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Desde hace muchos años, el ser humano ha pensado y soñado con tener una
máquina que logre procesar y analizar datos con la capacidad del cerebro humano.
Esto es, con la facultad de adaptarse a nuevas situaciones y realizar tareas nuevas:
en una palabra, aprender.
Algunas empresas especializadas en esta área, como IBM, ya han logrado construir
algoritmos y programas capaces de “aprender”, a medida que van procesando
información entregada y conforme se les da acceso a bases de datos estructuradas
y datos no estructurados (documentos en distintos formatos, imágenes, audios,
videos, etc).
Para esto se está trabajando con sensores, cámaras, micrófonos y otros dispositivos
que recogen información del medio. Todos ellos son los sentidos de la máquina, de
la misma forma en que un humano utiliza su vista, oído, tacto, gusto y olfato. Así,
los sistemas de inteligencia artificial pueden acercarse a comprender el mundo, a
acumular aprendizaje y experiencias y, por ende, adquirir mayor valor y
conocimiento con el tiempo a través de la interacción.
Inteligencia artificial aplicada al mantenimiento
Una red transparente aporta una mayor visibilidad en todas las instalaciones y
asegura que la empresa pueda tomar decisiones más precisas. ¿Por qué? Porque
proporciona instrumentos como alertas y notificaciones en tiempo real, además del
ya referido sistema de monitorización.
Humanos y robots: Al fin amigos
Las empresas también tendrán mucha más libertad para decidir qué tareas
automatizar con robots y cuáles realizar manualmente. Los sistemas de seguridad
avanzados posibilitan a los robots el ocupar nuevos puestos junto a sus colegas de
carne y hueso. Si los sensores indican el riesgo de una colisión con un operador, el
robot ralentizará automáticamente o variará su código para evitarlo.
Esta tecnología permite el uso de robots para tareas individuales en líneas de
ensamblaje que, de otro modo, serían manuales. La capacidad de hacer que los
robots cooperen con las personas y se reasignen tareas entre ellos también ayuda
a la productividad, ya que permite a las empresas equilibrar las líneas de producción
a medida que la demanda fluctúa.
Los autómatas que pueden operar de forma segura cerca de personas también
allanarán el camino para aplicaciones que se alejan del entorno estrictamente
controlado de la fábrica. En vista de esto, los minoristas de Internet y las empresas
de logística ya están adoptando formas de automatización robótica en sus
almacenes.
En resumen, podemos concluir que el sintagma “fábrica del futuro” hace alusión al
nuevo tiempo de manera sólo nominativa, ya que la realidad indica que forma parte
del presente más de lo que parece. Las posibilidades que pone, así, en manos de
los emprendedores, son infinitas, y como se ha visto no implica la desaparición de
la mano de obra tradicional, sino que la supervisa, completa y mejora.
Fabricación Adaptativa
Cuando se piensa en inteligencia artificial muchos piensan en robots. Aunque se
piense que han sido diseñados para realizar tareas muy específicas, hoy en día
existen robots capaces de realizar acciones mucho más precisas y de tomar
decisiones en tiempo real para adaptarse a cada tipo de proceso productivo. Ya
están en funcionamiento en muchas fábricas los llamados cobots, que son robots
colaborativos que trabajan codo con codo con los humanos para mejorar en
eficiencia las líneas de producción. Dichos robots pueden aprender de una forma
muy simple, tal y como lo hace un humano, lo que permite ahorrar costes al no
necesitar personal especializado en programación de robots industriales, con el
tiempo que comporta todo ello y lo poco flexibles que resultan.
No son tan “sexis y brillantes” como los robots, pero la inteligencia artificial entra de
pleno en la industria transformando datos de sensores y procesos en predicciones
inteligentes para tomar mejores decisiones más rápidamente. Actualmente existen
15 mil millones de máquinas conectadas a internet, y en 2020 Cisco predice que
sobrepasará los 50 mil millones. Conectar maquinas conjuntamente a un sistema
de inteligencia automatizado es el mayor paso de la evolución de la fabricación y la
industria en toda su historia.
La actualidad de la fabricación hace que cada vez haya más cambios de formato y,
con ellos, posibles paradas no planificadas, bajo rendimiento (% de unidades que
pasan el control de calidad), y baja productividad (tiempo que requiere fabricar un
producto con poco volumen). Gracias a los sistemas de gestión de procesos (BPM),
se pueden llegar a automatizar las tareas de gestión de cambio de formato,
controlando paso a paso todos los procesos e incluso realizándolos de una forma
totalmente automática. Todo ello obteniendo una trazabilidad total y siguiendo todas
las regulaciones para su inspección posterior, gracias también a la monitorización
mediante software SPC (Statistical process Control), se pueden detectar las
desviaciones de calidad que va teniendo la producción para regular la maquinaria y
así asegurar los rangos de calidad más adecuados.
En la actualidad las herramientas con IA son un gran apoyo para los procesos
industriales ya que ayudan a generar un mayor rendimiento en el área donde son
usadas.
Pertenece a:
Profesor:
Erik Parker
Semestre:
Segundo semestre
Año lectivo:
2018