You are on page 1of 2

El solicitante debe demostrar y

fundamentar que la mora procesal es de


responsabilidad del Órgano Judicial o del
Ministerio Público
SCP Nro. 26/2015-S3 | Sucre, 16 de enero de 2015

El Tribunal Constitucional a través de la SC 0033/2006-R de 11 de enero, señaló que: “…es


necesario referir que el trámite de extinción de la acción penal está sujeto a que el
recurrente demuestre que fundamentó su pedido mencionando las piezas procesales con las
que acreditó la demora o dilación del proceso atribuible al órgano jurisdiccional o al
Ministerio Público, conforme a lo determinado por la SC 101/2004, de 14 de septiembre y
el AC 0079/2004, de 29 de septiembre, pues quien pretende solicitar la extinción de la
acción penal, debe fundamentar que la mora procesal más allá del plazo máximo
establecido por ley, es de responsabilidad del órgano judicial o del Ministerio Público,
precisando de manera puntual en qué parte del expediente se encuentran los actuados
procesales que provocaron la demora o dilación invocada, lo que no implica ni se traduce
en la necesidad de que el solicitante tenga que ofrecer y producir nueva prueba, cuando la
misma se encuentra en el expediente del proceso, sino únicamente individualizarla; fallos
que son de cumplimiento vinculante y obligatorio y tienen la debida
fundamentación jurídica, doctrinal y constitucional relativa al tema tratado.

En partes salientes el AC 79/2004-ECA, señala textualmente lo siguiente:

‘Conforme a lo glosado, la Sentencia estableció que quien debe declarar la extinción de la


acción penal o, en su caso rechazarla, es el juez o tribunal del proceso, de oficio o a
petición de parte, valorando en forma objetiva los antecedentes del proceso; en
consecuencia, serán esas autoridades las que, en el caso concreto, determinarán si la
retardación de justicia se debió al encausado o al órgano judicial y/o el Ministerio Público;
no siendo posible, a través de la presente Resolución establecer criterios para el análisis de
cada caso’

(…) De otro lado, pero en conexión y coherencia con lo anotado, corresponde volver a
precisar que lo que la Constitución persigue `…es evitar que la dilación indebida del
proceso, por omisión o la falta de la diligencia debida de los órganos competentes del
sistema procesal penal’ lesione el derecho que tiene el imputado a la conclusión del proceso
dentro de los plazos establecidos en el Código de procedimiento penal; consiguientemente,
no habrá lesión a tal derecho, cuando a consecuencia del uso de los distintos medios de
defensa y recursos que el sistema legal le dispensa; el imputado, por un exceso de
previsión, provoca la dilación del proceso, quien – dada la capacidad de previsión inherente
a todo ser humano – asume las consecuencias de sus actos; no correspondiendo, en tal
circunstancia, la extinción de la acción penal; al no ser atribuible al órgano judicial o al
Ministerio Público la dilación del proceso; únicos supuestos en los que se puede vulnerar el
derecho que tiene el procesado a la conclusión del juicio dentro de un plazo razonable.

Con relación al segundo punto, partiendo del análisis del art. 133 del CPP y de la
Disposición Transitoria Tercera del CPP y su compatibilización con el art. 116.X de la
Constitución Política del Estado (CPE), sobre la exigencia constitucional de celeridad
procesal y las normas internacionales sobre derechos humanos, el concepto de plazo
razonable debe ser apreciado en cada caso concreto, tomando en cuenta, “la complejidad
del litigio, la conducta del imputado y de las autoridades judiciales…”; dejando
claramente establecido que este plazo, en ningún caso puede exceder el límite de lo
razonable’.

Respecto a los casos en que existe pluralidad de encausados y la situación de aquellos que
no provocaron la retardación de justicia; cabe precisar que solamente se viola el derecho
que tiene el procesado a la conclusión del juicio dentro de un plazo razonable, cuando la
dilación del proceso es atribuible al órgano judicial o administrativo y no a los imputados;
consiguientemente, el presupuesto relevante para la extinción de la acción penal, es la
constatación de que fue el Estado, a través de sus órganos competentes de la justicia penal,
el que provocó la dilación del proceso; por tanto, será el juez de la causa el que constate
esta situación; como quedó precisado en el último párrafo de la SC 101/2004, al señalar
que: “…vencido el plazo, en ambos sistemas, en lo conducente, el juez o tribunal del
proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la acción penal, cuando
la dilación del proceso más allá del plazo máximo establecido sea atribuible al órgano
judicial y/o, al Ministerio Público, bajo parámetros objetivos; no procediendo la
extinción cuando la dilación del proceso sea atribuible a la conducta del imputado o
procesado”.

Consiguientemente, quien solicite la extinción de la acción penal debe fundamentar que la


mora procesal más allá del plazo máximo establecido por ley, es de responsabilidad del
órgano judicial o del Ministerio Público (en la etapa preparatoria), precisando de manera
puntual en qué partes del expediente se encuentran los actuados procesales que provocaron
la demora o dilación invocada’”

You might also like