Núria Rajadell y Núria Serrat: “La interrogación didáctica.
Una estrategia para aplicar en el
aula”.
Capítulo 3 del libro “Estrategias didácticas innovadoras” de Saturnino de la Torre y Oscar
Barrios.
Francisco Doti 2º A/A
Cuando profesores y alumnos practican la interrogación en clase se origina un
mecanismo de relación interpersonal especial diferente, un proceso de enseñar y aprender compartidos; a pesar de que cada uno de ellos, en un determinado momento, se ubique bajo prismas diferentes. El niño utiliza la pregunta como un medio natural de indagación, de interrelación y de conocimiento. Esta actitud natural permanece durante los primeros años de escolaridad, pero poco a poco se va desdibujando su perfil. (…) En la mayoría de las ocasiones es debido a la falta de una interacción real. El niño no conoce muchos aspectos que nosotros damos por sentado que domina; y, en cambio, muchos de los que nos empeñamos en enseñar ordenadamente ya forman parte de sus conocimientos. El maestro debe tener claro el objetivo que pretende en el momento de utilizar esta estrategia didáctica en el aula. [El alumno] Debe seleccionar aquellos hechos necesarios que le permitan responder a la pregunta planteada, lo cual supone la necesidad de recibir previamente una cantidad de información básica, que puede ser proporcionada a través de un texto escrito, unas explicaciones, unas tablas o unos gráficos. Una propuesta interesante puede ser utilizar preguntas con respuestas múltiples, por lo que pueden contestar tres o cuatro alumnos. Con ello, el maestro habla menos y el alumno participa más y con una mayor interacción con sus compañeros. (…) Lógicamente dependerá de las cuatro posibilidades y objetivos que ofrezca cada pregunta.
Redman.1990.Cap 7. Los orígenes de la sociedad urbana. En busca de la utopía; en Los orígenes de la civilización desde los primeros agricultores hasta la sociedad urbana en el Próximo Oriente. Critica, Barcelona.