 CPP, los concernientes a:
1) La inobservancia de derechos y garantías consagrados en la Constitución o tratados y convenios
internacionales, cuando ello cause indefensión;
2) Intervención, asistencia y representación del acusado;

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3) Nombramiento, capacidad y constitución de jueces o tribunales;
4) Jurisdicción, o competencia objetiva o funcional (no territorial);
5) Coacción, cohecho o violencia contra los juzgadores en el momento del veredicto o
sentencia, y,
6) La acción en cuanto a su ejercicio inicial y a la participación del actor en el proceso
(tales como la legitimación del actor y el necesario sostenimiento de la acusación para que
el juez pueda condenar).

Conclusión: No podrán ser valorados para fundar una decisión judicial, ni utilizados
como presupuestos de ella, los elementos de prueba obtenidos a través de la inobservancia de las
formas esenciales y requisitos procesales básicos previstos en la regulación procesal, salvo que el
defecto haya sido subsanado o no se haya protestado oportunamente y no se trate de un defecto
absoluto (Art. 160 CPP).
Así pues, la valoración de la prueba es la consideración que el juez o tribunal hace sobre los
elementos de prueba introducidos en el proceso que le lleva a establecer los hechos probados a través de
un proceso racional conforme a las reglas del sentido común, de la experiencia que proporciona la vida,
los conocimientos científicos, etc.
Como es sabido, el proceso penal tiene por finalidad solucionar los conflictos penales y
restablecer la paz jurídica y la convivencia social armónica, mediante el esclarecimiento de los hechos y
la determinación de la responsabilidad de los acusados, así como la aplicación de las penas y medidas de
seguridad de acuerdo con la ley (arts. 7, 55 y ss y 166 CPP).
En el capítulo del Código Procesal Penal dedicado a la actividad procesal defectuosa, se
consideran « defectos absolutos», entre otros, a aquellos que causen indefensión debido a la inobservancia
de derechos y garantías, previstos en la Constitución, tratados y convenios internacionales o el Código
(art. 163.1 CPP). En la misma categoría entran la falta de intervención, asistencia o representación del
imputado (art. 163.2 CPP), tres conceptos que correspondientes al derecho de defensa, de los cuales ya
analizamos el primero. Los defectos absolutos dan lugar a la nulidad de los actos procesales de tal forma
viciados (art. 163 CPP), salvo que se opere la subsanación (art. 165 CPP).
La nulidad (art. 154) es lo mismo que la invalidez, de manera que a ella se refiere el art. 387
.1 CPP al enunciar como el primero de los motivos de casación por la forma la inobservancia de las
normas procesales establecidas bajo esa sanción. Tal consecuencia está a la medida de la trascendencia
del quebranto del derecho de defensa.

DE LAS MEDIDAS CAUTELARES


Es debe recordarse que encontramos tres tipos de coacción personal, del imputado o acusado:
a) La que permite asegurar que el imputado será presentado al juez para que el proceso
pueda iniciarse, que se denomina coacción pre-cautelar o provisionalísima.

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b) La que salvaguarda los actos sucesivos y graduales que constituyen el proceso judicial y
la ejecución de la futura sentencia, o una conducta que garantice la no continuidad de la lesión de bienes
jurídicos, llamada coacción cautelar, la cual sirve para que el proceso pueda desarrollarse con la
presencia de a persona acusada a la que se atribuye el delito que se juzga, (Medida Cautelar).
c) La coacción material: sanción que el juez establece en la sentencia y que debe cumplirse.

En el Código Procesal Penal se regulan una serie de medidas para asegurar el inicio y
desarrollo del proceso penal, por lo que de acuerdo al momento y objetivo con el que se dictan se dividen
en precautelares y cautelares, veamos:
- Medidas cautelares: Iniciado el proceso penal (art. 254 CPP), con la primera audiencia sea ésta
preliminar e inicial, los jueces están facultados para dictar, a petición de parte, una serie de disposiciones
que tienen como objetivo afirmar con certeza la realización de los actos sucesivos y graduales que
constituyen el proceso, medidas que, por lo tanto, nacen, viven y concluyen con el proceso penal. Como
se aprecia, tienen un carácter coactivo eminentemente instrumental.
El CPP, establece en el artículo 166 la regla de que la finalidad de estas medidas es permitir la eficacia
del proceso y la ejecución de la sentencia, la presencia del acusado durante el mismo y regular la
obtención de fuentes de prueba, y en el caso del inciso c) del numeral 3, del artículo 173, además evitar,
por la naturaleza de los hechos perseguidos, la existencia del peligro de que el acusado pueda cometer
nuevos delitos mediante el uso de armas u otros medios de intimidación o violencia personal o dirigidos
contra el orden constitucional o ilícitos penales de criminalidad organizada o que continuará la actividad
delictiva.
Imposición, revocación y oportunidad de las medidas cautelares: Las medidas cautelares pueden
decretarse desde el inicio del proceso con la primera audiencia (art. 254 CPP), y durante todo el trámite
del mismo para asegurar la presencia del acusado y la obtención regular de las fuentes de prueba (art.
166).
Precisamente, la audiencia preliminar tiene como uno de sus fines fundamentales resolver lo relativo a la
aplicación de estas medidas (art. 255), las que serán revisadas en la audiencia inicial (art. 265) y
mensualmente durante el trámite del proceso (art. 172).
Dado que afectan derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política, tratados y acuerdos
internacionales y que especialmente limitan la libertad, las medidas cautelares tienen una serie de rasgos
distintivos y peculiares y su aplicación exige una serie de características, que se describen a continuación:
a. Jurisdiccionalidad: Como condición general de su aplicación, las medidas cautelares establecidas en el
CPP, sólo pueden ser dictadas por juez competente con motivo de un proceso penal o de una
investigación penal, siempre que existan indicios racionales de criminalidad (art. 168 CPP) en resolución
judicial fundada (art. 170 CPP). Esta regla se justifica debido a que afectan derechos constitucionales
cuya limitación requiere autorización jurisdiccional, por necesidad de eficacia procesal y protección de
los derechos que en él se busca tutelar o restaurar.

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b. La taxatividad (que no admite réplica) impone un sistema de números clausus, es decir que únicamente
pueden aplicarse las expresamente establecidas en el art. 166 CPP, de manera que no se puede recurrir a
ninguna que no esté predeterminada. Solo la ley dictada conforme los procedimientos de legitimidad
democrática puede fijar qué medidas cautelares pueden ser aplicadas por la posible comisión de un hecho
establecido como delito o falta. De manera que las personas están aseguradas de que no se impondrá
ninguna otra que no haya sido prevista en el CPP ni por razones distintas a las señaladas legalmente y de
que sus derechos sólo serán restringidos en la forma y los casos concretos autorizados previamente en la
ley.
El artículo 167 CPP, limita y reduce a once los diversos tipos de medidas cautelares que un juez
competente puede adoptar, con lo que se previene cualquier abuso y se fijan las condiciones para una
práctica coherente en la aplicación de la ley e iguales resoluciones en supuestos similares. Según las
circunstancias específicas de cada caso, puede adoptar el juez una o las que considere necesarias para la
eficiencia del proceso.
Clases de medidas cautelares
El artículo 167 CPP, establece dos tipos de medidas cautelares, personales que aseguran la presencia del
acusado en el proceso penal y la ejecución de la sentencia condenatoria y las reales, encaminadas a
garantizar el pago de la pena pecuniaria, de las costas procesales o de sumas debidas al Estado y las
responsabilidades civiles, para lo cual es necesario conservar bienes muebles e inmuebles del acusado o
del tercero civilmente responsable; así como conservar las cosas relacionadas con el delito, que se han
utilizado para cometerlo o que constituyen su producto, provecho o precio. Las medidas cautelares reales
recaen de modo exclusivo sobre el patrimonio del acusado o del tercero responsable civilmente, y
persiguen garantizar
En el mismo artículo, inciso a), encontramos algunas medidas que no se refieren precisamente a
garantizar la presencia del acusado sino a proteger a las víctimas. Estas disposiciones en realidad
pudieron conformar un tercer tipo o clase, veamos cuáles son:
a) El depósito de un menor, que se refiere a la posibilidad de decretar la guarda y custodia de un niño o
niña o de un menor de dieciocho años de edad, sin perjuicio de lo que posteriormente se declare sobre los
derechos derivados de la relación madre, padre e hijos, tutela o guarda.
b) El abandono inmediato del hogar si se trata de violencia doméstica o intrafamiliar o de delitos
sexuales cuando la víctima conviva con el acusado.
c) La prohibición de despedir, trasladar de cargo o de adoptar cualquier otra represalia en contra de la
víctima de acoso sexual.
Estas medidas pueden implicar la suspensión temporal del ejercicio de la patria potestad, de un cargo público o la
prohibición temporal de ejercitar determinadas actividades profesionales o empresariales, lo que se desprende
de los literales g) y j) del numeral 1) del artículo en referencia que establecen, respectivamente, la prohibición de
comunicación y la suspensión del cargo.

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Son requisitos para que los jueces adopten medidas cautelares:
a) Que sirvan para asegurar la presencia del acusado en el proceso penal, la obtención de las fuentes de
prueba y sus resultas o para proteger a las víctimas;
b) La existencia de una acusación fundada en indicios racionales de criminalidad en contra de una
persona concreta (art. 254 CPP);
c) Que sean, por regla, decretadas a solicitud de parte, conforme el principio acusatorio (art. 10 CPP)
El principio de proporcionalidad
Es esencial que el juez pondere la magnitud, cantidad, grado y duración de las medidas cautelares, para lo
cual considerará, por una parte, el delito y las circunstancias en que se cometió, las penas y medidas de
seguridad con que la ley lo sanciona y la eficacia del proceso penal como instrumento para averiguar la
verdad, el interés del Estado y de la sociedad en sancionar y perseguir delitos, y por otra, tendrá en
cuenta: los derechos y libertades fundamentales de las personas.
Este principio impone la obligación de asegurar el proceso penal, afectando lo menos posible las
libertades y derechos de las personas contra las que se dicta una medida cautelar; orienta al juez para
decidir cuándo y en qué casos, de qué manera y por cuánto tiempo se debe imponer, suspender, revocar o
modificar. Funciona como indicador de la relación y el grado de coherencia que debe existir entre la
limitación de derechos y los fines buscados y no como elemento indicador de culpabilidad, pues se
desfiguraría la medida cautelar.
El auto de prisión preventiva
Según el artículo 151 CPP, la resolución que impone, modifica o revoca una medida
cautelar es un auto (porque las sentencias le ponen fin al proceso y las providencias
ordenan actos de mero trámite, y como son dictados en audiencia especifica o como parte
de una audiencia, de preferencia), como se dijo, deben constar y ser parte del acta que
describe lo ocurrido en ella.
El artículo 153 CPP, los autos contendrán una fundamentación clara y precisa y en
ellos se expresarán los razonamientos de hecho y de derecho en que se basan. El
artículo 170 CPP obliga, además, a que las medidas cautelares solo puedan ser decretadas
mediante resoluciones fundadas y motivadas.

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MEDIOS IMPUGNATORIOS
EN LA ACTIVIDAD PROCESAL DEFECTUOSA

Concepto

El CPP señala que los medios de impugnación son una serie de actos tendientes a resarcir y
modificar los actos procesales afectados por vicio o error. En casos estos medios de
impugnación se refieren al Recurso de Reposición sobre las resoluciones judiciales y la
sentencia.
De conformidad con el artículo 165 del CPP, los defectos procesales, aún los absolutos,
deberán ser subsanados, a través del reclamo de reposición que deberá describir el defecto,
individualizar el acto viciado u omitido y proponer la solución que corresponda

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Vicio procesal

Subsanación Recurso

El remedio de subsanación se formula a Los Recursos de Reposición se formulan


través del Recurso de Reposición, que de con el propósito de impugnar una
acuerdo al CCPP, tiene por objetivos: resolución contraria a derecho, y son:
1. Renovando el acto. 1. Subsanación 4. Incidente de
3. Rectificado el error 3. Remedio nulidad (de los
4. Cumpliendo el acto omitido. 4. La protesta actos procesales)

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