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Hechos 17:23-18:11

Atenas es una de las ciudades más famosas del mundo antiguo. Era el conocido centro intelectual, cultural
y religioso. Era la sede de las escuelas de filosofía. Era una ciudad “entregada a la idolatría” (versículo 16).
Se decía que habían más dioses que hombres en Atenas.

El Areópago visto desde la Acrópolis.

El Areópago o «Colina de Ares», es un monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, sede del
Consejo que allí se reunió
LOS EPICUIREOS:

Los epicúreos eran materialistas y ateístas. Creían que lo más importante de la vida era el placer; que el
placer es el único bien y el dolor el único mal. Para ellos no había ni Dios ni existencia futura en la
eternidad.
LOS ESTOICOS:

Los estoicos creían que Dios era todo y en todo, lo cual se llama Panteísmo. Eran fatalistas y consideraban
que la apatía era el logro moral más alto. Para ellos Dios era el “alma” del universo, de modo que la
distinción entre lo humano y lo divino ya no existía. El hombre llegó a ser su propio Dios. Esta es la
enseñanza básica de todos los cultos espiritistas con ciertas variaciones, tales como la Ciencia Cristiana, la
Unidad, el Espiritualismo y otros.

Además de los doce dioses principales

 Zeus
 Hera
 Poseidón
 Afrodita
 Ares
 Atenea

 Hermes
 Apolo
 Artemisa
 Hefesto
 Deméter
 Hestia

Continuamos estudiando hoy el capítulo 17 de los Hechos de los


Apóstoles. Y en nuestro programa anterior, dejamos al apóstol Pablo
en Atenas, precisamente en el Areópago, dirigiéndose a los
atenienses, a quienes les dijo que había observado que eran muy
religiosos. Y después continuó diciéndoles, en el versículo 23,
"Porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un
altar en el cual estaba esta inscripción: "Al dios no conocido". Al que
vosotros adoráis pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio".
Pablo había visto los objetos de su adoración. Se había fijado en sus
altares, sus ídolos y sus templos. El hecho es que, ese hermoso
templo que llamaban el Partenón, era un templo dedicado a Atena,
la diosa virgen de los atenienses. Había ídolos por todas partes y
Pablo había observado que, entre todos los ídolos, un altar que tenía
esta inscripción, "al dios no conocido". Ahora, eso podía significar
que los atenienses eran muy liberales y tolerantes, y no querían
excluir a ninguno de los dioses. De modo que cualquier extranjero
podría venir a adorar en el altar al "dios no conocido", creyendo que
había sido construido para su dios. Por otra parte, esto podría
significar que reconocían que había un dios a quién no conocían.
Muchos paganos han reconocido que detrás de su idolatría hay un
Dios vivo y verdadero, de quien no saben nada y a quien no saben
como aproximarse. Tienen tradiciones según las cuales en algún
pasado oscuro y remoto, sus antecesores de alguna manera u otra,
adoraron a ese dios. Y este pudiera haber sido el caso con los
atenienses.
Pablo, pues utilizó la idea del "DIOS NO CONOCID0" como un punto
de partida para su mensaje. Les dijo que quería hablarles de ese
dios a quien ellos no conocían. Ahora, quizá este enfoque no fue tan
diplomático como la primera frase de su mensaje. Después de todo,
los atenienses, como amantes de la filosofía que eran, creían que lo
sabían todo. Esa multitud que se reunía en Atenas, simplemente se
ocupaba en hablar de todo lo que se podía hablar. Ahora, ¿Quién era
aquel Dios? Bueno, en primer lugar, según lo expuso Pablo, era el
Dios de la creación. Leamos aquí el versículo 24 de este capítulo 17
de los Hechos:
"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo
Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por
manos humanas."
.” Para los oyentes de Pablo no había Dios "que hizo el mundo y todas las cosas en él"; así,
con este concepto elevó a Dios por encima de todo lo que ellos hubieran concebido de los
suyos. Puesto que había hecho todas las cosas, esto lo hacía Señor, no del mar como Neptuno,
ni del firmamento como Júpiter, sino "Señor de cielo y tierra"
Dios había establecido con suma claridad a través de todo el Antiguo
Testamento -aun cuando les dio a los israelitas los modelos para el
tabernáculo y para el templo- que Él no habitaría en un determinado
lugar geográfico. Salomón reconoció esta verdad en su oración de
dedicación del templo. En el primer libro de los Reyes, capítulo 8,
versículo 27, leemos lo siguiente: "Pero ¿es verdad que Dios
habitará sobre la tierra? Si los cielos, y los cielos de los cielos, no te
pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?"
Ahora, aquellos hombres en el Antiguo Testamento se dieron cuenta
de que Dios el Creador, el Dios vivo, no podía vivir en un edificio
que había sido construido por hombres. Los hombres viven en un
universo que Dios ha hecho. ¿Por qué entonces tuvieron la idea de
que les era posible crear un edificio en el que Dios fuera a vivir?
Continuó pues, Pablo hablando a los atenienses y les dijo aquí en el
versículo 25:
"ni es honrado por manos de hombres, como si necesitara de algo,
pues él es quien da a todos vida, aliento y todas las cosas."
Aquí, Pablo dio un golpe magistral. No solo les dijo que Dios era el
Creador, sino que Él tampoco necesitaba nada de ellos. Y aquí
estaban ellos, que habían tratado de edificarle un templo. Traían sus
ofrendas para aplacar a este dios no conocido. Querían que este dios
no conocido supiera que pensaban en Él. Entonces Pablo les dijo que
Dios no necesitaba nada de ellos. Dios, por el contrario, es el que
da. Les provee a todos; le da a usted todo lo que necesita. Le da la
vida, le da Su aliento. Le ha dado el sol, la luna, y las estrellas. Le
ha provisto todas las cosas.
Estos atenienses adoraban el sol. Decían que Apolo venía
arrastrando su carro de dos ruedas a través del cielo, todos los días.
Pero, Pablo les dijo que eso no era verdad y que el sol era algo que
Dios había creado como un don para los seres humanos. El Creador
es el Dios viviente y el dador de todas las cosas. A propósito,
también nos da la salvación. No solo nos proporciona las cosas
físicas, sino que también nos da los dones espirituales. Y continuó
Pablo hablando aquí en el versículo 26 y dijo:
"De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que
habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de
los tiempos y los límites de su habitación"
Se ha dado gran importancia a este asunto de "una sangre" y
creemos que aquí debemos descartar algunas nociones erróneas.
Una traducción mejor sería la siguiente: A partir de un solo hombre
hizo él todas las naciones. Dios ha creado una sola familia humana.
Pero aquí no se habla de una hermandad universal. La única
hermandad que la Escritura reconoce, es la hermandad de los que
están unidos en Jesucristo. Lo que si reconocemos es una
hermandad del pecado, en el sentido que todos somos pecadores.
Todos somos de una sola familia. Todos fuimos creados por el
mismo Creador. Todos somos pecadores. Ante la realidad del mal,
todos somos iguales.
Esta declaración que hizo Pablo fue significativa. Dijo que Dios había
colocado a ciertas agrupaciones o razas humanas en ciertas
localidades geográficas. Un Dios soberano, en su omnipotencia, ha
ordenado la historia (es decir, los tiempos) y determinado los límites
(los lugares exactos) para que las naciones los habiten. Después de
todo, los orgullosos griegos tendrían que admitir que ellos no eran la
única nación privilegiada de la tierra. Y cuando los seres humanos
han intentado traspasar los límites fijados por el Creador, se han
producido conflictos; tanto en la naturaleza como en las relaciones
humanas. Continuó Pablo hablando y dijo en el versículo 27 de este
capítulo 17 de los Hechos:
"para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan
hallarlo, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros"
Esta frase: "si en alguna manera, palpando, puedan hallarle",
proyecta la idea de buscarle a tientas. El ser humano no busca
verdaderamente al Dios vivo y verdadero. Está buscando algún dios
palpable, es decir, patente, evidente, y por eso está más dispuesto a
hacerse un ídolo que pueda ver, que pueda tocar, para adorarle.
Pero aunque el hombre no esté en busca del Dios vivo y verdadero,
sí está buscando algo. Porque el propósito de Dios al revelarse en la
creación y en la historia, fue que el ser humano le buscase.
Continuó Pablo y dijo en el versículo 28:
"porque en él vivimos, nos movemos y somos; como algunos de
vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos."
Ahora, observemos que no los llamó hijos sino linaje, descendientes
de Dios. Estaba refiriéndose a la creación y a la relación de las
criaturas con Dios mediante su creación. A propósito, aquí no se
está estableciendo el panteísmo, que es el sistema que cree que la
totalidad del universo es el único Dios. Pablo no estaba diciendo que
el todo era Dios. Dijo que en Dios vivimos, nos movemos, y
existimos, pero que Dios se encuentra más allá del universo creado
y es superior a él.
Pablo citó aquí a uno de sus propios poetas. Es decir, a uno de los
poetas atenienses. Uno de los poetas citados fue Arato, quien vivió
alrededor del año 270 A.C. Era estoico, de Cilicia. Comenzó un
poema titulado Fenómenos, con una invocación a Zeus, dios del
cielo que equivalía al romano Júpiter, en el cual dijo: "Nosotros
también somos linaje suyo". Cleanto fue otro poeta que vivió
alrededor del año 300 A.C. El también escribió un himno a Zeus, y
en él habló de que "linaje suyo somos". Pablo, pues, se sirvió de la
poesía que esa gente conocía, para mostrar que el hombre es "linaje
de Dios". Dios es Creador, y nosotros somos Su creación, Sus
criaturas. Continuó Pablo hablando, y dijo en el versículo 29:
"Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad
sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de
imaginación de hombres."
En otras palabras, dijo que no debíamos ser idólatras. Pablo les
presentó al Dios verdadero, al Creador. Y a continuación, le presentó
como el Redentor. Y dijo aquí en el versículo 30:
"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia,
ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se
arrepientan;"
Hubo un tiempo cuando Dios dejó que el paganismo siguiera su
curso. Pero ahora la luz había venido al mundo. Ahora Dios pide a
los hombres en todas partes que acudan a Él. Es que la luz, crea
responsabilidad. Ahora Dios "manda a todos los hombres en todo
lugar que se arrepientan". Pablo les había presentado ya a Dios
como Creador en Su obra pasada. Ahora les presentaba a Dios como
Redentor en Su obra presente. Pero Pablo no se detuvo allí, sino que
continuó y presentó a Dios como Juez en Su obra futura. Notemos lo
que dijo aquí en el versículo 31 de los Hechos capítulo 17:
"por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia, por aquel varón a quien designó, acreditándolo ante todos
al haberlo levantado de los muertos."
Cuando Dios juzgue será un juicio justo. El juicio vendrá por medio
de un Juez que tiene la señal de los clavos de la cruz en sus manos.
Él es quien ha sido resucitado de los muertos. El apóstol Pablo
siempre presentó la resurrección de Cristo. La resurrección de
Jesucristo de los muertos fue una declaración hecha para todos los
hombres. Es por esto que Dios aseguró a todo ser humano que
habrá un juicio. Veamos ahora lo que ocurrió aquí en el versículo
32:
"Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se
burlaban y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez."
¿Sabe usted estimado oyente, por qué se burlaban? Porque el
platonismo negaba la resurrección de los muertos. Ésa era una de
las marcas distintivas del platonismo. Negaba la posibilidad de una
resurrección física. Cuando usted oiga hablar hoy a los miembros de
ciertas sectas acerca de una resurrección espiritual, mientras niegan
la resurrección física, entonces, estará oyendo la filosofía platónica y
no la enseñanza de las Escrituras. El apóstol Pablo enseñó la
resurrección de los muertos. Por lo tanto, cuando aquellos griegos
oyeron acerca de la resurrección de los muertos, algunos se
burlaron. Y dice el versículo 33:
"Entonces Pablo salió de en medio de ellos."
Algunos críticos han dicho que Pablo fracasó en Atenas. No creemos
que haya fracasado. Siempre habrá quienes se burlen del evangelio.
Pero, también habrá quienes crean. Observemos lo que dice este
versículo 34, el versículo final de este capítulo 17 de los Hechos:
"Pero algunos de los que se le habían juntado, creyeron; entre ellos,
Dionisio el areopagita y una mujer llamada Dámaris, y otros con
ellos."
Pablo vio a algunos que se convirtieron en la ciudad de Atenas.
Cuando Pablo iba a un lugar y predicaba el evangelio, siempre había
quienes se convertían a Cristo. Por eso decimos que no fracasó, sino
que tuvo éxito. En cualquier parte donde se predique la Palabra de
Dios, habrá quienes escuchen y crean.
D. LOS RESULTADOS DEL MENSAJE DE PABLO:

Habían tres resultados del sermón de Pablo a los intelectuales del Areópago:

1. Muchos lo rechazaron.

2. Algunos lo pusieron para otra ocasión.

3. Unos pocos creyeron.

Pablo empezo a decirles quien eS DIOS

1. DE UNA SANGRE HA HECHO TODO EL LINAJE DE LOS HOMBRES: (Versículo 26)

Dios es el Creador de todas las razas y pueblos. Todos los hombres y todas las mujeres son
descendientes de Adán y Eva. La raza humana es una a pesar del color, de la clase social y
de la cultura.
2.

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