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Patología molecular:

Aplicaciones de la biología
molecular en anatomía patológica

Molecular pathology: Applications


of molecular biological techniques
in pathology
Ignacio I Wistuba O.

Correspondencia a: Ignacio Wistuba O. Casilla 114-D. Santiago, Chile. Tel 686-3209. Fax 639-5871.
E-mail: iwistuba@med.puc.cl

The rapid development of molecular biology techniques as well as recent progress in the
understanding of genetic and molecular basis of human diseases have had enormous impact in the
practice of clinical pathology. Since new diagnostic (molecular) tools are now available, the concept
of Molecular Pathology is emerging. Molecular Pathology is defined by the use of molecular biology
techniques and the type of specimens that are involved in its practice, basically ARN and ADN,
extracted from cytological and tissue specimens. Although most methods used in molecular
pathology and their applications are still under investigation and clinical validation they have great
potential in several areas of pathological diagnosis, particularly on infectious and neoplastic diseases.
Introduction of these techniques in pathology laboratories in our country should significantly
enhance the diagnostic and research skills in the field (Rev Méd Chile 2001: 791-804).
(Key-Words: Laboratory techniques and procedures; Molecular biology; Pathology, molecular)

Recibido el 11 mayo, 2001. Aceptado el 14 mayo, 2001.


Trabajo financiado parcialmente por proyecto Fondecyt #1990489.
Departamento de Anatomía Patológica, Pontificia Universidad Católica de Chile,
Santiago, Chile.

El desarrollo reciente de técnicas de biología molecular y la expansión acelerada del conocimiento de


las bases genéticas y moleculares de las enfermedades humanas, han tenido un impacto significativo
en Anatomía Patológica. Aunque no es fácil resumir ni sistematizar este impacto, es posible
visualizar en Anatomía Patológica dos áreas propias de la especialidad que han experimentado un
gran desarrollo debido a la incorporación de principios y técnicas relacionados con la biología
molecular, éstas son el conocimiento de la patogenia de enfermedades humanas y el diagnóstico en
patología. En la medida que los patólogos han participado en el estudio de las bases genéticas y
moleculares de las enfermedades humanas se ha producido no sólo una mejor comprensión de
muchos de estos fenómenos, sino que, además, ha permitido el desarrollo de nuevas herramientas
diagnósticas en Anatomía Patológica y la creación de una sub-especialidad en esta disciplina, la
Patología Molecular. La Patología Molecular es una subespecialidad incipiente en Anatomía Patológica
que se define por las técnicas que se utilizan en ella y por los elementos que se analizan,
básicamente ácidos ribonucleico (ARN) y desoxirribonucleico (ADN), a partir de muestras de tejidos
(especímenes de biopsias o autopsias) o células (exámenes citológicos). Como se explicará en este
artículo de revisión, la Patología Molecular tiene en la actualidad una aplicación práctica limitada,
aunque presenta un gran potencial de desarrollo en el diagnóstico de laboratorio en medicina.

ESPECÍMENES T TÉCNICAS USADAS


EN PATOLOGÍA MOLECULAR

Las pautas del manejo de los especímenes y las técnicas de biología molecular que se utilizan en
Patología Molecular han sido desarrolladas en laboratorios de investigación. Estas han sido
adaptadas a las muestras propias del trabajo anátomo-patológico, es decir a muestras de tejidos y
citológicas, ya sean especímenes frescos sin ningún tipo de fijación, o muestras preservadas en
diversos fijadores y bajo diversas condiciones. El ADN en su forma pura es estable a temperatura
ambiente por años. Sin embargo, las endonucleasas presentes en las células pueden degradar el
ADN en fragmentos pequeños, interfiriendo con los resultados de su examen. Aunque el ARN
también es estable en forma pura, se degrada muy fácilmente en presencia de la enzima
ribonucleasa, que se encuentra en altas cantidades en algunos tejidos e incluso está presente en el
medio ambiente. La fijación con alcohol de las muestras citológicas es óptima para la preservación
de ADN y de ellas es posible extraer ARN 1. La fijación en formalina, el fijador de uso rutinario en
muestras de tejidos en Anatomía Patológica, produce degradación y fragmentación del ADN y ARN
de tal manera que sólo es posible amplificar mediante PCR fragmentos cortos (<250 pares de bases
nitrogenadas) de cada uno de ellos2. Sin embargo, la preservación óptima de los tejidos para
procedimientos de biología molecular es su congelación inmediata después de obtenidos y la
preservación a lo menos a -70°C. Por ello, es aconsejable establecer en los laboratorios de Anatomía
Patológica bancos de tejidos, especialmente de tumores y los correspondientes tejidos normales, de
tal manera que este material se encuentre disponible para los estudios que requieran de análisis
moleculares.

Las técnicas propias del trabajo en Patología Molecular son todas aquellas que forman parte del
arsenal de la biología molecular (Tabla 1). Entre otras técnicas, los métodos de aislamiento de
células o tejidos utilizando procedimientos de microdisección han sido de gran importancia en el
desarrollo de la Patología Molecular, incentivando significativamente la participación de los anátomo-
patólogos en las investigaciones de alteraciones moleculares y genéticas de los tejidos normales y
anormales, y estimulando su capacitación en técnicas más propias de la biología molecular. La
microdisección de tejidos es una técnica que permite establecer una correlación exacta entre las
características citológicas e histopatológicas de los especímenes y los resultados de los análisis
genéticos y moleculares3. Mediante ella es posible aislar poblaciones celulares específicas desde un
conjunto heterogéneo de células mediante la visualización directa al microscopio (Figura 1). Las
técnicas de microdisección disponibles se basan en la manipulación directa o a través de aparatos de
micromanipulación o de un sistema semi-automatizado basado en energía láser infrarroja ("laser
capture microdissection, LCM"). Las células microdisecadas han sido utilizadas exitosamente en el
estudio de alteraciones genéticas y moleculares del cáncer mediante análisis de ADN, estudio de
expresión de genes en diversos tejidos mediante examen de ARN y más recientemente en estudios
de proteínas3. La aplicación de técnicas de microdisección ha cumplido, además, un papel relevante
en la identificación de nuevos genes supresores de tumores y de múltiples regiones cromosomales
con deleciones frecuentes en diversas neoplasias y sus lesiones precursoras, las que son candidatas
a contener genes supresores de tumores aún no identificados3,4. Además, la microdisección ha
permitido la detección de nuevos genes importantes en el desarrollo de neoplasias a través de la
detección de nuevos fragmentos de transcripción (ARN mensajero) y de proteínas alteradas en
células tumorales3.
Figura 1. Esquema en el que se representa la microdisección de tejido y algunas técnicas de biología molecular
que se pueden realizar a partir de este tipo de material. Paneles superiores: microfotografías con ejemplo de
microdisección de un carcinoma infiltrante (antes y después). Paneles inferiores: izquierda, ejemplo de estudio de
deleción o pérdida de heterocigocidad en una región del cromosoma 3p con un marcador microsatélite mediante
de amplificación por PCR y electroforesis (L, linfocitos; H, epitelio bronquial con hiperplasia; T, carcinoma
escamoso pulmonar); centro, análisis de mutación del codon 12 del gen K-RAS mediante amplificación por PCR
y uso de enzimas de restricción ("RFLP, restriction fragment lenght polymorphism") (L, linfocitos; D, epitelio
bronquial con displasia; CIS, carcinoma in situ bronquial; T, carcinoma pulmonar); derecha, secuenciación de
parte del exon 5 del gen TP53 en el que se muestra mutación puntual en el codon 177, CCC a TCC (L, linfocitos;
T, carcinoma pulmonar).

IMPACTO DE LA BIOLOGÍA MOLECULAR


EN EL EDIAGNÓSTICO EN ANATOMÍA PATOLÓGICA

Los exámenes de diagnóstico molecular disponibles actualmente en Patología Molecular han sido
desarrollados inicialmente privilegiando la sensibilidad y la especificidad, con la esperanza que la
incorporación en el futuro de técnicas automatizadas permita disminuir su costo y tiempo de
ejecución. El número de exámenes de diagnóstico que emplean técnicas y principios de biología
molecular ha ido aumentando en los últimos años. Aunque existen diversos productos
comercialmente disponibles, sólo unos pocos han completado el proceso de aprobación de la
Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA). Por
lo tanto, los propios laboratorios deben desarrollar y validar la mayoría de los exámenes de
diagnóstico molecular con utilidad clínica.

En cada análisis de diagnóstico molecular existen varias técnicas de biología molecular disponibles.
La elección de la técnica más apropiada para un determinado examen de diagnóstico debe ser muy
cuidadosa y basarse en el conocimiento acabado de las ventajas y desventajas de cada técnica, en el
equipamiento del laboratorio y en la experiencia de sus integrantes. En la Tabla 1 se ilustran los
métodos más importantes de biología molecular aplicados a Patología Molecular, y se indican las
ventajas y desventajas de las técnicas de uso más frecuente. En la actualidad, los exámenes de
diagnóstico molecular disponibles en Patología Molecular están referidos principalmente a la
detección de microorganismos, al diagnóstico de enfermedades hereditarias y al diagnóstico auxiliar
de neoplasias, especialmente en lo referente a estudios de predisposición genética, estudio de
población de riesgo, diagnóstico de determinados cánceres, estudio de micrometástasis, selección de
terapias y evaluación del pronóstico de la enfermedad.

I. Patología molecular en el diagnóstico de enfermedades infecciosas. El diagnóstico utilizando


métodos de biología molecular ha tenido un gran impacto en el diagnóstico y manejo de las
enfermedades infecciosas5. Estos métodos han sido desarrollados con el objeto de mejorar la
sensibilidad y especificidad de los métodos tradicionales de diagnóstico microbiológico, como
asimismo acelerar el diagnóstico en casos de microorganismos de difícil cultivo o lento crecimiento.
Este desarrollo se ha extendido al diagnóstico en Patología Molecular, en la cual se han
implementado técnicas de diagnóstico de virus, bacterias, hongos y protozoos en muestras de
tejidos y células aisladas. Estas técnicas están referidas fundamentalmente a métodos de
hibridación in situ y amplificación por PCR de los ácidos nucleicos. Las listas de microorganismos
posibles de ser detectados por técnicas de biología molecular en muestras de tejidos o citologías se
ilustran en la Tabla 2.

Varios tipos virus pueden ser detectados en muestras de tejidos y células aisladas mediante la
utilización de técnicas de biología molecular, tales como hibridación in situ de ARN y ADN, y
amplificación por PCR6,7. La lista de agentes virales que han sido detectados mediante estas técnicas
en especímenes de tejidos y que tendrían importancia clínica incluye a adenovirus, citomegalovirus,
Epstein-Barr, hepatitis B y C, y subtipos de virus papiloma humano (VPH).

Los métodos de biología molecular han demostrado gran utilidad en microbiología tanto en la
detección de bacterias directamente en muestras clínicas, como en la confirmación de los cultivos
que de ellas se obtienen5. Mientras muchas de estas determinaciones se realizan en muestras tan
diversas como expectoración, lavado broncoalveolar, líquido céfalo-raquídeo, orina, aspirado
faríngeo, líquido articular y peritoneal, etc, sólo un número limitado de estas determinaciones tiene
utilidad práctica en muestras de tejidos en la actualidad. Una de las determinaciones de bacterias
más difundidas en Patología Molecular es la determinación de micobacteris en tejidos,
especialmente Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium avium8. La detección de micobacterias
al microscopio en los tejidos se caracteriza por una muy baja sensibilidad y se requiere de una gran
cantidad de bacilos (a lo menos 104 micobacterias/mL). El diagnóstico de infección de micobacterias
con técnicas de biología molecular, especialmente mediante amplificación por PCR de sus secuencias
de ADN, se considera un método de gran utilidad en el diagnóstico de infecciones por estas
bacterias, debido a su rapidez, alta sensibilidad y gran especificidad 8.

Los métodos basados en la amplificación de secuencias de ADN mediante PCR serían también
herramientas útiles en el diagnóstico de micosis en muestras de tejidos o citologías 9. Existen varios
estudios en los que se ha demostrado la identificación exitosa de hongos mediante PCR,
especialmente en especímenes citológicos, tales como Aspergillus sp (lavados bronquiolo-
alveolares), Criptococo (tejido pulmonar), Candida sp (sangre y orina), y Pneumocystis
carinii (expectoración, lavado bronquiolo-alveolar, aspirados nasofaríngeos y tejido pulmonar). El
incremento significativo de las infecciones por Pneumocystis carinii en las últimas décadas estimuló
el desarrollo de exámenes rápidos y sensibles de diagnóstico basados en la detección de sus
secuencias génicas mediante PCR. Algunos de los estudios han reportado 100% de sensibilidad y
especificidad, en comparación con los métodos tradicionales, especialmente en el grupo de pacientes
VIH positivos10.

II. Patología molecular en el diagnóstico de enfermedades hereditarias. Las técnicas de biología


molecular han sido empleadas en forma creciente en el diagnóstico de múltiples enfermedades
humanas. La información actualizada de las enfermedades que pueden ser detectadas mediante
técnicas moleculares, está disponible en archivos electrónicos a los que se puede acceder a través de
Internet. Aunque existen varios de estos archivos, el creado por los Institutos Nacionales de Salud
de Estados Unidos (NIH) y denominado GeneTestTM (http://www.genetests.org/) tiene más de 700
enfermedades para las cuales existen exámenes de diagnóstico molecular, y que además incluye una
lista con cientos de centros médicos en Estados Unidos en los están disponibles estos exámenes
clínicos y sus correspondientes protocolos de investigación. El análisis de la secuencia del genoma
humano sin duda incrementará la lista de enfermedades en las cuales se identifiquen las alteraciones
genéticas responsables y los exámenes que permitan su detección. Aunque casi la totalidad de estos
exámenes se realizan en muestras de sangre de los individuos afectados o con sospecha de poseer
la enfermedad y aún no corresponden estrictamente al campo de la Patología Molecular, sin duda en
el futuro éstos también se aplicarán a muestras de tejidos o células aisladas de los mismos.

III. Patología molecular en el diagnóstico de neoplasias. Este campo es sin duda una de las áreas de
la Patología Molecular que ha experimentado el desarrollo más acelerado en los últimos años,
ayudando además en forma significativa a la incorporación de los anátomo-patólogos al estudio y
aplicación de los principios y las técnicas de biología molecular. Revisaremos brevemente el estado
actual de sus aspectos más importantes.

Determinación de predisposición genética para el desarrollo de neoplasias. Los avances recientes en


el descubrimiento de los genes que tienen un papel importante en el desarrollo de las neoplasias
humanas están revolucionando el campo de la práctica clínica del estudio de riesgo de desarrollo de
cáncer. Los exámenes del material genético, junto a la historia familiar de cáncer de los individuos,
se están utilizando progresivamente como un método de diagnóstico de los síndromes hereditarios
relacionados al desarrollo de cáncer en individuos portadores de neoplasias, como asimismo en la
estimación de la susceptibilidad al desarrollo de un cáncer en individuos sin neoplasias pero que
pertenecen a familias con alto riesgo. En la actualidad hay un grupo limitado de exámenes de
determinados genes que se consideran como parte del diagnóstico de rutina de familias con
síndromes de cáncer hereditarios, tales como el gen APC en la poliposis coli adenomatosa,
gen RET en neoplasia endocrina múltiple tipo 2a, gen RB1 en retinoblastoma familiar, gen VHL en
síndrome de von-Hippel-Lindau, genes encargados de la reparación del ADN
(hMSH2, hMLH1, hPMS1 y hPMS2) en el síndrome de Lynch o cáncer de colon no-poliposo
hereditario (HNPCC), gen TP53 en síndrome de Li-Fraumeni, gen MEN-1 en neoplasia endocrina
múltiple tipo 1, y genes BRCA1 y BRCA2 en el síndrome de cáncer hereditario de ovario y mama.

Mientras que la mayoría de la mutaciones de los genes responsables de los síndromes hereditarios
de cáncer son analizadas en ADN extraído de leucocitos sanguíneos, el ADN obtenido de tejidos
frescos o de archivos (fijados en formalina e incluidos en parafina) también puede ser utilizado,
especialmente en casos en que muestra de sangre o tejido no pueda ser obtenida. El análisis
específico del tejido tumoral también puede proveer de información para el diagnóstico de
condiciones que confieran susceptibilidad heredada al desarrollo de neoplasias. Este es el caso de la
enfermedad conocida como síndrome de Lynch o cáncer colorrectal no-poliposo hereditario, en el
cual el análisis del tumor permite identificar la inestabilidad de secuencias microsatélites de ADN,
también denominada errores de replicación11. En este análisis el ADN extraído de tejido normal y de
tumor deben ser analizados mediante amplificación por PCR para identificar el fenómeno de
inestabilidad de microsatélites, fenómeno que sugiere un defecto en los mecanismos de reparación
de ADN (Figura 2)12.

Figura 2. Estudio del fenómeno de inestabilidad genética o error de replicación en cáncer de colon. Ambos
paneles, amplificación por PCR y electroforesis de secuencias microsatélites BAT-25 y BAT-26 en ADN
extraído de linfocitos normales sanguíneos y de células tumorales de cáncer de colon. Flechas a la izquierda de
ambos paneles muestran posición de las secuencias normales y flechas a la derecha de los mismos indican
secuencias anormales propias de la inestabilidad genética. El fenómeno de inestabilidad genética en esta
neoplasia puede estar asociado a mutación de genes encargados de la reparación del ADN .

Detección precoz de cáncer con métodos moleculares. Se considera que la mayoría de las neoplasias
humanas serían precedidas por lesiones precursoras, las que presentarían características
morfológicas, histopatológicas y genéticas definidas. Sin embargo, estas lesiones preneoplásicas y su
secuencia han sido determinadas con certeza sólo en algunas neoplasias humanas, especialmente en
aquellas de origen epitelial (carcinomas). La aplicación de principios y técnicas de biología molecular
al diagnóstico precoz del cáncer está actualmente sólo en el plano de la investigación científica.
Debido a que la identificación de las neoplasias incipientes y sus lesiones precursoras corresponden
al ámbito de la Anatomía Patológica, el papel de los anátomo-patólogos es fundamental en la
caracterización de las alteraciones moleculares de estas lesiones, como asimismo en el diseño de
estrategias de detección precoz de cáncer que las utilicen. A pesar de que la investigación en esta
área del conocimiento ha sido intensa en la última década, en la actualidad existen más
interrogantes que respuestas. ¿De qué manera la biología molecular producirá un impacto en la
detección precoz del cáncer? ¿Pueden las características genéticas de las células tumorales o
precursoras de cáncer ser utilizadas como marcadores de diagnóstico precoz de cáncer? ¿Cuál es la
sensibilidad y especificidad de estos marcadores para el estudio de población de riesgo de contraer
una neoplasia? Aunque aún no existen respuestas definitivas a estas interrogantes, revisaremos muy
brevemente los avances fundamentales en este campo con especial referencia a su impacto en
Anatomía Patológica.

Se ha determinado que las lesiones precursoras presentan alteraciones genéticas de similares


características, pero en menor cuantía, que los tumores que originan. Así en los carcinomas
pulmonares y orofaríngeos se ha observado que las lesiones displásicas presentan deleciones
cromosomales (principalmente cromosomas 3p, 9p y 8p) que afectarían a los mismos genes
supresores de tumores que los correspondientes tumores invasores, pero en menor extensión 13,14.
En cáncer de colon, los adenomas tienen una alta frecuencia de mutaciones del codón 12 del gen K-
RAS, que se detecta hasta en el 60% de los cánceres invasores15. Las mutaciones del gen TP53 que
se detectan en las displasias en el esófago de Barret, la lesión precursora del adenocarcinoma de
esófago, sería la misma que la detectada en los tumores adyacentes16. En ciertas neoplasias, como
por ejemplo esófago, colon, orofaringe y pulmón, se ha identificado una o más secuencias de
acumulación de alteraciones moleculares en la progresión de sus lesiones precursoras. En el
carcinoma escamoso del pulmón, por ejemplo, ésta se iniciaría con pequeñas deleciones del
cromosoma 3p y del cromosoma 9p en lesiones epiteliales con alteraciones mínimas, seguidas de
deleciones del cromosoma 8p, para posteriormente en las displasias acumularse otras deleciones
cromosomales y mutación del gen TP53 (Figura 3)17,18. En cáncer de colon la secuencia sería iniciada
por inactivación del gen APC, seguida por mutación del gen K-RAS, inactivación de los
genes DCC y TP5315.

Figura 3. Ejemplo de modelo secuencial de origen de una neoplasia. Resumen de la progresión de alteraciones
histopatológicas (microfotografías) y genéticas en el desarrollo de carcinoma escamoso de pulmón. Las
alteraciones moleculares pueden comenzar precozmente (epitelio bronquial histológicamente normal o con
alteraciones mínimas), en estadios intermedios (displasia del epitelio bronquial); o relativamente tardíos
(carcinoma in situ o tumor infiltrante).

El conocimiento de las alteraciones genéticas presentes en lesiones precursoras asociadas a


carcinomas infiltrantes se ha extendido al análisis del mismo tipo de lesiones precursoras presentes
en individuos sin cáncer, pero con riesgo de adquirir la enfermedad. Así por ejemplo, se han
detectado frecuentes deleciones cromosomales de las mismas características que las detectadas en
los tumores infiltrantes en hiperplasias ductales atípicas de mama en mujeres sin cáncer19. En
aproximadamente el 80% de individuos fumadores, se han identificado frecuentes deleciones
cromosomales de similares características a las que se observan en tumores pulmonares, tanto en
epitelios bronquiales displásicos (70%) como histológicamente normales (50%) 20. Estos y otros
hallazgos han confirmado el principio de la existencia de las lesiones precursoras de las neoplasias,
especialmente de origen epitelial (carcinomas), y ha permitido postular la utilidad de las alteraciones
moleculares como marcadores biológicos que permitan ayudar a predecir el riesgo de desarrollo de
neoplasias humanas, especialmente en población de riesgo, ya sea por susceptibilidad genética o por
la adopción de conductas de riesgo. Este tipo de estudios han sido aplicados también a otros
especímenes de tipo clínico como: muestra citológica obtenida por punción de aguja fina en cáncer
de mama; lavado bronquioloalveolar y esputo en cáncer de pulmón; Papanicolaou en cáncer de
cuello uterino; jugo pancreático en cáncer de páncreas; deposiciones en cáncer de colon; orina en
cáncer de la vejiga; y, sangre en cánceres de pulmón, mama, hígado, etc 21-25.

Una de las aplicaciones del conocimiento de las alteraciones genéticas en las lesiones precursoras
humanas la constituye la evaluación de su utilidad como control de la progresión o regresión de las
mismas, y para el monitoreo de terapias quimio-preventivas. A pesar de la muy activa investigación
en este campo, existen por el momento sólo escasos ejemplos en los que la determinación de
alteraciones moleculares permitiría predecir la evolución de lesiones precursoras. Se ha demostrado,
por ejemplo, en cáncer de cuello uterino que la persistencia de secuencias génicas de VPH de alto
riesgo en lesiones precursoras es un factor predictivo positivo del riesgo de desarrollar esta
neoplasia26. Similares conclusiones se han alcanzado con respecto a la presencia de mutaciones del
gen TP53 en epitelio columnar metaplásico del esófago de Barret16 y en epitelios displásicos en las
colitis ulcerosa27 en adenocarcinomas de esófago y colon, respectivamente. Mientras este tipo de
estudios aún pertenecen al campo de la investigación, es muy probable que en el futuro sean parte
de herramientas de apoyo al diagnóstico de lesiones precursoras, y más aún, al estudio del riesgo de
que éstas progresen a lesiones malignas.

Diagnóstico de tipos específicos de neoplasias. En la última década, la utilización de técnicas de


biología molecular en el diagnóstico de neoplasias humanas ha experimentado un gran desarrollo. En
la actualidad, dos tipos de análisis forman parte del arsenal diagnóstico de Patología Molecular, éstos
son el estudio de traslocación de cromosomas en el diagnóstico de sarcomas y neoplasias
hematológicas, y los estudios de clonalidad en el diagnóstico de linfomas.

a) Traslocación de cromosomas en sarcomas y neoplasias hematológicas. Ciertos sarcomas se


caracterizan por traslocaciones cromosomales específicas y recurrentes. Estas traslocaciones
producen nuevos genes, denominados genes de fusión, algunos de los cuales por su especificidad y
alta frecuencia en determinados sarcomas han llegado a definir y reclasificar a algunos de estos
tumores (Tabla 3)28. Los datos obtenidos indican que los genes de fusión producidos por las
traslocaciones cromosomales serían eventos iniciadores y tal vez, al menos en algunos sarcomas, el
único evento molecular necesario para su desarrollo. La presencia de los genes de fusión puede ser
estudiada mediante amplificación por PCR, mientras que la presencia de las traslocaciones por
técnicas de hibridación de ADN28. Aunque los especímenes óptimos son las muestras de tejidos
frescos congelados, las técnicas de PCR han sido aplicadas con éxito a ARN extraído de tejido
sometido a procesamiento de rutina en laboratorios de Anatomía Patológica mediante fijación en
formalina29,30.

Las traslocaciones cromosomales son también frecuentes en neoplasias hematológicas (linfomas y


leucemias), algunas de las cuales son también utilizadas con fines diagnósticos 31. Muchos linfomas
no-Hodgkin presentan traslocaciones cromosomales específicas, las cuales forman parte integral del
diagnóstico y clasificación de estas neoplasias (Tabla 4)31. Además, el estudio detallado del
significado biológico de algunas de estas traslocaciones ha permitido conocer aspectos relacionados
a la patogenia y al comportamiento clínico de varios linfomas no-Hodgkin. Por ejemplo, la protección
al desarrollo de apoptosis debido a la regulación anormal del gen BCL2 en los linfomas no-Hodgkin
foliculares podría explicar su resistencia relativa a la quimioterapia 31. Este tipo de análisis ha
permitido evaluar, además, la presencia de enfermedad mínima residual de neoplasias
hematológicas, la cual no es detectable con los métodos de diagnóstico convencionales32.

b) Análisis de clonalidad en proliferaciones linfoides. Una de las aplicaciones de los principios y


técnicas de biología molecular en el diagnóstico de neoplasias la constituye el estudio de clonalidad
de las poblaciones linfoides en el diagnóstico diferencial de linfomas (monoclonales) y proliferaciones
linfoides reactivas (habitualmente policlonales)31. Se conoce que los genes de las inmunoglobulinas y
de los receptores T experimentan un proceso fisiológico de reordenación en la medida que las células
linfoides B y T se diferencian de formas inmaduras a linfocitos maduros. Este proceso de
reordenación génica afecta a los genes de las cadenas pesadas y livianas de las inmunoglobulinas y
a las cuatro cadenas (, , , ) de los genes receptores T. Debido a que las neoplasias son el
producto de la proliferación monoclonal de una célula neoplásica progenitora, cualquier característica
genética propia de dicha célula se reflejará en todas las células neoplásicas de dicho tumor. La
células linfoides policlonales se caracterizan por una población heterogénea de células con
igualmente reordenaciones heterogéneas de los genes de receptores de antígenos, mientras que las
células linfoides de proliferaciones monoclonales, que habitualmente equivalen a linfomas, se
caracterizan por homogeneidad monoclonal en el reordenamiento de dichos genes 33,34. Se han
desarrollado técnicas de PCR en este tipo de estudios de clonalidad de las poblaciones linfoides,
incluso en material de biopsias de archivo, con y sin microdisección de tejidos.

c) Distinción de doble tumor primario o metástasis. Aunque poco difundido, el empleo de principios y
técnica de biología molecular puede aplicarse al diagnóstico diferencial entre la presencia de tumores
primarios múltiples (sincrónicos o metacrónicos) y de metástasis en casos seleccionados en los
cuales las técnicas convencionales de Anatomía Patológica no permiten hacer esta distinción. En
estos casos ciertas anormalidades genéticas (mutaciones puntuales de oncogenes, deleciones
cromosomales o fenómeno de inestabilidad genética) pueden ser utilizadas en este diagnóstico
diferencial35,36.

d) Estudio de metástasis. La determinación de la presencia de metástasis en una neoplasia es


fundamental en la etapificación clínico-patológica de los casos, tanto para definir la conducta
terapéutica como para conocer el pronóstico de la enfermedad. En la actualidad, el diagnóstico de la
metástasis se hace a través de un análisis histopatológico del tejido, la mayoría de los casos
correspondiente a ganglios linfáticos regionales. Aunque el análisis histopatológico de rutina y el uso
de técnicas auxiliares inmunohistoquímicas tendrían una sensibilidad adecuada para la detección de
metástasis microscópicas (micrometástasis) en los ganglios linfáticos, ésta podría ser
significativamente incrementada con el uso de técnicas de biología molecular37,38. Estas técnicas
permiten detectar la presencia de células de estirpe no linfoide (por ej: células epiteliales de
carcinomas, células melanocíticas de melanoma, etc) a través del análisis (PCR de tipo transcriptasa-
reversa del ARN mensajero) de la expresión de genes específicos para la estirpe de la célula tumoral
correspondiente, y que normalmente no se expresa en las células constituyentes de los ganglios
linfáticos, se caracterizan por su alta sensibilidad y especificidad en la detección de
micrometástasis37,38. Esta técnica de estudio de micrometástasis ha ido adquiriendo mayor
relevancia en el estudio del llamado ganglio centinela en cáncer de mama y melanoma maligno.

e) Selección de terapias. El desarrollo de terapias génicas basadas en el conocimiento de las


anormalidades genéticas más importantes de una neoplasia aún se encuentran en el ámbito de la
investigación y experimentación científica básica y clínica. Sin embargo, la adopción de terapias anti-
tumorales más convencionales, basadas en el conocimiento de las anormalidades genéticas más
relevantes de una neoplasia, se está constituyendo en una realidad. Un ejemplo de esto lo
constituye el desarrollo de terapias basadas en anticuerpos anti-proteína HER-2/neu producto del
gen del mismo nombre, cuya anormalidad genética más relevante, la amplificación génica, está
presente en aproximadamente el 40% de los carcinomas de mama 39. Se ha observado que el
empleo de anticuerpos anti-HER-2/neu podría ser eficaz en el control del crecimiento y en la
regresión tumoral en cánceres de mama con amplificación y sobreexpresión de HER-2/neu40. Aunque
los métodos inmunohistoquímicos en tejidos de biopsias procesadas convencionalmente son
adecuadamente sensibles y específicos en la determinación de la sobre-expresión de esta proteína39,
recientemente se ha demostrado que la técnica de hibridación tipo FISH (por "fluorescent in
situ hybridization") en el mismo tipo de especímenes permite discriminar con mayor especificidad los
casos en que la evaluación es dudosa con técnica de inmunohistoquímica 39.

f) Determinación del pronóstico. Aunque existen muchos estudios publicados en los que se ha
encontrado una correlación positiva entre la presencia de determinadas alteraciones genéticas y el
pronóstico de ciertas neoplasias, el resultado de muchos de estos estudios es controvertido. La
variabilidad de las técnicas y métodos de detección de las alteraciones genéticas y de las series
clínicas estudiadas explicarían en parte estas discordancias. El progreso en el conocimiento de las
alteraciones genéticas asociadas a la progresión tumoral, especialmente la invasión de tejidos y el
desarrollo de metástasis, sumado al desarrollo de técnicas de detección de alteraciones genéticas
más estandarizadas con grados crecientes de automatización, la mejor definición de las series
clínicas estudiadas y mayor uniformidad en el tratamiento anti-neoplásico, permitirán establecer con
mayor exactitud el valor pronóstico de las alteraciones genéticas en las neoplasias.

En resumen, el desarrollo de las técnicas de biología molecular y la expansión acelerada del


conocimiento de las bases genéticas y moleculares de las enfermedades humanas han tenido un
impacto significativo en Anatomía Patológica. Este desarrollo, que debe acompañarse de la
capacitación de los anátomo-patólogos en los principios y técnicas de la biología molecular, debiera
incidir significativamente en el desarrollo del diagnóstico anátomo-patológico y en el incremento de
la investigación científica en nuestra especialidad.

REFERENCIAS

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Agradecimientos
El autor agradece a los Drs. Ignacio Duarte y Sergio González del Departamento de Anatomía Patológica de la Pontificia Universidad
Católica de Chile por la revisión crítica del manuscrito, y al Dr. Marco Arrese del Departamento de Gastroenterología de la Pontificia
Universidad Católica de Chile por su ayuda en la edición de este trabajo.

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