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Curso

Habilitación Docente Grupo No. 27


Modulo
Psicología y Desarrollo Humano
Trabajo final
Los Principales Trastornos que pueden afectar a los niños y a los adolescentes
Participante
Mariel Ureña
Juan Carlos Martínez
Albert Blanco Núñez
Emmanuel Taveras
Rodrigo Camilo
Marilyn Núñez
Karina Pérez

Facilitador
Romer Concepción

Fecha de entrega
13/07/2016
Índice

I-Presentación.
II-Índice.
III-Introducción.
IV-Marco Teórico
V- Principales trastornos que pueden afectar a los niños y a los adolescentes
1. Retraso mental.
2. Trastornos del aprendizaje.
3. Trastornos de las habilidades motoras.
4. Trastornos de la comunicación.
5. Trastornos generalizados del desarrollo.
6. Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador.
7. Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia o de la
niñez.
8. Trastornos de tics.
9. Trastornos de la eliminación.
10. Otros trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia
11. Ansiedad por separación.
12. Mutismo selectivo.
13. Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia o la niñez.
14. Trastorno de movimientos estereotipados.
VI-Elaborar una reflexión personal de lo aprendido al realizar el trabajo.
VII-Conclusiones.
VIII-Recomendaciones.
IX-Fuentes Bibliográficas
INTRODUCCIÓN

En este trabajo se abordaran los diferentes trastornos que pueden afectar a los
niños y adolescentes.

En la infancia, la niñez y la adolescencia son etapas de la vida en donde los


niños pueden desarrollar algún tipo de trastorno, estos trastornos pueden
afectar el desarrollo y crecimiento del niño, impidiendo un rendimiento y
apropiados para su edad y si no es tratado puede perdurar hasta una vida
adulta ; estos trastornos abarcan distintas áreas desde el retraso mental,
trastornos del aprendizaje, trastornos de las habilidades motoras, de la
comunicación , trastorno generalizado del desarrollo, por déficit de atención y
comportamiento perturbador , de la ingestión y conducta alimentaria de la
infancia o de la niñez, las tics, de la eliminación, ansiedad por separación,
mutismo selectivo, trastornos reactivo de la vinculación de la infancia y la niñez
y de movimientos estereotipados; que llaman la atención por ser extraños o
molestos, y en ocasiones pueden no prestárseles la debida atención , por ser
tan ¨normales¨, en la persona que lo padece .

Podremos observar que estos trastornos de la infancia y la adolescencia


pueden surgir a cualquier edad, pueden aumentar o disminuir por lo que se
requiere de atención especializada, como psicólogos, psiquiatras y
psicopedagogos para poder evaluarlos y clasificarlos y así poder tratarlos de
acuerdo a sus necesidades específicas.

El poder identificar y diagnosticar a tiempo cualquiera de estos diferentes


trastornos puede dar la oportunidad de recibir un tratamiento adecuado , que
ayude a reducir los síntomas que presenta, mejorar su rendimiento escolar ,
emocional , motor y conductual que impiden un desarrollo normal en el niño o
adolescente.
MARCO TEÓRICO

El retraso mental: se presenta en personas de todas las razas y etnicidades y


es el trastorno más frecuente del desarrollo, ya que afecta a aproximadamente
un 1% de la población general.

Los trastornos del aprendizaje: son alteraciones frecuentes durante la etapa


escolar en la población infantil, por lo que es importante su estudio,
comprensión y atención, ya que produce problemas tanto en el desarrollo del
que la padece como entre las personas que lo tienen a su cargo, en la escuela
o en el hogar.

Trastorno de las habilidades motoras: es la capacidad de coordinación para


resolver en secuencia ordenada y armónica un problema de movimiento.

Trastorno de la comunicación: Dificultad para recibir, enviar, procesar y


comprender los conceptos o los sistemas simbólicos verbal, no verbal y gráfico.

El trastorno generalizado del desarrollo: es un conjunto de trastornos


caracterizados por retrasos y alteraciones cualitativas en el desarrollo de las
áreas sociales, cognitivas y de comunicación, así como un repertorio repetitivo,
estereotipado y restrictivo de conductas, intereses y actividades.

Trastorno de la ingestión alimentaría: la característica esencial del trastorno


de la ingestión alimentaría de la infancia o la niñez es la incapacidad
persistente para comer adecuadamente, lo que se pone de manifiesto por una
incapacidad significativa para ganar peso o por una pérdida de peso
significativa.

Tic: es un movimiento o gesto súbito, de corta duración y repetitivo que


típicamente mimetiza algún aspecto de la conducta normal.

El trastorno por eliminación: se describe como un problema de control de los


esfínteres en la infancia en niños en edad de 4 años y que el trastorno es más
frecuente en hombres que en mujeres.
Este trastorno se clasifica en enuresis incapacidad para el control de la
emisión de la orina a partir de los 5 años de edad y sin causa orgánica que la
justifique y la encopresis emisión fecal, involuntaria o no y de forma regular,
sobre superficie no apropiada generalmente la ropa.
Ansiedad por separación: es la preocupación o el temor excesivos de ser
separados de familiares o personas con las cuales el niño está más ligado
efectivamente, temen perderse de su familia o que algo malo le ocurra a un
miembro de la familia si se separa de ellos.
LOS PRINCIPALES TRASTORNOS QUE PUEDEN AFECTAR A LOS NIÑOS
Y A LOS ADOLESCENTES

1- RETRASO MENTAL

El retraso mental significa que el funcionamiento intelectual es menor de lo


normal con limitaciones del funcionamiento adaptativo. El retraso mental se
presenta en personas de todas las razas y etnicidades y es el trastorno más
frecuente del desarrollo, ya que afecta a aproximadamente un 1% de la
población general.

Las personas con retraso mental obtienen una puntuación baja en las pruebas
de inteligencia (cociente intelectual [CI]), pero los efectos sobre el
funcionamiento de la vida diaria dependen de su gravedad y de los deterioros
asociados. Los niños con retraso leve (alrededor de un 85% de los que
presentan retraso mental) suelen aprender a hablar y llegan a ser
independientes para cuidar de sí mismos, a pesar de que su ritmo de desarrollo
es más lento de lo normal.

CAUSAS

El retraso mental se debe a muchas causas diferentes, aunque en ocasiones


no se identifica una evidente.

• Las causas genéticas incluyen el síndrome de Down, que es consecuencia de


poseer un cromosoma 21 adicional, y el síndrome del X frágil, resultado de
tener un cromosoma X anómalo.

• Las enfermedades metabólicas son problemas de la degradación o


eliminación de algunas sustancias químicas del cuerpo. Por ejemplo, la
fenilcetonuria (FCU) es una enfermedad metabólica que origina lesión cerebral
y retraso mental a menos que se modifique la dieta para limitar el consumo de
una sustancia llamada fenilalanina.

• Durante el embarazo las infecciones aumentan el riesgo de dar a luz un bebé


con retraso mental. En el futuro bebé, además de problemas auditivos y
visuales, virus como el de la rubéola provocan retraso mental.

• Durante el embarazo el consumo de alcohol puede ser causa del trastorno de


espectro de alcoholismo fetal (TEAF). Los niños con TEAF presentan una serie
de problemas físicos y retraso mental. Durante el embarazo, el consumo de
otras drogas es ocasionalmente causa de retraso mental.
• Otras posibles causas de retraso mental son lesión del cerebro después del
nacimiento debido a falta de oxígeno, traumatismo físico o desnutrición.

SÍNTOMAS

 Comportamiento infantil continuo


 Disminución en la capacidad de aprendizaje
 Incapacidad para cumplir con las pautas del desarrollo intelectual
 Incapacidad para satisfacer las exigencias educativas en la escuela

DIAGNÓSTICO

El Diagnóstico diferencial del retraso mental debe realizarlo personal


especializado en el uso de técnicas psicométricas estandarizadas; por lo tanto
el docente deberá hacer la consulta a un centro de salud mental o
directamente a un psicopedagogo

Actualmente las técnicas psicométricas más utilizadas y que presentan


actualizaciones en sus tabulaciones son:

WISC en niños de escolaridad primaria, y GIPSY en niños de jardín de niños

Otra técnica también factible de usar especialmente en niños con trastornos del
lenguaje o dificultades motoras gruesas es el Raven infantil, y en casos
severos se puede utilizar Terman Merril

El WISC o GIPSI evalúan los aspectos cuantitativos (cocientes intelectuales) y


cualitativos (edades de desarrollo intelectual equivalentes y funciones
intelectuales); en dos áreas verbal y ejecutivo –concreto

Los datos que aportan estas técnicas son útiles para el docente en cuanto a la
conformación de su grupo de trabajo, agrupando cocientes intelectuales y
edades cronológicas y, dentro de estos, clasificar las edades mentales y las
áreas de mayor compromiso; facilita de este modo la implementación de tareas
específicas y pautadas.

TRATAMIENTO

Sólo pueden prevenirse algunos tipos de retraso mental. Para algunos


síndromes caracterizados por este problema, las pruebas genéticas realizadas
antes de la concepción ayudan a los futuros padres a conocer sus
probabilidades de transmitir determinados genes a su descendencia.

El hecho de que el padre o la madre sea portador de un gen concreto asociado


a retraso mental no significa necesariamente que el bebé nacerá con este
problema. Hablar con un consejero genético ayudará a los padres a tomar
decisiones sobre crear una familia y someterse a exámenes adicionales.

• Manténgase al corriente de las vacunaciones (las suyas y las de sus hijos).

• Durante el embarazo siga una dieta nutritiva y equilibrada. Tome un complejo


multivitamínico y acuda a todas las visitas prenatales con su ginecólogo.

• Si está embarazada o desea concebir, no consuma alcohol ni drogas.

• Si tiene antecedentes familiares de enfermedad genética, obtenga consejo


genético.

• Si sus hijos participan en deportes como ciclismo o patinaje, oblígueles a


llevar casco.

CALIDAD DE VIDA

Los niños con retraso mental pueden gozar de una vida plena. Los programas
de intervención precoz ayudan a estos niños a adquirir habilidades básicas
para cuidar de sí mismos y las de socialización.

Pueden estar en la misma clase que niños sanos y recibir una ayuda especial
del profesorado. Según la gravedad de su retraso mental, los adultos pueden
vivir solos, con compañeros o en hogares colectivos con ligera supervisión,
según el grado de ayuda que requieran. Los adultos con retraso mental grave
pueden vivir en residencias comunitarias que provean apoyo diario.

El tratamiento específico responde al orden terapéutico: psicopedagogía,


fonoaudiología, psicomotricidad, kinesiología y terapia ocupacional.

En el ámbito escolar de educación especial, el docente se limita a la


planificación curricular de las escuelas diferenciadas en el ámbito pedagógico,
ya que cualquier trastorno lindante con la patología de base tendrá su
tratamiento fuera del horario escolar.
2- TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE

Los trastornos del aprendizaje son alteraciones frecuentes durante la etapa


escolar en la población infantil, por lo que es importante su estudio,
comprensión y atención, ya que produce problemas tanto en el desarrollo del
que la padece como entre las personas que lo tienen a su cargo, en la escuela
o en el hogar.

La capacidad del niño de progresar en el área académica específica está por


debajo de lo que se espera para un niño de su edad, nivel educativo y nivel de
inteligencia. La dificultad experimentada por el niño es lo suficientemente grave
para interferir con el progreso académico o las actividades normales
apropiadas de su edad en la vida cotidiana. Los trastornos del aprendizaje
algunas veces se denominan discapacidades del aprendizaje, o discapacidad
específica para el aprendizaje. La mayoría de los niños que tienen trastornos
del aprendizaje tienen una inteligencia normal.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Las características generales que se observan en niños que presentan


trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje escolar los podemos dividir
en:

1- Trastornos de la actividad motora: hiperactividad, hipoactividad, falta de


coordinación.
2- Trastornos de la percepción
3- Trastornos de la emotividad.
4- Trastornos en la simbolización o decodificación (receptivo-auditivo y
receptivo-visual) y expresiva o codificación (expresivo-vocal y expresivo-
motora).
5- Trastornos en la atención: atención insuficiente y atención excesiva.

No debe entenderse que todos los niños deben presentar todas estas
características, sino que en mayor o menor grado suelen estar presentes en
este tipo de trastornos.
CAUSAS

Dentro de las causas del trastorno del aprendizaje, que definitivamente existen
o se dan en diversos grados de intensidad; no están únicamente deficiencias
físicas, sensoriales, hay que tener en cuenta además situaciones escolares,
sociales y de personalidad. Se producen a causa de una anomalía en el
sistema nervioso central, ya sea en la estructura del cerebro o en el
funcionamiento de las sustancias químicas del cerebro, por factores genéticos,
pre y perinatales.

Algunos indicadores de la enfermedad pueden ser los siguientes


trastornos:

Trastornos de la lectura: El niño lee por debajo del nivel esperado para su
edad, haciéndolo despacio y con dificultad para entender lo que lee.
Trastornos de las matemáticas: Tiene problemas para contar y copiar los
números correctamente, aprender las tablas y reconocer signos matemáticos.
Trastornos de la expresión escrita: Dificultades en la comprensión de la
gramática, la puntuación y la ortografía etc.

CONTROL DE LA ENFERMEDAD
En tanto, las personas afectadas por este problema pueden sufrir dificultades
significativas tanto en su ámbito laboral como en sus relaciones sociales y
desarrollar problemas emocionales.

Criterios diagnósticos t. E. Aprend. (dsm-v):


Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas,
evidenciado por la presencia de alguno de los síntomas, al menos durante 6
meses:

1- Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo.


2- Dificultad para comprender el significado de lo que se lee.
3- Dificultades ortográficas.
4- Dificultades con la expresión escrita.
5- Dificultades para dominar el sentido numérico, datos numéricos y el
cálculo.
6- Dificultades para el razonamiento matemático.
Las aptitudes académicas afectadas están por debajo de lo esperado para la
edad cronológica e interfieren significativamente con el rendimiento académico
o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas
(pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación
clínica integral.

Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar pero pueden no


manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas
afectadas superan las capacidades limitadas del alumno.

Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades


intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos
mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el
lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.

3- TRASTORNOS DE LAS HABILIDADES MOTORAS

Habilidad motora

Se define como la capacidad de coordinación para resolver en secuencia


ordenada y armónica un problema de movimiento.

La coordinación es una cualidad multifactorial, por los que sus componentes


son varios:

La fuerza, la agilidad, la flexibilidad. El control, el equilibrio, la concentración y


la visión periférica.

Tipos de desarrollo motor.

Motricidad gruesa

Es el desarrollo de los músculos grandes y permite movimientos como rodar


sobre sí mismo, agarrar una pelota. Abrazar, correr, etc.

Motricidad fina

Es el desarrollo de movimientos de la mano, la coordinación ojo y mano, como


agarrar una llave, tocar un punto de un objeto y será la que más tarde le
permita actividades como escribir.

La característica esencial del trastorno del desarrollo de la coordinación es una


alteración significativa en el desarrollo de la coordinación motora.
El diagnóstico sólo se establece si interfiere significativamente con el
rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana, y además no se
deben a enfermedad médica (parálisis cerebral, hemiplejía o distrofia muscular)
y no se cumplen los criterios del trastorno generalizado del desarrollo. También
se ven afectadas la memoria de tareas motoras y la integración de funciones
motoras. Ninguna de estas funciones motoras puede ser explicada por
anormalidades neurológicas permanentes o localizables o por interferencia
mecánica.

Criterios diagnósticos del Trastorno del desarrollo de la coordinación (DSM-IV-


TR)

 El rendimiento en las actividades cotidianas que requieren coordinación


motora es sustancialmente inferior a los esperados dados la edad
cronológica del sujeto y su cociente de inteligencia. Puede manifestarse
por retrasos significativos en la adquisición de los hitos motores
(caminar, gatear, sentarse), caérsele los objetos de la mano, (Torpeza),
mal rendimiento en deportes o caligrafía deficiente.

 El trastorno del criterio A interfiere significativamente en el rendimiento


académico o las actividades de la vida cotidiana.

 El trastorno no se debe a una enfermedad médica (parálisis cerebral,


hemiplejia o distrofia muscular) y no cumple los criterios de trastorno
generalizado del desarrollo.

 Si hay retraso mental, las deficiencias motoras exceden de las


asociadas habitualmente a él.

 Nota de codificación: Si hay una enfermedad médica (neurológica) o un


déficit sensorial, se codificarán en el Eje III.

Es un síndrome caracterizado por unas habilidades motoras groseras,


imprecisas y torpes, aunque las destrezas motoras no estén gravemente
alteradas. En la actualidad es el único trastorno incluido en la DSM-IV-TR, en la
categoría de los Trastornos de las Habilidades Motoras. Las manifestaciones
de este trastorno varían en función de la edad y el estadio evolutivo del
desarrollo.

Aunque este trastorno es con muy poca frecuencia un motivo principal de


consulta psiquiátrica, se suele hallar comúnmente en asociación con muchos
trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos del aprendizaje, trastornos
de la comunicación, conductas desorganizadas y trastornos por déficit de
atención. Aproximadamente el 5% de los niños presenta deterioros importantes
de las funciones motoras finas o gruesas, que se ponen de manifiesto al correr,
al tirar una pelota, al abrocharse los botones, al aguantar un lápiz, o por la falta
de habilidad y torpeza general.

Se caracteriza el trastorno por una ejecución de las actividades que requieren


coordinación motora, muy inferior a la esperada. Se hace evidente muy pronto
en la infancia, cuando el niño afectado comienza a intentar tareas que
requieren. Se han definido tres áreas principales de déficits motores: la torpeza,
los movimientos adventicios y dispraxia.

Las manifestaciones de este trastorno varían dependiendo de la edad y la


etapa del desarrollo.
Ejemplo: los niños pequeños que manifiestan torpeza al caminar, gatear,
sentarse, anudar los zapatos, etc.
Los niños mayores pueden manifestar dificultades en tareas motoras como
hacer rompecabezas, construir modelos, jugar a la pelota y escribir.

La torpeza, que se define técnicamente como la lentitud o dificultad en el


movimiento de las articulaciones, implica una disrupción en la integración de
los grupos de músculos agonistas y antagonistas. Aunque la torpeza se define
en términos de efectos a nivel básico de los movimientos de las articulaciones,
también puede reducir la capacidad para realizar tareas motoras más
complejas como montar en bicicleta o dibujar. La torpeza puede darse sola con
asociación con el TDAH, trastornos del aprendizaje o retraso mental
(especialmente en la trisomia 21 Síndrome de Down), y a veces se ve
agravada por los anticonvulsivos. Es fácilmente observable cuando se cogen
objetos muy pequeños o al teclear con los dedos.

Los movimientos adventicios pueden incluir movimientos involuntarios que


tienen lugar durante movimientos voluntarios. El exceso de movimientos (p. ej.,
sincinesias) puede incluir movimientos en espejo (como los que ocurren en
músculos simétricamente activos) o movimientos que se observan en grupos
de músculos que no están relacionados (p. ej., abrir la boca al correr). Otros
movimientos adventicios incluyen los tics (fenomenológicamente similares al
trastorno de la Tourette), el temblor o la corea. Clínicamente, los movimientos
adventicios pueden observarse mientras el niño realiza tareas específicas que
requieren de control voluntario.

La dispraxia o incapacidad para aprender la ejecución de movimientos


secuenciales voluntarios (en relación a la edad o la inteligencia verbal), no
puede atribuirse a limitaciones sensoriales o mecánicas y no mejora cuando las
tareas específicas se ejecutan sin límite de tiempo. Su expresión puede
implicar una gama de movimientos musculares, o localizados (p. ej., cara,
lengua o manos) o globales, y puede depender parcialmente de la dominancia
cerebral (tanto en funciones espaciales como lingüísticas y tanto en tareas
diestras como zurdas).

La dispraxia también se puede observar en el retraso mental, especialmente en


el síndrome de la X frágil. La dispraxia se puede explorar clínicamente
pidiéndole al niño que imite algunos movimientos de la mano o los dedos poco
comunes e imitando algunas tareas secuenciales cotidianas (coger una botella
de la nevera, abrirla, verter su contenido y beber del vaso).

Entre los trastornos concomitantes más comunes se incluye el TDAH, y entre


las complicaciones más frecuentes se observa una tendencia a convertirse en
el “blanco” de las bromas entre sus compañeros, con el subsiguiente deterioro
de la autoestima y una conducta de evitación con respecto a los deportes.

Se desconocen las causas, pero las hipótesis se centran en orgánicas y del


desarrollo. Se ha sugerido que los factores de riesgo para este trastorno serían
la prematuridad, hipoxia, malnutrición perinatal y bajo peso al nacer.

Las anomalías neuroquímicas y las lesionas del lóbulo parietal también se han
sugerido como factores que contribuirían a los déficits de la coordinación. Pero
dado las importantes asociaciones que tiene con el trastorno de la
comunicación, y aunque se desconocen los agentes causales específicos para
ambos, se propone que posiblemente tengan un origen multicausal.

El trastorno del desarrollo de la coordinación debe distinguirse de afectaciones


motoras debidas a una enfermedad médica. Los problemas de la coordinación
pueden estar asociados a enfermedades neurológicas específicas (parálisis
cerebral, lesiones de cerebelo...), pero en estos casos existe una lesión
neurológica. Si hay un retraso mental, el trastorno del desarrollo de la
coordinación sólo puede diagnosticarse si las deficiencias motoras exceden a
las que habitualmente se presentan asociadas con el RM.

Cuando se cumplen los criterios para un trastorno generalizado del desarrollo,


no se establece el trastorno del desarrollo de la coordinación.

Los sujetos afectos de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad,


pueden caerse, chocar con los objetos o golpearlos, pero todo ello suele
deberse a su distrabilidad e impulsividad, más que a una afectación motora; si
cumplen los criterios para ambos diagnósticos, según la DSM-IV-TR, deben
formularse los dos.
Tratamiento
El tratamiento de los trastornos específicos del aprendizaje requiere un
abordaje educacional multimodal. Estos trastornos van asociados
frecuentemente con altas tasas de trastornos psiquiátricos comórbidos, así
como a una gran variedad de complicaciones psicológicas que incluyen la baja
autoestima, baja tolerancia a la frustración, pasividad, rigidez en situaciones
nuevas de aprendizaje y escaparse sin permiso de la escuela.

Con el tiempo los casos leves pueden resolverse gracias a la educación y la


práctica persistentes. Algunos individuos pueden compensarlos por medio de
un aprendizaje excesivo, pero otros conservan déficits específicos de
aprendizaje durante la edad adulta. Con frecuencia, los problemas
conductuales asociados y las complicaciones intrapsíquicas persisten más allá
de la duración de los déficits evolutivos, y pueden permanecer sintomáticos
durante la vida adulta.

En la práctica, debe diseñarse un plan individual de educación para cada niño,


pero la calidad de la evaluación inicial y los servicios de tratamiento son
variables. El manejo multidisciplinario y la comunicación resultan esenciales, ya
que muchos especialistas y docentes pueden estar implicados en la educación
y tratamiento de un solo niño.

Una comunicación cuidadosa, especialmente durante los períodos de


transición, resulta vital para mantener el progreso del desarrollo y el
educacional. La intervención educativa temprana puede emplear uno de los
varios sistemas terapéuticos. Puede resultar necesario alentar la autoestima
del niño (o adulto) para ayudarle a tolerar los esfuerzos terapéuticos. El
tratamiento debe dirigirse directamente a los trastornos del aprendizaje, pero
también a la comunicación, al trastorno de conducta y TDAH posiblemente
asociados.

La implicación de los padres es crucial para apoyar el programa educacional y


para los esfuerzos continuados del niño en un ambiente libre de críticas. Está
demostrado que los padres pueden ayudar escuchando cada día en casa cómo
leen sus niños.

No se ha demostrado la eficacia de psicofármacos, vitaminas o las dietas. La


terapia psicofarmacológica no resulta útil en el tratamiento de estos trastornos.
Resulta necesario un manejo contundente para paliar los efectos de una baja
autoestima, la paciencia, la asertividad, y la flexibilidad. A nivel
psicoterapéutico, el manejo de las complicaciones psicológicas secundarias y
la evaluación y tratamiento de los trastornos psiquiátricos concurrentes,
requieren algo más que una perspectiva puramente educacional o
neuropsiquiátrica.
Estos trastornos neuroevolutivos parecen tener un origen predominantemente
genético o neuromaduracional, pero los factores sociodemográficos son
también críticos en la aparición de complicaciones en estos trastornos. Por
tanto, los factores psicosociales e interpersonales son de máxima importancia
en el tratamiento y el pronóstico.

PREVALENCIA

Se ha estimado que es de un 6% en los niños de 5 a 11 años de edad.


El reconocimiento de este trastorno suele ocurrir en los primeros intentos del
niño por realizar tareas como correr, utilizar cuchillo y tenedor, abrocharse los
vestidos o jugar a la pelota.
La falta de coordinación se prolonga durante la adolescencia y la vida adulta.

4- TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN

DEFINICIONES

Habla: es la producción expresiva de sonidos, incluye la articulación, la fluidez,


la voz y la resonancia.

Lenguaje: incluye la forma, función y un sistema convencional de símbolos.

Comunicación: comportamiento verbal o no verbal que influyen en el


comportamiento, ideas o actitudes de otros.

Comunicar, es reconocer la existencia del otro, es intercambiar pensamientos,


sentimientos y deseos, es, en definitiva, tener algo que comunicar, es poner
cosas en común. Todo el mundo se puede comunicar y de hecho se comunica.

Trastornos de la comunicación (DSM-IV-TR) Trastornos específicos del


desarrollo del habla y del lenguaje (CIE-10) Trastorno del lenguaje expresivo
Trastorno mixto receptivo-expresivo Trastorno fonológico o específico de la
pronunciación Tartamudeo (sólo en DSM-IV) Afasia adquirida con epilepsia,
Trastorno de la comunicación no especificado

Alteración de la comprensión o el uso de los sistemas simbólicos hablado,


escrito. Puede referirse a cualquiera de los componentes del lenguaje: FORMA
(fonología, morfología, sintaxis), CONTEXTO (semántica), FUNCIÓN
(pragmática)
Trastorno de la comunicación:
Dificultad para recibir, enviar, procesar y comprender los conceptos o los
sistemas simbólicos verbal, no verbal y gráfico.

Causas más frecuentes de retraso en el habla / lenguaje:


Retraso mental, Déficit auditivo, Autismo, Parálisis cerebral y trastornos del
SNC V Alteraciones craneofaciales (ej.: fisura palatina), Trastornos genéticos
(X-frágil), Mutismo selectivo.

Otras causas: Multilingüismo, Partos gemelares, De privación psicosocial

Factores de riesgo: Historia familiar de retraso en el habla y lenguaje,


Factores perinatales, Género masculino

Cerca del 10% de los niños manifiestan trastornos auditivos o del habla-
lenguaje.

El Leguaje se considera como el instrumento básico de comunicación


emocional y de relación en la especie humana. Por tanto, sus déficits pueden
ser causa de una gran variedad de desajustes psicológicos. Estos pueden ser
reactivos a las dificultades de relación y comunicación del niño con los adultos
de apego y con los de su entorno social en general, o bien, y dependiendo de
la gravedad del déficit, a las alteraciones neuro cognitivas que merman las
habilidades de análisis, y por tanto de afrontamiento, frente a la gran variedad
de situaciones a las que debe hacer frente el niño.

Los Trastornos de la Comunicación en el Manual Diagnóstico y Estadístico de


los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR) se inscriben dentro de un concepto más
amplio llamado. Trastornos de Inicio en la Infancia, Niñez o la Adolescencia,
que son una categoría de los problemas de salud mental que comprenden a los
niños y adolescentes que tienen dificultades para alcanzar las funciones
tempranas del desarrollo, como por ejemplo las habilidades del lenguaje, de la
comunicación, de la socialización y motoras.
Estos trastornos hacen referencia a la parte pragmática del lenguaje y abarcan
las alteraciones del código lingüístico en cualquier nivel de su procesamientos,
afectando los canales expresivos y receptivos lo podemos definir como
Dificultad para recibir, enviar, y comprender los conceptos o sistemas
simbólicos verbal, no verbal y gráfico.

Se cree que la causa se origina por problemas biológicos, como por ejemplo
las anomalías en el desarrollo del cerebro, o posiblemente por la exposición a
las toxinas durante el embarazo (ej. abuso de sustancias) o la exposición a las
toxinas ambientales (ej., el plomo). En algunos casos, se considera al factor
genético entre las causas que contribuyen al trastorno.

Evidentemente, la pérdida auditiva juega un papel importante en la etiología de


los trastornos de la comunicación. La patología temprana del oído medio y la
pérdida auditiva pueden causar problemas del lenguaje, especialmente si el
deterioro auditivo es crónico. Oír es crucial en el desarrollo del habla, y los
deterioros en la audición actúan etiológicamente junto a los factores genéticos,
neurológicos, ambientales y educacionales.

Pero también el habla y el lenguaje dependen en un alto grado de las


características lingüísticas del ambiente, y pueden interactuar con otros
factores socio-ambientales para influir en el desarrollo y las habilidades adultas.
Asimismo existen síndromes en los que la comunicación está involucrada de
forma importante, tales como:

Retraso mental (Síndrome de Down y Síndrome X Frágil), discapacidad


auditiva. Desordenes psiquiátricos, trastornos adquiridos de la función
comunicativa.

Trastornos adquiridos de la función comunicativa:

Lesiones de tumores, infecciones, radiaciones, lesiones cerebrales, situaciones


medio ambientales como las exposiciones prenatales a sustancias como la
droga, el alcohol.

TRASTORNO DEL LENGUAJE EXPRESIVO

Se caracteriza porque el niño presenta un lenguaje expresivo por debajo de lo


normal teniendo en cuenta su edad. Se manifiesta en un vocabulario reducido,
errores en tiempos verbales (que ya debería haber adquirido), dificultades para
nombrar las cosas, falta de fluidez verbal, emisiones verbales demasiado
cortas y un ritmo de lenguaje expresivo inadecuado. Sin embargo, no implica
que tenga un retrasó en su capacidad intelectual.

Las dificultades de expresión de lenguaje pueden variar desde el casi mutismo


hasta pequeños problemas y errores. En casos leves, el niño puede llegar a
superar el trastorno sin intervención; sin embargo, en los casos más graves las
dificultades con el lenguaje pueden persistir muchos años y repercutir en otras
áreas y habilidades, tales como el rendimiento escolar y las relaciones sociales.
El trastorno del lenguaje expresivo suele ir asociado a problemas de
comportamiento, debido a la dificultad que tienen estos niños para expresar sus
deseos. También coexiste con trastornos del aprendizaje, trastornos del
desarrollo de la articulación, impulsividad, falta de atención o agresividad. En
los primeros años cuando el niño se frustra puede tener rabietas, o cuando es
mayor rechazar el hablar durante un corto periodo. Los problemas con las
interacciones sociales pueden conducir a dificultades con los compañeros y a
dependencia excesiva de los miembros de la familia.

TRASTORNO MIXTO DEL LENGUAJE RECEPTIVO-EXPRESIVO

Las disfasias mixtas consisten en trastornos del lenguaje graves donde el niño
va a tener dificultades tanto en la producción como en la comprensión del
lenguaje, es decir, su capacidad para comprender y expresar el lenguaje están
por debajo de lo normal teniendo en cuenta su edad y desarrollo en el resto de
las áreas.

En general, los niños con dificultades expresivas y receptivas del lenguaje


tienen limitaciones para entender el mundo que les rodea, así como para
expresar sus deseos y peticiones. Por ello, es frecuente que se presenten
problemas de comportamiento, agresividad, hiperactividad, dificultades de
atención, retrasos en el aprendizaje, dificultades de socialización y múltiples
problemas emocionales derivados, como baja autoestima y sentimientos de
inferioridad.

TRASTORNO FONOLÓGICO

La pronunciación de los sonidos del lenguaje, al igual que los otros elementos
del habla, es una habilidad que el niño debe adquirir a lo largo de su desarrollo.
El niño comenzará emitiendo los sonidos más simples como el sonido ´mµ o
´pµ y a medida que sus habilidades mejoren comenzará a pronunciar sonidos
más complejos y finos que requieran de más músculos y órganos fonadores.
Con la producción de las primeras palabras, entre los 12 y los 18 meses de
edad, comenzarán los primeros errores de pronunciación. El niño dirá ´
Lete cuando se refiera a ´leche y mimir por dormir.

Estos errores son la consecuencia de la inmadurez de su lenguaje que tiende a


simplificar los sonidos para que resulte más sencilla su pronunciación. A
medida que avance en la adquisición de habilidades articulatorias, los patrones
fonatorios se irán automatizando, mejorando su pronunciación y su fluidez
verbal. Cuando este proceso de adquisición de habilidades de pronunciación
del lenguaje no se realiza con normalidad hablamos de:

DISLALIAS

El Trastorno Fonológico o Dislalia consiste en la incapacidad del niño para


pronunciar correctamente los sonidos del habla que son esperables según la
edad y el desarrollo. Se caracteriza por la producción o articulación de sonidos
inapropiadas, que se observan en un vocabulario y gramática normales. Incluye
sustituciones, omisiones, adiciones y distorsiones. Suelen presentarse entre los
tres y cinco años siendo, más común en los varones.

TARTAMUDEO

En el complejo proceso de adquisición del habla es muy frecuente la aparición


de dificultades en la fluidez alrededor del tercer año de vida. Esto es debido a
que, a esta edad, el niño no domina la coordinación de los músculos implicados
en el habla, puede tener problemas para recordar las palabras adecuadas o se
siente todavía inseguro al hablar. Sin embargo, estos problemas ocasionales
son, en la mayoría de los casos, pasajeros y producto de una adquisición
normal de las habilidades del habla. Cuando estas dificultades en la fluidez no
desaparecen y se hacen cada vez más frecuentes hablamos de Tartamudez. El
tartamudeo consiste en una interrupción en el ritmo o fluidez del habla con una
frecuencia mayor de lo que se considera normal en relación a la edad y
desarrollo del niño. Estas alteraciones en el habla pueden ser:

 Repeticiones de sonidos, sílabas o palabras

 Sonidos inusualmente largos

 Interjecciones frecuentes (ehh, umh, etc.)

 Pausas dentro de una palabra

 Pausas o bloqueos en el discurso

 Sustitución de palabras problemáticas

 Palabras con un exceso de tensión física


El tartamudeo no suele estar presente en todas las situaciones en las que el
niño habla. De hecho, no va aparecer cuando el niño lea o cante. La presión
del entorno, el tema de conversación o las emociones que el niño experimenta
al hablar van a determinar el grado de alteración en el habla en ese momento
concreto.

TIPOS DE TARTAMUDEO

Tartamudeo por repeticiones:


Consiste en la repetición persistente y frecuente de sonidos, sílabas o palabras
como por ejemplo: ´t-t-t-t-tieneµ, ´mi-mi-mi- mi papaµ. Estas repeticiones sólo
se considerarán problemáticas cuando se conviertan en un estilo del habla del
niño, es decir, cuando aparezcan con una frecuencia excesiva.

Tartamudeo por bloqueos:


Se caracteriza porque el niño se traba con las palabras, es decir, parece como
si le costara ´sacarµ el sonido de las palabras. Esto suele ir acompañado de
una intensa gesticulación, fuerza en los labios y en la mandíbula que le permite
finalmente expulsar el sonido.
5- TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO

El trastorno generalizado del desarrollo es un conjunto de trastornos


caracterizados por retrasos y alteraciones cualitativas en el desarrollo de las
áreas sociales, cognitivas y de comunicación, así como un repertorio repetitivo,
estereotipado y restrictivo de conductas, intereses y actividades. En la mayoría
de casos, el desarrollo es atípico o anormal, desde las primeras edades siendo
su evolución crónica. Sólo en contadas ocasiones las anomalías se presentan
después de los cinco años de edad. Los T.G.D. comprenden un amplio
conjunto de trastornos.

Algunas clasificaciones diagnósticas como el C.I.E.-10 (Clasificación multiaxial


de los Trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes) intentan poner cierto
orden y permiten el diagnóstico diferencial dentro de los T.G.D. en función de la
discriminación de los diferentes síntomas. A saber, distingue entre:
Autismo Infantil, Autismo atípico, Síndrome de Rett, Otros trastornos des
integrativos de la Infancia, Trastorno Hipercinético con retraso mental y
movimientos estereotipados, Síndrome de Asperger, Otros Trastornos
Generalizados del desarrollo y Trastorno generalizado del desarrollo sin
especificar.

Los T.G.D. constituyen, pues, a pesar de los intentos de clasificarlos


debidamente, un panorama muy heterogéneo y en el que el Autismo tiene un
papel protagonista dadas sus peculiaridades y características. De hecho T.G.D.
y Autismo se utilizan en la práctica de forma sinónima, si bien, hay que insistir
en que el Autismo estaba integrado dentro de los T.G.D y actualmente se utiliza
la denominación de T.E.A. (Trastornos Espectro Autista).

Algunas hipótesis avalan la existencia de un espectro sobre las


manifestaciones clínicas del Autismo que abarcarían desde los casos más
severamente afectados y acompañados de una deficiencia mental severa o
profunda, a cuadros donde la deficiencia mental sería ligera o moderada, a
otros, con una inteligencia límite o normal.

La conducta en estos pacientes también se mostrará en diferentes grados pero


siempre vinculada a la alteración en la capacidad para establecer relaciones
sociales, a la ausencia de empatía y el desarrollo de un repertorio conductual
estereotipado y limitado sólo a ciertas áreas de su interés.
Es por ello que, actualmente, va cobrando mayor uso la denominación
de T.E.A. (Trastornos del espectro autista)para referirnos a este conjunto de
trastornos que comparte una sintomatología nuclear común.

Otros aspectos clínicos destacables que se solapan en distintos niveles son los
que hacen referencia a la coordinación motriz, hipotonicidad, alteraciones de la
percepción y déficits atencionales.
Es importante destacar que dentro de los T.G.D. podemos distinguir aquellos
que cursan con cuadros antes de los tres años de edad y que forman parte del
Autismo típico, de aquellos que tras un curso evolutivo normal de inicio
desarrollan los síntomas a partir de los tres años comprenderían las formas
atípicas.

No se ha podido verificar su mayor ocurrencia dentro de ningún estrato social


determinado ni en ninguna cultura en particular. Sí es conocida su mayor
incidencia en varones (3-4/1), si bien parece que cuando se registra en mujeres
suele cursar con una sintomatología más severa.
Respecto a la prevalencia se establece alrededor de 4 a 7 de cada 10.000
niños aproximadamente.

6- EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD


(TDAH)

Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción


moderada a grave, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad
emocional y conductas impulsivas.

El TDAH es el trastorno del desarrollo neurológico diagnosticado con mayor


frecuencia en los niños,4 de inicio siempre en la infancia, que persiste hasta la
edad adulta en un elevado porcentaje de casos y suele ocasionar un impacto
muy negativo sobre múltiples áreas de funcionamiento.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una disfunción


de origen neurobiológico que conlleva una inmadurez en los sistemas que
regulan el nivel de movimiento, la impulsividad y la atención.

Los niños con TDAH son muy inquietos impulsivos y tienen problemas para
prestar atención y concentrarse. A pesar de intentarlo, son incapaces de
escuchar correctamente, de organizar sus tareas, de seguir instrucciones
complejas, de trabajar o jugar en equipo. El actuar sin pensar (la conducta
impulsiva) provoca problemas con padres, amigos y profesores. Suelen ser
niños inquietos, siempre en movimiento, incapaces de permanecer sentados
mucho tiempo o con una constante inquietud (que se ve en tamborileo de
dedos o en el movimiento constante de los pies o las piernas). Esta patología
puede afectar negativamente al rendimiento de los niños en el colegio, así
como a otros aspectos de su vida familiar y social
CLASIFICACIÓN

Hay tres tipos diferentes de TDAH, según qué tipos de síntomas sean más
fuertes en la persona:

Presentación en la que predomina la falta de atención: Es difícil para la


persona organizarse o terminar una tarea, prestar atención a los detalles o
seguir instrucciones o conversaciones. La persona se distrae fácilmente o se
olvida de detalles de la rutina diaria.

Presentación en la que predomina la hiperactividad/impulsividad: La


persona se mueve nerviosamente y habla mucho. Le resulta difícil quedarse
sentada quieta durante mucho tiempo (p. ej., para una comida o mientras hace
la tarea escolar). Los niños más pequeños pueden correr, saltar o trepar
constantemente. La persona se siente inquieta y tiene problemas con la
impulsividad. Una persona que es impulsiva puede interrumpir mucho a otros,
agarrar cosas que les pertenecen a otros o hablar en momentos inapropiados.
Es difícil para la persona esperar su turno o escuchar instrucciones. Una
persona con impulsividad puede tener más accidentes y lesiones que los
demás.

Presentación combinada: Los síntomas de los dos tipos anteriores están


igualmente presentes en la persona.
7- TRASTORNO DE LA INGESTIÓN ALIMENTARIA DE LA INFANCIA Y LA
NIÑEZ

Criterios para el diagnóstico del Trastorno de la ingestión alimentaria de la


infancia o la niñez

A. Alteración de la alimentación manifestada por una dificultad persistente para


comer adecuadamente, con incapacidad significativa para aumentar de peso o
con pérdidas significativas de peso durante por lo menos 1 mes.

B. La alteración no se debe a una enfermedad gastrointestinal ni a otra


enfermedad médica asociada (p. ej., reflujo esofágico).

C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p.


ej., trastorno de rumiación) o por la no disponibilidad de alimentos.

D. El inicio es anterior a los 6 años de edad.

La característica esencial del trastorno de la ingestión alimentaría de la infancia


o la niñez es la incapacidad persistente para comer adecuadamente, lo que se
pone de manifiesto por una incapacidad significativa para ganar peso o por una
pérdida de peso significativa durante por lo menos 1 mes (Criterio A). No se
acompaña de enfermedad digestiva ni de otra enfermedad médica (p. ej.,
reflujo esofágico) suficientemente grave para explicar el trastorno de la
ingestión alimentaria (Criterio B). El trastorno alimentario no se explica mejor
por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno de rumiación) o por
simple no disponibilidad de alimentos (Criterio C). El inicio del trastorno ha de
ser anterior a los 6 años de edad (Criterio D).

SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Los niños con


trastorno alimentario suelen ser especialmente irritables y difíciles de consolar
durante las comidas. Pueden parecer apáticos y retraídos, y también pueden
experimentar retrasos del desarrollo. En algunos casos, los problemas de la
interacción padres-niño contribuyen al problema alimentario del niño o a
exacerbarlo (p. ej., presentar inadecuadamente el alimento o responder al
rechazo que el niño hace del alimento como si se tratara de una agresión). La
ingestión calórica inadecuada puede exacerbar las características asociadas
(p. ej., irritabilidad, detenciones del desarrollo) y además contribuir a las
dificultades alimentarias. Ciertos factores propios del niño se asocian a veces al
trastorno, entre los que se incluyen algunas deficiencias de la neurorregulación
(p. ej., dificultades en el sueño-vigilia, regurgitación frecuente, períodos de
vigilancia impredecibles) y alteraciones preexistentes del desarrollo que hacen
al niño menos susceptible a responder correctamente.
Otros factores que pueden asociarse al trastorno son la psicopatología de los
padres y el maltrato o abandono del niño.

Hallazgos de laboratorio. En el trastorno de la ingestión alimentaria de la


infancia pueden detectarse ciertos hechos no específicos asociados a la
malnutrición (p. ej., anemia y albúmina plasmática y proteínas totales bajas).

Hallazgos de la exploración física y enfermedades médicas asociadas. Puede


haber malnutrición que, en los casos graves, amenace la vida del sujeto afecto
del trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o de la niñez.

SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE LA EDAD Y EL SEXO

Cuanto más tardío es el inicio (p. ej., a los 2 o 3 años de edad más bien que en
la infancia), tanto menos importantes son los retrasos del desarrollo y la
malnutrición, aunque cabe observar retraso del crecimiento.

El trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o la niñez es tan frecuente


en niños como en niñas.

PREVALENCIA

De todas las admisiones en hospitales pediátricos, el 1-5 % lo son por


incapacidad para ganar el peso adecuado, y alrededor de la mitad de estos
casos manifiestan alteraciones alimentarias sin ninguna enfermedad médica
predisponente.

CURSO

El trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o de la niñez suele


iniciarse durante el primer año de vida, pero también puede hacerla a los 2 o 3
años de edad. La mayoría de los niños experimentan mejoras del crecimiento
tras períodos de tiempo de longitud variable.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Durante la infancia son frecuentes problemas menores relacionados con la


alimentación. El diagnóstico de trastorno de la ingestión alimentaria de la
infancia o la niñez debe establecerse únicamente si el problema ingestivo
provoca una incapacidad significativa para aumentar peso o se produce
pérdida de peso.
Este trastorno no se diagnostica si las alteraciones alimentarias quedan mejor
explicadas por una enfermedad gastrointestinal endocrinológica o neurológica.

LOS TICS

Un tic es un movimiento o gesto súbito, de corta duración y repetitivo que


típicamente mimetiza algún aspecto de la conducta normal. Los niños suelen
atribuirles un carácter involuntario, mientras que los mayores y los adultos, a
menudo los describen como asociados a un impulso somato sensorial no
deseado que se ve momentáneamente aliviado mediante la realización del
mismo.

FORMAS CLÍNICAS PUEDEN TOMAR

Los tics varían en cuanto a frecuencia e intensidad

Los tics motores pueden ir desde movimientos simples y repentinos (p.ej.,


parpadeo, sacudidas de cabeza o encogimiento de hombros) hasta otros más
complejos que pueden aparentar tener finalidad (p.ej., determinadas
expresiones faciales o gestos con las manos o la cabeza). En los casos más
extremos, pueden consistir en movimientos obscenos (copropraxia) o
autolesivos (p.ej., golpearse o morderse). De igual modo, los tics fónicos o
vocales pueden ir desde simples sonidos (p.ej., para aclararse la garganta)
hasta vocalizaciones complejas. La coprolalia (habla obscena) constituye un
caso extremo de éste tipo de tics.

CATEGORÍAS DIAGNÓSTICAS SE HAN DESCRITO AL RESPECTO

La actual clasificación de los trastornos por tics en el DSM-IV incluye el


Trastorno de Gilles de la Tourette, el Trastorno por Tic Motor o Vocal Crónico,
el Trastorno por Tics Transitorio y el Trastorno por Tics No Especificado.

LOS MÁS AFECTADOS POR LOS TICS

Hay datos que indican que la población infantil padece más tics que la adulta
(en una proporción de 3 a 1), y que los varones están más afectos que las
mujeres (en una proporción de 9 a 1).
TRASTORNO POR TICS TRANSITORIO

Se caracterizan por la presencia de uno o más tics motores o fónicos que


varían en cuanto a la severidad, de semanas a meses. Los motores suelen
limitarse a las zonas del cuello, la cabeza y las extremidades superiores. La
presencia de tics fónicos en ausencia de los motores es rara.

La edad de inicio se sitúa entre los 3 y los 8 años. Los criterios diagnósticos
para este trastorno establecen que la sintomatología activa debe estar presente
durante un mínimo de 12 meses, por lo que el diagnóstico es retrospectivo.

TRASTORNO POR TIC MOTOR O VOCAL CRÓNICO

Esta condición crónica se puede observar tanto en niños como en adultos y se


caracteriza, al igual que otros trastornos por tics, por un curso fluctuante y un
amplio rango en la severidad de los síntomas. Las manifestaciones más
frecuentes consisten en tics motores crónicos simples y complejos, implicando
típicamente la cabeza, el cuello y las extremidades superiores. Aunque algunos
niños pueden presentar dificultades del desarrollo, como el trastorno por déficit
de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno no es incompatible con un
curso normal en el desarrollo. Esta condición también puede darse en tanto
que estado residual, particularmente en la adultez. En muchas ocasiones,
puede darse un repertorio de síntomas únicamente debido a un periodo de
elevado estrés o fatiga. El trastorno por tic vocal crónico se da raramente.

SÍNDROME DE TOURETTE

El síndrome de Tourette recibe el nombre por Georges Gilles de la Tourette,


quien fue el primero en describir este trastorno en 1885. Es probable que este
síndrome se transmita de padres a hijos.

Es el trastorno por tics más severo. Suele debutar en la primera infancia con
ataques transitorios de tics motores simples que pueden tener un carácter
fluctuante. Suelen darse aisladamente, pero también pueden constituir
combinaciones bien orquestadas de algunos de ellos implicando grupos
musculares distintos.

Conforme el síndrome avanza, pueden empezar a aparecer tics motores más


complejos. Estos pueden tener una apariencia camuflada, en el sentido de que
aparentemente pueden presentar la forma de movimientos voluntarios
normales que obedezcan a una finalidad concreta como por ejemplo, apartarse
el cabello de la cara con la mano. No obstante, será su carácter de repetitivos
lo que les identificará como tics.
En aquellos casos más extremos (menos frecuentes) los tics motores
complejos pueden ser autolesivos y de más difícil manejo (p.ej., darse golpes
en la cara o morderse la muñeca).

Uno o dos años después del inicio de los tics motores, empiezan los fónicos.
Normalmente son de carácter simple (p.ej., aclararse la garganta, gruñir,
rechinar, etc.), aunque en casos extremos pueden llegar a ser tan complejos
como la ecolalia, la palilalia y la coprolalia, o bien cambios repentinos en el
ritmo del habla, o en el volumen de la voz.

LOS TICS MEJORAN CON LA EDAD

Los trastornos por tics tienden a mejorar en la adolescencia tardía y principios


de la adultez. En ocasiones los tics fónicos se dan muy raramente o
desaparecen y los tics motores pueden verse reducidos en número y
frecuencia.

TRASTORNOS O PROBLEMÁTICAS PUEDEN IR ASOCIADOS A LOS TICS

En las formas más severas de los trastornos por tics, éstos pueden ir asociados
a problemas emocionales o comportamentales, que pueden ir desde un
comportamiento inmaduro, desinhibido e impulsivo, hasta tocar o husmear
compulsivamente.

No hay una línea que permita distinguir claramente entre estas conductas
disruptivas y los tics complejos por un lado, y las condiciones comorbidas de
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y el Trastorno
Obsesivo-Compulsivo por otro. De igual modo, se ha visto que los niños que
los niños que padecen autismo u otro trastorno generalizado del desarrollo
tienen un mayor riesgo de desarrollar un Síndrome de Gilles de la Tourette
(Baron-Cohen y col., 1999).

También es bien sabido que las situaciones de estrés pueden exacerbar los
tics. En éste sentido cabe señalar que tales situaciones no tienen por qué ser
siempre de carácter adverso.

En ocasiones se puede entrar en un círculo vicioso en el que la incomprensión


de la problemática por parte de padres o maestros les lleve a adoptar medidas
punitivas para intentar suprimir los tics, llevando al niño a padecer mayor estrés
y con él mayor severidad de los síntomas, pudiendo acarrear otras
problemáticas de orden emocional o afectivo.
EL PESO DE LA GENÉTICA EN LOS TRASTORNOS POR TICS

Para calibrar la importancia de los factores genéticos en los trastornos por tics
cabe remitirse a los estudios con gemelos y a los estudios de familia. Entre
gemelos monozigóticos la concordancia para el Síndrome de Gilles de la
Tourette es superior al 50%, mientras que para los dicigóticos se halla en un
10%. Si además, se incluyen los co-gemelos con Trastorno por Tics Motores
Crónicos, tales concordancias aumentan hasta un 90 y un 30%
respectivamente.

Otros estudios indican que los familiares de primer grado de pacientes con
Síndrome de Gilles de la Tourette están en un riesgo sustancialmente mayor de
desarrollar Síndrome de Gilles de la Tourette, Trastorno por Tics Motores
Crónicos o TOC que los individuos sin familiares que lo padezcan.

Estos datos ponen de manifiesto tanto el hecho de que los factores genéticos
juegan un papel relevante en la etiología del Síndrome de Gilles de la Tourette
y de los Trastornos por Tics Motores Crónicos.

LA IMPORTANCIA DE LOS FACTORES NO GENÉTICOS EN LOS


TRASTORNOS POR TICS

Los factores perinatales han cobrado interés en tanto que mediadores en la


expresión de una vulnerabilidad genética para el Síndrome de Gilles de la
Tourette y otros trastornos asociados. Pasamanick y Kawa (1956) encontraron
que era 1.5 veces más probable que las madres de hijos con tics hubieran
tenido complicaciones durante el parto en comparación a aquellas con hijos
sin tics. Por otra parte, el menor peso al nacer se ha apuntado como un dato
diferencial del co-gemelo afectado de Síndrome de Gilles de la Tourette en
relación al no afectado en gemelos monozigóticos.

ESTRUCTURAS NEUROANATÓMICAS QUE ESTÁN IMPLICADAS

Hay datos provinentes de estudios de neuroimagen, neuropatológicos y


neurofisiológicos que parecen implicar los circuitos córtico-estriado-talamo-
corticales en el Síndrome de Gilles de la Tourette. Por ejemplo, estudios
basados en resonancia magnética funcional (RMF) revelan la existencia de
patrones alterados de activación y/o desactivación en el córtex prefrontal, los
cuales podrían influir en la disminución o aumento de los tics (Peterson y col.,
1998b). Desde el punto de vista neuropatológico, Laplane y sus colaboradores,
en dos estudios de caso único, hallaron lesiones en los ganglios basales
asociadas a tics y sintomatología obsesivo-compulsiva.
PAPEL JUEGA LA DOPAMINA EN LOS TRASTORNOS TICS

Algunos autores como Devinsky (1983) han apuntado que el Síndrome de


Gilles de la Tourette consistiría en una alteración de la función dopaminérgica a
nivel del cerebro medio.

El hecho de que en algunos ensayos clínicos el haloperidol y otros


neurolépticos que actúan bloqueando especialmente los receptores
dopaminérgicos tipo D2 se hayan revelado efectivos para la supresión parcial
de los tics en pacientes con Síndrome de Gilles de la Tourette parece indicar la
implicación de éste sistema.

OTROS TRASTORNOS CABE DIFERENCIAR LOS TICS MOTORES


SIMPLES

Cabe diferenciarlos de varios movimientos hiperquinéticos como las mioclonias,


el temblor, la corea, la atetosis, las distonías, la acatísia, las discinesias
paroxísticas, los movimientos balísticos y la hiperexpléxia. Algunos de éstos
pueden estar asociados a condiciones genéticas (como la Corea de Huntington
o la enfermedad de Wilson), lesiones estructurales (del núcleo subtalámico
contralateral, por ejemplo, el cual da lugar al hemibalismo), procesos
autoinmunes postinfecciosos (como la Corea de Sydenham), inestabilidad
funcional ideopática de los circuitos neuronales (como en la epilepsia
mioclónica) y tratamientos farmacológicos (como la acatísia aguda y las
distonías secundarias a la toma de agentes neurolépticos).

OTROS TRASTORNOS CABE DIFERENCIAR LOS TICS MOTORES


COMPLEJOS

Estos pueden confundirse con otros comportamientos repetitivos complejos,


tales como las estereotipias o los rituales compulsivos. El intento para
diferenciarlos puede ser difícil, como en el caso de los individuos con retraso o
habilidades verbales deficitarias.

Por otra parte, los tics fónicos pueden resultar de gran utilidad en el diagnóstico
diferencial, ya que raramente se dan en otros síndromes. La enfermedad de
Huntington puede estar asociada a inspiraciones y sonidos breves, así como la
enfermedad de Parkinson a los gemidos involuntarios. Cabe distinguir los tics
fónicos complejos, por ejemplo, de la coprolalia voluntaria.
LO ESENCIAL PARA EL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LOS
TRASTORNOS POR TICS

La distinción de los trastornos por tics con respecto a las condiciones


presentadas se llevará a cabo básicamente en el terreno clínico y se basará en
la anamnesis, la historia familiar, la historia natural del propio trastorno, la
observación y el examen neurológico. Ocasionalmente, se pueden utilizar tests
complementarios que ayuden en la tarea de establecer un diagnóstico claro

LO MÁS IMPORTANTE UNA VEZ ESTABLECIDO EL DIAGNÓSTICO DE UN


TRASTORNO POR TICS

La valoración debe ser integral en el sentido que debe abordar el problema


desde todas sus dimensiones, sobretodo en síndromes tan severos como es el
caso del Síndrome de Gilles de la Tourette. Así pues, la evaluación debe ir
dirigida a la determinación del nivel de funcionamiento adaptativo del afectado
y la identificación de las áreas deficitarias. Esto comprende el sondeo de la
fuerza o debilidad del afectado y de su familia para sobrellevar la problemática,
la valoración de la presencia comórbida de trastornos físicos, mentales,
comportamentales o del desarrollo (y la toma de medicación para los mismos),
de la calidad de las relaciones con la familia y sus iguales, del rendimiento
escolar y/o laboral y de la historia de eventos vitales estresantes.

CASOS DEBEMOS INICIAR UN TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

La terapia farmacológica estará indicada según la presentación y severidad de


cada caso. Normalmente los tics motores crónicos no requieren este tipo de
intervención. Aun siendo el Síndrome de Gilles de la Tourette el trastorno por
tics más severo algunos casos pueden ser conducidos con éxito sin el uso de
medicación. En el caso de que el trastorno por tics se de comórbidamente con
TDAH, TOC, depresión o Trastorno bipolar será aconsejable tratar primero
éstos trastornos, dado que su mejora puede conllevar la mejora de la
sintomatología ticosa.

MEDICACIONES DE USO MÁS HABITUAL EN EL TRATAMIENTO DE LOS


TRASTORNOS POR TICS

Los antagonistas de los receptores dopaminérgicos D2 son los que más


eficacia a corto término han demostrado tener. De todos modos, los efectos a
más largo plazo son más dudosos o cuestionables. Entre los de uso más
común están el haloperidol, la pimocida y la flufenacina.
NEUROLÉPTICOS ATÍPICOS SE ESTÁN UTILIZANDO EN EL
TRATAMIENTO POR TICS

Son de uso más reciente. Entre ellos cabe destacar la risperidona, la


ciprasidona y la olanzapina. Su mecanismo de acción consiste en bloquear los
receptores serotoninérgicos 5-HT2. En cuanto a la risperidona, cabe mencionar
la sedación y el incremento de peso sus principales efectos secundarios.

LA CLONIDINA EN RELACIÓN AL TRATAMIENTO DE LOS TICS

Su mecanismo de acción consiste en potenciar el efecto de los receptores 2 y


se cree que reduce la actividad noradrenérgica central. Los ensayos clínicos al
respecto indican entre un 25 y un 35% de los pacientes ven reducidos sus
síntomas (en mayor proporción los tics motores que los fónicos) a la mitad en
un periodo que puede oscilar entre las ocho y las doce semanas.
9- TRASTORNO DE LA ELIMINACIÓN

Los trastornos de la eliminación, se caracterizan por la emisión de orina


o heces en lugares inapropiados, ya sea voluntaria o involuntariamente.

Control de esfínteres

El esfínter es un músculo con que se abre y se cierra el orificio de una cavidad


del cuerpo, como la vejiga o el ano, para dar salida o retener los desechos
orgánicos.

Cuando existe una disfunción en éste músculo hablamos de un problema de


control de esfínteres. Existen cuadros en que las personas que en algún
momento podían controlar esfínteres dejan de hacerlo.

Si la persona es mayor de 4 o 5 años, con un desarrollo evolutivo que le


permite controlar esfínteres, y no se detecta una causa orgánica que justifique
el descontrol, su puede sospechar de un trastorno fecal (encopresis) o urinario
(enuresis).

Si se trata de adultos con problemas para controlar las evacuaciones fecales y


urinarias, estamos hablamos de incontinencia. Las causas de los trastornos de
la eliminación pueden ser orgánicas, psicológicas o ambas.

Encopresis

Este padecimiento se caracteriza por la deposición de heces en lugares


inadecuados, ya sea voluntaria o involuntariamente. Se puede diagnosticar
como trastorno solo cuando la persona que lo sufre es mayor de cuatro años
de edad.

En el aspecto fisiológico, la encopresis se asocia con el estreñimiento.

Puede tratarse de un caso de megavejiga (capacidad aumentada de la


vejiga) o de megacolon (alteración del colon).

En estos casos los pequeños presentan dolores de estómago, fisuras anales,


estreñimiento crónico, manchas en la ropa y pasan largos períodos de
tiempo sentados en la taza del baño.

Los factores psicológicos que influyen en el desarrollo de la encopresis, radican


en la enseñanza inadecuada, forzada o perfeccionista de los hábitos de
higiene, o a la existencia de ciertos acontecimientos estresantes o
traumatizantes.

Generalmente, quienes padecen encopresis sienten vergüenza, turbación y


baja autoestima. Se esconden física y emocionalmente debido a que les da
mucho miedo ser descubiertos o acusados por sus padres y hermanos.
Enuresis

Se manifiesta por la emisión de orina en la cama o en la ropa, por una persona


mayor de cinco años de edad que no presenta problemas fisiológicos que
justifiquen la disfunción.

Algunas veces el síntoma puede reflejar una limitación evolutiva o dificultades


de control.

En otros casos, las personas que antes funcionaban adecuadamente,


presentan una regresión.

En el aspecto fisiológico, puede ser que el paciente tenga una disfunción de la


vejiga o músculos débiles.

En el aspecto psicológico, influyen factores como la capacidad individual, el


desarrollo evolutivo y las interacciones entre el niño y su entorno.

Muchos pacientes con enuresis presentan alteraciones emocionales


y conductuales, traumas o crisis por eventos estresantes.

Las causas más frecuentes de este trastorno son: el nacimiento de


los hermanos, los traslados, la violencia y la ausencia del padre o la madre.

La enuresis, a cualquier edad, puede producir ira y turbación.

Pueden brotar sentimientos de vergüenza y baja autoestima.

Incontinencia

La incontinencia es la incapacidad de impedir que la orina o las heces se


escapen.

Algunas causas de este trastorno pueden ser: enfermedades que limitan los
movimientos, infecciones en la vejiga o en la vagina, o bien el debilitamiento de
los músculos que dejan que la orina escape cuando la persona tose, ríe,
estornuda o hace ciertos movimientos.

Las causas de la incontinencia pueden ser fisiológicas o psicológicas.

Los factores fisiológicos pueden ser: problemas anatómicos, obstrucción,


padecimientos neurológicos o cerebrales, trastornos musculares y otras
enfermedades.

Los factores psicológicos pueden ser problemas emocionales, alteración del


estado anímico, depresión mayor, ansiedad, etc.
Psicoterapia

Cuando no existen causas fisiológicas, entonces podemos pensar que el


trastorno de eliminación se debe a un problema psicológico.

La psicoterapia incluye una valoración completa.

Se revisa la posible asociación del trastorno de eliminación con otras


perturbaciones.

También se detecta si el síntoma es una reacción a ciertos problemas


familiares.

El apoyo de los padres es importante en la intervención terapéutica, para que


junto con el paciente aprendan a manejar las tensiones y los sentimientos.

Una intervención psicológica a tiempo, puede ayudar a que las personas


resuelvan los trastornos de eliminación.
10 - Otros Trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia

11 - ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

Definición se define como la preocupación o el temor excesivos de ser


separados de familiares o personas con las cuales el niño está más ligado
efectivamente, temen perderse de su familia o que algo malo le ocurra a un
miembro de la familia si se separa de ellos.

Las causas factores biológicos, familiares, ambientales

 Síntomas
 Rechazo a dormir solo
 Pesadillas reiteradas sobre la separación
 Preocupación excesiva ante la separación o al anticipar la separación
del hogar o la familia
 Preocupación excesiva sobre la seguridad de un miembro de la familia.
 Preocupación excesiva sobre perderse de la familia.
 Negarse a ir a la escuela
 Temor y resistencia a quedarse solo.
 Dolores de estómago, de cabeza u otras molestias físicas frecuentes.
 Pegoteo excesivo incluso en el hogar.

Cuando empieza

La aparición de los síntomas ocurre luego de un receso escolar. Como las


vacaciones de navidad o una enfermedad prolongada y se estima que un 4 por
ciento de los niños pequeños tienen la ansiedad por separación

Tratamiento

En el tratamiento se debe basar en lo siguiente


La edad de niño y su estado de salud general
La gravedad de los síntomas
La tolerancia de niño a terapias o medicamentos.
Terapia cognitivo conductista

Se centra en ayudar al niño a aprender habilidades para manejar su ansiedad y


ayudarlo a dominar las situaciones que contribuyen a dicha ansiedad.

Fármacos medicamentos antidepresivos o contra la ansiedad para ayudarlo a


tranquilizarse.

Y la forma de diagnosticarlo o mejor dicho como se diagnostica

Buenos los síntomas deben durar por lo menos unas cuatro semanas para ser
considerados un trastorno de ansiedad de separación.

La edad más frecuente es de 18 meses a 4 años teniendo como expectativas


que los niños pequeños con síntomas que mejoran después de los años son
normales, aun así se presenta una aparición posterior de la ansiedad durante
situaciones de estrés.
12 - EL MUTISMO SELECTIVO

El mutismo selectivo es un trastorno de Ansiedad Infantil que consiste en que


los niños afectados, en determinados contextos o circunstancias, pueden llegar
a inhibirse de manera tal que parecen mudos, a pesar de poder hablar
normalmente en situaciones en las que se sienten cómodos y relajados.

Los datos disponibles refieren una incidencia de entre un 0,1 y un 1,9 por
ciento entre los menores de 15 años, aunque se supone que las cifras reales
son más altas por la dificultad de detectar el problema.

Descripción

En el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, el mutismo


selectivo es descrito dentro del capítulo de Trastornos de Ansiedad Infantil,
como un trastorno en el cual la persona parece mudo ante situaciones sociales
o cuando se espera que hablen, pero son perfectamente capaces de hablar y
de comprender el lenguaje. Funcionan normalmente en otras áreas de
comportamiento y aprendizaje, aunque se privan severamente de participar en
actividades de grupo. Es como una forma extrema de timidez, pero la
intensidad y duración la distingue. Como ejemplo, un niño puede pasar
completamente callado en la escuela, por años, pero habla libremente o
excesivamente en casa.

Este trastorno no se considera como un problema de la comunicación, en que


la mayoría de las personas se comunica a través de expresiones faciales,
gestos, etc. En algunos casos, el mutismo selectivo es un síntoma de un
trastorno de desarrollo o un trastorno psicótico.

Hay que realizar diagnóstico diferencial con Autismo o síndrome de Asperger.


La diferencia fundamental es que en estos dos trastornos el individuo no habla
independientemente del contexto, ya que está gravemente alterada la
comunicación y la interacción social.

El mutismo selectivo es caracterizado por:

Fracaso consistente para hablar en situaciones sociales específicas (por


ejemplo, en la escuela, donde existe expectación al hablar) a pesar de
expresarse bien en otras situaciones.

Interfiere con los logros educacionales o laborales, o con la comunicación


social.

El fracaso para hablar no se debe a la falta de conocimiento del idioma hablado


requerido en la situación social.
Causa

No se han establecido las causas del todo, pero se cree puede tener causa en
hechos (reales o imaginados) ocurridos a principios de la infancia. También hay
evidencia de que existe un componente hereditario1 y que también es más
común en mujeres que en hombres. Tiene un entorno idealizado, de
experiencias familiares por un trato especial, he instruido de las normas de lo
que debe ser. Y en el lugar de estudio no se desarrollan los eventos, de
acuerdo a su deber ser; para el no pertenece a ese ambiente. Pero cuando
está en un ambiente al que si pertenece si se desenvuelve en él. El no
participar en el medio ambiente social con mayor peso de aprendizaje lo hará
propenso a trastornos con déficit social.

Aspectos positivos y negativos

Negativos

 Encuentran difícil tener contacto visual.


 Con frecuencia no sonríen y tienen expresiones vacías.
 No pueden manejar situaciones donde se espera que hablen normalmente,
como saludar, despedirse o agradecer.
 Tienden a preocuparse más de las cosas que el resto de las personas.
 Pueden ser muy sensibles a la luz, ruido y al gentío.
 Encuentran difícil hablar sobre sí mismos o expresar sus sentimientos.
 Se mueven de manera rígida y torpe
 Tienen sensaciones de cerrarse, huir o suicidas

Positivos

 Contrariamente a lo que se cree, muchos investigadores apuestan por una


inteligencia normal-alta o superior al promedio en gente con mutismo
selectivo. No está demostrado de forma fiable que derive de una forma de
autismo, como sucede con el S. de Asperger (aunque se parecen tienen
diferencias).
 Perciben más fácilmente que otras personas los pensamientos y emociones
de los demás (empatía).
 Tienen gran poder de concentración y de percepción.
 Algunos llegan a ser muy intuitivos (relacionado con la empatía), son muy
curiosos.
13 - Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia o la niñez

Características diagnósticas

La característica esencial del trastorno reactivo de la vinculación es una


relación social que, en la mayor parte de los contextos, se manifiesta
marcadamente alterada e inapropiada para el nivel de desarrollo del sujeto, se
inicia antes de los 5 años de edad y se asocia a una crianza sumamente
patológica (Criterio A)

Hay dos tipos de presentaciones:

En el tipo inhibido el niño está persistentemente incapacitado para iniciar la


mayor parte de las interacciones sociales y responder a ellas de un modo
adecuado a su nivel de desarrollo. El niño responde socialmente de modo
demasiado inhibido, hipervigilantes o ampliamente ambivalente (p. ej.,
vigilancia fría, resistencia a satisfacciones o comodidades, o una mezcla de
acercamiento y evitación) (Criterio Al).

En el tipo desinhibido se observa un patrón de vinculaciones difusas. El niño


exhibe una sociabilidad indiscriminada o una falta de selectividad en la elección
de las figuras de vinculación (Criterio A2). El trastorno no se explica
exclusivamente por la presencia de un retraso del desarrollo (p. ej., retraso
mental) y no cumple criterios de trastorno generalizado del desarrollo (Criterio
B). Por definición, el trastorno se asocia a una crianza claramente patológica
que puede adoptar la forma de desatención persistente de las necesidades
emocionales básicas del niño relativas a bienestar, estimulación y afecto
(Criterio Cl); desatención persistente de las necesidades físicas básicas del
niño (Criterio C2), o cambios repetidos del cuidador primario, lo que evita la
formación de vínculos estables (p. ej., cambios frecuentes de hogar adoptivo)
(Criterio C3). Se presume que la crianza patológica es responsable de la
relación social alterada (Criterio D)

Subtipos

Ha de indicarse el tipo predominante del trastorno de la relación social


especificando uno de los siguientes subtipos de trastorno reactivo de la
vinculación:

Tipo inhibido En este subtipo la alteración dominante de la relación social


reside en la incapacidad persistente para iniciar la mayor parte de las
relaciones sociales y responder a ellas de modo adecuado al nivel de
desarrollo del sujeto. F94.2

Tipo desinhibido Se utiliza este subtipo si la alteración predominante de la


relación social consiste en una sociabilidad indiscriminada o una ausencia de
selectividad en la elección de figuras de vinculación.
Síntomas y trastornos asociados

Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Algunas


situaciones (p. ej., hospitalización prolongada del niño, pobreza extrema o
inexperiencia de los padres) predisponen a la práctica de una crianza
patológica. Sin embargo, una crianza claramente patológica no siempre
determina el desarrollo de un trastorno re activo de la vinculación; algunos
niños establecen relaciones sociales y vínculos estables incluso en situaciones
de abandono o maltrato relevantes. El trastorno reactivo de la vinculación
puede asociarse a retrasos del desarrollo, trastorno de la ingestión alimentaria
de la infancia, pica o trastorno de rumiación. Hallazgos de laboratorio. Puede
haber hallazgos de laboratorio coherentes con mal nutrición. Hallazgos de la
exploración física y enfermedades médicas asociadas.

La exploración física puede descubrir algunas enfermedades médicas


asociadas capaces de contribuir a -o ser consecuencia de deficiencias en el
cuidado del niño (p. ej., retraso del crecimiento, maltrato físico). Prevalencia
Son limitados los datos epidemiológicos, pero el trastorno reactivo de la
vinculación parece ser muy poco frecuente. Curso El inicio del trastorno
reactivo de la vinculación suele aparecer en los primeros años de la vida y, por
definición, antes de los 5 años. Su curso parece variar en función de factores
individuales del niño y de los cuidadores, la gravedad y la duración de la
privación psicosocial asociada, y la naturaleza de la intervención. Si se
suministra un apoyo ambiental adecuado, pueden producirse remisiones o
mejorías considerables.

De otro modo, el trastorno discurre según un curso continuo. Diagnóstico


diferencial En el retraso mental las vinculaciones apropiadas con los
cuidadores suelen establecerse de acuerdo con el nivel de desarrollo general
del niño. Sin embargo, algunos niños con retraso mental grave presentan
problemas particulares con los cuidadores y manifiestan características
sintomáticas de trastorno reactivo de la vinculación. El trastorno reactivo de la
vinculación sólo debe diagnosticarse si está claro que los problemas
característicos en la formación de vínculos selectivos no son función del
retraso. El trastorno reactivo de la vinculación debe diferenciarse del trastorno
autista y de otros trastornos generalizados del desarrollo.

En el trastorno generalizado del desarrollo los vínculos selectivos o no se


desarrollan o son sumamente anómalos, pero en cualquier caso esto sucede
dentro de un ambiente psicosocial razonablemente acogedor. El trastorno
autista y otros trastornos generalizados del desarrollo también se caracterizan
por la presencia de una alteración cualitativa de la comunicación y de patrones
de comportamiento restrictivo, repetitivo y estereotipado.
El trastorno reactivo de la vinculación no se diagnostica si se cumplen criterios
de trastorno generalizado del desarrollo. El tipo desinhibido debe distinguirse
del comportamiento impulsivo o hiperactivo característico del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad. A diferencia de lo que sucede en el
trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el comportamiento
desinhibido del trastorno reactivo de la vinculación se asocia
característicamente a un intento por establecer vínculos sociales tras una
relación sumamente breve.

Una crianza intensamente patogénica es una característica definitoria del


trastorno reactivo de la vinculación. Puede quedar justificada una calificación
adicional de maltrato infantil, abandono infantil, o problema de las relaciones
padres-hijos. Cuando una crianza intensamente patogénica no provoca
alteraciones relevantes de la relación social, más que de un trastorno reactivo
de la vinculación puede hablarse de abandono infantil o de problema en las
relaciones padres-hijos.

Relación con los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-IO El


trastorno reactivo de la vinculación que describe el DSM-IV se divide en dos
subtipos (inhibido y desinhibido), que corresponden de forma algo aproximada
a las dos categorías que recoge la CIE-lO: trastorno reactivo de la vinculación
de la infancia y trastorno desinhibido de la vinculación de la infancia. Estas
categorías de la CIE-lO resultan probablemente mucho más amplias, ya que no
especifican que este trastorno disociar sea consecuencia de un cariño
patológica.
14 - TRASTORNO DE MOVIMIENTOS ESTEREOTIPADO

Descripción del trastorno

Es un comportamiento motor repetitivo y normalmente rítmico, que suele darse


de forma impulsiva y no tiene una función clara. Entre los movimientos
estereotipados encontramos algunos que son autolesivos y otros que no lo son,
lo que ayuda a especificar el tipo de trastorno. Entre los diferentes movimientos
podemos encontrar conductas de agitación de manos, balanceo del cuerpo, dar
cabezazos, morder cosas o a uno mismo o golpearse el propio cuerpo.

Para poder diagnosticarlo debe afectar a las actividades diarias o deben


producirse lesiones en el cuerpo por el propio niño que necesitan de
tratamiento médico y además debe darse durante al menos 4 semanas. Este
trastorno generalmente se asocia con retraso mental, cuanto más grave es el
retraso mayor riesgo de conductas autolesivas puede realizar el niño.

También es habitual asociarlo a déficits sensoriales graves de la vista y la


audición y es frecuente encontrarlo en niños que reciben poca estimulación,
principalmente aquellos que viven en instituciones por no tener familia que los
pueda atender. Suele derivar en aislamiento social, pues los demás niños le
rechazan por el tipo de conductas desagradables y extremas que realiza.

Se debe diferenciar del retraso mental, otros trastornos generalizados del


desarrollo, del trastorno obsesivo-compulsivo, de tics motores complejos, de la
conducta exclusiva de arrancarse los pelos (tricotilomanía), de autolesiones
premeditadas en trastornos psicóticos y de movimientos auto estimulantes en
niños pequeños propios del desarrollo.

Abordaje terapéutico

En primer lugar es necesaria una evaluación para valorar las estereotipias e


identificar qué factores son responsables de su mantenimiento, pues en función
de éstos se elegirá el tratamiento más conveniente. En cuanto a la familia o
personas allegadas deben recibir instrucciones de cómo actuar ante las
conductas del niño y entender el problema para que

No se generen emociones negativas. Con terapia conductual se pretende


reducir o eliminar los movimientos estereotipados y se consigue por un lado
castigando la conducta problemática y por otro reforzando aquellas que son
socialmente deseables o aquellas que son incompatibles con los malos
comportamientos. Las técnicas aversivas se ha demostrado que son útiles para
reducir e incluso eliminar conductas autolesivas y existen varias como la “sobre
corrección” que sirve para compensar el daño realizado, el “tiempo fuera”
aislándole durante un tiempo, el “costo de respuesta” que consiste en retirarle
algo que resulta agradable para el niño y las reprimendas verbales.
¿Qué es el trastorno de movimientos estereotipados?

El trastorno de movimientos estereotipados es un trastorno que aparece en


la infancia y adolescencia consistente en que la persona realiza movimientos
de carácter peculiar y que interfieren en la vida de la persona, y afectan al
ámbito personal y social.

¿Qué son las estereotipias?

Para comprender en este trastorno hay que tener bien claro el concepto de
estereotipia.

La definición que más se ajusta a lo que implica es la de Sambraus que las


define como movimientos repetitivos, que parecen impulsivos, tienen un
carácter rítmico y carecen de un objetivo y propósito al que dirigirse. Son
individuales y se presentan temporalmente, con una variación bien transitoria o
persistente.

Las estereotipias son movimientos que no se producen únicamente en la


especie humana, sino que han sido descritos en mamíferos, peces y aves. Sin
embargo, en los animales las estereotipias aparecen en relación a la ingestión
y a la locomoción tanto referente a conductas.

CLASIFICACIÓN DEL TRASTORNO EN MANUALES DIAGNÓSTICOS

El trastorno de movimientos estereotipados es clasificado en diferentes


categorías según el manual de referencia que manejemos, CIE, DSM-IV-TR y
DSM-5.

Con respecto a la Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE, clasifica


dicho trastorno en trastorno del comportamiento y emociones de comienzo
habitual en infancia y adolescencia, bajo el nombre de trastornos
estereotipados motrices. Los criterios diagnósticos en la CIE son más estrictos
ya que no se puede efectuar el diagnóstico de este trastorno en presencia de
cualquier otro trastorno, a excepción del retraso mental. Otra característica
diferencial es que exige una duración de un mes de presencia de movimientos
estereotipados para diagnosticar el trastorno.

Con respecto al Manuel Diagnóstico de Enfermedades Mentales en su versión


4, DSM-IV, sitúa el trastorno de movimientos estereotipados dentro de
trastornos normalmente diagnosticados por primera vez en infancia y
adolescencia, en la categoría otros.
Por último, el Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales, en su versión 5,
el más reciente, pues se publicó en el año 2014, realiza un cambio importante
pues pasa a denominar los trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la
adolescencia como trastornos del neurodesarrollo. Y, en este caso, el trastorno
de movimientos estereotipados pasa a situarse en una amplia categoría
denominada trastornos motores junto a otros como los trastornos de tics y el
trastorno del desarrollo de la coordinación.

CATEGORÍAS DIAGNÓSTICAS DSM-5

Con respecto a las categorías que propone el DSM-5 para diagnosticar este
trastorno, nos encontramos con las siguientes.

Criterio A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin


objetivo (por ej.: sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la
cabeza, morderse, golpearse el propio cuerpo).

Criterio B. El comportamiento motor repetitivo interfiere en las actividades


sociales, académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión.

Criterio C. Comienza en las primeras fases del período de desarrollo.

Criterio D. El comportamiento motor repetitivo no se puede atribuir a los


efectos fisiológicos de una sustancia o una afección neurológica y no se explica
mejor por otro trastorno del desarrollo neurológico o mental (por ejemplo,
tricotilomanía, trastorno obsesivo compulsivo).

CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS ADICIONALES

El trastorno de movimientos estereotipados, con o sin autolesión, se produce


en todas las razas y culturas. En muchas, la presencia de comportamientos
inusuales suelen considerarse más normales, con lo que esto puede generar
que el diagnóstico sea tardío.

En niños con desarrollo normal, los movimientos se pueden parar cuando el


niño presta atención al movimiento o bien cuando se distrae a éste para que no
los realice.

Este repertorio variado de movimientos es particular de cada individuo. A


continuación se especificarán algunos ejemplos.

En cuanto a movimientos estereotipados no autolesivos, se incluyen: mecer el


cuerpo, aleteo o movimientos de rotación de las manos, movimientos rápidos
de los dedos delante de la cara, agitar o aletear los brazos, como si fueran
pájaros y movimientos afirmativos con la cabeza.
Con respecto a los movimientos estereotipados autolesivos pueden ser: golpes
repetitivos en la cabeza, abofetearse la cara, morderse las manos, los labios u
otras partes del cuerpo y meterse los dedos en el ojo, particularmente
preocupantes pues además se suelen dar en niños con deficiencia visual. Se
pueden combinar multitud de movimientos como ladear la cabeza, mecer el
torso, agitar una cuerda delante de la cara de forma repetitiva.

En cuanto a aspectos de frecuencia y duración, el DSM especifica que se


pueden producir muchas veces durante el día o bien pueden pasar variad
semanas entre episodios. Además pueden durar de pocos segundos a varios
minutos.

El contexto en el que se producen también es fundamental, ya que se suelen


dar sobre todo cuando el individuo está implicado en otras actividades, con
toda la atención puesta en éstas o cuando está emocionado por algún
acontecimiento, estresado, fatigado o aburrido
REFLEXIÓN PERSONAL DE LO APRENDIDO AL REALIZAR EL TRABAJO

Juan Carlos Martínez Acosta

A través de estos trastornos he podido involucrarme en los problemas que


afectan a esos niños que padecen de algún tipo de trastornos, y que quizás sus
padres no saben lo que le pasa a los niños es un trastorno que tiene
tratamiento, se desesperan y pueden llegar al maltrato físico debido a que el
niño aún no ha superado dicha condición y que el padre debe buscar ayuda
médica para resolver el problema del niños.

Karina Pérez

Sobre lo aprendido sobre los trastornos que afectan a los niños y adolescentes
aprendí bastante ya que hay muchos trastornos que no conocía como son los
trastornos de retraso mental que es la discapacidad cognitiva o intelectual que
consiste en una adquisición lenta e incompleta de las actividades cognitivas,
trastorno de aprendizaje que es una dificultad y uso de habilidades en la
escucha, el habla, la lectura, trastornos de las habilidades motoras se
manifiesta a través de una deficiente coordinación en los movimientos y
torpeza general, trastorno en la comunicación se refiere a problemas en la
comunicación y áreas relacionada como la función motora oral, trastorno de la
generalización del desarrollo que se caracteriza por un grupo de trastornos
caracterizados por alteraciones cualitativas de las interacciones sociales
reciprocas, está el trastorno por déficit de atención y comportamiento
perturbador esta es una de las más conocidas ya que a diario se ve en las
escuelas ya que le impide al niño desarrollarse a nivel intelectual.

Fue mucho los trastornos que pude conocer entre ellos había algunos que no
sabía mucho de ellos como es el caso del trastorno reactivo de la vinculación
de la infancia o la niñez este trastorno inicia antes de los 5 años y se
caracteriza por la dificultad que presenta el niño para presentar lazos sociales y
mantenerlos por la inhibición social e hipervigilancia por el contrario por la
desinhibición extrema y por ultimo me llamo mucho la atención el trastorno de
movimientos estereotipados que es un comportamiento motor repetitivo y
normalmente rítmico que suele darse de forma impulsiva y no tienen una
función clara.

Son varios los trastornos que pueden afectar a un niño y adolescente ya que
son unas de las edades más peligrosas para manifestar dichas dificultades ,
ser adolescente es uno de los casos más difíciles ya que el adolescente
siempre quiere mostrar una imagen perfecta ante los demás de ser el mejor en
la escuela, ser popular y cuando se manifiestan estos problema como ejemplo
un trastorno de la comunicación o del aprendizaje o un trastornó de la tics se
siente un poco perturbador, los niños por igual.
Por ejemplo los trastornos de ansiedad por separación es uno de los
trastornos más complejos ya que el niño y adolescente no puede aceptar que
uno de sus parientes se aleje del ya sea por divorcio de los padres, no solo
parientes puede ser apego a alguna figura aunque se puede mostrar más en
adolescente que en niños y es una condición psicológica es muy visto este
trastorno ya que el adolescente o el niño se apega bastante a un ser querido o
a cualquier cosa que le parezca que es indispensable para él.

En fin estos problemas que presentan los adolescentes y niños cada uno con
diferentes formas, ya sea de comunicación, de aprendizaje, mutismo selectivo
en fin cada uno con un problema diferente pero difíciles de tratar, no todos
estos trastornos se conocen a simple vista son muchos los síntomas que deben
mostrar para descubrirlos algunos se manifiestan en la niñez otros en la
adolescencia, algunos son confusos ,otros son fáciles de diagnosticar, algunos
padres pueden darse cuenta de dicho problema, otros problemas deben
consultar diferentes médicos para descubrirlos ya que hay conductas que no
muestran dicho trastorno, cada niño, cada adolescente muestra un síntoma
diferente en cada enfermedad, ya que cada uno es diferente.

En estos trastornos si se manifiestan es muy bueno que el padre como la


madre estén pendientes del niño o adolescentes ya que para ellos evolucionar
necesitan la figura tanto de la madre como la del padre ya que son una base
fundamental para que el niño pueda evolucionar en cada uno de estos
trastornos, es recomendable que si se llegan a presentar estos problemas el
ambiente sea cálido y reconfortarle para que pueda evolucionar de una forma
más rápido ya que un ambiente inestable se hace peor cada día.

Albert José Blanco Núñez

Con la realización de este trabajo he aprendido que los trastornos son aquellas
anomalías que afectan gran parte del desarrollo de una persona,
principalmente niños y adolescentes, los trastornos dependiendo su condición
pueden afectar lo que es la parte física, mental, psicológica, capacidades del
aprendizaje, capacidad para comunicarse en otras. Cada uno de estos
trastornos frenan el desarrollo normal de los niños en sus primeros años,
aunque estos pueden desaparecer o tratarse con el tiempo algunos afectan a la
persona hasta la edad adulta. Muchas veces los padres no identifican estos
trastornos a tiempo lo cual puede causar daños mayores, pero de identificarlos
se recomienda llevar los tratamientos necesarios para la mejora de dichos
trastornos.
Mariel Ureña

Los trastornos en la niñez y adolescencia pueden afectar a cualquier persona,


ya sea por no tomar las medidas necesarias durante el embarazo o por una
anomalía genética.

Un trastorno puede deberse a muchas casusa diferentes, como las ya


mencionadas, aunque en ocasiones no se identifica una evidente.

En el embarazo el no prevenir las infecciones aumenta el riesgo de dar a luz


un bebé con algún retraso mental o trastorno.

Es por ello que es de vital importancia evitar el consumo de alcohol, drogas y


nicotina durante el embarazo.

Hoy en día existen algunos métodos o evaluaciones que ayudan a determinar


si un niño tiene algún tipo de trastorno o retraso. El WISC en niños de
escolaridad primaria y GIPSY en niños de jardín de niños.

Los resultados que arrojan estas pruebas son ventajosos para el maestro o
docente, porque le permite tener un conocimiento claro de qué tipo de niños
integran su clase.

De esta manera puede agrupar a los niños por nivel intelectual y edades
cronológicas, al mismo tiempo clasificar las edades mentales de sus niños, de
esta manera lograr un mejor rendimiento de ellos en las clases.

Es importante resaltar que los niños con trastornos no muy graves pueden
estar en las mismas clases que los niños sanos, así obtener una ayuda
personal del profesorado.

Lamentablemente son solo algunos trastornos y retrasos que pueden ser


prevenidos, algunos con las medidas propuestas anteriormente y otras
mediante pruebas genéticas que deben realizarse los padres antes de intentar
tener un bebé. Lo cual ayuda a los padres a conocer las posibilidades de
traspasar determinados genes a su descendencia.

Es imprescindible en el periodo de embarazo que la madre siga una dieta


nutritiva y balanceada, que aporte todos los nutrientes necesarios para el bebé,
tomas sus respectivas vitaminas y acudir a las citas al ginecólogo.

Cada niño o adolescente que padezca alguno de estos trastornos tratados en


este trabajo pueden ser asistidos, mientras más rápido se diagnostique su
trastorno, mayor podrá iniciar el tratamiento que conlleva un niño o adolescente
de su condición, un trato especial por parte de sus padres, familiares,
profesores, los ayudara a integrarse de una forma u otra en la sociedad.
Enmanuel Taveras
Este tema ha sido de gran importancia para mí, ya que he podido conocer más
detalladamente los tipos de trastornos que afectan tanto a los niños como a los
adolescentes y como educador y futuro padre podre darme cuenta cuando
estos niños tengan un padecimiento similar, y tener más consideración y
comprensión hacia a ellos.

Es muy importante que como docentes conozcamos sobre DTAH, pues en


mayor parte se desconoce de este tema en las aulas y eso puede llegar a ser
muy dañino para el afectado, pues en general se ve al niño como un
indisciplinado y no se le presta la atención que requiere, se rechaza y empeora
la situación.

Marilyn Núñez Núñez

Al estudiar los diferentes trastornos que pueden afectar a los niños y


adolescentes me doy cuenta al groso modo , de cuantos seres humanos
incluyendo adultos , padecen trastornos y en ocasiones desconocen que los
tienen , por verlo como algo completamente “normal”, inclusive podemos tener
algún familiar con alguno de estos padecimientos y por la falta de información
lo pasamos por desapercibido. Lo que me hace pensar que en muchas
ocasiones estos pacientes nunca han recibido tratamiento ante esa situación
que les aqueja. En definitiva es evidente el desconocimiento tanto de pediatras,
docentes y cuidadores; y los organismos competentes llámese, estado, y sus
diferentes ministerios se hacen ciegos, mudos y sordos ante tal problemática
que parece no importarles a la gran mayoría.

Pienso que se hace necesario más información y educación con relación a


estos trastornos, se puede hacer más cuando estamos empoderados, las
atenciones y cuidados pueden ser más efectivos.

Considero que en nuestro país se deben desarrollar a través del estado más
programas de ayudas Psiquiátricas, psicológicas, psicopedagógicas, mucho
más centros de estimulación temprana a la primera infancia y soporte a los
padres de escasos recursos, para que de esta manera los niños y jóvenes
puedan tener una vida más satisfactoria; ya que es un derecho de cada niño (a)
y adolescente recibir atención, salud, educación y cuidados de una forma
oportuna y adecuada.

Tenemos que sensibilizarnos y ser más pacientes, tratar de entender que


somos diferentes, aceptar esa diversidad comprendiendo que todos somos
importantes.
Como docente me ha servido de mucho ya que estos trastornos son muy
comunes tanto en la edad infantil como en la adolescencia, el tener estos
conocimientos me capacita para poder colaborar en la búsqueda de ayuda que
requieran esos estudiantes en conjunto con sus padres y especialistas, para
que esas dificultades no se conviertan en un impedimento para su desarrollo,
por ello es necesario el amor, la paciencia y el compromiso por tu comunidad y,
para de esta forma poder servir lo mejor que se pueda a los que más lo
necesitan que son los niños ‘’as’’ y adolescentes.

Rodrigo Camilo

Este de trabajo realizado es muy importante para mí como docente ya que


como voy a tener la oportunidad de trabajar con niños es importante saber que
todos no somos iguales en el mundo que existen personas como muchas
limitaciones no solo en lo económico o estatus, sino que son tratarnos
ocasionan dificultad, pude aprender que a estos niños le resulta sumamente
difícil adaptarse o adherirse al ambiente.

Y también muchas veces los padres o no están preparados para y esta


situación de tener un niños con algún tipo de trastorno y no buscan la ayuda
necesaria ya que existen tratamiento que pueden tener buenos resultados,
pero también no tener la paciencia suficiente para echar hacia delante.

Por este estudio pude conocer a fondo esta circunstancia y obstáculos que
tiene estos niños, como docente me identifico y saber que tanto niños como
adolescente pueden tener algún tipo de trastorno y ni ellos mismo darse
cuenta de su problema, donde se dice que el problema más grande es no
aceptar que tenemos uno. Avecé por miedo a la discriminación social.

Saber que existe un trastorno afecta directamente el aprendizaje que este


trastorno dificulta lo que es la habilidad de la persona para desenvolverse, un
trastorno de hiperactividad que los niños son muy inquietos por eso se le es
difícil concentrarse. U trastorno de eliminación donde puede suceder en el aula
que el niño pueda orinarse o hacerse su heces fecales e incluso lo vi en una
aula había un niño que hacia eso muy frecuente con este proyecto aprendí que
se trataba del trastorno de eliminación entre otros trastorno de mucha
importancia conocer.

Para concluir agradecido porque estas experiencia son fundamentales a lo


largo de mi carrera como docente saber que hay tener mucha paciencia y
saber en las circunstancia que viven estos niños o adolescentes ayudar no
aislándolo de los demás, si no darle participación para que sea autónomo y se
esté en la sociedad sin temor de expresarse .
CONCLUSIÓN

Un trastorno es una alteración en el funcionamiento de un organismo o de una


parte de él o en el equilibrio psíquico o mental de una persona.

Uno de cada ocho menores de 18 años presenta algún trastorno, siendo así, la
mitad de los trastornos aparecen por primera vez antes de los 14. Del mismo
modo que uno de cada cinco padecerá a lo largo de su vida un problema de
desarrollo emocional o de conducta.

La mayor parte de los trastornos que aparecen en la edad adulta tienen su


inicio en la infancia y adolescencia.

Como se han presentado en este trabajo los principales grupos de patología


son trastornos del desarrollo neurológico (discapacidades intelectuales,
trastornos de la comunicación, trastorno por déficit de atención e hiperactividad,
trastornos específicos del aprendizaje, trastornos motores entre otros).

También aparecen en estas edades los trastornos relacionados con el espectro


de la esquizofrenia, trastornos psicóticos, trastorno bipolar, y los relacionados
con la depresión y ansiedad, alimentación, sueño o estrés.

Los problemas personales, sociales y sobre todo económicos que actualmente


atraviesan muchas familias pueden ser el detonante de un trastorno de estas
características en los jóvenes. Tanto es así que, con estos problemas, no
aumentan las enfermedades físicas como cáncer, problemas cardiovasculares
etc. pero sí las enfermedades mentales. Muchas veces de forma secundaria el
estrés de los padres, hace que el niño detecte que algo no funciona como
debería. Hay clara evidencia entre crisis económica y el aumento de trastornos
en niños y adolescentes.

Con este escenario, es importante desarrollar acciones en las diferentes


comunidades autónomas. No sólo en cuestiones asistenciales, también en el
número de profesionales por cada una de ellas. Es decir, según lo establecido
por los estándares internacionales de calidad asistencia, por cada 100.000
habitantes menores de 18 años, debería haber una media de 14 psiquiatras
especializados.

Del presupuesto nacional de Salud Pública en República Dominicana apenas


0.8% se dedica a salud mental”, en comparación con otros países se dispone
de 3%, 6% y hasta 8%, especialmente en los desarrollados.

En la infancia se encuentran estos diferentes trastornos que son comunes de la


edad y deben ser tratados eventualmente para que no se desarrollen ni se
agraven en la edad adulta.
RECOMENDACIONES

Trastorno del Aprendizaje

 Un esfuerzo coordinado entre los padres, los profesores y los


profesionales de la salud mental, proporcionan las bases para
estrategias individualizadas de tratamiento, que pueden incluir una
terapia de remedio individual o de grupo y clases o recursos
psicopedagógicos especiales.

 Ante la mínima sospecha lo mejor es una evaluación temprana, para


llevar a cabo una intervención psicopedagógica adecuada en forma y
tiempo, para de esta manera reducir la gravedad de las dificultades
académicas y mejorar la calidad de vida experimentada por los niños
que tienen trastornos del aprendizaje. Un profesional de la
Psicopedagogía podrá dar el mejor diagnóstico y tratamiento terapéutico
a esta enfermedad.

Retraso Mental

• Manténgase al corriente de las vacunaciones (las suyas y las de sus hijos).

• Durante el embarazo siga una dieta nutritiva y equilibrada. Tome un complejo


multivitamínico y acuda a todas las visitas prenatales con su ginecólogo.

• Si está embarazada o desea concebir, no consuma alcohol ni drogas.

• Si tiene antecedentes familiares de enfermedad genética, obtenga consejo


genético.

• Si sus hijos participan en deportes como ciclismo o patinaje, oblígueles a


llevar casco.

Ansiedad por separación

 Pueden hacer prevenciones como por ejemplo no llevar a los niños a


guarderías durante los 8 meses y un 1 año de edad, donde es más
probable que aparezca la ansiedad por separación por primera vez,
hacer a tiempo las practicas con el niño separándose de el para qué
vaya conociendo personas y ambiente nuevos, es bueno trasmitir
tranquilidad, creando un ritual para irse de modo que pueda despedirse
de un modo agradable y cariñoso.
Mutismo selectivo

 Utilice comunicación alternativa (Escritura o Dibujos). Son muy creativos.


 Observe y tenga presente sus intereses.
 No se desespere por que no hable, suelen percibirlo con facilidad, más que
otras personas.
 Evite calificaciones respecto a su retraimiento, del mismo modo si se las
hacen a él ("este niño no habla", "¿te mordió la lengua el gato?"). Sólo
agravará la situación.

Trastorno de la eliminación

 Obtener la opinión médica de un pediatra o urólogo.


 Tratamiento Psicoterapéutico
 Reducir la ingestión de líquidos antes de ir a la cama.
 Acostumbrar que el niño se siente diariamente en el inodoro por
intervalos de tiempo.
 Utilizando una estrategia de recompensa y de reforzamiento cuando
hace bien las cosas.
 Tener mucha paciencia, al impacientarse le causara estrés a toda la
familia.
 Muchas veces, se puede recaer, pero no por ello deben dejar de
intentarlo.
 Debe ser el niño quien se quite la ropa, la lleve a la lavadora, busque su
ropa limpia y se cambie.

Trastorno de movimientos estereotipado

 Consulte con el medico si su hijo presenta movimientos repetitivos y


extraños que duran por más de unas cuantas horas.

Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia o la niñez

 Este trastorno es poco frecuente y es necesaria la realización de varios


estudios clínicos para ser diagnosticado.

Trastornos por tics

 Normalmente los trastornos por tics son crónicos. En base al enfoque


holístico apuntado en relación a la evaluación cabe concebir el
tratamiento también en un sentido global. Desde éste punto de vista, los
mejores tratamientos serán aquellos que cuenten con aspectos
educativos, intervenciones de apoyo y agentes psicofarmacológicos.
 La intervención educativa y de apoyo es importante para mitigar los
efectos psicológicos colaterales del trastorno, sobre todo en lo referido a
autoestima, aceptación social, habilidades sociales, etc.
 El contexto del aula, tan importante para el niño, debe también ser
objeto de intervención para proporcionarle un ambiente adaptativo y
seguro. Educando a los educadores en el mismo sentido que a los
familiares se contribuye a ello.

Trastornos generalizados del desarrollo

 Los trastornos en niños y adolescentes se pueden tratar y controlar, si


he realiza un diagnóstico temprano, ya que hay muchas opciones de
tratamiento que pueden ser de gran ayuda para controlar esta
problemática.
 Los padres, profesionales de la salud, y educadores deben de trabajar
en conjunto y aprovechar todos los recursos que sean de gran utilidad
para ayudar a los niños y adolescentes tener una vida normal.

Trastornos de las habilidades motoras y trastornos de la comunicación:

 La estimulación temprana en motricidad fina y gruesa de acuerdo a las


necesidades del niño.

 Atenciones médicas y especialistas en el área, como neurólogos,


psiquiatras, psicólogos, pedagogos, para su tratamiento específico, como
terapias, medicación.

 En nuestro país se necesita más información para los padres,


cuidadores y docentes para poder detectar a tiempo estos trastornos.

 El apoyo de padres, familiares, cuidadores y docentes es fundamental


para el desarrollo de los mismos.
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