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Mesa de la Unidad Democrática 
Las Universidades son necesarias para la democracia y el bienestar de los 
venezolanos 
(23 de mayo de 2013) 

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ante la ya muy prolongada crisis de las


universidades autónomas venezolanas, hace del conocimiento a la opinión pública nacional
lo siguiente:

La MUD apoya las graves denuncias que las autoridades de las universidades nacionales,
profesores y alumnos han formulado, exponiendo la política de aniquilación de estas
instituciones que adelanta el Gobierno Nacional, para alcanzar su control ideológico total.

En los últimos años las universidades sobre todo las “autónomas” son objeto de una brutal
agresión gubernamental y de un cerco financiero e ideológico que busca su sometimiento
servil.

La MUD respalda decididamente la autonomía universitaria, la participación en todas las


instancias de cogobierno, la libertad del debate ideológico plural y la recuperación del
financiamiento universitario de acuerdo con sus necesidades.

La autonomía universitaria no es un regalo del gobierno, sino atributo propio del quehacer
universitario y está reconocida y consagrada en la Constitución (art.109). Pertenece a todas
las universidades y es variada de acuerdo con sus estatutos y condición de “autónomas”,
“experimentales” o “privadas”. La autonomía exige compromiso con el país plural y
coordinación con los gobiernos, sociedad y empresas.

Reconocemos y propiciamos la participación plural en el libre debate de las ideas y en las


instancias de cogobierno universitario en todas las universidades sin excepción.

La MUD asume como objetivo aumentar el acceso a la universidad y la prosecución exitosa


en los estudios para que el título que se expida al final de cada carrera esté respaldado con
un contenido de calidad y el venezolano esté en condiciones de éxito en su trabajo
productivo y en capacidad de comprometerse y aportar al desarrollo del país que lo forma.

Docencia e investigación Todas las universidades requieren plena dedicación de personas


altamente cualificadas y capacitadas para formar y realizar la investigación que el país
necesita. Ahora bien, la universidad no es uniforme, ni por el tipo de carrera, ni por sus
énfasis y misión específica: se necesitan carreras más cortas y más largas, carreras


 
especialmente vinculadas a oficios productivos con alta preparación, y también aquellas
que concentran esfuerzos en necesidades locales y regionales.

Hay universidades con más énfasis en la docencia y otras con más en la investigación.
También se diferencian por el modo de financiarse y por sus estatutos de “autónomas",
"experimentales" y "privadas". No son contradictorias entre sí, sino complementarias y
aliadas para así ofrecer la formación profesional y la investigación que el país y las
regiones necesitan. Se requiere también una política para poner al servicio del país los
talentos de los universitarios venezolanos actualmente radicados en el exterior para
estimular el regreso de quienes han emigrado, y también la conformación de redes de
colaboración en los conocimientos con quienes decidan permanecer en el exterior.

Financiamiento. La universidad es costosa y la calidad universitaria requiere cuantiosas


inversiones y recuperarse del empobrecimiento producido en los últimos años. Todas las
universidades requieren plena dedicación de una buena parte de su personal,
administradores, investigadores y docentes altamente cualificadas y capacitados a la
formación de los jóvenes y a la investigación que el país necesita. Nada de esto es posible
con los actuales sueldos y presupuestos.

a) Proponemos la urgente recuperación de la idea original de la LOCTI, que promueve la


responsabilidad y la alianza entre el presupuesto oficial y el aporte de empresas, públicas y
privadas, y que satisface los requerimientos de investigación y desarrollo de éstas con las
capacidades que construyen las universidades. Alianza estratégica para significativas y
crecientes inversiones en la investigación, de acuerdo con las necesidades de las empresas y
de la nación en un mundo tan exigente y competitivo.

El mundo universitario necesita estímulos a la productividad académica, mayor


transparencia administrativa y mayor eficiencia por cada bolívar invertido, pues es
necesario hacer más y mejor con recursos que son escasos para que todos los jóvenes
puedan acceder a su formación post-secundaria en modalidades más vinculadas a sus
trabajos y empresas y en alianza con el mundo universitario.

b) Proponemos la formación de educadores y el compromiso de la universidad venezolana


con todo el sistema educativo desde la educación inicial. Ello requiere la promoción masiva
de jóvenes educadores y al mismo tiempo programas específicos de actualización de los
educadores en ejercicio y de refuerzo a las escuelas, sobre todo a las más necesitadas.

c) El presupuesto público debe garantizar las actividades investigativas y el desarrollo de


los centros de investigación del Estado venezolano. También se debe estimular y exigir la
participación de las empresas públicas y privadas en este esfuerzo.

d) La jubilación prematura y la carencia de un sistema de jubilación universitaria


independiente del presupuesto anual es un grave mal para la universidad y un riesgo para
los jubilados actuales y futuros. Por eso proponemos la creación del sistema de jubilación
digno y separado del presupuesto ordinario. .


 
e) Actualmente dos de cada cinco graduados culminan sus estudios sin ayuda alguna del
presupuesto oficial. En muchos casos ese autofinanciamiento viene de grandes sacrificios
de familias de ingresos modestos. Tenemos buenas experiencias de gobiernos regionales
que ofrecen becas para estudios universitarios en universidades no financiadas por el
Estado. Proponemos a ampliar este sistema de becas y crear un sistema de crédito educativo
público para centenares de miles de estudiantes que lo necesiten.

Solidaridad universitaria y compromiso público

Venezuela necesita que su inversión universitaria sea retribuida por el compromiso


solidario, defensa de las libertades democráticas y la eficaz contribución al desarrollo
nacional del sistema universitario y de sus egresados. Entendemos que es necesario reforzar
en todas las universidades este sentido de su misión y servicio público y de solidaridad
generacional, cada una desde su propia modalidad institucional. Por eso fomentamos la
aplicación más dinámica de la Ley de Servicio Comunitario Estudiantil y las alianzas de
las universidades con los proyectos de las comunidades de menores recursos, así como el
desarrollo de la capacidad de emprendimiento en las universidades, como vías para
contribuir a la formación integral de nuestros estudiantes y para que se fortalezca la
organización y capacidad productiva en las localidades, así como la alianza ética entre los
profesionales y las comunidades.

Las misiones Ribas (bachillerato) y Sucre (universidad) ampliaron las posibilidades de los
venezolanos y despertaron en muchos la esperanza de estudios universitarios. Cientos de
miles fueron a universidades recién creadas y protegidas por el gobierno, pero la ilusión
primera se ha convertido en fracaso y frustración para muchos a causa de la muy mala
calidad, ninguna participación en el cogobierno y clima de proselitismo e imposición
ideológico-política en esas universidades. En ellas es alarmante el altísimo porcentaje de
jóvenes que no se gradúan por sentir que pierden el tiempo, o se cambian de universidad
cuando pueden, o reciben el título sin adecuada formación.

Esos venezolanos tienen derecho a la universidad y la solución es darles formación de


calidad que derive en empleo productivo y en su aporte al desarrollo nacional. Por ello en
ninguna universidad se debe imponer una ideología política, sino fomentar la libre
discusión de ideas y proyectos nacionales; y en todas debe haber participación en los
cogobiernos.

Venezuela es uno de los países del mundo con más universitarios en relación al número de
sus habitantes. Este ha sido el resultado de la ampliación de la cobertura en este nivel
educativo que se ha producido desde 1936. Sin embargo, la calidad universitaria ha ido
degradándose hasta niveles alarmantes y las esperanzas de muchos jóvenes que entran con
ilusión terminan en frustración, abandono de sus estudios y desempleo. Es por ello tan
urgente el compromiso de las universidades por una educación de calidad, al servicio de las
personas y las comunidades. La MUD será una aliada permanente de la lucha de las
universidades venezolanas por la democracia y el bienestar de los venezolanos.
 


 

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