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El 31 de Octubre de todos los años, se festeja el

Día de la Canción Criolla. En la fecha, los


compositores e intérpretes se juntan con las
canciones mas emotivas del cancionero peruano,
se entonara canciones de nuestro acervo. Se
recuerda a los compositores próceres del criollismo
y se brinda con entusiasmo cotidiano.
La palabra criollo nace cargada de prejuicios. Es
adoptada del portugués ‘crioulo’ que significaba
‘esclavo que nace en casa de su señor’ o ‘negro
nacido en las colonias’. Después pasó a significar
‘blanco nacido en las colonias’ y posteriormente se
llamaba así a los descendientes de españoles
nacidos en América que alentaban sentimientos de
nacionalidad propia y se extendió a los mestizos,
zambos y mulatos.
Es con los criollos que nace el sentimiento de patria,
pues por la lejanía les eran extrañas las cosas de
España y sintieron apego por su tierra y por las
costumbres desarrolladas en ella, de allí las iniciativas
separatistas que culminaron con la independencia de
nuestros países. En consecuencia, el ‘criollismo’ en el
Perú es una derivación del término original, que
involucra usos y costumbres, comida, música, cantos y
bailes de origen principalmente costeño y limeño en
especial.
La música criolla, es la música mestiza de la costa que la
diferencian de la música de la sierra.
Su ritmo es más vivo, sin la melancolía y tristeza de los
aires serranos. Los músicos y cantantes utilizan solamente
un par de guitarras y un cajón, a veces castañuelas y
cuartetas.
La marinera, el festejo, el tondero y la polca son elementos
de esa manifestación cultural costeña, aunque han ido
evolucionando tanto en su interpretación como en el ritmo
y la danza.
Hablar de criollismo, sin embargo, no es
circunscribirse sólo a la música sino a toda una serie
de expresiones tras de sí que tiene igual o más
distinción que las corridas de toros, las peleas de
gallos, el garbo y el talante de los caballos de paso.
No se puede dejar de lado los sabrosos y tradicionales
manjares como la "tripulina" y el "bufo", cuyos nombres
ya muy pocos recuerdan pero que, a la usanza de
antaño, se siguen preparando en muy contados
lugares de Lima.
El criollismo es sinónimo de bonhomía fraterna,
confiada entrega, ayuda sin condiciones y lealtad a
toda prueba, como se expresa en ese término popular
cuando llamamos ‘hermano’ a personas con las que no
tenemos un vínculo familiar o parentesco, pero les
brindamos nuestra amistad. Dentro de este contexto,
en lo que se refiere a la música, la marinera, la polka,
el festejo y por sobre todo el vals peruano, componen el
cuadro definitivo de la música criolla en el Perú.
La historia nos dice que es realmente a principios
del siglo XX que empiezan a aparecer los pioneros
de la canción criolla. Esta etapa hasta el año
1920, se denominó la ‘guardia vieja’ al conjunto
de personas vinculadas a la música criolla y de ella
heredamos valses muy hermosos como ‘Luis
Pardo’, Ídolo’, ‘China hereje’ y ‘La palizada’,
entre otros.
En los albores del nuevo siglo surgen entonces nombres
que harían relucir el cantar ciudadano. Aparecen
Eduardo Montes y César Augusto Manrique en el
distrito de los Barrios Altos; ellos son los primeros en
grabar para la casa Columbia cerca de 195 discos de
música peruana, todo un hito para esa época.
Alejandro Ayarza "Karamanduka" y su famoso valse
"La Palizada" se dan a conocer por todo Lima. Eran los
tiempos en que el músico no recibía un centavo por su
trabajo.
Músicos como José Bocanegra, bandurrista y guitarrista
nos legan valiosas piezas de colección para el criollismo.
Otros títulos como "Ídolo" de Sancho Dávila.
"Capulí " de Nicanor Casas, alcanzan mucha popularidad
entre el público, le pertenecen los valses "Amoroso", "El
enamorado", "Elisa", "Esther", "Las guerrillas del amor",
"Lejos del bien amado", "Noche encantadora", "Recuerdos de
Arica" (conocido también como "El 7 de Junio"), "Sobre la
puna" (dedicada al centenario de la Independencia del
Perú); la polca "Ingrata palomita" y otras obras más.
Hacia 1925 emerge de los Barrios Altos un
compositor, de ojos profundos, cargado de inspiración
desbordante, de sentimiento criollo. Es Felipe Pinglo
Alva, exponente máximo de la canción peruana,
creador de "El Plebeyo" y "El Huerto de mi Amada",
de "Bouquet" y "El Canillita", de "Pobre Obrerita" y
"Porfiria", y de varias docenas de valses de
insuperable calidad.
Después de 1940, aparece una multitud de
compositores motivados por la obra extraordinaria de
Felipe Pinglo.
Así debemos mencionar a Laureano Martínez, Pablo
Casas, Manuel Covarrubias, Nicolás Wetzel, Serafina
Quinteras, Amparo Baluarte, Filomeno Ormeño,
Lucho de la Cuba, Felipe Coronel Rueda, Eduardo
Márquez Talledo y muchos más que contribuyeron al
desarrollo de nuestra música popular.
La idea de incluir el "Día de la canción criolla" en el
calendario histórico popular nació durante el gobierno
de Manuel Prado y Ugarteche, en la conflictiva década
de los cuarenta. La iniciativa fue de Juán Manuel
Carrera y contó con el apoyo del diputado por Lima
Luis Felipe Andrade. El presidente Prado, promulgó la
ley en el mismo balcón del Centro Musical "Carlos Saco"
- bastión del criollismo y muy popular en aquella época ,
realizada el 31 de octubre de 1944 , fue muy grande la
alegría y el orgullo de tener un día especial.
De la década del 50 en adelante, se destacan grandes
compositores como Mario Cavagnaro, Augusto Polo
Campos, César Miró, Manuel Acosta Ojeda, Luis Abelardo
Núñez, Juan Mosto, Félix Pasache, Pedro Pacheco y José
Escajadillo. Entre las mujeres destacan Leonor García,
Alicia Maguiña y principalmente Chabuca Granda, una
mujer muy culta y particularmente enamorada de todo lo
limeño, su tradición, paisajes y personajes. Chabuca Granda
compone La Flor de la Canela, vals que en 1954 se hace
popular en la interpretación del famoso trío Los Chamas.
Al tema "La Flor de la Canela" de la limeñísima Chabuca
Granda, hermosa pieza de colección que ha trascendido
mundialmente, grabada en múltiples idiomas.
"Madre" de Manuel Acosta Ojeda, La Limeñita y Ascoy, Jorge
Huirse, Eloísa Angulo, Teresa Velásquez, Manuel "Chato"
Raygada, Alicia Maguiña, Augusto Polo Campos, José
Escajadillo, Luis Aberlardo Núñez, Félix Pasache, la Reina y
Señora de la Canción Criolla Jesús Vásquez, conforman una
gama de intérpretes y compositores que eternamente
perdurarán en el sentir del pueblo.
En los años cincuenta, los puntos de reunión
son los centros musicales como el "Felipe
Pinglo Alva", el "Carlos Saco" en Barrios
Altos, el "Ricardo Palma" en Surquillo, el
"Valderrama" en el Rímac entre otros,
dispersos, en ese entonces, en la aún creciente
ciudad de Lima.
Victoria Santa Cruz
y Abelardo Vásquez
Nombres como Bartola, Lucha Reyes, Cecilia
Barraza, Cecilia Bracamonte, Eva Ayllón, Andrés
Soto, el guitarrista "Lucho" Gonzáles, Félix
Casaverde, Susana Baca, Arturo "Zambo" Cavero,
Lucía de La Cruz, Daniel "Kiri" Escobar, Julie
Freundt han llevado el ritmo criollo por todo el
orbe, recibiendo halagos y distinciones del público
foráneo.
CECILIA
BRACAMONTE
ANDRES SOTO
MANUEL
DONAYRE PERU NEGRO

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